Guajes con Fútbol en el ADN

Transcripción

Guajes con Fútbol en el ADN
2ª ÉPOCA • NÚMERO 149 • 31 DE MARZO DE 2015
INCLUYE
ÍNTEGRO EL AS
COLOR NÚMERO
149 DEL 24 DE
MARZO DE 1974
37 AÑOS DE
MAREO
GUAJES CON FÚTBOL EN EL ADN
3
2
4-13
LA PIEDRA FILOSOFAL DEL SPORTING
Hace 37 años nació Mareo, una de las escuelas de
fútbol más prolíficas y antiguas de España.
Por José Antonio Zapico
22-29
APODOS PARA LA HISTORIA
La Quinta del Buitre, el Dream Team, la Naranja
Mecánica... Sobrenombres de equipos históricos.
Por Manu de Juan
30-43
EL PELÉ DEL HOCKEY SOBRE HIELO
Si hay un mito del hockey en Rusia, ése es Kharlamov,
hijo de una vasca exiliada por la Guerra Civil.
Por C. A. Forjanes y J. L. Guerrero
44-51
62-110
ÍNTEGRO, EL
NÚMERO 149 DE
AS COLOR DEL
26 DE MARZO
DE 1974
CHIRRI II, ‘EL INGENIERO DE SAN
MAMÉS’. “Alcántara, Padrón, Panizo
y Molowny fueron los interiores de
mi lado que más admiré”.
LOS RUBIOS DE ORO DEL BARÇA.
Rexach: “Al lado de Cruyff somos
otros”, Marcial: “No soy el número
uno de los jugadores españoles”.
MUÑOZ. “Puedo enseñar un
informe sobre Cruyff. Lo entregué
en 1967, y decía que era un
jugador de clase indiscutible”.
NETZER CUENTA SU VIDA. “Actuaba
de delantero centro y marcaba
goles, muchos goles”.
JESÚS PUENTE, ZAGUERO EN EL
FRONTÓN Y ACTOR. “Me hice socio
del Madrid cuando su juego
divertía; ahora me aburre”.
LOS F-1, DE NUEVO EN EL JARAMA.
Los Ferrari, superiores.
ELEGANCIA CONTRA EL RELOJ
Cadel Evans colgó la bicicleta. Ganó el Mundial en
2009; el Tour, en 2011; y subió al podio en Vuelta y Giro.
Por Jesús Balseiro
52-57
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Marga Crespí deja la piscina y se pasa al espectáculo:
puro arte dentro del agua en Las Vegas.
LA AVENTURA CONTADA CON IMÁGENES
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Gracias a los hermanos Lumière y al cine, hemos visto
increíbles aventuras desde hace más de cien años.
Por Sebastián Álvaro
Editado por Diario AS
Sociedad Limitada
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EL AS COLOR CLÁSICO SOLO ESTÁ
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DE LA SINCRONIZADA AL CIRCO DEL SOL
Por Alberto Martínez
58-61
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Presidente: Manuel Mirat
Consejero delegado: Ignacio Soto
Director: Alfredo Relaño
Director adjunto: Alejandro Elortegui
Director de AS.com: Luis Nieto
Han realizado este número:
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Coordinación y edición:
Miguel Ángel Vasco, Iñaki Gómez Amores
y Marta Peleteiro
Diseño:
Mariano Tovar y Laura Sánchez
Infografía:
Fernando Robato, Miguel Ángel Fernández y
Sonia Mochón
Fotografía: Archivo AS.
Para cualquier duda, sugerencia o propuesta
puedes escribir a
[email protected]
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4
5
Hace 37 años nació una de las escuelas
de fútbol más antiguas de España. Esta
temporada está en boca de todos por la
hornada de jugadores que han salido y están
haciendo una gran temporada con el Sporting.
MAREO
LA PIEDRA FILOSOFAL
DEL FÚTBOL ASTURIANO
6
7
JOSÉ ANTONIO ZAPICO /
C
uando se recita el once
titular de esta temporada
del Sporting de Gijón es inevitable pensar en Mareo. En el último
partido ante Osasuna, se pudieron escuchar hasta cinco nombres
de jugadores procedentes de la
cantera sportinguista. Sin duda,
la crisis económica que atraviesa
el club, que ha impedido fichajes,
y la aparición en el banquillo de
Abelardo Fernández, más conocido como ‘el Pitu’, han sido las
claves para que Mareo haya recuperado el protagonismo. Se trata
del regreso a los orígenes de un
equipo que desde hace 37 años
hizo de su Escuela de Fútbol su
santo y seña.
Fue el 28 de marzo de 1978,
con Manuel Vega-Arango a la cabeza del club, cuando Pablo Porta, entonces presidente de la
Federación Española de Fútbol,
inauguraba las instalaciones de
Mareo. Un triste día para Porta,
dicho sea de paso, ya que coincidió con la muerte de su padre
y tuvo que ausentarse del partido
de celebración en El Molinón entre
la Selección española y Noruega,
un choque inédito ya que nunca
se habían medido ambos equipos
nacionales.
Pero si esa fecha supone el inicio más oficial, la idea de crear
una escuela de formación de futbolistas que sirviera para jugar en
el primer equipo llevaba ya en la
mente de los mandatarios del club
La ‘espantada de Zebec’ fue
decisiva para que la directiva
de Viejo Feliú diera prioridad a
la construcción de Mareo
EVOLUCIÓN. Las instalaciones se han
ido mejorando y modernizando con
el paso de los años.
hacía tiempo. El presidente sportinguista Carlos Méndez Cuer vo
fue el primero que barajó esa posibilidad, es paradójico que fuera
él quien lo pensara cuando bajo
su presidencia los acuerdos con
el Ensidesa servirían para que recalaran en el Sporting, provenientes del club avilesino, la mayoría
de los jugadores que conformarían
el Sporting de Oro, los hermanos
Castro (Jesús y Quini), José Manuel, Megido, Churruca, Morán y
Cundi, entre otros. Pero Méndez
Cuervo vio claro que el futuro pasaba por unas instalaciones modernas para el equipo y para fomentar el trabajo con la cantera.
Él tuvo la idea pero abandonó la
presidencia antes de que pudiera
ver la luz.
Cosas del destino, sería el entrenador yugoslavo, Branko Zebec,
uno de los desencadenantes indirectos de que Mareo fuera una
realidad. El técnico balcánico fue
el elegido para sustituir a Mariano Moreno tras una mala racha de
resultados en la temporada 197374. Zebec venía con la vitola de
estrella, avalado por una buena
carrera como jugador y varios éxitos como entrenador en las ligas
yugoslava y alemana. Pero lo que
era un fichaje mediático se convirtió en un auténtico fiasco. Tras
varias semanas demorando la firma del contrato y poniendo condiciones y excusas, finalmente el
día en el que se iba a hacer efectiva sólo apareció en el lugar de
la cita su traductor, quien anun-
DE PRIMERA.
Las actuales
instalaciones
están listas
con algunos
campos
de hierba
sintética
para que
los equipos
entrenen
en varias
superficies si
lo necesitan.
ció que Zebec se había marchado
sin dar más explicaciones. Aquello
que oficialmente se conoce como
la ‘espantada de Zebec’ fue lo que
hizo reflexionar a los directivos del
club sobre la urgente necesidad
de mejorar las instalaciones, entre otras cosas. Era generalizada la idea de que la marcha del
yugoslavo se debió a la precariedad depor tiva que encontró y el
abandono de los campos de preparación del equipo. Por aquellas
fechas, enero de 1974, el Spor-
ting entrenaba en los campos de
Los Fresnos, donde había hasta
maleza.
Fue entonces, tras sufrir y sentir el desaire de Zebec, cuando la
Con el dinero de la venta de
Churruca, decidida en una
Junta de accionistas, se
compraron los terrenos
8
9
POSADO. La primera
plantilla, el cuerpo
técnico y el presidente
del Sporting posan en
el que será su campo de
entrenamiento, durante
una visita a las obras de
la Escuela de Mareo.
directiva de Ángel Viejo Feliú, sucesor de Méndez Cuervo, decidió
volcarse en un nuevo proyecto.
Más todavía cuando Manolo Llanos les había propuesto realizar
un plan de trabajo con jugadores
infantiles y juveniles.
Creando Mareo.
La empresa no fue fácil, se necesitaban unos terrenos, un proyecto y financiación. Si bien el dinero para la obra se logró gracias a
las subvenciones federativas y a
la venta de los campos de entrenamiento que ya tenía el equipo,
en el imaginario popular siempre
quedará registrado un dato: Mareo se construyó gracias a la venta de Churruca al Athletic. Si bien
el dinero del traspaso ayudó, ya
que con lo que las arcas rojiblancas ingresaron de su venta, 40
millones de pesetas se compraron los terrenos en la parroquia
de Leoiro.
Con esta primera fase resuelta,
sólo faltaba tener claro qué modelo se quería desarrollar, y tras varias visitas a Lezama, se decidió
que Mareo tomaría como ejemplo
la escuela de fútbol bilbaína. El
proyecto fue elaborado y coordinado por el arquitecto Miguel Díaz
Negrete, y tras varios años de
construcción, vio la luz la Escuela
de Fútbol, denominada Ángel Viejo
Feliú a partir de los años 90, más
conocida como Mareo.
En la actualidad, en los
111.600 metros cuadrados de su
extensión se reúnen ocho campos
Tras varias visitas a Lezama,
se decidió que el proyecto
sería parecido al de la escuela
de fútbol bilbaína
de fútbol de medidas reglamentarias (cinco de hierba natural, uno
de césped artificial y dos de tierra), un campo específico de entrenamiento de porteros, uno de
fútbol-7 y una pista de fútbol sala.
