INTRODUCCIÓN Esta memoria ha sido realizada por Laura Cruz
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INTRODUCCIÓN Esta memoria ha sido realizada por Laura Cruz
INTRODUCCIÓN Esta memoria ha sido realizada por Laura Cruz Avilés, con DNI 51108168-Y, cursando 4º curso de la Licenciatura de Veterinaria, en la Universidad Complutense de Madrid. El período de estancias ha sido de un año completo, comenzando en septiembre del año 2009, y continuando hasta el mismo mes del año 2010. El tutor externo de las estancias ha sido el veterinario Álvaro Vázquez Goyoaga, y la tutora interna la profesora y vicedecana de la Facultad de Veterinaria, Marta González Huecas. Con Álvaro Vázquez Goyoaga y Pablo Adrados como socios fundadores, nace en 1998 EQUISAN Veterinaria Equina Integral, en Madrid, como resultado de la fusión de EQUISAN Clínica Equina (1990) y Veterinaria Equina Integral (1985). Cada uno de estos dos reconocidos veterinarios cuenta con un equipo de veterinarios asociados. Las estancias las realicé principalmente con el equipo veterinario de Álvaro Vázquez Goyoaga. El equipo consta de cinco colaboradoras, que, junto con el doctor Vázquez, se dedican a la clínica equina como especialidad. Las veterinarias colaboradoras son: Esther Millán, Bárbara Marín, Marlene Díaz y Joana Barreiro. También tuve la suerte de poder conocer como trabaja el equipo de Pablo Adrados, y de compartir con ellos alguna parrillada. Tanto el cofundador de EQUISAN como sus colaboradores, José María Martínez y Amara Meilán, merecen una mención en este espacio, ya que a mi juicio son, sin ninguna duda, excelentes veterinarios. El equipo al completo de EQUISAN Veterinaria Equina Integral cuenta con unas amplias instalaciones, situadas en el municipio de Villanueva de Perales, en Madrid. Estas instalaciones constan de: • 15 boxes • 10 padocks • Zona de duchas • Caminador automático, con 6 plazas • Potro de contención • Fantasma para extracción de semen • Oficina • Almacén. En el almacén se encuentran guardados y ordenados todos los materiales, bibliografía, medicamentos y equipos. Centrándonos en los equipos, debemos destacar: o Microscopio o Equipo de radiología: Reveladora digital y ordenador portátil para el almacenamiento y consulta de radiografías Equipo de ecografía: hay 3 ecógrafos. Encontramos sondas especializadas, para centrarnos en la exploración transrectal de yeguas, diagnóstico y evolución de lesiones en tejidos blandos y estudio de vísceras. Equipo de reproducción: Material necesario para extracción de semen Material necesario para diagnóstico de gestación Material necesario para evaluación de fertilidad Material necesario para técnicas reproductivas avanzadas: Inseminación artificial y Transplante de embriones. A continuación, haremos un pequeño recorrido fotográfico por las instalaciones: Boxes Padocks Caminador Almacén Equipo de Rayos X/ reveladora digital INTEGRACIÓN EN EL EQUIPO DE TRABAJO Y DESCRIPCIÓN DE LAS ACTIVIDADES REALIZADAS Durante el período de realización de las estancias, mi función era acompañar a cualquiera de los veterinarios integrantes en el equipo. El comienzo de la jornada se realizaba en el Centro de Trabajo, en Villanueva de Perales, para empezar con los tratamientos de los caballos que permanecían en el mismo, y repartir el trabajo entre todos los miembros del equipo. En ocasiones, el lugar del comienzo si la cantidad de trabajo lo permitía, era alguna cafetería cercana, sin perdonar unas tostadas previas a un largo día. A partir de este momento, subíamos al coche y comenzábamos a trabajar. En lo que al equipo se refiere, cabe destacar una gran unidad y compañerismo. Constantemente se escuchan llamadas al móvil y mensajes de unos a otros, repartiendo el trabajo o buscando información, y la buena relación existente entre ellos y con los alumnos en prácticas que les acompañamos. En cuanto a mi, la función principal que desarrollaba era colaborar en todo lo posible. Esto incluye cargar medicación, administrarla en casos que se consideren adecuados, discutir y preguntar sobre cualquiera de los casos, opinar y tener que razonar respuestas, buscar información para la siguiente