geografia de america - Geohistoria (para historiadores)
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geografia de america - Geohistoria (para historiadores)
OSCAR SCHMIEDER Primera edicion en aleman. 1932-1934 Primera edicion en espanol. 1946 Universidad de Kiel GEOGRAFIA DE AMERICA ) AMERICA DEL NORTE. AMERICA CENTRAL. AMERICA DEL SUR 'f Version directa de Pedro R. Hendrichs Perez I ~ '[ i D I Queda hecho el deposito que marca la ley Copyright by Fonda de CultuTa Economica I FONDO DE CULTURA ECONOMICA Impreso y hecho en Mexico Printed and made in Mexico j Panuco. 63 - Mexico , ... ,..: INT RO DU CC ION A LA EDICIO N ESPANOLA El Paisaje. ) EL ESTUDIO morfologico de esta geog rafia regional se aju staa l con· cepto moderno del paisaje y a la divi sion de este en paisaje natu ral y paisaje cultural. El paisaje puede definirse, segtlll Car l Sauer, como una asocia~ cion de formas (naturales 0 cultural es) que se localizan' en la super fide terrestre. Segun este autor, la morfologia del paisaje natural puede repre sentarse mediante el diagrama sigu iente: ( FACTORES ( I Geognostico Clim atico \ I Veg etac iona l ---;- ! TIHf PO -4 < FORMAS Clim a Tier ra superficie suelo dren aje } PAIS AJE NATU RAL I lTIinen:~" I \ Mar y costa Vegetacion I' J VA~r\ ~ Ademas, seg{m el mismo autor, se pue de representar la influen cia de la cultura humana sobre el paisaje natu ral, es decir, el pai saje cultural, mediante el diagram a siguiente: FACT OR MEDIO FORMAS " Il: l~ob IaClO Cult ura -:> T1EM PO ) II I dens idad , , , ' lTIuv -:> PalSa)e natu ral {H b' imientos. ., } a HaC-lOn: plan , estru ctura . Produccion Com unic acio r '" 7 l PAIS '\JE CULT URAL 8 9 INTRODUCCION INTRODUCCION el producto de las modificaciones que los fenomenos monzomcos El Clima. En la obra de Oscar Schmieder, como en todos los trabajos mo.. demos de geograHa, se sigue el sistema de dasificacion de los dimas de Wilhelm Koppen. Segun este, se reconocen los tipos fundamen~ tales de dima siguientes: 1. Af Tropicailluvioso, con lluvias en todo el anoj 2. Aw Tropicailluvioso, con sequia en inviemoj 3. BS Seco esteparioj 4. BW Seco deserticoj 5. Cs Templado lluvioso, con sequia en veranOj 6. Cf T emplado lluvioso, con lluvias en todo el anoj 7. Df Frio lluvioso, con lluvias en todo el anoj 8. ET Boreal de tundraj 9. EF Boreal de hielos perpetuOSj 10. Am Tropicailluvioso, con intensas lluvias monzonicas; 11. Cw Templado lluvioso, con lluvias monzonicas de veranOj 12. Dw Frio lluvioso, con lluvias monzonicas de verano; 13. EB De alta montana. Los anteriores tipos fundamentales de dima corresponden a las zonas fundamentales siguientes: 1. A Tropical humeda: con temperatura media mensual supe.. rior a 18 Co en todos los meses y altura anual de la lluvia superior a 750 mm. 2. B Seco, en el que existe una correlacion espedfica entre la temperatura anual en Co y la altura anual de la lluvia. 3. C Templado humedo: con la temperatura media mensual del mes mas calido superior a 18 Co y del mes mas frio su.. perior a -3 Co. 4. D Frio humedo: con la temperatura media mensual del mes mas calido superior a 10 Co y del mes mas frio inferior a -3 Co. 5. E Boreal: con la temperatura media mensual del mes mas calido inferior a 10 CO. Los nueve primeros tipos fundamentales de clima ocupan una distribucion zonal sobre la superficie terrestre. Los tres siguientes son ejercen sobre la circulacion general de la atmosfera. Y, el ultimo, es el clima tipico de altitudes de importancia. Con el fin de poner al alcance del lector los ultimos resultados de la dimatologia americana, se ha sustituido el mapa original de dimas de Norteamerica por otro mas reciente de Brooks, Connor y otros que publico la Universidad de Harvard, se induye un mapa de dimas de la region mediterranea americana debido al suscrito, y se reproduce la ultima carta de dimas de Suramerica de W. Koeppen. Fisiografia. Segun el concepto de William Davis la ImJVincia fisiografica se establece sobre la base de tres factores: el estudio de la estructura en su mas amplio sentido, el analisis del proceso de los agentes erosivos y el grado de destruccion alcanzado por la erosion. Sobre la base de estos principios se adjuntan cartas fisiograficas de las tres gran des regiones de America. La de Norteamerica es una reproduccion de las que prepararon el investigador canadiense Dow.. ling y el estadounidense N. M. Fenneman; las de la region medite.. rranea y de Suramerica son debidas al suscrito. La Vegetacion. La presente obra se ajusta, en 10 que atafie al estudio de la capa vegetal, a la correspondencia establecida por Wilhelm Koeppen entre el clima y la vegetacion, la cual es como sigue: Tipo fundamental de dlma Af Am Aw BS BW Cs Cw Cf Morfologia vegetal selva tropical lluviosa bosque tropical lluvioso sabana (tropical) esrepa desierto pradera (templada) pradera (templada) bosque tempI ado 10 INTRODUCCION Df ET EF EB bosque frio tund ra hielos perpetuos tund ra solamente, tuos. INTRODUCCION 11 Adiciones. 0 tund ra y hielos perpe Los bosques templados y frios pue den ser: mixtos, es decir, de angiospermas y gimnospermas; 0 taiga s, que son bosques de coniferas casi exclusivamente (gimnospermas). La selva y el bosque tropicales son exclusivamente de angiosperma s. La sabana y la prad era son formacio nes de plantas herbaceas; la estepa de estas ultimas plantas y de xerofitas, y el desierto de xero fitas exclusivamente, 0 de suelo desn udo y, en algunos casos, arenoso. La vegetacion de la tund ra esta form ada por musgos y liquenes, principalmente. Nomenclatura. Se han conservado en idioma ingle s los nombres geograficos de Norteamerica que aparecen en la obra original con el fin de respe tar el criterio del auto r que, com o el de los geografos modernos, es reacio a establecer traducciones de accidentes geograficos. Pero con el proposito de que elle ctor encuentre una rapida tra duccion de toda la nomenclatura geografica utilizada, se anade al final un pequeno vocabulario ~ngles-c astellano de los nombres de ac cidentes geograficos. Divisiones administrativas. Como apendice, se ha agrcgado a la obra una lista de todas las divisiones administrativas de los paj,,, ; mas importantes de Ame rica. En la obra de Schmieder solo se habra incluido una lista de nom bres y abreviaturas oficiales de los Estados Unidos de America. Y la adicion en la traduccion se just ifica como medio de auxiliar la lect ura de las descripciones regional es. En esta lista, sin embargo, s610 se incluyen las abreviaturas co rrespondientes a las divisiones adm inistrativas cuando su uso 10 ame rita . La obra se ha enriquecido con los mas recientes datos estadisti cos de la poblacion de las diversas unidades administrativas de todo el continente, de las ciudades, de la pob lacion indigena y negra y, en algunos casos, de indole econ6mica. Ademas, se han ana dido mapas de la distribucion de la pobIa cion indrgena de Estados Unidos y de Mexico, de la poblacion negra de Estados Unidos y de todo el con tinente, as! como de las zonas cul turales prehispanicas. JORGE A. VIVO I EL CONTINENTE CAPITULO r LAS BASES NAT URA LES Descubrimiento y Exploraci6n. En d noroeste, Norteamerica se acerca al continente asiatico, en el estrecho de Bering, hasta una distancia de unos 100 kilometros aproximadamente. Ademas, el arco de las islas Aleu tianas forma un puente entre los dos cont inentes sobre el que, en la era post glacial, pescadores y cazadores podian pasa r desde Asia, de suerte que, desd e tiem pos inmemoriales, entre los habitante s de ambos continentes existieron rela don es que se establecian por medio de canoas. Sin embargo, al principio de los tiempos historicos, los antiguos pueblos civilizados del este de Asia no tenian conocimiento de la existenci a del continente americano. Norteamerica era mucho mas dific il de alcanzar desde el este que desd e el oeste. Solo navios de gran calado podian cruzar el Oceano Atlantico , moti vo por el cual lIego a est~blecerse la cornunicacion con Europa muc ho mas tard e que con Asia. Sin embargo, esta comunicacion tardia con Euro pa resul to decisiva para el desarrollo cultu ral de Norteamerica, porque el desc ubri miento fue seguido por la colonizac ion europea que tuvo por consecue ncia la europeizacion del continente. Segun leyendas antiguas de Islandi~ y con forme a los informes que Ada n de Bremen obtuvo en Copenhague, en eI ano de 1070, los normandos que se habian establecido en Groenlandia, alrededor del ano de 982, fueron los pri meros europeos que llegaron a Norteamerica, probablemente en el ano de 1001. Se ha creido poder iden tificar su Hell uland, Markland y Win land con Labrador, Terranova y Nueva Escocia. Acerca de los intentos para colo nizar estas tierras recien descubiertas tambien nos hablan estas leyendas, se gUn las cuales eI ultimo barco parti 6 en el ano de 1347 para Vinoland ia. Sin embargo, estos descubrimientos geogr:'tficos de los normandC'S volv ieron a olvidarse en los anos sigu;pr"es, y en epoca de Colon habian quedado total men te en olvido. 