Cambios y caminos de la crianza
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Cambios y caminos de la crianza
“Cambios y caminos de la crianza, desde un mirada integradora de lo individual, lo diádico- vincular, lo social y lo cultural” Lic. M. Soledad Martín En un nivel más macro a nivel social, podríamos decir que el concepto de Niñez fue modificándose de forma dinámica, compleja e intensa a partir del 1900 “En la Modernidad”, de forma gradual y no en todos los aspectos necesarios, la niñez fue concebida como el reconocimiento del niño diferenciado del adulto, con necesidades propias e individuales, logrando de a poco un rol más activo con relación a su desarrollo y capacidades. Un claro ejemplo de esto surge recién a partir de la Convención de los Derechos del Niño convertida en Ley Nacional en 1990. A partir de la cuál socialmente se reconoce al niño como sujetos de derechos propios que deben ser escuchados, mirados y respetados. Esto es importante porque como una sociedad piense al bebé, al niño, será el “lugar y el espacio real y simbólico” que le otorgue y reconozca, e influirá en las pautas o mejor dicho estilos de crianza que buscará fomentar, con claros objetivos; los cuales responderán no solo a aspectos sociales (políticos y económicos), sino culturales e individuales de cada familia. Estos objetivos son transmitidos de múltiples formas y medios, y los estilos de crianza constituyen ejes centrales para el logro de los mismos. Ya que por estilos de crianza podemos definir la forma en que los padres e instituciones cuidan de los niños, con relación a la alimentación, a las formas de dormir, y de vincularse y de relacionarse con los bebés y niños pequeños, y sobre todo a la forma y estilo de responder a las necesidades de los mismos. Un ejemplo de la relación entre los estilos de crianza, las pautas culturales y el sistema de valores de la cultura a la que pertenece el bebé y su familia es: Las mujeres de una comunidad pequeña al sur de África cargan a sus bebes en todo momento y le permiten “mamar” a “libre demanda” (como la definimos nosotros), los niños nunca duermen solos, estas pautas culturales se contrastan con las norteamericanas, en la cual las madres llevan a sus bebés en cochecitos durante largos períodos, lo alimentan a horarios prefijados y la pauta más aceptada es que el niño debe dormir solo. Queda claro como los niños de una comunidad pequeña y muy vinculada, sostiene como valor la integración social y las relaciones interpersonales, y la cultura norteamericana sostiene como valor la independencia social. En estos ejemplos queda claro como las pautas sociales y culturales están diseñadas para formar cierto tipo de ciudadano. Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM Sería muy interesante preguntarnos, pensar y reflexionar en encuentros interdisciplinarios, cuáles son los valores que como sociedad sostenemos aquí en nuestro país y en nuestra cultura. Ya que nuestras ideas sobre la crianza crean una red que reúne las experiencias personales adquiridas en nuestras propias historias y experiencias de crianza, y las ideas y valores culturales que guían e indican lo que es “normal” o “aceptable” en nuestra cultura. Como padres llevamos esta red vincular personal y cultural “dentro”, forma parte de nuestra individualidad y subjetividad, e influye intensamente en la crianza de nuestros hijos. Cada una de las madres, padres y familias poseen fuertes creencias y valores que llevan a actuar como lo creen más indicado. Por eso es tan común como la “madre reciente” no solo recibe “consejos u opiniones” de su propia familia de origen y ampliada, sino también de vecinos y de desconocidos cuándo sale a la calle con su bebé. Por lo tanto podemos plantearnos que existen tantas formas de crianza como personas existen, lo interesante en el trabajo con las familias es poder acompañarlos a reflexionar, co-pensar estas formas pudiendo identificar a partir de la observación de sus hijos, si las formas que eligen son las que realmente responden adecuadamente a las necesidades de ese bebé y de ese niño, que es único, singular e individual. Y así poder en muchas ocasiones encontrar caminos alternativos a los que creíamos que eran los “mejores”, los que se “debían”, o