Además de diez vestuarios para
los equipos, cuatro para árbitros
y seis más para cuerpos técnicos.
También posee una policlínica, un
gimnasio con sauna y piletas de
hidromasaje y una residencia con
habitaciones con literas para que
jugadores de otras provincias pue-
dan vivir en la escuela y compaginen sus estudios con el fútbol
mientras pertenezcan al club rojiblanco. Además, hace más de
catorce años, Mareo abrió una
sede fuera de Asturias. Logroño
fue el lugar elegido atendiendo a
las buenas relaciones entre Logroñés y Sporting. La idea era nutrir
de jugadores al equipo riojano y
también, en la medida de lo posible, llevar a Gijón a futuras ‘perlas’ futbolísticas.
Si apasionante y complicada
fue la puesta en marcha de la infraestructura, ahora llegaba lo importante, que de allí salieran jugadores para el primer equipo y se
comenzara a cimentar una cantera
La inauguración oficial fue el
28 de marzo de 1978 y a ella
asistió Pablo Porta, presidente
de la Federación de Fútbol
10
11
PLACA DE RECUERDO.
Acebal muestra la placa
conmemorativa de la
inauguración de las
instalaciones el 28 de
marzo de 1978.
de futbolistas. Los resultados se
vieron rápido, tras aglutinar a los
diferentes equipos inferiores del
Sporting en Mareo en la segunda
temporada despuntaba un joven
turonés, Jorge David López Fernández, al que se conocería futbolísticamente como David, que
se convertiría en el primer jugador
que subiría de la escuela al primer
equipo. El centrocampista debutó
con el primer equipo el 1 de septiembre de 1978 y el conjunto acabó con una holgada victoria sobre
el Atlético (4-1). La práctica totalidad de su carrera la hizo en el
Sporting e incluso jugó con la Selección en los Juegos Olímpicos
de Moscú 80. David fue el primer
fruto de Mareo. Pero en poco tiempo arribaron más, entre los primeros destacan Juan Carlos Ablanedo y Eloy Olaya, ambos llegaron a
la Selección española y estuvieron
convocados en citas mundialistas.
Eloy Olaya además marcó varios
hitos en el Sporting y es, sin duda,
uno de los jugadores más autorizados para hablar de Mareo. Fue
canterano en los inicios, llegó al
primer equipo y supuso el primer
traspaso de un jugador genuinamente salido de Mareo. Además,
varios años después de su marcha, Eloy volvería a la escuela a
ocupar un despacho desde el que
trabajó por el buen funcionamiento de la academia.
Eloy debutó con el primer equipo con quince años en un partido
de Copa y marcó el primer gol rojiblanco ante el equipo del Turón
El primer canterano que
subió de Mareo, tras su
inauguración, al primer equipo
del Sporting fue David
el 29 de noviembre de 1979. Todavía tardaría tres años en subir
definitivamente al primer equipo y
debutar en Primera División, ante
Osasuna el 10 de noviembre de
1982. El delantero gijonés guarda
muy buenos recuerdos de lo que
significó estar entre los pioneros
de la escuela: “La verdad es que
era especial, sientes un gran honor al estar en el equipo que ama
tu ciudad”, cuenta Eloy. “Entrenar en los campos pegados a los
del primer equipo era un estímulo
fundamental, la simple posibilidad
de que te llamaran para completar
un entrenamiento era muy gratificante”.
No hay que olvidar que en aquellos primeros tiempos este tipo de
escuelas escaseaban y suponía
una gran suerte estar dentro de
una de ellas. Eloy destaca el sentimiento de unión que había en Mareo en aquellos tiempos y que se
notaba en los pequeños detalles.
De hecho, una vez se llegaba al
primer equipo, el paso por la can-
tera dejaba una impronta en los
jugadores. “Había veces que cuando dejabas de utilizar unas botas,
porque tenías unas nuevas, era
habitual que les dieras las ante-
Juan Carlos Ablanedo y Eloy
Olaya fueron los primeros
canteranos que fueron a citas
mundialisas con España
12
13
COMPLEJO. Las
instalaciones incluyen
varios campos para que
puedan entrenarse y jugar
partidos los diferentes
equipos.
riores a los utilleros para que las
usara algún chaval de la cantera,
con el significado que eso tenía
para ellos”, recuerda. Sin duda,
eran detalles que ayudaban a una
mayor cercanía entre futbolistas
del primer equipo y canteranos.
La afición también compartía esa
sintonía y por ello, a pesar de que
pueda parecer que ser canterano era un hándicap, sin embargo,
como explica Eloy, la afición era
muy comprensiva: “En nuestra
etapa, los palos eran a los veteranos, y a nosotros nos perdonaban
más, no nos presionaban”.
Tras su paso por los despachos
de Mareo, Eloy también es una voz
autorizada para explicar la importancia del trabajo en el fútbol base
del club rojibanco y su influencia
en el primer equipo. Sin duda, no
escatima elogios para el actual
técnico, Abelardo. “Es fundametal que el entrenador del primer
equipo esté implicado con el trabajo de las categorías inferiores,
de hecho no es raro verle, cuando
puede, en algún partido de equipos de Mareo. Eso es fundamental”. Y es que Abelardo, sin duda,
sabe de la importancia de ser de
Mareo. No en vano, él salió de la
cantera sportinguista y, tras jugar
en el primer equipo, fue traspasado al Barcelona, donde jugó muchas temporadas al máximo nivel.
Una vez retirado, siguió vinculado
al fútbol desde los banquillos.
Tras un breve paso por los de Mareo, entrenó a otros equipos asturianos para regresar al Sporting
Esta temporada, Abelardo
ha subido a numerosos
canteranos que han
respondido muy bien
HISTÓRICO.
Eloy fue
uno de los
primeros
jugadores
que salió
de Mareo y
conoce la
Escuela a la
perfección,
incluso volvió
a ocupar un
despacho
en ella, años
después.
de la mano de Clemente, como
segundo entrenador. Tras dos
temporadas en el banquillo del
Sporting B, asumió la responsabilidad del primer equipo la temporada 2013-2014, tras la destitución
de Sandoval, y empieza ahí su decidida apuesta por la cantera. De
hecho, a final de temporada subió a varios jugadores, aunque ha
sido en esta donde ha ‘ascendido’ al primer equipo a nada más y
nada menos que a seis jugadores:
Jony, Pablo Pérez, Álex Menéndez,
Rachid, Carlos Castro o Ndi. Una
apuesta que, sin duda, ha salido
muy bien. De la mano de un técnico ‘canterano’ como Abelardo, ha
llegado una hornada de ‘perlas’
que han ilusionado a una afición
que ya de por sí es muy fiel, pero
que ahora ‘está a muerte’ con el
equipo. Tal y como va esta temporada el equipo, se puede afirmar
claramente que estos jugadores
son dignos sucesores del primer
canterano de Mareo que subió a
la primera plantilla: David.
PADRE E
HIJO. Mino
fue un central
que salió de
Mareo en los
80. Su hijo
Álex también
se ha hecho
futbolista en
la Escuela y
ahora está
en el primer
equipo
sportinguista.
LA ESCUELA HA SIDO UN SALVAVIDAS FUTBOLÍSTICO Y ECONÓMICO DEL SPORTING
Mareo no sólo fue una inversión
para el futuro humano del equipo,
sin duda la escuela ha sido el salvavidas económico del Spor ting
en varias ocasiones en las que la
situación era complicada. De esta
forma, Eloy también fue el primero que marcó el camino. Su traspaso al Valencia supuso el primer
oxígeno a las arcas del club, ya
que un jugador formado en la es-
cuela permitía ingresar dinero con
su venta. Con el paso de los años,
esta situación sería más habitual
hasta convertir al Sporting en un
club vendedor de jóvenes con proyección. La lista de jugadores que
han salido de Mareo es muy larga,
37 años dan para mucho. Dejando
en el tintero muchos nombres, tienen un lugar especial en la historia sportinguista Luis Enrique, Abe-
lardo, Mino, Juanele, Manjarín y el
máximo goleador de la Selección
española, David Villa.
Pero no sólo los jugadores de
Mareo han sido un salvavidas para
el club, también lo han sido sus
propias instalaciones. Hay que recordar que en 2001, en uno de
los peores momentos del equipo,
la venta de Mareo al Ayuntamiento supuso la salvación rojiblanca.
El acuerdo permitió que el club ingresara tres millones de euros y
seguir trabajando en las instalaciones. Desde entonces, las directivas del club, especialmente la última de Vega-Arango, sueñan con
recomprar Mareo y que vuelva a
ser un patrimonio del club, porque
es imposible entender el Sporting
sin su cantera y sin sus instalaciones, en definitiva, sin Mareo.
14
LAS FOTOS DE LA SEMANA
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‘SOFÁ-COCHE’. La imagen
corresponde al festival Top Gear
de vehículos caseros de Sydney
(Australia). Jeremy Clarksons
conduce su original ‘sofá-coche’,
fabricado por él mismo.
BRENDON THORNE. Getty.
RIESGO. Tim Desmond
pasa de una cima a otra
sobre una fina cuerda. La
fotografía fue tomada en
las Montañas Azules de
Australia. Una experiencia
tan bonita como peligrosa.
JOHN HURT. Getty.
¿DÓNDE ESTÁ LA PASTILLA? Jaroslav Halak, portero de los New York
Islanders, ya sabe lo difícil que resulta parar el lanzamiento a un
fantasma. Los Islanders se enfrentaban a los Minnesota Wild.
