Manual Dibujo a Mano - Taller de Materialidad 2

Transcripción

Manual Dibujo a Mano - Taller de Materialidad 2
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Manual Práctico para el dibujo a mano de Objetos de Arquitectura
Comprensión de los códigos utilizados, los productos gráficos obtenidos
y las metodologías prácticas para su materialización
01 / Introducción / Conceptos de Plantas, Cortes y Vistas
Todos los objetos arquitectónicos son, básicamente, volúmenes, es decir, objetos desarrolados
en tres dimensiones (ancho, largo y alto). Son las dimensiones de lo que llamamos X, Y y Z en
los clásicos gráficos cartesianos.
Sin embargo, la forma que utilizamos en arquitectura para representar esos objetos en el papel,
o en la pantalla de la computadora, remite a dos dimensiones, que son las dos dimensiones del
papel o la pantalla (ancho y largo), o, si se quiere, X e Y. Deberemos entonces encontrar la
manera de poder representar la tercera dimensión que nos está faltando, es decir el alto, o la
coordenada Z.
Es por ello que la arquitectura recurre a un código, esto es, codifica los objetos que en el
espacio operan en tres dimensiones, para poder llevarlos a dos de ellas, con la finalidad de
lograr representarlos en lo que habitualmente llamamos planos (plano = dos dimensiones). Pero
una vez codificado el objeto, las resultantes gráficas dejan de responder estrictamente a las
imágenes reales que normalmente se tienen de él. De modo que quien deba interpretar o leer
esas resultantes gráficas (planos), deberá tener dominio del mencionado código, con la finalidad
de lograr su decodificación y por tanto la reconstrucción intelectual del citado objeto en sus tres
dimensiones originales.
El matemático francés Gaspard Monge (1746 – 1818), considerado el padre de la Geometría
Descriptiva Moderna, logró normalizar algunos procesos gráficos que, si bien se utilizaban en
forma parcial o desordenada, no constituían formalmente hasta ese momento un verdadero
procedimiento o sistema. Este nuevo proceso gráfico, denominado Sistema Monge (también
conocido como sistema de geometrales, proyecciones ortogonales o proyecciones
diédricas) logra descomponer el objeto tridimensional, llevándolo a producidos gráficos
bidimensionales capaces de ser representados en un plano.
El sistema Monge, de geometrales, proyecciones ortogonales ó proyecciones diédricas, se
basa en la reconstrucción parcial del objeto a representar a partir de un conjunto de rayos
proyectantes paralelos entre sí, que, pasando por los distintos puntos del objeto, intersectan
planos de proyección en forma ortogonal ó normal (a 90 º). Estos planos de proyección son, en
general y dependiendo de la complejidad del objeto, paralelos a las distintas caras principales de
éste y suelen ser uno horizontal y uno ó más verticales, dando como resultado gráfico los dibujos
que conocemos como plantas, cortes y vistas, respectivamente. En éste caso, el punto de
observación se ubica en el infinito (fuera de escena), provocando la ausencia de efectos de
profundidad o deformaciones visuales y la falta del concepto de punto de fuga que usaremos
más adelante cuando estudiemos la teoría de perspectiva (gráficos 1 y 2).
Existe un segundo sistema de proyecciones a partir de rayos proyectantes paralelos entre sí, que
difiere del método Monge en el hecho de que éstos rayos se proyectan oblicuos con respecto a
los correspondientes planos de proyección. Este sistema gráfico es conocido con el nombre de
axonometría y, según sea la proyección sobre un plano vertical ó sobre un plano horizontal, se
denominan axonometría sobre plano frontal ó axonometría sobre plano de base
respectivamente (grácico 3). Una tercer forma de producir un dibujo en axonometría, se basa en
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un sistema de tres ejes (a 90, 210 y 330 grados), midiendo sobre éstos las verdaderas
magnitudes del objeto (altura, ancho y profundidad), conocido con el nombre de isometría
(iguales medidas). Mientras el sistema Monge requiere de más de un dibujo para lograr la cabal
interpretación de las tres dimensiones, las axonometrías e isometrías, presentan al objeto
completo en un solo dibujo, asemejando a una imagen más cercana a la idea visual que tenemos
de él. Tanto en sistema Monge, cuanto en axonometría e isometría, el objeto es mensurable en
el dibujo, es decir, se puede dibujar en escala y puede ser medido. En ambos casos, como ya
hemos indicado, el observador se encuentra ubicado fuera de escena, en el infinito.
OBJETO
(tres dimensiones)
PLANO VERTICAL de PROYECCION
rayos proyectantes
CORTES y VISTAS
(dos dimensiones)
rayos proyectantes
PLANTA
(dos dimensiones)
PLANO HORIZONTAL de PROYECCION
Gráfico 1
rayos proyectantes
PLANTA
(dos dimensiones)
AXONOMETRIA s/plano FRONTAL
(dos dimensiones)
PLANO VERTICAL de PROYECCION
OBJETO
(tres dimensiones)
rayos proyectantes
CORTES y VISTAS
(dos dimensiones)
PLANO VERTICAL de PROYECCION
OBJETO
(tres dimensiones)
rayos proyectantes
rayos proyectantes
AXONOMETRIA s/plano de BASE
(dos dimensiones)
PLANO HORIZONTAL de PROYECCION
PLANO HORIZONTAL de PROYECCION
Gráfico 2
Gráfico 3
3
•
Plantas
Visulizando el gráfico 2, imaginemos que se hace pasar a través del objeto, un plano horizontal
paralelo al indicado en el gráfico como plano horizontal de proyección. Este plano, atraviesa al
objeto en algún lugar de su altura, cortándolo literalmente en dos. Ahora imaginemos que
retiramos la porción superior del objeto y que, mediante rayos proyectantes perpendiculares al
plano de proyección, proyectamos sobre éste, lo que ha quedado del objeto (gráfico 4).
