Falconiformes mexicanas, comercio y uso en la cetrería

Transcripción

Falconiformes mexicanas, comercio y uso en la cetrería
ARTÍCULO DE REVISIÓN
Gómez Álvarez G. y cols. Falconiformes mexicanas, comercio y uso en la cetrería
245
17(6): 245-254
AMMVEPEAMMVEPE
Vol. 17, No.2006;
6 • Noviembre-Diciembre
2006
pp 245-254
Falconiformes mexicanas,
comercio y uso en la cetrería
Mexican falconiforms, commerce and its use in the Falcorny
Graciela Gómez Álvarez,* Sabel René Reyes,** Gómez Raúl Valadez Azúa***
RESUMEN
ABSTRACT
Se mencionan algunas aves de presa, que pueden adquirirse en el mercado de
Sonora, Distrito Federal, las cuales son utilizadas en la cetrería. De cada especie
se proporcionan sus características generales y distribución en estado silvestre,
así como su categoría de riesgo según la legislación mexicana. También se hace
referencia a su dieta y enfermedades más comunes que pueden presentarse en
cautiverio. Se discute la importancia de la conservación de estas aves y la necesidad de vigilar su comercio.
It is known that some birds of pray that are used in falcorny may be found in the
Sonora’s market in Mexico City. This paper includes the general characteristics,
the distribution in the wild of each bird species as well as the category of risk according to the Mexican regulations. The diet and most common diseases that these
birds may be infected with in captivity are also mentioned. Finally, we discuss about
the importance of conservation and the need of watching the illegal trade of these
endangered birds.
Palabras clave: Aves de presa, cautiverio, cetrería, comercio.
Key words: Birds of pray, captivity, falcorny, trade.
INTRODUCCIÓN
Las aves de presa o rapaces son animales
carnívoros que se caracterizan por poseer
picos fuertes y ganchudos para desgarrar
a sus presas, y poderosas patas con garras para atraparlas y contenerlas. Aunque algunas especies son carroñeras, la
mayoría ingieren por completo a sus víctimas, y posteriormente desechan huesos,
plumas y pelos en forma de pelotillas llamadas egagrópilas. Asimismo, poseen una
visión binocular muy potente que les permite identificar a sus presas con suma precisión. En su medio natural, estas aves
ayudan a controlar el excesivo crecimiento de algunas poblaciones de fauna, que
de no ser así, resultarían nocivas, evitan-
do grandes pérdidas en los agroecosistemas y en otras actividades. También ayudan a ahuyentar la presencia de aves como
palomas y pájaros que pueden ser peligrosos en las pistas de aeropuertos.
Este grupo de aves se divide en dos
grandes ordenes: Estrigiformes, organismos de hábitos nocturnos, entre los que se
encuentran la lechuza, búhos y tecolotes;
y falconiformes, de hábitos diurnos, que
incluye a los gavilanes, milanos, aguilillas, águilas, halcones y caracaras (Cuadro 1). Particularmente entre los falconiformes existe un gran número de especies
que se encuentran protegidas por la legislación mexicana.1 De un total de 52 especies que se distribuyen en México, 39 se
ubican en alguna categoría de riesgo. Las
* Laboratorio de Vertebrados, Facultad de Ciencias, UNAM.
** Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Sur, UNAM.
*** Laboratorio de Paleozoología, Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.
Sobretiros: Graciela Gómez Álvarez.
Laboratorio de Vertebrados, Facultad de Ciencias, UNAM. México, D.F. Tel. 5622-4913
causas de esta situación son la destrucción de su hábitat, que ocasiona pérdida
de sitios de anidación;2 la acumulación de
plaguicidas organoclorados como el DDT,
aldrin y dieldrin, lo que produce adelgazamiento en los cascarones con inevitable ruptura de los huevos y la muerte de
los embriones.3 Sin embargo, un factor
directo y por tal motivo merece una atención especial es la captura y tráfico ilegales, tanto de juveniles y adultos, para
comercializarlos en los establecimientos,
donde acuden personas interesadas por
convivir con alguna de estas aves, con la
intención de entrenarla para la caza, actividad conocida como cetrería.
La cetrería requiere de aves de presa
de hábitos diurnos, con movimientos rápidos y espectaculares, y que se adapten
bien al cautiverio, por lo tanto las aves
más utilizadas para este fin son principalmente gavilanes, aguilillas y halcones
(Cuadro 2). Por consiguiente, las poblaciones de estas aves, como se ha mencionado, son afectadas de manera importante por el comercio ilegal,4 ya que existe
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Cuadro 1. Características generales de las familias del Orden Falconiformes que existen en México.
Familia
Nombre común
Especies
mexicanas
Especies
protegidas*
Características generales
Accipitridae
40
6 (P)
Rapaces cosmopolitas. Su tamaño oscila entre
pequeño, como el Gavilán pajarero (28-35 cm;
105 g) y grande como el Águila arpía (86-107
cm; 7.5 kg). Presentan alas anchas y
redondeadas y la cola larga o corta, en ambos
casos ancha. Las aves con alas grandes y cola
corta se remontan a grandes alturas; las que
poseen alas cortas y cola larga maniobran
entre la vegetación. Su plumaje cambia según
la edad y los sexos pueden ser similares o
diferir, siendo la hembra más grande. Se
alimentan de insectos, reptiles, aves, pequeños
mamíferos y carroña. La mayoría de las
especies anidan en los árboles, pero algunos
gavilanes lo hacen sobre plataformas.
