El trabajo de los indizadores: factores que afectan al

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El trabajo de los indizadores: factores que afectan al
El trabajo de los indizadores:
factores que afectan al análisis de contenido
Madalena Martins Lopes Naves
Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil)
Email: [email protected]
0.1 Resumen
Se estudian los factores que afectan al rendimiento del indizador durante la fase
de lectura del documento y análisis del contenido: subjetividad, conocimientos previos, formación y experiencia del indizador. Se utiliza una metodología basada en
el estudio de casos mediante el análisis de protocolos verbales. Se analiza la interdisciplinaridad del análisis de contenido con la Lingüística, la Psicología Cognitiva
y la Lógica.
Palabras clave: Indizador. Indización. Análisis de contenido. Condicionantes.
0.2 Abstract
Factors that affect content analysis of documents are analysed: subjectivity, previous knowledge, and academic and professional background. A metholodology
based in interviews and verbal procol analysis is used. The interdisciplinary relation
of indexing with Linguistics, Cognitive Psychology and Logics is analysed.
Keywords: Indexer. Indexing. Subject analysis.
1. Introducción
Uno de los mayores desafíos del trabajo del profesional de la información es
el tratamiento temático de la información. A esta constatación se llega a partir del
examen de la literatura del área de Ciencia de la Información, de la práctica profesional bibliotecaria y de la enseñanza del tratamiento de la información. Se
puede verificar en la literatura especializada que el tema no ha merecido todavía
un tratamiento suficientemente profundo por parte de los especialistas del área, y
que se han realizado hasta el momento pocas investigaciones que busquen identificar los problemas que rodean a este campo.
El proceso de identificar y organizar los asuntos de los documentos es conocido como indización, a la que se considera un proceso básico de la recuperación
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de información. La primera etapa de la indización se denomina “análisis de contenido”, y en ella acontecen la comprensión y la interpretación del contenido
informativo del documento. Sólo después de la identificación del asunto se produce la traducción de los términos a los lenguajes de indización.
Este estudio enfoca el proceso de análisis de contenido desde el punto de vista del profesional que desarrolla esa actividad: el indizador. Se trata de una investigación cualitativa centrada en la identificación de los factores que interfieren en
el proceso de lectura de un texto dirigido a la extracción de sus asuntos, con el
objetivo de insertarlo en un determinado sistema de recuperación de la información. Se adoptó la metodología de estudio de casos mediante el análisis de protocolos verbales —think aloud—, lo que posibilitó la identificación de tres grupos
de factores: los relativos al texto, los relativos al indizador y otros relacionados
con el comportamiento del indizador durante los protocolos verbales.
2. El proceso de análisis de contenido desarrollado por el indizador
Generalmente, se considera que el proceso de análisis de contenido comienza en el momento en que el indizador procede a la lectura del texto y a la definición del asunto del documento. Pero, ¿qué características definen al propio indizador? El indizador es el responsable del procesamiento técnico del acervo de
documentos —de las actividades de catalogación, clasificación e indización—, y
suele tener una formación bibliotecaria. Por lo común, reúne las características
de un profesional de la información, pero su imagen es poco valorada en la literatura del área. A veces se le describe por su introversión y por cierta falta de confianza en su desempeño y de talento en su capacidad de comunicación. Más allá
de estas consideraciones, el indizador aparece como un profesional altamente
especializado. Wallis (1997, p. 89) cita las siete características clave que estableció
en 1970 la Monopolies and Merges Comission para dicho puesto: poseer talento
especializado que le posibilite ofrecer un servicio especializado; someterse a entrenamiento intelectual y práctico en un área de estudio bien definida; mantener una
actitud de desprendimiento e integridad cuando aporta su juicio personal en nombre del cliente; capacidad para establecer relaciones directas con el cliente; tener,
colectivamente, un sentido de responsabilidad particular para mantener la competencia e integridad profesional; evitar determinadas maneras de atraer negocios;
participar en grupos que, con o sin su intervención, se dedican a proveer el sistema,
evaluar su competencia y regular los patrones de competencia y conducta.