OBJETO
(parte superior retirada)
OBJETO
(interior)
OBJETO
(parte inferior)
rayos proyectantes
PLANTA
(interior del objeto)
Gráfico 4
PLANO HORIZONTAL de PROYECCION
Se dice que el plano horizontal que atraviesa el objeto (o edificio), para generar el gráfico que
llamamos planta, pasa a una altura cercana a 1 metro ó 1,20 metro, contada desde el piso de la
misma. Este concepto puede ser tomado como norma general de aplicación, aunque, como se
verá en la práctica, el mencionado plano de corte pasará por alturas variables, a criterio del
dibujante o proyectista, dependiendo en gran medida de las características particulares del
edificio sobre el cual estemos operando. Para poder clarificar ésta situación con un ejemplo,
imaginemos que tenemos entre manos un edificio de una sola planta, cuyo perímetro se
compone de un antepecho corrido (muro debajo de las ventanas) de una altura de 1,40 metro. Si
intentáramos dibujar la planta del edificio, utilizando la norma que indica el corte horizontal a 1
metro de altura, notaremos que el dibujo representaría un perímetro con un muro ciego cortado,
es decir, quien lea el dibujo, imaginaría que el edificio tiene sus cuatro caras ciegas, cerradas
con mampostería. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Ubicados dentro del edificio, nos
veríamos rodeados de ventanas vidriadas. Por tanto, el dibujante, en orden a representar lo más
fielmente posible esa realidad, dibujaría el contorno como una ventana corrida, y dejaría debajo
de ella, en vista, el espesor del muro que le da apoyo. Debería entonces hacer pasar el plano del
corte horizontal, por una altura superior a 1,40 metro (gráfico 5).
PLANTA
(plano horizontal de corte encima de 1,40 m)
PLANTA
(plano horizontal de corte debajo de 1,40 m)
Gráfico 5
4
Como se habrá observado, las gráficas que, en adelante llamaremos plantas, se desarrollan en
dos dimensiones, es decir que representan sólo ancho y largo, siendo entonces objeto de un
nuevo dibujo adicional, la representación de la dimensión que nos está faltando (tercera
dimensión, elevación o altura), ya que de la simple lectura de una planta, no hay forma de inferir
cómo es el edificio en su conjunto.
El objeto, que en adelante llamaremos edificio, puede tener uno ó más pisos, a cada uno de
los cuales llamaremos planta (edificio de una planta, edificio de dos plantas, edificio de diez
plantas). Cada una de ellas requiere de un dibujo propio, es decir que, en general y salvo ciertas
particularidades que pudiese presentar el edificio, será necesario dibujar tantas plantas, cuantas
plantas o pisos éste tenga. A la planta en contacto con el suelo, se la denomina Planta Baja, y a
las restantes por su número de piso ó nivel (planta piso 1º ó primer piso, planta piso 2º ó
segundo piso, etc…). Esto significa que debemos hacer pasar un plano horizontal de corte por
cada una de las plantas del edificio, para poder así representarlas.
En ocasiones, y dependiendo de los objetivos a partir de los cuales se ejecuten los dibujos o
planos, suele ser necesario dibujar una última planta que, en realidad, constituye una vista
superior del edificio, generada a partir de un plano horizontal de corte que en verdad no
intersecta el edificio en ninguna de sus partes (vuela por encima de éste) y que llamamos Planta
de Techos.
Hay casos en que el edificio presenta plantas que se ubican por debajo del nivel del suelo, y que
genera lo que llamamos Planta de Sub Suelo (que pueden también ser más de una, como en el
caso de un edificio de cocheras bajo nivel).
•
Cortes o Secciones
Son casos de gráficas que, en su concepto general, se originan de igual modo que las plantas,
pero que difieren de éstas en que, ahora, los planos de corte ya no son horizontales, sino que
han pasado a ser verticales. Estamos en presencia de la representación de la dimensión que nos
estaba faltando (tercera dimensión, altura o elevación). Por tanto, los producidos gráficos
obtenidos, se proyectarán sobre el ó los planos verticales de proyección. Como en el caso de las
plantas, uno ó más planos verticales de corte intersectan al edificio, generando una cantidad de
proyecciones sobre el mencionado plano vertical de proyección, cantidad que dependerá de la
complejidad del edificio, su mayor o menor compartimentación y las necesidades de
representación que el dibujante se plantee. Se denomina entonces, a éstos dibujos, Cortes o
Secciones (gráficos 1 y 6).
PLANO HORIZONTAL de PROYECCION
CORTES
(interior del objeto)
OBJETO
(porción a proyectar)
OBJETO
(interior)
rayos proyectantes
OBJETO
(porción retirada)
Gráfico 6
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•
Vistas
Se originan de igual forma que los Cortes o Secciones, solo que, en éstos casos, no existen
planos de corte que intersecten al edificio, sino que éste es proyectado sobre el plano vertical de
proyección de manera completa. Lo que obtendremos entonces es una imagen externa de la
cara del edificio, también conocida como Fachada (situación similar a la que hemos estudiado
con el nombre de Planta de Techos, pero tomando ahora la dimensión vertical o altura). Pueden
existir vistas exteriores del frente del edificio (fachada), vistas interiores de las caras de algún
patio (fachadas interiores), o vistas de las fachadas posteriores de los edificios (contrafachadas).
También en éstos casos, la cantidad y formato de los dibujos dependerá del grado de
complejidad del edificio representado y, los ajustes que se vayan haciendo de éstos criterios, irán
en relación directa con el grado de práctica y de experiencia que vaya adquiriendo el dibujante
(veamos el gráfico 1).
02 / El dibujo Arquitectónico / Instrumentos
•
El lápiz
Debemos, en éste punto, formular una aclaración inicial de carácter central y cuya comprensión
nos facilitará el aprendizaje de las instrumentos y metodologías del dibujo a mano de los
objetos de la arquitectura.