Los caracaras son rapaces grandes con patas
largas y cara desnuda. Los halcones
selváticos tienen alas redondeadas y colas
largas y los halcones típicos son aves
aerodinámicas con alas largas puntiagudas y
cola larga. Su plumaje difiere según la edad y
los sexos son similares. Los caracaras se
alimentan de carroña y los halcones de
insectos, reptiles, aves y mamíferos. Anidan
en cavidades o construyen sus nidos en los
árboles.
Milanos
Gavilanes
Aguilillas
Águilas
Falconidae
12 (A)
12 (Pr)
12
Caracaras
Halcones selváticos
Halcones típicos
1 (P)
6 (A)
2 (Pr)
* P: especie en peligro de extinción; A: amenazada; Pr: sujeta a protección especial. Norma Oficial Mexicana (NOM-ECOL-059-2001).1
Cuadro 2. Características del vuelo de las aves de presa utilizadas en la cetrería.
Ave de Presa
Nombre común
Gavilanes
Aguilillas
Halcones
Características
Vuelo bajo; poseen alas cortas y redondas que les permiten alcanzar
gran velocidad en poco tiempo. La cola larga les sirve como timón
para maniobrar entre la vegetación. Acechan a sus presas y las
atrapan cuando éstas se aproximan.
Vuelo alto; presentan alas redondas y anchas, por lo que aletean lo
menos posible, ya que cazan principalmente desde posaderos.
La cola corta les permite que se remonten a grandes alturas
mediante movimientos circulares.
Vuelo alto; poseen alas largas y puntiagudas que les permiten
alcanzar mayor velocidad que las demás aves rapaces.
Capturan a sus presas, moviéndose de picada desde grandes alturas.
una gran demanda de falconiformes. Debido a esta preocupante situación, existe
la necesidad de conocer con certeza el
estado actual del uso de estas especies y
proporcionar recomendaciones para su
correcto manejo en cautiverio, incidiendo en su conservación y preservación de
la práctica utilitaria de que forman parte.
OBJETIVOS
Por lo anterior, el objetivo de este estudio es proporcionar:
1. Una lista de especies que son comercializadas y los aspectos relevantes
involucrados en su comercio.
2. Sus características generales en vida
libre.
3. Recomendaciones para su mantenimiento en cautiverio.
MÉTODOS
El presente estudio se llevó a cabo en el
mercado de Sonora, ubicado en la Delegación Venustiano Carranza, Distrito Federal. Durante 2004 y 2005 se realizaron
seis visitas, que abarcaron las cuatro estaciones del año. En los recorridos se entrevistaron a los comerciantes que expendían alguna especie animal, no
necesariamente falconiforme, ya que estas aves no se encuentran expuestas en la
mayoría de los establecimientos. En todos los casos, la información requerida
se centraba sobre la especie de rapaz que
el vendedor recomendaba para la cetrería
y su costo. Una vez identificada el ave a
nivel de especie, se procedió a investigar
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Cuadro 3. Lista de las aves de presa que los comerciantes del mercado de Sonora dicen tener a la venta y que recomiendan para practicar la cetrería.
Nombre
Científico
Nombre
común
Características distintivas
Categoría
de riesgo
Costo (pesos)
Accipiter
cooperii
Gavilán pecho
rojo
Azul grisáceo, pecho y vientre
con barras color óxido
A
$ 2,500-2,800
Parabuteo
unicinctus
Aguililla
rojinegra
Hombros y muslos rojizos,
base y punta de la cola blancas
A
$ 3,000-3,300
Buteo
jamaicensis
Aguililla
cola roja
Cola rojiza, parte superior del
pecho claro, vientre barrado
Pr
$ 1,200-1,500
Falco
sparverius
Halcón
cernícalo
Espalda rojiza barrada, cola
rojiza
Falco
columbarius
Halcón
esmerejón
Negro pizarra, cola gris con
bandas claras
A
$ 2,000-2,500
Falco
femoralis
Halcón fajado
o aplomado
“Faja” negra barrada, cabeza
rayada
A
$ 2,500- 2,800
Falco
peregrinus
Halcón
peregrino
Espalda negra pizarra, pecho
claro, bigote negro
A
$ 4,500-5,000
Falco
mexicanus
Halcón pálido
café
Espalda café pálido, pecho
color arena con barras cafés
A
$ 2,300-2,600
$ 500-700
Categoría de riesgo: A: especie amenazada; Pr: especie sujeta a protección especial. Norma Oficial Mexicana (NOM-ECOL-059-2001).1
sobre sus características en vida silvestre
mediante la consulta de publicaciones especializadas.5,6
RESULTADOS
Durante las visitas a los establecimientos
se observó que las aves de presa no se
encontraban expuestas, a diferencia de
otras especies protegidas de anfibios, reptiles y aves, de las cuales no se permite su
comercio. Escasos comerciantes tenían
algunas aguilillas y halcones escondidos
en jaulas cubiertas con cartón. Por consiguiente, la información que se requirió
estuvo en relación con la especie que el
propio comerciante recomendaba como
excelente, por ejemplo, para la cetrería, y
a partir de esto él garantizaba conseguir
el ave elegida, claro, bajo un determinado costo. En su mayoría, los entrevistados sugerían adquirir a las aves en su etapa juvenil, ya que según ellos eran ideales
para el entrenamiento. Los animales adultos los ofrecían a un precio más alto.