visita, aprender el manejo de caballos con mil caracteres diferentes, tratar con propietarios, ganaderos y otros veterinarios, saber manejar todos los equipos de trabajo, y un sin fin de tareas más, entre las que se encuentra, al fin y al cabo, intentar aprender lo máximo posible. Las actividades realizadas a lo largo de los días han sido de lo más variadas. Por suerte, hemos podido ver tanto patologías relativamente frecuentes en la clínica equina, entre las que destacan los cólicos o las cojeras, como casos más extraños de encontrar, como Síndrome de Cushing. Para hacer un breve resumen de lo visto, me centraré en los ejemplos mencionados más arriba. Protocolo de Cólicos Puedo sacar como conclusión que los cólicos están muy presentes en la vida del veterinario de campo, constituyendo, en mi opinión, la principal urgencia clínica a la que debe acudir el veterinario. Como protocolo de actuación ante un cólico, podemos referirnos a los siguientes pasos: • o • o • o En primer lugar, es esencial la rapidez con la que deben tratarse estos procesos. Definimos cólico como “cualquier dolor abdominal agudo”, siendo un síndrome y no una enfermedad tal cual. Ante una llamada de urgencia por sospecha de sintomatología de cólico, habrá que acudir lo más rápido posible. Normalmente, el propietario o cuidador del caballo nos dice que el animal no ha comido, o está inquieto, o presenta signos de dolor (se mira el flanco, rasca el suelo, respira agitadamente, se tumba y revuelca por el suelo), pudiendo ser variable la sintomatología observada. Una vez nos encontramos ante el animal, debemos realizar una rápida evaluación del estado general del mismo. Hacemos una exploración física, a ser posible ordenada y sistemática para no pasar por alto nada importante. Habrá que valorar primeramente la frecuencia cardiaca y calidad del pulso, la frecuencia respiratoria, la temperatura y el color de mucosas junto con el tiempo de relleno capilar. Con los resultados obtenidos podremos confirmar si el animal tiene cólico, y clasificarlo como un proceso de leve o moderado a grave. Además, tendremos que realizar una correcta y completa anamnesis, en la cual no debemos olvidar preguntar el tiempo que lleva de cólico el caballo, su dieta habitual, si ha habido algún cambio de alojamiento, alimentación o en la rutina habitual, si suele tener cólicos y el grado de los mismos, y toda la información que resulte de interés para evaluar el caso, valorando también si se ha administrado al animal algún medicamento que pueda enmascarar el dolor. Y, como no, teniendo siempre presente el hecho de que la rapidez es esencial cuando nos encontramos ante un caso de cólico. Según la valoración global obtenida, procederemos a realizar un sondaje nasogástrico y una palpación rectal. Previamente habrá que administrar al caballo algún tipo de sedante, según el estado que presente, y también analgesia, para aliviar el dolor y permitir un trabajo más fácil. El sondaje nos permite evacuar el posible contenido del estómago, y debemos realizarlo con gran rapidez en casos en que el animal presente una frecuencia cardiaca muy elevada o asome contenido alimenticio en los ollares. Con la palpación rectal podremos determinar la correcta colocación de las vísceras, la presencia de heces y gas, y así descartar en lo posible la intervención quirúrgica como único tratamiento. Por lo general, la analgesia la conseguimos mediante un antiinflamatorio no esteroideo, como Flunixin meglumine ( 1,1 mg/kg IV o IM), que inhibe la producción de prostaglandinas y disminuye la percepción del dolor. Para sedar al animal, podemos usar distintos fármacos: • Agonistas a-2: actúan como sedantes, relajantes y provocan relajación y anestesia visceral profunda. Principalmente encontramos Xilacina ( 0,21,1 mg/kg IV o IM), Detomidina (10-30µg/kg IV o IM) y Romifidina (0.04-0.08mg/kg IV o IM). Como efectos adversos (dosis dependientes) estas drogas pueden presentar: hipotensión, disminución de la frecuencia y gasto cardiacos, ileo y menor flujo sanguíneo y motilidad en el aparato digestivo. • Opiáceos: el Butorfanol es el más usado ( 0.01mg-0.1mg/kg IV o IM), proporcionando analgesia