ligeros apuntamientos sobre los principales sucesos politicos
Transcripción
ligeros apuntamientos sobre los principales sucesos politicos
LIGEROS APUNTAMIENTOS SOBRE LOS PRINCIPALES SUCESOS POLITICOS OCURRIDOS EN EL ESTADO DE ANTIOQUIA DEL AÑO 1816 HASTA 1864 JOSÉ MARÍA FERNANDEZ ARANDA Nota: Este libro se transcribió exactamente igual al original, respetando la ortografía y la redacción utilizadas en la época. PROLOGO Ardua empresa es escribir para el público y dejar á todos satisfechos. Cada uno busca aquello que mas lisonjee sus pasiones, contente sus apetitos, y satisfaga sus caprichos... Á pesar de todo, yo voy á referir en miniatura (permítaseme esta expresión) los sucesos políticos que han tenido lugar en este Estado en el espacio de cincuenta años, poco más ó menos, de los cuales ninguno ha hablado hasta ahora especialmente, sino por incidencia. Puede ser que este sencillo opúsculo sirva de estímulo á escritores mas idóneos para escribir una obra mas completa y explícita... hermoseándola á la vez con las bellas figuras de la oratoria... Por mi parte, esta no podrá tener mérito que el que pueda darle la expresión ingenua de la verdad. JOSÉ MARÍA FERNANDEZ ARANDA LIGEROS APUNTAMIENTOS I Del año de 1816 al de 1819, gobernaron esta provincia (hoy Estado federal) tres españoles consecutivamente, de los expedicionarios que vinieron con don Pablo Morillo. Un terror pánico se apoderó al principio de todos los patriotas que miraban en Warleta á uno de los esbirros de la tiranía, mas por fortuna nuestra, este se marchó inmediatamente para la provincia del Cauca, dejando en ésta con el mando al coronel don Vicente Sánchez de Lima. Esta jefe era un hombre ilustrado y de noble y generoso corazón. Reconocia la justicia con que los americanos reclamaban su independencia y libertad, aunque decia que jamas seriamos libres porque éramos muy inconsecuentes... Tal vez tenia razon al hacer estas apreciaciones, como lo verémos mas adelante. Lo cierto es que al señor Lima debió Antioquia su salvacion; pues miéntras que él hacia desaparecer las listas de los patriotas comprometidos (á quienes llamaban insurgentes) y se rehusan á entregar el mando á don Sebastian Díaz, que traia órdenes reservadas, Morillo en Bogotá se complacia en derramar la sangre de las mas ilustres víctimas... El señor Balbuena, que fué el que sucedió en el mando al señor Lima, gobernó pacíficamente, porque los antioqueños supieron captarse su benevolencia lisonjeando su vanidad. El coronel don Cárlos Tolrá, que fué su sucesor, habria causado muchos males por su carácter iracundo; pero le acompañaba doña Juliana Rendon, su esposa, la que le contenia en sus arrebatos; ademas él estaba atacado de una grave enfermedad del pecho, que le imposibilitaba para todo... La memorable batalla de Boyacá puso término á esta situacion. Tolrá salió huyendo para la Costa... Antioquia quedó libre y entró á ella el valeroso jóven José María Córdoba. Era tal el entusiasmo de los patriotas, que en poco tiempo Córdoba levantó un ejército de lo mas granado y florido de la juventud antioqueña, con parte del cual logró rechazar y vencer á Warleta, que invadió segunda vez la provincia por la vía de Yarumal... Córdoba, dejándose llevar de la impetuosidad de su génio, sacrificó algunos españoles, sacrificio que tal vez no era necesario... Ocupóse entónces de la organizacion de su ejército, con el cual marchó para la Costa al sitio de Cartagena, donde los patriotas antioqueños hicieron prodigios de valor... Antioquia continuó en paz bajo los auspicios de varios jefes civiles y militares, que se sucedieron unos á otros en el espacio de nueve años, los cuales dieron impulso á las artes, á las ciencias y á la minería. En 1822 se instaló el Colegio provincial en esta ciudad: se abrieron las escuelas bajo el método lancasteriano, que es el mismo que hoy se practica con muy poca diferencia, el que ha sorprendido á muchos por que lo le conocian... En esas escuelas se enseñaban la Religión, la Moral, la Urbanidad y las máximas republicanas en hermosos cuadros... ¿Serán esos los textos pasados de que nos habla cierto periodista moderno? Celebrándose entónces fiestas pomposas y magníficas para conmemorar los hechos gloriosos de Colombia, y en todo reinaba el