Balance Agrícola 2014 FEDEAGRO

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Balance Agrícola 2014 FEDEAGRO
Balance Agrícola 2014 FEDEAGRO
El año 2014 fue de resultados poco alentadores para el Sector Agrícola
Nacional. De los doce rubros vegetales a los cuales Fedeagro estima la
producción, ocho decrecieron y cuatro crecieron con respecto al año 2013
El año 2014 fue de resultados poco alentadores para el Sector Agrícola Nacional. De los
doce rubros vegetales a los cuales Fedeagro estima la producción y cuya contribución al
Valor de la Producción Agrícola del Subsector Vegetal supera el 80%, ocho decrecieron y
cuatro crecieron con respecto al año 2013.
Además de la caída en la superficie sembrada de algunos rubros, los rendimientos se
ubicaron por debajo de los obtenidos en el año 2013, año de clima excepcional para la
Región Centro Occidental.
Confluyen un conjunto de factores responsables de los poco alentadores resultados de la
agricultura; unos atribuibles al comportamiento climático y otros a problemas de orden
estructural y coyuntural sobre los cuales las políticas públicas pecan de errores y/u
omisiones. Trataremos de acotar los que nuestro juicio son más relevantes
El régimen de lluvias, en los tres últimos años, pareciera adoptar un patrón diferente,
especialmente en el Centro y Oriente del país, caracterizado por un desplazamiento del
inicio del invierno y cambio en la frecuencia y en el volumen de precipitaciones. Los
registros pluviométricos de los últimos años muestran evidencias de estos cambios y
obligan a adoptar un conjunto de acciones. Fedeagro y sus asociaciones han venido
promoviendo y presentando en diferentes instancias (Comisión Presidencial Agrícola, MAT
y Comisiones Estadales de Guárico y Portuguesa) algunas acciones en esta dirección, entre
las cuales destacan: Plan estadal de Conservación de Forrajes, Programa de Perforación de
Pozos, Programa de Construcción y Acondicionamiento de Lagunas, Programa de
Fundación de Pastizales, Plan de Acondicionamiento de Vías Nacionales, Recuperación de
la Vialidad Rural, Adquisición de Maquinaria, Equipos y Repuestos para ampliar la frontera
de pastos y rubros agrícolas, y un Programa de Estimulo a la Industrialización en los
estados afectados por la sequía. Con igual propósito hemos planteado la necesidad de
acceder a materiales genéticos adaptados a bajas demandas de agua.
Con relación a los factores sobre los cuales la influencia de las políticas públicas es
determinante, es preciso señalar el impacto sobre la producción agrícola de la restricción
de divisas para la importación de bienes, productos y servicios fundamentales. En 2014
hubo fallas o atrasos en el abastecimiento de semillas (hortalizas, sorgo, papa),
agroquímicos (fungicidas, insecticidas, herbicidas, etc.) maquinarias, equipos, vehículos de
carga repuestos, mangueras para riego, sustrato para plántulas, cauchos para tractores y
para vehículos de carga, baterías, lubricantes y combustibles. Estos factores impidieron
cumplir los planes de siembra y terminaron reduciendo la superficie cultivada.
Los precios a nivel del productor de los rubros regulados continúan siendo fijados sin
atender las estructuras de costos. El resultado es un desestimulo a la producción,
particularmente crítico en maíz y sorgo, la caña de azúcar, el café y la naranja.
Poca atención y acciones del Ejecutivo se desarrollaron para enfrentar la proliferación de
plagas y enfermedades de importante significación en zonas y rubros de amplia base
social, como por ejemplo el café (broca y roya).
No priva en nosotros una concepción autárquica de la agricultura; pero no concebimos el
desarrollo privilegiando las importaciones, toda vez que estas compiten con la producción
nacional en condiciones de amplias y significativas ventajas; en efecto, gran parte de las
importaciones son de origen transgénico, y generalmente subsidiadas y producidas en
economías con inflación de un solo dígito (bajo). Hemos planteado la necesidad concertar
con el sector productivo la política de importaciones, asegurando que los volúmenes se
correspondan con los déficits internos, no compitan en oportunidad y costos con la
cosecha nacional y sean accesibles al consumidor. En este sentido hemos propuesto, y hoy
lo reafirmamos, la creación de un Consejo Nacional para las Importaciones
Agroalimentarias, integrado por los productores, agroindustriales, consumidores y el
Gobierno Nacional. Este Consejo debería hacer un seguimiento de la producción y el
abastecimiento de materias primas y alimentos (balances por rubros) y recomendar al
Ejecutivo los volúmenes a importar, la época de realizarlos y las medidas de tipo
económico que permitan su acceso al consumidor.
