Italia: “Gran desorden bajo los cielos, la UE tiembla: la
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Italia: “Gran desorden bajo los cielos, la UE tiembla: la
Italia. Dossier www.sinpermiso.info Italia: “Gran desorden bajo los cielos, la UE tiembla: la situación debería ser excelente, pero en realidad es una mierda”. Dossier La izquierda italiana, nuevamente incapaz de hacerse popular Alberto Toscano No todos los días cita el Corriere della Sera, portavoz histórico del capitalismo italiano, a Mao Zedong. El lunes pasado, al advertir el caótico escenario que se desprende de los resultados oficiales de las elecciones generales italianas, uno de sus editorialistas recordaba, con tono de agitación, la célebre máxima: "Gran desorden bajo los cielos: la situación es excelente". Al día siguiente, el desorden está claramente a la vista de todos. Y hay dos hombres para los que la situación es, desde luego, excelente. Berlusconi se ha recuperado de un modo que parecía improbable acentuando su mensaje clave, ahora refundido para tiempos de austeridad: desprecio por cualquier intento por parte de la ley de refrenar el individualismo adquisitivo. Las disculpas habitualmente veladas sobre la evasión fiscal iban esta vez acompañadas de una declaración, después de del escándalo en torno a las “mordidas” por la venta de helicópteros a la India, según la cual los hombres de negocios italianos debían sobornar a los funcionarios de "democracias incompletas". El gran gambito de su campaña ha consistido en ofrecer a los votantes italianos la devolución del impopular impuesto de bienes inmuebles, el IMU [impuesto municipal único], aprobado por el gobierno de Mario Monti. Una vez más, Berlusconi ha interpretado lo que los psicoanalistas denominan el "padre Italia. Dossier www.sinpermiso.info obsceno", el que te anima a saltarte la ley y divertirte sin consideración alguna por las consecuencias. La respuesta de Berlusconi a las prescripción de austeridad de Monti fue una retórica de libertinaje, acogiendo en lugar de disfrazar el personaje mismo que le hace blanco de tanto desagrado fuera del país: el ejecutivo jefe misógino y corrupto. La brecha notable entre votos previstos y reales a favor de Berlusconi da una pista de la vergüenza social residual de identificarse con este tipo particular de figura de autoridad. El vencedor indiscutido es, por supuesto, Beppe Grillo, líder y propietario único de la marca del Movimiento Cinco Estrellas, que se ha elevado hasta convertirse en el mayor partido del parlamento italiano, después de sólo tres años y medio de existencia. La obscenidad es una arma central en el arsenal de Grillo: este es el hombre que llamó una vez “vieja puta” a la científica Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina, y organizó un mitin masivo con el lema de “Vaffanculo Day”. Pese a todas las diferencias en su política, muchos son los que han observado los paralelismos de estilo entre Berlusconi and Grillo: por encima de todo, los dos interpretan una forma extremadamente personalizada de política, en la que abundan las declaraciones zafias. Pero el enigma grotesco que supone esta elección italiana debería enfocarse desde la dirección opuesta: ¿cómo ha conseguido la coalición de Pierluigi Bersani, construida en torno al Partito Democratico (PD) de centro-izquierda, perder las elecciones después de lo que parecía ser el declive terminal de Berlusconi? Se ofrecen tres explicaciones entrelazadas: el euro, el desempleo y los mítines públicos. Sumando los votos de Grillo y Berlusconi, más de la mitad de los italianos votaron en contra de permanecer en la moneda común, o como mínimo, a favor de un referéndum. Inicialmente acogido con alivio, como una suerte de dictador burgués – en el antiguo sentido romano de gobernante durante un periodo de emergencia limitado –, Monti se reveló como portador de un proyecto de "reformas", de las cuales el único beneficio posible era mantener a raya el creciente diferencial en la valoración de los bonos alemanes e italianos y la ira fiscal de Berlín y Bruselas. La postura enormemente ambivalente del PD hacia el conjunto del programa de austeridad europeo – presentando primero a Monti como un mal necesario, y criticándolo luego de modo intermitente desde la izquierda – se vio complicada luego por la ausencia de una estrategia para enfrentarse al desempleo masivo, especialmente entre los jóvenes. Eso vino a significar que el PD fuera incapaz de canalizar algo de la ansiedad e ira que aprovechó el ecléctico programa de Grillo. Desde la desaparición del Partido Comunista Italiano a principios de los 90, el prolongado parto fallido de un partido socialdemócrata se produjo siguiendo una declaración de objetivos fundamentales centrada en convertir a Italia en un "país normal" (lema del partido que precedió al PD, el PDS). Pero, ¿qué significa "normal" en medio de la crisis en curso en la que la mayoría de los italianos reconocen que no hay "milagro económico" en lontananza? Falto lo mismo de pasión política que de programa político, el Partido Democrático ha dependido de un núcleo relativamente leal de votantes amedrentados hasta la cabina electoral por Berlusconi, pero incapaces de verdadero entusiasmo por un partido que es capaz simultáneamente de alabar la brutal reestructuración de la FIAT a manos de Sergio Marchionne y declararse partido del trabajo. Acosado por un complejo de inferioridad ideológico respecto al liberalismo, e incapaz de definir algo que se parezca a una alternativa