Hay que adaptar los polígonos para dar cabida a nuevas

Transcripción

Hay que adaptar los polígonos para dar cabida a nuevas
Hay que adaptar los polígonos para dar
cabida a nuevas necesidades
empresariales"
Edurne Suberviola. Pamplona
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La Asociación de Empresas del Valle de Aranguren
trabaja para lograr que inmuebles destinados a uso
industrial puedan tener uso comercial y atraer a
nuevas empresas
Pablo Martinicorena, tesorero de AEVA. Cedida
PABLO MARTINICORENA
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Puesto
Tesorero de la Asociación de Empresas del Valle de Aranguren (AEVA)
Fecha de nacimiento
23/05/1966
Formación
Ingeniero Técnico Industrial por la Universidad de Navarra.
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Los comienzos de la Asociación de Empresarios del Valle de Aranguren (AEVA) se
remontan al año 1997, época en la que empezó el apogeo del polígono de Mutilva gracias
a la instalación de nuevas industrias. Los polígonos del valle se habían creado en los años
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60 pero fue a partir de finales de los 80 cuando registraron un fuerte crecimiento. Hoy,
muchos años después, el Valle de Aranguren se ha convertido en uno de los núcleos
industriales más importantes de la Comarca de Pamplona, detrás de Landaben, y sus
cinco polígonos (Mutilva Alta, Mutilva Baja, La Estrella, Talluntxe 2 y Belanbutzu)
acogen ya a más de 1.500 empresas de todo tipo: industriales, comerciales, de servicios y
hasta
agropecuarias.
Pero algunos de estos polígonos tienen ya varias décadas de trayectoria y los años no
pasan en balde tampoco para ellos, por lo que han surgido problemáticas y nuevas
necesidades a las que hay que dar solución urgente. El futuro desarrollo de los polígonos
de Aranguren es una de las preocupaciones principales de AEVA, que está formada por
101 asociados.
“Tenemos que ver cómo adaptamos los polígonos industriales para que sean capaces de
dar cabida a las nuevas necesidades empresariales. En lugar de lanzarnos a construir
nuevos polígonos, que no digo que no haya que hacerlo, lo que no se puede hacer es dejar
que estos polígonos vayan cayendo en desuso, las naves se vayan quedando vacías y al
final se conviertan en zonas en ruinas. Eso supondría una pérdida de valor para la sociedad
que invirtió un dinero para ponerlos en marcha”, señala Pablo Martinicorena, tesorero
de AEVA.
Con este objetivo, la asociación formó parte junto al Ayuntamiento del Valle de
Aranguren y otras entidades públicas y privadas del Departamento de Pirineos Atlánticos
del proyecto ZonE 31/64, integrado en el Programa Operativo de Cooperación
Transfronteriza España, Francia y Andorra, cuya finalidad era la recuperación y
reactivación de los polígonos industriales y su transformación en espacios de actividad
económica. De tal forma que no acojan solo actividades industriales sino también
comerciales y espacios plurifuncionales.
El proyecto detectó la necesidad de hacer comprender a la Administración que hay que
cambiar la normativa municipal para conseguir que unos inmuebles que están
destinados a uso industrial puedan llegar a tener un uso comercial. “Ahora nos está
tocando que en un mismo polígono coincidan el uso industrial y el comercial pero es más
lógico que haya zonas diferenciadas porque el tráfico de un polígono industrial no es lo
más adecuado para que conviva con una población andando a pie. Además, el número de
aparcamientos tampoco está preparado para ello. Hay que coordinar todos los intereses y
buscar la mejor solución posible”, considera Martinicorena.
Para ello, lo primero es identificar el grado de utilización que tienen los polígonos
actuales, lo que permitirá poner en marcha un nuevo proyecto que motiva e ilusiona a los
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miembros de la actual junta de AEVA, que comenzaron su mandato a comienzos de año.
“Nos gustaría disponer de un banco de instalaciones industriales libres, un listado de
naves desocupadas, con la finalidad de poder atraer a nuevas empresas a nuestros
polígonos. De hecho, ya desde el año pasado se está intentando impulsar la creación de
pequeños clústeres o agrupaciones de empresas que, por tener unas necesidades comunes,
les pueda convenir ubicarse en un espacio común”, explica el tesorero, quien añade que
ya varias empresas se han acercado a la asociación mostrando su interés por instalarse en
el valle “pero al no tener esa información de forma ágil y sencilla pues no hemos podido
darles solución ni ayudar a aquellas empresas que tienen una instalación vacía a
encontrarles
un
posible
ocupante”,
se
lamenta.
¿Qué ventajas ofrecen los polígonos del Valle de Aranguren para que se instalen
nuevas empresas?
Somos varios polígonos, con mucha actividad y una trayectoria importante. Están muy
buenas comunicados y se puede acceder a cualquier vía rápida inmediatamente. Pamplona
está a cinco minutos, con buenas comunicaciones e, incluso, servicio de villavesas.
Además, desde la asociación tenemos muy buena sintonía con el Ayuntamiento. Cuando
hay algún tema a tratar nos recibe con bastante agilidad y la cooperación es excelente.