BRUCE BENNETT. Getty.
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EL CAMPEÓN. Primer plano del piloto británico
Lewis Hamilton. La instantánea fue captada
en el paddock del equipo Mercedes durante los
entrenamientos del Gran Premio de Malaisia.
CLIVE MASON. Getty.
COLORIDO. Con estas lentillas de colores acudió
un seguidor de la selección de cricket de India
para ver la semifinal de la Copa del Mundo contra
Australia. El partido se disputó en Sydney.
CAMERON SPENCER. Getty.
SUFRIMIENTO. La cara de Roberto Bermúdez
‘Chuny’ refleja perfectamente la dureza de la
Volvo Ocean Race. Viento, frío, olas gigantescas,
cansancio, hambre... y 39.379 millas náuticas.
MATT KNIGHTON. Getty.
GOL DE ORO.
El uruguayo
Luis Suárez
grita con
rabia tras
conseguir el
gol que dio
el triunfo al
Barcelona
frente al Real
Madrid en
el Clásico
de la Liga
española.
J. AGUILERA
Diario AS.
18
DEPORTE REY.
Aficionados de
la India siguen
por televisión
en una barbería
de Nueva Delhi
el encuentro
contra Australia
de cricket.
ANINDITO
MUKHERJEE.
Reuters.
POR MAR O POR AIRE.
Otra maravillosa
fotografía
correspondiente a la
Volvo Ocean Race, que
demuestra el esfuerzo
de sus participantes.
MATT KNIGHTON.
Getty.
19
¿LUZ O
FUEGO?
Johnson
acude hacia
su compañero
Haddin para
celebrar una
carrera de
la selección
australiana
de cricket en
su partido
contra la
India.
MARK KOLBE.
Getty.
20
21
¿CUÁNTOS BALONES TOTALMENTE
BLANCOS HAY? Los alumnos de
un colegio chino hacen ejercicios
con un balón. La imagen podría
pertenecer perfectamente a un
cuaderno de pasatiempos.
CHINA DAILY. Reuters.
FOTÓN. Josh Gasser, base
de la Universidad de
Wisconsin, intenta salvar
un balón. Un periodista
(abajo, a la derecha)
aprovecha para sacar un
excelente primer plano.
DAVID BANKS. USA Today.
LLUVIA DE
CONFETTI.
El serbio
Djokovic
levanta el
trofeo que
conquistó en
la pasada
edición de
Indian Wells
tras batir en
la final al
suizo Roger
Federer.
J. FINNEY.
Getty.
22
23
La Quinta del Buitre,
el Dream Team,
el Ajax Total, los
Busby Babes, la
Naranja Mecánica,
los Inmortales de
Sacchi… Cada equipo
memorable del fútbol
deja historias para
el recuerdo. Y con
ellas, un sobrenombre
para el imaginario
colectivo.
APODOS
PARA LA HISTORIA
24
25
MANU DE JUAN/
H
acer historia, ser el mejor,
o simplemente destacar
por vistoso o pintoresco, conlleva
condiciones honrosas: imágenes
en el recuerdo colectivo, memorias que, con el paso de los años,
cobran incluso más fuerza en la
cultura popular, hombres simples
elevados a la categoría de héroes… Y los sobrenombres. Dejar
marca a fuego en las páginas de
historia reclama, por costumbre,
un apodo, un título para el cartel
de grandes películas deportivas.
Algunas son heroicas, referencian el paso del barro y el dolor
a la gloria, como aquellos Busby
Babes que, una década después
de enterrar a casi todo su equipo,
reinaron en Europa. Otras apuntaban maneras, pero se quedaron
a medio camino. Así sucedió a la
prolongación de los Galácticos de
Florentino Pérez, aquellos Zidanes
y Pavones que aspiraban a quedar
como uno de los mejores equipos
de siempre y acabaron reducidos
a ejemplo de lucha de egos, de
que hasta la mayor reunión de talento requiere de un orden, de que
la suma de los mejores no tiene
por qué ser imbatible. Incluso el
cine acabó parodiando en ‘Goal!
2’ (Collet-Serra, 2007) aquel sueño blanco que finalizó en oscura
pesadilla.
El inicio del fenómeno apodo,
como el de muchas otras histo-
El fenómeno apodo, como
tantos otros, arranca desde el
periodismo; es fútbol, sí, pero
también mercadotecnia
YÉ-YÉ. Una
canción de
los Beatles
dio nombre al
Madrid que
levantó la
sexta Copa de
Europa.
SIR BOBBY.
El United
hubo de
rehacerse tras
la tragedia de
Múnich, con
Charlton en
el epicentro.
Junto a Best
y Law, llevó a
los red devils
hasta la cima
del Viejo
Continente.
rias del depor te, arranca desde
el periodismo. La conveniencia
de un nombre con pegada, que
permanezca en la memoria colectiva, es un arma poderosa. Es deporte, sí, pero también mercado.
Los niños quieren formar parte de
la BBC madridista. Es de hecho
el Real Madrid uno de los clubes
más dados a estos sobrenombres; no en vano, la actualidad
del conjunto blanco llena por tadas día sí y día también en medios de todo el mundo. El equipo
que comandaba sobre el césped
Alfredo di Stéfano, que sojuzgó
Europa durante cinco años ininterrumpidos, no tiene un apodo al
uso. El hispano-argentino fue tan
TRAGEDIA.
Los llamados
Busby Babes
ya eran
famosos por
su talento,
en alza en
Europa. El
accidente
de Múnich
les elevó a
la categoría
de mitos del
deporte.
grande que se bastaba para darse
nombre a sí mismo, a su equipo
y una forma de jugar y ganar que,
más de medio siglo después, sigue vigente. Sí tuvieron sobrenombre sus sucesores, los jugadores
de aquel Real Madrid íntegramente español que levantó la Sexta
ante el Partizán. Una portada de
un periódico deportivo en la que
varios de sus miembros posaron
con pelucas beatlescas, fusionada con los coros del tema ‘She loves you’ de los legendarios de Liverpool, cristalizó en el conocido
como Real Madrid Ye-Ye.
Vendrían luego otros, perpetuando la costumbre y llenando
los titulares: el Madrid de los
Garcías, aquella tropa bigotuda (García Remón, García Navajas, García Cortés, Pérez García
y García Hernández, entre ellos)
que, con Santillana y Juanito al
frente, condujo al club hasta la final de la Copa de Europa en París frente al Liverpool. Pantalones
cortos, medias largas y estilo ‘vintage’ con un final amargo; la Quin-
La BBC blanca es el último
ejemplo; las delanteras que
rompen moldes no tardan en
adquirir su nombre propio
26
GLORIA AL
FIN. El Equipo
de los Sueños
de Cruyff
alcanzó lo
que se escapó
en Berna
y Sevilla.
Koeman obró
el milagro.
ta del Buitre, el equipo de Míchel,
Pardeza, Martín Vázquez, Sanchís
y, el hombre sobre el resto, Butragueño. Los canteranos del Castilla campeón de Segunda a los que
hizo famosos un titular en el diario ‘El País’, artículo a cargo de un
mítico del periodismo patrio, Julio
César Iglesias, y que darían en su
mayoría gloria en títulos (cinco Ligas seguidas y dos UEFAS, entre
otras cosas) y el fútbol que, desde hace años, retrata la identidad
blanca: calidad y épica, jugar bien
y hacerlo hasta el último suspiro;
los Galácticos de Florentino, proyecto ‘interruptus’ que, sin Vicente del Bosque al frente, no supo
dar continuidad a las expectativas
(ahí están los Zidanes y Pavones:
una generación insuficiente de
cantera no alcanzó para complementar todo el potencial de aquel
equipo. Las lágrimas de Rubén en
Sevilla son la imagen de su ocaso); y la actual BBC, el Madrid de
Bale, Benzema y Cristiano, tan
sintonizados como la televisión
pública británica para machacar
registros y alcanzar la ansiada
Décima en Lisboa.
Cruzando el Puente Aéreo también surgen ejemplos. El más
grande antes del nuevo milenio,
sin duda, es la obra de Johan
Cruyff. El holandés, estiloso y letal
como jugador, innovó como nadie
desde el banquillo y divirtió como
nunca para llevar al Barcelona al
siguiente nivel, ese que en Berna
Un artículo de ‘El País’ alumbró
el apodo de la última gran
generación de canteranos que
ha dado La Fábrica del Madrid
27
(con la inestimable ayuda de los
postes y de un despiste de Ramallets) y en Sevilla (gracias a Helmuth Duckadam, un gigante desde los 11 metros) le fue negado al
conjunto azulgrana. La Champions
de Wembley, trallazo de Koeman
mediante, encumbró al Dream
Team homólogo balompédico de
aquella selección de Estados Unidos (Barkley, Bird, Drexler, Jordan,
Ewing, Magic, Malone…) que se
colgó el oro en Barcelona 92 casi
sin bajarse del autocar. Ya en el
siglo XXI, uno de los integrantes
de aquel Equipo de los Sueños,
Pep Guardiola, sublimó el estilo
para ganarlo todo y gustar a todos. A Messi, Iniesta, Xavi, Puyol
QUINTA.
Los cinco
canteranos
blancos
(aunque
Pardeza
salió pronto)
que dieron
al Madrid
el mando
del fútbol
español. Sólo
se les resistió
Europa.
y compañía no le hacen falta sobrenombres. El Barça de los seis
títulos; está todo dicho.
