Análisis y valoración de la Sierra de O Xistral: un modelo

Transcripción

Análisis y valoración de la Sierra de O Xistral: un modelo
Análisis y valoración
de la Sierra de O Xistral:
un modelo de aplicación
de la Directiva Hábitat en Galicia
9 788445 331583
Centro de Información e Tecnoloxía Ambiental
COLECCIÓN TÉCNICA
MEDIO AMBIENTE
CONSELLERÍA DE MEDIO AMBIENTE
Análisis y valoración de la Sierra de O Xistral: un modelo de aplicación de la Directiva Hábitat en Galicia
J. Izco Sevillano, P. Ramil Rego - Coordinadores
XUNTA DE GALICIA
ANÁLISIS Y VALORACIÓN
DE LA SIERRA DE O XISTRAL:
UN MODELO DE APLICACIÓN
DE LA DIRECTIVA HÁBITAT EN GALICIA
J. IZCO SEVILLANO
P. RAMIL REGO
(Coordinadores)
XUNTA DE GALICIA
Consellería de Medio Ambiente
Centro de Información e Tecnoloxía Ambiental
ANÁLISIS Y VALORACIÓN
DE LA SIERRA DE O XISTRAL:
UN MODELO DE APLICACIÓN
DE LA DIRECTIVA HÁBITAT EN GALICIA
XUNTA DE GALICIA
CONSELLERÍA DE MEDIO AMBIENTE
Centro de Información e Tecnoloxía Ambiental
Coordinadores:
J. IZCO SEVILLANO
P. RAMIL REGO
Universidade de Santiago de Compostela
Relación de Autores:
R. DÍAZ VARELA
J. IZCO SEVILLANO
S. MARTÍNEZ SÁNCHEZ
I. PARDO GAMUNDI
P. RAMIL REGO
M.A. RODRÍGUEZ GUITIÁN
Universidade de Santiago de Compostela
Deseño e maquetación:
Ninfa e Riveiro
Impresión:
Anduriña
D.L.: PO - 504 - 2001
ISBN: 84-453-3158-2
ANÁLISIS Y VALORACIÓN
DE LA SIERRA DE O XISTRAL:
UN MODELO DE APLICACIÓN
DE LA DIRECTIVA HÁBITAT EN GALICIA
Autores:
J. Izco Sevillano
R. Díaz Varela
S. Martínez Sánchez
M.A. Rodríguez Guitián
P. Ramil Rego
I. Pardo Gamundi
José Carlos del Álamo Jiménez
Conselleiro de Medio Ambiente
La construcción de Europa, un proyecto en el que estamos interesados los ciudadanos y los poderes públicos, se refleja en las grandes decisiones que toman los
Consejos de Ministros o el Parlamento Europeo, pero eso es sólo parte de esa gran
idea integradora, de carácter continental. Siendo importante el establecimiento de
un marco legislativo que dé forma a las decisiones, es el quehacer diario de las
gentes, como un orballo del que apenas nos damos cuenta, lo que ha de lograr esa
integración.
En lo que al medio natural se refiere, la publicación de la Directiva Hábitat supuso un salto cualitativo de enorme significado para todos los Estados miembros de
la Unión Europea. Precisamente, los criterios de análisis y valoración de esa
Directiva han constituido las bases para la redacción de la propuesta gallega de
Lugares de Interés Comunitario, como aportación de nuestra Comunidad Autónoma
a la Red Natura 2000.
Este libro representa un ejemplo de esa transposición europea al ámbito de
actuación de la Xunta de Galicia, en concreto de la Consellería de Medio Ambiente.
El espacio elegido es uno de esos Lugares de Interés Comunitario, con un extraordinario valor tanto por su flora y su fauna como por sus comunidades vegetales.
Aquí, como queda claro a partir del análisis que hacen los autores, existe una gran
diversidad de hábitats, muchos de ellos considerados prioritarios por la propia
Directiva, con particular significación de los medios húmedos, y entre ellos las turberas que cubren las cumbres de O Xistral, en el norte de Lugo, únicas en su clase.
En estos momentos, sin embargo, se trata de superar la fase diagnóstica. No
basta con identificar y valorar las cualidades de la naturaleza, se trata de ir más
allá, de poner en práctica políticas activas que permitan aplicar los conocimientos
a la gestión del medio natural. Se trata de conservar la naturaleza a partir de diagnosis correctas y esa es una de las aportaciones más interesantes de esta obra, el
paso del plano diagnóstico al plano aplicado mediante la priorización de los hábitats existentes en O Xistral y su cartografía, de forma que sean compatibles la conservación y el uso racional y sostenible.
Esa es la línea que sigue la Consellería de Medio Ambiente y ese es su interés
en esta obra, su carácter instrumental de aplicación. A partir de este modelo será
fácil su proyección a otros ambientes y otros espacios, que merecen ser conservados para legar a las generaciones venideras el patrimonio que hemos recibido,
mejorado, incluso, si es posible.
INDICE
INTRODUCCIÓN ................................................................................................11
EL MEDIO Y BIOGEOGRAFÍA .............................................................................13
BASES TIPOLÓGICAS DEL INVENTARIO ............................................................29
BIODIVERSIDAD DE LOS HÁBITATS ..................................................................31
CARTOGRAFÍA ..................................................................................................63
VALORACIÓN DE LOS HÁBITATS NATURALES Y SEMINATURALES ..................67
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................... 79
MAPAS ..................................................................................................................83
LEYENDA MAPAS DE HÁBITATS ......................................................................85
LOCALIZACIÓN ................................................................................................89
FORMAS DEL RELIEVE .....................................................................................93
CARACTERIZACIÓN BIOCLIMÁTICA .................................................................97
IMAGEN SPOT ...............................................................................................101
HÁBITATS (1:20.000) ......................................................................................105
HÁBITATS (1:90.000) ......................................................................................157
VALORACIÓN DE HÁBITATS ...........................................................................161
INTRODUCCIÓN
La Directiva 92/43/CEE transpuesta a la legislación española mediante el Real
Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, y modificada por la Directiva 97/62/CE del
Consejo de 27 de octubre de 1997 por la que se adapta al progreso científico y técnico la Directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales y
de fauna y flora silvestres (Real Decreto 1193/1998), ha supuesto una redefinición
en los criterios de valoración y gestión de las especies silvestres y de los hábitats
naturales con la finalidad de garantizar el mantenimiento de la biodiversidad del
territorio en que se aplica, compaginando el mantenimiento o el restablecimiento,
en un estado de conservación favorable, de los hábitats y las especies de interés
comunitario con las exigencias culturales, sociales y económicas de cada país, así
como las particularidades regionales y locales.
Dicha directiva prevé la puesta en marcha de un sistema de áreas especiales de
conservación, designado “Red Natura 2000” que incluye zonas especiales de conservación que alberguen uno o varios tipos de hábitats naturales prioritarios o una
o varias especies prioritarias. Para tal fin, la DG XI de la Comisión Europea encargó al grupo de Trabajo Científico, dependiente del Comité Hábitat, la descripción y
tipificación de los distintos hábitats incluidos en la Directiva, que se desarrolló a
partir del proyecto CORINE (CORINE, 1991) y del trabajo de Devillers & Devillers,
1993, información que aparece recogida en una serie de manuales técnicos
(EUR12, EUR15/1, EUR15/2) que fueron aprobados por el Comité Hábitat. En
España gracias al desarrollo de los proyecto LIFE – Naturaleza: “First phase of the
inventory and mapping of Directive 92/43/EEC habitat and species types in Spain
(LIFE93 NAT/E/011900)” y “2nd phase of the inventory taking and computer mapping of habitat types and species according to directive 92/43/EEC in Spain (LIFE94
NAT/E/004831)”, coordinados científicamente por S. Rivas-Martínez, se procedió a
elaborar una serie de mapas temáticos a escala 1:50.000 en los que se delimitaron
los diversos tipos de hábitats presentes en España. En este proyecto se empleó la
metodología fitosociológica relacionando tipos de hábitats con asociaciones y
comunidades vegetales concretas (RIVAS-MARTÍNEZ et al., 1994, 1995).
Por iniciativa de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, se
planteó la necesidad de disponer de estudios con mayor detalle de aquellas áreas
del territorio gallego susceptibles de incorporarse a la Red Natura 2000, adecuando los criterios de Comité Hábitat Europeo y Nacional a las características biogeográficas y ecológicas de Galicia. Como estudio piloto se procedió a la realización
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de un análisis pormenorizado e interdisciplinar de caracterización y valoración ecológica de los hábitats de la sierra de O Xistral (Lugo), a escala 1:10.000, procediendo para ello a la integración de técnicas basadas en el empleo de sensores
remotos, cartografía aérea, sistemas de información geográfica, junto con el análisis ecológico, florístico y de las diversas comunidades vegetales. Esa información
se ha sintetizado en este libro, presentando una sinopsis biogeográfica del área de
la sierra de O Xistral, junto con el inventario, cartografía (1:20.000 y 1:90.000) y
valoración de los hábitats presentes.
12
EL MEDIO
Y
BIOGEOGRAFÍA
Las Sierras Septentrionales de Galicia constituyen el sector occidental de la
Cordillera Cantábrica, discurriendo paralelamente al litoral atlántico gallego que
se extiende desde el golfo Ártabro hasta la desembocadura del río Eo. Este conjunto de relieves abruptos, que superan los 1.000 m de altitud y se encuentra cortado por numerosos ríos de curso rápido representa, desde un punto de vista geomorfológico, el sector más occidental de la gran unidad montañosa sublitoral
Cantábrica (Nonn, 1966; Ramil-Rego, 1992).
La sierra de O Xistral representa el núcleo central de las Sierras Septentrionales
de Galicia, cuyas cimas superan los 900-1000 m de altitud (ver mapa 1), destacando los picos de Chan do Lamoso (1041 m), Xistral (1032 m), Cadramón (1056 m),
Lombo
Pequeno
(1027
m),
A
Carba
(908
m)
y
Monseibane
(935
m).
Administrativamente el macizo del Xistral ocupa diversos territorios de la provincia
de Lugo pertenecientes a los ayuntamientos de Abadín, Alfoz, Muras, Mondoñedo,
Ourol, O Valadouro y Vilalba.
El área culminal de este territorio configura un paisaje de montaña abrupta y
constituye la divisoria entre la cuencas hidrográficas Cantábrica y Atlántica. En la
vertiente norte nacen los ríos Landro, Ouro y Masma que desembocan, respectiva-
Rego de Monseibane (cuenca del Miño) y Rego da Fraga das Lerias (cuenca del Ouro)
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mente, en las rías de Viveiro, Fazouro y Foz, mientras que en la sur se encuentran
las cabeceras del río Miño, cuyo nacimiento se distribuye entre los cursos del
Labrada, Arnela y Rocamonde. Por último, hacia el oeste, el río Eume recoge parte
de sus aguas en la vertiente sur de la Serra do Xistral y fachada noreste de la sierra de A Carba (Cf. Nonn, 1966; Bouhier, 1969; Ramil-Rego, 1992). La mayoría de
estos ríos tienen su nacimiento asociado a sistemas turbosos, configurando el sistema de drenaje natural de los mismos.
Litológicamente, estas montañas están constituidas por materiales predominantemente metamórficos (pizarras, esquistos, paraneises, cuarcitas) en su mitad
occidental y por rocas graníticas (afloramientos de Monseibane y A Toxiza) en la
oriental (Mapa 2). El sector culminante de la sierra de O Xistral se corresponde con
rocas cuarcíticas muy resistentes: ortocuarcita del Xistral (Parga Pondal &
Alexandre 1966).
La diferenciación litológica, junto con la intensa fracturación tectónica, ha propiciado la formación de un relieve general y de un modelado de detalle de las vertientes altamente contrastado (Mapa 2). Así, los sectores de mayor altitud apare-
Vista aérea del valle del río de As Furnas. La mayor parte de los depósitos periglaciares cuarcíticos
aparecen cubiertos por turberas de cobertor activas.
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cen en la parte central del la sierra de O Xistral asociados a la existencia de materiales difícilmente erosionables, tales como las cuarcitas. Por otra parte, la presencia de bandas litológicas más deleznables, situadas en su parte occidental, ha
condicionado claramente la disposición de la red fluvial.
Las áreas graníticas han sufrido una intensa fracturación y meteorización del
sustrato rocoso siguiendo redes de diaclasas, lo que ha condicionado el modelado,
desarrollándose innumerables alvéolos de alteración que han servido de área de
captación a los ríos Ouro, Arnela, Castromaior y Masma, fundamentalmente.
Vista aérea de un paisaje granítico del macizo de A Toxiza. Es característica la sucesión de afloramientos rocosos (formas de exhumación) y depresiones (alvéolos de alteración).
El contexto estructural (litología y tectónica) ha condicionado la evolución del
relieve, pero la forma actual de cumbres, laderas y valles está íntimamente relacionada con la evolución morfoclimática del área. La observación y el análisis de
distintos tipos de evidencias geomorfológicas, como la intensa alteración de los
materiales geológicos que aparecen en diferentes lugares, las formas de exhuma-
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ción que se conservan, sobre todo en los granitos, y los distintos tipos de formaciones superficiales que aparecen en toda la sierra de O Xistral, permiten establecer las principales etapas de su evolución morfogenética durante gran parte del
Cenozoico (RAMIL-REGO, 1992; MUÑOZ SOBRINO et al., 1996).
Asociación de bolos graníticos. Formas de exhumación, propias de áreas de morfología
granítica, que alternan con depresiones en el terreno o con alvéolos de alteración.
Como consecuencia de todo ello, en especial de la acción ejercida por los procesos periglaciares más recientes, la mayoría de las vertientes aparecen regulari-
Los depósitos periglaciares afloran cubriendo amplias superficies en
las laderas de picos como Pena Goia.
16
zadas por una capa de sedimentos más o menos potente, cuya composición litológica y mineralógica está directamente relacionada con los procesos de meteorización previos y con la dinámica puesta en marcha durante las últimas etapas frías
del Cuaternario.
Como apoyo a la cartografía ambiental de la sierra de O Xistral, se han diferenciado (mapa 2) una serie de elementos morfológicos estructurales constituidos por
formas heredadas, originadas durante el Terciario y el Cuaternario inicial y que
constituyen la base morfológica del área (superficies aplanadas residuales y diferentes tipos de formas de modelado vinculadas a las diferentes litologías existentes). En cuanto a los elementos asociados a sistemas morfogenéticos, los procesos
geomorfológicos de tipo glaciar y periglaciar y los relacionados con la dinámica fluvial acontecidos en épocas geológicas recientes (Holoceno), son los que contribuyen de forma más destacable a la morfogénesis del relieve de las Montañas
Septentrionales, permitiendo diferenciar una variada tipología de formas asociadas a los mismos.
La erosión fluvial provoca la aparición de profundas incisiones o furnas, como esta
de las laderas de O Cadramón .
La presencia de cumbres aplanadas, así como de alvéolos de alteración ha favorecido la formación de turberas de distintos tipos que, en su conjunto, ocupan una
extensa superficie dentro de la sierra de O Xistral.
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Vista de la planicie somital y laderas del Chao de Lamoso tapizadas por comunidades de
turberas de cobertor.
