COVA FORADÀ (Oliva - Real Acadèmia de Cultura Valenciana
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COVA FORADÀ (Oliva - Real Acadèmia de Cultura Valenciana
COVA FORADÀ (Oliva. Valencia) José Aparicio Pérez* *Director de la Sección de Arqueología y Prehistoria de la Real Academia de Cultura Valenciana RESUMEN: La Cova Foradà se abre en la parte Oeste de una loma de escasa altura que forma parte, con otras, del conjunto de las llamadas Muntanyetes de Oliva, últimas estribaciones de la Serra de Mustalla sobre la llanura aluvial litoral del Golfo de Valencia en término municipal de Oliva, provincia de Valencia. La importancia de la Cova Foradà de Oliva como yacimiento arqueológico queda demostrada tras los hallazgos realizados durante treinta y nueve años de investigación y estudios. Entre el Mesolítico y el Musteriense encontramos, sin solución de continuidad, toda la secuencia conocida del Paleolítico Superior, Magdaleniense, Solutrense y Graveto-Auriñaciense, no con el espesor del Parpalló pero si con densidad de hallazgos, ya que hemos de tener en cuenta la reducida superficie sobre la que se ha actuado. La singularidad de los niveles del Paleolítico Medio viene determinada por los hallazgos antropológicos correspondientes, como mínimo y por el momento, a tres individuos, entre los cuales, al menos el siglado como CF10 corresponde a un espécimen neandertal, con el cráneo completo, buena parte o la totalidad de la caja torácica, vértebras y costillas, quizá buena parte de los miembros superiores, y algún resto por atribuir de los inferiores. PALABRAS CLAVE: Valencia, España, Mesolítico, Paleolítico Superior, Musteriense, Paleolítico Medio, Neanderthal.,Antropología. ABSTRACT: Cova Foradà is located in the west part of a low hill that, together other forms part of the set called Muntanyetes de Oliva, the last foothills of Serra de Mustalla over the coastal floodplain of the Gulf of Valencia into the municipality of Oliva, Valencia. The importance of Cova Foradà de Oliva as an archaeological site is demonstrated after the findings made during 39 years of researching and studies. Between the Mesolithic and the Musterian we find, without a solution of continuity, the whole sequence known as Upper Paleolithic, Magdalenian, Solutrean and Gravittean-Aurignacian. The singularity of the Medium Paleolithic levels is determined by the anthropological discoveries corresponding at least, and by the moment, to three individuals among whom one, the CF10, matches with a Neanderthal specimen with the whole skull, a large part or the total of the rib cage, vertebrae and ribs, maybe many of the upper limbs and some rest to identify from the lower limbs. KEYWORDS: Valencia, España, Mesolithic, Upper Paleolithic, Musterian, Medium Paleolithic, Neanderthal, Antropologic. 1 I INTRODUCCIÓN ‘La Cova Foradà se abre en la parte Oeste de una loma de escasa altura que forma parte, con otras, del conjunto de las llamadas Muntanyetes de Oliva, últimas estribaciones de la Serra de Mustalla sobre la llanura aluvial litoral del Golfo de Valencia en término municipal de Oliva, provincia de Valencia. El paraje donde se enclava se conoce con el nombre de Racó de Gisbert (Fig. 1) Abierta en roca caliza, propia del sistema cárstico de la Serra de Mustalla, ofrece dos aberturas, la de Poniente es la de entrada por situarse en esta orientación, mientras que la de Levante o del Este se abrió con posterioridad a los inicios del Holoceno al hundirse la bóveda de la misma en la parte más profunda de la cavidad. El nombre hace referencia a esta particularidad estructural (Fig. 2). En el momento de su descubrimiento como yacimiento arqueológico, en los primeros años de la década de los setenta del siglo XX, aparecía como una pequeña oquedad, más bien abrigo de unos seis metros de profundidad por siete metros de anchura; la causa, la interna meteorización de la roca caliza que había producido el hundimiento de la bóveda trasera como hemos indicado, pero también de la bóveda de la parte delantera o de entrada en una longitud de unos veinticinco metros y anchura de veinte metros aproximadamente. Los bloques de la parte trasera permanecieron en el lugar por las dificultades de manipulación y extracción, mientras que, los de la bóveda de Poniente, habían sido rodados