Los comerciantes mencionaron un total de ocho aves de presa, dos de éstas
ofrecidas a un menor costo, se encontraron expuestas: el cernícalo, Falco sparverius y la aguililla cola roja, Buteo ja-
maicensis (Cuadro 3, Figuras 1 y 2), el
resto, un gavilán, dos aguilillas pertenecientes a la familia Accipitridae y cinco
halcones de la familia Falconidae se ofrecían aunque no fue posible verlas. Con
excepción del cernícalo todas las demás
están en alguna categoría de riesgo según
la Norma Oficial Mexicana.1
A continuación se hace referencia a las
características en vida silvestre de las especies mencionadas. En cada caso se con-
A
sideró importante incluir la dieta que se
recomienda en cautiverio, según estudios
particulares sobre el tema.7
Gavilán pecho rojo (Cooper’s Hawk)
(Figura 1A)
Accipiter coperii
Tamaño: 35-50 cm.
Características: Envergadura de 7090 cm. Alas cortas y cola larga y re-
B
Figura 1. Especies de gavilanes y aguilillas que se comercian en el mercado de Sonora. A.
Accipiter coperii, B. Parabuteo unicinctus, C. Buteo jamaicensis (ver nombres comunes en el
cuadro 3).
C
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A
B
D
C
E
Figura 2. Especies de halcones que se comercian en el mercado de Sonora. A. Falco sparverius, B. Falco columbarius, C. Falco femoralis, D. Falco
peregrinus, E. Falco mexicanus (ver nombres comunes en Cuadro 3).
dondeada. Adultos con espalda azul
grisácea, pecho con barras de color
óxido. Los inmaduros son cafés con
pecho rayado, y adquieren el plumaje de adulto al término del primer año. El plumaje es parecido en
ambos sexos; la hembra de mayor
tamaño.
Voz: Kek, kek, kek o quey, quey, quey.
Distribución: Sur de Canadá a Norte de
México. México: Anida en Baja California y los estados de norte hasta el
este de Nuevo León, hacia el Sur hasta Michoacán.
Hábitat: Bosques, matorrales, algunas
veces áreas abiertas.
Alimentación en cautiverio: Pequeñas
aves del tamaño de una paloma coquita.
Aguililla rojinegra (Harris’s Hawk)
(Figura 1B)
Parabuteo unicinctus
Tamaño: 47-55 cm.
Características: Envergadura 1.0 a 1.2
m. Alas anchas y cola redondeada.
Adulto de color negro con la rabadilla blanca y una banda también blanca en la punta de la cola. Color rojizo
en las alas y muslos. El inmaduro tiene las partes inferiores claras y rayadas con los hombros rojizos; adquiere el plumaje del adulto al cumplir el
año. Sexos parecidos.
Voz: Un aspero karr o un repetido hieer.
Distribución: Suroeste de Estados Unidos, hacia el Sur hasta el centro de
Chile y Argentina. México: Desde
Baja California y el norte de México
hasta Veracruz y Chiapas.
Hábitat: Bosques, matorrales semidesiertos.
Alimentación en cautiverio: Roedores,
lagartijas y aves pequeñas.
Aguililla cola roja (Red-tailed Hawk)
(Figura 1C)
Buteo jamaicensis
Tamaño: 47-62 cm.
Características: Envergadura de1.2 a 1.4
m. Alas anchas y cola redondeada.
Puede tener dos fases de coloración:
la clara con pecho blanco, vientre barrado, cabeza y dorso café oscuro; y
la oscura, ambas poseen la cola rojiza. El inmaduro tiene el pecho blanco
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y vientre rayado; adquiere el plumaje
del adulto entre el primero y segundo
año. Sexos parecidos.
Voz: Un rasposo quiiir-r-r.
Distribución: Desde el sur de Alaska y
Canadá hasta el oeste de Panamá y las
Bahamas. México: Del este de Baja
California hasta el norte de Tamaulipas y al sur en las tierras altas de Chiapas.
Hábitat: Áreas abiertas, bosques, montañas y desiertos.
Alimentación en cautiverio: Conejos,
roedores y aves.
Halcón cernícalo (American KestlelSparrow Hawk) (Figura 2A)
Falco sparverius
Tamaño: 21-22 cm.