visceral, sin enmascarar cambios vasculares y con poca sedación. Suele asociarse con Xilacina (a dosis de 0,2-04 mg/kg IV). • o • o Generalmente, un cólico leve-moderado se solucionará con los pasos anteriores. Según el tipo de cólico, a partir de este punto, variaremos el tratamiento, pero al haber tantas causas y tipos de cólico, no profundizaré más en este tema. Por último, entrando mínimamente en detalle, es importante saber que las yeguas en gestación pueden sufrir torsión uterina y después del parto se pueden observar retenciones y vólvulos del colon. En los machos no castrados, pueden producirse hernias inguinales al introducirse asas intestinales en los anillos inguinales. En potros puede haber dolor al expulsar el meconio. Cojeras Las cojeras constituyen otro de los motivos bastante frecuentes de visita. Por ello, podemos resumir brevemente los pasos a seguir al encontrarnos ante un caballo con dolor en una o varias extremidades. • Comenzaremos realizando una correcta anamnesis y completando lo máximo posible la historia clínica del paciente. Deben quedar reflejados datos importantes, que intenten aclarar la etiología de la cojera y el momento de presentación. • Observaremos al animal en estación, al paso y al trote, y según la situación también al galope. Si hay posibilidad, debemos observar estos aires en línea recta y en círculo, y alternando terreno duro y terreno blando. Con estos pasos, podremos saber con bastante certeza cuántas y qué extremidades están afectadas. • Durante la exploración de la(s) extremidad(es), de forma sistemática preferiblemente, debemos intentar localizar el origen del dolor. Comenzaremos palpando todas las estructuras posibles, valorando la existencia de pulso digital, si existen variaciones de temperatura en el casco, y si el animal puede flexionar y extender correctamente las articulaciones. Podemos complementar la exploración con unas pinzas de casco, para localizar dolor en la palma en caso de que esté presente. • Además de la exploración física, podemos llevar a cabo otras pruebas diagnósticas que nos permitan saber con certeza cuales son el origen y la causa del dolor que ocasiona la cojera. En estas pruebas, incluiré como más importantes las anestesias diagnósticas y las radiografías. Si sospechamos de tejidos blandos, también podemos realizar ecografías diagnósticas de tendones. Anestesias diagnósticas: el uso de anestesia local es una práctica habitual para la confirmación o identificación de las zonas causantes de dolor, siendo necesarios conocimientos de neuroanatomía básica para su correcta realización. Generalmente se aplican como anestésicos locales Lidocaína al 2% o Mepivacaína al 2% (más usada por su mayor duración y por ser menos irritante que la anterior), con el caballo en estación y bajo tranquilización si se considera necesario. Introduciremos con aguja de 21 o 25 G un volumen de anestésico de unos 2-3 ml. Tras su administración, esperaremos un tiempo de 10 minutos para permitir la completa desensibilización de todas las estructuras. Siguiendo un protocolo de administración, que se basa en seguir un orden ascendente a lo largo de la extremidad, podremos localizar la región de la que procede el dolor. Voy a hacer un brevísimo resumen de los distintos puntos en los que se aplica la anestesia perineural para localizar un área distal de dolor. Bloqueo Digital Palmar: permite anestesiar los nervios digital palmar lateral y medial, desensibilizando con ello el hueso navicular, la bolsa podotroclear, los ligamentos sesamoideos distales, la porción distal de los tendones flexores digitales superficial y profundo y su vaina, el corion de la ranilla y de la palma, la cara palmar de las articulaciones interfalangianas y el tercio palmar y cara solar de la falange distal. Bloqueo Sesamoideo Abaxial: desensibiliza las tres falanges y las articulaciones interfalángicas proximal y distal, la articulación metacarpofalángica, las ramas extensoras del ligamento suspensor del menudillo, los ligamentos sesamoideos distales, y, en definitiva, todas las estructuras que se encuentren distales al punto donde se inocula el anestésico local. Bloqueo Cuatro