IKASNABAR 2014 - OPEN EDUCATION AND TECHNOLOGY 301 M

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IKASNABAR 2014 - OPEN EDUCATION AND TECHNOLOGY 301 M
IKASNABAR 2014 - OPEN EDUCATION AND TECHNOLOGY
M-learning y autonomía del aprendizaje
José Carlos García-Cabrero y Germán Ruipérez, UNED
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Notas de autor:
www.JoseCarlosGarciaCabrero.es
www.Ruiperez.org
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Resumen
La autonomía del aprendizaje ha cobrado gran importancia en los últimos tiempos debido
a la necesidad de formación continua de los profesionales del mundo contemporáneo. Los
modelos educativos clásicos no están dando quizás la respuesta más apropiada para que este
aprendizaje permanente sea compatible, además, con las obligaciones laborales y personales, y,
por otra parte, para que dé respuesta a las necesidades formativas de cada persona en el momento
necesario. Por ello, se busca fomentar, cada vez más, estrategias que permitan que las personas
aprendan de manera autónoma: a su ritmo, en cualquier momento y en cualquier lugar, así como
de forma personalizada en función de sus intereses y necesidades formativas.
En este contexto tan dinámico entra también en juego el concepto de aprendizaje móvil
(mobile-learning), como complemento ideal para dar respuesta a todos estos retos, pues, entre
otras ventajas, posibilitan llevar a cabo formación en distintos contextos (seamless learning), y,
además, permiten la creación de entornos personales de aprendizaje.
Analizaremos la relación entre estos conceptos para comentar cómo los estamos poniendo
en práctica en el marco del proyecto europeo SEAGULL (European Commission's Lifelong
Learning Programme). Describiremos los materiales desarrollados y comentaremos algunos
resultados preliminares del estudio de campo.
Palabras clave: aprendizaje autónomo – aprendizaje móvil – aprendizaje informal –
nuevas tecnologías en la enseñanza – enseñanza de lenguas asistida por ordenador.
Abstract
Autonomous learning has become a very important concept nowadays due to
professionals' lifelong learning needs. Maybe the classical educational paradigms are not giving
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the most appropriate response to these needs in order to make them compatible with work and
personal obligations, and, moreover, to respond to the training needs of each person at the right
time. Therefore, it seeks to promote, increasingly, strategies that allow people to learn
autonomously: anytime, anywhere, and personalized manner based on their interests and training
needs.
In this dynamic context the concept of mobile learning (mobile-learning) also comes into
play, as an ideal add to meet these challenges, because, among other benefits, it allows to carry
out training in different contexts (seamless learning), and it also allow the creation of personal
learning environments.
We'll analyze the relationship between these concepts to discuss how they have been
implemented in the European project called SEAGULL (European Commission's Lifelong
Learning Programme). We will describe the developed materials and discuss some preliminary
results of the field study.
Keywords: autonomous learning, mobile-learning, informal learning, new technologies in
teaching, computer assisted language learning
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M-learning y autonomía del aprendizaje
Introducción
El concepto de autonomía del aprendizaje ha cobrado mucha importancia en los últimos
tiempos debido a la necesidad de formación continua de los profesionales del mundo
contemporáneo. Hoy en día no se entiende la actividad profesional si los conocimientos y
competencias no son actualizados mediante un reciclaje continuo a lo largo de toda la vida
(Lifelong Learning). Godwin-Jones (2011:9) escribe al respecto lo siguiente:
“The capacity for autonomous learning can prepare students for a fulfilling future
while also providing the flexibility and skills for the variety of work environments and
demands they are likely to face in their lives.”
Los modelos clásicos de formación no están dando quizás la respuesta más apropiada para
que este aprendizaje permanente sea compatible, además, con las obligaciones laborales y
personales, y, por otra parte, dé respuesta a las necesidades formativas de cada persona en el
momento necesario.
Por ello, se busca fomentar, cada vez más, estrategias que permitan que las personas
aprendan de manera autónoma: a su ritmo, en cualquier momento y en cualquier lugar, de forma
personalizada en función de sus intereses y necesidades formativas.