El futuro del indizador humano es abordado por Ward (1996), que indaga si
los programas de computador y las nuevas tecnologías —que aumentan en poder,
sofisticación y disponibilidad, y decrecen en costos— podrán suplantar al indizador humano. Define factores importantes que deben estar presentes en el talento
del indizador, de los que cabe citar, entre los más importantes, los siguientes:
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• Conocimiento previo: Para indizar efectivamente, es preciso que conozca
los objetivos y políticas de la institución a la cual está ligado y las necesidades generales y específicas de sus usuarios. Debe estar familiarizado con
los principios y terminología del área, así como con las potencialidades y
las limitaciones del software utilizado en la indización. Además de eso,
debe conocer la política de indización adoptada y tener conocimientos
generales del tema.
• Toma de decisiones:Debe ser capaz de tomar decisiones sobre los documentos y sobre cómo abordarlos y, si el documento es aceptado, debe decidir hasta qué punto debe ser exhaustiva la indización.
• Lectura: La lectura significa incorporación mental de la estructura y contenido de un texto, no para sí mismo, sino en virtud de su valor para el usuario del texto. En la lectura, el indizador debe prestar atención, entre otros
aspectos, al título, página de contenido, resumen, encabezamientos, sentencias que comienzan y finalizan párrafos, conclusiones, ilustraciones, o
frases clave como “El propósito del artículo es…”.
• Traducción: Se requiere que el indizador sea capaz de traducir cuando el texto está en lengua extranjera, atendicendo tanto al vocabulario, gramática y
cultura, como al mensaje del autor y las necesidades de los usuarios.
• Análisis del texto: Ward cree que el análisis del texto se diferencia del acto
de la lectura solamente por su lógica. Sostiene que el trabajo de análisis se
basa en tres operaciones de comparación: (1) la comparación del texto con
otros textos indizados anteriormente, lo que requiere la implicación de la
memoria; (2) la comparación de la amplitud de cada texto con la experiencia personal del indizador como un todo; y (3) el acto de comparación entre
el texto y las necesidades y expectativas conocidas de los usuarios.
Factores muy importantes del proceso de indización dependen directamente
de ciertas características personales del indizador, como su subjetividad —sus
inclinaciones personales y afectivas—, sus conocimientos previos —cuerpo de
conocimiento almacenado en la memoria— y su formación y experiencia —es
necesario un mínimo de conocimiento en el área de actuación.
El proceso de análisis de contenido es la primera etapa de la indización. En el
campo del tratamiento de la información, el término indización presenta dos sentidos. El primero, más amplio, se refiere a la actividad de crear índices, sean de
autor, de título, de asunto; de publicaciones (libros, periódicos) o de catálogos o
bancos de datos; y ya sea en bibliotecas o centros de información. El otro sentido, más estricto, se refiere a la indización, clasificación o catalogación de los
asuntos de las informaciones contenidas en un acervo de documentos. Esa distinción se hace necesaria frente al uso del término en la literatura del área, que se da
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en ocasiones en el primer sentido y otras en el segundo, sin que se haga la diferenciación explícita, lo que torna el estudio del tema un poco confuso.
En otro sentido, Farrow (1995) hace la distinción entre indización back-ofbook (indización analítica) e indización académica. Según el autor, la primera le
permite al lector localizar información sobre un tópico dentro del libro. En este
caso, la tarea del indizador es leer todo el texto, distinguir entre información relevante y periférica y emplear los tipos de procesamiento de información propios de
la lectura. Por su parte, la indización académica busca ofrecer un término útil que
sintetice el asunto del documento conforme a las reglas practicadas en las bases de
datos de resúmenes y los catálogos de bibliotecas.
Este estudio se concentra en el segundo de los sentidos citados: la indización
académica, que comprende a su vez dos etapas distintas: a) el análisis de contenido, que es cuando ocurre la extracción de los conceptos que puedan representar el contenido de un documento, expresados en lenguaje natural; y b) la traducción de esos términos a los términos empleados en los instrumentos de indización
conocidos como lenguajes de indización, lenguajes artificiales o lenguajes documentales. Autores como Chu & O’Brien (1993) amplían las etapas del proceso de
indización a cuatro, a saber: (1) análisis de contenido del texto; (2) expresión del
contenido del asunto según el propio vocabulario de los indizadores (lenguaje
natural); (3) traducción a un vocabulario de indización; y (4) expresión del asunto en términos del índice. De acuerdo con la experiencia de los catalogadores de
asunto e indizadores, los tres primeros pasos pueden suceder casi simultáneamente, lo que no significa que constituyan una actividad simple: si los indizadores abordan un texto sólo con la intención de decidir cómo expresar el asunto en
un sistema de vocabulario, pueden perder matices importantes.
