REVISTA CENTENARI para pdf - Cooperativa San Josep Burriana

Transcripción

REVISTA CENTENARI para pdf - Cooperativa San Josep Burriana
El centenario de la Cooperativa Agricola Sant Josep .........................................03
Jose Montoliu Aymerich.
Presidente de la Cooperativa
Agricola Sant Josep de Burriana.
1- Cien años de la Cooperativa Agrícola Sant Josep ..........................................05
Juan Vicente Moros Planelles
Director de la Cooperativa Agrícola
Sant Josep de Burriana
2- Cien años de cultivo de cítricos.....................................................................................09
Juan José Piqueres Recatala
Miembro del Consejo Rector de la
Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana
3- Cien años de comercio naranjero ................................................................................13
Vicente Abad García
Director Museu de la Taronja
4- Cien años de cooperativismo ..........................................................................................19
José Luis Traver Monfort
Director Caixa Rural Sant Josep de Burriana.
5- Cien años de intercooperación ......................................................................................21
Pascual V. Romero
Secretario General del Grupo Intercoop
6- Que cents anys dure ..............................................................................................................23
Josep Palomero i Almela
Vicepresident Real Academia Valenciana de la Llengua
7- Premios del Concurso Literario ......................................................................................25
8- Celebración del Centenario ..............................................................................................28
01
El centenario de la Cooperativa Agricola Sant Josep
Jose Montoliu Aymerich.
Presidente de la Cooperativa Agricola Sant Josep de Burriana.
El día 25 de Septiembre de 2005 ha cumplido
nuestra Cooperativa agrícola los primeros cien años
de su existencia y, aunque en estos últimos tiempos
nuestra agricultura no está pasando precisamente
por sus mejores momentos, nos creemos en la
obligación moral de conmemorarlo o al menos
rememorarlo, aunque sea modestamente, como
muestra de respeto y gratitud a todas las personas
que dedicaron su tiempo, esfuerzo e ilusión a que la
Cooperativa pudiera cumplir sus fines, que no son
otros que servir y ser útil a la agricultura y a los
agricultores de nuestra ciudad.
En nombre y representación de esas personas
quiero citar a los presidentes de la Entidad, que
aunque bajo distintas denominaciones oficiales (Gremio
de Labradores, Círculo Católico Obrero y Sección de
Cultivo del Sindicato Agrícola Obrero) han ocupado
los cargos de máxima representación . Estas personas
han sido: D. Enrique Peris Enrique, D. José Ballester,
D. Francisco Figuerola Domingo, D. Antonio Burgaleta
Bigne, D. Bautista Monfort Granell, D. Domingo
Claramonte Felis, D. José Ramón Gimeno Enrique y
D. Vicente Ferrandis Llopis. Así mismo, los presidentes
desde la transformación del precedente anterior: el
Sindicato Agrícola Obrero a la actual Cooperativa
Agrícola Sant Josep, tras su adaptación a la nueva
ley de Cooperativas de 1.942 y su Reglamento de
1.943, aprobados en el mes de Julio de 1.944 han
sido:
- D. Bautista Monsonís Daudí: desde el 16/11/1.939
hasta el 30/1/1.944
- D. Ramón Domingo García Vidal: desde el 30/1/1.944
hasta el 29/2/1.948
- D. Vicente Tarancón Fandos: desde el 29/2/1.948
hasta el 23/10/1.949
- D. Ramón Domingo García Vidal: desde el 23/10/1.949
hasta el 12/3/1.950
- D. David Monfort Domingo: desde el 26/3/1.950
hasta el 3/5/1.971
- D. Manuel Sanchis Aymerich: desde el 21/5/1.971
hasta el 3/4 /1.987
- D. José Montolíu Aymerich: desde el 5/5/1.987
03
Pero si realmente la cooperativa tiene su razón
de ser es precisamente por sus socios, siendo uno
de los fines económicos de la misma, tal vez el más
significativo, “el suministro de aperos y maquinaria,
abonos, plantas, semillas, animales y demás elementos
necesarios para la producción agropecuaria”, tal como
dicen sus Estatutos. Pero también nuestra Entidad ha
sabido adaptarse al nuevo signo de los tiempos,
aprovechando la polivalencia que nos permitía la
nueva legislación para ofrecer nuevos servicios y
actividades con que complementar los meramente
agrícolas, ofreciendo la imagen de una Empresa
moderna y emprendedora, a la vanguardia de las
cooperativas agrícolas de nuestro entorno.
La idea que tenemos de la Cooperativa no
empieza y termina en ella y con ella misma. Estamos
abiertos y deseosos de participar y colaborar en
proyectos y actividades más amplios. En este sentido
estamos integrados tanto en un convenio de
intercooperación e integración de actividades
cooperativizadas, mediante una Sección de Cultivo
en común, que aglutina a los socios de las
Cooperativas S. José y Burexport, como participando
en proyectos y actividades en colaboración con otras
Entidades y Organizaciones, a nivel local ( Mostra de
Qualitat Agroalimentaria, Asociación de Amas de
casa, etc ), y a nivel provincial (proyecto El Magranar
de desarrollo rural).
Por ello quiero invitaros, una vez más, a que
consideremos y sintamos a la Cooperativa Agrícola
Sant Josep como lo que realmente es: nuestra
cooperativa, la empresa de la que todos los socios
somos dueños de un trocito de la misma y todos
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debemos sentirnos partícipes y corresponsables de
su andadura. Me siento, y creo que todos podemos
sentirnos satisfechos de ver por nuestra cooperativa
no sólo a los tradicionales agricultores en demanda
de los productos y servicios que precisan para sus
campos, sino además de ellos a otros socios y socias
visitar la Tenda Taula o repostar combustible en la
gasolinera o en el lavadero de vehículos o adquiriendo
plantas en el Centro de jardinería o asistiendo a Cursos
de formación agrícola, etc.
La Cooperativa os ofrece esta publicación
como resumen y recordatorio de los Actos realizados
para conmemorar el Centenario de su nacimiento y
con el deseo de que futuras generaciones puedan
conocer y contar con una información y un material
gráfico con el que se escribió el día a día de nuestra
Entidad.
No quiero terminar este saludo sin dejar
constancia del agradecimiento mío personal y del
Consejo Rector a los trabajadores de los distintos
departamentos de la Cooperativa, que por esta Casa
han pasado dejando siempre patente su laboriosidad
y bien hacer.
A todos pues, socios, trabajadores y directivos,
mi agradecimiento por vuestro apoyo a las iniciativas
y nuevos servicios de la Cooperativa, con la seguridad
de que a estos cien primeros años seguirán otros
muchos en que nuestra Entidad pueda seguir siendo
útil a todos los agricultores y a Burriana en general y
que este primer Centenario será un acicate, un reto
de mejora permanente del actual y futuros Consejos
Rectores de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de
Burriana.
1- Cien años de la Cooperativa Agrícola Sant Josep
1.- BREVE REPASO DE NUESTRA HISTORIA.
Después de una dilatada existencia, la
Cooperativa Sant Josep de Burriana, se prepara para
conmemorar sus 100 años de vida. Por ello, el Consejo
Rector ha querido preparar este artículo, en el que
relatamos sus orígenes y la Cooperativa actual. Así
pues, en primer lugar vaya por delante una breve
pero clara y concisa visión retrospectiva, partiendo
de sus dignos antecedentes históricos, que ponen
de relieve los principales hitos que han marcado las
distintas etapas de su andadura.
El 5 de diciembre de 1883 se fundó el Circulo
Católico Obrero, en cuyo seno, el 27 de noviembre
de 1904, se constituyó el Gremio de Labradores de
San Isidro. De la transformación de éste, el 25 de
septiembre de 1905, se creó, el Sindicato Agrícola
Obrero.
El antecedente más próximo de la cooperativa
es éste “Sindicato Agrícola-Obrero”, cuyos estatutos
fueron aprobados en 1905, inspirados en los Círculos
Obreros Católicos, cuya existencia fue efímera, pues
ya el 5 de junio de 1906, la Asamblea General
Extraordinaria aprueba los estatutos del nuevo
“Sindicato Agrícola - Obrero de Burriana”, al amparo
de la Ley de Sindicatos Agrícolas de 1906. Con ello,
comienza en realidad la historia del cooperativismo
en nuestra ciudad.
El Sindicato Agrícola es el prototipo de
cooperativa integral. Estructurado en secciones,
permite la realización de fines religiosos, instructivos,
sociales y económicos, y entre estos últimos, diversas
actividades que podemos agrupar en tres objetivos:
las propias de la actividad agrícola y ganadera, el
crédito agrícola y la mutualidad, el seguro y la previsión,
cada una con su propio reglamento. Algunas
actividades concretas se establecen con posterioridad,
como ocurre con la Sección de cultivo, cuyo
Reglamento se aprueba en 1928.
El siguiente paso significativo en la estructura
corporativa, se produce con la adaptación de los
estatutos del Sindicato Agrícola-Obrero de Burriana
a la nueva Ley de Cooperativas de 1942 y a su
Reglamento de 1943, aprobados en Asamblea General
de Julio de 1944. Es a partir de ahora cuando adopta
la denominación de “Cooperativa Agrícola San José
de Burriana” que ha perdurado hasta nuestros días.
Uno de los objetos sociales de la cooperativa,
contemplaba los fines económicos de la misma,
consistente en el suministro a sus socios de aperos
y maquinaria, abonos, plantas, semillas, animales y
demás elementos necesarios para la producción
agropecuaria y otros. Además se contempla el crédito
agrícola, con el establecimiento de la Caja Rural de
Crédito o continuación de la ya existente dentro del
Sindicato Agrícola.
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La Cooperativa Agrícola San José de Burriana
y su Sección de Caja Rural, como entidad unitaria
con personalidad jurídica única, continuó prestando
sus imprescindibles servicios a la agricultura y a los
agricultores de Burriana, hasta diciembre de 1968 en
que la Asamblea General aprobó los estatutos de la
denominada “Cooperativa de Crédito - Caja Rural
San José”, momento a partir del cual se produce el
desdoblamiento societario y corporativo entre la
Cooperativa Agrícola y la Caja Rural, ambas “San
José de Burriana”.
Posteriormente, la Cooperativa ha ido
adaptando sus estatutos a la legislación vigente,
destacando la modificación de 1998. Esta fue sin
duda la más importante de la historia reciente, puesto
que permitió la conversión de la Cooperativa en
“POLIVALENTE”, dejando de ser puramente agrícola,
para pasar a realizar aquellas actividades que los
socios demanden dentro de las posibilidades de la
misma.
