STELLA ARAUZO, directora artística de la Compañía Antonio Gades

Transcripción

STELLA ARAUZO, directora artística de la Compañía Antonio Gades
STELLA ARAUZO, directora artística de la Compañía Antonio Gades
"NECESITAMOS UN BAILARÍN DISCIPLINADO, PERO CON PASIÓN"
Debutar profesionalmente a la edad de 13 años y en la compañía de Mariemma indudablemente
imprime arte y carácter. La madrileña Stella Arauzo fue así de precoz. Luego, pasó a formar parte
de los Ballets de María Rosa y de Rafael Aguilar. Después, con 17 años, ingresó en la Compañía de
Antonio Gades. El maestro le dio el papel de "madre" en 'Bodas de Sangre'. A partir de 1988,
Stella interpretó a la protagonista en 'Carmen', de Antonio Gades, sustituyendo a Cristina Hoyos.
Bajo su dirección, la Compañía Antonio Gades ha recuperado tanto 'Carmen' como 'Bodas de
sangre', 'Suite Flamenca' o 'Fuenteovejuna'. La fidelidad y conocimiento de la filosofía artística de
Gades ha devuelto a esta Compañía a las más altas cotas de la danza española.
Stella Arauzo charló con el Departamento de Producción del Real Conservatorio Profesional de
Danza 'Mariemma'. La actual directora artística de la Compañía Antonio Gades nos contó sus
inicios y sus rasgos artísticos, su visión del perfil de Mariemma y sus opiniones sobre el estado
actual de la danza española.
Por Arantxa Carmona
Pregunta.- ¿Cuándo comenzaste tus estudios en el Conservatorio
de Madrid?
Respuesta.- Empecé en el conservatorio de Ópera, en el año 1973.
Venía de una escuela particular, pero al fallecer mi padre no había
dinero y tuvimos que ajustarnos en todos los sentidos. No recuerdo
por medio de quién mi madre conoció a Mariemma. Pero nos
facilitaron el acceso a mi hermana y a mí. Tuvimos la inmensa
fortuna de estudiar con Mariemma. En aquellos momentos pletórica
de fuerza y de pasión.
P.- ¿Qué tipo de enseñanza recuerdas?
R.- Recuerdo mucha disciplina y seriedad, pero con una gran
humanidad. Estaba con el grupo de mayores en muchas cosas y era
siempre como la pequeñita (sonríe). Por parte de las maestras
también, de Raquel Lucas, Aurora Pons, Antoñita y de la propia
Mariemma, que era muy dura y exigente. Pero yo notaba que
conmigo se le ablandaba el corazón. No sé por qué, pero así era.
P.- ¿Qué maestros te marcaron en la parte artística y emocional?
R.- Inconscientemente, Mariemma, por supuesto, y cada vez lo voy entendiendo más. Aurora
Pons, por su disciplina y pulcritud, pero siempre muy humana. También el maestro Paco
Fernández, que te enseñaba a desinhibirte y sentirte artista, tener la técnica para olvidarte de
que la tienes y empezar a sentirte un verdadero artista.
Y con Antoñita Camacho y Raquel Lucas, con las que siempre intentas dar lo mejor de ti y ser
muy pulcro en todo. Pero repito, todo esto llenísimo de humanidad y de calidad como personas y
artistas.
P.- Desde tu labor en la Fundación Antonio Gades y habiendo pasado tantas maravillosas
generaciones de bailarines, ¿qué tipo de perfil de bailarín creéis imprescindible en vuestra
fundación?
R.- Pues sobre todo necesitamos un bailarín disciplinado, pero con pasión por la danza. Que se
enamore de Gades y de su forma de sentir. Es una filosofía. No se puede solo plasmar sus
coreografías. Tienes que hacerlas tuyas. Creer firmemente en lo que estás haciendo, porque no
es nada fácil y se puede llegar a sufrir mucho si te limitas a solo bailarlas, aunque se haga con la
máxima disciplina y rigor.
Gades exige una entrega absoluta, estar muy lleno interiormente, para poder vaciarse en la
aparente sencillez de su danza.
P.- ¿Y el perfil físico?
R.- Siempre es cierto que hay una tendencia a bailarines de una cierta estatura. Solemos contar
con artistas ya en un grado de madurez, pero verdaderamente hay unos físicos muy diferentes.
