estudio retrospectivo de endoparásitos en reptiles mantenidos en

Transcripción

estudio retrospectivo de endoparásitos en reptiles mantenidos en
ANIMALES NO TRADICIONALES
ESTUDIO RETROSPECTIVO DE ENDOPARÁSITOS EN REPTILES MANTENIDOS EN
CAUTIVERIO EN LA ARGENTINA
REGNER, Pablo1,2, ZAPATA, Francisco3, SIROTINSKY, Verónica3, LORENZALE, Laura3 y PULIDO,
Pablo3
1
Veterinario, Laboratorio de Toxinopatología, Centro de Patol. Exp. y Ap., Fac. de Medicina,
UBA. José E. Uriburu 950, 5º. C.A.B.A. 2Veterinario, Veterinaria Guayaquil. Guayaquil 602
CABA 3Estudiante, Facultad de Cs. Veterinarias, UBA, Av. Chorroarín 280. C.A.B.A.
[email protected]
INTRODUCCIÓN: Hoy en día se conoce que los reptiles son parasitados por varias especies de
protozoarios y helmintos. A su vez, varios estudios realizados en poblaciones naturales indican
la presencia de bajas cargas de determinados parásitos sin presencia de signos clínicos de
enfermedad. Por el contrario, durante el cautiverio, la condición de un ambiente restringido es
motivo suficiente para que las cargas parasitarias aumenten y afecten la salud de los reptiles.
Si a esto sumamos que, en varios casos, las condiciones de alimentación y manejo son
deficientes, podemos observar un aumento exponencial de la carga parasitaria y, como
consecuencia de esto, la aparición de signos clínicos de la enfermedad. A pesar de que la
enfermedad parasitaria es una de las patologías más comunes en reptiles en cautiverio, la
información sobre la prevalencia de parasitosis en reptiles de compañía es escasa y en algunas
especies nula. Este trabajo busca describir los resultados obtenidos de análisis
coproparasitológicos realizados a reptiles en cautiverio durante los últimos 7 años (20072014).
MATERIALES Y MÉTODOS: Se evaluaron coproparasitológicos pertenecientes a 3885
individuos pertenecientes a 55 especies. Los individuos se encontraban en recintos bajo
parámetros de temperatura, humedad y ciclo lumínico controlado. Ninguno poseía historial de
desparasitación previa. Se obtuvieron muestras de materia fecal tanto fresca como en solución
de formol buffereado al 5%. Las muestras se procesaron por métodos directos, para la
detección de protozoarios flagelados y ciliados y por métodos de concentración (Teleman y
Sheather). Se realizó tinción de Kinyoun para Cryptosporidium spp.
RESULTADO: Se observó una prevalencia de parásitos mayor dentro del Orden Squamata
(54%) al observado en el Orden Testudines (17%). A su vez, comparando estos dos órdenes, se
observó una relación inversa entre la presencia de helmintos y protozoarios, siendo mayor la
prevalencia de los primeros en serpientes y saurios (Squamata) y mayor de los segundos en
tortugas (Testudines). Si solo observamos dentro del orden de los escamosos, los más
afectados fueron los saurios, donde la prevalencia ascendió a 65% siendo de 43% en
serpientes. La especie más afectada fue Eublepharis macularius con un 83%, seguido por
Pogona vitticeps (77%), Clamidosaurus kingii (62,5%), Python regius (52%) y Chamaleo
calyptratus (51%). La mayor prevalencia de endoparásitos estuvo dada por nematodes,
mientras que en saurios fue por oxiúridos (62%) en serpientes fue dada por estrongilídeos
(Kalicephalus spp y otros no identificados) alcanzando un 22%. Otros nematodes observados
fueron ascaridídeos (15%), Capillaria spp. (8%), rabdítidos (6%), cestodes (2%) y pentastómidos
(1%). A su vez se observaron varias especies de protozoarios, los flagelados afectaron
principalmente a los geckos leopardo (42%), seguidos por Panterophis spp. (27%), Lampropeltis
spp. (20%) y P. regius (16%). Se observaron coccidios con alta prevalencia (43%) en P. vitticeps,
en C. kingii (37,5%) y en Chamaleo spp. (32%). No así en el resto de las especies de saurios y
serpientes donde la cual fue muy baja (3%). Otro protozoario de gran importancia como es
Cryptosporidium spp. se observó en un 2% de las serpientes y en un 4% de los saurios. Como
dijimos, la prevalencia de nematodes en Testudines fue muy baja (4%), siendo de 16% en
Chelydra serpentina, 12% en Chelonoidis petersi y 11% en Phrynops hilarii. A su vez dentro de
este Orden se observó una alta prevalencia de protozoarios ciliados (15%), esta diferencia fue
notoria si dividimos en especies herbívoras (Ch. petersi, Ch. chilensis) donde alcanzó el 75% de
los individuos mientras que en omnívoras / carnívoras (Trachemis scripta, Graptemys kohni,
Ch. serpentina, P. hilarii, etc) fue nula.
DISCUSIÓN: En todos los casos que se observó, en saurios, más de una especie de parásitos
siempre se encontró presente una de oxiurídeos. Esto es similar a lo observado en otros
estudios realizados en Europa y se podría deber a que son de ciclo directo y de alta tasa
reproductiva. No sucedió lo mismo con las serpientes donde la prevalencia de oxiuros es baja y
los nematodes de más alta prevalencia no cumplen con las condiciones de ciclo directo y alta
tasa reproductiva como son los estrongilídeos o los ascaridídeos. En serpientes también
observamos menos prevalencia de multiparasitosis, por debajo del 10%, mientras que en
saurios fue del 48%. Otra cosa que se observó y consideramos de alta importancia es que la
alta incidencia de protozoarios flagelados y ciliados observados en las muestras de materia
fecal directas no se condicen con la presencia de quistes de los mismos en las muestras de
materia fecal formolada. Esto nos hace pensar que gran parte de estos protozoarios flagelados
o no forman quistes, característica descripta para varias especies del orden Trichomonadida en
reptiles, o si forman quistes, los mismos son sensibles a la acción del formol destruyéndolos.
CONCLUSIONES Considerando que la mayoría de los parásitos observados son de fácil
tratamiento, se debería fomentar la detección precoz de los mismos utilizando en forma
rutinaria el control coproparasitológico y la posterior desparasitación de los individuos
afectados como un medio para maximizar el crecimiento y el bienestar de los mismos y
prevenir la presentación clínica de estas parasitosis. Por otro lado, y en relación a la alta
prevalencia de protozoarios, las muestras deberían ser tanto en fresco, en lo posible dentro
del consultorio, como en forma seriada, en solución de formol buffereado al 5%.
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