la cueva del rei cintolo (mondoñedo
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la cueva del rei cintolo (mondoñedo
GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color LA CUEVA DEL REI CINTOLO (LUGO, GALICIA). ALGUNOS DATOS CRONOARQUEOLÓGICOS DE LA GALERIA SUPERIOR. Rosa VILLAR QUINTEIRO1 Resumen: En el 2002 se realizó una valoración arqueológica de la galería superior de la Cueva del Rei Cintolo (Lugo), el complejo cárstico de mayor desarrollo en Galicia, promovida por el Ayuntamiento de Mondoñedo con el fin de obtener información que permitiese confirmar o rechazar las referencias acerca de la existencia de depósito arqueológico en esta cueva. Résumé: Depuis l’année 2002, on présent quelques résultats sur l’intervention archéologique à la Grotte du Rei Cintolo (Lugo, Galice), le plus grand système karstique à la région sur lequel étaient connues quelques références dès le XIX siècle á propos de l’existence de dépôt archéologique. Palabras clave: Holoceno, fauna, carbono 14. Mots clé: Holocène, faune, charbon 14. PRESENTACIÓN. La Cueva del Rei Cintolo se localiza a unos 6km del centro urbano de Mondoñedo, parte oriental de Lugo, en las últimas estribaciones del occidente de la Cordillera Cantábrica. La cueva se abre hacia el S-SO en la ladera del Couto do Rei (330m) que cae al valle del río Valiñadares, de dirección SO-NE. Sus coordenadas U.T.M. corresponden a los puntos X.632.177, Y.4.806.1862. Frente a la cueva se eleva como una pared protectora por el N, el macizo de A Toxiza con El Pico en primer término (746m). CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS Y MORFOLÓGICAS. El sistema cárstico del Rei Cintolo se inscribe en el ámbito de las calizas de Vegadeo, datadas en el Cámbrico Medio (Arce Duarte, Fernández Tomás, Monteserín López 1978) que persisten aquí en forma de raros lentejones. Sobre este tramo se encuentra una serie de cuarcitas y pizarras que constituyen el paso del Cámbrico al Ordovícico, resultando observables las inclusiones de estos materiales en el interior de la cavidad. Por debajo de las calizas de Vegadeo y como materiales cámbricos, las pizarras arenosas y arcillosas o capas de tránsito, están en contacto con las cuarcitas infrayacentes. Hacia el techo de la serie se sitúan pizarras arcillosas y margosas de color verde y azulado, que en determinados puntos están próximos a las calizas de Vegadeo. Este carácter de zona de encuentro de materiales geológicos diversos se aprecia en la misma constitución y estructura de la galería central y en general de todo el sistema cárstico Rei Cintolo, con planta laberíntica, aunque las diversas salas y corredores siguen un desarrollo ortogonal. Esta geología también explica la existencia de grandes bloques desprendidos en la galería, señalando que la formación de esta cavidad se debe tanto a la disolución de las calizas por filtración como al derrumbamiento de bloques en las zonas de contacto de ambos materiales de partida. El sistema lo integran salas de grandes dimensiones y numerosos corredores -en ocasiones angostos y de escasa altura- que forman un enrejado. El desarrollo vertical del sistema se establece en 58m. Aunque el nivel freático se encuentra actualmente en la 1 2 Doctora en Arqueología. Apdo.:56. 36300-Baiona. Pontevedra. E-mail: [email protected] Hojas 24-1 y 24-3 del mapa topográfico nacional del Instituto Geográfico Nacional. Escala: 1:25.000. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color zona más baja del carst, manteniendo un caudal variable pero permanente, en la zona más alta que corresponde a esta galería central o superior, se conserva un pequeño lago que mantiene un nivel de agua más o menos estable. Con un desarrollo de unos 150m, esta galería central presenta el acceso actual al sistema, correspondiendo al espacio objeto de nuestros trabajos. La entrada enseguida da paso al pórtico, constituido por una sala de unos 40m2. A la izquierda hay una pequeña gatera al exterior y a la derecha se inicia una rampa de descenso hacia salas y corredores. De frente, a unos 40m de la entrada, esta galería se bifurca, discurriendo a dos niveles diferentes: - El nivel más bajo -a la izquierda-, corresponde a una galería amplia caracterizada por la continua y abundante existencia de bloques de desprendimiento, de grandes dimensiones, que se encuentran soldados a una potente costra caliza que forma el suelo. La estructura en esta zona es bastante caótica, predominando los esquistos o la zona de contacto entre éstos y las calizas. - Volviendo al punto de la bifurcación, por la derecha continúa una estrecha galeríacorredor de 1,50m de anchura máxima, que se inicia a una menor altura en sus primeros diez metros –espacio que denominamos camarín-, pero posteriormente discurre paralela a