"La Historia De Dos Hermanos"

"La Historia De Dos Hermanos"
Génesis 4:1-16
Cada padre tiene grande esperanzas para sus hijos. Cuando traemos un hijo al
mundo, deseamos y oramos que serán mejores estudiantes, atletas, personas, y
cristianos que nosotros fuimos. Creemos que este es un sentimiento universal.
Queremos que nuestros hijos vivan esta vida sin cometer los errores que
nosotros como padres cometimos. Queremos lo mejor para nuestros hijos.
Muchos de nosotros esperamos y oramos que nuestros hijos encuentren al
Señor Jesucristo para que él sea su ideal para que crezcan más profundamente
y confíen más completamente en él, que nosotros. Muchos de nosotros supimos
de la frustración y el sentimiento de estar perdidos apartados del Señor y
queremos que nuestros hijos no pasen por las mismas experiencias. Queremos
que nuestros hijos sean lo que nosotros no pudimos ser. Que logren lo que
nosotros no pudimos lograr, etc.
Pero sospecho que no hay padres que tengan esperanzas tan altas para sus
hijos que Adán y Eva. Hay algo que generalmente pasamos por alto cuando
leemos que Eva dio a luz a un hijo y le puso por nombre Caín. Oigamos lo que
un erudito dijo tocante a este pasaje,
Esta traducción no da la fuerza plena de lo que Eva dijo. En vista de la
promesa de uno que vendría a rescatar la raza humana, el nombre
probablemente significa "Aquí está" o "Ya lo tengo." Eva llamó a su hijo
"Aquí Está" porque creía que el que los iba a rescatar del pecado y darles
nueva entrada al huerto del Edén había sido enviado por Dios.
Más que probable que Adán y Eva esperaban que Caín fuese el que los
rescataría como se prometió en Génesis 3:15. Este era el que sería herido en el
calcañar pero él heriría la cabeza de Satanás. Sería quién los libertaria una vez
por todas del castigo del pecado. Era aquel que sería el Redentor de ellos. Y
cuando pensamos en ello. . . esta era una esperanza muy lógica y racional.
Desdichadamente, sus esperanzas pronto fueron echadas al suelo. Su
esperanza se convirtió en horror y la armonía a odio.
EL PROBLEMA
No sabemos muchos acerca de Caín y Abel. No sabemos qué clase de
hermanos eran. No sabemos si eran muy apegados el uno al otro o si cada uno
seguía su propio camino. Todo lo que sabemos es acerca de un evento que se
llevó a cabo en sus vidas. Ya para entonces habían crecido. . . probablemente
ya casados. Abel era pastor y Caín era un labrador de la tierra. En un día en
particular de adoración Caín y Abel presentaron sus ofrendas a Dios. Abel trajo
de los más gordos de los primogénitos de sus ovejas. Caín trajo algunas
cosechas como ofrenda a Dios. Se nos dice que Dios "miró con agrado a Abel y
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su ofrenda, pero no vio con agrado a Caín y su ofrenda. Por esto Caín se enojó
mucho y decayó su semblante." Ambos habían venido a adorar a Dios. Dios se
agradó de Abel pero no de Caín. Caín se ofendió mucho.
Hay mucho debate acerca del por qué Dios rechazó a Caín y su ofrenda y
aceptó a Abel y su ofrenda. Hay dos ideas principales, Primero hay aquellos que
dicen que esto tuvo que ver con la actitud de Caín. Y otros dicen que tuvo que
ver con su ofrenda.
El Problema Fue Su Actitud
Los que creen que el problema fue su actitud señalan varias cosas...
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Tanto Caín y Abel trajeron lo mejor que tenían
Muchas clases de ofrendas no requerían un animal. Si esta era una
ofrenda en vez de un sacrificio por el pecado entonces no había nada mal
con la ofrenda de Caín.
Se nos dice que Dios no miró con agrado a Caín y la ofrenda suya.
¿Puede esto apuntar al hecho que el problema no estaba en la ofrenda
misma sino con la actitud de aquel que estaba haciendo la ofrenda? En
otras palabras, no fue lo que Caín trajo sino Cómo lo trajo.
Estos hechos llevan a muchos a concluir que la razón del por qué el sacrificio de
Abel fue aceptado y el de Caín rechazado fue porque Abel vino gozosamente a
adorar a Dios y Caín como que la adoración era una obligación. Es como dos
personas que vienen a adorar a Dios hoy día. Una viene porque tiene que venir
o porque es parte de la rutina. Y si pudieran ir al cielo sin dejar de reunirse, el
día de reunión, se irían a otro lugar o simplemente se quedarían en casa. La
otra viene porque ama a Dios y no quiere perderse ninguna oportunidad de estar
con él. La adoración de una será aceptada y de la otra no.