reformista a las reformas regresivas y penitenciales de Monti, el PD, junto a la grupa derrotada de una izquierda no liberal de la lista Rivoluzione Civile, le ha dejado a Grillo la movilización de masas de izquierda, así como una serie de temas de los que ha hecho éste un atadillo incoherente, de la ecología al salario social. Las plazas de las ciudades llenas de partidarios de Grillo son un triste recordatorio de la respuesta verdaderamente popular a la crisis en España y Grecia. Son el síntoma de la imagen negativa de la llamada incapacidad de la izquierda, en su deseo a largo plazo de responsabilidad gubernamental, de movilizar energías públicas y acción colectiva. Siempre hay Italia. Dossier www.sinpermiso.info que precaverse de la consigna antipolítica "ni izquierda ni derecha", que es clave en el movimiento de Grillo. Pero a diferencia de una derecha que sabe muy bien valerse con un electorado atomizado y resentido, una izquierda sin política de masas no es merecedora de ese nombre. Alberto Toscano, profesor de Sociología en Goldsmiths, facultad dependiente de la Universidad de Londres, es autor de The Theatre of Production y Fanaticism: The Uses of an Idea, y editor de la revista Historical Materialism. The Guardian, 27 de febrero de 2013 Hagámonos daño Andrea Fabozzi Era justamente un tsunami. Una ola anómala anunciada que se abate, pero más devastadora de lo que decían las previsiones. Bersani se ha ahogado. Berlusconi, una vez más, ha sobrevivido milagrosamente. Grillo se desliza sobre la corriente, y no se sabe hacia dónde va. El Senado está sin mayoría. Mucho peor que en las peores previsiones. El centroizquierda ha perdido donde temía perder, en Lombardía, en Véneto y en Sicilia. Pero también donde tenía seguro ganar: en Piamonte, en Calabria, en Campania y hasta en la Apulia de Vendola. En la Cámara [de Diputados] la coalición de Bersani aferra con el último voto el premio de la mayoría. El PD logra de milagro mantenerse como primer partido nacional respecto al Movimiento 5 Estrellas. Debe dar gracias a la denostada ley electoral «porcellum» si gana una mayoría de diputados que no se corresponde con el porcentaje de su aprobación. Sin embargo, no podrá recurrir a ella. Sin el Senado, es una mayoría coja. El partido no partido de Beppe Grillo se hace sitio con tal fuerza como para destruir lo mismo a derecha que a izquierda. Explota de forma inédita para el panorama político italiano, tradicionalmente viscoso y refractario a las turbulencias. La última fuerza política que debutó en el parlamento rebasando directamente el 20% se llamaba Forza Italia. Conllevó también entonces una renovación radical de la asamblea legislativa, pero para gobernar le hizo falta aliarse con los postfascistas. Grillo excluye alianzas estables. Veinte años después de la epifanía berlusconiana, la transición italiana no llega a nada constructivo. El centroizquierda, aunque adaptado a todos los requerimientos del mercado, fracasa en la ocasión extrema. La izquierda tendrá que reconstruirse desde las ruinas. Pero es la misma conclusión de hace cinco años. Con el 25% de los votos, el Movimiento 5 Estrellas marcha en triunfo. Ha humillado la esperanza de victoria de Bersani. Pero le ha quitado muchos votos también al centroderecha. Verdaderamente tantos a un lado y otro que no basta pararse a valorar los corrimientos respecto al pasado. Grillo ha comenzado a escribir una nueva historia. De momento, misteriosa. La comparación con cinco años atrás es despiadada. La coalición de centroizquierda (estaba Di Pietro) resultó derrotada conquistando más allá del 37%. Ayer se agarraba al 30%, con el PD muy alejado del umbral mínimo aceptable y SEL [Sinistra, Ecologia e Libertà] en torno al 3%. Aun más ha perdido el centroderecha, que hace cinco años tenía casi el 47% y ayer el 28,5%. Grillo no ha absorbido totalmente la abstención, que al inicio de la campaña se preveía llegaría a doblarse. El no voto residual ha penalizado posteriormente al PD y al PdL. Para Berlusconi, la comparación con cinco años atrás es imposible. Del agujero negro en el que se había metido, y había metido al país, ha vuelto a salir contando y prometiendo lo imposible. Ha recuperado diez puntos en un mes y medio. Le han creído. No ha terminado expulsado del panorama político, como tenía que ser hace sólo un año. Tiene más senadores que el centroizquierda. En teoría, si se aliase con el centro montiano estaría a un paso de la mayoría en el Palazzo Madama [sede del Senado]. Monti es el otro derrotado con Bersani. Estaría en un tris de alcanzar el umbral del 10% en la Cámara, y sólo un poco más tranquilamente el del 8% en el Senado. Con estos porcentajes, si la suya fuese de veras la Italia. Dossier www.sinpermiso.info única propuesta política fiable, Europa debería aprestarse a invadir Italia. Sobre los mercados en cambio pesará la incertidumbre del marco parlamentario, el terrible rompecabezas de la mayoría que el profesor con su ambición ha contribuido a crear. Berlusconi, por tanto, está exultante por el desastre esquivado. Pero no es un ganador. En el norte, donde el centroderecha gana en tres regiones decisivas, Véneto, Lombardía y Piamonte, la coalición del Cavaliere casi mengua a la mitad respecto a 2008. La Liga mengua más de la mitad (en Véneto, del 26% al 11%; en Piamonte, del 12% al 5%). Grillo vuela recogiendo todos estos votos de partida: en el Véneto es el primer partido, en Piamonte, casi. Pero el Movimiento 5 Estrellas también cosecha entre la izquierda. El centroizquierda