Características: Envergadura de 50 a 60
cm. Esta ave, al igual que todos los
halcones posee cola angosta y alas
puntiagudas, que mueven con sorprendente rapidez. El cernícalo es un pequeño halcón, semejante a una golondrina; con la espalda y cola rojizas. El
macho tiene alas azul grisáceas, y la
hembra rojizas. Ambos sexos tienen
un patrón blanco y negro muy peculiar en el rostro. El inmaduro es parecido a la hembra y adquiere la coloración del adulto después del primer
invierno.
Voz: Un agudo y rápido cli cli cli o un
qui, quiu, quiu.
Distribución: Desde Alaska y Canadá
hasta el sur de Nicaragua; en Sudamérica hasta Tierra del Fuego. México:
De Baja California y oeste del país hacia el sur, hasta Guerrero y Chiapas.
Hábitat: Áreas abiertas, praderas, desiertos, campos de cultivo y zonas urbanas.
Alimentación en cautiverio: Insectos y
mamíferos pequeños.
Halcón esmerejón (Merlin) (Figura
2B)
Falco columbarius
Tamaño: 25-34 cm.
Características: Envergadura 60 cm. El
macho tiene el dorso azul grisáceo y
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la cola gris con anchas bandas negras.
La hembra y juvenil son café oscuro.
Ambos adultos y el joven tienen el
pecho y vientre rayados.
Voz: Generalmente silencioso, pero en el
nido emiten un agudo ki-ki-ki.
Distribución: Hemisferio norte; migra e
inverna hasta Centroamérica, norte de
Sudamérica, norte de África e India.
México: Visitante de invierno, principalmente cerca de las costas.
Hábitat: Bosques abiertos, pantanos y
áreas abiertas.
Alimentación en cautiverio: Pequeñas
palomas y ratones.
Distribución: Casi todo el mundo. México: Anida en Baja California, también
en las montañas del norte de la Sierra
Madre Oriental. Visitante de invierno
en todas partes, sobre todo en las costas.
Hábitat: Principalmente áreas abiertas, desde las montañas hasta la
costa.
Alimentación en cautiverio: Aves, principalmente palomas.
Halcón fajado o aplomado
(Aplomado Falcon) (Figura 2C)
Falco femoralis
Tamaño: 38-45 cm.
Características: Envergadura 1.0 m.
Muy parecido al halcón peregrino pero
más pálido. Presenta unos parches oscuros en la región axilar, que son muy
aparentes cuando extiende las alas.
Los juveniles son parecidos a los adultos, pero con el dorso menos claro.
Voz: Kik-kik kik.
Distribución: Desde Canadá y oeste y
centro de Estados Unidos hasta el suroeste de México. México: Anida en
Baja California; inverna en el centro
de México, rara vez en Oaxaca.
Hábitat: Cañones, montañas, llanuras,
praderas y desiertos.
Alimentación en cautiverio: Aves y mamíferos, sobre todo ratones y conejos.
Tamaño: 37-45 cm.
Características: Envergadura 1.0 m. Espalda gris con una banda cruzando el
pecho. La cabeza posee un “bigote”
negro y una banda color ante detrás
del ojo. La hembra es parecida al macho sólo que más grande. El juvenil
tiene un tono más café y el pecho muy
barrado.
Voz: Un fuerte kee-kee-kee.
Distribución: Sureste de Estados Unidos
hasta Chile. México: Desde Sinaloa,
Chihuahua, Tamaulipas, hasta Chiapas
y Yucatán.
Hábitat: Tierras abiertas áridas, matorrales costeros, llanuras, sabanas de pasto corto.
Alimentación en cautiverio: Insectos, lagartijas, aves pequeñas y roedores.
Halcón peregrino (Peregrine Falcon)
(Figura 2D)
Falco peregrinus
Tamaño: 37-52 cm.
Características: Envergadura de 1.0 a 1.1
m. El adulto tiene la espalda color pizarra, pecho y vientre claros con barras y manchas. El juvenil es café oscuro de arriba y notablemente rayado
de abajo.
Voz: Por lo general silencioso; cerca del
nido emite repetitivos y rápidos huichiu y kek kek kek.
Halcón pálido café (Prairie Falcon)
(Figura 2E)
Falco mexicanus
MANEJO EN CAUTIVERIO
Cualquier ave de presa obtenida por la vía
mencionada sólo tiene dos destinos: quedar en manos de un conocedor, por ejemplo, una persona dedicada a la cetrería o
bien con un aficionado a los animales exóticos. Para el primer caso es seguro que
la persona sabrá con detalle cómo debe
manejar a la rapaz y además entre los cetreros buscan apoyarse continuamente; si
nuestro ejemplar quedó con alguien del
segundo grupo es probable que pretenda
cuidarlo a través de las recomendaciones
del vendedor o de las instrucciones de
un libro, situación por demás complicada y que muy probablemente concluirá en el consultorio de un médico veterinario.
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Alojamiento
Para alojar a un ave de presa se requiere
de espacio suficiente para que pueda desplazarse de forma conveniente. Estos alojamientos se conocen como “mudas” porque es aquí donde el ave muda de plumaje.
