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Transcripción

CREENCIAS RELIGIOSAS, TRADICIONES Y LEYENDAS
HISTORIA DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DEL MONTE
La devoción a la Virgen del Monte la podemos remontar a los
siglos XIII o XIV. La aparición de esta devoción mariana tiene mucho
que ver con la implantación de la Orden de Calatrava en la zona. Al
principio de la repoblación por parte de la Orden aparecen las
advocaciones marianas generales como santa Maria o Nuestra Señora.
Mas tarde se pusieron advocaciones marianas referidas a la
vegetación y accidentes geográficos, como es el caso de la Virgen del
Monte.
Estas imágenes se veneraban en las ermitas. Las ermitas son
construcciones sencillas y de materiales pobres como podemos ver en
la ermita vieja de nuestra patrona. Las advocaciones que se refieren
a la naturaleza tienen la intención de atraerse la benevolencia y como
garantía. La advocación está desvinculada de la ideología de las
grandes órdenes monásticas pues había pocos centros implantados.
Se quería escapar del control ideológico, jurídico, y económico. Por lo
que podemos decir que la devoción mariana es un fenómeno social
popular.
Esta devoción mariana es colectiva pues surge del pueblo y es
sostenida por este colectivo social. Es una manifestación por lo tanto
sencilla y de escasa o nula reflexión teológica, es una mentalidad
uniforme. Es una devoción interesada ya que en esos tiempos
medievales tan precarios los fieles se acercan con interés y temor. La
iconografía es elemental y la devoción es muy arraigada entre sus
devotos que lo aceptan, viven y transmiten.
Los títulos dados a las parroquias tienen más peso ideológico en
los que interviene el clero local. En nuestra parroquia el título es de
San Felipe y Santiago. Pero para la advocación de nuestra patrona el
título es más sencillo y sentido.
Las ermitas que se creaban en la Edad Media se situaban por lo
general cerca de los márgenes de los ríos. La ermita vieja se
encuentra localizada al lado del arroyo de los Cuetos. Hace tiempo
pasaba un brazo del arroyo por los mismos portales de dicha ermita.
Aunque este brazo fue desecado y rellenado.
Otro factor importante es que muchas veces estas ermitas se
convertían en baluartes de la población que representaban frente a
otras poblaciones vecinas. Esto ocurrió con la Virgen del Monte que
está enclavado su santuario en la Dehesa de la Moheda ambicionada
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por Almagro. La ermita fue una seña de identidad y de legitimación
territorial.
La devoción de la Virgen sobre todo se dirige a la veneración de
su representación en forma de imagen tallada en madera. Estas
imágenes se adoraban más que cualquier otra. En los inventarios de
las hermandades marianas aparecen todo tipo de enseres. Camisas,
briales, tocados, ceñidores, sayas y tocas. En algunos casos eran de
materiales nobles como oro, seda. Para la cabeza le ponían cabelleras
naturales, y en las manos se le colocaban rosarios. Estas prácticas
llegan a su apogeo durante el Barroco. La representación del objeto
de culto tan gráfica y expresiva, surge por la necesidad de sentirlo
cercano.
Los devotos expresan su devoción en muchos casos donando
objetos de valor como anillos, collares. La devoción que sienten hacia
la imagen la quieren exteriorizar de la mejor forma que ellos sienten.
Por lo que la imagen se adorna con el mayor lujo posible.
Podemos decir que la concepción y vivencia de la figura de
María está hecha de proximidad y hasta familiaridad, ajena a
cualquier pretensión teológica profunda.
Características de la aparición de la Virgen
Al final de la Edad Media nace una nueva clase social que teme
a las “clases peligrosas”. Antes los testigos de los acontecimientos
marianos eran parricidas arrepentidos o bandidos que se convierten.
Estos marginados son sustituidos por otros pobres social e
ideológicamente “aceptables”. Tal era el caso de los pastores,
mujeres rústicas y niños. Estos van a ser los protagonistas de las
apariciones de la Virgen. En nuestro caso está claro que es una niña y
que además es pastora.
La religiosidad popular en el siglo XIV necesitaba apoyarse en
la divinidad para sobrellevar su existencia. Estas sociedades eran muy
vulnerables a las enfermedades y estaban expuestas a las malas
cosechas, epidemias. Había gran temor a atravesar los fluctuantes
umbrales de la miseria. Se buscaba la protección y apoyo de
mediadores eficaces y quién mejor que la Virgen siendo una figura tan
cercana a Jesucristo. Esto es muy significativo de nuestro pueblo ya
que este estaba subyugado por el vecino Almagro aparte de las demás
adversidades que solían acaecer. Esto explica que los bolañegos
acudieran a pedir la protección de la Virgen del Monte con tanto
fervor.