Probablemente todos, o al menos muchos, se estarán preguntando ahora : ¿ cómo es posible
que, en el nuevo mundo de los recursos informáticos, se plantee la necesidad de iniciarse en las
técnicas del bibujo a mano, en tablero, con lápiz o tinta, y sobre hojas de papel ?
Las respuestas a éstas honestas dudas son muy sencillas y contundentes. El dibujo a mano es
la forma de expresión propia del arquitecto en cualquier momento y en todo lugar (el arquitecto
lleva siempre consigo su lápiz). El habla con el dibujo, se manifiesta a través de él, no solo
produciendo gráficos de tipo técnico, sino generando constantemente bocetos, croquis, etc.. Se
verá más adelante que, durante la etapa de diseño o proyecto, al momento de producir las
primeras ideas o intenciones, se lo hace siempre con pequeños dibujos a mano, en una variedad
de tamaños y técnicas que serán propios de cada persona.
La habilidad y la sensibilización generada en el uso de las técnicas del dibujo a mano, a lo largo
del tiempo (cada quien personaliza su propia forma de dibujar), son las mismas que luego nos
permitirán manejar aquellos recursos informáticos, en beneficio propio, logrando así que los
dibujos originados en computadora, respondan a las mismas personalizaciones que hemos
logrado con las manos. Dicho en otros términos, no hay forma de poder utilizar adecuadamente
la computadora en la arquitectura, si no hemos logrado primero hacer lo propio con nuestras
manos.
Por otra parte, el dibujo manual y el dibujo informatizado, no compiten entre sí. Estos son,
por el contrario, complementarios. Coincidiremos en la practicidad y velocidad de las
computadoras, condiciones que la convierten hoy en día en un instrumento imprescindible. Tan
imprescindible como aprender a dibujar muy bien a mano !!.
Dicho esto, hablemos del lápiz. Noble y versátil instrumento por todos conocido, el lápiz puede
presentarse en distintos formatos y variedades. El lápiz que aprenderá a utilizar el futuro
arquitecto, ya no será aquel impactante lanzaminas de diámetro 0,5 milímetro. El propio espesor
de la mina, impide, precisamente, lo que valorizábamos antes, es decir, la posiblidad de
personalizar el dibujo. Gran parte de ésta personalización (por no decir toda), depende de la
variedad de intensidades de presión y ángulos de incidencia sobre el papel que podamos darle
con nuestra mano a la punta de la mina. Al ser ésta extremadamente fina, aquella variedad de
posibilidades sufre severas limitaciones, obligando a la despersonalización del producto final.
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Los lápices que deberemos utilizar serán, por tanto, lanzaminas o portaminas a partir de un
diámetro de 2 milímetros (2, 3, 5 mm.). Adjudicaremos a cada tipo de dibujo, el uso de un
determinado diametro de mina de grafito, en orden a optimizar el resultado gráfico.
•
Los estilógrafos
Son lapiceras, para ser usadas con una tinta especial para dibujo, cada una de ellas, con un
calibre diferente de puntera. Es decir, la escala de diámetros varía de la siguiente manera,
expresada en milímetros:
0,1
0,15
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,8
1,0
1,2
Veremos más adelante, la causa de la existencia de éstos espesores de punteras (que en rigor,
significan ni más ni menos que espesor o grosor del trazo de las diferentes líneas que
conformarán las distintas partes del dibujo).
Suelen éstas lapiceras, conseguirse por separado (se compran de a una, generalmente 0,2, 0,3,
0,5, 0,8), ó en un juego de 8 puntas, montadas sobre un humidificador (ingenioso artefacto que
las contiene y, además, mantiene un cierto grado de humedad sobre el capilar de las puntas,
evitando que la tinta en ellas se seque e inutilice la pluma).
•
Las minas
La mina de grafito, también tiene su gama de variedades, además de sus distintos diámetros.
Encontraremos las minas llamadas blandas, las intermedias y las duras. Se verá en la práctica
que los distintos grados de dureza de los grafitos, serán aplicables a diferentes tipos de dibujo
(dibujos técnicos, dibujos a mano, croquis, bocetos, plenos, lineales, etc…)
Como norma general, los dibujos técnicos requerirán minas de graduación media a dura (y
normalmente en diámetro de 2 mm.), en tanto que los dibujos a mano alzada (croquis, bocetos)
precisarán de graduaciones que van de intermedias a blandas, ( en diámetros que van desde los
2 a los 10 mm.). Constantemente, al dibujar, será indispensable afilar periódicamente la punta de
la mina, utilizando para ello un afilaminas. Este objeto se presenta comercialmente en una gran
variedad de modelos, desde los más sencillos a los más sofisticados. Cada dibujante encontrará
entonces, el que mejor ajuste a sus necesidades y posibilidades.
En la escala siguiente se ven las distintas graduaciones de minas:
….. 4H
3H
duras
•
2H
H
F
HB
intermedias
B
2B
3B
4B …..
blandas
El escalímetro
Los dibujos de arquitectura, reproducen las dimensiones de los edificios en un tamaño que, claro
está, no se ajusta a la medida real de los mismos (sería casi imposible dibujar la planta de un
edificio a tamaño verdadero).
Esta circunstancia obliga a la aplicación de uno o más coeficientes de reducción que permitan
lograr dibujos de tamaños manejables. A éstos coeficientes, se los llama escalas. Las escalas
utilizadas normalmente en arquitectura, van desde 1:1000 (uno en mil) a 1:1 (uno en uno o
escala natural), pasando por posiciones intermedias, a saber:
1:1000, 1:500, 1:250, 1:200, 1:150, 1:100, 1:75, 1:50, 1:25, 1:20, 1:10, 1:5, 1:2 y 1:1
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Un curioso y versátil instrumento llamado escalímetro (generalmente parecido a una regla
tradicional de 30 cm. de largo), de sección triangular, contiene 6 escalas diferentes (1:20, 1:25,
1:50, 1:75, 1:100, 1:125), cuyas marcaciones ya tienen incorporados los correspondientes
coeficientes de reducción para cada una de ellas. Se puede, además, utilizando éstas 6 escalas
básicas, operar otras que sean múltiplos o sub múltiplos de ellas (la escala 1:20, puede ser
utilizada como 1:200, tomando como 10 metros lo que en el escalímetro aparece como 1 metro,
etc.). También se fabrican versiones de bolsillo de diferentes tamaños.