5610 despues de que Colon habia lIegado a las Anti llas en 1492 se emprendieron de nuev o viajes en latitudes mas altas, de los que tesulto el redescubrimiento de Nort eamerica. En la epoca en que los espanoles hacian esfuerzos por avanzar desd e las Antillas hacia el sur y el oeste , ningun capitan ingles se habia atrev ido a cruzar el Atlantico, de suerte que el veneciano Giovanni Caboto y su hijo Sebastum tuvieron el privilegio de ser los primeros en cruzar el Oceano, en el l' 20 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE ano de 1497, al servicio de Inglaterra, y en descubrir tierras nuevas en el nor' te, hecho con el cual aseguraron los derechos de Gran Bretana a esta porcion del Nuevo Mundo. No se sabe d6nde los Cabots, como se les llamaba en In glaterra, divisaron por primera vez el continente, pero es probable qUe haya sido en Labrador. A los Cabot siguieron, en 1500, los hermanos portugueses Gaspar y Miguel Cortereal, que durante varios viajes visitaron las Costas de Norteamerica desde la bahfa de Baffin hasta la Nueva Inglaterra y que dieron el nombre de Tierra de Bacalhaos a las costas de Terranova, que abundaban en pesca. Era tan grande la importancia economica que la Europa catolica atribuia a estas pesquerias recien descubiertas, que desde 1504 pescadores bretones visitaron con toda regularidad los bajos de Terranova. En los mapas de la epoca la costa oriental de Norteamerica apareda representada en frag, mentos discontinuos que solo poco a poco llegaron a unirse. En el ano de 1519, el espanol Alonso Alvarez Pineda trato de encontrar, pasando por entre las "islas" de Yucatan y Florida, la via maritima a las islas Molucas, descubriendo durante su viaje la costa septentrional del Golfo de Mexico. T odavia en el ano de 1520, Cortes creia en la existencia de un pasaje occi dental entre Florida y Terranova, y en 1525, Quexos navego, al tratar de descubrir este paso hacia el occidente, a 10 largo de la costa del continente hasta los 40° de latitud norte aproximadamente. Solo hasta el ano 1529 aparecio en los mapas como una linea ininterrumpida la Costa desde T erra nova hasta Centroamerica. Solo en el extremo norte del continente quedaba la posibilidad de un pasaje. El descubrimiento de la costa del Pacifico de Norteamerica no comenzo sino hasta despues de que Cortes hubiera conquistado Mexico y establecido en Zacatula una base para la exploraci6n de la costa occidental del continen teo Partiendo de este punto de apoyo, la primera expedicion espanola del ano de 1532 penetro en el Golfo de California. De mayor importancia resul to el viaje de Juan Rodriguez Cabrillo, que tuvo el encargo de buscar el pasa je desde el occidente. En 1542 lagro !legar hacia el norte hasta los 38°31' d~ latitud norte. Su piloto Fen-do logro llegar el afio siguiente hasta los 41 liz grados. Es curiosa que ninguno c1e los dos c1escubrio la bahia de San Francis co, cuya entrada estaba probablemente sustraida a la vista por nieblas cos taneras. La exploradon de la costa noroccidental no se llevo a cabo sino hasta dos siglos mas tarde, y no se realizo desde Mexico. En la primera mitad del siglo XVII los rusos habian alcanzaclo, avanzanclo a traves de Siberia, la costa del Oceano Pacifico. A pesar del vivo interes que el esclarecimiento de las relaciones entre Asia y America despertaba en Rusia, transcurrio casi otro siglo hasta que clio principio la exploraci6n rusa del noroeste de America. En los anos de 1725 a 1728 y de 1733 a 1741, el danes Bering emprendio aI servicio de Rusia y acompafiado del ruso Chirikof y del naturalista aleman LAS BASES NATURALES 21 Steller, desde Kamchatka, sus VlaJes al estrecho de Bering y la costa meri dional de Alaska. En 1778 aparecio en la costa noroccidental el ingles James Cook, acompafiado por el naturalista aleman J. R. Forster, para descubrir un pasaje en el noroeste, penetrando a traves del estrecho de Bering en el Ocea no Artico. G . Vancouver realizo triangulaciones muy minuciosas en la costa occidental en los afios de 1790 a 1795. El descubrimiento de un paso a traves del Nuevo Mundo era el objetivo principal de la mayoria de las expediciones a las costas occidental y oriental del continente. A medida que ~e conocian los contornos del continente se iba desvaneciendo la esperanza de encontrar dicho pasaje en latitudes media nas. 8610 en el norte del continente quedaba una- posibilidad para poder avanzar hacia el noroeste. Fueron principalmente ingleses los que tomaron parte en esta busqueda del pasaje septentrional. En los afios de 1576 a 1578 emprendio M. Frobisher sus viajes, durante los cuales descubrio la Tierra de Baffin, siguiendole John Davis, en los afios de 1585 a 1587, que avanzo hacia el norte hasta la bahia de Baffin. En 1610 Henry Hu-dson penetro en la gran bahia que hoy dia !leva su nombre. Es cierto que William Baffin pudo ave riguar en 1615 que esta bahia esta rodeada de tierra en el oeste y que de ninguna manera se comunica con el Oceano Pacifico, pero los resultados des alentadores de su viaje tuvieron como consecuencia que durante los siguien tes doscientos afios no volvieron a hacerse intentos para encontrar el pasaje interoceanicp noroccidental. Durante el siglo XIX los exploradores ingleses reanudaron la busqueda. En 1818 John Ross atraveso la bahia de Baffin hasta el estrecho de Smith, y al !legar al estrecho de Lancaster se en contra sobre la verdadera ruta. Pero Ross interrumpio su viaje prematuramente. Las si guientes expediciones de los capitanes David Buchan y Edward Parry tam poco tuvieron exito, a pesar de que Parry logro avanzar a traves del estrecho de Barrow hasta la isla Melville. Coincidiendo con estos viajes, John Franklin emprendio dos grandes expediciones por tierra (1819-1822 y 1825-1827) al litoral entre los rios Mackenzie y Coppermine. En mayo de 1845 Franklin emprendio su tercer viaje, del que no regreso; por ultima vez fue visto por al gunos pescadores de ballenas en la bahia de Melville. Aunque 1a expedicion de Franklin tuvo un resultado negativo, sirvio indirectamente para dar enorme impulso a las actividades de los investigadores. Se mandaron cerca de cuarenta expediciones en busca de Franklin y su gente y durante uno de estos viajes MacCLure (1850-1853) logro demostrar, por 10 menos, la posibilidad de un pa sajt' noroccidental que, sin embargo, no fue comprobado hasta los anos de 1903 a 1906 por RoaLd Amun-dsen. Los espafioles fueron los primeros en iniciar la exploracion del interior del continente desde el sur. En 1528, la expedicion de Panjilo de Narvaez naufrago en la costa de Texas. La mayorfa de los supervivientes peredo muy pronto; sOlo Alvar Nunez de Vaca con tres acompafiantes lograron, despues I1.McKICA DEL NORTE: EL CONTINENTE de seis anos de correrias a traves de Texas, Coahuila, Chihuah ua y Sonora, a1canzar en Culiacan las avanzadas septentrionales de los espanoles en Me xico. En 1539, Hernando de Soto emprendio un viaje, como Nar vaez de la bahia de Tampa, que duro casi Cuatro anos. De Soto principio por dirigirse al norte, penetrando en el Piedemonte, de Carolina; luego atra veso los Apalaches y la planicie oriental de la Costa del Golfo, para cruzar el Misisipi en las cercanias de la actual ciudad de Memphis; a traves de Arkan sas llego a Oklahoma y de alIi siguio el CUrso del rio Arkansas hasta su des embocadura en el rio Misisipi, donde De Soto mismo perecio. Los supervi vientes, bajo el mando de Luis de Moscoso, atravesaron tambien la planicie occidental de la Costa del Golfo. Finalmente regresaron al Misisipi, bajaron este rio en canoas, y siguiendo la Costa del Golfo, en el ano de 1543 llegaron a Panuco. Fueron en primer lugar los informes de Cabeza de Vaca, que ha bia oido hablar de ciudades al norte de su ruta, los que en Mexico y Espana despertaron nuevo in teres por las tierras desconocidas del norte. Varias expediciones se pusieron en marcha, pero no como hasta entonces par tiendo del lado a tiil.l1 tico, sino desde Culiacan, en la Costa del Pacifico. El franciscano Marcos fue el primero, en 1539, en llegar a la frontera de los pueblos zunis. Despues de su regreso proporciono un informe fantasticamente exagerado del pais de Cibol a recien descubierto, de cuyas ciudades decia que eran mayores que las de Mexico. A base de estos relatos emprendio Francisc o Vazquez Coronado, en el ano de 1540, Un viaje hacia e1 norte, salIendo de Culiacan con una expedicion magnificamente organizada. Muy pronto llego a los "pueblos" zunis. pero la pobreza de estos indigenas causo una cruel des ilusion en el animo de Io.)s (spanoles. De mayor importancia que las conquistas resultaron los descubrimientos de la exoedicion, que cruzo el rio Colorad o en las cercanias de su desembocadura; algunos miembros de ella fueron los primeros europeos que vieron el Grand Canyon. En el Rio Grande del Nor te se descubrio el pais de los Indios Pueblos. En 1542 Coronado penetro desde los Llanos de Cibo1a al este, es decir, a los llanos y praderas , donde vivian indios nomadas y bisontes, para regresar en seguida a Mexico. _ Los primeros franceses que lIegaron a Norteamerica fueron navegan tes bretones y normandos, que probab1emente pescaban cerea de Terrano va al rededor del ano de 1500. Despues de que el florentino Giovanni Verazzan o hubo llevadn a cabo, por orde'" ie la Corona de Francia, 1a primera expedi_ ci6n al Nuevo Mundo, slguieron, de a 1542, varios viajes del frances Jacques Cartier, quien exploro en primer lugar la depresion del San Lorenzo. Hasta princ;piclS del s;glo XI'1l no llego a ser el golfo de' San Lorenzo el punto de partida de los -.