los que se consideraban “normales”. Los bebés nacen con una intensa necesidad de continuar su desarrollo en la vida extrauterina junto a su madre y a su padre, tanto desde el punto de vista fisiológico, neurológico, como psicológico, y el desarrollo de nuestra especie lleva mucho más tiempo en comparación con otras especies, por lo tanto como madres y padres son varios años en los que tenemos el desafío de tomar infinitas decisiones (conscientes e inconscientes) sobre la crianza de nuestros hijos, que tendrán su influencia en el desarrollo actual del niño y futuro adulto. Podríamos tomar como premisa que los dos primeros años son fundantes del desarrollo en todos sus aspectos. Estas vivencias y experiencias de crianza que se generan en el vínculo con la madre, el padre y otras figuras significativas que le brindan cuidado al bebé, serán las que generaran la riqueza de experiencias para esa niña/ niño que luego será madre/padre. Podríamos pensar que uno “es madre y padre” más por lo que “es” y no solo por lo que “hace”, sería algo así como que cada uno trata a su bebé como se trata así mismo, por eso nuestras ideas sobre la crianza y el cuidado del bebé/niño son estructuralmente coconstruidas y co-creadas en el vínculo entre el adulto y el bebé, y están fuertemente influidas por la cultura y la sociedad a la que pertenecemos, tal como lo está nuestra forma de vestirnos y de alimentarnos. Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM Las formas y estilos de crianza fomentadas por profesionales como las Puericultoras (expertas en los cuidados y crianza de los bebés y niños pequeños), Psicólogas especializadas en Maternidad y Primera Infancia, Pediatras, Docentes, etc., están influenciadas por las investigaciones realizadas durante los últimos cincuenta años, en psicología del desarrollo y evolutiva, en neurociencias, en antropología y en etnopedíatria entre otras ciencias. Es así como pueden surgir preguntas centrales que hacen a los estilos de crianza, tales como: Porque es favorable para la mujer caminar durante el trabajo de parto y lograr estar lo más sentada o acuclillada posible durante el trabajo de parto y parto? Porque es importante favorecer el contacto inmediato mamá-bebé durante la primera hora de vida del bebé? Porque el bebé necesita de la mirada materna desde los primeros momentos para activar al máximo su red neuronal? Cuánto debe dormir un bebé y de qué forma? Que entendemos por “libre demanda” para el amamantamiento adecuado del bebé? Porque es tan importante la lactancia materna y la alimentación complementaria para el desarrollo de la individualidad y la personalidad? Como debe ser el proceso de destete? Hasta cuándo amamantar? Porque el pecho materno constituye una experiencia de mayor riqueza que la mamadera? Es necesario el uso del chupete? A qué edad el niño necesita socializar con otros niños? Cuál es la importancia del juego y del lenguaje en la crianza? Cuál es el momento de “dejar los pañales”? Como el niño construye límites internos y externos? (como opuesto a “poner límites”) Y así podríamos seguir con muchísimas preguntas que hacen a los estilos de crianza que día a día llevamos a cabo durante varios años de nuestros hijos. Gracias a las Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM investigaciones realizadas construimos fuertes ideas de cómo responder lo más adecuadamente posible a las necesidades de los bebés y de los niños. Sin olvidarnos que estas investigaciones están realizados por investigadores que pertenecen a una determinada cultura que no siempre es la nuestra. Culturalmente nosotros valoramos más “lo importado” lo pensado “afuera”, por eso muchas veces adoptamos teorías por ejemplo “doctrinas de adiestramiento o entrenamientos” sobre el sueño del bebé que no son homologables con nuestras formas de crianza, o por lo menos para la consciencia cada vez más instalada en nuestra cultura de madres y padres más sensibles y con mayores capacidades para responder activa y empáticamente a las necesidades de sus bebés y niños. Responder linealmente a cada uno de estos interrogantes nos llevaría a generar un “manual de crianza”, lo cual nos alejaría más del objetivo de acompañar genuinamente y respetuosamente a las madres, a los