Existen algunas otras, pero que no suelen ser de uso común. El uso de la escala, no responde a
un mero agrandamiento o achicamiento del tamaño del dibujo, tal y como si lo hiciésemos reducir
o ampliar en una fotocopiadora. Guarda estrecha relación con el tipo de dibujo y el nivel de
detalle que necesitemos. Es decir, de acuerdo a las necesidades que deba cubrir el dibujo, será
la escala a la que debamos recurrir. Escalas como 1:1000 o 1:500, representarán generalidades
de los proyectos, mientras que, en el otro extremo, escalas como 1:10, 1:5 ó 1:1, serán las
utilizadas en la representación de detalles constructivos, detalles de herrerías o carpinterías, etc..
Las escalas intermedias y, dependiendo del tamaño general del edificio, serán el recurso para
dibujar plantas, cortes, vistas, plantas de grupos sanitarios, cocinas, etc..
Es de vital importancia manejar cuidadosamente el nivel de detalle incorporado a un dibujo, de
acuerdo a la escala en que éste sea dibujado, ya que (y se notará especialmente cuando se
dibuje en computadora), el excesivo detalle en una escala 1:200, así como la falta del mismo en
una escala 1:50, ocasionaría dificultades en la lectura del dibujo y la falta de utilidad del mismo.
•
Escuadras
Normalmente utilizamos un juego de dos escuadras de tamaño medio para nuestra actividad.
Escuadra de 45 y 90 grados y escuadra de 30, 60 y 90 grados. Será conveniente descartar
aquellas de cantos biselados y con marcaciones milimétricas en los mismos. Tanto para el dibujo
a lápiz, cuanto para el dibujo a tinta, resultan más eficientes las escuadras de cantos rectos y
vivos, sin marcaciones. Algunas de éstas acostumbran tener un pequeño rebaje en uno de los
filos, para evitar que, al dibujar a tinta, ésta se deslice por capilaridad entre la escuadra y el
papel, inutilizando el dibujo. Serán convenientes, además, las escuadras de acrílico totalmente
transparente, sin tonalizar, para facilitar la visualización del dibujo debajo de ellas.
•
Tablero de dibujo
El tablero o mesa de dibujo es el plano sobre el cual se colocan las hojas o láminas, para
proceder a dibujar sobre ellas. Asumen diferentes tamaños, terminación de sus superficies y
formatos de sus sistemas de apoyo (mesas de dibujo con patas regulables en altura e
inclinación). En cualquier caso, para el trabajo en casa o estudio, será conveniente recurrir a uno
de dimensiones mínimas de 80 x 120 cm., que permita el dibujo sobre hojas de papel de
tamaños relativamente importantes. También existen los tableros portátiles, que serán muy útiles
para el caso de dibujos de campaña.
La elección que de ellos se haga dependerá, además, de las posibilidades económicas del
dibujante.
•
Regla paralela
Complemento inseparable del tablero de dibujo, es un elemento que se encuentra fijado a ésta y
que ocupa, por lo general, todo su ancho. Habitualmente de base acrílica, sus dos aristas
(superior e inferior), se hallan rectificadas, para ser utilizadas por los instrumentos de dibujo.
Su particularidad es que, como lo sugiere su nombre, y gracias a su ingenioso sistema de
fijación, al ser desplazada hacia abajo o hacia arriba sobre la superficie del tablero, se mantiene
siempre paralela a sí misma, facilitando notablemente el proceso de dibujo. Complementada por
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el juego de las dos escuadras que antes estudiamos, permiten el dibujo tanto en vertical, cuanto
en horizontal, en forma dinámica sobre cualquier punto de la superficie del tablero.
•
Plantillas, pistoletes y letrógrafos
Pequeñas láminillas de plástico ó acrílico, perforadas, que permiten dibujar tanto a lápiz cuanto a
tinta, artefactos sanitarios, figuras geométricas, letras, etc., en distintas escalas y tamaños. Los
pistoletes permiten el dibujo de curvas no regulares. Los multipistoletes son reglas maleables,
que pueden asumir diferentes curvaturas y contracurvaturas, a necesidad del dibujante.
•
Hojas y papeles de dibujo
Existe una gran variedad de tipos, dimensiones y formatos en hojas y papeles de dibujo. Pueden
ser transparentes u opacos.
Transparentes:
Papel transparente, manteca o finlandés, que habitualmente viene presentado en hojas o
pliegos de 50 x 70 cm., o sub múltiplos de ellas, utilizado en general para el trabajo diario,
borradores, procesos dinámicos de proyecto, etc.. Deberá el dibujante analizar la variedad de
calidades, grosores y grados de transparencia, además de las consideraciones económicas,
para poder elegir el más conveniente. El grosor de papel (los papeles son denominados por su
peso en gramos por metro cuadrado) será importante respecto de la presión que vayamos
ejerciendo sobre la punta del lápiz al dibujar (para evitar la rotura de la hoja). Se los utiliza
normalmente para el dibujo en lápiz, aunque también puede trabajrse con estilógrafos.
Papel vegetal, que se presenta en rollos de 1 y 1,20 mt. de ancho x 10 mt. de largo (se consigue
además en pliegos u hojas de diferentes tamaños), también es transparente y ofrece distintos
gramajes (peso o espesor). Los más utilizados son los de 75, 90 y 120 gramos, y son especiales
para el dibujo a tinta (no se recomienda trabajar sobre él con lápiz).
Poliéster, también transparente, presentado en rollos, exclusivamente para trabajo a tinta. Se
utiliza normalmente para presentaciones de expedientes de permisos de obras u otras tareas
especiales.
