Valorizacion del adulto mayor en nuestra sociedad
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Valorizacion del adulto mayor en nuestra sociedad
VALORIZACION DEL ADULTO MAYOR EN NUESTRA SOCIEDAD Salomé Mendoza Viviane Esponda Miriam Pérez INTRODUCCION Nunca antes en la historia mundial la población mayor de 65 años había incrementado tan rápidamente como lo está haciendo hoy día. Esto ha provocado un notorio cambio social, cultural, económico, legislativo y cambios en la salud. El progreso científico y tecnológico ha permitido reducir la morbilidad, mortalidad y alargar la expectativas de vida, por ende, tanto el A.M. como la sociedad en general han tenido que adaptarse y tendrán que seguir adaptándose a este nuevo cambio generacional. El trato y la valorización del A.M. es diferente según las condiciones económicas, estructura social, familiar, creencias, religiones, estructura política, comunidades y redes sociales en la cual interactúa el A.M. Nacen una serie de preguntas en relación al tema. ¿Qué significa envejecer en sociedad como la nuestra?.....¿Se trata en general de una expresión amable o por el contrario, al anciano se le presenta un problema, que es incapaz de resolver por si solo? ¿En que medida la sociedad ha presentado o el estado ha apoyado al anciano y a su familia para enfrentar en conjunto la vejez? DISCUSION El trato del A.M. varia de sociedad en sociedad y depende de diferentes factores, que no son independientes entre si, por el contrario interactúan entre ellos. - Condiciones económicas de la sociedad. La estructura familiar Creencias religiosas. La estructura política. En sociedades preletradas recibe un buen trato el A.M. que posee habilidades necesarias para el desarrollo de la comunidad Ej.: constructor de canoas, guerrero etc. Lo que no lograban ninguna habilidad durante su juventud al llegar a la ancianidad eran cambiados de trabajo por Ej.: en los incas la última función era ser “espantapájaros”. El A.M. era requerido como “archivo”, los acumuladores de la información. La familia es otro factor importante, si las normas sociales especifican que deben ser bien tratados, hay mayores posibilidades que los traten bien. El anciano era bien tratado en aquellas sociedades en que concebían gran importancia al esfuerzo individual o actividades que podían realizar. Pero no era la vejes misma que determinaba un buen trato, sino mas bien ciertas condiciones ambientales favorable o tipos de sociedades que reunían algunos requisitos que aparecen como ventajosas para el AM. Generalmente estas sociedades tienen una residencia permanente, una economía asegurada, tecnología avanzada, un sentido religioso, una red familiar estrecha. Este tipo de sociedad no garantiza una vejes feliz, pero crea condiciones favorables. La religión también influye en el trato muchas sociedades primitivas tenían grupos sacerdotales que administraban los ritos y estaban por AM. En el medio oriente la amargura y la decrepitud parecen haber sido compañeros del AM. Sin embargo existe una ambivalencia, la vejes se relaciona con lo sagrado y en estas sociedades profundamente religiosas el echo de llegar a los 70-80 años es una recompensa de los dioses el hombre justo y noble. En las culturas del lejano oriente, AM siempre mantuvo un estatus importante en el medio familiar y social. El AM es escuchado, honrado y ejerce un poder autentico como patriarca y consejero. Los antiguos Hebreos empezaron siendo nómades con una familia patriarcal. Los A.M. desempeñaban un papel fundamental y eran considerados los jefes naturales del pueblo. Con el sedentarismo y la agricultura el poder de los patriarcas fue complementario por los reyes y otros políticos, pero el respeto al hombre viejo se mantuvo. En relación a la mujer vieja se sabe poco, se piensa que aunque su estatus era bajo, no era mal tratada. Para los griegos la belleza y la fuerza eran muy bien categorisadas por lo cual la vejes no tenia un lugar muy privilegiado, como se demuestra en la mitología. La vejes representaba lo opuesto a los ideales griegos. (1) Según la ONU, los millonarios de longevidad son aquellas personas que viven un millón de horas, es decir más de 100 años. Actualmente el porcentaje de A.M. que alcanza el centenario de vida no supera los 210 mil en el mundo, según los demógrafos calculan que para el 2050 habrá más o menos 3 millones y medio de A.M. soplando