pierde 9 puntos en Piamonte, 6 en el Véneto y 3 en Lombardía. El resultado de Grillo en Valsusa [región del norte donde se concentra la oposición al proyectado tren de alta velocidad Turín y Lyon], donde llega al 40% y más allá, queda ahí para indicar en qué se ha equivocado la izquierda. Bersani es el primer derrotado. Hace un año y medio aceptó no ir a elecciones para no entregar el país al caos. Para qué ha servido lo descubre hoy. Todavía hace dos meses tenía el entusiasmo de las primarias de su parte. Luego ha hecho una campaña electoral con la enseña del acuerdo obligado con Monti. Cuando Monti, se reconocerá ahora, ha sido el mayor responsable del impulso de Grillo. Además del reanimador de un centroderecha en coma. Algunos aspectos del voto de ayer [lunes, 25 de febrero] y del domingo [24] habrá que examinarlos en frío. Valen los datos de los votos absolutos. Parece que no hubiera funcionada la llamada al voto útil al centroizquierda en el Senado, obteniendo directamente el efecto contrario. En Campania Berlusconi se había visto obligado a saltarse su último mitin. El PD ya organizaba las estrategias para la reconquista de la región y del municipio de Nápoles. Ha vencido Berlusconi. Y ha vencido directamente el PdL, huérfano de [Nicola] Cosentino [coordinador del PdL dimitido al ser investigado por corrupción y asociación criminal]. Pero también los resultados de una región roja como Emilia delatan el desastre del PD. Los demócratas han perdido 10 puntos respecto a hace 5 años. Y 5 sólo comparado con hace tres años, en las regionales. Grillo ha recogido todo esto, aun siendo una región que – como decía Bersani - «conocemos bien». Del 6% del 2010 el 5 Estrellas ha pasado al 25%. El PdL se ha derrumbado a menos del 17%. Los más de cien electos del 5 Estrellas llegan al Parlamento cargados de entusiasmo. Es un bien. No son una falange idéntica y compacta. En las primeras declaraciones era quien excluía cualquier apoyo a cualquier gobierno y quien prometía sentido de responsabilidad. Grillo ha hablado con un mensaje de audio sólo al final de la tarde. Ha excluido todo apoyo a una mayoría estable. Ha dicho, sin embargo, claramente qué espera para seguir creciendo. Bersani y Berlusconi, ha previsto en su blog, harán un apaño, un intento de “governissimo” para seguir adelante algunos meses y después se vendrán abajo. Darle gusto sería una locura. Andrea Fabozzi es periodista del diario italiano Il Manifesto. Il Manifesto, 26 de febrero La encrucijada de Bersani Norma Rangeri Cuando en el otoño de 2011 pedíamos ir a votar contra quien, en cambio, preparaba la solución nefasta del gobierno técnico, se nos reprochaba el escaso sentido de la responsabilidad. Éramos la habitual izquierda radical, alejada de las exigencias del país, viciada por el maximalismo, apegada al cuanto peor, mejor. «O Monti o el caos» era el estribillo con el que se acallaban las voces que, por el contrario, polemizaban contra la sordera de quien no lograba bloquear el sentimiento post-referéndum de una oposición larga, profunda, privada ya de representación. Hasta Nichi Vendola, aun siendo aliado de Bersani, era considerado un residuo extremista al que llevar al redil de la conciencia, un obstáculo en vez de un puente hacia un descontento estelar alimentado por una crisis económica sin fin. Ahora que las urnas han revelado toda la distancia existente entre los partidos y la sociedad, ahora que el PD se ve obligado a hacer cuentas con los cuatro millones de votos perdidos, Italia. Dossier www.sinpermiso.info sería de esperar una rápida vuelta a la cordura, un viraje decidido, un verdadero cambio de rumbo. Todavía turbado por el resultado del voto, Bersani ha declarado en la noche electoral querer asumir la «responsabilidad» de indicar una dirección para el nuevo gobierno. Y ayer ha explicado que respetará el papel de primer partido conquistado por los grillinos, anunciando una agenda de gobierno centrada en temas de reformas institucionales y moral pública. Es un primer paso. Tímido, como de quien debe tragarse una píldora amarga, a la vez que sería este el momento para volverse con decisión hacia los intérpretes, de los Alpes a Sicilia, de la protesta y de la propuesta de una nueva estación política. ¿Se siente el grupo dirigente del PD como para desafiar, e incluso desalojar a los diputados y senadoras del 5 Estrellas para conseguir la confianza en una verdadera ley contra el conflicto de intereses? ¿Está en condiciones el PD de garantizar un tajo efectivo a los gastos de la «casta» [la clase política italiana], una campaña a favor del carácter público del agua, contra las grandes obras, contra los F-35, y, a propósito de otra Europa, por la creación del ingreso mínimo? Pero hay otro aspecto, no menos relevante, de la agenda Bersani. Concierne a la naturaleza del partido. Las primarias siguen siendo una excepción a la regla. El escándalo de la banca Monte Paschi di Siena ha dejado coja la campaña electoral y ha aproximado la imagen del PD al sistema político. Confirmando la actitud, siempre fuerte y de rechazo, de quien vive en una posición de ventaja. Para el resto, forma y contenido, también en política, marchan juntas. Una incapacidad de cambiar contagiosa. No obstante los apremios de un movimiento nuevo como «Cambiar se puede», la izquierda, de SEL [Sinistra Ecologia e Libertà] a Ingroia [Rivoluzione Civile], no ha sido capaz de acompañar estas batallas con una mutación igualmente radical de las formas de representación, del modo de hacer