Fuera de nuestras fronteras
se plantó el germen de aquellos
triunfales Barcelona, también con
Cruyff, esta vez sobre el césped,
implicado. El Ajax Total del visionario Rinus Michels levantó tres
Copas de Europa consecutivas
y cambió el fútbol para siempre
con sus laterales-extremos, sus
líneas de tres centrales con pie
de ariete y su inocencia de patio
de recreo. El subcampeonato en
el Mundial de 1974 fue la guinda
que no pudo coronar el pastel de
la Naranja Mecánica. Aquella fue
la semilla del gran Barça de los
noventa; otro equipo merecedor
de apodo, el Milán de Los Invencibles de Fabio Capello, firmó el
acta de defunción culé con aquel
4-0 en la final de Atenas.
Pero Holanda goza de un hueco preferencial en la historia del
fútbol, y no le faltan méritos. Tres
‘oranje’ lideraban el proyecto de
Arrigo Sacchi para el AC Milán re-
El Dream Team del Barça de
Cruyff divertía y ganaba; igual
que Jordan y compañía en los
Juegos Olímpicos de 1992
28
nacido de Berlusconi. Con Gullit,
Van Basten y Rijkaard al frente,
Sacchi desencadenó el potencial
de un equipo que levantó, entre
otras cosas, dos Copas de Europa y otras tantas Intercontinentales. “Era una máquina que se movía conjuntamente. Capaz de un
fútbol ganador y encantador”, revela el técnico. Aquel Milán (con
Ancelotti en su línea medular) fue
el freno que impidió al Madrid del
Buitre vencer en el Viejo Continente y firmó una renovación del calcio italiano que hoy, en días mucho menos felices, añoran más
que nunca en el país de la bota.
‘El fútbol no podrá volver a ser el
mismo’, tituló a toda página France Football tras la primera de sus
dos victorias europeas.
La lista es tan larga que abarcarla mínimamente es una utopía.
Sí cabe destacar algunos: aquel
Benfica de Eusebio, Arnaldo, Coluna, Costa Pereira o Vicente,
aquel Mozambique FC; los Leones
de Lisboa del Celtic campeón de
Europa en 1967, con once escoceses en el equipo de la final; los
Busby Babes de Manchester, los
pupilos de Matt Busby o una de
las historias de superación más
memorables del depor te; y sus
sucesores, los Fergie Babes, los
niños (Giggs, Scholes, Beckham,
los hermanos Neville…) que sacó
de la sombra Sir Alex Ferguson
para, entre otros logros, remontar una final de Champions en
Los Inmortales del Milán
arrollaron en Europa con un
fútbol “ganador y encantador”,
según Sacchi, su ideólogo
29
AFICIONES.
El origen de
los motes de
las hinchadas
va desde los
colores hasta
anécdotas
anteriores a la
Guerra Civil.
apenas dos minutos al Bayern de
Múnich en el Camp Nou.
Menos presentes en las páginas de historia, pero también merecedores de unas líneas, son el
Super Dépor de Arsenio Iglesias,
el Queso Mecánico de Benito Floro, los Cinco Magníficos del Zaragoza, también sus Zaraguayos,
los Tres Puñales del Atlético de
Madrid o la Delantera Eléctrica
del Valencia.
Culés, vikingos, leones…
Todo aficionado sabe el sobrenombre por el que se conoce a su
equipo; sin embargo, no tantos
conocen la razón de dicho apodo. Así, muchos descubrirán que,
INNOVADOR.
Sacchi, un
técnico sin
reputación,
sacudió
el fútbol
italiano con
la ayuda de
una plantilla
liderada
por tres
holandeses:
Gullit,
Rijkaard y
Van Basten.
según la leyenda, los del Athletic
son leones porque dichas fieras
fueron las elegidas para devorar
en el circo a San Mamés, pero
este logró amansarlas; que los
colchones a franjas rojas y blancas de la postguerra acabaron por
identificar a los hinchas del Atlético; que el abarrotado estadio
del Barcelona entre 1909 y 1922
obligaba a los aficionados de última fila a sentarse en el mismo
muro del estadio, formando una
larga hilera de culos (de ahí lo de
culés); que en Sarriá, barrio barcelonés donde se levantó el antiguo estadio del Espanyol, abundaban los periquitos; que fueron
los atléticos quienes apodaron a
los seguidores de su eterno rival
como vikingos, por la tendencia
del Real Madrid a incorporar jugadores del norte de Europa, como
Netzer, Breitner, Stielike o Jensen;
o que los del Levante son granotas (ranas en valenciano) por la
gran cantidad de estos anfibios en
el río Turia, al lado de cuyo cauce
jugaron una temporada.
Vikingos, pericos, culés,
colchoneros, leones... Algunos
nacieron para herir, pero el
tiempo los hizo permanentes
30
31
Si hay un jugador de hockey sobre
hielo mitificado en Rusia, ése es Valeri
Kharlamov. Hijo de una vasca exiliada por
la Guerra Civil, fue la pieza más brillante
del ‘Ejército Rojo’ y falleció trágicamente en
un accidente de coche en 1981. Antes, fue
protagonista en las Summit Series de 1972
contra Canadá, el mayor duelo de la historia
de este deporte y en plena Guerra Fría...
KHARLAMOV
EL PELÉ DEL HOCKEY SOBRE HIELO
CON SANGRE ESPAÑOLA
Y LA ‘GUERRA’ CANADÁ-URSS DE 1972
32
33
C. A. FORJANES, J. L. GUERRERO/
S
i hay un jugador de hockey sobre hielo de la extinta Unión Soviética que per vive
en la memoria de los aficionados
de forma perenne, ése es Valeri Borisovich Kharlamov. Para
muchos, un Pelé sobre patines.
Todo magia en aquel rodillo rojo
que hacía del hockey sobre hielo
un arte, bello, super viviente a lo
efímero. Y un hombre que protagonizó duelos memorables contra Estados Unidos en 1980 (el
inolvidable Milagro sobre el Hielo) y, sobre todo, la serie de ocho
batallas durante 1972 en plena
Guerra Fría contra Canadá, el cénit de este deporte. Tal fue el impacto a ambos lados del Telón de
Acero que una encuesta desveló
hace poco que los canadienses
lo consideran el quinto momento
más importante de la historia de
su país y en Rusia se sigue emitiendo en televisión 42 años después pese a que cayeron derrotados (Canadá ganó cuatro duelos,
la URSS tres y hubo un empate).
Momentos de la edad dorada
del hockey sobre hielo que hicieron de Kharlamov un mito viviente y una leyenda aún más grande
tras su abrupta muerte, el 27 de
agosto de 1981, en un accidente
de coche. Su esposa Irina, que ni
tenía el carnet de conducir, perdió
el control del vehículo y se estrelló contra un camión. Un accidente calcado al que segó después la
vida de Petrovic. Valeri tenía sólo
Biriukov, también hijo de
una exiliada vasca: “Valeri
era nuestro ídolo, el Pelé del
hockey, todos queríamos ser él”
33 años. La ironía es que la leyenda no confirmada dice que nació el 14 de enero de 1948 en un
coche. Pudo ser uno de los pocos
hombres que vino a este mundo y
lo dejó dentro de un automóvil.
Si preguntas por Kharlamov
en España, muy, muy pocos te
podrán decir quién era el genio
soviético... y lo curioso es que
corría sangre española por sus
venas. Su segundo apellido es
Abad debido a que su madre fue
una niña vasca que huyó a Rusia
para escapar de la Guerra Civil.
Un dato que hace aún más apasionante si cabe la biografía de
PAPÁ BORIS
Y MAMÁ
BEGOÑA.
Valeri posa
con su madre
Begoñita,
exiliada vasca
y abajo con su
padre, Boris,
mecánico.
Le llamó
Valeri por un
famoso piloto
soviético.
este icono moscovita.
Según los datos que manejan el Centro Español en Moscú,
2.895 niños y niñas llegaron en
1937 a la extinta URSS , con una
mayoría de niños vascos, huyendo de las tropas franquistas. Se
exiliaron con la idea de regresar
algún día a su hogar sin bombas
y bajo el agradable sol, pero se
encontraron con la Gran Guerra
Patriótica (como denominan los
rusos a la II Guerra Mundial):
más bombas, más hambre y mucho frío. Bajo este angustioso
contexto parece mentira que se
escribieran historias depor tivas
tal y como las leemos hoy. Héroes de película. Como la historia de Nicolás Gregorio Rodríguez.
Su mujer falleció hace unos años
y su hija vive en la República Dominicana. Tiene 89 años. Fue
uno de esos niños que se subieron a un barco en Santur tzi que
cambió por completo sus vidas.
Nicolás es un apasionado del fútbol y se acuerda a la per fección
del primer día que vio a Ruperto Sagasti. “Llegó conmigo a la
URSS. Era tres años mayor (12)
que yo (9) y de Bilbao como yo”,
rememora. Ruper to Sagasti fue
uno de los mejores jugadores de
la administración rusa. El Dinamo era el equipo del Ministerio
del Interior; el Lokomotiv, el del
sindicato del ferrocarril; el CSKA
era el equipo del Ejército, el Torpedo representaba al sector del
automóvil…En cambio el Spartak
simplemente era el equipo de un
la historia del Spartak de Moscú.
Este club tomó a principios del siglo XX. El régimen, consciente de
que no podía parar la fuerza del
deporte, se había decidido a controlarlo, de ahí que los equipos
más fuertes estuviesen unidos a
En 1937 llegaron 2.895 niños
españoles a la URSS huyendo
de las bombas. Una fue Begoña
Abad, la madre de Kharlamov
34
UNA VIDA DE
PELÍCULA. El
año pasado
se estrenó
en Rusia
‘La Leyenda
del 17’, un
‘biopic’ sobre
Kharlamov
que incide
en el carácter
mítico de la
estrella.
grupo de gente, sin apoyo gubernamental, algo que caló en la sociedad de Moscú e irritaba a la
clase dirigente.