Cuando el culto surgía debido a la aparición de la Virgen, este
culto cobraba gran prestigio. Es indiferente dónde ocurra esta
aparición pero es en un entorno privado. Nunca se daba a un colectivo.
Se aparece a una persona y ésta actúa como emisario frente a la
comunidad y después se iba en peregrinación al lugar para ver las
especiales características del lugar.
El sector ganadero se hallaba bajo la protección corporativa
del Honrado Concejo de la Mesta desde 1273. Las leyendas marianas
están repletas de historias en las que la Virgen se aparece a los
pastores para obrarles un milagro o comunicarles una decisión o
deseo. Aparte que siempre han jugado un papel de adoradores desde
que estuvieron en el Portal de Belén. Son agentes marianos por la
movilidad espacial provocada por el ganado en continuo directo con la
naturaleza y que estos pastores habían desarrollado mas defensas
para contrarrestar a las fieras, enfermedades y guerras. Aparte de
tener que hacer frente a adversidades permanentes como
labradores, ladrones y recaudadores. Eran expertos conocedores de
la meteorología, tenían un amplio conocimiento astronómico además
de una visión particular del tiempo. Todos estos aspectos hacen del
pastor un perfecto conocedor del espacio. Teniendo en cuenta el
mundo hostil en el que vivía el pastor –sobre todo frente a
agricultores, militares o ciudadanos- las apariciones marianas siempre
estuvieron reservadas a seres sobrenaturales.
Los pastores por sus cualidades de “almas sencillas” y “seres
ingenuos” hacen que puedan percibir imágenes incontaminadas como la
visión de la propia Virgen María.
Antecedentes de la Romería
Desde que la Virgen se aparece a la pastorcilla y el lugar es
visitado por las autoridades eclesiásticas, el lugar es visitado por las
gentes del lugar. Pero sobre todo en determinados días del año los
devotos acudían en peregrinación. Estas peregrinaciones pueden estar
motivadas por diferentes causas tales como agradecimiento por
beneficios recibidos, petición de ayuda ante adversidades, para
conseguir el perdón y remisión de las culpas o sano esparcimiento al
finalizar las faenas del campo. De este modo nacen las romerías.
Uno de los actos más importantes de la Romería es la
procesión. Era un acontecimiento extraordinario para la sociedad
local. Todas las cofradías por muy pobres que fueran tenían un
pendón con su vara y su cruz y con imágenes pintadas según su
advocación.
La procesión para una cofradía significaba la afirmación de su
identidad y prestigio. Estas procesiones surgen por la necesidad de
salir a las calles y manifestar públicamente la fe.
Estas instituciones cumplen un papel muy importante en su
entorno. Proporcionar una ocasión de celebración festiva. En nuestro
caso es trascendental la romería que se celebra el último domingo de
abril. La procesión permite pasar de lo privado a lo colectivo. El
carácter colectivo de estas manifestaciones religiosas se le llama
como “cristianismo sociológico”.
Hacia finales del siglo XVII aparecen en el Archivo Municipal
de Bolaños varios documentos referentes a la celebración de
caridades. Estas caridades no eran otra cosa que una limosna en
especie que se daba como comida a enfermos, pobres, niños y
transeúntes. Pero después se complicó con tantos significados y
matices que acabó siendo una comida, no ya sólo para enfermos y
necesitados sino para todo el pueblo en general. Las caridades
normalmente consistían en una comida de pan y queso. La comida de
estos panes se impregnó de la idea de comer el pan con carácter
preventivo y curativo de enfermedades, ya que se comían solicitando
la intercesión a la Virgen o los santos.
En una Real Cédula del tiempo de Felipe II, dada en Madrid a
21 de enero de 1580, contestando a la súplica de los vecinos de esta
villa, en la que solicitaban les fuera autorizado gastar cinco o seis mil
maravedíes a costa del consejo, en caridades de pan y queso. Esta
costumbre había sido prohibida por los visitadores generales de la
Orden de Calatrava desde hacía ocho años.
Posteriormente, en el año 1727, debido a una epidemia
contagiosa, el concejo de Bolaños y el cabildo eclesiástico solicitan de
nuevo les sea autorizado por el Consejo del Reino gastar cien reales
de los propios para caridades de pan y queso. En este texto se dice
que debido a la epidemia estaban perdiendo mucha población y que
sólo llegaban a doscientos vecinos. Al no remitir la epidemia querían
realizar las funciones y dar las caridades de pan y queso a todas las
personas a Ntra. Sra. del Monte.
Estos textos evidencian la existencia de un sentimiento,
conservado a través del tiempo, de fe y devoción, que los habitantes
de Bolaños quieren mantener a pesar de las prohibiciones impuestos.
