Con vista de lince y orejas de conejo (el lince ibérico)

El monte mediterráneo bien conservado es un ecosistema muy rico,
con gran variedad de especies animales y vegetales.
El matorral aporta cobijo y refugio al lince ibérico; los claros entre
la vegetación permiten el crecimiento de hierba, donde los conejos se alimentan.
Excursiones y senderismo
Belleza paisajística
Aprovechamiento del corcho
Lavanda (escencias vegetales)
El ser humano también obtiene beneficios de este ecosistema.
‘El cazador solitario’: El lince ibérico ha sido
calificado como animal solitario, poco sociable, que
solo interactúa con los de su especie en época de celo
o para defender un territorio.
Ser solitario no significa que no existan fuertes vínculos con otros individuos.
Ciclo de vida: Entran en celo en invierno aunque
no todos los años se reproducen. Normalmente tienen
una sola camada, de uno a cuatro cachorros.
Los huecos de rocas y árboles viejos son los lugares
elegidos para el nacimiento de las crías de lince.
La madre les enseña a cazar y a sortear los peligros
que puedan encontrarse.
Cuando son ‘autosuficientes’ empieza la aventura más peligrosa: la dispersión,
búsqueda de un territorio donde establecerse con suficientes conejos para alimentarse.