La particular configuración morfológica y situación geográfica de la sierra de O
Xistral induce a la existencia de unas características climáticas particulares y diferentes, tanto de los territorios costeros, más templados y oceánicos, como de los
interiores de la Terra Chá, de tendencia más continental.
Panorámica de la sierra de O Xistral durante el periodo invernal. A pesar de la escasa altitud de la misma soporta un clima que se puede calificar como frío y húmedo, siendo frecuentes las nevadas.
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El hecho de que la sierra de O Xistral constituya una barrera frente a la progresión de los frentes oceánicos hacia el interior del continente induce a la existencia
de unas características climáticas que se pueden definir como de oceánicas de tendencia fría, con una elevada pluviosidad a lo largo de todo el año, presencia frecuente de nieblas estivales y un régimen de temperaturas relativamente bajas. El
frío invernal se traduce en frecuentes nevadas y en la permanencia de la nieve,
sobre todo en tramos altos de las sierras.
Desde el punto de vista bioclimático y aplicando los criterios de Rivas-Martínez
(1987) y modificaciones propuestas por Díaz & Fernádez Prieto (1994), el territorio
de la sierra de O Xistral se encuentra comprendido, de forma mayoritaria, dentro
del piso bioclimático montano, siendo el ombroclima predominante el hiperhúmedo. Partiendo de los parámetros climáticos (temperaturas y precipitaciones) empleados para la caracterización bioclimática del territorio, se han calculado las cesuras altitudinales que marcan el límite entre los diferentes pisos bioclimáticos y
ombrotipos (Tablas 1 y 2). En función de estas altitudes de referencia, considerando la distribución de especies y comunidades vegetales bioindicadoras de temperatúra y precipitación, e integrando otras variables tales como la situación topográfica, se ha realizado una cartografía orientativa de la distribución de pisos bioclimáticos y ombrotipos (Mapa 3).
En el campo de la biogeografía, la sierra de O Xistral se encuadra dentro de la
Región Eurosiberiana, Provincia Atlántica-Europea, Subprovincia CantabroAtlántica. La mayor parte del territorio, al igual que la franja costera Cantábrica,
pertenece al Sector Galaico-Asturiano, Subsector Galaico-Asturiano septentrional.
Los territorios más meridionales, que constituyen la transición con la Terra Chá,
pertenecen sin embargo al Sector Galaico-Portugués, Subsector Lucense (IZCO,
1986; Rivas-Martínez 1987; Díaz & Fernández Prieto, 1994; Rivas-Martínez et al.
1999).
Termopiso
Colina
Montano
Total
Horizonte
Área (ha)
%
Altitud (m)
Eucolino
202
0,8
<400
Colino superior
6643
25,5
400-650
Mesomontano
17458
66,9
650-850
Alimontano
1790
6,9
>890
26093
100
Tabla 1: Superficies ocupadas y límites altitudinales de termopisos y horizontes térmicos en la sierra de O Xistral.
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Ombrotipo
Horizonte
Área (ha)
%
Altitud (m)
Húmedo
Húmedo superior
139
0,5
<380
Hiperhúmedo
Ultrahiperhúmedo
Hiperhúmedo inferior
4683
17,9
380-600
Hiperhúmedo superior
16160
61,9
600-800
Ultrahiperhúmedo
5111
19,6
>800
26093
100
Total
Tabla 2: Superficies ocupadas y límites altitudinales de ombrotipos en la sierra de O Xistral.
Colino
Desde el punto de vista del análisis del paisaje vegetal, cabe destacar que merced a las particulares características geomorfológicas y climáticas del área, anteriormente comentadas, una parte considerable del espacio estudiado presenta
diversos tipos de comunidades higro-turfófilas, de porte herbáceo y arbustivo, relacionadas fundamentalmente con el origen, cantidad y estacionalidad del aporte
hídrico. Este conjunto de comunidades vegetales constituye un claro ejemplo de lo
que se conoce en términos biogeográficos como vegetación azonal higrófila. Otro
tipo de vegetación azonal higrófila la constituye la presencia de formaciones de
porte arbóreo vinculadas a la presencia de cursos de agua más o menos permanentes (alisedas y fresnedas) y adaptadas a suelos que permanecen encharcados o
con un alta disponibilidad de agua a lo largo de todo el año.
Además de estos complejos de vegetación, en las superficies rocosas, sin apenas suelos o desnudas, es previsible que ni a medio ni a largo plazo puedan desarrollarse comunidades vegetales de talla arbórea, debido a los condicionantes
adversos desde el punto de vista edáfico; es el caso de los canchales, y los afloramientos rocosos, bien sean graníticos (penedos y castelos), o bien cuarcíticos en
los que muy pocas especies de hierbas y arbustos son capaces de sobrevivir. En
estos ambientes solamente prosperan ciertas comunidades liquénicas, herbáceas
y, a lo sumo, algunos tipos de matorrales (brezales de Erica arborea y madroñales).
Estos tipos de formaciones vegetales se denominan comunidades permanentes y
se consideran, igualmente, de carácter azonal.
Por el contrario, dentro de las áreas de clima templado, allí donde los suelos,
con independencia de sus características físico-químicas y grado de evolución, no
están sometidos a este tipo de condicionantes extremos, las especies vegetales
tienden a constituir de manera espontánea comunidades de porte arbóreo: roble20
Vegetación pionera tapizando crestas y depósitos cuarcíticos, donde la naturaleza del sustrato hace imposible la instalación de vegetación forestal.
dales (carballeiras), melojares (reboleiras), desde unas fases iniciales dominadas
por plantas herbáceas y pasando por un número variable de etapas intermedias,
por lo general de talla arbustiva, en función de distintas combinaciones de parámetros climáticos, topográficos y edáficos. Este último caso constituye la denominada vegetación zonal y a él hacen referencia conceptos como serie de vegetación,
cabeza de serie y etapas de sustitución o comunidades seriales (Rivas-Martínez,
1987).
El proceso de antropización del territorio analizado se remonta al inicio de la
segunda mitad del Holoceno, momento a partir del que la actividad humana se ha
ido incrementando hasta la actualidad. Como consecuencia fundamental de este
proceso se ha producido una considerable reducción tanto de la superficie cubierta por las masas arboladas como de su diversidad, a la vez se han visto favorecidas considerablemente las formaciones vegetales arbustivas (Ramil-Rego, 1992).
La modificación de la cubierta vegetal registró sus cotas máximas a partir de la
Edad Media y sobre todo durante el Antiguo Régimen, momento en que tuvo lugar
la puesta en cultivo de grandes terrenos de monte así como el incremento de la
ganadería libre. A este respecto, es importante recordar el impulso que para la
deforestación supuso, ya en época moderna, la proliferación de las pequeñas
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industrias siderúrgicas durante los siglos XVII y XVIII, en especial la actividad
industrial de la fábrica de Sargadelos.
En este período se realizan las primeras plantaciones de castaño (Castanea
sativa) y coníferas (Pinus pinaster), fundamentalmente en los territorios de menor
altitud. Durante esta época, el paisaje vegetal de las montañas estaba dominado
de forma mayoritaria por comunidades arbustivas que ocupaban la superficie sustraída a las distintas masas arbóreas. Los brezales, dominados por Erica mackaiana y los tojales-brezales se distribuían a lo largo de todo el territorio, salvo en las
áreas de mayor humedad, tanto edáfica como ambiental, en las que eran desplazados por la vegetación turfófila. Al mantenimiento de estas comunidades seriales
contribuía directamente la ganadería extensiva en régimen de semilibertad, en la
que predominaba el ganado caballar y vacuno y, en menor medida, las ovejas y
cabras. De forma paralela, se explotaban los matorrales mediante la utilización tradicional del tojo en el abonado agrícola.
Al inicio del siglo XX, Merino (1909) describe para la Mariña lucense la existencia de tres tramos de vegetación, uno inferior dominado por el pino (Pinus
pinaster), otro intermedio representado por el castaño y otro superior caracterizado por el roble. Sin embargo, este esquema simplista enmascara una mayor variación y complejidad espacial de las formaciones vegetales a juzgar por los restos de
vegetación que se conservan aún en nuestros días. Así, dentro del tramo inferior,
es posible encontrar robledales termófilos, madroñales, alisedas riparias y pantanosas, saucedas, melojares y soutos así como diversos tipos de matorrales (tojales, tojales-brezales, xesteiras). Por su parte, dentro del tramo intermedio de
Merino, existen representaciones más o menos extensas de variantes ombrófilas
de robledales, melojares, soutos, bosques mixtos, fresnedas, acebales, avellanedas y abedulares seriales (Holco molli-Betuletum celtibericae) y bosques riparios,
siendo los matorrales semejantes a los citados anteriormente. En último lugar en
el tramo superior, bioclimáticamente incluido dentro del horizonte colino superior y
del piso montano, se encontrarían fundamentalmente robledales, soutos, abedulares, acebales y avellanedas aunque la mayor parte del terreno debía estar desarbolado (ver figura 1). Izco (2001), en otra escala, ha planteado también la ordenación altitudinal de las comunidades vegetales más importantes zonadas desde la
mariña lucense a las cumbres de O Xistral.
22
23
Dryopterido
Hymenophylletum
Comunidad
Woodwardia
Comunidad de
Dryopteris affinis
Comunidad
Schistostega
Frangulo
Pyretum
Gentiano
Ericetum
Comunidad
de Erica
Pastizal pionero
afloramiento
Prados de
Comunidad
de Cytisus
Valeriano
Alnetum
avellanedas
Ulici
europaei-Ericetum
Ulici
Avellanedas
Comunidad
de Ulex
Figura 1.- Esquema idealizado de la distribución de la vegetación en O Xistral.
200
400
600
800
Linario
Quercetum
Luzulo
Aceretum
Festuco
Fraxinetum
S
Blechno spicantis-Quercetum
lauretosum
Blechno spicantsi-Quercetum
pulmonarietosum
Blechno spicantis-Quercetum
dryopteridetosum
N
La explotación tradicional del territorio se centraba en la actividad ganadera de
carácter extensivo, con un intenso pastoreo sobre las formaciones de matorral y
herbáceas.
Brezal sometido a pastoreo extensivo. La estructura y composición florística del mismo está
directamente relacionada con la carga ganadera soportada.
Xesteira instalada sobre un antiguo campo de cultivo y manejada para la obtención de
leñas y fertilización del suelo.
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El uso del monte se completaba con otras actividades localizadas espacialmente más próximas a los asentamientos de población, tales como la roza de matorral
para cama del ganado (estrume) y la extracción de leñas, tanto en las manchas de
arbolado como en formaciones de matorral con diferente grado de manejo (xesteiras, uceiras). Paralelamente se desarrollaban cultivos intensivos de huerta y siembra de cereales en las escasas situaciones apropiadas para este fin, normalmente
en las zonas de menor altitud y clima más benigno.
Durante los años 1957-1960 y 1972-1975, el Patrimonio Forestal del Estado realizó intensas campañas de plantaciones forestales (fundamentalmente de Pinus
pinaster y Pinus sylvestris) sobre los terrenos de monte, lo que supuso una transformación tanto en el paisaje vegetal como en la actividad agropecuaria, al acotarse al pastoreo extensivo las áreas repobladas.
Aspecto actual de una repoblación de Pinus sylvestris realizada
a finales de la década de los 50 sobre una formación de brezal
húmedo, apreciándose el deficiente desarrollo de los pinos.
25
La proporción de superficie de pinares que se conserva actualmente en relación
con lo inicialmente repoblado por el Patrimonio Forestal es muy reducida, del orden
del 24 %, debiéndose dicha disminución fundamentalmente a la inadecuación de
la especie, o de la variedad, a las características ecológicas de la sierra de O
Xistral (limitaciones climáticas y edáficas para el desarrollo de las repoblaciones).
En consecuencia una importante proporción de la sierra de O Xistral presenta una
baja capacidad de producción forestal que limita el desarrollo y la implantación de
repoblaciones forestales de elementos exóticos (Díaz Varela et al., 1997).
Por otra parte, durante las dos últimas décadas se han transformado drásticamente los sistemas productivos tanto en lo que se refiere a la actividad agrícola
como forestal. Por una parte se ha constatado un abandono generalizado de las tierras dedicadas tradicionalmente al cultivo y pastoreo intensivo, mientras que se
han dedicado importantes esfuerzos a la roturación y acondicionamiento de extensas superficies de brezales y turberas para dedicarlas a praderas, en ocasiones en
situaciones en las que la altitud, las duras condiciones climáticas y la deficiente
calidad agronómica de los suelos exige fuertes inversiones para mantener unos
niveles de productividad mínimamente aceptables.
Mosaico de prados de siega de uso tradicional, instalados en las partes bajas de los valles en contraste con las amplias superficies de praderas y repoblaciones implantadas en las zonas altas.
26
En cuanto a la actividad forestal, se ha centrado en la plantación de especies de
crecimiento rápido (básicamente Eucalyptus globulus y en menor medida Pinus
radiata) tanto en de grandes extensiones (correspondientes normalmente a terrenos de monte de propiedad vecinal y más raramente a grandes propiedades particulares), como en pequeñas fincas de cultivo abandonadas.
El uso reciente que ha supuesto una transformación más drástica en el paisaje
vegetal lo constituye la instalación de parque eólicos sobre los sectores de cumbres y las infraestructuras asociadas a su construcción. También cabe señalar los
impactos asociados a las concentraciones parcelarias (pistas, drenajes). El paisaje
actual queda reflejado en la imagen de satélite (mapa 4).
Parque eólico en proceso de instalación, donde se aprecia el impacto derivado de las
infraestructuras y circulación de maquinaria.
27
BASES TIPOLÓGICAS
DEL I NVENTARIO
La Directiva Hábitat constituye el documento de base empleado para la realización de la cartografía de vegetación de la sierra de O Xistral, realizándose una
interpretación de la cubierta vegetal del territorio centrada en la discriminación de
las unidades (hábitats) establecidas por dicha directiva. Para la tipificación y caracterización de estas unidades territoriales o hábitats, se ha empleado el texto de la
propia Directiva Hábitat y de los documentos Manuel d’Interprétation des Habitats
de l’Union Européenne (Commission Européenne, DG XI Environnement), CORINE
Biotopes Manual (1991), A classification of paleartic habitats (Devillers et al. 1993)
y “Listado de Sintaxones Ibéricos relativos a la Directiva Hábitat existentes en el
territorio español (Proyecto Hábitat–España)”, así como los trabajos de RivasMartínez & Fernández González (1995); Rivas-Martínez et al. (1994), así como el
documento “Análisis de Espacios Naturales de Galicia desde la perspectiva de la
Directiva 43/92 de la Unión Europea (Proyecto Hábitat-Galicia)” (Izco et al., 1996),
en los que se desarrollan y precisan los tipos y subtipos de hábitats referidos en el
Anexo I de la citada directiva.
A efectos de lo dispuesto en la Directiva Hábitat, se definen los Hábitats naturales como “zonas terrestres o acuáticas diferenciadas por sus características geográficas, abióticas y bióticas, tanto si son enteramente naturales como seminaturales”. De acuerdo con esta normativa se consideran Hábitats Naturales de Interés
Comunitario , aquellos que “se encuentran amenazados de desaparición en su área
de distribución natural, o bien presentan un área de distribución natural reducida a
causa de su regresión o debido a su área intrínsecamente restringida, o bien constituyen ejemplos representativos de características típicas de una o de varias de
las seis regiones biogeográficas siguientes: alpina, atlántica, boreal, continental,
macaronésica y mediterránea”.