El aprendizaje autónomo encaja bastante bien con el paradigma de aprendizaje informal,
que es aquél que se produce fuera de las aulas, ya sean éstas físicas o virtuales. Internet pone a
nuestra disposición una gran cantidad de recursos formativos muy variados, que pueden ser
susceptibles de ser utilizados por cualquier persona con una necesidad puntual de información
desde un dispositivo móvil. Peters (2007) lo expresa de la siguiente manera:
“Informal learning using mobile technologies is already embedded in our daily
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lives. Millions of Web-enabled phones are being used by learners (who may not be
enrolled in formal courses) to seek information.”
Con esto no queremos decir que el aprendizaje autónomo sea necesariamente informal:
las estrategias para fomentar la autonomía del estudiante tienen cabida en todos los modelos y
contextos formativos, pero pueden cobrar especial relevancia en los informales, pues, en general,
el aprendiz autónomo aprovechará mejor los recursos.
En este contexto tan dinámico entra también en juego el concepto de aprendizaje móvil
(m-learning), como complemento ideal para dar respuesta a todos estos retos. Como bien apunta
Kukulska-Hulme (2009:162), “mobile technology can assist learners at the point of need and in
ways that fit in with their mobile lifestyles”.
Los dispositivos móviles, tan populares en los últimos años, se postulan como
especialmente adecuados para fomentar la autonomía del aprendizaje: permiten formarse en
cualquier momento y en cualquier lugar, dan acceso a una enorme cantidad de recursos que
existen en Internet (o amplían los formatos clásicos mediante aplicaciones como, por ejemplo, la
realidad aumentada), posibilitan que el estudiante cree su propio entorno personal de aprendizaje
a partir de las herramientas que mejor se ajusten a sus necesidades, etc. Y por último, pero no por
ello menos importante, permiten desarrollar un aprendizaje personalizado, puesto que
normalmente son terminales de uso individual unívocamente identificados. Godwin-Jones
(2011:4) lo expresa así:
“Interest in learner autonomy has increased substantially in the last decade. Given
the emphasis on student-centered pedagogy and on accommodating student diversity, this
is not surprising. What is also both driving and, to some extent, enabling this approach to
learning are new directions and developments in technology. The dramatic increase in
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online resources, network services, and educational software, together provide new
opportunities for self-directed learning. In the last few years, developments in mobile
technology and the explosion in social media use have accelerated the level of interest.”
En este artículo analizaremos la relación entre estos dos conceptos, y a continuación
mencionaremos los trabajos relacionados con ellos que estamos llevando a cabo en el proyecto
europeo SEAGULL, que pretende profundizar en los temas aquí tratados.
Autonomía del aprendizaje
El concepto de autonomía del aprendizaje resulta complejo y la diversidad terminológica
en la bibliografía es amplia. No es raro encontrar términos sinónimos como autoinstrucción,
individualización del aprendizaje, aprendizaje autorregulado, etc. Tal y como señala Lázaro
Torres (2009:11), la causa principal es que el concepto de aprendizaje autónomo ha sido tratado
desde ámbitos muy diversos (psicología, educación de adultos, etc.) y, simultáneamente, en
diferentes contextos sociopolíticos y educativos, lo que ha derivado en una gran multiplicidad de
planteamientos sobre el tema.
En consecuencia, también resultan muy abundantes y variadas las diferentes definiciones
de autonomía del aprendizaje que podemos encontrar. Dado que se trata de un concepto
relativamente confuso, creemos interesante comenzar por una definición ex negativo, tal como
propone Esch (1996:37):
“First, it is not self-instruction or learning without a teacher. Secondly, it does not
mean that intervention or initiative on the part of a teacher is to be banned. Thirdly, it is
not something teachers do to learners, i.e. a new methodology. Fourthly, it is not a single
easily identifiable behavior. Finally, it is not a steady state achieved by learners once and
for all.”
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Godwin-Jones (2011:6) abunda en esta idea al afirmar que “Contrary to what the term
might evoke in popular usage, learner autonomy does not involve secluding oneself in a corklined room with a mountain of learning materials.”