Puntos bajo: si la cojera aún no ha respondido a los bloqueos nerviosos previos, el siguiente paso será el bloqueo de los nervios palmares y los metacarpianos palmares medial y lateral, a nivel del extremo distal del segundo y cuarto metacarpianos. Esta anestesia desensibilizará las estructuras profundas de la región del menudillo. Existen más bloqueos a mayor altura, como el Cuatro puntos Alto, el origen del Ligamento Suspensor, el nervio Peroneo...y también podemos emplear anestesias intrasinoviales. Para no extenderme en exceso, únicamente añadiré que, al emplear las anestesias diagnósticas, siempre debemos tener precaución y no llevarlas a cabo ante la mínima sospecha de rotura. Estudio Radiológico: el equipo de Rayos X con el que trabajamos es un equipo portátil. Además, hay 11 chasis digitales, y en el centro de Villanueva de Perales se encuentra la reveladora digital y el ordenador para trabajar con las radiografías. La utilidad de este equipo es inestimable, siendo el diagnóstico definitivo de multitud de patologías. Por supuesto, para la utilización del equipo, usamos protectores plomados de cuerpo, de tiroides y guantes. Ecografía: básicamente la usamos para el diagnóstico de patologías en tejidos blandos (tendones). Usamos una sonda de 7,5 MHZ, normalmente con un pad incorporado. Previamente a la ecografía podemos rasurar o no la zona, según la cantidad de pelo y la calidad de imagen que obtengamos, y procederemos a limpiar y empapar con alcohol o con gel el lugar donde colocaremos el transductor. Para un buen diagnóstico, tendremos que realizar cortes transversales y longitudinales, buscando variaciones de densidad y otras alteraciones de estas estructuras. En el examen de ultrasonidos podemos observar lesión en el flexor digital superficial Ahora, presentaré brevemente un caso clínico. Caso clínico Recibimos una llamada de urgencia por un cólico. Al acudir a la hípica, valoramos al paciente: caballo castrado, de unos 6 años de edad, cruzado, de capa torda. Presentaba frecuencias cardiaca y respiratoria aumentadas ( 52 lpm y 36 rpm), mucosas ligeramente pálidas, temperatura normal (37.4 ºC). Tras sedar levemente al animal, procedimos a realizar un sondaje nasogástrico, en el que había poca cantidad de contenido y no presentaba reflujo, y a realizar una palpación rectal, en la que no había alteraciones significativas. En principio, el cólico quedó resuelto. Dejamos al animal con analgesia ( 5 ml de Flunixin meglumine), dando por terminada la visita, pero aún continuaba con las frecuencias ligeramente aumentadas. Al día siguiente, volvimos a visitar al animal, que continuaba presentando un ligero aumento de las frecuencias cardiaca y respiratoria. Al realizar una observación más detallada, comenzamos a observar algunas alteraciones que nos habían pasado desapercibidas el día anterior: - El animal presentaba un pelo bastante largo en la zona del cuello, que comenzaba a rizarse. - Nos encontramos ante una exoftalmia acusada, con gran cantidad de grasa supraorbitaria. - Además, el caballo estaba bastante gordo y era reticente a caminar. Como última mención, presentaba epífora bilateral y sudoración intensa. Para saber por que razón sospechamos de un Síndrome de Cushing, haré un breve resumen sobre la etipatogenia de esta enfermedad: Este Síndrome, también denominado Hiperadrenocorticismo, consiste en la disfunción de la pars intermedia de la glándula pituitaria debida a un adenoma, hiperplasia o hipertrofia a este nivel. En condiciones normales, la síntesis de pro-opiomelacortin (POMC) sucede en este lugar, y por acción enzimática es transformado en péptidos hormonales como Hormona Estimulante de los Melanocitos (MSH) o en Hormona Corticotropa (ACTH). En el Síndrome de Cushing, se genera un marcado aumento en la síntesis de POMC y, consecuentemente, de sus péptidos activos derivados de tipo hormonales. La ACTH, regulada por el eje hipotálamo-hipófisis-corteza adrenal, estimula la secreción de glucocorticoides y otros esteroides androgénicos en menor medida, siendo este hecho de gran importancia, ya que basándonos en la cantidad de cortisol podremos diagnosticar la enfermedad (mediante