más de 100 velas en su cumpleaños. Esta transición es un evento de larga duración que se produce porque el segmento poblacional longevo está creciendo más rápido que el resto de la población, produciéndose, a diferencia con los otros segmentos demográficos, debido al aumento de las expectativas de vida, la reducción de la tasa de natalidad, y la disminución de la mortalidad En Chile nos enfrentamos a un envejecimiento de la población producto de lo ya mencionado, lo que evidentemente tiene hoy y tendrá aún en el futuro, una repercusión en nuestros sistemas de seguridad social. Hoy día el porcentaje de la población adulta mayor (mas de 60 años) es del 10% y se espera que esta cantidad se duplique en las próximas décadas, llegando a un 16% de la población. Se dice que en el año 2040 existirán más personas mayores de 60 años que de 15. Es decir más abuelos que nietos.(2) Este cambio demográfico plantea un problema importante en materia de recursos. Aunque los países desarrollados han podido envejecer gradualmente, se enfrentan a problemas resultantes de la relación entre el envejecimiento y el desempleo y la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, mientras que los países en desarrollo afrontan el problema de un desarrollo simultáneo con el envejecimiento de la población. Los países desarrollados y los países en desarrollo presentan otras importantes diferencias demográficas. Mientras que en los países desarrollados la inmensa mayoría de personas de edad vive en zonas clasificadas como urbanas, la mayoría de personas de edad de los países en desarrollo vive hoy en zonas rurales. Las proyecciones demográficas indican que para el año 2025 el 82% de la población de los países desarrollados vivirá en zonas urbanas, mientras que menos de la mitad de la población de los países en desarrollo vivirá en ellas. En relación al papel de las ciencias en la actual situación, éstas han desarrollado avances científicos y tecnológicos que han permitido reducir la mortalidad y alargar las expectativas de vida del A.M. Hemos encontrado teorías que tratarían de explicar la longevidad del ser humano enfocada desde el punto de vista genética, ambiental e incluso hábitos que el individuo pudo haber tenido durante su vida. (3) La ciencia también ha enfocados sus esfuerzos en mejorar la calidad de vida del A.M. No cabe duda que la gerontología será más demandada que la pediatría, existirá psicología y psiquiatría gerontológica, etc. Además, existirá una especialización en sexualidad, pues este aspecto tiene gran importancia es la calidad de vida del A.M. Existirán potenciadotes sexuales más poderosos que el viagra y un mercado creciente para ellos. (3) No solo lo biológico es importante resaltar, lo social es fundamental, esta sociedad que valora al hombre por lo que produce, en la cual todo es poder, gratificación, competencia, que sentido tiene la vida de quien no esté en condiciones de tener grandes consumos, goces, poderes. También lo valora por sus habilidades y rapidez para hacerlo, especialmente cuando el centro del interés de la sociedad esté en el mundo computacional, con actividades que exigen precisión, rapidez, memoria rápida, lo cual en los A.M. tienden a existir serias limitaciones y mayores inseguridades, aumentadas por el contraste que existe con la capacidad de desenvolverse de los niños. Este modo de hacer y pensar es decisivo, porque define el rol del A.M. en la sociedad, cuanto valen por lo que pueden hacer, cuales son las oportunidades reales. De aquí se puede presumir la imagen negativa sobre la vejes y que limita las oportunidades de los A.M. para satisfacer su autoestima y de sentirse miembros útiles y valorados por la sociedad en que viven. Otro hecho que influye, en la valoración del A.M., es la velocidad de los cambios que experimentan las sociedades contemporáneas en circunstancias de que uno de los recursos valiosos que poseían tradicionalmente los A.M. es su experiencia: cuando se vive en una sociedad donde el rápido cambio tecnológico altera todas las esferas de la vida, resulta inútil puesto que su experiencia se refiere a formas de hacer y pensar ya sobrepensadas. De ahí que se juzgue prescindidle la experiencia del A.M. y que sus opiniones puedan ser descartadas. Desde un punto de vista sociocultural se puede señalar que el general de los A.M. en la sociedad actúa contemplando que esta carencia esta