Buenas Prácticas Manejo Suelos Olivar

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Buenas Prácticas Manejo Suelos Olivar
BUENAS PRÁCTICAS EN EL MANEJO DE SUELOS EN EL OLIVAR.
© Edita: JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Agricultura y Pesca
© Textos: Autor/es.
Publica: Viceconsejería. Servicio de Publicaciones y Divulgación
Colección: Agricultura
Depósito Legal: SE-1631-06
Fotos: Antonio del Río
Maquetación e Impresión: Publigrupo, Comunicación y Marketing, S. A.
Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
1.- Erosión y olivar
El clima mediterráneo es en gran parte el responsable de la erosión del suelo en
Andalucía (precipitaciones intensas espaciadas en el tiempo, unidas a situaciones de riesgo: elevada pendiente del terreno, características físicas del suelo y tipo de vegetación).
Sin embargo, el hombre también interviene en el proceso facilitándolo, mediante la deforestación y las actividades agrícolas o de pastoreo.
Aunque la erosión del suelo
actúa de forma implacable, hay
unos suelos más susceptibles que
otros. En el olivar el potencial de
perdida de suelo cuando eliminamos la cubierta vegetal es
muy elevado. Estas pérdidas de
suelo se producen fundamentalmente en terrenos de secano desnudos,
en los que no se han dispuesto
medidas conservacionistas como
son los cultivos a nivel, bancales o
aterrazamientos, o bien el mantenimiento de la cobertura vegetal.
La erosión provoca pérdidas de
suelo fértil, así como la formación
de cárcavas que dificultan o imposibilitan las prácticas de cultivo, con su consiguiente
incidencia en un incremento de costes. La erosión disminuye la materia orgánica y reduce
el volumen de suelo útil, reduciendo la capacidad de almacenamiento de agua. Todo ello
explica la disminución en la producción de los suelos erosionados.
2.- Condicionalidad y prácticas recomendadas en la lucha contra la erosión del
suelo en el olivar
2.1.- Condicionalidad
Se entiende por condicionalidad al requisito de condicionar el pago de las ayudas
directas de la Política Agraria Común al cumplimiento en las prácticas agrarias de una
serie de requisitos y condiciones. El incumplimiento de los mismos supondrá para el
beneficiario la disminución e incluso la exclusión, de las mencionadas ayudas directas.
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
Requisitos de condicionalidad específicos del cultivo del olivar:
• No deberán labrarse los recintos de olivar con pendientes iguales o superiores al
15 %, salvo que se adopten formas especiales de cultivo como bancales, cultivo en
fajas, se practique un laboreo de conservación o se mantenga una cobertura de vegetación total del suelo. En caso de existencia de bancales, será obligatorio evitar cualquier tipo de labores que afecten a la estructura de los taludes existentes. Se excluyen las parcelas de superficie igual o inferior a una hectárea.
• En el caso de que se mantenga el suelo desnudo en los ruedos de los olivos mediante la aplicación de herbicidas, será necesario mantener una cubierta vegetal en las
calles transversales a la línea de máxima pendiente cuya superficie nunca será inferior al 33 % de lo que tenga la calle.
• No arrancar ningún pie de olivo de secano en recintos cuya pendiente media sea igual
o superior al 15 %, salvo en los casos en los que se sustituya por otro, previa autorización de la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca correspondiente.
• Mantenimiento de olivares en buen estado vegetativo:
- Se deberán realizar las labores de cultivo necesarias para garantizar el mantenimiento de los olivares en un buen estado vegetativo.
- Sólo se permitirá el arranque, cuando se trate de olivos para ser sustituidos por
otros o en zonas donde así se establezca por Resolución del titular de la Dirección
General de la Producción Agraria.
2.2.- Prácticas recomendadas para luchar contra la erosión del suelo en el cultivo del olivar
- MANTENER LA CUBIERTA VEGETAL, BIEN ESPONTÁNEA O DE ESPECIES CULTIVADAS.
- Aportar materia orgánica, por ejemplo los restos de poda triturados, con el objeto de
mejorar la estructura y capacidad de infiltración del suelo.