-iajes dO' exploraci6n de los franceses que se ex tenciieron sobre grandes :(lnas del interior del continente. Los exponen tes de estas actividades [uemn principalmente compr,.dores de pides y caza dores, que se valian de los metodos peculiares de los indigenas para recorrer partie~do grande-~ 15J~ LAS BASES NATURALES 23 el pais, siguiendo las vias fluviales en ligeras canoas de corteza. Entre eI gran numero de exploradores franceses de· los primeros tiempos Samuel Cham plain ocupa eI primer Iugar; en 1613 exploro eI rio Ottawa y, en 1615, acom pano a un grupo de indios hurones por el mismo camino hasta la bahia Georgian, de manera que fue el primer hombre blanco que recorrio Ia via fluvial que debia ser despues la principal ruta de los compradores de pie les hacia el interior del continente. En 1673, el comprador de pieles Joliet, acompanado por el jesuita Marquette, lleg6, en la desembocadura del rio Wisconsin, al Misisipi, el que sigui6 do abajo hasta la desernbocadura del rio Arkansas. Por temor a los espanoles, ambos regresaron subiendo el rio Illi nois y llegando al lago Michigan. En 1680, el franciscano Louis Hennepi n visit6 el Misisipi superior, proporcionando el primer mapa y descripc ion del rio. En el ano siguiente, Robert de La Salle bajo el Misisipi hasta su des embocadura, dando a la gran cuenca del rio el nombre de Luisiana, por de berse su primera exploracion al espiritu emprendedor de los franceses . Tam bien hasta las praderas y llanos extendieron los coureurs des bois franceses sus expediciones. Ya antes de 1688 llegaron franceses del Canada al Rio Grande del Norte, y alrededor de 1694 vivian traficantes de pieles de esta nacionalidad entre los indios del Missouri. Pero tambien hacia el este penetra ron montaneses franceses, subieron los rios Ohio y Tennessee y lIegaron en el ano de 1699 por primera vel, bajando el rio Savannah, hasta Carolina del Sur. Vemos, pues, que la region de los grandes lagos y la cuenca del Misisipi fueron explorados por los franceses desde el valle del San Lorenzo. En consecuencia, solo algunas zonas de los paisajes de la costa del At lantico quedaron desconocidas y df' su exploracion se encargaron ingleses, holandeses, suecos y alemanes. COll Ia fundacion de Jamestown, en el ano de 1606, se di6 principio a la penetracion en estas regiones, acompan ada si multaneamente por una colonizacion reducida pero extensa. Solo en el nor te del Canada encontraron los ingleses, en el siglo XVIII, una oportunidad para explorar extensas zonas del continente. El punto de partida para estas acti vidades eran las factorias de la bahia de Hudson. Desde aqui lIego Samuel Hearne, en 1771, siguiendo el rio Coppermine, al Oceano Artico; Alexand er Macl(enzie, en 1789, descendio par e1 gran do que hoy lIeva su nombre has ta su desembocadura. T-hcia fines del siglo XVIII comenz6 tambien la explo racion de las cordilleras por los ingleses. Durante BU segundo gran viaje (1792-93), Mackenzie escogi6 el rio Peace como via de acceso, logrando atra vesar las montanas y Ilegar al Oceano Pacifico. De esta manera se habia cru zado par primera vez el continente en todo su ancho al norte de la zona de influencia espanola y se habia abierto a los traficantes canadienses de pieles el camino al Oceano Pacifico. La moderna exploracion cientifica no dio principio sino hasta el si glo XIX. En los anos de 1803 a 180', lJS .:.ficiales del ejercito Lewis y Clarke 24 realizaron su viaje por el rio Missouri arriba y el rio Columbia abajo hasta el 'Oceano Pacifico. Despues Ie siguieron otras expediciones, como la de Zebulort M. Pike (1805-1807) a los Llanos y las Montafias Rocallosas meridionales, y 1a de Stephen W. Long (1819-1823) a la region de los lagos superiores y las Montafias Rocallosas centrales. En 1807 se fundo el Instituto TopogrMico de Costas (Coast Survey), para levantar pIanos de las costas de Estados Uni dos. Sin embargo, los trabajos no dieron principio sino hasta 1816, progre sando entonces sOlo muy lentamente. En 1871 se Ie agrego finalmente el Instituto Geodesico (Geodetic Survey), que llevo a cabo, como primer trabajo, la triangulacion desde la costa del Athlntico a la costa del Pacifico, siguiendo el grado 39 de latitud norte. Definitivamente se organizO la Oficina Costera y Geodesica (Coast and Geodetic SU'f'Vey). En el afio 1830 empezo la orga nizaciOn de la triangulacion dentro de cada uno de los estados de la Union. En 1843 llege a fundarse el Geological and Natural History Survey of Ca fUlda. En Estados Unidos los trabajos preliminares para la construccion de los ferrocarriles transcontinentales dieron motivo, en la sexta decada, a ex tensas empresas explotadoras de enorme importancia geografica. T ambien para la exploracion militar, geogr:i.fica y geologica el Congreso de Estados Unidos organizo varias expediciones. Las empresas mas importantes de esta dase, de las que finalmente (1879) nacio la Oficina de Exploracion Geolo gica de Estados Unidos (United States Geological Survey), fuero:l las si guientes: Exploraciones geologicas de los Territorios, por Hayden (Hayden's Geological Surveys of the Territories); Exploracion geologica del paralelo 40°, por King (King's Geological Survey of the Fortieth Parallel); Explora cion geologica y geografica de la region de las Montafias Rocallosas, por Powel (Powell's United States Geol.ogical and Geographical Survey of the Rocky Mowntain Region); y Exploraciones geograficas al oeste del 100° meri diano, por Wheeler (Wheeler's Geographical Surveys West of the One Hundredth Meridian). Hombres como C. E. Dutton, S. F. Emmons, G. K. Gilbert, F. V. Hayden, W. H. Holmes, Clarence King, J. W. Powell, t. C. Russel y otros, por sus trabajos dentro del margen de estas empresas rin di,eron grandes servicios no s610 a la exploracion del continente, sino en general al desarrollo de nuestros wnocimientos geogrMicos. Con ellos logro 1a ciencia geografica llegar a una altura que des de entonces no ha vuelto a alcanzar. La exploracion cientffica del continente y su cartografia no estan, sin duda, completas en la actualidad; pero de todos modos se hallan mucho mas avanzadas que en la America Latina. Con gran claridad se destacan los grandes rasgos de la naturaleza del continente, y es inmenso el numero de monografias que tratan, en parte con una escrupulosidad ejemplar, sobre los problemas parciales. En cambio, 10 que falta todavia son obras sinte ticas de geografia regional. 25 LAS BASES NAnJRALES AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE = ~~ £:tCVOO LAUR.ENTINO- NUCLE.OSAS!CO CRi~1ALI"O 111ttml1\1o.:£NCA5 NT:RM01.JTANA5DLAS (QRO!lLElV.) ~.mL05 AF-'lLACHE5ANTtSIJOS ~.~ CSCA...0l\1E5~EFALLA 1jljfiit!JJ.EL PIECEMCl.,-E /~ E~:t'1:0NE.S or:: [STRATO i/f///!/!JJl/A. ~_o.s APALAQ-'SS RECU::PTE5 ')~\\;J~\~MO"lTMlAS - . -:£:. t',i,ISAJ£ nrrBlc-!t e EST&AT';5 ESCALONA-1m; ~LAS MONTrJ~'5 KOCAI.LCSl.2 ~ .. ~~LA5 M£sCTAS OSL ('OLORADC It':.:t':=:U''CCi'. .'T'.)$,A.NOtNO~ \ ' ,\~ :'~~: !.IHt1, ESTR1:C~Rt.1. GEL l:.STtftt. ~C:l~.MIa:.0 ';9,. f'J[:;:\':O ~r..hF'\~ Jt: LPM\ ~;;:r::UJTE f:.J,'-JI(.\~S (O.:"':::::-.'.I,S 7ECl~f,rTE';l '( r-al.£!o.:"::,:= i'l[ cu:::~.:CJ.' S ~:~;~~~ ~~ ~~~ ~;.