Con el objetivo de abreviar la exposición, y a pesar de que la definición aquí presentada
ha sido convenientemente matizada y complementada posteriormente por diversos autores
(Benson 2002:10; Dam 2000:49), hemos decidido tomar como referencia la siguiente definición
de Holec (1981:3):
“To take charge of one’s learning is to have, and to hold, the responsibility for all
decisions concerning all aspects of this learning, i.e.:
- determining the objectives;
- defining the contents and progressions;
- selecting methods and techniques to be used;
- monitoring the procedure of acquisition properly speaking (rhythm, time, place, etc.);
- evaluating what has been acquired.”
La teoría de la autonomía del aprendizaje ha bebido de muchas fuentes, y se ha visto
afectada por muy diversas influencias, pero no cabe duda de que el constructivismo, teoría que
explica el aprendizaje como una serie de procesos activos de interpretación del mundo
condicionados socialmente, es una de las más importantes, dado que es la que marca el cambio
de paradigma en el proceso de enseñanza-aprendizaje, según el cual es el alumno el autor de su
propio aprendizaje y el profesor es un mero facilitador del mismo.
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Figura 1: El alumno como centro del proceso de aprendizaje.
Fuente: Barbot y Camatarri (1999:55)
El aprendizaje autónomo es un tema complejo, por lo que tiene que ser abordado desde
estrategias eclécticas y ajustadas al contexto:
“The successful implementation of a pedagogy oriented to learner autonomy is a
matter not of following a strict set of guidelines, however, but of responding appropriately
to the needs of a particular group of learners in a particular sociocultural setting.” Little
(1999:22)
Concepto de m-learning y su marco pedagógico.
El aprendizaje móvil (mobile-learning o m-learning) también es un concepto difícil de
definir. Las primeras aproximaciones trataron de definirlo desde una posición centrada en la
tecnología. Por ejemplo, Park (2011:2), haciendo referencia a Kukulska-Hulme & Traxler
(2005), señala lo siguiente:
“Mobile learning refers to the use of mobile or wireless devices for the purpose of
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learning while on the move. Typical examples of the devices used for mobile learning
include cell phones, smartphones, palmtops, and handheld computers; tablet PCs, laptops,
and personal media players can also fall within this scope.”
Pero pronto quedó claro que estas definiciones no contribuían a entender la naturaleza de
un concepto propio, sino que se limitaban a instanciar la definición genérica de e-learning para
aplicarla a dispositivos móviles. Peters (2007) ya señalaba lo siguiente:
“While m-Learning can be thought of as a sub-set of e-Learning (which is Webbased delivery of content and learning management), the emerging potential of mobile
technologies tends to indicate that m-Learning, while mostly situated within the eLearning framework, also has links directly to the ‘just enough, just in time, just for me’
model of flexible learning (see Figure 1), and is therefore just one of a suite of options
that can be adapted to suit individual learning needs.”
Pocos años después, y ante la enorme revolución tecnológica de los últimos años, parece
razonable entender el m-learning como una parte más del aumento consustancial de un estilo de
vida móvil. Si atendemos a Sharples et al. (2008:235), el concepto de movilidad hace referencia
al menos a los siguientes aspectos:

“Mobility in physical space: people continually on the move trying to cram learning into
the gaps of daily life or to use those gaps to reflect on what daily life has taught them.
The location may be relevant to the learning, or just a backdrop.

Mobility of technology: portable tools and resources are available to be carried around,
conveniently packed into a single lightweight device. It is also possible to alternate
between different devices, moving from the laptop to the mobile phone, to the notepad.

Mobility in conceptual space: learning topics and themes compete for a person’s shifting
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attention. A typical adult undertakes eight major learning projects a year (Tough 1971) as
well as numerous learning episodes every day, so attention moves from one conceptual
topic to another driven by personal interest, curiosity or commitment.

Mobility in social space: learners perform within various social groups, including
encounters in a family, office, or classroom context.

Learning dispersed in time: learning is a cumulative process involving connections and
reinforcement among a variety of learning experiences (Dierking et al. 2003), across
formal and informal learning contexts.”
Nuestra opinión coincide con la expresada por Sharples et al. (2008): el aprendizaje móvil
debe ser entendido desde un punto de vista amplio e integrador, no puede estar restringido al
mero enfoque tecnológico.