política, quedando prisionera de ideologías y partidillos que ya en 2008 habían fracasado. Ya se han agotado las convocatorias. Analizaremos y llegaremos a conocer mejor a esta nueva clase dirigente grillina. Un crecimiento tan impetuoso cosecha a izquierda pero también, y mucho, a derecha, entre la Liga que mengua a la mitad sus votos, en el mar del PdL [Polo delle Libertà berlusconiano] que pierde siete millones de votos. Pero por lo que hasta ahora hemos seguido e indagado del universo grillino, sabemos que una parte importante de las ideas y de las prácticas del Movimiento 5 Estrellas insiste en el tema del ambientalismo, de la reconversión industrial según los principios de la sostenibilidad, del carácter público del agua, del no al TAV [Tren de Alta Velocidad] ... Y no por casualidad las primeras palabras de Vendola se han referido a estos temas, dirigidas al único interlocutor que, en los territorios y en el Parlamento, los puede compartir. Naturalmente, el centroizquierda debe saber defenderse de los sirenas ensordecedoras que ya están manos a la obra. Como en un juego de la oca, al día siguiente de la revolución electoral, con el Movimiento 5 Estrellas convertido en primer partido, el presidente de la República (quién sabe, tal vez esta vez más sensible al eco de la explosión grillina) ha volado a ver a la canciller Merkel. Un viaje acompañado por la orquesta europea, que ya toca el baile de la prima de riesgo, mientras el profesor Monti bate los tambores en el Palazzo Chigi [sede del gobierno italiano] convocando un gabinete de guerra con Grilli (el ministro) y el Gobernador de Bankitalia. Parece que hubiera vuelto a la casilla de partida, a los fatales meses de noviembre de 2011, al principio del fin, cuando el jefe del Estado confió «al profesor Mario Monti el encargo de formar un nuevo gobierno, abierto al apoyo y a la colaboración, bien de la coalición que resultó vencedora de las elecciones de 2008, bien de las fuerzas que se sitúan en la oposición». Errar es humano, perseverar sería diabólico. Norma Rangeri (1951) es desde 2010 directora del diario italiano Il Manifesto, en el que lleva trabajando desde 1974, primero como crítico de televisión, experiencia recogida en su libro Chi l´ha vista? Tutto il peggio della tv da Berlusconi a Prodi (o viceversa), Milano, Rizzoli, 2007). Italia. Dossier www.sinpermiso.info Il Manifesto, 27 de febrero Elecciones, Europa y fin de un ciclo Fabrizio Tonello Terminada la larga noche electoral y digeridos los comentarios de políticos y periodistas, es posible observar los resultados desde un punto de vista distinto. Estas elecciones han de verse, a mi entender, en una óptica europea y una perspectiva de largo periodo. Comencemos por este segundo punto: ¿a qué otras votaciones se puede comparar ésta del 24-25 febrero? Entre 1945 y la actualidad, el sistema político italiano se había modelado mediante dos elecciones: las del 18 de abril de 1948 y las del del 27-28 marzo de 1994. En 1948 se creó un sistema de “bipartidismo imperfecto” que puso en el centro del sistema político a la Democracia Cristiana, en 1994 se creó un nuevo acuerdo con el partido “personal” de Silvio Berlusconi (primero Forza Italia y luego el PdL). Las elecciones del pasado fin de semana ponen fin a la bipolaridad posterior a 1994 y dejan imaginar un futuro en el que los protagonistas políticos serán al menos tres (centroizquierda, centroderecha+Liga, Movimiento 5 Estrellas) con el posible añadido de Scelta Civica [Elección Cívica, coalición presidida por Mario Monti], si demostrara que sabe perdurar. Las elecciones de 1948 y de 1994 tuvieron lugar en un clima de fuerte condicionamiento internacional: Italia, por mor de los acuerdos entre los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, “debía” permanecer en el campo occidental y, por tanto, las elecciones “debía” ganarlas el partido que en ese momento representaba el vínculo con los Estados Unidos, la Democracia Cristiana. La Guerra Fría hacía sentir sus exigencias también en el secreto de las urnas. En 1994 esta camisa de fuerza se había desgarrado: no sólo había caído el muro de Berlín en 1989, en 1991 se disolvía también la Unión Soviética. El resultado fue que las fuerzas políticas que habían gozado de una posición de ventaja durante 46 años, la DC y el PSI ya no eran necesarios. Y después de que las investigaciones de la judicatura de 1992 hubieran demostrado la corrupción rampante de democristianos y socialistas, los electores dieron su consenso a un nuevo sujeto político, un partido personal que podía presentarse como virgen al haberse construido en un plazo de apenas tres meses, Forza Italia, y a un “sindicato territorial” como era la Liga Norte. Las elecciones del 24-25 de febrero sancionan el fin del ciclo político 1994-2013, caracterizado por la alternancia entre centroizquierda y centroderecha (con predominio de esta última). En 2008, el PdL obtuvo el 37,3% de los votos y la Liga Norte el 8,3%, y en total el 46,8% de los sufragios. En 2013, el centroderecha ha obtenido el 29,18%, más de 17,5 puntos menos; más de un tercio de su electorado ha escogido otros partidos o, si no, la abstención. A su vez, la coalición dirigida por el PD había obtenido el 37,5% el 2008, obtiene el 29,5% este año: vence aunque perdiendo votos. Si en 2008 centroderecha y centroizquierda abarcaban conjuntamente el 84% de los sufragios (cuatro votantes de cada cinco), hoy no reúnen el 60%, es decir, tres electores de cada cinco. La artificiosa bipolaridad creada