asociada a la valorización negativa sobre la vejez. El núcleo de esta realidad constituye el circulo vicioso de la exclusión que afecta a este grupo y lo reduce a un real pasivo en relación a sus problemas, para modificar esta situación es importante tener presente que l as causas del deterioro actual de los individuos en la vejez no es solamente lo biológico sino que responden en gran medida a una serie de pautas que los humillan y no les permiten desarrollarse. Así podemos comprobar que la sociedad y las políticas públicas no contribuyen a ofrecer alternativas para que los individuos enfrenten la vejez y el proceso con anticipación (Política Nacional de pre A.M.) A continuación se enumeran los hechos que originan la imagen en que nuestra cultura proyecta sobre el A.M con los rasgos que comprenden dicha imagen. Los estereotipos negativos hacia el proceso del envejecimiento, mantenido por la sociedad en general y por los propios A.M, son fenómenos que pueden abrumar las capacidades adaptativas de las personas que incide en su calidad de vida y en su salud. Las imágenes que se tiene actualmente de la senectud, tanto de ellos mismos como de su gente cercana y la sociedad en general es de negación, no se quiere reconocer el envejecimiento como una etapa inevitable que comienza desde que nacemos. El hecho que los ancianos experimentan un grado variable de deterioro biológico en básico para pensar que los A.M son incapaces y dependiente. Ello, sin considerar que la incapacidad real afecta a no más de un 20% de los ancianos. En todo caso la imagen de incapacidad se predica a priori y en general a todos aquellos que acusan signos visibles de vejez (canas y arrugas). Esta connotación de incapacidad adquiere una significación muy negativa en un contexto como el nuestro, en segundo lugar, el hecho que los A.M. carezcan de una función menos productiva, y que hallan perdido a lo menos parcialmente s fuerza y rapidez, de origen a la idea de que lo viejos son inútiles. Por último el hecho de que su experiencia sobre un mundo ya muy sobre pasado por la rapidez de los cambios que acontecen, muestra la idea del anciano como alguien obsoleto. Siendo ésta la imagen que está vigente en Chile, lo dramático es que ella no solo sigue la conducta de los ancianos sino que el mismo anciano lo asume como suya. En resumen: las ideas que se tiene sobre los A.M. son en gran parte factores que denominan a la vejez como un proceso de decadencia y no como una etapa normal de desarrollo del ser humano, haciendo que el individuo que viva esa etapa esté expuesto a un sin numero de discriminación y calificativos errados, los cuales en ocasiones, también son asumidas por los personas afectadas aunque tales ideas sean falsas. (3) La familia como institución social tiene una doble importancia para los A.M, por un lado se relaciona con la existencia de quienes puedan brindarles los cuidados, mantención y ayuda requerida, por otro lado es importante el apoyo cognitivo y afectivo que es tan necesario para asumir la vejez y contrarestar las discriminaciones sociales. Creemos que existen dos dimensiones de la familia, la primera se relaciona con el hecho que la familia es un grupo humano unido por lazos de afecto y la segunda se vincula con los recursos humanos, económicos y afectivos, para satisfacer las necesidades de sus miembros. Es importante destacar que las preferencias tanto de las generaciones jóvenes como la de los A.M son de vivir en formas independientes, y solo las circunstancias fuerzan la convivencia de ambas generaciones. De ahí que sea una diferencia importante la existencia entre los A.M que viven en su propio hogar y los A.M que viven de allegados al hogar de sus hijos o parientes, los cuales presentan mayores conflictos. Cabe preguntarse acerca del impacto que tiene sobre los hijos la obligación de ayudar a sus padres. Conviene distinguir en este sentido, entre quienes proporcionan dicha ayuda por si mismo y quienes se encargan de buscar o pagar a otros para que lo hagan. Para los proveedores directo, el costo de la ayuda es la disminución de su libertad y privacidad, para los gestores de ayuda ajena, el costo es financiero, además de la culpa que genera es NO cuidarlos personalmente y en todo caso, asistir a los padres implica siempre trastocar los roles paternales (que el padre se torne hijo). Esto crea fuertes tensiones tanto para el hijo como para el padre, llenando su relación de ambigüedad. Así como hemos destacado la importancia de la sociedad y la familia, el Estado cumple un rol fundamental en las responsabilidades con respecto al A.M. Así como tiene derecho a una pensión y a la salud, también tienen derecho a exigir oportunidades de integrarse a la vida nacional y a mejorar su calidad de vida. Un papel importante han jugado las municipalidades, el INP, las universidades, las Cajas de Compensación, que han desarrollado acciones en este campo, las cuales se deben transformar en políticas públicas del Estado.