EXVOTOS DE LA VIRGEN DEL MONTE
El culto y la fe que los vecinos de Bolaños profesan a la Virgen
del Monte es inmenso.
La devoción a María Santísima viene de antiguo en la localidad,
pues desde que según la tradición, trasmitida por vía oral, se apareció
la Virgen a una pastorcilla y se construyera un Santuario para
albergar a la imagen, sobre el mismo lugar donde se había aparecido,
las noticias de los prodigios y los favores concedidos por ésta se
fueron sucediendo, y fue aumentando, así, el culto, la fe y la devoción
hacia la Virgen hasta nuestros días.
Fue en el primer momento, desde que comenzaron a sucederse
las gracias concedidas por la Virgen, cuando los vecinos de Bolaños
empiezan a ofrecer exvotos a la Virgen, como forma de
agradecimiento por el favor recibido.
Los exvotos, en general, eran promesas de ofrendas que se
hacía a las divinidades. Se trata, por tanto, de una forma de relación
simbólica con lo sobrenatural, fruto de la devoción popular. Es una
expresión de religiosidad muy arraigada en el comportamiento
humano, aunque es una manifestación que se encuentra hoy en claro
retroceso. Generalmente las personas que hacían un voto o promesa,
llevaban al Santuario una figura u otro objeto que evocaba el favor
solicitado o ya recibido de la divinidad. El oferente se sentía así
liberado de su promesa. Estos exvotos se colgaban en el techo y en
las paredes de los templos. Muchos exvotos reproducen formas
concretas relacionadas con el favor recibido: piernas, brazos, figuras
completas, etc. Otros tienen carácter simbólico: flores, sellos,
cuadros. Generalmente estos exvotos se encargaban, por los que
había maestros artesanos que se dedicaban a hacerlos.
Los vecinos de Bolaños han recurrido a la Virgen en los
momentos de dolor, de necesidad, de carencias y de peligro. A ella se
le agradecen los favores y gracias concedidas, la protección de las
personas y de los campos, el cuidado de la salud, de los niños, etc.
Los exvotos que, a lo largo de los siglos, se han dedicado a la
Virgen del Monte, son fundamentalmente cuadros votivos familiares,
como una forma de evocar la protección que la Virgen ejerce sobre la
familia, aunque también hay cuadros con fotos de parejas de novios,
de bautizos y de comuniones., flores figurillas de cera como cabezas
o bustos, manos, piernas, figuras de santos, etc., según la petición del
oferente.
En un primer momento, los exvotos se iban colgando en el techo
y las paredes de la primitiva Ermita de la Virgen del Monte, pero en
1980 se reformó ésta, y los exvotos se cambiaron al coro de la Ermita
Nueva, donde actualmente se encuentran.
BILLETES DE LA VIRGEN DEL MONTE.
Más que una creencia, la ofrenda de billetes a la Virgen del
Monte, es una tradición, aunque funciona, generalmente, como una
promesa que hacen los vecinos de Bolaños a su Patrona.
Esta tradición se remonta a principios del siglo XX, y consiste
en poner billetes en el manto y vestido de la Virgen en la procesión
del día de su romería y en la traída de la Virgen al pueblo, el primer
domingo de septiembre. En un primer momento, los devotos pinchaban
los billetes directamente en el manto de la Virgen, pero para evitar
que éste se dañase, se dispuso más tarde, unas cintas colgadas de
dicho manto destinado a este fin.
El día de la Romería de la Virgen de Monte, a partir de las tres
de la tarde, unas horas antes de la procesión, la Virgen es colocada en
un pequeño altar, en el presbiterio de la Ermita Nueva, de manera que
queda más accesible a sus súbditos. Y es, en este momento, cuando
los oferentes pinchan los billetes en el manto de la Virgen. Después,
al comenzar la procesión, a las seis de la tarde, paran a la Virgen en la
puerta de la Ermita para que la gente que tenga promesa siga
poniéndole billetes y, además a lo largo de todo el recorrido que sigue
la procesión, la Virgen va haciendo altos en el camino, según se vaya
solicitando, para que la gente que quiere ponerle dinero, lo haga.
Esto ocurre también en la traída de la Virgen a Bolaños, de
manera que, a lo largo de todo el camino, la gente la va parando y le va
poniendo dinero, aunque, generalmente, esto se hace en el momento
en que paran a la Virgen en la pequeña ermita que se encuentra a la
entrada del pueblo, destinada a ella.
Todos los billetes ofrecidos a la Virgen como una promesa, son
recaudados por los hermanos de la Virgen del Monte, y se destinan al
mantenimiento, reformas y restauración del santuario.
LA PROMESA DEL RAMO DE LA NOVIA.
