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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
PROGRAMA Y BIBLIOGRAFÍA
SEMINARIO: Psicoanálisis y Mito:
Perspectiva analítica del Mito y la Tragedia
(Años 2005/2006)
Docente Titular: Psic. Delia Paulina Bournissen
Advertencia: Incorporar la “Fuente” S-greek para poder imprimir las palabras griegas
El carácter espontáneo del bambú es la rectitud.
Su virtud natural se manifiesta en su forma de crecimiento:
Siempre recto y hacia arriba, doblándose dócilmente para eludir los obstáculos.
Su ascención no es violenta, sino modesta y dócil, sin prisa y sin pausa.
Así, su carácter abnegado y recto es modelo para el hombre sabio.
Pues éste posee la virtud de la experiencia de la vida.
2.
Teogonía
3.1 Abordaje y comparación de Teogonía y Cosmogonía.
Aproximación al estudio de las perspectivas y diferencias del
sentido religioso, filosófico y científico. La perspectiva del poeta
Hesíodo .
3.2 Relación con el canto XVIII de la Ilíada.
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HESÍODO
Datos históricos
Después de Homero, el poeta Hesíodo (de la mitad del siglo VIII) es el
más antiguo de los poetas griegos hasta hoy conocidos. Lo único que puede
afirmarse es que es posterior a Homero, anterior a Simónides de Ceos y que
tuvo auge a mediados del siglo VII A.C.
Lo poco que de él se sabe, que no haya sido transformado en leyenda,
se encuentra en pasajes de sus propias obras: sus orígenes en la zona de
Ascra, la realidad económica de su mundo, su estructura familiar, la vida
cotidiana en aldeas tan pobres como esta de Ascra, donde el hombre luchaba
para sobrevivir contra la dureza del clima y las dificultades de la tierra, así
como el conocimiento del calendario agrícola de estos campesinos, cuyos ojos
estaban siempre vueltos al cielo, la relación conflictiva con su hermano y sus
actividades como pastor, agricultor y poeta, todo ello converge con gran fuerza
en los mitos, consejos y prohibiciones de Los trabajos y los días.
Un hecho marcó la vida de Hesíodo: al morir su padre, heredó la tierra
que cultivaba con mucho esfuerzo. Aparentemente, su hermano Perses
dilapidó rápidamente la herencia que le había correspondido y luego entabló un
pleito contra Hesíodo. Los “reyes” (que cumplían la función de jueces) dieron la
razón a Perses, y éste obtuvo parte de los bienes que Hesíodo había recibido.
Esas amargas experiencias y otros males percibidos, lo hicieron escribir
sus poemas con el objeto de establecer una mejor concepción de la justicia y
de la moral. Y así, con maestría excepcional ofrece las conclusiones de sus
vivencias a todos los hombres y para todos los tiempos; para que de él se
aprenda, pasa de lo particular a lo que es esencialmente de orden general.
Según él mismo cuenta en La Teogonía, mientras apacentaba sus
rebaños, se le aparecieron las Musas, lo llamaron a su servicio y lo exhortaron
a cantar verdades. Desde ese momento inició su labor poética con un acusado
carácter didáctico.
Psicoanal. y mito: persp.anal.del mito y la tragedia 3
La obra
Entre las obras atribuidas a Hesíodo por los antiguos, sólo tenemos
certeza de la autenticidad de tres: Los trabajos y los días, La Teogonía y El
escudo de Heracles.
Los poemas de Hesíodo abrieron la puerta a la conciencia individual del
hombre antiguo, al reconocimiento de un Derecho sancionado por la divinidad y,
lo que es más importante, a la organización espacial y temporal, religiosa e
histórica del mundo. El dio una estructura coherente a los mitos griegos y éstos
inspirarían luego amplias parcelas de la creatividad humana, no sólo la
literatura, sino también la filosofía, la teología, la música, la pintura y otras artes.
En Hesíodo no hay una puesta en cuestión de una inspiración divina, lo que
hay es una puesta en cuestión de la posibilidad que tiene el poeta de dar un
mensaje correcto. Lo que hace Zeus al comienzo de la Teogonía es repartir,
cuenta la división de ciudades por parte de los dioses, cuáles les van a rendir
honores. Lógicamente los dioses principales toman las ciudades principales,
por lo tanto hay una disputa entre los dioses por las ciudades más importantes.
En primer lugar, el mito de la disputa de los dioses que narra de qué manera ha
llegado el cosmos, el orden de la ciudad y por tanto da a los atenienses la
autoconciencia.
LA TEOGONÍA 1
La Teogonía, o genealogía de los dioses, es un poema mitológico,
escrito en 1022 hexámetros, en donde el autor pretende dar una ordenación
razonada de la multitud de dioses que llenan los mitos helénicos. Con el mismo
criterio, refiere la descendencia y subdescendencia de dichos dioses. Además,
el poema nos presenta un completo sistema simbólico del Universo.
Hesíodo comienza con un Preludio (v.1-115) de extensión inusual, que
comprende dos partes: primero, un relato que llega hasta el momento en que el
poeta recibe el encargo de las Musas invocándolas al principio y al final de sus
versos; y luego, un himno que se da por terminado con la petición del poeta a
las mencionadas hijas de Zeus, para que le expliquen el origen de todas las
1
HESIODO, “Teogonía” - Biblioteca básica Gredos – Madrid 2002 -
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cosas. En la cuarta y última parte del himno inicial se expone el objeto del
poema: la narración del “sagrado linaje de los dioses sempiternos”. Primero
serán los más antiguos, los hijos de la Tierra (Gea) y del Cielo (Uranos), sobre
todo los Titanes, quienes serán desplazados de sus dominios; luego, vendrán
los dioses donadores de todos los bienes, o sea la generación de las deidades
cuyo soberano supremo es Zeus, que sigue rigiendo el orden universal.