Lamentablemente todavía estamos en los estadios iniciales de desarrollo y no están claros
los modelos de uso ni las aplicaciones que realmente aportan elementos sustanciales al proceso
de aprendizaje. En este sentido Park (2011:1) se expresa claramente:
“Despite the many forms of and increasing services offered by mobile learning, it
is still immature in terms of its technological limitations and pedagogical considerations
(Traxler, 2007). And although some researchers offer a framework for theorizing about
mobile learning with conversation theory and activity theory (Sharples, Taylor, &
Vavoula, 2005; Uden, 2007; Zurita & Nussbaum, 2007), instructional designers and
teachers need a solid theoretical foundation for mobile learning in the context of distance
education and more guidance about how to utilize emerging mobile technologies and
integrate them into their teaching more effectively.”
Por tanto, y a pesar de ser tecnologías para las que casi todos intuimos un gran potencial,
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muchas de las aplicaciones reales en el ámbito educativo están por descubrir, y la inmensa
mayoría de ellas por valorar desde análisis científicos rigurosos, en un camino no exento de
obstáculos, como bien señala Peters (2007):
“Many education and training providers recognise the benefits of mobile learning,
but there appears to be limited adoption for educational use, which was attributed to: the
age and ability of teachers and trainers; the cost of providing m-Learning devices and
infrastructure; the slow rate of change in large educational institutions; and that mobile
devices are not designed with the education market in mind. With consumers driving the
global uptake of mobile telephony, and the growing functionality of these devices, it
appears that m-Learning does indeed have a place in mainstream education and training.”
A día de hoy el uso del m-learning no pasa de ser una mera anécdota llevada a cabo en
experimentos de escaso recorrido por profesores voluntariosos. Cochrane (2014:65) afirma a este
respecto lo siguiente:
“Mobile learning (mlearning) research has in general been characterised by shortterm comparative pilot studies with little high-level critique or theory formation.
Consequently, there is limited evidence in the literature of mlearning research that is
longitudinal across multiple contexts, cooperative and participatory.”
m-learning y la autonomía del aprendizaje.
La relación entre el m-learning y la autonomía del aprendizaje ha sido tratada por autores
desde muy distintos puntos de vista. Los que, en nuestra opinión, son más superficiales recogen
las evidencias e intuiciones primeras nuevamente desde un punto de vista muy tecnológico y
escasamente pedagógico. Por ejemplo, Godwin-Jones (2011:8) sugiere que “for students mobile
devices integrate real-life interests and academic roles. If learner autonomy is about personal
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choice, then mobile should serve as an ideal enabler.”; o Kim et al. (2013:63) cuando afirman
que:
“The student reflection summary suggests that the participants in this study felt
that they could create a personalized meaningful learning experience no matter which
mobile device they used for their learning activities.”
Los enfoques más centrados en la pedagogía intentan conectar los conceptos de
aprendizaje móvil y autónomo a través de teorías clásicas como el constructivismo. Por ejemplo,
Zurita y Nussbaum (2004:235) señalan lo siguiente:
“Handhelds support constructivist educational activities through collaborative
groups (Dede & Sprague 1999), increasing motivation, promoting interactive learning,
developing cognitive skills (ordering, evaluating, synthesizing), and facilitating the
control of the learning process and its relationship with the real world. (Valdez et al.
2000).”
Estos autores inciden en el cambio de rol de profesores y alumnos, insistiendo en el
fomento de la autonomía del aprendiz. Peters (2007) lo expresa de la siguiente manera:
“Managing m-Learning as a part of a suite of services that offers greater choice to
learners will have benefits for providers, because it can allow teachers to move from
delivery to the management of learning, and will help learners to gain specific skills of
immediate value in the knowledge-based economy.”
En resumen, nuestro marco de relación del m-learning y el aprendizaje autónomo están en
escenarios en los que la interacción social es máxima, integrándose, de esta manera, de forma
natural con el constructivismo.
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Nuestra investigación actual: el proyecto SEAGULL.
A partir de estos enfoques, y gracias a nuestra participación en el consorcio de
investigación de un ambicioso proyecto europeo del Lifelong Learning Programme, nuestras
investigaciones han ido encaminadas a explorar las dos vías convergentes que, como acabamos
de exponer, son el aprendizaje móvil y el autónomo.
