REVISTA CENTENARI para pdf - Cooperativa San Josep Burriana
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REVISTA CENTENARI para pdf - Cooperativa San Josep Burriana
El centenario de la Cooperativa Agricola Sant Josep .........................................03 Jose Montoliu Aymerich. Presidente de la Cooperativa Agricola Sant Josep de Burriana. 1- Cien años de la Cooperativa Agrícola Sant Josep ..........................................05 Juan Vicente Moros Planelles Director de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana 2- Cien años de cultivo de cítricos.....................................................................................09 Juan José Piqueres Recatala Miembro del Consejo Rector de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana 3- Cien años de comercio naranjero ................................................................................13 Vicente Abad García Director Museu de la Taronja 4- Cien años de cooperativismo ..........................................................................................19 José Luis Traver Monfort Director Caixa Rural Sant Josep de Burriana. 5- Cien años de intercooperación ......................................................................................21 Pascual V. Romero Secretario General del Grupo Intercoop 6- Que cents anys dure ..............................................................................................................23 Josep Palomero i Almela Vicepresident Real Academia Valenciana de la Llengua 7- Premios del Concurso Literario ......................................................................................25 8- Celebración del Centenario ..............................................................................................28 01 El centenario de la Cooperativa Agricola Sant Josep Jose Montoliu Aymerich. Presidente de la Cooperativa Agricola Sant Josep de Burriana. El día 25 de Septiembre de 2005 ha cumplido nuestra Cooperativa agrícola los primeros cien años de su existencia y, aunque en estos últimos tiempos nuestra agricultura no está pasando precisamente por sus mejores momentos, nos creemos en la obligación moral de conmemorarlo o al menos rememorarlo, aunque sea modestamente, como muestra de respeto y gratitud a todas las personas que dedicaron su tiempo, esfuerzo e ilusión a que la Cooperativa pudiera cumplir sus fines, que no son otros que servir y ser útil a la agricultura y a los agricultores de nuestra ciudad. En nombre y representación de esas personas quiero citar a los presidentes de la Entidad, que aunque bajo distintas denominaciones oficiales (Gremio de Labradores, Círculo Católico Obrero y Sección de Cultivo del Sindicato Agrícola Obrero) han ocupado los cargos de máxima representación . Estas personas han sido: D. Enrique Peris Enrique, D. José Ballester, D. Francisco Figuerola Domingo, D. Antonio Burgaleta Bigne, D. Bautista Monfort Granell, D. Domingo Claramonte Felis, D. José Ramón Gimeno Enrique y D. Vicente Ferrandis Llopis. Así mismo, los presidentes desde la transformación del precedente anterior: el Sindicato Agrícola Obrero a la actual Cooperativa Agrícola Sant Josep, tras su adaptación a la nueva ley de Cooperativas de 1.942 y su Reglamento de 1.943, aprobados en el mes de Julio de 1.944 han sido: - D. Bautista Monsonís Daudí: desde el 16/11/1.939 hasta el 30/1/1.944 - D. Ramón Domingo García Vidal: desde el 30/1/1.944 hasta el 29/2/1.948 - D. Vicente Tarancón Fandos: desde el 29/2/1.948 hasta el 23/10/1.949 - D. Ramón Domingo García Vidal: desde el 23/10/1.949 hasta el 12/3/1.950 - D. David Monfort Domingo: desde el 26/3/1.950 hasta el 3/5/1.971 - D. Manuel Sanchis Aymerich: desde el 21/5/1.971 hasta el 3/4 /1.987 - D. José Montolíu Aymerich: desde el 5/5/1.987 03 Pero si realmente la cooperativa tiene su razón de ser es precisamente por sus socios, siendo uno de los fines económicos de la misma, tal vez el más significativo, “el suministro de aperos y maquinaria, abonos, plantas, semillas, animales y demás elementos necesarios para la producción agropecuaria”, tal como dicen sus Estatutos. Pero también nuestra Entidad ha sabido adaptarse al nuevo signo de los tiempos, aprovechando la polivalencia que nos permitía la nueva legislación para ofrecer nuevos servicios y actividades con que complementar los meramente agrícolas, ofreciendo la imagen de una Empresa moderna y emprendedora, a la vanguardia de las cooperativas agrícolas de nuestro entorno. La idea que tenemos de la Cooperativa no empieza y termina en ella y con ella misma. Estamos abiertos y deseosos de participar y colaborar en proyectos y actividades más amplios. En este sentido estamos integrados tanto en un convenio de intercooperación e integración de actividades cooperativizadas, mediante una Sección de Cultivo en común, que aglutina a los socios de las Cooperativas S. José y Burexport, como participando en proyectos y actividades en colaboración con otras Entidades y Organizaciones, a nivel local ( Mostra de Qualitat Agroalimentaria, Asociación de Amas de casa, etc ), y a nivel provincial (proyecto El Magranar de desarrollo rural). Por ello quiero invitaros, una vez más, a que consideremos y sintamos a la Cooperativa Agrícola Sant Josep como lo que realmente es: nuestra cooperativa, la empresa de la que todos los socios somos dueños de un trocito de la misma y todos 04 debemos sentirnos partícipes y corresponsables de su andadura. Me siento, y creo que todos podemos sentirnos satisfechos de ver por nuestra cooperativa no sólo a los tradicionales agricultores en demanda de los productos y servicios que precisan para sus campos, sino además de ellos a otros socios y socias visitar la Tenda Taula o repostar combustible en la gasolinera o en el lavadero de vehículos o adquiriendo plantas en el Centro de jardinería o asistiendo a Cursos de formación agrícola, etc. La Cooperativa os ofrece esta publicación como resumen y recordatorio de los Actos realizados para conmemorar el Centenario de su nacimiento y con el deseo de que futuras generaciones puedan conocer y contar con una información y un material gráfico con el que se escribió el día a día de nuestra Entidad. No quiero terminar este saludo sin dejar constancia del agradecimiento mío personal y del Consejo Rector a los trabajadores de los distintos departamentos de la Cooperativa, que por esta Casa han pasado dejando siempre patente su laboriosidad y bien hacer. A todos pues, socios, trabajadores y directivos, mi agradecimiento por vuestro apoyo a las iniciativas y nuevos servicios de la Cooperativa, con la seguridad de que a estos cien primeros años seguirán otros muchos en que nuestra Entidad pueda seguir siendo útil a todos los agricultores y a Burriana en general y que este primer Centenario será un acicate, un reto de mejora permanente del actual y futuros Consejos Rectores de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana. 1- Cien años de la Cooperativa Agrícola Sant Josep 1.- BREVE REPASO DE NUESTRA HISTORIA. Después de una dilatada existencia, la Cooperativa Sant Josep de Burriana, se prepara para conmemorar sus 100 años de vida. Por ello, el Consejo Rector ha querido preparar este artículo, en el que relatamos sus orígenes y la Cooperativa actual. Así pues, en primer lugar vaya por delante una breve pero clara y concisa visión retrospectiva, partiendo de sus dignos antecedentes históricos, que ponen de relieve los principales hitos que han marcado las distintas etapas de su andadura. El 5 de diciembre de 1883 se fundó el Circulo Católico Obrero, en cuyo seno, el 27 de noviembre de 1904, se constituyó el Gremio de Labradores de San Isidro. De la transformación de éste, el 25 de septiembre de 1905, se creó, el Sindicato Agrícola Obrero. El antecedente más próximo de la cooperativa es éste “Sindicato Agrícola-Obrero”, cuyos estatutos fueron aprobados en 1905, inspirados en los Círculos Obreros Católicos, cuya existencia fue efímera, pues ya el 5 de junio de 1906, la Asamblea General Extraordinaria aprueba los estatutos del nuevo “Sindicato Agrícola - Obrero de Burriana”, al amparo de la Ley de Sindicatos Agrícolas de 1906. Con ello, comienza en realidad la historia del cooperativismo en nuestra ciudad. El Sindicato Agrícola es el prototipo de cooperativa integral. Estructurado en secciones, permite la realización de fines religiosos, instructivos, sociales y económicos, y entre estos últimos, diversas actividades que podemos agrupar en tres objetivos: las propias de la actividad agrícola y ganadera, el crédito agrícola y la mutualidad, el seguro y la previsión, cada una con su propio reglamento. Algunas actividades concretas se establecen con posterioridad, como ocurre con la Sección de cultivo, cuyo Reglamento se aprueba en 1928. El siguiente paso significativo en la estructura corporativa, se produce con la adaptación de los estatutos del Sindicato Agrícola-Obrero de Burriana a la nueva Ley de Cooperativas de 1942 y a su Reglamento de 1943, aprobados en Asamblea General de Julio de 1944. Es a partir de ahora cuando adopta la denominación de “Cooperativa Agrícola San José de Burriana” que ha perdurado hasta nuestros días. Uno de los objetos sociales de la cooperativa, contemplaba los fines económicos de la misma, consistente en el suministro a sus socios de aperos y maquinaria, abonos, plantas, semillas, animales y demás elementos necesarios para la producción agropecuaria y otros. Además se contempla el crédito agrícola, con el establecimiento de la Caja Rural de Crédito o continuación de la ya existente dentro del Sindicato Agrícola. 