Esto ha permitido que en los últimos 10 años,
incorporando nuevas e importantes actividades a sus
ya conocidas y tradicionales, la Cooperativa ha
conseguido que después de 100 años de vida, y aún
con el agravante que ocasiona la difícil situación por
la que atraviesa la agricultura, su principal actividad,
haya logrado adelantarse a los acontecimientos,
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asegurando su continuidad mediante la diversificación
de sus actividades. Actualmente se ofrecen un amplio
abanico de suministros y servicios, que hacen de la
Cooperativa una empresa moderna y emprendedora,
posicionándola además a la vanguardia de las
Cooperativas de Suministros de nuestra provincia,
siendo referente para el sector Cooperativo al que
pertenece.
2.- ACTIVIDADES DE LA COOPERATIVA.
A) SUMINISTROS Y SERVICIOS AGRÍCOLAS: La
Cooperativa dispone de todos los productos necesarios
para la agricultura, ofreciendo además toda clase de
servicios agrícolas (plantación de naranjos, abonado
y transporte, poda y quema de leña, pulverizaciones,
etc.), tanto por petición puntual (a la carta), como por
dirección de fincas (procura), habiendo creado junto
a la Cooperativa Burexport un grupo de cultivo en
común, con el consiguiente beneficio para los socios
de ambas entidades.
B) RIEGO: Realiza proyectos e instalaciones de riego
por goteo, tanto para agricultura como para jardinería,
programas de fertirrigación y mantenimiento completo
en fincas o jardines con riego localizado.
C) ASESORAMIENTO TECNICO: Dispone de un
servicio técnico que atiende las consultas de temas
agrícolas y jardinería, orientando los trabajos, incluso
realizando visitas al campo o jardín, para su correcto
diagnóstico.
D) SERVICIO DE ANALISIS AGRICOLAS: Ofrece el
servicio completo de análisis agrícolas de suelos,
aguas, hojas, fertilizantes, residuos de plaguicidas
etc.
E) SEGUROS: La Cooperativa, actúa de agente y
gestiona las pólizas de seguros de cosechas.
Encontrándose preparando un nuevo servicio para
ofrecer toda clase de seguros, bajo la supervisión de
nuestra correduría de InterCoop.
F) TRAMITACION DE SUBVENCIONES: Se tramitan
las subvenciones de la Consellería d’Agricultura, en
estrecha colaboración con la OCAPA “Plana Alta”.
G) JARDINERIA: Dispone de una amplia gama de
plantas y utensilios para jardín y piscina, ofreciendo
los servicios de proyectos, instalaciones y
mantenimiento de jardines.
H) SECCION DE CONSUMO E HIDROCARBUROS:
En mayo de 2001 se crea esta Sección, que engloba:
1) La Gasolinera: ofrece el suministro y servicio de
Carburantes, además de Gas Butano y Propano,
pudiendo servir todos ellos a domicilio.
2) La "Tenda Taula": proyecto de InterCoop, bajo
el lema “Selecció de Productes Cooperatius”, ofrece
una amplia gama de productos de máxima calidad,
complementándose con una sección de ferretería,
regalo, piscinas, jardín, utensilios y vestuario para
el campo, droguería, complementos para coche,
piensos, etc.
3) El Centro de Lavado de Vehículos: dotado de 3
pistas de agua caliente a presión y dos aspiradoras.
I) FORMACION A SOCIOS Y TRABAJADORES: Se
ha ofrecido a los socios, la formación oportunamente
necesaria en cada momento, llegando a ser en estos
últimos años, una de las máximas prioridades de la
Cooperativa, contando con un número muy importante
de asistentes en el total de la programación realizada.
Cabe resaltar la celebración de las Jornadas Técnicas
sobre Citricultura (9 ediciones), las Conferencias de la
“Mostra de Qualitat Agroalimentaria” y muchas más,
además de cursos sobre temas agrícolas, prevención
de riesgos laborales y otros, en colaboración con
InterCoop y los organismos de la Generalitat Valenciana.
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Como conclusión, destacar que la Cooperativa Sant
Josep de Burriana es pionera y líder en aspectos tan
destacables como:
Su capacidad de anticiparse al futuro, iniciando un
proyecto de diversificación de actividades, como
medio para mantener "viva y dinámica" la Cooperativa.
Ser impulsora de proyectos de Intercooperación e
integración de las actividades cooperativas, con la
puesta en marcha de una Sección de Cultivo que
aglutina a los socios de 2 Cooperativas (Sant Josep
y Burexport).
Su preocupación por el entorno local y provincial, a
través de su implicación con entidades como el
Magnífico Ayuntamiento de Burriana (Mostra de Qualitat
Agroalimentaria), Asociación de Amas de Casa de
Burriana y el Grupo Cooperativo Intercoop, participando
además en proyectos de desarrollo rural (“El Magranar”).
Y su preocupación por el bienestar de sus
trabajadores, tanto en seguridad a través de la
prevención de riesgos laborales, como en satisfacción
profesional, facilitándoles toda la formación que
precisan o demandan.
Como un signo más de la modernidad con la que se
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pretende impulsar la cooperativa, se ha construido una
página Web, “www.cooperativaburriana.com”,
con la información más completa sobre la Cooperativa,
su historia, situación actual, productos y servicios, etc.
Juan Vicente Moros Planelles
Director de la Cooperativa Agrícola
Sant Josep de Burriana
2- Cien años de cultivo de cítricos
Para rememorar lo que han sido los cien años
de vida de la Cooperativa agrícola S. José de Burriana
con relación a los distintos sectores de la actividad
económica de nuestra ciudad, vamos a exponer
algunos aspectos de la evolución de la agricultura
en paralelo a la de la Cooperativa, pues no en balde
la agricultura, citricultura en nuestro caso al ser
prácticamente un monocultivo en Burriana, ha sido
el sector económico del que de una u otra manera
todos dependíamos y era el motor económico de
nuestra ciudad. Para ello vamos a repasar los distintos
factores productivos y ver cómo han ido evolucionando
a lo largo de esos cien años.
1.- PIES
Con relación a los pies, patrones o portainjertos,
la citricultura podemos dividirla en tres etapas:
A) Las primeras plantaciones se realizan sobre naranjo
dulce (Citrus sinensis) y sobre cidro o poncil (Citrus
médica). Estos pies, debido a su gran sensibilidad
ante el hongo Phithophtora que produce su
decaimiento y muerte, enfermedad que en la época
es conocida como mal de goma, goma del naranjo
o enfermedad del naranjo, desaparecen en la
primera mitad del siglo pasado.
B) Los pies anteriores son sustituidos por el naranjo
borde, agrio o amargo (Citrus aurantium), que
además de tolerar mejor al hongo citado, tiene
una muy buena adaptación a distintos tipos de
suelos y produce fruta de excelente calidad. Pero
en la segunda mitad del siglo XX aparece y se
difunde con rapidez el virus de la Tristeza,
enfermedad a la que son sensibles las variedades
injertadas sobre dicho pie, produciendo su muerte,
por lo que es sustituido por otros pies.
C) Estos pies tienen la particularidad de que aún siendo
infectados por el virus de la Tristeza, las variedades
sobre ellos injertadas vegetan y producen con
normalidad, tolerando o resistiendo su presencia
sin efectos negativos. Entre ellos cabe citar a los
Citranges Troyer y Carrizo, Mandarino Cleopatra,
Citrumelo, Citrus Volkameriana, etc. que son los
que estamos utilizando actualmente
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2.- VARIEDADES
Si bien el abanico varietal con el que se inicia
la citricultura es más bien escaso, a base
fundamentalmente de blancas y sanguinas, a partir
de los años 20 y 30 tiene lugar la introducción de
variedades extranjeras, como las naranjas Washington
Navel, Valencia Late, la mandarina Temple o el pomelo
Marsh. A partir de los años 30 se inicia el cultivo de
las mandarinas: Satsumas, King, Dancy, etc. Se
introduce y se generaliza rápidamente el cultivo de
clementinas. Con posterioridad el espíritu observador
de los agricultores, el interés de los viveristas y la
tecnología de nuestros Centros de investigación han
permitido seleccionar un gran número de mutaciones,
con las que queda cubierta prácticamente toda la
campaña. Finalmente, en las últimas décadas del
siglo XX, se produce una nueva introducción de
variedades extranjeras, híbridos de mandarino, como
Nova, Fortune, Ortanique, Ellendale, etc y de naranjas:
Navel Lane Late, Cara Cara, Powel, Delta, etc.
No me resisto a citar textualmente, por ser de
total actualidad, la opinión del ingeniero agrónomo
D. Rafael Font de Mora, que en los años 30 ya
advertía que “ la aclimatación de variedades que en
otros países gozan de justa fama, es uno de los medios
que pueden y deben ser empleados para la mejora de
los naranjales, pero debe el agricultor ser cauto en esta
cuestión, pues realizar plantaciones a gran escala de
variedades extranjeras pudiera llevarle al fracaso, ya
que pudieran perder en nuestras condiciones de clima
y suelo sus caracteres originarios.” Continúa afirmando
que “ el mejoramiento de nuestros naranjales ha de
basarse en la obtención y mejora de variedades,
aprovechando especialmente las indígenas, muchas
de ellas excelentes y buena prueba de ello es que las
tenidas en mayor estima en América son de origen
español y sólo deben a los americanos el nombre y
una ligera selección, ya que fueron allí introducidas por
los franciscanos José de Gálvez y el padre Serra al
fundar las misiones “
3.- FERTILIZACION
Si bien a principios del siglo XX aún predominan
los abonos orgánicos: en verde o de origen vegetal
(fabó, pesolina, etc) y de origen animal (estiércoles,
gallinaza, palomina, etc), hay una clara tendencia a la
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creciente utilización de minerales: nitrato sódico (de
Chile), cálcico (de Noruega) y sulfato amónico,
complementándose con sulfato de cal (yeso) y sulfato
de hierro (caparrosa verde).
Un grave problema , ocasionado por las
guerras tanto la española como las europeas, lo
constituyó el desabastecimiento en abonos para la
necesaria fertilización de los huertos, máxime tras los
daños producidos por las heladas.
Un avance en este aspecto lo constituyó el
hecho de disponer de una mayor diversidad de materias
químicas para la nutrición vegetal, tanto nitrogenadas,
como fosfatadas y potásicas. A ello se sumó la
fabricación de abonos complejos, en los que en cada
gránulo se aportan los tres nutrientes principales: NP-K y en la misma proporción o equilibrio.
