Lección 48 (la oración)

Lección 48: la oración
«Mediante la oración, podemos mostrar nuestro amor a Dios. Y Él lo ha hecho tan fácil.
Podemos orar a Él en cualquier momento. No se necesita ningún dispositivo especial. Ni
siquiera necesitamos recargar baterías o pagar una cuota mensual».
(Russell M. Nelson, Ensign, May 2003, p. 7.)
Himno:
«Oh dulce, grata oración», Himno 78
Escritura:
« Al atardecer, y por la mañana y al mediodía
oraré y clamaré, y él oirá mi voz» (Salmos
55:17).
Lección:
Prepare cuatro tiras de palabras:
AMADO PADRE CELESTIAL
GRACIAS POR LAS BENDICIONES
PETICIÓN DE AYUDA
EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, AMÉN
Mézclelos y póngalos sobre una mesa o el
suelo. Explique que estas tiras de papel
representan las cuatro partes de la oración,
pero que no están en el orden correcto.
Guíe a los niños para que pongan las tiras
de papel en orden mientras analiza cada
parte de la oración. Mezcle las tiras de
papel de nuevo y observe si pueden
ordenarlas sin ayuda.
(Beth Lefgren and Jennifer Jackson, Sharing Time,
Family Time, Anytime, [Salt Lake City: Bookcraft, 1992],
p. 66-67.)
Refrigerio
Tarta de plátano,
queso y Oreos
Para la tarta
- 2 paquetes de galletas Oreo
- 400 gr. de queso batido o yogur griego
- 4 plátanos
- 150 gr. de azúcar
- 8 hojas de gelatina
- 2 cucharadas de margarina
- zumo de 1 limón
Para decorar
- 3 plátanos
- 2 hojas de gelatina
- zumo de 1 limón
- hojas de menta o hierbabuena
- 2 galletas Oreo
Quitamos el relleno de las galletas y lo
mezclamos con la margarina. Trituramos las
galletas. Mezclamos las galletas con su relleno.
Ponemos una tartera sobre un plato. Rellenamos
el fondo del plato con las galletas. Engrasamos las
paredes del molde y lo ponemos en la nevera.
En un cuenco ponemos el queso batido, le
añadimos los plátanos pelados, el zumo de
limón y el azúcar. Lo trituramos bien con un
tenedor. Ponemos la gelatina en agua fría hasta
que esté blanda, calentamos un poco de agua,
sacamos la gelatina y la diluimos en el agua
caliente. Dejar enfriar. Mezclamos bien el queso
batido con la gelatina, lo dejamos reposar unos
15 minutos, removiendo un poco. Vertemos la
masa dentro del molde, sobre la base de galletas.
Refrigeramos 4 ó 5 horas.
Pelamos los plátanos, los cortamos en rodajas,
los rociamos con el zumo de limón para que no
se oxiden. Ponemos las hojas de gelatina en
agua fría unos minutos. Calentamos un poco de
agua y diluimos la gelatina en el agua caliente.
Decoramos la tarta con la rodajas de los
plátanos, pincelamos varias veces con la
gelatina. guardamos la tarta en el nevera hasta el
momento de servir. Desmoldamos con cuidado
y decoramos con las galletas oreo partidas en
trozos y las hojas de hierbabuena o menta.
FORTALECE TU FAMILIA
AMADO PADRE CELESTIAL
GRACIAS POR LAS BENDICIONES
PETICIÓN DE AYUDA
EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, AMÉN
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Historia:
M
IENTRAS NUESTRA familia vivía en
Montevideo, Uruguay, fuimos un día a dar
un paseo en coche cuando pasamos por una
perrera. Nuestros hijos habían estado pidiéndonos por
algún tiempo comprar un perro [.…] Hablamos el asunto
por un rato y al final nos dirigimos al interior, rodeados
de montones de perros de todo tipo. Después de mirar
alrededor, finalmente la encontramos (una cachorrilla
mestiza con pelo dorado y rizado. Ella parecía haber sido
hecha expresamente para nuestra familia. La compramos
y nos dirigimos a casa en medio de mucho ruido y emoción.
Nuestro hijo mayor, que entonces tenía ocho años de edad,
pronto se convirtió en el que se hizo cargo de ella. Ella
respondía a toda la familia pero sobre todo a él. Él la alimentaba, la llevaba a dar largos paseos, escuchaba sus aullidos por la noche e hizo todo lo demás que
viene con la responsabilidad de poseer un cachorro. La llamó Dixie. Los perros parecen existir para
mover la cola y hacer feliz a la gente, pero Dixie hacía mucho más que eso. Pronto se convirtió en
una parte importante de la familia.
Una tarde, cuando llegué a casa del trabajo, salió a mi encuentro nuestro hijo mayor que estaba
llorando. Dixie llevaba perdida la mayor parte del día y no la podía encontrar. La búsqueda se
había prolongado durante dos o tres horas. Mi mujer envió a varios de los niños, que habían estado
orando la mayor parte de ese tiempo, a buscarla por todo el vecindario y los edificios circundantes.
