PROYECTO CARDENAL AMARILLO
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PROYECTO CARDENAL AMARILLO
CARDENAL AMARILLO (Gubernatrix cristata) Diagnóstico sobre la situación de la especie en la provincia de La Pampa y sudoeste de la provincia de Buenos Aires Responsable: Lic. Marcelo E. M. Pessino DIRECCIÓN DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES – SECRETARÍA DE DESARROLLO SUSTENTABLE Y POLÍTICA AMBIENTAL DIRECCIÓN DE RECURSOS NATURALES DE LA PROVINCIA DE LA PAMPA Junio de 2001 1 AGRADECIMIENTOS Agradezco a continuación a quienes han contribuido en forma abierta y desinteresada para la elaboración del presente trabajo: * A la señorita Paola Germain y a los señores: Pablo Borrás, Gustavo Carrizo, Raúl Cuesta, Nestor Del Cueto, Martín de la Peña, Kaspar Delhey, Marcelo Dolsan, Cristobal Doyni Cabré, Mariano Fernandez, Eduardo Fiorucci, Rosendo Fraga, Enrique Justo, Anibal Lopez Guerra, Heinz Oppliger (Fundación Federico Wildermuth), Horacio Pazos, Horacio Riesco, Richard Robert, Miguel Romero, Sergio Salva, Ramón Serracín, Fabián Titarelli, Rodrigo Tizón (Asociación Tellus) y Marcelo Turnes. * A los señores aficionados, comerciantes y avicultores, que han transmitido sus conocimientos y experiencias en el tema. * A las administraciones del recurso fauna de las provincias de: Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, Santa Fe, Tucumán, Tierra del Fuego y a la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación). 2 PROYECTO CARDENAL AMARILLO Antecedentes e importancia del proyecto El comercio de fauna ha sido tradicionalmente motivo de controversias entre distintos sectores de la sociedad, y suele demandar un importante caudal de esfuerzos y presupuesto a las autoridades administrativas encargadas de regularlo. Ambos problemas suelen ser consecuencia de la falta de conocimiento sobre cuestiones básicas tanto de la situación y biología de la especie como de los mecanismos y estructura del comercio legal e ilegal. Experiencias de uso sustentable como la del loro hablador (Amazona aestiva), demuestran que, a partir de conocer esas variables no sólo se puede determinar con alto grado de certeza la posibilidad que una especie sea comercializada sin sufrir detrimento o mejorar los mecanismos de control, sino que también se puede implementar un sistema más abarcativo donde tengan relevancia aspectos tales como la conservación de la especie y la función social que debe tener su eventual comercio. Entre las especies más controvertidas se encuentran aquellas que están sometidas a un comercio ilegal y el cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) es un claro ejemplo que merecería una urgente definición. A pesar que las normas vigentes prohiben su captura, este paseriforme endémico de América del Sur es una especie muy demandada como ave de jaula desde hace un siglo. Por otro lado, existe una marcada coincidencia por parte de distintos autores y organizaciones conservacionistas en que la especie es rara en la mayor parte de su distribución y que sufre una notable declinación (Chebez, 1994; Narosky y Di Giácomo, 1993; Nellar Romanella, 1993; Ridgely & Tudor, 1994; De Lamo et al, 1995; IUCN, 1996; Bertonatti y López Guerra, 1997). La alteración de los ecosistemas que la especie habita también ha contribuido a alcanzar esta situación debido a su transformación en áreas para uso ganadero y extracción maderera. En consecuencia, resulta necesario adquirir una serie de conocimientos básicos sobre la especie (tales como datos sobre su biología y ecología, posibilidades de cría en cautiverio, etc.), y sobre las características de su comercialización (área donde se realiza, volúmenes implicados, épocas, cadena de comercio, etc.). A partir de estos elementos, las autoridades administrativas contarán con un claro cuadro de situación sobre las reales amenazas que pesan obre esta especie y dispondrán de un plan de manejo preliminar sobre el cual podrán decidir la política de conservación que resulte más efectiva y oportuna. 3 Diagnóstico sobre la situación de la especie en la provincia de La Pampa y Sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Para una primera etapa en el marco de este proyecto se ha tenido como objetivo reunir y resumir el conocimiento existente sobre la especie, a través de la ejecución de las siguientes tareas: 1- Relevamiento bibliográfico. 2- Encuestas a administradores, comerciantes, aficionados a las aves de jaula, ornitófilos y conservacionistas. 3- Indagar sobre el status legal y poblacional. Con esta información se elaboró un diagnóstico sobre la situación del cardenal amarillo a través del cual se contará con elementos suficientes para decidir con mayor precisión los datos que serán necesarios obtener durante la realización del proyecto. A continuación se detallan la metodología utilizada para arribar al objetivo deseado y las conclusiones obtenidas en las tareas realizadas. 