órden, la paz, la unión y armonía entre todos los ciudadanos. Mas vino el año de 29 y con él la guerra civil, la persecucion y la muerte... El general Córdoba se sublevó contra el Libertador, y su prestigio arrastró á muchos por el mismo camino. Los que permanecieron fieles á Bolívar fueron perseguidos y hostilizados... Dábaseles el odioso nombre de serviles... Dos oficiales, Herrera y Vélez, quisieron ó intentaron hacer una contrarevolución y fueron sorprendidos en el acto de ejecutarla é inmediatamente puestos en capilla y pasados por las armas. Córdoba no tuvo tiempo de organizar su ejército, pues un enemigo formidable se presentó en las fronteras: el general Daniel Florencio O´Leary con la division Occidente, que se componia de cerca de mil hombres. Córdoba con el arrojo que le era característico, le salió al encuentro, mas el enemigo burlando su vigilancia, se adelantó hasta el Santuario, cerca de Marinilla, por un camino distinto del que Córdoba llevaba, por lo cual tuvo que retroceder para ponérsele de frente. Vencido el general Córdoba, fué sacrificado ignomiosamente despues de rendido... ¡accion abominable que por desgracia se ha repetido muchas veces en nuestras tristes disensiones!... Los campos memorables de García y de Segovia atestiguan esta verdad. La muerte del general Córdoba, acaecida el día 17 de octubre de dicho año, fué sentida por todos, aun por el mismo Libertador, el que en su Mensaje al Congreso en 1830, decia entre otras cosas lo siguiente: “Y si un valiente general y sus secuaces han caido por desgracia en el campo de la muerte, su castigo les vino de la mano del Altísimo, cuando de la mia habrían recibido el perdon con que he favorecido á todos los que les han sobrevivido. Todos gozan de libertad á pesar de sus extravíos, todos aparecen inocentes á los ojos de la sospecha y de la calumnia... Sólo yo estoy tildado de aspiraciones á la tiranía. Libradme, os ruego, del baldon que me espera si continúo mandándoos &.”. Tales eran sus palabras, sobre poco más ó ménos. Bolívar tenia razon para quejarse... El perdonó á todos sus mas encarnizados enemigos, y estoy seguro de que si el general Córdoba le hubiera sobrevivido, hoy sería uno de los apologistas... Los años de 30 y 31 fueron fecundos en acontecimientos lamentables. A consecuencia de la rebelion del batallon Callao en Bogotá y consiguiente caida del Gobierno, y el nuevo órden de cosas, vino á esta de jefe militar el general Cárlos Castelli, el cual levantó un ejército de mas de quinientos hombres. El coronel Salvador Córdoba se le opuso y trató de armar gente contra él; pero fué inmediatamente aprehendido y remitido para la Costa; mas el oficial que le conducia lo puso en libertad en el puerto de Sambatolomé y resultó en el Nordeste, á donde Castelli despachó una fuerza para sorprenderlo; mas dicha fuerza fué la sorprendida en Yolombó junto con el jefe que la conducia. Apoderado el coronel Córdoba de aquellas armas marchó á Rionegro... Allí se reforzó con los voluntarios que se le presentaron y siguió para Abejorral, donde existia una fuerza como de doscientos hombres al mando del comandante Nuñez, al cual derrotó Córdoba. Algunos aseguraban que ese jefe se habia vendido al enemigo; pero tal asercion se quedó envuelta en las sombras del misterio. Lo cierto es que al general Castelli lo derrotó Córdoba en seguida con su misma tropa, lo tomó prisionero y lo remitió á disposicion del Gobierno, que en esos mismos dias se habia restablecido en Bogotá. Afortunadamente Castelli escapó con la vida habiendo caido en manos del general Obando, á quien él atribuia la muerte del general Sucre, en un período titulado La Nueva Alianza, que el mismo Castelli redactaba y publicaba en esta capital. Antioquia siguió en paz hasta el año de 1840 en que el mismo coronel Córdoba se rebeló contra el Gobierno legítimo de la Nueva Granada, siendo Presidente el doctor José Ignacio de Márquez. El dia 8 de octubre se tomó el parque por sorpresa... Siendo ya dueño de las armas levantó un ejército de más de mil hombres, y se declaró jefe supremo del Estado. El Ilustrísimo señor Obispo Gómez Plata protestó enérgicamente contra dicha revolución, y fué desterrado... Atacado el coronel Córdoba por el general Eusebio Borrero, que debía