¿Existe un Chocó biogeográfico?
Transcripción
¿Existe un Chocó biogeográfico?
¿Existe un Chocó biogeográfico? Diana Avellaneda Maldonado y Laura Jaimes Rodríguez Universidad Industrial de Santander, Facultad de Ciencias, Escuela de Biología. _____________________________________________________ Resumen La gran diversidad y especies endémicas del Chocó son motivos para cuestionarnos si esta constituye un área biogeográfica, por esto, seleccionamos 5 regiones, realizamos un análisis biogeográfico utilizando 5 taxones y bajo la implementación de análisis de trazos, patrón y eventos se encontró que esta no constituye un área monofilética. Introducción La región chocoana comprende toda la vertiente pacífico Colombiana, una parte este de Panamá y el Noroccidente de Ecuador1.Es una de las regiones más húmedas del planeta lo que la convierte además en una de las zonas más diversas, con una gran riqueza y endemismo de plantas, aves, reptiles, anfibios y mariposas (WWF). Eventos geológicos cómo los levantamientos Andinos iniciados en el cretácico, el establecimiento de una conexión entre Centro América y Suramérica por el cierre del Istmo de Panamá y la última glaciación2parecen haber moldeado gran parte de la diversidad biológica del Neotrópico, incluyendo el Chocó. Con el fin de establecer las relaciones históricas de las áreas comprendidas en el Chocó y de este con otras áreas, realizamos un análisis de congruencia distribucional para cinco taxones y los eventos relacionados, de esta forma podremos reconocer si el Chocó corresponde realmente a una unidad biogeográfica. Materiales y Métodos Para los análisis biogeográficos de Chocó se tuvieron en cuenta 6 áreas: Panamá-Darién (PA) , Baudó (BA), cuenca Atrato-San Juan (AS), Llanura costera del Pacífico (LP), cuenca ManabíEsmeraldas (EM), e Islas del Pacífico (PA), de acuerdo a las ecoregiones identificadas por la WWF y Hernández2, 3. Además se tuvieron en cuenta 4 áreas como outgroup: Andes, Caribe, Centro América y Amazonas. Se usaron 5 filogenias con distribuciones asociadas a las anteriores áreas. Los taxones fueron: Tangara4, Atelopus5, Trigona6,Gasteranthus7 y Anolis8. Se obtuvieron los datos de distribución georeferenciados de GBIF para el análisis de trazos en el softwareMartitracks9. Para patrón se realizó un análisis de árboles libres de paralogía y método transparent mediante el software Lisbeth10. Para eventos se realizó un análisis de dispersión-vicarianza con el software DiVa11 y un análisis de la relación áreas y filogenias con el software Treefitter12 teniendo en cuenta 3 tipos de modelos: Máxima codivergencia, Reconciliados y Ronquist. El consenso de las topologías resultantes se realizó con Dendroscope 3.0.14 beta13. Resultados y Discusión El análisis de trazos mostró 31 trazos generalizados (Fig. 1). Estos van desde la región de Centro América hasta el Amazonas pasando por los Andes y Chocó. 22 trazos pasan por Chocó de los cuales 5 pasan por todas nuestras áreas establecidas. La mayoría de los trazos para Chocó pasan por Esmeraldas seguido de Panamá-Darién, Baudó, Llanura pacífico, y por último Atrato-San Juan. La región norte andina y Chocó son puntos importantes donde confluyen los trazos generalizados que son interpretadas por Croizat como zonas de convergencia tectónica y/o biótica14. Esto nos puede dar una primera noción de que el Chocó no es en realidad un área sencilla sino que está compuesta por varios elementos bióticos que comparte con Andes, como también se observa para la distribución de Piper en Choco15. De acuerdo con el cladograma general de áreas (Fig. 3) observamos que Chocó no se comporta como una unidad biogeográfica ya que Islas del Pacifico, Panamá – Darién y Esmeraldas – Manabí forman un clado junto con Andes, Amazonas y Centroamérica, mientras que Baudó, Llanura Pacífico, Atrato – San Juan y Caribe forman otro. Para el primer clado mencionado no hay