BABY LORES - La mariposa cubana
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BABY LORES - La mariposa cubana
NÚMERO pág. 16 • AGOSTO 2009 • 3 DIANA TELEVISIÓN defensores y detractores opinan sobre la serie © martha vecino ulloa BABY LORES DEBATE polémica en torno a una definición • ISSN: 1999-8090 • $1.00 • pág. 4 © archivo ¿la caja tonta? 2 pág. 6 descubriendo el aura tiñosa 10 un zoom a zumbado 11 HÉCTOR RODRÍGUEZ «la pelota es sagrada» GENTE © cortesía del entrevistado GEOVANI DEL PINO MÚSICA «la rumba está llena de espontaneidad», dice el director de la agrupación yoruba andabo pág. 12 © 10k EDITORIAL ESTIMADOS LECTORES: Termina el mes de agosto y con él las vacaciones de nuestros hijos y hermanos. Volvemos a las aulas y al taller, a estudiar o a producir, porque sólo lo que cuesta vale, sólo lo difícil es bello. Llegamos a sus casas con varios temas calientes como el verano: la telenovela cubana Diana, que acumula detractores y defensores igualmente apasionados, el nuevo video de Baby Lores, entrevistas al narrador deportivo Héctor Ro- dríguez y al músico Geovani del Pino, director de Yoruba Andabo, genuino exponente de la rumba cubana. Proponemos además un breve análisis de los textos del gran humorista que es Zumbado, a quien homenajeamos. Esta vez, Wejebe nos habla de los agentes secretos de Maceo, y el escritor espirituano Antonio Rodríguez Salvador defiende a la vilipendiada aura tiñosa. La revista, como siempre, propone diversos puntos de vista y espera recibir los suyos, para discutir, como suele ocurrir en los hogares, con pasión y respeto. Que usted pase un buen rato, se alegre de coincidir o no, y nos espere el próximo mes. Gracias. CM Aprovecho para expresar algo que pienso casi desde que salió LA CALLE DEL MEDIO: esta es la revista de la familia cubana, con artículos de interés pa- 1 ra todos: jóvenes, abuelos, adultos mayores, y precio asequible. Pero seguro que ya lo saben. Mi objetivo es comunicarles mi opinión sobre la teleserie Diana, que transcurre en nuestras pantallas por estos días y sé que será motivo de polémica en sus páginas. Lo primero que me complace de la misma es el hecho de vernos reflejados, condición a tener en cuenta por quienes sabemos cómo están hechas las telenovelas brasileñas, donde los ricos son amables, simpáticos y bon- © ares 2 Y ahora, una vez expuesta mi filosofía de lo necesario, vamos a lo nuestro. Y hagámoslo sin remordimientos de conciencia. Las reglas de la televisión como canal de entretenimiento para grandes masas –y léase por entretenimiento el hecho de que lo educativo y culto debe ser entretenido también–, están escritas hace mucho tiempo. Esto es importante tenerlo en cuenta si queremos que el producto que hagamos tenga un esmalte universal, o sea, lo quieran ver millones. Porque cuando lo ven millones, estamos rompiendo el bloqueo. En otras palabras, estamos haciendo televisión. Mi autor preferido en el campo de la producción se llama Ron Whittaker. En un curso que anda por laweb libremente, él esbozó genialmente lo que denomina los pasos de la secuencia de producción. Ahorremos tiempo y paciencia, y vean qué fácil es: 1. El paso más importante es el primero: identificar claramente las metas y objetivos de la producción. ¿Es el objetivo instruir, informar, entretener, o posiblemente generar sentimientos de orgullo, o necesidades sociales, religiosas o políticas? 2. El paso siguiente es: identificar y analizar su target o audiencia específica. Basados en elementos como sexo, edad, estrato socioeconómico, nivel educativo, etc., los contenidos de un programa diferirán. 3. Analice producciones similares hechas en el pasado. Si va a cometer errores, por lo menos que sean nuevos. ¿En qué difiere su propuesta de los éxitos o fracasos anteriormente realizados? ¿Por qué funcionaron y por qué no? Por supuesto, debe tomar en consideración las diferencias de época, locaciones y audiencias. 4. Determine el Valor Básico de su Producción. En la televisión comercial la «ganancia sobre inversión» es generalmente en forma de aumento de ventas y beneficios. Pero pueden aparecer como beneficios derivados del programa: influencias morales, políticas, espirituales o de relaciones públicas. 5. Desarrolle un argumento o propuesta de programa. Escribirlo todo. Y así, Whittaker llega a 15 pasos. Incluye cuestiones muy específicas para la televisión comercial estadounidense, que no tienen nada que ver con la realidad de nuestra televisión, esa que, a pesar de los que la critican, un ensayista mexicano la llamó «la mejor televisión del mundo», pues abarca todos los géneros y no tiene comerciales. La realidad es que el éxito en la producción dependerá en gran medida de la DIJO EDWARD MURROWS, famoso comentarista radial y televisivo norteamericano de los años 50 y 60, que si la televisión era utilizada por gente inteligente, su acción sería positiva para la humanidad. De lo contrario, sería sólo una caja con cables y luces. Más tarde, algunos se apropiaron de esta idea y comenzaron a llamarla «la caja tonta». Inobjetablemente, Murrows tenía razón. Las diferencias se pueden notar a simple vista en el mundo globalizado del que no podemos abstraernos. Hay canales inteligentes y canales verdaderamente chatarra. Para los que sentimos la televisión como parte de nuestro modo de vida, se convierte en un verdadero dolor de cabeza la distinción entre lo necesario y lo artístico. Sobre todo cuando algunos estereotipos académicos vigentes dejan a veces a un lado lo necesario y encaminan a los pupilos por el camino de lo que suponen los maestros sea la verdad artística. Por ello me tomé la atribución de citar a Murrows. Cuando menciono lo necesario, me refiero a esa acción inteligente de llegar a todos sin excepción. La televisión, como medio de masas, debe respetar por encima de todo la diversidad de públicos a los que llega. A la hora de realizar, lo principal es saber que lo hacemos para millones y no para un grupito de personas. Una de las bondades del cine de autor es que permite a este plantear sus inquietudes y lo libera de la obligación de hablarles a millones. Pensemos en una sala de 400 personas. Son sólo 400. Quizá una parte entienda lo que quiere decir el autor. Quizá nadie lo entienda. Pero son sólo 400. Pensemos ahora en esa misma obra siendo transmitida por un canal de televisión. ¿Es justo someter a millones a la tortura de obligarlos a entender a un autor? ¿Es sabio alegar que con ello pretendemos que la cultura de esos millones se eleve? ¡Cuánto de erróneo hay en esa sapiencia! Es erróneo por varias razones: 1. El televidente tiene la potestad de mandar. No le gusta algo y usa el mando, o sea, el control remoto. Cambia de canal. Y si no hay nada más que ver, se duerme. 2. Se está usando un valioso tiempo televisivo en tratar de imponer el criterio de un autor. Sí, no nos asustemos, se está tratando de imponer por parte de los programadores ese criterio, en vez de usarlo para entretenernos con algo educativo, claro y conciso. 3. Se están gastando los recursos para mostrar a millones lo que millones no van a ver. © martha vecino ulloa AGOSTO, 2009 JORGE ALKUBI OPINIÓN DE DOS LECTORES TELEVISIÓN LA CALLE DEL MEDIO ¿La caja tonta? dadosos, y los pobres los falta de respeto, molestos y descarados; lo segundo, es la presencia de una estética personal: que puede ser compartida o no, pero que cumple con uno de los presupuestos de toda obra artística de valor: la originalidad; lo tercero: la excelencia de los actores seleccionados y su esmerado trabajo en la serie; lo cuarto: el derroche de profesionalidad de su director en cada toma arriesgada o secuencia atípica. No me apena decir que simpatizo con la serie, aunque no se ha terminado, y me parece que es la que un pueblo con alto nivel de instrucción y cultura como el nuestro merece, aunque haya muchos que prefieran el coctelito brasileño, que también veo. Por cierto a mi compañero, de visita en Brasil, le preguntaron con horror que por qué en Cuba gustaba tanto la telenovela. Que ellos no lo entendían, y que las aborrecían porque nunca se sentían reflejados. Nada, que Rudy Mora seguro que piensa en esa frase del Quijote a la Para exorcizar nuestro egoísmo ALINA PERERA ROBBIO habilidad para capturar y retener la atención de la audiencia. En la producción de video, la comprensión de la cámara, el lente, etc., es fundamental. Pero aquellos que no van más allá de esta comprensión elemental de las herramientas, cosa que es esencial, nunca llegarán a nada importante en este medio. Tal vez lleguen a ser buenos técnicos, nos dice Whittaker. Hay que ser capaz de usar las herramientas para expresar ideas de forma impactante y hasta artística. Una escena puede estar bien expuesta, en foco, con un balance de color ideal, bien iluminada, y aun así estar completamente vacía de contenido emocional e impacto. No dice nada. Si una escena es llamativa, dramática o llena de humor, uno puede dejar pasar algunas deficiencias técnicas. Esto nos lleva a la siguiente conclusión: el contenido es más importante que la forma. En otras palabras, el mensaje de una producción es más importante que la excelencia técnica y los adornos llamativos. Al mismo tiempo, los problemas técnicos evidentes, mal sonido, movimientos bruscos de cámara y tomas fuera de foco, harán distraer la atención y el mensaje (contenido) no llegará a su destino. Aunque usualmente asumimos que el término director se refiere a una persona que dirige al personal de producción, el vocablo tiene un significado más importante: dirigir la atención del televidente. En este rol, el director cambia de forma a contenido y se concentra en cómo utilizar las herramientas a su disposición para atraer la atención del espectador hacia los aspectos críticos del mensaje. El director se convierte en un guía para los telespectadores. Podríamos seguir eternamente. Esto es sólo una rápida y primera mirada a las formas de hacer televisión. Las formas son muchas, pero gracias al seguimiento de los cánones ya escritos, nuestras obras se pueden ver en canales de televisión satelitales y llegar a los hogares de millones de personas en el mundo ¿Es esto un milagro? No, para nada. Es la aplicación de lo que ha funcionado en otros lugares. Patria es humanidad, dice el mensaje martiano. Entonces, llevemos esa patria nuestra tan querida al mundo. Hagámoslo de manera que, por muy anticomunista que sea el que dirija un canal de televisión en este planeta, tenga que poner nuestro mensaje, porque el tema es tan interesante y el lenguaje tan adecuado a los cánones vigentes, que no le queda de otra. Esta es una forma de triunfar, a nuestra manera, a lo cubano. CM COMO UN PARTE AGUAS que de un lado ha desatado detractores y del otro cómplices, Diana, la más reciente telenovela cubana, es una realidad en el espacio estelar de la noche, ese que desde hace tantos años asociamos en la isla con el momento de refrescar las pupilas y aflojar las tensiones del día. Las opiniones más recurrentes entre quienes rechazan la propuesta tienen que ver con una incómoda sobredosis de angustia si se sientan frente al televisor: para qué más de lo mismo —piensan no pocos—, si con el bregar cotidiano se tiene más que suficiente. Desde otro flanco de insatisfacciones, otros apuntan, por ejemplo, a los rápidos movimientos de cámara y a unos encuadres que huelen demasiado a obra experimental. Los que están con Diana se han colgado de su audacia temática; se maravillan de cómo la realidad ha sido atrapada y luego compartida sin atenuantes ni algodones, con una pulsación que es exactamente la de la vida nuestra. Pasan incluso por encima de alguna que otra arista formal a la que puedan no estar acostumbrados como espectadores, para esperar pacientemente ese instante en que alguna verdad cae como mazazo sobre ellos y provoca el asentimiento grave, la confesión casi al borde de las lágrimas: «Es la verdad; la pura verdad». O una frase de consuelo: «No estoy tan mal como ellos». Lo cierto es que, entre los que dicen rotundos «yo no la veo», y quienes entusiastamente afirman no perdérsela pues «está durísima», hay un umbral más reflexivo, y por tanto de mayor hondura, donde se ubican quienes no se dejan cegar por la pasión y así pueden disfrutar mientras advierten más de una sutileza usada por los creadores durante la confección del producto audiovisual. En este grupo están quienes se han percatado de que Diana desafía en más de un sentido, no sólo en lo formal. Parten de la premisa de que no hay uno solo de nosotros que pueda estar al margen de los asuntos abordados en la telenovela, pues ella —aunque su director Rudy Mora ha hecho hincapié en tópicos específicos y abrasivos como la situación de la vivienda y sus consecuencias para la familia—, se sumerge en el universo es- que acudimos muchas veces los artistas cuando andamos por caminos inexplorados o atípicos: «Ladran Sancho, entonces cabalgamos». soy una persona con muy buena estabilidad psíquica y emocional y me altera, no puedo oírlo hablar. Una persona que tiene que estar hablando constantemente. Además, todo conspira para alterar a las personas, desde las imágenes constantemente en cambio, así como la música si se le puede llamar eso a los ruidos que se presentan, además de una cantidad de imágenes sin sentido, desfiguradas, que no aportan nada. (…) No es un momento agradable lo que se pasa al observar la novela, sino un sufri- CARIDAD ATENCIO|escritora Nunca había imaginado que en la televisión se presentara algo que en vez de alegrar la vida de la gente la alterara y le fuera desagradable oírla y verla. ¿A quién se le ocurrió poner a un gago como protagonista de una novela? Yo 2 TELEVISIÓN ...llevemosesapatrianuestra tan querida al mundo. Hagámoslo de manera que (...) tenga que poner nuestro mensaje (...) Esta es una forma de triunfar, a nuestra manera, a lo cubano. © martha vecino ulloa HACIA EL FUTURO... LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 3 Escena de la telenovela cubana Diana, del realizador Rudy Mora. piritual de la sociedad toda, ese tan erosionado al cabo de más de 20 años de estoica resistencia, de «estática milagrosa» dirían los arquitectos, desde los días en que cayó el Muro de Berlín. Desde la presentación de cada capítulo, la imagen de unas manos llenas de prendas y abigarradas con largas uñas postizas —manos que remueven expedientes personales—, nos pone sobre avimiento. Además no se entienden muchas de las cosas que se dicen (…) Códigos nuevos por códigos nuevos, pero ¿qué bueno traen? ¿Concepción audiovisual nueva? Cámaras muy rápidas, oscuridad, no claridad de los textos. ¿Corriente que en el mundo se usa como tendencia? ¿Qué tendencia? Lo que hacen es usar un espacio que se debía utilizar para cosas más instructivas y refrescantes y no para torturar al televidente. ING. ELIO VILLARREAL ACEVEDO so con cierta invasión de la vulgaridad y tráfico de intenciones nada limpias en espacios delicados. Y mientras avanzan las múltiples tramas, se nos obliga a meditar sobre la guerra entre hermanos, la desigualdad entre nietos que viven bajo el mismo techo, la neurosis de las mujeres frustradas, el diálogo de sordos entre personas que se han amado, la incapacidad, en fin, para concebir la existencia como algo bordado por encima de las miserias terrenales y del alma. Diana —como yo lo percibo y siento— es un magnífico espejo que un grupo de artistas y creadores han compuesto esperanzados para ayudarnos a exorcizar nuestros egoísmos, para hacernos pensar. Ahí radica el valor más trascendente, digno de atención, de la propuesta a la cual sería útil, en aras de hacerle y hacernos justicia, seguirle los pasos hasta el último de los desenlaces. CM AGOSTO, 2009 4 Principios, ¿por qué no? El motivo de mis palabras va más allá del aliento y del agradecimiento, debo confesar que son de desahogo personal y explicaré por qué. No sé si recordará que yo mismo envié una opinión que apareció publicada muy tempranamente en el número 3 de la revista. Aquellas líneas que ustedes tuvieron a bien publicar, con mi modesto agradecimiento, eran mis criterios personales sobre la música del controvertido artista Baby Lores. Nunca he comentado lo bien que me sentí al ver mi opinión publicada, lo contentos que estaban mi familia y amigos de quienes recibí muestras de aprobación y de identificación con mi pensamiento. Pero lo que provocan estas palabras es que el domingo 26 de julio escuché y vi por primera vez la canción «Creo» con el videoclip que la acompaña del músico Baby Lores. No piense que ahora me embarga algún sentimiento de arrepentimiento por mis opiniones, que por demás no creo que a él le importen mucho, si acaso las conoce; ni que pretendo ahora «tocar el tres» como decimos los cubanos, pero sencillamente pienso que sería una negación de la dialéctica y de objetividad si no les diéramos seguimiento a las conductas, hechos, actitudes, que en algún momento juzgamos. Debo decir que al mirar el clip me sorprendí gratamente. Mis palabras sobre el arte