INTRODUCCIÓN Esta memoria ha sido realizada por Laura Cruz

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INTRODUCCIÓN Esta memoria ha sido realizada por Laura Cruz
INTRODUCCIÓN
Esta memoria ha sido realizada por Laura Cruz Avilés, con DNI 51108168-Y,
cursando 4º curso de la Licenciatura de Veterinaria, en la Universidad
Complutense de Madrid. El período de estancias ha sido de un año completo,
comenzando en septiembre del año 2009, y continuando hasta el mismo mes
del año 2010.
El tutor externo de las estancias ha sido el veterinario Álvaro Vázquez Goyoaga,
y la tutora interna la profesora y vicedecana de la Facultad de Veterinaria,
Marta González Huecas.
Con Álvaro Vázquez Goyoaga y Pablo Adrados como socios fundadores, nace en
1998 EQUISAN Veterinaria Equina Integral, en Madrid, como resultado de la
fusión de EQUISAN Clínica Equina (1990) y Veterinaria Equina Integral (1985).
Cada uno de estos dos reconocidos veterinarios cuenta con un equipo de
veterinarios asociados. Las estancias las realicé principalmente con el equipo
veterinario de Álvaro Vázquez Goyoaga. El equipo consta de cinco
colaboradoras, que, junto con el doctor Vázquez, se dedican a la clínica equina
como especialidad. Las veterinarias colaboradoras son: Esther Millán, Bárbara
Marín,
Marlene
Díaz
y
Joana
Barreiro.
También tuve la suerte de poder conocer como trabaja el equipo de Pablo
Adrados, y de compartir con ellos alguna parrillada. Tanto el cofundador de
EQUISAN como sus colaboradores, José María Martínez y Amara Meilán,
merecen una mención en este espacio, ya que a mi juicio son, sin ninguna
duda,
excelentes
veterinarios.
El equipo al completo de EQUISAN Veterinaria Equina Integral cuenta con unas
amplias instalaciones, situadas en el municipio de Villanueva de Perales, en
Madrid. Estas instalaciones constan de:
• 15 boxes
• 10 padocks
• Zona de duchas
• Caminador automático, con 6 plazas
• Potro de contención
• Fantasma para extracción de semen
• Oficina
•
Almacén. En el almacén se encuentran guardados y ordenados todos los
materiales, bibliografía, medicamentos y equipos. Centrándonos en los
equipos, debemos destacar:
o Microscopio
o Equipo de radiología:
 Reveladora
digital y ordenador portátil para el
almacenamiento y consulta de radiografías
 Equipo de ecografía: hay 3 ecógrafos. Encontramos sondas
especializadas, para centrarnos en la exploración
transrectal de yeguas, diagnóstico y evolución de lesiones
en tejidos blandos y estudio de vísceras.
 Equipo de reproducción:
 Material necesario para extracción de semen
 Material necesario para diagnóstico de gestación
 Material necesario para evaluación de fertilidad
 Material necesario para técnicas reproductivas
avanzadas: Inseminación artificial y Transplante de
embriones.
A continuación, haremos un pequeño recorrido fotográfico por las instalaciones:
Boxes
Padocks
Caminador
Almacén
Equipo de Rayos X/ reveladora digital
INTEGRACIÓN EN EL EQUIPO DE TRABAJO Y DESCRIPCIÓN DE LAS
ACTIVIDADES REALIZADAS
Durante el período de realización de las estancias, mi función era acompañar a
cualquiera de los veterinarios integrantes en el equipo.
El comienzo de la jornada se realizaba en el Centro de Trabajo, en Villanueva
de Perales, para empezar con los tratamientos de los caballos que permanecían
en el mismo, y repartir el trabajo entre todos los miembros del equipo. En
ocasiones, el lugar del comienzo si la cantidad de trabajo lo permitía, era
alguna cafetería cercana, sin perdonar unas tostadas previas a un largo día. A
partir de este momento, subíamos al coche y comenzábamos a trabajar.
En lo que al equipo se refiere, cabe destacar una gran unidad y compañerismo.
Constantemente se escuchan llamadas al móvil y mensajes de unos a otros,
repartiendo el trabajo o buscando información, y la buena relación existente
entre ellos y con los alumnos en prácticas que les acompañamos.