05 La Cooperativa Agrícola San José de Burriana y su Sección de Caja Rural, como entidad unitaria con personalidad jurídica única, continuó prestando sus imprescindibles servicios a la agricultura y a los agricultores de Burriana, hasta diciembre de 1968 en que la Asamblea General aprobó los estatutos de la denominada “Cooperativa de Crédito - Caja Rural San José”, momento a partir del cual se produce el desdoblamiento societario y corporativo entre la Cooperativa Agrícola y la Caja Rural, ambas “San José de Burriana”. Posteriormente, la Cooperativa ha ido adaptando sus estatutos a la legislación vigente, destacando la modificación de 1998. Esta fue sin duda la más importante de la historia reciente, puesto que permitió la conversión de la Cooperativa en “POLIVALENTE”, dejando de ser puramente agrícola, para pasar a realizar aquellas actividades que los socios demanden dentro de las posibilidades de la misma. Esto ha permitido que en los últimos 10 años, incorporando nuevas e importantes actividades a sus ya conocidas y tradicionales, la Cooperativa ha conseguido que después de 100 años de vida, y aún con el agravante que ocasiona la difícil situación por la que atraviesa la agricultura, su principal actividad, haya logrado adelantarse a los acontecimientos, 06 asegurando su continuidad mediante la diversificación de sus actividades. Actualmente se ofrecen un amplio abanico de suministros y servicios, que hacen de la Cooperativa una empresa moderna y emprendedora, posicionándola además a la vanguardia de las Cooperativas de Suministros de nuestra provincia, siendo referente para el sector Cooperativo al que pertenece. 2.- ACTIVIDADES DE LA COOPERATIVA. A) SUMINISTROS Y SERVICIOS AGRÍCOLAS: La Cooperativa dispone de todos los productos necesarios para la agricultura, ofreciendo además toda clase de servicios agrícolas (plantación de naranjos, abonado y transporte, poda y quema de leña, pulverizaciones, etc.), tanto por petición puntual (a la carta), como por dirección de fincas (procura), habiendo creado junto a la Cooperativa Burexport un grupo de cultivo en común, con el consiguiente beneficio para los socios de ambas entidades. B) RIEGO: Realiza proyectos e instalaciones de riego por goteo, tanto para agricultura como para jardinería, programas de fertirrigación y mantenimiento completo en fincas o jardines con riego localizado. C) ASESORAMIENTO TECNICO: Dispone de un servicio técnico que atiende las consultas de temas agrícolas y jardinería, orientando los trabajos, incluso realizando visitas al campo o jardín, para su correcto diagnóstico. D) SERVICIO DE ANALISIS AGRICOLAS: Ofrece el servicio completo de análisis agrícolas de suelos, aguas, hojas, fertilizantes, residuos de plaguicidas etc. E) SEGUROS: La Cooperativa, actúa de agente y gestiona las pólizas de seguros de cosechas. Encontrándose preparando un nuevo servicio para ofrecer toda clase de seguros, bajo la supervisión de nuestra correduría de InterCoop. F) TRAMITACION DE SUBVENCIONES: Se tramitan las subvenciones de la Consellería d’Agricultura, en estrecha colaboración con la OCAPA “Plana Alta”. G) JARDINERIA: Dispone de una amplia gama de plantas y utensilios para jardín y piscina, ofreciendo los servicios de proyectos, instalaciones y mantenimiento de jardines. H) SECCION DE CONSUMO E HIDROCARBUROS: En mayo de 2001 se crea esta Sección, que engloba: 1) La Gasolinera: ofrece el suministro y servicio de Carburantes, además de Gas Butano y Propano, pudiendo servir todos ellos a domicilio. 2) La "Tenda Taula": proyecto de InterCoop, bajo el lema “Selecció de Productes Cooperatius”, ofrece una amplia gama de productos de máxima calidad, complementándose con una sección de ferretería, regalo, piscinas, jardín, utensilios y vestuario para el campo, droguería, complementos para coche, piensos, etc. 3) El Centro de Lavado de Vehículos: dotado de 3 pistas de agua caliente a presión y dos aspiradoras. I) FORMACION A SOCIOS Y TRABAJADORES: Se ha ofrecido a los socios, la formación oportunamente necesaria en cada momento, llegando a ser en estos últimos años, una de las máximas prioridades de la Cooperativa, contando con un número muy importante de asistentes en el total de la programación realizada. Cabe resaltar la celebración de las Jornadas Técnicas sobre Citricultura (9 ediciones), las Conferencias de la “Mostra de Qualitat Agroalimentaria” y muchas más, además de cursos sobre temas agrícolas, prevención de riesgos laborales y otros, en colaboración con InterCoop y los organismos de la Generalitat Valenciana. 07 Como conclusión, destacar que la Cooperativa Sant Josep de Burriana es pionera y líder en aspectos tan destacables como: Su capacidad de anticiparse al futuro, iniciando un proyecto de diversificación de actividades, como medio para mantener "viva y dinámica" la Cooperativa. Ser impulsora de proyectos de Intercooperación e integración de las actividades cooperativas, con la puesta en marcha de una Sección de Cultivo que aglutina a los socios de 2 Cooperativas (Sant Josep y Burexport). Su preocupación por el entorno local y provincial, a través de su implicación con entidades como el Magnífico Ayuntamiento de Burriana (Mostra de Qualitat Agroalimentaria), Asociación de Amas de Casa de Burriana y el Grupo Cooperativo Intercoop, participando además en proyectos de desarrollo rural (“El Magranar”). Y su preocupación por el bienestar de sus trabajadores, tanto en seguridad a través de la prevención de riesgos laborales, como en satisfacción profesional, facilitándoles toda la formación que precisan o demandan. Como un signo más de la modernidad con la que se 08 pretende impulsar la cooperativa, se ha construido una página Web, “www.cooperativaburriana.com”, con la información más completa sobre la Cooperativa, su historia, situación actual, productos y servicios, etc. Juan Vicente Moros Planelles Director de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana 2- Cien años de cultivo de cítricos Para rememorar lo que han sido los cien años de vida de la Cooperativa agrícola S. José de Burriana con relación a los distintos sectores de la actividad económica de nuestra ciudad, vamos a exponer algunos aspectos de la evolución de la agricultura en paralelo a la de la Cooperativa, pues no en balde la agricultura, citricultura en nuestro caso al ser prácticamente un monocultivo en Burriana, ha sido el sector económico del que de una u otra manera todos dependíamos y era el motor económico de nuestra ciudad. Para ello vamos a repasar los distintos factores productivos y ver cómo han ido evolucionando a lo largo de esos cien años. 1.- PIES Con relación a los pies, patrones o portainjertos, la citricultura podemos dividirla en tres etapas: A) Las primeras plantaciones se realizan sobre naranjo dulce (Citrus sinensis) y sobre cidro o poncil (Citrus médica). Estos pies, debido a su gran sensibilidad ante el hongo Phithophtora que produce su decaimiento y muerte, enfermedad que en la época es conocida como mal de goma, goma del naranjo o enfermedad del naranjo, desaparecen en la primera mitad del siglo pasado. B) Los pies anteriores son sustituidos por el naranjo borde, agrio o amargo (Citrus aurantium), que además de tolerar mejor al hongo citado, tiene una muy buena adaptación a distintos tipos de suelos y produce fruta de excelente calidad. Pero en la segunda mitad del siglo XX aparece y se difunde con rapidez el virus de la Tristeza, enfermedad a la que son sensibles las variedades injertadas sobre dicho pie, produciendo su muerte, por lo que es sustituido por otros pies. C) Estos pies tienen la particularidad de que aún siendo infectados por el virus de la Tristeza, las variedades sobre ellos injertadas vegetan y producen con normalidad, tolerando o resistiendo su presencia sin efectos negativos. Entre ellos cabe citar a los Citranges Troyer y Carrizo, Mandarino Cleopatra, Citrumelo, Citrus Volkameriana, etc. que son los que estamos utilizando actualmente 09 2.- VARIEDADES Si bien el abanico varietal con el que se inicia la citricultura es más bien escaso, a base fundamentalmente de blancas y sanguinas, a partir de los años 20 y 30 tiene lugar la introducción de variedades extranjeras, como las naranjas Washington Navel, Valencia Late, la mandarina Temple o el pomelo Marsh. A partir de los años 30 se inicia el cultivo de las mandarinas: Satsumas, King, Dancy, etc. Se introduce y se generaliza rápidamente el cultivo de clementinas. Con posterioridad el espíritu observador de los agricultores, el interés de los viveristas y la tecnología de nuestros Centros de investigación han permitido seleccionar un gran número de mutaciones, con las que queda cubierta prácticamente toda la campaña. Finalmente, en las últimas décadas del siglo XX, se produce una nueva introducción de variedades extranjeras, híbridos de mandarino, como Nova, Fortune, Ortanique, Ellendale, etc y de naranjas: Navel Lane Late, Cara Cara, Powel, Delta, etc. No me resisto a citar textualmente, por ser de total actualidad, la opinión del ingeniero agrónomo D. Rafael Font de Mora, que en los años 30 ya advertía que “ la aclimatación de variedades que en otros países gozan de justa fama, es uno de los medios que pueden y deben ser empleados para la mejora de los naranjales, pero debe el agricultor ser cauto en esta cuestión, pues realizar plantaciones a gran escala de variedades extranjeras pudiera llevarle al fracaso, ya que pudieran perder en nuestras condiciones de clima y suelo sus caracteres originarios.” Continúa afirmando que “ el mejoramiento de nuestros naranjales ha de basarse en la obtención y mejora de variedades, aprovechando especialmente las indígenas, muchas de ellas excelentes y buena prueba de ello es que las tenidas en mayor estima en América son de origen español y sólo deben a los americanos el nombre y una ligera selección, ya que fueron allí introducidas por los franciscanos José de Gálvez y el padre Serra al fundar las misiones “ 3.- FERTILIZACION Si bien a principios del siglo XX aún predominan los abonos orgánicos: en verde o de origen vegetal (fabó, pesolina, etc) y de origen animal (estiércoles, gallinaza, palomina, etc), hay una clara tendencia a la 10 creciente utilización de minerales: nitrato sódico (de Chile), cálcico (de Noruega) y sulfato amónico, complementándose con sulfato de cal (yeso) y sulfato de hierro (caparrosa verde). Un grave problema , ocasionado por las guerras tanto la española como las europeas, lo constituyó el desabastecimiento en abonos para la necesaria fertilización de los huertos, máxime tras los daños producidos por las heladas. Un avance en este aspecto lo constituyó el hecho de disponer de una mayor diversidad de materias químicas para la nutrición vegetal, tanto nitrogenadas, como fosfatadas y potásicas. A ello se sumó la fabricación de abonos complejos, en los que en cada gránulo se aportan los tres nutrientes principales: NP-K y en la misma proporción o equilibrio. La última novedad consiste en la existencia de abonos nitrogenados con inhibidores de la nitrificación, tipo diciandiamida (C.D.C.), D.M.P.P., u otros que permiten reducir las pérdidas de nitrógeno, mejorando su absorción y disminuyendo las contaminaciones por nitratos en los acuíferos y aguas subterráneas. 