Cuenta la tradición oral que una vecina de Bolaños, hizo una
promesa basada en ofrecerle su ramo de novia a la Virgen del Monte
si alguna vez llegaba a casarse. Tras éste ofrecimiento, la muchacha
se casó, pero no cumplió su promesa, y las personas más allegadas a
ésta, que sabían de la existencia de dicha promesa, se lo recordaron,
a lo que la muchacha contestó: “da igual llevarle a la Virgen el ramo de
novia, pues ésta no ve”. Con el paso del tiempo, la mujer quedó
embarazada de una niña, pero la pequeña, desgraciadamente, nació
ciega.
Los vecinos de Bolaños consideran que fue castigada por no
cumplir su promesa y por sus palabras de justificación. Este suceso
ha quedado como moraleja para los más creyentes, desde el punto de
vista supersticioso, pues la gente, a pesar de hacer peticiones a las
divinidades, experimentan cierto temor y respeto hacia éstas, por el
castigo que les puede ser impuesto si la promesa ofrecida se olvida
tras obtener el beneficio, o no se lleva a cabo.
“NO HACER GACHAS CUANDO HAY MUERTO”
Se ha trasmitido de generación en generación la creenciasuperstición de que cuando en el pueblo hay muerto, es decir, un
difunto de cuerpo presente, no se debe cocinar gachas, pues si se
cocinaran se correría el riesgo de ser “meneadas” por el muerto. Así
las personas que piensan cocinar gachas algún día, procuran averiguar
si ese día ha fallecido alguna persona.
CALLE DE LA MUERTE.
Existe una calle en Bolaños que coloquialmente se le llama “calle
de la muerte”, pero ésta en realidad es la actual calle General Mola.
Cuenta la tradición oral, que en los años veinte, hubo una epidemia de
cólera en esta calle y murieron casi todos los vecinos contagiados
unos por otros. Este suceso, junto con el hecho de que cuando existía
la antigua Ermita del Cristo del Calvario, todos los difuntos eran
conducidos por esa calle para llevarlos a enterrar, hizo que dicha calle
se ganara el apelativo de “Calle de la Muerte”.
LA DESGRACIADA MUERTE DE UN GITANILLO.
Un día de San Isidro labrador, hace aproximadamente unos
cincuenta y cinco años, ocurrió en Bolaños un desgraciado suceso, que
ha quedado en el recuerdo de quienes vivían en esa época.
Un grupo de gitanos pasaba por el pueblo con unos borricos, y
en la avenida del Generalísimo, a la altura de la actual estación de
autobuses, uno de los borricos se le escapó a uno de ellos, pasándose
a la casa de una vecina que vivía en la zona, apodada “La Tambora”. La
casa estaba abierta y se comió dos rosales que había plantados en el
patio de ésta. Tras lo ocurrido, la vecina dio parte al ayuntamiento, y
el gitanillo, que tenía diecisiete o dieciocho años, fue detenido,
enviándolo al entonces denominado “cuarto del carbón del
ayuntamiento”. Pero, desgraciadamente, este pobre muchacho cayó en
manos de tres guardas de campo que se ensañaron con él, por el
simple hecho de ser gitano.
Estos tres guardas habían estado a lo largo del día azufrando
patatas en huertas de particulares, porque ese año las huertas de los
vecinos habían sido afectados por una plaga del “bicho de la patata”, y
eran los guardas de campo los que se dedicaban a combatirla. Estos
guardas eran recompensados por su trabajo y los dueños de las
huertas afectadas los invitaban a almorzar o tomar un refrigerio.
Eso fue lo que les sucedió a los tres guardas, de manera que
ese día habían estado bebiendo por haber estado trabajando en
distintas huertas, y cuando fueron al pueblo y se encontraron con el
gitanillo, ya iban ebrios.
El estado que presentaban los guardas, junto con el desprecio
que en esa época sentía la gente hacia los gitanos, llevaron a éstos a
apalear al muchacho con tal saña, que acabaron matándolo.
Este suceso consternó a todo el pueblo, pues el criterio general
era que el pobre gitano no había cometido ningún delito como para que
lo hubieran asesinado. Por este motivo, los tres guardas, junto con
otras personas que habían estado presentes durante el asesinato del
gitano, entre éstos, el Inspector del ayuntamiento, fueron detenidos
y ajusticiados, pero solamente los guardas fueron encarcelados.
La leyenda negra cuenta que estas personas, a lo largo de su
vida, sufrieran multitud de desgracias por haber sido víctimas de una
“maldición gitana” por parte de los familiares del fallecido, así, uno de
los guardas fue asesinado en la cárcel por asesinar él, a su vez, a otro
preso. Otro de los guardas –el guarda mayor- tuvo una hija que nació
con una mano sin dedos y dos nietos deficientes.