En cuanto a mi, la función principal que desarrollaba era colaborar en todo lo
posible. Esto incluye cargar medicación, administrarla en casos que se
consideren adecuados, discutir y preguntar sobre cualquiera de los casos,
opinar y tener que razonar respuestas, buscar información para la siguiente
visita, aprender el manejo de caballos con mil caracteres diferentes, tratar con
propietarios, ganaderos y otros veterinarios, saber manejar todos los equipos
de trabajo, y un sin fin de tareas más, entre las que se encuentra, al fin y al
cabo, intentar aprender lo máximo posible.
Las actividades realizadas a lo largo de los días han sido de lo más variadas.
Por suerte, hemos podido ver tanto patologías relativamente frecuentes en la
clínica equina, entre las que destacan los cólicos o las cojeras, como casos más
extraños de encontrar, como Síndrome de Cushing. Para hacer un breve
resumen de lo visto, me centraré en los ejemplos mencionados más arriba.
Protocolo de Cólicos
Puedo sacar como conclusión que los cólicos están muy presentes en la vida del
veterinario de campo, constituyendo, en mi opinión, la principal urgencia clínica
a la que debe acudir el veterinario. Como protocolo de actuación ante un cólico,
podemos referirnos a los siguientes pasos:
•
o
•
o
•
o
En primer lugar, es esencial la rapidez con la que deben tratarse
estos procesos. Definimos cólico como “cualquier dolor abdominal
agudo”, siendo un síndrome y no una enfermedad tal cual. Ante
una llamada de urgencia por sospecha de sintomatología de
cólico, habrá que acudir lo más rápido posible. Normalmente, el
propietario o cuidador del caballo nos dice que el animal no ha
comido, o está inquieto, o presenta signos de dolor (se mira el
flanco, rasca el suelo, respira agitadamente, se tumba y revuelca
por el suelo), pudiendo ser variable la sintomatología observada.
Una vez nos encontramos ante el animal, debemos realizar una
rápida evaluación del estado general del mismo. Hacemos una
exploración física, a ser posible ordenada y sistemática para no
pasar por alto nada importante. Habrá que valorar primeramente
la frecuencia cardiaca y calidad del pulso, la frecuencia
respiratoria, la temperatura y el color de mucosas junto con el
tiempo de relleno capilar. Con los resultados obtenidos podremos
confirmar si el animal tiene cólico, y clasificarlo como un proceso
de leve o moderado a grave. Además, tendremos que realizar una
correcta y completa anamnesis, en la cual no debemos olvidar
preguntar el tiempo que lleva de cólico el caballo, su dieta
habitual, si ha habido algún cambio de alojamiento, alimentación
o en la rutina habitual, si suele tener cólicos y el grado de los
mismos, y toda la información que resulte de interés para evaluar
el caso, valorando también si se ha administrado al animal algún
medicamento que pueda enmascarar el dolor. Y, como no,
teniendo siempre presente el hecho de que la rapidez es esencial
cuando nos encontramos ante un caso de cólico.
Según la valoración global obtenida, procederemos a realizar un
sondaje nasogástrico y una palpación rectal. Previamente habrá
que administrar al caballo algún tipo de sedante, según el estado
que presente, y también analgesia, para aliviar el dolor y permitir
un trabajo más fácil. El sondaje nos permite evacuar el posible
contenido del estómago, y debemos realizarlo con gran rapidez en
casos en que el animal presente una frecuencia cardiaca muy
elevada o asome contenido alimenticio en los ollares. Con la
palpación rectal podremos determinar la correcta colocación de
las vísceras, la presencia de heces y gas, y así descartar en lo
posible la intervención quirúrgica como único tratamiento.
Por lo general, la analgesia la conseguimos mediante un antiinflamatorio no
esteroideo, como Flunixin meglumine ( 1,1 mg/kg IV o IM), que inhibe la
producción de prostaglandinas y disminuye la percepción del dolor.
Para sedar al animal, podemos usar distintos fármacos:
• Agonistas a-2: actúan como sedantes, relajantes y provocan relajación y
anestesia visceral profunda. Principalmente encontramos Xilacina ( 0,21,1 mg/kg IV o IM), Detomidina (10-30µg/kg IV o IM) y Romifidina
(0.04-0.08mg/kg IV o IM). Como efectos adversos (dosis dependientes)
estas drogas pueden presentar: hipotensión, disminución de la
frecuencia y gasto cardiacos, ileo y menor flujo sanguíneo y motilidad en
el aparato digestivo.