padres y a las familias sobre las necesidades únicas e individuales de cada uno de ellos, pudiendo reflexionar y co-pensar sobre aquello que es necesario para ellos. Establecer “tips” para una crianza adecuada, implica establecer “reglas” de crianza, que anulan la capacidad de las madres, padres y familias, para pensar caminos alternativos y válidos para su “hijo que es único y singular”, y que necesita de la capacidad materna y paterna de observarlo atentamente para que dialécticamente y vincularmente pueda avanzar en los distintos aspectos de su desarrollo. Gracias a los conocimientos de los últimos años, los estilos de crianza han evolucionado muchísimo, se han vuelto dinámicos, más flexibles y cambian a medida que cambia la sociedad, por eso es importante detenernos a pensarlos, e interrogarnos como sabemos todo lo que sabemos, ya que como sociedad continuamos manteniendo pautas rígidas de asistencia, de cuidados y de crianza. Como por ejemplo: • Que las mujeres continúen teniendo partos acostadas, que las apuren en el trabajo de parto y que muchas veces no les permitan estar acompañadas. • Desde la década del 70´ contamos con fuertes investigaciones que nos permiten conocer que los bebés y las mamás necesitan estar juntos y contacto desde el comienzo de la vida extrauterina, para poder afianzar el apego entre ambos, el vínculo, y comenzar con la lactancia materna, en la primera hora que constituye un período sensible diádico y tiene lugar la impronta entre ambos, que quedara como matriz fundante y como un sello de reconocimiento entre ambos. Entonces porqué cuándo las condiciones neonatológicas del bebé lo permiten, siguen separando a la díada. • Sabemos que el bebé necesita pautas de sueño seguro, entre una de las recomendaciones está el hecho de que duerman en posición supina (boca arriba), y Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM que es fundamental comprender que el contacto de la mamá-bebé es beneficioso para el desarrollo neurológico, fisiológico, y emocional. Y que el contacto directo durante los primeros meses y durante las horas de sueño favorece el proceso de adquisición y maduración de las diferentes fases del sueño, las cuáles el bebé regula adecuadamente si está en contacto con su madre, y también logran una sincronía en sus ritmos respiratorios. El contacto directo permite también el amamantamiento nocturno que es uno de los otros factores que protege al bebé del Síndrome de Muerte Súbita, y sobre todo favorece que la madre pueda descansar estando atenta a las necesidades de su bebé, entre otros beneficios. Sabemos que los bebés tiene numerosos despertares nocturnos y no duermen en su mayoría 8 hs seguidas y que necesitan por muchísimos factores del contacto y de la contención de sus cuidadores durante la noche. Entonces porqué pensamos que tenemos que enseñar a dormir al bebé, y que debería dormir toda la noche y no alimentarse seguido?, porque seguimos escuchando y pensando que el bebé “nos usa de chupete”?, y porque seguimos escuchando que es mejor que el bebé aprenda a dormir solo?, el bebé durante las primeras horas, los primeros días, semanas y meses, necesita del contacto materno las 24 hs del día para desarrollarse adecuadamente y sobre todo de la presencia física y emocional de sus cuidadores. Y necesita alimentarse y estar en contacto, cada vez que lo requiera. • También sabemos que el bebé y el niño pequeño necesita durante su primer año de vida sobre todo, el contacto, la contención, el sostén, la alimentación adecuada, la posibilidad de expresar sus propias iniciativas, y del movimiento en los brazos de su mamá, su papá y su familia. Sin embargo, aún escuchamos que el “UPA malcría”, que bebé/niño te “toma el tiempo”, que no ayuda a que el niño sea independiente, me pregunto que entendemos por independiente?, el niño alcanzará su autonomía e independencia, si previamente respondimos adecuadamente en forma empática, activa y sensible a sus necesidades. Porque de otra manera lo que lograremos son niños con altos niveles de acatamiento y sobreadaptación. Lo cual se aleja de la tan valorada independencia, y da cuenta del altísimo costo emocional que el niño obtiene por la falta de respuestas ambientales adecuadas, que en la mayoría de los casos