Análogamente, se definen como Hábitats Naturales Prioritarios aquellos
Hábitats Naturales de Interés comunitario “amenazados de desaparición cuya conservación supone una especial responsabilidad, habida cuenta de la importancia de
la proporción de su área de distribución natural incluida en el territorio en que se
aplica la citada Directiva”
Entre los hábitats no tipificados en la Directiva, se han considerado como
Hábitats Naturales de Interés Gallego , aquellos que por las especies que albergan
29
y comunidades que conforman, tienen una singular relevancia en la configuración
del medio natural de la Comunidad Autónoma de Galicia.
Teniendo en cuenta que los objetivos principales del presente estudio se centran en áreas poco humanizadas, no se ha realizado una delimitación detallada de
las distintas comunidades segetales presentes en el territorio, diferenciándose
únicamente grandes unidades paisajísticas (mosaico de campos de cultivo y prados, praderas polífitas artificiales) incluidas dentro del epígrafe de Mosaico de
hábitats sinantrópicos.
Por el contrario, se ha realizado con mayor detalle la delimitación de los
Hábitats Naturales, los cuales aparecen representados por seis tipos de Hábitats
Naturales Prioritarios (Turberas de Cobertor Activas, Turberas Altas Activas,
Formaciones herbáceas de Nardus, Brezales Húmedos Atlánticos Templados,
Bosques Aluviales, Abedulares pantanosos) y once tipos de Hábitats Naturales de
Interés Comunitario (Tabla 3, pag. 64). Además se han considerado cinco hábitats
naturales boscosos que tienen interés gallego y otros cinco de carácter antropógeno no tipificados entre los anteriores.
Cada uno de los hábitats engloba comunidades particulares, que son la expresión local de cada uno de ellos. Así como los hábitats son comunes o, al menos,
frecuentes en el territorio europeo, las comunidades particulares en las que se
manifiestan son de territorios más restringidos. Una gran parte de las comunidades existentes en la sierra de O Xistral son endémicas de este territorio o desbordan algo sus límites hasta alcanzar territorios limítrofes. En la tabla 4 (pag. 65) se
ordenan por grupos, empleando la misma tipología de la tabla 3, con indicación de
subgrupos y comunidades que contienen. Para una mayor efectividad en la identificación se señalan los códigos de cada comunidad en el listado de hábitats españoles (Rivas-Martínez et al., 1994), CORINE y Directiva Hábitat. La tabla 4 remata
con un resumen de las superficies ocupadas por cada uno de los hábitats cartografiados, así como el número y la superficie media de teselas cartografiadas en la
sierra de O Xistral.
30
BIODIVERSIDAD
DE LOS
HÁBITATS
El conjunto de la diversidad de hábitats europeos se ha ordenado de acuerdo
con la Directiva Hábitat. En ella se sigue un modelo ecológico, ocasionalmente
matizado por criterios espaciales (corológicos). En el trabajo concreto sobre O
Xistral se ha seguido ese esquema de grupos ecológicos principales con subgrupos
de distinto rango hasta llegar a la comunidad vegetal local, la asociación en la
mayoría de los casos. El modelo seguido ha sido el siguiente:
A.- Hábitats de agua dulce
Aguas estancadas
Aguas corrientes
B.- Hábitats turbosos
Turberas de cobertor activas
Turberas altas activas
Formaciones herbáceas de Nardus stricta
Depresiones sobre sustratos turbosos
Otras comunidades turfófilas
C.- Brezales y matorrales no esclerofilos
Brezales húmedos atlánticos templados
Brezales secos
D.- Bosques
Carballeiras galaico-septentrionales
Bosques galaico-portugueses de Quercus pyrenaica
Abedulares silicícolas montanos
Madroñales
Acebedas (bosques de Ilex aquifolium)
Bosques seriales
Arcedas y fresnedas mesofíticas
Bosques aluviales (riparios)
Abedulares pantanosos
Comunidades nemorales
Plantaciones antiguas de castaño (Castanea sativa)
E.- Hábitats rocosos y grutas
Grutas no explotadas por el turismo
Vegetación pionera sobre rocas silíceas
31
F.- Hábitats antropógenos
Plantaciones forestales recientes
Praderas polífitas
Mosaico de cultivos y otros hábitats sinantrópicos
32
A.- HÁBITATS DE AGUA DULCE
A.1.- HÁBITATS
DE AGUAS ESTANCADAS
Se encuadran dentro de este epígrafe los medios hídricos epicontinentales de
agua dulce en los que la tendencia general de la dinámica hídrica conduce a la acumulación, permanente o temporal, de agua libre en superficie, con el consecuente
predominio de la vegetación acuática frente a la higrófila y turfófila. Desde el punto
de vista ecológico, la totalidad de los hábitats de este tipo presentes en la sierra de
O Xistral están incluidos en la categoría de charcas, término utilizado para englobar
a las masas de pequeñas dimensiones que presentan una lámina de agua inferior a
5 metros de potencia, o en los casos en que sea superior, cuando recubre una superficie menor a una hectárea. En la mayoría de los casos, durante el período estival la
superficie de la lámina de agua se reduce considerablemente, con la alternativa de
charcas permanentes cuando no desaparece por completo y de charcas temporales
cuando llega a evaporarse totalmente durante un cierto tiempo, aunque se mantenga el nivel freático cerca de la superficie. Este último caso constituye un límite ambiguo entre los sistemas lacustres y los semiterrestres. A estos medios se añadirían los
charcos pluviales, en los que el mantenimiento de la capa de agua libre superficial
se encuentra íntimamente ligada a las características del régimen pluviométrico y a
la naturaleza del suelo. La mayoría de estos sistemas se encuentran incluidos en el
seno de grandes complejos turfófilos y situadas en rellanos con drenaje retardado o
impedido, localizados en superficies aplanadas y pequeñas depresiones del terreno.
En la actualidad, los hábitats lacunares y en concreto las charcas temporales conservan sus mejores representaciones en el cordal de cumbres comprendido entre
Seixo Branco y el pico Xistral, parte superior de los valles de los ríos Arnela y
Castromaior y sectores culminantes del Macizo de Monseibane y sierra de A Carba.
El carácter ácido y poco mineralizado del agua de las charcas temporales de la
sierra de O Xistral favorece el predominio de comunidades de hidrófitos radicantes
tales como Glyceria fluitans, Glyceria plicata, Potamogeton natans, Callitriche sp. y
Ranunculus omiophyllus. A medida que el gradiente de humedad decrece se encuentran diversas comunidades de plantas anfibias y emergidas, que se interconectan
directamente con los medios turfófilos e higroturfófilos. La caracterización limnológica y fitosociológica de estos medios permite su inclusión dentro del tipo de hábitats denominaDo “Lagos distróficos”, siendo por lo tanto considerados como
Hábitats Naturales de Interés Comunitario.
33
Detalle de comunidad de Gyceria declinata y G. fluitans dentro de un hábitat de charca distrófica en la Veiga de Samarugo.
Charca distrófica dentro de un paisaje vegetal dominado por brezales húmedos.
34
Comunidad de Ranunculus penicillatus localizada en los tramos altos del rÍo Ouro
Río Arnela. Las fuertes corrientes de gran parte de los cursos de agua de la sierra de
O Xistral dificulta la instalación de la vegetación acuática en el cauce.
35
A.2.- HÁBITATS
DE AGUAS CORRIENTES
Corresponden a los sistemas fluviales o lóticos donde el flujo hídrico predomina
frente al estancamiento. En la sierra de O Xistral, los hábitats comunitarios de
aguas corrientes se incluyen dentro del tipo “Vegetación flotante de Ranunculus de
cauces submontañosos y de llanuras”, siendo por lo tanto considerados como
Hábitats Naturales de Interés Comunitario. Siguiendo los criterios del documento
EUR15 se ha independizado el tipo de Hábitats de Agua Dulce las formaciones arbóreas riparias, descritas dentro del apartado de comunidades forestales autóctonas.
Desde el punto de vista botánico, estos hábitats incluyen comunidades de plantas de agua dulce enraizadas en el fondo, establecidas en aguas corrientes de
escasa profundidad (pero que en épocas de estiaje mantienen una profundidad de
al menos 0.5-1 m), en general meso y oligótrofas, constituidas principalmente por
plantas que por sus adaptaciones responden a los tipos eloideos, miriofílidos y
batráquidos. Como especies características de estos hábitats figuran Potamogeton
pusillus, Potamogeton perfoliatus, Potamogeton crispus, Ranunculus fluitans y
Ranunculus penicillatus, entre otras. Dentro de este grupo, la comunidad
Potametum perfoliato–crispi corresponde a aguas poco contaminadas, mientras
que la comunidad de Ranunculus penicillatus ocupa medios acuáticos con mayor
cantidad de materia orgánica oxidable (ROMERO, M.I. & AMIGO, J. 1996).
36
B.- HÁBITATS TURBOSOS
En los medios encharcados, desprovistos de oxígeno, la materia orgánica se
descompone con dificultad y se acumula en grandes cantidades. Esta materia carbonosa, blanda, de coloración parda o negra, constituye la turba y las especies
asentadas sobre la misma se califican como turfófilas.
De acuerdo con las categorías establecidas por la Directiva Hábitat, los complejos turbosos existentes en la sierra de O Xistral se incluyen en el grupo de
Turberas Ácidas, estando representadas mayoritariamente por Turberas de
Cobertor (activas y no activas), Turberas Altas (activas y no activas) y pequeñas
comunidades de Rynchosporion (Depresiones sobre sustratos turbosos) asociadas
mayoritariamente a las Turberas Altas (cf. Rodríguez Oubiña, 1986; Ramil-Rego,
1992; Ramil-Rego et al. 1996a, 1996b, 1996c). En la figura 2 se presenta una catena idealizada de la distribución de los distintos hábitats turbosos, así como de sus
transiciones con comunidades de otros medios ecológicos.
S
N
Altitud (m)
1000
5
Tc
3
3
800
1
2
8
600
3
4
6
2
4
3
2
1
7
Ta
Tv
400
A
B
C
....
D
Figura 2: Distribución idealizada de los principales hábitats turfófilos en las
Sierras Septentrionales de Galicia, O Xistral: A: Serie de Villalba, B: materiales
cuarcíticos, C: rocas graníticas, D: depósitos turbosos. 1: toxeiras antrópicas, 2:
xesteiras antrópicas, 3 brezales mesohigrófilos (Gentiano pneumonanthe-Ericetum
mackaianae), 4: vegetación de turberas altas (turberas de alvéolo) 5: vegetación
turfófila sobre turberas de cobertor activas, 6: brezales de Erica arborea, 7 y 8:
vegetación higroturfófila de turberas altas de fondo de valle.Ta: turbera de alvéolo,
Te: turbera de cobertor, Tv: turbera de valle.
37
B.1.- TURBERAS
DE COBERTOR ACTIVAS :
Las turberas de cobertor o blanket bogs según la terminología anglosajona, son
designadas localmente con los términos tremoal o barreira, entre otros; haciendo referencia el primero a los movimientos y vibraciones del suelo al caminar sobre ellos (de
forma análoga al termino tremedal en castellano) y el segundo a la condición arcillosa o pastosa de los suelos en estos medios. Constituyen turberas pluviales u ombrógenas, que se desarrollan esencialmente a partir de agua de lluvia y de las precipitaciones ocultas (rocío, niebla, etc.). Son pues turberas separadas del flujo regional de
aguas subterráneas o de escorrentía o Humedales de recarga (Ramil-Rego et al. 1996
a, 1996 b, 1996 c).
En Región Eurosiberiana las Turberas de Cobertor están restringidas a territorios
montañosos suboreales fríos de elevada pluviosidad, sobre sustratos geológicos ácidos (granitos, cuarcitas, areniscas, etc.). De este modo en el occidente europeo solamente se encuentran turberas de cobertor en el Oeste de Irlanda, Noroeste de
Escocia, Gales, Oeste de Noruega, Sur de Suecia y en las sierras septentrionales de
Galicia, lo que acrecienta su importancia.
En la sierra de O Xistral, las turberas de cobertor activas se asientan sobre sustratos ácidos, deficientes en minerales alterables (mayoritariamente sobre cuarcitas y
areniscas) y en áreas culminales del territorio por encima de los 800-900 m de altitud.
En su conjunto cubren una amplia superficie (mayor de 2000 ha) y constituyen el mayor
sistema de turberas de cobertor de la Península Ibérica, y uno de los de mayor altitud
de toda Europa (cf. Ramil-Rego et al. 1996 a, 1996 b, 1996 c). Las áreas más deprimidas de esta zona culminal se transforman en los meses más lluviosos en pequeños
charcos, que mantienen una capa constante de agua durante el período invernal y
parte del primaveral (Barreiras do Lago, Lagoa das Furnas, Coto da Lagoa, etc.).
La altitud y el rigor climático de la zona condicionan en gran medida la formación
de una densa y homogénea pradera de ciperáceas, principalmente de los géneros
Eriophorum y Carex, en las que domina el algodón de los pantanos (Eriophorum angustifolium), junto con el endemismo del noroccidente ibérico Carex durieui, así como,
Molinia caerulea, Narthecium ossifragum Juncus squarrosus, etc., interrumpida por la
presencia de individuos aislados o pequeños rodales de Calluna vulgaris y Erica mackaiana. Cabe resaltar que la especie de Eriophorum típica de las turberas de cobertor
de Irlanda y Escocia es la algodonera envainada Eriophorum vaginatum, hecho que
todavía da una mayor singularidad a las turberas de la sierra de O Xistral, ya que en
éstas unicamente aparece Eriophorum angustifolium.
38
Los fenómenos de reptación de los depósitos de turba configuran una fisionomía particular
en las laderas tapizadas por turberas de cobertor activas.
Sector culminal de la sierra de O Xistral, donde las turbera de cobertor
activas constituyen la vegetación dominante.
39
B.2.- TURBERAS
ALTAS ACTIVAS
Son turberas de captación o de descarga, esto es, aquellas que tienen una alimentación hídrica no exclusivamente pluvial, aunque en parte de la turbera pueden
existir subsistemas (esfagnales, abombamientos) cuyo desarrollo es exclusivamente ombrógeno. Según el criterio de la Directiva Hábitat, estos complejos turbosos
son clasificados como turberas altas al situarse la capa freática a lo largo del año
en una posición más elevada que la del medio terrificado circundante.
A partir de criterios morfológicos, las turberas de descarga existentes en la sierra de O Xistral presentan topografías que pueden variar entre el tipo Fen o un
Raised Bog. En muchos complejos turbosos la topografía es compleja: existen
áreas de morfología muy suave e incluso excepcionalmente hundida con respecto
al medio circundante, así como áreas de morfología irregular en las que la superficie de la turbera puede presentar numerosos abombamientos de 50-60 cm de altura con respecto al medio circundante, o por el contrario se presentan grandes
abombamientos de varios metros cuadrados de superficie, quedando la parte culminal de la turbera elevada sobre la superficie del terreno entre 3 y 4 metros
(Ramil-Rego, 1992; Ramil-Rego et al. 1996 a, 1996 b, 1996 c).