Insistimos en el tema de la vialidad agrícola. Cada día es más difícil trasladar las cosechas a
los centros de acopio, procesamiento o consumo. Igualmente se ha hecho
extremadamente embarazoso transportar la semilla, el fertilizante y los agroquímicos a
nuestras fincas. Las unidades de transporte se deterioran y no conseguimos repuestos o
tenemos que pagar fortunas por ellos. Durante este año el crecimiento de los fletes fue
desproporcionado. Para solo citar un ejemplo, en el maíz el transporte de cosecha
representó alrededor del 20% del precio fijado al productor. El Estado de la vialidad
agrícola y la preferencia del transportista por la carga de la aduana de Puerto Cabello
influyeron en esta situación.
Hemos denunciado hasta el cansancio la situación de inseguridad en la cual vivimos, cada
día se producen más robos, atracos y secuestros en nuestras fincas, se hace más difícil
pernoctar en ellas y nuestros trabajadores y familias están más expuestos.
La producción de maíz cayó un 3%. El impacto negativo del clima en los Llanos Centrales y
Orientales, no fue compensado, como en el año 2013, con la producción de los Llanos
Occidentales, región en la cual, se sembró una superficie cercana a la de 2013, pero con
rendimientos inferiores a los del año pasado. Tampoco estimularon la siembra de este
cultivo, la indefinición de un precio que finalmente se fijó ya avanzada la cosecha y la
mermada capacidad productiva de una maquinaria e implementos que superan su vida
útil y sin repuestos para activarla.
En el Sorgo la caída, con respecto al año anterior, fue del 19%. Se esperaba sustituir la
superficie de maíz, afectada por la sequía, con este cereal; no obstante, no se dispuso de
semilla nacional, la semilla importada llegó tarde y se desatendió la demanda de las
asociaciones, parte importante de las cuales no pudieron sembrar la superficie
comprometida.
El cultivo se vio afectado porla ausencia de precipitaciones en unas zonas y en otras por el
exceso lluvias en etapas claves del cultivo. El resultado fue rendimiento muy pobre, por
debajo del promedio nacional.
En el caso del arroz el crecimiento fue del 17%. En este rubro, el ingreso a nivel del
productor (un agregado de precio más subsidio) se anunció oportunamente, previo al ciclo
de siembra y cubrió los costos de producción, generando un estrecho margen de ganancia
que permitió la siembra y la incorporación de áreas especialmente desarrolladas para este
cultivo que en años anteriores quedaron en barbecho o se dedicaron a otros rubros; a
pesar que en el desarrollo del proceso productivo la ganancia la consumió el incremento
del costo de las labores de cosecha y flete.
En ese rubro se demuestra que el acercamiento técnico/económico es un camino que
debe continuar y reafirmarse.
El girasol decreció un 65% y el ajonjolí creció un 104%. El girasol acusó problemas de
calidad de la semilla, de retraso en su entrega y no ha sido corregida la mala experiencia
de recepción por parte de la industria nacional (solo una empresa, Coposa recibió girasol)
y el sorgo no fue una opción para el ciclo norte verano 2013-2014, dada la escasa
disponibilidad de semilla y precios poco atractivos.
El déficit de maquinaria y equipos, ha alargado la cosecha de maíz y atrasado la
preparación de tierras para la siembra de girasol y/o sorgo, antes del mes de diciembre,
fecha tope para la siembra de ambos cultivos. Esta situación favoreció la siembra de
ajonjolí, la cual puede realizarse con menores riesgos en el mes de diciembre.
Los hechos referidos anteriormente y la demanda de comercializadores nacionales de
ajonjolí con miras a la exportación, condujeron a los agricultores a sembrar este renglón
cuya producción (24.762 t) creció un 104% con respecto al año anterior.