La última novedad consiste en la existencia
de abonos nitrogenados con inhibidores de la
nitrificación, tipo diciandiamida (C.D.C.), D.M.P.P., u
otros que permiten reducir las pérdidas de nitrógeno,
mejorando su absorción y disminuyendo las
contaminaciones por nitratos en los acuíferos y aguas
subterráneas.
4.- RIEGOS
Una característica de los riegos en nuestra
población y en el resto de La Plana ha sido su buena
administración, constituyendo un ejemplo de ello la
regulación de los caudales de nuestro río Mijares,
mediante el reparto establecido con la conocida
sentencia del Conde de Ribagorza.
En la primera mitad del siglo XX además del
tradicional riego con agua procedente de río, se instalan
los primeros motores en pozos para elevar aguas
subterráneas, en previsión de posibles períodos de
sequía o en huertos de secano reconvertidos a regadío.
En la década de los 70 se realizan las primeras
instalaciones de riego por goteo de alta frecuencia,
que al permitir una dosificación más controlada de
agua y nutrientes, sobre todo de nitrógeno, disminuyen
las pérdidas de dicho elemento, mejorando su eficiencia
y evitando la contaminación de los acuíferos.
El último paso en esta materia lo constituye el
establecimiento de programas de fertirrigación,
adaptando el uso de la informática a una mejor
adecuación de los abonos a las necesidades reales
del huerto.
5.- MANTENIMIENTO DEL SUELO
El laboreo del huerto se realizó tradicionalmente
a mano: labor de cava a la salida del invierno, seguido
de binas, durante primavera y verano, tras los riegos.
Ello conlleva un esfuerzo humano y un costo cada vez
menos asumible, por lo que se hacen intentos de
introducir la maquinaria en el laboreo de los huertos
(“pequeños tanques”) que no prosperan ni por lo tanto
se generaliza su uso.
En un segundo intento se ensayan tímidamente
los herbicidas, pero sus resultados fueron en un principio
tan poco satisfactorios que continuaron utilizándose los
métodos tradicionales. No obstante, la necesidad y el
empeño en adaptar la maquinaria a las características
de los huertos, hacen que se introduzcan paulatinamente
que en ocasiones provocan graves desequilibrios
biológicos entre las plagas a combatir y sus parásitos
o depredadores. Una gran novedad lo constituye el
logro de emulsiones de aceite con gran eficacia
insecticida, destacando la firma americana Volk; pero
aún así continúa utilizándose la fumigación con el
cianhídrico.
Hacia finales de siglo se impone el concepto
de “lucha integrada”, compatibilizando la necesaria
aplicación de productos químicos, con la lucha
biológica. En definitiva se trata de producir cosechas
compaginando el control de las plagas con una nula
contaminación del entorno y un bajo nivel de resíduos
en los frutos.
los motocultores: motocavadoras y rotovators, que ahora
sí, permiten su utilización con los estrechos marcos de
plantación existentes y combinando sus buenos
rendimientos con la eficiencia del trabajo que realizan.
Paralelamente aparecen, se ensayan y son
cada vez más utilizados los herbicidas selectivos para
el control de las malas hierbas, dando lugar a distintos
sistemas de mantenimiento del suelo, desde el no cultivo
total al semi no laboreo y al cultivo mixto.
6.- PLAGAS, ENFERMEDADES Y TRATAMIENTOS
FOTOSANITARIOS
Las plagas que más preocupaban a los
primeros cultivadores de cítricos eran las cochinillas,
sobre todo la serpeta y la mosca de las frutas o del
Mediterráneo. Posteriormente van apareciendo nuevas
plagas, como el cotonet, la cochinilla acanalada, ácaros,
pulgones, etc ampliándose la lista hasta las últimamente
introducidas: mosca blanca (1.970), ácaro rojo (1.981),
minador de las hojas (1.994), piojo rojo de California
(1.999).
La enfermedad por antonomasia de los cítricos
ha sido la producida por el hongo Phithophtora, conocida
desde sus orígenes como mal de goma, goma del
naranjo o enfermedad del naranjo, así como la negrilla.
En cuanto a las enfermedades viróticas se conoce la
Psoriasis desde los años 30 y la Tristeza aparece en la
década de los 50, pero entonces eran desconocidos
su origen y etiología. Posteriormente se identifican la
Exocortis, Xiloporosis, Woody Gall, etc
Desde siempre la lucha biológica ha sido
fundamental en el control de las plagas y ampliamente
recomendada y utilizada, tal como lo continúa siendo
hoy en día. En la primera mitad del siglo XX comienza
la lucha química, pero en sus inicios no tiene gran
aceptación por dos inconvenientes que limitan su uso:
la poca eficacia de los productos utilizados y los
problemas de quemaduras que producen a causa de
su fitotoxicidad. Por el contrario es ampliamente utilizado
el tratamiento a base del gas cianhídrico (“entoldá”) no
sólo por el buen control de plagas que realiza, sino por
la magnífica reacción fisiológica que provoca en el
arbolado
A mediados de siglo los descubrimientos en el
campo de la química, poniendo en el mercado nuevas
moléculas, hacen que se intensifique de forma tal vez
desmesurada el uso de productos químicos (pesticidas),
7.- ECONOMIA
No cabe duda que el cultivo del naranjo en
nuestro término municipal vino a revalorizar el precio
de los huertos, tal como nos dicen crónicas de aquellos
tiempos, pues huertos comprados a 125 pesetas por
hanegada, se vendieron poco después a más de
2.000 pesetas. Ello produjo un aumento de la superficie
plantada, aterrándose el Estany Colombrí y
adecuándose las zonas de marjalería en les Alqueríes
de Ferrer y el Clot de la Mare de Déu. A principios
del siglo XX los naranjos ocupan ya el 85 % del término
municipal de Burriana.
La época entre las dos grandes guerras
mundiales trajo unos buenos resultados económicos,
fruto de los cuales fue el establecimiento en Burriana
de gran número de comercios de exportación, como
nos describe en otro artículo el historiador Sr. Abad
García y que en nuestra ciudad tuvo una clara
repercusión a todos los niveles.
Con posterioridad, décadas de los 40, 50,
etc., la economía naranjera sufrió grandes altibajos
como consecuencia, tanto de nuestra guerra civil
como de la mundial, que si por un lado paralizó
nuestras exportaciones, por otro provocó el
desabastecimiento de abonos, especialmente
nitrogenados. Además en esa época se produjeron
fuertes heladas que causaron graves pérdidas en
cosechas y arbolados (1.946 y 1.956)
8.- LA CITRICULTURA EN LOS INICIOS DEL SIGLO
XXI
Se generaliza la contratación de Seguros
Agrarios contra heladas, pedriscos y vientos, con
distintas opciones según riesgos asegurados, períodos,
precios, etc.
Tiene un gran auge el cooperativismo agrario,
con la aparición de Organizaciones de Productores
de Cítricos (O.P.C.) como instrumentos básicos para
la aplicación de las O.C.M. (Organización Común de
Mercados) de la Unión Europea mediante las que los
agricultores pueden acceder a las ayudas para la
industrialización de los cítricos (zumos y gajos), así
como para la retirada o intervención de producciones
excedentarias destinadas al ganado o para su
destrucción.
La citricultura, al igual que sucede en otros
sectores productivos, ha experimentado una serie de
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avances de extraordinaria importancia, a lo que han
contribuido de una forma decisiva unos Centros de
investigación y estudio de primerísima línea mundial:
I.V.I.A (Instituto Valenciano de Investigaciones
Agrarias), Escuela de Agrónomos de la Universidad
Politécnica de Valencia, Instituto de Agroquímica y
Tecnología de los Alimentos, etc.. A modo de ejemplo
podemos citar los siguientes:
✓ Pies enanizantes: inducen la reducción del
tamaño de los árboles, lo que permite reducir los
gastos de cultivo, haciendo más fácil y rápida la
recolección, disminuyendo gastos de poda, mejorando
así mismo la eficacia de los tratamientos fitosanitarios.
De los 243 híbridos en estudio algunos de ellos ya
están reproduciéndose en los Viveros Autorizados de
cítricos, tales como los FA 5 y el FA 18.
✓ Abonos que permiten reducir las pérdidas
de nitrógeno, mejorando su absorción y disminuyendo
contaminaciones por nitratos en acuíferos y aguas
subterráneas, por medio de inhibidores de la
nitrificación, como la diciandiamida (C.D.C.), D.M.P.P.,
etc.
✓ Programas informatizados de fertirrigación,
FERTICIT, en el que se pone a disposición de los
agricultores los últimos avances en nutrición vegetal
con la rapidez, seguridad y versatilidad de cálculo
de los ordenadores.
✓ Producción integrada: Se trata de una serie
de normas y reglamentos para la obtención de
cosechas de cítricos compaginándolas con una nula
o mínima contaminación del entorno y un bajo nivel
de residuos en los frutos, lo que debe traducirse en
una mejor valoración de las mismas.
✓ Programa de biotecnología: Los programas
de ingeniería genética tienen como objetivo la mejora
de nuestro material vegetal y concretamente las líneas
de investigación en las que se está trabajando
actualmente en la mejora de los cítricos son:
- Obtención de variedades sin semillas por
medio de los híbridos triploides, que al ser
generalmente estériles, no las producen, lo
que evitaría la temida “pinyolá”.
- Obtención de nuevos patrones, por medio
de la fusión de protoplastos, que den
lugar a plantas con los caracteres deseados
de los dos progenitores.
- Transformación genética, que introduciendo
genes específicos pueden producir plantas
que mejoren su comportamiento frente a
f i s i o p a t í a s , s u p ro d u c t i v i d a d o l a s
características del fruto (calibre, color,
precocidad, etc)
N o q u i e ro t e r m i n a r e s t a p e q u e ñ a
colaboración sin rendir un afectuoso recuerdo a
aquellos que a lo largo de estos cien años han dirigido
nuestra querida Cooperativa S. Josep, en ocasiones
en circunstancias realmente muy difíciles, y sobre
todo a los socios, prácticamente todas las familias de
Burriana, verdaderos artífices de lo que ha sido y es
nuestra Entidad hoy en día.