por las leyes electorales posteriores a 1992 ha sido hoy substituida por una competición a tres o a cuatro, que exige en primer lugar una nueva ley electoral. Los resultados de 2013 y la afirmación del partido de Grillo no son, sin embargo, un fenómeno sólo italiano. Los comentarios sobre el “populismo” o sobre el “cómico que gana las elecciones” ignoran la dimensión europea de este voto. Italia ha votado después de Grecia, Francia y España que fueron a las urnas el año pasado [2011 en España] y, en los tres casos, los ciudadanos han hecho lo que han podido– en el marco institucional disponible - por protestar contra los gobiernos al mando que habían salvado primero a la banca y aceptado luego las recetas económicas impuestas por Bruselas. Los socialistas españoles han sido eliminados, pero el Partido Popular que ganó las elecciones hoy está en crisis de consensos como lo Italia. Dossier www.sinpermiso.info estaba José Luis Rodríguez Zapatero al final del su mandato. En Francia, el abrazo de Angela Merkel fue mortal para Nicolas Sarkozy, pero hoy el presidente socialista François Hollande es impopular como su predecesor. En Grecia ha habido que votar dos veces en un plazo de poco más de un mes (mayo-junio de 2012) y sólo una ley electoral que concede sus buenos 50 escaños de 300 al primer partido permitió al centroderecha formar gobierno, aun habiendo cosechado apenas el 29,6% de los votos (coincidencia, el mismo porcentaje de la coalición del PD). El voto a Grillo, come el voto a Marine Le Pen en Francia y al partido neonazi Amanecer Dorado en Grecia, es antes que nada una protesta contra la austeridad impuesta por las instituciones europeas no sólo a los países mediterráneos sino también a Francia. Los electores han abandonado a los partidos que hasta ayer habían gobernado, pero también a aquellos que prometían hacer mañana las mismas cosas hechas hasta ayer: los mediocres resultados de Scelta Civica y del PD son fruto de una campaña electoral que en el fondo ha sido un referéndum sobre el gobierno Monti. Los electores han contestado: “No, gracias”. Ahora el sistema político ha sufrido un terremoto y, en teoría, necesitará tiempo para que se asiente sobre un nuevo equilibrio. Si no obstante, el PD y el PdL se sostuvieran el uno al otro, tal vez con la muleta de Monti, el proceso sería sin duda mucho más rápido: nuevas elecciones en breve plazo y triunfo de quien representa el nuevo ciclo político, es decir, del Movimiento 5 Estrellas. En estas horas, aunque no sea creyente, Beppe Grillo probablemente esté rezando en la catedral de San Lorenzo de Génova para que se forme una “gran coalición” de los demás partidos en su contra. El resultado supondría doblar sus votos en las próximas elecciones. Fabrizio Tonello (1951) es profesor de Ciencia de la Opinión Pública en la Universidad de Padua. Especialista además en la historia, instituciones y medios de comunicación norteamericanos, ha impartido también clases en las universidades de Columbia (Nueva York) y Bolonia y en la Escuela Internacional Superior de Estudios Avanzados de Trieste. Il Bo, Il Giornale dell´Università degli Studi di Padova, 26 de febrero La última playa del PD: cambio, ahora o nunca Ezio Mauro Frente a la claridad, a la claridad de los resultados de ayer, creo que la primera cosa que es justo hacer es decir la verdad. La verdad es que el PD se ha impuesto en los números, pero ha perdido en el significado de las elecciones , se ha impuesto en los números y esto marca la diferencia. Ciertamente tenemos ante los ojos, entre otras cosas, la distorsión que la ley electoral provoca por partida doble: un partido que se impone por un 0,4% en la Cámara [de Diputados], y que tiene un montón de escaños que le otorga la perversión de la ley electoral; y en el Senado la distorsión regional buscada por el centroderecha para garantizarse la ventaja competitiva del norte comporta una distorsión de los escaños respecto a los votos. Pero no es esta la cuestión. Vamos a la substancia, vamos al significado: ¿por qué el PD ha perdido, venciendo en los números, aun con un porcentaje escaso? ¿Por qué, después de veinte años de berlusconismo y del fracaso del gobierno de Berlusconi –recordemos su salida de escena, la merma de Berlusconi en la aprobación y la confianza, la pérdida de credibilidad respecto al contexto internacional, a las cancillerías, a los mercados- la alternativa que era el PD no ha sabido encajar nada de todo esto? El PD se ha dejado por el camino cuatro millones de votos respecto a las pasadas elecciones. Es verdad que había dos competidores más, pero también un Berlusconi mucho más debilitado respecto al Berlusconi que había triunfado en las elecciones con una mayoría tan holgada. Es verdad que Berlusconi ha perdido más, pero partía de un nivel tan bajo de aprobación, en el estado de ánimo de su mismo partido, en el nivel de compatibilidad y gobernanza de su partido que lo que ha conseguido es verdaderamente todo un milagro en el sentido de que ha Italia. Dossier www.sinpermiso.info resucitado a un muerto. Tenemos además el triunfo de Grillo, y las dos cosas están en todo caso ligadas: la recuperación de Berlusconi, el seguir a la zaga del PD y el triunfo de Grillo forman parte de la siembra, de la roturación que se ha llevado a cabo en estos años en el país. El terreno ha sido arado, ha sido removido, ha sido sembrado, ha sido fertilizado, incluso ha nevado encima, y por lo tanto el terreno era el adecuado para el desbarajuste que ha creado Grillo y también para