Se trata del proyecto SEAGULL (Smart Educational Autonomy through Guided
Language Learning, coordinado por la universidad de Greifswald -Alemania-; www.seagulltandem.eu), y en el que se aborda el reto de acercar la brecha entre el enfoque de aprendizaje
autónomo y el apoyo sistemático y calibrado para que éste sea efectivo. En este proyecto se parte
de un trabajo autónomo previo del estudiante para realizar, posteriormente, actividades en
tándem lingüístico mediante dispositivos móviles y tecnologías online.
Dado que en SEAGULL el trabajo de los estudiantes es prácticamente autónomo en su
totalidad, con escasa o nula intervención del profesor, ha sido necesario el desarrollo de
microcontenidos que pudieran servir de guía para que la comunicación del tándem fuera efectiva.
Por ello, el núcleo central del proyecto es la elaboración de hojas de trabajo o fichas temáticas,
que cubran los niveles A1 a B2 del MCER de distintas lenguas, para el aprendizaje autónomo de
lenguas a través de tándems, en los que, mediante herramientas tecnológicas de videoconferencia
móvil, un alumno enseña su lengua materna al otro a través de situaciones comunicativas reales
en conversaciones auténticas y vivas a partir del nivel de lengua del destinatario y de los
intereses comunes de ambos: ellos eligen qué temas van a tratar y cuándo, aunque desde el
equipo investigador del proyecto se les proporcione una secuencia de contenidos recomendada
para cada nivel.
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Figura 4: Marco teórico de trabajo del proyecto SEAGULL.
Fuente: http://seagull-tandem.eu/portfolio/topic-sheet-development/ [consulta:
29.05.2014]
En estas fichas temáticas se da mucha importancia a la competencia intercultural, por lo
que están diseñadas para que el estudiante reflexione sobre su bagaje cultural investigando en él,
a la vez que conoce y compara otros entornos. Hay dos fichas para cada nivel y tema: una ficha
de trabajo para el estudiante de la lengua extranjera y otra para el estudiante que le enseña su
lengua materna.
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Figura 5: Ficha del estudiante de la lengua extranjera
Fuente: http://seagull-tandem.eu/spanish-a1/ [consulta: 29.05.2014]
Figura 6: Ficha correspondiente para el estudiante que enseña su lengua materna
Fuente: http://seagull-tandem.eu/spanish-a1/ [consulta: 29.05.2014]
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En este momento se están comenzando a evaluar los tándems ya formados, tanto desde el
punto de vista cualitativo como cuantitativo, para valorar si hay diferencias significativas entre
los grupos experimentales (usan fichas temáticas) y los grupos de control (no usan hojas de
trabajo).
Se pretende también fomentar la autonomía del aprendizaje mediante tecnologías móviles
Web 2.0, de manera que los estudiantes construyan su entorno personal de aprendizaje en los
que, de forma novedosa, los contenidos principales son generados por los propios alumnos frente
al modelo más tradicional de uso de m-learning que consiste en que el aprendiz consume los
contenidos realizados por el profesor.
Nuestra propuesta de investigación comienza ahora también una prometedora línea de
trabajo, en la que los contenidos de las hojas de trabajo son servidos de manera automática al
dispositivo del estudiante en función del contexto en el que se encuentra, aprovechando los datos
de geolocalización y la información relevante disponible de dicho contexto (a partir de
aplicaciones tan populares como FourSquare): por ejemplo, si el estudiante está en una estación
de tren se le podrían facilitar los contenidos necesarios para comprar un billete, y podría
interaccionar con su tándem para conseguir la ayuda que necesita en el momento.
Este propuesta se encuentra actualmente en una primera fase de exploración de viabilidad,
pues requiere la utilización de un enfoque más avanzado que permita cambiar las actuales hojas
de trabajo de contenidos estáticos y cerrados, por otros modelos de microcontenidos más
dinámicos, y posiblemente etiquetados con determinados metadatos.
De la misma manera, también está en estos momentos en una fase de análisis el uso de
tecnologías de realidad aumentada, con las que, nuevamente en función del contexto, el
estudiante pueda acceder a grabaciones audiovisuales relevantes para ayudarle en algunas de las
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tareas comunicativas estándar.
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Referencias
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