El desarrollo del sistema teogónico es realmente admirable. La Tierra
surge del Caos, en sus entrañas de fuego, que son el Tártaro profundo; y de la
Tierra nacen los dioses olímpicos. El primero de ellos es Eros (el Amor),
creador de todo aliento y de toda vida. Él hace que se unan el Erebo y la
Noche, nacidos del Caos, para engendrar el Éter y el Día (luz y calor que
alumbran, animan y vivifican). De la Tierra nace un ser igual a ella, el Cielo
Estrellado, luego las altas montañas y el mar (aquí ya ha tomado forma el
mundo). Después la Tierra, uniéndose unas veces con el Cielo y otras con el
Mar, da a luz una doble descendencia. Hijos de la primera unión son los
Titanes, los Cíclopes y los Cienbrazos. (la enumeración de esos hijos va
seguida de una narración bastante extensa, sobre la mutilación de Urano –
Cielo- y el nacimiento de Afrodita). Seguiría el relato de los hijos nacidos de la
Tierra y el Mar, pero el poeta vuelve atrás y narra el nacimiento de los hijos de
la Noche.
Luego siguen, efectivamente, los versos dedicados a los vástagos de la
Tierra y el Mar, que comprende, a la vez, las gráciles Nereidas y las formas
amenazadoras de diferentes monstruos. Y, a continuación, empieza una larga
enumeración de los hijos de los Titanes. Alternan con esta narración algunos
episodios, tales como el de Estix al ponerse al lado de Zeus, la descripción del
poderío de Hécate, el nacimiento de Zeus y su victoria sobre Cronos, el mito de
Prometeo y el de Pandora, que representa a la mujer como cruel azote de la
Humanidad.
Después vuelve Hesíodo a referirse a los Cienbrazos, los únicos hijos de
la Tierra de los que no había vuelto a hablar desde que mencionó su
nacimiento. De ellos enaltece el combate que sostuvieron a favor de los dioses
olímpicos, para que éstos triunfaran sobre los Titanes. La narración de la
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batalla final, joya de la obra de Hesíodo, se le ha llamado Titanomaquia
(maquia = lucha) o Tratado de los Titanes.
A continuación siguen las descripciones del Tártaro, y de un nuevo
enemigo de los dioses, Tifoeo, al que Zeus aniquila con su rayo. El tránsito del
dominio de los titanes y de Tifoeo, es ideado por el poeta como el tránsito de la
violencia y del despotismo al bien y a la justicia. Así, llegamos a la conclusión
que proclama el advenimiento de Zeus como sumo soberano y su partición de
los honores con los nuevos dioses. La distribución de las potencias celestes y
terrenas entre los dioses leales, pone sello al nuevo estado de cosas.
En torno a las divinidades mayores se mencionan las menores, a veces
con simples series de nombres, como un árbol genealógico. Finalmente se
hace mención de la unión de los dioses y diosas con los mortales, de la que
nació la estirpe de los Héroes, dando origen al ciclo de los mitos tratados por
los poetas épicos.
El pesimismo hesiódico tocante a la suerte humana halla expresión,
sobre todo, en el mito de los japetiónidas (=hijos de Japeto) Prometeo y
Epimeteo, y en la creación de Pandora. Por otra parte, la fe en un orden
universal y la esperanza de que debe triunfar el bien y la justicia, ponen al lado
de ese pesimismo la fuerza de las convicciones del mismo Hesíodo, a favor del
hombre bueno y justiciero, obediente a las leyes divinas.
Concluye la Teogonía con dos versos (1021-1022) que coinciden con el
comienzo del proemio la Catálogo de las Mujeres, otra obra atribuída a
Hesíodo.
Recorrido etimológico
“praxis” de “to pra/ttein” (to pratein) [acción], cuyo campo semántico involucra
a "recorrer", "atravesar", "realizar", "ocuparse de", "trabajar", es decir que hay
una acción, una "praxis" que tiende, que se desplaza.
“to ergazesJai” to ergázeszai” verbo deponente que indica una acción vuelta
sobre el sujeto, una flexión hacia el sujeto y que podemos traducir como
"procurarse", "realizarse", "hacerse", "labrarse".
to poiei=n” to poiein “creación, producción, siguiendo a Platón en el Cármides y
enlazándola con "texnh/” (texné): arte o destreza ; "savoir faire dans un métier" .
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Pierre Chantraine en el diccionario etimológico griego nos indica que la palabra
(texné) expresa originalmente la noción de "construir" y surge de la raíz
indoueropea *tek que ha forjado en sánscrito táksati (construir) y con una
evolución semántica particular a texo (tejer).
“Eros” se llama así porque fluye(esrei) hacia adentro, desde afuera, y no es la
corriente propia del que lo tiene, sino que es introducida por los ojos (ton
omaton) por ésto se llamaba antes "esros", de "esrein", pues usábamos las "o"
cortas en vez de la larga y ahora es llamado "Eros".
Seminario electivo: “Psicoanálisis y Mito: Perspectiva analítica del mito y la tragedia”
Universidad Nac. De Córdoba: Facultad de Psicología
Córdoba, 2004-2005.

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