La gente ha alegado que estas desgracias les han sido
impuestas a los “asesinos” como castigo por lo ocurrido con el
gitanillo.
PRONÓSTICO DEL TIEMPO A TRAVÉS DE LA NATURALEZA
Muchas de las causas, que según algunas personas, permiten
pronosticar la meteorología a través de la propia naturaleza. Aunque,
lógicamente se trata de creencias, no de hechos probados
científicamente.
No obstante, se dice que si los pájaros se bañan en los charcos,
significa que va a llover, igualmente, si las golondrinas vuelan muy
bajo.
La aparición de hormigas con alas cuando está lloviendo,
vaticina más lluvia. Lo mismo ocurre cuando en los charcos que
ocasiona la lluvia se forma cascabeles de agua. Otro pronóstico de
lluvia es la aparición en el campo de multitud de telarañas. También se
dice que si está todo el cielo nublado y aparece el sol por el sur, a lo
que coloquialmente se le llama ”Puerta de Murcia”, es señal de lluvia.
La aparición en el cielo de una nube en forma de yunque, en el
poniente, vaticina mucha lluvia en los próximos días. La aparición de la
“Zancaraña” –arco iris pequeño- pronostica mucha lluvia. Se dice que
siempre llueve en Bolaños, cuando el agua viene de Andalucía o del
Sur. Además es un dicho que cuando los sisones cantan va a hacer
viento.
Existen multitud de dichos que permiten pronosticar el tiempo.
De esta manera se dice que:
- “cielo emborregado, a los tres días mojado”
- “el arco del poniente, desunce gañán y vente”
- “el cerco del sol moja al pastor, y el de la luna lo enjuga”
- También para explicar que el sol va creciendo desde enero a
febrero hay un refrán: “para San Antón, una patica de
ratón. Para Santa Catalina, una patica de gallina, y para San
Blas, hora y más”.
Otras formas de pronosticar el tiempo son la conocidas “Cabañuelas”
y “Canículas”. Las primeras comienzan los doce primeros días del mes
de agosto, y vaticinan el tiempo que va a hacer desde enero hasta
diciembre. Así, cada día de agosto se corresponde con un mes, y se
supone que el tiempo que haga ese día será el mismo que hará en el
mes que corresponde.
Las “Canículas” comienzan en día quince de agosto y abarca
hasta el día veinticuatro. Estas tienen el mismo sistema de vaticinio
del tiempo que las “Cabañuelas”, pero, al contrario que las otras,
empiezan desde diciembre hasta enero. Según la persona que utilice
esta forma de pronóstico del tiempo, unas son más fiables que otras,
aunque la opinión general nos lleva a que las “Cabañuelas” son más
certeras.
Pero no solamente la naturaleza permite pronosticar el tiempo,
también hay personas que a través de los huesos de su cuerpo pueden
predecir si la meteorología va a variar. Normalmente, las personas
que sufren la enfermedad de huesos o se han fracturado alguno,
experimentan dolor en los mismos cuando el clima cambia o aumenta la
humedad del ambiente. Pero éste es un hecho comprobado
científicamente, pues los huesos dueles con el frío, y si además están
dañados, este dolor se intensifica.
LEYENDAS
Bolaños no escapa a las leyendas que se han propagado de
generación en generación. Se trata, pues, de leyendas de tradición
oral, pero que resultan sumamente interesantes para la historia del
pueblo. Tienen, fundamentalmente, carácter religioso y milagroso,
referentes a santos, aunque también hay leyendas sobre parajes
naturales existentes en Bolaños.
Dentro de las leyendas nos encontramos:
LEYENDA DE TORROVILLA
En Torrovilla existía un camino, desde época romana, que se
comunicaba con la Sierra del Pardillo. En este camino se decía que se
habían visto a monjes que paseaban por aquellos parajes. Por este
motivo, este camino se conoce con el nombre del “Carril del Fraile”.
Este camino finalizaba en el denominado sendero “Flor de Rivera”, y
se dice que antes de enlazar con dicho sendero, existía un monasterio
hundido –Convento Jesuita del Pardillo-.
A esta historia se le ha atribuido carácter legendario, pero en
realidad es una historia verídica, pues, es cierto que existió el citado
monasterio, solo que con el paso del tiempo, la tradición popular la ha
convertido en una historia fantástica.
LEYENDA DEL CERRO DE LOS CASTILLONES
Se dice que en la cima del Cerro de los Castillones existe una
fuente en la que aparece la pisada de un burro grabad en una piedra.
Ésta se encuentra en un lugar estratégico que muy pocas personas
han visto.
También se habla de la existencia de una cueva, que se
encuentra a 300 m. del Cerro de los Castillones, donde aparecen
restos de animales.