una explicación clara de las relaciones entre áreas teniendo en cuenta la geología. Para el segundo clado, las relaciones entre Baudó, Llanura-Pacífico, Atrato-San Juan y Caribe quizá se deban a que las 3 áreas hacen parte de la placa Caribeña que convergió con la placa Suramericana en el cretácico tardío16, además estas áreas del pacífico incluyendo otras áreas (valle de Magdalena, cuenca de Maracaibo, etc) que hacen parte de lo que nosotros denominamos Caribe, fueron importantes áreas de endemismo durante periodos de aislamiento geográfico que las convirtieron en zonas de diferenciación biótica17. El análisis de dispersión-vicarianza (Tabla 1 y 2), nos muestra que los eventos de dispersión son másfrecuentes en nuestros datos en comparación a los de vicarianza. La mayoría de los eventos de dispersión se realizan de norte a sur y de sur a norte por medio de Centro América, esto sucede después de que se establece la conexión entre Centro América y Suramérica hace 3.5 millones de años, que establece un puente permitiendo por primera vez el intercambio activo de biotas3. Es posible que los taxones utilizados en este trabajo hayan especiado antes de los eventos de vicarianza más reconocidos para el Neotrópico y por esto el evento más frecuente para nuestros datos sea de dispersión. Por ejemplo, el tiempo de especiación de las Tangaras corresponde al periodo de levantamiento continuo de los Andes durante el Mioceno y Plioceno18. Si observamos la distribución de las especies vemos 8 trazos generalizados que abarcan Andes, Amazonas, Chocó, Centro América y Caribe mostrándonos una amplia distribución por todo el neotrópico. El análisis de eventos realizado en Treefitter para Reconciliados generó un total de 170 árboles con un costo de66, paraRonquist y Máximacodivergencia se recuperaron 51 topologías con un costo de -46. El árbol consenso (fig. 2) pertenece a los modelos de Ronquist y MC el cual muestra que las áreas escogidas como ingroup a pesar de estar relacionadas no se comportan como una unidad biogeográfica ya que regiones como los Andes, el Caribe y Amazonas se encuentran dentro del clado junto con las áreas del Chocó y se observan dos politomias lo que nos puede indicar que los grupos seleccionados pueden no ayudar en la clara resolución del clado. Los árboles para eventos y el cladograma general de áreas para patrón son inconsistentes entre sí. Esto puede ocurrir ya que al comparar diferentes taxones es posible encontrar grupos ampliamente distribuidos, como ocurre con Tangara, distribuciones redundantes y áreas faltantes14. Cada uno de los métodos utilizados busca resolver las inconsistencias con diferentes supuestos que no tienen en cuenta todos los procesos (bióticos y abióticos) que moldean la biota de las áreas. El que las áreas definidas para el Chocó no se hayan agrupado en un solo clado permite inferir que no hay una relación entre ellas que logre separlas de las regiones aledañas. La geografía también nos lo indica. Por ejemplo el área cuenca del río Atrato-San Juan parece tener contactos secundarios con elementos provenientes del refugio de Nechi19, que hace parte de la región Magdalena. Además entre la parte norte del Chocó y la región de Urabá posiblemente existió una zona más seca durante el pleistoceno que permitió la formación de un corredor árido entre la planicie costera del Caribe y Panamá, ensanchando la conexión ístmica entre Suramérica y Centro América3. Campbell ha planteado la existencia de un corredor árido en el pacífico durante el wisconsiniano (Pleistoceno) que conecta con el corredor antes mencionado3. Todo lo anterior nos muestra que el Chocó no constituyó desde su formación un conjunto de tierras bajas húmedas en toda su extensión, si no que varios eventos hicieron del Chocó un área compleja que no se encuentra aislada. Conclusión Aunque los árboles para eventos y el cladograma general de áreas generado por Lisbeth no son congruentes entre sí, en todos los análisis incluyendo el de panbiogeografía se ve que las áreas comprendidas en el Chocó no representan una unidad biogeográfica. Además se concluye que no hay un único evento que explique la distribución de los taxones analizados. Bibliografía 1. Morrone, J.J. Presentación Preliminar de un nuevo esquema Biogeográfico de América del Sur. Bosque (1999). 