"Río Duero, río Duero" Fitxer
Transcripción
"Río Duero, río Duero" Fitxer
RÍO DUERO, RÍO DUERO Gerardo Diego, de Soria (1923) Contextualización Santander, 1896 Literatura siglo XX española del Generación del 27 Premio Nacional de Literatura (1925) y el premio Cervantes (1979) Madrid, 1987 Gerardo Diego Río Duero, río Duero Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja, nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua. Quién pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha, cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua. Indiferente o cobarde la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada. Río Duero, río Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada, Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas. sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras. Y entre los santos de piedra y los álamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras. Gerardo Diego, 1923 Tema Oda al Río Duero Olvido del río por parte de la población Los enamorados Estructura Externa Este poema es un romance Arte menor con versos octosílabos Rima asonante Tiene un punto de vista subjetivo Estructura Interna Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja, nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua. Indiferente o cobarde la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada. Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas. Y entre los santos de piedra y los álamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras. Quién pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha, cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua. Río Duero, río Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada, sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras. Recursos Estilísticos Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja, nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua. Quién pudiera como tú, a la vez quieto y en marcha, cantar siempre el mismo verso pero con distinta agua. Indiferente o cobarde la ciudad vuelve la espalda. No quiere ver en tu espejo su muralla desdentada. Río Duero, río Duero, nadie a estar contigo baja, ya nadie quiere atender tu eterna estrofa olvidada, Tú, viejo Duero, sonríes entre tus barbas de plata, moliendo con tus romances las cosechas mal logradas. sino los enamorados que preguntan por sus almas y siembran en tus espumas palabras de amor, palabras. Y entre los santos de piedra y los álamos de magia pasas llevando en tus ondas palabras de amor, palabras. Gerardo Diego, 1923 Queralt Blanch Ferrer Aina Galceran Salabert Aina Garcia Roura Paula Plaja Abad