el test de supresión con dexametasona a bajas dosis, o el test de estimulación con ACTH). Entre los signos clínicos más importantes, encontramos: • • • • • Hirsutismo: pelo más largo de lo normal, de aspecto lanudo, que no se cambia en el verano. Laminitis recurrentes y crónicas. Pérdida de masa muscular. Redistribución de la grasa corporal. Sudoración excesiva. Mayor susceptibilidad a padecer infecciones. En nuestro caso, para diagnosticar al animal, realizamos la prueba de supresión con dexametasona a bajas dosis. El objetivo de esta prueba es detectar un fallo en la supresión de la secreción de cortisol tras la administración de dexametasona exógena. El razonamiento se basa en que las concentraciones plasmáticas de ACTH, y la resultante producción de cortisol adrenal, no se ven afectadas por un mecanismo de feed back negativo en los animales enfermos, condición que si se presenta en los animales sanos. Los caballos normales muestran una supresión de la concentración basal de cortisol de alrededor del 80% tras la administración de dexametasona, mientras que los que padezcan Síndrome de Cushing presentarán niveles de cortisol aumentados. Tras extraer sangre al paciente, determinamos el cortisol basal. Procedimos a inyectar, vía intramuscular, dexametasona a bajas dosis (0,04 mg/kg), y determinamos de nuevo el cortisol plasmático a las 19 horas. Los valores obtenidos en nuestro caso fueron: • Cortisol basal = 6.2 mg/dl • Cortisol tras administración de dexametasona = 8.43 mg/dl Tras unos días con tratamiento (evolución favorable): • Cortisol basal = 2.26 mg/dl Con los datos obtenidos, podemos confirmar que el caballo padece un Síndrome de Cushing. El tratamiento que se puso al animal consistió en: • Ciproheptadina (Periastin® 4 g, a dosis de 0,25 mg/kg): antagonista serotoninérgico, que inhibe la ACTH hipofisiaria. También tiene propiedades anticolinérgicas, antihistamínicas y antidopaminérgicas. El bloqueo de los receptores serotoninérgicos hipotalámicos conduce a una reducción de la secreción de ACTH. • Bromocriptina (Parlodel® 2,5 mg, a dosis de 0,03 mg/kg): la bromocriptina (2-bromo-alfa-ergocriptina) es un derivado del ácido lisérgico, con potente actividad agonista dopaminérgica con preferencia por los receptores D2, que también inhibe la secreción de ACTH hipofisiaria. El tratamiento no es curativo, únicamente paliativo. Tras su administración, como ya he indicado antes, hubo un descenso marcado de los niveles de cortisol, y una mejoría clínica claramente visible en el caballo. Además, como complicación, una de las principales consecuencias del hiperadrenocorticismo es la infosura o laminitis. A la exploración inicial, el caballo se mostraba reticente a caminar, por lo que exploramos las extremidades e hicimos una valoración de los movimientos del caballo. A mano izquierda, en terreno blando y moviéndolo a la cuerda, el caballo cojeaba claramente de la mano izquierda. En estas mismas condiciones, pero a mano derecha, la cojera era menos evidente, pero en algunos pasos pudimos observar que marcaba también de la mano izquierda. Hicimos una exploración del casco, empleando las pinzas de casco. Había sensibilidad en la zona de proyección del tejuelo. • Tras la exploración, realizamos unas radiografías de las extremidades. Como nos temíamos, ambas manos presentaban laminitis, pudiendo observarse rotación, sobre todo en la mano izquierda. En las radiografías podemos observar que el tejuelo no es paralelo a la pared del casco (rotación). Al confirmar el diagnóstico de laminitis, también pusimos tratamiento para la misma, básicamente antiinflamatorios no esteroideos (en este caso, Fenilbutazona, a dosis de 4,4mg/kg IV), vasodilatadores (acepromacina, a dosis de 0,02 mg/kg IV), cambio de dieta (mayor consumo de fibra y eliminar el aporte de concentrado), reposo y duchas frías. Por desgracia, la evolución del caballo respecto a la laminitis ha sido muy desfavorable. Continuando con un control radiográfico, a los dos meses presentaba el siguiente aspecto: Podemos ver como la rotación es mayor en ambas manos, y que en la mano derecha el tejuelo comienza a asomarse por la palma. El tratamiento de