hasta el fondo del barranco para aprovechar la roca para la elaboración de cal en un horno instalado al efecto en el fondo del barranco, horno del que todavía subsiste su infraestructura “in situ”. La importancia de la Cova Foradà de Oliva como yacimiento arqueológico queda demostrada tras los hallazgos realizados durante treinta y nueve años de investigación y estudios 1. En primer lugar hay que destacar una potente y densa secuencia estratigráfica que, aparte de restos menores en superficie, nos ofrece una continuidad de vida que, arrancando en el Mesolítico de los primeros niveles, hunde sus raíces en el Paleolítico, cuya densidad y Nota del autor: A lo largo de tan dilatado periodo han sido numerosas las colaboraciones recibidas, debiendo resaltar las de los últimos años que continúan en la actualidad, destacando las de los doctorandos Miguel Ángel Herrero Cortell, Laura Egido Alcaide y Nemesio Jiménez Jiménez por su dedicación, eficiencia y continuidad. 1 2 potencia permite suponer, a pesar de no contar con dataciones seguras, que alcanza ya tiempos antiguos del Paleolítico Medio. Aún así, existe la posibilidad de encontrar anteriores ocupaciones de la cavidad al seguir profundizando sin alcanzar todavía el lecho rocoso o estéril (Fig. 3). Entre el Mesolítico y el Musteriense encontramos, sin solución de continuidad, toda la secuencia conocida del Paleolítico Superior, Magdaleniense, Solutrense y GravetoAuriñaciense, no con el espesor del Parpalló pero si con densidad de hallazgos, ya que hemos de tener en cuenta la reducida superficie sobre la que se ha actuado (Fig. 4). A partir de los primeros tiempos del leptolítico comienza el Musteriense tan denso en hallazgos líticos y faunísticos como los niveles precedentes, diferenciándose del Parpalló por la presencia de Paleolítico Medio, inexistente en la cavidad gandiense. La diferencia con la Cova Negra de Xàtiva también es significativa por no existir en esta cavidad niveles del Paleolítico Superior. La singularidad de los niveles del Paleolítico Medio viene determinada por los hallazgos antropológicos correspondientes, como mínimo y por el momento, a tres individuos, entre los cuales, al menos el siglado como CF10 corresponde a un espécimen neandertal, con el cráneo completo, buena parte o la totalidad de la caja torácica, vértebras y costillas, quizá buena parte de los miembros superiores, y algún resto por atribuir de los inferiores. Llegados a este punto, nos hemos impuesto intensificar la investigación de la totalidad del yacimiento, exigencia ineludible, acompañando a los estudios antropológicos ya realizados y a los que se realizan en la actualidad, con estudios faunísticos, edáficos, líticos, palinológicos, medioambientales, económicos etc., cada vez más necesarios para empezar a conformar una idea holística sobre la actividad del yacimiento. 3 II ECOSISTEMA La característica más destacada del ecosistema del territorio es su biodiversidad ya que participa, en el momento actual, de cuatro medios, el marítimo por la cercanía de la línea de costa, aunque no hay que olvidar sus grandes fluctuaciones a lo largo de todo el Pleistoceno y las menos durante el Holoceno; lo montañoso con toda la Serra de Mustalla señalada; lo acuático de interior al correr, al pie de la loma donde se encuentra, el río Bullens que drena toda la sierra mencionada y que nutre el cuarto, la laguna, marjal o albufera según la época, conocida como Las Aguas inmediata, repartida entre los términos de Oliva y el contiguo de Pego. Ecosistema reflejado claramente en los restos de la fauna consumida o que frecuentaba la cavidad recogidos en los trabajos arqueológicos que hemos realizado en la cavidad, como diremos (Fig. 5). La riqueza de este ecosistema justifica sobradamente la permanencia y continuidad de la habitación en esta cavidad, por lo que hoy sabemos y de arriba abajo se frecuentó durante el medioevo, época ibérica, Edad del Bronce y con estabilidad desde el Mesolítico I hasta el Paleolítico Medio desde su final, sin saber todavía cuando se ocupó por vez primera al no haber alcanzado el fondo o base de la cavidad. III TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS Las exploraciones en 1975 consiguieron reunir un lote de material lítico que los aficionados que lo encontraron nos