genuinamente comprometido con su tiempo y con su pueblo, me vinieron como un flash a la mente. Al mismo tiempo lamenté que no se vieran más a menudo en nuestros medios canciones de este tipo que con un lenguaje sin mucha profundidad, intentan transmitir una clara idea y un claro compromiso con lo nacional, tal y como lo hace el éxito de la Charanga Habanera «Gozando en La Habana». Confieso que el video provocó en mí un repaso en torno a algunas cuestiones que se han debatido en los diferentes números de la revista: la relación arte-mercado, el béisbol cubano y las Grandes Ligas, las recientes opiniones de Manolín, el Médico de la Salsa, entre otras. La canción y el video captan, con su claro lenguaje, un sentido de lo cubano, de lo nacional, que a veces nosotros mismos como público necesitamos que nos lo «refresquen». Tal sería una de las lecturas que se pudieran sacar de los debates en torno al arte y el mercado, a las Grandes Ligas o a los músicos que se van a hacer su carrera a otro país. Una vez escuché a alguien comentar que los cubanos nos creíamos los mejores en todo. Si nos preguntaban sobre el mejor ron: Havana Club; el mejor taba- co: Cohíba; la mejor playa: Varadero. Pero la dura situación económica que ha atravesado el país a partir de los 90 afectó el sentido de lo «nuestro» en muchas personas. Recuerdo haber escuchado al profesor Julio Fernández Bulté comentar en una ocasión, a propósito de unos Juegos Olímpicos, que sentía vergüenza al escuchar a ciertos comentaristas deportivos hablar de forma excesivamente «elogiosa» sobre las lujosas y modernas instalaciones deportivas donde se desarrollaban estos eventos, y se preguntaba si Cuba no estaría en condiciones de organizar unas Olimpiadas en nuestros modestos y sencillos centros deportivos, debate que estuvo muy en boga a propósito de la candidatura de La Habana a la sede de las Olimpiadas del 2012 que se celebrarán en Londres. La pregunta del «profe» Bulté no era un llamado al burdo chovinismo, ni al excesivo nacionalismo, sino una clara interpretación de aquello que Martí nos había advertido en su ensayo Nuestra América: «El vino de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino!» Pienso entonces que sí, que hacen falta canciones, películas, obras de teatro, programas de televisión, publicaciones, etc., que enaltezcan lo nuestro, realcen los valores de la patria, pero que vean sus problemas con objetividad y naturalidad, en fin, que traten de ser lo más cubanos posible. © fotograma del video clip «creo» Alrededor del reguetón ha existido de todo en el campo de la crítica especializada, como de todo ha habido en el campo de los intérpretes y seguidores con actitudes que causan todavía desilusión y/o preocupación en amplios sectores de la sociedad. Un género musical –procedente según sus propios intérpretes del «mundo marginal» (concepto excluyente de por sí, pero indicador inevitable de un comportamiento)–, con el mero objetivo inicial de divertir, con la reiteración de patrones musicales como una de sus divisas, al margen, generalmente, de valores estéticos y éticos establecidos, pero no por ello infranqueables, y con la percepción casi unánime en todos los bandos de que es por sobre todas las cosas «fiesta y pachanga» al por mayor, no podía despertar menos debate en los distintos componentes y entramados sociales y en el ámbito cultural e ideológico. El reguetón encontró un muro institucional condicionado por ese rechazo inaugural en el momento de su alumbramiento. Aunque en la misma medida, el género se instaló con apreciable acogida en los espacios musicales de una parte considerable de nuestra juventud. Las causas de este nivel de convocatoria navegan por las complicadas aguas de una realidad socioeconómica proclive a estimular la aparición de manifestaciones culturales y por ende ideológicas, que encuentran en el campo del arte su espacio para expresarse. Asimismo, la inadaptabilidad institucional con su exigua oferta musical asequible, junto a las propias características del género –para nada inválido artísticamente hablando–, facilitan en ocasiones su uso por seudoartistas, quienes encuentran y explotan un nicho consumidor igualmente resultante de los vaivenes socioeconómicos. Lo cierto es que el reguetón es un hecho, y como género musical trasciende, a mi juicio, las clasificaciones excluyentes. Como cualquier otra manifestación cultural tuvo, tiene y tendrá exponentes valiosos perdurables y exponentes retardadores u Baby Lores no ha estado ajeno a las críticas de especialistas y no especialistas, la mayoría negativas y con razones bien fundamentadas. Las principales características de las obras de Lores han sido la chabacanería y la vulgaridad, la hostilidad sin causas, disfrazada de guapería barata y con el oropel impuesto por los paradigmas musicales foráneos, expresada en la superficialidad de los textos que aplanan lo popular, y en la violenta proyección escénica. Él mismo ha planteado haber comprendido en parte su responsabilidad artística y social. Sus textos muestran hoy cierta madurez, ajustados siempre a la estética y a los códigos establecidos dentro de su «ambiente» musical, aun cuando no alcancen los niveles estéticos que algunos quiméricamente desearían. Ahora Lores sorprende a todos con una inesperada posición de principios que aviva el debate y expande los matices de la polémica que entrecruza diversos cuestionamientos y tópicos candentes de la actualidad nacional como el oportunismo, el tratamiento de los símbolos, la tolerancia a la diferencia, la irreverencia y la rebeldía, la participación, el papel de las instituciones culturales…, etcétera. Para muchos, Lores busca legitimidad con su tema. Otros criterios coinciden con lo anterior, pero llegan a tildar al cantante de oportunista por su último tema y se ofenden por el uso que hace Lores en la letra y el clip de símbolos respetados y queridos de la nación. Legitimidad y oportunismo. Ni lo uno ni lo otro. ¿Necesita Lores legitimidad? Él está posicionado en un segmento considerable del público. Se abre paso en circuitos nacionales e internacionales, y aunque las disqueras nativas no le graban, su música se cuela por las arterias de los medios de comunicación masiva cubanos y por las no oficiales que se encargan de la distribución y hasta del apoyo. Todo con el correspondiente éxito en fama y dinero. Por tanto, OMAR RAFAEL GARCÍA LAZO MUCHO REVUELO Y POLÉMICA envuelven hoy al músico cubano Yoandys Lores (Baby Lores). Más allá de las costas cubanas, en dirección norte, decenas de manos odiosas han rasgado vestiduras propias en son de guerra e intolerancia, mientras que de este lado el obstinado pero justificado recelo hacia el reguetón convive, expectante y sorprendido, con el guiño hecho al joven Lores por antiguos detractores. En la acera de los seguidores una división se advierte. Por un lado, admiración incondicional; por el otro, rechazo a la reciente actitud de Lores. La causa es la salida a la escena bailable cubana del tema «Creo» y de su videoclip, transmitidos por nuestros programas musicales de radio y televisión. Según el propio autor, el tema ha sido dedicado a Fidel Castro y es una clara definición de su postura respecto al proceso político que se construye en Cuba. Unas líneas sobre el reguetón OPINIÓN DE UN LECTOR DEBATE LA CALLE DEL MEDIO Baby Lores. Créanlo o no. olvidables; pero el género no puede ser, por simple sentido común y dialéctico, objeto de ataques. opino con seguridad que Lores no necesita legitimidad. En cuanto al oportunismo, esta tesis se desmorona con la argumentación anterior. No obstante, cabe agregar otros puntos. La nación cubana y el proyecto sociopolítico escogido por el pueblo no son patrimonio exclusivo de nadie, sólo de aquellos que decidan defenderlo y enriquecerlo. De igual forma pasa con sus símbolos. ¿Dónde está en el clip la ofensa a la patria, a nuestros más queridos iconos de la Revolución? Lores desarrolla su tema en un tradicional y humilde bohío, con nuestra enseña patria al fondo y con la imagen del Che en su simbólica boina. Reitera su posición mientras se tatúa en su hombro izquierdo la figura del líder histórico de la Revolución cubana como muestra, tal vez inquebrantable –sólo el tiempo lo dirá– de su posición al lado de su pueblo y Comandante. Todos sabemos lo que significa en el ambiente «echar pa´trás», y el tatuaje, aunque no es eterno, perdura y define, y en este caso, la imagen que lo acompañará será para él un compromiso con todo lo que eso significa. ¿No se conciben los principios en un reguetonero? ¿No es la patria para todos y con todos? A Lores le cerraron puertas, justificadamente o no, aunque ese no es el punto ahora. Lores fue acusado de traicionar, a la vez que rechazaba castillos propuestos en Europa. Lores está aquí y canta su posición. Lores es cubano. «Dentro de mi país mucha gente decía que yo me había quedado (…). Por eso es que hago este clip. Es un homenaje porque [Fidel Castro] es una persona que ha dado muchas cosas y ha aguantado mucho. Esta es mi patria. Eso es lo que yo conozco y para que no me pregunten más me lo puse [el tatuaje]». Esas fueron sus declaraciones recientemente, después del estreno de «Creo». Ni búsqueda de legitimidad ni oportunismo ni rebeldía juvenil. Sólo una respuesta y una definición. Sólo el uso del derecho a defender lo que cree como puede y sabe hacer, aunque a algunos no les guste, y otros no quieran creerle. Están también en su derecho. CM Por tanto, enhorabuena para Baby Lores, quien a decir de Rufo Caballero en palabras que le antecedieron al clip, ha entrado en el momento de las definiciones. Pero ojo, el sensible camino de la definición y el compromiso no admite concesiones, y exigen del artista conductas consecuentes. La misma que ha mantenido Silvio Rodríguez, por citar un ejemplo, quien desde la salida de su primera producción discográfica Días y Flores de 1975, nos ha regalado un arte puesto al servicio de una causa, sin reparar siquiera quién encabeza los top hits de las listas Billboard, en las cuales, seguramente, no ha siquiera pensado en incluirse. Yo también «creo» al igual que Baby Lores y que muchos cubanos, los cuales agradecemos infinitamente el buen arte hecho con sinceridad y al mismo tiempo identificamos y repudiamos la banalidad, la frivolidad y la mediocridad, aunque vengan disfrazadas de canciones. Gracias de antemano por aguantar la «descarga», mi mayor propósito además de mi compromiso con mi propio pensamiento, sería que estas líneas sirvieran acaso para inspirar algún trabajo de algunos de los miembros del colectivo sobre lo cubano en el arte. Se despide, BRYAN GUAL NAVARRETE Fac. Derecho, Universidad de La Habana UNA DE LAS PÁGINAS menos conocidas de las campañas militares del Lugarteniente General Antonio Maceo en el occidente del país durante la guerra del 95, fue la organización de una red de agentes mambises que penetró hasta el despacho del entonces Capitán General Valeriano Weyler, para conocer importantes secretos militares del ejército español. El patriota habanero Perfecto Lacoste fue el seleccionado por el Titán de Bronce para encabezar estos servicios que, además, incluían la obtención de armas y pertrechos militares para las fuerzas cubanas bajo el nombre de Junta Revolucionaria habanera, la cual, incluso, continuó funcionando después de la caída del jefe revolucionario el 7 de diciembre de 1896. Maceo y Lacoste se conocían desde la primera visita del prócer independentista a La Habana en 1890, y desde entonces previeron organizar el levantamiento popular en la capital y un sistema de información para auxiliar al Ejército Libertador en la guerra de independencia que se gestaba. En 1896 el panorama político en la isla se caracterizaba por la bancarrota de los sectores integristas y el alza de las ideas independentistas que ganaban adeptos en disímiles sectores de la sociedad habanera. La favorable situación política fue aprovechada por el joven Lacoste para obtener, en su amplio círculo de relaciones, informaciones de fuentes tan importantes como José Bruzón, político autonomista que gozaba de la confianza y amistad del propio Weyler, o de Alfredo Martín Morales, director interino del reaccionario Diario de la Marina, en cuya redacción se comentaban los acontecimientos políticos más importantes de la isla. Cooperaron además con Maceo, el presbítero Guillermo González Arocha, que ocupaba un alto cargo en el Obispado de La Habana, y el doctor Balbino González Pasarón, teniente auditor de guerra del ejército español, quien brindó informes de extraordinaria utilidad para la revolución. En la ciudad de La Habana también funcionaba, desde el 5 de enero de 1895, la Agencia General Revolucionaria de Comunicaciones y Auxilios, bajo las indicaciones de José Martí y del General en Jefe del Ejército Libertador Máximo Gómez, que contó con un importante grupo de agentes clandestinos, nunca descubiertos por la policía española y que era dirigida por el revolucionario José Pons y Naranjo, quien utilizaba el seudónimo de Agente General Luis, y que trabajó conjuntamente con la red creada por el Titán de Bronce. Ambas organizaciones realizaron complicadas operaciones para facilitar la salida al exterior de altos oficiales del Ejército Libertador para cumplir delicadas misiones en apoyo a la revolución, en la que resalta la entrada a la capital desde la manigua del General Rafael de Cárdenas, que lo hizo disfrazado de campesino en un carro para transportar leche y se embarcara por el vigilado puerto habanero utilizando una identidad falsa. Perfecto Lacoste. Oportuna información Lacoste trasladaba las informaciones –en ocasiones personalmente– a las tropas mambisas junto con periódicos extranjeros que reflejaban la causa cubana y el correo de la inmigración revolucionaria, lo que permitía que Maceo tomara sus decisiones asistido por una abundante información, con la que podía suplir la escasez de recursos bélicos que caracterizaba el campo insurrecto en el occidente del país. En marzo de 1896 el dirigente revolucionario nombró al Comandante Baldomero Acosta jefe del servicio de información en el oeste de La Habana, donde dirigía un destacamento de patriotas. La red de Acosta la formaron campesinos supuestamente neutrales, artesanos, taberneros, trabajadores asalariados, mujeres y hasta niños que además de informar el movimiento de las tropas enemigas y sus planes, proveían de alimentos y todo tipo de logística a las tropas cubanas. Esta organización territorial de los colaboradores secretos que se subordinaba a los jefes militares del Ejército Libertador en las respectivas regiones donde combatían, fue típica en nuestras guerras de independencia. Antonio Maceo selecciona también a la mambisa Magdalena Peñarredonda –residente en Artemisa– como correo, encargada de mantener la comunicación entre la ciudad y las tropas insurrectas, para lo cual tendría que burlar en varias ocasiones la trocha de Mariel, aparentando ser una ingenua joven que visitaba a su familia en La Habana. La mambisa llegó a tal grado de perfección en la tarea, que en ocasiones el propio general español, jefe de la línea militar, la recibía en su cuartel La mambisa Magdalena Peñarredonda. © archivo LECTURAS JORGE WEJEBE COBO general, sin sospechar que estaba en presencia de una hábil agente mambí. Las peripecias y peligros del trabajo revolucionario no eran nuevos para esta patriota. En 1893 ella tuvo que emigrar a Estados Unidos bajo amenaza de arresto por publicar en un periódico local un artículo independentista. Estando en ese país, se vinculó a José Martí. Él le dedicó uno de los tomos de la primera edición de los Versos Sencillos. Las redes mambisas extendieron sus acciones hasta las propias narices del Estado Mayor español por medio del joven Emilio Carrera Peñarredonda, primo de Magdalena, que trabajaba en el Palacio de los Capitanes Generales y de allí sustrajo los planes del ejército de operaciones español en Pinar del Río, donde se batía la columna invasora de Antonio Maceo, lo que le facilitó infligir severas derrotas a las tropas coloniales muy superiores en hombres y armamento. Después de esta temeraria acción, el agente, burlando la persecución de la policía española, se incorporó a las tropas cubanas y alcanzó el grado de capitán. Uno de los servicios más importantes de la red mambisa se efectuó en el propio año 1896, en ocasión de encontrarse Maceo en la zona de la playa de Baracoa, al oeste de La Habana, donde se aprestaba a bordear la costa para caer por sorpresa sobre Marianao y realizar un ataque que estremeciera los cimientos del poder español en la isla. En esas condiciones, mientras libraba un encuentro con las tropas españolas en la zona, recibió un mensaje urgente de Lacoste comunicándole que los servicios de información españoles conocían sus planes, al parecer por indiscreción de algunos combatientes; y tropas enemigas superiores en número lo esperaban convenientemente emboscadas al oeste de la ciudad, LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 5 Antonio Maceo y Grajales. © archivo © archivo Agentes secretos de Maceo mientras que una fuerte columna de caballería e infantería de más de 2 000 hombres se dirigía a marcha forzada para envolver a los mambises por la retaguardia con la misión de cercarlo entre el mar y la emboscada española. La oportuna alerta de sus redes de información permitió a Maceo cambiar el rumbo e iniciar una contramarcha frente al enemigo que se aprestaba a cerrar la mortífera trampa, así frustraba los planes de destruirlo en las planicies del oeste de La Habana. El estudio de la guerra secreta librada por los combatientes clandestinos contra el colonialismo español en la guerra del 95, revela acciones de heroísmo de hombres y mujeres anónimos que fueron convocados y organizados principalmente desde antes del inicio de la guerra por los máximos dirigentes revolucionarios que supieron prever la gran importancia de la lucha clandestina para secundar las acciones del ejército mambí. CM fuentes Franco, José Luciano. Antonio Maceo, apuntes para una historia de su vida. t. III, pp. 38–39, 41–42, 120–121, 166. García Galán, Gabriel. Magdalena Peñarredonda y Doley (la delegada). Síntesis biográfica para escolares. Fondo Biblioteca Nacional. Guerra, Ramiro. Historia de la Nación Cubana, tomo VII. Portillo, Lorenzo. «Perfecto Lacoste», Revista Cuba y América, 20 de octubre de 1899. Rodríguez de Cuesta, Vicentina Elsa. Patriotas cubanas. 