LEYENDA DEL CERRO DE LA YEZOSA
En el Cerro de la Yezosa se tiene conocimiento de la existencia
de una cueva natural, que se piensa que es una antigua boca del volcán.
Según la leyenda popular, una mujer rubia acompañada de un espejo,
se aparecía en esta cueva en determinados días del año.
Otra voz popular, afirma que esta misma cueva es la boca de un
pasadizo que conducía al Castillo de Bolaños. La cueva se ha
examinado, pero ésta se acaba a los pocos metros de iniciarse con una
forma regular parecida a un semicírculo.
LEYENDA DE LAS CUEVAS DEL CASTILLO DE BOLAÑOS
Existen leyendas que afirman que el Castillo está surcado de
pasadizos y que en éstos se encuentran grandes tesoros, aunque no se
conoce el hallazgo de ninguno. No obstante, sí se sabe ciertamente,
de la existencia de este tipo de pasadizos o cuevas artificiales en el
Castillo y sus alrededores. Algunas se han descubierto hace unos
años, e incluso se ha dado el caso de camiones hundidos por estas
causas.
LEYENDA DEL CASTILLO
Existe la creencia generalizada de que Doña Berenguela dio a
luz en el Castillo de Bolaños al rey Fernando III “El Santo”. Esta
creencia se complementa con la supuesta aparición de la señal de una
mano manchada de sangre en una pared de una de las salas de la torre
del Homenaje, donde supuestamente se encontraban los aposentos de
los monarcas. Según la leyenda, parece que Doña Berenguela se puso
de parto en su habitación y en una de las contracciones que le dio se
apoyo en la pared dejando la marca. Este hecho podría ser
cuestionado si se tiene en cuenta que, aunque el Castillo de Bolaños
formó parte del patrimonio de Doña Berenguela, ésta no lo utilizó en
ningún momento, y se podría decir que tampoco lo visitó, hasta que lo
dejó en manos del alcaide participante en la Batalla de Las Navas de
Tolosa.
LEYENDA SOBRE LA VIRGEN DE MIRABUENOS
La Ermita de la Virgen de Mirabuenos estaba situada en la cima
del cerro del mismo nombre, en la margen derecha del arroyo de Los
Cuetos, y a 3 Km. al Noroeste de Bolaños, por la carretera BolañosDaimiel, frente al Santuario de la Virgen de Las Nieves. Dice la
leyenda, que en la cima del cerro y próxima a la ermita, había una
higuera, cuyo tronco estaba rodeado de piedras, formando un
pequeño arriate. Al pie del tronco manaba, diariamente, una
pequeñísima cantidad de aceite, la suficiente para el gasto diario de
la lámpara que alumbraba permanentemente a la imagen sagrada de la
Virgen, y también para las necesidades del Santuario y los guardas de
la Ermita. La esposa del casero, llevada por la codicia, concibió la idea
de guardar pequeñas cantidades del aceite milagrosamente obtenido,
logrando llenar una alcuza. Un día, la ofreció a un pastor, que
apacentaba ovejas en aquél lugar, a cambio de un queso, y en el acto,
la higuera dejo de proporcionar el aceite para siempre.
Con el devenir de los tiempos, la ermita cayó en ruinas y la
imagen fue llevada a la Iglesia Parroquial de Bolaños, donde fue
venerada con el nombre de Virgen de la Encarnación, y allí permaneció
hasta el 9 de agosto de 1936, fecha en que, junto con otras imágenes,
fue quemada en las afueras del pueblo, debido a las consecuencias de
la Guerra Civil.
Por la cercanía de la Ermita de Mirabuenos y de Las Nieves –las
cuales se pueden contemplar a simple vista-, existía una ingenua e
irónica pugna que ha llegado hasta nuestros días, y ha traído consigo
la letra de unas canciones entre las dos hermandades. Los de Las
Nieves decían:
“La Virgen de Mirabuenos
Tiene un melonar,
Y la Hermandad de Las Nieves
Se lo quiere arrancar”.
A lo que los de Mirabuenos contestaban:
“A la Virgen de Las Nieves
En un barranco
La de Mirabuenos, desde su Ermita
Le tira cantos”
LEYENDA SOBRE LA VIRGEN DE LAS NIEVES
Aunque la Virgen de Las Nieves es la Patrona de Almagro,
Bolaños tenía Hermandad para rendirle culto. Se desconoce la fecha
de su creación y los años en que estuvo vigente su actividad,
desapareciendo con el transcurso de los años. Pero los vecinos de
Bolaños guardan gran devoción a la virgen, pues el Santuario de Las
Nieves está situado en el campo del mismo nombre, que en su
totalidad pertenece al municipio de Bolaños, excepto el espacio que
ocupa la ermita y la Plaza de Toros, así como las habitaciones y otras
dependencias que enlazan con dicha plaza, que pertenece a Almagro.