Algunos cetreros recomiendan instalaciones que combinen un espacio cerrado con
un área abierta, llamadas “muda-jardín”
(Figura 3).8 Dichos alojamientos son habitaciones de diseño muy simple, con una
parte descubierta a manera de jardín, al
cual se le dispone una malla metálica, con
cuadros no mayores de 2 cm de lado, para
evitar la entrada de pequeños mamíferos.
La parte techada de la instalación se puede acondicionar con un piso de cemento
que pueda limpiarse fácilmente; en las
paredes laterales se acondicionan varasposaderos removibles, de ser posible de
troncos naturales como el alcornoque,
donde el ave puede permanecer libre de
ataduras. En el jardín se colocan un arco
y una bañera. El arco permite que la rapaz se pose durante el día para airearse y
asolearse.
Alimentación
La alimentación de las aves de presa en
cautiverio debe ser similar a la que consumen los organismos en su medio natural; por lo tanto, se recomienda ofrecerles codornices de 60 días, pollos y
pequeños ratones de laboratorio como
ratas, ratones o cobayos.7 Se debe poner
especial cuidado en que el alimento sea
recién sacrificado, libre de enfermedades
para evitar la adquisición de infecciones.
Ante la imposibilidad de conseguir presas vivas, se puede proporcionar carne de
pollo, así como sus menudencias y cabezas, teniendo especial cuidado con el hígado, pues puede resultar nocivo si se
administra en abundancia. Si las raciones
se han congelado previamente hay que
sumergirlas ligeramente en agua caliente
por poco tiempo, pues es muy importante
que no las ingiera frías. Las rapaces de
tamaño mediano y grande se pueden alimentar una vez al día, procurando que la
ración sea suficiente; las de talla pequeña
requieren dos comidas diarias. En ambos
casos se debe evitar que el alimento que
no se ingiera en un corto plazo permanezca al medio ambiente, para evitar su descomposición.
La cantidad diaria de alimento varía de
acuerdo con el peso de cada organismo.
La experiencia práctica de algunos especialistas en el mantenimiento de rapaces
puede orientar sobre la proporción de alimento que debe considerarse:7 para aves
con un peso entre 100 y 200 g será suficiente una ración de 50 a 100 g; las que
pesan entre 300 y 600 g necesitan entre
75 y 150 g de alimento; y las que tienen
un peso entre 700 y 1,200 g requieren
entre 110 y 180 g de carne. En aves entrenadas para la caza, la cantidad de ejercicio determina la proporción de alimento.
Como en condiciones de cautiverio no
se presentan los mismos porcentajes de
humedad que en el ambiente natural, es
necesario surtir de agua limpia y desinfectada a los sitios de alojamiento para
que las aves puedan beber y bañarse.
Enfermedades más comunes
La lista de enfermedades que pueden contraer las rapaces es larga y diversa; algunas de éstas que son comunes en otras aves
han sido mencionadas con detalle en el
Volumen 16 de esta Revista.9 A continuación se hace un resumen de las enfermedades y las sintomatologías que se presentan con más frecuencia en las aves de
presa.10
1. Enfermedades súbitas. Se observa la
erección de las plumas (ave envolada). El animal siente frío y su temperatura corporal se encuentra entre 40°
y 42° C. El ave está adormilada; puede presentar alteraciones digestivas
(diarrea) o problemas respiratorios.
2. Enfermedades crónicas. El plumaje
está opaco, sucio y degradado por la
presencia de ectoparásitos. Las aves
que presentan estrés pueden tener el
plumaje similar, sólo que la degradación de dicho plumaje es menor y no necesariamente generalizada; el aislamiento puede ayudar a la recuperación.
3. Enfermedades parasitarias. Infección de nemátodos, la cual produce al-
teraciones digestivas.
4. Infecciones por hongos (oportunistas). Moniliasis producida por Candida albicans; se reconoce por la presencia de puntos blancos en la boca
del ave.
5. Infecciones bacterianas. Producidas
por Chlamydia psittaci o riquetsia,
Staphylococcus sp, Pasteurella sp (cólera), Campilobacter jejuni, Escherichia coli (colibacilosis); estas enfermedades se contagian, por lo general
a través de las heces fecales y su sintomatología consiste en alteraciones
digestivas o respiratorias. Otra bacteria que pueden contraer las aves rapaces es Listeria monocytogenes, la cual
ataca a los animales bajos de defensas y puede ser transferida al humano; en los síntomas se presentan
signos nerviosos (memingo encefalitis).
6. Infecciones virosas. Paramixovirus
(enfermedad de Newcasttle), que
afectan el sistema nervioso. Herpesvirus, la cual se puede observar por la
aparición de callos. Avipoxvirus (viruela), se presenta en aves con ojos
cerrados con secreciones.
7. Trastornos sanitarios. Botulismo, se
genera por alimento (ratones o pájaros) mal conservados. Disneas, por
desnutrición. Porodermatitis (clavos),
se produce cuando no hay lugares adecuados para que el ave se pose y apoye debidamente los tarsos.
8. Heridas y cortes. Fracturas en miembros y pérdida o ruptura del plumaje,
esta última es ocasionada por una dieta inadecuada con exceso de grasa.