• Opiáceos: el Butorfanol es el más usado ( 0.01mg-0.1mg/kg IV o IM),
proporcionando analgesia visceral, sin enmascarar cambios vasculares y
con poca sedación. Suele asociarse con Xilacina (a dosis de 0,2-04
mg/kg IV).
•
o
•
o
Generalmente, un cólico leve-moderado se solucionará con los
pasos anteriores. Según el tipo de cólico, a partir de este punto,
variaremos el tratamiento, pero al haber tantas causas y tipos de
cólico, no profundizaré más en este tema.
Por último, entrando mínimamente en detalle, es importante
saber que las yeguas en gestación pueden sufrir torsión uterina y
después del parto se pueden observar retenciones y vólvulos del
colon. En los machos no castrados, pueden producirse hernias
inguinales al introducirse asas intestinales en los anillos
inguinales. En potros puede haber dolor al expulsar el meconio.
Cojeras
Las cojeras constituyen otro de los motivos bastante frecuentes de visita. Por
ello, podemos resumir brevemente los pasos a seguir al encontrarnos ante un
caballo con dolor en una o varias extremidades.
• Comenzaremos realizando una correcta anamnesis y completando lo
máximo posible la historia clínica del paciente. Deben quedar reflejados
datos importantes, que intenten aclarar la etiología de la cojera y el
momento de presentación.
• Observaremos al animal en estación, al paso y al trote, y según la
situación también al galope. Si hay posibilidad, debemos observar estos
aires en línea recta y en círculo, y alternando terreno duro y terreno
blando. Con estos pasos, podremos saber con bastante certeza cuántas
y qué extremidades están afectadas.
• Durante la exploración de la(s) extremidad(es), de forma sistemática
preferiblemente, debemos intentar localizar el origen del dolor.
Comenzaremos palpando todas las estructuras posibles, valorando la
existencia de pulso digital, si existen variaciones de temperatura en el
casco, y si el animal puede flexionar y extender correctamente las
articulaciones. Podemos complementar la exploración con unas pinzas de
casco, para localizar dolor en la palma en caso de que esté presente.
• Además de la exploración física, podemos llevar a cabo otras pruebas
diagnósticas que nos permitan saber con certeza cuales son el origen y
la causa del dolor que ocasiona la cojera. En estas pruebas, incluiré
como más importantes las anestesias diagnósticas y las radiografías. Si
sospechamos de tejidos blandos, también podemos realizar ecografías
diagnósticas de tendones.
Anestesias diagnósticas: el uso de anestesia local es una práctica habitual
para la confirmación o identificación de las zonas causantes de dolor, siendo
necesarios conocimientos de neuroanatomía básica para su correcta realización.
Generalmente se aplican como anestésicos locales Lidocaína al 2% o
Mepivacaína al 2% (más usada por su mayor duración y por ser menos irritante
que la anterior), con el caballo en estación y bajo tranquilización si se considera
necesario. Introduciremos con aguja de 21 o 25 G un volumen de anestésico de
unos 2-3 ml. Tras su administración, esperaremos un tiempo de 10 minutos
para permitir la completa desensibilización de todas las estructuras. Siguiendo
un protocolo de administración, que se basa en seguir un orden ascendente a
lo largo de la extremidad, podremos localizar la región de la que procede el
dolor. Voy a hacer un brevísimo resumen de los distintos puntos en los que se
aplica la anestesia perineural para localizar un área distal de dolor.
Bloqueo Digital Palmar: permite anestesiar los nervios digital palmar lateral
y medial, desensibilizando con ello el hueso navicular, la bolsa podotroclear, los
ligamentos sesamoideos distales, la porción distal de los tendones flexores
digitales superficial y profundo y su vaina, el corion de la ranilla y de la palma,
la cara palmar de las articulaciones interfalangianas y el tercio palmar y cara
solar de la falange distal.
Bloqueo Sesamoideo Abaxial: desensibiliza las tres falanges y las
articulaciones
interfalángicas
proximal
y
distal,
la
articulación
metacarpofalángica, las ramas extensoras del ligamento suspensor del
menudillo, los ligamentos sesamoideos distales, y, en definitiva, todas las
estructuras que se encuentren distales al punto donde se inocula el anestésico
local.
Bloqueo Cuatro Puntos bajo: si la cojera aún no ha respondido a los
bloqueos nerviosos previos, el siguiente paso será el bloqueo de los nervios
palmares y los metacarpianos palmares medial y lateral, a nivel del extremo
distal del segundo y cuarto metacarpianos. Esta anestesia desensibilizará las
estructuras profundas de la región del menudillo.