obrar en combinación con el general París, se precipitaron los acontecimientos. Borrero derrotó á Córdoba en Rionegro y se avanzó hasta Itagüí, donde tuvo lugar una segunda accion, que duró un dia, habiendo quedado el ejército de Córdoba enteramente desconcertado; y cuando se creia que Borrero se aprovecharia de aquella circunstancia para ocupar á Medellín y llenarse de recursos, levantó bandera blanca, capituló con Córdoba y se retiró por donde mismo había venido, dejando á la provincia sumida en la anarquía. Córdoba siguió pocos dias despues con parte de su ejército á incorporarse con él general Obando en Cartago, dejando en ésta con el mando militar al general José María Vezga. Este jefe atacó con más de quinientos soldados bien armados al coronel Braulio Henao, que se habia pronunciado en su contra con un puñado de reclutas casi desarmados; pero que ocupaban una posicion ventajosa en Salamina. Vezga, confiado en el número y destreza de sus soldados, atacó al enemigo y fué vencido y hecho prisionero el dia 5 de mayo de 1841. Conducido á esta capital fué juzgado conforme á la ley de conspiradores que entónces regia y condenado á muerte junto con sus compañeros... Igual suerte tocó al coronel Córdoba en Cartago, aunque sin fórmula de juicio. El coronel Córdoba era un Jefe valiente, noble y desinteresado, pero capaz de ser seducido por los demagogos de aquel tiempo, los que, abusando de su bondad, lo precipitaron. Sin embargo de ese triunfo, la provincia continuó en preparativos de guerra hasta el año de 42, en que fué pacificada la Costa y se organizó el Gobierno de la República bajo el mando del benemérito ciudadano general Herran a. Se siguieron nueve años de paz hasta el año de 51 en que vino á esta el general José Eusebio Borrero y se pronunció contra el Gobierno, siendo Presidente el general José Hilario López. Ninguna rebelión contra el Gobierno tuvo mas séquito que esta en Antioquia... En pocos dias se juntaron mas de tresmil hombres... Si este movimiento hubiera sido apoyado por otros pueblos, como se esperaba, la revolucion habria triunfado; pero Borrero se quedó solo y obraba en desconcierto. Habiéndonos visitado este Magistrado el mismo año, nos decía: “desde 1810 estamos peleando por la democracia, todos nos dirigimos al mismo punto, nuestras cuestiones son puramente subalternas, no nos falta sino una pequeña dosis de juicio, tengámosla y seremos libres...” a A pesar de esto, el general Borrero obtuvo un triunfo en Abejorral contra las fuerzas del general Herrera; pero no lo persiguió en su retirada, y lo dejó ocupar á Rionegro, en donde logró rehacerse y parapetarse... Atacado allí en aquellas posiciones, obtuvo fácilmente la victoria, y de vencido resultó vencedor el día 10 de setiembre. Se habló de traicion del general Peña, pero ese es otro de tantos misterios que como los de Berruecos, se han quedado sepultados en las tinieblas... Poco tiempo permanecimos en paz despues de este suceso; pues el año de 54, en la dictadura de Melo, la provincia volvió á ponerse en armas. Hubo entónces dos movimientos de insurreccion: el uso en Sopetran, que terminó con la muerte alevosa dada al Gobernador Pavon...; y el segundo en Rionegro el 4 de agosto que se disolvió por falta de apoyo y de prestigio; mas eso dos movimientos aislados en nada influyeron para la marcha del ejército antioqueño, que se coronó de laureles en Boza y en la misma capital... Pero sí fueron la causa, en mi débil concepto, de que se eliminasen las pequeñas entidades en que habia sido dividida la provincia, la que se reintegró en 1885 y fué erigida en Estado federal. Omitiremos la relacion circunstanciada de los hechos ocurridos algunos años despues de la guerra desastrosa de 60, 61 y 62... pues estos por estar mas recientes, son demasiado conocidos de todos... Baste saber á nuestro propósito, que Antioquia sin armas, sin pertrechos, con sólo el valor y patriotismo de sus hijos, resistió con heroismo tres invaciones consecutivas, en las cuales salió siempre vencedora, á pesar de tener enemigos internos que promovian asonadas para facilitar la entrada de las tropas invasoras, con perjuicio de sus propios intereses. Al fin se entregó por capitulaciones, cuando ya toda la República estaba sometida, y habia