Contacto físico
El contacto y manejo físico del ave rapaz
requiere de enorme cuidado y la habilidad de conocer sus estados de ánimo. Se
sugiere no hacerlo mientras come o cuando probablemente tenga hambre, si se encuentra lastimada o se siente en riesgo.
También es muy importante tomar en
cuenta que estos animales carecen de cualquier sentido de vida social, lo cual implica una muy limitada capacidad para interactuar con las personas.
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Para cumplir con nuestro objetivo sin
riesgos se requiere asesoría especializada, pues aun cuando se encuentra en buena disposición siempre existe el peligro
de sufrir una herida provocada por las filosas garras o el pico. Lo recomendable
es el empleo de guantes gruesos y una
capucha que le cubra los ojos, pues ante
la falta de visión frecuentemente quedan
inermes, todo esto bajo la tutela de un
conocedor.
Reproducción
La reproducción en cautiverio de los falconiformes es un episodio relativamente
nuevo, que en gran medida se debe al interés de los aficionados cetreros. En 1945
Waller, halconero alemán, reprodujo en
cautiverio al primer halcón peregrino de
que se tuvo noticia.8 Sin embargo la necesidad por la reproducción en cautiverio surgió posteriormente, a partir del decremento poblacional de Falco
peregrinus, debido a los contaminantes
organoclorados utilizados en la agricultura. Desde 1970, esta especie ha sido reproducida en cautiverio en Estados Unidos y posteriormente reintroducida
exitosamente.
Por consiguiente, es posible lograr la
reproducción en cautiverio de estas aves,
teniendo los cuidados necesarios que algunos cetreros recomiendan a partir de sus
experiencias personales.8
Es necesario contar con una muda cerrada, para el aislamiento de la pareja. Las
medidas adecuadas podrán ser de 6 x 4
x 3.50 m de altura, con algunos pinos
o árboles en su interior, para la construcción de los nidos y donde se refugien los
machos para evitar los ataques agresivos
de la hembra, frecuentes en la etapa de
apareamiento. Es recomendable la
ubicación de ramas horizontales en las
paredes, a diferentes alturas para facilitar las cópulas; un baño y ambiente
húmedo.
El macho deberá tener un año más que
la hembra e introducirse en la muda un
mes antes para que marque el territorio.
Para evitar la agresividad natural de la
hembra, deberá proporcionarse comida
suficiente tres veces al día.
Aunque las fases de las distintas etapas reproductivas varían de acuerdo con
la especie, por lo general el celo se inicia
entre marzo y abril, el apareamiento dura
alrededor de 15 días, después de los cuales el macho construye el nido por espacio de tres a cinco días. Para la construcción del nido se requieren ramitas secas
de pino de distinto tamaño (de 15 a 30
cm) y grosor; este material deberá introducirse en el piso de la muda, un mes antes del inicio de todo el proceso.
El periodo de incubación dura alrededor de 30 días. La eclosión puede durar
hasta tres días entre el primer picotazo y
la salida completa del pollo. Aunque en
condiciones naturales macho y hembra se
encargan de su cuidado, muchos cetreros
prefieren retirarlos después de la eclosión
para habituarlos lo más pronto posible al
contacto con el hombre; cuando esto se
realiza las crías se trasladan a un sitio que
podrá acondicionarse en una cesta de
mimbre revestida por un papel poroso
para que absorba la humedad. Un foco
rojo será suficiente para proporcionar calor a los polluelos. Después de seis horas
de nacidos, los pollos pueden recibir alimento; será suficiente una pequeña ración
de hígado y riñones de pequeñas aves (carne de pollo puede ser sustituto). Durante
los cuatro días siguientes se podrá suministrar una papilla de menudencias y pechuga, cinco veces al día. Alcanzando los
15 días, los pollos se alimentarán tres ve-
251
ces al día y poco a poco serán alimentados de la misma manera que los adultos.
El manejo de aves de
presa y el contexto cultural
Las falconiformes son uno de los grupos
de organismos más impactantes para el ser
humano: su mirada penetrante, su habilidad de vuelo, su capacidad mortífera. Es
casi imposible encontrar una cultura, pasada o actual, a la cual el contacto con
estos animales no le haya llamado la atención lo suficiente para convertirlas en un
símbolo, un icono o un ideal.
Bajo estas condiciones es lógico que
dentro de las crónicas y en diversos tipos
de manifestaciones culturales, como el
arte o la guerra, las rapaces hagan presencia, sin embargo, no todos los focos
culturales tuvieron el interés en buscar su
manejo o aprovechar las circunstancias
que propiciaban la posibilidad de manipularlas y utilizarlas.
La cetrería o volatería es la máxima
expresión humana de manejo, conocimiento y control de estas aves con un fin
determinado; según los cetreros o halconeros, es un “arte” que consiste en adiestrar a una rapaz para que desarrolle sus
habilidades e instintos durante la captura
de sus presas, de forma más eficiente que
lo haría en su medio natural. No se conoce con certeza desde cuándo se ha practicado esta actividad, pero existe eviden-
Figura 3. Alojamiento para aves de presa (Falconiformes), conocido entre los cetreros como
muda-jardín.