1- Relevamiento bibliográfico Se reunió información publicada sobre el cardenal amarillo la cual se cita en el Anexo 1. La misma fue obtenida en bibliotecas de entidades vinculadas a la temática y a través de consultas con especialistas, quedando disponible para quienes sean responsables de la prosecución del proyecto. Los temas objeto de los trabajos publicados y el número en que se han producido se detallan a continuación: Tema N° de publicaciones Distribución 10 Conservación (status, factores regresivos) 14 Observaciones. Descripción de hábitos y nidos 5 Descripciones generales 5 Cría en cautiverio 1 4 2- Encuestas y entrevistas a administradores, comerciantes, aficionados e investigadores y ornitófilos. Las encuestas son herramientas útiles para evaluar el estado de opinión de los diferentes grupos de interés en relación con el objeto de análisis. Numerosos intentos de gestión de especies silvestres fracasaron por no tener en cuenta estas opiniones. En este caso, es importante aclarar que las encuestas se dirigieron a personas directamente vinculadas o con conocimiento de la problemática o el estudio de la especie, y no al público en general. Dentro de este marco de referencia, el contenido y los objetivos de las encuestas variaron según el grupo de interés hacia el cual estaba dirigido la misma (Anexo 2). En este sentido, se consideró administradores a los integrantes de las reparticiones encargadas de la administración del recurso fauna en las jurisdicciones provinciales y nacional; comerciantes a personas que se dedican o dedicaron a la venta de aves de compañía en locales habilitados; como aficionados se incluyeron a quienes tienen como afición y pasatiempo la tenencia de aves de jaula en sus hogares, de este grupo se desprenden y agruparon a los criadores que son quienes han tenido experiencias exitosas de cría en cautiverio de cardenales amarillos. Entre los investigadores se incluyó a profesionales de campo no necesariamente dedicados en forma exclusiva al estudio de la especie; el grupo de los conservacionistas comprendió a integrantes de entidades vinculadas a la protección del ambiente y, finalmente se consideraron a los ornitófilos, personas que se dedican a la observación de aves con experiencia suficiente como para lograr su identificación. El diagnóstico consta de una primera parte en la cual se describen los resultados obtenidos en el relevamiento entre las administraciones de fauna silvestre (sección A). A continuación se detalla la información obtenida a través de las encuestas efectuadas a los sectores involucrados en la problemática: aficionados, comerciantes, investigadores, conservacionistas y ornitófilos (sección B). Posteriormente, se compilan datos sobre la crianza de cardenales amarillos (sección C) y se brinda una descripción sobre la situación de la especie en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires (sección D). Finalmente se desarrolla el apartado Discusión y conclusiones, como epílogo del trabajo. 5 A. Encuestas a los administradores del recurso fauna silvestre. La información solicitada estaba referida a aspectos tales como el estado legal, la magnitud y tendencia del comercio ilegal, posible procedencia de los cardenales amarillos objeto de esta actividad y tendencia de las poblaciones en los últimos diez años en las respectivas jurisdicciones. Se recibieron 15 encuestas de las cuales 14 correspondieron a administraciones provinciales (entre las cuales no está incluida La Pampa) y la restante a la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación), brindando las respuestas la siguiente información: 1- El cardenal amarillo está protegido en todas las jurisdicciones donde la especie se distribuye e inclusive en otras donde la especie no está presente, las normas legales contemplan también este aspecto. 2- Respecto del comercio ilegal, el 33% de las administraciones lo consideraron frecuente en sus jurisdicciones, el 40% de baja magnitud y no observado en el 27% de los casos. (Figura 1) 3- En los últimos 5 años el comercio de cardenal amarillo se incrementó según el 13% de las encuestas, disminuyó para el 20% y se mantuvo en el 13% de las jurisdicciones restantes. Se respondió no sabe/no contesta en el 54% de los casos. (Figura 2) 4- Las provincias donde el cardenal amarillo se distribuye (un total de 10) indicaron que las poblaciones de la especie declinaron durante los últimos 10 años en 7 de las jurisdicciones, respondiendo las 3 restantes no sabe/no contesta. 5- Los cardenales amarillos incautados procedían de las siguientes provincias o regiones (el ordenamiento de las mismas es por orden alfabético): Córdoba, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Río Negro, San Luis, Santa Fé, Santiago del Estero, Salta y finalmente el noreste del país. Para el caso particular de La Pampa, se menciona que los especímenes decomisados provenían de la ciudad de General Acha. 6 B. Encuestas a sectores involucrados en la problemática del cardenal amarillo. Encuestas a comerciantes y aficionados a las aves de jaula en la provincia de La Pampa. Aquí la información provino de dos grupos que si bien tienen objetivos diferentes, se encuentran íntimamente ligados sobre todo en el aspecto de la obtención de las aves. Los aficionados, pese a que no tienen generalmente como propósito prioritario la venta, es muy frecuente que realicen intercambios entre ellos y con comerciantes para obtener nuevos ejemplares. En numerosas ocasiones los integrantes de estos grupos fueron reticentes en responder las consultas e inclusive, en el caso particular de los aficionados, no accedían a mostrar sus pajareras. Se realizaron 26 encuestas y los resultados fueron los siguientes: 1- El 96% de los encuestados consideraron al cardenal amarillo como una especie de alta demanda en la comunidad y solo el 4% de demanda media. Es de mencionar que quienes optaron por indicar que el cardenal amarillo es una especie de demanda media fueron comerciantes. 