visto correr torrentes de sangre de sus mas distinguidos ciudadanos... El nuevo órden de cosas inaugurado por la rebelion vencedora, se confirmó por la Convencion que se reunió en Rionegro el 4 de febrero de 63. En 1864 volvió á recuperar su puesto y sus derechos... á consecuencia de la persecucion contra la Iglesia... pues los pueblos todo lo soportan, todo lo toleran, ménos el que se les quiera arrebatar sus creencias... Yo no sé cómo hombres tan astutos y tan suspicaces en la política han podido obrar de esa manera, en vez de buscar el apoyo de su Gobierno en la fuerza moral que ha sido, es y será siempre la base en que descansa el edificio social... Así es que los que trabajan por desterrar del pueblo la Religión cristiana, que es el fundamento de la mas sana moral, trabajan contra sí mismos y cavan su propio sepulcro... Pero siguiendo el prurito de la época me he metido en una cuestion que no me corresponde dilucidar, cuando mi propósito ha sido manifestar tan solo, que estas novedades fueron la causa de haberse encendido otra vez la guerra entre nosotros, que trajo por consecuencia el derramamiento de sangre y la pérdida de muchas vidas preciosas en la sorpresa de Yarumal del dia 2 de enero, y combate del dia 4 en Cascajo... Sucesos mas lamentables que los de Manizáles, Carolina y Santodomingo (acaecidos ántes), porque estos fueron contra un invasor extraño y aquellos entre amigos y hermanos...b A tal punto nos han conducido el funesto espíritu de partido y nuestras inconsecuencias. Con razon se quejaba de ellas el señor Lima, que comprendió muy bien nuestro carácter y por eso pudo desde entónces vaticinar con un criterio seguro nuestras futuras desgracias... Nariño, Bolívar, Sucre, Herran..., todos los héroes y libertadores de nuestra Patria, han sido víctimas sacrificadas á esta diosa de la inconstancia; por eso fueron tan aplaudidos y ensalzados, como tan pronto perseguidos por sus mismos panegiristas... Pero seria demasiado prolijo si me propusiera enumerar todos y cada uno de los acontecimientos á que ha dado motivo nuestra demasiada versatilidad, pues para cambiar de ideas en política ha bastado, como lo hemos observado en la larga serie de estos sucesos, una calumnia forjada por la envidia ó por la ambicion, unidas á un exagerado celo por la libertad... de la cual hemos abusado muchas veces, abuso que nos ha causado mas daño que el alimento demasiado fuerte á un estómago débil. Mas dejando á un lado estas disgresiones, que la razon hace disculpables, pero que nos distraen del objeto principal de nuestra reseña... continuarémos... Despues de los últimos y desgraciados sucesos ocurridos en el año de 64, Antioquia comenzó á disfrutar de la paz que tantos sacrificios le habia costado, sin embargo esa paz ha estado siempre amenazada por los espíritus inquietos, ambiciosos y turbulentos que pretenden medrar á la sombra de los trastornos. II Os he presentado en bosquejo el triste cuadro de nuestras debilidades y desgracias: no está por demas que hagamos algunas reflexiones sobre ellas, para mejor comprenderlas. Hemos visto que Antioquia, á pesar de la invasion de los españoles, marchó en paz y en union hasta el año de 29, en que tuvo lugar la rebelion contra el Libertador, á quien sus mismos enemigos habian proclamado Dictador poco ántes, como el único que podía salvarnos de la anarquía... Ya desde entónces comenzaron á desbordarse las pasiones por todas partes, y el vencedor en los combates, el héroe de la América, el Libertador de tres Naciones, el Padre de la Patria... no era ya á los ojos de sus enemigos, sino un tirano como Sila... un ambicioso como César. Recuerdo que en los años de 1824 y 1825 le dedicamos en el colegio varios actos itinerarios, en los cuales oradores muy elocuentes lo comparaban con Epaminondas en el desinteres, con Aristides en la Estos tuvieron lugar en el órden siguiente: Manizales, 28 de agosto de 1860; Carolina, 15 de junio de 1861; Santodomingo, 2 y 14 de noviembre de 1861 y 14 de enero de 1862. b justicia, con Demóstenes en la elocuencia, con Aníbal en el valor... ¿Quien habia de creer que esos ecomios y alabanzas se habian de convertir muy pronto en sarcasmos y crueles vituperios...? Así fue que Bolívar murió en su mas temprana edad, herido