(3) En este momento se discute en el Parlamento la Ley de que crea El Servicio Nacional del A.M, cuyo objetivo es generar y coordinar políticas públicas, que tiendan a mejorar la calidad de vida de los A.M. Algunas acciones de servicio sociales serian: la asociatividad, turismo social, asociaciones productivas, talleres de alfabetización y recreaciones varias. Las políticas y programas de producción agrícola deben tener en cuenta las consecuencias del envejecimiento en las zonas rurales. Las mujeres de edad en las zonas rurales son vulnerables desde el punto de vista económico, especialmente cuando su función se limita a la realización de tareas no remuneradas de atención de la familia. Las personas de edad de las zonas rurales de los países desarrollados y países con economías en transición todavía suelen carecer de los servicios básicos, recursos económicos y comunitarios. CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS Tras haber barajados los distintos factores que inciden en el tema del A.M. hemos desarrollado diferentes conclusiones, con el fin de modificar situaciones adversas que experimenta el individuo con el paso de los años. ?? La validación de la Imagen del A.M. debe iniciar en etapas precoses de la vida, que continué en el Jardín Infantil, y consolidar en la Educación Básica, Media, Universidad, etc. ?? Que la política de Salud, de Educación, tengan el mismo norte. La religión debe valorar la Imagen, la Sabiduría de la etapa de Adultez a pesar de que un mandamiento es una regla conductual hacia los padres “Honraras a tu padre y a tu madre“. ?? “LA VEJEZ NO ES EL FINAL” Pretendemos llevar a la reflexión acerca de la importancia de educar a los ciudadanos y promover en ellos actitudes favorables hacia la vida y en particular hacia la tercera edad. Es muy importante también valorar la imagen y las actitudes de la edad avanzada hacia la vejez. ?? ENVEJECER, sigue siendo un drama personal, pero ahora este DRAMA ha de vivirse como estrictamente privado. La misma sociedad de que ha logrado prolongar la vida en años, la vejez resta a los viejos de toda actitud socialmente significativa. Pareciera que la sociedad y la cultura contemporánea quisieran ignorar el drama humano de la vejez y la muerte, pues no se explica de otro modo la marginalidad en que radican los A.M. ?? La problemática del A.M. surge del hecho que, como nunca antes en la historia, la población de A.M. de 65 años había incrementado en gran proporción, en la comunidad ha provocado un importante cambio social, cada año hay más personas ancianas que viven cada vez más años ?? Las políticas sobre el envejecimiento deben ser examinadas cuidadosamente desde una perspectiva de desarrollo que incluya el hecho de la mayor duración de la vida y con un punto de vista que abarque toda la sociedad ?? Se sugieren cambios de las actitudes, las políticas y las prácticas a todos los niveles y en todos los sectores, para que puedan concretarse las enormes posibilidades que brinda el envejecimiento en el siglo XXI. Muchas personas de edad envejecen con seguridad y dignidad y también potencian su propia capacidad para participar en el marco de sus familias y comunidades. Se podría garantizar que en todas partes la población pueda envejecer con seguridad y dignidad y que las personas de edad puedan continuar participando en sus respectivas sociedades como ciudadanos con plenos derechos. Sin dejar de reconocer que los cimientos de una ancianidad sana y enriquecedora se ponen en una etapa temprana de la vida, hay que reconocer, también, las características comunes del envejecimiento y los problemas que se presentan, formulando recomendaciones concretas adaptables a las muy diversas circunstancias de cada país. ?? La habilitación de las personas de edad para que participen plena y eficazmente