de Boda en Betanzos mayo 2009

Editorial
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de Boda en Betanzos
INDICE
d e anunciantes
Mayo · 2009
P
reparar todos los detalles de la boda puede
ser una tarea agotadora: elegir fecha, reservar el restaurante, elaborar la lista de invitados, el vestido, los detalles para los invitados, el álbum de fotos, el
viaje... y todo tiene que salir perfecto.
En este ESPECIAL os resumiremos todos los pasos
necesarios para no perderse en esta importante misión
y para que todo resulte mucho más sencillo y cómodo.
Sin salir de Betanzos puedes organizar los preparativos de tu boda hasta el más mínimo detalle, comodamente, sin prisas y bien asesorado para que todo sea
perfecto.
Este año queremos que nuestro ESPECIAL de bodas,
además, sea diferente, hemos querido que personas
conocidas de Betanzos nos cuenten su experiencia,
como han organizado su boda, las anécdotas de su
celebración y aquellos detalles que han querido compartir con nosotros. Para ellos nuestro agradecimiento
por colaborar en este ESPECIAL con el que pretendemos hacer más fácil a las parejas la complicada y a la
vez intensa experiencia de organizar un evento tan
importante como su enlace.
Confección. Vestidos de
Novia, novio, padrinos,
fiesta
BICOCA
ALICIA
21
FREESIA
11
13
CRESPO
24
GRAF
17
Fotógrafos
SASTRERIA TANO 12
SUSI SÁNCHEZ
23
CHELA
19
ARUME
6
Regalos invitados,
invitaciones, tarjetas
Peluquería y estética
CAPRI
5
IRPASOL
4
ONDA
12
PELOMANÍA
22
LA VACA
10
Música
JOSÉ LEIRA
20
Floristerías
O AGRO
8
Hogar, listas de boda
BC ILUMINACIÓN
14
CASANTIGA
15
FINITA CARAMÉS
MOENIA
Esperamos que en estas páginas encontréis todo
aquello que necesitéis para que la organización de
vuestra boda sea todo un éxito.
Lencería
AUTOS RIVAS
10
GILSANZ
16
Viajes de novios
2
23
DEVAGAXE
15
CASA GRANDE
MUEBLES ANDRÉS
VALES
Coche novios, autobuses
7
MUEBLES MARIANO 9
DE SOXAL
3
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Casi todo lo imprescindible
Para organizar una boda con éxito no es necesario desplazarse fuera de
Betanzos, excepto para comprar el vestido de la novia y para celebrar el convite.
La oferta comercial de la ciudad abarca un amplio abanico de posibilidades para
los principales detalles de la boda.
Desde la pedida de mano hasta los detalles de los invitados, las invitaciones, el reportaje de la boda, el vestido de la madrina, de los pajes,
del padrino y del novio...las flores, los zapatos, las joyas, la peluquería... casi todo lo necesario para organizar con éxito una boda podemos
encontrarlo en el comercio de Betanzos.
Joyerías, tiendas de moda juvenil, de señora, de caballero e infantil;
tejidos para confección, sastres y modistas, tiendas de complementos,
salones de belleza y peluquerías, solarium, tratamientos de belleza,
floristerías, regalo, imprentas para las invitaciones y tarjetas de agradecimiento, ambientación musical...
La amplia oferta de comercios y empresas
permite llevar al día la planificación del enlace con la garantía de un buen asesoramiento, de la cercanía y la calidad más que
demostrada de los productos y artículos de
nuestro comercio. En este especial están
representados algunos de ellos.
El vestido de la novia
Una de las carencias notables en Betanzos es la venta de vestidos de novia. Si bien
para el novio, el padrino y la madrina existen
numerosas posibilidades, la novia, de
momento no dispone de una tienda especializada en la que poder elegir y probar el vestido para el gran día.
Sin embargo, sí dispone de otra opción, que es la confección a medida. Una vez elegido el modelo y las telas, existen modistas que confeccionan a medida el traje con muy buenos resultados. En tiempos de crisis es una excelente manera de ahorrar en la vorágine de gastos que
supone organizar una boda.
Pero no siempre fue así. Durante décadas Betanzos tuvo un establecimiento en el que se vendían trajes de novia. Durante muchos años,
Deive se dedicó a la venta de vestidos de novia hasta que en los 80
con la proliferación de tiendas especializadas en este sector la salida
de estos trajes fue decayendo. En su almacén todavía se conservan
algunos modelos que nunca llegaron a venderse. Fue la única tienda
de Betanzos dedicada a vestidos de novia y eran distribuidores, entre
otras casas, de Pronovias. “Podíamos vender en un año unos 50 vestidos”, recuerda, “los vestidos más caros que llegamos a vender rondaban las 125.000 pesetas”. Además, vestir a la novia conllevaba en
muchos casos vestir también al padrino o a la madrina e incluso al
novio. Francisco Deive cree que hoy en día no sería rentable un negocio así en Betanzos motivado por el incremento de tiendas especializadas en lugares tan cercanos como Coruña y porque la influencia de la
ciudad sobre el entorno no es la misma que era.
El restaurante
Otro de los elementos importantes en una boda y del que no se dispone en Betanzos es un local acondicionado y
con capacidad suficiente para acoger un
convite de muchos invitados. Si bien la tendencia actual de las parejas es optar por la
elección de un Pazo para la celebración de
la comida o cena de la boda, servida por
catering, son muchas las que se deciden por
restaurantes con amplia capacidad y con
diferentes opciones: salones independientes, carpas en el jardín, etc.
Pero la carencia que ahora se detecta en
este sentido no fue tal hace unas décadas.
Muchos recuerdan todavía las bodas que
servían en la Pista Rey Brigo restaurantes
de prestigio en la localidad como La Cueva o
El Barreiro; también el Muíño Roxo en su
época era conocido por la celebración de eventos de este tipo.
La Cueva, restaurante que fue gestionado por la familia de la actual
alcaldesa, María Faraldo, ha servido comidas de boda de hasta cuatrocientos invitados en las instalaciones de la Pista Rey Brigo. Eran bodas
de menús variadísimos aunque lo más frecuente era que las parejas
eligiesen el menú más “estándar” cigalas o langostinos, pescado y
carne asada. La comida que se servía en la boda era muchas veces
indicativo de la calidad del evento si bien hoy en día se busca más la
estética, la calidad, la comodidad y los servicios del restaurante o
salón en el que se celebre el evento y los novios y los invitados tienen
en cuenta otras cuestiones a la hora de valorar el convite.
Eran tiempos además en los que el comercio local se beneficiaba y
mucho de la celebración de bodas en restaurantes de la ciudad ya que
todo aquello que se necesitaba se compraba en los establecimientos
betanceiros: desde copas y vasos, platos, cubiertos, servilletas, manteles, flores para la decoración, … a medida que hacía falta reponer alguno de estos elementos se encargaban a comercios de Betanzos.