~~:~~~:~~~~~;~s fig. 1. La estruclura del con!inonte, Estnu:tura y morfologia. En contraste con Suramerica, la Norteamerica anglosajona est a situada fuera de los tropicos y, ademas, su anchura aumenta considerablemente hacia el polo. En el norte, el escudo canadiense forma el subsuelo. En el sureste, el sistema montafioso de los Apalaches es su 26 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE continuaclOn. EI sistema de montanas andinas ocupa eI oeste del continen te. Flanqueado por dicho sistema en el oeste, por el escudo canadien se en el norte y por el sistema de los Apalaches en el este, se extiende en el interior un vasto paisaje escalonado. Mientras que en Suramerica el macizo mas antiguo de montanas, 0 sea las Mesetas del Brasil y de la Guayana, esta situado en el este del conti nente, la masa laurentina, que se puede comparar con ellas, ocupa el norte del continente. Son rocas metamorficas cristalinas las que constituy en esta masa de montanas que, desde el periodo orogenico del algonqui ano, solo fue tocada parcialmente por movimientos tectonico~, mientras que en su conjulHo no estuvo sujeta mas que a movimientos epirogeneticos. En conse cUencia, este antiguo macizo de montanas quedo reducido, con el tiempo, a una penillanura de poca altura, levantandose a mayores altitudes unicame n te en el noreste de Labrador. En donde la penillanura no esta cubierta de an tiguos estratos sobrepuestos, sufrio durante el diJuvio una transform acion por el avance del hielo continental que produjo una superfice escabros a. En las costas de la bahia de Hudson, asi como en el oeste y el sur, r acen sobre el escudo canadiense, en posicion discordante, primero la forma cion algonquiana y despues varias series de estratos de formaciones paleozoi cas que, durante la historia geologica, solo en determinadas regiones fueron plegadas y levantadas entre el escudo laurentino, los Apalaches y las cor dilleras. De esta enorme y muy extensa masa de estratos Ilego a f0rmarse, con d tiempo, el gran paisaje de estratos escalonados del interior del conti neme. Hacia fines del perfodo permico. las zonas oriental y surorien tal de este cuerpo de sedimentos sufrieron la accion del plegamiento apalachi ano; sin embargo, en el curso de los tie'11ll10S, toda esta montana de plegamie ntos paleozoicos quedo totalmente aplanada. El sistema montanoso de los Apa laches, tal como se nos presenta hoy dia, solo debe su origen a levantam ien tos mas recientes, a fall as y, sobre todo, tambien a los distintos grados de resistencia de las mcas que la erosion dejo al descubierto. Mucho mas grandioso que el sistema montanoso de los Apalaches, que tiene mas bien el caracter de una serrania de segundo orden, es el sistema de cordilleras del oeste del continente. Esta gran montana esta compues ta de un gran nllmero de' elementos integrantes que geneticamente son muy diferentes. Coiinda ndo .vJ1 el paisaje de' estratos escalonados del interior del c011tineme, se Ievantan las Montanas Rocallosas que se nos presema n, aI sur de Ia depresic)n de \Vyoming, como una montana de plegamie nto~ frae turacios. Las cordilleras que corren de norte 8 sur, consisten principa lmen te de series de anticlinales sencillos y muy extensos, cuyo mkleo esta formado por rocas intrusi\'as. Por 10 regular, los nucleos cristalinos han perdido ya SllS estratus sobrepuestos por Ia acci6n de Ia denudacion, de suerte que ahora forman peniplanos. Las zonas mas altas de las Montafias Rocallos as meri- LAS BASES NATURALES 27 dionales muestran numerosas huellas de glaciaci6n diluvial. Al norte de Ia depresion de Wyoming, las Montanas Rocal1osas estan plegadas y fracturad as desde eI oeste. El rumbo de las cordilleras refleja Ia direccion de las lineas estructurales. Al oeste de las Montanas RocaHosas se encuentra la Hamada zona inter montana, que esta formada por la cuenca del Yukon, la meseta del Fraser, la del Colombia, la Gran Cuenca, la altiplanicie de Arizona, los desiertos de Mohave y Sonora y las mesetas del Colorado. Nuestros conocim ientos de las mesetas interiores de Alaska y Canada son todavla tan escasos que no se puede dar de ellas una descripcion general definitiva. En la cu~nca del Yu kon, los peniplanos tambien cubren sedimentos dislocados de agua dulce de la formacion Kenai que se considera como del eoceno. Por eso, Brooks supone que las penillanuras del Yukon pertenezcan al eoceno superior 0 al mioceno. Algunos geologos canadienses consideran los peniplanos de la me seta del Fraser como de la misma edad que los del Yukon. Esta hipotesis acerca de la existencia de un peniplano intermo ntano ininterrumpido del perlOOo eoceno, que se extiende desde Alaska a Colombia Britanica , sin em bargo, no encuentra hasta ahora ningun apoyo en las observaciones. En Ia meseta del Fraser ya se acentua 10 Hano de la zona intermontana debido a los mantos de lava del terciario medio que yacen en posicion casi horizontal. En la meseta del Colombia, tales rocas extrusivas recientes si guen formando la superficie terrestrc, de suerte que se conoce muy poco acerca de la estructura del subsuelo. En la parte septentrional de la zona intermontana, se han conservado todos los rasgos caracteristicos de la me seta hasta eI presente, de suertA que esta region debe haberse manteni do durante el" perfodo terciario cornu una masa inmovil. Muy distintas son las condiciones que encontramos en la Gran Cuenca y hacia eI sur en la alti planicie de Arizona y los Desiertos de Mohave y Sonora. En esta parte meridional de Ia zona intermontana predomina Ia Hamada estructu ra de cuencas y cierras (Barin Range), (vease pp. 35955,). En direcci6n meridion al en la parte norte, y en direcci6n noroeste-sureste en 1a parte sur, corren innumerables cadenas cortas de lomas angostas, que aparecen en el mapa como un ejercito de orugas que caminan hacia Mexico (Dutton ). Entre estas sierras (ranges) se t"''''2nden cuenca, (basms), cuyo piso esta formado princi palment e por sedimentos recientes que a su vez yacen sobre peniplan os. En el sureste de la zona intermontana se presenta tociavia, como un elemento morfologico independiente, una region de estratos en posicion ho rizontal, 0 sea eJ alto macizo de las mesetas del Colorado. Es caracteri stico de ella el hecho de que Ie [alta por completo todo plegamiento genuino desde el cambrico hasta el terciario. De la manera mas impresio nante se rresenta al viajero esta sucesion imperturbada de estratos de Ia meseta en d Grand Canyon del Color u,,, ":v.;de estos estratos se levantan a Una 28 AMERICA DEL NORTE: EL CONTlNENTE LAS BASES NATURALES altura de mas de 2500 metros y donde el profundo vaIle del rio los ha cor tado hasta el nucleo montanoso arcaico. En el oeste, la zona intermontana colinda con el sistema de montanas del Pacifico. En el noroeste, las Alaskidas (Suess) forman una montana de plegamientos, atravesada por numerosas faIlas, en cuyos sedimentos meso zoicos y paleozoicos penetraron grandes masas de granodioritas. El arco de las AIeutianas se compone principalmente de rocas volcanicas recientes que yacen sobre un zacaIo de sedimentos plegados del terciario y del mesozoico. La Sierra Costera (Coast Range) de la Colombia Britanica y una parte de las islas en frente de ella, consisten principalmente de un solo batolito enormemente grande de granodiorita. La intrusion del batolito se realizo probablemente en el periodo del jurasico y se prolongo hasta los comienzos del cretaceo. En la composicion de sus rocas y su estructura. Ia montana costera septentrional muestra semejanzas con la Sierra Nevada. T ambien en la region de Ia montana costera de Alaska y de la Colombia Britanica se presentan peniplanos de considerable altura. Spencer (vease bibliografia NQ 665) cree poder relacionar estos peniplanos con los de las mesetas inter montanas. Segun esta hipotesis, la montana costera septentrional hubiera sido levantada hasta su actual altura en epocas posteocenicas. La Sierra Cascada y la Sierra Nevada, que siguen hacia el sur, descien den hacia el este con mucho declive en direccion a la meseta del Colombia y la Gran Cuenca. En la Sierra Cascada es en primer lugar el gran numero de ma,as volcanicas de mucha altura 10 que llama la atencion. La Sierra Nevada forma parte, segun toda su estructura, de las sierras (ranges) de la Gran Cuenca, aunque se caracteriza por sus dimensiones especialmente gran diosas. En el oeste, se extienden delante de la Sierra Cascada y la Sierra Ne vada varias depresiones de las que el Gran Valle de Califllrnia es la de ma yores dimensiones. Hacia el Oceano Pacifico, el Gran Valle esta cerrado por la Sierra Costera (Coasr Ranges). Este sistema montanoso cQnsiste en un gran numero de cordilleras para leIas, cuyo rumbo forma un angulo agudo con el curso de la costa. Cada uno de estos n{lcleos montanosos tiene su propia historia geologica, y las tensiones entre eIlos han sido la causa, aun en los tiempos mas recientes, de violentos movimientos en direccion vertical, pero tambien especial mente en sentido horizontal. Es considerable el numero de lineas de afallamiento a 10 largo de las cuales han tenido lugar movimientos aun en epocas historicas. Entre ellas es la mas conocida la falla de San Andres, que todavia en el ano de 1906 entro en actividad en una extension de cerca de 850 kilometros. El elemento morfologico regional mas reciente del continente es la pia nicie costera que, desde el cabo Cod hacia el sur, constituye las costas del Atlantico y del Golfo. Por 10 general, la estructura de estas tierras bajas es bastante sencilla. Arenas y arcillas del cretaceo y terCiariO, las mas de las veces poco endurecidas, van bajando con muy poco declive hacia la costa, de suerte que resulta un paisaje escalonado debilmente articulado. El an cho de Ia Coastal Plain fluctua entre unos cuantos cientos de metros y 800 kilometros. La mayor parte del continente norteamericano ha estado sujeta, en cuanto al caracter de sus suelos y su morfologia, a la accion de la glaciacion diluvial 0 del pleistoceno (fig. 2). El hielo continental norteamericano tuvo su origen en tres grandes fuentes. 