4.- RIEGOS Una característica de los riegos en nuestra población y en el resto de La Plana ha sido su buena administración, constituyendo un ejemplo de ello la regulación de los caudales de nuestro río Mijares, mediante el reparto establecido con la conocida sentencia del Conde de Ribagorza. En la primera mitad del siglo XX además del tradicional riego con agua procedente de río, se instalan los primeros motores en pozos para elevar aguas subterráneas, en previsión de posibles períodos de sequía o en huertos de secano reconvertidos a regadío. En la década de los 70 se realizan las primeras instalaciones de riego por goteo de alta frecuencia, que al permitir una dosificación más controlada de agua y nutrientes, sobre todo de nitrógeno, disminuyen las pérdidas de dicho elemento, mejorando su eficiencia y evitando la contaminación de los acuíferos. El último paso en esta materia lo constituye el establecimiento de programas de fertirrigación, adaptando el uso de la informática a una mejor adecuación de los abonos a las necesidades reales del huerto. 5.- MANTENIMIENTO DEL SUELO El laboreo del huerto se realizó tradicionalmente a mano: labor de cava a la salida del invierno, seguido de binas, durante primavera y verano, tras los riegos. Ello conlleva un esfuerzo humano y un costo cada vez menos asumible, por lo que se hacen intentos de introducir la maquinaria en el laboreo de los huertos (“pequeños tanques”) que no prosperan ni por lo tanto se generaliza su uso. En un segundo intento se ensayan tímidamente los herbicidas, pero sus resultados fueron en un principio tan poco satisfactorios que continuaron utilizándose los métodos tradicionales. No obstante, la necesidad y el empeño en adaptar la maquinaria a las características de los huertos, hacen que se introduzcan paulatinamente que en ocasiones provocan graves desequilibrios biológicos entre las plagas a combatir y sus parásitos o depredadores. Una gran novedad lo constituye el logro de emulsiones de aceite con gran eficacia insecticida, destacando la firma americana Volk; pero aún así continúa utilizándose la fumigación con el cianhídrico. Hacia finales de siglo se impone el concepto de “lucha integrada”, compatibilizando la necesaria aplicación de productos químicos, con la lucha biológica. En definitiva se trata de producir cosechas compaginando el control de las plagas con una nula contaminación del entorno y un bajo nivel de resíduos en los frutos. los motocultores: motocavadoras y rotovators, que ahora sí, permiten su utilización con los estrechos marcos de plantación existentes y combinando sus buenos rendimientos con la eficiencia del trabajo que realizan. Paralelamente aparecen, se ensayan y son cada vez más utilizados los herbicidas selectivos para el control de las malas hierbas, dando lugar a distintos sistemas de mantenimiento del suelo, desde el no cultivo total al semi no laboreo y al cultivo mixto. 6.- PLAGAS, ENFERMEDADES Y TRATAMIENTOS FOTOSANITARIOS Las plagas que más preocupaban a los primeros cultivadores de cítricos eran las cochinillas, sobre todo la serpeta y la mosca de las frutas o del Mediterráneo. Posteriormente van apareciendo nuevas plagas, como el cotonet, la cochinilla acanalada, ácaros, pulgones, etc ampliándose la lista hasta las últimamente introducidas: mosca blanca (1.970), ácaro rojo (1.981), minador de las hojas (1.994), piojo rojo de California (1.999). La enfermedad por antonomasia de los cítricos ha sido la producida por el hongo Phithophtora, conocida desde sus orígenes como mal de goma, goma del naranjo o enfermedad del naranjo, así como la negrilla. En cuanto a las enfermedades viróticas se conoce la Psoriasis desde los años 30 y la Tristeza aparece en la década de los 50, pero entonces eran desconocidos su origen y etiología. Posteriormente se identifican la Exocortis, Xiloporosis, Woody Gall, etc Desde siempre la lucha biológica ha sido fundamental en el control de las plagas y ampliamente recomendada y utilizada, tal como lo continúa siendo hoy en día. En la primera mitad del siglo XX comienza la lucha química, pero en sus inicios no tiene gran aceptación por dos inconvenientes que limitan su uso: la poca eficacia de los productos utilizados y los problemas de quemaduras que producen a causa de su fitotoxicidad. Por el contrario es ampliamente utilizado el tratamiento a base del gas cianhídrico (“entoldá”) no sólo por el buen control de plagas que realiza, sino por la magnífica reacción fisiológica que provoca en el arbolado A mediados de siglo los descubrimientos en el campo de la química, poniendo en el mercado nuevas moléculas, hacen que se intensifique de forma tal vez desmesurada el uso de productos químicos (pesticidas), 7.- ECONOMIA No cabe duda que el cultivo del naranjo en nuestro término municipal vino a revalorizar el precio de los huertos, tal como nos dicen crónicas de aquellos tiempos, pues huertos comprados a 125 pesetas por hanegada, se vendieron poco después a más de 2.000 pesetas. Ello produjo un aumento de la superficie plantada, aterrándose el Estany Colombrí y adecuándose las zonas de marjalería en les Alqueríes de Ferrer y el Clot de la Mare de Déu. A principios del siglo XX los naranjos ocupan ya el 85 % del término municipal de Burriana. La época entre las dos grandes guerras mundiales trajo unos buenos resultados económicos, fruto de los cuales fue el establecimiento en Burriana de gran número de comercios de exportación, como nos describe en otro artículo el historiador Sr. Abad García y que en nuestra ciudad tuvo una clara repercusión a todos los niveles. Con posterioridad, décadas de los 40, 50, etc., la economía naranjera sufrió grandes altibajos como consecuencia, tanto de nuestra guerra civil como de la mundial, que si por un lado paralizó nuestras exportaciones, por otro provocó el desabastecimiento de abonos, especialmente nitrogenados. Además en esa época se produjeron fuertes heladas que causaron graves pérdidas en cosechas y arbolados (1.946 y 1.956) 8.- LA CITRICULTURA EN LOS INICIOS DEL SIGLO XXI Se generaliza la contratación de Seguros Agrarios contra heladas, pedriscos y vientos, con distintas opciones según riesgos asegurados, períodos, precios, etc. Tiene un gran auge el cooperativismo agrario, con la aparición de Organizaciones de Productores de Cítricos (O.P.C.) como instrumentos básicos para la aplicación de las O.C.M. (Organización Común de Mercados) de la Unión Europea mediante las que los agricultores pueden acceder a las ayudas para la industrialización de los cítricos (zumos y gajos), así como para la retirada o intervención de producciones excedentarias destinadas al ganado o para su destrucción. La citricultura, al igual que sucede en otros sectores productivos, ha experimentado una serie de 11 avances de extraordinaria importancia, a lo que han contribuido de una forma decisiva unos Centros de investigación y estudio de primerísima línea mundial: I.V.I.A (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias), Escuela de Agrónomos de la Universidad Politécnica de Valencia, Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos, etc.. A modo de ejemplo podemos citar los siguientes: ✓ Pies enanizantes: inducen la reducción del tamaño de los árboles, lo que permite reducir los gastos de cultivo, haciendo más fácil y rápida la recolección, disminuyendo gastos de poda, mejorando así mismo la eficacia de los tratamientos fitosanitarios. De los 243 híbridos en estudio algunos de ellos ya están reproduciéndose en los Viveros Autorizados de cítricos, tales como los FA 5 y el FA 18. ✓ Abonos que permiten reducir las pérdidas de nitrógeno, mejorando su absorción y disminuyendo contaminaciones por nitratos en acuíferos y aguas subterráneas, por medio de inhibidores de la nitrificación, como la diciandiamida (C.D.C.), D.M.P.P., etc. ✓ Programas informatizados de fertirrigación, FERTICIT, en el que se pone a disposición de los agricultores los últimos avances en nutrición vegetal con la rapidez, seguridad y versatilidad de cálculo de los ordenadores. ✓ Producción integrada: Se trata de una serie de normas y reglamentos para la obtención de cosechas de cítricos compaginándolas con una nula o mínima contaminación del entorno y un bajo nivel de residuos en los frutos, lo que debe traducirse en una mejor valoración de las mismas. ✓ Programa de biotecnología: Los programas de ingeniería genética tienen como objetivo la mejora de nuestro material vegetal y concretamente las líneas de investigación en las que se está trabajando actualmente en la mejora de los cítricos son: - Obtención de variedades sin semillas por medio de los híbridos triploides, que al ser generalmente estériles, no las producen, lo que evitaría la temida “pinyolá”. - Obtención de nuevos patrones, por medio de la fusión de protoplastos, que den lugar a plantas con los caracteres deseados de los dos progenitores. - Transformación genética, que introduciendo genes específicos pueden producir plantas que mejoren su comportamiento frente a f i s i o p a t í a s , s u p ro d u c t i v i d a d o l a s características del fruto (calibre, color, precocidad, etc) N o q u i e ro t e r m i n a r e s t a p e q u e ñ a colaboración sin rendir un afectuoso recuerdo a aquellos que a lo largo de estos cien años han dirigido nuestra querida Cooperativa S. Josep, en ocasiones en circunstancias realmente muy difíciles, y sobre todo a los socios, prácticamente todas las familias de Burriana, verdaderos artífices de lo que ha sido y es nuestra Entidad hoy en día. Juan José Piqueres Recatala Miembro del Consejo Rector de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana 12 3- Cien años de comercio naranjero Borriana entró con buen pie en el siglo XX pues apenas iniciada la nueva centena la hasta entonces villa fue distinguida con el título de ciudad