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cia de que en 2,200 a.C. la nobleza china
convivía ya con falconiformes.11 Se cree
que los romanos aprendieron de los griegos; se sabe que el emperador Cesar usaba halcones para matar palomas. En Europa, la cetrería fue muy practicada
durante la Edad Media, casi exclusivamente por los nobles, quienes utilizaban
diferentes especies de acuerdo con su categoría y rango; mientras que los peones
cazaban con rapaces para llevar alimento
a sus casas. Obra por demás célebre en
este sentido es De arte venandi cum avibus, escrita por el emperador alemán Federico II Hohenstaufen (1194-1250) y en
la cual se aborda con detalle todo el conocimiento existente en ese momento sobre la anatomía de las rapaces, su manejo, cuidados y adiestramiento.
Para la ejecución correcta de la cetrería se requiere de un conjunto de instrumentos que permiten trabajar con el ave,
controlarla y adiestrarla (Cuadro 4), todo
este equipo, salvo los aparatos de radiolocalización, son parte del legado cultural relacionado con esta práctica.12
Importante aspecto a considerar es que
aunque a través de la cetrería se logra un
alto grado de manejo de las rapaces, el
elemento biológico del cual se parte es su
capacidad depredadora, circunstancia por
demás distinta a la relacionada con un
proceso de domesticación, dentro del cual
la vida social es el factor determinante;
debido a ello es claro que esta forma de
interacción se dio cuando existieron intereses concretos de emplear a estos animales para la cacería.
En el México antiguo se tuvo un conocimiento amplio respecto de lo que eran
las aves de presa, sus hábitos, alimentación, reproducción y capacidad depredadora. En el Códice Florentino13 se hace
referencia a 14 formas que van desde las
águilas reales (Aquila chrysaetos) hasta
los cernícalos y se indica su empleo
como fuente de plumas y como animales de sacrificio, tal y como ha sido también demostrado a través de los hallazgos
de estas aves en lugares como el Templo Mayor o la Pirámide de la Luna.14
El conocimiento que se tenía acerca de
sus hábitos era sorprendente, así lo muestra la descripción de Sahagún acerca de
Cuadro 4. Equipo del cetrero (www.diccionariosdigitales.com)..
Instrumento
Empleo
Morral
Cascabeles
Bolsa de cuero en el que se guarda equipo y presas atrapadas.
Bola hueca de metal, ordinariamente del tamaño de una avellana o
de una nuez, con asa y una abertura debajo rematada en dos
agujeros.
Lleva dentro un pedacito de hierro o latón para que, moviéndolo,
suene. Algunos autores medievales debatieron sobre cuál era el
mejor
lugar para colocar el cascabel, si en la pierna o en la cola. Los que
preferían este último lugar lo hacían porque cuando el pájaro tenía
una presa entre las manos no podía mover el cascabel, mientras que
los que lo llevaban fijado a la cola sí que lo harían sonar.
López de Ayala estableció que debían de ser dos, uno con
sonido grave, llamado bordón y otro agudo, llamado prima.
Lonja
Caperuza
Pihuelas
Posadero
Correa
Guante o
Lúa
Percha
Señuelo
Fiador
Transmisor
Correa de hasta metro y medio, terminada en un botón que se une
a las pihuelas por medio de un tornillo y que sirve para asegurar el
ave en su posadero y en la mano del cetrero.
Cofia o capucha de cuero que cubre la cabeza del pájaro de cetrería,
especialmente de los halcones.
Correa con que se guarnecen y aseguran los pies (tarsos, zancos)
de los halcones y otras aves.
Estructura utilizada por el ave rapaz para posarse.
Tira de cuero con la que se atan los cascabeles al zanco de las aves.
Fuerte guante de cuero con el que el halconero se protegía el brazo
cuando llevaba un ave en el puño. También se llamaba luva.
Vara en la que se dejaba descansar a las aves de cetrería.
Véase también alcándara, vara.
Armadijo de cuero con forma de pájaro, emplumado y encarnado
que sirve para atraer el ave de cetrería.
Largo cordel empleado durante el adiestramiento.
Transmisor de señales sujeto a la pata de la rapaz
para que, en el caso de que ésta pudiera extraviarse,
poder localizarla mediante un radio receptor.
Figura 4. Imagen de
aves de presa y polluelos presentes en el Códice Florentino, 13 en
esta obra se indica incluso el método empleado para capturar a
los aguiluchos.
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la forma como capturaban a los aguiluchos (Figura 4):
“…….Todo género de águila cría y
hace nido en las sierras muy altas, en los
riscos, que no se pueden subir, y para cazarlas usan de este ensayo: toman un chicuite grande de cañas, o palmas, y métensele en la cabeza y comienza a subir el
cazador por el risco arriba, con su chicuite metido en la cabeza, y de que llega cerca de donde está el águila, el águila abátese el cazador y ase el chicuite con las
uñas, y llévale asido por el aire, y pensando que lleva al hombre; súbese muy
alta y déjale caer, y desciende sobre él
golpeándole. Entretanto el cazador tómale los hijos y vase con ellos. Todas las
águilas comen la carne que toman, y no
otra….”