'Desde Labrador se movian masas de hielo en direccion al sur y suroeste, Ilegando en la costa Atlantica hacia el sur hasta Nueva York y al oeste de los Apalaches hasta el Ohio. La fuente central 0 de Keewatin estaba situada dentro y aI oeste de la bahia de Hud son. El casquete de Keewatin avanzo hacia el sur y el suroeste hasta mas alla del Missouri, y hacia el oeste hasta las Montanas Rocallosas. En las mon tanas del noroeste se forma el centro de las cordilleras. En medio de las enormes masas ininterrumpidas de hielo, que procedian de las tres fuentes, quedaba al oeste del lago de Michigan la extrana area Bndorreica (driftless area). en la que no se encuentran huellas de una antigua glaciacion. Generalmente, se subdivide el diluvio en una glaciacion mas redente 0 wisconsiniana y otras mas antiguas de Iowa, Illinois, Kansas y Nebraska. Al area del alto fenoscandinavo del Viejo Mundo corresponde en Norteame rica el area laurentina, en la qUe se encuentran las formas tipicas de la ero sion glacial. Los sedimentos glaClales yacen en su mayoria en el sur del es cudo canadiense. Sus rasgos caracteristicos son enteramente identicos a los del norte de Europ'a. Sin embargo, Norteamerica se distingue por la exten sion especiaimente vasta del paisa)e de morrenas recientes, que en partes alcanza el limite de la glaciacion maxima. Por consiguiente, el paisaje de morrenas antiguas presenta una extension mucho menos vasta. En las re giones marginales se present an tambien formaciones fluvio-glaciales y exten sos sedimentos de loess. En la region de las Praderas Canadienses se represo, durante la regre sian de los hielos, el lago que W. Upham ha bautizado con el nombre de Lake Agassiz, y cuyos restos constituyen hoy dia los lagos de Winnipeg y de los Bosques (fig. 35). De conformidad con las extensas cuencas de la re gion de los actuales Grandes Lagos, se origino en la epoca wisconsiniana una articulacion de la orilla del hielo en lenguas individuaIes. Durante la regre sian de los hielos Ilegaron a formarse, en las grandes cuencas, lagos represa dos por los hielos, que varias veces cambiaron su extension. su forma y la direcci6n de su desague. En las fases mas antiguas, estos lagos desaguaban delante de las lenguas del Michigan y del Ontario por el Illinois hacia e1 Misisipi y por el Wabash hacia el Ohio. En las fases uiteriores, deja de exis tir el desagiie hacia el Wabash, pasando las aguas por el Illinois y el Sus 29 30 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINE NTE LAS BASES NATURALES n ~ ZonA libre de hielos Fig. 2. E3 Limit.e de 1'6 ultima gIaciacion E3 i~--3 I· mOl Limit e Dirf'ccionps de gIfl.cj~cioneB movim ientodyf',j Zona glacial contin ental anleriorl';B erosio nes actuul La zona glacial en la America septentrion al. queh anna . En la fase mas recie nte (de Cha mpl ain) , los lagos repre sados !legaron a tener su extension max ima. Los lagos Huron, Michigan y Supe rior formaban un '0' 10 cuerpo inme nso de aguas ininterrumpidas, el !lam ado lago Algonquiano (Lake Algonqui n). A traves de la depresion del San Lo renzo y la depresion Hudson-Cha mplain penetraba el mar hasta eI lago Onta rio. actual S610 despues que se verifico la regre sion de los hielos, !legaron a for marse, en el Jugar donde las agua s del lago Erie pasaban al lago Onta rio, las cataratas del Niagara y el desf iladero 0 abra del Niagara que tiene una extension de 11 kilometros. Las form as de este desfi1adero reflejan sus dis- 31 tintas fases Je retrogresion. El hech o de que el desfiladero no se haya for mado en toda su extension sino hast a despues de la regresion de los hielo s por el retroceso todavia hoy dia activ o de los saltos, diJ6 motivo a obse rva ciones crono16gicas. Segtm F. B. Taylor, el tiempo transcurrido desd e la ablacion de los hielos abarca un perio do de 20,000 a 35,000 ailos. De la situacion de los sedimentos marinos del mar Cha mpl ain y el ni vel ascendente hacia eI norte de las terrazas de playa de los lagos repre sados, se puede deducir, en la region de los Grandes Lagos, una elevaci6n post glacial general y progresiva hacia eI norte. Tambien los contomos de playa en el lago que investigo Warren Uph am, denotan deformaciones parecida s. Debido a estas observaciones se ha !legado a pensar en una relacion causal de las alteraciones del nivel con la antigua sobrecarga y descarga glacial, respectivamente. EI clima. Para poder interpretar debi damente el clima del continente, hay que tomar en cuenta eI cara cter de los mares colindantes, adem as de su situacion, sus dimensiones, su artic u1acion y su relieve, cuyos pormenor es pueden observarse en los mapas. Debido a su situacion, la Norteam erica anglosajona no tiene c1ima tropical. La escasa formacion de ensenada s en la gran masa terrestre, pero en prim er lugar el rumbo del elevado siste ma de las Montafias Rocallosas que corr en paralelas y a poca distancia de la costa del Pacifico, tienen como cons ecuencia que las influencias ocea nicas no pueden penetrar l11ucho en eI inter ior. Por consir:uiente, los dim as cont i, nentales prevaJecen en 10 general. -Los Apalaches '10 son 10 suficiente mente altos para poder tener influencia como linea divisoria entre los dim as y, ademas, estan situados a satavent o del continente y corren paralelos a la direccion nredominante d los vien tos, de Sllerte que no bastan para pro teger las regiones costeras al este de elIos contra las irrupciones de tempe raturas bajas del interior. No se nota tampoco en los Apalaches el contraste del lado humedo occidental con Jos dec1ives secos orientales, que es tan fuertemente marcado en muchas cordilleras. En eI clima de los paisajes al nort e y este de las Montafias Rocallosa s, las aguas articas influyen de una manera decisiva, penetrando en la bahia de Hudson hasta los 51 0 de 1atitud norte, es decir, hasta la latitud de Lon dres mas 0 mf'r ", y formando un centro de temperaturas bajas en el interior del continente, que hace retrocede r las isotermas muy lcjos hacia el ,ur. La primavera tarda en lIegar debido a la influencia de las masas de hielo s y de las aguas frias del norte sabre la atmosfera. T ambien el mar de Bering es una fuente de frio, y en eJ este, la corriente fria de Labrador avan za hacia el sur hasta mas alia de Terr anova, introduciendose a 10 largo de la costa entre el continente y la corriente del Golfo aun hasta el cabo Hatteras . Debido a SllS hielos flotante's, esta corriente maritima resulta peligrosa para la navegaci6n. La linea div;''''ria entr e la corriente de! Golfo y las aguas arti 32 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE LAS BASES NATIJRALES ~ MlIAmw. Mw itllllill _.Aw". &I...., ~BS IiIJIIIW UT;~l {';'(';~,; ~ ("$ <:Sill\) rrrrn 00: ~~$:J..l ~1)1(;::;;3 !'.ill]J Dfl.l ~efb 1m3 DI>b lI'i:i'<<:n, illlI!l C...Cfw,e.., ~D6a ~E'f Fig. 3. LaE! provincias climatkas de Norteamerica. cas frias esta en este caso perfcctamente marc ada. A 10 largo de una distancia de 10 kil6metros se observalOn diferencias de temperatura entre 10 a 15° C. Los vapores rapidos pasan en un cuarto de hora del agua de 20° C. de 1:1 corriente del Golfo a temperaturas de 10 a 5° C. La costa meridional del Athintico esta bafiada por las aguas calientes de la corriente del Golfo, y tam bien en el Golfo de Mexico limita el con tinente con masas de agua caliente que influye en el clima de las regiones adyacentes debido al hecho de que aqui se desarrollan entre la tierra y el agua corrientes atmosfericas de caracter monz6nico. En cambio, la corriente del Golfo es de poca importancia para el clima del sur del Atlantico, por que los vientos predominantes soplan desde tierra firme hacia el mar. El clima templado calido que se extiende en las regiones costeras del Pacifico, desde Alaska hasta el sur de California, se debe en primer lugar a la proximidad del Oceano Pacifico, en cuyo costado de barlovento yace 1 33 toda la costa. Las condiciones muy particulares que determinan la tempe ratura en las zonas del Oceano Pacifico proximas a la costa contribuyen a que la influencia de la latitud sobre las temperaturas resulte eliminada en alto grado. Mientras que las regiones costeras de Alaska y la Colombia Bri tanica estan bajo la influencia de la corriente de Kuro-Siwo que aumenta la temperatura, se extiende a 10 largo de la costa californiana una z~na de aguas ascendentes frias sobre las que se forman fr~cuentemente nieblas en el verano. El intercambio entre masas de aire frio artico y el aire caliente tropical no tropieza al este de las Montafias