2. Hernández, J., A. Hurtado, R. Ortiz y R. Walschburger. Centros de endemismo enColombia. In: Halffter, G. (ed.), La diversidad biológica de Iberoamérica, Acta ZoológicaMexicana, Vol. Esp. 1992b, pp. 175-190. (1992) 3. Hernández, J., A. Hurtado, R. Ortiz y T. Walschburger. Origen y distribución de la biota Suramericana y Colombiana. In: Halffter, G. (ed.), La diversidad biológica de Iberoamérica, Acta ZoológicaMexicana, Vol. Esp. 1992b, pp 55-105. (1992) 4. Burns, K.J. & Naoki, K. Molecular phylogenetics and biogeography of Neotropical tanagers in the genus Tangara. Molecular phylogenetics and evolution32, 838-54 (2004). 5. Lötters, S. et al. Assessing the molecular phylogeny of a near extinct group of vertebrates: the Neotropical harlequin frogs (Bufonidae; Atelopus ). Systematics and Biodiversity9, 4557 (2011). 6. Claus, R. &João, M.F.C. Original article A molecular phylogeny and the evolution of nest architecture and behavior in Trigonas .s .( Hymenoptera : Apidae : Meliponini ). Apidologie39, 102-118 (2008). 7. Roalson, E., Senters, A. & Skog, L. A morphological cladistic analysis of the neotropical flowering plant genus Gasteranthus (Gesneriaceae). Systematic botany27, 573-591 (2002). 8. Castañeda, M.D.R. & de Queiroz, K. Phylogenetic relationships of the Dactyloa clade of Anolis lizards based on nuclear and mitochondrial DNA sequence data. Molecular phylogenetics and evolution61, 784-800 (2011). 9. Miranda, D & Echeverria, S. 2010. Martitracks manual. 10. Ducasse, J., Cao, N. &Zaragüeta-Bagils, R., 2008: LisBeth. Three-item analysis software package.LaboratoireInformatiqueetSystématique, UPMC Univ Paris 06, UMR 7207 (CR2P) CNRS MNHN UPMC. 11. Ronquist, F. DIVA version 1.2. Computer program and manual available by anonymous FTP from Uppsala University (1996). 12. Ronquist, F. TREEFITTER, version 1.3B1. Computer program and manual available by anonymous FTP from Uppsala University (2002). 13. Daniel H Huson, Daniel C Richter, Christian Rausch, Tobias Dezulian, Markus Franz and Regula Rupp. Dendroscope: An interactive viewer for large phylogenetic trees. BMC Bioinformatics 8:460, (2007) 14. Morrone, J. HOMOLOGÍA BIOGEOGRÁFICA Las coordenadas espaciales de la vida. Chemistry& 1 - 110 (2004) 15. Quijano-Abril, M.A., Callejas-Posada, R. & Miranda-Esquivel, D.R. Areas of endemism and distributionpatternsforNeotropicalPiperspecies (Piperaceae). Journal of Biogeography33, 1266-1278 (2006). 16. Kerr, A.C. &Tarney, J. Tectonic evolution of the Caribbean and northwestern South America: The case for accretion of two Late Cretaceous oceanic plateaus. Geology33, 269 (2005). 17. Nores, M. The implications of Tertiary and Quaternary sea level rise events for avian distribution patterns in the lowlands of northern South America. Global Ecology and Biogeography13, 149-161 (2004). 18. Burns, K.J. & Naoki, K. Molecular phylogenetics and biogeography of Neotropical tanagers in the genus Tangara. Molecular phylogenetics and evolution32, 838-54 (2004). 19. Cracraft, J. Historical biogeography and patterns of differentiation within the South American avifauna : Areas of endemism. Amer. Ornithol. Union, Ornithol. Monogr., 36:49-84 (1985). Anexos Fig. 1 Trazos generalizados paralas distribuciones de Tangara, Trigona, Anolis, Atelopus y Gasteranthus Fig.2Topología consenso obtenida con Trefitter bajo los modelos de Ronquist y Máxima Codivergencia. Fig. 3Cladográma general de áreaspara el análisis de subárboles libres de paralogías, obtenido en LISBETH.