- Mantener la zona bajo la copa sin labrar.
- Dejar los restos vegetales y de poda triturados sobre la superficie del suelo, excepto si
existen riesgos de verticilosis, de otras enfermedades o plagas que aconsejen retirarlos o quemarlos.
- RESPETAR Y FAVORECER LA VEGETACIÓN NATURAL DE LINDES, SETOS, ÁRBOLES AISLADOS, BORDES DE MONTES, RIBERAS DE ARROYOS, CURSOS DE AGUAS O ZONAS
DE DESAGÜE... ETC.
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
- Evitar las labores frecuentes en los suelos con la finalidad de eliminar la vegetación
espontánea.
- EVITAR LA UTILIZACIÓN DE APEROS (GRADA DE DISCOS, VERTEDERA) QUE DESTRUYAN LA ESTRUCTURA DEL SUELO Y PROPICIEN LA FORMACIÓN DE LA SUELA DE
LABOR.
- NUNCA LABRAR A FAVOR DE LA PENDIENTE.
- Realizar la descompactación del suelo, en caso de que fuera necesario, preferentemente en el centro de la calle mediante labores verticales.
- Realizar obras de defensa para evitar daños por escorrentía, favoreciendo a su vez la
infiltración de la misma.
Los sistemas de cultivo que conllevan una reducción del laboreo e incluso la eliminación de este, suponen la mejor alternativa en lucha contra la erosión. De todos ellos, el
buen manejo de cubiertas vegetales es la mejor alternativa.
3.- Sistema de cubiertas vegetales vivas propuesto para el olivar
Actualmente se recomienda el empleo de cubiertas vegetales vivas, bien sea de hierbas espontáneas o especies sembradas. Pero distinguiendo la zona bajo la copa y la
calle:
- Bajo copa: Es conveniente mantener esta zona libre de hierbas, o con hierbas de
escaso desarrollo, para facilitar las operaciones de recolección, poda,...etc. y el
propio manejo de la misma.
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
- En la calle: Conviene implantar una cubierta vegetal controlada, ya sea cultivada o
espontánea, para evitar la competencia con el cultivo y simplemente favorecer las
propiedades físico-químicas y biológicas del suelo.
La cubierta vegetal reduce las pérdidas de
suelo por el efecto protector que proporciona la
capa de cubierta vegetal sobre la superficie del
terreno. Reduce la emisión de sedimentos con
la consiguiente disminución en el arrastre de
partículas y herbicidas a las aguas superficiales.
La disposición de franjas perpendiculares a la
pendiente favorece el aterrazamiento natural del
terreno, lo que supone una clara reducción de la
longitud de la pendiente y facilita el transito de la maquinaria. Proporciona también un
aumento de la infiltración que tiene como consecuencia una reducción en la escorrentía,
uno de los principales agentes causantes de la erosión y riesgo de contaminación.
4.- Manejo de cubiertas vegetales vivas en olivar
El manejo óptimo de una cubierta vegetal se plantea con dos objetivos:
- Obtener un buen balance hídrico, especialmente en el olivar de secano, donde los consumos por parte de la hierba son compensados por el aumento de la infiltración y la
disminución de la escorrentía
- Aportar el máximo de materia orgánica, por lo que la cubierta debe desarrollarse y
producir la mayor cantidad de biomasa posible.
Se mantendrán las cubiertas vivas hasta el mes de marzo, en el que habrá que
actuar mediante medios mecánicos, químicos o pastoreo para controlar el crecimiento
de la hierba y evitar el consumo de agua. Este objetivo es prioritario frente a otras operaciones de cultivo como puede ser la poda.
Las cubiertas producen mayores beneficios cuanto mayor sea su desarrollo, siempre que no interfieran o dificulten otras prácticas. Una cubierta vegetal viva, de hasta 5080 cm. de altura, en los centros de las calles, ocupando aproximadamente el 50 % de la
superficie, resulta óptima. Normalmente para alcanzar este desarrollo se requiere un
abonado adicional de 50 unidades de nitrógeno por hectárea cubierta, que en suelos
poco fértiles y en determinados casos necesita también aportes de fósforo y potasio.