Las investigaciones que profundizan en el estudio de la indización son escasas,
lo que vuelve desafiante la búsqueda de datos que puedan aportar luz sobre el tema,
y, consecuentemente, auxiliar en el desempeño de esta actividad. No obstante,
Farrow (1996) es optimista a este respecto y afirma que, en años recientes, ha habido un aumento del interés por el modo en que el texto es analizado para su indización, y que se ha asumido que ésta es un área que requiere más investigación. Por
otra parte, los procesos cognitivos subyacentes a la indización —resumen y producción del texto— fueron un tema de investigación importante durante los setenta y los inicios de los ochenta, principalmente en el campo de la Psicolingüística.
Los especialistas en recuperación de la información son los primeros en reconocer que la indicación de términos apropiados capaces de representar el contenido de los ítems de una colección es, al mismo tiempo, la más importante y la más
difícil de todas las operaciones clásicas del procesamiento documental (Salton &
McGill, citados por Braam & Bruil, 1992). La cuestión de la subjetividad presenScire. 8 : 1 (en.-jun. 2002) 119-130.
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te en la indización es recordada por varios autores especialistas del área, como
Strehl (1998), quien resalta que la actividad de indización es un proceso subjetivo. Se puede decir que lo que pone en riesgo la coherencia de la indización es que
distintos indizadores —incluso un indizador en momentos distintos— procesan
de forma diferente tres aspectos clave: a) el contenido real de un documento
como la parte de ese contenido susceptible de responder realmente a las necesidades de los usuarios —algunas inevitablemente futuras—; b) los conceptos
importantes que deben ser conservados para representar ese contenido; y c) los
descriptores elegidos para representar dichos conceptos.
Estas consideraciones sobre la indización permiten que se conozca mejor el
trabajo del indizador y que se contextualice el proceso de análisis de contenido,
la primera etapa de la indización y tema central de este estudio. Es interesante
observar que el término “análisis de contenido” aparece en la literatura con diversos sentidos. Hay, por tanto, una confusión con relación al significado del término, y se verifica que esa situación acarrea dificultades generalizadas tanto para
los indizadores como para los profesores que imparten enseñanza en el área, en
el momento de transmitir a los alumnos conocimientos sobre el tema. Además,
también el usuario puede ser víctima de esta situación en el momento de buscar
la información que necesita (Naves, 1996).
Normalmente, el proceso de análisis de contenido se dividide en tres fases:
lectura del texto, extracción de conceptos y atinencia . En esta actividad, la lectura del texto es de un tipo de lectura con fines específicos llamado lectura técnica,
caracterizada por la falta de tiempo disponible y de interés por la lectura del texto
en toda su extensión. Varios aspectos lingüísticos pueden interferir en esta primera fase, pues deben resolverse aspectos como la estructura del texto, su cohesión,
y su coherencia, así como cuestiones ligadas a la semántica. En la segunda fase, el
indizador pasa a la extracción de conceptos, que tienen como producto un asunto,
que representa el contenido informacional de un texto. El significado del término
asunto parece obvio. Sin embargo, para muchos, este término es considerado
ambiguo, y es visto como un concepto impreciso y difícil de definir y enseñar. Tal
vez la confusión terminológica en torno al término “asunto” sea responsable de la
complejidad que envuelve la representación temática de los documentos. Pinto
Molina (1994) prefiere utilizar el término “contenido”, afirmando que, en español,
es difícil establecer una distinción clara entre contenido y materia, apuntando un
caso similar en el inglés, refiriéndose a palabras como content, aboutness y subject. En la determinación del asunto, es preciso verificar el contexto en el cual el
documento ha sido producido y para el cual existe en determinado momento.
