El feminismo en los EE.UU. El mejor momento, el peor momento.
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El feminismo en los EE.UU. El mejor momento, el peor momento.
ZNet en Español: El feminismo en los EE.UU. ? ? ? ? Page 1 of 4 Tí tulo original: Feminism in the US Autor: Lydia Sargent Origen: ZNet Traducido por Alfred Sola y revisado por Juan Romero El feminismo en los EE.UU. El mejor momento, el peor momento. Una charla para una conferencia en Athens, enviada electrónicamente por Lydia Sargent Si definimos el feminismo como un movimiento para acabar con el sexismo, la explotaci ón sexista y la opresión sexista, entonces ese movimiento está sin fuerzas. Si el feminismo revolucionario incluye despertar las conciencias sobre las formas en que se mantiene el sexismo en nuestras sociedades por medio de leyes, imágenes culturales, deshumanización, miedo y violencia, con el control de nuestros cuerpos por medio de la reproducción y la sexualidad, por medio de métodos científicos que afirman la inferioridad de los genes y cerebros femeninos, y por medio de una división del trabajo jerárquica, racista y patriarcal, entonces hemos hecho algunos avances pero aún hay mucho sobre lo que despertar las conciencias. Si la revoluci ón feminista imagina una sociedad con instituciones y estructuras que fomenten los valores de solidaridad, auto -gestión, democracia participativa, diversidad y equidad, entonces el viaje a ún no ha empezado. En cierta manera, podemos considerar éste como el mejor de los momentos y el peor de los momentos. Es el mejor momento para las mujeres porque, desde el último periodo de activismo femenino en los años 60 y 70, las mujeres han conseguido algunas mejoras: ? ? ? ? ? Más mujeres trabajan cobrando un sueldo que nunca. Hay un cambio de actitudes y conciencias sobre el papel de las mujeres Se ha creado legislación contra la discriminaci ón en la educaci ón y en el trabajo Hay organizaciones para defender los intereses de las mujeres Hay clínicas y asistencia para mujeres. Hay librerías y editoriales de mujeres, programas de estudios feministas y organizaciones feministas en los campus, sociedades de ayuda legal a las mujeres y programas de prisiones, activismo contra el SIDA, movimientos ecologistas, organizaciones de mujeres trabajadoras, grupos de derechos reproductivos y activismo contra la violencia contra las mujeres Sin embargo, también es el peor momento porque el activismo y conciencia feminista se ha ido marginalizando desde mediados de los 70. ? ? No hay ning ún movimiento de base que promueva una conciencia y cambio feministas La mayoría de las teóricas y activistas radicales se han desvanecido en la universidad u otras actividades de reforma social. Hacen trabajo valioso pero a menudo emplean su tiempo adoptando una postura profesional al tratar con la sociedad y no dan prioridad a http://www.zmag.org/Spanish/0501sarg.htm 27/05/2003 ZNet en Español: El feminismo en los EE.UU. ? ? ? ? ? ? ? ? Page 2 of 4 enfrentarse a las instituciones de dominación existentes Las organizaciones de mujeres, antaño comprometidas con la estructura no-jerárquica, han copiado en muchos casos las estructuras jer árquicas existentes Las que piden "igualdad de derechos" trabajan en un sistema económico inherentemente injusto y por tanto su éxito es limitado Las condiciones para las mujeres contin úan deteriorándose La dominaci ón masculina continúa, en el hogar y fuera de él La violencia contra las mujeres persiste, de forma que las mujeres no son libres para moverse por el mundo sin miedo Las mujeres que viven solas, sin un hombre, caen cada vez más en la pobreza Hay segregaci ón de sexos en los lugares de trabajo. Las mujeres, especialmente las mujeres de color, siguen estando en los peldaños más bajos de la jerarquía, sobreviviendo bajo m ínimos Las mejoras en los derechos reproductivos y la acción afirmativa se encuentran en constante peligro Es el mejor momento y el peor momento porque, aunque el sueldo familiar para los hombres ha sido reemplazado por el derecho de las mujeres a competir, este derecho se ve limitado por una división patriarcal del trabajo que sitúa a las mujeres en los trabajos del sector servicios que tradicionalmente tienen peores sueldos. El mayor acceso de las mujeres a la autonomía ha topado con la inseguridad económica. La independencia económica