la anterior. Esta zona tiene una estructura de cueva caliza propiamente dicha siendo éste el sustrato que forma paredes y techo, mientras que en el suelo existe un potente depósito de arcillas. Estos dos tramos confluyen en una galería final, amplia y de altura considerable, pero de estructura dominada nuevamente por los esquistos, por lo que el suelo está formado por enormes bloques desprendidos, soldados a potentes mantos de caliza. ANTECEDENTES. Ya desde finales del S. XIX tenemos referencias de exploraciones en el Rei Cintolo en las que por primera vez, el interés científico -y concretamente prehistórico- será el elemento motivador. El trabajo de Villaamil y Castro en esta y otras cavidades del ayuntamiento de Mondoñedo (1870, 1873) representan la entrada de la investigación sobre las etapas más antiguas de la prehistoria en Galicia. En los resultados publicados por Villamil y Castro nos encontramos con referencias a una secuencia estratigráfica incluyendo niveles con fauna -compuesta de huesos largos y supuestamente antigua- y elementos de piedra tallada; además de carbones. Parte de estos materiales por él recuperados se depositaron en el Museo Provincial de Lugo, parte se quedaron en el ámbito particular y actualmente son ilocalizables -incluso los que se habían enviado al Museo Arqueológico Nacional-. En consecuencia, un siglo más tarde, cuando las transferencias sobre patrimonio son traspasadas a la Comunidad Autónoma, la Cueva del Rei Cintolo es catalogada como yacimiento paleolítico. A la revisión bibliográfica e historiográfica emprendida en los noventa, le siguen los intentos de localización de los depósitos explorados por Villaamil y Castro así como de los materiales por él exhumados (López García 1991; Fernández Rodríguez, Ramil Rego 1995-96). Desgraciadamente se comprueba que la información ofrecida por Villaamil y Castro no puede ser contrastada. El análisis de los únicos restos de fauna depositados en el Museo GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color Provincial de Lugo no permite establecer la supuesta antigüedad de los mismos, por lo que la concepción de yacimiento paleolítico se rodea de una gran incertidumbre. En cuanto a actuaciones con remoción de sedimentos en la cavidad, durante los dos últimos siglos debieron de ser realmente numerosas, a juzgar por el importante grado de alteración que se registra actualmente en su depósito. De casi ninguna de ellas tenemos referencias. Únicamente cabe destacar los trabajos de prospección en afloramientos calizos del ayuntamiento de Mondoñedo realizados por M. J. Soto Barreiro y P. Pumarejo Gómez, de los que sólo se ha publicado una breve nota descriptiva (Soto, Pumarejo 1995) en la que se especifica que del pórtico se recuperan restos de fauna, fragmentos cerámicos, una fusayola y un pulidor, materiales que relacionan con momentos del Bronce final-Hierro inicial. No se menciona la presencia de evidencias de posible adscripción paleolítica. LA INTERVENCIÓN. Nuestro trabajo comenzó con una intervención en área en la zona del pórtico, pues de aquí procedían las referencias más fiables y porque enseguida se planteó casi como una urgencia, debido al tremendo grado de alteración de su depósito que supuso la remoción de sedimentos. Para ello se trazaron cuadrículas de 1x1m en la zona central libre de bloques (Fig. 1). E/1:20 A B C D 7 N N 6 S O E S 5 MJ2 4 3 2 1 MJ1 TRINCHERA CENTRAL SONDEOS SOTO Y PUMAREJO (1995) Fig. 1. Áreas de expolio y sondeos de Soto y Pumarejo. La trinchera central en origen debió de tener un 1m de ancho pero la erosión producida posteriormente por el tránsito de visitantes, produjo que sus márgenes fueran ampliándose por desmantelamiento, al tiempo que este sedimento se redepositaba hacia el centro, mezclándose con elementos contaminantes recientes. De esta forma, el ámbito de alteración y contaminación actual se ampliaba a sendas franjas de unos 50cm en cada lado, resultando una afectación total de 2 m de ancho por GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color 4m de largo, que en nuestro espacio de trabajo (16m2) representaba el 50%. En el otro 50% se incluía el sondeo MJ-1 de la entrada y formaciones calizas junto a bloques, en la periferia del espacio central. Los restos periféricos del único nivel arqueológico documentado en el pórtico (N2) nos permiten definir la secuencia estratigráfica a partir del perfil Norte (Fig. 2), con las siguientes características: NIVEL ESPESOR DESCRIPCIÓN N-1 4 cm N-2 10 cm N-3 30 cm N-4 ? Costra caliza alterada, disgregación de las capas externas, soldad en 6A a la inferior y se extingue hacia el Este, donde es sustituida por bloques tabulares pequeños y medianos. Matriz color marrón grisáceo oscuro, arcilloso, húmedo y suelto. En su inicio contiene