por la reina Maria Cristina. En el Real Decreto que consagraba el nuevo estatus ciudadano, de fecha 4 de julio de 1901, se justificaba la concesión real en base al aumento de población y a la “importancia agrícola, industrial y comercial” de Borriana. Centrándonos en este último aspecto resulta evidente el fuerte desarrollo experimentado por el comercio de exportación de naranja en Borriana a partir de la segunda mitad del siglo XIX. En efecto, según una publicación de la época ya en 1862, entre los meses de noviembre y junio, en la playa de Borriana fondeaban muchos días “6 u 8 vapores ingleses cargando cajas de naranja, sin contar los de menor porte que la embarcan a granel”. Pero fue a partir de 1870 cuando el comercio borrianense experimentó un fuerte crecimiento que llevaría a nuestra playa a convertirse, después del puerto de València, en el segundo punto de salida de la naranja que se enviaba a Europa. Para hacernos idea de la importancia de este comercio bastan unas cifras referidas al cuatrienio 1877-1880, periodo en que se exportaron desde España entre 80.000 y 97.000 toneladas anuales de naranja de las que unas 30.00035.000, más de la tercera parte, salieron de los almacenes de Borriana. Una participación que se mantendría a esos niveles con el nuevo siglo y así, por ejemplo, en 1908 se exportaron en España 387.000 toneladas de las que 116.000, el 30 por cien, se enviaron desde nuestra playa. Así pues el privilegio real venía a reconocer la importancia de Borriana en el crecimiento de una actividad económica que ya se había convertido en el principal capítulo de la balanza comercial española, primacía que seguiría ostentando hasta que a finales de los años cincuenta el turismo y las remesas de los emigrantes ocuparon su lugar. Pero no adelantemos acontecimientos y volvamos al comienzo del siglo para encontrarnos con unos paisanos lanzados a la conquista de los mercados europeos, en medio de un clima de euforia generalizada que ni siquiera se alteró por la incidencia de algunos graves problemas con que tuvieron que enfrentarse. Hasta 1914 todas estas dificultades fueron debidas a accidentes atmosféricos, el primero de los cuales llegó en marzo de 1901, cuatro meses antes del decreto real, en forma de una fuerte helada que hizo que la campaña se convirtiera en un auténtico un desastre comercial. Las pérdidas fueron especialmente graves entre los agricultores, que cansados de llevar siempre la peor parte comenzaron a buscar para sus males en la cooperación, una fórmula que sus defensores consideraban la más idónea para que al agricultor le llegaran los beneficios de la comercialización de sus cosechas. También en este terreno fue pionera Borriana y en febrero de 1903 se creó en nuestra ciudad la primera cooperativa de exportación de naranja de 13 España. “La Liga de Cultivadores”, así se llamaba, tenía como objetivo la comercialización de la cosecha de las 6.000 hanegadas de sus 228 socios, para lo que disponía de tres almacenes de confección. La “Liga”, presidida por Joaquín Péris Fuentes, trató de demostrar en la práctica las ventajas de la exportación cooperativa y en la campaña 1907-1908 anunció que había liquidado la naranja a un precio medio de 15 pesetas el millar “mientras que el comercio las ha adquirido a unas 13 pesetas”, pero en los años siguientes ya no hizo públicos sus resultados, lo que induce a pensar que no debieron ser excesivamente favorables. Sin embargo lo peor estaba por llegar y lo hizo en 1905 con otra helada de grandes proporciones que dejó en mantillas a su antecesora. Los fríos fueron tan intensos y tan grande su repercusión sobre la economía de Borriana, que la sabiduría popular las inmortalizó en una copla que decía así: “L´any de mil nou-cents cinc ai quin any més desgraciat!, mos s´ha gelat la taronja i els melóns mos s´han pollat” Todo parece indicar que así como la helada de 1901 fue hasta cierto punto determinante en la creación de la “Liga de Cultivadores”, la precaria situación de la agricultura borrianense como consecuencia de los fríos de 1905 debió influir sin duda en el ánimo de los impulsores del “Sindicato Agrícola Obrero”, constituido el 25 de septiembre de 1905, en cuyo seno se creaba una Cooperativa de Consumo para la venta de productos agrícolas e industriales (principalmente abonos e insecticidas). Asimismo se preveía la constitución de una Caja de Crédito Popular y Socorros Mutuos, que vio la luz en 1910 bajo el nombre de Caja Rural de Imposiciones y Préstamos con la finalidad de fomentar el ahorro y de combatir la usura, un mal endémico de la época que gravitaba como una losa sobre los pequeños agricultores. 14 En su deseo de ayudar a los agricultores naranjeros el Sindicato Agrícola Obrero también exploró la vía de la exportación a través de las cooperativas, creando en 1908 una de este tipo, la “Protección Agrícola”, con la intención de comercializar directamente las naranjas de sus asociados. De todos modos fueron proyectos efímeros pues el movimiento cooperativo de principios de siglo fue testimonial y duró mientras persistieron los problemas. La exportación estaba completamente en manos de los comerciantes (en realidad en las de importadores y navieros) y los labradores preferían vender sus naranjas a aquellos, y mejor si era a ojo, en vez de asumir riesgos comerciales. Además era un negocio en continua expansión que, pese a las incidencias climatológicas, continuaba creciendo año tras año. Un negocio en el que brillaban con luz propia los comerciantes de Borriana, proveedores incansables de naranja en los mercados británicos, de alguno de los cuales, el de Liverpool, eran los principales abastecedores. El crecimiento de la exportación de naranja se prolongó durante más de una década hasta alcanzar en 1914 las 500.000 toneladas, de las que más de 100.000 salieron de nuestra ciudad. Pero los comerciantes de Borriana no se limitaron a exportar los frutos del término municipal si no que, como la naranja de la Plana no maduraba hasta diciembre marchaban todos los años hacia las comarcas del sur de fruta más primeriza para hacer allí la primera temporada. Fue una intensa emigración temporal fruto de la agresividad comercial de los exportadores borrianeros que se dispersaron a los largo y ancho del país llevando consigo a sus propios trabajadores, expertos en los trabajos de almacén que ayudaron a difundir prestando así su inestimable ayuda a la normalización de dichas tareas. Entre estos expertos destacaron los encargados de almacén y aún en los años setenta del pasado siglo los mejores almacenes de la Ribera y la Safor tenían al frente a un “encarregat” de Borriana, lo que era garantía de trabajo bien hecho. Fueron unos años de euforia en los que el crecimiento económico parecía no tener fin, que terminaron bruscamente con el comienzo de la Gran Guerra. En ella los beligerantes introdujeron un nuevo concepto, la guerra económica destinada a aislar comercialmente al enemigo, que redujo drásticamente el comercio internacional y fieles a este objetivo mientras la marina de guerra británica bloqueaba los suministros a los Imperios Centrales, los submarinos alemanes (uno de los últimos inventos bélicos) perseguían a los buques aliados. Las consecuencias de esta actitud sobre el comercio de la naranja fueron desastrosas y su exportación se redujo drásticamente pasando del medio millón de toneladas de 1914 a 170.000 en 1918. En una ciudad como Borriana dedicada exclusivamente a la naranja los efectos de la crisis fueron devastadores, Los buques mercantes huyeron de nuestra playa, en donde eran blanco fácil para los submarinos, imposibilitando el envío de naranja con la consiguiente paralización de la actividad exportadora (baste decir que se pasó de 266 barcos en 1914 a 12 en 1918). Así las cosas la agricultura fue la primera en sufrir las consecuencias: caída de los precios en el campo y elevación abusiva de los de abonos e insecticidas dejaron descapitalizados a los labradores que se vieron obligados a reducir al mínimo los trabajos en sus propiedades. Cierre de almacenes por parte del comercio y disminución de los trabajos agrícolas dieron como resultado una situación de paro desconocida hasta entonces en Borriana y que dio lugar a las violentas protestas de marzo de 1917 hechas al grito de “barcos, pan y trabajo”. Paro y emigración fueron las cargas que tuvo que soportar el proletariado borrianense en unos años en los que por vez primera se evidenció el peligro de depender de una economía basada en un solo producto, pero los problemas se olvidaron cuando 1918 se firmó el armisticio a la espera de que la paz restableciera el orden económico existente antes del conflicto bélico. Y eso era precisamente lo que pensaban hacer los vencedores aprovechando entre otras cosas las sanciones económicas que habían impuesto a Alemania. Libertad de comercio y monedas basadas en el patrón oro, por tanto sobrevaluadas, eran el escenario idóneo para que se reactivara el comercio internacional, oportunidad que aprovechó a fondo la exportación de naranja que en 1930 alcanzó por primera vez el millón de toneladas. Para ese trabajo allí estaban una vez más los comerciantes de Borriana, cuyo número creció hasta alcanzar en 1925 la cifra de 362 “exportadores y confeccionadores con almacén abierto en Burriana”. Fueron los años dorados de la naranja en los que se manifestó una vez más la potencia de los comerciantes borrianense pues “ puede decirse que el negocio de exportación de la naranja lo tienen acaparado ellos (los de Borriana) y compran, envasan y envían las de los pueblos vecinos y la ribera del Júcar y tierras de Murcia y Almería por su cuenta. Casi toda Burriana está dedicada a este negocio... que da ocupación a millares de hombres y mujeres durante ocho meses al año. Una economía potente alrededor de la cual surgieron multitud de industrias auxiliares: fábricas de envases, timbrados de papel seda (seis de los cuales crearon en 1927 el “Timbrado Burrianense”), las papeleras (“Borrianense” y del “Mijares”), construcción de maquinaria de almacén (“Talleres Tormo”), etc. A su reclamo también acudió la banca y en 1922 se creó el “Banco de Burriana”, al que siguieron el Banco de Vizcaya (1923), el