Los habitantes de Bolaños siguen una tradición que realizaban
antiguamente con la Virgen de Las Nieves. El domingo del mes de
octubre más próximo al día 20 –fecha de su coronación canónica- de
cada año, y sobre las cuatro de la tarde, la Virgen de Las Nieves es
llevada a Almagro, y el día 1 de marzo vuelve a su Santuario. Es
costumbre en ambas ocasiones que la imagen pase por el centro de
Bolaños, concretamente por la calle Nieves, que la dieron este nombre
en conmemoración a la Virgen, y las autoridades locales eclesiásticas
y civiles de Bolaños, salen oficialmente a recibirla. La imagen es
conducida a la Iglesia Parroquial de San Felipe y Santiago,
colocándose junto al Altar Mayor donde se le dedica el canto de la
Salve Popular.
Se dice que antiguamente, desde la llegada de la Virgen a
Bolaños, hasta su despedida, eran los bolañegos quienes portaban las
andas sobre sus hombros, hasta que la entregaban a los de Almagro.
LEYENDAS SOBRE LA VIRGEN DEL MONTE
El culto y devoción hacia la Virgen del Monte se remonta a
varios siglos. Hay datos de que en el siglo XIV ya existía la ermita, y
es bastante acertado, que la aparición de la Virgen tuviese lugar a
finales del siglo XIII. Ésta ha llegado hasta nosotros por medio de la
tradición secular y constantemente se ha trasmitido de generación en
generación.
La historia es la siguiente: la Virgen se apareció a una
pastorcilla en un pequeño montículo de la Dehesa de la Moheda,
situado a 4 Km. de Bolaños. Esta aparición tuvo lugar un domingo 25
de abril. La pastorcilla cuidaba si rebaño por aquél lugar, y un día se
vio sorprendida por la súbita imagen de una hermosísima Dama sobre
una encina, que con un niño en los brazos le sonreía. “La señora tenía
sobre su cabeza un airoso sombrero pastoril que resaltaba su
celestial encanto”. La pastorcilla silenció la aparición, y todos los días
acudía a la misteriosa encina para entrevistarse con su celestial
Dama, y le llevaba flores silvestres a la vez que le dedicaba ingenuas
palabras llenas de cariño. Parece que la Virgen se apareció en diversas
ocasiones vestida de pastora y tocada con el gracioso sombrero, pero
un día la pastorcilla no halló a su señora ataviada con el sombrero,
sino que un gran resplandor rodeaba la cabeza y todo el cuerpo de la
Virgen, aumentando su celestial belleza. Ante esta transformación de
su señora, la pastorcilla, presa de la mayor admiración, gritó con
inusitada sorpresa. A estos gritos acudió un pastor, que parece ser
que era su padre, el cual también vio a la Virgen sobre la encina.
Felices con el hallazgo dieron cuenta del acontecimiento al Sr. Cura
Párroco, al pueblo y a las autoridades religiosas y civiles, “que se
trasladaron al monte, y con lágrimas de devoción y cánticos de alegría
se trajeron al pueblo la milagrosa imagen aparecida, hasta que se
edificó su pequeña ermita en el mismo lugar de la aparición”. Desde
aquel momento, los vecinos de Bolaños llamaron a su Virgen con el
nombre de María Santísima del Monte, y acordaron celebrar su fiesta
el último domingo del mes de abril de cada año.
Terminada la Ermita del Monte, la Virgen fue colocada en un
camarín sobre el mismo tronco de la encina donde se apareció. Desde
ese momento, la ermita fue el centro de una continua peregrinación
para rendirle homenaje y pedirle gracias y favores. Los milagros
comenzaron a sucederse, y las paredes de la ermita se vieron
cubiertas de numerosos exvotos. Todos dan fe de las gracias que la
Virgen concedió atendiendo a las suplicas de sus súbditos.
El culto y devoción fue en constante y permanente aumento, y
como la primitiva ermita resultaba pequeña, se edificó otra mayor.
La romería al Santuario fue tomando cada vez mayor
importancia. Esta se vio interrumpida desde el verano de 1936 hasta
1939, debido a que por causas de la Guerra Civil, cesaron las
actividades religiosas en Bolaños y en el resto de España. Éstos
fueron prohibidos y perseguidos, y en Bolaños fueron asaltados los
templos y demás lugares sagrados, y destruidas las imágenes
religiosas. Todas, excepto la Virgen del Monte, fueron quemadas el
día 9 de agosto de1936 en las afueras del pueblo. Pero unos días
después, se invadió el Santuario y la imagen fue llevada a Bolaños y,
en la Plaza del Ayuntamiento, quedó reducida a múltiples pedazos.