en la vida económica, política y social de sus sociedades, incluso mediante trabajo remunerado o voluntario. ?? Las oportunidades de desarrollo, realización personal y bienestar del individuo en todo el curso de su vida, incluso a una edad avanzada, por ejemplo, mediante la posibilidad de acceso al aprendizaje durante toda la vida y la participación en la comunidad. ?? Asegurar la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas de edad, así como de sus derechos civiles y políticos, y la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación contra las personas de edad. ?? El compromiso de reafirmar la igualdad de los sexos en las personas de edad, entre otras cosas, mediante la eliminación de la discriminación por motivos de sexo. Los factores que afectan a las mujeres de edad en el mercado laboral merecen una especial atención. La falta de políticas favorables para la familia en relación con la organización del trabajo puede incrementar esas dificultades. La pobreza y los bajos ingresos durante los años productivos de las mujeres pueden ser a menudo causa de la pobreza en la vejez. ?? La atención de la salud, el apoyo y la protección social de las personas d e edad, incluidos los cuidados de la salud preventivos y de rehabilitación. ?? La utilización de las investigaciones y los conocimientos científicos y el aprovechamiento del potencial de la tecnología para mejorar, entre otras cosas, las consecuencias individuales, sociales y sanitarias del envejecimiento. ?? La promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, es esencial para la creación de una sociedad incluyente para todas las edades, en que las personas de edad participen plenamente y sin discriminación y en condiciones de igualdad. ?? La relación mutua entre las generaciones debe cultivarse, acentuarse y alentarse mediante un diálogo amplio y eficaz. ?? Es indispensable una colaboración eficaz entre los gobiernos nacionales y locales, los organismos internacionales, las propias personas de edad y sus organizaciones, otros sectores de la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales, y el sector privado, para mejorar y llevar a cabo las distintas políticas de acción hacia el A.M En relación a las conclusiones, como último punto, debemos destacar que existe en todo el mundo una necesidad imperiosa de ampliar las oportunidades educacionales en geriatría y gerontología para todos los profesionales de la salud que atienden a personas de edad y de ampliar los programas educacionales sobre la salud y las personas de edad dirigidos a los profesionales del sector de servicios sociales. Las personas que atienden a otros en un contexto no estructurado necesitan también tener acceso a la información y capacitación básica en la atención de personas de edad. El hombre al ser un ente pensante que vive y se relaciona en sociedad, conjuga, a lo largo del desarrollo de su vida, varias actividades integrales que conciernen un sin fin de factores que determinaran al individuo como tal, por lo tanto es imprescindible que el hombre continúe, hasta su muerte, como un ser integra, que interactué en su medio, por eso es preciso desarrollar programas globalizados de acciones hacia el proceso de envejecimiento que abarque todas las áreas en que el hombre ha interactuado durante su pasada vida BIBLIOGRAFIA 1. Geriatría Vol.4 año 1995 Algunos aspectos de la historia del maltrato del adulto mayor, Autor: Friman, K. M. Pág. 221-226. 2. Frenk J. La nueva Salud Publica en: La crisis de la Salud Publica, Reflexiones para el debate de: Publicaciones científicas de la OPS N° 540 Pág. 75-93. 3. INTA Universidad de Chile. Diplomado en Geriatría y Gerontología, año 2001 – 2002. 4. Buendía, José (Comp.) Envejecimiento y psicología de la salud, Siglo XXI editores, S.A., 1994. 5. Mishara, B.L. y Riedel, R.G. El Proceso de envejecimiento, Ed. Morata, 1986, Madrid. 6. Lolas, F. (Editor) Vejez y Envejecimiento en América Latina y el Caribe. Aspectos demográficos y bioéticos. Programa Interdisciplinario de Estudios Gerontológico, Universidad de Chile, Santiago, 1996. 7. INE/CELADE, Chile, proyecciones de población por sexo y edad. Total país, 1950-2025. Fascículo FCH.I. 8. Asamblea Mundial. Plan de Acción Internacional Madrid sobre el Envejecimiento, 2002. (Versión no Editada.) C O N T E N I D O S. - INTRODUCCIÓN. - DISCUSIÓN. - CONCLUSIÓN Y SUGERENCIA. - BIBLIOGRAFIA.