Juan José Piqueres Recatala
Miembro del Consejo Rector de la Cooperativa
Agrícola Sant Josep de Burriana
12
3- Cien años de comercio naranjero
Borriana entró con buen pie en el siglo XX pues
apenas iniciada la nueva centena la hasta entonces
villa fue distinguida con el título de ciudad por la reina
Maria Cristina. En el Real Decreto que consagraba el
nuevo estatus ciudadano, de fecha 4 de julio de 1901,
se justificaba la concesión real en base al aumento
de población y a la “importancia agrícola, industrial y
comercial” de Borriana. Centrándonos en este último
aspecto resulta evidente el fuerte desarrollo
experimentado por el comercio de exportación de
naranja en Borriana a partir de la segunda mitad del
siglo XIX. En efecto, según una publicación de la
época ya en 1862, entre los meses de noviembre y
junio, en la playa de Borriana fondeaban muchos días
“6 u 8 vapores ingleses cargando cajas de naranja, sin
contar los de menor porte que la embarcan a granel”.
Pero fue a partir de 1870 cuando el comercio
borrianense experimentó un fuerte crecimiento que
llevaría a nuestra playa a convertirse, después del
puerto de València, en el segundo punto de salida
de la naranja que se enviaba a Europa. Para hacernos
idea de la importancia de este comercio bastan unas
cifras referidas al cuatrienio 1877-1880, periodo en
que se exportaron desde España entre 80.000 y 97.000
toneladas anuales de naranja de las que unas 30.00035.000, más de la tercera parte, salieron de los
almacenes de Borriana. Una participación que se
mantendría a esos niveles con el nuevo siglo y así,
por ejemplo, en 1908 se exportaron en España 387.000
toneladas de las que 116.000, el 30 por cien, se
enviaron desde nuestra playa.
Así pues el privilegio real venía a reconocer la
importancia de Borriana en el crecimiento de una
actividad económica que ya se había convertido en
el principal capítulo de la balanza comercial española,
primacía que seguiría ostentando hasta que a finales
de los años cincuenta el turismo y las remesas de los
emigrantes ocuparon su lugar. Pero no adelantemos
acontecimientos y volvamos al comienzo del siglo
para encontrarnos con unos paisanos lanzados a la
conquista de los mercados europeos, en medio de
un clima de euforia generalizada que ni siquiera se
alteró por la incidencia de algunos graves problemas
con que tuvieron que enfrentarse.
Hasta 1914 todas estas dificultades fueron
debidas a accidentes atmosféricos, el primero de los
cuales llegó en marzo de 1901, cuatro meses antes
del decreto real, en forma de una fuerte helada que
hizo que la campaña se convirtiera en un auténtico un
desastre comercial. Las pérdidas fueron especialmente
graves entre los agricultores, que cansados de llevar
siempre la peor parte comenzaron a buscar para sus
males en la cooperación, una fórmula que sus
defensores consideraban la más idónea para que al
agricultor le llegaran los beneficios de la comercialización
de sus cosechas. También en este terreno fue pionera
Borriana y en febrero de 1903 se creó en nuestra ciudad
la primera cooperativa de exportación de naranja de
13
España. “La Liga de Cultivadores”, así se llamaba,
tenía como objetivo la comercialización de la cosecha
de las 6.000 hanegadas de sus 228 socios, para lo
que disponía de tres almacenes de confección.
La “Liga”, presidida por Joaquín Péris Fuentes,
trató de demostrar en la práctica las ventajas de la
exportación cooperativa y en la campaña 1907-1908
anunció que había liquidado la naranja a un precio
medio de 15 pesetas el millar “mientras que el comercio
las ha adquirido a unas 13 pesetas”, pero en los años
siguientes ya no hizo públicos sus resultados, lo que
induce a pensar que no debieron ser excesivamente
favorables.
Sin embargo lo peor estaba por llegar y lo hizo
en 1905 con otra helada de grandes proporciones
que dejó en mantillas a su antecesora. Los fríos fueron
tan intensos y tan grande su repercusión sobre la
economía de Borriana, que la sabiduría popular las
inmortalizó en una copla que decía así:
“L´any de mil nou-cents cinc
ai quin any més desgraciat!,
mos s´ha gelat la taronja
i els melóns mos s´han pollat”
Todo parece indicar que así como la helada de
1901 fue hasta cierto punto determinante en la creación
de la “Liga de Cultivadores”, la precaria situación de
la agricultura borrianense como consecuencia de los
fríos de 1905 debió influir sin duda en el ánimo de los
impulsores del “Sindicato Agrícola Obrero”, constituido
el 25 de septiembre de 1905, en cuyo seno se creaba
una Cooperativa de Consumo para la venta de
productos agrícolas e industriales (principalmente
abonos e insecticidas). Asimismo se preveía la
constitución de una Caja de Crédito Popular y Socorros
Mutuos, que vio la luz en 1910 bajo el nombre de
Caja Rural de Imposiciones y Préstamos con la
finalidad de fomentar el ahorro y de combatir la usura,
un mal endémico de la época que gravitaba como
una losa sobre los pequeños agricultores.
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En su deseo de ayudar a los agricultores
naranjeros el Sindicato Agrícola Obrero también exploró
la vía de la exportación a través de las cooperativas,
creando en 1908 una de este tipo, la “Protección
Agrícola”, con la intención de comercializar directamente
las naranjas de sus asociados. De todos modos fueron
proyectos efímeros pues el movimiento cooperativo
de principios de siglo fue testimonial y duró mientras
persistieron los problemas. La exportación estaba
completamente en manos de los comerciantes (en
realidad en las de importadores y navieros) y los
labradores preferían vender sus naranjas a aquellos,
y mejor si era a ojo, en vez de asumir riesgos
comerciales.
Además era un negocio en continua expansión
que, pese a las incidencias climatológicas, continuaba
creciendo año tras año. Un negocio en el que brillaban
con luz propia los comerciantes de Borriana,
proveedores incansables de naranja en los mercados
británicos, de alguno de los cuales, el de Liverpool,
eran los principales abastecedores. El crecimiento de
la exportación de naranja se prolongó durante más de
una década hasta alcanzar en 1914 las 500.000
toneladas, de las que más de 100.000 salieron de
nuestra ciudad.
Pero los comerciantes de Borriana no se limitaron
a exportar los frutos del término municipal si no que,
como la naranja de la Plana no maduraba hasta
diciembre marchaban todos los años hacia las comarcas
del sur de fruta más primeriza para hacer allí la primera
temporada. Fue una intensa emigración temporal fruto
de la agresividad comercial de los exportadores
borrianeros que se dispersaron a los largo y ancho del
país llevando consigo a sus propios trabajadores,
expertos en los trabajos de almacén que ayudaron a
difundir prestando así su inestimable ayuda a la
normalización de dichas tareas. Entre estos expertos
destacaron los encargados de almacén y aún en los
años setenta del pasado siglo los mejores almacenes
de la Ribera y la Safor tenían al frente a un “encarregat”
de Borriana, lo que era garantía de trabajo bien hecho.
Fueron unos años de euforia en los que el
crecimiento económico parecía no tener fin, que
terminaron bruscamente con el comienzo de la Gran
Guerra. En ella los beligerantes introdujeron un nuevo
concepto, la guerra económica destinada a aislar
comercialmente al enemigo, que redujo drásticamente
el comercio internacional y fieles a este objetivo mientras
la marina de guerra británica bloqueaba los suministros
a los Imperios Centrales, los submarinos alemanes
(uno de los últimos inventos bélicos) perseguían a los
buques aliados. Las consecuencias de esta actitud
sobre el comercio de la naranja fueron desastrosas y
su exportación se redujo drásticamente pasando del
medio millón de toneladas de 1914 a 170.000 en 1918.
En una ciudad como Borriana dedicada
exclusivamente a la naranja los efectos de la crisis
fueron devastadores, Los buques mercantes huyeron
de nuestra playa, en donde eran blanco fácil para los
submarinos, imposibilitando el envío de naranja con
la consiguiente paralización de la actividad exportadora
(baste decir que se pasó de 266 barcos en 1914 a 12
en 1918). Así las cosas la agricultura fue la primera en
sufrir las consecuencias: caída de los precios en el
campo y elevación abusiva de los de abonos e
insecticidas dejaron descapitalizados a los labradores
que se vieron obligados a reducir al mínimo los trabajos
en sus propiedades.
Cierre de almacenes por parte del comercio y
disminución de los trabajos agrícolas dieron como
resultado una situación de paro desconocida hasta
entonces en Borriana y que dio lugar a las violentas
protestas de marzo de 1917 hechas al grito de “barcos,
pan y trabajo”. Paro y emigración fueron las cargas
que tuvo que soportar el proletariado borrianense en
unos años en los que por vez primera se evidenció el
peligro de depender de una economía basada en un
solo producto, pero los problemas se olvidaron cuando
1918 se firmó el armisticio a la espera de que la paz
restableciera el orden económico existente antes del
conflicto bélico.
Y eso era precisamente lo que pensaban hacer
los vencedores aprovechando entre otras cosas las
sanciones económicas que habían impuesto a
Alemania. Libertad de comercio y monedas basadas
en el patrón oro, por tanto sobrevaluadas, eran el
escenario idóneo para que se reactivara el comercio
internacional, oportunidad que aprovechó a fondo la
exportación de naranja que en 1930 alcanzó por primera
vez el millón de toneladas. Para ese trabajo allí estaban
una vez más los comerciantes de Borriana, cuyo
número creció hasta alcanzar en 1925 la cifra de 362
“exportadores y confeccionadores con almacén abierto
en Burriana”. Fueron los años dorados de la naranja
en los que se manifestó una vez más la potencia de
los comerciantes borrianense pues “ puede decirse
que el negocio de exportación de la naranja lo tienen
acaparado ellos (los de Borriana) y compran, envasan
y envían las de los pueblos vecinos y la ribera del Júcar
y tierras de Murcia y Almería por su cuenta. Casi toda
Burriana está dedicada a este negocio... que da
ocupación a millares de hombres y mujeres durante
ocho meses al año.
Una economía potente alrededor de la cual
surgieron multitud de industrias auxiliares: fábricas de
envases, timbrados de papel seda (seis de los cuales
crearon en 1927 el “Timbrado Burrianense”), las
papeleras (“Borrianense” y del “Mijares”), construcción
de maquinaria de almacén (“Talleres Tormo”), etc. A
su reclamo también acudió la banca y en 1922 se creó
el “Banco de Burriana”, al que siguieron el Banco de
Vizcaya (1923), el Español de Crédito (1927) y el Banco
de Valencia (1929). Por último en los años veinte
comenzó a hacerse realidad el mayor sueño colectivo
de Borriana, la construcción de un puerto, cuyas obras
comenzaron durante la dictadura de Primo de Rivera
y concluyeron con la Segunda República.
