Qué respuestas… Belén Rodriguez Ocurrió lo que todos ya saben
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Qué respuestas… Belén Rodriguez Ocurrió lo que todos ya saben
Qué respuestas… Belén Rodriguez Ocurrió lo que todos ya saben, la ciudad se vio sumergida, en un caos. Un fuerte acontecimiento climático trajo ese 2 de abril de 2013 consecuencias inefables en muchos casos. Mi ciudad natal, la ciudad donde me crié, estudié y donde desempeño mi práctica en el Psicoanálisis, quedó atravesada por un antes y un después de aquel acontecimiento. El azar produjo que me encontrara en un lugar a salvo. En la inmediatez de la noticia sobre lo sucedido me dediqué a saber acerca de mis seres queridos, si estaban bien, si estaban vivos. Los días empezaron a correr, los efectos de lo que había sucedido comenzaron a hacerse escuchar, a hacerse ver. Una ciudad devastada, que había perdido completamente ese brillo que para los ojos de muchos que la habitan, conservaba. En sus ciudadanos, rostros atravesados por la angustia, el miedo, la incertidumbre. Las casas, con sus puertas abiertas de par en par, dejaban ver. Allí lo íntimo perdía intimidad para convertirse en un espectáculo casi siniestro. A la vista de todos. Respuestas e intentos de respuesta de todo tipo comenzaron a emerger. Lazos de solidaridad, algunos inéditos. Para todos. En esa línea empecé a escuchar respuestas de diferentes instituciones que nucleaban profesionales psicólogos, algunas psicoanalíticas, otras no. Me detuvo una cuestión, a decir verdad, varias… desde mi formación, ¿un psicoanalista qué puede hacer en estos casos?, ¿cómo se dirige a lo social?, ¿para qué? Encuentro allí una frase de Guy Briole que me permitió pensar acerca de los efectos de ese significante que circulaba sin cesar en el tejido social: “el trauma”. Decía: “El traumatismo fascina porque nos atañe a todos, al azar de los encuentros con lo real. Ejerce una irresistible atracción por esta contingencia que hace que, en la efracción traumática, de lo que se trata es de un encuentro con la muerte, la suya, la del otro”. 1 La muerte se presentificó en la ciudad, como consecuencia de la catástrofe; las hubo, sí, y muchas, pero también ocupó la escena socio-política formando parte de un entramado con verdades semi dichas y efectos subjetivos variados. Ahora bien, intervenciones posibles pueden producir efectos diferentes frente a lo que para cada cual implica un encuentro con lo real. Ese encuentro solo podrá constituirse en trauma si habrá dejado marca en el ser hablante, si algo allí no pudo reabsorberse en lo simbólico. Entonces, ¿cómo intervenir en lo social frente a esta idea de trauma? Una vez más, el Psicoanálisis de Orientación Lacaniana, es mi brújula, orientando en dirección a dar lugar a la palabra, escuchando uno a uno en esa masa social, propiciando el espacio para que si algo del orden del trauma se juega en la singularidad de cada cual, pueda dársele el tratamiento necesario por la vía de extraer algo de ello y encausarlo en el recorrido subjetivo, en sus síntomas, en su fantasma.- Belén Rodríguez 1 Scilicet. El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¿qué consecuencias para la cura?. Grama Ediciones. Pag.345.