la siembra que ha hecho Berlusconi de una relación populista con la opinión pública. No querría que esta palabra [“populista”] se convirtiese en un passe partout para esconder los significados más profundos. Berlusconi ha sabido hablar a su opinión pública, la ha resucitado de algún modo, con un muerto en la mano, que era su partido, lo ha vuelto a poner en estado de caminar. Le ha dicho: “levántate y anda”, y la cosa ha funcionado. El centroizquierda no ha sabido hablar a su gente. Ahora bien, aquí hay un dato que debemos observar: algunos de los temas que ha blandido Grillo podrían haberse agitado con el lenguaje, con el código, con las pinzas, con las tenazas propias de la izquierda. Grillo se ha puesto en un lugar –para él era rentable electoralmente- que no es de derecha ni de izquierda; quien busca la superación de derecha y de izquierda la puede encontrar en Grillo. Nosotros, personalmente, nosotros, como periódico, quiero decir, en nuestro empeño, pensamos que derecha e izquierda son dos opciones culturales, dos ideas de mundo y de país, de Italia muy diferentes entre sí, que existen en todo el mundo y que se explican en la política, en los intereses legítimos de las personas, se explican en la expresión de valores distintos. Grillo es una superación de todo esto, pero algunos de los temas sobre los que Grillo ha recogido una enorme aprobación, y en gran parte también en la izquierda, podrían ser temas que la izquierda podría blandir legítimamente. Nosotros hemos dicho que es como si el PD se hubiera sentado sobre el patrimonio de energía democrática que las primarias habían suscitado. Hasta ese punto, formidable…Bersani ha aceptado el desafío aun cuando los estatutos le protegían, le daban la posibilidad de no poner en juego su liderazgo en las primarias y haber aparecido automáticamente como candidato a la presidencia del Gobierno. Ha aceptado el desafío y ha ganado las primarias, a caballo entre la fiesta de Navidad y Año Nuevo, y por ello en un momento complicado para el escrutinio de la aprobación popular. Ha conseguido también él movilizar a su gente. Después, todo esto ha sido, como en la parábola de los talentos, enterrado, para que permaneciese intacto, en el temor de que se disipase, y este miedo es un signo de conservación. Y luego está el gran impulso de renovación, de cambio que Renzi ha puesto en juego, y que era una energía positiva, que no ha convencido a todo el partido –Renzi no ha vencido en las primarias, esto no hay que olvidarlo-, pero este impulso de cambio, en cualquier caso, no se ha cultivado, no se ha acoplado, por parte del PD y del grupo dirigente del PD. Es como si hubiera aparecido un reflejo de conservación, de autodefensa, de autotutela…La idea del aparato ha prevalecido…Está claro que Bersani ha marcado una posición de responsabilidad, no hay duda, la postura de Bersani en la campaña electoral era probablemente la más responsable, pero no en el impulso de cambio, el empuje de renovación, ese lanzar las velas al viento, ese poner viento en las banderas, que es lo que en política se quiere cada tanto, porque ese viento es lo único que hace que se muevan las banderas de los partidos. Habíamos visto que de algún modo esas banderas se aquietaban en estas semanas y estos meses. Lo que no hemos visto es la recuperación fuerte de Berlusconi, que estaba en parte escondida en los pliegues de la opinión pública. También Grillo, lo hemos visto: yo pensaba personalmente que Grillo llegaría al 22%. Pensábamos que le habían subestimado los sondeos que le daban un 19 o 20%, y no había previsto yo que se convertiría en el primer partido, algo que me ha pillado por sorpresa, lo que dice mucho de la situación de Italia. Ahora no se trata de intentar acuerdos con Grillo, lo que Grillo llama “amaños”, no es esta la cuestión. El problema consiste en desafiar, en competir positivamente con Grillo en algunos temas de renovación del país, de pasar página -¡se puede, se puede!-, pero se puede hacer de Italia. Dossier www.sinpermiso.info oposición de izquierda, no veo porque la izquierda ha de verse impedida a la hora de jugar la carta del cambio, de la renovación, comenzando por sí misma, de poner verdaderamente en juego todo: el liderazgo interno, la candidatura a premier del Gobierno, el juego abierto… y este es un discurso que hay que hacer antes de la batalla naval de pensar qué sucede, por cuanto lo que sucede, la situación…ayer mismo decían todos en televisión que la situación es absolutamente confusa, los titulares de los periódicos hablan de “ingobernabilidad”… ¿Qué opciones son posibles? En la Cámara hay una mayoría neta gracias al predominio de una ventaja pequeña, de un cuerpo, del 0,4% me parece, hay con todo una mayoría de escaños. En el Senado no hay mayoría posible y, por lo tanto, no hay un gobierno de gran acuerdo, que es lo que Berlusconi deja prefigurar en el discurso que ha hecho esta mañana en el Canale 5. Si no, está el intento de llegar a un acuerdo con Grillo, que naturalmente encontrará obstáculos en la temática europea, con el resultado de que el presidente del Gobierno quedase bloqueado en todos los temas europeos, no podría acudir a la primera cumbre europea que se celebrara, porque Italia se convertiría de inmediato en un país incapaz de cumplir. O si no, elecciones, con los mercados que han reaccionado esta mañana. Se ha visto con el destello de lo que era las primeras encuestas en las que recalcábamos la posibilidad de una mayoría en la Cámara y el Senado,…No es que los mercados