responden más a pautas culturales y déficit individuales de la propia crianza de la madre y del padre, que a una mala intención consciente de los mismo. Los estilos adecuados de crianza se aprenden, si nos permitimos como mamás y papás aprender a partir de la observación, la adaptación e identificación de las necesidades de nuestros hijos. • También sabemos que la situación de alimentación específicamente del amamantamiento, es fundante para el desarrollo individual y vincular de la díada mamábebé, que comprende en sí misma la mayor riqueza y obtención de experiencia a partir de la interacción entre ambos, por el tiempo que lleva y perdura en la crianza, porque se ponen en juego de forma directa los intercambios de los cinco sentidos de ambos, donde tienen lugar las iniciativas de contacto, exploración, experimentación y de juego Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM del bebé, y en la cual las respuestas maternas favorables son fundamentales para la construcción de vivencias, registros, experiencias vinculares, fundantes para el sí-mismo del bebé. Y también para la adquisición del conocimiento y representaciones del símismo, de los otros significativos y del mundo que los rodea. Entonces es importante que sigamos promoviendo la necesidad de tomar la situación de alimentación como una de las más privilegiadas de la crianza para el desarrollo adecuado a nivel individual y vincular. De aquí el conflicto que muchas madres sienten al tener que conciliar su desarrollo profesional y actividad laboral con su desarrollo como mujeres-madres, por ejemplo: se promueve que las madres amamanten de forma exclusiva y a la libre demanda por lo menos hasta los seis meses, pero la licencia por maternidad no permite o mejor dicho no favorece esta recomendación tan aceptada socialmente, ya que la licencia abarca hasta los 45 días del bebé. Aquí se le presenta aquella mujer-madre que desea y elige amamantar una situación intensa de conflicto, en la cual muchas veces se produce una profunda disociación de su sí-mismo más profundo. Quedando por un lado aspectos de su sí-mismo ligados al desarrollo laboral y profesional, y por otro lado su ser mujer-madre que va más allá de su capacidad reproductiva, que implica el enriquecimiento de su identidad, de su desarrollo psicosexual, la ampliación de su símismo y la capacidad de llevar a cabo sus funciones de maternaje adecuadamente, y de forma reconocida y valorada socialmente y culturalmente. Por este motivo este ejemplo puede ampliarse para las mujeres-madres que no amamantan pero que desean y eligen estar presentes y ser las cuidadoras principales de sus bebés durante los primeros meses de vida. Alimentar lleva tiempo para ambos miembros de la díada, la crianza en general lleva mucho tiempo de presencia y constancia, de nuestra presencia tanto física como psíquica como madres y padres. Aceptar que el tiempo que lleva es el necesario para el despliegue de la individualidad del ser en desarrollo, es realmente producir un cambio importante en los estilos de crianza de nuestra cultura, en la cuál el tiempo que más se valora parecería ser el que usamos de forma individual. • Otro de los temas de crianza muy importante a partir de este modelo de pensar la crianza saludablemente y no desde la patología como ha sido en sus origines de investigación y estudio, es pensar como el bebé y el niño está preparado desde su vida intrauterina para co-construir límites durante su crianza. Ya desde el útero materno el bebé posee la percepción y porque no el registro, las sensaciones del límite, en un primer momento físico para luego en el encuentro con sus figuras más significativas en principio la madre, el padre, y demás miembros de la familia, y luego en la institución de la que formará parte; será un agente activo en el proceso de “co-construcción de límites”, como opuesto al hecho de “poner límites”. Hoy sabemos con certeza la importancia del Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM desarrollo vincular para poder conocer, pensar, sentir, y relacionarse con uno mismo y con los demás. Los límites no son necesarios ponerlos a partir de los dos años, como se creía hasta hace unos años, los límites se construyen en forma dinámica y dialéctica con