Ruper to Sagasti murió en
2008. Sus hijos y nietos hablan
un perfecto castellano. Era amigo
de Nicolás y conversaban mucho
de fútbol. No en vano, Sagasti
trabajó con la Federación de Fútbol soviética e hizo de intérprete
cuando futbolistas como Dasaev
(mítico portero del Sevilla) vinieron a España. Sagasti y Gregorio
estaban en el mismo contingente de 1937 que zarpó a Leningrado. En ese barco también estaban Clara Agirregabiria y Begoña
Abad, la madre de Kharlamov.
No fue la única con hijo famoso.
Clara también tuvo un hijo deportista, Chechu Biriukov, exjugador
del Real Madrid de baloncesto.
En cuanto a Begoñita, su retoño
fue el mejor jugador de hockey en
la historia de la Unión Soviética.
Valeri llegó a ser apodado ‘El Español’ y visitó el País Vasco de
niño. Su madre, vasca recia, no
pudo sopor tar el golpe de ver a
su hijo caer en la carretera y murió poco después de pena. Su padre, Boris, mecánico en una recia
fábrica proletaria, le llamó Valeri en homenaje a Valeri Chkalov,
el primer piloto en volar desde
Moscú a Vancouver atravesando
el Polo Norte.
El historial de Kharlamov es
de los que tiran de espaldas.
Ganó dos oros olímpicos (Sapporo 1972 e Insbruck 1976), ocho
Kharlamov ganó dos oros
olímpicos, ocho mundiales y
dicen que era más completo
que Lemieux y Gretzky
35
títulos del mundo, once Ligas con
el CSKA de hockey y fue reconocido internacionalmente en Canadá y Estados Unidos como uno
de los mejores de la historia. En
la liga rusa disputó 436 partidos
con el CSKA en los que anotó
293 goles y dio 214 asistencias.
Vladislav Tretiak, el mejor portero
soviético de todos los tiempos, y
él son los únicos jugadores que
nunca han jugado en la gran liga
norteamericana y aparecen en el
Salón de la Fama Internacional
del Hockey, en Toronto.
“Tú no sabes lo impor tante
que era Valeri. Todos queríamos
ser como él de pequeños. Cambió el mundo del hockey y es un
ídolo de masas en Rusia. Es el
Pelé del hockey”, asegura Chechu Biriukov por teléfono. Al mismo tiempo hablaba de Ruper to
Sagasti, que fue amigo también
de la familia. Todos los niños de
ese barco, todas esas historias
tenían un denominador común.
Cinco personajes (Nicolás, Ruper to, Clara, Begoñita y Valeri)
y una historia en común, exilio y
sufrimiento.
La historia de Kharlamov ha
pasado de la idolatría a casi la
hagiografía en esta Rusia actual.
El año pasado se estrenó ‘La leyenda del 17’, un biopic ruso so-
bre Valeri en el que se entremezclan datos reales con leyendas y
trastoques varios para mayor honor de la Madre Rusia. Como su
viaje al País Vasco con 8 años en
el que bajó a Pamplona para ver
a unos familiares justo en Sanfermines. Allí, el pequeño Valeri
supuestamente se coló en el trayecto de los astados para salvar
a un cachorro perdido y tuvo que
ser rescatado in extremis por un
bravo mozo pamplonica que saltó
de un balcón y despistó un toro
con su pañuelo rojo... Puro Hemingway.
Pero volviendo a lo deportivo,
a las hazañas sobre el hielo, Valeri Kharmalov pudo presumir en
vida de haber visto en primera
persona un hecho sin precedentes, las Summit Series, como se
conoce en el mundo anglosajón a
la serie de ocho partidos que se
concertó en 1972 entre la URSS
y Canadá (ésta por primera vez
con profesionales de la NHL)
para dirimir quién era el rey de
esta modalidad depor tiva. Este
contra Oeste. Comunismo frente a capitalismo. Y dos países
donde el hockey sobre hielo es
una venerada religión. Un contexto político que impregnó cada
segundo de aquel pulso y llevó a
sus protagonismos a cotas insospechadas de barbarie en un deporte ya de por sí duro. El propio
Kharlamov no pudo jugar los dos
últimos partidos porque el canadiense Bobby Clarke le reventó
un tobillo adrede. “Su única misión durante las series fue lesionarme, le miraba a los ojos, llenos de ira, y le vi blandir su stick
como si fuese una espada, no
sé qué estaba haciendo, no tenía nada que ver con el hockey”,
recordaba en una entrevista el
talento soviético poco antes de
morir. Clarke aún seguía avergon-
36
LEYENDAS
SOVIÉTICAS.
En el ‘roster’
de la URSS
figuraron,
además de
Kharlamov,
mitos como
Tretiak,
Liapkin,
Shadrin,
Yakushev,
Petrov o
Lutchenko.
zado en 2011, cuando habló para
el documental “Guerra Fría sobre
el Hielo: Summit Series 1972” .
“No sé qué es lo que estaba pensando en ese momento, fue una
cosa terrible. Lo peor es que me
sentí bien…”.
Canadá había tenido que recurrir a elevar la temperatura. Su
hockey, más rudo, temía lo imprevisible del soviético, más estilizado, un ballet de pases y más
pases coreografiado por Anatoli
Tarasov, padre del hockey ruso,
pionero y esteta de este juego y
sobre todo gran valedor de los
grandes iconos de este deporte en la URSS (Kharlamov, Fetisov...). Un equipo que llegaba
tras ganar ocho veces el campeonato del mundo y cuatro oros
olímpicos desde 1954 . Y Kharlamov era el símbolo del momento.
Muchos analistas dicen de él que
La serie entre Canadá, por
primera vez con jugadores de
la NHL, y el rodillo que era la
URSS, adquirió tintes políticos
37
era más completo que Gretzky y
Lemieux, palabras mayores de
este deporte.
Canadá llega al Hades.
Las series fueron un infierno,
pero el primer par tido, el 2 de
septiembre de 1972 en un Forum de Montreal repleto (18.818
espectadores), fue el que lo marcó todo. La cronología de un desastre canadiense sin preceden-
tes. Y es que ninguno de los dos
equipos aún sentía la presión. A
falta de 45 minutos para el choque, los soviéticos estaban en su
hotel bebiendo café, Coca-Cola y
tomando pastas. Habían visto vídeos de los jugadores NHL del rival. Se veían con pocas opciones.
En el vestuario canadiense, en
cambio, se respiraba demasiada
confianza. “No había tensión, era
un par tido más, no les respetábamos”, recordaba con los años
Pat Stapleton. En la memoria estaba una minigira de veteranos y
jugadores retirados por la URSS
que acabó con cinco triunfos (sobre seis par tidos) de esa selección sui generis canadiense. Por
si fuera poco, el Team Canadá se
puso con 2-0 rápido y pensó que
era pan comido. Hasta que algo
hizo click. “Los soviéticos empezaron a venir en oleadas, nos hacían parecer estúpidos”, recordaba un jugador canadiense.
La cosa se puso seria y al fin
entró la política. Al final del segundo periodo, el Ejército Rojo
ya ganaba 2-4 y Alan Eagleson,
el manager del Team Canada, lo
recuerda así: “Me encontré con
Gary Smith, de nuestra embajada
en Moscú. “Los rusos os están
matando”, me dijo. Le respondí:
“¡Apar ta de mi camino, eres un
maldito comunista como ellos!”
Ya no era un partido de hockey”.
Fue una masacre. Un 3-7 para
la URSS, con dos goles de Kharlamov que silenciaron Montreal.
Los canadienses estaban tan en
shock que se fueron directamente al vestuario, sin el protocolario
choque de manos final. Los rusos
no lo celebraron, aunque no se
privaron de echarse un cigarrillo
y abrir el vodka. El comentarista
televisivo Brian Conacher asegura que Canadá desper tó de su
cuento de hadas: “Pensábamos
que éramos imbatibles, aquello
cambió el hockey mundial para
siempre”.
A Canadá le tocó reagruparse en sólo dos días antes del
segundo partido. Habían realiza-
PODERÍO
CANADIENSE.
El Team
Canada, por
primera vez
con talento
NHL, tenía
a Esposito,
Parise, Brad
Park, Hull,
Gilbert ,
Ratelle,
Cournoyer...
Phil Esposito, el líder del
Team Canadá, lo recuerda así:
“Hubiera matado a esos hijos
de p... con tal de ganarles”
38
do una mini pretemporada en Toronto antes de la Summit Series
en la que, por decirlo en plata,
se lo tomaron a cachondeo. “De
aquellos entrenamientos sólo recuerdo mucha bebida, hacíamos
muchas fiestas”, recuerda Phil
Esposito, una de las superestrellas canadienses. Los soviéticos, en cambio, ¡tenían estudiados hasta a los árbitros!
El Game 2 llevó el 4 de septiembre a ambos países a Toronto. Y para entonces, el Team
Canada era otro. Dejaron fobias
personales apar te, pues varios
de sus componentes se odiaban
profundamente por rencillas vividas en la NHL, y el equipo pasó a
ser un ejército. Como su rival. Y
Canadá ganó su partido más holgado de las series. Un 4-1 lleno
de furia. Harr y Sinden, seleccionador del país de la hoja de arce,
cambió su táctica. Sacó a los picapedreros y aplicó la estrategia
del mazo para acabar con el ‘jogo
bonito’ soviético. Surtió efecto y
la URSS cargó durísimamente
contra los árbitros. Andrei Starovoitov, el presidente de la federación, quiso entrar a patadas en el
vestuario de los trencillas. Todo
acabó en una protesta formal y el
veto de esos árbitros para el resto de las series.