El estancamiento de la exportación de naranja
durante los años treinta y el subsiguiente análisis de
las causas que lo motivaban, suscitó una serie de
enconados debates entre inmovilistas y reformadores
en los que participaron activamente los comerciantes
de Borriana que dejaron oír su voz en las numerosas
asambleas convocadas para discutir estos problemas
en las que, salvo excepciones, se alinearon siempre
en el bando de los que se oponían a todo tipo de
reformas e intervenciones apelando a la “sagrada
libertad comercial”. Pero mientras discutían si eran
convenientes o no las reformas vino la revolución. El
golpe de estado de julio de 1936 contra el gobierno
legítimo de la República y el vacío de poder que siguió
a la asonada militar dio pie a que los sindicatos UGT
y CNT tomaran las riendas de la exportación de naranja
a través del CLUEA y de los concejos locales (CLUEF)
de las principales poblaciones naranjeras. Una vez
más el CLUEF de Borriana se distinguió por su
capacidad comercial ya que desde los 50 almacenes
bajo su control, en la temporada 1935-36 consiguió
exportar 950.000 cajas (unas 50.000 toneladas).
La experiencia duró el tiempo, un año, que tardó
la República en recuperar el control de la exportación
de naranja y lo hizo a través de un organismo oficial,
la CEA, con el propósito de reformar profundamente
el sector. Para lograrlo asumió el control de las ventas
en el exterior, dejando la comercialización en manos
de exportadores y cooperativas a los que marcó los
precios mínimos a los que debían pagar la naranja a
los agricultores. La conquista de Borriana por las tropas
franquistas en el verano de 1938 puso en sus manos
la naranja de la Plana, lo que impulsó a las nuevas
autoridades a organizar su exportación. Lo curioso es
que lo hicieron adoptando un sistema similar al
ensayado por los republicanos, creando para ello la
“Rama de la Naranja”, cuyo fracaso exportador hizo
que en 1940 fuera sustituida por el “Sindicato Nacional
de la Naranja”, obligado un año después a integrarse
como “Grupo de Agrios” en el nuevo “Sindicato Nacional
de Frutos y Productos Hortícolas”.
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Es de sobra conocido que las pretensiones
autárquicas del régimen surgido de la guerra civil
incidió gravemente sobre el comercio exterior a través
de unas políticas comercial y monetaria basadas en
el intervencionismo, la discrecionalidad administrativa
y el control de cambios y como la naranja era el primer
capítulo de la exportación española fue la que más
directamente sufrió sus consecuencias. La política
comercial del franquismo, unida a los problemas
derivados de la segunda guerra mundial, hicieron
que los años cuarenta se convirtieran en el capítulo
más negro de la historia de nuestra citricultura. Fue
un periodo en el que la exportación cayó en picado,
con un mínimo de 173.000 toneladas en 1947 lo que
la colocaba al nivel de finales del siglo XIX, ya que a
las dificultades comerciales se sumaron las agrícolas
(descenso de la producción por falta de abonos e
insecticidas y caída del precio de las cosechas), a
las que en Borriana se añadió la nevada de febrero
de 1946.
Mención especial merece la política monetaria
por la que el gobierno obligaba a los comerciantes a
entregar las divisas que obtenían a un cambio fijado
unilateralmente que suponía una sobrevaluación de la
peseta que llegó a más del 480 por cien. En efecto, en
1950 el cambio oficial de la libra esterlina era de 30,66
pesetas, mientras que en el mercado libre la divisa
británica se cambiaba a 146,66 pesetas. Este aberrante
diferencial de cambio fue la contribución de la naranja
a la industrialización de España, una contribución
forzosa que estuvo a punto de arruinar definitivamente
al sector citrícola y si no lo hizo fue gracias a las cuentas
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combinadas y al estraperlo de divisas, consentido y
hasta participado por las autoridades.
La mejora del tipo de cambio, que se fijó en 49
pts/libra lejos todavía del practicado en el mercado
libre que era de 147 pts/libra, y la reconstrucción
europea hicieron que a partir de 1950 nuestra
exportación de naranja comenzara a recuperarse
hasta alcanzar de nuevo en 1953 el millón de
toneladas, lo que la colocaba a nivel de 1930, y su
avance aún hubiera sido mayor sin la gran helada de
1956. Pero sería a partir de la devaluación de la peseta
de 1959,¡después de 20 años!, cuando se inició el
despegue definitivo de la exportación naranjera que
entre 1963 y 1975 superaría ampliamente el millón de
toneladas anuales.
No disponemos de datos de la actividad
exportadora, sin duda escasa, de Borriana durante
los años cuarenta, aunque sí sabemos de la
participación de destacados borrianenses tanto a
nivel individual (Pedro Monsonís, Vicente Ríos, etc)
como implicándose en la creación de las grandes
sociedades exportadoras de la época (FESA,
AGRUNA, etc.). Sí conocemos cifras a partir de los
años cincuenta gracias a las cuales sabemos de la
intensa actividad exportadora del puerto, en el que
entre 1950 y 1967 recalaron un total de 3.441 buques.
A partir de esta fecha su número fue descendiendo
hasta que en 1975 terminó la exportación por el puerto.
La causa fue la sustitución de la vía marítima por el
ferrocarril, a la que se sumó en la campaña 1954-55
la estación de Borriana con 22.000 toneladas, cifra
que se fue incrementando hasta alcanzar las 120.000
toneladas en la campaña 1969-70.
También se fue reduciendo el número de
exportadores “con almacén abierto” en Borriana que
pasaron de 70 en 1961 a 35 en 1974 hasta llegar a los
5 (4 comercios privados y una cooperativa) que operan
en la actualidad, así como su peso e influencia dentro
del sector. Si comparamos estas cifras con los 362
comerciantes de 1925, aún teniendo en cuenta la
distinta capacidad confeccionadora de los almacenes,
llegaremos a la conclusión de que los exportadores de
Borriana han perdido la hegemonía que durante tres
cuartos de siglo alcanzaron dentro del sector. La
decadencia comercial de Borriana unida a la crisis de
la citricultura hizo que se constituyeran en nuestra
ciudad dos cooperativas de exportación, Buropa y
Coobo, que en 2004 unieron sus esfuerzos fusionándose
en una única entidad con el nombre de Burexport.
Vicente Abad García
Director Museu de la Taronja
4- Cien años de
cooperativismo
Este año 2005, se celebra el centenario de la
Cooperativa Agrícola Sant Josep. Cien años de
asociacionismo obrero y cooperativo.
Mientras Europa se debatía en ideas de lucha
de clase para la defensa de los intereses del proletariado
en un proceso de laicización creciente, la Iglesia
Católica, a partir de la encíclica Rerum Novarum de
León XIII, dio un impulso para la creación de
asociaciones en las que las desigualdades pudieran
ser tratadas sin confrontación, siendo su más destacado
impulsor el jesuita castellonense Antonio Vicent Dols
(1837-1912). Los Círculos Católicos Obreros, con los
que el Padre Vicent, entró en contacto en su exilio
en Francia, ponen en contacto a patronos y obreros
para discutir amigablemente los conflictos, teniendo
como base los principios religiosos y la caridad.
El Círculo Católico Obrero se constituyó en
Burriana el 5 de diciembre de 1883, bajo la protección
de San Vicente Ferrer, después de la constitución del
de Vila-real en julio de 1881 y el de Castellón en mayo
de 1882. Ocuparon un lugar destacado entre los
promotores los propietarios Mario Selma, Juan Ferrer
y Andrés Peyrat, el médico Ramón Marchancoses y,
muy especialmente el abogado y propietario Enrique
Peris Enrique que será nombrado Presidente.
En el seno del Circulo se constituyó el Gremio
de Labradores de San Isidro el 27 de noviembre de
1904, con la finalidad de “ formar gremios o
agrupaciones encaminadas al fomento de la agricultura,
industria y comercio.”. Fue nombrado Presidente D.
Enrique Peris Enrique
El Gremio comenzó sus actividades el 15 de
diciembre de 1904 con un préstamo realizado por D.
José Vicent Real por importe de 12.000 pesetas. Con
estos fondos alquiló un almacén para resguardo del
guano por importe 600 pts. Su actividad fundamental
se centro en la compra y venta a los socios de guano
(abonos) como el amoniaco, potasa, nitrato y
superfosfatos.
Ante la inminente publicación de la Ley de
Sindicatos Agrícolas en enero de 1906, con anticipación,
el propio Gremio de Labradores, se transformó el 25
de septiembre de 1905, en el Sindicato Agrícola Obrero
de Burriana, siendo Presidente nuevamente, D. Enrique
Peris Enrique, el mismo presidente del Gremio y el que
inició la trayectoria del Circulo veintidós años antes.
El domicilio social del Sindicato se estableció
en el número 19 de la Plaza Mayor, siendo este “una
Sociedad civil y cristiana; como entidad social y civil,
estará sujeto á la Ley sobre Sindicatos Agrícolas de 1906
y como sociedad cristiana a la aprobación del Prelado
de la diocesano. (...) Los fines de esta Sociedad son
cuatro: el religiosos, instructivo, económico y de acción
cotólico-social.
El Sindicato Agrícola Obrero, se ocupó de los
fines materiales y de cooperación a través de la
Cooperativa de Consumo de 1904, la creación de la
Caja Rural del Sindicato Agrícola Obrero de Burriana
de 1910, la Cooperativa de producción Naranjera, la
Sección de Cultivo del Sindicato Agrícola Obrero de
Burriana de 1928, la Caja Rural del Sindicato Agrícola
19
Obrero de 1931. Para el cumplimiento de los fines
espirituales, absorbió todas las tareas sociales del
Circulo, salón social, biblioteca y escuelas nocturnas.
El Sindicato se convirtió en uno de los más importantes,
al alcanzar en diciembre de 1909 la cifra de 1.309
socios.
los solares para la realización de los dos Institutos de
Enseñanza Media, IES Llombay y Jaume I, la
financiación de las Cooperativas Agrícolas locales, la
renovación de la flota pesquera de la ciudad, la
financiación de la remodelación del Campo de Fútbol
San Fernando, etc.
El Sindicato y sus Secciones son las que a partir
de nuevas adaptaciones estatutarias, y de la Ley de
Cooperación de 1942 y siguientes, se constituirían en
la Cooperativa Agrícola San José de Burriana y su
Caja Rural de Crédito, aprobando sus reglamentos el
30 de junio de 1944. Entidades actualmente reguladas
en la Comunidad Valenciana, a través de sus Leyes
de Cooperativas, siendo la primera la Ley 11/1985, Ley
de Cooperativas de la Comunidad Valenciana.