2- Otras especies indicadas como de alta demanda en la comunidad fueron el picahueso (Saltator aurantiirostris) en el 26% de las encuestas, el cardenal común (Paroaria coronata) en el 12%, y los canarios en el 8% (Figura 3). Entre las aves consideradas de demanda media se señaló al cabecita negra (Carduelis magellanica) en el 48% de las encuestas, a jilgueros (Sicalis flaveola) en el 30%, picahuesos (Saltator aurantiirostris) 27% y a las cotorras (Myiopsitta monacha) en el 19% de las mismas. También se incluyeron en este grupo a mistos (Sicalis luteola), cardenales comunes (Paroaria coronata), corbatitas (Sporophila caerulescens), ladrillitos (Poospiza ornata), vizcachitas (Poospiza torquata), loros barranqueros (Cyanoliseus patagonus), naranjeros (Thraupis bonaeriensis) y canarios (Figura 4). Entre los aficionados es frecuente la mención de la reinamora (Cyanocompsa brissonii) y el rey del bosque (Pheucticus aureoventris) como especies preferidas. En el Anexo 3 se listan especies no distribuidas o de distribución marginal en la provincia de La Pampa, que fueron observadas enjauladas a lo largo de la elaboración de este diagnóstico. 3- En relación a la importancia que tiene la captura de las aves como fuente de ingresos para quienes la practican, en el 40% de las encuestas se consideró que se caza como una 7 actividad económica secundaria, registrándose pocos casos en los que se considera que la misma reviste importancia para la subsistencia (8%). Una parte importante de la actividad es realizada por jóvenes pre adolescentes y adolescentes, quienes capturan sobre todo en áreas periféricas a las ciudades o localidades. Otro sector involucrado es el de las personas a las que les atrae esta práctica y no tienen trabajo fijo. 4- El comercio de cardenales amarillos se incrementó en los últimos 10 años según el 42 % de las encuestas y decreció para el 38% de las mismas. Se señalaron entre las causas que motivaron la menor intensidad de esta actividad la merma de la especie junto a los altos costos que implica salir a capturarlos (60%) y por otra parte debido a los controles existentes (30%). El 4% de las encuestas indicaron que el comercio se mantuvo de manera intensa en el período consultado (Figura 5). 5- Las áreas mencionadas como de captura son principalmente Cuchillo Có y La Adela y en menor medida las de La Reforma, Victorica y Luan Toro. El cardenal amarillo ha mermado pronunciadamente desde la década del 60’ al norte de la provincia en la zona de Luan Toro, Victorica y Telén (área donde algunos encuestados han percibido una recuperación de las poblaciones), Carro Quemado, Caleufú y más al sur en Alpachiri, Bernasconi, San Martín, Perú, al este de Padre Buodo y en la zona de Lihue Calel. En la localidad de Guatraché se obtuvieron indicios de flujo de cardenales hacia Santa Rosa y la ciudad de Bahía Blanca (las localidades mencionadas se indican en el Mapa 2). El comercio está considerado como la principal causa que ha provocado la disminución de las poblaciones de cardenal amarillo, en menor medida se señala a los incendios de campos y ocasionalmente el uso de pesticidas en los cultivos que afectarían las áreas cercanas de monte. Un comentario reiterado es que en los sitios donde no se permite su caza se puede observar una pronta recuperación de las poblaciones de la especie. 6- Se menciona la presencia de cazadores y compradores provenientes de Córdoba, Buenos Aires, Bahía Blanca, Río Colorado y Santa Fé, en el pasado reciente y actualmente. En la década del 60’ y durante los 70’ era importante la salida de cardenales a través del ferrocarril, medio de transporte que fue reemplazado en la década del 80’ por los ómnibus de larga distancia. A través del ferrocarril se transportaban hacia Buenos Aires especímenes provenientes de la provincia de San Luis 8 y localidades pampeanas como Luan Toro, Victorica, Caleufú y de la zona de Hucal. Se obtienen indicios que en la actualidad sigue vigente el transporte de cardenales a través de ómnibus. 7- Entre los métodos de captura se señaló la utilización de trampas jaula con llamador, haciéndose uso en ocasiones de grabaciones con el canto de cardenales. Otro elemento que se utiliza es el vulgarmente conocido como pega-pega, sustancia adhesiva que se coloca en los alambrados al costado de la trampa, donde las aves quedan pegadas una vez que se posan. Algunos tramperos evitan su utilización por los daños que provoca al animal, los cuales quedan adheridos también por las alas al intentar desprenderse. Es frecuente la mención sobre colectivos adaptados para la caza de aves, que transformaban las bauleras en una especie de jaulones. Estas personas vienen preparadas para capturar con todos los medios conocidos, trampas, redes, gomas adhesivas, incluso también disponen de amplificadores por los cuales emiten grabaciones con los cantos de las aves. Debido a la rápida reacción de ataque que tiene cuando observa la presencia de un congénere, tanto en el caso de los machos como las hembras (estas últimas sobre todo en el período de nidificación), el cardenal es una de las aves de jaula más fáciles de capturar. Las hembras son generalmente liberadas porque no cantan, salvo cuando se quiere constituir un casal, pero entre los encuestados se menciona que en algunas ferias de pájaros de Buenos Aires se las coloreaba con témpera amarilla para ser vendidas como pichones de machos ¨pintando¨. Si bien se indica por parte de los encuestados que hay quienes capturan cardenales todo el año, otros no lo hacen debido a que numerosos animales mueren cuando se los atrapa en el período reproductivo. Esto ocurriría a pesar de las prácticas que se realizan para calmarlos una vez capturados, como por ejemplo el suministro de medicinas, tapar las jaulas o embolsarlos para dejarlos a oscuras, o retirarles plumas (sangría). La mayoría de las personas consultadas cazan cardenales desde febrero o marzo, otros desde mayo hasta agosto y setiembre. Los precios obtenidos varían según se trate de un animal amansado, un llamador, uno recién cazado, o una hembra. Estos dos últimos tienen menor valor que un ejemplar amansado, cuyo costo oscila entre $25 y $30 al consumidor, en menos oportunidades el monto señalado ascendió a $35. Por otra parte los cardenales llamadores, que generalmente no son vendidos por sus dueños, superan el valor de $100. Los tramperos venden los ejemplares sin intermediarios a montos de 9 entre $10 y $15, sean comerciantes o particulares. A través de INTERNET se halló una cita de Tudor G. et al. en la cual se indica que en las cercanías del Parque Nacional Lihue Calel se observó la venta de un cardenal amarillo a $80, en diciembre de 1992. 