entregaron para su examen, observando nosotros que, en su mayor parte, correspondían al Paleolítico Medio o Musteriense. En 1977 realizamos la primera campaña de excavaciones, excavaciones que hemos continuado hasta la actualidad, de manera que en el año 2013, pudimos llevar a cabo la XXX campaña. Sin embargo, los primeros años fueron decepcionantes, la primera campaña confirmó la existencia de niveles musterienses, potentes y ricos, tanto en cuanto a la industria como a la fauna, pero determinados indicios nos hicieron sospechar en la contaminación de dichos 4 niveles en la parte Oeste, cuadrículas E y D, 8 y 9 respectivamente de aquellos primeros trabajos, lo que confirmaron las primeras dataciones de C14, realizadas en el CSIC, y que nos indicaban la existencia, también, de niveles del Magdaleniense. La excavación en extensión de las cuadrículas K, J, I, H, G, F, E y D, 7, 8, 9 también en la parte Oeste, lo confirmó plenamente, así como también la remoción de los niveles, remoción que se confirmó profunda en esta parte al excavar las cuadrículas I11, I12 e I13. Tan intensa remoción solamente la pudimos achacar a la búsqueda de tesoros en época medieval, que había interesado en extensión y profundidad a toda esta parte que, por entonces, creíamos que correspondía a toda la superficie del yacimiento (Fig. 6). Ante esta tesitura y como última posibilidad consideramos que si los grandes bloques existentes en la parte del Este pudieran corresponder a la bóveda hundida, bloques inamovibles por sus dimensiones, estarían sellando y preservando correctamente la probable sedimentación y su contenido arqueológico en la parte más profunda de la cavidad. Y ello desde la Edad del Bronce, ya que, entre los bloques, se detectó la existencia de enterramientos de este periodo, lo que confirmó su excavación y las dataciones de C14 del CSIC. La excavación de las cuadrículas A 12-13 y 14; a 12-13, 14, 15 y 16; b 12, 13, 14 y 16 y c 12, 13, 14 y 15 confirmó nuestra hipótesis, con la natural satisfacción y complacencia y, tras una potente capa de unos 50 cm. de espesor de humus, entre los bloques y debajo de ellos, capas con los restos del enterramiento, comenzaron los niveles arqueológicos fértiles, tanto en espesor como en contenido, que sobrepasaron todas nuestras esperanzas. La continuidad de las excavaciones como ya hemos indicado, nos ha permitido con las treinta campañas realizadas desde 1988, fecha del comienzo en esta parte, configurar una potente y riquísima estratigrafía, desde el Mesolítico inicial hasta el Musteriense inferior, que se establece así: Mesolítico I, con línea de costa dentro de los límites económicos y del área de subsistencia –Mesolítico I con línea de costa alejada y fuera de los límites- Magdaleniense con abundante industria ósea y significativa –Solutrense con puntas de escotadura parpallenses –Solutrense medio –Protosolutrense –Auriñaco – Gravetiense y Musteriense (Fig. 7). 5 Actualmente el sondeo se encuentra en pleno Musteriense, con abundante material y extraordinaria fauna, sin indicios de que la base de la cavidad se encuentre próxima, de ahí la necesidad de continuar el sondeo para alcanzar el fondo, el asentamiento inicial y dar por concluido el sondeo, comenzando, con posterioridad, la excavación en extensión a partir de esta zona, en caso de que se considerase procedente. El hallazgo de restos humanos en el nivel Musteriense aumentó el interés y la riqueza del contenido, reforzándose el vallado protector que se había completado con cubierta sobre la sedimentación no protegida por la bóveda (Fig. 8). IV RESTOS HUMANOS En el año 2000 encontramos, durante la XX campaña de excavaciones, en la capa 28 y en la cuadrícula C14/C15 un trozo de maxilar humano y un trozo de cráneo, estudiados por D. Campillo; M.E.Subirà; E.Chimenos; A. Pérez y S.Vila (véase Cypsela, nº 14, pags. 143148, Barcelona, 2002), cuyas conclusiones fueron las siguientes: “Corresponde con seguridad a dos individuos, uno adulto y otro un niño. Los fragmentos del neurocráneo están engrosados, aunque no excesivamente, pero con toda seguridad hay un pequeño fragmento que por su morfología y grosor corresponde a un torus frontalis muy desarrollado. El fragmento conservado del maxilar, si bien deteriorado, permite afirmar con seguridad que tanto