Salvo en los abombamientos más grandes, que pueden ser considerados como
“ombrógenos”, los aportes del agua de lluvia son menos significativos que los procedentes de la escorrentía, de las capas freáticas y de las surgencias. La no dependencia pluvial favorece su existencia en áreas de menor precipitación, aunque
están condicionadas por características geomorfológicas que favorezcan la captación de aguas subterráneas y superficiales (humedales mixtos), e impidan o dificulten el drenaje.
Dentro del concepto general de turbera de captación, se puede establecer una
tipología en función de particularidades genéticas y morfológicas:
•
Turberas de alvéolo
Aparecen fundamentalmente en los sectores de litología granítica.
La alteración en alvéolos, característica de las rocas graníticas (ver capítulo de
geomorfología), favorece la formación de áreas con drenaje difícil en las que se
han originado turberas de extensión muy variable, directamente relacionada con la
40
amplitud de los propios alvéolos. La fácil arenización de los granitos y granodioritas facilita el suministro de abundante material detrítico que es depositado periódicamente por las aguas de escorrentía en los márgenes y cauces que drenan las
turberas. La denudación del contorno de los alvéolos deja al descubierto formas
redondeadas (tors, domos, bolos) a menudo desprovistas de vegetación. Dentro de
la sierra de O Xistral, las turberas de alvéolo se distribuyen principalmente en los
sectores de Monseibane y A Toxiza.
•
Turberas de fondo de valle
Se originan por dificultades en el avenamiento del agua procedente de un cauce
temporal o permanente, de modo que el agua no se evacua con la suficiente rapidez aunque exista una red de drenaje perfectamente establecida. Se trata de lugares de topografía aplanada, debida a la existencia de rellenos sedimentarios de origen variado (glaciar, fluvioglaciar, aluvial), en los que confluyen tanto aguas
corrientes jerarquizadas (ríos, arroyos) como aportes de circulación freática. Los
ejemplos más significativos están ligados a las áreas de nacimiento de los principales ríos de la zona (Eume, Ouro, Pedrido, Landro, Labrada).
•
Turberas de ladera
Tapizan gran parte de las faldas de las principales elevaciones de la sierra de O
Xistral. Van ligadas a puntos de las laderas en que se produce un afloramiento y
encauzamiento de la capa freática, normalmente asociado a pequeños cambios de
pendiente o discontinuidades en el sustrato. En la alimentación hídrica de estos
humedales juega un papel importante la existencia de cauces torrenciales o pequeños riachuelos que capturan el agua de escorrentía de las laderas que enmarcan el
valle. En este tipo de humedal el agua circula normalmente a través de una red
difusa de pequeños canales, observándose tramos en los que éstos desaparecen,
realizándose la circulación hídrica por el subsuelo.
•
Turberas de obturación glaciar
En general, se trata de pequeñas turberas cuya capacidad de formación de turba
se haya muy restringida, puesto que prácticamente todas presentan cauces de drenaje funcionales y bien definidos. Las Turberas de obturación glaciar existentes en
41
la sierra de O Xistral se localizan en las cabeceras de los ríos Pedrido y Eume y en
la Pasada de Sinás.
Las comunidades vegetales presentes en las turberas altas activas son variadas
y adaptadas a los diferentes estadios en la dinámica del humedal existiendo desde
fases pioneras o primocolonizadoras hasta fases propias de biotopos turfófilos e
higroturfófilos (ver figura 3). Aunque el conocimiento florístico y fitosociológico de
estos singulares humedales es todavía insuficiente, a grandes rasgos se ha podido
identificar una dinámica evolutiva semejante a la propuesta por Fernández Prieto
et al. (1987), constituida por comunidades pioneras, turfófilas e higroturfófilas.
✓
Comunidades pioneras
El inicio de la formación de la turbera puede relacionarse con la existencia de
charcos o áreas que reciben una cierta afluencia de agua, sobre la que se desarrollan tapices discontinuos de Sphagnum (Sphagnum papillosum, Sphagnum auriculatum, etc.) que favorecen la implantación de plantas graminoides higrófilas más
especies de Drosera, fundamentalmente Eriophorum angustifolium, así como en
mayor o menor medida Rhynchospora alba, Eleocharis multicaulis, Molinia caerulea, Juncus bulbosus, Drosera rotundifolia, Drosera intermedia, Narthecium ossifragum, etc. Estas formaciones pioneras se incluyen dentro de la asociación
Drosero intermediae-Rhynchosporetum albae (Fernández Prieto et al. 1987), encontrándose frecuentemente en la sierra de O Xistral asociadas a bordes de charcos
temporales, lugares por donde fluyen de forma difusa los aportes de agua superficial y en áreas degradadas por procesos erosivos.
Otras formaciones pioneras presentes en estas turberas se incluyen en la comunidad de Sphagnum pylaesii, cuya especie diagnóstico presenta un área absolutamente fragmentada en Europa, Groenlandia, América del norte y América del sur,
como relicto de la vegetación de periodos glaciares (Stieperaere et al. 1988). En
relación a las poblaciones existentes en la Península Ibérica, la mayoría de ellas
corresponden al área del Cadramón, Veiga de Samarugo y de Coto do Bispo. Esta
comunidad aparece ligada a huecos desnudos más o menos encharcados dentro de
humedales turfófilos y en brezales higrófilos. Florísticamente se caracteriza por el
predominio de Sphagnum pylaesii, acompañado por Carum verticillatum y en menor
medida Molinia caerulea, Carex panicea, Eriophorum angustifolium, etc. Destaca la
presencia de los endemismos Arnica montana subsp. atlantica, Carex durieui y
Ranunculus bulbosus subsp. gallaecicus (Rodríguez Oubiña, 1986; Stieperaere et
42
al. 1988; Rodriguez Oubiña et al.,2001). Desde el punto de vista paleobiogeográfico,
cabe resaltar la importancia y singularidad de las comunidades nombradas al representar formaciones características y residuales de los ambientes fríos que se registraron en Europa durante el Cuaternario, y particularmente en el norte de España.
✓ Estadios maduros: vegetación turfófila genuina
Las formaciones pioneras tienden a ser sustituidas gradualmente por comunidades más densas, dominadas un tapiz continuo de esfagnos. En estos medios, el acúmulo periódico de restos vegetales provoca la elevación de la superficie del humedal en relación con el relieve primitivo sobre el que se instaló la turbera, apreciándose una microtopografía compleja constituida por teselas abultadas, delimitadas
por otras más o menos aplanadas o hundidas. Las turberas de Sphagnum (esfagnales) presentan, en relación con la superficie, formas abultadas o en mamelón (en
inglés bulten), las cuales reciben en las Sierras Septentrionales el nombre de inlló,
llegando a alcanzar más de 200 cm de potencia en relación al nivel basal de la turbera y entre 30-50 cm con respecto a la superficie de las áreas aplanadas y recubriendo varias decenas de metros cuadrados.
Los inllós de mayor extensión están condicionados por la afluencia positiva de
aguas freáticas locales que, al ascender por capilaridad entre los restos muertos de
Sphagnum, favorecen el desarrollo superficial de la vegetación. A medida que progresa en altura el inlló, el crecimiento de las plantas se vuelve cada vez más dependiente de los aportes pluviales, esencialmente de las brumas y nieblas, dinámica
que favorece un cambio sustancial en la composición florística de la comunidad, al
producirse la progresiva sustitución de plantas más higrófilas por especies turfófilas de carácter ombrotrófico con claro predominio de determinados Sphagnum y
escasa proliferación de fanerógamas. En la superficie del inlló se encuentran densos y apretados céspedes que destacan por su configuración ondulante y por presentar colores granates, rosados o rojizos debido al predominio de Sphagnum capillifolium y Sphagnum subnitens.
Los brezales asociados a turberas planas y abombadas, con predominio de especies de Sphagnum de carácter higrófilo, caracterizadas por su homogeneidad y la
presencia de la ciperácea endémica Carex durieui, se incluyen dentro de la asociación Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi que forman un mosaico con las comunidades de turberas planas. Cuando las oscilaciones de agua son más acusadas y el
espesor de turba es menor, el inlló se caracteriza por el desarrollo de densos tapi43
ces de esfagnos mesohigrófilos, intermedios espacialmente entre la turbera y los
brezales higrófilos. Entre los Sphagnum suelen predominar: Sphagnum compactum,
Sphagnum tenellum y Sphagnum auriculatum, que dan al inlló un característico
color verde o verde-amarillento. Corresponden estas formaciones a la asociación
Erico mackaianae-Sphagnetum compacti.
Los biotopos que se establecen en la superficie del inlló condicionan el desarrollo de una importante flora briofítica, entre la que podemos destacar
Sphagnum capillifolium, S. subnitens, S. papillosum, S. tenellum, S. compactum, S.
auriculatum,
Odontoschisma
sphagni,
Kurzia
pauciflora,
Calypogeia
sp.,
Leucobyrum juniperoideum, Racomitrium lanuginosum, Dicranum scoparium,
Hynum sp., Pholia sp. etc. Entre las fanerógamas son igualmente destacables
Carex durieui, Drosera rotundifolia, Drosera, Erica mackaiana, Calluna vulgaris y
Myrica gale. De forma esporádica pueden encontrarse Salix repens, Salix atrocinerea e incluso Vaccinium myrtillus y Ulex gallii.
Un nivel de mayor evolución viene marcado por la extensión de estos humedales, que recubren progresivamente las áreas más externas del alvéolo, produciéndose la interconexión de las distintas turberas mediante un mosaico de brezales
(Gentiano pneumonanthe-Ericetum mackaianae) y otras formaciones higrófilas
(Arnicetum atlanticae, Sphagno pylaesii - Caretum verticillati).
Es hecho destacable el que en los matorrales anteriormente mencionados el
brezo dominante no es Erica tetralix , como ocurre en otras regiones atlánticas de
Europa, sino el endemismo galaico-asturiano e hibérnico Erica mackaiana, lo que
otorga a estas formaciones una especial transcendencia e importancia.
Estos tipos de vegetación representan un delicado equilibrio, tremendamente
frágil ante cualquier modificación ambiental. Así, las actividades humanas (colmatación por sedimentos, pastoreo, pisoteo, frenos a la alimentación hídrica, drenaje, explotación de la turba, compactación, etc.) conducen fácilmente a su degradación al desencadenar mecanismos rápidos de mineralización de la turba que favorecen la extensión de plantas competitivas en los estadios iniciales.
✓
Estadios maduros: vegetación turfófila – higroturfófila
En los humedales higró-turfófilos presentes en la sierra de O Xistral, se destacan desde un punto de vista morfológico y botánico, tres grandes unidades:
•
44
Praderas higroturfófilas de Arnica
Son prados húmedos que se desarrollan en áreas higroturbosas y, ocasionalmente, sobre turberas. Se forman en áreas deprimidas, planas o de escasa pendiente, que reciben descargas difusas de agua freática o, mayoritariamente, en
áreas influidas por las variaciones de un cauce. Fitosociológicamente se asignan al
sintaxón Arnicetum atlanticae (Bellot, 1968), caracterizado por el predominio del
endemismo Arnica montana subsp. atlantica, junto con la presencia de Anagallis
tenella, Carex echinata, Carex panicea, etc. (Rodríguez Oubiña 1986, Díaz &
Fernández Prieto 1994; Ortiz et al., 1992). Es de destacar la ausencia de abombamientos excepto en situaciones de tránsito hacia los esfagnales. Las zonas de más
bajo encharcamiento suelen presentar ondulaciones suaves.
•
Praderas higroturfófilas de Nardus (Cervunales)
Asociadas a pequeñas áreas deprimidas, sobre suelos con alto contenido en
materia orgánica y saturados en agua temporalmente, que se desecan parcialmente en verano, se desarrollan pequeñas formaciones presididas por Nardus stricta
(cervunales), que en primavera y verano presentan un intenso verdor, en contraposición con el invierno, que se caracterizan por su color pajizo. La biomasa estival
es aprovechada por el ganado, que favorece a su vez la existencia de la comunidad. Los cervunales existentes dentro de territorio estudiado se incluyen en la asociación Serratulo tinctoreae-Nardetum strictae, que se caracterizan en cuanto a su
composición florística, por el predominio de Nardus stricta junto con la presencia
de un buen número de especies propias: Carex binervis, Danthonia decumbens,
Potentilla erecta, Juncus squarrosus, Polygala serpyllifolia, etc.
•
Vegetación de charcos y pequeños cauces
Los charcos pluviales semipermanentes existentes en el seno de las turberas
altas pueden mantener durante el período de lluvias una capa de agua de hasta 4050 cm de potencia, que normalmente desaparece en el período estival. La vegetación que coloniza estos medios debe pues adaptarse a un nivel de agua fluctuante
y a la existencia de un sustrato rico en gravas y arenas mezclado con materia orgánica descompuesta.
La vegetación típica de estos charcos poco profundos que experimentan una
cierta desecación estival, corresponde a la asociación Eleocharetum multicaulis,
caracterizada localmente (Rodríguez Oubiña, 1986) por Eleocharis multicaulis y
Juncus bulbosus, acompañadas por Hypericum elodes, Potamogetum polygonifolius, Ranunculus ololeucos, Carex oederi, etc. y diversas especies de esfagnos.
45
Turbera de fondo de valle donde domina la comunidad de Sphagnum y Eriophorum angustifolium.
Detalle de una comunidad dominada por Sphagnum en el seno de un mosaico de comunidades de turbera alta activa.
46
En los charcos y cauces permanentes se establece la asociación: Hyperico elodis-Potamogetonetum oblongi, también presente en los bordes de riachuelos permanentes o en el cauce de muchos pequeños cursos de cauce oscilante durante la
época estival, aunque la rizosfera permanece permanentemente encharcada. Esta
comunidad presenta normalmente índices altos de las dos especies que la caracterizan (Hypericum elodes, Potamogetum oblongus), y en menor medida Juncus
bulbosus, Ranunculus ololeucus, Scripus fluitans, etc.
47
B.3.- OTROS
MEDIOS HIGRÓFILOS E HIGRO
-
TURFÓFILOS
Entre los humedales higrófilos existentes en la sierra de O Xistral y no encuadrables dentro de las categorías de turberas de cobertor activas o turberas altas
activas, cabe destacar los juncales (en gallego xunqueiras) conformados mayoritariamente por juncáceas (Juncus squarrossus, Juncus conglomeratus, Juncus effusus, etc.) y ciperáceas (Cyperus longus, Schoenus nigricans, Scripus setaceus, etc.)
que presentan una fisionomía semejante a los anteriores.
Entre los diversos hábitats higrófilos e higro-turfófilos de la sierra de O Xistral
merecen una especial atención las gándaras o áreas aplanadas situadas en depresiones sobre depósitos de edad cuaternaria, con predominio de arcillas, y limos
que favorecen la acumulación de las aguas de lluvia, escorrentía y subterráneas,
constituyendo extensos humedales de topografía aplanada.