8- La información suministrada por este grupo indica que el cardenal amarillo prefiere las áreas de caldenar abierto y alto sin fachinal, que es más utilizado por los picahuesos (S. auratiirostris). Es común verlos en picadas al borde del monte alto (donde se los caza) y en aguadas y tanques de molinos. Un comentario recurrente es sobre la presencia de cardenales en caminos y contrafuegos, lo cual conduce a deducir a los encuestados sobre su preferencia por habitar áreas cercanas a los mismas y no tan adentro del monte. Los nidos los construye en renuevos (se mencionan de caldén (Prosopis caldenia) y molle (Schinus spp.)) en sitios no muy altos, resultando por lo general difíciles de hallar. Su canto se puede confundir con el de la aurorita (Diuca diuca), calandrias (Mimus spp.) y en menor medida con el del picahueso (S. auratiirostris). Por otra parte, el 40% de los encuestados negó tener conocimiento sobre las cruzas entre cardenal amarillo y la aurorita (Diuca diuca), en cambio el 28% confirmó haberlos observado en cautividad (12%), capturado (8%) o escuchado de su existencia a través de otras personas (8%). Durante el desarrollo de este trabajo posiblemente se haya hallado un ejemplar híbrido en cautividad, obtenido a través de una trampa. De acuerdo a lo señalado en el ítem 7 y en el presente, la respuesta de los cardenales a grabaciones con su canto y lo característico del mismo, sumado al inconfundible aspecto general del ave, son elementos que delatan su presencia o facilitan la identificación. Ello provee de herramientas comparativamente ventajosas respecto de otras aves en el momento de realizar determinadas evaluaciones útiles a los fines de su conservación (por ejemplo, estimación de abundancias). 9- Ante la consulta sobre si se conocía a personas que criaran cardenales amarillos en cautiverio exitosamente, el 32 % de los encuestados respondió afirmativamente pero aclarando que resultaba muy dificultoso y un 12% negó conocer experiencias exitosas de este tipo. Esta pregunta en particular permitió acceder a criadores con quienes posteriormente se realizaron entrevistas para conocer más detalladamente sus experiencias. 10 Entrevistas a investigadores, conservacionistas y ornitófilos Se entrevistaron a 17 investigadores, conservacionistas y ornitófilos. No solo se trató de personas residentes en la provincia de La Pampa, sino también del sudoeste de la provincia de Buenos Aires (principalmente de Bahía Blanca) y especialistas reconocidos a nivel nacional como es el caso de los señores Martín de La Peña y Rosendo Fraga. Es conveniente aclarar que prácticamente no se han encontrado personas que tengan como tema específico de estudio al cardenal amarillo. Son opiniones coincidentes en este grupo los siguientes puntos: El cardenal amarillo es una especie en retroceso debido a la captura desmesurada como ave de jaula y la destrucción de su hábitat. Requiere de urgentes medidas que reduzcan la presión de caza a la cual está siendo sometida. A esta situación contribuye en gran medida la escasa conciencia que tiene la comunidad sobre la problemática que atraviesa la especie. El estado de conocimiento sobre el cardenal amarillo es pobre en diversos aspectos. Las publicaciones elaboradas sobre la especie son escasas. (se dispone en la bibliografía compilada de gran parte de las publicaciones citadas por los integrantes de este grupo) Entre las acciones prioritarias se señalan, - coordinación regional de actividades tendientes a la conservación del cardenal amarillo (fiscalización, investigación). - definir metodologías para la evaluación de parámetros poblacionales de la especie útiles a los fines de su conservación. C. Entrevistas a criadores. A continuación se detallan aspectos de la cría en cautiverio desarrollada por 9 criadores que aseguran haber tenido experiencias exitosas. Cabe aclarar que se logró ubicar a estas personas a través de las encuestas realizadas a los integrantes de los otros grupos. La mayoría de los criadores entrevistados tuvieron éxito por su dedicación y perseverancia, probando diferentes alternativas en la medida que no alcanzaban el objetivo buscado. Los fracasos son frecuentes y a veces pasa mucho tiempo hasta lograr crías viables. Se apoyan fundamentalmente en la experiencia adquirida, no 11 acostumbrando a llevar anotaciones metódicas que describan el proceso recorrido hasta alcanzar una experiencia exitosa. Características del casal. Obtener una pareja reproductora de cardenales es difícil. Los animales deben estar muy mansos, acostumbrados a la vida en cautiverio y a la presencia humana, de allí que se intenta formar casales con cardenales nacidos en cautiverio. Una vez que se ha confirmado la capacidad de criar de una pareja, no debe separársela. El grado de amansamiento es tal en algunos casos que he observado como se les abría la puerta y uno de los cardenales salía del jaulón, se retiraba hasta perderse de vista y volvía a introducirse al mismo. Se ha indicado que algunos ejemplares han sido mantenidos en cautiverio entre 11 y 17 años. El alojamiento: jaulas y jaulones. Para la crianza de cardenales amarillos se observó la utilización de diversos tipos de jaulas y jaulones (o pajareras), diferenciados de esta manera según el tamaño de los mismos. Algunos criadores preferían mantener a la pareja de cardenales