2da. edición corregida y aumentada, Pinar del Río, 1952. Rodríguez La O, Raúl. Los Escudos Invisibles. Editorial Capitán San Luis, 2003. AGOSTO, 2009 6 H. ROMO SIGLER SU POTENTE VOZ, cual descarga eléctrica, nos llega sin interrupción, todas las noches, hace 44 años. No es posible concebir las transmisiones beisboleras sin escuchar, como carta credencial que nos imanta, la célebre frase de: «un saludo tengan todos». Con ella, y otras muchas locuciones, ha marcado un estilo en la narración deportiva insular. Aunque no comenzó en la actividad del músculo, tenía claridad absoluta de que se dedicaría a ella por entero. Los pininos iniciales los hizo declamando, en la radio, poemas de Neruda y Buesa. El sonido que surcaba el éter, entonces, impedía revelar la juventud de quien hablaba tras los micrófonos. Permanecer tantos años como analista de uno de los mayores espectáculos culturales del país, la pelota, ha vuelto familiar su presencia para la mayoría de los cubanos. En definitiva, ¿cuántas veces en nuestros hogares, campamentos agrícolas, unidades militares, terminales o instituciones médicas nos hemos adentrado en eventos cruciales mediante sus descripciones? O ¿cuánta alegría nos ha provocado oírlo pronunciar, sobre los rivales, que el bateador en turno «está dominado»? Sin embargo, paradójicamente, muchos lo recuerdan por un comentario no vinculado al béisbol. Sin duda, su narración de la carrera de Juantorena, en la final olímpica de Montreal 76, es uno de los grandes hitos de todos los tiempos de América Latina en la materia. Aquella tarde, mi entrevistado logró que millones de personas se pusieran de pie para triunfar «con el corazón» junto al Elegante de las Pistas. En cuestiones de pelota es quizás uno de los artífices de la palabra más preparado e informado del continente. Está al tanto de todo lo que ocurre en el panorama universal vinculado a las bolas y los strikes. las ligas invernales del caribe, los torneos asiáticos y las competencias en norteamérica son para él fuente permanente de estudio, con el propósito de profundizar los conocimientos sobre el deporte con más estadísticas y situaciones diversas que existen. Al punto, afirma «que hay que legislar, en ocasiones, a partir de jugadas que nunca antes se habían dado». Independientemente de estar envuelto en los ajetreos del tope de confrontación entre la preselección nacional, agrupada en los elencos de Occidentales y Orientales, acogió con agrado la propuesta de LA CALLE DEL MEDIO para dialogar. Su esposa Xiomara y su hijo Héctor ayudaron, gentilmente, a que el encuentro se produjera. Al llegar a la cita concertada revisaba, en la computadora, los resultados del campeonato. Le quedaban menos de dos horas para darnos las buenas noches desde la cabina, pero nada impidió que contestara las interrogantes con elocuencia. ¿Cómo y cuándo se inicia en la locución? En el año 1964, mientras estudiaba en el Instituto de Ciego de Ávila, comienzo a declamar poemas en «Radio Cuba». Los compañeros me embullaron y me puse a leer textos de Neruda, Buesa, Baudelaire, Rimbaud, y muchos otros. ¿Qué le motivó a relacionarse con la actividad física, si se desempeñaba en la esfera cultural? Me gustaba lo relacionado con el deporte, de toda la vida, especialmente las cosas de la pelota. Al venirse abajo el viejo sistema que existía e iniciarse una etapa organizativa en todo el país, me plantean sumarme a las emisiones radiales del conjunto provincial, lo que acepté en el acto. No me fue difícil porque desde pequeño seguía las competencias, conociendo las características distintivas de los jugadores de la época. ¿En qué circunstancias se traslada a la capital? Era una etapa de extraordinario dinamismo. La Revolución generaba transformaciones económicas de gran peso y aportaba nuevas opciones de crecimiento espiritual, acordes con nuestro ideario de justicia e igualdad social. Se trabajaba sin descanso con el objetivo de ir construyendo una nación diferente, defendida también por otro tipo de ciudadano. Lo que el Che denominó «el hombre nuevo» en aquel ensayo mundialmente conocido como El socialismo y el hombre en Cuba. En ese contexto se decide expandir las competencias de béisbol, aumentando de 6 a 12 los equipos, lo que obligó además a formar, aceleradamente, un mayor número de narradores para llevar las incidencias del torneo a todo el país. Así es que vengo para La Habana, a finales de 1966. ¿Se incorpora de inmediato al curso convocado en el Instituto de Cultura Física «Fajardo»? Sí, esa fue la solución que se encontró para preparar de manera emergente, como decimos hoy, a compañeros que de una forma u otra estábamos vinculados con la actividad. Matriculamos, entre otros, Roberto Pacheco, Ramón Piti Rivera, Julio César Bayard, y René Calama. El programa que se diseñó fue muy productivo, nos permitía sistematizar conocimientos que teníamos e incorporar una visión cualitativamente superior de esta disciplina. Te repito, era un período de lucha intensa en el plano ideológico, y continuamente se producían atentados y sabotajes perpetrados por bandas y grupos financiados por la CIA. En una ocasión trataron de quemar el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), con un gran fuego en el décimo piso. Al mismo tiempo, resultó impostergable sacar a un grupo de comentaristas con posiciones contrarrevolucionarias. Los medios de difusión no podían estar en manos del enemigo. © laz GENTE LA CALLE DEL MEDIO La pelota es sagrada ¿Cuál fue su primera responsabilidad? Me colocaron como suplente de Boby, Rubén, Eddy y de Ealo, que hacía análisis para la televisión. En 1968 me quedo fijo por Juan, cuya salud le impedía laborar diariamente. Eddy, que había sido locutor comercial y de otros géneros, permaneció en la pelota que era lo que prefería. Boby trabajaba con él en la radio, en esos momentos el medio más importante debido a que no existían, en la mayoría de las casas, telerreceptores. Rubén y yo salíamos por el Canal 2 cubriendo totalmente las incidencias de la Serie. En eso ha existido invariablemente una definición. Nuestros dirigentes, amantes del béisbol, comprenden lo que este significa para el pueblo. Me atrevo a decirte, después de tantos años, que en ese sentido la pelota es algo sagrado. ¿Qué diferencias esenciales hay entre un columnista de prensa plana, un comentarista televisivo y uno radial? La radio es descriptiva. Te identifican por tu voz. En la televisión tienes que ser más analítico, adornando lo que la gente ve. Eres esclavo de la imagen. La prensa escrita posee más tiempo. Puedes echar atrás el error, porque te auxilian el corrector de estilo, el jefe de página, el editor y hasta el director. En la televisión tus equivocaciones se propagan a la velocidad de la luz. Después que las cometes, no hay manera de enmendarlas. El impacto de la televisión en el mundo contemporáneo es incalculable. Al extremo que en muchos países consideran que lo que no se divulga por ella, en realidad no ocurrió. La Olimpiada de Montreal en 1976, por diversas razones, fue excepcional. Hábleme sobre ella. Era ya un momento de consolidación porque contábamos con el satélite soviético Sputnik. Desde el punto de vista tecno- lógico resultaba extremadamente engorroso armonizar el sistema, debido a que la imagen viajaba de Canadá a Praga y desde allí a La Habana. La voz, por su parte, venía directo desde Montreal hasta Cuba, lo que hacía que llegara antes, provocando lo que se conoce como diley. Hoy esto no constituye problema, a partir de que disponemos de equipos que solucionan esa dificultad, pero en 1976 no era así. Para resolver esa contradicción, cuando iba a salir hacia la sede, me plantearon quedarme aquí, para desde el estudio central desarrollar las transmisiones acorde con la recepción de la señal. Eddy, Diego, Piti y Salamanca sí participaron con el afán de reportar los eventos por radio. Le tocó una especie de maratón, similar a los Panamericanos del 91. Exactamente, con la diferencia de que en La Habana estaban nuestros compañeros en las instalaciones. En el 76 era yo solo desde la cabina comentándolo todo en vivo. ¿Cómo fue la descripción de la carrera de Juantorena? Estaba absolutamente seguro de que ganaría. Vi sus presentaciones en eliminatorias y semifinales y no tenía la más mínima duda de que iba a triunfar. La final se produjo el 25 de julio, víspera del aniversario del asalto al Moncada. En toda Cuba existía una expectación tremenda. El pueblo tenía cifradas grandes esperanzas en esa prueba. En el estudio no se hablaba de otra cosa. Viví cada segundo como si estuviera corriendo junto a él. Muchas personas me han dicho que a ellos, con mis comentarios, les pasó igual. Esa es la mayor satisfacción en mi trabajo. Si lo que expresamos logra tocar las fibras del corazón, nos sentimos reconfortados. En otros lugares se funciona con códigos diferentes. Aquí es importante la cuestión técnica, que recreamos mediante la palabra, con todos los valores que implica ser exponente de un proceso social de tanta dimensión. ¿Cómo recuerda cada uno de los Juegos Olímpicos en los que ha participado? Moscú 80 tuvo gran colorido y fue un éxito rotundo a pesar del boicot norteamericano. Desde el punto de vista de la divulgación, aplicamos los adelantos más sobresalientes de ese momento. Barcelona 92 resultó, sencillamente, fenomenal. Todavía se habla de ella. Los catalanes fueron magníficos anfitriones. Para los cubanos es una competencia inolvidable, porque reaparecimos en el concierto olímpico después de 12 años y por alcanzar la más destacada actuación en estas citas, se obtuvo 31 medallas, 14 de ellas de oro. Atlanta no estuvo a la altura de lo que se esperaba. Su elección fue desastrosa, pues se debió festejar el centenario en Grecia. El estallido de un avión de la TWA y la explosión de una bomba en un parque, hicieron que se redoblaran las medidas de seguridad. En ocasiones había más policías a caballo que público. Sydney y Atenas, cada una con su sello, cumplieron con sus objetivos, brindándoles a los espectadores un espectáculo hermoso. Beijing es, literalmente, insuperable. Ha sido la oportunidad en que más se imbricó todo el pueblo en la organización. Ni campañas mal intencio- útil a nivel internacional, en la medida en que dispongamos de información actualizada. Del pitcher coreano que nos ganó en Beijing no teníamos referencia. Me preocupé desde que los comentaristas de ese país nos explicaron que poseía gran control. No era un lanzador de 95 millas ni nada por el estilo. Si hubiera sido un escopetero no me habría alarmado. Al final nos confirmó que sin datos sobre el rival estás en franca desventaja. Igualmente nos ocurrió en el partido en La Habana frente al Baltimore. Le dimos la base a J. B. Surjoj, para trabajar a Harold Baines, que tenía 270 de average. La dirección técnica, sin embargo, desconocía que después de la sexta entrada era muy efectivo y promediaba más de 300. He hecho, de la búsqueda sobre aspectos cardinales derivados de cualquier liga, hábito insustituible. Devoro Baseball America, catalogada la Biblia de la pelota, Sports News, y cuanta publicación cae en mis manos. Ahora todo es más fácil a través de Internet. Usted es un defensor constante sobre el reconocimiento que debe dárseles a los árbitros. ¿Cómo cataloga el trabajo de ellos? Muy bueno. Son profesionales e imparciales de verdad. Están capacitados para laborar en cualquier sitio. Nos ha faltado darles la connotación social que merecen. Son compañeros a los que, desde que pisan el terreno, les gritan improperios. Los conozco que, estando enfermos y con problemas personales, no dejan de cumplir con su trabajo. Sin ellos no hay ninguna competencia. Veo correctamente que en los últimos tiempos descansen en edificaciones separadas de los peloteros. Sé que la escuela de Santa Clara ha graduado un número significativo de umpires –incluida Yanet Moreno, la primera mujer en desempeñarse en nuestro evento principal– y que se trabaja, además, desde la Comisión Nacional para elevar la preparación de los árbitros. En oportunidades los atletas se sienten insatisfechos con la labor de la prensa. ¿Qué opina sobre eso? No es ocioso reiterar que los primeros y constantes inconformes con el trabajo somos nosotros. Cuando algo sale mal nos ponemos como ellos: no dormimos ni queremos comer. Me parece, por otra parte, que somos muy hipersensibles porque nos falta cultura de la crítica. Es como si, para algunos, exclusivamente existieran los elogios y ese, sin discusión, no es nuestro papel. Otros creen que la única tarea de un periodista es describir, mecánicamente, las incidencias técnicas sin hacer valoraciones y análisis. Esa tampoco es la encomienda de los profesionales de la prensa. Quizás en esto vale aquella idea de que «zapatero a su zapato». A cada uno nos corresponde un rol, cuyo denominador común es que nos debemos al pueblo. GENTE Héctor Rodríguez junto a Iván Pedroso, campeón olímpico y mundial del salto largo, y Sergio Ortega, comentarista deportivo. Tengo la impresión de que nos hemos acostumbrado a un periodismo muy benévolo. Tenemos que entender la crítica en su dimensión constructiva. He tenido momentos de todo tipo. Hay una excelente entrenadora que todavía menciona un comentario mío en una carrera de relevo desastrosa en la que intervino antes de retirarse. Otra vez alguien, no sé cómo, supuso que por las opiniones dadas en la transmisión acerca de que los bateadores estaban esperando el primer lanzamiento –todo el mundo veía que le abrían con strike– favorecíamos al equipo contrario. Tuve, después de indignarme, que reírme. No concebía que hubiera personas capaces de subestimar de esa manera la inteligencia y preparación de nuestros técnicos. Por suerte hemos contado, en todo momento, con el apoyo incondicional de la máxima dirección del Partido que ha señalado, diáfanamente, que no dejemos de abordar con amplitud cualquier arista concerniente al deporte. ¿Cómo recuerda a Bobby Salamanca? Como un cubano jodedor dotado de inteligencia extraordinaria. Muchos no saben que sólo tenía vencido el quinto grado. En la prensa plana marcó una época con sus crónicas «Ocurrió en el Estadio», una joya del periodismo y lo mejor que se ha escrito en un diario, sin miramientos, sobre béisbol. Su sintaxis era brillante. Hizo un año televisión, pero en realidad era narrador de radio. Su estilo inigualable para crear lo convirtieron en una personalidad escuchada y querida en los hogares cubanos. La juventud tiene que conocerlo más. ¿Y a Eddy Martin? Como alguien inseparable en múltiples batallas. Fue un profesional formidable. Compañero y amigo que contribuyó con su magisterio a formar a decenas de locutores en el país. Era puntilloso en cuanto a recordar pasajes ocurridos hace prácticamente un siglo. Un historiador de la pelota, en toda la dimensión de la palabra. En la actualidad extrañamos sus anécdotas sobre los jugadores de antaño. Dejó un vacío muy grande para la descripción. En pocas palabras, lo tengo presente como un hombre intachable, que incluso estuvo detenido cuando la Huelga General del 9 de abril de 1958. Fue además, unido a Manolo Ortega, el presentador inicial del Noticiero Nacional de Televisión (NTV) y participó en la cobertura de innumerables acontecimientos políticos, de primerísimo orden, junto a la dirección de la Revolución. Los miembros de la Redacción Deportiva le estaremos eternamente en deuda. LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 7 © cortesía del entrevistado trabucos. Me vienen