5.- Empleo de herbicidas en olivar
Los herbicidas nos permiten eliminar las hierbas en el momento oportuno, sin alterar
el suelo, ni provocar mineralización de la materia orgánica, facilitando el control de la ero-
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
sión y permitiendo el desarrollo de una cubierta vegetal, que a su vez aporta materia orgánica. Además, en muchos casos su empleo
es económico aunque pueden entrañar riesgos e inconvenientes que deben valorarse.
5.1.- Riesgos del empleo de herbicidas
en olivar
El olivar en Andalucía frecuentemente ocupa grandes superficies continuas, en terrenos con pendientes elevadas y por tanto, con dificultades para la aplicación de herbicidas. En estas circunstancias de posibles aplicaciones a zonas muy extensas, debemos
hacer uso de buenas prácticas de cultivo.
La erosión añade un riesgo más al
uso de herbicidas, pues con el arranque
y transporte de partículas de suelo, pueden ser transportadas también moléculas de herbicidas que se encuentren
adsorbidas en ellas.
El riesgo global es el resultado de
un conjunto de pequeños riesgos, que
por separado no se valoran, pero que
sumados podrían suponer un evidente
peligro.
5.2.- Condiciones previas a la aplicación de herbicidas
- Podar el olivo adecuadamente, evitando las ramas demasiado bajas, susceptibles de
ser mojadas durante la aplicación del herbicida.
- Inspeccionar los campos periódicamente para conocer la evolución de las hierbas e
identificar correctamente las especies más competitivas y su posible expansión. NO SE
JUSTIFICA USAR UN HERBICIDA SIN TENER LA CERTEZA DE QUE EL CONTROL DE LA
HIERBA ES NECESARIO.
- ELEGIR LOS PRODUCTOS Y DOSIS EN FUNCIÓN DEL ESTADO DEL CULTIVO, DE LA
HIERBA Y DEL TIPO DE SUELO. Determinar el volumen de caldo adecuado para cada
herbicida, aplicando la menor cantidad de producto en el momento de menor riesgo y
mayor eficacia. Los suelos arenosos limitan enormemente las posibilidades del uso de
herbicidas.
- LEER DETENIDAMENTE LA ETIQUETA.
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
5.3.- Condiciones de aplicación
- El suelo deberá estar lo suficientemente liso, sin baches, para que el equipo aplique de
forma homogénea.
- EVITAR LAS CONDICIONES ADVERSAS DE APLICACIÓN: VIENTO, LLUVIA, SUELO SECO,
TEMPERATURAS ELEVADAS O BAJAS, APLICACIÓN DE AGUA DE RIEGO (INCLUIDO EL
RIEGO POR GOTEO).
- Los pulverizadores deberán aplicar de forma homogénea, tanto en el sentido de la marcha como transversalmente. LOS PULVERIZADORES DE BOQUILLAS OSCILANTES (CASSOTTI) Y LAS PISTOLAS NO SE PUEDEN USAR. En cambio, si se pueden usar las lanzas de aplicación de herbicidas, provistas de boquillas adecuadas para la aplicación de
herbicidas.
- Vigilar el estado del pulverizador y especialmente, de las boquillas, comprobando periódicamente su desgaste. Emplear boquillas de buena calidad y cambiarlas cada año si
fuera necesario.
- Las personas implicadas en la aplicación deberán estar en posesión del carné de aplicador de plaguicidas según designe la legislación vigente.
- Seguir normas elementales de respeto ambiental: Evitar derrames y derivas, realizando
las operaciones de CARGA Y LIMPIEZA DE EQUIPOS EN LUGARES QUE NO VAYAN A
CONTAMINAR CAUCES O REDES DE ALCANTARILLADO. Evitar manipulaciones cerca de
pozos, respetar ribazos, lindes, vías de agua y proximidades de zonas sensibles.