En el aspecto social, la Caixa Rural Sant Josep,
contribuido decididamente al desarrollo de la ciudad,
dedicando en estos años importantes presupuestos a
obras benéficas, asistenciales, culturales, deportivas
con más de 700 millones de pesetas.
En estos cien años el cooperativismo, como
toda la sociedad, ha disfrutado y sufrido como un
Burrianero más, las épocas de esplendor del cultivo
y comercio de la naranja, su crisis productivas, crisis
políticas y sociales, años de emigración, de bonanza,
de crisis del monocultivo naranjero, y finalmente el
creciente desarrollo urbanístico de la ciudad.
La Caixa Rural Sant Josep, Cooperativa de
Crédito Valenciana, tuvo su origen en marzo de 1931,
paralelamente a otras instituciones de crédito que se
establecieron en Burriana, y después de unos
comienzos esperanzadores, le sorprendió la Guerra
Europea primero, y posteriormente la Guerra Civil y su
largo periodo de posguerra, agravado por la segunda
Guerra Mundial.
Nada más reorganizar la actividad financiera,
las heladas de 1946 y de 1954, provocaron que la Caja
Rural se volcara con la agricultura local y concediera
en pesetas de hoy 2.000 millones de pesetas para
ayudar a paliar los efectos tan destructivos que tuvieron
las heladas para todos los Burrianenses.
En su vertiente financiera, la Caja Rural ha
participado en todos y cada uno de los pequeños y
grandes proyectos que se desarrollaron en la Ciudad.
La financiación al Magnífico Ayuntamiento de las obras
para la Urbanización de las denominadas Plaza España
y Plaza Chicharro, o la pavimentación de las calles
Cardenal Benlloch, Encarnación o Escorredor, el
dragado del Puerto, los avales concedidos a la
Comunidad de Regantes de Burriana para la realización
de las principales acequias de Burriana, la construcción
del Colegio de la Consolación y Villafátima, el Colegio
Salesiano, los solares para el Colegio Padre Villalonga,
20
A través de la oficina Principal del Pla, las tres
oficinas urbanas, los ocho cajeros automáticos, sus
treinta y ocho empleados, sus consejeros, y más de
7.000 socios, el balance actual Caixa Rural Sant Josep,
supera los 50.000 millones de pesetas en volumen de
negocio. Básicamente los valores incorporados a su
actividad, son los mismos que inspiraron su creación,
el servicio a sus socios y clientes y al pueblo de Burriana,
aunque las necesidades de aquellos han ido
evolucionando. Actualmente si la captación de depósitos
y préstamos conforman su actividad principal, ha sido
necesario la creación de multitud de servicios para dar
mayor cobertura y satisfacción a las necesidades de
los socios y clientes, banca de seguros y previsión,
viajes, empresas, medios de pago, y a través de
medios actuales como internet y sus derivados, banca
telefónica y electrónica.
Cien años de cooperativismo. Desde la Caixa
Rural Sant Josep, felicidades a la Cooperativa Agrícola
Sant Josep, por estos cien años de buen servicio a la
agricultura de Burriana, y por otros tantos que podamos
celebrar.
José Luis Traver Monfort.
Director Caixa Rural Sant Josep de Burriana.
es decir, desde el punto de vista de una organización
provincial cooperativa, que nació en la misma época,
de los mismos impulsos y con la misma filosofía que
la cooperativa San José de Burriana y que hoy ha
devenido a ser el Grupo Cooperativo InterCoop, el
resultado práctico de la intercooperación.
5- Cien años de
intercooperación
La historia y el presente. Que nadie pretenda
entender nuestro mundo actual sin acudir al estudio
de la historia. Solo desde el conocimiento del pasado
se puede explicar nuestra realidad contemporánea.
Este es el verdadero sentido de la historia: para
“Comprendre el món”, como dice el título de un libro
sobre filosofía de la historia de un investigador y profesor
de esta disciplina.
La conmemoración de cien años de vida de la
Cooperativa Agrícola San José nos ofrece la
oportunidad de descubrir que la exitosa realidad actual
de esta cooperativa de Burriana no es fruto de una
casualidad caprichosa ni el resultado de una
improvisación reciente. Todo lo contrario. Entenderemos
la ventajosa posición que ocupa en el entorno de hoy
si somos capaces de indagar en su evolución, coherente
y constante, a lo largo de toda su historia. A esto se
están dedicando diversos actos y publicaciones durante
estos días de celebraciones.
Uno de los muchos ángulos desde el que se
puede analizar la historia de la cooperativa es el de la
intercooperación, y es este el que a mí me interesa
destacar en este momento desde una óptica supralocal,
La intercooperación es una de las herramientas
más poderosas que puede utilizar cualquier cooperativa
para desarrollar su proyecto empresarial. Siempre ha
sido así. Tanto, que la Alianza Cooperativa Internacional
(ACI), fundada en pleno siglo XIX, en la convención
de Viena de 1966, incorporó a sus principios
cooperativos, universalmente reconocidos y respetados,
el de la intercooperación entre cooperativas. Desde su
creación en 1895, la ACI tiene una función elemental:
promover y salvaguardar los valores y principios
cooperativos. Ejerciendo esta competencia, la ACI, a
lo largo de su historia, ha revisado en tres ocasiones
los principios formulados por los pioneros de Rochdale
(Manchester) a mediados del siglo XIX. La última de
las revisiones se ha producido en el Congreso celebrado
en Manchester en septiembre de 1995.
La formulación actualmente vigente del sexto
principio cooperativo dice así: “Cooperación entre
cooperativas: Las cooperativas sirven a sus socios lo
más eficazmente posible y fortalecen el movimiento
cooperativo trabajando conjuntamente mediante
estructuras locales, regionales, nacionales e
internacionales”. Desarrollando este principio, sigue
diciendo el informe de la ACI que “ de hecho, las
cooperativas solamente pueden maximizar su impacto
mediante la colaboración práctica y rigurosa la una
con la otra. Pueden conseguir mucho a nivel local, pero
deben luchar continuamente para conseguir los
beneficios de organizaciones a gran escala a la vez
que mantienen las ventajas de implicación y
asentamiento locales. Es un equilibrio de intereses
difícil: un reto perpetuo para todas las estructuras
cooperativas y una prueba para el ingenio cooperativo”.
Pues bien, la Cooperativa San José ha sido un
ejemplo vivo y permanente de intercooperación desde
su nacimiento hasta hoy. Fue cofundadora de la primera
Federación Castellonense de Sindicatos Agrícolas. El 1
de julio de 1923, el Sindicato Agrícola-Obrero de
Burriana, con otros nueve Sindicatos Agrícolas de la
provincia, crea e impulsa el primer ente organizativo
provincial, antecedente más remoto del actual Grupo
InterCoop. Desde aquel momento, la cooperativa de
Burriana ha sido parte activa en el desarrollo de la
organización provincial de segundo nivel.
21
Por la nueva Ley de Cooperación de 1942, la
antigua Federación Castellonense de Sindicatos
Agrícolas se convierte, en el año 1943, en la Unión
Territorial de Cooperativas del Campo de Castellón
(UTECO), que cumplía funciones representativas y
realizaba, además, actividades de suministros y otros
servicios, constituyendo el embrión de la que, más
adelante, será la cooperativa de segundo grado
provincial de suministros. A esta Unión Territorial sigue
perteneciendo la cooperativa de Burriana que, en
virtud de la citada ley, toma ya la nueva y definitiva
denominación de “Cooperativa Agrícola San José de
Burriana”.
Cuando en 1979, la UTECO se desdobla en
dos entidades, la Unión Provincial de Cooperativas,
con funciones representativas de las cooperativas
agrarias de la provincia, y la Cooperativa Agraria
Provincial Uteco, de actividad comercial de suministros,
aceite y frutos secos, la cooperativa San José de
Burriana continúa, con plena identificación, en cada
una de las dos nuevas entidades provinciales.
Pero es, sobre todo, con la transformación que
en el año 2000 se produce en la estructura organizativa
provincial, mediante la constitución del Grupo
Cooperativo InterCoop, cuando el papel de la
Cooperativa San José se convierte en fundamental.
InterCoop, nacida específicamente con fines de
integración empresarial, en este momento, está
constituido por la cooperativa cabecera de grupo,
por seis cooperativas de segundo grado y las uniones
provinciales de Alicante y Castellón. Además, se
integran las sociedades participadas mayoritariamente
por alguna de las ocho entidades básicas. Cada una
de las cooperativas de segundo grado está
especializada en uno de los seis sectores de actividad
que cooperativiza el grupo: calidad, servicios,
suministros, frutos secos, aceite y subproductos. A
ellas están asociadas 231 cooperativas locales y
comarcales distribuidas geográficamente por toda la
Comunidad Valenciana.
Si ha habido una cooperativa que ha apostado
de manera definitiva y concluyente por la creación y
desarrollo de InterCoop ha sido la de Burriana. Su
formulación empresarial es sencilla: unir su proyecto
de empresa al proyecto estratégico de InterCoop. En
todas sus actividades y de forma exclusiva. Juntos
podemos ser más eficientes y más competitivos. Así,
se ha convertido en una cooperativa imprescindible
en el área de suministros, como promotora e impulsora
de la central de compras y del sistema de Ventas de
22
Intermediación Programada, y de la sección de
carburantes; usuaria de todos los servicios
empresariales que InterCoop tiene organizados para
sus asociados; partícipe del proyecto de desarrollo
rural “El Magranar” y miembro activo en el ámbito de
la representación provincial. La Cooperativa Agrícola
San José de Burriana es hoy el primer socio por
volumen de actividad dentro del conjunto de
cooperativas que conforman el Grupo Cooperativo
InterCoop. Además, su Presidente y su Director
ostentan, en su representación, destacados cargos
en los Consejos de varias de las cooperativas de
segundo grado y sociedades que conforman el Grupo.
En otras palabras, la intercooperación llevada hasta
sus últimas consecuencias.
También en el ámbito local de Burriana, ha sido
impulsora del proyecto de cooperación, inicialmente,
con las cooperativas citrícolas Buropa y Cohobo y,
posteriormente, con la fusionada Burexport.