a la mente, sin vacilación, Casanova, Víctor, Pacheco, Omar, Anglada, Urquiola, Capiró, Kindelán, Marquetti, Muñoz, Lourdes, Germán, Medina, Juan Castro, Ulacia, Chávez, Wilfredo, Isasi, Rosique, Vinent, Alarcón, Rogelio, Julio Romero, Valle, Changa y Tati Valdés, entre cientos de nuestras luminarias. ¿Cuál es su análisis sobre lo ocurrido con el béisbol en Beijing? En China la pelota estuvo bien, demostrando, por enésima vez, su valía. Discutimos el oro y caímos en el noveno capítulo con dos outs. Para mí el problema fundamental radicó en que la dirección del equipo se desconcertó, al perder con Corea del Sur durante el calendario regular. Ese era un choque de puro trámite, que no decidía absolutamente nada porque ya estábamos clasificados. De corazón pienso, y así se lo dije a varios compañeros allí, que no había que alterar la alineación. Sentamos a Malleta y sacamos a Yuliesky y Despaigne de donde estaban, innecesariamente. Estos cambios fueron precipitados. El que peor se encontraba era Giorvis, y a lo mejor cabía poner a Urgellés por él. Solamente eso. Mandar a Olivera hacia primera es expresión de la confusión por la derrota sufrida en un solo partido. En competencias extremadamente complejas no se puede improvisar. La dirección se vio presionada y esto es fatal. Exactamente pasó lo mismo cuando en Sydney caímos cerradamente frente a Holanda, y con el objetivo de ganarle en la clasificatoria a los norteamericanos, pusimos a quien debía pitchearle en la final. En el cruce, contra Japón, tuvimos entonces que colocar al primer lanzador del staff. En resumen, alteramos la rotación y ahí se nos escapó la victoria. Coincido contigo ciento por ciento. En el partido decisivo nos sacaron a Ben Shett, estrella en los últimos años con los Cerveceros de Milwaukee, al que no habíamos visto y nos dominó. Ese ha sido uno de los desafíos más estresantes que he narrado. Traté todo el tiempo de dar ánimo, pero ningún atleta es mago, como infelizmente cree en ocasiones el público. ¿Y qué lectura hace sobre los resultados en el II Clásico? No estuvimos mal pues sólo perdimos dos veces con el campeón. Creo que lo primordial fue que llegamos con problemas que persisten desde el 2006. Nuestros técnicos no conocen a los rivales. Pienso que, desde ese ángulo, estamos trabajando empíricamente y con facilismos no podemos permanecer en la cima. Por otra parte considero que, independientemente de lo difícil que resulta, tenemos que esforzarnos por topar más. Para los cubanos cualquier competencia implica, debido a la política imperial diseñada para robarnos a los atletas, un desafío adicional; pero en el deporte –como en nada– jamás hemos rehuido ningún reto. Resulta impostergable organizar, después de la Nacional, un torneo donde se concentre la calidad que nos permita elevar el techo de nuestro béisbol. Este tope de 18 partidos es un buen intento, pero hay que ir más allá, buscando el rigor, con creatividad y sin fórmulas preconcebidas. ¿Cree entonces que conocer más a nuestros adversarios continúa siendo una asignatura pendiente? Sí, en ese sentido, nos falta camino por recorrer. Todavía no conocemos suficientemente a los contrincantes. Ellos, por su parte, realizan un seguimiento constante de los atletas cubanos más destacados. Saben de memoria sus virtudes y dificultades. Con la adopción ahora del software de los estudiantes de la Universidad de las Ciencias de la Informática (UCI), contamos con un instrumento que nos será muy © cortesía del entrevistado nadas, ni mentiras fabricadas, ni el terrible terremoto en Sichuán, tres meses antes, impidieron que el 8 del mes 8, del 2008, a las 8:08 de la noche, el mundo entero presenciara la que se cataloga como la ceremonia más impactante. El Nido de Pájaros, el Cubo de Agua, el Velódromo de Laoxiant y el resto de las instalaciones construidas, combinaron los requerimientos técnicos con diseños bellísimos, en plena sintonía con la protección medioambiental. Con China hay un antes y un después. Londres, y la ciudad que se elija en octubre de este año en Copenhague, llevarán a cabo eventos destacados, pero no superiores a Beijing. Volviendo al béisbol, ¿qué competencias le han resultado más difíciles a la hora de narrarlas? El juego contra los Orioles, aquí en La Habana, y el I Clásico Mundial. En ese partido en el Latino existía gran tensión. Era la primera vez que un equipo amateur se enfrentaba a un elenco multimillonario de las Grandes Ligas estadounidenses. En el exterior, para algunos, había dudas sobre nuestra calidad. Después de la visita al Camden Yard terminaron las especulaciones. Con el Clásico, de alguna manera ocurrió lo mismo. Además, esta vez, en Cuba, muchos no estaban seguros sobre nuestra actuación, a partir de que el resto de los conjuntos estaban conformados por verdaderas estrellas profesionales. Luego del triunfo sobre Panamá las cosas comenzaron a cambiar. ¿Y Parma? Inigualable en cuanto a la alegría que produjo el éxito, frente al mejor equipo que había reunido Estados Unidos antes del que presentaron al I Clásico. Narré el jonrón de [Lourdes] Gourriel hace 20 años. No era un muchacho y había vivido ya grandes momentos, pero ese torneo tuvo implícita una carga emotiva excepcional. ¡Qué clase de victoria! ¿Qué considera que debe mejorar en la Serie Nacional? Nuestros torneos tienen una calidad reconocida mundialmente. Desde su surgimiento ha sido ella la cantera para integrar las nóminas que se han impuesto en cuanta competencia se ha convocado. Actualmente lleva varios años con una estructura estable, en relación con su extensión, lo que le proporciona solidez. Pienso que lo principal es continuar mejorando el espectáculo. El bloqueo aquí también nos lastra debido a que cualquier propuesta está asociada a inversiones cuantiosas, que sólo en la medida en que avancemos económicamente, podremos ejecutar. En ese sentido cuánto ayudaría, por ejemplo, instalar pantallas gigantes en los estadios principales, o que pudiéramos acceder, permanentemente, a boletines especializados con estadísticas y otros temas técnicos. La recuperación de la gastronomía es ya visible en todo el país y contribuye decisivamente al empeño fundamental. Si logramos que las plazas se llenen, como sucede en los play off, estamos multiplicando la salud de nuestro pasatiempo. En cuanto a las transmisiones nos falta tecnología. Qué no haríamos con el prestigio de nuestros camarógrafos y equipos de postproducción, que han sido contratados para ejecutar la pelota en varias olimpiadas y juegos panamericanos. Hay adelantos que permiten elevar la calidad de la imagen con los que todavía no contamos. En estos 50 años ha visto a todos los peloteros cubanos. Si le pidiera que, de los que no están en activo, conforme una selección, ¿a quiénes incluiría? Indiscutiblemente esa es la pregunta más difícil, pero asumo el reto con la seguridad de que pueden hacerse, con nuestras estrellas, en unos minutos, 10 verdaderos Junto a Eddy Martin. Con respecto a la pelota, ¿qué es lo que más desea? Ver los estadios abarrotados y que existan más implementos en todos los municipios. Sería una maravilla inundar nuestras cuadras y campos con bates, pelotas, guantes, raquetas, judoguis, etc. Cuando un muchacho acude a una instalación deportiva, le quitamos una cama a la cárcel. Llevamos la actividad física en la sangre y la Revolución convirtió esa vocación en un derecho. Hacia el futuro nos corresponde mantener el prestigio ganado a lo largo de estas cinco décadas. CM A CARGO DE ARES Y ZARDOYAS MA EN EL MEDIO DE LA CALLE Villamil LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 8 HUMOR foráneos Mohammad Ali Khalaji | irán El que no cría sueños cría vicios. Ni el bruto medita ni la rana canta. El secreto es un trueno enano. SAMUEL FEIJÓO HUMOR NÚMERO 16, Agosto 2009 Esta Ubre 16 cuenta con la colaboración acostumbrada de Yaimel, Paneque, Charli, Ramsés, Villamil, Rosell, Ares y Zardoyas, además de nuestro invitado foráneo, un joven caricaturista iraní de singular estilo, Mohammad Ali Khalaji. Inauguramos también un merecido homenaje a Samuel Feijóo, escritor multifacético y prolífero, artista plástico y gran estudioso del folclore cubano, en el 95 aniversario de su natalicio. iam CHÓN EN EL MEDIO DE LA CALLE LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 9 © zardoyas LECTURAS LA CALLE DEL MEDIO Descubriendo el aura tiñosa AGOSTO, 2009 10 ANTONIO RODRÍGUEZ SALVADOR ME PREGUNTO por qué solemos despreciar al aura tiñosa, si en definitiva es un pajarraco tan prieto, cabecipelado y carroñero como el cóndor. Sin embargo, cóndor se llama una moneda de oro puro, equivalente a 0 pesos en Colombia y Chile. Y la Gran Cruz del Cóndor de los Andes es una condecoración que el gobierno boliviano otorga a hombres y mujeres ilustres. Y vemos el cóndor en apellidos de patriotas: José Gabriel Condorcanqui (Tupac Amaru); y en alevosas operaciones militares: lo mismo en la tristemente célebre Legión Cóndor nazi que bombardeó la aldea de Guernica, que en la no menos amarga Operación Cóndor, todavía en el dolor de muchos latinoamericanos. En fin, por qué despreciamos al aura tiñosa y, en cambio, magnificamos al cóndor. Tanto, que el cóndor aparece en una ópera de Carlos Gomes, y en una escultura de Marina Núñez del Prado, y en un óleo de Alejandro Obregón, y en una novela de Gustavo Álvarez Gardeazábal… Y, por supuesto, en películas: Sangre de cóndor, del boliviano Jorge Sanjinés; o Alsino y el cóndor, del chileno Miguel Littín, o aquella muy famosa, Los tres días del cóndor, un clásico de Sydney Pollack, con Robert Redford. Mas, qué pensaría usted, lector, si de pronto le comunican que sus méritos serán premiados con la medalla del aura tiñosa; o si su jefe dice que va a pagarle el sueldo con algunas auras tiñosas; o si en el día de su cumpleaños los amigos le regalan un aura tiñosa de cerámica. Y por qué ocurre esta discriminación, si ya vimos que no es por su plumaje funerario, ni porque gusta usar como restaurante los sepulcros, ni por su cabeza calva y colorada. Alguno dirá: es que se le ve como emisaria de Olofi; pero sucede que en varias culturas originarias de América también el cóndor es mensajero de la muerte. Sin embargo, cuando al cóndor le aprieta el hambre, no es raro que ataque a animales domésticos, algo que jamás haría el aura tiñosa. Es más, el aura tiñosa realiza una importante labor de saneamiento: se ocupa de limpiar de carroña las zonas pobladas; algo que no hace el cóndor: ¿a quién Domingo Alfonso A. A. G. EL POETA DOMINGO ALFONSO nació en Jovellanos, Matanzas, en 1935. Se graduó de arquitecto en la Universidad de La Habana en 1969. Dentro de su ya larga obra poética se encuentran títulos fundamentales de nuestra lírica más reciente: Poemas del hombre común (1964), Historia de una persona(1968), Libro de buen humor (1979), Esta aventura de vivir (1987) y Vida que es angustia © archivo INCLUYE POEMAS DE... le molestaría una peste de animal muerto en la cumbre de una montaña? En fin, lector, tan importante es el trabajo del aura tiñosa que, sin ella, probablemente los cubanos hubiéramos demorado siglos en tener ciudades. Parece exagerada esta afirmación, pero, si acudimos a las diversas relaciones de obispos –que dejaron constancia de cómo era la vida en la isla durante el siglo XVI– descubrimos que cuatro de las primeras villas fundadas por el adelantado Diego Velázquez debieron mudarse de sitio al ser invadidas por las hormigas. La base alimentaria de los indígenas taínos era muy pobre y, en consecuencia, se generaban escasos desechos; pero junto con el colonizador español llegaron también el cerdo, el caballo y el ganado vacuno, y así también crecieron los niveles de desperdicios. La comida abundante hacía crecer excesivamente las poblaciones de hormigas, las cuales no sólo llegaron a · la maravilla de la perla · Para Aitana Alberti (1998), entre otros. Poemas suyos han sido incluidos en importantes antologías de poesía cubana publicadas dentro y fuera de la isla. Dueño de una obra poética que ha merecido encomiables comentarios de reconocidos críticos cubanos, varios de sus poemas han sido traducidos a no menos de una decena de idiomas. Es además autor de la letra y la música de más de ciento cincuenta canciones y boleros. Los textos que aquí presentamos pertenecen a un libro inédito. Necesito los sueños para escribir Suspiro por el milagro que me convierte en otro dejándome ver en medio del relámpago la maravilla de la perla oculta ante mis ojos por la tiniebla diaria de nuestra vida cotidiana invadir casas, sino hasta a devorar bebés en sus cunas. En esa época no había auras tiñosas en la isla: los cronistas de indias no mencionan su avistamiento en ninguna de las grandes Antillas, y sólo llegó a Cuba a finales del siglo xvi –se conservan dos fémures que datan de la primera mitad del siglo xvii; son estos los restos fósiles de aura más antiguos en la isla. Pero, ¿qué pinta la tiñosa en la fundación de las ciudades cubanas? Bueno, pues que sin ella este país hubiera sido un infierno de hormigas. Hubiésemos estado mudando villas de un lugar a otro hasta que se inventara el insecticida. Como si fuésemos tribus nómadas, La Habana hubiera pasado de cerca de Batabanó, lugar donde fue fundada, hasta la bahía donde hoy se asienta, y luego quizá la hubiesen trasladado a Matanzas, y de ahí quién sabe si ya estaría por Cienfuegos o Trinidad. En fin, volvamos a la pregunta: ¿entonces por qué despreciamos al aura tiñosa y, por el contrario, magnificamos al cóndor si, en definitiva, ambos son igualmente buitres? He estado buscando analogías para explicármelo, y quizá le pasa como al capitalismo: hay uno rico y otro pobre; uno celestial y otro demoníaco, y, en definitiva, ambos también son buitres. Sin embargo, más que demonizada, la mayoría de las veces el aura tiñosa es simplemente ignorada; algo que también sucede con el capitalismo del sur: una vergüenza para la familia. Y tanto como este, ni derecho tiene a globalizar su nombre. Por ejemplo, si quiero que diversos lectores de diversas geografías hispanohablantes puedan entender qué diablos es un aura tiñosa, debo aclarar primero que es un ave semejante al gallinazo, al zopilote, al zamuro, al urubú, o al jote de cabeza roja. En cambio, el capitalismo del norte da la impresión que es el único capitalismo que existe, y en consecuencia es propuesto como símbolo de poder y majestuosidad: un superhéroe manso, e incluso romántico como la balada de Simon y Garfunkel: El cóndor pasa. En realidad, el capitalismo del norte usa como un símbolo un águila –no un cóndor–, pero da lo mismo: el águila es también un pajarraco prieto, vive de la rapiña y es pariente del buitre. Y vea usted, no por eso dejan de dedicarle homenajes, películas, novelas; espacios y más espacios en la prensa, en Internet, en la televisión… Tanta es la apología mediática que, si no lo viésemos siempre posado sobre cadáveres, parecería santo. CM · bienvenidos los fabricantes del odio · Bienvenidos los fabricantes del odio con su cesta de puñales al hombro derramando veneno sobre los jazmines y las aceras destilando hiel a cántaro lleno sobre nuestras espaldas y rostros Bienvenidos los traficantes del ácido mundial (casi en el territorio del Maligno) a punto de quemarse con el fuego de los aviones a chorro Bienvenidos; porque apreciamos ese llanto del recién nacido en salas de la tímida aurora y la caída de hojas de los almendros no nos aburre y el vientre flácido de la anciana madre, encorvada por los años nos resulta santo: como sexo de novia Bienvenidos los que pisotean la humildad / y enturbian la calma de nuestros hogares porque nos hace identificarlos y apreciar en la sal de una lágrima el toque de ternura que nos impulsa a querernos un poquitico más. CM Un zoom a Zumbado Riflexiones I y II (1980 y 1985), que recogen en dos tomos, 91 artículos de la sección del mismo nombre que publicó en la edición dominical de Juventud Rebelde entre los años 79 y 81. Amor a primer añejo (1980), colección de 8 cuentos, entre ellos el que le da título al libro. The American Way (1980) son artículos que fueron publicados entre 1970 y 1972 a través de la Agencia Prensa Latina, en los que satiriza diversos temas de la sociedad norteamericana. ¡Esto le zumba! (1981), donde están reunidos 26 cuentos, entre ellos los de Amor a primer añejo. Prosas en ajiaco (1984), que contiene artículos de carácter publicitario, crónicas de viaje, críticas, sketchs, poemas, entrevistas realizadas a él, cartas de amor y minicuentos. Nuevas Riflexiones (1985), con 38 riflexiones. Kitsch kitsch, bang bang (1988), donde hay un ensayo sobre el kitsch que contiene una frase genial que cito: «el mal gusto es el buen gusto de la gente de mal gusto». Perfume y olor (1998), edición que reúne sus poemas, la mayoría publicados anteriormente. El trabajo de Zumbado, aun a la distancia de los años, impresiona por la sagacidad con que penetra en los resquicios del entorno social. En efecto, su obra es un lúcido examen de la