en el corazon por los dardos envenenados de la ingratitud. Despues de esto, ya no podiamos esperar que la paz y el órden se cimentaran sobre bases sólidas. Era visto que sus generales se dividirian y se disputarian el mando como los de Alejandro... Por eso no hemos visto pasar una década en que haya dejado de haber un nuevo transtorno... Y no dejará de haberlos miéntras que haya ambiciosos, que sin reparar en los medios quieran ocupar el puesto que él ocupaba... He omitido exprofeso la manifestaron de los servicios y méritos de los patriotas que en diversas épocas han ocupado en este Estado los primeros puestos, por no hacerme demasiado prolijo, y porque esos servicios y esos méritos estan en proporcion de las circunstancias diversas en que cada uno de estos Magistrados se encontraba colocado. He callado sus nombres, porque no he querido ofender su modestia con mis palabras... Mas con respeto á los que han muerto y se han sacrificado por la Patria, el silencio es mas elocuente que la flores que pudieran colocarse sobre su sepulcro... Ademas, no seria fácil formar su paralelo. El uno valiente hasta la temeridad, arrostraba el peligro con frente serena... el otro veia el peligro desde léjos, calculaba su magnitud con ojo previsor... El primero podia decir como Leonidas “Caminante ve á decir á Esparta que hemos muerto aquí por obedecer sus santas leyes...” y el segundo como Aristides: “El plan que me proponeis es demasiado ventajoso para salvar amigos del progreso, centinelas vigilantes de la ley, celosos custodios de la moral. III Los que tengan la bondad de leer estos ligeros apuntamientos, dispersarán las faltas en que hayamos podido incurrir. Referimos sencillamente lo que hemos visto con nuestros propios ojos, sin pretenciones algunas... No tenemos el vigor de la juventud, ni la pluma del filósofo, ni el prestigio del dinero... Sólo nos ha quedado la Religión en el corazon... la experiencia para lo futuro y el desengaño de lo pasado. El poder, la grandeza, la vanagloria se disipan como el humo... se disuelven como la niebla... se desvanecen como la sombra al ocultarse el sol... Y á medida que nos abandona la fortuna, nos abandonan tambien los amigos y los lisonjeros... La fama póstuma es una lámpara apagada, y la historia de los héroes de Colombia lo está demostrando. Sólo una cosa es estable y permanente... El Catolicismo... Hace diez y nueve siglos que lo atacan sus enemigos, mas él permanece inalterable como una roca en la mitad del mar... Semejante á la hidra que se figuraban los poetas, si le cortan una cabeza, le nacen otras. ó como el fénix renace de sus propias cenizas... Yo he aprendido en la escuela de la adversidad á conocer la volubilidad del corazon humano. Ojalá mis hijos y mis nietos aprendan en estas cortas y sencillas páginas á conocer á los hombres, á no dar oidos á la calumnia, que se ceba en las mejores reputaciones, como la polilla en las mejores telas para destruirlas... á no dejarse arrastrar ciegamente del espíritu de partido, que abulta las cosas, desfigura los hechos y los hace aparecer por el prisma de las pasiones, más ó ménos grandes de lo que son en realidad... á no dejarse engañar con especiosas y lisonjeras palabras, que seducen suavemente, pero que llevan envuelta la dañada intención, el fin siniestro... IV Si la juventud no se educa segun las máximas de la Religion cristiana... Si se le ponen á esta cortapisas en las escuelas... Si se ha de tener á los Maestros que la enseñan por rancios y por caducos, como lo dijo cierto escritor bajo el velo del anónimo... Preparémonos para sufrir mayores males, mayores calamidades que las pasadas en los años que dejamos apuntados. He concluido esta reseña, no sé si bien ó mal. Desconfio siempre de mis propias obras, pero la someto al inicio imparcial de los lectores, los que si no son puristas ó enemigos de los principios que he manifestado, no dudo que serán indulgentes una vez que se dignen fijar sus ojos en estas líneas trazadas con mano trémula pero libre de aspiraciones, que sólo son propias y naturales de la juventud que aspira y debe ocupar un puesto brillante en el porvenir, la que debe tener presentes los acontecimientos pasados (que otro les explicará mejor) para que les sirvan de faro luminoso