Rocallosas con obstaculos insuperables en forma de altas montanas. Por consiguiente, las ondas frias (cold waves) que en Texas son llamadas nortes (northers) avanzan hacia el sur hasta el Golfo de Mexico, donde causan mucho dafio, especialmente en las plantas de cultivo subtropicales. Por 10 regular, las ondas frias se forman detras de zonas de baja presi6n atmosferica que avanzan hacia el este, especialmente cuando en el noroeste del Canada hay en invierno grandes acumulaciones de aire frio. Por eso se presentan las irrupciones de aire frio casi siempre algunos dias antes en el oeste que en el este y sur. Debido a que las ondas frias se presentan con cielo despejado y acompafiadas por vientos violentos, su efecto fisiologico es particularmente fuerte. Generalmente, las irrupcio nes de aire frio no duran mas que uno 0 muy pocos dias. En las Ilanuras del norte, las tempestuosas irrupciones de aire estan frecuentemente acompafia das por nevadas, en cuyo caso se les llama blizzards (porque se dice que los colonos alemanes las caracterizaron con la palabra "blitzartig" 0 fulminan tes). A las ondas frias correspond en las ondas calid-as (hot waves) 0 irrup ciones de aire caliente del sur, que son caracteristicas especialmente en los veranos de los paisajes escalonados del interior y las regiones costeras atlan ticas. Estas ondas de aire caliente se presentan por 10 regular cuando un minimum de presion avanza sobre la frontera del Canada hacia el este, por que entonces Ie preceden vientos del sur 0 suroeste que traen aire caliente y humedo del Golfo de Mexico, haciendo subir la temperatura subitamente a mas de 35° C. Estas altas temperaturas se haeen especialmente molestas, porque se presentan con una humedad relativa del aire mtly alta. Tambien es dpico de las ondas calidas el que no refresquen las naches mientras clure su efecto, porque el aire caliente sigue moviendose hacia el norte tambien despues de la puesta del sol y la humedad atmosferica clificulta en alto grado la radiacion nocturna. En contraste a las ondas d.lidas y htllnedas, son secas las rafagas de vientos ca1idos, llamadas chinook, que bajan de las cordilleras y que sopIan en los llanos, as! como tambien en California. '*- Solamente las regiones de 1a costa del Pacifico tienen un clima oceanico equilibrado, mientras que en la gran mayoria de los paisajes predomina un clima marcadamente continental. Por un lado, son muy consider abIes las 34 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINE NTI oscilaciones anuales de la temperatu ra y, por otro, los movimientos de com pensacion entre las masas de aire calido 0 frio pueden realizarse sin estor bos mediante fuertes corrientes atmosferi cas de canlcter ciclonico 0 anticiclon ico. En consecuencia, se presentan oscil aciones de temperatura tan, fuertes y tan irregulares que uno no pued e vale rse de los valores promedios para expre sarlas. ,Solo en Can ada la relacion entr e las temperaturas y la precipitacion at mosferica se presenta de tal manera que pueden extenderse tipos de clim a humedo sin interrupcion, sobre todo e1 continente desde el Oceano Atla n tico hasta el Oceano Pacifico. En el sureste y este del continente la curv a de los isoyetas muestra una conformidad muy llamativa con la costa del Golf o y la del Atlantico. La altura anua l de la precipitacion atmosferica dism inuye desde el Golfo de Mexico hacia el norte y desde la costa atlantica haci a el oeste. De este hecho se deduce que estas dos grandes mas as de agua prop or cionan toda la hum edad necesaria para el interior del continente, mien tras que las murallas de las montanas en e1 oeste impiden que Ia hum edad del Oceano Pacifico penetre profunda mente en el interior. Al este de las Mon tafias Rocallosas las lluvias dependen , principalmente en invierno, de las zo nas ambulantes de baja presion atmo sferica con las que penetran corri entes de aire htlmedo desde el sur y el este. En verano, la presion atmosferica que es generalmente mas baja sobre el continente, se traduce en el predomin io de vientos que soplan desde el mar. Los CiC~,);1es (lwr ocan es) antillano s que se presentan en otono se des arrollan alrededor de zonas de depr esi6n barometrica poco extensas pero par ticularmente intensas, produciendo en la costa atlantica y del Golfo temp es tades violentas y lluvif.;, copiosas, aunque solo raras veces penetran mucho en el interior. Tempestades aun mas violentas que las que se presentan con los ciclones tropicales acompanan los torrutdos de los paisajes escalona dos del interior. Sus velocidades son tan grandes que ni las construcciones humanas mas solidas pued en resistir a sus emb ates; se forman alrededor de una p~qu e na zona de depresi6n barometrica con gradiente excesivo. Los vientos que penetran en el area de baja presion alcanzan su velocidad maxima cerc a del centro, formando un vortice ascenden te en sentido inverso al movimiento de las maneciHas del rdoi . Debido a la fuerza centrifuga de estos vientos, toda via se reduL' muc ho mas la presion atmosferica en el centro, EI tornado se mue ve por 10 regular con gran estru endo en direccion al noreste y con vela cidades de 50 a 65 kilometros por hora, mientras que la velocidad del viento mismo llega aJ mismo tiempo a 150 y aun a 650 kilometros por hora. Las mas de las veces el fenomeno no dura ni una hora y su accion dest ructora se limita a una zona cuyo anch o no pasa de unos poeos cientos de metr os. Por cierto, dent ro de esta zona los estragos que causa el tornado alcan zan pro porciones increibles, mientras que a poca distancia de la trayectoria del vor- LAS BASES NATlJRALES 35 tice s610 soplan vientos moderados dura nte todo el fenomeno. El mon to de los danos que producen estos torn ados depende en cada caso de si el rumbo del fenomeno toea regiones densame nte pobladas 0 no. El llamado torn ado de San Luis (mayo 27 de 1896) caus o la muerte de 306 personas y los dano s materiales que ocasiono se valoraron en 100 millones de d6lares. 5610 en los paisajes intermontano s de las cordilleras y en los Gran des Llanos que yacen a la sombra e6lic a inmedlat'l de las Montafias Roca llosas, es insuficiente la precipitacion atmo sferica. Este gran territorio :'trido inter '" ~--' /~~ ~~~~~~{J~:;Cj~\~~~ I'"~~ ~-"'''''": {~"-k'JV~:!~3=s'' \ " L{',:J.XI-' .,,1, : \' ., . ' / '''./;'·'·A". . "/".JY'"","- /7 , /z,[ ,l'~~'':'~, \M>~'C \. . &PI i \ . ICO" 60· > _\ ~ , -~__ " \Oj~.~~= ~~::.c ¥f~~,-"'~=J_.!:.:._ +-~;-.~ , .r:,.,'".~~;/:<""~~ ~~= ""/~h: ::;;, , , ~ ; ' T . ; " ' C . = -=-k, "y/ , / • ,:i· . . . . -"""'--__ _= . ':,Y,, ~ ;, • ' '" \: I'., / / ' "- Y" / "'-.1 . " U'U."l y )l~jl ~BC5QUf OF [§§] / ''' ' : : , , 'j,' / "". • ,'.'•. , , , 'J , ",. ?0'. , .;."- ~G05QUf MiXTO MATO!'HIALESf.lMESQ:.Jl T 0Gf1AM INEAS OIftlAS DSTEP Jl.DrOI 'lAMINC A5 0" "ARBUS TOS DTlEq RAS PANTANQSAS 1II.H.1l , • • c • ,0 .{}) ,0.' 0<0 !j 1'j',';tr (0) ~ iO~ ~, / ' " :' L;'" " •• , / '\ ,'\r"" 5-);.' '- \ , \ \ , , JJ1 \ ,(~\ <~.,;>'~~ \',',,10t "~~ .1 \ \ ~~,Q'~ \1' "I l'::-:: ':~~~"ir \~ ""~, \ . J'~:d':\, ~~)::~;, ~ . \ J '::-::"~'k-~ . \\~ ~ \~.,;.'; ,0'1"-: dO q.o 11" ', 1 "f" \1,'1'1;1,' ., : , : ,';j C QQ ; \ 0", \ .. • \ I, \ ').. ,L'M Q , I CJCHAP ,o,P.JW< 1 If { =;? • • "='t, •• • • <a -----1 ,: CONI~ toRAS ~PRAOEflA i 't; .', , " . ,(tF> '.\\ , ARBDL['.; .PGNDOSO~ 0PI<A DERA ,' \ ~~.,.,,~,~ ~ ';J: ~4 /"j--t'I~" '.. '~I-r~"I""rllr:: : "~'I '.?;i"'~ ':'.,./- -;o.,r~Q,o.,,~ .q ~ ~"\ "/ .';'lltQ",\o~J.':'io."o~~;!0~fOt)~ d,i"l":';';' i,'r, /~, 'f !'~' .~ !,:I,'r _.-\i*r " \'., :"" '0 / 1, I "~" ' .' "" -". / Ii"/ "":'~ ~~ ~ ( . \ ' \0:'\ --t--..J: I I \~ :\,. " 7 )1 .) \\\ '\ -' ~~%.'J -~J ~r- 1 -'0_> -Iei ' \ .l~" .. 1'\ l----------~aa\,- ..-__ lOa" I _ ~~9{J4 /.p~. \ II J/p \c' - .. ,3 ' / -- I" / -<I 'C/ n v,,"'\ 6~" FIg, 4, El mund o veget al. americano Jlega en el Golfo de Cali fornia hasta el Oceano Pacifico y en esta zona tlene el caracter de un verdader o deSierto. Al este de ias Montafias Rocallosa s las lluvias caen principalmente en la estaci6n calida del ano, presentim dose en cambia, en la mayor part e de los llanos y praderas, predominantemen te en pnmavera 0 a principios de ve rano, [vIas hacJa el este, la precipita cion atmosferica se reparte con may or uniformidad sobi'e tC'':'" el ~50; en Nueva Inglat('rra, por ejemplo, flO hay 36 37 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE LAS BASES NATURALES estacion del ano que se distinga por tener las I1uvias mas copiosas, mientras que en el sur atlimtico y en La Florida se presenta el maximo en las postri merias del verano. En grandes zonas de los paisajes intermontanos y en la costa del Pacifico, desde Alaska hasta la frontera mexieana, las lIuvias caen principalmente en invierno. Desde la costa de la Colombia Britanica meri dional hasta el sur de California rige un clima etesio 0 meditemineo tipieo. .