Su Ofrenda Fue El Problema
Otros sugieren que la ofrenda de Caín fue rechazada porque no fue un sacrificio
de animal. El sacrificio de un animal fue requerido más tarde en el Antiguo
Testamento para cubrir el pecado. Este acto de sacrificar un animal muestra las
consecuencias odiosas del pecado y apunta al adorador más allá del animal a
aquel que daría su vida en recate por muchos."
Ahora es cierto que Moisés dio los reglamentos para los sacrificios miles de
años después de este encuentro. Pero, también hay que recordar que la primer
cosa que Dios hizo por Adán y Eva, después que pecaron fue de matar un
animal para cubrirlos. Así que esto fue un acto sacrificial diseñado para
recordarles de la necesidad de un Salvador. Si este es el caso, la noción del
sacrificio de animales ya estaba en vigencia.
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El hecho de que estaban trayendo ofrendas muestra que hubo algo de
instrucción en cuanto a los sacrificios. En este caso el problema fue que Caín
estaba buscando adorar a Dios a su manera y no la manera que Dios le había
ordenado. Estaba haciendo lo que era conveniente y no lo que se le había
ordenado. Hebreos 11:4
Caín resintió el hecho que su mal estaba en comparación en un contraste agudo
con el bien de Abel. ¿El resultado? Caín saca a su hermano Abel al campo
(quizás a su granja) ¡y lo mata!
LA INTERROGACION
Se nos da dos conversaciones entre Caín y Dios. Una es antes del homicidio. La
otra es después. Oigamos la primera conversación en los versículos 6 y 7,
"¿Por qué estás enojado? ¿Por qué ha decaído tu semblante? Si hicieras
lo bueno, ¿no serías aceptado? Pero si no hicieres el bien, el pecado está
a la puerta; el desea tenerte pero tu necesitas dominarlo."
Caín se enojó. Sintió que había sido avergonzado y quizás delante de su familia.
Pero en vez de arrepentirse, Caín permitió que la cacerola hirviera al ir creciendo
en ira. Notemos dos cosas de lo que Dios dice,
Caín Sabía El Bien Para Hacer
Si Caín es amonestado para hacer el bien, fue porque el bien le era conocido.
(Santiago 4:17) Caín sabía lo que debería hacer y eligió no hacerlo. Así que,
Caín no está mal por causa de la ignorancia o porque cometió un error. Fue
rechazado porque le faltó humildad, fe y obediencia. Rechazó venir a Dios y
confesar su necesidad.
Caín no necesitaba enojarse
Esto no era una cuestión de favoritismo. Tuvo poco o nada que ver con Abel. El
problema estaba con Caín mismo. En vez de haberse enojado debería de
haberse arrepentido y haber hecho lo que era correcto. Era un problema muy
fácil para resolver. Pero para Caín fue más fácil echarle la culpa a otros.
Esta actitud homicida no es rara. Un anuncio en el Bargain Book decía.
"Vestido de novia de venta, nunca se ha usado, se cambiará por una pistola
calibre 38"
Alguien dijo concerniente al enojo,
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El enojo es como una influencia psicológica que te incapacita lo mismo
que una enfermedad física. . . El enojo es una decisión, como también un
hábito. Es una reacción aprendida de la frustración, en la cual no
comportamos en maneras que no quisiéramos.
A Caín Se Le Advierte Que Está Coqueteando Con El Peligro
Dios le advierte a Caín. Dios puede ver lo destructivo de la actitud de Caín. Le
dice bien claramente, "el pecado está a la puerta; y su deseo es atraparte, pero
tú necesitas dominarlo." Este era un momento central en la vida de Caín. Su
alma cuelga en la balanza. Dios le dice a Caín que saque de las raíces el
pecado de su vida. Porque si no lo hace el pecado lo va a destruir. Dios quería
que Caín dejara de dar excusas y que tomara responsabilidad por su
comportamiento. Dios quería que Caín se arrepintiera.
Un hombre quería comprar su casa en Haití por $2,000. Otro hombre
quería comprarla, pero porque era pobre, no podía pagar la cantidad
completa. Después de mucho regateo, el dueño está de acuerdo en
venderle la casa a mitad del precio original con solamente una
estipulación: que él seguiría siendo el dueño de un pequeño clavo que
salía por encima de la puerta.
Después de varios años, el dueño original quería que se le regresa su
casa, pero el Nuevo dueño no quería vendérsela. Así que el primer dueño
sale de la casa y se encuentra con un pero muerto, y lo cuelga del clavo
del cual todavía él era el dueño. Pronto la casa llegó a ser tan apestosa
que no se podía vivir en ella, y la familia fue forzada a vender la casa al
dueño del clavo.