Somos el interlocutor de las empresas con el Ayuntamiento para ayudar a resolver los
problemas del día a día como los problemas con la recogida de residuos, la iluminación
del
polígono,
el
tráfico,
la
señalética…
Este diálogo fluido con el consistorio nos permite ayudar a las empresas a instalarse en el
valle, a la hora de resolver trámites y conseguir que todo vaya delante de una forma más
sencilla
y
lo
antes
posible.
¿Qué necesidades plantean al Ayuntamiento como asociación?
Tenemos que trabajar conjuntamente en cómo adaptar los usos de los polígonos, en qué
se puede hacer que interese a las empresas del valle, en mejorar la calidad de información
que tengamos disponible para crear un banco de instalaciones desocupadas y en buscar
medidas de ayuda mutua para conseguir que nuevos negocios que estén buscando una
ubicación decidan que el mejor emplazamiento es el Valle de Aranguren.
¿Cómo han vivido las empresas del valle estos años de crisis?
La crisis ha afectado como en todas partes pero este valle tiene una actividad industrial
fuerte, con empresas ya arraigadas, lo que ha podido ayudar a sobrellevarla mejor. En los
polígonos de Aranguren hay 1.500 empresas y la mayoría son pymes, con una media de
3-4 trabajadores cada una de ellas. Es un fiel reflejo de lo que es el tejido empresarial
navarro y español. Y este es un tema que desde AEVA queremos trabajar: ayudar al
crecimiento
de
las
empresas.
Si hay que competir en un mercado globalizado, internacionalizarse e innovar, solo con
cuatro trabajadores es difícil hacer todo. Uno de los objetivos de la asociación es que las
empresas asociadas se conozcan entre ellas, colaboren y eso potencie su crecimiento y la
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creación de negocios con más capacidad para competir. Para ello estamos pensando en
organizar sesiones para hacer que se acerquen unas empresas a otras, que se vayan
conociendo y planteen escenarios de colaboración. Nos gustaría que AEVA sea un punto
de encuentro en el que nos podamos ayudar unos a otros y contar, por ejemplo, que yo
estuve en esa misma situación y cómo resolví un problema. Somos muy individuales y
nos cuesta cooperar con otros pero el futuro pasa por ahí, no va a quedar más remedio.
¿Qué actividades organizan y qué beneficios tiene para las empresas pertenecer a
AEVA?
Estamos impulsando actividades de difusión sobre temas interesantes para el
empresariado como una jornada sobre productos financieros, cláusulas suelo o seguridad
en los polígonos, porque hubo una temporada que se produjeron varios robos y
organizamos una sesión muy interesante con la Policía Foral sobre medidas de
prevención. También agrupamos servicios, como conseguir electricidad más barata,
mantenemos al día a las empresas en temas de ayudas y les asesoramos en las dudas que
puedan tener. Pero queremos ir más allá, no queremos que vean la asociación como un
prestatario de servicios sino como un punto de encuentro en el que poder colaborar con
otros, donde profundizo en la resolución de mis problemas y aunamos esfuerzos para
buscar
soluciones
a
necesidades
comunes.
¿Cómo animaría a las empresas a que se asocien?
Nos gustaría que se dieran de alta más empresas porque la fuerza de una asociación son
sus asociados. Pero no nos importa tanto la representación por el número sino la
implicación. Entendemos la relación de AEVA con las empresas no sólo como el servicio
que ofrece la asociación sino como aquello que los asociados pueden aportar al desarrollo
de
la
asociación.
¿Qué le pediría al nuevo Gobierno de Navarra?
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Agilidad, no podemos pegarnos más tiempo con unos presupuestos prorrogados y, sobre
todo, les pediría es que trabajen decididamente por la cuestión social. La gente lo está
pasando muy mal y una forma de resolver la situación de precariedad de muchas familias
es conseguir que la economía vaya para adelante. Y creo que un factor para conseguirlo
es luchar por la competitividad del entramado empresarial, lo que pasa por adelgazar el
coste de la Administración. Creo que se pueden hacer más con menos.
Así seremos más eficientes porque se acortarán plazos y trámites y nos costará menos. Y
esa reducción de costes de Administración debería llevar aparejada una mayor
disponibilidad de fondos para impulsar políticas sociales y económicas o a una reducción
de impuestos. Y así las empresas tendrían más recursos para financiar sus proyectos de
crecimiento.
Yo no digo que las ayudas no estén bien pero es mejor que se quede parte del dinero en
quien lo ha generado de forma eficiente. Tiene que haber subvenciones para incentivar
determinadas cuestiones pero lo que puede pasar es que las empresas estén quietas y
pendientes de que salga un programa de ayudas para hacer cosas. Ese es un mal vicio del
que
algunos
empresarios
han
podido
pecar.
ASOCIACIÓN DE EMPRESAS DEL VALLE DE ARANGUREN
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Actividad: Agrupación de empresas
Sector: Acoge a todos los gremios instalados en el Valle de Aranguren
Año de Fundación: 1997
Dirección: C/ Nueva, nº 8 – ofi. 8 - 31192 Mutilva (Navarra)
Web: www.empresasdearanguren.com
Asociados: 101 asociados
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