el proceso alveolar como la fosa nasal son muy amplios, siéndolo también su vestíbulo. Los dientes, voluminosos, en la radiografía muestran la existencia de un moderado taurodentismo. Todos los argumentos expuestos resultan compatibles con el diagnóstico de un Neandertal, probablemente de sexo femenino (Fig. 9). En la campaña de excavación de 2010 se decidió continuar con la excavación de las cuadrículas C-14 y C-15 donde ya en el año 2000 se extrajeron los restos de un maxilar y varios fragmentos craneales de un Neandertal. Por este motivo entre el equipo de excavación se contó con la presencia de dos antropólogos, M. Eulàlia Subirà y Jordi Ruiz, ambos pertenecientes a la Unitat d’Antropologia Biològica de la Universitat Autònoma de Barcelona 6 (UAB), y que en los últimos años llevan a cabo el estudio de los restos humanos que aparecen en la cueva en colaboración con Gala Gómez Merino y Carlos Lorenzo del Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) de Tarragona. El día 9 de agosto se puso al descubierto los restos de un cráneo bastante completo atribuibles a un espécimen de neandertal. En los días sucesivos se tuvo la oportunidad de poner al descubierto la parte superior del esqueleto de un neandertal que incluye desde el cráneo hasta la primera vértebra sacra. El cuerpo se halló en posición de decúbito lateral izquierdo (Fig. 10). El hallazgo es importante por lo completo del esqueleto y por hallarse con las articulaciones óseas en estrecha conexión anatómica, es decir con las conexiones entre los huesos tal y como los presentaban en vida, sin que presenten desplazamientos. En la mayoría de los hallazgos de neandertales en cuevas los restos son escasos, fragmentarios y se hallan esparcidos y con marcas de haber sido transportados y consumidos por depredadores. Las diversas campañas de excavación en la cueva han evidenciado la presencia de hienas que se alternaron en el uso de la cavidad con los ocupantes neandertales. La excavación ha sido muy lenta en todo momento debido a que los huesos estaban inmersos en concreciones calcáreas. Por este motivo se optó por proceder a la extracción de todo el bloque cementado con los restos inmersos para su excavación posterior en el laboratorio. El estado de los fósiles es muy delicado, son muy frágiles, y están cementados en un bloque de sedimento muy carbonatado. Por ello, antes de su excavación en el laboratorio se sometió a una tomografía axial computarizada (TAC) y a otros tratamientos de imagen con el fin de conocer el estado de conservación de los restos óseos y facilitar así la excavación del bloque en el laboratorio. Para la extracción de los restos del bloque y limpieza se utilizaron medios mecánicos bajo lupa binocular. Los tratamientos se iniciaron, y se continúan realizando, en el Laboratorio de Restauración del IPHES en Tarragona, que cuenta con los medios necesarios para tratar este tipo de material óseo, bajo la dirección de Gala Gómez Merino. Asimismo se tomaron las correspondientes muestras para posteriores estudios (Fig. 11). 7 Una vez liberados los huesos se realizará el estudio antropológico bajo la dirección de la Dra. M. Subirá de la UAB en colaboración con miembros del IPHES. Junto al estudio de los restos humanos se abordaran también completos estudios paleontológicos, sedimentológicos, antracológicos, palinológicos y se ampliará el número de dataciones ya existente por el C14, utilizando otros métodos para momento en los que el C14 no alcanza, para lo cual el Dr. Eudald Carbonell ha prometido toda colaboración posible desde el IPHES y su dirección. 8 V DATACIONES DE C14 Ofrecemos, ahora, el conjunto de las dataciones que, a lo largo de estos años, hemos ido obteniendo de los diversos restos sometidos a la analítica correspondiente. Cova Forada (Oliva) C-575 9.645 ± 327 12.081 – 10.000 7.695 ± 327 10.101 – 8.050 C-277 12.500 ± 800 16.855 – 12.871 Capa 7. Sondeo I 10.550 ± 800 14.905 – 10.921 C-276 ó C-126 11.500 ± 1.000 16.127 – 10.787 Capa 4. Sondeo I 9.550 ± 100 14.177 – 8.837 Cova Forada (Oliva) Cova Forada (Oliva) 6.196 ± 34 BP CSIC – 1492 Carbón vegetal 5.279 – 5.046 BC Capa 2, parte E o trasera. 