aislados durante el período reproductivo, en tanto otros indicaron que el casal podía tener crías conformando un grupo mixto de pájaros, pero evitando la presencia de otros cardenales amarillos. Para parejas aisladas las dimensiones de las jaulas variaron entre 1,0 x 0,40 mtrs.; 3,0 x 2,0 mtrs., y 1,5 x 2,0 x 2,0 mtrs. de altura. Un jaulón observado tenía un tamaño de 5,0 x 4,0 x 2,5 mtrs. de altura, en este caso (y en la generalidad de los jaulones) los cardenales convivían con numerosas especies de pájaros y otras aves de hábitos caminadores como tinámidos y codornices e inclusive faisanes. En los alojamientos de mayores dimensiones se suele colocar un renuevo de caldén u otro árbol, el cual es utilizado como percha o para instalar los nidos. Debe cuidarse la presencia de ratas por lo que se debe mantener la higiene de la pajareras, teniendo algunas de ellas el piso de cemento con el fin de facilitar su limpieza. Construcción del nido. Las características de los nidos también varían según los diferentes criadores. Así hay quienes dejan disponibles a los cardenales nidos de canarios, o pre–armados de alambre y palos de caldén, colocados en ocasiones sobre plantas ubicadas dentro del jaulón (en 12 los sitios donde se insertan ramas). También se utilizan canastos de damajuana o símiles de alambre tejido con gramilla o paja por dentro, colgados del alambrado y cajas de madera con techo tipo alero de 17 cm² de base y 25 cm de altura. En el piso se dejan diversos elementos que serán utilizados por los cardenales amarillos para dar forma definitiva al nido como hilo lonero blanco, trozos de trapo de piso, hebras, cerdas de caballo, cuero de ciervo, ramitas de caldén con espinas, pajitas, gramilla, palitos, alfalfa. Algunos criadores dejan disponible lana pero otros evitan hacerlo. Apareamiento, incubación, nacimiento de los pichones. Para aparearse la pareja debe tener tranquilidad y según algunos deben estar aislados. Otros criadores que tienen al casal en jaulones junto a otras aves, las cuales nunca deben ser cardenales amarillos, dicen que esta situación no estorba el proceso reproductivo. El cortejo es muy llamativo, la hembra ¨llama¨ al macho aleteando en el piso o sobre una rama o palo. El número de huevos por nidada es generalmente de 2, aunque también se dan 3 y hasta 4. Los pichones no nacen sincrónicamente, crían 2 en la mayoría de los casos, cuando nacen tres perece muy frecuentemente el que proviene del último huevo en eclosionar. Es común la pérdida de nidadas por huevos ¨sin engalladura¨. Para favorecer el proceso de incubación se suele compartimentar el sitio donde se halla el nido, o se lo ubica en la jaula donde este propósito se logre en mayor medida. La incubación dura entre 12 y 14 días luego de la puesta del último huevo, otros señalan que la misma se prolonga 16 días. En este período y hasta que los pichones salen del nido, la hembra no debe molestarse. Realizan 3 y hasta 4 puestas de setiembre a enero y según algunos de los criadores hasta febrero. Cuidado del pichón. Desde el nacimiento de las crías en adelante se produce el período más crítico de la crianza en cautiverio y el mayor escollo se plantea con la alimentación del pichón. Es muy frecuente que quienes se propongan criar cardenales amarillos, observen que este proceso se produzca en condiciones normales hasta la puesta y nacimiento de las crías, pero es a partir de este momento cuando hay mayores posibilidades que este proceso se interrumpa. La primera semana de vida del pichón es clave y suelen morirse por carecer del alimento adecuado que los padres no pueden suministrarle. 13 Aquí se proponen diversos alimentos que varían en función del éxito que han tenido los distintos criadores. Las propuestas pasan desde alimentos ¨vivos¨ de origen silvestre hasta balanceados. Para algunos criadores es necesario darle alimentos que el cardenal encontraría en el medio natural y vivos, de tal manera que su movimiento estimule la captura. Así les ofrecen lombrices, mariposas (vivas o muertas), mariposas de luz, bichos canasto, tenebrios, hormigas, gusanos de mosca, gusanos de la cera de abejas, gusanos que proliferan en el pan con agua y caracoles. Otros alimentos consisten en galletas o bizcochos en agua, pan con leche, huevo duro. También se utilizan balanceados solos y mezclados con insectos o directamente balanceados elaborados a base de insectos secos. La alimentación de los pichones está a cargo tanto del macho como la hembra. La hembra permanece más tiempo en el nido. Hay criadores que prefieren dar el alimento espaciadamente, observando cuando el pichón tiene hambre pero ello sin perder continuidad. También algunos sugieren sacar el macho cuando el pichón comienza a alimentarse solo, porque suele atacarlo. Antes de aprender a volar los pichones tienen el hábito de lanzarse desde el nido y desplazarse en el piso de la pajarera. Esto puede provocar que los mismos se lastimen, sobre todo si el nido está muy alto. Para solucionar este tema se coloca una chapa o tabla por debajo del mismo para evitar una caída que pueda resultar peligrosa para la integridad de las crías. D. Situación del cardenal amarillo en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires. Con la finalidad de obtener un panorama de la situación de la especie en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, se consultó a investigadores pertenecientes a la Universidad Nacional del Sur, ornitófilos de la zona de Bahía Blanca y Carmen de Patagones y miembros de entidades conservacionistas de la primera de las ciudades mencionadas. Es generalizada la opinión de la delicada situación de la especie en la región. Se considera que su captura es uno de las causas de la disminución, pero el