Para cuando yo llegué a casa, habían perdido casi toda esperanza ya que frecuentemente en esa
zona se denunciaban robos, y había muchas posibilidades de que alguien se hubiera llevado a
nuestra cachorrita.
Sin embargo, la fe de nuestro hijo mayor no se tambaleó. Entre lágrimas me dijo que había orado y
orado, pero que el Señor no le había ayudado a encontrar a Dixie aún. Sin embargo, todavía con
confianza y fe dijo: «Papá, sé que si oras con el resto de la familia, todos juntos en oración familiar,
el Padre Celestial nos mostrará donde está Dixie».
Mientras nos dirigíamos al salón para orar, mi
propia fe necesitó fortaleza. ¡Cómo oré para
que el Señor respondiera a este muchacho y
fortaleciera su fe mediante la oración! Ya que
la situación era seria, y porque ofrecía una
oportunidad única para enseñar a nuestros
hijos sobre el poder de la oración, cada
miembro de la familia (todos los seis), desde el
mayor al más joven, oramos en voz alta para
que el Señor nos mostrara dónde estaba Dixie.
Mi hijo mayor guiado por el Espíritu oró para
que donde quisiera que se encontrara Dixie,
estuviera a salvo y que si alguien se la había
llevado y no fuese a devolvérnosla, que la
quisiera y cuidara bien de ella.
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Después de la oración, hablamos de hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para encontrar a
Dixie si queríamos que el Señor nos ayudara. Toda la familia subió al coche, y comenzamos a dar
marcha atrás para comenzar a buscar. Cuando el coche salía de nuestro garaje, vimos a la jovencita
que vivía al lado corriendo hacia nosotros. Para nuestra gran alegría, ella estaba gritando, «¡tengo a
Dixie!». La perrita había quedado atrapada en el garaje de los vecinos todo ese tiempo.
Mientras multitud de bracitos la achuchaban, mi esposa y yo sentimos mucha gratitud en nuestros
corazones porque el Señor hubiera atendido nuestras oraciones, incluso en el momento en el que
se estaban ofreciendo.
A medida que las cosas se calmaron y nos llevamos a casa a Dixie, uno de los más pequeños nos
dijo lo agradecido que estaba y que debíamos dar las gracias a nuestro Padre Celestial. Así que de
nuevo de rodillas, toda la familia dió las gracias uno por uno al Señor por haber dado respuesta a
nuestras oraciones.
(Gene R. Cook, Raising Up a Family to the Lord, [Salt Lake City: Deseret Book, 1993].)
Actividad:
Recorte las tiras que encontrará más abajo, doble cada una por la línea de puntos y pegue
ambos lados a modo de tarjeta. En cada tarjeta aparecerá escrita una palabra del grupo A
o del grupo B.
Baraje las tarjetas del grupo A y póngalas boca abajo en fila en el suelo o una mesa. A
continuación, mezcle las tarjetas del grupo B y colóquelas boca abajo en una segunda fila.
Cada tarjeta del grupo A se empareja con una tarjeta del grupo B. El objetivo del juego es
hacer tantos emparejamientos como sea posible.
Divida a la familia en dos equipos y haga que el equipo 1 elija una tarjeta
del grupo A y otra del grupo B. Si las palabras se emparejan, el equipo 1
recibe un punto y pasa el turno al equipo 2. Si las palabras no coinciden,
gire de nuevo las cartas boca abajo y le pasa el turno al equipo 2. (Tenga
en cuenta que incluso si se produce un acierto, cada equipo dispone sólo
de una oportunidad en cada turno.)
A
Cruzar Ponerse Cerrar
Bendecir
B
los
brazos
los
Celestial
alimentos
de
rodillas
los
ojos
Padre
Por la
mañana
Agradecer
Pedir
Las oraciones
por la
noche
por las
bendiciones
ayuda
son
contestadas
(Max H. Molgard and Allan K. Burgess, Fun for Family Night: Book of Mormon Edition, [Salt Lake City:
Bookcraft, 1990], p. 63.)
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CRUZAR
GRUPO A
PONERSE
GRUPO A
CERRAR
GRUPO A
BENDECIR
GRUPO A
PADRE
GRUPO A
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POR LA
MAÑANA
GRUPO A
AGRADECER
GRUPO A
PEDIR
GRUPO A
LAS
ORACIONES
GRUPO A
Sé reverente.
Él lo merece.
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LOS
BRAZOS
GRUPO B
DE
RODILLAS
GRUPO B
LOS
OJOS
GRUPO B
LOS
ALIMENTOS
GRUPO B
CELESTIAL
GRUPO B
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POR LA
NOCHE
GRUPO B
POR LAS
BENDICIONES
GRUPO B
AYUDA
GRUPO B
SON
CONTESTADAS
GRUPO B
CELESTIAL
GRUPO B
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Una de las cosas mas
significativas que podemos
hacer como padres, es enseñar
a nuestros hijos sobre el poder
de la oración, no sólo a orar
por rutina.