¿Cuál es la moraleja de esta parábola?: "Si le dejamos al Diablo
solamente una pequeña clavija en nuestra vida, va a regresar para colgar
su basura podrida el ella, haciéndola no adecuada para que Cristo viva
allí." (Juan 14:30)
Esto era lo que Caín estaba haciendo. De hecho no le estaba dando la diablo
solo un clavo, le estaba dando todo un cuarto en su casa. Caín estaba
coqueteando con el desastre por mantener estos sentimientos.
Nosotros hacemos lo mismo cuando hacemos del pecado algo no malo. Cuando
no pensamos nada de nuestra amargura, resentimiento, enojo, obstinación, y ser
de corazón duro en nuestras relaciones, le estamos dando al diablo un clavo.
Cuando sabemos que algo es peligroso pero caminamos lo más cercas que
podamos a su orilla, le estamos dando al diablo un clavo. Cuando escogemos
justificarnos en vez de arrepentirnos, le estamos dando al diablo un clavo.
Cuando elegimos racionalizar en vez de confesar nuestro error, le damos al
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diablo un clavo. Qué mejor sería el ser honestos delante de Dios y tratar con el
problema.
El Pecado De Caín Es Expuesto
Ahora la segunda vez que Dios habla con Caín, Dios le pregunta, "¿Dónde está
tu hermano Abel?" No porque Dios no sabía lo que había pasado, pero como los
padres, Dios está haciendo la pregunta para ver qué es lo que Caín va a decir.
Le está dando a Caín la oportunidad de confesar su pecado. Caín rechazó con
una respuesta grosera, "¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?"
Dios le responde, "¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a
mi desde la tierra." Lo que Caín había hecho queda expuesto y ahora debe de
ser castigado. Pero antes de que hablemos del castigo miremos algunos
principios de la vida.
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No hay tal cosa como un pecado secreto. Caín ha de haber pensado que
no sería descubierto su crimen, pero Dios todo lo ve. Usted y yo podemos
pretender ser algo delante de otros, pero Dios sabe la verdad.
Y siendo que no hay pecados secretos es una tontera el tratar de
justificarse. Adán culpó a Eva, Eva culpó a la serpiente, Caín culpó a
Abel. Cada una de estas personas les hubiera sido mejor el haber
buscado la misericordia de Dios.
Un mal no confesado cría en nuestra alma una condición cancerosa.
Cuando no reconocemos y no nos arrepentimos de nuestros pecados,
dejamos un clavo que el diablo puede usar. Lo usara y lo usa.
EL CASTIGO
Como un resultado del acto premeditado de Caín Dios pronuncia su sentencia
sobre él,
Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió la boca para recibir de
tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a
dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. (11-12)
Notemos que el castigo es severo. Dios pudo haber matado a Caín pero escogió
desterrarlo. Caín era un labrador de la tierra y desde ese día en adelante
sembraría pero no iba a tener buenos resultados. Otros a su alrededor tendrían
Buenos resultados pero él no. Y no solamente pierde Caín su subsistencia, sino
que es condenado a ser un nómada. Ya no tendría un lugar que podría llamar mi
hogar.
En Diciembre del año 1863, Edward Everett Hale publicó una historia en
la revista ATLANTIC intitulada, "El Hombre Sin Un País." Esta historia era
acerca de un oficial del ejército de los Estados Unidos llamado, Philip
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Nolan, que había sido involucrado en la traición de la guerra
Revolucionaria de Aaron Burr. En su corte se le preguntó si deseaba decir
algo en su defensa para mostrar que siempre había sido fiel a los Estados
Unidos. Pero le grita al juez, "Que Dios maldiga a los Estados Unidos, Mi
deseo es que nunca más oiga acerca de los Estados Unidos otra vez." El
juez decidió tomar en serio la petición de Philip Nolan. Así que en vez de
sentenciarlo a muerte por su traición, lo cual tenía todo el derecho hacer,
lo sentenció a ser encarcelado en el mar en barcos del gobierno con
instrucciones a los oficiales que no se le permitiera oír el nombre o recibir
alguna información acerca de su país. De esta manera pasaron muchos
años. Este hombre pasa de nave a nave, siempre cambiado antes que el
barco en donde estaba regresara a un puerto de los Estados Unidos.
Nunca recibió un perdón, y por ultimo muere en el mar pero no antes el
supuesto autor de la historia, un oficial naval, quebrantas las ordenes
dadas por el juez y le cuenta a este hombre acerca de América y su
crecimiento y prosperidad sobresaliente durante los 25 años anteriores.
Las últimas palabras de Nolan fueron que nadie había amado más un
país como él.
Esto nos ayuda a entender al castigo de Caín. Esto es lo que el pecado hace.
Destruye vidas. A la luz de esto, oigamos cuidadosamente la respuesta de Caín,
“Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la
tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la
tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará."