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Tu boda paso a paso
Planificar una boda es una tarea ilusionante para la pareja y al
mismo tiempo estresante ya que son muchos los detalles que
hay que tener en cuenta a la hora de organizar el evento. Tener
las ideas claras y llevar la planificación al día son dos aspectos
esenciales para que todo resulte más sencillo.
Una correcta planificación de la boda es fundamental para que no se
escape ningún detalle y todo resulte mucho más sencillo. Muchas
parejas inician los preparativos con hasta dos años de antelación, la
mayor parte de las veces por la dificultad de reservar restaurante para
celebrar el convite. De todas formas, lo más frecuente es iniciar la
organización con un año de antelación.
Un año antes
Una vez que la pareja ha tomado la decisión de casarse el siguiente
paso es decidir si la boda será religiosa o civil (por el juzgado o por el
Ayuntamiento) e iniciar los trámites correspondientes para la opción
elegida.
Escoger el lugar, el día y la hora es algo fundamental y que habrá
que consensuar con el sacerdote (en el caso de
ceremonias religiosas) o con el Ayuntamiento o
Juzgado (en la boda civil) y también con el restaurante.
Una vez confirmada la fecha y el lugar de celebración tanto de la ceremonia como del convite
comienza el resto de los preparativos.
Es importante disponer de un archivo en el que
guardar todos los documentos relacionados con la
boda, presupuestos, facturas de los pagos que se
vayan realizando, etc.
Es el momento en el que la novia debería empezar a buscar su vestido, bien en las tiendas especializadas o bien eligiendo el diseño, las telas y la modista para confeccionarlo a medida.
Seis meses antes
Unos seis meses antes de la fecha elegida, la pareja debería empezar a buscar el fotógrafo que se ocupará de realizar el reportaje de la
boda. Pedir presupuestos y hacer las reservas.
También es el momento de empezar a mirar el traje que llevará la
madrina.
Si la pareja decide hacer una lista de bodas es el momento idóneo
para elegir el establecimiento y los artículos que compondrán la lista.
Cuatro meses antes
Cuando falten unos cuatro meses para la fecha de la ceremonia la
novia podrá empezar a buscar la lencería para el vestido y la noche
de boda.
Es el momento apropiado para que el novio y el padrino elijan sus
respectivos trajes o, si la opción es la confección, seleccionar las telas
y buscar el sastre o modista que se lo confeccionará.
Es también conveniente comenzar a diseñar las invitaciones de
boda que se entregarán aproximadamente unos cuatro o tres meses
antes del enlace.
Tres meses antes
Unos tres meses antes de la celebración
es el momento idóneo para elegir las flores
que decorarán la iglesia o el salón en el
que se oficiará la ceremonia. También conviene que la pareja compre sus alianzas y
las arras.
Los detalles del convite y de la ceremonia
se decidirán en estas fechas: la música
para la ceremonia y para el convite; los
obsequios que se entregarán a los invitados y los coches que llevarán hasta la iglesia o el salón a la pareja. También se decidirá si es conveniente contratar un servicio de autobús para trasladar
a los invitados.
Dos meses antes
Dos meses antes se decidirán los últimos detalles para que nada
quede al azar: los zapatos del novio y de la novia; los trajes para los
pajes o niños que lleven las arras. También es buen momento para
elegir y reservar el viaje de novios.
La elección de la peluquería, del peinado y maquillaje de la novia
puede decidirse en este momento así como los tratamientos de belleza que sean precisos para que en el momento de la ceremonia todo
sea perfecto.
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Mª Dolores Faraldo y José Carabel
“Es maravillosa la complicidad y la
empatía que te otorga el tiempo”
María Dolores Faraldo y José Carabel se casaron el 28 de agosto de 1982 en la Iglesia de Santo
Domingo. Su boda, una de las primeras que se celebraba en el céntrico templo brigantino,
levantó expectación en su momento. Veintisiete años después, la actual alcaldesa de Betanzos,
recuerda para nosotros su enlace.
-¿Cómo recuerda su boda
-La nuestra fue una boda muy clásica, con muchos invitados porque teníamos
mucha familia y amigos. La ceremonia la ofició el párroco de Bergondo y la celebramos en la Iglesia de Santo Domingo porque a la misma hora estaban ocupadas las otras iglesias. Convencimos a Don Román y a Don Manuel y tuvimos que
pedir una serie de permisos pero al final nos casamos en Santo Domingo. Debimos de ser de los primeros en casarnos allí. Yo estaba muy nerviosa, más que
nada porque la boda la servía el restaurante de mis padres y estaba muy preocupada por como saldría todo. El día anterior me pasé hasta muy tarde organizando las mesas y la decoración en la Pista.
-Si estaba tan nerviosa no disfrutaría mucho de la boda
-La disfruté a partir de los postres. Lo pasamos muy bien y acabamos casi
todos los invitados en una discoteca, algunos
eran muy jóvenes y era la primera vez que entraban en una discoteca.
-¿Cómo fue la ceremonia?
-Fue muy bonita y nos emocionamos mucho. Yo
me había preocupado mucho de elegir las personas que iban a cantar y de las canciones. Lo
recuerdo como algo muy bonito y emotivo. En
ese momento sí es cierto que me olvidé de todo,
incluso de la gente que estaba en la iglesia, sólo
estaba centrada en el momento, en los que estábamos ante el altar.
- Recuerda alguna anécdota?
-Mi marido desde el día siguiente a la boda le
decía a todo el mundo que en el momento en que
tenía que dar el “sí quiero”, el dijo “bueno”, pero
es mentira. Lo que si recuerdo es una anécdota
de la despedida de soltera. Nos habíamos ido
unas cuarenta y pico mujeres de diferentes edades, desde las tías de mi marido a mi hermana
que tenía unos 15 años. Una horquilla de edades
muy amplia. Fuimos a un local que estaba muy
de moda en Santa Cristina y al salir el camarero
dijo: “e estas de donde salen? Hainas novas,
vellas, rubias, morenas, gordas, delgadas…”.
-¿Y los preparativos, los llevó usted o le
ayudó su pareja?
-Los preparativos nos dieron mucho trabajo y no tenía mucha gente que pudiese ayudarme, mi madre trabajaba, mi hermana tenía unos 15 años y tenía pocas
amigas que se hubiesen casado. La pedida fue en Semana Santa y nos casamos en agosto así que lo preparamos todo en poco tiempo. Antes no era como
ahora que hay muchas revistas especializadas, páginas en Internet que te asesoran. Era diferente, te dejabas aconsejar por personas que ya se hubiesen
casado y por lo que te contaban. El peso de los preparativos lo llevé en su mayoría yo porque mi marido trabajaba y viajaba y la mayor parte de la organización
recayó sobre mi. Casi todo lo compramos y lo organizamos en Betanzos, el traje
me lo hizo una modista de aquí, los zapatos, la peluquería, todo aquí excepto las
flores que no recuerdo el porqué pero las encargamos en Coruña.