laminitis crónica se ha complementado con un herraje, de herradura napoleónica, avisando al propietario de que será un proceso muy lento y complicado, agravado además por el Síndrome de Cushing, que a pesar de estar controlado actualmente no podemos descartar que haya recaídas. Aún con lo complicado del proceso, el propietario del animal ha decidido continuar adelante, descartando por el momento el sacrificio humanitario. VALORACIÓN Como valoración personal, comenzaré diciendo que estoy muy agradecida a Álvaro Vázquez por haberme permitido acompañarle durante tantos días. El trato que he recibido ha sido inmejorable y ha sido una oportunidad que, a mi juicio, he podido aprovechar muchísimo, y por ello noto que debo empezar las conclusiones con un gran agradecimiento. Por supuesto, el resto del equipo también ha sido extremadamente amable y atento, tanto que incluso te hacen sentir uno más. Y no solo destaca el buen ambiente, sino también el trabajo del día a día. Se que a partir de la realización de estas prácticas he aprendido a la perfección lo que es el trabajo propiamente dicho del veterinario de campo. Nos encontramos ante jornadas que no suelen acabar pronto, siempre con alguna urgencia que desbarajusta el día ya planeado, y ahí hay que estar ya llueva, nieve, sea hora de comer o la temperatura alcance los 35ºC a la sombra. Recordaré que cada día que me iba de estancias no podía hacer planes, por si se alargaba el trabajo (a base de faltar a las quedadas con amigos aprendí a avisar de que conmigo no contaran, por si acaso). Y aún con todo, cada vez estoy más segura de que es esto a lo que quiero dedicarme. Con este ritmo de vida agotador, que empieza temprano y acaba a última hora (en ocasiones, “última hora” literal). Pero es que algo tiene este trabajo, hay una motivación que me mueve a hacer todo lo posible para poder acabar trabajando con caballos. Supongo que a esta decisión habrá ayudado mucho la experiencia adquirida con este gran equipo, y que esa motivación en gran parte son ellos los que la transmiten. En cuanto a conocimientos adquiridos, he de decir que he aprendido muchísimo, y no sólo por poder aplicar la teoría ya aprendida, sino también por ampliarla. Además, cada día tratábamos con distintos propietarios, de los cuales también se aprende y hay que saber tratarlos, y creo que esa capacidad de poder hablar y entender el punto de vista del cliente solo se consigue mediante la práctica. Ya que hablo de aprender, creo que lo que más valoro ha sido la confiaza que han depositado en mi a la hora de dejarme practicar la gran mayoría de actos clínicos: palpaciones rectales, administración de medicamentos, sondajes en cólicos, ecografías transrectales en yeguas, exploración de distintas zonas o regiones, colaboración en casos de cojeras (valorar la cojera, ayudar con las radiografías, exploración de las extremidades..), participar en castraciones, colocación de vendajes, vacunaciones y desparasitaciones, y un largo etcétera que me permite decir que he adquirido bastante práctica y soltura. Y, como ya he indicado antes, he ampliado y asentado gran cantidad de conceptos teóricos, esenciales para aprovechar cada día de estancias. Mi valoración global es muy positiva, tanto que no se me ocurre un mal comentario que reflejar. BIBLIOGRAFÍA • www.equisan.com • www.ivis.org • Cushing's Disease - Equine Pituitary Gland Hyperplasia (EPGH). Mulholland, J. L. Disponible en: www.farriervet.com • Laminitis e infosura. GalloM. V., Mario. Disponible en: www.engormix.com • Patología médica veterinaria. Álvarez, L. E. y col. Ed. 2003, Zaragoza. • Textbook of Veterinary Diagnostic Radiology. Saunders, W. B. Editorial Elsiever, cuarta edición. • Examen y diagnóstico clínico en veterinaria. M. Radostits, Otto y col. Editorial Harcourt, edición en español, 2002. • Manual de urgencias en la clínica equina. Orsini, J. Y col. Editorial Harcourt, segunda edición. • Anatomía clínica del caballo. M. Clayton, Hilary y col. Editorial Elsiever, segunda edición. • Adams: claudicación en el caballo. S. Stashak, Ted. Editorial Intermedicas, quinta edición. Autora: Laura Cruz EQUISAN Veterinaria Equina Integral