En toda su historia, el movimiento cooperativo
ha cambiado constantemente; seguirá haciéndolo en
el futuro. Y, por suerte, hay esencias que son
permanentes. En 1844, un grupo de trabajadores de
Rochdale (Manchester) organizó la primera cooperativa
de la historia para suministrar a sus socios “productos
de calidad a precios justos”. Exactamente lo mismo
hizo la Cooperativa Agrícola San José de Burriana
en su creación en 1905 y sigue haciéndolo hoy mismo,
con otras formas y otros modos; y lo seguirá haciendo
en el futuro, siempre con la estrategia puesta en la
intercooperación. Vuelvo a la idea inicial: “mirar hacia
tras para ver hacia adelante”.
Pascual V. Romero
Secretario General del Grupo Intercoop
No sé quina percepció de la Cooperativa devien
tindre els usuaris de les generacions anteriors.
M’imagine que positiva, perquè en la societat de
Borriana la Cooperativa de sant Josep és una institució
tan ben arrelada —no de bades ha perviscut cent
anys—, que goja d’una excel·lent reputació, la qual
cosa s’ha d’atribuir, sense dubte, tant als directius
com a la gerència i als treballadors d’ara, així com a
tots els altres que els han precedit en eixa labor que
té un caràcter molt social.
Al llarg d’estos cent anys deuen haver canviat
molt les coses. De fet, les veiem canviar cada dia
davant dels nostres ulls, i constatem com la Cooperativa
s’ha adaptat al terreny com un guant a la mà, és a dir,
a l’epidermis de la població. Fa uns anys que es va
passar dels antics magatzems a les instal·lacions
espaioses, modernes i pràctiques, que s’han anat
millorant i que són les que usem en l’actualitat: sempre
netes, ordenades i còmodes. I no en fa tants que la
gestió va passar, d’oferir bàsicament la provisió d’adobs
per al camp, a presentar tot un conjunt de servicis que
abans no existien, com la procura dels horts, la
distribució de combustible, les instal·lacions de llavat
d’automòbils o la tenda de productes diversos.
6- Que cents anys dure
Modestament, crec que sóc un client (¿un soci,
hauria de dir?) arquetípic de la Cooperativa i, com jo,
en deuen haver molts que ens hi abastim d’aigua,
que omplim el depòsit de gasolina, llavem el cotxe,
comprem un pernil, una garrafa d’oli, unes botelles de
vi, uns melons, unes alicates, unes mates de planter,
uns puntals, una planteta de temporada... En la
Cooperativa, a més, ens procuren les quatre fanecades
del tros que encara posseïm —abans que la taronja
del nostre terme siga només un record del passat—.
En la Cooperativa ens assessoren sobre algun que
altre tractament fitosanitari, sobre algun fertilitzant, ens
faciliten tota classe d’instal·lacions per a l’agre,
organitzen cursets especialitzats... i sempre amb el
millor dels somriures, amb la més bona disposició,
amb una atenció i una professionalitat absolutes. Si,
a més d’això, tenim en compte que l’empresa és
pròpia en una minúscula part, no es pot demanar
més. Tanta deu ser la garantia de l’usuari sobre la
bondat de la direcció i de la gestió diària, que molts
ens estalviem fins i tot —si es vol, irresponsablement—
, haver d’acudir a l’assemblea anual perquè, com és
sabut, les juntes en què no es plantegen conflictes ni
reivindicacions, ni s’exigixen responsabilitats, són
l’expressió de societats que van bé, on no és possible
presentar exigències perquè no hi ha res que exigir;
sinó suggerir i prou, a tot cas.
23
¿I posats a suggerir, què es podria indicar?
Francament, no ho sé ni em preocupa, perquè he
anat constatant com qualsevol possibilitat que es
puga deduir de la reglamentació de les cooperatives
agrícoles, la nostra l’adopta i l’explota mirant pel
benefici, la comoditat i la millora del servici dels socis.
En eixe sentit, estic tranquil, amb el benentés que
qualsevol novetat serà ben rebuda, com ho han sigut
les que he mencionat. Una altra cosa seria plantejarnos per què en la nostra població no han sorgit altres
cooperatives fora de l’àmbit agrícola, com la de sant
Josep o la dedicada a la comercialització dels cítrics.
Per què no n’hi ha hagut destinades a la fabricació i
venda d’altres productes industrials o de servicis?
No sé si dir que tot arribarà o, pel contrari, deduir
que la nostra tradició productiva no va per eixe cantó.
En qualsevol cas, i tal i com és el cas de molts dels
productes de la tenda anomenada Taula, potser la
Cooperativa sí que podria ser un mitjà per a oferir a
l’associat l’accés, o almenys la informació, sobre altres
productes fruit d’una altra classe de cooperativisme:
no sé si mencionar els mobles —o un tipus concret de
moble: el de jardí, per exemple—, alguns
electrodomèstics, bicicletes, canyes de pescar,
persianes... És un dir, què sé jo! Parle per parlar. O
potser no, i en el transcurs de la centúria següent —o
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en els anys de vida en què coincidim amb el
començament del segon segle de la Cooperativa de
sant Josep que tot just ara s’enceta —, l’evolució de
la vida farà que, a través d’esta plataforma comercial,
els usuaris puguen accedir a una classe de productes
i de servicis que ara ni somiem, de la mateixa manera
que els socis que ens han precedit s’haurien fet creus
de veure la diversitat de béns que la Cooperativa
posa hui al nostre abast.
En fi, es diu d’una cosa que cent anys dure quan
es desitja que, per la seua qualitat, siga ben duradora,
i la Cooperativa, en efecte, cent anys ha durat.
Nosaltres no ho veurem, però els nostres néts o
besnéts segur que celebraran el seu segon centenari
i, a la mateixa Cooperativa nostra, aniran a carregar
les bateries dels cotxes elèctrics que usaran i, de pas,
comparan una planteta transgènica, una botella de
vi o una garrafa d’aigua, que en aquella època serà
una delicatessen, perquè la de l’aixeta, ja que no de
l’Ebre, provindrà sense dubte d’una dessaladora.
Temps al temps, sinó, tot i que no pense quedar-me
a comprovar-ho.
Josep Palomero i Almela
Vicepresident Real Academia Valenciana
de la Llengua
7- Premios del Concurso
Literario
Los colegios de Burriana han participado con
mucho interés en el reciente concurso literario
patrocinado por la Cooperativa Agrícola Sant Josep
en el centenario de su fundación.
Participaban alumnos de 3º y 4º de E.S.O. Las
tres mejores redacciones de cada curso y colegio eran
las candidatas a los seis premios propuestos por esta
entidad que representa a todo el pueblo de Burriana.
El tema sobre el que debían redactar era, “Las
cooperativas: la unión hace la fuerza”. El jurado estaba
formado por dos profesores de cada colegio, quienes
no lo tuvieron nada fácil a la hora de tomar una decisión.
Llama la atención comprobar como muchas de estas
redacciones hablaban de este tema presentando la
vida del campo que habían llevado personas
importantes de su familia, los años malos en la
recolección de frutos, el trabajo duro que supone su
propia cosecha y, siempre mirando el cielo, por si en
unos minutos, una mala tormenta estropeaba todo
el esfuerzo de un año entero. Pero estos hombres
eran inteligentes y adivinaron pronto que debían
unirse. Se crearon las cooperativas...
Las galardonadas fueron las siguientes: Primer
premio: Esther Ponz Burdeus (3º ESO, Colegio
Consolación); María Mateo Casas (4º ESO, Colegio
Illes Columbretes). Segundo premio: María Ros García
(3º ESO, Colegio Consolación); Mercedes Oliver
Serrano (4º ESO, Colegio Villa Fátima). Tercer premio:
María M. Miró Gumbau (3º ESO, Colegio Illes
Columbretes); Isabel Ros García (4º ESO, Colegio
Consolación).
Revista de Burriana. Número 12.
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“La unión hace la fuerza:
Las Cooperativas Agrícolas”
Había vuelto el verano y yo me tenía que ir con mis abuelos a Valencia, porque mis padres tenían un viaje;
sólo pasaría un tiempo pero no quería dejar a mis amigos. No voy a negar que era una tierra preciosa llena de
naranjos y más naranjos.
Mis abuelos viven en una alquería rodeada de huertos que dan vida a ese paisaje.
Pasan los días y mis padres me llevan a casa mis abuelos, estaba un poco triste pero en el fondo contenta
por ver a mi familia que no hablaba con ellos desde hacía tiempo. Cuando mis padres se fueron, mi abuelo me llevó
a ver toda la zona.
Era muy grande, el sonido del agua de la fuente, cayendo daba una intensa tranquilidad, el sonido de los
pájaros te hacían sentir mejor y te transmitían esas ganas de vivir, en suma, todo lo que me rodeaba en aquellos
instantes, daba paz y felicidad a todos los que se paraban a observarlo. Conocí a niños de otras Alquerías y vi que
no era la única, cuando llegué otra vez a casa de mis abuelos, me sentía diferente, como si el campo me hubiera
cambiado totalmente.
Pero al día siguiente fue muy diferente, mis abuelos se levantaron temprano para ir a trabajar el campo;
cuando me desperté, fui a buscarlos, estaban muy cansados, habían hecho una faena muy dura para que todos
los cultivos crecieran como se esperaba. La parcela era muy pequeña y sus frutos eran escasos y no daba para
mucho.
Al día siguiente, les ayudé en todo lo que pude, planté algunos naranjos, arranqué las malas hierbas, mientras
mi abuelo pulverizaba y hacía más tareas. Mi abuela regaba sus propias plantas y las hortalizas: tomates, calabazas,
etc...
Por la noche, estaba agotada, había sido un día muy duro. Estuve pensando y llegué a una solución para
este problema: podrían todos los labradores unirse, trabajando uno solo, es muy duro, unidos, será todo mucho
más fácil y el esfuerzo será menor.
Al día siguiente se lo dije a mis abuelos, lo estuvieron pensando y dijeron que era una buena idea pero no
sabían como ponerla en marcha. Fui a casa de algunas personas y les comente ésta propuesta y si querían llegar
a una solución que vinieran a casa mis abuelos.
Vino mucha gente estuvieron hablando sobre el tema y llegaron a un acuerdo: si todos ponían un dinero
mensual, con eso comprarían lo necesario para trabajar el campo, podrían comprar tractores para hacer el trabajo
más fácil y nueva tecnología.
Mis padres vinieron a por mí, ahora era al revés, me daba pena irme pero no podía hacer otra cosa. Había
sido fantástico aquellos días con ellos. Había conseguido mi objetivo: ayudar a mis abuelos.
Han pasado ya algunos años y aquel pequeño grupo de labradores que luchaban por algo mejor, se ha
convertido en una gran cooperativa agrícola. Todos juntos han conseguido sacar más beneficios y que la agricultura
prospere y aumente su calidad y cantidad.