Y, sin embargo, no existe una sola evidencia concreta que indique interés en
adiestrar a estas aves para la cacería. Existen algunas imágenes de códices en las
cuales aparecen aves de presa posadas
sobre los hombros de dioses,15 pero comparten estas escenas, de fuerte contenido
simbólico, con guacamayas y quetzales.
Existen también relatos posteriores a la
conquista que consignan la utilización de
águilas y aguilillas como aves de caza,16,17
por ejemplo, por parte de Francisco Hernández, quien indica que itzquauhtli
(Aquila chrysaetos) era empleada con este
fin, pero al tratarse de comentarios aislados muchas décadas después de que se
realizara la conquista, es bastante más
probable que se trate de prácticas españolas recién instauradas, aprovechando a
las especies de rapaces existentes en este
territorio.
A partir de estas descripciones, es inevitable llegar a la reflexión de que en el
México antiguo el manejo intensivo de
aves de presa siempre tuvo un objetivo
religioso, algo que en la actualidad ya no
existe, pues aunque hay en el país diversas asociaciones de cetrería, es perfectamente claro que se trata de tradiciones
provenientes del Viejo Mundo y, por tanto, no debemos extrañarnos que parte del
comercio de aves de presa se dé en un
marco descontextualizado, esto es, sin que
el comprador tenga una idea concreta de
para qué quiere tener a una ave de este
tipo y qué tipo de conocimientos debe
poseer para procurar el bienestar del organismo.
Consideraciones finales
Aunque en el presente estudio sólo se
mencionó la venta de ocho aves de presa,
que según los comerciantes suelen adquirirse para practicar la cetrería, cualquier
ave de este grupo puede adquirirse en el
mercado de Sonora, mediante un encargo, dando una parte del costo como anticipo. Dado que un alto porcentaje de
estas especies se encuentran protegidas,
lamentablemente se puede afirmar que son
insuficientes y poco eficaces las medidas
de vigilancia y protección implementadas
por las instituciones gubernamentales.
La facilidad para obtener cualquier especie utilizada como ave de ornato y compañía (véase Volumen 16, Números 1
y 5 de esta Revista), a un costo accesible
a los bolsillos de los interesados, es la
misma para las aves de presa como lo
demuestran los datos obtenidos en este
trabajo. Este aspecto es un factor importante involucrado en el comercio de estas
aves en mercados y tianguis. Las personas asisten a dichos lugares con la certeza de conseguir al ave deseada, con un
desembolso mucho menor del que harían
en los establecimientos donde se expenden animales legalmente.
El desconocimiento de las características de esta fauna por las personas
interesadas en adquirirlas es un factor importante para que elijan a la especie adecuada, de acuerdo con sus condiciones.
No son pocas las personas que adquieren
un ave rapaz para tenerla como un adorno en su hogar o para sentirse acompañada al traerla posada sobre su brazo. Es
necesario tener presente que estos animales no tienen la misma utilidad que las ave
de ornato y compañía como los canarios
o pericos. La adquisición de una ave de
presa sólo tiene sentido si se busca adiestrarla para la actividad cetrera. Siendo
estos animales carnívoros y cazadores su
manutención es costosa; como se ha mencionado, su alimentación óptima se basa
en pequeños vertebrados que son difíciles de conseguir. Sin embargo, muchos
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individuos se hacen de un halcón porque
la convivencia con estos bellos y extraños ejemplares les proporciona cierta categoría.
Además hay que tener en cuenta que
la mayoría de estos animales se adquieren jóvenes ya que tienen un costo menor
que los adultos y porque, según los comerciantes se pueden adaptar mejor al
cautiverio; si embargo, si al crecer no reciben un adecuado entrenamiento se vuelven agresivos, al grado que pueden atacar a algún miembro de la familia. En ese
momento el dueño decide deshacerse de
él, donándolo a un zoológico, en el mejor
de los casos, o dejarlo en libertad, con el
riesgo de que no se adapte a las condiciones del sitio donde se liberó.
Por lo anterior, si se desea adquirir un
ave de presa se deben de tomar en cuenta
las recomendaciones siguientes:
1. Se necesita tener conocimiento acerca de su biología y conducta. Asimismo, se recomienda el asesoramiento
de un cetrero con experiencia. Existen diversos grupos de cetreros que
pueden consultarse por vía electrónica. Hay que tener presente que las
personas sin conocimiento, rara vez
pueden mantener a una rapaz en buen
estado.
2. Disponer de requerimientos necesarios: tiempo para proporcionarle los
cuidados necesarios, recursos suficientes para su manutención, sitios
adecuados de alojamiento y entrenamiento, contacto con otros cetreros.
3. Adquirir el ave de presa en comercios
legalmente establecidos, que cuenten
con autorización vigente para el comercio de especies de fauna. Al momento de la compra, exigir la nota de
remisión donde se consigne la procedencia legal del ave.
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