gravas de caliza disgregadas de la costra superior. Se observan algunas piedras pequeñas, angulosas. Arqueológicamente fértil. Costra caliza de grosor variable pero muy potente, con zonas de mayor esponjosidad hacia el Este. Bloques grandes de derrumbe sin matriz. B6 D6 C6 MANCHAS CARBONES E/1:20 NIVEL ARQUEOLÓGICO A B C D 7 6 N 5 O E 4 S 3 2 1 Fig. 2. Perfil N de la excavación del pórtico. Se aprecia una línea de carbón en el nivel arqueológico (N2). Los materiales recuperados son básicamente cerámicas de diversos tipos y pastas, restos de fauna y microfauna, escasas esquirlas líticas y pequeños fragmentos de carbón, en apariencia abundante, aspecto que junto a la observación de una fina línea continua de carbón en mitad del desarrollo de este N-2 nos indica la muy probable existencia de un una zona de vaciado de un hogar que posiblemente fue arrasado con la realización de la trinchera. En la composición y estructura sedimentológica de este nivel no encontramos evidencias de cambios, por lo que se interpreta como un nivel único. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color SEGUNDA COSTRA HUESO FRAGMENTO CERÁMICO N O E 7C 7D E/1:10 S 170 153 Fig. 3. Planta de los cuadros 7C y 7D tras eliminar la costra caliza (N1). Se confirma por tanto, el excepcional desarrollo de un nivel arqueológico de origen antrópico, en el espacio central del pórtico (N-2) formado sobre un suelo calizo potente, regular y con una morfología de cubeta, cuyos márgenes estaban delimitados por el afloramiento de bloques y formaciones estalagmíticas (Villar Quinteiro 2002, 2003). Esto explica que ambas costras calizas (niveles 1 y 3) no alcanzasen la entrada, quedando frenadas a los 3m de ella. Esta ocupación del pórtico supuso una interrupción en el desarrollo de la costra caliza y se define como un fenómeno local, restringido al área de cubeta; por lo que no tiene una correlación genética con ninguno de los niveles de las áreas marginales a ésta. En el resto de la galería se trazaron sondeos de 1x1m hasta un total de diez, repartidos en función del espacio libre de bloques. Nos centraremos en los que aportaron resultados: S2 y S3, abiertos en el corredor de las arcillas, en el tramo que hemos denominado como el camarín. El depósito de arcillas aquí observado consiste en una matriz de aspecto uniforme en todo su desarrollo espacial y en profundidad; únicamente muestra diferencias locales de plasticidad y/o compactación en relación con la humedad, el goteo puntual y el pisoteo. El S3, se situó coincidiendo con la entrada lateral al camarín. Aquí no se detectó ninguna concreción caliza y el depósito de arcillas es de composición monótona, con pequeños bloques por debajo de los 30 cm. El S2 se abrió a unos cuatro metros del anterior, en la zona central de este camarín (Fig. 4). En S3 se alcanzó una profundidad de 46cm sin que se apreciaran variaciones en las características físicas de estas arcillas. A escasa profundidad -15/25cm- se recuperaron restos de fauna -huesos y dientes- con una magnífica conservación. No se encontró ningún útil o producto de factura antrópica. Estos restos se encontraban en disposición de amontonamiento, con tendencia a GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color concentrarse hacia las márgenes del sondeo, representadas por las paredes naturales del camarín. Por debajo de este paquete de huesos, el depósito es arqueológicamente estéril y sedimentológicamente monótono (Villar Quinteiro 2002). S10 S9 N O E S5 S4 S S8 S7 2C 2B S2 2A Camarín S3 S6 S1 Cuadrícula Fig. 4. Croquis general del Sector Central o Galería Superior con la situación de los sondeos y el camarín. RESTOS DE FAUNA. La muestra analizada por P. Castaños3 estaba compuesta por un total de 87 restos de fauna incluyendo huesos y piezas dentales susceptibles de ser identificados. En este lote se integran restos recuperados en la excavación del pórtico y del sondeo S3 del camarín. Las escasas medidas obtenidas se hicieron siguiendo la metodología ya clásica de A.v.d. DRIESCH (1976). Se han expresado en milímetros con un error estimado de 0,5mm en todas las que superan los 20mm, y de 0,05mm en las demás. Globalmente considerada, en esta muestra se encuentran representadas cinco o seis especies de Mamíferos, todos ellos domésticos excepto uno, que corresponde a un Ungulado salvaje. No se aprecian restos de Aves ni de Moluscos. PÓRTICO (N2): La fauna de este nivel pertenece casi toda a especies domésticas (bovino doméstico, ovicaprino y cerdo), siendo el único representante de fauna salvaje el ciervo, presente en un molar superior con alto grado de desgaste, lo que indica su pertenencia a un animal de edad avanzada. Entre la fauna doméstica predomina el grupo de los Ungulados. El análisis por especies señala las siguientes características: - Bovino doméstico (Bos taurus): Los restos de ganado vacuno proceden sobre todo del esqueleto del tronco; hay pocos fragmentos de las extremidades. Este conjunto representa un mínimo de tres individuos distintos. Sus edades estimadas a partir del cuadro de sustitución dentaria son las que siguen: un animal entre 6 y 18 meses -tiene M1 erupcionado pero M2 aún sin salir-, otro entre 18 y 27 meses -M2 fuera pero el M3 sin erupcionar- y un adulto. 