Existen más bloqueos a mayor altura, como el Cuatro puntos Alto, el origen del
Ligamento Suspensor, el nervio Peroneo...y también podemos emplear
anestesias intrasinoviales. Para no extenderme en exceso, únicamente añadiré
que, al emplear las anestesias diagnósticas, siempre debemos tener precaución
y no llevarlas a cabo ante la mínima sospecha de rotura.
Estudio Radiológico: el equipo de Rayos X con el que trabajamos es un
equipo portátil. Además, hay 11 chasis digitales, y en el centro de Villanueva de
Perales se encuentra la reveladora digital y el ordenador para trabajar con las
radiografías. La utilidad de este equipo es inestimable, siendo el diagnóstico
definitivo de multitud de patologías. Por supuesto, para la utilización del equipo,
usamos protectores plomados de cuerpo, de tiroides y guantes.
Ecografía: básicamente la usamos para el diagnóstico de patologías en tejidos
blandos (tendones). Usamos una sonda de 7,5 MHZ, normalmente con un pad
incorporado. Previamente a la ecografía podemos rasurar o no la zona, según la
cantidad de pelo y la calidad de imagen que obtengamos, y procederemos a
limpiar y empapar con alcohol o con gel el lugar donde colocaremos el
transductor. Para un buen diagnóstico, tendremos que realizar cortes
transversales y longitudinales, buscando variaciones de densidad y otras
alteraciones de estas estructuras.
En el examen de ultrasonidos podemos observar lesión en el flexor digital
superficial
Ahora, presentaré brevemente un caso clínico.
Caso clínico
Recibimos una llamada de urgencia por un cólico. Al acudir a la hípica,
valoramos al paciente: caballo castrado, de unos 6 años de edad, cruzado, de
capa torda. Presentaba frecuencias cardiaca y respiratoria aumentadas ( 52 lpm
y 36 rpm), mucosas ligeramente pálidas, temperatura normal (37.4 ºC). Tras
sedar levemente al animal, procedimos a realizar un sondaje nasogástrico, en el
que había poca cantidad de contenido y no presentaba reflujo, y a realizar una
palpación rectal, en la que no había alteraciones significativas.
En principio, el cólico quedó resuelto. Dejamos al animal con analgesia ( 5 ml
de Flunixin meglumine), dando por terminada la visita, pero aún continuaba
con
las
frecuencias
ligeramente
aumentadas.
Al día siguiente, volvimos a visitar al animal, que continuaba presentando un
ligero aumento de las frecuencias cardiaca y respiratoria. Al realizar una
observación más detallada, comenzamos a observar algunas alteraciones que
nos
habían
pasado
desapercibidas
el
día
anterior:
- El animal presentaba un pelo bastante largo en la zona del cuello, que
comenzaba a rizarse.
- Nos encontramos ante una exoftalmia acusada, con gran cantidad de grasa
supraorbitaria.
- Además, el caballo estaba bastante gordo y era reticente a caminar. Como
última mención, presentaba epífora bilateral y sudoración intensa.
Para saber por que razón sospechamos de un Síndrome de Cushing, haré un
breve resumen sobre la etipatogenia de esta enfermedad:
Este Síndrome, también denominado Hiperadrenocorticismo, consiste en la
disfunción de la pars intermedia de la glándula pituitaria debida a un adenoma,
hiperplasia o hipertrofia a este nivel. En condiciones normales, la síntesis de
pro-opiomelacortin (POMC) sucede en este lugar, y por acción enzimática es
transformado en péptidos hormonales como Hormona Estimulante de los
Melanocitos (MSH) o en Hormona Corticotropa (ACTH). En el Síndrome de
Cushing, se genera un marcado aumento en la síntesis de POMC y,
consecuentemente, de sus péptidos activos derivados de tipo hormonales. La
ACTH, regulada por el eje hipotálamo-hipófisis-corteza adrenal, estimula la
secreción de glucocorticoides y otros esteroides androgénicos en menor
medida, siendo este hecho de gran importancia, ya que basándonos en la
cantidad de cortisol podremos diagnosticar la enfermedad (mediante el test de
supresión con dexametasona a bajas dosis, o el test de estimulación con
ACTH).
Entre los signos clínicos más importantes, encontramos:
•
•
•
•
•
Hirsutismo: pelo más largo de lo normal, de aspecto lanudo, que no se
cambia en el verano.