desmonte es un factor determinante para el futuro del cardenal amarillo (Los caldenares del sudoeste de la provincia de Buenos Aires son considerados por Bertonatti (1997) un área a proteger con carácter prioritario). Sobre todo en la zona de Carmen de Patagones se mencionan los efectos negativos de los incendios en campos naturales. Tanto en las 14 zonas de influencia de Bahía Blanca como de Carmen de Patagones y Viedma (provincia de Río Negro), es opinión coincidente que los cardenales amarillos han desaparecido y cada vez hay que alejarse más para poder observar algunos pocos animales. En el caso de las dos últimas ciudades mencionadas, uno de los encuestados señaló que hay que recorrer entre 80 y 150 km para encontrar cardenales. El conocimiento de la especie se limita en la región a citas de avistamientos. Las áreas donde aún es frecuente hallarlo son las zonas de transición entre el Monte y el Espinal, en los partidos de Puan y Villarino, sin embargo su presencia no es frecuente. K. Delhey (Univ. Nac. del Sur, com. pers.) registró en el área de Laguna Chasicó un leve incremento de las poblaciones comparando con observaciones de hace 7 años, pero aclarando que ello puede deberse a cuestiones de índole metodológica. Precisamente esta laguna está comprendida en un área protegida provincial, que hasta el momento no tiene una implementación efectiva como tal. En la ciudad de Bahía Blanca, se comprobó que el cardenal amarillo era comercializado ilegalmente en al menos cinco comercios durante el año 2000, variando sus precios entre $12, $15 y hasta $50. Aparentemente la especie no es de las más demandadas por la comunidad y por otra parte no existen prácticamente actividades de fiscalización en la ciudad (Asociación Tellus, com. pers.). En la ciudad de Guatraché (La Pampa) se registró la posible compra (en forma regular) de cardenales por parte de un comerciante de la ciudad de Bahía Blanca. Por otra parte, procedimientos realizados por la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación), comprobaron la procedencia de especímenes de la ciudad de Carmen de Patagones. En esta ciudad y Viedma, si bien se continúa comercializando, no es en la misma escala que hace 8 o 10 años atrás cuando numerosos ejemplares eran destinados a Constitución, Pompeya y Wilde, entre otros lugares. En el mapa 3 se pueden ubicar las localidades mencionadas en el desarrollo de este punto. Discusión y conclusiones En la bibliografía relevada se observa que son escasos los conocimientos sobre la biología y ecología de la especie. El grueso de las publicaciones se restringen a registros sobre su distribución y trabajos que indican el estado de conservación del cardenal amarillo. Estas últimas hacen referencia fundamentalmente a que la especie está categorizada como amenazada, siendo las principales causas de este estado la captura 15 para ser comercializada como ave de jaula y la modificación de sus hábitats. Sin embargo prácticamente no existen evaluaciones que indiquen la real magnitud del efecto de ambos factores regresivos para las poblaciones silvestres. Por otra parte, si comparamos publicaciones recientes o datos obtenidos a través de las consultas realizadas para este diagnóstico, con referencias de naturalistas de las primeras décadas del siglo pasado como las brindadas por Wetmore (1926) y Pereyra (1923 (en Collar et al. 1992), 1937, 1938), se evidencian los contrastes entre las distintas opiniones. Estos autores señalan lo común que era observar cardenales amarillos en la zona de Victorica, Conhelo y los caldenares del noroeste de la provincia de La Pampa, áreas donde las poblaciones se han retraído notablemente según información brindada por las personas encuestadas. Inclusive en el Museo Argentino de Ciencias Naturales se encuentran depositados ejemplares colectados en General Pico durante los años 1938 y 1943 (Collar et al. 1992), área en la cual si se capturara hoy un espécimen sería lógico pensar que se trata de un cardenal escapado de alguna jaula. Según información brindada por Bascarán (1987; en Collar et al. 1992) la distribución del cardenal amarillo incluye las localidades de Santa Isabel, Algarrobo del Águila, La Copelina y Veinticinco de Mayo, ubicadas en los departamentos más occidentales de la provincia y comprendidos en la región del Monte. Estos sitios se encuentran prácticamente en el límite occidental de la distribución brindada para la especie por distintos autores (Narosky e Yzurieta 1987, Canevari et. al. 1991, Ridgely & Tudor 1994, Bertonatti y López Guerra 1997), siendo esta información coincidente con la brindada por los encuestados para la provincia de La Pampa. En un trabajo elaborado por Bertonatti y López Guerra (1997) se describen fenómenos naturales de hibridación entre cardenales amarillos y auroritas (D. diuca), posiblemente desencadenados por la sobrecaptura de machos de cardenal amarillo para el mercado ilegal de mascotas. Además, se dan a conocer 15 casos de hibridación registrados en su mayoría en el extremo sudeste de la provincia de La Pampa, sur de Buenos Aires y este de Río Negro. Durante el desarrollo del diagnóstico se halló en cautiverio uno de estos ejemplares híbridos el cual fue capturado en un área de simpatría entre estas especies, pero en esta oportunidad situada en el norte de la provincia de La Pampa. La presencia del cardenal amarillo ha sido registrada en dos áreas protegidas con implementación efectiva como tal situadas en la provincia de la Pampa, el Parque 16 Nacional Lihue Calel y la Reserva Provincial Parque Luro. Sin embargo, las mismas estarían albergando un bajo número de individuos y en algunos casos de presencia esporádica, situación que genera un interrogante sobre la eficiencia