5.633 ± 31 BP CSIC - 1493 Carbón vegetal Capa I, superficial parte E o trasera 4.533 – 4.363 BC 16.960 ± 100 BP UBAR-935/CNA 089 Huesos fauna Marjal de Pego (esencial en el ecosistema próximo a la cavidad) 16.960 ± 100 BP 18.133 [14 Muestras UBAR] 18.355 – 18.255 Desde 1.660 50 hasta 10.120 ± 460 = 13 muestras UBAR-45 28.240 = 1 muestra 9 VI CONCLUSIONES GENERALES Como se ha expuesto con anterioridad, la Cova Foradà de Oliva constituye uno de los yacimientos más completos y por tanto más relevantes para el estudio de la prehistoria en el ámbito nacional. En nuestra autonomía, es posible que sea el yacimiento con mayor estratigrafía conocido, equiparable a la suma de estratos de la Cova Negra (Xàtiva) y la Cova del Parpalló, (Gandia). Es uno de esos lugares que parece ir adquiriendo mayor magnitud tras cada campaña arqueológica, (que vienen sucediéndose casi de manera regular desde 1977). Este singular enclave, que recibe su nombre por haberse convertido en una gruta pasante tras el desprendimiento de parte de su bóveda, encarna el prototipo de yacimiento prehistórico holístico por excelencia. La Cova Foradà es uno de esos lugares que dará perpetuamente noticias. Entre sus innumerables virtudes tiene la de poseer esa riqueza estratigráfica que lo hace único, algo que muy pocos yacimientos pueden ostentar. A pesar de que en las últimas campañas se ha llegado a estratos correspondientes, probablemente, a un temprano Paleolítico Medio, el hecho de no haber llegado todavía a la roca basal es una baza que puede deparar aún muchas sorpresas. Entre los restos exhumados destaca una prolífica y abundante cantidad de utillajes líticos, consecuentes en su morfología con los diversos periodos que tienen representación en la estratigrafía. Aparece también una notable cantidad de restos de fauna: grandes mamíferos incluso, pero sobre todo pequeños roedores, entre los que destaca, por su abundancia, el conejo. Han aparecido también coprolitos y otros vestigios relacionados con los periodos de ocupación animal, en alternancia con los de grupos humanos. Sin embargo, si por algo es célebre esta cavidad, es por el descubrimiento de diversos restos de neandertales, entre los que destaca el cuerpo semifosilizado de un individuo de esta especie, que hasta ahora supone uno de los hallazgos más importantes que añadir a otros restos hallados anteriormente en nuestra península. Los vestigios de este espécimen aparecieron en 2010, en una pequeña hornacina natural de la pared Este del fondo de la cueva, a unos 7 metros de profundidad desde el punto 10 de referencia (0). Se identificaron de inmediato el cráneo completo, parte de la cara, algunas vértebras, y parte de la caja torácica. Todos estos vestigios óseos se encontraban casi petrificados por la acción del intercambio de carbonatos y la incipiente mineralización propia de tan antiguos restos. Formaban parte de un bloque concrecionado en el que las partes minerales y las óseas eran un todo. Hubo que extraer todo el bloque arrancando parte del soporte pétreo de la cavidad, ya que era la única manera posible de recuperar el conjunto sin dañarlo, para poderlo transportar y estudiar en un lugar con los medios necesarios para la consecución de tal fin, preparando para su movilidad una caja-nido que facilitase su manipulación. Así, los restos petrificados del cuerpo neandertal fueron trasladados al laboratorio del IPHES, en Tarragona, donde el equipo de restauración pudo comenzar una microexcavación, que aún continúa a fecha de hoy, para separar las partes humanas de la matriz mineralizada. Ya con anterioridad, en el año 2000, había aparecido un fragmento del maxilar superior que también fue atribuido por el equipo de antropólogos, liderado por la Dra. Eulalia Subirà, a un individuo neandertal. Los diversos estudios efectuados a esta pieza ósea arrojaron datos muy significativos de carácter antropológico y patológico, que aportaban nuevas evidencias sobre las costumbres de estas sociedades. Se documentó el uso de palillos para paliar el dolor producido por diversos procesos de gingivitis, y los resultados se publicaron en una prestigiosa revista científica. A lo largo de los años han sido diversos los estudios que se han acometido para abordar una investigación completa de las secuencias del yacimiento. Se ha tomado muestras de las diversas tierras, se han acotado las secuencias de deposición de los taludes, se han realizado dataciones de Carbono 14, se