sociedad cubana a través del humor y una crítica certera a sus imperfecciones. El espectro de temas que abarca es amplio, pero es posible señalar algunos blancos de sus disparos, que se desplazan desde el costumbrismo hasta la sátira más aguda, en un derroche de gracia, ingenio y fina ironía: • La burocracia. Este es su tema preferido, según propia confesión. Ahí están: «Solicitud de personal», «Ajedrez para Morfeo», «Mmm... ¡qué curioso!», «Las burocratiadas», «Lo difícil de nacer». • Los medios de comunicación. Aquí se incluye la televisión, el cine, el teatro, el libro: «La inocencia de la tele», «Para bostezar», «Triángulo de poliéster», «Entre col y col, pechuga», «El Noble». • El amor: «Cartas de amor», «La joyita», «Amor a primer añejo», «El ligue», «Conversación con Cupido». • Los vicios de la conducta social: «Ausencio», «Timoncio», «La desconservación», «Los decibeles criollos», «Los arboricidas». • La ineficiencia en los servicios: «Llanto por el cambio de turno», «La croqueta», «Cafencuesta», «El tubo de pantalla», «El guaguabol», «Cómo el queso se convirtió en helado». • Hechos de carácter político: «El error», «Seis humoristas en Angola», «¡De pie!», «El rescache». • La chabacanería: «La letra perfecta», «No to er mundo canta ni televisa güeno», «Chapucio» y en especial el ensayo «Kitsch kitsch, bang bang». El arte humorístico de Zumbado es la intención seria de decir cosas serias con una sonrisa, y es ahí donde revela un modo propio en el que mezcla, con la misma exactitud de un trago, su vasta cultura con el habla popular, dándonos un producto asequible a todos. Los textos de Zumbado nos llegan palabra por palabra, así, llanamente. Nos divierten y hacen pensar; nos advierten de la profundidad y alcance del tema que trata, e invitan a la reflexión, sin acudir a palabras rebuscadas, a aquello que con tanta mordacidad llamó «helicrítica» –porque tal parece que es hecha desde un helicóptero, inaccesible, y con todos los medios de la «Teoría de la Incomunicación». Sin pretender hacer un exhaustivo estudio de la zumbaescritura y la zumbaestética, es posible señalar algunas regularidades que se observan en una primera aproximación, algo así como un primer hervor al asunto. Estas son: • El uso combinado de lo más popular de lo popular y lo más culto de lo culto, gama en la que Zumbado se mueve con la misma agilidad de un gamo. • La utilización del juego de palabras como recurso cómico, que, dicho sea de paso, utilicé en el párrafo anterior –por si no se percataron. • Comenzar con una explicación rigurosa, valedera, del argumento, para después caer, sorpresivamente y de lleno, en el discurso humorístico. Lo culto y lo popular. Veamos cada una de ellas. Un ejemplo de cómo recoge la forma en que habla la gente y lo liga con la cultura universal, es esta décima titulada «Para otra Marieta que estudia inglés», y dice: I say you que I love you porque because sé well bien que perhaps, maybe, también, quizás tú me love me too. And I say you: oye tú, I am Romeo y la rosa. Please, Marieta marvelousa, Te lo digo very near, whithout miseria, my dear, please, please ponte pa‘las cosas. Los juegos de palabras. Zumbado es un experto en el uso de los juegos de palabras. A veces lo aplica desde el mismo título. Por ejemplo: «Jugo, que diga, juego de palabras», «La jalea está echada», «Don Quijote de la Cancha», «El asere aegypti», «El ron nuestro de cada día», «El misterio del lagarto frío», etc. O cuando dice: «Un caso realmente irónico en la historia de la Filosofía es que el pensador más racista se llamaba algo así como Nitzche.» Jugando con las palabras, Zumbado desplegó una facultad especial para crear o acuñar nuevos términos, como el vocablo cagástrofe. Hay otras como prílogo, amalgama simultánea de prólogo con epílogo; perplónito, estado entre lo perplejo y lo atónito, y su famosa expresión curdonauta, aplicable a los aficionados de las libaciones en recordación del dios Baco. Pero hay más: dinousuario, impercibido, simplejo, troquegrama, haracrítica, sinflictivo, guillefrenia, churricultura, plomópodo, carelático y otras que harían interminable la lista y que forman parte del estilo zumbadiano. La explicación y después lo humorístico. Son varios los traba- jos en los que aparece este recurso: «La bicicleta», «Los OBNI» –objetos embotellados no identificados–, «La cuchara», «La actividad», el ya mencionado «El asere aegypti» y otros. Quizás el más conocido –por haberlo popularizado el actor y también Premio Nacional del Humor, Carlos Ruiz de la Tejera– sea «La guagua». Zumbado comienza enunciando las definiciones de guagua del Diccionario Enciclopédico de la U.T.E.H.A., como «insecto muy pequeño»; «indígena sudamericano»; «municipio de la provincia filipina de Pampanga»; o «niño de brazos». Nótese que hasta este punto brinda información exacta, rigurosa. Después viene el párrafo de transición: «No, guagua no es eso. Evidentemente los académicos no saben lo que es una guagua. (…). Porque todos sabemos que una guagua no es un bichito, ni un indígena, ni un municipio de Filipinas, ni mucho menos un niño de brazos. Una guagua es otra cosa. (…). Trascendente. Épica.» Entonces, se lanza al asalto, a fondo: «Montarse en una guagua es desafiar al destino. (…). Es como (…) atravesar los Alpes con una manada de elefantes, o surcar el océano Atlántico con tres pequeñas carabelas…» Y así hasta el final. No puedo resistir la tentación de citar un fragmento de «El narrafismo deportivo», en el que se narra una pelea de boxeo en la que participa un cubano: «¡Ahí está el cubano jabeando con la izquierda!¡Otra izquierda del cubano!¡Buena derecha del cubano!¡Izquierda y derecha del cubano!¡Tremendo swing del cubano!¡Y ahí va a la lona! El cubano ha caído a la lona. Y le están contando, y le siguen contando... y si no le cuentan más es porque se lo llevan en camilla. El muchacho no parece estar en las mejores condiciones para continuar la pelea. Pero de todas formas, esperemos la decisión oficial de los jueces. Mientras, quisiéramos comentar que es posible que la vehemencia y combatividad de este muchacho lo hayan impulsado a proyectar su quijada con demasiada agresividad contra el guante del contrario.» Sin comentarios. Muy importante ha sido la relación personal de Zumbado con el movimiento humorístico. Esta no sólo comprende su etapa de colaboración en el Conjunto Nacional de Espectáculos, sino también con representantes del humor gráfico. La joven generación de humoristas de finales de los 80 recibió de lleno su apoyo e influencia; y esta última se extiende hasta nuestros días. Sirvan estas líneas como una modesta contribución para dar a conocer las cosas que escribió, su modo de contar y de hacer humor. Sobre todo, a aquellos que no pudieron seguir sus crónicas en los periódicos, ni lo disfrutaron en el teatro presentando algún espectáculo, o, ¿por qué no?, tampoco lo vieron en algún bar, trago en ristre, practicando la curdonáutica. CM HUMOR FERNANDO ORTIZ, considerado con justeza el tercer descubridor de Cuba –medalla de oro para Cristóbal Colón y plata para Alejandro de Humboldt–, definió nuestra nacionalidad como un ajiaco. En efecto, la nación cubana surgió a mediados del siglo xix como resultado de un gran cocido cuyos ingredientes principales fueron blancos españoles y negros africanos, con el aliño de algún que otro chino y la casi total ausencia de nuestros aborígenes. Y esta argamasa no podría sino dar un individuo en el que el humor es parte inseparable de su visión del mundo. Ser pesado, en Cuba, es un defecto muy grande. Es el octavo pecado capital, peor que los otros siete juntos. Tanto en su lenguaje coloquial como en las más elevadas manifestaciones artísticas, el cubano ha reflejado el humor, aun en las situaciones más difíciles. De hecho, ¿de qué nos vamos a reír si no hay problemas? Mientras más problemas, más humor. Evidentemente, nos hemos pasado la vida riéndonos. Por eso quisiera dedicar estas páginas a alguien que es, sin duda, un genuino representante del humorismo cubano, reconocido en el año 2000 con el Premio Nacional del Humor en su primera edición. Me refiero a Héctor Zumbado. Todo parece indicar que Zumbado nació en La Habana en el año 1932, de padre costarricense y madre nicaragüense. Cursó el bachillerato en Estados Unidos, y tras unos estudios inconclusos de comercio en una universidad de Kentucky, inició su vida laboral en Venezuela, donde desempeñó los más disímiles empleos. También estuvo en Haití como auditor, resultado de una convocatoria en la que solicitaban gente joven que supiera francés y contabilidad, a pesar de que de esas condiciones, lo único que tenía era juventud. Regresó a Cuba, y luego de una etapa como obrero en una fábrica de desodorantes y archivero de una agencia de seguros, se dedica, en los finales de los años 50, a cuestiones de publicidad. Ya en los 60 y los años que siguieron, ejerció el periodismo en la agencia Prensa Latina, el diario Juventud Rebelde, en las revistas Bohemia, Opina, Cuba Internacional y otras publicaciones. Luego, carenó en el Instituto de la Demanda Interna como asesor de publicidad y promoción. Hoy disfruta de un bien merecido descanso. Su obra está recogida en los siguientes libros: Limonada, con dos ediciones (1978 y 1981), en la que aparecen 38 estampas costumbristas, escritas entre finales de los 60 y principios de los 70. © zardoyas ANTONIO BERAZAÍN (BERA) LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 11 MÚSICA ¿Y la rumba qué? © 10k LA CALLE DEL MEDIO ENTREVISTA A GEOVANI DEL PINO, DIRECTOR DE YORUBA ANDABO AGOSTO, 2009 12 YANIRA MARTÍNEZ Y CARMEN SOUTO ACERCARNOS A YORUBA ANDABO, en la voz de su director Geovani del Pino, nos ha permitido divisar desde un prisma quizás controversial a la rumba misma y a la labor de esta agrupación, no sin acentuar una mirada hacia actitudes y conductas que desde la rumba nos expresan los disímiles ángulos que convergen en la Cuba de hoy, cuando de música, cultura y sociedad cubana contemporánea se trata. ¿Cómo se llega hasta Yoruba Andabo desde el Guaguancó Marítimo Portuario? El grupo comenzó con el nombre de Guaguancó Marítimo Portuario en los primeros años de la década del 60. En aquel tiempo había un movimiento de aficionados muy fuerte en los sindicatos, con festivales muy chéveres. Todos los sindicatos presentaban su grupo y el sindicato de Marina Mercante y Puerto presentó el suyo, que era el Guaguancó Marítimo Portuario, porque obedecía al nombre del sindicato que nos afiliaba a todos. En ese tiempo yo no integré el grupo, pero sí lo seguía. Ellos obtuvieron el primer lugar de ese festival de aficionados desde el año 61 al 64. En aquel tiempo, al que ganaba el primer premio le daban un viaje a la Unión Soviética, pero ellos no habían ido aún. En el 61, 62 y 63 no sé qué pasó, pero en el 64, ya se supo qué pasaba… El que no era santero, era abakuá, que era la composición de los trabajadores del puerto en aquel momento. Y como que todos eran religiosos… recuerden ustedes que esos tiempos no son los de ahora…, y por ende el grupo no pudo viajar. Aparte de eso, algunos miembros que ya estaban algo mayores se retiraron, otros cambiaron de trabajo. En fin, el grupo se desintegró, pero siempre quedaron algunos amigos. Ahí ya yo me integré y nos reuníamos para las fiestas, en conmemoración del 26 de julio, para el cumpleaños de alguien…, pero entre amigos. Pasaron los años y en 1985 a Eloy Machado, El Ambia, le dan la tarea de comenzar una peña de rumba en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y no hay ningún grupo para echarle mano. Había un compañero nuestro que cumplía años y nosotros fuimos a tocarle. Eloy fue a la rumba esa y cuando terminamos de tocar nos llamó para hacernos la propuesta de trabajar en la peña y nosotros, como hobby, lo aceptamos. Así comenzó «La Peña del Ambia», con Yoruba Andabo, y Yoruba Andabo con «La Peña del Ambia». ¿Qué papel tuvo Pablo Milanés en la gestación de Yoruba Andabo? Importantísimo y determinante. Es la realidad. Pablo Milanés nos vio tocar en «La Peña del Ambia» y nos invitó a trabajar con él en un concierto que dio en el teatro «Karl Marx». Fue Pablo Milanés quien nos llevó a un teatro por primera vez, quien nos compró nuestros primeros instrumentos, quien nos grabó nuestro primer disco. Y no a nosotros solamente, también a Compay Segundo, a Zenaida Romeu, a Lázaro Ros, que éramos músicos que en esa etapa no fuimos acogidos por el Instituto Cubano de la Música (ICM). Nos mantuvimos trabajando con la Fundación de Pablo hasta que desapareció, y entonces el ICM nos llamó, pero yo me fui para Turarte, hasta que pasado un tiempo y en otra etapa del ICM, me llamó el compañero Alexis Vázquez y regresé a la plantilla del Centro Nacional de Música Popular, donde me mantengo hasta ahora. ¿Qué queda de ese carácter espontáneo de los primerosrumberosenelYoruba Andabodehoy? La rumba está llena de espontaneidad. Si no eres espontáneo en la rumba, no eres nada. Nosotros no somos músicos colegiados, somos músicos de oído. Si tú me pones un pentagrama ahora ahí, yo no entiendo nada, no sé ni qué cosa es do, ni mi, ni re… Ahora, oigo una voz mal y digo: eso está mal. Yo lo que no sé decir si es sol o mi, no sé, pero sé que está mal. Después lo hacen bien y digo: ahora sí está bien, pero esa nota estaba mal. Por ejemplo, puedo decir: ahí hubieras hecho esto otro y se lo hago con la boca y entonces hubiera quedado bien. Así somos nosotros, muy espontáneos. Y la música cuando es así tiene que estar llena de corazón, de bomba y siempre estar generando nuevas ideas. La rumba que se tocaba en la década del 20 no se tocó en la del 40 ni en la del 50, y la que se tocó en el 50 no es la que se toca hoy. Se mantienen las raíces, pero la rumba no es un género muerto, y como no lo es tiende siempre a evolucionar, no se ha quedado atrás. En los años 30 el tambor era un barril con un parche de chivo clavado y se afinaba con candela, después llegó la tecnología y le pusieron llaves. Ha pasado el tiempo y con estas nuevas tecnologías con mucho menos esfuerzo se les saca más sonido a los instrumentos. Esta es una de las razones por las que la rumba evoluciona. La otra cosa es que en mis tiempos de joven, la década del 50, por lo general el rumbero era gente de barrio, gente marginal, generalmente analfabetos… Pero también la Revolución pasó por ellos y los rumberos ya tienen estudios, han terminado la secundaria, el preuniversitario, saben lo que quieren, su expresión es otra, su manera de hacer la letra de una rumba es otra… Es otra cosa. En este sentido, la sociedad cubana contemporánea sigue mirando a los cultores de la rum- ba y de la música de raíz africana como marginales, ¿o esa visión ha cambiado? Para muchos sí, pero para otros no. Para nosotros la rumba no es más que una expresión de cubanía. La rumba fue un género de negros. Fue. Dejó de serlo hace muchos años, ¡pero muchos años! Sabes que toda la música, la música que nació del pueblo, que fue del «populacho», todas recibieron críticas de una forma u otra por parte de la élite social. Eso ha sido en todos los tiempos. La rumba mucho más, porque al ser una música que por lo general era de negros, de negros marginales sobre todo, fue discriminada por aquella élite. Muchas veces cuando se habla de problemas raciales se piensa en el blanco y el negro, y no es así. Por desgracia, el negro cuando levantaba un poquito el nivel, automáticamente comenzaba a discriminar al de abajo y la familia le decía: «no te juntes con menganito», e incluso empezaban a negar a los abuelos, los padres… Eso es historia de toda la vida, siempre ha sucedido. No estamos descubriendo el Mediterráneo con eso, porque hasta en el tiempo de la esclavitud una negra se casaba con el mayoral o tenía un niño con el señor de la casa y la sacaban del cañaveral e iba a trabajar a la casa. Ya esa negra se sentía superior a la que estaba en el campo. El calesero se sentía superior al negro que estaba en el cañaveral. Y al que con un poquito de suerte le daban la libertad, se sentía muy superior a los demás. Y por un problema de tratar de mejorar su condición social o de mejorar su condición económica, el negro se prestaba para eso. Estamos hablando de la música concretamente, pero para hablar de la música hay que hablar de estas cosas también. Nosotros tenemos igualdad de derechos. La Revolución hizo sus leyes y hay igualdad de derechos, y eso está claro para todos, pero que haya igualdad de derechos no quiere decir que haya igualdad social ni igualdad de oportunidades. Eso lo sabe todo el mundo. No estamos descubriendo el Mediterráneo tampoco con eso. Y todo esto sucede en la vida social del país. No se puede hablar de racismo como tal, pero sí hay muchos prejuicios heredados de todos esos años de racismo y de cosas feas. Y hay mucha gente que hoy en día ha heredado eso y mira, habla y muchas veces no es lo que piensa. En lo que respecta a la rumba, sucede lo mismo. No hay igualdad de posibilidades. Nos cuesta mucho trabajo