un adulto significativo a lo largo del proceso del desarrollo (desde la vida intrauterina abarcando los primero años de la primera infancia). Para esta “co-construcción” es necesario pensar y reconocer en el bebé y en el niño su capacidad de ser activo y agente de su propio desarrollo, reconocerlo como único e individual, y tomar la firme decisión como mamá y papá de cumplir una función central en la crianza de nuestros hijos, la “función de respeto”. Entendida como la capacidad de adaptación de los padres (mamá y papá) que cuentan con un nivel mayor de autonomía y de recursos emocionales y cognitivos, a las necesidades del bebé y del niño que cuenta con un nivel menor de recursos y de autonomía. Esta capacidad y función de respeto materno y paterno, implica una decisión consciente de invertir el patrón de autoridad o de poder que culturalmente estamos acostumbrados. Por eso es necesario que aclaré que no implica la permisividad absoluta, que sería un “estilo de malcrianza” ya que es depositado en el bebé y en el niño la responsabilidad de cuidarse y regularse así mismo, lo que es igual a dejarlo solo para conocer, pensar y sentir a sí mismo, como a las demás personas significativas de su entorno. Llevar a cabo la capacidad materna y paterna de respeto tal como la definimos, implica reconocer al niño como un ser con sus propias iniciativas, con sus propias decisiones, gustos, sentimientos, preferencias y elecciones, que muchas veces se alejan de nuestras expectativas como madre y como padre, por lo cual surge así en el proceso de crianza y de co-construcción de límites la necesidad de aprender a “negociar”. Lo cual implica por parte del adulto la firme decisión de reconocer al bebé y al niño como un ser con sus propios derechos y su propia forma, que por su nivel de desarrollo necesita de la presencia y compañía constante de su madre y de su padre para aprender en está coconstrucción a reconocer y tomar registro de sus propias emociones, sus propios sentimientos, de sus propios pensamientos, y también con el paso del tiempo poder reflexionar las consecuencias de las negociaciones. El niño aprende así a tomar decisiones, a tomar gradualmente consciencia de cómo funciona este proceso de ser agente y autor de sus propias decisiones, pero en compañía de sus padres, en este proceso se encuentra como valor el respeto hacia uno mismo y así los demás, además del valor de tener un propio pensamiento con capacidad y sentido crítico del mismo. Es claro que hay temas que no se negocian como meter los dedos en el enchufe, tocar la plancha de la ropa, etc. Pero estos no son los que se repiten con mayor frecuencia en la crianza, en el día a día del niño, los que si se repiten son aquellos momentos de la crianza donde es necesario que nos detengamos, que busquemos reflexionar y pensar junto al niño sobre lo sucedido, sobre lo planteado y sobre lo deseado, y lo realizado. Pensar en la “co-construcción de los límites” lleva tiempo en comparación con el grito acompañado Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM de la afirmación: “No, porque yo lo digo”, pero todo depende nuevamente de los valores de crianza que sostengamos si queremos niños con iniciativas, seguros, confiados, y felices, para que continúen su desarrollo de forma integrada y llegar a ser adultos y ciudadanos con capacidad crítica, con iniciativas propias, con autonomía de pensamiento, solidarios, creativos, empatitos, respetuosos, con la capacidad de intercambiar y reflexionar con otros con una actitud respetuosa ante lo diferente o alejado de las propias expectativas. Parecería entonces, que “ese tiempo de mamá y papá” invertido y ofrecido para acompañar, co-pensar, co-reflexionar, y negociar con el niño vale la pena y pasa a ser un valor que sostiene un camino posible de crianza. Los temas de sueño, alimentación, control de esfínteres, y el proceso de construcción de límites, producen grandes, intensas e interesantísimas discusiones y reflexiones, quizá porque son temas de crianza centrales de la primera infancia que son constitutivos para la formación del sí-mismo, del Ser y de la Persona, y finalmente del tipo de sociedad que nos proponemos crear. Consideró que nos detenemos a pensar y reflexionar sobre los distintos