Opacos:
La variedad existente en éste rubro es importante, desde las calidades de superficies y
espesores o gramajes del papel, hasta los colores.
Los hay para trabajar croquis, bocetos, etc. (superficies más rugosas), hasta los más lisos aptos
para los trabajos técnicos.
Los formatos de presentación también varían entre hojas o pliegos de diversos tamaños, blocks
de hojas, hasta algunos (papel de croquis) que vienen en rollos.
03 / El Dibujo Arquitectónico / Procedimientos
•
Ajuste instrumental, el dibujo a lápiz
Ya indicamos más arriba, los tipos de lápiz convenientes para el dibujo en arquitectura, ahora
analizaremos la forma de operarlos.
Será necesario comenzar utilizando una mina de 2 milímetros de diámetro, de graduación
intermedia, digamos HB ó F. Esto facilitará el trazo a los principiantes, porque, como veremos
luego, a medida que se afianza la práctica en la manipulación del instrumento, las graduaciones
a utilizar irán virando hacia la escala de las H.
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Como norma inicial, diremos que la mina debe permanecer constantemente afilada (afilaminas
siempre a la mano), para asegurar una buena calidad de trazo, cuidando la limpieza del proceso,
para así evitar el derramamiento de grafito en polvo sobre las superficies de las hojas de dibujo
(trapito, algodón, siempre disponibles).
El lápiz, al trazar, debe observar una ligera inclinación respecto de la vertical sobre el papel, para
separarlo ligeramente (a nivel de la hoja), del filo de la regla paralela o escuadra (cada quien
ajustará luego ésta táctica a su propia experiencia o habilidad). Al efectuar el trazo, deberá el
lápiz girarse hacia uno y otro lado, en forma ininterrumpida, con el fin de que la punta de la
mina se desgaste sobre la hoja de manera pareja, logrando así un espesor uniforme del trazo, a
todo lo largo de su recorrido (practicar ésta metodología). Simultáneamente, deberá aplicarse
una presión constante de la mano sobre la punta del lápiz, para evitar cambio de intensidad en
la línea dibujada. Como veremos a continuación, para un mismo dibujo, podrá tenerse en uso
más de un lápiz, con graduaciones diferentes de sus minas, destinados a trabajar distintas partes
del mismo (elementos en corte, en diversos tipos de vistas, líneas de trazos, etc.).
•
El dibujo a tinta
Carece de la complejidad antes mencionada para el trazo a lápiz, por cuanto los espesores
vienen predeterminados con cada puntera, y la intensidad del trazo es uniforme (siempre
usamos la misma tinta).
Centraremos entonces nuestra atención en tres factores:
Elección de los espesores adecuados para la representación de cada tipo de elemento del
dibujo (éste tema lo abordaremos más adelante).
Cuidados necesarios para evitar manchas en el dibujo. Normalmente, las escuadras, pistoletes,
reglas paralelas y todo otro instrumento de trazado, suelen desarrollar un artificio, que logra
separar la arista inferior de los mismos, respecto de la superficie del papel. Esto significa que la
puntera del estilógrafo efectuará el trazo, separada ligeramente del filo de acrílico evitando así la
posibilidad de que la tinta se escurra por capilaridad entre éste y el papel. Se podrá notar,
además, que en las punteras de las lapiceras también se opera un rebaje , tendiente a lograr el
mismo efecto.
La tinta toma algunos segundos en secar, es decir que debemos ser cuidadosos , organizando el
dibujo de manera de no necesitar pasar reiteradamente las escuadras y/o paralela por líneas
recién dibujadas, y por tanto, con tinta húmeda. Una forma de lograrlo, es ir dibujando primero
todas las líneas horizontales, de arriba hacia abajo, y luego, las verticales, de derecha a
izquierda (o viceversa, de acuerdo se sea diestro o zurdo). También se verá, con la práctica y el
tiempo (indispensables para perfeccionar éstas técnicas), que se logra dibujar sin problemas
levantando ligeramente las escuadras y la regla paralela respecto del papel, evitando el contacto
con los trazos posiblemente aún húmedos.
Mantenimiento de las punteras. Las punteras de los estilógrafos, se componen de un pequeño
tubito hueco exterior (que está a la vista), y cuyo diámetro da el calibre del trazo, por dentro del
cual, se desplaza un capilar (pequeño pelo metálico, también de diámetro variable).
Todo esto, está incorporado en un pequeño cuerpo plástico, con rosca exterior y unos pequeños
canales para el flujo de aire (permitiendo un fluir uniforme y libre de la tinta).
A su vez, éste cuerpo plástico está contenido en otro mayor, enroscado en él (a la vista), y donde
se conecta a presión el tanque transparente que contiene la tinta. Esta fluye, en condiciones
normales de humedad, entre el capilar y el tubito antes mencionado, permitiendo efectuar el
trazo. Si no guardamos el cuidado necesario para mantener un estado constante de humedad
dentro del sistema, evitando que la tinta se seque y obstruya los canales indicados, se producirá
un goteo de la misma sobre el papel, por efecto de vacío.
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Si hemos logrado hacernos del juego completo que incluye el humectante (descripto
inicialmente), el trabajo sólo se reduce a mantener siempre húmeda la pequeña esponja alojada
dentro de él. El indicador de humedad, nos ayudará en ésta tarea.
Si, por el contrario, operamos con las lapiceras sueltas, deberemos cuidar de humedecer
constantemente el material absorbente que se encuentra en el interior de cada capuchón,
teniendo la precaución de mantener, en tanto la dinámica del dibujo lo permita, las lapiceras
tapadas el mayor tiempo posible.
Por lo demás, necesitaremos limpiar todas las punteras periódicamente (de acuerdo al uso),
procediendo a desarmar cuidadosamente las mismas, para asegurarnos de que todos los
componentes antes mencionados, queden en perfecto estado de pulcritud (fundamentalmente
los pequeños canales de aire que hemos descripto).