Después de la fase de extracción de los conceptos, es necesario hacer una selección de los que realmente sintetizan el asunto del documento, partiendo, así, hacia
la tercera fase del proceso de análisis de asunto, que es la determinación del llamaScire. 8 : 1 (en.-jun. 2002) 119-130.
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do aboutness, que, como varios otros términos en el área, arrastra consigo toda la
problemática de la utilización de términos extranjeros. En esta fase, son definidos
los términos que expresan el asunto del documento en lenguaje natural, denominados por Fromann (1990) “frases de indización”. Estas, luego de traducidas a un lenguaje de indización, ya en la segunda etapa de la indización, pasan a ser llamadas
descriptores de asunto, palabras clave, términos de indización o enunciados.
Todas las fases del proceso de análisis de contenido sufren la interferencia de
factores lingüísticos, cognitivos y lógicos, lo que le da al proceso un carácter
interdisciplinario. Dos autoras y especialistas del área de la Ciencia de la
Información que tratan en profundidad el tema de este estudio son Clare Beghtol,
investigadora canadiense, y María Pinto Molina, profesora española. El artículo
de Beghtol (1986), Bibliographic classification theory and text linguistics:
aboutness analysis, intertextuality and the cognitive act of classifying documents
enfoca los aspectos lingüísticos y cognitivos, y plantea algunas de las implicaciones del trabajo del lingüista Van Dijk para la teoría de la clasificación bibliográfica, lo que puede ser traspuesto al análisis de contenido, ya que aborda también la etapa intelectual de interpretación del contenido temático del documento.
En el artículo se hace una larga discusión del concepto de aboutness, que no tiene, en portugués, un término único correspondiente, razón por la que se adoptó,
en este estudio, el término atinencia, utilizado en la traducción del libro de
Lancaster (1993). También orientado hacia la investigación interdisciplinaria es
el artículo de Pinto Molina (1994), Interdisciplinary approaches to the concept
and practice of written text documentary content analysis (WTDCA), asimismo
restringido a textos escritos y enfocando, además de los aspectos lingüísticos y
cognitivos, los lógicos, que juntos forman la tríada que se considera el soporte
teórico para el estudio del análisis de contenido. A partir de esta teoría, surgió la
propuesta de investigar el proceso de análisis de contenido desde el punto de vista del indizador, al que se considera el iniciador del proceso y el responsable, en
gran parte, del éxito o el fracaso de un sistema de recuperación de la información.
3. Estudio de caso de indizadores
El estudio exploratorio tuvo como objetivo intentar demostrar que, durante el
trabajo de los indizadores, diversos factores interfieren en el proceso en el proceso de análisis de contenido. Como objetivos específicos, se plantearon los
siguientes: profundizar en los estudios teóricos del proceso de análisis de contenido, para intentar delinear mejor ciertos aspectos que dificultan su entendimiento; revelar características y opiniones de los indizadores sobre el análisis de contenido; observar el comportamiento de los indizadores durante el proceso en que
se analizan textos para definir su asunto; identificar y comparar los factores que
intervienen en el proceso de trabajo de los indizadores según su experiencia;
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conocer la formación académica de los indizadores, y comparar los factores que
intervienen en el análisis de contenido de un texto de Sociología (El corto año de
todos los deseos, 1968) y Botánica (Cinco especies nuevas del género
Philodendron Scholtt (Araceae) para Brasil). Se partió de los siguientes presupuestos: a) los factores que interfieren en el proceso de análisis de contenido varían de acuerdo con el tiempo de experiencia de los indizadores en su trabajo, y
b) el análisis de contenido transcurre de forma diferente en las diversas áreas del
conocimiento, debido a las especificidades de cada área, en concreto y entre otras
causas, al tipo de textos producidos, a la terminología usada por los especialistas,
y a la existencia, o no, de una taxonomía de asuntos.
El conjunto de personas investigado estuvo compuesto por siete indizadores
divididos en grupos de acuerdo con el tiempo de experiencia en indización. La
metodología empleada fue el estudio de caso, con la aplicación de una entrevista
semi-estructurada, en la que los indizadores fueron cuestionados sobre el proceso de análisis de contenido en el propio ambiente de trabajo, abordando temas
como: definición, metodología, facilidades y dificultades para desarrollar la actividad, etc. A los entrevistados se les pidió incluso que hicieran el análisis de contenido de dos textos de áreas distintas (Sociología y Botánica) a través del método de protocolos verbales (Think aloud), y se les pidió que dijeran, en voz alta,
todo lo que estuvieran pensando durante esa actividad. Durante el análisis, se
observó detenidamente el comportamiento de cada indizador.