Laminitis recurrentes y crónicas.
Pérdida de masa muscular.
Redistribución de la grasa corporal.
Sudoración excesiva.
Mayor susceptibilidad a padecer infecciones.
En nuestro caso, para diagnosticar al animal, realizamos la prueba de supresión
con dexametasona a bajas dosis. El objetivo de esta prueba es detectar un fallo
en la supresión de la secreción de cortisol tras la administración de
dexametasona exógena. El razonamiento se basa en que las concentraciones
plasmáticas de ACTH, y la resultante producción de cortisol adrenal, no se ven
afectadas por un mecanismo de feed back negativo en los animales enfermos,
condición que si se presenta en los animales sanos. Los caballos normales
muestran una supresión de la concentración basal de cortisol de alrededor del
80% tras la administración de dexametasona, mientras que los que padezcan
Síndrome de Cushing presentarán niveles de cortisol aumentados.
Tras extraer sangre al paciente, determinamos el cortisol basal. Procedimos a
inyectar, vía intramuscular, dexametasona a bajas dosis (0,04 mg/kg), y
determinamos de nuevo el cortisol plasmático a las 19 horas. Los valores
obtenidos en nuestro caso fueron:
• Cortisol basal = 6.2 mg/dl
• Cortisol tras administración de dexametasona = 8.43 mg/dl
Tras unos días con tratamiento (evolución favorable):
• Cortisol basal = 2.26 mg/dl
Con los datos obtenidos, podemos confirmar que el caballo padece un
Síndrome
de
Cushing.
El tratamiento que se puso al animal consistió en:
• Ciproheptadina (Periastin® 4 g, a dosis de 0,25 mg/kg): antagonista
serotoninérgico, que inhibe la ACTH hipofisiaria. También tiene
propiedades anticolinérgicas, antihistamínicas y antidopaminérgicas. El
bloqueo de los receptores serotoninérgicos hipotalámicos conduce a una
reducción de la secreción de ACTH.
• Bromocriptina (Parlodel® 2,5 mg, a dosis de 0,03 mg/kg): la
bromocriptina (2-bromo-alfa-ergocriptina) es un derivado del ácido
lisérgico, con potente actividad agonista dopaminérgica con preferencia
por los receptores D2, que también inhibe la secreción de ACTH
hipofisiaria.
El tratamiento no es curativo, únicamente paliativo. Tras su administración,
como ya he indicado antes, hubo un descenso marcado de los niveles de
cortisol, y una mejoría clínica claramente visible en el caballo.
Además, como complicación, una de las principales consecuencias del
hiperadrenocorticismo es la infosura o laminitis. A la exploración inicial, el
caballo se mostraba reticente a caminar, por lo que exploramos las
extremidades e hicimos una valoración de los movimientos del caballo.
A mano izquierda, en terreno blando y moviéndolo a la cuerda, el caballo
cojeaba claramente de la mano izquierda. En estas mismas condiciones, pero a
mano derecha, la cojera era menos evidente, pero en algunos pasos pudimos
observar que marcaba también de la mano izquierda.
Hicimos una exploración del casco, empleando las pinzas de casco. Había
sensibilidad
en
la
zona
de
proyección
del
tejuelo.
•
Tras la exploración, realizamos unas radiografías de las extremidades. Como
nos temíamos, ambas manos presentaban laminitis, pudiendo observarse
rotación, sobre todo en la mano izquierda.
En las radiografías podemos observar que el tejuelo no es paralelo a la pared
del casco (rotación). Al confirmar el diagnóstico de laminitis, también pusimos
tratamiento para la misma, básicamente antiinflamatorios no esteroideos (en
este caso, Fenilbutazona, a dosis de 4,4mg/kg IV), vasodilatadores
(acepromacina, a dosis de 0,02 mg/kg IV), cambio de dieta (mayor consumo de
fibra y eliminar el aporte de concentrado), reposo y duchas frías.
Por desgracia, la evolución del caballo respecto a la laminitis ha sido muy
desfavorable. Continuando con un control radiográfico, a los dos meses
presentaba el siguiente aspecto:
Podemos ver como la rotación es mayor en ambas manos, y que en la mano
derecha
el
tejuelo
comienza
a
asomarse
por
la
palma.