trabajar, mucho trabajo presentarnos. No sé si ustedes se han dado cuenta de que se pone la televisión y hay un día Cuerda Viva, rock fundamentalmente; otro día Palmas y Cañas con la música campesina, hay algunos programas de son… ¿Cuántos programas de rumba? A veces un programa lleva un grupo de rumba y… ¡Espera para que salga otro! Llega el verano y hacen programas dedicados a tal música… Y la rumba te diría que aunque no es la raíz de toda la música cubana, sí en toda la música cubana está implícita la rumba porque ella salió primero. Y la clave de la rumba es la clave del son. Eso lo sabemos todos también. La clave del abakuá es la clave del son. La cambiaron para ponérsela al son, pero es la misma clave. El son cuando vino de Oriente vino sin clave. La clave se le puso aquí y salió de la rumba, del yambú, del guaguancó, en La Habana y en Matanzas. Todos los estudiosos del tema conocen esto. Y tú vas a la escuela de músi- ca y no saben estas cosas y si lo dan es así… (gesto de paso rápido). Y muchos músicos, buenos músicos, no conocen eso. Yo creo que para vivir la vida hay que mirar hacia adelante, pero para comprenderla hay que mirar hacia atrás. Si tú no miras hacia atrás no sabes qué haces, ni por qué lo haces. Y desgraciadamente hay a quien no le gusta mirar hacia atrás. Es un camino muy escabroso que, ahora, creo que nos estamos dando cuenta todos de estas cosas y se están abriendo caminos. Nosotros nos estamos beneficiando un poco de eso también y se está abriendo un horizonte para nuestro género, se está comprendiendo. No queda más remedio porque aunque quieran matarlo no se muere, aunque muchos hubieran querido que muriera, no muere, ahí está. Hay que reconocerlo. Creo que esa visión de la que hablas está cambiando. No podemos decir que ha cambiado ni que ya cambió. Date cuenta que han sido muchos años, son costumbres de tantos años. Son siglos de costumbres, de marginación, de opresión y por fin triunfó la Revolución en el año 1959, pero lo que lleva son 50 años, contra cientos de años atrás, no es fácil. Y, ¡qué cosa más grande! Si había una movilización en los años 60, 70, se tocaba rumba hasta en las cajas de balas. Si se iba a cortar caña, se montaba uno en un camión y se montaba un tambor y era tocando rumba hasta el cañaveral y después de regreso. Dondequiera que haya una fiesta, aparece una conguita al final. Y no creo que haya quien se las dé de cubano y cuando oiga una conga no haya movido aunque sea los pies, aunque no tenga clave. Porque es nuestra música, es nuestra idiosincrasia. Somos nosotros, no es otra gente. Si oyes una rumba y un tambor, automáticamente dices: ¡cubano! Eso identifica al cubano rápidamente. A lo mejor oyes una música sinfónica y dices: ¿de dónde será la orquesta? Si oyes un número de salsa o de son…, bueno… ¡nos lo han querido robar! Si oyes un grupo puertorriqueño lo hacen bastante bien, chévere, oyes a uno de aquí y en un país que no conozcan mucho se pueden confundir. Pero ¿con la rumba? ¡Olvídate, eso es de aquí, eso no es de otro lado! Lo que pasa es que mucha gente a veces no lo quiere reconocer. Ellos lo saben, pero por un problema de prejuicios no lo quieren reconocer. Hemos avanzado y yo espero que sigamos avanzando y comentando estas cosas, que hay que decirlas porque si no se dicen ahí se quedan, hay que tener el valor de decirlas. Los problemas los resolvemos nosotros aquí en casa porque son problemas de nuestra casa, y nuestra casa es Cuba. Yo soy patriota, yo no me quedo en ningún lado y creo que la mejor sociedad es la mía. Los derechos sociales que yo tengo aquí no los he visto en ningún lugar del mundo, ¡y mira que he caminado! No es lo que me cuenten, es lo que he visto yo. Esta es mi sociedad, este es mi país, este es el que yo quiero, pero los problemas que tiene los tenemos que resolver aquí dentro y si no los decimos no se resuelven. Tenemos entendido que Yoruba Andaboha realizado talleres de percusión, bailes y cantos folclóricos.1 ¿Se vinculan estos con el sistema del Centro Nacional de Escuelas de Arte, el Instituto Superior de Arte (ISA), las casas de cultura? ¿Hay participación de los estudiantes de Arte en esos talleres, de los aficionados de las casas de cultura? No. El ISA tiene sus clases, las casas de cultura tienen las suyas. Pero cuando yo necesito un músico folclórico no puedo ir a buscar a un percusionista graduado del ISA, porque tú te gradúas del ISA y eres muy buen percusionista, pero eso no se enseña allí, eso se aprende en la calle. No se trata de tocar un batá, sino de saber qué es lo que se está cantando, cuál es el golpe de usted a esos espacios para el desarrollo genérico y para la comunicación con el público? Es la pregunta más difícil que me han hecho y les diré por qué. Creo que todos esos espacios son buenos para la rumba y la música cubana en sentido general. Pero, como siempre, ahí va la discriminación. Y cuando hacen un CUBADISCO, la rumba va para el parque. Nosotros fuimos «Premio CUBADISCO 1999» con el disco Del Yoruba al Son. Coincidió que ese año el evento fue dedicado a la rumba y nosotros tocamos en un teatro porque nos invitó Leo Brouwer, que dirigió una obra en la que él sentía que había clave, nos llamó y nos dijo: «aquí hay clave, ¿ustedes se atreven a hacerlo?» Y lo hicimos. Fue un planazo. Fuimos el único grupo que trabajó en teatro porque Leo Brouwer nos invitó a hacer esa pieza. Fue en el teatro «Amadeo Roldán», se terminaba con la conga, que sacaba al público para afuera ¡y la rumba pa’l parque! Cuando me dijeron que la rumba se quedaba en el parque y que íbamos a rumbear como en el tiempo de los 50, que no había audio, ni tarima, les dije que no, que nosotros no íbamos para el parque. ¿Por qué razón la rumba no tuvo un espacio en ningún teatro, si eso era dedicado a la rumba? ¿Por qué sin micrófonos? Si Matamoros tocaba el son en los años 20 sin micrófonos, ¡entonces no les pongan micrófonos a los Clásicos del Son! Oigan: es sólo un ejemplo, podría haber mencionado cualquier otro grupo. Fue solamente el que me vino a la cabeza en este momento. Hay un Festival Internacional de Ballet acá. Pones la televisión, la radio, compras los periódicos y es Festival de Ballet. Sacan unos afiches lindísimos y es en los teatros. Ahora: Festival de la Rumba, nuestra música, la de nuestras raíces, la que está dentro de toda nuestra música, la que tanta gloria nos ha dado… ¡Eso pa’ Guanabacoa!, para el festival Wemilere, y no hay ni transporte para llevar a los músicos ni meriendas para darle a la gente. La Casa de la Cultura correteando para poder conseguir todas las cosas, no hay micrófonos… Se hace así. Está el Festival del Son…muy bien. ¡Esa es nuestra música! Pero, ¿y la rumba qué? ¿Es lo último? ¿Por qué tenemos que seguir pensando que la rumba es lo último? Ahora, por otra parte, creo que es bueno este tipo de contactos, porque se llena de gente, que lo agradece porque es su música y se siente identificada con eso. Pero tienen la promoción más mala, los medios menos efectivos… Ustedes que han tenido experiencias de trabajo con compañías discográficas cubanas y extranjeras, sumadas a las presentaciones en vivo en varios países. ¿En qué medida los mecanismos y legislaciones que tenemos favorecen o dificultan la producción, difusión y distribución de la música cubana en Cuba? Para grabar aquí es un problema. Por lo general, cuando presentas un proyecto a una disquera cubana y es de rumba, de entrada, no hay presupuesto. Sin embargo el disco La Rumba soy yo, producido por Bis Music, tiene una alta demanda. Y se hizo a pulmón. Ahí trabajamos nosotros. Y Rumba en La Habana… con Yoruba Andabo fue nominado a Grammy… Nosotros hemos tenido suerte con nuestra música. El primer disco que nosotros hicimos se llamó Espíritu de La Habana (Spirit of Havana). Lo hicimos con una disquera canadiense, con Jane Brunet, la saxofonista y clarinetista canadiense y nosotros hicimos toda la base. Ese disco fue Premio Juno en Canadá, que es un equivalente al Grammy de Estados Unidos. Aquí no se le dio promoción a eso. Después hicimos El Callejón de los Rumberos, con PM Records, nuestro primer disco. Después Del Yoruba al Son, que fue Premio CUBADIS- CO, con Magic Music, el disco fue licenciado por Bis Music, pero no ha salido más a la venta, salvo la tirada pequeña que se hizo para presentarlo al CUBADISCO. Fue Premio CUBADISCO y se desapareció el disco, se vende quemado por la calle. Luego propusimos a las disqueras el DVD Rumba en La Habana… con Yoruba Andabo. Queríamos hacer un DVD, pero no había disquera que lo quisiera coger, no había presupuesto…Y vino AYVA Music, compañía española y lo hizo y se lo licenció Universal, que fue quien lo distribuyó en Estados Unidos. Nominaron el DVD al Grammy, fue nominado en España, se vende en el mundo entero y nosotros no hemos cobrado un centavo.2 Así que si malo es trabajar con las disqueras extranjeras que después tú no tienes con quién reclamar, las de aquí te dicen que no tienen presupuesto. Ahora hay una disquera cubana que nos está diciendo que van a ver si hay una posibilidad a finales de año… Ustedes han recibido numerosos premios. Tres nominaciones al Grammy, con un Grammy Latino; tres nominaciones a CUBADISCO, con un Premio CUBADISCO; dos nominaciones a Premio EGREM, con un Premio EGREM. Incursionamos en el cine y obtuvimos Premio de la Asociación Hermanos Saíz, Premio Caracol de la UNEAC y Premio Coral en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. El documental se llamaba ¿Quién baila aquí? La rumba sin lentejuelas, de Elio Ruiz. A partir de las declaraciones que recientemente escuchamos de un amigo puertorriqueño que nos visitó en el CUBADISCO, en las que él valoraba más un premio sobre otro, se nos ocurre preguntarle si para usted alguno de los premios de Yoruba Andabo significa más que otro, en cuanto a la repercusión o a las oportunidades que el lauro puede haberles traído. Yo creo que un premio no es más que un reconocimiento a tu trabajo y tú te llenas de orgullo porque están valorando tu trabajo. Todo lo que valore el trabajo de uno, con independencia de la economía, es bueno. Cuando te dicen que eres un trabajador vanguardia te sientes bien, estimulado, y sientes que están estimulando tu trabajo. Cuando te dicen que tienes un Premio EGREM, sientes que reconocieron que tu trabajo fue bueno, y yo miro los premios desde ese punto de vista y creo que todos son buenos, con independencia de quiénlo dé y de cómo se dé. Lo que pasa es que hay premios en los que priman muchas cosas y hay otros en los que priman menos u otras cosas. Por ejemplo, tú para ganar un Grammy tienes que estar avalado por una disquera potente, vender equis cantidad de discos…, en los Premios «Lo Nuestro», y en otros premios, ves que siempre son los mismos: Alejandro Fernández, el otro…, cuando vas a ver, sus disqueras son Sony Music, Universal, las que más dinero tienen y las que más dinero ponen para darles promoción a ese disco y a esos músicos. Te ponen bastante dinero arriba, después te lo sacan y te llevan a la gloria. Por eso hay «premios» y «premios». Pero nosotros que somos músicos y gente humilde, de corazón, que la promoción que tenemos es lo que nosotros hacemos, que depende de con qué ahínco luchemos, que no tenemos ningún otro medio que nos lance, cuando nos premian es un estímulo. A la rumba yo creo que le abrió un camino el Premio Grammy Latino. Había mucha gente que estaba con los ojos cerrados y cuando le dieron el Grammy a la rumba, esa gente los abrió o los tenían medio cerrados y no les quedó más remedio que abrirlos. Pero el premio pasa y después se olvida. Es el músico el que se sien- te bien con que le reconozcan su trabajo. Ya todo el mundo se olvidó del Grammy. Yoruba Andaboha recorrido mundo, con importantes giras sobre todo por Europa. ¿Cómo ha sido recibida la rumba cubana por otros públicos? De maravilla. Tengo los videos y te los puedo enseñar. Teatro lleno y de pie. Y no sólo Europa. Hicimos una gira por Canadá, en la parte de habla inglesa, desde Toronto hasta Vancouver. Trabajamos en los 12 teatros de las 12 ciudades más importantes del país y fue candela desde el primero hasta el último. Ahora en Inglaterra compartimos escena con Oscar de León a teatro lleno. Hay músicos cubanos que se quejan de que en el mundo entero a veces son recibidos como algo exótico, en vez de como algo que identifica a una nación. ¿Les pasa a ustedes? No, ni en lo más mínimo. Volviendo a nuestro país, hay algunos espacios donde se toca habitualmente rumba, por ejemplo el famoso «Sábado de la rumba», que se ha creado para reivindicar un poco a esta música, contribuir a su difusión, conocimiento y su identidad; sin embargo, también hay criterios de que se ha tergiversado y hay veces que se transforman en espacios para el turismo, haciendo de la rumba una especie de cultura de ornamentación o algo así. ¿Cuánto ha afectado esto a la imagen de la rumba y de la propuesta musical que ofrecen para un contexto cubano o para un contexto en el que el turismo es el que prima? No es solamente el «Sábado de la rumba», ni la rumba. Pasa en otros géneros también. El problema es que desgraciadamente es el turismo y nos olvidamos del cubano. Y le damos prioridad al turismo en las Casas de la Música, y hacemos un festival tal y le damos más importancia al turista que viene que al cubano que va a participar. Pero hay veces que esto tergiversa la imagen. Claro, tergiversa la imagen de la rumba y de cualquier género que se preste para eso o sea utilizado en eso. Yo toco para los cubanos. Si llega un extranjero, llegó, pagó su entrada y entró. Y no le doy prioridad a él. Y no lo siento a él delante y a ti detrás. El que llegó primero se sentó delante y para eso hay que llegar primero, porque yo no paro a ningún cubano para que se siente un extranjero. ¿Dónde se presentan habitualmente? Todos los sábados en «Las Vegas» y domingos alternos en el Delirio Habanero. Ahora nos quieren trasladar para el Café Cantante porque el Delirio Habanero se está cerrando por capacidad. También trabajamos en otros lugares. ¿Dentro del ámbito rumbero cubano en qué lugar ubica usted a Yoruba Andabo? A mí no me gusta decir lo que hago. El público, no yo, dice que hoy en día el mejor grupo de rumba que hay en el país es Yoruba Andabo. Lo dice el público. Yo creo que no somos los mejores, tenemos que superar muchas cosas y hacer muchas más. Lo que sí te puedo asegurar es que estamos en la vanguardia, que somos unos cuantos, pero nosotros estamos ahí. CM 1 2 Los integrantes de Yoruba Andabo han impartido talleres de percusión y danza en universidades y prestigiosos centros culturales de Canadá, Francia y Suiza, incluida una clase magistral ante más de 250 etnólogos y musicólogos en la Cité de la Musique, en París. Rumba en La Habana… con Yoruba Andabo en su versión CD, fue nominado a Grammy Latino 2006 como Mejor Álbum de Música Folclórica, y a los Premios de la Academia de las Artes y Ciencias Musicales de España el mismo año. La versión en DVD es la que se distribuye en los Estados Unidos por Universal bajo licencia de AYVA. Este título tiene versiones en idiomas español, inglés, francés y alemán. MÚSICA que lleva, hacer un Oru seco y saber si este toque es de Yemayá, este de Elegguá… Le das un bongó para tocar abakuá y no la llevan. Esta es una música de calle, de pueblo. Con el bailarín sucede exactamente igual. Tienen los pasos básicos. La música religiosa como tal, es música religiosa, pero ya la rumba es profana, es la unión de toda esta música africana con la música española y con algunas influencias de otras músicas, de lo francés por ejemplo, en la conga. Pero eso no te lo enseñan en la escuela. Yo me he preocupado mucho por esas cosas, incluso, te voy a decir: Yoruba Andabo siempre fue una agrupación de personas mayores, éramos viejos. En la medida en que se han ido jubilando unos, por desgracia han fallecido otros, yo me he preocupado por que la gente que va entrando sea gente joven. Ya el promedio de edad de nosotros que era de cincuenta y pico de años anda por veintipico y… ¡Cuidado con qué clase de tambor tocan! ¡Lo que se les ponga a tocar! No porque sean mis músicos, sino porque tocan. Y como ellos, hay muchos en la calle. Pero aquí no hay ninguna escuela que te gradúe de músico folclórico. Pero esos talleres pudieran servir como complemento a la academia que tiene sus características específicas como academia, lógicamente. Eso no funciona tan fácil. ¿Qué distingue a Yoruba Andabode sus similares? Nosotros hemos tomado un estilo de tocar rumba que le llamamos «guarapachangueo», que no lo inventamos nosotros. Los primeros que lo tocaron aquí fueron Los Chinitos de Jacomino, unos muchachos, ya mayores, que son del barrio La Corea, mezclas de chino con negro. Ellos fueron los que inventaron esa forma de tocar, lo que pasa es que los primeros que llevamos esa forma de tocar a escena y a disco fuimos nosotros. Y se ha quedado Yoruba Andabo «guarapachangueo», pero no lo inventamos nosotros. Y