\.. La VegetaciOn. EI mapa fitogeografico de Norteamerica (fig. 4) no es mas que un ensayo de reconstruccion de la capa vegetal del continente en Ia epoca anterior a Ia colonizacion europea. Pero de ninguna manera este cuadro signifiea que se haya pensado en que la vegetaeian es permanente, en el sentido de que la eapa vegetal de todo el continente haya alcanzado el optimo de su desarrollo en tiempos precoloniales y que solo fue destruida despues por los europeos. T ampoco en tiempos preeuropeos hubo en Norte america una reproduccion tal de las asociaciones de la vegetacion que los europeos las hayan encontrado a su llegada en un estado de desarrollo ma ximo. T ambien los indigenas, a pesar de 10 reducido de su numero y 10 bajo de su nive! cultural, habian intervenido en el desarrollo de la capa vegetal de una manera directa 0 indirecta. En este proceso, el desmonte mismo no des empeno mas que un papel muy secundario, aunque los indios sabian como dominar los bosques "fajando" los arboles (vease p. 97) 0 colocando piedras Clllientes sobre las ralces despojadas de la capa protectora de tierra. De los primeros relatos se desprende que en los bosques del este, tambien en aque 1I0s lugarei' donde no se practicaban los cultivos, el caracter de la vegetacion habia sido modificado por el hombre. Los bosques del este eran en gran par te demasiado viejos, muy ralos y caredan de sotobosque. Su aspecto era muy parecido al de los bosques medievales europeos que servian para apacentar el ganado. Es cierto que no habia ganado en estos montes americanos, pero se les describe como abundantes en caza. De los indios creek se cuenta que tenian, antes de introducir animales domesticos europeos, grandes "bosques de 050S" donde se cuidaba a estos para conservar esta c1ase de caza fiUY apreciada por 1a tribu. No cabe duda que la mas importante interveneion del hombre C0nsistia, en les bosques del este, en la quema del sotobosque durante las caeetias, con 10 que se impedia la reproduccion. EI efecto de los incend10s sobre el monte era muy diferente, segun la region. En los paisajes de mayor humedad solamente se destruia parte de la maleza, mientras que la compcsicion del bl)sque seguia siendo la misma. Pero en muchos casos los ineendios tambien alteraban esta composicion, es decir, el hombre intervenia en el proceso natural de reproduccion, seiialandole nuevos rumbos. En las montanas del 0e~te se Ies da a los montes de puros lodgepole pine (Pinus contorta) el nombre de monte-Iumbre (fire forest), porque despues de un incendio este pino, que crece con rapidez extraordinaria, gana terreno entre todos los otros arboles (vease pp. 321-22). Los montes de pino de terrenos ari dos (pine barrens) de la planicie costera del Atlantico no se reproducen des pues de un incendio, sino que en su lugar crecen chaparrales {scrub oak}. Es muy probable que tambien el hombre haya destruido pOl' completo, en tiem pos prehistoricos, los bosques de vastas regiones. Aun los representantes de la teorfa de la "pradera prfstina" admiten que las praderas han ganado te rreno por los incendios a pesar de los bosques. T ambien en California una poblacion primitiva de reeolectores habia contribuido en gran escala a un desarrollo regresivo de la eapa vegetal. T odavia no es posible formarse una idea completa sobre la influencia de los indigenas en la reproduceion fitolo gica precolonial. Si por un lado no es de negarse que los indigenas habian modificado en gran escala el caracter de la vegetaeian, par otro lado hay que reconocer que esta influencia del hombre se intensifieo de una manera extraordinaria con la lIegada de los europeos. Desde entonces eambiaron los metodos de interven cion. EI fuego que los indios habian ap1icado con tan buenos exitos llego a utilizarse en el primer periodo de la colonia de una manera mucho mas am plia y desconsiderada, principalmente para preparar tierras boscosas para la siembra. Llegaron dias como el Viernes Negro (Black Friday) de la historia colonial. En este dia 19 de mayo de 1780 tuvieron que cerrarse en Nueva Inglaterra todas las escuelas y suspenderse todos los trabajos, pues tan dense era el humo que cubria todo el terri tori,) debU,) a los enormes incendios de bosques. Aun hoy dia, a pesar de las medidas que toma el estado para evitar los incendios de bosques, vuelven a suceder tales dias oscuros (dark days), como en agosto de 1910, cuando extensos incend10s en Idaho oscurecieron el cielo de tal manera que en una gran parte del Ivfedio Oeste, por varios dias, tuvieron que prenderse todas las luees durante el dia. Debido a que la tra yectoria de la mayoria de los ciclones converge en direecion a Nueva Ingla terra, todavia hoy los dias OS>CUTOS son alIi un fenomeno bien conocido y esto, a pesar de que los incendios solo se producen actualmente a causa de algun descuido, ya que la madera tiene un valor comercial. En un solo ano (1921), se registraron unicamente en Estados Unidos 38,400 incendios de bosques que destruyeron 32,000 kilometros cuadrados de monte. En Oregon se registraron en el ana de 1922 1,800 incendi,J!3 de bosques que acabaron con mas de la quinta parte de toda la propiedad forestal· en manos de particula res. Aun en las regiones de clima mas humedu estos incendios alcanzan pro porciones gigantescas (vease fig. 34). Asi se quemo, por ejemplo, en el ana de 1825, una superficie de 5,200 kilometros clladrados en el valle de Mira michi, en Nuevo Brunswick. 160 individllos y 1,00J cabezas de ganado va cuno perecieron en las llamas, quedando total mente destruidos los pueblos de Newcastle, Chathem y Douglastown. No solamente por medio del fuego, sino tambien con el hacha, destruyo el europeo los bosques. Al principio se trataba de desmontes que se hacian . -' 38 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE para ganar tierras de cultivo. Pero en el siglo XVIII comenzo a desarrol larse el negocio de la madereria. Primero se destruyeron los montes de los paisajes atlanticos, despues se extendio la explotacion al Medio Oeste, y cuando esta region qued6 despojada de sus mejores montes, siguio la tala en la p\anicie de la costa del Golfo. Hoy dia los bosques del noroeste del Pacifico y del norte del Canada son las ultimas grandes reservas forestales y tambien su explotacion ha sido emprendida energicamente. Tampoco en las regiones sin bosques el europeo ha dejado intacta la cu bierta vegetal. EI arado ha abierto surcos en casi toda la superfici e de las praderas humedas, de suerte que se pueden atravesar hoy dia sin lIegar aver ni el mas pequeno resto de la vegetacion precolonial. En las regiones semi aridas el poblamiento con ganado y, en primer lugar, el sobrepoblamiento de los pastizales naturales ha alterado el caracter de la vegetacion de tal manera que frecuentemente resulta imposible reconocer en los relatos de antiguos viajeros las actuales formaciones. Aunque el resultado de las actividades del hombre blanco ha sido, en primer lugar, la destruccion de la vegetacion, no hay que olvidar que tambien realizo su enriquecimiento, aunque en escala mucho mas reducida. Fueron principa lmente malas hierbas y plantas de cultivo las que se introduj eron, consciente 0 inconscientemente. En California, POl' ejemplo, los moderno s montes de eucaliptos han dado al paisaje un rasg0 t0talmente nuevo. En resumen, Ia influencia del hombre blanco sobre la \ ~,;t:taCl6n ha sido tan decisiva (yen parte tan destructiva) 'que resulta en riert" m0do Justifica do que se considere la vegetacion precolonial comn la t[pica del continen te. Pero no hay que utrder de vista que esta vegetacion precolonial no era tam poco el producto final de un desarrollo natural intacto, sino que a su vez es tuvo bajo los efectos de la cultura humana. La influencia del hombre prehis t6rico no ha sido siempre la misma en las distintas regiones fitogeogr itficas. Algunas de elias, por ejemplo las praderas, deben al indio, si no su origen, por 10 menos su enorme extension; otras solamente sufrieron ciertas modi}; cadones en sus formaciones vegetales y, finalmente, unas escasas regiones quedaro n intactas como el producto de una aclimatacion y desarrol lo na turalf'c bntre las provincias fitogeogr{tficas que hasta el prescnte casi no han su frido alteraciones por las actividades humanas, figuran los Barren Grounds, eI territorio mas alia del limite de los b0sques. En estilS tundras predominan liquenes, frecuentemente asociadas can arbusros muy bajos. En las pendien tes un poco mas humedas tambien se yen, al lado de c;tr;s tundras de Iique nes, prados de hierbas y subarbustos que se cubren en verann con una tlIpida alfombr a de hermosas flores. De vez en cuando se presentan, en 1:1. margen bien abrigada de un rio, arbustos un poco rmis altos, m?,Y0rmente abedules y sauces, cuya pre.