de las mismas como resguardo de poblaciones viables de la especie. La afirmación de Collar et al. (1992) sobre una explotación constante y crónica del cardenal amarillo como ave de jaula, se ajusta ampliamente a la realidad de la especie en la provincia de La Pampa. A través de la información obtenida se evidencia su extracción durante unos 40 años, período en el cual ha sido fuente de especímenes para pobladores de esta y otras provincias, generándose sobre todo en nuestro medio un costumbrismo respecto de su tenencia que ante lo extendido aparece como una práctica lícita. Más del 90% de los encuestados coincidieron que el cardenal amarillo es una especie con alta demanda en la comunidad. La mayoría de las personas consultadas opinan que el tráfico se ha incrementado o mantenido intenso en los últimos 10 años y quienes aducen que el comercio ilegal ha menguado explican que ello se debe a razones de índole económico (porque a la especie hay que ir a buscarla cada vez más lejos) y en menor medida debido a motivos tales como la fiscalización o la toma de conciencia ambiental por parte de la población. Se desprende de las encuestas la existencia de dos áreas más o menos definidas de extracción en la provincia de La Pampa. Una de ellas se encuentra en el centro norte de la provincia e involucra la zona que se extiende desde Telén hasta Caleufú por el norte, y Jaguel del Monte y Carro Quemado al sur. De esta región, que parece haber sido históricamente la más castigada por la extracción, se trasladarían cardenales hacia Santa Rosa y General Pico, además de existir la posibilidad de tráfico hacia las provincias limítrofes (Córdoba, San Luis y Mendoza). La otra zona, mencionada como la de mayor abundancia de cardenales en la actualidad, comprende el área situada entre Cuchillo Có, Padre Buodo, La Adela y el límite con la provincia de Buenos Aires. Desde aquí se estarían destinando cardenales a las ciudades de Santa Rosa, Bahía Blanca y Río Colorado en una primera instancia. Esta es una zona también señalada como de frecuente incursión por parte de tramperos de otras provincias. De acuerdo a la información provista por las administraciones provinciales de fauna, la frecuencia de comercialización del cardenal amarillo en otras jurisdicciones es de un orden menor al movimiento de especímenes que se observa en el interior de la provincia de La Pampa. Conforme a lo percibido de las encuestas en el ámbito de esta 17 provincia, era de esperar una mayor magnitud del comercio de la especie en otras regiones del país, pero ello no ha quedado evidenciado a través de las respuestas recibidas. Entonces quedan planteados varios interrogantes, ¿Cuál es el destino del grueso de los animales capturados en las provincias de La Pampa y Río Negro? ¿Es el del consumo a nivel local? ¿La declinación de las poblaciones es el motivo de su actual menor oferta en otras jurisdicciones? Lo que sí queda claro es que en las provincias donde la especie se distribuye el decremento de sus poblaciones aparece como un hecho concreto, 7 de 10 jurisdicciones indicaron que las poblaciones de cardenal amarillo declinaron. La cría en cautiverio como una alternativa viable que pudiera satisfacer la demanda existente de cardenales amarillos, parece una posibilidad lejana. Se describieron ejemplos de cría, pero los mismos han sido desarrollados a un nivel doméstico y el éxito ha sido fruto de un sentido esfuerzo que se alcanza en contadas ocasiones. Sólo en uno de los casos se indicó que los animales nacidos en cautiverio eran vendidos, y en ninguna oportunidad se observó una cierta rigurosidad en el manejo de la actividad que demostrara una producción sostenida y eficiente desde el punto de vista de su rentabilidad. De todas maneras, la información compilada sobre la cría en cautiverio y el haber accedido a avicultores dispuestos a transmitir sus experiencias, son hechos positivos que brindan la posibilidad de contar con antecedentes en el caso que se desee profundizar en el conocimiento de esta práctica. Queda, por otra parte, la alternativa de desarrollar la cría en cautiverio, para posibilitar la reintroducción de la especie en sitios donde sus poblaciones han sido diezmadas o reducidas. Ello a expensas de evaluaciones previas que confirmen si esta posibilidad es realmente viable y efectiva. Las experiencias de este tipo requeridas en otras provincias tenían un incipiente grado de desarrollo, por lo que no es posible tener una conclusión definitiva al respecto. Las opiniones recopiladas respecto de la cría en cautiverio del ¨amarillo¨, exhortan a ser cuidadosos cuando iniciativas de este tipo son elevadas por particulares a las administraciones del recurso fauna silvestre para su aprobación. En este sentido la Dirección de Fauna y Flora Silvestres (Nación) ha permitido la exportación de cardenales amarillos criados en cautividad. Sería positivo que este organismo diera a conocer a las agencias de fauna del interior del país, las pautas que han definido su aval para que esta actividad se hiciera efectiva. 