3 Identificación realizada por P. Castaños a quién agradecemos su amable colaboración. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color No se ha podido precisar el sexo de ninguno y el estado de fragmentación de la muestra ha imposibilitado la toma de medidas. Los escasos datos al respecto parecen apuntar hacia un cierto aprovechamiento de carácter primario, ya que dos de los ejemplares aún no habían alcanzado la edad adulta y por tanto no podían aportar productos secundarios, como leche, trabajo o reproducción. Nº B-6 20 54 18 25 17 C-7 C-7 123 S-1 177 178 179 169 170 IDENTIFICACIÓN Vértebra (fragmento) Vértebra (fragmento) Costilla (fragmento) Escápula (fragmento de la tabla) Húmero (fragmento de diáfisis) Ulna (fragmento articular) Fémur (Fragmento de diáfisis) Tibia (Fragmento de diáfisis) Costilla (fragmento) Escápula (fragmento de tabla) Húmero (fragmento de diáfisis) Pelvis (fragmento actabular) Calcáneo (fragmento) D3 inferior derecho D4 inferior derecho BOS TAURUS Nº 207 209 213 206 212 208 211 205 166 204 202 203 200 201 210 IDENTIFICACIÓN Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Vértebra dorsal (fragmento) M1-2 inferior D4 inferior D3 inferior M1-2 inferior Incisivo de leche Incisivo de leche Escápula (fragmento) - Ganado Ovicaprino (Ovis aries/Capra hircus): La oveja y la cabra conjuntamente consideradas están representadas por 36 restos cuyo reparto anatómico presenta algunos fragmentos más de las extremidades que en el ganado vacuno. El número mínimo de individuos representados se reduce a dos: un adulto y un juvenil, sin mayor precisión debido a la falta de series dentarias. Sólo hay un hueso completo: se trata de una falange primera cuyas medidas son las siguientes: Falange 1: Nº B-6 B-6 B-6 31 30 26 28 16 29 24 21 156 IDENTIFICACIÓN Incisivo de leche Incisivo de leche Incisivo de leche P3-4 inferior Incisivo adulto Costilla (fragmento) Carpal Pelvis (fragmento) Calcáneo (fragmento) Falange 1 (fragmento) Metapodio (fragmento) Costilla (fragmento) LMpe 52,5 Ap 15,9 AD 11,8 Ad 13,1 OVIS ARIES/CAPRA HIRCUS Nº IDENTIFICACIÓN C-7 Molar inferior (fragmento) 40 Molar inferior (fragmento) 53 Molar inferior (fragmento) 49 Vértebra (fragmento) 50 Costilla (fragmento) 48 Fémur (fragmento) C-7 Metapodio (fragmento) 125 Costilla (fragmento) 126 Costilla (fragmento) 130 Falange 1 155 Mandíbula (fragmento) 182 Vértebra (fragmento) GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color 129 127 128 124 158 168 Fémur (fragmento de diáfisis) Falange 2 (fragmento) Metapodio (fragmento) Metapodio (fragmento) Metapodio (fragmento) M1-2 inferior (fragmento) S-1 S-1 176 S-1 170 174 Vértebra (fragmento) Costilla (fragmento) Húmero (fragmento distal) Carpal Tibia (fragmento) Vértebra (fragmento) - Cerdo (Sus domesticus): Los nueve restos de ganado porcino pudieran pertenecer a un mismo individuo adulto, aunque no se descarta que procedan de más de uno. Hay un calcáneo que ha permitido obtener la dimensión longitudinal del hueso (LM1 36). Esta medida entra dentro del dominio de dispersión de la forma doméstica y queda muy por debajo del umbral mínimo del jabalí. Nº 187 186 S-1 181 22 SUS DOMESTICUS IDENTIFICACIÓN Nº Incisivo de leche 183 M1-2 inferior 175 Mandíbula (fragmento articular) 167 Vértebra (fragmento) 165 Astrágalo IDENTIFICACIÓN Vértebra (fragmento) Metapodio accesorio (fragmento) P3-4 superior Incisivo inferior adulto - Ciervo (Cervus Elaphus): Hay un sólo resto que permite registrar la presencia de este Ungulado salvaje, procedente del cuadro C-7. Se trata de un M1-2 superior muy desgastado, correspondiente a un individuo senil que quizás por este motivo fue objeto de caza. Nº C-7 CERVUS ELAPHUS IDENTIFICACIÓN M1-2 superior Por tanto, según la información que proporciona la muestra de fauna se desprende que las bases de subsistencia de origen animal del grupo humano que la ocupó residen en una economía ganadera y pastoril con pervivencia casi residual de caza de algún Ungulado salvaje. SONDEO 3 (S3): La fauna procedente del sondeo S3 del camarín, consistente en un lote de 27 restos que se relacionan con un ejemplar de ungulado (Uro / Bos) y tres cánidos identificados por la misma pieza dentaria, no siendo posible discernir si se trata de ejemplares salvajes (canis lupus) o domésticos (canis familiaris). - Bóvido (Uro/Bos): El reducido número de estos restos, junto al importante grado de fragmentación de los mismos y el error de las siglas en el momento del envío para su identificación, produjeron inicialmente una tratamiento general de todos los restos como pertenecientes al nivel arqueológico 2 del pórtico, cuestión que por fortuna ahora podemos aclarar mediante las etiquetas e inventario originales de identificación. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color Por las características señaladas, estos restos no permiten discriminar si nos encontramos ante un ejemplar de Bos o Uro. Respecto de la anatomía representada, se señala la presencia protagonista del cráneo acompañado de algunos fragmentos de costillas y de las extremidades. ORIGEN S-3 S-3 S-3 S-3 IDENTIFICACIÓN Maxilar (fragmento) Cráneo (fragmento) Cráneo (fragmento) Mandíbula (fragmento de tabla) URO/BOS ORIGEN S-3 S-3 S-3 S-3 S-3 IDENTIFICACIÓN Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Costilla (fragmento) Húmero (fragmento) Húmero (fragmento) - Cánido (Canis lupus / familiaris): Tres ejemplares de cánido aparecen representados únicamente en el camarín y fueron identificados por la sola presencia de tres dientes idénticos: tres terceros incisivos superiores derechos; lo que significa que cada pieza corresponde a un animal distinto. En pocas ocasiones tres restos permiten asegurar otros tantos individuos diferentes (Foto 1). Obviamente la naturaleza del resto no permite precisar si se trata del agrotipo salvaje o doméstico. Su presencia indica una clara selección del resto y alude directamente a causas de origen antrópico como explicación de este depósito, si bien no presentan ninguna señal de manipulación humana –orificios, pulidos, rayados…-. Foto 1. Dientes. CANIS Nº 197 198 IDENTIFICACIÓN Incisivo 3 superior izquierdo Incisivo 3 superior izquierdo Nº 199 IDENTIFICACIÓN Incisivo 3 superior izquierdo Queda patente que el lote faunístico recuperado en el camarín, muestra una composición no arbitraria sino claramente seleccionada. Se descarta un aporte natural del lote óseo o como posible resultado de la actividad de carnívoros, puesto que no GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color existen marcas de dientes en la muestra, además si consideramos las partes representadas, esta posibilidad queda totalmente descartada. Las evidencias hablan por tanto, de una selección de especies y de las partes aportadas, especialmente manifestada en la presencia de tres dientes idénticos de cánido –lobo o perro-, para conformar un conjunto que demuestra una intencionalidad específica y sin ninguna relación con un ámbito doméstico, al no haberse documentado en este espacio ningún indicio ni resto, además del lote óseo (Villar Quinteiro 2002)., Este registro indica la utilización de un espacio de significación diferente al doméstico o económico, más relacionado con el universo simbólico de los autores del depósito. MARCAS ÓSEAS. Identificamos tres muestras de huesos también procedentes de S3 en el Camarín que presentan marcas incisas. Un fragmento medial de costilla presenta una marca próxima al borde de 0,98mm de largo, vertical y consistente en un surco profundo, más ancho en el centro, de sección en V (Foto 2). Foto 2. Fragmento de costilla con incisiones. Sondeo 3. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color Un pequeño fragmento de omóplato presenta un trazo fino pero firme, con márgenes uniformes y en sentido oblicuo a la fibra ósea (Foto 3). Foto 3. Fragmento de omoplato con marca incisa. Finalmente, en un omóplato incompleto y fracturado -del que casi con seguridad forma parte el fragmento anterior- presenta diversas marcas, siempre oblicuas y perpendiculares a la fibra ósea (Foto 4). En la zona más gruesa y redondeada, se aprecian 4 pequeños trazos paralelos dos a dos, con longitudes de 4mm, 9,4mm y 16,4mm; son trazos claros y contundentes, de surco en V y márgenes regulares. En la zona plana del hueso se aprecia parte de otra línea fina pero clara y cerca de esta un rayado muy fino en sentido vertical, compuesto de varios trazos de unos 20mm de longitud. Foto 4. Omóplato con marcas incisas. Sondeo 3. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color Este conjunto de trazos incisos en los restos óseos de S3 en el Camarín expresan una técnica y localizaciones –no se relacionan espacialmente con las diáfisis óseas- que en principio nos llevan a descartar su relación con la gestión de estas partes para el consumo. Se trata de trazos finos pero rotundos –excepto la maraña de líneas del omóplato-, netos, con arranques claros y anchura uniforme, producto de la aplicación de un objeto punzante o burilante en la superficie ósea (Foto 2). No obstante, la imposibilidad de poder analizar los trazos completos por la importante fragmentación de los huesos empleados como soportes, nos priva de mayores apreciaciones. EL SONDEO 2 (S2). El trabajo en S2 enseguida permite detectar una finísima capa de concreción caliza, más o menos continua en extensión y con una coloración clara, que en algunas zonas apenas supera 2mm, haciéndose algo más gruesa hacia el Sur y contra la pared Oeste. Inmediatamente bajo ésta comienzan a aflorar amplias manchas oscuras que indican la presencia de carbón, inicialmente localizadas en los sectores 2 y 4 pero que enseguida se concretan de forma rotunda en una gran mancha que, centrada en el sondeo, se extiende también a los sectores 5 y 8 (Fig. 5). 110 E/1:10 C.F. 126 C.I. 122 N O E S 100 MANCHA CARBÓN INICIAL MANCHA CARBÓN FINAL Fig. 5. Morfología en planta de la evolución de la mancha de carbón de S2, en su máximo desarrollo. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color Además en la pared izquierda -a la altura de los sectores 4 y 7- y al Sur del sondeo sectores 7 y 8-, se aprecia el correspondiente fenómeno de arcillas rubefactadas que representan una finísima capa (1-2mm) endurecida y oscura (Fig. 6). E/1:20 N O E 2B S 119 2 CUBETA COMBUSTIÓN COSTRA CALIZA 119 122 111 2A 91 100 92 2C 103 103 96 100 Fig. 6. Planta de la estructura de combustión y líneas de la fina concreción caliza en esta zona, afectada por el calor en la zona sur de la cubeta de combustión. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color La continuación del trabajo comienza a perfilar una estructura de combustión de contorno oval cuyo eje mayor ocupa todo el sondeo 2, adaptándose a la morfología de corredor del espacio en el que se construyó (Fig. 6). En su interior se conservaba una notable cantidad de carbón, muy compactado y mojado -constituyendo un lentejón de 5cm de espesor máximo-, que se extrajo en bloque para su estudio antracológico. Una vez vacía, esta estructura de combustión se define como un hogar de cubeta excavado en la misma arcilla, de 98cm –eje mayor- por 66cm –eje menor- y en cuyo fondo se aprecian los surcos dejados por el útil empleado en su construcción -en sentido longitudinal- (Fig. 7). CORTE LONXITUDINAL N O E S CORTE TRANSVERSAL Fig. 7. Cortes de la cubeta de combustión, S2. En relación con la mancha de carbón una vez excavada la cubeta se observa que sus dimensiones se incrementaron hacia el Norte, abarcando el sector 2, mientras que al Sur sigue siendo muy persistente y afecta a los sectores 7 y 8, mostrando una dirección hacia la pared Oeste, como se aprecia en la Fig. 8. Por tanto, se abren sendas ampliaciones al Norte y Sur de S2 con la intención de localizar otro tipo de restos de ocupación antrópica y para seguir el rastro de la mancha de carbón, al Sur. Se confirma entonces la existencia de una zona de vaciado del hogar para su limpieza, hacia el Sur, que por sus características nos hace pensar en una utilización del mismo con cierta prolongación en el tiempo y diversas reutilizaciones para lo cual previamente se realizaría una limpieza de este hogar, arrojando los carbones hacia el lado opuesto al que se encontraba el autor y no en la oquedad que se abre en la pared derecha. No se recuperó ningún útil u objeto arqueológico hasta el momento. Nos encontramos pues con un registro arqueológico particular en el camarín definido por la ausencia de restos tecnológicos habituales como industrias líticas, cerámicas, óseas, etc. presentando un espacio hasta el momento limpio en el que destacan una estructura de combustión espacialmente aislada, que fue reutilizada, por lo que se le supone una cierta continuidad temporal, implicando una frecuentación de este espacio por parte de al menos un individuo durante cierto tiempo, y un poco más adelante un lote de huesos de fauna de composición intencionada. GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color 110 E/1:10 C.F. 126 C.F. 126 C.I. C.I. 122 122 N O E S 100 122 100 COSTRA MANCHA CARBÓN Fig. 8. Evolución de las manchas de carbón hacia el Sondeo 2A, evidenciando la zona de limpieza del hogar. Por el momento, la total ausencia de cualquier objeto que pudiera haber sido utilizado en estas visitantes al camarín -a excepción del lote de huesos de S3-, nos plantea diversos interrogantes para la interpretación cultural de esta estructura de combustión. INTERPRETACIÓN Y DATACIONES. La ocupación documentada en el pórtico alude a una frecuentación temporal o estancia de corta duración. Las características espaciales de la zona ocupada por el hombre GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color evidencian un área de ocupación restringida al espacio central de esta sala -poco más de 12m2- aprovechando un suelo formado por una importante costra caliza con morfología