-Cree que cambió el concepto que las parejas tienen del matrimonio?
-Antes ibas al matrimonio convencido de que no tenía fecha de caducidad,
ahora muchas de las parejas ya no tienen esa convicción. En cierto modo es
bueno pensar que puede tener vuelta atrás porque la vida es una y en situaciones de convivencia muy difícil, como las hay, no puedes condenarte a una vida
de amarguras o de desgracias. Quizás ahora se valore menos el sacramento en
sí del matrimonio y se le da más valor a todo lo que rodea la boda, a la parte más
material. A mí me gustan las bodas por el momento que compartes con los amigos, con la familia, y el recuerdo de ese momento especial que has compartido
con ellos.
-¿Cuál es el secreto para que un matrimonio dure para toda la vida?
-Yo creo que el matrimonio pasa por dos
fases, una primera fase del cambio, en la que
queremos “cambiar” a la otra persona para que
sea lo más parecido a nosotros o a lo que esperamos de él. La otra fase es la de la aceptación.
Yo creo que el secreto es darse cuenta de que
no se va a poder cambiar a la otra persona y
hay que aceptarse mutuamente. Todos tenemos
virtudes y defectos y tenemos que tratar de
valorar las virtudes que tenga el otro y no
machacar en los defectos. Aceptar y ver la parte
positiva que tiene la otra persona. También,
como todo en la vida, hay que tener suerte. Te
casas joven, con una persona a la que conoces
relativamente. A mí me gusta rodearme de
gente vitalista, con sentido positivo de la vida,
entusiasta, optimista y tengo la suerte de que
mi marido es así. A partir de un cierto momento
en el matrimonio se produce algo que a mí me
parece maravilloso y es la complicidad y la
empatía que te otorga el tiempo y el vivir juntos.
El conocer tanto a la otra persona y esa empatía es muy agradable. Por supuesto hay
momentos buenos y malos como en cualquier
convivencia.
-Un consejo para las parejas que estén preparando su boda o que acaben
de casarse
-Mi consejo es dejar a cada uno su espacio, si en un matrimonio uno de los dos
cede mucho o pierde mucho no tiene buen futuro. Antes la mujer aceptaba perder mucho, ahora no tanto, sobre todo en el ámbito profesional. Existen unos
espacios de cada uno que hay que respetar, siempre con moderación. Las preocupaciones y los problemas pueden llegar a minar un matrimonio y hay parejas
en mejores situaciones que otras para poder afrontar esos problemas pero no
hay que tirar la toalla y hay que luchar.
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O Temple: Costa da Tapia, 2
Tel.: 981 665 931
CC. Los Rosales: Local 19-21
Tel.: 981 149 581
Carballo: Camino Nuevo, 6
Tel.: 981 756 586
A Coruña: Rosalía de Castro, 4
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Mª Isabel Lago Pagliery y Vicente de la Fuente García
“Amor, respeto y aceptación son
claves para un matrimonio feliz”
Mª Isabel Lago Pagliery y Vicente de la Fuente García se casaron el 22 de junio de 1963
en la Parroquia de Santa Lucía (A Coruña). Comparten con nosotros su experiencia de 46
años de matrimonio.
-¿Cómo recuerdan su boda y los preparativos?
-Antes, las bodas se hacían por la mañana, y la ceremonia la celebramos en la Iglesia de Santa Lucía en La Coruña, y el banquete fue en el
Hotel Finisterre. Los preparativos los organizaban los padres y las
madres más que los propios novios. En la época en que nos casamos
no eran frecuentes las listas de boda, y
cada invitado regalaba lo que creía conveniente.
-Estamos hablando de los años 60,
¿han cambiado mucho las bodas desde
entonces?
-Hoy en día la preparación de una boda
es más compleja pero al tiempo existen
muchos servicios que las simplifican. Es
usual la lista de bodas y los novios son
parte muy activa en su preparación. Antes
llegábamos al matrimonio con muchos
menos conocimientos pero con más profundización y con una gran firmeza de convicciones. Éramos más jóvenes, ahora las
parejas se casan más tarde. No se entendía que el matrimonio no fuese para toda
la vida. Tampoco se entendía la separación
de bienes. No había cursillos prematrimoniales organizados como hoy, pero tampoco eran tan necesarios. Hoy en día, sin
embargo, se necesitan más y muchas
veces se toman a la ligera. La formación
de cara al matrimonio, sea católico o no,
es importante para afianzar los valores
desde el principio. Teníamos claro que el
matrimonio era para toda la vida y considerábamos a los hijos como un bien, no
como una carga, aunque conscientes de
que exigirían sacrificios. En una época de carencias, en la que el nivel
económico era más bajo que el de hoy, y los gastos en viajar, vacaciones, ocio etc. eran mucho menos frecuentes. Los objetivos estaban en
otro sitio.
Cuando se preparaba el viaje de novios, la luna de miel, se hacía
con la convicción de que tenía que ser el mejor viaje posible, porque
una vez casados, las circunstancias de todo tipo lo complicaban.
Hoy día las parejas se casan fácilmente con mucho más de lo que
ha tenido nuestra generación y felizmente alcanzan al principio unos
niveles que nosotros conseguimos al cabo
de los años. Ahora con demasiada frecuencia se le da excesivo valor a lo material, dominando el tener por el ser.
-Ustedes llevan casados 46 años,
¿cuál es el secreto para mantener un
matrimonio feliz durante este tiempo?
-46 años juntos, nueve hijos y once nietos
–puntualizan.
El secreto es tener ganas de quererse,
espíritu de sacrifico y entrega y saber que
el matrimonio no es fácil. La convivencia
es difícil a veces, pero hay que saber
ceder. Tener capacidad de ilusión, alegría y
saber afrontar los problemas, porque existen muchos a lo largo de la vida en común.
En un mundo tan materialista, la gente se
cree que todo es sencillo. Nuestra generación ha vivido una infancia con menos
cosas, eran tiempos de austeridad por lo
que estábamos más preparados para
afrontar los problemas.
-Desde su experiencia, ¿qué consejo
darían a las parejas que están preparando su boda o que se han casado recientemente?
-Respetar mucho la personalidad de la
otra persona y no intentar hacer al otro a tu
imagen y semejanza. Cada uno es como
es y hay que aceptarlo. La clave es la aceptación. También es fundamental respetar el valor de la fidelidad, quererse y luchar por su amor.
El amor hay que trabajarlo día a día, es como una planta, que si no se
riega se muere.
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Juan Antonio Ferrer Cerveró e Inmaculada Pedrajas Tapia
“La sinceridad y el respeto son
esenciales en un matrimonio”
Juan Antonio Ferrer Cerveró e Inmaculada Pedrajas Tapia se casaron en junio de 1994 en
Villanueva de la Serena (Badajoz). Un enlace del que Juan Antonio, uno de los directores
de la Banda Municipal de Música de Betanzos, guarda recuerdos muy emocionantes.