Son humedales de descarga con suelos fuertemente orgánicos sometidos a
encharcamiento prolongado, características que condicionan fuertemente su explotación agrícola y forestal, siendo su aprovechamiento muy limitado. Son frecuentes en los amplios depósitos fluvio-glaciares y aluviales por los que actualmente
discurren los cauces de los ríos Eume y Masma, así como en diversos tributarios
del Miño (Arnela, Labrada, etc.).
En ellas se pueden desarrollar además densos bosques pantanosos de abedul
(ver epígrafe de bosques) caracterizados por el dominio de Betula alba y la presencia de Salix atrocinerea, Salix repens, Corylus avellana, Fraxinus excelsior,
Alnus glutinosa, etc, que se mezclan con pequeños esfagnales (Erico mackaianaeSphagnetum papillosi) y otras comunidades turfófilas (Arnicetum atlanticae,
Drosero-Rhynchosporetum albae, formaciones de Eriophorum angustifolium) y brezales higroturfófilos (Genisto berberideae-Ericetum mackaianae), en los que predominan Erica mackaiana, Genista berberidea, Salix repens, Myrica gale, etc.
También se pueden encontrar retazos de bosques encharcados durante periodos
más cortos, aunque el suelo permanece muy húmedo durante todo el año, correspondiendo a carballeiras dominadas por Quercus robur y acompañado por muchas
de las especies leñosas características de los bosques pantanosos.
48
49
2
4
5
2
6
7
8
6
9
8
7
2
Turbera alta
Esfagnal ombrotrófico
10
11
9
6
12
1
Figura 3: Catena idealizada mostrando la distribución de la vegetación en las turberas altas de las Sierras Septentrionales, O
Xistral: 1: brezal mesohigrófilo (Gentiano pneumonanthe-Ericetum mackaianae), 2: cervunales (Serratulo tintoreae-Nardetum
strictae), 3: sauceda riparia (Com. de Salix atrocinerea), 4: comunidad de Myrica gale, 5: comunidades de aguas corrientes
(Potametum perfoliato-crispi, com. de Ranunculus penicillatus), 6: pequeños inllós de esfagnos (Erico machaianae-Spagnetum
papillosi) y cárices (Carici duriaei-Spagnetum compacti), 7: comunidades de áreas frecuentemente inundadas (Eleocharetum
multicaulis, Hyperico elodis-Potametum oblongi), 8: comunidad hidrofítica de pequeños cauces sobre turba (Potamogeton
oblongus), 9: Arnicetum atlanticae, 10: Esfagnal ombrógeno (Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi, Carici duriaeiSphagnetum compacti), 11: Sphagno pylaesii - Caretum verticillati, 12: comunidad de Eriphorum angustifolium.
1
3
C.- BREZALES Y MATORRALES NO ESCLEROFILOS
Los matorrales de la sierra de O Xistral considerados “Hábitats Naturales”, quedan restringidos a dos grupos, diferenciados tanto por su composición florística
como por las características de los medios ecológicos que ocupan.
C.1.- BREZALES
HÚMEDOS ATLÁNTICOS MERIDIONALES
Las condiciones climáticas dominantes en la sierra de O Xistral imprimen un
marcado carácter higrófilo a los matorrales que aparecen por encima del los 650700 m de altitud, límite a partir del cuál las nieblas y lluvias estivales ejercen
mayor influencia. Por otra parte, el contenido en agua del suelo varía con las características topográficas, fenómeno que igualmente afecta a la composición florística de las comunidades. Por encima de las cotas señaladas, las laderas se hallan
mayoritariamente cubiertas por brezales meso-higrófilos de la asociación Gentiano
pneumonanthe-Ericetum mackaianae siendo más escasa la representación de otras
comunidades de brezales mesohigrófilos como Genisto berberideae-Ericetum mackaiane y Cirsio filipenduli-Ericetum ciliaris. Hacia los fondos de valle y alvéolos,
dan paso a brezales y otras comunidades típicas de turbera (Erico mackaianaeSphagnetum papillosi, Erico mackaianae-Sphagnetum compacti, Arnicetum atlanticae, Rhynchosporetum albae, etc.), mientras que en los sectores de cumbres,
estos matorrales son sustituidos progresivamente por formaciones dominadas por
gramíneas (Molinia caerulea) y ciperáceas (Eriophorum angustifolium, Carex spp.)
asentadas sobre turberas de cobertor.
Fisonómicamente, este tipo de brezales meso-higrófilos se corresponden con una
formación de matorral de escasa altura (normalmente del orden de 0.5-1 m) y con una
cobertura de leñosas variable en función del grado de manejo (pastoreo, rozas...). Se
localizan en áreas colino-montanas de elevada humedad ambiental a lo largo del año,
sobre suelos ácidos y ricos en materia orgánica (con frecuencia sobre depósitos de
turba inactivos en la actualidad). Florísticamente se caracterizan por el dominio de las
especies Erica mackaiana, Calluna vulgaris y Ulex gallii, siendo especies frecuentes
Gentiana pneumonanthe, Calluna vulgaris, Erica cinerea, Molinia caerulea, Agrostis
curtisii, Thymelaea corydifolia, Potentilla erecta, Serratula tinctoria, Carum verticillatum, Daboecia cantabrica y Ulex europaeus. En exposiciones de solana, con laderas
de fuerte pendiente y sometidas periódicamente a incendios, estos brezales pueden
presentar elementos florísticos de carácter más xerófilo, tales como Pterospartum tridentatum, Erica umbellata, Halimium alyssoides y Tuberaria sp., entre otras.
50
Brezal húmedo en contacto con una turbera alta. El patrón consistente en una matriz de brezal húmedo en el que se localizan esporádicamente turberas altas de escasa superficie, se
repite frecuentemente en el ámbito de la sierra de O Xistral.
Brezal húmedo localizado en la Veiga de Samarugo, con la presencia aislada de los hábitats
turbera alta activa y charca distrófica. La presencia de una importante carga ganadera se
traduce en la escasa cobertura de especies leñosas en el brezal.
51
C.2.- BREZALES
SECOS
El segundo grupo de matorrales y brezales naturales siguiendo los criterios de
la Directiva Hábitat, corresponde a comunidades arbustivas seriales, sustitutivas
de los bosques climácicos del territorio y que aparecen dominadas bien por ericáceas (Erica cinerea, Calluna vulgaris, Erica umbellata) o por “toxos” (Ulex europaeus, Ulex gallii) incluyéndose dentro de la asociación Ulici europaei-Ericetum
cinereae. En las laderas orientadas hacia el sur y con suelos menos profundos se
integran en estas formaciones de brezal Erica australis subesp. aragonensis y
Pterospartum tridentatum, indicadores de una cierta tendencia a la sequía edáfica
y constituyendo la transición hacia comunidades de Daboecio cantabricaeEricetum aragonensis. Las formaciones naturales con una presencia significativa
de leguminosas (Pterospartum tridentatum, Genista florida subsp. polygaliphylla,
Cytisus scoparius, Cytisus striatus, Cytisus ingramii, Cytisus multiflorus), tienen
una escasa representación en el territorio, a excepción de las existentes en la ladera SE de Penido Novo, dominadas por el endemismo galaico-asturiano Cytisus
ingramii y los brezales de tendencia xerófila con presencia abundante de
Pterospartum tridentatum situados en la vertiente S de la Serra da Carba.
En líneas generales, los brezales y tojales son más frecuentes en los suelos desarrollados sobre sustrato granítico, mientras que en los sustratos esquistosos son
más adecuados para el cultivo y praderías y, asociados a ellos, los piornales o xesteiras.
Por otra parte, son frecuentes formaciones de matorral dominados por el brezo
Erica arborea, localizadas en vaguadas o incisiones profundas en las laderas (furnas), así como formando orlas alrededor de canchales localizados en laderas de
umbría.
52
Comunidad de Ulici europaei-Cytisetum ingramii, localizada en las inmediaciones de Penido
Novo.
Brezal seco de elevada densidad y cobertura dominado por Erica aragonensis.
53
D.- BOSQUES
Se incluyen aquí las formaciones forestales, bosques naturales y seminaturales
que mantienen sotobosques nemorosos y las formaciones viejas de castaño (soutos) tal y como los considera la Directiva Hábitat. El grupo abarca tanto formaciones climácicas como comunidades de sustitución, aunque sin perder la estructura
arbolada más o menos densa.
Dentro de la sierra de O Xistral se ha constatado la presencia de nueve tipos de
comunidades arbóreas autóctonas, que se distribuyen entre seis hábitats de carácter zonal y tres de carácter azonal, a las que se les añade un décimo grupo de
comunidades nemorales asociadas a bosques.
Dentro de los territorios eucolinos la distribución actual de comunidades de bosques autóctonos se ha restringido a pequeñas masas dominadas por carballos
(Quercus robur) y melojos o rebolos (Quercus pyrenaica), en las que son frecuentes
diversas especies perennifolias (Laurus nobilis, Arbutus unedo, Ilex aquifolium), en
coincidencia con lo señalado por I ZCO et al. (1990), así como fragmentos muy manejados de alisedas riparias. Otras comunidades locales se asimilan a los antiguos
soutos, plantados y manejados para la obtención de fruto y madera, actualmente
en la mayor parte de los casos abandonados y en un avanzado estado de degradación, en gran parte debido a la “tinta del castaño”, enfermedad que redujo los soutos de la zona ya desde mediados del siglo XIX (Fernández et al,1998).
Los bosques dominantes dentro de la sierra de O Xistral se corresponden con
carballeiras galaico asturianas (Blechnum spicantis–Quercetum roboris), cuya composición florística varía en las distintas facies reconocidas (típica, umbrófila, termófila) (Izco et al., 1990), estando presente en algunas vaguadas umbrosas el roble
albar (Quercus petraea).
En las áreas menos alteradas (Fraga das Lerias), las carballeiras contactan con
otras formaciones arbóreas indígenas, fundamentalmente con bosques pluriespecíficos mesofíticos. Con menor representación en el territorio, también existen
reboleiras (Linario triornithophorae–Quercetum pyrenaicae), acebrais (bosques de
Ilex aquifolium), madroñales (Frangulo alni–Arbutetum unedonis) y abedulares
seriales (Holco molli-Betuletum celtibericae).
Configurando el límite superior de algunas fragas situadas en la parte central de
la sierra de O Xistral (Val do Rego das Furnas), ya en el contacto con el piso meso54
montano, sobreviven algunas manchas de abedular silicícola montano galaico
asturiano septentrional, formando mosaico con acebrais y carballeiras.
Ligados a condiciones azonales aparecen diversos tipos de bosques aluviales
como alisedas (Valeriano pyrenaicae–Alnetum glutinosae) y fresnedas riparias
(Festuco giganteae-Fraxinetum excelsioris) y abedulares pantanosos, cuya presencia se limita a la cuenca alta del río Eume, en las inmediaciones de A Balsa y a la
cuenca alta del río Pedrido, cerca de Currovedo.
El piso montano se restringe dentro del área estudiada a las porciones culminales del territorio, por encima de los 750/800 m de altitud, careciendo en su mayoría de vegetación arbórea como consecuencia de limitaciones edafo-climáticas en
algunos casos (Ramil-Rego et al. 1996c) y de la realización secular de prácticas
deforestadoras (talas, quemas, pastoreo) en el resto del territorio. Las formaciones
arboladas que se encuentran en este nivel son carballeiras ombrófilas, pequeños
acebales y abedulares montanos asociados a vaguadas de fuerte pendiente.
De todos estos tipos de bosques, solamente se encuentran incluidos en la
Directiva Hábitat los bosques de Quercus pyrenaica y las acebedas en la categoría
de Hábitats Naturales de Interés Comunitario, mientras que las alisedas riparias y
los abedulares higrófilos (incluidos en el grupo de Bosques Higroturfófilos o
Turberas Boscosas), se incluyen dentro de los Hábitats Naturales Prioritarios.
El resto de las comunidades arbóreas presentes (carballeiras, bosques pluriespecíficos mesófilos, fresnedas riparias) carecen en la actualidad de estatus específico de protección en el ámbito comunitario o incluso nacional. Su necesidad de
conservación, sin embargo, está plenamente justificada ya que el conjunto de fragas distribuidas por los tramos altos del Miño, Eume, Landro, Xunco, Ouro y
Masma, junto con las del Landro y las existentes en los tramos medio y bajo del
Eume. Constituyen los últimos hábitats para la conservación in situ de una serie de
especies vegetales nemorales (Woodwardia radicans, Hymenophyllum tunbrigense, etc.) cuya distribución está restringida en Europa al extremo suroccidental del
continente. Por esta razones, se han incluido estos tipos de bosque dentro de la
categoría de Hábitats Naturales de Interés Gallego.
55
Dentro del ámbito territorial de la sierra de O Xistral aún se conservan formaciones arboladas de especies autóctonas de cierta entidad.
La comunidad nemoral de Woodwardia radicans está ligada a la
presencia de taludes y vaguadas húmedas en el seno de manchas
de arbolado autóctono.
56
E.- HÁBITATS ROCOSOS Y GRUTAS
En función de la configuración morfológica y de las condiciones ecológicas particulares, fundamentalmente la exposición directa o atenuada a la luz solar, se pueden distinguir los siguientes grupos de hábitats dentro de la sierra de O Xistral:
Los primeros, sometidos a unas mayores tasas de insolación, están constituidos
por los afloramientos rocosos que constituyen la parte superior de las formas de
exhumación de los macizos graníticos de A Toxiza, Monseibane y Penido Novo, así
como las formas acastilladas y pedreras existentes en los sectores dominados por
litologías de tipo cuarcítico. En estas situaciones, las superficies expuestas directamente a la intemperie presentan una gran cantidad de líquenes crustáceos, así
como abundantes especies de los géneros Cladonia, Parmelia, Umbilicaria, etc. En
las rendijas de la roca, así como en las depresiones, etc., los tallos liquénicos
muertos se acumulan lentamente, mezclándose con partículas de polvo y materiales de la propia alteración de la roca. De esta manera, con el tiempo se va formando una fina capa de suelo sobre la que crecen numerosas plantas carnosas y
geófitos como Saxifraga spathularis, Sedum brevifolium, Sedum anglicum,
Conopodium majus, Narcissus bulbocodium, Blechnum spicant, Asplenium adiantum-nigrum, Asplenium trichomanes y un gran número de musgos y briófitos de los
géneros Polytrichum, Leucobryum, Hypnum, etc.
En los afloramientos graníticos, a medida que aumenta el grosor de esta capa
de suelo, se incorporan especies típicas de los brezales secos (Ulex europaeus,
Erica cinerea, E. umbellata, Vaccinium myrtillus) presentando la superficie de las
rocas en numerosas ocasiones un denso tapiz vegetal. La parte inferior de los bloques está más o menos enterrada, contactando con especies típicas de las formaciones vegetales que los rodean.
Otro subtipo de hábitats está ligado a los depósitos de materiales rocosos,
generalmente cuarcitas, a veces granitos o incluso neises, cuyos fragmentos alcanzan dimensiones considerables, con tamaños superiores a los 50-80 cm de diámetro, configurando grandes depósitos que tapizan las laderas.