¿Vemos lo que no se dice aquí? No vemos en ninguna parte un sentimiento de
remordimiento por ignorar los mandamientos de Dios o por matar a su hermano
Abel. ¡Todo lo que vemos es el remordimiento de Caín por su castigo! ¡Caín
todavía se cree ser la victima de todo esto! Caín pronuncia palabras que el
hombre contemporáneo a menudo pronuncia, "¡Pero eso no es justo!" Recibimos
las consecuencias de nuestra rebelión y nos quejamos no por nuestro pecado
sino porque resentimos el tener que enfrentar las consecuencias de nuestras
acciones.
Hace un tiempo atrás un jugador profesional de basketball se le terminó su
contrato porque físicamente atacó a su entrenador. En su respuesta a la
suspensión el hombre creía que la NBA estaba sobre reaccionando. Que
estaban “haciendo un ejemplo de él". Y luego, demandó a su agente porque el
agente no le había conseguido un contrato que no podía ser terminado. No hubo
un arrepentimiento sincero de su parte por lo que hizo.
Como Caín, merecemos mucho peor que lo que se nos da. Como alguien dijo,
“Nunca ores por justicia. . . pueda que la tengas." El pecado tiene un castigo
muy duro – la muerte. Si Dios actuara en justicia hacia nosotros en vez que en
misericordia moriríamos al instante que pecáramos. Pero Dios extiende su
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misericordia a nosotros porque va a exigir justicia a traves de Cristo. Y eso hace
toda la diferencia.
CONCLUSION
La historia de Caín y Abel en la Biblia es una historia muy triste. Los sueños de
sus padres son destruidos. Comienzan con la promesa de un libertador y
termina con un hijo muerto y otro desterrado.
Es fácil ver esta historia como una de fascinación pero de ninguna pertinencia
personal. Pero esto no debe ser así. Porque, cada uno de nosotros es
confrontado con las mismas clases de tentaciones como las de Caín. Todos
sabemos lo que es hacer el bien. Hemos sido instruidos. (Miqueas 6:8) La
pregunta es una muy simple: ¿Haremos lo que es correcto o haremos lo que nos
dé la gana? ¿Vamos a justificar nuestro comportamiento? ¿Le echaremos a
otros la culpa a otros o buscaremos el perdón de Dios?
Alguien dijo lo siguiente,
Si nunca hemos obedecido el evangelio de nuestro Señor Jesucristo,
entonces somos algo como Caín. Estamos en peligro y debemos de huir
de él. La Naval usa una expresión para los barcos que van hacia el
peligro. Se dice que están en el “camino de daño." Esa es una expresión
para nosotros, si estamos separados de Cristo. Estamos en el camino
donde podemos dañarnos, y hay que ir por el camino seguro antes de
que seamos perdidos para siempre.
Hay muchos que siguen el camino de Caín. Rechazan seguir y servir al Senor
como el manda. Puede ser por muchas razones.
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Algunos rechazan por su arrogancia. No van a doblar sus rodillas delante
de nadie. No quieren que nadie tenga alguna autoridad sobre ellos.
Quieren controlar y manejar su propia vida. En esencia, quieren ser Dios.
Estos están en el camino peligroso.
Otros rechazan por su ignorancia. Verdaderamente creen que están bien.
Han racionalizado tanto sus errores que ya no pueden ver lo tonto de su
proceder. Creen que la manera que viven es la manera de ser feliz. Y se
apartan más y más de Dios. Estos también están en un camino muy
peligroso. Cuando vienen los problemas no saben a donde ir.
Otros se apartan por su amargura. Como Caín creen que lo que se les ha
dado en esta vida no ha sido justo. Creen que merecen mejor. No pueden
ver que su mera vida es un regalo de la misericordia de Dios. Algunos se
amargan tanto por las circunstancias que no ven que Dios está tratando
de alcanzarlos a través de las circunstancias. Quiere despertarlos pero
ellos solamente se van más lejos de él.
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Caín vivió sus días en soledad y aparte de la comunión con Dios. Aprendamos
una lección de su ejemplo triste. Que no nos pase a nosotros lo mismo. Si nos
encontramos en el lado equivocado de la vida pues es tiempo que vengamos a
aquel que nos puede guiar por el correcto.
Si queremos recibir el perdón de Dios, hay que parar de hacer excusas y admitir
la verdad. Hay que ser honestos con Dios y aceptar responsabilidad por
nuestras acciones. Luego creer en los Hechos del evangelio y obedecer los
mandamientos del evangelio, siendo bautizados para el perdón de nuestros
pecados. Porque cuando todo sea dicho y hecho, seguimos el camino de Caín o
aprendemos del camino de Caín. ¿Cuál va a ser para nosotros?
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