Español de Crédito (1927) y el Banco de Valencia (1929). Por último en los años veinte comenzó a hacerse realidad el mayor sueño colectivo de Borriana, la construcción de un puerto, cuyas obras comenzaron durante la dictadura de Primo de Rivera y concluyeron con la Segunda República. El estancamiento de la exportación de naranja durante los años treinta y el subsiguiente análisis de las causas que lo motivaban, suscitó una serie de enconados debates entre inmovilistas y reformadores en los que participaron activamente los comerciantes de Borriana que dejaron oír su voz en las numerosas asambleas convocadas para discutir estos problemas en las que, salvo excepciones, se alinearon siempre en el bando de los que se oponían a todo tipo de reformas e intervenciones apelando a la “sagrada libertad comercial”. Pero mientras discutían si eran convenientes o no las reformas vino la revolución. El golpe de estado de julio de 1936 contra el gobierno legítimo de la República y el vacío de poder que siguió a la asonada militar dio pie a que los sindicatos UGT y CNT tomaran las riendas de la exportación de naranja a través del CLUEA y de los concejos locales (CLUEF) de las principales poblaciones naranjeras. Una vez más el CLUEF de Borriana se distinguió por su capacidad comercial ya que desde los 50 almacenes bajo su control, en la temporada 1935-36 consiguió exportar 950.000 cajas (unas 50.000 toneladas). La experiencia duró el tiempo, un año, que tardó la República en recuperar el control de la exportación de naranja y lo hizo a través de un organismo oficial, la CEA, con el propósito de reformar profundamente el sector. Para lograrlo asumió el control de las ventas en el exterior, dejando la comercialización en manos de exportadores y cooperativas a los que marcó los precios mínimos a los que debían pagar la naranja a los agricultores. La conquista de Borriana por las tropas franquistas en el verano de 1938 puso en sus manos la naranja de la Plana, lo que impulsó a las nuevas autoridades a organizar su exportación. Lo curioso es que lo hicieron adoptando un sistema similar al ensayado por los republicanos, creando para ello la “Rama de la Naranja”, cuyo fracaso exportador hizo que en 1940 fuera sustituida por el “Sindicato Nacional de la Naranja”, obligado un año después a integrarse como “Grupo de Agrios” en el nuevo “Sindicato Nacional de Frutos y Productos Hortícolas”. 15 Es de sobra conocido que las pretensiones autárquicas del régimen surgido de la guerra civil incidió gravemente sobre el comercio exterior a través de unas políticas comercial y monetaria basadas en el intervencionismo, la discrecionalidad administrativa y el control de cambios y como la naranja era el primer capítulo de la exportación española fue la que más directamente sufrió sus consecuencias. La política comercial del franquismo, unida a los problemas derivados de la segunda guerra mundial, hicieron que los años cuarenta se convirtieran en el capítulo más negro de la historia de nuestra citricultura. Fue un periodo en el que la exportación cayó en picado, con un mínimo de 173.000 toneladas en 1947 lo que la colocaba al nivel de finales del siglo XIX, ya que a las dificultades comerciales se sumaron las agrícolas (descenso de la producción por falta de abonos e insecticidas y caída del precio de las cosechas), a las que en Borriana se añadió la nevada de febrero de 1946. Mención especial merece la política monetaria por la que el gobierno obligaba a los comerciantes a entregar las divisas que obtenían a un cambio fijado unilateralmente que suponía una sobrevaluación de la peseta que llegó a más del 480 por cien. En efecto, en 1950 el cambio oficial de la libra esterlina era de 30,66 pesetas, mientras que en el mercado libre la divisa británica se cambiaba a 146,66 pesetas. Este aberrante diferencial de cambio fue la contribución de la naranja a la industrialización de España, una contribución forzosa que estuvo a punto de arruinar definitivamente al sector citrícola y si no lo hizo fue gracias a las cuentas 18 combinadas y al estraperlo de divisas, consentido y hasta participado por las autoridades. La mejora del tipo de cambio, que se fijó en 49 pts/libra lejos todavía del practicado en el mercado libre que era de 147 pts/libra, y la reconstrucción europea hicieron que a partir de 1950 nuestra exportación de naranja comenzara a recuperarse hasta alcanzar de nuevo en 1953 el millón de toneladas, lo que la colocaba a nivel de 1930, y su avance aún hubiera sido mayor sin la gran helada de 1956. Pero sería a partir de la devaluación de la peseta de 1959,¡después de 20 años!, cuando se inició el despegue definitivo de la exportación naranjera que entre 1963 y 1975 superaría ampliamente el millón de toneladas anuales. No disponemos de datos de la actividad exportadora, sin duda escasa, de Borriana durante los años cuarenta, aunque sí sabemos de la participación de destacados borrianenses tanto a nivel individual (Pedro Monsonís, Vicente Ríos, etc) como implicándose en la creación de las grandes sociedades exportadoras de la época (FESA, AGRUNA, etc.). Sí conocemos cifras a partir de los años cincuenta gracias a las cuales sabemos de la intensa actividad exportadora del puerto, en el que entre 1950 y 1967 recalaron un total de 3.441 buques. A partir de esta fecha su número fue descendiendo hasta que en 1975 terminó la exportación por el puerto. La causa fue la sustitución de la vía marítima por el ferrocarril, a la que se sumó en la campaña 1954-55 la estación de Borriana con 22.000 toneladas, cifra que se fue incrementando hasta alcanzar las 120.000 toneladas en la campaña 1969-70. También se fue reduciendo el número de exportadores “con almacén abierto” en Borriana que pasaron de 70 en 1961 a 35 en 1974 hasta llegar a los 5 (4 comercios privados y una cooperativa) que operan en la actualidad, así como su peso e influencia dentro del sector. Si comparamos estas cifras con los 362 comerciantes de 1925, aún teniendo en cuenta la distinta capacidad confeccionadora de los almacenes, llegaremos a la conclusión de que los exportadores de Borriana han perdido la hegemonía que durante tres cuartos de siglo alcanzaron dentro del sector. La decadencia comercial de Borriana unida a la crisis de la citricultura hizo que se constituyeran en nuestra ciudad dos cooperativas de exportación, Buropa y Coobo, que en 2004 unieron sus esfuerzos fusionándose en una única entidad con el nombre de Burexport. Vicente Abad García Director Museu de la Taronja 4- Cien años de cooperativismo Este año 2005, se celebra el centenario de la Cooperativa Agrícola Sant Josep. Cien años de asociacionismo obrero y cooperativo. Mientras Europa se debatía en ideas de lucha de clase para la defensa de los intereses del proletariado en un proceso de laicización creciente, la Iglesia Católica, a partir de la encíclica Rerum Novarum de León XIII, dio un impulso para la creación de asociaciones en las que las desigualdades pudieran ser tratadas sin confrontación, siendo su más destacado impulsor el jesuita castellonense Antonio Vicent Dols (1837-1912). Los Círculos Católicos Obreros, con los que el Padre Vicent, entró en contacto en su exilio en Francia, ponen en contacto a patronos y obreros para discutir amigablemente los conflictos, teniendo como base los principios religiosos y la caridad. El Círculo Católico Obrero se constituyó en Burriana el 5 de diciembre de 1883, bajo la protección de San Vicente Ferrer, después de la constitución del de Vila-real en julio de 1881 y el de Castellón en mayo de 1882. Ocuparon un lugar destacado entre los promotores los propietarios Mario Selma, Juan Ferrer y Andrés Peyrat, el médico Ramón Marchancoses y, muy especialmente el abogado y propietario Enrique Peris Enrique que será nombrado Presidente. En el seno del Circulo se constituyó el Gremio de Labradores de San Isidro el 27 de noviembre de 1904, con la finalidad de “ formar gremios o agrupaciones encaminadas al fomento de la agricultura, industria y comercio.”. Fue nombrado Presidente D. Enrique Peris Enrique El Gremio comenzó sus actividades el 15 de diciembre de 1904 con un préstamo realizado por D. José Vicent Real por importe de 12.000 pesetas. Con estos fondos alquiló un almacén para resguardo del guano por importe 600 pts. Su actividad fundamental se centro en la compra y venta a los socios de guano (abonos) como el amoniaco, potasa, nitrato y superfosfatos. Ante la inminente publicación de la Ley de Sindicatos Agrícolas en enero de 1906, con anticipación, el propio Gremio de Labradores, se transformó el 25 de septiembre de 1905, en el Sindicato Agrícola Obrero de Burriana, siendo Presidente nuevamente, D. Enrique Peris Enrique, el mismo presidente del Gremio y el que inició la trayectoria del Circulo veintidós años antes. El domicilio social del Sindicato se estableció en el número 19 de la Plaza Mayor, siendo este “una Sociedad civil y cristiana; como entidad social y civil, estará sujeto á la Ley sobre Sindicatos Agrícolas de 1906 y como sociedad cristiana a la aprobación del Prelado de la diocesano. (...) Los fines de esta Sociedad son cuatro: el religiosos, instructivo, económico y de acción cotólico-social. El Sindicato Agrícola Obrero, se ocupó de los fines materiales y de cooperación a través de la Cooperativa de Consumo de 1904, la creación de la Caja Rural del Sindicato Agrícola Obrero de Burriana de 1910, la Cooperativa de producción Naranjera, la Sección de Cultivo del Sindicato Agrícola Obrero de Burriana de 1928, la Caja Rural del Sindicato Agrícola 19 Obrero de 1931. Para el cumplimiento de los fines espirituales, absorbió todas las tareas sociales del Circulo, salón social, biblioteca y escuelas nocturnas. El Sindicato se convirtió en uno de los más importantes, al alcanzar en diciembre de 1909 la cifra de 1.309 socios. los solares para la realización de los dos Institutos de Enseñanza Media, IES Llombay y Jaume I, la financiación de las Cooperativas Agrícolas locales, la renovación de la flota pesquera de la ciudad, la financiación de la remodelación del Campo de Fútbol San Fernando, etc. El Sindicato y sus Secciones son las que a partir de nuevas adaptaciones estatutarias, y de la Ley de Cooperación