04 / El Dibujo Arquitectónico / Normativas Generales
Abordaremos a continuación, algunas consideraciones generales sobre los códigos gráficos de
representación de la arquitectura. Luego el dibujante (práctica, experiencia y tiempo mediante),
irá profundizando y perfeccionando éstos procesos, y, en forma conjunta, descubriendo sus
propias formas y preferencias.
Ya hemos abundado en el esclarecimiento respecto de las características de los instrumentos de
dibujo y sus posibilidades gráficas. Es tiempo de trabajar sobre las normativas de los propios
códigos de representación.
•
El dibujo de objetos en planta
Cuando explicamos los conceptos de Plantas, Cortes y Vistas, hablábamos de planos de corte,
que intersectaban al objeto en determinados lugares (de acuerdo a las necesidades del dibujo).
Este proceso, originaba dibujos o planos (proyecciones diédricas o paralelas).
Nuestro dibujo representará entonces, por un lado, los elementos cortados (pertenecientes al
mencionado plano de corte) y otros elementos en vista, que se localizan detrás de dicho plano
(recordar los gráficos 4 y 6).
Podemos diferenciar aquí, componentes en corte, y componentes en vista. Concluiremos luego
que la gráfica que representa los objetos en corte, se diferencia de aquella que representará los
elementos en vista.
Tendrán mayor espesor de trazo las líneas que representan cortes a las que hacen lo propio con
las vistas (gráfico 7), existiendo además, diferencias dentro de cada uno de éstos dos grupos.
También existirán diferencias en términos operativos, según se dibuje a lápiz o con punteras de
tinta. Se entenderá que el lápiz, por su sola condición de constiruir una herramienta única,
basará su resultado en la destreza que pueda lograr el dibujante con ella, debiendo encontrar la
manera de obtener distintas respuestas con un solo objeto de dibujo. Las variables que tendrá el
operador a su alcance, entonces, serán la calidad constante del afilado de la punta de grafito, y
la posibilidad de decidir la utilización de distintas graduaciones de dureza para operar en los
diferentes tipos de líneas que requiera el dibujo (distintas vistas, cortes, textos, etc…).
Un muro, una pieza estructural de hormigón, un tabique de mampostería, llevarán un espesor de
trazo importante. Una hoja de puerta o ventana, los marcos de las mismas, un tabique liviano
(durlock, madera), también en corte, llevarán espesor de trazo menor al anterior.
Los espesores de los trazos que representan los diferentes elementos, también diferirán según
sea la escala en que se esté dibujando. Esto es, el espesor de trazo con que representaremos
una columna de hormigón, será aproximadamente de 0,8 milímetro en escala 1:20, y de 0,5
milímetro en escala 1:50.
Cada escala que utilicemos, demandará la aplicación de un determinado rango de espesores de
trazos. Escalas como 1:100, 1:500, 1:200, resultarán en el uso de espesores que estarán
ubicados entre el 0.1 y el 0.4. En el rango medio, escalas como 1:100, 1:50 y 1:20, requerirán de
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espesores entre 0.2 al 0.6. En el otro extremo, escalas 1:10, 1:5 y 1:1 (escalas utilizadas para el
dibujo de detalles constructivos, o de diseño de perfiles de carpinterías, etc…) necesitarán la
aplicación de punteras entre 0.5 al 1.2 milímetro.
Gráfico 7
Es de fundamental importancia en la elección de los espesores de cada uno de los tipos de
líneas de cada dibujo, tener en claro el destino o el objetivo con el cual se origine el mismo, para
poder simplificar luego la lectura de sus contenidos. Si se está dibujando una determinada
instalación (sanitaria, eléctrica, de gas, etc…), deberemos minimizar el peso gráfico del resto de
los elementos componentes del dibujo (mediante el recurso de los espesores utilizados),
poniendo el centro del interés de lectura precisamente en los detalles que pertenecen a los
elementos de aquellas instalaciones, diferenciando asimismo dentro de ellos, los componentes
primarios de los secundarios o terciarios (también mediante el uso de los espesores de trazos).
Así, en un plano de instalación sanitaria, los perfiles arquitectónicos (muros, columnas, tabiques),
se dibujarán en un espesor pequeño, que neutralice la lectura de esos objetos y permita
visualizar con mayor claridad los elementos que son el objeto mismo del dibujo en cuestión
(gráfico 8). Nótese en éste gráfico, que los muros han sido representados con trazo fino,
mientras los elementos propios de las instalaciones (objeto del plano) se desarrollan en
espesores acordes a la importancia de cada uno dentro de la generalidad. La incorporación de
los textos, clarifica en éste caso la lectura y deberá ser efectuada encontrando una adecuada
proporción entre éstos y las distintas partes del dibujo. Los textos se incorporan en la medida en
que sus contenidos no puedan ser expresados de manera gráfica.
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Gráfico 8
Nótese en el (gráfico 9), cómo se han manejado algunos recursos gráficos para el desarrollo del
detalle de ésta instalación de un conjunto de baño y office. Las mesadas y artefactos aparecen
dibujados en líneas de trazos, indicando su tamaño, forma y posición. Las cañerías y conductos
son el objetivo principal de éste dibujo y se manifiestan en todo su nivel de detalle. Las
acotaciones (medidas), colaboran para tener una idea final y en éste caso en particular, se han
incorporado números de referencia que luego, en una lista adjunta al dibujo, terminarán de
completar la información necesaria. Con el tiempo y la acumulación de la experiencia y la
práctica, se verá la posibilidad de recurrir a algunas licencias gráficas, con la finalidad de dar
mayor claridad a la lectura del dibujo. En el caso del gráfico 9, nótese cómo se ha utilizado la
línea de trazos (explicado arriba). Este tipo de línea, como veremos luego, se utiliza en la
indicación de elemento u objetos de relevancia que se ubican por encima del plano de corte
horizontal en una planta, y se le denomina línea de proyección.