Debido a la heterogeneidad de condiciones microtopográficas y ambientales
que se dan en estos medios, se aprecia una cierta variedad en sus comunidades
vegetales, identificándose desde comunidades colonizadoras integradas por líquenes y formaciones pioneras herbáceas ricas en plantas crasas (Saxifraga sphatularis, Sedum sp.), así como en helechos (Polypodium vulgare, Asplenium billoti) musgos y hepáticas, hasta comunidades de mediano porte, dominadas por Erica arborea, Arbutus unedo, Pteridium aquilinum, Lastrea limbosperma, Cytisus ingramii y
57
pequeños robles y abedules, pasando por brezales de menor porte asimilables a los
presentes en resto del territorio (Gentiano pneumonanthe-Ericetum mackaianae y
Ulici europaei-Ericetum cinereae).
Bajo la definición de “Vegetación colonizadora sobre rocas silíceas”, se agrupan
una serie de comunidades, alguna de las cuales no se encuentra definida de forma
precisa en la actualidad. A efectos de realización del presente estudio, a la vegetación colonizadora de carácter saxícola (cuyo hábitat son las rocas o pedreras) se
corresponde por una parte con la Comunidad de Dryopteris affinis en el caso de vegetación que se desarrolla sobre pedreras de distinto tipo y litología, y con la comunidad Airo praecocis-Sedetum arenarii en el caso de vegetación desarrollada sobre
afloramientos de rocas silíceas de diferente naturaleza (bolos, crestas rocosas...).
Bajo condiciones ecológicas totalmente distintas se encuentran los hábitats
rocosos presentes en el interior de los restos de bosques autóctonos que se conservan en la sierra de O Xistral. En este caso, el denso dosel arbóreo reduce apreciablemente la radiación solar y mantiene una elevada humedad ambiental durante todo el día que se traduce finalmente en una composición florística y en la existencia de comunidades vegetales diferentes. Estos ambientes nemorales de carácter umbrófilo e higrófilo, especialmente en las proximidades de los cursos de agua,
se constituyen comunidades saxícolas dominadas por los relictos paleotropicales
húmedos Hymenophyllum tunbrigense y Woodwardia radicans.
Las pequeñas cavidades rocosas existentes en estos macizos silíceos se designan comúnmente con el término de “abrigos” o “abrigos rocosos” para diferenciarlas de las formados en macizos kársticos que reciben de manera habitual el
apelativo de “cuevas”. Esta diferenciación, basada en criterios sedimentológicos y
paleoecológicos (cf. Ramil-Rego, 1992), no se mantiene popularmente, utilizándose de manera generalizada el término de cueva para ambos medios, y designando
como grutas o covachas a las cavidades de menor desarrollo.
Al valor arqueológico que poseen los abrigos rocosos existentes en la sierra de
O Xistral, se añade el valor de su vegetación, al constituir hábitats particulares en
los que se encuentran una flora y fauna especializadas. Entre las especies que
habitan estos medios, destaca la presencia del briófito Schistostega pennata en
varios de los abrigos rocosos en Fragavella y en las pequeñas cavidades que existen dentro de los aleros cuarcíticos situados en la vertiente sur del pico Cadramón.
Cabe resaltar que estas poblaciones constituyen unas de las escasas citas de este
taxón conocidas en toda la Península Ibérica, que ha sido calificado de vulnerable
(Sergio et al. 1994)
58
Vegetación pionera sobre rocas silíceas sobre un canchal cuarcítico en las laderas de Chao do Lamoso.
Bolo granítico dentro del macizo de A Toxiza, donde las condiciones ambientales limitan el
desarrollo de la vegetación a formaciones arbustivas.
59
F.- HÁBITATS ANTROPÓGENOS
Dentro de este epígrafe se agrupan hábitats y comunidades relacionadas directamente con la actividad humana, algunas de las cuales colonizan medios creados
por el hombre. La mayoría de los hábitats considerados corresponden a cultivos
herbáceos y arbóreos resultado de una intensa actuación y modificación de las
características del medio.
La mayor parte de la superficie ocupada por las comunidades aquí incluidas, es
el resultado de una intensa actuación y modificación de las características del
medio por parte del hombre. Dentro de los hábitats antropógenos presentes en la
sierra de O Xistral, solamente uno es considerado por la Directiva 93/42/CEE como
Hábitat Natural de Interés comunitario, interpretándose como seminaturales las
plantaciones antiguas de castaño integradas en el medio. No obstante, las representaciones que de este hábitat subsisten actualmente dentro de la sierra de O
Xistral se encuentran altamente degradadas al haber sido en su mayoría absorbidas en las áreas repobladas con pinos o eucaliptos (soutos de Cortegaza y
Ferrocente).
Finalmente, en relación con la actividad antrópica se pueden igualmente identificar diversos tipos de unidades, tanto herbáceas como arbustivas (comunidad de
Pteridium aquilinum, piornales, xesteiras, toxeiras...) que ocupan antiguas áreas de
cultivos de labor intensiva, o fundamentalmente de rozas, que constituyen una
etapa serial avanzada de la degradación de las comunidades arbóreas climácicas
del territorio. Estas comunidades se caracterizan normalmente por su reducida
diversidad, estando formado el estrato dominante por una o rara vez varias especies. Tanto la pobreza florística de estas comunidades, como su estructura, están
íntimamente ligadas al tipo y grado de explotación que reciben, así como a las condiciones ecológicas de las antiguas parcelas (tipo de suelo, profundidad, recursos
hídricos, etc.). Representan, sin embargo, la etapa de recuperación de la naturalidad del medio.
Dentro de este grupo se han diferenciado tres tipos de vegetación. Las plantaciones forestales recientes de diversas especies de pinos (Pinus pinaster, P. radiata, P sylvestris) y de eucalipto (Eucalyptus globulus, Eucalyptus sp.), las denominadas “praderas polífitas” que no son sino la sustitución de la flora de formaciones
naturales por cultivos de hierba basadas en formulas con escasas especies, y los
60
restantes cultivos (labradíos, huertas...) más las etapas de sustitución de los mismos todavía no bien conformadas.
En resumen, en estos montes de apariencia monótona, en los que aparentemente apenas existen diferencias estructurales y florísticas, existen numerosos
hábitats de interés comunitario, algunos de ellos prioritarios, sumando un total de
25 (Tabla 3). Con más detalle, estos hábitats están conformados por un elevado
número de comunidades propias, alguna de las cuales son exclusivas del conjunto
serrano analizado. Se reconocen, al menos, 47 comunidades vegetales de las contempladas en los tipos de la Directiva Hábitat, más 9 hábitats antropógenos (Tabla
4). De las 47 comunidades, 22 son herbáceas higrófilas o de medios turbosos, 8
pertenecen a matorrales, 14 son bosques que, aún pudiendo tener la misma especie arbórea dominante, poseen una composición florística global diferente como
respuesta a condiciones ambientales diferentes y tres son comunidades herbáceas
rupestres.
Plantación forestal de Pinus sylvestris instalada sobre un mosaico de turberas de cobertor,
donde las particulares condiciones edáficas y climáticas han limitado el desarrollo de los
árboles.
61
Los terrenos de cultivo intensivo se limitan a pequeñas propiedades en las inmediaciones
de los asentamientos de población.
62
CARTOGRAFÍA
Los trabajos de cartografía se desarrollaron durante el período 1998-2000,
comenzando por una fase de recopilación de la información existente (cartografía
temática y mapas topográficos a diferentes escalas, fotogramas aéreos, imágenes
satélite, publicaciones relacionadas con el territorio de la sierra de O Xistral, legislación ambiental de nivel autonómico, nacional y europeo, etc.). A partir del análisis de esta información se estableció a priori una primera tipología de las unidades
y un límite aproximado del área para cartografiar. Por otra parte se eligió una escala básica de trabajo para la delimitación de las unidades de cartografía de
1:10.000, por permitir una representación más objetiva de la superficie ocupada
por los distintos tipos de hábitat que otros trabajos previos.
Se realizó una primera cartografía con base en la interpretación de fotogramas
aéreos a escala 1:18.000 y la restitución sobre planos a escala 1:10.000 (empleando como base cartográfica los mapas editados en 1981 por la Consellería de
Ordenación del Territorio de la Xunta de Galicia) de las teselas delimitadas a partir de dicha interpretación. Paralelamente se realizó un proceso de clasificación de
una imagen de satélite Spot HRVIR (Mapa 4), multiespectral Xi, con tamaño de
pixel de 20x20 m y un teselado con base en la misma, empleando el programa ER
Mapper 6.1 como apoyo a la cartografía 1:10.000 previamente citada. Debido a las
limitaciones inherentes a la definición del material empleado, estas dos primeras
delimitaciones de teselas se realizaron tomando como unidades los grupos de
hábitats de dos dígitos del CORINE Biotopes Manual, precisando de una segunda
exhaustiva fase de trabajo de campo donde se tomaron los datos necesarios para
la identificación, diferenciación y cartografía de las unidades de la directiva
Hábitat.
El siguiente paso consistió en la fusión de la información procedente de diferentes fuentes y a diferentes escalas sobre una plantilla única a escala 1:10.000.
La información de esta plantilla se introdujo y codificó en un sistema de información geográfica (Autocad Map, ArcView) dando lugar a una colección de mapas a
escala 1:20.000. Cada uno de los mapas a escala 1:20.000 (Mapas 5-17) corresponde las hojas 1:10.000 de campo comprendidas dentro del área cartografiada.
Por último, para la realización del análisis global de la cobertura vegetal de la
sierra de O Xistral, se han realizado mapas de síntesis a escala 1:90.000 (Mapa 18)
donde se integra la información ambiental de las hojas 1:20.000 (Mapas 5-17),
63
mapas que serán empleados posteriormente en la realización de la valoración del
territorio desde la óptica de la Directiva Hábitat (Mapa 19).
Como resultado de la aplicación de la Directiva Hábitat en la sierra de O Xistral,
se han reconocido 25 tipos de vegetación natural y antropógena, distribuidos en 6
grandes grupos de hábitats (tabla 3), 5 de los cuáles (hábitats de aguas dulces,
hábitats turfófilos, brezales y matorrales no esclerofilos, bosques, hábitats rocosos
y grutas) incluyen hábitats naturales recogidos en la Directiva, mientras que en el
grupo restante se integran los de origen antrópico.
De esas 25 comunidades o tipos de vegetación se han cartografiado un total de
18 (Mapa 5). De ellos, 5 corresponden a hábitats prioritarios, 6 a hábitats de interés comunitario, 4 a hábitats de interés gallego y 3 son hábitats antrópicos
Directiva
Tipos de háitat
✲
❖
UE
G
A
T
Hábitats de Agua Dulce
-
2
2
-
-
2
Hábitats Turbosos
3
3
5
-
-
5
Brezales y matorrales no esclerofilos
1
1
2
-
-
2
Bosques
2
4
6
5
-
11
Hábitats rocosos y grutas
-
2
2
-
-
2
Hábitats antropógenos
-
-
-
-
3
3
6
11
17
5
3
25
Tabla 3. Tipos de hábitats existentes en la sierra de O Xistral de acuerdo con el
documento UER-15 y número de comunidades incluidas. UE: Hábitats comunitarios, Directiva Hábitat. ✲: Hábitats Naturales Prioritarios. ❖: Hábitats Naturales
de Interés Comunitario. G: Hábitats Naturales de interés gallego. A: Hábitats
antropógenos no tipificados. T: Total comunidades.
Directiva
64
Códigos hábitats
Siperficie (Ha)
Hs-Esp N2000 Corine Teselos Total Media
Hábitats de Agua Estancada
❖
Lagos distr´ficos (charcas)
❖ Potamogetonetum perfoliato–crispi
❖ Comunidad de Glyceria declinata–fluitans
❖ Comunidad de Ranunculus omiophyllus
❖ Comunidad de Potamogeton natans
❖ Comunidad de Myriophyllum sp.
❖ Comunidad de Utricularia sp.
❖ Lemnetum minoris
-3160
215055
2150
2150
215042
2150
216013
215011
2214
14
1,4
0,1
-3260
215055
226011
24.2
--
--
39
7130
52.1
27
2667,7
98,8
Hábitats de Agua Corrientes
❖
Vegetación flotante de Ranunculus
❖ Potamogetonetum perfoliato–crispi
❖ Comunidad de Ranunculus penicillatus
Hábitats Turfófilos
----
✲
Turberas de Cobertor Activas
✲ Comunidad de Eriophorum angustifolium y Carex
✲ Comunidad de Molinia caerulea y Carex durieui
✲
Turberas Altas Activas
✲ Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi
✲ Carici durieui-Sphagnetum compacti
✲ Comunidad de Sphagnum y Eriophorum angustifo✲ Comunidad de Sphagnum pylaesii
✲ Eleocharetum multicaulis
✲ Hyperico elodis-Potamogetonetum oblongi
✲ Arnicetum atlanticae
-7110
613015
613016
-615013
211011
211012
613011
51.1
158
553,1
3,5
✲
Formaciones herbáceas de Nardus
✲ Serratulo tinctoriae-Nardetum strictae
-6230
523013
35.1
--
<0,1
<0,1
❖
Depresiones sobre sustratos turbosos
❖ Rhynchosporetum albae
-7150
615012
54.6
--
<0,1
<0,1
❖
Otras comunidades turfófilas
❖ Junco pygmaei-Illecebretum verticilati
❖ Comunidad de Lycopodiella inundata
-217044
615014
--
--
<0,1
<0,1
--
Brezales y Matorrales No Esclerofilos
✲
Brezales húmedos atlánticos templados
✲ Gentiano pneumonanthe-Ericetum mackaianae
✲ Cirsio filipenduli-Ericetum ciliaris
✲ Carici binervis-Ericetum ciliaris
✲ Genisto berberideae-Ericetum mackaiane
-4020
302023
302023
302011
302018
31.12
96
11075
115,4
❖
Brezales secos (todos los subtipos)
❖ Comunidad de Erica arborea
❖ Daboecio cantabricae-Ericetum aragonensis
❖ Ulici europaei-Ericetum cinerae
❖ Ulici europaei-Cytisetum ingramii
-4030
-303042
303049
309035
31.24
71
314,0
4,4
41.56
172
1614,4
9,4
41.62
4
2,4
0,6
Bosques
G Carballeiras galaico-asturianas
G Blechno spicantis-Quercetum roboris
❖ Bosques
❖
galaico-portugueses de Quercus pyrenaiLinario triornithophorae-Quercetum pyrenaicae
---
--
-9230
823011
65
G Abedulares silicícolas montanos
G Abedulares montanos galaico-asturiano septentrionales
---
--
41.85
1
6,2
6,2
G Madroñales
G Frangulo alni-Arbutetum unedonis
---
--
32.31
--
<0,1
<0,1
45.8
--
<0,1
<0,1
❖
Acebedas (bosques de Ilex aquifolium)
Ilici-Fagenion sylvaticae (acebedas)
❖
823010 9380
--
G Bosques seriales
G Omphalodo nitidae-Coryletum avellanae
G Holco molli-Botulotum celtibeicae
----
--
41.813
6
72,4
12,1
G Arcedas y fresnedas mesofíticas
G Luzulo henriquesii-Aceretum pseudoplatani
---
--
41.3
1
0,7
0,7
44.34
--
<0,1
<0,1
91D0
44.A1
3
35,0
12,0
--
--
--
<0,1
<0,1
4.,9
--
<0,1
<0,1
Bosques aluviales (riparios)
Valeriano pyrenaicae-Alnetum glutinosae
✲ Festuco giganteae-Fraxinetum excelsioris
✲
✲
Abedulares pantanosos
Abedulares pantanosos
❖ Comunidades nemorales
❖ Comunidad de Woodwardia radicans
❖ Dryopterido aemuli-Hymenophylletum tunbrigensis
✲
✲
❖
-91E0
81E017
81E017
------
-9260
Plantaciones forestales antiguas de Castanea sativa
826020
Quercenion robori-pyrenaicae (soutos)
❖
Hábitats Rocosos y Grutas
---
8130
65
--
<0,1
<0,1
❖
Vegetación pionera sobre rocas silíceas
Comunidad de Dryopteris affinis
❖ Vegetación colonizadora de afloramientos silíceos
----
8130
61.30
311
533,9
1,7
Plantaciones forestales recientes
Plantaciones de Pinus pinaster
Plantaciones de Pinus radiata
Plantaciones de Pinus sylvestris
Plantaciones de Eucalyptus spp.