4. Identificación de los factores que intervienen en el proceso de
análisis de contenido
Como esta investigación se trata de un estudio exploratorio y descriptivo,
debe ser vista como una de las etapas de una investigación más amplia, ya que,
en este tipo de investigación, se hace difícil formular hipótesis precisas y conclusiones definitivas. El procedimiento metodológico escogido —o sea, la entrevista con la adopción de los protocolos verbales (“pensar alto”), seguida de observación del comportamiento de los entrevistados— puede ser considerado válido
y muy interesante, visto y considerando que originó una riqueza de datos que, en
este estudio, son denominados factores. La grabación de las entrevistas, consentida por los entrevistados, contribuyó a la fidelidad de la trascripción y, con eso,
a la posibilidad de conocer el proceso mental de la persona durante el análisis y
no solamente su producto final, los términos de asunto. Aunque el análisis transcurrió en una situación artificial, los indizadores entrevistados colaboraron
mucho, esforzándose para adecuarse a las demandas de la investigación, pensando en alto mientras analizaban los textos.
A partir de los dos presupuestos mencionados, las conclusiones del estudio
fueron las siguientes:
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a) Los factores que interfieren en el proceso de análisis de contenido varían
de acuerdo con el tiempo de experiencia de los indizadores en su trabajo.
A partir del análisis comparativo de los datos obtenidos en la entrevista,
se puede afirmar que a más experiencia, el indizador posee más seguridad, mayor vivencia y mayor capacidad de decisión al lidiar con situaciones complejas. No obstante, si se le da para su análisis de contenido un
texto que nunca ha sido su objeto de estudio o en cuya área no ha trabajado todavía, podrán interferir en el proceso los mismos factores que
interfieren en el análisis hecho por un indizador novato. Eso ocurre porque le faltará el conocimiento previo en esa nueva área, el dominio de la
terminología adoptada y, por ello, habrá de enfrentarse a los mismos obstáculos a los que un novato se enfrentaría. Esas constataciones permiten
confirmar —al menos en parte— el presupuesto en cuestión, y ayudan a
reforzar la idea de la necesidad de que el indizador conozca, además de
las técnicas de indización, su área de actuación.
b) El análisis de contenido ocurre de forma diferenciada en las diversas áreas del conocimiento, debido las especificidades mencionadas en el apartado anterior. Durante la investigación fue posible verificar efectivamente
que la estructura de los textos y la terminología utilizada por los autores
son idiosincrásicas de las diversas áreas científicas, y que el conocimiento de esos puntos puede contribuir al trabajo del indizador, porque puede
afectar a las fases de lectura, comprensión y extracción de conceptos.
Además, la existencia de una taxonomía de clases de asuntos —aunque
excede al proceso de análisis de contenido— proporciona al indizador, de
antemano, una mayor seguridad respecto a que el asunto será encontrado
en una tabla de clasificación o tesauro. Ante esa situación, este presupuesto se puede considerar confirmado. La cuestión queda ejemplificada en las
diferencias que se aprecian a partir de los protocolos verbales referentes al
análisis de contenido de los dos textos citados. El texto de Sociología es
más subjetivo, más intelectual, adolece de una estructura menos evidente y de un lenguaje patrón, y absorbe la posición del autor. El texto de
Botánica pertenece a un área sistematizada, tiene un asunto definido y
claro, es objetivo y bien estructurado, y resulta fácil encontrar su asunto
en una tabla de clasificación.