También véase en el mismo gráfico 9, que se ha interrumpido el trazo de un tabique divisorio
(entre baño y office), con la finalidad de permitir la continuidad de las líneas que definen la
posición de un caño de relevancia dentro de la totalidad de la gráfica.
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Gráfico 9
Como decíamos antes, las plantas son en realidad secciones de los objetos según un plano
horizontal de corte. Decíamos también que los elementos que pertenecen a dicho plano,
aparecerán dibujados con trazos importantes (según la importancia de los mismos y la escala del
dibujo), y que, los componentes arquitectónicos que se ubican por debajo del mencionado plano
de corte, serán representados “en vista”, es decir con un rango de espesores de trazos, que
también variará de acuerdo a la importancia del elemento dentro del dibujo y a la escala del
mismo.
Pero también existen componentes pertenecientes al objeto arquitectónico que estamos
representando, que han quedado por encima del imaginario plano de corte a partir del cual se
ha generado la planta. Estos elementos (también en relación a su grado de importancia y a la
finalidad del dibujo), se dibujan mediante el uso de lo que llamamos línea de proyección. Esta
se materializa con trazos espaciados en una proporción de 1 a 3 (entre espacio y trazo) (gráfico
10). En éste borrador, ejecutado a lápiz sobre papel transparente, se pùede observar la
utilización de las líneas de trazos para indicar la posición y tamaño de determinados objetos
situados por encima del plano de corte de la planta (vigas y perfiles de losas superiores).
También se ha recurrido al “rayado” a 45º para indicar los muros o tabiques portantes, es decir,
aquellos que reciben las cargas de las losas superiores. Se visualizan algunas referencias
escritas y otras en formato de acotaciones numéricas, completando aclaraciones cualitativas y
cuantitativas de los contenidos del dibujo en general.
En éste caso en particular, se superpone en la misma planta (véase abajo), un corte según un
plano vertical de un sector, con el objeto de facilitar la lectura total en las tres dimensiones. Este
corte se halla ubicado en relación a la planta y se ha generado en base a la utilización de líneas
de enlace (tratándose de un borrador de diseño, aún esas líneas de enlace se pueden observar
en el dibujo). Nótese también la gradación (utilizando el mismo lápiz) de las intensidades y
espesores de los trazos de los distintos objetos del plano.
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Gráfico 10
Existen algunos casos en donde se utiliza una mixtura de herramientas de dibujo para la
producción de un mismo plano o gráfica. En el (gráfico 11), se puede observar la utilización del
recurso del instrumento lápiz, combinado con el estilógrafo. En éste caso, se ha producido la
representación de las piezas estructurales del edificio con punteras de tinta, rayando además el
interior de las mismas, para potenciar la idea. El resto de la planta del proyecto, ha sido
desarrollada a lápiz. También se utiliza la tinta para la incorporación de cotas y referencias de
texto. Este recurso, amplía notablemente la gama de posibilidades en el uso de intensidades y
espesores.
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Gráfico 11
Se entenderá que lo indicado son sólo generalidades, que deberán ser utilizadas como punto de
partida para la experiencia personal de cada estudiante, ya que cada quien deberá encontrar,
con la práctica y el tiempo, su propio sistema de operación gráfica. Sería imposible mencionar o
cubrir en éste apunte, toda la cantidad de posibilidades existentes.
•
El dibujo de objetos en corte
Para el caso del dibujo de objetos en corte, serán de aplicación las mismas consideraciones
vistas para los objetos en planta, por tratarse igualmente de secciones practicadas atravesando
los objetos por algún lugar en particular (ese lugar en donde se decide efectuar el
seccionamiento, tendrá relación directa con las cualidades propias del mencionado objeto que se
desean explicitar y la finalidad para la cual se dibuje la gráfica). Por otra parte, la cantidad de
secciones o cortes que deberán ser dibujados para cada objeto, guardarán estrecha relación con
la complejidad del mismo, por lo que para un edificio de formas geométricas simples, con
escasas compartimentaciones interiores, la cantidad de secciones o cortes que deban ser
encarados, será menor que para otro edificio de carácterísticas geométricas complejas,
necesitando éste, seguramente, mayor cantidad de gráficos (tanto en corte cuanto en planta y
detalles), para lograr transmitir al lector en forma cabal la idea general y particular del mismo.
Como hemos visto para el caso de las plantas, los espesores de trazos que se utilizarán en el
dibujado de gráficos de objetos en corte, también dependerán de la escala en que estemos
ejecutando el dibujo (ver lo explicitado más arriba).
También al igual que en el dibujo de plantas, los elementos que se encuentren intersectados por
el plano por el cual se ha decidido seccionar el edificio, serán representados (y de acuerdo a su
grado de importancia en el contexto general) con trazos de mayor espesor (tanto a lápiz como a
tinta).
Todos los cortes son, en rigor, cortes y vistas. Cortes porque representan con una gráfica
particular el lugar por donde han sido efectuados, y vistas porque detrás de ellos, aparecen
efectivamente en vista todos los elementos del objeto que han quedado por fuera del plano de
corte, pero que se encuentran en la direccion hacia donde el corte “mira”. Esos objetos en vista,
se ubican en el espacio, unos más atrás que otros, es decir, unos más lejos y otros más cerca
del plano de corte. Tratándose de un dibujo que intenta representar en dos dimensiones objetos
que en la realidad se componen de tres dimensiones, la tercera dimensión (es decir la
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profundidad), deberá ser necesariamente dibujada con líneas de vista (de dibversos trazos en
una gradación de poco espesor, proporcional también a la escala de trabajo). Al igual que en la
realidad (los objetos cercanos se visulaizan con más intensidad, mejor nitidéz y con mayor lujo
de detalle), en un dibujo deberemos utilizar el recurso de los espesores o intensidades de trazo
para poder dejar clara (en la medida de lo posible), la ubicación en el espacio de cada
componente. Los elementos que se encuentran cercanos al plano de corte, serán representados
con trazos de mayor calibre, en tanto aquellos alejados, serán dibujados con espesores de
menor graduación. Este manejo que se haga del uso de los espesores de trazo, también
responderá a las intencionalidades del dibujo (qué queremos mostrar) y a los grados de valor
que asignemos a cada componente en relación al contexto general.