El tercer choque tuvo lugar
en Winnipeg, el 6 de septiembre. Canadá firmó un 4-4 que
supo a derrota tras ir ganando
por dos goles. Kharlamov hizo
el 3-2, pero fue el movimiento
Clarke le partió a Kharlamov
el tobillo en el sexto partido.
“Blandió su stick como una
espada”, se quejó el soviético
39
TANGANAS. La tensión a flor de piel
provocó numerosos altercados entre
ambos equipos y frecuentes meleés...
sorpresa de Bobrov el que desestabilizó la ventaja canadiense.
Metió a Bodunov, Lebedev y Anisin, la Línea de los Niños, como
fue rebautizada por su juventud,
y no sólo igualaron a cuatro, es
que estuvieron a punto de ganar
el partido...
El cuar to y último duelo en
suelo nor teamericano, el 8 de
septiembre, fue en Vancouver. Y
fue tan doloroso como el primer
partido. Un 3-5 en el que la URSS
volvió a demoler con su hockey
virtuoso a un rival que pagaba el
peaje de haber elevado tanto el
componente físico en su juego.
Los 15.000 fans del Pacific Coliseum despidieron al Team Canada con un sonoro e histórico
abucheo. Los jugadores estaban
avergonzados. Al acabar el par-
‘PERDIMOS’.
Así, con
grandes
caracteres y
de forma casi
incrédula,
tituló la
prensa
canadiense el
doloroso 3-7
ante la URSS
que abrió
las Summit
Series.
tido, Esposito habló ante las cámaras en uno de los speeches
más famosos en la historia del
país: “A toda la gente de Canadá. Estoy completamente decepcionado, no puedo ni creerlo. No
queremos que nos abucheen. Vinimos a la selección porque somos canadienses y amamos a
nuestro país, ¡por Dios! ¡Esto es
Canadá!”.
La selección canadiense salió
casi fur tivamente del país rumbo a Suecia para preparar allí la
segunda manga de partidos, que
empezarían en dos semanas...
De cómo ganó el Oeste.
Cambio de escenario. Tocaba ir
a la URSS en un panorama aterrador para Canadá. Cuatro partidos por delante en la guarida del
Oso Ruso y un tanteador desfavorable: dos triunfos soviéticos,
uno canadiense y el empate de
Winnipeg.
Los rusos volvían a casa con
las alforjas a reventar. En EEUU
habían aprovechado los placeres
del capitalismo para para comprar todo lo que les permitía su
modesta paga oficial (esencialmente adquirieron jeans) y arramplar con todos los facilities de los
hoteles. Hasta el papel higiénico
se llevaban. Los canadienses, en
cambio, volaron a Moscú pertrechados bajo la paranoia (quién
sabe si justificada) de una posible encerrona: se llevaron hasta
su cer veza y sus propios filetes
de ternera... que fueron robados
durante su primera noche en el
tétrico hotel de concentración.
BREGA Y
DISPUTA.
Kharlamov
y Ragulin
hacen un
‘sandwich’
con un
jugador
canadiense
para
arrebatarle el
‘puck’ durante
un partido en
Canadá.
Pasaron toda clase de perrerías.
Desde no tener agua caliente en
los vestuarios, ni incluso toallas,
hasta que les cambiasen los horarios disponibles para poder entrenarse sin aviso previo.
La serie se retomó con el quinto partido, en el estadio Luzhniki
y rodeado de parafernalia de la
Guerra Fría más pura. La grada
no cantaba porque estaba plegada de miembros del Par tido
Comunista y a cada lado de las
filas de asientos donde se ubicaron los 3.000 canadienses que
viajaron a la URSS a apoyar a su
país había ubicado un soldado...
Y en el palco de honor, los dos
jerarcas soviéticos, Leonid Brezhnev y Nikolai Podgorny.
Durante el choque, Paul Henderson sufrió una conmoción ce-
PELEAS. Un árbitro separa en medio
de una refriega a J. P. Parise de Kuzkin.
Abajo, Esposito se encara con Blinov.
40
41
MARCADOR HISTÓRICO. Así lucía el
Palacio de Hielo moscovita cuando
Canadá marcó el 5-6 decisivo...
GOL DE ESPOSITO. El atacante
canadiense fue el más productivo, con 13
puntos (siete goles y seis asistencias).
rebral. Los médicos le permitieron seguir jugando (hoy en día se
habría perdido el resto de la serie) y marcó prácticamente nada
más regresar al hielo. No fue una
señal. Los rusos hicieron un tercer tiempo antológico con ¡cinco!
goles en sólo 11 disparos. Los
canadienses se quejaron del arbitraje. El asunto se ponía al rojo
vivo para Canadá.
Para el sexto, el 24 de septiembre de 1972, había conjura.
Robados, molestados durante la
noche en el hotel con llamadas
de teléfono, sintiéndose ya completamente en guerra total, en el
vencer o morir, el Team Canadá
fue otro. “Lo digo públicamente y
no me siento orgulloso”, recordaba hace poco Phil Exposito, “pero
hubiera matado a esos hijos de
HENDERSON,
CLAVE.
El ala
izquierdo
canadiense,
de los Toronto
Maple Leafs
de la NHL,
superó al
legendario
Tretiak con los
goles decisivos
en los tres
últimos
duelos.
puta si fuera necesario con tal de
ganarles”. Y así lo hizo Clarke. En
este partido fue cuando ‘eliminó’
de la partida a Kharlamov con su
hachazo. Yakushev sigue censurando la acción: “Fue intencional
y terrible, con Kharlamov hubiéramos ganado ese encuentro y
la serie”. Algunos de entre los
propios jugadores canadienses
recriminaron a su compañero la
acción. Ni siquiera recibió penalización por parte de los árbitros.
Al final fue Henderson quien deshizo el entuer to con el gol que
remontaba el 1-0 inicial soviético en un día que acabó 2-3 para
los visitantes. Balón de oxígeno
para Canadá.
Así se llegó al séptimo, el 26
de septiembre, con tres triunfos
para la URSS, dos para Canadá
y un empate. El Ejército Rojo estaba confiado pese a la notable
ausencia de Kharlamov, cojo. En
casa y necesitando sólo apuntarse un par tido de los dos que
quedaban, no podían perder. Un
plan que echó abajó Paul Henderson. El ala izquierdo canadiense
se volvió imparable y, a falta de
apenas 2’06’’, rompió a dos defensas y le coló el puck al temible
Tretiak. Fue el 3-4 y un puñetazo
al hígado ruso. El viento ya soplaba directamente en contra de
la URSS en la serie y los 3.000
hinchas canadienses enardecían
a sus jugadores entonando sin
miedo el O Canada.
“Vas a morir aquí mismo”
Con ese cambio de tendencia se
llegó al octavo y último partido. El
UN GOL
INMORTAL.
Henderson,
que consideró
no aceptar la
invitación del
Team Canada
para irse de
vacaciones,
acabó
logrando
el gol más
célebre de la
historia de su
país.
miedo ahora impregnaba la mente
de los pupilos de Tikhonov cuando entraron el 28 de septiembre
de 1972 al Palacio de Hielo Luzhniki. Perder no estaba permitido
en el ideario político-deportivo del
Partido Comunista soviético. Canadá era ya un delirio. Los directores de colegio permitieron televisiones en las clases para evitar
el absentismo escolar. Como consecuencia de un intento de motín
previo por parte del Team Canadá al fracasar su intento de vetar
a los dos árbitros alemanes designados, el choque fue conflictivo. Una falta pitada a Parise casi
acabó en meleé del banquillo canadiense contra el árbitro Rudolph Bata, que intentó suspender
el par tido. Parise, que recibió
10 minutos de penalización por
mala conducta, amenazó al juez:
“Como vuelvas a pitar otra así,
vas a morir aquí mismo”.
Pasado el escándalo, Yakushev consiguió un doblete que
dejaba a la URSS ganando 5-3
al finalizar el segundo tiempo.
Veinte minutos para la gloria o
el fracaso y la soga estaba en el
cuello de los canadienses. Ni siquiera les valía lograr un empate
que hubiera dejado las series en
tablas. Según el reglamento, se
Paul Henderson hizo el gol
del triunfo en los tres últimos
choques. En el decisivo octavo
duelo, marcó a falta de 34’’...
42
la hubiesen apuntado los soviéticos al haber marcado más goles
en los ocho partidos. Phil Esposito y Cournoyer obraron el esfuerzo titánico de empatar el choque
ante un equipo ruso demasiado
conser vador. La confrontación
entre los exaltados hinchas canadienses y los soldados soviéticos se daba ya casi por hecha.
Quedaban los cuatro minutos y
siete segundos más tensos de la
historia de este deporte.
Según una encuesta, el triunfo
ante la URSS es el quinto
evento más transcendente de
su historia para los canadienses
43
Hay goles que definen una vida
y la historia de un país entero.
Nos pasó a nosotros con Iniesta en Sudáfrica y ese momentum
se lo dio Paul Henderson a Canadá. Entró en un último cambio inesperado (jugaba en la segunda
línea y en ese momento estaba
el ‘titular’ Mahovlich en el hielo)
y diez segundos después se encontró en una acción final en la
que, tras ser machacado por undefensa, el equipo soviético se
olvidó de él. Milagrosamente, el
rebote en un disparo de Esposito le cayó llovido del cielo y tras
rebañar dos veces el puck pudo
superar al hercúleo Tretiak. Era
el 5-6 a falta de 34’’ para el final
de una serie de ocho batallas sin
cuar tel. Increíble. La URSS no
sopor tó el golpe y apenas pudo
LOCURA
CANADIENSE.