aspectos y estilos de crianza porque de una forma u otra (más conscientes o más inconscientemente) estamos comprometidos con este tema y deseamos intensamente una sociedad, una comunidad, instituciones, familias y niños, con niveles de desarrollo más integrados y saludables tanto psicofísicamente, emocionalmente, cognitivamente como socialmente. Acompañar a los padres en los procesos y caminos de crianza elegidos, implica llevar a cabo un trabajo único e individual y por eso artesanal. Promoviendo pautas de crianza adecuadas y saludables para cada familia, partiendo de la observación, la contemplación y el respeto de la individualidad de aquel con quien trabajamos; desde la atención a la díada mamá-bebé y padre del bebé, como al resto de la familia, y con relación a los demás profesionales con los que trabajamos. Como sociedad estamos acostumbrados por nuestro paradigma cultural a pensar y trabajar con el objetivo de prevenir la patología o la disfuncionalidad, porque respondemos a modelos pensados y desarrollados desde la patología y no desde modelos de salud que nos permitan llevar a cabo acciones concretas de Promoción de la Salud para la Primera Infancia. Sosteniendo estas acciones en valores tales como la observación, el respeto, la escucha, la comprensión, la empatía, la generosidad, la autenticidad y el amor. Manteniendo estas acciones sostenidas en estos valores culturales, podríamos afianzar y también lograr co-construir nuevos recursos y herramientas de pensamiento y abordajes de la crianza, enriqueciéndonos como personas y profesionales, en la experiencia Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM vincular que implica el intercambio y la reflexión con las distintas familias, sobre los diversos caminos de crianza posibles. Esto suena también a “algo así como un Antídoto” que nos ayudará para prevenirnos de “viejos estilos de crianza” responsables del individualismo, comprendiéndolo como una de las patologías más actuales, y como lo opuesto a la autonomía y al respeto por la individualidad, ambos pilares para dos logros fundamentales, que comprometen aspectos individuales, como sociales y culturales: 1. Una crianza y desarrollo favorable de los bebé y de los niños 2. Modelos de promoción de la salud que favorezcan formas de maternaje, de crianza, de atención en salud, de educación, acciones sociales y normas legislativas, sostenidas en valores y funciones tales como el amor, la ternura, la empatía, el cuidado, la cooperatividad, reflexividad, y el respeto. Lic. M. Soledad Martín Directora de la Tecnicatura Universitaria en Puericultura y Crianza (FUNDALAM-UNSAM) Directora del Centro de Orientación y Asistencia para la Primer Infancia (COAPIFUNDALAM) Bibliografía recomendada para profundizar y ampliar: Bowlby, J. (1998a). El Apego. Barcelona-Buenos Aires: Paidos. Hoffmann, J.M. (1994a). Nuevo Campo, Revista Psicoanálisis ApdeBA. Vol. XVI, Nº 3, 511541. Buenos Aires, Asociación Psicoanalitica de Buenos Aires. Hoffmann, J.M. (1994b). Espejamiento. Revista de la Asociación Argentina de Psicoanálisis de Grupo. XVIII., Nº 1, 81-115. Buenos Aires. Hoffmann, J. M. (1997). Experiencias de una Investigación. Psicoanálisis APdeBA, 69-93. Hoffmann, J.M., Popbla,L. Duhalde, C. (1998a). Early Initiative and Environmetal Response. Infant Mental Health Journal, 1-32. Hoffmann, J.M. (1998b). ¿De quién es la cuchara? La relación de alimentación padresbebé, La Alimentación en la Primera Infancia, y sus efectos en el desarrollo, Asociación Psicoanalítica Mexicana A.C. Fundación Lactancia y Maternidad Av. General Paz 898 (esq. Cuba) C1429ELV Tel: 4701-0077 /7444 [email protected] - www.fundalam.org.ar - www.facebook/FUNDALAM Hoffmann, J.M. (1998c). El Respeto Madre-Bebé. Revista Relaciones. Montevideo Uruguay. Martín, M. Soledad. (2007). Iniciativa Infantil y Respuesta Materna: determinantes del símismo temprano. Revista Clínica e Investigación Relacional, 1, N° 1, 240-245. Madrid, España. Martin, M. Soledad. (2005-2010). Iniciativas Infantil y Respuesta Ambiental durante la lactancia materna de 0-4 meses, matrices fundantes del sí-mismo temprano. Universidad de Salamanca, España- Salamanca: Tesis doctoral. Martín, M. Soledad. 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