han guardado muestras para estudios palinológicos, se han recogido restos de animales presumiblemente extintos, se han documentado vestigios de remota actividad humana y, en definitiva, se ha intentado poner en relación todos estos hallazgos. Durante 2011 y 2012 se recuperaron cenizas y carbones de dos hogares con una datación estimada cercana a los 100.000 años y, recientemente, en 2013 se identificó una piedra caliza con el contorno asimilado a una probable cabeza de úrsido, con huellas de 11 incisiones paralelas, producto de supuesta acción antrópica, lo que dará lugar a futuros estudios, al considerarse esta pieza relacionada con alguna actividad ritual o simbólica (Fig. 12). 12 VII ÍNDICE DE FIGURAS Fig. 1. Mapa con la ubicación de la Cova Forada Fig. 2. Vista de la actual entrada de poniente de la Cova Forada 13 Fig. 3. Secuencia estratigráfica de la Cova Forada Fig. 4. Plano localización de las áreas excavadas en Cova Forada 14 Fig. 5. Localización de la Cova Forada en la marjal de Oliva-Pego Fig. 6. Vista del interior de Cova Forada, donde se aprecia en primer plano las primeras cuadrículas excavadas. 15 Fig. 7. Cuadro cronológico de la secuencia estratigráfica de Cova Forada 16 Fig. 8. Medidas de protección y conservación efectuadas en Cova Forada Fig. 9. Fragmento de maxilar neandertal hallado en Cova Forada 17 Fig. 10. Esquema provisional de los restos humanos identificados a simple vista dentro del bloque concrecionado. Fig. 11. La Dra. Gala Gómez trabajando en la extracción de los restos neandertales del bloque calcáreo que los envolvía 18 Fig. 12. Piedra caliza asimilada a la cabeza de un úrsido hallada en Cova Forada 19 VIII BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA - Aparicio Pérez, J., 2014. Cova Forada (Oliva-Valencia). En: Sala Ramos, R. (Ed), Los cazadores recolectores del Pleistoceno y del Holoceno en Iberia y el Estrecho de Gibraltar. Estado actual del conocimiento del registro arqueológico. Burgos, pp. 356 – 361. -Aparicio Pérez, J., 2012. La labor de la SEAV de la Diputación Provincial de Valencia. 2011-2012. Nº VI.. Sección de Estudios Arqueológicos V. Diputación Provincial, Valencia, pp.13-18. -Aparicio Pérez, J., 2010. La labor de la SEAV de la Diputación Provincial de Valencia. 2005-2010. Nº V. Sección de Estudios Arqueológicos V. Diputación Provincial, Valencia, pp.11-60. -Aparicio Pérez, J., 2006. La labor de la SEAV de la Diputación Provincial de Valencia hasta 2005. Nº I. Sección de Estudios Arqueológicos V. Diputación Provincial, Valencia, pp.36-66. - Aparicio Pérez, J., 2008. Cova Forada (Oliva – Valencia). En: Nuevas dataciones de C-14 en cuatro yacimientos valencianos: Forada, Parpalló, Moseguellos y Collado. VARIA VII. Serie Arqueológica. Sección de Estudios Arqueológicos V. Diputación Provincial, Valencia, pp.1019. -Aparicio Pérez, J., 1994. Prehistoria de los Valles del Norte de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana. España). Serie Histórica del Aula de Humanidades, nº 12. Real Academia de Cultura Valenciana. -Aparicio Pérez, J., 1992. Los orígenes de Oliva, Xátiva y Benicarló. Serie Histórica, nº 7. Real Academia de Cultura Valenciana, pp.79-82. -Aparicio Pérez, J.; Gurrea, V.; Climent, S., 1983. Carta arqueológica de la Safor. Gandia: Instituto de Estudios Comarcales Duque Real Alonso el Viejo. Ayuntamiento de Gandia, pp. 39-42. 20 -Aparicio Pérez, J.; San Valero Aparisi, J.; Martínez Perona, J. V., 1983. Actividades arqueológicas (desde 1979 a 1982). Varia II. Departamento de Historia Antigua. Serie Arqueológica, no 9, pp. 201-495. -Campillo, D.; Eulalia Subirá, M.; Chimenos, E.; Aparicio, J.; Pérez, A.; Vila, S., 2002. Estudi de les restes humanes de la campanya 2000 de la Cova Foradà (Oliva, València)”. Cypsela, nº14, pp. 143-150. -Küstner, E. C.; Vila, S.; I de Galdàcano, M.; E. S.; Aparicio, J.; Fiego, J.; Pérez, A. P.; Valero, D. C.; 2002. Estudio de los restos humanos procedentes de la Cova Foradà (Oliva, Valencia)”. Antropología y biodiversidad, Ediciones Bellaterrra, pp. 520-528. -Lozano, M.; Subirà, M. E.; Aparicio, J.; Lorenzo, C.; Gómez-Merino, G.; 2013. Toothpicking and Periodontal Disease in a Neanderthal Specimen from Cova Foradà Sit (Valencia, Spain)”. PloS one, 8 (10), (e76852) 21
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