Cerca de
3.000 hinchas
viajaron
de Canadá
a la URSS
para apoyar
a su país
y tuvieron
que sufrir
los rigores
del ejército
soviético...
lanzar una vez contra la portería
de Dryden antes del pitido de los
árbitros. Había ganado Canadá.
En Moscú. Por tercera vez consecutiva. Al temible Ejército Rojo. El
hockey sobre hielo nunca volvería
a ser igual.
Poeta sobre el hielo
Kharlamov acabó las series con
tres goles y cuatro asistencias (el
quinto mejor por detrás de Phil
Esposito, Yakushev, Henderson y
Shadrin). Tanto él como el resto
de los muchachos del equipo soviético no lo tomaron como una
humillación, después de todo.
La propaganda comunista intentó
pasar de puntillas sobre el asunto enfatizando que la URSS podía
plantar cara a los todopoderosos
jugadores capitalistas de la NHL.
Incluso hoy las grabaciones de
los par tidos se siguen vendiendo bien en Rusia. Liapkin lo resume así: “En casa no se consideró una derrota, le probamos al
mundo que no sólo Canadá sabía
jugar al hockey...”. Kharlamov, a
sus 24 años, aún tenía muchas
guerras en las que batirse. Y ganar. Para entonces ya era doblemente padre (habían nacido su
hijo Alexander y su pequeña Begonita en honor a su abuela Begoña) y un jugador contrastado
mundialmente. Incluso pudo tomarse cierta revancha en 1979,
siendo ya doble oro olímpico, al
derrotar en Nueva York a un conjunto de estrellas de la NHL en lo
que fue una especie de continuación de las Summit Series.
Antes de eso, Kharlamov vi-
CON IRINA Y
‘SASHA’.
Kharlamov
posa con su
esposa Irina,
que conducía
el día del
accidente, y su
hijo
Alexander
‘Sasha’, que
también llegó
a ser jugador
profesional.
vió un suceso premonitorio. En
1976 sufrió otro gravísimo accidente de tráfico, cinco años antes del choque que acabaría con
su vida. Aquella vez tuvo más
for tuna y sólo sufrió diferentes
fracturas en las piernas. Unas lesiones que tendrían que haberle
alejado del hockey para siempre
(pasó seis meses en un hospital)
pero también las derrotó. Aún no
era la hora la hora final del “poeta sobre el hielo”, como le define
el historiador Arthur Chidlovski.
Valeri no llegó a jugar nunca
en la NHL pese a tener ofer tas
por culpa del control del férreo
gobierno soviético (el primero en
tener permiso fue Sergei Priakin,
en 1989) y tampoco lo consiguió
su hijo Alexander. Más conocido
como Sasha, heredó pese a te-
ner reticencias el mítico dorsal
17 en el Ejército Rojo y después
fue elegido en primera ronda del
draft NHL de 1994 por los Washington Capitals, aunque nunca
consiguió dar el salto y acabó haciendo carrera en Rusia. El último miembro de la saga, llamado
también Valeri, no juega al hockey sobre hielo como su padre y
su abuelo. Practica fútbol. Quizás
ahí emergen los genes de su bisabuela Begoña...
Un monumento señala el
accidente, en la carretera de
San Petersburgo a Moscú: “Aquí
yace la estrella del hockey ruso”
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CADEL
EVANS
ELEGANCIA C0NTRA EL RELOJ
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El corredor australiano, ganador del Tour de Francia en 2011, se retiró a comienzos de
año del ciclismo profesional. Subió al podio en la Vuelta a España y el Giro de Italia y se
vistió con el maillot arcoíris tras ganar el Mundial de Ruta de 2009, en Suiza.
JESÚS BALSEIRO /
C
ÍDOLO
LOCAL. Cadel
Evans dejó
el ciclismo
profesional
tras
completar el
calendario
australiano.
Allí, una
carrera lleva
su nombre.
Rivalizó con Alberto Contador
y Carlos Sastre en el Tour de
Francia antes de lograr su
victoria más importante
uando dé comienzo el
próximo Tour de Francia,
Cadel Evans no estará entre los
participantes. En los últimos diez
años sólo se perdió el de 2014, y
fue para pelear el Giro de Italia y
la Vuelta a España, pero en esta
ocasión su ausencia tendrá que
ver más con la biología que con la
táctica y la planificación. El australiano, ganador del Tour de 2011
entre muchos otros méritos, se
retiró en enero del ciclismo profesional poco antes de cumplir los
38 años.
Aunque sus éxitos llegaron en
las grandes vueltas, su carrera se
gestó muy lejos de ese formato.
Comenzó a brillar en el Mountain
Bike, encadenó trofeos nacionales
y llegó a coronarse campeón de la
Copa del Mundo de esta especialidad en dos ocasiones, 1998 y
1999. Como otros hicieron antes,
apostó por la bici de carretera pasando por Saeco y Mapei en sus
primeras dos temporadas.
Se dio a conocer en el Giro de
Italia de 2002 (pocos debutantes
en esta carrera se han vestido de
rosa aunque fuera por una etapa),
pero él lo hizo tras brillar en la
contrarreloj de 30 kilómetros (fue
tercero) y lograr una segunda plaza en San Giacomo. Finalizó en el
top 15 de la general y su nombre
no volvió a pasar desapercibido.
Le tocó vivir una de las épocas
más detestables de la historia del
ciclismo y aún así supo salir airoso, sin sombras ni sospechas. Y
poco a poco se descubrió como
un hombre de garantías para las
rondas de tres semanas, por eso
su casa siempre fue el Tour de
Francia. Allí peleó con Contador
en 2007 y con Carlos Sastre un
año después, sin más premio que
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Su ciclismo no era vistoso, hacía
diferencias en la contrarreloj
y se defendía con ritmo de los
ataques en la montaña
INICIOS. Se
dio a conocer
como corredor
de Mountain
Bike. Sobre la
tierra cosechó
sus primeros
triunfos, le
hicieron dar
el salto al
ciclismo de
carretera.
la plata. Aún así, supo reinventarse para no pasar a la historia
como un brillante segundón: como
no podía vestirse de amarillo, se
vistió de arcoíris en los mundiales
de 2009, en Mendrisio. Ganó en
casa del favorito, Cancellara, y se
escapó en solitario para que Kolobnev y Purito Rodríguez no aspiraran a disputarle el sprint. Campeón del mundo. Y para responder
a la temida maldición del arcoíris,
en 2010 ganó una etapa del Giro
y la Flecha Valona.
Su ciclismo no era vistoso,
nunca lo fue. Hacía diferencias
en la contrarreloj, esa especialidad tan poco reconocida, mientras que en la montaña se defendía de ataques despiadados a
base de ritmo constante y gestos
de sufrimiento. Por eso no se sabía con certeza si en realidad sufría o disfrutaba: su mueca era la
misma cuando triunfaba que cuando le golpeaba una pájara.
Nadie fue mejor que él en
2011, su dominio en la TirrenoAdriático y en el Tour de Romandía sir vió sólo de aperitivo para
lo que en verdad se avecinaba. Y
esos presentimientos se materializaron en el Mûr de Bretagne, la
quinta etapa del Tour de Francia.
En los últimos dos kilómetros de
cuesta, el buen trabajo del BMC le
permitió quedarse con los favoritos antes de jugarse la victoria. Él
respondió a los primeros ataques
y se la jugó a falta de 200 metros
para batir a Contador en un final
de ‘foto finish’. Aún así, sorprende
que sólo se vistiera de amarillo en
la llegada a París. Dos jornadas
antes era Voeckler quien se peleaba con los hermanos Schleck,
pero la cita contra el reloj (y la terrible actuación de los luxemburgueses Andy y Frank) le permitieron encumbrarse como el mejor
ciclista de la mejor carrera.
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CONTRA EL RELOJ. Destacó como uno de los grandes contrarrelojistas del pelotón.
Tras su triunfo en Francia, su potencial se diluyó entre los nuevos escaladores.
A partir de entonces, todo fue
a peor para Cadel Evans, algo lógico. Después del tren de la gloria
se mantuvo como un ciclista regular que nunca pelearía más en las
cotas más altas. Por eso tuvo mérito su actuación en el Giro de Italia de 2013, donde consiguió ser
tercero tras Nibali y Urán. Para alguien que contaba con tres podios
en el Tour y uno en la Vuelta, debió ser inolvidable cerrar el círculo en Italia, donde todo había comenzado once temporadas antes.
Sus últimos triunfos son etapas
del Tour de Utah de 2014. Este
año solo participó en el Tour Down
Under australiano y en la carrera
que llevará su nombre: la Cadel
Evans Great Ocean Road Race.
Habrá una cita más en el calendario y un ciclista elegante y comedido menos en el pelotón.
RIVAL DE CONTADOR. El triunfo de etapa de ‘foto finish’
conseguido en el Mûr de Bretagne, por delante del pinteño.
HÉROE EN PARÍS. El Tour de Francia de 2011 le ha
hecho pasar a la historia como uno de los mejores
ciclistas australianos de todos los tiempos.
ARCOÍRIS. Lució los colores de campeón del
mundo tras coronarse en Suiza 2009.
LA VUELTA. Evans acompañó a Alejandro
Valverde y Samuel Sánchez en el podio de 2009.