5.4.- Formas de aplicación en olivar
- DIFERENCIAR LAS ZONAS BAJO COPA O LINEAS DE PLANTACIÓN Y LOS CENTROS DE
LAS CALLES. Aplicar solo en las zonas en las que es necesario. La aplicación en bandas y el empleo especifico en rodales ahorra herbicida y reduce riesgos.
- UTILIZAR ALTERNATIVAMENTE HERBICIDAS DE DIFERENTES FAMILIAS Y/O CON DIFERENTES MODOS DE ACCIÓN Y DIFERENTES MOMENTOS DE APLICACIÓN.
- Los herbicidas de preemergencia, con acción a través del suelo, se aplicarán sobre el
suelo limpio o escasamente cubierto de hierba y restos vegetales. Por el contrario, si
se trata de herbicidas que se absorben por hojas y tallos verdes, la hierba deberá cubrir
el suelo en una proporción importante para justificar su empleo.
- Bajo la copa se podrán utilizar herbicidas de preemergencia, para impedir el desarrollo
de la hierba, o de postemergencia sobre la hierba poco desarrollada. En el caso de usar
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
herbicidas de preemergencia y existir restos y hojas sobre el suelo, estos pueden retirarse con una sopladora hacia el centro de las calles procurando no alterar el suelo.
- Los musgos que proliferan en no laboreo, bajo la copa del olivo, cuando no se altera la
superficie del suelo, dificultan el desarrollo de la hierba y deben respetarse. En estas
condiciones la aplicación de herbicidas de premergencia no suele ser necesaria ni conveniente, y es preferible aplicar en postemergencia, cuando se tiene seguridad de la
necesidad de control.
- ESPECIALMENTE BAJO LA COPA, DEBEN EVITARSE LAS APLICACIONES EN MOMENTOS
PRÓXIMOS A LA RECOLECCIÓN, RESPETANDO LOS PLAZOS DE SEGURIDAD.
- EN EL CENTRO DE LAS CALLES SE DEBE DEJAR CUBIERTA VEGETAL VIVA, BIEN SEA
ESPONTÁNEA O SEMBRADA. Esta cubierta se controlará de finales de invierno a principios de primavera mediante una aplicación de herbicida de postemergencia, dejando
los restos sobre el suelo, o bien se desbrozará y, en determinados casos, se incorporará al suelo mediante una labor.
- Los restos triturados de poda dificultan el desarrollo de las cubiertas vivas, y cuando
se acumulan puede disminuir la necesidad de usar herbicida.
5.5.- Condiciones que debe reunir un pulverizador de herbicidas
- EL PULVERIZADOR DE HERBICIDAS DEBE PERMITIR LA APLICACIÓN A BAJA PRESIÓN
(1,5 A 3,5 BAR).
- LAS BOQUILLAS DEBEN SER NUEVAS O ESTAR EN BUEN USO.
Es recomendable usar boquillas antideriva provistas de filtros individuales y sistemas
antigoteo.
- Normalmente se usarán boquillas de
abanico plano simétricas en el centro
de la barra, y de abanico plano asimétricas en los extremos para aplicar
bajo la copa. La distribución de caudales deberá ser homogénea a lo
largo de la barra, y también, el solape bajo el árbol.
- LOS FILTROS DE CADA LINEA Y DE
CADA BOQUILLA DEBEN SER LIMPIADOS PERIÓDICAMENTE.
Las conducciones deben resistir la
corrosión para evitar obturaciones.
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Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
- Los pulverizadores manuales, tanto mochilas como mangueras con lanzas adaptadas,
también deben cumplir estos requisitos. El aplicador debe estar entrenado en su uso
para aplicar a un ritmo homogéneo y distribuir correctamente el producto.
- Para las aplicaciones de parcheo puntual realizadas con mochila manual se recomiendan boquillas de cono hueco.
5.6.- Buenas prácticas para el empleo de herbicidas en el cultivo del olivar
Solo podrán emplearse aquellos herbicidas que estén autorizados para el
olivar según el Registro de Productos Fitosanitarios del MAPYA.