Pero, tanto el rostro y las manos de la Virgen, así como el niño, fueron
a parar, al cabo del tiempo, a manos de personas, que las ocultaron en
secreto hasta el final de la Guerra Civil.
Tras la paz, y restablecidas las actividades religiosas, la imagen
de la Virgen del Monte se restauró, tras la reunión de diversos
despojos, y ésta volvió a reinar en Bolaños.
La patrona de Bolaños superó todas las adversidades, y el día
22 de mayo de 1966 fue solemnemente coronada por el Nuncio de su
Santidad Monseñor Riberi.
Actualmente, la romería de la Virgen del Monte, el último
domingo de abril, congrega en el Santuario a multitud de fieles y
romeros, y es una de las fiestas que con más devoción y alegría
esperan y preparan los bolañegos.
Existen dos leyendas acerca de la Patrona de Bolaños. Una está
en relación con el color de sus mejillas. Está demostrado que la
imagen cambia el color de sus mejillas en ocasiones. La tradición oral
lo adjudica a su estado de ánimo. Así, si la Virgen está alegre,
aumenta el color rosado de sus mejillas, pero si está triste,
empalidecen. Los estudiosos no encuentran explicación alguna, pero
dicen que esto se puede deber a que la talla y la policromía de la
imagen, gozan de características especiales.
Otra leyenda cuenta que la pared del camarín de la Ermita de la
Virgen del Monte, donde está situada la imagen, se agrieta cuando
dicha imagen es trasladada al pueblo de Bolaños desde principios de
septiembre hasta principios de enero, y que desaparece cuando ésta
vuelve a ocupar su lugar en su ermita, por lo que la Hermandad nunca
se ha visto en la necesidad de reparar dicha grieta.
LEYENDA DEL CRISTO DEL CALVARIO
En Bolaños existía una iglesia con la advocación de Santa María
de la Alta Virtud –que aparece mencionada en las Relaciones
Topográficas como iglesia vieja de Bolaños-. Esta iglesia contenía,
aparte de la imagen titular, las imágenes de San Antón, la Soledad y
el Santo Cristo de la Columna. La cruz, con un Cristo crucificado,
tenía una cofradía denominada de la Vera Cruz. Como el edificio
estaba en mal estado, las imágenes del Santo Cristo de la Columna,
San Antón y la Soledad, fueron llevadas a la Ermita de San Cosme y
San Damián. De la Cruz no se sabe dónde se la llevó, pero dice la
leyenda que un vecino del pueblo, que salía a trabajar al campo de
madrugada, encontró un Cristo Crucificado en las inmediaciones de la
Iglesia de Santa María de la Alta Virtud, que había venido a ruinas, y
se la entregó al Sr. Cura Párroco, quien la guardó en su domicilio. La
cruz desapareció de allí y volvió a ser hallada por el mismo vecino en
el lugar en que la encontró por primera vez. La cruz fue, entonces,
guardada bajo llave, pero volvió a desaparecer y vuelta a aparecer en
el mismo lugar. A la vista de lo acontecido los vecinos del pueblo
estimaron conveniente construir una ermita a la Santa Cruz, a la que
se la llamó Ermita del Cristo del Calvario. La Hermandad de la Vera
Cruz se extinguió desde entonces, pero se creó la Hermandad de
Jesús Nazareno. Al lado de esta ermita se construyó un templete con
una cruz de piedra encima. Es en este lugar donde se celebra el
Jueves Santo por la tarde “El Prendimiento de Jesús en el Huerto de
los Olivos”. Y el Viernes Santo por la mañana, la Cofradía de Jesús
Nazareno reza un Vía-crucis que sale de la Ermita del Cristo de la
Columna y finaliza en la Ermita del Calvario. A este respecto se
conoce la letra de una canción tipo jota que dice así: El Cristo de la
Columna/ le dice al del Calvario/ aquí se inicia el Vía-crucis/ para en
tu ermita acabarlo.
Pero en la actualidad no existen ni la Ermita del Calvario, ni la
citada cruz de piedra.
LEYENDA DE JESÚS NAZARENO
Dice la tradición oral, que la imagen de Jesús Nazareno, unos
días antes de proclamarse la Guerra Civil española, cambió el color de
su cara a blanca, como premonición de lo que iba a suceder a partir
del 18 de julio.
También cuentan que la imagen de Jesús, hasta 1936, bendecía
con su brazo derecho. Pero el 9 de agosto de ese año, cuando se
profanaron todas las imágenes, un vecino de Bolaños golpeó el brazo
de Jesús con un palo, arrancándoselo. La leyenda narra que este
individuo, años más tarde, perdió el brazo con el que golpeó al Cristo
en un accidente laboral.

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Transcripción

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