de las mujeres se paga con un día doble. La mayor libertad personal y autonomía sexual van acompañadas de la vulnerabilidad a la explotación y el abuso. El resultado es que, aunque las mujeres pueden movilizarse contra la discriminación o contra violaciones de los derechos individuales, no hay ningún intento coherente y organizado de despertar conciencias sobre un cambio revolucionario. Las mujeres se ven forzadas a desarrollar "acuerdos" familiares basados en divisiones sexuales del trabajo, en que los hombres se especializan en los ingresos a la vez que "ayudan" en casa, mientras las mujeres se especializan en dar cuidados a la vez que ayudan con los ingresos. Por lo tanto, las mujeres deben a menudo limitar su educación, entrar en situaciones laborales menos competitivas o aceptar trabajos a tiempo parcial más flexibles. Las mujeres consideran a menudo que su participación en este nuevo orden de cosas sexual es más un fracaso personal que una llamada a la acción colectiva para cambiar la estructura básica del patriarcado y la opresión sexista. Así pues, las mujeres se encuentran inmersas en un agotador doble deber intentando llevar solas la familia y buscando vidas laborales con algún valor, mientras los mensajes sexistas las bombardean por todos lados. Los medios convencionales (a través de libros, revistas, anuncios y programas de televisi ón, películas) machacan a las mujeres con imágenes de féminas anor éxicas, pasivas e inermes. Las jóvenes expuestas a esto no pueden evitar sentir que su importancia en el mundo radica en su imagen y su disponibilidad sexual para los hombres. Las mujeres mayores no pueden evitar sentir que su importancia radica en su servicio a los hombres como miembros de la familia, como trabajadoras domésticas sin sueldo. Otras imágenes mantienen a las mujeres en un estado constante de inseguridad sobre su peso, tono de piel, color del pelo, tamaño y forma de sus rasgos faciales, pechos, caderas, etc. La ideología de derechas presenta a las feministas como mujeres que odian a los hombres y como responsables de todos los males de la sociedad: la pobreza, el crimen creciente, las mujeres sin hogar, las familias inestables, el creciente alcoholismo, los niños abandonados. La psicología populista presenta el sexismo como simplemente una falta de comunicación que se puede arreglar entendiéndose mejor mutuamente. No hay opresión de un género al otro, no hay patriarcado en las tesis de 'Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus'. Al contrario, hombres y mujeres son descritos como pertenecientes a dos culturas diferentes y http://www.zmag.org/Spanish/0501sarg.htm 27/05/2003 ZNet en Español: El feminismo en los EE.UU. Page 3 of 4 nuestros "problemas" pueden solventarse con una mejor comunicación, comprando libros, pagando por asistir a conferencias de expertos que no tienen ni conocimiento ni interés sobre lo que es el feminismo. Los psicólogos evolucionistas populistas usan estudios "científicos" más que dudosos para fomentar la idea que los estereotipos masculino y femenino se han desarrollado a trav és de los siglos y est án ahora imbricados en nuestros genes y en las diferencias entre nuestros cerebros. En esta visión del mundo, los mismos rasgos femeninos que usaban los hombres para racionalizar la subordinación de las mujeres son ahora, mágicamente, la base para la igualdad. Por tanto, las opciones para las mujeres son limitadas: pueden retar al convencionalismo y dejar amigos y familia para entrar a formar parte de las pequeñas áreas de cultura feminista en los EE.UU y, con suerte, encontrar un trabajo que puedan aguantar. O pueden continuar aceptando los papeles presuntamente "asignados por Dios" como esposas dependientes y madres en familias dirigidas por hombres, donde sus vidas las definen ellos. O pueden perseguir la dudosa libertad de trabajar y comprar en una sociedad en que el feminismo se ha convertido en un estilo de vida, liberado de cualquier política radical. En este estilo de vida feminista, las revistas de moda definen para ellas lo que es liberación y lo que son imágenes de la mujer ideal, y estas imágenes cambian constantemente. La liberaci ón feminista es cualquier cosa que venda un producto. Una mujer puede ser competitiva, pero tan dulce como el chocolate; aventurera, pero una tonta de remate; inteligente, pero no enterarse