-¿Qué recuerdos guarda del día de su boda?
-Guardo un recuerdo impresionante. Nuestra boda fue realmente muy sonada por diferentes motivos. Vinieron varios autobuses de
Valencia y de Galicia para asistir al enlace.
Teníamos familia muy repartida por diferentes
lugares y fue muy bonito ver como nos mezclábamos todos, venidos de distintos lugares.
Casi todos los invitados se quedaron en el
hotel que había frente al salón de bodas y lo
cierto es que, aunque nos dio bastante trabajo organizar las llegadas, reservar con antelación las habitaciones, fue muy bonito y el
ambiente era fantástico.
La nuestra fue una boda atípica. Entre otras
cosas porque yo toqué durante casi todo el
banquete. En lugar de bailar, yo toqué para
los invitados con un grupo de músicos que
tenía con unos amigos de Valencia, “Lluna
Plena”, entre los que también estaba mi hermano gemelo, que además cantaba. Yo tocaba el teclado. Fue diferente. Lo pasamos
todos muy bien. El problema vino en la noche
de bodas…
-¿Qué fue lo que pasó?
-Ya antes de empezar la ceremonia me
encontraba un poco mal. Me tomé unos analgésicos y aguanté bien toda la fiesta. Cuando ya estábamos de “retirada”, a las cinco o seis de la mañana, me había subido tanto la fiebre
que tenía hasta temblores, creo que llegué a pasar de 40 grados, y mi
mujer tuvo que pasarse la noche cuidándome.
-¿Cómo organizaron los preparativos?
-Los preparativos los organizamos entre los
dos, nos repartimos algunas tareas pero las
decisiones las tomamos juntos. Eso sí, durante todo ese tiempo mi vida era el teléfono.
-Ustedes llevan casados quince años,
¿cuál es la clave para mantener un matrimonio durante tanto tiempo?
-Creo que la clave, o el secreto, está en el
equilibro y en el respeto. Otra cosa importante
cuando llevas mucho tiempo casado es tratar
de neutralizar, con imaginación y con ilusión,
el desgaste provocado por la convivencia diaria. Otro aspecto importante es la sinceridad.
Yo creo que en nuestro caso nos complementamos porque somos muy distintos.
-¿Un consejo para las parejas que estén
pensando en casarse?
-Yo no soy nadie para dar consejos, pero en
cualquier caso, soy de la opinión de que es
bueno que la pareja se deje llevar por sus
sentimientos, que comprueben por si mismos,
y el día a día irá diciendo. También hay que
aprender de los errores.
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Raúl Galán Cerveró y Mª José Adega Galdo
“Un matrimonio feliz se basa en el
amor y en el respeto mutuo”
Raúl Galán Cerveró y Mª José Adega Galdo se casaron el 15 de septiembre de 1985 en el
Juzgado de A Coruña, en una época en la que las bodas civiles no eran tan frecuentes
como hoy en día. Raúl, uno de los directores de la Banda Municipal de Música de
Betanzos, recuerda muy emocionado el día de su enlace.
-¿Cómo recuerda su boda?
-La boda para mi fue un día de grandes emociones, aparte de por la boda
en si, porque era la primera vez que
venía toda mi familia aquí, llegaron
autobuses de Valencia y fue muy
emocionante ver a las dos familias.
No es una boda normal en que estás
en tu tierra y compartes el día con tu
gente, en este caso venía la familia a
la tierra en la que yo estaba trabajando. Fue una boda civil, en el Juzgado
de La Coruña, que en aquel momento no eran muy frecuentes. Y, eso si,
la ceremonia en si fue muy rápida. La
celebración fue igual que en cualquier otra boda, una fiesta familiar
muy emotiva, con muchos invitados,
con música en directo. Fue muy bonita.
-¿Y los preparativos?
-Nosotros teníamos muy claro que
era nuestra boda y la íbamos a organizar a nuestro modo. Los preparativos los organizamos entre los dos,
ella sabía más de unos aspectos y yo
de otros y nos fuimos complementando, por ejemplo, yo me ocupé de elegir la orquesta. Otras cosas las
decidimos entre los dos.
-Después de 24 años juntos, ¿cuál
cree que es la clave de un matrimonio feliz?
-Para mi el secreto es, aparte del
amor, el respeto a la pareja y después
cada caso es particular. Influye mucho
la familia, nosotros tenemos tres hijos
y creo que nos han unido aún más. El
amor, el respeto a la pareja y que cada
uno conserve su espacio, creo que son
muy importantes para la felicidad en el
matrimonio.
-¿Qué consejo daría a las parejas
que estén pensado en casarse?
-Es muy personal, no me gusta dar
consejos. Pero creo que es importante
que no tengan prisa, que disfruten de
la vida, que cuando piensen en casarse lo hagan con convencimiento, que
no se casen porque si, o porque se lo
imponga alguien, que lo hagan con
convecimiento.
-¿Cree que han cambiado mucho
los matrimonios en los últimos
años?
-Si, ha cambiado mucho. El divorcio,
los matrimonios gays,… el índice de
divorcios es muy alto, por eso yo creo que es muy importante que la
pareja esté muy convencida y que se respete mucho.
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María Barral Varela y Eduardo Fraga Corbelle
“Para que un matrimonio funcione hay
que quererse y respetarse mucho”
María Barral Varela y Eduardo Fraga Corbelle se casaron el 28 de agosto de 2004 en la
Iglesia de Bergondo. María Barral, Concejal del PSdeG-PSOE de Betanzos, comparte con
nosotros los detalles de su boda.
-¿Cómo recuerda el día
de su boda?
-Fue el mejor día de mi
vida, junto con el nacimiento de mis dos niñas.
Fue todo maravilloso, la
ceremonia, los preparativos, todo. Fue un día
inigualable.
Disfruté
muchísimo, todos disfrutamos mucho y salió todo
muy bien.
Nos casamos por la
tarde, en la Iglesia de
Bergondo y después el
banquete lo celebramos
en Betanzos, en la Pista
Rey Brigo, debió de ser
una de las últimas bodas
que se celebraron allí. Era
mi ilusión desde siempre,
casarme en la Pista, y
ese día estaba muy bonita. Unos días antes nos
habíamos pasado mucho
tiempo limpiando todo y
recuerdo que cuando ya
lo teníamos todo acondicionado, aquella noche
llovió y había algunas
goteras así que tuvimos
que volver otra vez. Después la decoramos. Se
ocupó mi madre de las
flores y quedó todo precioso. Era nuestra ilusión
casarnos allí. Es una
pena que no pueda recuperarse
este lugar para la celebración de
bodas porque creo que muchas
parejas elegirían este entorno. Para
mi desde luego es un lugar especial.
-Y los preparativos?