de 1942 y siguientes, se constituirían en la Cooperativa Agrícola San José de Burriana y su Caja Rural de Crédito, aprobando sus reglamentos el 30 de junio de 1944. Entidades actualmente reguladas en la Comunidad Valenciana, a través de sus Leyes de Cooperativas, siendo la primera la Ley 11/1985, Ley de Cooperativas de la Comunidad Valenciana. En el aspecto social, la Caixa Rural Sant Josep, contribuido decididamente al desarrollo de la ciudad, dedicando en estos años importantes presupuestos a obras benéficas, asistenciales, culturales, deportivas con más de 700 millones de pesetas. En estos cien años el cooperativismo, como toda la sociedad, ha disfrutado y sufrido como un Burrianero más, las épocas de esplendor del cultivo y comercio de la naranja, su crisis productivas, crisis políticas y sociales, años de emigración, de bonanza, de crisis del monocultivo naranjero, y finalmente el creciente desarrollo urbanístico de la ciudad. La Caixa Rural Sant Josep, Cooperativa de Crédito Valenciana, tuvo su origen en marzo de 1931, paralelamente a otras instituciones de crédito que se establecieron en Burriana, y después de unos comienzos esperanzadores, le sorprendió la Guerra Europea primero, y posteriormente la Guerra Civil y su largo periodo de posguerra, agravado por la segunda Guerra Mundial. Nada más reorganizar la actividad financiera, las heladas de 1946 y de 1954, provocaron que la Caja Rural se volcara con la agricultura local y concediera en pesetas de hoy 2.000 millones de pesetas para ayudar a paliar los efectos tan destructivos que tuvieron las heladas para todos los Burrianenses. En su vertiente financiera, la Caja Rural ha participado en todos y cada uno de los pequeños y grandes proyectos que se desarrollaron en la Ciudad. La financiación al Magnífico Ayuntamiento de las obras para la Urbanización de las denominadas Plaza España y Plaza Chicharro, o la pavimentación de las calles Cardenal Benlloch, Encarnación o Escorredor, el dragado del Puerto, los avales concedidos a la Comunidad de Regantes de Burriana para la realización de las principales acequias de Burriana, la construcción del Colegio de la Consolación y Villafátima, el Colegio Salesiano, los solares para el Colegio Padre Villalonga, 20 A través de la oficina Principal del Pla, las tres oficinas urbanas, los ocho cajeros automáticos, sus treinta y ocho empleados, sus consejeros, y más de 7.000 socios, el balance actual Caixa Rural Sant Josep, supera los 50.000 millones de pesetas en volumen de negocio. Básicamente los valores incorporados a su actividad, son los mismos que inspiraron su creación, el servicio a sus socios y clientes y al pueblo de Burriana, aunque las necesidades de aquellos han ido evolucionando. Actualmente si la captación de depósitos y préstamos conforman su actividad principal, ha sido necesario la creación de multitud de servicios para dar mayor cobertura y satisfacción a las necesidades de los socios y clientes, banca de seguros y previsión, viajes, empresas, medios de pago, y a través de medios actuales como internet y sus derivados, banca telefónica y electrónica. Cien años de cooperativismo. Desde la Caixa Rural Sant Josep, felicidades a la Cooperativa Agrícola Sant Josep, por estos cien años de buen servicio a la agricultura de Burriana, y por otros tantos que podamos celebrar. José Luis Traver Monfort. Director Caixa Rural Sant Josep de Burriana. es decir, desde el punto de vista de una organización provincial cooperativa, que nació en la misma época, de los mismos impulsos y con la misma filosofía que la cooperativa San José de Burriana y que hoy ha devenido a ser el Grupo Cooperativo InterCoop, el resultado práctico de la intercooperación. 5- Cien años de intercooperación La historia y el presente. Que nadie pretenda entender nuestro mundo actual sin acudir al estudio de la historia. Solo desde el conocimiento del pasado se puede explicar nuestra realidad contemporánea. Este es el verdadero sentido de la historia: para “Comprendre el món”, como dice el título de un libro sobre filosofía de la historia de un investigador y profesor de esta disciplina. La conmemoración de cien años de vida de la Cooperativa Agrícola San José nos ofrece la oportunidad de descubrir que la exitosa realidad actual de esta cooperativa de Burriana no es fruto de una casualidad caprichosa ni el resultado de una improvisación reciente. Todo lo contrario. Entenderemos la ventajosa posición que ocupa en el entorno de hoy si somos capaces de indagar en su evolución, coherente y constante, a lo largo de toda su historia. A esto se están dedicando diversos actos y publicaciones durante estos días de celebraciones. Uno de los muchos ángulos desde el que se puede analizar la historia de la cooperativa es el de la intercooperación, y es este el que a mí me interesa destacar en este momento desde una óptica supralocal, La intercooperación es una de las herramientas más poderosas que puede utilizar cualquier cooperativa para desarrollar su proyecto empresarial. Siempre ha sido así. Tanto, que la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), fundada en pleno siglo XIX, en la convención de Viena de 1966, incorporó a sus principios cooperativos, universalmente reconocidos y respetados, el de la intercooperación entre cooperativas. Desde su creación en 1895, la ACI tiene una función elemental: promover y salvaguardar los valores y principios cooperativos. Ejerciendo esta competencia, la ACI, a lo largo de su historia, ha revisado en tres ocasiones los principios formulados por los pioneros de Rochdale (Manchester) a mediados del siglo XIX. La última de las revisiones se ha producido en el Congreso celebrado en Manchester en septiembre de 1995. La formulación actualmente vigente del sexto principio cooperativo dice así: “Cooperación entre cooperativas: Las cooperativas sirven a sus socios lo más eficazmente posible y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras locales, regionales, nacionales e internacionales”. Desarrollando este principio, sigue diciendo el informe de la ACI que “ de hecho, las cooperativas solamente pueden maximizar su impacto mediante la colaboración práctica y rigurosa la una con la otra. Pueden conseguir mucho a nivel local, pero deben luchar continuamente para conseguir los beneficios de organizaciones a gran escala a la vez que mantienen las ventajas de implicación y asentamiento locales. Es un equilibrio de intereses difícil: un reto perpetuo para todas las estructuras cooperativas y una prueba para el ingenio cooperativo”. Pues bien, la Cooperativa San José ha sido un ejemplo vivo y permanente de intercooperación desde su nacimiento hasta hoy. Fue cofundadora de la primera Federación Castellonense de Sindicatos Agrícolas. El 1 de julio de 1923, el Sindicato Agrícola-Obrero de Burriana, con otros nueve Sindicatos Agrícolas de la provincia, crea e impulsa el primer ente organizativo provincial, antecedente más remoto del actual Grupo InterCoop. Desde aquel momento, la cooperativa de Burriana ha sido parte activa en el desarrollo de la organización provincial de segundo nivel. 21 Por la nueva Ley de Cooperación de 1942, la antigua Federación Castellonense de Sindicatos Agrícolas se convierte, en el año 1943, en la Unión Territorial de Cooperativas del Campo de Castellón (UTECO), que cumplía funciones representativas y realizaba, además, actividades de suministros y otros servicios, constituyendo el embrión de la que, más adelante, será la cooperativa de segundo grado provincial de suministros. A esta Unión Territorial sigue perteneciendo la cooperativa de Burriana que, en virtud de la citada ley, toma ya la nueva y definitiva denominación de “Cooperativa Agrícola San José de Burriana”. Cuando en 1979, la UTECO se desdobla en dos entidades, la Unión Provincial de Cooperativas, con funciones representativas de las cooperativas agrarias de la provincia, y la Cooperativa Agraria Provincial Uteco, de actividad comercial de suministros, aceite y frutos secos, la cooperativa San José de Burriana continúa, con plena identificación, en cada una de las dos nuevas entidades provinciales. Pero es, sobre todo, con la transformación que en el año 2000 se produce en la estructura organizativa provincial, mediante la constitución del Grupo Cooperativo InterCoop, cuando el papel de la Cooperativa San José se convierte en fundamental. InterCoop, nacida específicamente con fines de integración empresarial, en este momento, está constituido por la cooperativa cabecera de grupo, por seis cooperativas de segundo grado y las uniones provinciales de Alicante y Castellón. Además, se integran las sociedades participadas mayoritariamente por alguna de las ocho entidades básicas. Cada una de las cooperativas de segundo grado está especializada en uno de los seis sectores de actividad que cooperativiza el grupo: calidad, servicios, suministros, frutos secos, aceite y subproductos. A ellas están asociadas 231 cooperativas locales y comarcales distribuidas geográficamente por toda la Comunidad Valenciana. Si ha habido una cooperativa que ha apostado de manera definitiva y concluyente por la creación y desarrollo de InterCoop ha sido la de Burriana. Su formulación empresarial es sencilla: unir su proyecto de empresa al proyecto estratégico de InterCoop. En todas sus actividades y de forma exclusiva. Juntos podemos ser más eficientes y más competitivos. Así, se ha convertido en una cooperativa imprescindible en el área de suministros, como promotora e impulsora de la central de compras y del sistema de Ventas de 22 Intermediación Programada, y de la sección de carburantes; usuaria de todos los servicios empresariales que InterCoop tiene organizados para sus asociados; partícipe del proyecto de desarrollo rural “El Magranar” y miembro activo en el ámbito de la representación provincial. La Cooperativa Agrícola San José de Burriana es hoy el primer socio por volumen de actividad dentro del conjunto de cooperativas que conforman el Grupo Cooperativo InterCoop. Además, su Presidente y su Director ostentan, en su representación, destacados cargos en los Consejos de varias de las cooperativas de segundo grado y sociedades que conforman el Grupo. En otras palabras, la