Obsérvese en el borrador de diseño a lápiz (gráfico 12), cómo se ha dado prevalencia a los
muros cortados, así como la cubierta, pero sin embargo la carpintería del placard del fondo de la
habitación, ni siquiera aparece dibujada, sólo se ve el lugar de su posicionamiento, cruzado con
dos trazos finos. Esto significa que las características de la misma, no son objeto del presente
dibujo, sino que, seguramente, aparecerán en un particular (detalle) de carpintería. Es obvio que
éste dibujo, persigue clarificar la generalidad del diseño, en cuanto a sus dimensiones y
proporciones generales, así como a algunos elementos constructivos del mismo.
Gráfico 12
Nótese en éste mismo dibujo, y tratándose de un borrador de trabajo, la despreocupación en
cuanto a algunas cuestiones que podríamos llamar de terminación. Las líneas que han
generado el dibujo, se entrecruzan, las cotas están indicadas a mano, al igual que los textos
aclaratorios.
Llegado el momento de necesitar pasar éste gráfico a una instancia de presentación, deberá ser
redibujado, observando algunas normas que respondan a la especificidad de su finalidad.
17
•
El dibujo de objetos en vista
También serán de aplicación para éste particular las condiciones de dibujo explicadas con
anterioridad, en lo que respecta a uso de tinta o lápiz, y espesores y/o intensidades de trazo.
También será definitorio para la toma de esas decisiones, la escala y el tipo de gráfica en
desarrollo. Téngase en cuenta, además, que siempre en el dibujo de un cuerpo u objeto en
vista, alguna parte del mismo, deberá aparecer en corte. Por ejemplo, cuando representamos la
fachada de un edificio, en vista, lo hacemos haciendo pasar un plano de proyección por delante
de la misma. Ese plano deberá entonces, seccionar o intersectar el piso por delante de la
mencionada fachada. Ese piso, por tanto, aparecerá dibujado con un espesor de trazo que hará
referencia a un elemento en corte.
Obsérvese en el (gráfico 13), la línea que representa el piso exterior, se halla dibujada con un
espesor de trazo importante, respecto del resto de la graduación general del dibujo. Las
terminaciones o materializaciones de cada componente del edificio (cubierta, paramentos,
carpinterías), se encuentran expresadas en forma parcial, como metodología para dejar claras
sus cualidades, sin necesidad de dibujar toda la textura completa. También se observan
indicaciones de tipos de aberturas, en algunos casos sin ser dibujadas en su detalle. Esto
significa que deberá existir otra serie de gráficos particulares, en donde aparezcan los detalles
de las mismas (plano o planilla de carpinterías o aberturas).
También fue necesario en éste caso, agregar un pequeño corte del detalle del zócalo de
mampostería (parte inferior del muro), que completa la idea de la morfología de la fachada.
Gráfico 13
Suelen ser dibujados también en vista, los detalles generales de diseño de las aberturas o
carpinterías (se denomina genéricamente carpintería a las aberturas, así sean de chapa,
aluminio o madera). Por lo general, éstos dibujos se desarrollan en escalas entre 1:50, 1:25, 1:20
y se acompañan con planos de detalles (secciones por diferentes lugares de la carpintería, para
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visualizar su conformación constructiva). Estos últimos dibujos serán necesarios para que el
fabricante de las aberturas, conozca sus detalles y pueda proceder a su construcción.
Obsérvese en el plano de vista (gráfico 14), que aparecen trazos que indican con un número o
letra, la sección correspondiente que aparecerá en otra escala y en otro plano (gráfico 15).
Gráfico 14
19
Gráfico 15
•
Líneas de ejes y líneas de proyección
Estos simples conceptos refieren a dos tipos en particular de trazos, que no son líneas contínuas
y que se utilizan para indicar determinadas circunstancias en los dibujos.
Las líneas de indicación de ejes suelen utilizarse en la definición de centros de replanteos, ejes
divisorios entre propiedades y edificios (ejes de muros medianeros). La gráfica correspondiente a
las mismas es de punto y trazo, o una sucesión de un trazo largo seguido de otro corto. Por lo
general, y dependiendo de las características particulares del dibujo, se materializan con
espesores de baja graduación en relación al resto de la gráfica .
Las líneas de proyección, de las cuales hemos hablado anteriormente, se dibujan con trazos y
espacios (generalmente en una proporción de 1 a 3, entre espacio y trazo), y se utilizan para
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indicar componentes o elementos situados por encima del nivel del plano de corte en una planta
(cualidades de un cielorraso, posición y forma de lucernarios cenitales, posición y tamaño de
vigas, desniveles de techos, etc…). En algunos casos en particular, Este tipo de línea se utiliza
para dibujar en una planta, elementos que existían y han sido retirados, o que deberán ser
retirados (muros o tabiques a demoler). Como en el caso anterior, éstas líneas se dibujan con
espesores de trazo de baja graduación respecto del contexto de espesores generales del dibujo
(gráfico 16, eje de medianera y proyección de balcones de primer piso).
Gráfico 16
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•
Planos de detalles
Existen los llamados planos de detalles, que suelen ser desarrollados en escalas de entre 1:25 a
la escala natural, es decir 1:1, según sean detalles constructivos, de carpinterías, de plegados,
etc…
Por lo general éstos planos se refieren a parcialidades de los objetos arquitectónicos
involucrados en los mismos, y tienen finalidades muy específicas (gráficos 17 y 18 y 19).
Gráfico 17
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Gráfico 18
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Gráfico 19
Nota:
Los gráficos y dibujos utilizados en el presente trabajo son de producción original propia.

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