El tratamiento de laminitis crónica se ha complementado con un herraje, de
herradura napoleónica, avisando al propietario de que será un proceso muy
lento y complicado, agravado además por el Síndrome de Cushing, que a pesar
de estar controlado actualmente no podemos descartar que haya recaídas. Aún
con lo complicado del proceso, el propietario del animal ha decidido continuar
adelante, descartando por el momento el sacrificio humanitario.
VALORACIÓN
Como valoración personal, comenzaré diciendo que estoy muy agradecida a
Álvaro Vázquez por haberme permitido acompañarle durante tantos días. El
trato que he recibido ha sido inmejorable y ha sido una oportunidad que, a mi
juicio, he podido aprovechar muchísimo, y por ello noto que debo empezar las
conclusiones con un gran agradecimiento. Por supuesto, el resto del equipo
también ha sido extremadamente amable y atento, tanto que incluso te hacen
sentir
uno
más.
Y no solo destaca el buen ambiente, sino también el trabajo del día a día. Se
que a partir de la realización de estas prácticas he aprendido a la perfección lo
que es el trabajo propiamente dicho del veterinario de campo. Nos
encontramos ante jornadas que no suelen acabar pronto, siempre con alguna
urgencia que desbarajusta el día ya planeado, y ahí hay que estar ya llueva,
nieve, sea hora de comer o la temperatura alcance los 35ºC a la sombra.
Recordaré que cada día que me iba de estancias no podía hacer planes, por si
se alargaba el trabajo (a base de faltar a las quedadas con amigos aprendí a
avisar
de
que
conmigo
no
contaran,
por
si
acaso).
Y aún con todo, cada vez estoy más segura de que es esto a lo que quiero
dedicarme. Con este ritmo de vida agotador, que empieza temprano y acaba a
última hora (en ocasiones, “última hora” literal). Pero es que algo tiene este
trabajo, hay una motivación que me mueve a hacer todo lo posible para poder
acabar trabajando con caballos. Supongo que a esta decisión habrá ayudado
mucho la experiencia adquirida con este gran equipo, y que esa motivación en
gran
parte
son
ellos
los
que
la
transmiten.
En cuanto a conocimientos adquiridos, he de decir que he aprendido
muchísimo, y no sólo por poder aplicar la teoría ya aprendida, sino también por
ampliarla. Además, cada día tratábamos con distintos propietarios, de los cuales
también se aprende y hay que saber tratarlos, y creo que esa capacidad de
poder hablar y entender el punto de vista del cliente solo se consigue mediante
la práctica. Ya que hablo de aprender, creo que lo que más valoro ha sido la
confiaza que han depositado en mi a la hora de dejarme practicar la gran
mayoría de actos clínicos: palpaciones rectales, administración de
medicamentos, sondajes en cólicos, ecografías transrectales en yeguas,
exploración de distintas zonas o regiones, colaboración en casos de cojeras
(valorar la cojera, ayudar con las radiografías, exploración de las
extremidades..), participar en castraciones, colocación de vendajes,
vacunaciones y desparasitaciones, y un largo etcétera que me permite decir
que he adquirido bastante práctica y soltura. Y, como ya he indicado antes, he
ampliado y asentado gran cantidad de conceptos teóricos, esenciales para
aprovechar
cada
día
de
estancias.
Mi valoración global es muy positiva, tanto que no se me ocurre un mal
comentario que reflejar.
BIBLIOGRAFÍA
• www.equisan.com
• www.ivis.org
• Cushing's Disease - Equine Pituitary Gland Hyperplasia (EPGH).
Mulholland, J. L. Disponible en: www.farriervet.com
• Laminitis
e
infosura.
GalloM.
V.,
Mario.
Disponible
en:
www.engormix.com
• Patología médica veterinaria. Álvarez, L. E. y col. Ed. 2003, Zaragoza.
• Textbook of Veterinary Diagnostic Radiology. Saunders, W. B. Editorial
Elsiever, cuarta edición.
• Examen y diagnóstico clínico en veterinaria. M. Radostits, Otto y col.
Editorial Harcourt, edición en español, 2002.
• Manual de urgencias en la clínica equina. Orsini, J. Y col. Editorial
Harcourt, segunda edición.
• Anatomía clínica del caballo. M. Clayton, Hilary y col. Editorial Elsiever,
segunda edición.
• Adams: claudicación en el caballo. S. Stashak, Ted. Editorial
Intermedicas, quinta edición.
Autora: Laura Cruz
EQUISAN Veterinaria Equina Integral

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