intercooperación llevada hasta sus últimas consecuencias. También en el ámbito local de Burriana, ha sido impulsora del proyecto de cooperación, inicialmente, con las cooperativas citrícolas Buropa y Cohobo y, posteriormente, con la fusionada Burexport. En toda su historia, el movimiento cooperativo ha cambiado constantemente; seguirá haciéndolo en el futuro. Y, por suerte, hay esencias que son permanentes. En 1844, un grupo de trabajadores de Rochdale (Manchester) organizó la primera cooperativa de la historia para suministrar a sus socios “productos de calidad a precios justos”. Exactamente lo mismo hizo la Cooperativa Agrícola San José de Burriana en su creación en 1905 y sigue haciéndolo hoy mismo, con otras formas y otros modos; y lo seguirá haciendo en el futuro, siempre con la estrategia puesta en la intercooperación. Vuelvo a la idea inicial: “mirar hacia tras para ver hacia adelante”. Pascual V. Romero Secretario General del Grupo Intercoop No sé quina percepció de la Cooperativa devien tindre els usuaris de les generacions anteriors. M’imagine que positiva, perquè en la societat de Borriana la Cooperativa de sant Josep és una institució tan ben arrelada —no de bades ha perviscut cent anys—, que goja d’una excel·lent reputació, la qual cosa s’ha d’atribuir, sense dubte, tant als directius com a la gerència i als treballadors d’ara, així com a tots els altres que els han precedit en eixa labor que té un caràcter molt social. Al llarg d’estos cent anys deuen haver canviat molt les coses. De fet, les veiem canviar cada dia davant dels nostres ulls, i constatem com la Cooperativa s’ha adaptat al terreny com un guant a la mà, és a dir, a l’epidermis de la població. Fa uns anys que es va passar dels antics magatzems a les instal·lacions espaioses, modernes i pràctiques, que s’han anat millorant i que són les que usem en l’actualitat: sempre netes, ordenades i còmodes. I no en fa tants que la gestió va passar, d’oferir bàsicament la provisió d’adobs per al camp, a presentar tot un conjunt de servicis que abans no existien, com la procura dels horts, la distribució de combustible, les instal·lacions de llavat d’automòbils o la tenda de productes diversos. 6- Que cents anys dure Modestament, crec que sóc un client (¿un soci, hauria de dir?) arquetípic de la Cooperativa i, com jo, en deuen haver molts que ens hi abastim d’aigua, que omplim el depòsit de gasolina, llavem el cotxe, comprem un pernil, una garrafa d’oli, unes botelles de vi, uns melons, unes alicates, unes mates de planter, uns puntals, una planteta de temporada... En la Cooperativa, a més, ens procuren les quatre fanecades del tros que encara posseïm —abans que la taronja del nostre terme siga només un record del passat—. En la Cooperativa ens assessoren sobre algun que altre tractament fitosanitari, sobre algun fertilitzant, ens faciliten tota classe d’instal·lacions per a l’agre, organitzen cursets especialitzats... i sempre amb el millor dels somriures, amb la més bona disposició, amb una atenció i una professionalitat absolutes. Si, a més d’això, tenim en compte que l’empresa és pròpia en una minúscula part, no es pot demanar més. Tanta deu ser la garantia de l’usuari sobre la bondat de la direcció i de la gestió diària, que molts ens estalviem fins i tot —si es vol, irresponsablement— , haver d’acudir a l’assemblea anual perquè, com és sabut, les juntes en què no es plantegen conflictes ni reivindicacions, ni s’exigixen responsabilitats, són l’expressió de societats que van bé, on no és possible presentar exigències perquè no hi ha res que exigir; sinó suggerir i prou, a tot cas. 23 ¿I posats a suggerir, què es podria indicar? Francament, no ho sé ni em preocupa, perquè he anat constatant com qualsevol possibilitat que es puga deduir de la reglamentació de les cooperatives agrícoles, la nostra l’adopta i l’explota mirant pel benefici, la comoditat i la millora del servici dels socis. En eixe sentit, estic tranquil, amb el benentés que qualsevol novetat serà ben rebuda, com ho han sigut les que he mencionat. Una altra cosa seria plantejarnos per què en la nostra població no han sorgit altres cooperatives fora de l’àmbit agrícola, com la de sant Josep o la dedicada a la comercialització dels cítrics. Per què no n’hi ha hagut destinades a la fabricació i venda d’altres productes industrials o de servicis? No sé si dir que tot arribarà o, pel contrari, deduir que la nostra tradició productiva no va per eixe cantó. En qualsevol cas, i tal i com és el cas de molts dels productes de la tenda anomenada Taula, potser la Cooperativa sí que podria ser un mitjà per a oferir a l’associat l’accés, o almenys la informació, sobre altres productes fruit d’una altra classe de cooperativisme: no sé si mencionar els mobles —o un tipus concret de moble: el de jardí, per exemple—, alguns electrodomèstics, bicicletes, canyes de pescar, persianes... És un dir, què sé jo! Parle per parlar. O potser no, i en el transcurs de la centúria següent —o 24 en els anys de vida en què coincidim amb el començament del segon segle de la Cooperativa de sant Josep que tot just ara s’enceta —, l’evolució de la vida farà que, a través d’esta plataforma comercial, els usuaris puguen accedir a una classe de productes i de servicis que ara ni somiem, de la mateixa manera que els socis que ens han precedit s’haurien fet creus de veure la diversitat de béns que la Cooperativa posa hui al nostre abast. En fi, es diu d’una cosa que cent anys dure quan es desitja que, per la seua qualitat, siga ben duradora, i la Cooperativa, en efecte, cent anys ha durat. Nosaltres no ho veurem, però els nostres néts o besnéts segur que celebraran el seu segon centenari i, a la mateixa Cooperativa nostra, aniran a carregar les bateries dels cotxes elèctrics que usaran i, de pas, comparan una planteta transgènica, una botella de vi o una garrafa d’aigua, que en aquella època serà una delicatessen, perquè la de l’aixeta, ja que no de l’Ebre, provindrà sense dubte d’una dessaladora. Temps al temps, sinó, tot i que no pense quedar-me a comprovar-ho. Josep Palomero i Almela Vicepresident Real Academia Valenciana de la Llengua 7- Premios del Concurso Literario Los colegios de Burriana han participado con mucho interés en el reciente concurso literario patrocinado por la Cooperativa Agrícola Sant Josep en el centenario de su fundación. Participaban alumnos de 3º y 4º de E.S.O. Las tres mejores redacciones de cada curso y colegio eran las candidatas a los seis premios propuestos por esta entidad que representa a todo el pueblo de Burriana. El tema sobre el que debían redactar era, “Las cooperativas: la unión hace la fuerza”. El jurado estaba formado por dos profesores de cada colegio, quienes no lo tuvieron nada fácil a la hora de tomar una decisión. Llama la atención comprobar como muchas de estas redacciones hablaban de este tema presentando la vida del campo que habían llevado personas importantes de su familia, los años malos en la recolección de frutos, el trabajo duro que supone su propia cosecha y, siempre mirando el cielo, por si en unos minutos, una mala tormenta estropeaba todo el esfuerzo de un año entero. Pero estos hombres eran inteligentes y adivinaron pronto que debían unirse. Se crearon las cooperativas... Las galardonadas fueron las siguientes: Primer premio: Esther Ponz Burdeus (3º ESO, Colegio Consolación); María Mateo Casas (4º ESO, Colegio Illes Columbretes). Segundo premio: María Ros García (3º ESO, Colegio Consolación); Mercedes Oliver Serrano (4º ESO, Colegio Villa Fátima). Tercer premio: María M. Miró Gumbau (3º ESO, Colegio Illes Columbretes); Isabel Ros García (4º ESO, Colegio Consolación). Revista de Burriana. Número 12. 25 “La unión hace la fuerza: Las Cooperativas Agrícolas” Había vuelto el verano y yo me tenía que ir con mis abuelos a Valencia, porque mis padres tenían un viaje; sólo pasaría un tiempo pero no quería dejar a mis amigos. No voy a negar que era una tierra preciosa llena de naranjos y más naranjos. Mis abuelos viven en una alquería rodeada de huertos que dan vida a ese paisaje. Pasan los días y mis padres me llevan a casa mis abuelos, estaba un poco triste pero en el fondo contenta por ver a mi familia que no hablaba con ellos desde hacía tiempo. Cuando mis padres se fueron, mi abuelo me llevó a ver toda la zona. Era muy grande, el sonido del agua de la fuente, cayendo daba una intensa tranquilidad, el sonido de los pájaros te hacían sentir mejor y te transmitían esas ganas de vivir, en suma, todo lo que me rodeaba en aquellos instantes, daba paz y felicidad a todos los que se paraban a observarlo. Conocí a niños de otras Alquerías y vi que no era la única, cuando llegué otra vez a casa de mis abuelos, me sentía diferente, como si el campo me hubiera cambiado totalmente. Pero al día siguiente fue muy diferente, mis abuelos se levantaron temprano para ir a trabajar el campo; cuando me desperté, fui a buscarlos, estaban muy cansados, habían hecho una faena muy dura para que todos los cultivos crecieran como se esperaba. La parcela era muy pequeña y sus frutos eran escasos y no daba para mucho. Al día siguiente, les ayudé en todo lo que pude, planté algunos naranjos, arranqué las malas hierbas, mientras mi abuelo pulverizaba y hacía más tareas. Mi abuela regaba sus propias plantas y las hortalizas: tomates, calabazas, etc... Por la noche, estaba agotada, había sido un día muy duro. Estuve pensando y llegué a una solución para este problema: podrían todos los labradores unirse, trabajando uno solo, es muy duro, unidos, será todo mucho más fácil y el esfuerzo será menor. Al día siguiente se lo dije a mis abuelos, lo estuvieron pensando y dijeron que era una buena idea pero no sabían como ponerla en marcha. Fui a casa de algunas personas y les comente ésta propuesta y si querían llegar a una solución que vinieran a casa mis abuelos. Vino mucha gente estuvieron hablando sobre el tema y llegaron a un acuerdo: si todos ponían un dinero mensual, con eso comprarían lo necesario para trabajar el campo, podrían comprar tractores para hacer el trabajo más fácil y nueva tecnología. Mis padres vinieron a por mí, ahora era al revés, me daba pena irme pero no podía hacer otra cosa. Había sido fantástico aquellos días