de cubeta. En algún punto de esta superficie se hizo un hogar que fue vaciado dejando una potente línea de carbón en la mitad del desarrollo de este estrato y para una función doméstica, como reflejan los restos de hollín visibles en fragmentos cerámicos, así como la presencia de restos óseos carbonizados. La reducida área ocupada y el escaso desarrollo vertical alcanzado por este nivel arqueológico, son indicios de que muy posiblemente se tratase de un pequeño grupo de ocupantes de esta sala. Sobre la información climática, indirectamente se evidencia que la utilización antrópica se inscribe en una fase muy húmida en la que se formaba la costra caliza y hacia el final de la misma, según la posición que ocupa en el desarrollo de ésta. El nivel arqueológico así formado en su interior, como si se tratase de un bocadillo dentro de la costra caliza, es de naturaleza eminentemente antrópica y únicamente se registra en el área abarcada por ésta. De ahí la dificultad de su seguimiento tras importantes expolios. De la información arqueológica obtenida cabe destacar que las observaciones hechas tras la única intervención arqueológica anterior (Soto, Pumarejo 1995) señalaban los hallazgos de una fusayola, escasos fragmentos cerámicos y restos de fauna. Ciertamente la presencia de cerámicas constituye una de las principales vías de aproximación a la cuestión cronológica, a pesar de que en esta ocasión el reducido conjunto ergológico recuperado y sus características poco específicas, no permitían mayores precisiones. En cuanto a la exigüidad del número de restos líticos tallados localizados, éstos corresponderían a un momento en el que la talla de rocas ocupaba un lugar muy residual en la tecnología y economía de este grupo. La información proporcionada por el cortejo de fauna recuperado en el pórtico nos sitúa ante un grupo con una base económica de subsistencia de carácter pastoril y ganadera, apenas complementada con la actividad de caza de animales salvajes. Así pues, tenemos a un pequeño grupo humano ocupando el pórtico de la Galería central de la Cueva do Rei Cintolo y esta es la única utilización aquí identificada. Se ha obtenido una datación radiocarbónica por AMS a partir de carbón del nivel arqueológico (N2) con el resultado: 1.080±30BP (Ua-21632) (Villar Quinteiro 2003b) realizada en el Ángstrom Laboratory de Uppsala (Suecia) con una corrección de σ 13C= -25,0 ‰ vs. PDB. Para la interpretación del registro faunístico recuperado en S3 del camarín, contamos con una datación por AMS sobre hueso, resultando una antigüedad de la muestra de: 7.735±60BP (Lyon-2731 (OxA)) correspondiendo una edad calibrada entre 6.6756.445aC para un intervalo del 95% de confianza. Esta datación resulta de suma importancia si tenemos en cuenta que según las informaciones disponibles en Galicia, es muy semejante a la obtenida en el yacimiento al aire libre de Xestido III (Abadín, Lugo) a escasos 50km en línea recta, con una datación de carbón procedente de un hogar de 7.310±160BP (GrN-16389), catalogado como epipaleolítico geométrico evolucionado (Ramil Soneira, Villar Quinteiro 1995; Villar Quinteiro 1997). En la misma cordillera del Xistral, existen numerosos abrigos rocosos que libraron industrias líticas atribuibles a momentos posteriores a Xestido III: Valdoinferno I, Chan da Cruz, Arnela I, III y VII (Llana 1990; Ramil Rego 1992; Ramil Soneira et alii. 1994; Martínez Cortizas, Moares Domínguez 1995). Se afianza la presencia de poblaciones epipaleolíticas evolucionadas de las que posiblemente la cueva GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color del Rei Cintolo nos ofrece un testimonio de una de sus dimensiones más desconocidas, como sus espacios simbólicos. Mucho más problemática resulta la interpretación de la estructura de combustión de S2. Se han tomado diversas muestras del carbón recuperado para su datación. Las dos primeras fueron enviadas al Instituto Rocasolano del CSIC para su datación convencional. De la primera muestra procesada –obtenida de la zona más profunda del hogar- se obtiene una datación actual (118% de carbono). Sobre la segunda se asumen los problemas derivados por las filtraciones –el carbón estaba mojado en origen-, se produce un arduo y trabajoso proceso en el que se incluye una avería sufrida por el equipo en pleno desarrollo de este trabajo. Por este motivo, toda vez conocidas estas circunstancias decidimos desestimar la validez del resultado, de alcanzarse alguno. A pesar de ello, transcurrido un tiempo el laboratorio Rocasolano nos envía como resultado la siguiente datación: (CSIC-1901) 1.389±45BP, edad calibrada: 562-694 cal. AD para un intervalo del 89,7% de confianza. Posteriormente se envía otra muestra de este carbón del hogar de S2 para intentar otra datación