-También los preparé con mucha
ilusión. De la mayor parte de los
detalles nos ocupamos mi madre y
yo, otros los fuimos organizando
entre mi marido y yo. Pero lo hicimos con mucho tiempo y como
compramos todo en Betanzos fue
más sencillo. Excepto el vestido,
que lo compré en Coruña y el banquete que me lo sirvió un restaurante de Lugo porque ningún restaurante de Betanzos nos servía la
cena en la Pista, todo lo demás lo
compramos en Betanzos: anillos,
flores, zapatos, peluquería, todo.
-Llevan cinco años casados,
aunque no es mucho tiempo,
¿cuál cree que es la clave para
que el matrimonio sea feliz?
-Llevamos poco tiempo casados
pero casi veinte años juntos. Yo creo
que la clave para que un matrimonio funcione es quererse mucho,
respetarse el uno al otro y que cada
uno de los miembros de la pareja
mantenga también su propia parcela independiente, sus hobbys, sus
aficiones, etc. creo que eso es positivo para la pareja.
-Un consejo para las parejas
que estén planeando su boda
-Que lo preparen con mucha ilusión, con ganas, con cariño y con
suficiente antelación porque hay
que ocuparse de muchos detalles y
si se dejan para el final después
puedes llegar a agobiarte.
También les diría que en Betanzos
pueden encontrar casi todo lo que
se necesita. Yo no tuve ningún problema para encontrar todo lo que
necesitaba, menos el vestido y el
restaurante como dije, pero todo lo
demás lo tenemos aquí muy cerca y
con mucha calidad.
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una amplia exposición de 450m2 en la Calle Rosalía de
Castro, donde nuestros clientes dentro de un ambiente agradable y
con un trato personalizado podrán realizar sus compras o
simplemente ser asesorados para la decoración de toda su casa;
desde colores, distribución, ambientes, etc... con el único compromiso
de poder satisfacer el gusto más exigente.
Así nuestros proyectos de decoración personalizados, se hacen
extensivos a la exigencia del mercado, lo que hace que en
CASANTIGA tenga también su dedicación al servicio de locales
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colchones, textil, menaje, complementos decorativos, etc.. de TODAS
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Para poder atenderles cómodamente contamos con un amplio horario
que va de 10:00 a 14:00h; y de 17:00 a 21:00h incluidos los
sábados.
LISTAS DE BODA / CONSULTA CONDICIONES
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Luis Martínez y Lurdes Valiño
“El primer año es el más complicado,
hay que ir adaptándose uno al otro”
Luis Martínez y Lurdes Valiño se casaron el 31 de agosto de 1985 en la Iglesia de Santiago. La
ceremonia la ofició Luis Martínez Guerra, tío del novio. A punto de celebrar las Bodas de Plata,
recuerdan para nosotros su enlace.
-¿Cómo recuerdan su boda
-Luis: -La celebramos por la tarde, a las seis, en la Iglesia de Santiago.
La misa la ofició mi tío Luis Martínez Guerra que era sacerdote y lo cierto es que la ceremonia se prolongó
mucho porque no paraba de darnos
consejos. Y había mucha juventud.
De los doscientos invitados que
había, cien no pasaban de los 25
años.
Lurdes: -El convite lo celebramos
en la Pista Rey Brigo y lo sirvió el
Restaurante Os Arcos. Aún conservamos la invitación y el menú. Salió
todo muy bien y lo pasamos todos
muy bien. Incluso nos subimos al
palco, novios, invitados,… a cantar y
a bailar. Fue genial, lo recordamos
con mucha ilusión. Además, ahora,
después de los años, seguimos conservando a los mismos amigos que
nos acompañaron en la boda y seguimos saliendo y disfrutando juntos.
-¿Y los preparativos?
Lurdes: -Los organizamos entre los
dos y lo hicimos todo en Betanzos.
Tanto mi vestido como el traje de Luis
estaban copiados de una revista de
moda, no recuerdo cuál. Mi vestido
me lo hizo una modista de Betanzos
y el traje de Luis lo hizo su tío Tano,
que es sastre. Hicimos lista de bodas
también en Betanzos, todo lo compramos y lo organizamos aquí y todo
salió muy bien.
Luis: -Lo que teníamos claro era
que la boda la organizábamos nosotros a nuestro modo, invitamos a la
gente que queríamos que nos acompañase y organizamos todo como nosotros decidimos. Por cierto, mi
traje no sólo sirvió para la boda… después se utilizó hasta cinco veces
para ir de acompañante de las damas y de la reina de las Fiestas de
agosto.
-Después de 24 años casados, ¿cuál es el secreto para mantener
un matrimonio durante tanto tiempo?
Luis: -Es fácil, nunca sabes porqué
pero es fácil. Hay un dicho muy extendido que dice “cando un berra o outro
cala”,… (se ríen). No sólo llevamos 24
años casados, es que estuvimos once
años de novios…
Lurdes: -Según va pasando el tiempo
conoces más a la otra persona y sabes
como tienes que actuar. Sabes lo que
tienes que hacer, sabes cuando puedes entrar en una discusión o cuando
es mejor no decir nada.
Yo creo que el primer año es el más
complicado, después es cuestión de ir
adaptándose el uno al otro. Hay discusiones, pero eso pasa también de
novios. Además, creo que a esta edad,
o después de años de convivencia, se
discute más por causas ajenas a la
pareja, por cuestiones de trabajo, por la
educación de los hijos, por cosas que
no son específicamente problema de
pareja, por así decirlo. Por cierto, como
suele decirse, en casa del herrero
cuchillo de palo: hasta que cumplimos
dieciocho años de casados no tuvimos
el Dvd de la boda.
-¿Creen que los matrimonios han
cambiado mucho en los últimos
tiempos?
-Hoy en día la gente tarda más en
casarse y se casa más consciente de
lo que es el matrimonio. Esperan a
tener trabajo y una estabilidad, se recapacita y se medita más. Es la forma de
que el matrimonio tenga un buen futuro. Sigue habiendo quien se casa
por casarse, por irse de casa, creyendo que así será más independiente. Los matrimonios así concebidos no duran.
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Manuela Barbeito Cacheiro y Manuel Carreira González
“Los primeros tiempos son los más difíciles
porque hay que adaptarse uno al otro”
Manuel Carreira González y Manuela Barbeito Cacheiro se casaron el 6 de diciembre de
1947. Hace un año celebraron sus bodas de Diamante en la misma iglesia de San Tirso de
Mabegondo en la que se casaron hace casi 62 años.
-¿Cómo recuerdan su boda?
Manuela: -Hicimos una comida en casa con algunos familiares, éramos poca gente. Eran tiempos difíciles. Me casé de
negro, con vestido y abrigo negro, como se estilaba en la
época. Me lo había hecho una modista de Guiliade, llevaba
algunos bordados en la parte delantera y algunos abalorios,
era bonito pero muy sencillo.
