Escrito por José Ricardo Stok - Director del Senior Executive MBA y
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Escrito por José Ricardo Stok - Director del Senior Executive MBA y
Escrito por José Ricardo Stok - Director del Senior Executive MBA y Director del Ph.D. en Gobierno de Organizaciones, exclusivamente para la Agenda PADAlumni Consejos recibidos de un experto en finanzas Con frecuencia, algunos amigos y egresados de diferentes programas me preguntan en qué invertir sus excedentes dinerarios. Como no suelo dar recomendaciones, aquí les transmito algunos consejos financieros sobre puntos esenciales, que en boca de un amigo —que soy yo— han sido incorporados en mi reciente libro Empresarios y directivos en la Caverna de Platón, página 68. Consejo uno: no invierta su dinero en lo que no sabe y menos si no le va a dedicar tiempo a saberlo. Consejo uno bis: no deje que el afán de más o la avaricia lo dominen; conténtese con lo bastante que ya tiene y sea generoso con quien no tiene. En otra ocasión, un empresario se ufanaba de haber logrado ampliar significativamente los plazos concedidos por los proveedores, sin costos adicionales; explicó que, en un comienzo, como los clientes se estaban demorando en pagarle, él trasladó esa demora a los proveedores, y que estos con pocas quejas lo aceptaron, y que luego fue estirándoles el plazo poco a poco, hasta casi duplicar el inicialmente concedido. Mi amigo lo miró con simpatía y le explicó la ley de las sábanas cortas: "Ahora usted está tapándose la cara con las sábanas, porque la luz le molesta, pero deja los pies descubiertos; en cuanto haga frío, ¿qué hará? No pueden afrontar los proveedores algo que no estaba estipulado, porque si sigue así, terminarán bajando calidad o incumpliéndolo, ya que buscarán otro mejor pagador". Consejo dos: no juegue a romper la cadena de pagos, porque en algún momento le rebotará en la cara. Consejo dos bis: elija qué quiere tapar con las sábanas y no cambie constantemente. Está el caso de un empresario exitoso que basaba su éxito en tener su empresa perfectamente alineada y recibir informes periódicos: tenía balances mensuales a los cinco días de finalizado el mes, un sistema de reporte de caja diario, un control de cobranzas de clientes riguroso y un informe de pagos al día; su liquidez estaba controlada, no tenía dinero ocioso. Sin embargo, un día le informaron que el tesorero estaba con crisis nerviosa, porque no tenía dinero disponible para afrontar unos pagos urgentes que la gerencia pedía. ¿Qué había pasado? Sencillamente, la gerencia había tomado decisiones basándose en la información escrita, que le indicaba disponibilidad de fondos, sin notar que el float era muy grande, generándose un fuerte descubierto. Se había confiado en los reportes, verídicos, pero no reales, porque estos mostraban cobranzas contabilizadas pero no efectivizadas. Confió en que la liquidez residía en los reportes. Consejo tres: compruebe la liquidez con el tesorero; él sí sabe si hay o no dinero y cuándo entra o sale y cómo. Consejo tres bis: hable con quienes están en los sitios clave; confíe en las personas antes que en los sistemas. Consejo final: aproveche la lectura amena de Empresarios y directivos en la Caverna de Platón, donde encontrará un abanico de consejos.