Después de tanto tiempo, me sigo acordando de aquellos días en las tierras valencianas y lo mucho que han
ido mejorando pasados los días gracias a que como dice el lema “La unión hace la fuerza”.
Esther Ponz Burdeus
(3º ESO, Colegio Consolación)
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Las Cooperativas Agrícolas:
La unión hace la fuerza
Me desperté aquel fatídico día sin más preocupación que llegar al huerto y empezar a trabajar. Pero algo
iba a cambiar el transcurso de la jornada, incluso de mi vida.
Me fui a la finca en la que trabajábamos unos cuantos agricultores como yo, que vivían de la tierra desde
que tenían memoria, pues en ella se basaba todo su saber. Pero algo no marchaba bien. Vi como Matías, ni más
cercano compañero, se acercaba par contarme lo que menos hubiese esperado: el día anterior, justo después de
haberme ido yo a casa, nuestro jefe había convocado a todos sus empleados para contarles que tras muchos años
al frente de la empresa más importante de cultivo de naranjas y otros cítricos, había decidido retirarse y vender
sus terrenos en pequeñas parcelas. Evidentemente, esto quería decir que los más de cincuenta agricultores que
trabajaban conmigo (y yo mismo) nos quedábamos sin trabajo, sin poder hacer nada por evitarlo. Se me cayó el
alma a los pies, ¿qué podía hacer? Yo, a mis cuarenta y muchos años, con una familia a la que mantener, no tenía
muchas posibilidades de encontrar trabajo. No podía permitirlo. Llegué a casa pensando que lo que debía hacer
era contárselo a mi mujer, pero cuando vi su cara de alegría al verme llegar, decidí que podría estar al menos un
día más sin saberlo.
Más tarde me dirigí a la habitación de mi hija y estuvimos charlando unos minutos. Ella estaba haciendo los
deberes y me explicó algo que me iluminó la mirada: de pronto, tenía una idea, tal vez descabellada al principio,
pero realizable. Mientras hablaba con ella, vi en su libreta una frase... un lema conocido por mí pero sólo de oídas,
era el lema que me ayudaría a salir del hoyo: “La unión hace la fuerza”. Nada más leerla, sentí que esta frase sería
la solución. Al principio no sabía como, pero tenía la corazonada de que me ayudaría. Empecé a cavilar y pasaron
por mi cabeza algunos pensamientos sin sentido, pero rápidamente se me ocurrió algo mejor: ¿Por qué no unirnos
todos los pequeños agricultores, comprar la empresa y fundar una cooperativa agrícola? Yo tenía mis ahorros, así
que pensé que tal vez asociándonos todos podríamos comprar la empresa y seguir trabajando como hasta ahora,
solo que el negocio sería nuestro.
A la mañana siguiente comencé a movilizarme: llamé a todos mis compañeros y la mayoría estaban de
acuerdo, ya que era mejor esa perspectiva que la de quedarse sin empleo sin más.
Todo ocurrió rápido: en el transcurso de los siguientes días, convocamos una reunión y (esto me produjo
muchísima alegría) casi todos se mostraron de acuerdo.
Después pasaron unas semanas entre abogados, notarios... y finalmente firmamos el contrato que nos hacía
propietarios.
Ahora, cuando siento el temor de que las cosas nos vayan mal, me reconforta saber que no estoy solo.
Para acabar, solo añadir que las cooperativas me han dado esperanza y una solución, y que me siento
afortunado de que aquel día fuese a la habitación de mi hija y leyera aquella frase... La unión hace la fuerza.
María Mateo Casas
(4º ESO, Colegio Illes Columbretes)
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Los miembros del Consejo Rector de la Cooperativa. De izquierda a derecha: Juan Vicente Moros, Director; Urbano José López,
Vocal; Alejandro Patuel, Vocal; Jaime Herrera, Vicepresidente; José Montoliu, Presidente; María José Gaya, Vocal; Eduardo Salas,
Secretario; Juan José Piqueres, Vocal; Juan José Gimeno, Vocal; Juan Agustín Pérez, Tesorero; Vicente Ninot, Vocal; Blas Fandos,
Vocal y Cándido Antonio Ferrer, Vocal.
8- Celebración del Centenario
El día 25 de Septiembre de 2005 cumplió sus
primeros cien años de vida la Cooperativa agrícola
Sant Josep. Fecha tan significativa no podía pasar
sin pena ni gloria para una Entidad tan
entrañablemente unida a los avatares de Burriana,
sobre todo pensando en aquellas personas que en
ese dilatado período de tiempo pusieron trabajo,
esfuerzo e ilusión en llevar adelante un proyecto que
sirviera a la agricultura y a los agricultores de nuestra
ciudad. Por ello y como homenaje a todas esas
personas: socios, trabajadores y rectores se ha llevado
a cabo un programa de actividades que conmemoran
el Centenario y en el que se han incluido actos
específicamente dirigidos a los distintos sectores de
las población.
En consecuencia, se ha creído oportuno que
participaran también dos colectivos muy significativos
en el presente y en el porvenir de Burriana y de la
Cooperativa Sant Josep: los jóvenes y las amas de
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casa. Para los primeros se organizó un concurso de
redacción con el tema ”La unión hace la fuerza. Las
cooperativas agrícolas en Burriana”. Participaron
numerosos alumnos de 3º y de 4º de E.S.O. de los
distintos Colegios e Institutos, siendo los ganadores
Esther Ponz Burdeus del Colegio Consolación en 3º
y María Mateo Casas del Colegio Illes Columbretes
en 4º. Con la Asociación de Amas de casa, colectivo
que mantiene una excelente relación de colaboración
con la Cooperativa, se celebró un Coloquio en torno
a la historia, actividades y servicios de la Entidad,
seguido de una degustación de los productos que se
ofrecen en la Tenda Taula.
Una actividad especialmente dirigida a los
socios y en general a todos los agricultores de Burriana,
fue la celebración de una conferencia técnica sobre
uno de los nuevos problemas que tiene nuestro campo
y que puede ocasionar graves perjuicios: la plaga
conocida como “Poll roig de California”. El catedrático
de la Universidad Politécnica de Valencia, profesor
Ferrán García Marí expuso, con apoyo de numerosas
diapositivas la biología, daños y métodos de lucha
contra esta nueva plaga, siguiéndose a continuación
un animado e interesante coloquio.
El Acto institucional se celebró el viernes, día
2 de Diciembre, siendo destacable la significativa
presencia de autoridades políticas, de la organización
cooperativa provincial, de la agricultura, así como de
los distintos sectores económicos que componen el
tejido social de Burriana. Sería muy larga la lista y
podríamos cometer el error de algún olvido, pero por
citar sólo a los componentes de la mesa presidencial
diremos que estaba ocupada por el Hnble. Conseller
de Agricultura, Pesca y Alimentación, D. Juan Gabriel
Cotino, Ilmo. Sr. Alcalde de Burriana, D. Alfonso
Ferrada, Ilmo. Sr. Vicepresidente de la Diputación
Provincial, D. Ramón Tomás, Sr. Presidente de
Intercoop, D. Juan Cantavella, Sr. Presidente y Sr.
Director de la Cooperativa Sant Josep, D. José
Montoliu y D. Juan Vicente Moros.
El Acto fue realmente muy emotivo como
describiremos brevemente a continuación, pero reseñar
en primer lugar la celebración de una solemne Misa en
recuerdo y sufragio de los socios difuntos de la
Cooperativa, con una brillante intervención del coro
parroquial y una cariñosa homilía de nuestro párroco
y a la vez consiliario D. Pedro Cid, que se refirió a los
orígenes del movimiento cooperativo y su relación con
la Iglesia. A continuación se disparó, como no podía
ser menos, un bonito castillo de fuegos artificiales, con
el anagrama cooperativo y el lema “100 anys al teu
costat”, motivo de la celebración.
Ya en el salón social de la Caja Rural se celebró
el Acto Institucional propiamente dicho, con una
asistencia más que notable de socios e invitados que
llenaban el salón. Intervino en primer lugar el Presidente
de la Entidad, Sr. Montoliu, reseñando el devenir histórico
de la Cooperativa y citando a los hombres que la han
dirigido desde sus inicios, congratulándose asimismo
por el apoyo y la aceptación que los socios y socias
están dando a las nuevas actividades e iniciativas que
oferta la cooperativa. A continuación el Director de la
Entidad, Sr. Moros, eficaz y brillante conductor del Acto,
glosó en sentidas palabras la evolución agrícola
experimentada, repasando desde los tiempos de la
“entoldá” hasta la actual situación con modernos equipos
para el control de plagas y otros servicios agrícolas y
no agrícolas de toda índole, incluidos proyectos de
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ntercooperación, tanto a nivel local como provincial
y cuyos resultados se pueden apreciar con solo ver
la positiva evolución económica de la Cooperativa.
la placa conmemorativa su hija Dª Rosa Ferrandis
Broch, ya que por un impedimento físico no pudo
recogerlo el propio socio.
Posteriormente se les hizo entrega a los
escolares ganadores del Concurso de redacción ya
citado de sus premios correspondientes: tres premios
para los de 3º de ESO y otros tres para los del 4º
Curso.
A continuación, y para terminar el Acto,
pronunciaron elogiosas palabras hacia la Cooperativa
Sant Josep de Burriana y sus socios los distintos
componentes de la Mesa Presidencial: Presidente de
Intercoop, Sr. Cantavella, Vicepresidente de la
Diputación, Sr. Tomás y Sr. Alcalde, D. Alfonso Ferrada,
cerrando el acto con unas frases de ánimo, apoyo y
estímulo nuestro Hnble. Conseller de Agricultura Sr.
Cotino.
Punto central de la conmemoración lo constituyó
el reconocimiento y homenaje a los tres colectivos que
son la esencia misma de la Cooperativa: sus trabajadores,
sus rectores y sobre todo sus socios. En representación
de los primeros se rindió homenaje al trabajador más
antiguo, ya jubilado, D. Vicente Burdeus Llansola. Tres
consejeros coincidieron en el año de inicio de su
participación en la Junta Rectora: D. José Luis Traver
Ros, D. Vicente Monsonís Calpe y D. Eduardo Salas
Gargallo. Finalmente se rindió homenaje al socio más
antiguo, D. Salvador Ferrandis Llopis, recogiendo
30
La Jornada terminó con una degustación de
productos cooperativos, todos ellos existentes en la
Tenda Taula, en la que socios, autoridades e invitados
pudieron departir y celebrar esos primeros “100 anys
al teu costat”.

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