La comida fue como la que
solía hacerse por la fiesta del
patrón, aunque no recuerdo lo
que comimos. Mi madre ya se
había muerto hacía unos
años y mi abuela estaba muy
mayor así que vino una de
mis tías a preparar la comida
para todos. Lo que si recuerdo
es que los invitados se quedaron todos a cenar y no sé ni
como hizo mi tía pero con lo
que había por casa, que no
era mucho, se las apañó para
preparar también la cena para
todos. No éramos muchos
invitados, algunos familiares.
que, con orquesta y todo. No vinieron muchos invitados, casi
todos de la familia, pero tuvimos muchos regalos y fue como
una boda de las de ahora, “a lo grande”. Lo pasamos todos
muy bien.
-Casi sesenta y dos años juntos, ¿cuál es el secreto
para permanecer juntos y felices
tantos años después?
-“Daríamos bien”. -se ríen.
Siempre nos gustó divertirnos en
la medida de lo posible, sobre todo
después de la jubilación. Nos llamaban los bailarines porque siempre que había alguna fiesta,
merienda, sardiñada o salida con
los vecinos o con amigos, nos
apuntábamos a todo. Siempre fuimos muy activos, estuvimos veinte
años en el Coro del Club de Mayores de Caixa Galicia, y seguimos
viniendo a las actividades. Pasamos tiempos difíciles, como todo el
mundo, vivimos épocas malas, de
muchas privaciones pero siempre
-¿Tuvieron muchos regalos?
-Pocos, pero algunos sí tuvimos, manteles, algunas mantas, sábanas, alguna
colcha, juegos de vasos… Después algunas veces compartíamos algunos de
esos regalos con los vecinos o con los
amigos, si tenían una fiesta por ejemplo
les prestábamos los manteles o lo que
necesitasen. Eran tiempos de mucha
escasez. Ahora cambiaron mucho las
cosas y hay listas de bodas, se regala
dinero.
-¿Y se fueron de viaje de novios?
Manuel -Algo parecido... Fuimos a Pontevedra a ver a una hermana mía que no
había podido venir a la boda y nos quedamos allí dos o tres días. También fuimos otro día a Lugo para visitar a otra
parte de la familia. Antes no se salía
como ahora de viaje, no se podía por las
circunstancias económicas y tampoco
había esa costumbre.
-Hace poco tiempo que celebraron
las Bodas de Diamante, ¿Cómo fue
ese día?
Manuel y Manuela celebraron hace poco sus Bodas de Diamante en la Iglesia de San Tirso
-Fue una sorpresa que nos prepararon
de Mabegondo en la que se habían casado. Con 89 y 82 años respectivamente, siguen
nuestro hijo y nuestra nuera. Fue maravimanteniendo en sus vidas una gran actividad y acuden con frecuencia al Centro de
lloso. No habíamos podido celebrar las
Mayores de Caixa Galicia del que son socios.
“Bodas de Oro” por circunstancias familiares pero nos prepararon una gran fiesnos fuimos arreglando con lo que teníamos. Siempre vivimos
ta para las de Diamante. Volvimos a la misma iglesia de San
muy felices aunque tuviésemos poco. También hay discusioTirso de Mabegondo en la que nos habíamos casado y nuesnes, pero para todo hay que razonar, hay que ceder un poco
tro nieto y nuestra nieta nos hicieron de padrinos. Fue muy
cada uno. Da pena ver matrimonios que se deshacen al poco
bonito. El sacerdote estaba muy emocionado porque era la
tiempo de casarse. Los primeros tiempos son los más difíciprimera vez que celebraba unas bodas de Diamante.
les pero hay que ir adaptándose uno al otro.
Después nos prepararon el banquete y la fiesta en El Bos-
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Tradiciones y supersticiones
En torno a las bodas existen numerosas tradiciones y supersticiones que
proceden de mucho tiempo atrás y que todavía hoy las parejas siguen teniendo
muy en cuenta en la organización de su ceremonia.
Supersticiones
Tradicionalmente se llevan huevos a Santa Clara para
que el día de la boda no llueva. Los huevos simbolizan
lo que nace y el alejamiento de la desgracia. Aunque
también existe la creencia de que si llueve el día de la
boda es augurio de felicidad: “novia llovida dos veces
bendecida”. Otra superstición extendida es la de no
casarse en martes “en martes ni te cases ni te embarques”. Dicen que casarse en enero augura que la pareja
tendrá problemas económicos a lo largo de todo el
matrimonio.
Se dice que trae mala suerte que el novio vea el vestido de la novia antes de la ceremonia, algo que por
superstición o no, casi todas las parejas respetan.
También existe la creencia de que la novia no debe
mirarse al espejo una vez que haya acabado de arreglarse, algo casi inevitable, para escapar de la mala
suerte puede mirarse al espejo dejando a un lado algún
adorno o prenda accesoria (guantes, por ejemplo). Si
el novio lleva la corbata torcida el día de la boda significa que será infiel.
Dicen que no es recomendable usar perlas en las
joyas y adornos de la novia porque provocarán lágrimas a la futura esposa. Si el novio no es capaz de colocar el anillo a la novia se dice que será ella quien
gobernará la casa y si los anillos se caen en el momento clave, traerá buena suerte.
Las amonestaciones
Son el anuncio público de la futura boda
para que si hay alguien que crea que no debe
celebrarse pueda impedirlo. Esta costumbre
fue iniciada por el Emperador Carlomagno. En
aquella época se producían muchos matrimonios consanguíneos y el Emperador obligó a
los novios a comunicar su compromiso una
semana antes de la boda. Las amonestaciones o avisos públicos se colgaban en la puerta de la iglesia para que todo el mundo pudiese verlas.
El vestido blanco
Aunque las tendencias en los vestidos de
novia han cambiado en los últimos tiempos y
se incorporan nuevos colores, el tradicional
color blanco del vestido simboliza la pureza.
El blanco es la ausencia de todo color y la
unión de todos los colores.
El velo
Simbolizaba la virginidad, la inocencia y la
virtud de la novia, simbología que se ha ido
perdiendo con los años aunque el velo todavía se lleva. En algunas culturas se llevaba
para ocultar la cara de la novia a un novio que
nunca la había visto antes. Sólo se le permitía
retirar el velo para ver la cara de su nueva
esposa después de la ceremonia.
Algo viejo, nuevo, prestado y azul
Lo viejo simboliza la conexión de la novia
con su pasado; lo nuevo es símbolo de sus
esperanzas de comenzar una nueva vida
feliz; lo prestado simboliza la amistad y lo azul
la fidelidad.
Los anillos
La forma redonda del anillo es símbolo de lo
ilimitado y se relaciona con la fidelidad. El
intercambio de anillos en el matrimonio procede de la ceremonia pagana entre los romanos. Las alianzas se colocan en el dedo anular porque antiguamente se creía que la vena
de este dedo iba directamente al corazón.