Busco la personalidad dispar en cada uno de ellos, pero todos dentro de un mismo concepto, la
importancia del grupo y del equipo. Para Gades eso era primordial. Todos en una misma filosofía.
Todos somos igual de importantes para la consecución del espectáculo, pero con las
personalidades muy variadas y definidas.
Él (Gades) siempre decía que primero se tenía que creer el personaje. Después, trabajando duro,
se puede conseguir lo que quieras. Verdaderamente todo sale del trabajo, eso no hay duda.
P.- ¿Qué consejo das a los bailarines en formación?
R.- Que no se pongan nunca límites, pero a la vez que tengan una gran humildad. Eso les hará
grandes como artistas y como personas, que en realidad eso es lo principal. Que luchen por tener
la mejor técnica y que, después, aprendan a usarla dando paso al artista. Como se dice
habitualmente, la técnica te da la libertad.
P.- En los teatros más representativos del plantel nacional se está programando poca Danza
Española en todas sus formas, solo hay que mirar la programación de Madrid en Danza para ver
que poca Danza Española hay programada. ¿Qué crees que, como colectivo, deberíamos hacer
para recuperar el interés y respeto para que nuestra danza no se acabe perdiendo?
R.- Es terrible el panorama y lo peor es que es desde lo más alto, programadores, directores, etc.
es donde está la desinformación y el miedo a mostrar más Danza Española.
Creo que el público agradece enormemente cuando tiene la oportunidad de verla, pero al ser tan
escaso cada vez será menos la gente que la conozca. Si desde las instituciones se comprendiera
el universo cultural que es nuestra danza, y que además es rentabilísima, habría más apoyo. Es
lamentable que el problema venga de tan arriba porque, verdaderamente, estamos en sus
manos.
P.- ¿Qué se podría hacer para poner remedio?
R.- Exactamente no sé qué se podría hacer para incentivar a los niños a querer estudiar Danza
Española. Principalmente, ayudaría infinito que vieran salidas laborales, que hubiera montones de
compañías y de opciones como pasaba antes. Esto creo que es un freno tremendo en la decisión
de tomar ese camino profesional y, por supuesto, la divulgación, cosa que por desgracia nos
atañe a todos los estilos dancísticos. No se hacen programas de danza.
Seguramente, si tuviéramos mayor unión surgirían ideas y formas de llegar, tanto al pueblo como
a los dirigentes. Es terrible y, además, siento que se aprecia en cualquier país antes que en el
nuestro. Es como si en España se temiera que nuestra cultura, envidiada y admirada tanto fuera,
nos llevase al pasado, cosa equivocada, porque la fuerza de una verdadera identidad es la fuerza
de un pueblo. Urge una reacción por nuestra parte.
Objetivos de la Fundación Antonio Gades (FAG):
La Fundación Antonio Gades tiene entre sus finalidades velar por el mantenimiento, el cuidado y
la difusión de la danza española en general, y de manera particular, del legado de Antonio Gades.
Para lograr sus objetivos la FAG mantiene un archivo que atesora distintos fondos relacionados
con la figura de Gades, apoya y supervisa la reconstrucción de sus ballets, edita publicaciones
que profundizan en su obra y promueve actividades educativas destinadas a acercar al público en
general la danza española y el flamenco. Como depositaria de los derechos de las obras de
Antonio Gades, pone a disposición de la nueva Compañía su archivo documental y gráfico así
como las escenografías y vestuarios, todos ellos aspectos necesarios para la correcta
reconstrucción de los ballets.
La Fundación fue creada por Gades en el año 2004 y es presidida por su hija la actriz María
Esteve que trabaja para el cumplimiento de los fines fundacionales, con el apoyo de su viuda
Eugenia Eiriz (Directora) y de su cercano colaborador Josep Torrent.

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