para lo futuro. Pero en todo caso es necesario llevar por delante la antorcha de la fe para no caer en el indiferentismo religioso, que es el que nos hace egoistas en la sociedad: esa pasion mezquina que debilita los mas nobles sentimientos del corazon y apaga hasta las últimas chispas del patriotismo. Dispensad si alguna vez arrebatado por el entusiasmo que me inspira la memoria del héroe americano, he dejado correr la pluma y lastimado tal ves la susceptibilidad de alguno; pero yo bien sé que aun sus mas crueles enemigos son hoy sus admiradores y profesan sus mismos principios... Principios que dejó consignados en su última proclama, en la cual nos aconseja la paz, la union, y sobre todo que no olvidemos jamas la Religion de nuestros padres, fuente profusa de las bendiciones del cielo... Expresiones exhaltadas de su pecho al tiempo de espirar y cuando los pueblos le llamaban por la centésima vez á restañar las heridas de la Patria. Consejos fraternales, hijos de la experiencia y adquiridos con la lectura de las inmortales obras de Fenelon, Chateaubriand, Bossuet y demas filósofos ortodoxos... Pues bien sabia Bolívar, y bien lo sabemos todos, que la verdadera libertad apareció en el mundo con la luz del Evangelio, y el que se atreva á negarlo, es porque quiere dar rienda suelta á sus pasiones. Mucho más pudiera decirse sobre esto, mas no es este el lugar á propósito para decirlo, y nuestra tarea está concluida c. APENDICE Murió el Libertador en Santamarta el 17 de diciembre de 1830 á la edad de 47 años, y cuando nos hallábamos empeñados en la guerra entre el general Castelli y el coronel Córdoba. Sus amigos políticos se apresuraron á celebrar sus honras de la manera mas pomposa y solemne en la iglesia parroquial de esta capital el dia 21 de febrero de 1831, habiendo predicado la oracion fúnebre el doctor Antonio María Gutiérrez, Secretario del Ilustrísimo señor Obispo Fray Mariano Garnica, obra que ha sido publicada muchas veces como un modelo de elocuencia, y en la cual estan consignados en compendio los hechos gloriosos de nuestros valerosos caudillos, á quienes Bolívar conducia á la victoria, animaba con su genio é inflamaba con su patriotismo. Obra que cada dia adquiere mayor mérito á medida que el tiempo ha ido esclareciendo los hechos y puesto en claro la inocencia del héroe y la calumnia de sus enemigos. Entre tanto nosotros tenemos que lamentar la pérdida irreparable de tántos hombres ilustres que murieron en la flor de su edad por sostener juicios y sospechas infundadas hasta hacer apurar al Libertador la copa amarga de la ingratitud como á Sócrates... el destierro como á Focion, y por último la muerte... Tal ha sido siempre la recompensa que el mundo ha dado á todos los grandes hombres que se han distinguido por sus grandes hechos y su amor á la humanidad. Tal es el premio que se ha dado á los héroes que han admirado al mundo con sus virtudes... Colon murió abandonado de todos, despues de haber descubierto el nuevo mundo al traves de mil vicisitudes, y sus émulos envidiosos fueron los que se aprovecharon de sus conquistas... Mas todo lo que pudiéramos decir con respecto á la envidia y á la ingratitud de los hombres, seria una pálida sombra si la comparamos con el gran sacrificio representado en el Gólgota, y sin embargo este sacrificio de bondad y de amor es mirado con menosprecio por algunos Si se pudiese hallar un pueblo cuyos miembros todos fuesen perfectos cristianos, ese pueblo no necesitaria de ninguna ley, de ninguna autoridad; ese pueblo podría existir y progresar sin Gobierno; es decir en un Estado de libertad ilimitada. Popayán, 4 de noviembre de 1850 JULIO ARBOLEDA c insensatos... ¿Qué mucho, pues, que hayamos desconocido á Bolívar, que hayamos sacrificado á Sucre, que hayamos hecho la guerra á los que sus propios méritos se han elevado? Mas dejemos estas reflexiones á los políticos profundos, á los afamados literatos. Damos las gracias á los señores que se dignaron atender á nuestra invitación... Las almas grandes y nobles, los corazones generosos, no rehusan jamas sus servicios y mucho menos cuando estos aunque pequeños, pueden redundar en beneficio de la sociedad... Cuán acreedores son á nuestro reconocimiento, cuán dignos de la estimacion pública!