se hayan enamorado de la izquierda, que es algo casi contra natura, es que los mercados buscan sólo estabilidad, y la buscan tanto más en un país no creíble como Italia, en un país por naturaleza inestable, incapaz de dotarse de un ordenamiento seguro. Ahora nos hacen pagar esta inestabilidad. ¿Qué queremos hacer? ¿Entrar en otro periodo electoral? Corremos el riesgo de que las elecciones sean la única salida posible si no se encuentra una vía de gobierno. Pienso que Berlusconi jugará con alguna carta sorpresa, jugará con la candidatura de Napolitano a la presidencia de la República, por ejemplo, como se confirma, buscando dar pruebas de institucionalización, dar prueba de responsabilidad, dejando la pelota en medio del campo, y pidiendo luego para él –como ha escrito Claudio Tito [redactor jefe de Política de La Repubblica] hace dos meses- la presidencia del Senado, buscando de algún modo el acuerdo con el PD determinando el programa, haciendo crecer desmesuradamente a Grillo en la oposición, o si no, dejando que se forme un gobierno en minoría de aquello que en la Primera República se llamaban “gobiernos en desbandada” sin mayoría preconstituida, con el derecho a tenerlo agarrado por el cuello con dos dedos para jugar con él y dejarlo caer luego a placer, algo por lo que el país no puede pasar, que no podría soportar. Así que el camino pasa antes, pasa por un desafío de cambio, el verdadero desafío de estas elecciones, si tenemos que encontrar una sola palabra: el desafío del cambio, de la renovación…Es posible que la izquierda no quiera jugar esa carta. Berlusconi, en todo caso, ha agotado su impulso de cambio. Ha jugado un campeonato aparte –es como para quitarse el sombrero-, un campeonato para evitar que venciese la izquierda, y ese campeonato lo ha ganado, lo ha ganado. Después se ha encontrado a un paso de ganar él mismo. Pero su impulso de cambio se ha agotado en estos veinte años, es un impulso de conservación y de prohibición en todo caso lo que puede poner en juego: el de decir al país: “no podéis prescindir de mí”, de decirle a la sociedad política de algún modo: “no podéis prescindir de mí”. Y los resultados le dan la razón. Pero la izquierda tiene entera por jugar la carta del cambio, si quiere ponerla en juego…¿Cuándo? Si no es ahora ¿cuándo? Ezio Mauro es director del diario italiano La Repubblica. RepubblicaTV, 26 de febrero de 2013 Grillo™ for Dummies Giuliano Santoro Italia. Dossier www.sinpermiso.info Italia siempre ha tenido anomalías que, de diferentes maneras, han terminado infectando otros países. Hace unos años, en el contexto de la crisis económica y de la crisis de la representación política, en este país se empezó a difundir un partido populista liderado por un cómico, que utiliza las redes y parte del lenguaje de los movimientos sociales para abrir una brecha entre los electores que desconfían en los partidos tradicionales y que están abandonados y aislados por el neoliberalismo. Es un fenómeno complejo que no queremos liquidar con un eslogan. Sin embargo, aquì algunas razones para desconfiar de Beppe Grillo y de su “Movimiento 5 Estrellas”. 1. La propiedad de la marca. El Movimiento 5 Estrellas (Movimento 5 Stelle, M5S) fue fundado el 4 de octubre 2009 por el cómico Beppe Grillo y por el empresario experto en web-marketing Gianroberto Casaleggio. Cuatro años antes, basado en el éxito de los espectáculos de Grillo, surgieron los foros locales de “Los Amigos de Beppe Grillo”, que utilizaron la plataforma de pago MeetUp. La manera de funcionar de este movimiento está organizada por un reglamento escrito por Grillo y Casaleggio, el llamado “No Estatuto” (Non Statuto). En el artículo 3 de este No Estatuto se establece claramente la propiedad de la organización: “El nombre Movimiento 5 Estrellas es una marca registrado a nombre de Beppe Grillo, que es el único titular de los derechos de uso del mismo”. 2. Ausencia de democracia. Desde la naturaleza de propiedad de la marca se llega a la estructura autoritaria del M5S. En estos años, esta se ha mostrado de dos maneras. Primero, Grillo y Casaleggio trabajaron para qué la pagina web www.beppegrillo.it fuera el único órgano de comunicación y organización de su movimiento. Un órgano que permite a los lectores de intervenir únicamente escribiendo sus comentarios contestando a los aportes, como un común sitio de información mainstream. El No Estatuto, y después unas reglas dictadas por Grillo, establecieron que está prohibido abrir sedes, construir herramientas comunicativas autónomas y participar en debates en televisión. Por otra parte, los propietarios de la marca siempre evitaron que se pudieran haber realizado asambleas nacionales del Movimiento. Quienes intentaron sacar adelante asambleas, poniendo en relación varios territorios y debatiendo el tema de la organización, han sido expulsados. La decisión sobre la expulsión la toma exclusivamente Grillo y su “personal” (que no se sabe quien son) y realmente significa la prohibición de utilizar la marca, en una perfecta lógica empresaria. Los que fueron purgados cuentan como recibieron un aviso legal, para que no utilicen la marca del M5S, que es solo propiedad de Grillo. 