------
--
--
135
3032,4
22,5
Praderas polífitas
Praderas polífitas
---
--
--
54
1061,0
19,6
Mosaico de cultivos y otros hábitats sinantrópicos
Terrenos agrícolas (labradíos, prados de siega...)
Helechales sobre antiguos campos de cultivo
Xesteiras (Ulici europaei-Cytisetum striati)
Toxeiras (Comunidad de Ulex europaeus)
------
--
--
139
5119,4
35,8
❖
Grutas no explotadas por el turismo
Comunidad de Schistostega pennata
❖
❖
Hábitats Antropógenos
Tabla 4. Relación de hábitats y comunidades vegetales de la sierra de O Xistral; frecuencia y
magnitudes de los mismos. Hs: España. Código de comunidades españolas según Comité
Hábitat España. N2000. Código hábitats según Red Natura 2000. CORINE. Códigos del Corine
Biotopes. Teselas: Número de teselas. Media: Superficie media de las teselas por hábitat.
Total. Superficie total del hábitat en la sierra de O Xistral. ✲ :Hábitats prioritanios. ❖ :
Hábitats de interes comunitario, G: Hábitats de interés gallego.
66
VALORACIÓN DE LOS HÁBITATS NATURALES
SEMINATURALES
Y
La Red Natura 2000 pretende establecer una red coherente constituida por
zonas especiales de conservación, en las que se deberá garantizar el mantenimiento o, el restablecimiento en un estado de conservación favorable de los hábitats y especies de importancia comunitaria. La implantación de la Red Natura 2000
ha servido de estímulo para la investigación ambiental dirigida a la valoración
espacial de hábitats y especies en áreas de interés ambiental, cuyos datos son a
su vez aplicados en la evaluación de la eficiencia de las redes de conservación de
los recursos biológicos.
Siguiendo este planteamiento se ha realizado la valoración de los hábitats
vegetales naturales y seminaturales de la sierra de O Xistral partir de la adecuación de los criterios que la propia Directiva Hábitat establece. Un segundo nivel de
valoración consistió en la utilización de los criterios adoptados por el comité de
coordinadores de áreas del proyecto Hábitat-España (ICONA) constituido por A.
Asensi, L. Lloréns y A. Penas, que establecieron en febrero de 1994, una propuesta de valoración de cada tipo de hábitat natural incluido en la Directiva, proponiendo una serie de índices de valor geobotánicos intrínsecos; propios de cada
hábitat natural (endemicidad, rareza, fragilidad, etc.) y otro extrínseco (naturalidad), es decir dependiente del grado de alteración natural o antrópica de cada unidad cartográfica presente en el territorio.
VALORACIÓN
RELATIVA DE LAS COMUNIDADES
La Directiva Hábitat establece una serie de criterios para la selección de los
lugares que pueden clasificarse como lugares de importancia comunitaria y designarse como zonas especiales de conservación. Siguiendo estos criterios (Tabla 5)
se ha valorado, en el marco del territorio gallego, la impotancia relativa de cada
hábitat natural del Anexo I y cada especie del Anexo II (incluido los tipos de hábitats naturales prioritarios y las especies prioritarias) existentes en la sierra de O
Xistral, así como aquellas especies y hábitats no incluidos en la Directiva pero cuya
preservación se considera de importancia nacional o autonómica.
Aplicando los criterios de la Directiva Hábitat a los hábitats naturales existentes en la sierra de O Xistral, resaltan por su importancia comunitaria la presencia
de Turberas de Cobertor Activas, tipificadas como Hábitats de Interés Comunitario.
67
La importancia de estos ecosistemas turfófilos radica en su reducida área de distribución actual, constituyendo las existentes en la sierra de O Xistral, no sólo la
única representación del territorio español, si no que además constituye el límite
meridional de distribución de este ecosistema en la Unión Europea (Tabla 6).
A la singularidad corológica de las turberas de cobertor existentes en la sierra
de O Xistral habría que unir el alto grado de conservación y naturalidad que estas
presentan, existiendo múltiples ecotonos tanto con turberas altas activas, como
con brezales higroturfófilos, brezales secos o incluso con hábitats boscosos.
Interrelación que sin embargo no se aprecia en otros países de la Unión Europea,
en la que los ecosistemas turfófilos presentan en la actualidad una importante
alteración.
Criterios de evaluación del lugar para un hábitat
Indice
3
2
1
0
A
Superficie del hábitat natural en el espacio
evaluado en relación con la superficie total
que ocupa dicho tipo de hábitat en el territorio gallego
>75%
75-10 %
< 10%
Nula
B
Grado de conservación (estructura y funcionalidad) del hábitat natural y posibilidad de restauración
Alto
Medio
Bajo
Nula
C
Evaluación global del área para la conservación del tipo de hábitat natural.
Alto
Medio
Bajo
Nula
Suma de A + B + C
Datos insuficientes
✔
Tabla 5. Criterios de evaluación de hábitats
Además de las turberas de cobertor, son igualmente Hábitats Naturales
Prioritarios, las Turberas Altas Activas (Tabla 6) que reúnen un elevado número de
comunidades turfófilas e higroturfófilas (Erico mackaianae-Sphagnetum papilosii,
Carici duriaei–Sphagnetum compacti, Com. de Sphagnum y Eriophorum angustifolium, Sphagno pylaesii- Caretum verticillati, Eleocharetum multicaulis, Hyperico
elodis–Potamogetonetum oblongi, Junco pygmaei–Illecebretum verticillati,
Arnicetum atlanticae, Serratulo tinctoriae–Nardetum strictae), junto con los
Brezales Húmedos Atlánticos Templados de Erica ciliaris y Erica tetralix (Gentiano
68
pneumonanthe–Ericetum mackaianae, Cirsio filipenduli-Ericetum ciliaris, Carici
binervis–Ericetum ciliaris, Genisto berberideae–Ericetum tetralicis, Genisto anglicae–Ericetum tetralicis) y los bosques de ribera (Valeriano pyrenaicae–Alnetum
glutinosae, Festuco giganteae–Fraxinetum excelsioris).
A este amplio conjunto de Hábitats Naturales Prioritarios habría que unir un
número también importante de Hábitats Naturales de Interés Comunitario
(Hábitats de Aguas Dulces, Brezales y Matorrales secos, Hábitats Rocosos y
Cuevas, etc.). En conjunto, la sierra de O Xistral constituye una zona de gran relevancia en cuanto a la conservación de Hábitats Naturales y de especies incluidas
en el anexo I y II de la Directiva 97/62/CE. Cumpliendo los criterios que la propia
directiva establece para la designación de “zonas especiales de conservación”.
69
70
Hábitats Turfófilos
Formaciones herbaceas de Nardus
Herbazales
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
?
?
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘
✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘
✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘
✘
✘
Tabla 6. Presencia de los hábitats de la sierra de O Xistral en la distintas regiones biogeográficas que configuran la Red Natural 2000
según la Comisión Europea. Dirección General XI (1998, 1999). Región Alpina: 1.- Alemania, 2.- España ,3.- Francia, 4.- Italia, 5.- Austria,
6.- Finlandia, 7.- Suecia. Región Atlántica: 1.- Bélgica, 2.- Dinamarca, 3.- Alemania, 4.- España, 5.- Francia, 6.- Irlanda, 7.- Holanda, 8.Portugal, 9.- Reino Unido. Región Boreal: 1.-Finlandia, 2.- Suecia. Región Continental. 1.- Bélgica, 2.- Dinamarca, 3.- Alemania, 4.Francia, 5.- Italia, 6.- Luxemburgo, 7.- Austria, 8.-Suecia. Región Mediterránea: 1.- Grecia, 2.- España, 3.- Francia, 4.- Italia, 5.- Portugal.
Región Macaronésica: 1.- Canarias. 2.- Azores, 3.-Madeira. ✲ : Hábitats prioritarios; ✘ : presencia.
✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘
Bosques
✘
✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘
✘
Vegetación pionera sobre rocas alliceas
✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘
✘
✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘ ✘
Alpina
Atlántica
Bor
Mediterrán. Macar.
Continental
1 2 3 4 5 6 7 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 2 1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 S 1 2 3
Grutas no explotadas por el turismo
Hábitats Rocosos y Grutas
91E0 ✲ Bosque aluviales riparios
Carballeirasa y melojares NW ibérico
9230
Acebadas (bosques de llex aqifolium)
9380
Castañedas (soutos)
9260
8130
8230
Turberas altas activas
7110
7130 ✲ Turberas de cobertor activas
Depresiones sobre austratos turbosos
7150
6230
4020 ✲ Brezales húmedos atlánticos templados
Brezales secos (todos los subtipos)
4030
Brezales y Matorrales No Esclerófilos
Vegetación flotante de Ranunculus
Hábitats de Aguas Corrientes
Lagos distróficos (Charcas)
3160
3260
HABITATS
Hábitats de Agua Estancada
Códigos
VALORACIÓN
GEOBOTÁNICA DE LAS COMUNIDADES
(ÍNDICES
INTRÍNSECOS )
Tomando como base los criterios establecidos en los documentos EUR12,
EUR15, EUR15/2 y en el desarrollo del proyecto de Cartografía e Inventariación de
los hábitats comunitarios en España (cf. Rivas-Martínez & Fernández-González,
1995; Rivas-Martínez et al. 1994) e introduciendo una serie de modificaciones, se
ha valorado cada tipo de hábitats comunitarios (Hábitats Naturales Prioritarios y
Hábitats Naturales de Interés Comunitario), existentes en la sierra de O Xistral
empleando para ello los índices de Endemicidad (Tabla 7), Rareza Ecológica (Tabla
8), Fragilidad (Tabla 9), Condición relicta (Tabla 10).
El indice de Endemicidad evalúa la presencia del hábitat en una determinada
unidad biogeográfica. Tienen un mayor valor aquellos hábitats locales o que se
encuentren en un subsector frente a los que extienden su área de distribución por
un sector o provincia biogeográfica. Se ha asignado el valor máximo a los hábitats
presentes exclusivamente dentro del subsector Galaico-Asturiano septentrional y
valores progresivamente más bajos a los presentes en la totalidad del sector
Galaico-Asturiano, en el Noroeste Ibérico (considerando como tal la extensión ocupada por el sector Galaico-Asturiano más aquellos subsectores biogeográficos
comprendidos total o parcialmente dentro de Galicia) y por último aquellos hábitats
no exclusivos de estos territorios.
La escala queda de la siguiente forma:
Indice de valoración de Rareza (Ra)
4
Presencia del hábitat en el subsector Galaico-Asturiano septentrional
3
Presencia del hábitat en el sector Galaico-Asturiano
1
Presencia del hábitat en el Noroeste Ibérico
0
Presencia del hábitat en otros territorios
Tabla 8. Índice de endemicidad. Los limites del subsector corresponden a los
propuestos en la ”Síntesis biogeográfica de la Península Ibérica, Baleares y
Canarias” de Rivas-Martínez et al. (1990).
Los niveles subsectoriales y sectoriales se refieren a los contenidos en la
El índice de Fragilidad, cuantifica la posibilidad de desaparición de cada hábitat debido a alteraciones ecológicas de carácter no antrópico. Se entiende por
hábitats frágiles aquellos que por su especial situación o carácter ecológico están
71
inclinados a desaparecer o vivir en condiciones precarias. La escala queda de la
siguiente forma.
Indice de valoración de la Fragilidad (Fra)
3
Hábitat muy frágil
2
Hábitat frágil
1
Hábitat poco frágil
Tabla 9. Índice de fragilidad
La Condición relicta de un hábitat es un factor más en la evaluación de los
hábitats por cuanto que su existencia actual se debe a condiciones pretéritas y es
el resultado de un delicado equilibrio, que en caso de romperse provocaría con toda
probabilidad su eliminación sin posibilidades de recuperación. Si el área de un
hábitat se encuentra en regresión en la actualidad, por causas climáticas, o se ha
hallado claramente en esta situación en el pasado podemos interpretar las disyunciones como restos de un área antigua más extensa y continua. Las disyunciones
de menor entidad serán refugios en los que se ha podido conservar y que están en
peligro más o menos inmediato de extinción por hallarse en desequilibrio con las
condiciones climáticas actuales. La escala queda de la siguiente forma:
Indice de valoración de la Condición relicta (Rel)
1
Hábitat relicto.
0
Hábitat no relicto.
Tabla 10. Índice de condición relicta
VALORACIÓN
GLOBAL DE LOS HÁBITATS NATURALES Y SEMINATURALES
En conjunto, la sierra de O Xistral constituye una zona de gran relevancia en
cuanto a la presencia de comunidades que constituyen Hábitats Naturales de la
Directiva Hábitat, cumpliendo los criterios que la propia directiva establece para la
designación de “Zonas Especiales de Conservación”. A efectos de gestión, la valoración definitiva de la sierra de O Xistral desde el punto de vista medioambiental
72
se ha realizado tomando como unidades de referencia los tipos de Hábitat definidos por la Directiva Hábitat, y desarrollados en los manuales EUR 12, EUR 15 y EUR
15/2 de interpretación de dicha Directiva.
Se adjudica mediante la suma de los valores relativos, en función de la superficie, grado de conservación y evolución global del área, y de los valores intrínsecos,
relacionados con el grado de endemicidad, la fragilidad y la condición relicta.
Además, la suma de los valores parciales de cada comunidad se multiplica por un
factor (1.25 o 1.50) que valora la importancia de la mismo con base en su inclusión
dentro de la Directiva Hábitat y su consideración dentro de la misma como hábitat
de interés o prioritario respectivamente; el factor 1 se aplica a las comunidades de
importancia en el ámbito gallego.
Teniendo en cuenta que para la realización de la valoración se han integrado
aspectos relativos a la singularidad, representatividad, fragilidad, estado de conservación y condición relicta, se asume que el resultado final engloba la suficiente información acerca de los hábitats como para poder abordar su agrupación en
categorías y proceder a su jerarquización.