En la tabla adjunta se indican las materias activas incluidas en los productos comerciales registrados y la forma de uso:
Materia
activa
Absorción Movilidad Persistencia Momento
Hierbas
Rebrote
por la
en la
en el
de
que controlan
de
planta
planta
suelo
aplicación preferentemente perennes
Diurón (1)(2)
Terbutilazina (1)(2)
Flazasulfurón
Oxifluorfen
Diflufenican
h-R
h-R
H-R
H
H-r
A
A
AD
E
E
***
**
**
**
**
PRE-post
PRE- post
PRE- post
PRE- post
PRE-post
Glifosato y glifosato
sal trimesica
H
AD
0
POST
Fluroxipir
H
D
*
POST
Quizalofop-P-etil
H
AD
*
pre-POST
Amitrol, Amitrol+
tioclanato amónico
H-r
AD
*
pre-POST
MCPA
H-R
D
*
pre-POST
Diquat
H
ad
0
POST
Paraquat
H
ad
0
POST
Glufosinato
H
d
0
POST
Diclobenil
H-R
Ad
***
PRE
Tribenuron - metil
H
AD
0
pre-POST
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Anuales
Anuales
Anuales
Anuales
Anuales
dicotiledoneas
Anuales y
perennes
Anuales y
perennes
dicotiledóneas
Anuales y
perennes
gramíneas
Anuales y
perennes
Anuales y
perennes
dicotiledones
Anuales y
perennes
Anuales y
perennes
Anuales y
perennes
Anuales y
perennes
Dicotiledóneas
anuales
Escaso
o nulo
Parcial
Escaso
Parcial
Parcial
Alto
Alto
Alto
Escaso
Buenas prácticas en el manejo de suelos en el olivar.
• Absorción por la planta: por hojas mucho (H) o poco (h); por raíz mucho (R) o poco (r).
• Movilidad en la planta: ascendente (A), descendente (D), ascendente escasa (a), descendente escasa (d), muy escasa o nula (E).
• Persistencia en el suelo: con acción herbicida a través del suelo o nula, 0-2 meses
(*), 3-4 meses (**), 5-12 meses (***).
• Momento de aplicación: preemergencia (PRE y pre); postemergencia (POST y post).
En mayúsculas se indica la acción principal, en minúsculas la secundaria.
(1) Uso de la Terbutilazina y el Diurón:
En Agosto de 2003 el MAPYA revisó las autorizaciones vigentes para los herbicidas
que contengan Terbutilazina, Diurón o ambas materias activas, modificando sus condicionamientos según se detalla:
- La aplicación de los herbicidas referidos se restringe a las franjas de los ruedos de
los olivos y a una sola aplicación por año. Las calles y bordes de las parcelas que
no reciban tratamiento deben sumar como mínimo un tercio de la superficie de
cada parcela.
- La dosis más alta por hectárea realmente tratada será la equivalente a 1,5 Kg. de
sustancia activa, quedando limitada, según el apartado anterior, a 1 kg. de sustancia activa por hectárea de olivar y año.
- Desde el 15 de Noviembre de 2003, los productos fitosanitarios afectados se
reetiquetaron incluyendo la información anterior.
(2) Restricciones al uso de herbicidas en las zonas de protección de aguas
superficiales destinadas a obtención de aguas potables:
En Julio de 2005 la Dirección General de Agricultura del MAPYA acordó la suspensión temporal de las autorizaciones de los productos fitosanitarios que contengan
Terbutilazina, Diurón o mezclas de ambas, así como los que contengan Simazina o mezclas en los siguientes ámbitos territoriales:
- Zonas de protección de las aguas superficiales embalsadas, que se destinen a la
producción de agua de consumo humano, incluidas en los correspondientes registros de las Demarcaciones Hidrográficas.
- Las plantaciones de ribera y demás parcelas plantadas de frutales u otras especies
leñosas, situadas en zonas distintas de las especificadas antes, irrigadas mediante
sistemas de inundación, que disten menos de 50 m de cursos naturales de agua.
Los productos fitosanitarios afectados por las restricciones de utilización se sobreetiquetaron, incluyendo la información relativa a la prohibición de su uso antes de fin de
Septiembre de 2005. La suspensión temporal se mantendrá durante el plazo máximo de
un año.
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