18 La realidad del cardenal amarillo en la provincia de La Pampa, sin temor a equívocos similar a las de las otras provincias que comparten el extremo meridional de su distribución (Río Negro y Buenos Aires), indica que lo hecho para salvaguardar la integridad de la especie es una ínfima porción de lo que queda por hacer. La carencia de información científica en aspectos tales como abundancia, productividad y requerimientos de hábitat entre otros, son escollos que conspiran contra toda intención de implementar medidas de manejo adecuadas. Tampoco se conocen los posibles efectos de la fragmentación y/o deterioro de las áreas de Espinal y Monte sobre las poblaciones de cardenales. Este cúmulo de información, por ahora no disponible, sumado al conocimiento de la idiosincrasia del poblador local, puede resultar en el ensayo de experiencias de aprovechamiento sustentable en áreas previamente seleccionadas. Paralelamente a ello, es necesario informar a la opinión pública sobre la importancia y necesidad de promover programas de este tipo, que favorecen y son compatibles con la conservación de las especies y los ambientes que habitan. Un aspecto que merecería especial desarrollo es el de la divulgación de la problemática de conservación de la especie en la comunidad, como un intento de disminuir la demanda vigente. La implementación de un programa de estas características actuaría además como paraguas para otras especies que también sufren los efectos del mascotismo. La actual situación económica por la que atraviesan las provincias, es en muchas ocasiones un impedimento para incrementar el personal y/o las acciones de fiscalización de una administración de fauna. Es ante este tipo de realidades cuando más se deben fomentar las actividades educativas, dirigidas especialmente a niños y adolescentes quienes son los más permeables a iniciativas de esta naturaleza. Es claro que las mismas no deberían restringirse a charlas o exposiciones aisladas ni a la simple entrega de un folleto o afiche alusivo, sino que deben formar parte de un programa organizado, sostenido en el tiempo y que se ajuste a las necesidades y particularidades de cada región que se visite. Resultaría redundante explayarse en como acceder a los distintos sectores de la comunidad para su sensibilización respecto de este tema, pero sin lugar a dudas es una de las alternativas más ventajosa en distintos aspectos que solo ha sido explorada superficialmente. Una alternativa que puede ser punto de partida para intentar frenar la tendencia negativa por la que atraviesa el cardenal amarillo, sería convocar a las partes interesadas como administradores, técnicos e investigadores en un taller que tenga 19 como objetivo general definir una estrategia de conservación para la especie y en este marco discutir y aunar criterios respecto de acciones prioritarias, que en una segunda instancia pueden ser tratadas junto al resto de los sectores involucrados (comerciantes, conservacionistas). En ese ámbito es ineludible el tratamiento de temas como fiscalización, evaluación de parámetros poblacionales y metodologías para su estudio, difusión de la problemática en la comunidad y la crianza en cautiverio de la especie. El lugar geográfico de reunión bien puede ser alguna de las provincias que comparten el sector meridional del área de distribución de los cardenales amarillos, considerando que en esta región aún es localmente común y está estrechamente vinculado a la vida cotidiana de sus habitantes. 20 ANEXO 1. Bibliografía sobre el cardenal amarillo Armani G. C. (1985) Guide des passereaux granivores. Emberizinés. Societe Nouvelle des Editions Boubee, Paris. 416 pp. Azategui, A. (1985) Algunos datos sobre el nido del cardenal amarillo. Nuestras Aves 6:11-12. Bertonatti C. (1997) Estrategia de Conservación para las Aves de la Argentina. Antecedentes y Propuestas. Temas de Naturaleza y Conservación N° 1. Asociación Ornitológica del Plata. Bertonatti C. y A. López Guerra (1997) Hibridación entre cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) y diuca común (Diuca diuca) en estado silvestre, en la Argentina. Hornero 14:235-242. Birdlife International (2000) Threatened birds of the world. 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Icteridae) Dragón (Pseudoleistes virescens) Carpintero blanco Zorzal mandioca (Melanerpes candidus) (Turdus amaurochalinus) Federal (Amblyramphus holosericeus) Burrito (Laterallus spp.) Cardenal imperial Zorzal herrero (Turdus nigriceps) (Stephanophorus diadematus) Brasita de fuego (Coryphospingus cucullatus) 2. Especies con distribución en la provincia de La Pampa. Misto (Sicalis luteola) Corbatita (Sporophila caerulescens) Aurorita (Diuca diuca) Yal negro (Phrygilus fruticeti) Loro de los palos (Aratinga acuticaudata) Ladrillito (Poospiza ornata) Vira vira (Saltratricula multicolor) Picahueso (Saltator aurantiirostris) Chingolo (Zonotrichia capensis) Vizcachita (Poospiza torquata) Verdón (Embernagra platensis) Martineta (Eudromia elegans) Loro barranquero (Cyanoliseus patagonus) Tordos (Molothrus spp.) Cotorra (Myiopsitta monacha) Caburé (Glaucidium brasilianum) Cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) Cabecita negra (Carduelis Zorzal chiguanco (Turdus chiguanco) magellanica) Piquito de oro (Catanemia analis) Jilguero (Sicalis flaveola) Naranjero (Thraupis bonariensis) 26 Figura 1.- Intensidad del comercio ilegal de cardenales amarillos según las administraciones de fauna. frecuente 33% no observado 27% baja magnitud 40% Figura 2.- Tendencia del comercio ilegal de cardenales amarillos en los últimos 5 años según las administraciones de fauna. no sabe, no contesta 54% disminución 20% se mantuvo 13% incremento 13% 27 Figura 3.- Especies de mayor demanda en la comunidad según los aficionados y comerciantes encuestados. 96% 100% 80% 60% 26% 40% 12% 8% 20% 0% cardenal amarillo picahueso cardenal común canarios Figura 4.- Especies de demanda media en la comunidad según los aficionados y comerciantes encuestados. 50% 48% 40% 30% 27% 30% 19 % 20% 8% 8% 8% 10% 0% cabecita negra jilguero picahueso co to rra cardenal co mún lo rro barranquero naranjero 28 Figura 5.- Características del comercio ilegal en los últimos 10 años según los aficionados y comerciantes encuestados. no sabe, no contesta 16% se mantuvo intenso 4% altos costos de captura 60% controles 30% incrementó 42% decreció 38% no sabe no contesta 10% 29