ITALIA. Llegó a liderar el Giro de Italia en su primera
participación. En la ‘Corsa Rosa’ de 2013 consiguió
uno de sus últimos éxitos: ser tercero de la general.
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MARGA
CRESPÍ
DE LA
SINCRO
AL CIRCO
DEL SOL
Después de una
vida dedicada
al deporte y
de colgarse un
bronce olímpico, la
nadadora deja la
sincro y se pasa al
espectáculo: puro
arte dentro del
agua en Las Vegas.
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MEDALLISTA.
Marga Crespí,
que lleva en
el equipo
nacional
desde 2009,
logró 16
medallas
entre Juegos
Olímpicos,
Mundiales y
Europeos, un
importante
botín.
ALBERTO MARTÍNEZ/
M
arga Crespí, medallista
de bronce con el equipo de sincronizada en los Juegos
Olímpicos de Londres 2012, vive
desde la pasada Navidad pendiente de su teléfono móvil. Cualquier
día puede recibir la llamada que
espera desde Las Vegas (Estados
Unidos) y enrolarse en la aventura de su vida: el Circo del Sol. La
balear (de 24 años) decidió pasar
página y abrir un nuevo capítulo
en su carrera pese a tener toda-
La mallorquina está esperando
la llamada del Circo del Sol
para viajar a Las Vegas y
actuar en el espectáculo ‘O’
vía una larga trayectoria en la natación sincronizada. “Me costaba
mucho encontrar una motivación
a la hora de competir”, reconoció
la nadadora, después de un 2014
para olvidar. “Tras el Mundial
tuve que operarme y la recuperación me costó bastante. No pude
preparar a conciencia el Europeo
de Berlín, ya no nadé el dúo sino
que únicamente me centré en las
pruebas de equipo y tenía claro
que se acababa una etapa, que
necesitaba nuevos alicientes en
mi carrera”, explica Marga, desde Palma de Mallorca, su nueva
residencia tras abandonar el CAR
de Sant Cugat.
“Cuando volví de las vacaciones me di cuenta de que necesitaba un cambio”. Y entonces surgió
la ex entrenadora Mayuko Fujiki,
japonesa que ahora entrena en
China y antes lo hacía en España,
quien le alertó de la oportunidad
que se abría en el Circo del Sol,
donde buscaban a chicas para el
espectáculo acuático bautizado
‘O’. No sería la primera vez que
una nadadora de sincro pasaba
al circo, curiosamente en el país
donde se inventó este depor te.
Marga no se lo pensó. Recopiló
“Cuando volví de las
vacaciones me di cuenta de
que necesitaba un cambio”,
comentó la nadadora a AS
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vídeos de su carrera, con distintos ejercicios similares a lo que
pedían esta compañía de circo y
espectáculos. En poco tiempo recibió respuesta. Había pasado las
pruebas. La admitieron. Tenía que
viajar a Montreal (Canadá).
De la monotonía del CAR, de
convivir con deportistas, del agua
de la piscina y de un mundo en
el que el deporte era lo principal,
a vivir en medio de un circo, con
trapecistas, magos y acróbatas.
Con gente de todas las partes del
mundo, como una película de Ho-
“Sólo entrenábamos por las
mañanas. Conocí a gente
fantástica”, relata Marga sobre
los ensayos en Montreal
llywood. Así se encontró Marga
en un abrir y cerrar de ojos, con
una vida diferente a la que tenía
en Barcelona. “No había entrenamientos de diez horas. Sólo por
las mañanas y eran muy variados,
con movimientos fuera del agua.
Por las tardes teníamos libre. Conocí a gente fantástica. Aquí nadie
te juzga. Tú eres la protagonista
del show y tienes que entretener
a la gente. Es otro mundo”.
Pero, en el Circo del Sol, que
pases las pruebas no es sinónimo de que vayas a actuar. Crespí,
después de recibir la formación
correspondiente, es una de las
suplentes del espectáculo que
arrancó en Las Vegas en enero.
No es un espectáculo itinerante,
sino que está fijo en la ciudad del
juego hasta mayo. Cualquier lesión o abandono de algunas de
las chicas por cualquier circunstancia haría automáticamente
que el teléfono de Marga sonara.
“Estoy pendiente. Me sigo manteniendo en forma, aunque cada
vez que pasan los días quizás es
más difícil”, advierte, aunque no
se resigna.
“Es bueno que Marga viva esta
aventura. Si decide volver al equi-
po, seguro que nos podrá ayudar
con nuevas coreografías e ideas.
Hay que buscar siempre lo positivo de las cosas”, reconoció Esther Jaumà, la seleccionadora. No
obstante, Marga no cree que haya
una segunda parte en el equipo
nacional. “Nunca se sabe, pero a
día de hoy es complicado que
vuelva a meterme diez horas en
una piscina. De lo único que me
retiro es de la alta competición;
sigo entrenándome, sigo en este
deporte, pero sinceramente lo veo
muy difícil”, aseguró.
EN LAS
VEGAS. El
espectáculo
no es
itinerante,
sino que está
fijo dos veces
al día en Las
Vegas. Es
el que más
tiempo lleva
y uno de los
más exitosos
en la ciudad.
“Nunca se sabe, pero a día de
hoy es realmente complicado
que vuelva a meterme diez
horas en una piscina”
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CINE
LA AVENTURA CONTADA CON IMÁGENES
SEBASTIÁN ÁLVARO
Hace 120 años, frente a la Fábrica
Lumière (Lyon), los operarios que salían
tras cumplir su jornada laboral vieron a
los hermanos y dueños de la misma con
un extraño artilugio. Sin saberlo, estaban
siendo los primeros seres en ser filmados.
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O
currió un 19 de marzo de
1895, hace ahora 120
años, frente a una fábrica de la
ciudad francesa de Lyon. Los
operarios que salían de ella tras
su jornada laboral debieron sorprenderse de que los hermanos
dueños de su empresa, la Fábrica Lumière, estuviesen allí plantados con un extraño artilugio; y
aún más de que les dijeran que no
lo miraran directamente y siguiesen caminando. Estaban siendo
los primeros seres en ser filmados. Estaban par ticipando en el
nacimiento del cine. El invento
de los hermanos Lumière –culminación de una obsesión de su
época por la imagen animada de
la que también par ticipó Edison
y varios otros investigadores- inmediatamente se lanzó al mundo
para capturarlo a través de su objetivo para luego asombrar a sus
espectadores en cafés y teatros.
Y el viaje, la aventura, el territorio
exótico y misterioso se convirtieron, casi de inmediato, en uno de
los principales aliados de aquel
nuevo invento que habría de cambiar el mundo.
De hecho, ya tenemos imágenes de alpinistas escalando el
Cer vino de 1901, y en 1904 se
hicieron famosas las películas de
las expediciones a lugares remotos realizadas por Charles Urban
con una cámara de su invención
llamada Bioscope. O espectáculos
como el Hale’s Tours, una especie
de falso tren donde los ‘viajeros’
se sentaban para ver a través de
las ventanillas películas de distintos lugares mientras el artefacto
se movía y vibraba. Pero sobre
todo, el cine y la aventura se unieron, ya para siempre poniendo las
El territorio exótico, el viaje
y la aventura se convirtieron
de inmediato en uno de los
aliados de aquel nuevo invento
PIONEROS.
Leni
Riefensthal,
Louis Trenker
y Arnold
Fanck fueron
algunos de
los grandes
pioneros
en los
documentales
y películas de
montaña.
bases del género documental, de
la mano de auténticos profesionales —tanto como ar tistas de
talento— como Vitorio Sella, responsable de las magníficas imágenes de Luis de Saboya en el Karakorum o de Herbert G. Pointing,
cámara de la desastrosa expedición de Scott al Polo Sur Geográfico en 1911. También la Antártida,
poco después, sería el escenario
de otro triunfo del nuevo arte —y
de la resistencia humana— de la
mano y la tenacidad de Frank Hurley, fotógrafo y camarógrafo de la
expedición de Shackleton que luchó entre 1914 y 1916 por escapar del continente helado.
Por esas mismas fechas pero
justo en el otro extremo del mundo, en el Ár tico, un joven nor teamericano cargaba con su cámara de cine siguiendo la vida y
peripecias de un inuit con fama
de experto y valiente cazador llamado Nanook. Él sería el protagonista de la película documental
‘Nanook, el esquimal’ creada por
Robert Flaherty y que se convertiría en un enorme éxito mundial.
Nanook es una obra maestra que
conserva toda su vitalidad, fuerza
y emoción y suele ser considerada
la verdadera partida de nacimiento (y una de sus cimas artísticas)
del género documental. Detrás llegarían los documentales y películas de montaña de Leni Riefensthal, Louis Trenker o Arnold Fanck.
Tras la Segunda Guerra Mundial
llegarían los documentales sobre
las grandes expediciones que conquistarían las montañas más altas de la Tierra en el Himalaya.
Así pues, cine y aventura son
compañeros desde prácticamente el nacimiento del Séptimo Arte,
alentándose el uno al otro, mostrando paisajes desconocidos,
provocando y transmitiendo emociones y sentimientos que nos
abrirían, a muchos, a mundos
nuevos y fascinantes y nos lanzarían a la aventura. De alguna
forma todos los que luego hemos
seguido estos pasos somos herederos de aquel genial invento de
los hermanos Lumière que hace
120 años comenzó —literalmente— a rodar.
Desde entonces tenemos el
enorme privilegio de sentirnos
dentro de la peripecia de los propios aventureros, recorrer junto a
ellos lugares ignotos, sentir íntimamente la emoción de sus descubrimientos y sentir cómo corre
por nuestras venas el vértigo de
la aventura.

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