convencional que permita cotejar información al Laboratorio de Lyon, obteniéndose el siguiente resultado: (Ly-12749) 1.000±30BP, correspondiendo a un intervalo de máxima confianza una edad calibrada entre 989 a 1.042 años d.C. Por tanto las informaciones recuperadas tras la intervención en la Galería central del sistema cárstico Rei Cintolo (Lugo) (Villar Quinteiro 2002) se refieren a momentos y épocas diferentes de uso de la cueva, separadas por varios milenios. La utilización más antigua de esta galería central podría deberse a los últimos cazadores de las montañas orientales del norte de Lugo, en contacto directo con la Cornisa Cantábrica, moviéndose por las cumbres con fines económicos de caza (Llana 1990, 1993), que utilizarían espacios interiores de las cuevas, no lejos de la entrada –hasta donde alcanza la luz- con fines aparentemente no de habitación. Toma fuerza por tanto, la presencia de población epipaleolítica frecuentando las líneas montañosas según esquemas económicos de consecución de caza, acampando al aire libre de forma provisional (Ramil Soneira et alii 1991) y adentrándose en los valles más interiores utilizando las cavidades, quizá en ocasiones con fines aún por definir. Este particular depósito óseo pudo ser resultado de una acción simbólica, ofrenda, etc. Existen referencias del hallazgo en el Rei Cintolo de restos humanos de al menos un individuo, entregados para su análisis pero desgraciadamente, hoy perdidos4. Posteriormente a finales de la Alta Edad Media es utilizado el pórtico de la misma galería quizá por alguien que buscaba un refugio, bien del pertinaz clima húmedo reinante, bien por el ambiente socio-económico, pues en este momento se estaba desarrollando el enfrentamiento entre los reinos cristianos y musulmanes peninsulares. En este ámbito cobraría sentido el hallazgo en 1945 por parte de J. M. GonzálezRedondo y Maseda de un puñal de metal, depositado en el Museo Provincial de Lugo, que inicialmente fue interpretado como celtibérico (Trapero Pardo, 1946) pero cuyo estudio posterior demostró que es medieval y de estilo morisco. Es posible que esta sala estuviese ocupada por pastores poseedores de un ajuar cerámico heterogéneo en cuanto a calidades, formas, pastas y colores (Villar Quinteiro 2002, 2003) que incluso pueden mostrar aspectos técnicos y formales similares a los 4 Conferencia del doctor J. Carro Otero de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago, ofrecida en el ciclo de conferencias sobre prehistoria y arqueología celebradas en diciembre de 2001 en Mondoñedo (Lugo). GALLAECIA, 26. 2007: 31-54. Versión original en color conocidos en momentos de la Prehistoria reciente- Hierro inicial-, motivando unas hipótesis iniciales en relación con la prehistoria reciente (Soto, Pumarejo 1995). Los resultados cronológicos obtenidos para el hogar del camarín, si bien muestran una aparente coherencia, no están exentos de la incertidumbre aportada por la naturaleza de la propia materia datada. Ambas fachas apuntan a un momento similar y algo anterior a la ocupación del pórtico. La ausencia de cualquier otro vestigio o resto material relacionado con este hogar no permite de momento y mientras no se continúen los trabajos, obtener una explicación para una estructura de combustión aislada, compartiendo un espacio interior de la cueva en el que también se certifica una utilización durante la Prehistoria reciente y posiblemente de carácter simbólico. En conclusión, se han aportado las primeras informaciones y dataciones para la interpretación del registro arqueológico de la galería superior del sistema Rei Cintolo, que nos llevan a descartar absolutamente la anterior catalogación patrimonial de este espacio al no haber encontrado ninguna prueba, indicio o elemento natural o cultural en que sustentar una relación con el Paleolítico. Es más, una vez vistas las características del depósito en diversas zonas y particularmente las del pórtico, consideramos que muy posiblemente el hombre del paleolítico no hubiera podido acceder a esta galería como hoy lo hacemos porque esta boca aún no estaría abierta, puesto que los especialistas coinciden en señalar para su apertura una posible edad geológica muy reciente, quizá holocena. No es nuestra intención negar las afirmaciones de Villamil, quizá el depósito por él descrito se encuentre en alguna zona de la parte baja del sistema, al que antiguamente se accedía por una boca hoy colmatada y olvidada. BIBLIOGRAFÍA. ARCE DUARTE, J.M.; FERNÁNDEZ TOMÁS, J.; MONTESERÍN LÓPEZ, V. (1978): Mondoñedo. Mapa Geológico de España. E. 1:50.000. Segunda Serie-Primera Edición. I.G.M.E. Ministerio de Industria. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, C.; RAMIL REGO, P. 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