Las arras
La entrega de las arras (13 monedas) simboliza los bienes que deberá compartir la
pareja. El origen de la cifra se relaciona con la
mala suerte, es decir, que también en los
momentos malos se compartirá lo poco.
La marcha nupcial
Es la música que abre y cierra la ceremonia
religiosa. Esta tradición viene de la boda de la
princesa Victoria de Inglaterra con el Príncipe
Federico Guillermo de Prusia. La princesa
Victoria eligió ella misma las dos marchas: la
Marcha Nupcial de Mendelssohn para su
entrada en la Igelesia y la Ópera Lohengrin de
Wagner para la salida de la Iglesia ya de la
mano de su esposo.
El ramo de la novia
Es una costumbre que viene de los serrainos. La flor que se usaba era el azahar que
simbolizaba la pureza.
El lanzamiento del ramo de la novia forma
parte del “ritual” de las bodas. La novia lo
lanza de espaldas a las invitadas solteras en
la creencia de que la que lo coja será la
siguiente en casarse.
La novia se situa a la izquierda en el
altar
Esta costumbre se debe a que, antiguamente en ciertas culturas, cuando la novia era
secuestrada, se temía que los familiares de
ésta viniesen a rescatarla, por lo que el novio
debía tener la mano derecha libre por si tenía
que empuñar la espada.
Lanzar la liga
de la novia
Esta costumbre procede de la Francia del
siglo XIV. Se consideraba que la liga traía
buena suerte y los invitados corrían detrás de
la novia para quitársela como podían. Con el
tiempo, y para evitar esta práctica grosera, las
novias comenzaron a tirar la liga voluntariamente.
La tarta nupcial
Esta tradición comenzó en la antigua Roma.
Tras la boda se partía un pan sobre la cabeza
de la novia como símbolo de fertilidad y larga
vida. Los invitados recogían las migas y se las
comían en la creencia de que daban buena
suerte. La tradición evolucionó y en la Inglaterra medieval los invitados llevaban pequeños
pasteles que se amontonaban, se recubrían
con azucar glasé y se repartían entre los invitados. De ahí el aspecto de las tartas nupciales con varios pisos. El pastel es símbolo de
fertilidad.
La Luna de Miel
La Luna de Miel tiene su origen en las antiguas ceremonias de los teutones que sólo se
celebraban bajo la luna llena. Tras la boda, los
novios bebían licor de miel durante 30 días.
Así, al periodo inmediatamente después de la
boda se le conoce con el nombre de Luna de
Miel.
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Ceremonia religiosa y civil
La organización de una boda varía si la pareja decide casarse por la iglesia o
por lo civil ya que los trámites son diferentes para una u otra opción. Las
parejas que deciden hacer una boda civil pueden, además, elegir entre el
Ayuntamiento o el juzgado como lugar para oficiar la ceremonia.
Boda religiosa
Para celebrar una boda por la Iglesia, las parejas suelen iniciar los
trámites con un año de antelación, aproximadamente.
Después de hablar con el sacerdote y fijar la fecha de la ceremonia, es necesario presentar toda la documentación requerida para
iniciar el expediente matrimonial.
El expediente matrimonial concluirá el mismo día de la ceremonia,
momento en el que el párroco expedirá un documento en el que
levanta acta y da fé de que los novios estaban solteros y se han unido en matrimonio.
Este certificado deberá ser entregado en
el juzgado en un plazo determinado de
tiempo para que el matrimonio pueda tener
validez legal.
Una de las obligaciones de la pareja que
decide casarse por la Iglesia es la de asistir
a los cursillos de formación prematrimonial.
En estas sesiones formativas intervienen
diferentes profesionales que asesoran a los
novios sobre diversos aspectos que les ayudan a prepararse para el matrimonio.
En los cursillos prematrimoniales suelen intervenir psicólogos,
avogados, médicos, el sacerdote y unos padres de familia que ofrecen a la pareja una completa visión del matrimonio desde diferentes ámbitos.
Boda civil
Si la opción elegida por la pareja es la boda civil lo primero que hay que hacer es decidir si la ceremonia se realizará en
el Juzgado o en el Ayuntamiento.
Si la opción es el Juzgado, el primer paso es acudir al Registro
Civil, y cumplimentar la solicitud, documento que deben cubrir y firmar los contrayentes. Es el comienzo del expediente matrimonial
que concluirá con el auto judicial que aprueba el matrimonio y con
la expedición del Libro de Familia.
La elección de la fecha en este caso debe
ajustarse a la disponibilidad del juez y sólo
pueden oficiarse enlaces de lunes a sábado.
En la ceremonia, a la que deben asistir dos
testigos, el juez lee a los contrayentes los
artículos 66, 67 y 68 del Código Civil.
Si la pareja opta por casarse en el Ayuntamiento es ahí a donde debe acudir para informarse sobre la disponibilidad de fechas,
sobre los horarios y las tasas. Pueden asimismo elegir que miembro de la Corporación
oficiará la ceremonia.
La tramitación del expediente matrimonial
se realiza igualmente en el juzgado y en el Ayuntamiento se gestiona la organización de la ceremonia. Tras la ceremonia se firma el
acta de matrimonio que después se remite al Registro Civil, donde
la pareja recibirá el Libro de Familia
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Un toque original
Todas las parejas desean que su boda sea especial y
cada vez más reparan en detallles que proporcionen
al evento una dosis de originalidad. Aquí vamos a
proponer algunas sugerencias que pueden hacer que
la celebración de la boda sea un poco diferente
Cada pareja tiene sus gustos y sus preferencias. Unas veces tienen las ideas muy claras de cómo quieren que sea cada detalle de
su enlace y otras en cambio, toman ideas de bodas de amigos o
familiares o recurren al consejo de expertos que les asesoren
sobre como decorar la iglesia, qué menú elegir, qué música, qué
regalar a los invitados, etc.
A continuación proponemos algunas ideas que hemos recogido y
que pueden ser de utilidad para aquellos que deseen dar un toque
original a su celebración.
Antes de la boda
-Elegir invitaciones originales y simpáticas con la posibilidad de
poder personalizarlas.
-Pedir a los invitados que en el momento de confirmar asistencia
elijan su canción favorita. Hacer un CD con todas las canciones
que se hayan recopilado y regalarlo a
los invitados el día de la boda o hacer
que suene como música ambiente en la
recepción o tras el banquete.
La ceremonia
-Repartir a la salida de la iglesia o del
salón donde se celebre la ceremonia
saquitos o bolsitas individuales con el
arroz, pétalos de flores, confetti, etc.
para lanzar a los novios recién casados.
-Lanzar a la pareja arroz de colores.
En el banquete
-En la recepción proyectar un vídeo
con los mejores momentos de la pareja
hasta el día de la boda.
-Colocar un libro de firmas para que
los invitados escriban una dedicatoria
para los recién casados.
-Numerar las mesas de forma original y divertida, con nombres
de películas o de canciones, con dibujos, etc.