con ellos. Había conseguido mi objetivo: ayudar a mis abuelos. Han pasado ya algunos años y aquel pequeño grupo de labradores que luchaban por algo mejor, se ha convertido en una gran cooperativa agrícola. Todos juntos han conseguido sacar más beneficios y que la agricultura prospere y aumente su calidad y cantidad. Después de tanto tiempo, me sigo acordando de aquellos días en las tierras valencianas y lo mucho que han ido mejorando pasados los días gracias a que como dice el lema “La unión hace la fuerza”. Esther Ponz Burdeus (3º ESO, Colegio Consolación) 26 Las Cooperativas Agrícolas: La unión hace la fuerza Me desperté aquel fatídico día sin más preocupación que llegar al huerto y empezar a trabajar. Pero algo iba a cambiar el transcurso de la jornada, incluso de mi vida. Me fui a la finca en la que trabajábamos unos cuantos agricultores como yo, que vivían de la tierra desde que tenían memoria, pues en ella se basaba todo su saber. Pero algo no marchaba bien. Vi como Matías, ni más cercano compañero, se acercaba par contarme lo que menos hubiese esperado: el día anterior, justo después de haberme ido yo a casa, nuestro jefe había convocado a todos sus empleados para contarles que tras muchos años al frente de la empresa más importante de cultivo de naranjas y otros cítricos, había decidido retirarse y vender sus terrenos en pequeñas parcelas. Evidentemente, esto quería decir que los más de cincuenta agricultores que trabajaban conmigo (y yo mismo) nos quedábamos sin trabajo, sin poder hacer nada por evitarlo. Se me cayó el alma a los pies, ¿qué podía hacer? Yo, a mis cuarenta y muchos años, con una familia a la que mantener, no tenía muchas posibilidades de encontrar trabajo. No podía permitirlo. Llegué a casa pensando que lo que debía hacer era contárselo a mi mujer, pero cuando vi su cara de alegría al verme llegar, decidí que podría estar al menos un día más sin saberlo. Más tarde me dirigí a la habitación de mi hija y estuvimos charlando unos minutos. Ella estaba haciendo los deberes y me explicó algo que me iluminó la mirada: de pronto, tenía una idea, tal vez descabellada al principio, pero realizable. Mientras hablaba con ella, vi en su libreta una frase... un lema conocido por mí pero sólo de oídas, era el lema que me ayudaría a salir del hoyo: “La unión hace la fuerza”. Nada más leerla, sentí que esta frase sería la solución. Al principio no sabía como, pero tenía la corazonada de que me ayudaría. Empecé a cavilar y pasaron por mi cabeza algunos pensamientos sin sentido, pero rápidamente se me ocurrió algo mejor: ¿Por qué no unirnos todos los pequeños agricultores, comprar la empresa y fundar una cooperativa agrícola? Yo tenía mis ahorros, así que pensé que tal vez asociándonos todos podríamos comprar la empresa y seguir trabajando como hasta ahora, solo que el negocio sería nuestro. A la mañana siguiente comencé a movilizarme: llamé a todos mis compañeros y la mayoría estaban de acuerdo, ya que era mejor esa perspectiva que la de quedarse sin empleo sin más. Todo ocurrió rápido: en el transcurso de los siguientes días, convocamos una reunión y (esto me produjo muchísima alegría) casi todos se mostraron de acuerdo. Después pasaron unas semanas entre abogados, notarios... y finalmente firmamos el contrato que nos hacía propietarios. Ahora, cuando siento el temor de que las cosas nos vayan mal, me reconforta saber que no estoy solo. Para acabar, solo añadir que las cooperativas me han dado esperanza y una solución, y que me siento afortunado de que aquel día fuese a la habitación de mi hija y leyera aquella frase... La unión hace la fuerza. María Mateo Casas (4º ESO, Colegio Illes Columbretes) 27 Los miembros del Consejo Rector de la Cooperativa. De izquierda a derecha: Juan Vicente Moros, Director; Urbano José López, Vocal; Alejandro Patuel, Vocal; Jaime Herrera, Vicepresidente; José Montoliu, Presidente; María José Gaya, Vocal; Eduardo Salas, Secretario; Juan José Piqueres, Vocal; Juan José Gimeno, Vocal; Juan Agustín Pérez, Tesorero; Vicente Ninot, Vocal; Blas Fandos, Vocal y Cándido Antonio Ferrer, Vocal. 8- Celebración del Centenario El día 25 de Septiembre de 2005 cumplió sus primeros cien años de vida la Cooperativa agrícola Sant Josep. Fecha tan significativa no podía pasar sin pena ni gloria para una Entidad tan entrañablemente unida a los avatares de Burriana, sobre todo pensando en aquellas personas que en ese dilatado período de tiempo pusieron trabajo, esfuerzo e ilusión en llevar adelante un proyecto que sirviera a la agricultura y a los agricultores de nuestra ciudad. Por ello y como homenaje a todas esas personas: socios, trabajadores y rectores se ha llevado a cabo un programa de actividades que conmemoran el Centenario y en el que se han incluido actos específicamente dirigidos a los distintos sectores de las población. En consecuencia, se ha creído oportuno que participaran también dos colectivos muy significativos en el presente y en el porvenir de Burriana y de la Cooperativa Sant Josep: los jóvenes y las amas de 28 casa. Para los primeros se organizó un concurso de redacción con el tema ”La unión hace la fuerza. Las cooperativas agrícolas en Burriana”. Participaron numerosos alumnos de 3º y de 4º de E.S.O. de los distintos Colegios e Institutos, siendo los ganadores Esther Ponz Burdeus del Colegio Consolación en 3º y María Mateo Casas del Colegio Illes Columbretes en 4º. Con la Asociación de Amas de casa, colectivo que mantiene una excelente relación de colaboración con la Cooperativa, se celebró un Coloquio en torno a la historia, actividades y servicios de la Entidad, seguido de una degustación de los productos que se ofrecen en la Tenda Taula. Una actividad especialmente dirigida a los socios y en general a todos los agricultores de Burriana, fue la celebración de una conferencia técnica sobre uno de los nuevos problemas que tiene nuestro campo y que puede ocasionar graves perjuicios: la plaga conocida como “Poll roig de California”. El catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, profesor Ferrán García Marí expuso, con apoyo de numerosas diapositivas la biología, daños y métodos de lucha contra esta nueva plaga, siguiéndose a continuación un animado e interesante coloquio. El Acto institucional se celebró el viernes, día 2 de Diciembre, siendo destacable la significativa presencia de autoridades políticas, de la organización cooperativa provincial, de la agricultura, así como de los distintos sectores económicos que componen el tejido social de Burriana. Sería muy larga la lista y podríamos cometer el error de algún olvido, pero por citar sólo a los componentes de la mesa presidencial diremos que estaba ocupada por el Hnble. Conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, D. Juan Gabriel Cotino, Ilmo. Sr. Alcalde de Burriana, D. Alfonso Ferrada, Ilmo. Sr. Vicepresidente de la Diputación Provincial, D. Ramón Tomás, Sr. Presidente de Intercoop, D. Juan Cantavella, Sr. Presidente y Sr. Director de la Cooperativa Sant Josep, D. José Montoliu y D. Juan Vicente Moros. El Acto fue realmente muy emotivo como describiremos brevemente a continuación, pero reseñar en primer lugar la celebración de una solemne Misa en recuerdo y sufragio de los socios difuntos de la Cooperativa, con una brillante intervención del coro parroquial y una cariñosa homilía de nuestro párroco y a la vez consiliario D. Pedro Cid, que se refirió a los orígenes del movimiento cooperativo y su relación con la Iglesia. A continuación se disparó, como no podía ser menos, un bonito castillo de fuegos artificiales, con el anagrama cooperativo y el lema “100 anys al teu costat”, motivo de la celebración. Ya en el salón social de la Caja Rural se celebró el Acto Institucional propiamente dicho, con una asistencia más que notable de socios e invitados que llenaban el salón. Intervino en primer lugar el Presidente de la Entidad, Sr. Montoliu, reseñando el devenir histórico de la Cooperativa y citando a los hombres que la han dirigido desde sus inicios, congratulándose asimismo por el apoyo y la aceptación que los socios y socias están dando a las nuevas actividades e iniciativas que oferta la cooperativa. A continuación el Director de la Entidad, Sr. Moros, eficaz y brillante conductor del Acto, glosó en sentidas palabras la evolución agrícola experimentada, repasando desde los tiempos de la “entoldá” hasta la actual situación con modernos equipos para el control de plagas y otros servicios agrícolas y no agrícolas de toda índole, incluidos proyectos de 29 ntercooperación, tanto a nivel local como provincial y cuyos resultados se pueden apreciar con solo ver la positiva evolución económica de la Cooperativa. la placa conmemorativa su hija Dª Rosa Ferrandis Broch, ya que por un impedimento físico no pudo recogerlo el propio socio. Posteriormente se les hizo entrega a los escolares ganadores del Concurso de redacción ya citado de sus premios correspondientes: tres premios para los de 3º de ESO y otros tres para los del 4º Curso. A continuación, y para terminar el Acto, pronunciaron elogiosas palabras hacia la Cooperativa Sant Josep de Burriana y sus socios los distintos componentes de la Mesa Presidencial: Presidente de Intercoop, Sr. Cantavella, Vicepresidente de la Diputación, Sr. Tomás y Sr. Alcalde, D. Alfonso Ferrada, cerrando el acto con unas frases de ánimo, apoyo y estímulo nuestro Hnble. Conseller de Agricultura Sr. Cotino. Punto central de la conmemoración lo constituyó el reconocimiento y homenaje a los tres colectivos que son la esencia misma de la Cooperativa: sus trabajadores, sus rectores y sobre todo sus socios. En representación de los primeros se rindió homenaje al trabajador más antiguo, ya jubilado, D. Vicente Burdeus Llansola. Tres consejeros coincidieron en el año de inicio de su participación en la Junta Rectora: D. José Luis Traver Ros, D. Vicente Monsonís Calpe y D. Eduardo Salas Gargallo. Finalmente se rindió homenaje al socio más antiguo, D. Salvador Ferrandis Llopis, recogiendo 30 La Jornada terminó con una degustación de productos cooperativos, todos ellos existentes en la Tenda Taula, en la que socios, autoridades e invitados pudieron departir y celebrar esos primeros “100 anys al teu costat”.