El rubro papa decreció un 31%. Los factores asociados a esta caída fueron: déficit de
semilla que impidió cubrir las necesidades del segundo ciclo de la papa de consumo fresco
(se importaron 7.500t de las 17.000t que representan las necesidades anuales del país y
parte importante de la papa almacenada en el Pico El Aguila se deterioró). Los
rendimientos cayeron, producto de desabastecimiento de agroquímicos (especialmente
fungicidas, Curazin y Antracol) y de fertilizantes, especialmente de las formulas CP
hortaliceras (Triple 15, 12/11/18 y 12/12/17) y el impacto sobre la producción del clima,
presentándose sequía prolongadas en el ciclo de invierno en las zonas productoras.
En hortalizas se registró una leve recuperación en la cebolla (5%) y una caída en tomate (12%) y pimentón (-24%). En estos rubros las limitaciones para un crecimiento sostenido
se asocian a la disponibilidad de divisas para importar semilla de alto valor genético y
agroquímicos. Los precios de la semilla han llegado a niveles intolerables, de ninguna
manera compensados por los precios que los comercializadores pagan a los agricultores.
Algunos hortaliceros reservan su propia semilla de zafras anteriores, pero lo hacen a costa
de la merma de la productividad. Por otro lado, el Gobierno Nacional no aprueba la
introducción de cultivares que han desarrollado métodos de defensa contra plagas y
enfermedades, a pesar de no ser semillas genéticamente modificadas.
En caña de azúcar el decrecimiento alcanzó un 8%. Los cañicultores vienen arrastrando
un rezago en sus precios que desincentiva la inversión. Cuando se atienden sus reclamos,
el ciclo del cultivo está en la fase final y no se cubren las expectativas, ni los costos de
producción demostrados en las estructuras presentadas a diferentes instancias. El
Resultado es la merma en la producción de caña de azúcar nacional y la mayor
dependencia de las importaciones. Para los cañicultores la consecución de insumos se ha
convertido en una hazaña, esta situación, conjuntamente con la falta de repuestos de alta
rotación que tiene paralizados tractores, cosechadoras y camiones, genera retrasos en el
proceso productivo, disminución en la productividad e impide cosechar un porcentaje de
la cosecha que se queda en el campo.
Otro factor que afectó el cultivo el año pasado fue la sequía que impactó las plantaciones
de Lara, Trujillo, Zulia, Sucre, Aragua y Carabobo.
En este rubro el eslabón industrial continúa no alcanza su potencial de crecimiento. El
62,5% de los Centrales azucareros son públicos y solo procesan el 20% de la caña
producida en el país.
La naranja creció un 9%. En este rubro; a pesar de acusar el castigo del precio controlado
de los jugos pasteurizados, se están incorporando a la producción plena plantaciones
recientes y renovaciones ejecutadas en años anteriores. Las importaciones de
concentrado de naranja, especialmente las realizadas por empresas del estado (Lácteos
Los Andes), compiten deslealmente con la producción interna, generando una distorsión
enorme en el mercado interno, quedando sin colocación alrededor de 200.000 t de
naranja que exceden el consumo interno.
La caída en el café fue del 31%. A los problemas de rezago en los precios de este cultivo,
se agrega la devastación causada por la roya del café. Fedeagro ha planteado en
reiteradas oportunidades en diferentes instancias, el alcance de esta enfermedad y ha
propuesto acciones concretas para combatirla; sin embargo, aún no se autorizan los
registros sanitarios y las importaciones de fungicidas de comprobada eficiencia en su
control, ni se implantan campañas sanitarias integrales que permitan al agricultor convivir
con la enfermedad, tampoco se has desarrollado programas para renovar las plantaciones
afectadas con materiales genéticos de comprobada resistencia a esta enfermedad.
Estimados de Producción del Año 2014 en Toneladas
(*) Demanda de maiz blanco (1.400.000 Ton), Maiz Amarillo (2.500.000 Ton)
(**) La producción es en Caña de Azúcar y su relación es: 1.000 Kg de Caña = 80 Kg de
Azúcar
(***) Cifra en Quintales
(****)El factor de conversión de la semilla de girasol a grasa es 0,44
Para el cálculo de abastecimiento se convierte la produccion de maíz y arroz húmedo en
neto acondiconado (85% arroz, 90% maíz)

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