de nada; fuerte, pero pasando tanta hambre que sea un esqueleto andante; agresiva, pero asustada de su propia sombra; independiente, pero indefensa; igual, pero inferior; importante, pero irrelevante; fascista en política, revolucionaria sobre su maquillaje. No importa. Si es mujer y está comprando, es feminista. En este estilo de vida feminista, la revolución es una sombra de ojos de Revlon que "cambia el mundo cara por cara". Feminismo es tener tu propio cigarrillo que es "m ás delgado que los gordos cigarrillos de los hombres", lo cual significa que "hemos llegado muy lejos". Controlar tu propio cuerpo significa hacerte cirugía en los pechos "para conseguir la forma que dice que te quieres a ti misma". Sí, es el mejor momento y el peor momento. Es el peor momento porque las feministas no han conseguido traducir conciencia política en cambio social revolucionario concreto. Criticamos el sexismo institucionalizado pero dejamos las mismas instituciones sexistas en pie. Incluso nos apuntamos a ellas. Es el peor momento porque no hay una visi ón articulada ni una solidaridad entre los izquierdistas en los EE.UU. En vez de eso tenemos un legado de desconfianza, en parte como resultado de experiencias de trabajo conjunto, en parte por las diferencias políticas que tienen que ver con las distinciones entre izquierdistas sobre la importancia del marxismo y sus límites respecto el feminismo, el racismo, las jerarquías e incluso las clases. Las feministas marxistas creen que la liberación de las mujeres radica en su participación en el movimiento obrero; las feministas radicales ven los sexos como la divisi ón de clases original y creen que la liberación vendr á por la eliminación de las sexualidades obligatorias y de los roles sexuales. Las feministas socialistas ven la intersecci ón entre clase y género que requerirá la destrucci ón del capitalismo y el patriarcado. Las feministas liberales ven el problema como uno de derechos civiles. Algunas feministas negras se oponen a la sociedad capitalista, patriarcal y racista, otras ven la raza como la prioridad. Así que las feministas blancas no se fían de los izquierdistas blancos, las feministas negras no se fían de las feministas blancas, los radicales del movimiento obrero no se fían de los izquierdistas que parecen venir de entornos más privilegiados. Los anarquistas no se fían de las organizaciones de izquierda que están estructuradas como una gran empresa. Organizaciones sectarias con líneas de partido preconcebidas y estructuras jerárquicas anti-democráticas abortan los intentos de avanzar colectivamente. Y así ad infinitum. Es el peor momento porque uno de los principios básicos del sexismo contin úa vivito y http://www.zmag.org/Spanish/0501sarg.htm 27/05/2003 ZNet en Español: El feminismo en los EE.UU. Page 4 of 4 coleando: la creencia profundamente arraigada que el hombre es el ser humano por excelencia. La mujer, por tanto, se define en relación a él. Ella no puede ser igual, sólo puede ser lo que es, no un hombre. Es el peor momento, pero el mejor momento también. Es el mejor momento porque a pesar de lo que parecen problemas sin solución, se han conseguido cambios. Hay infinidad de personas como nosotros, aquí en los EE.UU y en el resto del mundo, que hemos estado trabajando por el cambio social durante años. Por ejemplo, yo personalmente he ayudado a crear dos medios de comunicación para contrarrestar las noticias e información convencionales, cubrir las luchas activistas y ofrecer an álisis radicales. Además, nuestros lugares de trabajo están estructurados como modelos de alternativa democrática a la jerarquía corporativa. South End Press, fundada en 1977, es una de esas instituciones. La otra es la revista Z Magazine, inspirada y llamada así por la película Z sobre un golpe militar en Grecia y la resistencia a éste. Es el mejor momento porque las posibilidades para el cambio social radical son mayores ahora que en ningún momento de la historia. Es el mejor momento porque, como el nombre de nuestra revista, Z, el espíritu de la resistencia sigue vivo, no sólo en los EE.UU. sino en todo el mundo. Materiales para la lectura: "Las mujeres y la política de clases", de Joanna Brecher, Monthly Review Press; "El feminismo es para todos", de bell hooks, South End Press. Volver al índice http://www.zmag.org/Spanish/0501sarg.htm 27/05/2003