Con referencia a los objetivos de la investigación, se puede considerar que el
objetivo general ha sido alcanzado, ya que se demostró que son diversos los factores que interfieren en el proceso de análisis de contenido realizado por diferentes indizadores. En primer lugar, tras ser preguntados sobre los factores que incidían en la calidad de su trabajo, los indizadores apuntaron factores como la falta
de conocimiento del área, la sistematización del área, la barrera de la lengua, la
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tecnicidad del asunto, el contacto directo con el usuario, el trabajo en el procesamiento técnico, la familiaridad con la terminología, la falta de especialización, la
actualización del vocabulario, la vivencia en el área de actuación, el tiempo disponible para la indización, la ejecución de otras actividades, las interrupciones y
el estilo del autor del documento. En este sentido, se pudo verificar que la falta de
tiempo para la dedicación exclusiva al trabajo de indización es una realidad en las
bibliotecas y centros de información de Brasil. Los indizadores, comúnmente,
desarrollan innumerables actividades paralelas a la indización, lo que puede verse como un factor dificultador, pues la concentración es un aspecto fundamental
para el desarrollo de una actividad intelectual como el análisis de contenido.
Durante la segunda parte de las entrevistas, en la que fue aplicada la técnica
de protocolos verbales, los factores que interfieren en el proceso de análisis de los
indizadores fueron identificados y divididos en tres categorías, a saber:
• Categoría 1: Está formada por factores relativos al texto —especialmente
por los ítems que facilitan a los indizadores la definición del asunto y que,
por tanto, son más consultados— como el título, autoría, resumen, lectura
del texto, consulta de referencias bibliográficas, terminología usada por el
autor, ilustraciones, título de la fuente, términos definidos para el asunto de
los textos y facilidades o dificultades para definir el asunto de los textos. De
estos factores, se puede concluir que el resumen fue el más citado como
contribuyente para definición del asunto, mientras que el título del texto —
fuente rica en información— fue ignorado por todos los entrevistados.
• Categoría 2: Está formada por factores relativos al indizador, como su
conocimiento previo; su formación, conocimientos y experiencia en el área
del texto; la solicitud de orientación a especialistas en el caso de dificultades en el análisis; y la interacción con el usuario. De estos factores, el conocimiento previo sobresale como factor preponderante durante el trabajo, lo
que se puede confirmar por los comentarios hechos por los entrevistados
durante el análisis.
• Categoría 3: Está formada por factores observados en el comportamiento de
los indizadores durante los protocolos verbales, como miedo, ansiedad,
atención, autocrítica y pereza. De estos factores, la ansiedad —o su contrario, la tranquilidad— contribuyen mucho al análisis. Se puede afirmar, no
obstante, que estos factores son considerados circunstanciales, pues podrían
no ocurrir cuando los indizadores están solos en su trabajo de análisis.
Todos los factores citados pueden ser considerados interligados a factores
lingüísticos, cognitivos y lógicos, pues, si el proceso es desarrollado por un individuo, éste piensa; y, si piensa, sigue un razonamiento lógico, en una determinada lengua; todo eso envuelto en una gran dosis de subjetividad, factor éste consiScire. 8 : 1 (en.-jun. 2002) 119-130.
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derado constante. Esta subjetividad es lo que le da el tono de perennidad al trabajo intelectual del indizador y excluye las posibilidades de que sea ejecutado
objetiva y mecánicamente.
Otro objetivo alcanzado en este estudio fue el de revelar las características y
las opiniones de dos grupos de indizadores con diferentes niveles de experiencia
en la indización. Se constató que, aunque dicha experiencia varíe de indizador a
indizador, muchos de los comentarios realizados durante los análisis de los textos coinciden. Destaca el énfasis que todos los entrevistados ponen en la necesidad de conocer el área de actuación, uno de los factores que pueden ser considerados decisivos en el proceso. El objetivo de observar el comportamiento de los
indizadores durante la entrevista también fue logrado, pudiendo afirmarse que el
proceso transcurrió de forma tranquila para algunos y tensa para otros.
4. Consideraciones finales
Con base en los resultados obtenidos en la investigación, es posible confirmar
algunas reflexiones sobre cuestiones básicas planteadas por los autores citados en
la revisión de la literatura, que se exponen a continuación.