El valor final de cada hábitat comunitario existente en la sierra de O Xistral,
quedan recogido en la Tabla 11, con indicación de los valores aplicados en cada
campo. El grupo de hábitats de mayor interés corresponden a las Turberas de
Cobertor y en segundo al conjunto de Turberas Altas Activas y Brezales Húmedos
Atlánticos Templados de Erica ciliaris y Erica tetralix. Valoración semejante a la
obtenida en la comunidad autónoma de Asturias, donde el Hábitat Comunitario con
mayor valor en su índice intrínseco corresponde al Gentiano pneumonantheEricetum mackaianae, es decir los brezales higrófilos e higroturfófilos característicos de las áreas de elevada nubosidad del sector corológico Galaico-Asturiano.
73
VALORACIÓN
Relativa
Asociación - Comunidad
Comunidad de Eriophorum angustifolium y Carex durieui
Comunidad de Molinia caerulea y Carex durieui
Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi
Sphagnetum pylaesii
Gentiano pneumonanthe-Ericetum mackaianae
Genisto berberideae-Ericetum mackaianae
Dryopterido aemul-Hymenophylletum tunbrigensis
Carici durieui-Sphagnetum compacti
Comunidad de Lycopodiella inundata
Comunidad de Sphagnum y Eriophorum angustifolium
Comunidad de Dryopteris affinis
Serratulo tinctoriae-Nardetum strictae
Abedulares pantanosos
Comunidad de Woodwardia radicans
Abedulares montanos galaico–asturiano septentrionales
Arnicetum atlanticae
Comunidad de Schistostega pennata
Rynchosporetum albae
Ulici europaei-Cytisetum ingramii
Carici binervis-Ericetum ciliaris
Eleocharetum multicaulis
Junco pygmaei-Illecebretum verticilati
Hyperico elodis-Potamogetonetum oblongi
Cirsio filipenduli-Ericetum ciliaris
Valeriano pyrenaicae-Alnetum glutinosae
Festuco giganteae-Fraxinetum excelsioris
Blechno spicanti-Quercetum roboris
Comunidad de Potamogeton natans
Vegetación colonizadora de afloramientos silíceos (s.l.)
Omphalodo nitidae-Coryletum avellanae
Comunidad de Myriophyllum
Comunidad de Ranunculus omyophyllus
Comunidad de Ranunculus penicillatus
Comunidad de Utricularia
Potamogeton perfoliato-crispi
Comunidad de Erica arborea
Ulici europaei-Ericetum cinerae
Daboecio cantabricae-Ericetum aragonensis
Ilici-Fagenion sylvaticae (acebedas)
Linario triornithophorae-Quercetum pyrenaicae
Quercenion robori-pyrenaicae (soutos)
Frangulo alni-Arbutetum unedonis (madroñales)
Luzulo henrriquesii-Aceretum pseudoplatanii
Comunidad de Glyceria declinata-fluitans
Holco molli-Betuletum celtibericae
Lemnetum minoris
✲
✲
✲
✲
✲
✲
❖
✲
❖
✲
❖
✲
✲
❖
G
✲
❖
❖
❖
✲
✲
✲
✲
✲
✲
✲
G
❖
❖
G
❖
❖
❖
❖
❖
❖
❖
❖
❖
❖
❖
G
G
❖
G
❖
Geobotánica Sumatorios
A
B C X1 End Fra Rel X2 Total
3
3
2
2
2
1
2
2
2
2
2
1
1
2
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
9
9
8
8
8
7
8
8
8
8
8
7
7
8
9
4
4
3
2
3
3
3
1
0
1
3
1
1
1
4
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
1
1
0
1
0
0
1
0
1
0
0
0
0
1
0
8
8
6
6
6
6
7
4
4
4
6
4
4
5
7
17
17
14
14
14
13
15
12
12
12
14
11
11
13
16
25,50
25,50
21,00
21,00
21,00
19,50
18,75
18,00
18,00
18,50
17,50
16,50
16,50
16,25
16,00
Pond
1
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
1
1
3
3
3
3
3
3
3
3
3
2
2
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
2
2
3
3
3
3
1
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
3
2
3
3
3
3
3
3
3
3
7
8
8
7
7
7
7
7
7
6
6
7
7
9
8
7
7
7
7
7
7
7
6
7
6
6
7
8
7
7
5
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
3
0
0
1
0
0
0
0
0
0
1
1
0
0
0
1
0
0
0
0
3
3
3
3
2
2
2
2
2
3
3
3
3
3
3
2
2
2
2
2
2
1
2
2
3
3
3
3
1
3
1
0
0
0
0
0
0
0
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0
0
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0
0
0
0
0
0
0
0
3
3
3
4
2
2
2
2
2
3
3
6
3
3
4
2
2
2
2
2
2
2
3
2
3
3
4
3
1
3
1
10
11
11
11
9
9
9
9
9
9
9
13
10
10
12
9
9
9
9
9
9
9
9
9
9
9
11
11
8
10
6
15,00
13,75
13,75
13,75
13,50
13,50
13,50
13,50
13,50
13,50
13,50
13,00
12,50
12,50
12,00
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,25
11,00
11,00
10,00
10,00
7,50
Tabla 11. Resultado de la valoración ecológica de los hábitats de la sierra de O Xistral.
Valoración relativa de hábitats: A .- Superficie del lugar abarcada por el tipo de hábitat natural en relación con su superficie total en Galicia. B.- Grado de conservación. C .- Evaluación
global del área para la conservación del tipo de hábitat natural. X1 .- Suma de A + B + C.
Valoración Geobotánica: End .- Endemicidad, Fra .- Fragilidad, REL .- Condición relicta. X2 .Suma de End + Fra + Rel. Sumatorio: Total .- X1 + X2, Ponderado:- Sumatorio total ponderado
en función de que la comunidad sea un Hábitat Natural Prioritario (1,5), de importancia
comunitaria (1,25) de importancia en el territorio gallego (1,0). ✲ :Hábitats prioritanios. ❖ :
Hábitats de interes comunitario, G: Hábitats de interés gallego.
74
Las comunidades se han ordenado según los grupos ecológicos establecidos por
la Directiva Hábitat (Tabla 12). A partir de estos datos, se han promediado los valores de las comunidades de cada grupo, con el objeto de apreciar el interés conjunto de los distintos medios ecológicos. De esta forma es posible determinar el valor
de los complejos de vegetación, lo cual resulta imprescindible, por ejemplo, en los
medios turfófilos e higrófilos. Dichos medios están constituidos por mosaicos de
pequeña superficie que agrupan diversas comunidades, con una representación
mínima, en los que resulta imposible aplicar medidas de conservación particulares
para sus componentes individuales, sino que, por el contrario, la consideración
debe ser conjunta.
Los grupos ecológicos se han ordenado por valores, en sentido decreciente
(Tabla 13). La clase de mayor valoración corresponde a grupos de hábitats integrados por comunidades con valores superiores a 19.0, representadas exclusivamente
por las Turberas de Cobertor Activas (tremoais), hábitat prioritario que en la actualidad dentro de la Península Ibérica se encuentra restringido al la sierra de O
Xistral. En la segunda clase (18.9-16.0) se incluyen diversos tipos de hábitats turfófilos e higro-turfófilos, junto con otros que ocupan pequeñas superficies en el
área como abedulares montanos y comunidades de helechos nemorales. Una tercera clase (15.9-13.0) está configurada mayoritariamente por vegetación pionera
de rocas silíceas, bosques riparios y carballeiras galaico-asturianas, acompañadas
por diversos hábitats de distribución local en el área. Por último, en la cuarta clase
y con valores inferiores a 13, se incluyen las charcas distróficas, la vegetación lótica de Ranunculus, los brezales secos, los melojares (reboleiras), acebedas (acebrais), arcedas, bosques seriales, los madroñales (erbedais) y los castañares (soutos). Estas clases de valores se expresan territorialmente en el Mapa 19.
75
❖
Hábitats de Agua Estancada
Lagos distróficos (charcas)
❖ Comunidad de Potamogeton natans
❖ Potamogetonetum perfoliato-crispi
❖ Comunidad de Ranunculus omyophyllus
❖ Comunidad de Myriophyllum
❖ Comunidad de Utricularia
❖ Comunidad de Glyceria declinata–fluitans
❖ Lemnetum minoris
Hábitats de Aguas Corrientes
❖ Vegetación flotante de Ranunculus de cauces submontañosos
❖ Potamogetonetum perfoliato-crispi
❖ Comunidad de Ranunculus penicillatus
10.71
12.50
11.25
11.25
11.25
11.25
10.00
7.50
11.25
11.25
11.25
Hábitats Turfófilos
✲
Turberas de Cobertor Activas
✲ Comunidad de Eriophorum angustifolium y Carex durieui
✲ Comunidad de Molinia caerulea y Carex durieui
25.50
25.50
25.50
✲
Turberas Altas Activas
✲ Erico mackaianae-Sphagnetum papillosi
✲ Sphagnetum pylaesii
✲ Carici durieui-Sphagnetum compacti
✲ Comunidad de Sphagnum y Eriophorum angustifolium
✲ Arnicetum atlanticae
✲ Eleocharetum multicaulis
✲ Hyperico elodis-Potamogetonetum oblongi
17.14
21.00
21.00
18.00
18.00
15.00
13.50
13.50
✲
Formaciones herbáceas de Nardus
✲ Serratulo tinctoriae-Nardetum strictae
❖ Otras comunidades turfófilas
❖ Comunidad de Lycopodiella inundata
❖ Junco pygmaei-Illecebretum verticilati
16.50
16.50
❖
13.75
13.75
Depresiones sobre sustratos turbosos
❖ Rhynchosporetum albae
Brezales y Matorrales No Esclerófilos
✲ Brezales húmedos atlánticos templados
✲ Gentiano pneumonanthe-Ericetum mackaianae
✲ Genisto berberideae-Ericetum mackaiane
✲ Cirsio filipenduli-Ericetum ciliaris
✲ Carici binervis-Ericetum ciliaris
❖
76
Brezales secos (todos los subtipos)
❖ Ulici europaei-Cytisetum ingramii
❖ Comunidad de Erica arborea
❖ Daboecio cantabricae-Ericetum aragonensis
❖ Ulici europaei-Ericetum cinerae
15.75
18.00
13.50
16.87
21.00
19.50
13.50
13.50
11.87
13.75
11.25
11.25
11.25
❖
Bosques
Comunidades nemorales
❖ Dryopterido aemuli-Hymenophylletum tunbrigensis
❖ Comunidad de Woodwardia radicans
✲
10.71
12.50
Abedulares pantanosos
✲ Abedulares pantanosos
G Abedulares silicícolas montanos
G Abedulares montanos galaico-asturiano septentrionales
✲ Bosques aluviales (riparios)
✲ Valeriano pyrenaicae-Alnetum glutinosae
✲ Festuco giganteae-Fraxinetum excesioris
10.71
12.50
Carballeiras galaico asturianas
G Blechno spicanti-Quercetum roboris
❖ Acebedas (bosques de Ilex aquifolium)
❖ Ilici-Fagenion sylvaticae (acebedas)
❖ Bosques galaico portugueses de Quercus pyrenaica
❖ Linario triornithophorae-Quercetum pyrenaicae
❖ Plantaciones forestales antiguas de Castanea sativa
❖ Quercenion robori-pyrenaicae (soutos)
G Bosques seriales
G Omphalodo nitidae-Coryletum avellane
G Holco molli-Betuletum celtibericae
10.71
12.50
Madroñales
G Frangulo alni–Arbutetum unedonis
G Arcedas y fresnedas mesofíticas
G Luzulo henriquesii-Aceretum pseudoplatani
10.71
12.50
G
G
Hábitats Rocosos y Grutas
Grutas no explotadas por el turismo
❖ Comunidad de Schistostega pennata
❖ Vegetación pionera sobre rocas silíceas
❖ Comunidad de Dryopteris affinis
❖ Vegetación colonizadora de afloramientos silíceos
❖
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
10.71
12.50
Tabla 12. Hábitats de la sierra de O Xistral ordenados en función de su valoración ecológica.
✲ :Hábitats prioritanios. ❖ : Hábitats de interes comunitario, G: Hábitats de interés gallego.
77
Hábitats naturales y seminaturales
Total
Pond
✲
Turberas de Cobertor Activas @
25.50
1
❖
Comunidades nemorales
Turberas Altas Activas @
Brezales húmedos atlánticos templados @
Formaciones herbáceas de Nardus
Abedulares pantanosos @
Abedulares silicícolas montanos @
17.50
17.14
16.87
16.50
16.50
16.00
2
Otras comunidades turfófilas
Vegetación pionera sobre rocas silíceas @
Depresiones sobre sustratos turbosos
Grutas no explotadas por el turismo
Bosques aluviales (riparios)
Carballeiras galaico asturianas @
15.75
15.00
13.75
13.75
13.50
13.00
3
Brezales secos (todos los subtipos) @
Vegetación flotante de Ranunculus de cauces submontañosos @
Bosques galaico portugueses de Quercus pyrenaica @
Acebedas (bosques de Ilex aquifolium)
Plantaciones antiguas de Castanea sativa
Arcedas y fresnedas mesofíticas @
Bosques seriales @
Madroñales
Lagos distróficos (charcas) @
11.87
11.25
11.25
11.25
11.25
11.00
11.00
11.00
10.71
4
✲
✲
✲
✲
G
❖
❖
❖
❖
✲
G
❖
❖
❖
❖
❖
G
G
G
❖
Tabla 13. Priorización de los hábitats naturales y seminaturales de la sierra de O Xistral en
función de su valoración. Valor. Indice medio de sus comunidades. Clase. Resultado de la
reclasificación en 4 grupos de valor según los intervalos [>19]; [18.9-16]; [15.9-13]; [<13]. Los
hábitats cartografiados a escala 1:20.000 se indican con el símbolo @. ✲ :Hábitats naturales
prioritanios. ❖ : Hábitats naturales de interes comunitario G: Hábitats naturales de interés
gallego.
Háb
78
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81
MAPAS
83
CORTAR ESTA PAGINA DE 200 mm. DE ANCHO
LEYENDA MAPAS DE HÁBITATS
ESTA PAGINA
NO VALE SE CORTA Y SE TIRA
85
CORTAR ESTA PAGINA DE 200 mm. DE ANCHO
ESTA PAGINA
NO VALE SE CORTA Y SE TIRA
LOCALIZACIÓN
89
FORMAS DEL RELIEVE
93
CARACTERIZACIÓN
BIOCLIMÁTICA
97
IMAGEN SPOT
101
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 5
105
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 6
109
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 7
113
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 8
117
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 9
121
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 10
125
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 11
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HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 12
133
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 13
137
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 14
141
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 15
145
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 16
149
HÁBITATS (1:20.000)
MAPA 17
153
HÁBITATS (1:90.000)
MAPA 18
157
VALORACIÓN DE
HÁBITATS
161
Análisis y valoración
de la Sierra de O Xistral:
un modelo de aplicación
de la Directiva Hábitat en Galicia
9 788445 331583
Centro de Información e Tecnoloxía Ambiental
COLECCIÓN TÉCNICA
MEDIO AMBIENTE
CONSELLERÍA DE MEDIO AMBIENTE
Análisis y valoración de la Sierra de O Xistral: un modelo de aplicación de la Directiva Hábitat en Galicia
J. Izco Sevillano, P. Ramil Rego - Coordinadores
XUNTA DE GALICIA

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