3. La Red utilizada como si fuera la televisión. Leyendo hasta aquí, alguien podría preguntarse como es posible que tanto autoritarismo puede ser confundido con algo que tiene que ver con “democracia directa” o “democracia líquida”. Para compréndelo, necesitamos ver el M5S en el contexto social y mediático en Italia. Beppe Grillo tuvo éxito con su participación en los programas mainstream de la televisión en la noche de lo sábados. Participó también en diversos anuncios publicitarios. En 1986, cuando obtuvo su máxima notoriedad y el Partido Socialista lo atacó duramente por una broma sobre su Secretario General Bettino Craxi, Grillo dejó de estar regularmente en la televisión y empezó a una gira por todo el país con su espectáculo de teatro. En la década de los noventa, Grillo se mantuvo en una situación de fama en los medios italianos gracias a una buena relación con algunos programas de televisión (primeramente con “Stricia La Notizia”, el telediario cómico inventado por Antonio Ricci – el primer autor de Grillo – que se emite todas las noches en Telecinco, del grupo de canales de Silvio Berlusconi). En el 2004 se encontró con Casaleggio y descubrió la web. Desde ese momento entra en la red reproduciendo el esquema vertical de la televisión y utilizando plataformas de video on demand. Con Grillo, la televisión coloniza Internet. Con él, millones de nuevos usuarios conocen internet en una manera ideológica y dogmática. La hegemonía de la televisión, que caracteriza el corto ventennio de Berlusconi, se muda al espacio web 2.0. La red se transforma en una máquina para construir consenso y conformismo, en lugar de favorecer la participación y el intercambio entre diferentes sujetos. Italia. Dossier www.sinpermiso.info 4. El liberalismo. La base de la utilización de la Red por parte de Grillo tiene una visión fuertemente liberal: la red para el cómico es el espacio donde se constituye la perfecta competencia entre las ideas, donde se realizará la mejor asignación de los recursos y la justa redistribución de la riqueza, la potenciación de “competencias” y el reconocimiento de la “meritocracia”. Todo esto, según la ideología de Casaleggio, debería pasar sin conflicto social y sin relaciones de fuerza. Es lo que Wu Ming 1, en un articulo del 2011, insertado en un contexto mas amplio ha llamado “fetichismo digital” (http://www.wumingfoundation.com/giap/?p=5241). 5. La primacía de las elecciones. Grillo ha puesto a disposición su fama, construida por medio de la televisión, en la red. La fuerza de la representación puede llenar el vacío de la representación política. Esta enésima anomalía explica que el Movimiento empezó con la idea de ir “mas allá de la representación”, pero ha terminado legitimando la delegación, el mecanismo electoral, la confianza en el voto como única herramienta para cambiar las cosas. Mirando las actividades y los debates del M5S, puedes darte cuenta como todo en su interior está centrado casi totalmente con la temática del voto y de las campañas electorales. Para quienes participan en el M5S, no se trata de cambiar un sistema que no funciona, sino de sustituir a los gobernantes por “ciudadanos”, los políticos de profesión por “personas normales”. 6. “Ni de derechas ni de izquierdas”. Al inicio, más allá de las cuestiones organizativas y del estilo comunicativo, el M5S estaba animado por temas principalmente “de izquierdas” como la ecología, la participación de los ciudadanos o la lucha contra los abusos de la clase política. Muchas veces, sus militantes utilizaban símbolos y lemas utilizados por los movimientos sociales globales, como la mascara de Anonymous, las banderas contra el TAV en Val Susa o las imágenes de las calles de las primaveras árabes o de las acampadas del Estado Español. Pero el M5S siempre se ha definido “ni de derecha ni de izquierda”. No es una medida para tomar distancia de los partidos mayoritarios, unificados en la adhesión a las políticas de austeridad. Los análisis del voto demuestran que el M5S ha obtenido su boom electoral, en la primavera del 2012 en Sicilia, recogiendo los votos de los electores de la derecha desilusionados por el partido empresa de Berlusconi y el secesiónismo xenófobo de la Lega Nord. Esto sucede porque, en el nombre de la representación de “todos los ciudadanos”, el M5S hace también suyos temas tradicionalmente de derecha como la desconfianza hacia los migrantes, el rechazo de los derechos de ciudadanía para los migrantes de segunda generación, la petición de la restauración de la soberanía nacional, la protesta contra los impuestos y el gasto publico. En la red hay imágenes de un diálogo entre un exponente de Casa Pound, organización neofascista, y Beppe Grillo. “Los de Casa Pound quieren saber si tu eres antifascista” pregunta el militante de extrema derecha. “Esto es un problema que no me compete”, contesta Grillo. Las cuestiones importantes son otras, dice el socio de Casaleggio, así que uno de Casa Pound podría ser parte sin problemas de este movimiento. No habría problemas: “Ustedes están aquí igual que nosotros”. Referencias: Un #Grillo qualunque – WM2 intervista Giuliano Santoro [IT] Beppe Grillo ou le populisme 2.0, par Giuliano Santoro et Wu Ming 2 [FR] Giuliano Santoro es autor de “Un Grillo Qualunque. Il Movimento 5 Stelle e il populismo digitale nella crisi dei partiti italiani” (Castelvecchi, edición actualizada al 2013). Traducción por Dinamopress. http://www.dinamopress.it/news/grillo-for-dummies/page-3?showall Italia. Dossier www.sinpermiso.info Selección y traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores. Si le ha interesado este artículo, considere la posibilidad de contribuir al desarrollo de este proyecto político-cultural realizando una DONACIÓN o haciendo una SUSCRIPCIÓN a la REVISTA SEMESTRAL impresa. 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