esa forma de tocar nos diferencia de los demás, aunque mantenemos la esencia de la rumba, los patrones, pero le incluimos otras cosas, que a los demás les es muy difícil hacerlo. El repertorio contemporáneo del grupo abarca más que lo tradicional y fusiona muchas tendencias, incluso más allá de la música cubana. ¿Estos elementos los asumen para interpelar, identificar a mayor cantidad de gente con su trabajo, o es una naturalidad de la rumba? Yo lo he hecho más bien por demostrar que a todo lo que tenga clave le entra la rumba. La rumba cabe en todo porque es la raíz de todo. Si no es la absoluta, en todo lo que vino después está implícita la rumba, y a todo lo que le quepa clave, le cabe el tambor, le entra la rumba, le entra la guaracha y le entra todo. El cantante, por ejemplo, hace fusiones con el reguetón y con el rap en la rumba y entra con vacilón, ¡y sabe a rumba! ¿Y eso es bien recibido? Sí. La juventud lo recibe muy bien. ¿Mejor que otros temas más tradicionales? Puede ser. La sociedad evoluciona y tú tienes que evolucionar con ella. El joven siempre ha dicho la última palabra. La juventud siempre ha impuesto la moda, la música. ¡Eso es de los jóvenes! Volvemos otra vez al dicho: para vivir la vida hay que mirar hacia adelante, pero para comprenderla hay que mirar hacia atrás. Nosotros la queremos vivir y miramos hacia adelante, pero siempre le inculco a la gente que miren hacia atrás para que la comprendan, porque si no… Creemos mucho en la juventud y nos siguen. Yoruba Andabotuvo un papel fundamental en «La rumba más larga» que organizó CUBADISCO el año pasado y ha participado en otros eventos y festividades que se destacan por insertar la rumba. ¿Qué importancia les conce- LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 13 14 Era en Cuba un lector asiduo de esta publicación, desde que salió me entusiasmó mucho porque es una manera distinta de periodismo pero muy profesional, correcta y comprometida, y porque además está insertando temas novedosos sin miramientos y desde la perspectiva del debate abierto, franco y donde cada cual aporta su opinión, sin querer decir esto que tenga la verdad absoluta, y lo otro que me gusta es que siempre ha sido bien cubana. He estado leyendo su último número [no. 14] y me pareció interesante escribirles y es que se trajo a colación el tema de Manolín y su digamos alegato de lo que fue su vida en Miami, como él mismo lo cataloga: un infierno. Concuerdo con muchos de los que allí opinan en que Manolín no escudriñó bien el terreno que pisaba y no vio la historia de otros tantos que como él han sido condenados al olvido o en el mejor de los casos a amenizar en lugares y espacios que nunca imaginaron, siempre el ser humano sueña conquistar con lo que hace, pero hay cánones y reglas propias del comercio, propias de los hombres, y propias del lugar donde vives, cuando logras asociarlas todas en tu bien, entonces habrás ganado la batalla pero cuando no, porque hay otros que están interesados en otras cosas, vienen las penurias, y eso ocurre la mayoría de las veces, intereses por medio, money de por medio, sólo eso cuenta, los músicos cubanos en Miami y quien dice músicos dice actores, periodistas, etc., desde mi punto de vista, han quedado condenados a ser segundones, es increíble ver a Daisy Balmajó en Papparazzi, da pena eso, ella, una profesional, recuerdo sus incursiones en CHTV; y a Rolando Nápoles politizado hasta los talones en el canal 41; a Paulín que da grima; al actor de La Bella del Alhambra en papeles que mueven al llanto; y así la reciente historia de Julito Martínez que murió solo en un apartamento y sus amigos recogiendo dinero para pagar su funeral, porque si no, sería enviado al hospital para enseñanza; recordemos el pasado de cada uno y veamos que hay una obra, un rigor, un destinatario que iba a aprender de la vida, que iba a salir ganando, yo me pregunto ¿serán felices?, ¿no se sentirán frustrados con eso?, o ¿habrán aprendido del mutismo de los camaleones y estarán adaptados?; la vida de cada quien es suya y debe decidir con ella lo que mejor le conviene, ellos sabrán en su interior y si son felices así, pues bien, punto y final, tal vez sea el caso de estos. En mi plano personal lo cuento porque yo estoy viviendo acá en Miami desde hace sólo meses y he podido darme cuenta de muchas de estas cosas; sin dudas Cuba no es la perfección, pero sí reconozco que el trabajo que hacía allí era culturalmente mejor, había un resultado por y para el hombre, un final feliz para todos. En mi caso personal concuerdo absolutamente y no lo evalúo por ellos, los evalúo por mí, en mi persona, ahora toca mi turno: en Cuba pude hacerme un profesional de la salud quizás con posibilidades de hasta hacer un doctorado, no SOBRE MANOLÍN, EL MÉDICO DE LA SALSA AGOSTO, 2009 © momtos LA ESQUINA CALIENTE LA CALLE DEL MEDIO LOS LECTORES OPINAN 1 QUERIDOS LECTORES: Voy a ser breve esta vez. La polémica sigue abierta en torno a dos temas ya discutidos: la declaración pública de Manolín sobre Miami, y el análisis –brillantemente complementado por ustedes– del artículo de Ernesto Pérez Castillo sobre el fraude. Pero también la resaca trae un comentario sobre los jóvenes, que toma de base el artículo de Amílsin dificultades, pero sí con la voluntad de muchas personas a mi alrededor que buscaban el reactivo hasta en el último rincón, para poder hacer ciencia, para consumar la tesis de graduación. Decido venir a este país y hoy me doy cuenta de muchas cosas, siento la nostalgia por aquellas cosas y no es la nostalgia del recién llegado, sino del convencido de que podíamos haber seguido dando, de que en Cuba hay problemas como los hay en todo el mundo, no es el infierno que muchos dicen aquí, yo viví allí 35 años de mi vida, y fui feliz, lo digo así. Muchos acá vivimos con la nostalgia de nuestra tierra, de nuestros amigos, de nuestra profesión, es mi testimonio, no el de nadie; salvé vidas, fui útil, acá espero seguir haciendo lo mismo, aunque lamentablemente en ocasiones se va de nuestras manos y quizás sea el caso de los antes expuestos. Acá la única seguridad es la de tener los ojos abiertos, mañana puedes estar sin casa, sin carro, sin nada, sólo porque enfermaste o perdiste tu trabajo, deudas mediante créditos que se amontonan para romper el cerebro. Nada, cubanos, que para sobrevivir acá a veces tienes que vender tu alma al diablo y ese es un gran precio para muchos cubanos que aprendimos la lección de la dureza de vivir en la diáspora. Bueno, un saludo cordial de este cubano rellollo, defensor a capa y espada de su soberanía y de su nación doquiera que esté. Ayer lloré como un niño: una familia cubana que llevan 14 meses aquí, con tres niños, iba a dormir en la calle y pedía ayuda, eso nunca lo vi en Cuba, absolutamente, LÁZARO MACHADO Casi un millón de cubanos vive en Miami, más de la cuarta parte de esos cubanos se han ido por motivos estrictamente económicos; vienen a Cuba, quieren a su pueblo y a su gente, en Miami hay movimientos de apoyo a la Revolución cubana, en Miami desde hace tiempo se está gestando un movimiento a favor de suspender el bloqueo contra Cuba, sobre todo por parte de esa generación de jóvenes que asistían y asisten a los conciertos de Manolín. Me pregunto, además, quién dijo que la dirección de nuestro país y nuestro pueblo no desearían lograr la unión de su pueblo, de los cubanos que se encuentran en todas partes del mundo y los de acá, siempre bajo los principios de soberanía e independencia, de respeto a que nuestro pueblo escoja el sistema político-social que desee. Dice uno de los comentaristas que Manolín fue desde sus inicios un personaje mediático y se equivoca, Manolín inició una carrera en la cual muy pocos creían, por no decir nadie, a tal extremo que sólo dos años después y ante el evidente empuje de su música, se le admitió entrar a una empresa. Sus músicos eran totalmente desconocidos, algunos no 2 escríbanos a: Calle 21 no. 406, Vedado, La Habana, Cuba. cp 10400. email: [email protected] car Pérez Riverol y otro en torno al texto de Alba Rico sobre Cristiano Ronaldo. Como verán, algunas opiniones recibidas invaden las páginas de la publicación y debaten, de tú a tú, con las de los articulistas. Algunos de ellos, como Amílcar y Omar, empezaron en estas páginas finales. Que nadie subestime a los lectores: sus comentarios son cada vez más profundos y abarcadores y tan buenos como los que producen los periodistas y escritores que colaboran con LA CALLE. Nos han llegado también numerosas cartas posta- les, y aprovecho para dar acuse de recibo y mencionar a sus autores: Lisbeth Morales Insua (Villa Clara), Orlando Álvarez Gómez (Isla de la Juventud), Idilio Vitier Báez (Granma), Gilberto Sánchez Mons (La Habana), Rafael Pérez Bermúdez (Villa Clara), Carlos Leyva Zaldívar (Holguín), Mario Sosa (La Habana), Juan Francisco Pacheco Fernández (La Habana) y Luisa L. Ruiz Ruiz (La Habana). Por la fidelidad que muestran y la sinceridad con la que defienden sus criterios, les damos las gracias. eran ni egresados de las escuelas de arte, así que ni mediático ni favorecido, a él nadie lo fabricó, si algo tienen nuestros medios de comunicación es que su política de trabajo no permite la fabricación de ningún artista, quien utiliza estos términos, no sabe lo que es fabricar un artista. En las palabras de mi hermano no hay un hálito de oportunismo. Quien lo conoce, sabe cómo es él de humano y solidario, ese mensaje que él expone en su blog, lo hizo primero en octubre del 2004 en una entrevista para el Miami Herald, donde –además de criticar el sistema de salud norteamericano– dijo: «Aquí –se refiere a Miami– la gente pierde su rumbo, después de salir de su país de niño o en balsa, va perdiendo su esencia». «Miami –continúa– es una de las ciudades más contradictorias y difíciles del mundo porque alberga los mejores y los peores sentimientos humanos: la nostalgia, el rencor, el odio, la envidia, la frustración». «Sin titubear –dice el periodista– Manolín recomienda a sus compatriotas que viven en Cuba que no se exilien, que luchen allá hasta donde puedan», que como el país de uno no hay otro. Esta entrevista fue cuatro años antes de que muriera el joven reguetonero, creo que esto aclara la pregunta que se hacía uno de los opinantes, podríamos escribir muchas anécdotas que demuestran la sensibilidad y la calidad humana de mi hermano, pero no es nuestro interés. Sólo quiero dejar bien claro que mi hermano no es un traidor, él no tenía filiación política ni militar alguna, él no abandonó ninguna misión, simplemente hizo valer su derecho de viajar a un lugar donde pudiera desarrollar la carrera que aquí por las razones que sean le impidieron. Por suerte mi hermano no fue de aquellos que empezaron por apropiarse del excedente de las dietas para viajes y terminaron en los canales televisivos o radiales de Miami como «analistas políticos» hablando de lo terrenal y de lo divino, de lo que fue y lo que no fue. Al momento en que hago este escrito, se encuentra realizando una gira por Europa y en ella felizmente comparte con muchos colegas cubanos que no han dejado de quererlo y de admirar su trabajo, al extremo de que muchos de ellos aquí interpretan sus canciones nuevas y sus coros. Para mí y para mi familia ser revolucionario no es autodefinirse como tal, ni utilizar la retórica a veces sin sentir lo que se dice, es actuar en consecuencia con la Revolución, sin doblez alguna. Pero sobre todo sin callar ante aquello que nos parece injusto. Muchas gracias a los lectores y al grupo editorial. tar el texto del otrora Médico de la Salsa, «Bienvenido al infierno». Es triste saber que esta es la vida real que quieren muchos, a lo que aspiran muchos. No valen escarmientos como estos para que desistan del empeño de seguir esas sirenas más engañosas que las mitológicas. Me da tristeza que desconozcan la historia, no sólo de Cuba, sino del capitalismo universal, un poco de economía política; da tristeza que precisamente estos no tengan el más mínimo hábito de lectura de lo básico, lo imprescindible. Por los medios de difusión nos llegan noticias a diario del acontecer mundial y es increíble que no crean ni las verdades a medias de la CNN y etcétera. Alegan que allá, donde sea, tendrán mejores oportunidades que aquí. Es algo pueril creer que aquí, en Cuba, todos estamos en disposición de echar nuestra suerte con los pobres de la Tierra. Aquí es donde entra la tradición familiar, la educación familiar. Las circunstancias por las que hemos atravesado han condicionado la forma de pensar de una generación y las perspectivas cambian, y lo que es esencial para cada uno de nosotros cambia. Es lógico que algunos pretendan encontrar fuera lo que aquí no hallan, pero es más estúpido hacerlo desconociendo otras realidades, desoyendo al sentido común, no comprendiendo que aquí, juntos, trabajando todos, conociendo lo que realmente queremos, podemos tener lo que está al alcance de todos. Alguien me dijo hace poco que «afuera» uno trabajando se compra una casa y aquí no. El aumento de la población es un problema de los tantos que la gente desconoce y tal vez trabajando sea posible comprarse una casa, pero no todo el mundo puede comprarse una casa ni todo el mundo tiene un trabajo. Lo triste del asunto es que fue una persona que vivió las épocas pasadas cuando abundaba de todo y el trabajo tenía valor real como fuente de riqueza. Ahora los jóvenes de los 80 y los 90 entornan los ojos pensando cómo sería vivir allá, haciendo lo mismo que aquí: nada, y así lo prefieren, y hacen gestos de hastío cuando el profesor o el abuelo les habla de la realidad, cansados de lo mismo. ¿Qué hacer? Tal vez las historias de los médicos cubanos en África, en Suramérica, en Centroamérica, sean suficientes, o los escritos como el de Manolín, quién sabe. Tal vez explicarles en las escuelas o a través de los medios de dónde sale la riqueza de un país, de dónde sale el salario que reciben sus padres o las pensiones de los ancianos, o por qué no se paga estimulación en todos los sectores de la economía. Explicárselo todo sin adornarlo con palabras técnicas ni enrevesadas, aunque parezca un insulto a su inteligencia. Esa es mi opinión. MARIBEL GONZÁLEZ HERNÁNDEZ Hola. Soy Rafael y ya escribí una vez. Es fantástico esto de poder leer las opiniones de todos en la prensa. Esta vez quiero comen- 3 E. U. G. RAFAEL SUÁREZ Santiago de Cuba © ares EMELINA TORRES LEDEA SOBRE EL FRAUDE Y MÁS ALLÁ Quien les escribe fue Presidente de la FEU de la Universidad de Matanzas «Camilo Cienfuegos» (UMCC) durante los años 2002 y 2003, y por lo tanto, miembro del Consejo Nacional de dicha organización. Ahora bien, desde 1998 que entré a la casa de altos estudios yumurina, estuve involucrado con la organización y aunque en mi primer año de carrera (Lic. en Economía) puedo haber cometido fraude en algún que otro examen (no puedo afirmarlo, pero desgraciadamente tampoco negarlo), a partir del segundo año comencé a no hacerlo, no solamente por la implicación ética que presupone el hecho de que «alguien de la FEU» de la UMCC (así les llaman los estudiantes a todos los dirigentes de la organización, quizás sin darse cuenta de que la FEU son todos sus miembros) cometiera fraude aunque fuera en una simple pregunta escrita. Mis compañeros de aula pueden corroborarlo, no soy el mejor ejemplo del mundo, ni el único, estoy seguro de eso (por suerte); pero sabía que perdería todo el respeto de ellos si les exigía no cometerlo y lo hacía yo mismo. Y no puedo vivir con la doble moral, es mejor no exigir algo que nunca puedo cumplir. Me sentaba en la primera mesa, 1 OMAR FONTES SUÁREZ OTROS TEMAS HELMIS MICHAEL DIÉGUEZ HERNÁNDEZ La analogía que propone Ivany Velázquez en su comentario sobre el cambio de club del futbolista Cristiano Ronaldo y los cambios de centros de trabajo de toda persona por mejorar su situación económica, la considero una justificación de la validez del profesionalismo en el deporte. Quiero destacar que me parece bueno el artículo de Santiago Alba Rico que motivó el comentario al que hago referencia, sólo que a su clasificación de esclavo para el futbolista, debió añadir que este se deja esclavizar gustosamente. Los deportistas, en primer lugar, deben representar y ser fieles a su público, también a nivel de clubes. ¿O es que acaso el público es sólo un factor más de sus ingresos? Es lamentable que muchos seguidores del deporte profesional lleguen a la admiración ciega e ingenua o al fanatismo. La astronómica cifra ofrecida por el club Real Madrid (casi 94 millones de euros) por la compra de Cristiano Ronaldo sí me parece burlesco, se burlan sencillamente de todo lo que se pudiera solucionar en este mundo con esa cantidad de dinero. ¿Por qué tiene que haber futbolistas españoles jugando en la Liga Inglesa, brasileños en la de Italia o portugueses en la Liga Española? ¿No debería jugar Cristiano Ronaldo para el pueblo portugués, en un club de su país? Incluso, ya que llevaba varias temporadas en