La cuestión primordial para el desarrollo del proceso de análisis de contenido es la comprensión del texto, que forma parte del procesamiento de la información por el ser humano. El estudio del texto es considerado por los especialistas como el necesario punto de partida para las operaciones
analítico-documentales. El desconocimiento de aspectos relativos a la estructura
del texto quedó muy claro durante las entrevistas, y puede afirmarse que aún hay
escasez de una base teórica que sostenga la actividad del indizador, y lo mismo
puede afirmarse con relación a la enseñanza/aprendizaje de la indización. Hay
una carencia generalizada de nociones sobre el proceso de lectura, sobre cómo se
dan los procesamientos de la información, sobre los tipos y estructuras textuales
y los demás aspectos ligados a la lingüística textual. En fin, falta mucho conocimiento a quienes trabajan en el área. A luz de la teoría estudiada, se plantea que
muchos problemas que envuelven la práctica y la enseñanza del área son susceptibles de ser aclarados. El estudio del tema “análisis de contenido” ha sido poco
explorado en la literatura brasileña y esta investigación puede ofrecer elementos
teóricos, tanto para la enseñanza en el área, como para nuevos estudios, y principalmente, para la identificación y consolidación de nuevos conceptos.
De la reflexión sobre el examen de la literatura especializada, así como de los
resultados obtenidos en la investigación, se pueden extraer dos conclusiones: a) el
proceso de análisis de contenido no debe ser visto aisladamente dentro de la
Ciencia de la Información, y b) que existe la necesidad de buscar contribuciones de
otras áreas disciplinarias, principalmente de la Lingüística, la Psicología Cognitiva
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y la Lógica. De acuerdo con Pinto Molina (1994), cualquier operación con relación
al texto debe ser estudiada, por lo menos, desde tres puntos de vista: cognitivo, lingüístico y lógico. Es importante para el indizador el conocimiento de esos conceptos para evaluar su relevancia y para emplearlos adecuadamente en su trabajo. En
ese contexto, surgen algunas cuestiones como la de evaluar hasta qué punto esa
interdisciplinaridad debe ocurrir, y en qué nivel de profundidad deben ser efectuados estudios teóricos entre las diversas áreas. Entre esas cuatro áreas, está claro que
la más interesada en la intersección es justamente la Ciencia de la Información, disciplina nueva, todavía sin un cuerpo teórico consolidado que pueda ofrecer fundamentos a las investigaciones. ¿Habría interés de las tres otras áreas en invertir
esfuerzos en el desarrollo de esas investigaciones interdisciplinarias?
Una cuestión muy citada por autores especializados que merece ser enfatizada se refiere a la deficiencia en la formación y a la falta de especialización del
indizador en su área de actuación. Confesada por algunos entrevistados como origen de sus dificultades, se vuelven urgentes los esfuerzos en el sentido de estudiar formas de superarla, considerando que se trata de un factor que, aunque muy
observado, es, al mismo tiempo, ignorado. Objetivamente, se considera absurda
la exigencia de eficiencia y consistencia en el trabajo de un individuo que no esté
debidamente preparado para ejercer una actividad, en cualquier campo profesional. Y se habla, aquí, no sólo de preparación técnica, sino de base teórica, conocimiento y dominio de las especificidades y de la terminología de un campo de
actuación. Se pudo verificar en este estudio cómo varían las características de las
distintas áreas científicas, y cómo esto se refleja en los textos producidos por los
especialistas. En algunos países se exige ya que el bibliotecario tenga formación
académica en su campo de actuación. Según este principio, por ejemplo, un
bibliotecario de una biblioteca especializada en Derecho debería ser abogado.
Esa sistemática es muy diferente de la observada en la realidad brasileña, pero las
iniciativas en el sentido de exigir cursos de especialización al indizador en su
área de actuación ciertamente podrían traer buenos resultados. Cómo concretar
esta idea, no obstante, debería ser tema de discusiones más amplias.
Como corolario de estas reflexiones, se defiende la idea de que en el proceso
de análisis de contenido se produce un “momento mágico”: el de la determinación de la atinencia. Este es el instante en que, luego de pasar por todos los procesos mentales, el indizador se encuentra habilitado para decir exactamente de
qué trata un texto, y debe ser visto como el momento en que se concluye el proceso de análisis de contenido. A partir de ahí, se incia la segunda etapa de la indización, o sea, la traducción de los términos definidos durante el análisis de contenido al lenguaje de indización adoptado para el sistema de recuperación de la
información. Sin embargo, se puede afirmar que es de esa primera etapa de la que
va a depender el éxito del sistema como un todo.
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