-Colocar tarjetas de agradecimiento en cada plato junto a piruletas o gominolas de corazón.
-Disponer cámaras desechables en las mesas para que los invitados hagan fotografías.
-Regalar lotería con la fecha de la boda
-Asignar un número a cada plato para realizar un sorteo de algo
original o para formar parejas de baile una vez que termine la
comida o cena.
-Preparar una tarta nupcial especial, por ejemplo con la cara de
los novios.
-Soltar globos con confetti en el baile.
Para l@s niñ@s
-Colocar a los niños en una mesa especial, decorada con motivos infantiles, con globos de helio en las sillas, con una tarta de
gominolas en el centro y que coman acompañados de un animador disfrazado de payaso o de algún personaje infantil.
-Contratar un servicio de animación infantil para que después de
la comida o cena los niños puedan ir a jugar a un salón o espacio
independiente en el que se pueden instalar hinchables, proyectar
alguna película infantil, un cuentacuentos, juegos, etc.
Regalos especiales
-Además de los detalles para los invitados en los que la oferta es amplísima:
desde abanicos para las mujeres, mini
estuches de pintura, bolsitas de flores
secas, espejos, neceseres, agendas,
cuelgabolsos, etc. hasta botellines de
licor, llaveros, estuches de reloj, navajas
multiusos, etc. para los hombres, no hay
que olvidar a invitados especiales como
los padres de los novios a los que pueden obsequiar con algo especial como
un árbol genealógico; chupetes o patucos para las embarazadas.
-Regalar un marco para fotos con un
vale para recoger gratis una foto de la
pareja en el estudio fotográfico a quien
se haya encargado el reportaje.
Para la pareja:
Los invitados, en especial los más cercanos, también pueden preparar sorpresas originales a los novios:
-regalarles un álbum con fotografías de ambos desde que nacieron hasta la actualidad, reservando las últimas páginas para el día
de la boda.
-preparar alguna actuación musical que sea del gusto de la pareja.
-contratar algún actor o actriz que realice un número sorpresa
con los invitados y la pareja.
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Psicología del amor
[ ANA LÓPEZ-CORTÓN / GABINETE DE PSICOLOGÍA AVANCES ]
Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la
misma dirección. Antoine de Saint-Exupery (1900-1944)
Escritor francés
Hasta hace relativamente poco, la investigación experimental entorno al amor romántico era un tema tabú y, por otro lado, no se
sabía muy bien cómo enfocarlo.
Pero, ¿existe una psicología del amor? Hoy
en día numerosos investigadores se dedican
al estudio de la psicología del amor y se han
desarrollado gran cantidad de teorías acerca
de cómo las personas seleccionan compañeros determinados y cómo se mantienen
estas relaciones.
Componentes del amor
Una de las teorías más difundida al respecto es la Teoría Triangular del Amor de Sternberg, según la cual el amor puede ser entendido en términos de tres componentes:
Intimidad: se refiere al
entendimiento mutuo,
la simpatía, el acercamiento;
Pasión: es un estado
de intenso deseo de
unión con el otro;
Decisión/compromiso:
es el componente que
da estabilidad a la relación amorosa. La
noción de compromiso
se refiere a la expectativa de permanencia y
la decisión llevaría a
una estabilidad en la
relación
amorosa.
Estos tres componentes interactúan entre sí y poseen diferentes
cursos en el tiempo, es decir los tres estarán
presentes, pero en cada momento predominará alguno de ellos más que los otros. Por
ejemplo la mayoría de las relaciones suelen
empezar con grandes dosis de pasión, que
a partir de cierto tiempo suele decrecer para
pasar más tarde a una mayor intimidad y
compromiso.
Clases de amor
Existirían siete clases de amor postuladas
por la teoría del triángulo del amor:
1-Preferencia (inclinación, gusto): ocurre
cuando sólo está presente el elemento intimidad en ausencia de pasión y
decisión/compromiso.
2-Encaprichamiento: ocurre cuando sólo
está presente el elemento pasión y comienza con el llamado “amor a primera vista”.
Tiene dos grandes problemas: La idealización de la otra parte y que este tipo de amor
tiende a ser obsesivo.
3-Amor vacío: suele ocurrir al final de las
relaciones largas cuando se toma la decisión de que él o ella ama al otro sin que ninguna pasión o intimidad esté presente.
4- Amor romántico: deriva de la combinación de intimidad y pasión y es muy parecido
a lo que podemos encontrar en la literatura
clásica.
5-Amor de compañerismo: ocurre cuando
se combinan los componentes de intimidad
y decisión compromiso. La mayoría de los
amores románticos acaban convirtiéndose
en amores de compañerismo.
6-Amor fastuoso: resulta de la combinación
de pasión y compromiso, raramente surge
intimidad y suelen ser amores fugaces.
7-Amor consumado: en él se dan los tres
componentes (intimidad, pasión y compromiso). Es el amor por el que todos nos esforzamos.
Principios que ayudan al
mantenimiento del amor
Tres principios que ayudan al Mantenimiento de las relaciones amorosas:
Equidad: si las dos partes de una relación
buscan sus deseos personales a cualquier
precio, la amistad se morirá. Es decir, lo que
cada uno consigue de
la relación debe ser
proporcional con lo
que cada uno da. De
lo contrario, uno u otro
sentirá que es injusto.
Cuando ambas partes
dan y reciben libremente y toman juntos
decisiones, hay buenas posibilidades de
que el amor se mantenga y sea satisfactorio.
Autoapertura: las
relaciones profundas,
de compañía, son íntimas. Nos capacitan
para conocernos como somos verdaderamente y sentirnos aceptados. Una relación
donde la confianza desplaza la ansiedad y
consecuentemente se es libre para abrirse
sin perder el afecto del otro. La autoapertura
de la intimidad es uno de los disfrutes del
amor compañero. Las parejas que más se
abren uno al otro expresan más satisfacción
con su relación y es más probable que permanezcan en ella.
Adaptarse a los cambios: la vida en común
supone descubrir aspectos de la pareja que
se desconocen. Lo más importante es
entender que las relaciones van cambiando
con el tiempo, son dinámicas y es necesario
saber adaptarse a ello. Pero también es
necesario comprender que las relaciones
son construcciones y decaen con el tiempo
si no se mantienen y mejoran, no podemos
esperar que una relación se cuide a sí
misma
La habilidad para amar puede ser incrementada mediante el aprendizaje del valor
de la amistad, del desarrollo de metas en la
vida, del examen de las relaciones y el
impacto de la conducta de uno sobre los
otros, además de la aceptación de la responsabilidad de nuestras acciones.
El trabajo invertido en la creación de una
relación fuerte parece desvanecer el mito de
un amor romántico y los estudios, regularmente, encuentran una disminución de la
importancia de este tipo de amor, que está
por debajo de la importancia de la construcción de la vida en pareja.
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