el Manchester United, ¿no se suponía que le fuera fiel a ese club, al público que lo «adoptó»? Nuestro pueblo se siente orgulloso de su deporte amateur, es cierto que se deben mejorar las condiciones de vida de nuestros mejores deportistas, pero rehúso la idea de que un atleta de mi terruño compita para equipos de territorios que le son ajenos con el pretexto de elevar su rendimiento y se convierta en otra mercancía para venderse y ser comprado. Todavía debe mejorar mucho nuestro deporte, pero no será con el profesionalismo como lo podremos lograr. Todos podemos aportar en este sentido con nuestras consideraciones y haciéndoselas 1 Con gran preocupación, continuamos chocando con la falta de delicadeza y de respeto de una parte de la juventud de nuestro país (y de otros no tan jóvenes, que se manifiestan de la misma forma) en relación con el trato con las mujeres y los ancianos, en ómnibus, colas, y en casi cualquier lugar. Es lastimoso y aberrante ver a estos energúmenos y mal educados, discutiéndoles a estas personas (con maltratos, fiereza y hasta violencia) el acceso a diversos lugares, sin que al parecer nuestras autoridades encargadas de proceder como se debe, hayan tomado todas las medidas necesarias al respecto, pues este problema ha ido tomando un nivel alarmante. Es común escuchar a toda voz las obscenidades en boca de cualquiera, incluidos adolescentes y estudiantes, sin importar el lugar donde están y quién las recibe, con toda impunidad. En mi niñez y juventud, existía una asignatura que se llamaba Moral y Cívica, que se examinaba en mi escuela pública, y se castigaba a quienes proferían las llamadas malas palabras. Mis padres (que eran semianalfabetos) no permitían una sola falta de respeto a mujeres y personas mayores, y nos enseñaban a hablar correctamente. También en la escuela nos corregían la pronunciación, tema tan olvidado hasta en algunos universitarios actuales, que alcanza también a ciudadanos de diversas profesiones, entrevistados en nuestros medios audiovisuales y radio. Por lo que expongo en este análisis, sugiero a nuestros organismos involucrados que consideren emprender una batalla sin cuartel para frenar esta bochornosa situación en un país que no tiene analfabetos, y que año tras año invierte millones de pesos y divisas en educar y facilitar cultura a todo el pueblo, como un derecho más. Ha sido una constante de nuestro Comandante en Jefe, como política de gobierno, convertir nuestro país en el más culto del mundo, por lo cual, estimo que no podemos esperar más para tomar las medidas que se precisen, para evitar más deterioro y desprestigio a nuestro sistema educacional y cultural que no se corresponde con nuestros principios, y que no dudo que los que más disfrutan esta creciente degeneración cultural y educacional, son nuestros enemigos. Quiere decir que los que incurren en estas indisciplinas sociales, de manera consciente, reiterativa y se opusieran a eliminarla, se parecen a los que la disfrutan. Le saluda, 1 SERGIO AMENEIRO FORTUNA LA ESQUINA CALIENTE llegar a los decisores en la materia. La perspectiva desde la que analiza Alba Rico el tema de la venta de Cristiano Ronaldo es también la mía (aunque vivamos en sociedades distintas), no como asegura I. Velázquez que es diferente a la que tiene cada consumidor cubano de LA CALLE DEL MEDIO. No entiendo cómo algunos ven como algo lógico y normal el deporte profesional cuando, en muchas ocasiones, el primer traicionado es el público al que debe corresponderse todo deportista. Concluyo felicitando a quienes hacen posible este mensuario y que sigan abordando todos los temas, también los foráneos, analizados estos últimos por articulistas de cualquier rincón del mundo, teniendo como premisa la seriedad y el rigor en sus escritos; aunque no necesariamente tengamos que estar de acuerdo en todo. También los invito a insistir más en las temáticas polémicas que puedan mejorar nuestra sociedad. hay dos opiniones iguales. Eso obliga a pensar, porque ya se sabe que «aprender de memoria es el peor de los absurdos». Quiero terminar narrando una anécdota: durante todo mi período de estudiante universitario, el ministro de Educación Superior de entonces, Fernando Vecino Alegret, cada vez que iba a la UMCC decía que le avisáramos cuándo él podía poner allá una tarja que dijera que en esa universidad estaba desterrado el fraude. Yo me gradué en el 2003 y hasta donde tengo noticias, la tarja sigue sin ponerse, pues siempre pervivió (y sigue todavía) entre nosotros, agazapado, solapado, el fraude estudiantil, como un cáncer, como antesala de otro más grande, el social. Sigo esperando, porque también tengo fe en el mejoramiento humano, como el Apóstol, de que algún día los cubanos te devuelvan lo que mereces en la tienda, no te roben en la pesa, no cambien números en informes a favor de su bolsillo, no sigan mostrando ufanos sus títulos y altas notas logradas sin sacrificio a costa de un papel bajo la manga. Sigo creyendo que algún día seremos merecedores de una tarja gigante anunciando la tumba del fraude. © manchester united de frente al profesor, respondía lo que me sabía, entregaba y me iba. Justo es decir que desaprobé dos asignaturas y tuve que ir a extraordinario, pero no importaba: el conocimiento, creo yo, es más importante que el papel. Para ser sincero, mientras yo estaba en el aula, nadie me preguntaba nada durante el examen, ni hacían fraude ellos tampoco, quizás por consideración a mí. Algunas veces vi a compañeros míos haciéndolo y les llamaba la atención de la manera que creí correcta, no delatándolos en ese momento (eso me convertiría en un «chivato» deleznable para el resto del grupo y para toda la universidad, además de que perdería su carrera quien fuera objeto de mi acusación), sino hablando con ellos cuando terminaba el examen, de amigo a amigo, haciéndolos razonar hasta donde podía. A lo mejor no era la óptima forma, pero fue la que encontré. Así me gradué, con 4,28 de acumulado (no fui Diploma de Oro, ni el más integral de mi curso, pero mis notas fueron mías, por mi cabeza, y estaba muy contento con eso) y siempre me hice la misma pregunta: ¿cuál es el objetivo del fraude?, ¿acaso podrá un ingeniero tener muy buenas notas fijándose en un examen por un papel?, pero ¿qué dirá cuando se le caiga un edificio por mediocre?, ¿qué dirá un económico graduado cuando la cuenta no le dé porque no sabe cómo sacarla?, ¿ignora que irá preso?, ¿esa es la sociedad que queremos construir? No quiero pecar de súper moralista, ni tampoco me gusta ponerme demasiado de ejemplo, ni este escrito se hace para exaltar presuntas cualidades, ni es una autobiografía. Pero son cosas que preocupan, porque van a la raíz misma del proceso que vivimos. Mella en su tiempo desterró el fraude de las aulas universitarias, desgraciadamente, Machado no le dio tiempo para hacer lo mismo en la sociedad. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo hoy, en tiempo de escaseces, pero de plena paz, desterrar el fraude de nuestras vidas? La década del 90 nos trajo algunas cosas positivas como el hecho de tener que autoabastecernos e insertarnos en el mercado internacional, exigente, y ser competitivos en calidad y estética, pero también otras cosas negativas (la mayoría), sobre todo la siempre mencionada «pérdida de valores», que para mí no es más que la personalidad salvaje que todos llevamos dentro y que siempre estuvo ahí, pero es más fácil sacar las garras en tiempos de penurias, pues en la abundancia todos somos educados, agradecidos, sonrientes, etc. A todos los niveles se puede ver y todos tenemos parte de la culpa, pero hay que ponerse las pilas. En los niveles preuniversitarios, por ejemplo, el alumno sabe que tiene que aprobar, para no repetir y retrasarse, pero el profesor sabe que si todos (o al menos, la mayoría) no le aprueban, no tiene promoción, no le dan la evaluación de B, y por lo tanto eso influye negativamente en su salario. Eso es promocionismo. ¿Dónde está la culpa? ¿Por qué si un alumno desaprueba siempre es culpa del profesor? Las pruebas «a libro abierto» de la universidad son una cura contra el fraude, pues todo radica en la capacidad del estudiante de saber buscar las respuestas. También las pruebas que te hacen razonar. Soy profesor de una Sede Universitaria Municipal (SUM) y a mis alumnos no les pongo preguntas escritas que digan: «¿Qué es la globalización?», sino «¿Qué entiende usted por la globalización? ¿En su opinión es buena o mala? Diga por qué», algo así, porque ya se sabe que no SOBRE CRISTIANO RONALDO Y EL DEPORTE PROFESIONAL SOBRE «UN MINUTO DE SILENCIO» Y LA JUVENTUD DE HOY © ares Sobre «Un minuto de silencio» y la juventud de hoy I Primeramente mi admiración ante un joven de 25 1 años, de esta generación, tan sensible y profundo. Ya con esto parece que yo también pienso eso de que «esta juventud está perdida», pero mi fe en el mejoramiento humano es tan grande, que pienso que algo se salvará, porque entonces, ¿¡qué será de los hijos de esa juventud!? Como dije al principio, es valiente el autor del artículo en defender a la juventud a la cual pertenece, porque evidentemente ha sido una gran defensa. Eso lo admiro. Ahora mi discrepancia está, si se le puede llamar así, en que desde mi punto de vista, desde mis 55 años, orgullosa de ser de la primera generación del primer preuniversitario en el campo: «RDA» –y dicen nuestros maestros 35 años después, ya que aún compartimos, que somos una generación muy especial–, opino que en la vida hay que manifestarse para que se conozcan nuestros criterios y nuestros puntos de vista. En el diapasón de colores, en actitudes, solamente se es negro o se es blanco, y aunque cualquier defensa es permitida, no es justo esperar un hecho para ver un acto de solemnidad, como fue la película en el Yara. No es andar todo el tiempo con el machete en la mano, pero sí saber que se sabe empuñar antes de que llegue el combate. Gracias por rememorar mi presencia en la Plaza en la Velada al Che, son de esas cosas que no se olvidan nunca. Y creo que lamentablemente eso de «seremos como el Che», siempre se vio como un lema, no nos hemos preocupado de profundizar en cómo fue el Che, QUE AÚN SIGUE SIENDO. Bueno, espero no haberte defraudado. Felicita a Enrique por su tino de la página con las recetas de Yamir. Un abrazo, LA CALLE DEL MEDIO AGOSTO, 2009 15 16 EN ESTA OCASIÓN hablaremos de un animal cuya carne es la más apetecida y versátil para llenar las mesas de millones de seres humanos en el mundo. Se trata del cerdo, puerco o marrano, quizás uno de los animales más referidos y queridos por el hombre. Su carne es muy apreciada, y es importante aclarar que siempre que se cocine a más de 60º C en el caso de los platos con salsas, y 80º C en el caso del cerdo asado, no transmitirá nunca enfermedad alguna al ser humano, ya que se le suele ver como portador de virus que afectan al hombre. Su carne, si es bien tratada en la cocina, jamás producirá efectos negativos. El cerdo proviene del mítico jabalí, puerco salvaje que ya cazaban y comían los hombres prehistóricos. Casi todas las razas de cerdos existentes descienden de aquel. El jabalí silvestre evolucionó parejamente a la especie humana a través de su domesticación, ya que este animal y sus descendientes son vitales para la dieta de los pueblos en el planeta. La genética –empujada por el comercio y los rendimientos de producción– fue creando con el paso del tiempo diversas razas de cerdo, principalmente blancas y carnosas, productivas y con control de grasas, para ofrecer al consumidor una amplia gama de productos y derivados, pues del cerdo se aprovecha casi todo, desde la carne hasta las patas, la cabeza y los muy conocidos embutidos. Adentrándonos en el cerdo y sus costumbres, debemos decir que es el único animal que posee la capacidad de transmitir a su carne todo el sabor y hasta el olor de lo que come, y esta capacidad es conocida como «palatabilidad» del cerdo. Si no lo cree, pruebe a engordar un cerdo con harina de pescado o con residuos lácteos, y luego me dirá: la carne sabrá a pescado o a lácteos; por eso se debe cuidar y velar por todo cuanto ingiere el cerdo. El valor nutritivo de todas las carnes rojas es muy parecido; sin embargo, la cantidad de grasa puede variar entre el 4 y el 25 %. Pero el cerdo es un caso aparte y dependiendo de su edad, sexo y crianza (todo lo que come), su carne magra (sin grasa) puede tener menos grasa que la de la vaca o el carnero. Es rico en ácido oleico monoinsaturado, de composición parecida a la de los aceites, que no es tan enemigo de nuestro sistema cardiovascular. Por esta razón, los nutriólogos llaman al cerdo «el aceite de oliva de cuatro patas», y el jamón curado, no los embutidos, es fuente de minerales (zinc, hierro) y vitaminas del grupo B. Pero debemos dejar claro: nunca será igual un pedazo magro (sin grasa) de cerdo, que los embutidos derivados de este, como la salchicha, jamones blancos, butifarras, jamonadas y otros similares, porque algunos están elaborados con 70 % de grasa. Lo de sus vísceras es contrastante, porque el hígado y el corazón poseen proteínas, mucho hierro, vitamina B, pero muchísimo colesterol. Por eso debemos moderar su consumo, así como el de los sesos, sobre todo al dárselo de comer a los niños. Tengamos presente NÚMERO PUBLICACIÓN CULTURAL DE PRENSA LATINA 16 AGOSTO 2009 LOMO DE CERDO ME MANTENGO AUTOR: ROBERTO CARLOS RODRÍGUEZ (CUCURUCHO) Y JORGE DÍAZ INTÉRPRETE: JUAN FORMELL Y LOS VAN VAN CD Arrasando EGREM, 2008 SEMBRAR RAZÓN, SANGRAR SUDOR AUTOR: ORLANDO ACOSTA, ADRIÁN ECHEVERRÍA Y MILTON NÚÑEZ INTÉRPRETE: CHLOVER CD Rock Vivo Bis Music, 2008 lomo de cerdo · sal · pimienta ·ingredientes· 1 porción 1 taza 1 unidad 2 dientes 1 cucharadita ½ unidad (bien blanda después de hervida en agua) al gusto al gusto · lomo de cerdo (ahumado o natural) al gusto · aceite vegetal · cebolla · ajo · comino en grano · zanahoria · sal · pimienta · naranja agria · mostaza · miel de abejas · mantequilla · papa · pimentón dulce 1 porción 1 taza 1 unidad 2 dientes 1 cucharadita ½ unidad (bien blanda después de hervida en agua) al gusto al gusto ½ unidad 1 taza 1 cucharada grande 1 cucharadita pequeña 1 unidad mediana (para freir) 1 pizca ·elaboración· Se fríe el lomo de cerdo (ahumado o natural), si lo desea lo puede picar en tres porciones; se le agrega la cebolla y el ajo picados así como el comino en grano. Después de frito, se le agrega todo y se exprime la media naranja agria encima del lomo. Luego se elabora la salsa mezclando la mostaza y la miel de abejas junto con la mantequilla caliente, se bate bien y se coloca por encima del lomo ya elaborado. Se acompaña con las papas fritas espolvoreadas con el pimentón dulce y… a comer, que estará increíble. que, por ejemplo, el humano tarda cerca de 270 minutos en digerir la pierna asada del cerdo. El cerdo es uno de los animales que más platos produce para la culinaria del mundo, pues hasta sus patas son apetecidas, y es que estas tienen en su constitución una gelatina que posee una proteína muy resistente (que debe hervirse por dos horas), ya que es capaz de soportar el peso de este animal, el fotografías 10k martha vecino ulloa diseño 10k zardoyas rnps: 0583 SPECIAL DE BEBO AUTOR: BEBO VALDÉS INTÉRPRETE: TATA GÜINES CD Manos de seda EGREM, 2008 lomo de cerdo mosteño ·ingredientes· · lomo de cerdo (ahumado o natural) al gusto · aceite vegetal · cebolla · ajo · comino en grano · zanahoria director enrique ubieta gómez corrección ana rosa gort TEMAS YAMIR PELLEGRINO A cargo de AILER PÉREZ, ISABEL SOUTO, CARMEN SOUTO Y YANIRA MARTÍNEZ cual llega a pesar hasta 700 libras. Son por tanto las patas, el lacón y los codos, partes con casi ninguna grasa, excelente alimento para todo nuestro organismo y especialmente para las articulaciones. Es muy antigua la costumbre de producir caldos a base de los huesos del cerdo, y es que por la dosis de calcio, grasa y su sabor rico, entrañable y tradicional, resulta muy apetecible. CM colaboradores a.a.g. jorge alkubi yanira martínez antonio berazaín (bera) omar rafael garcía lazo yamir pellegrino alina perera robbio ailer pérez antonio rodríguez salvador h. romo sigler carmen souto anido isabel souto anido jorge wejebe cobo CHA CON COSA AUTOR: MARIALY PACHECO INTÉRPRETE: MARIALY PACHECO CD Tocando dentro Producciones Colibrí, 2008 METRONIDASÓN AUTOR: TONY ÁVILA INTÉRPRETE: TONY ÁVILA CD Credenciales Centro Pablo, 2008 DISCO AGOSTO, 2009 EL SECRETO DE LA BUENA MESA © archivo VARIADOS LA CALLE DEL MEDIO PROPUESTAS MUSICALES CD EL HOMBRE EXTRAÑO Intérprete: SÍNTESIS CON SILVIO RODRÍGUEZ Producciones Colibrí, 2008 ESPACIO CONCIERTO DEL TRÍO CONCERTANTE Y DEL QUINTETO DE VIENTOS Santa Cecilia, 29 de agosto de 2009, 5:00 p.m., Centro Hispanoamericano de Cultura (Malecón No. 17 entre Prado y Capdevila). VIDEO CLIP LAS COSAS INTÉRPRETE: DJ RA (RASSIEL) DIR.: IVAN LEJARDI dirección calle 21 no. 406, vedado, la habana, cuba. cp 10400. email [email protected] impresión imprenta federico engels