<;l- :<1 ;';ciica una forma de transicion a las regiones boscosas LAS BASES NATURALES 39 nortecanadienses que colindan hacia el sur. En ellimite polar de los bosques no hay, al principio, mas que confferas enanas, entre las que el pino blanco (Picea ca.ruJdensis) y el pino negro (Picea mariana), asf como tambien, en Jas zonas cercanas del Pacifico, el pino sitka (Picea sitchensis), siempre sue len formar los puestos mas avanzados del bosque. En verano las gramfne as tiernas y las hojas de los abedules y sauces proporcionan un pasto muy im portante a los renos. Pero en otono estas animales se pasan, en busca de alimento, a los bosques colindantes del sur. De la costa del Pacifico al Oceano Atlantico se extiende la ancha zona de los bosques septentrionales de coniferas, entre los que yacen, en la region del escudo canadiense, grandes pantanos de esfagnfneas (muskeg s) que solo son transitables en tiempos de mucho frio. En los bosques tambien se dan numerosos arbustos bacdferos. Mas hacia el sur crecen en los bosques de hojas de aguja (coniferas), ademas del abedul, tambien otros arboles de fron da (de hoja ancha), como el fresno negro (Fraxinus nigra) y alisos. Con ellos empieza la transicion a los grandes bosques de fronda que se extiende n desde la depresion del San Lorenzo sobre la peninsula de Ontario y a traves del Ohio y el Misisipi hasta Texas. Los principales arboles tipicos de los bosques de fronda canadienses son la haya (Fagus grandi/olia), el arce saca rino (Acer saccharum), el arce rojo (Acer rubrum) y el abedul amarillo (Betula lutea). En el territorio de Estados Unidos se distinguen varios tipos de bosques de fronda, scgun su composicion. En las mesetas apalachi anas el paisaje escalonado entre el Ohio y el Tennessee, en los Apalaches meridio nales la Sierra Azul (Blue nidge) y las Montanas de Unaka (Unaka Moun tains); los arhv;.:s mas caractedsticos de los bosques son el castano (Castarne a dentata) , la ~encina montes (Quercus montana, en Ingles: chestnu t oak) y Liriodendron t'ulipifera. Con esta region de bosques de fronda colindab an en eI oeste y se extendian hasta las praderas los bosques lIamados de oak-hic kory. La mayor parte de las buenas tierras de labor de Ohio estaban origi nalmente cubiertas de' estos bosques. En eI Piedemonte crecia hasta en las zonas septentrionales de los estados de Alabama y Misisipi un bosque mixto compuesto principalmente de coniferas y encinas. Con estos bosques colin dan los pinares de la planicie costera (Coastal Plain), que se extiende n desde el <-abo Hatteras al Misisipi, con algunos ramales aun en la margen occiden tal de este rio. En esta region predominan los pinos de pinochas Iargas (Pinus palustris). A principios de la epoca colonial 1a extension total de esta gran zona forestal oriental solamente abarcaba en Estados Unidos una superficie aproximada de 2.600,000 kil6metros cuadrados, de los que en el ano de 1924 no quedaban mas que unos 675,000 kilometros cuadrado s esca sos. 1.300,000 kil6metros cuadrados habian sido transformados en tierras de labor. El resto fue talado, en gran parte tambien destruido por los incen dios, y hoy di.' - c:-~:e mas que miserable maleza en estos terrenos. J AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTI 40 LAS BASES NATURALES fI 41 color verde oscuro, de manera que contrastan vivamente con el gris de las La regi6n boscosa de la zona del Pacifico no es continua como la que se artemisias. extiende en el este del continente desde el Canada hacia el sur. En el oeste EI area mas extensa y continua de praderas la constituyen los Llanos y bay principalmente bosques de coniferas que ocupan por 10 regular las altu las Praderas. En este paisaje, el short grass de los Llanos representa probable fas de las montafias con precipitaci6n abundante. En cuanto al territorio de mente la vegetaci6n 6ptima. Las gramineas son de poca altura y tienen rai Estados Unidos los bosques del oeste cubrian una superficie muchisimo mas ces casi horizontales, porque en ailos normales la humedad no penetra mas pequefia que la gran zona forestal del este. que un os 60 centimetres cuando mucho en el suelo. A pesar de que la tem En el sur de California y algunas zonas de Arizona es caracteristica la porada exenta de hielos fluctua entre cien y doscientos dias, la epoca del cre formaci6n de maquis (macchie) 0 el chaparral, que en su composici6n flo cimiento de la vegetaci6n s610 abarca raras veces mas que unos noventa dias rlstica muestra mayores diferencias que en su aspecto. Queda todavia por debido a la sequia. Mientras que el norte y el centro de los Grandes Llanos resolver el problema de hasta que grado se trata aqui de una formacion cli (Great Plains) se caracterizan todavia, gracias al short grass, por un cesped max 0 de una asociacion influenciada por el hombre. relativamente tupido, en el sur predomina la pradera rala con mesquites dis En lugar del chaparral encontramos en la zona oriental de la Sierra Ne persos. S610 en las regiones semiaridas de la cuenca intermontana y en Cali vada, asi como en las faldas de las sierras de Nevada, Arizona y Nuevo Me fornia ocupan las gramineas duras en haces (bunch grass) algunas areas de extensi6n. Estas gramineas se dan solamente en comarcas semiaridas, en las xico, el matorral de pino pifionero y enebro. Esta formaci6n se com pone de varias especies de juniperos y pinos pifioneros (Pinus e.dulis y Pinus mono que se almacenan, sin embargo, considerables cantidades de agua durante la temporada invernal de lluvias. Es este uno de los rasgos esenciales que dis phylla), frecuentemente asociadas con las llamadas encinas enanas 0 scrub tinguen los sitios propicios para las gramineas duras de los de short grass de oak (Quercus gambelli y Quercus undulata). los Llanos, porque la existencia del short grass depende de Ia lluvia prima En los Estados Unidos y parte de las provincias canadienses de Alberta veral y de principios de verano, que es absorbida por la vegetaci6n antes de y Saskatchewan se intercala entre las regiones boscosas del este y del oeste poder penetrar a maY0res profundidades del suelo. una zona de tierras abiertas. Las estepas de gramineas 0 de formaciones ar Mientras que las mencionadas praderas deben su existencia a la insufi bustivas de esta zona se deben a la sequedad del clima, que hace imposible ciencia de la precipitaci6n, las gramineas altas y tupidas de las Praderas se la existencia de una vegetacion arb6rea. Desde la meseta del Colombia hacia dan en un clima humedo con una pluviosidad de 500 a 1,000 milimetros. En el sur los paisajes intermontanos de las cordilleras solamente estim cubiertos, las zonas mas secas las lIuvias humedecen el SUdll hasta una profundidad que can excepcion de las elevaciones de mayor altura, con una raquitica vegeta es por 10 menos de varios decimetros y en las zonas con mayor precipitacion cion arbustiva. En estas estepas de matorral hay que distinguir entre el sage hasta la napa /reatica misma. Antes de que el arado transformara estas pra brush en el norte, el creosote hush y el greasewood 0 salt desert shrub. En deras en tierras de labor, tanto el indio como el hombre blanco solian quemar la Gran Cuenca, asi como en partes de Nuevo Mexico, Arizona y California la hierba en tiempos de sequia. T odavia est a por decidirse si las praderas hasta los 34° de latitud norte, predomina el sage brush, que consiste en una deben su origen 0 por 10 menos su extensi6n a estos incendios. Hoy dia las maleza humeda rala, con pequefias hojas de color de plata. Esta formacia!) antiguas praderas constituyen las mejores tierras de labor de Estados Unidos. se com pone principalmente de varias especies de artemisia. Mucho mas rico La fauna del continente y los mares c::>lindantes represent6 no s610 en en especies que el sagebrush es el creosote bush, cuyas plantas tipicas son el tiempos precolombinos un papel imrc)rtante en la economia y cultura de los creosote (Covillea tridentata) y el mesquite (ProS01)is juli/lora). Ademas hay indigenas, sino que tambien result6 en algunos paisajes decisiva para el curso muchas areas donde cactaceas, agaves y yucas se destacan en esta asociacian, de la penetraci6n europea, y aun en la actualidad la caza y pesca de animales que en el sur de Estados Unidos no cubre mas que una angosta zona desde el silvestres son todavia de imponancia en la economia moderna. Por cierto no Oceano Pacifico hasta el Golfo de Mexico. El creosote bush no se da en hay pais dunde se hayan causado tan enormes estragos entre la fauna como e1 norte mas alIa de la isoterma de 0 Co en enero. EI greasewood (Sarcobatus en Norteamerica. Algunos animales de los que podia decirse todavia hace un vemlicuLatus) 0 salt desert shrub se presenta en las depresiones faltas de siglo que daban por su gran numero un selle> peculiar a ciertos paisajes, han drenaje de la Gran Cuenca, donde el suelo es rico en sales. En su mayoria la sido exterminados casi en su totalidad. vegetaci6n de estos salobrales se compone exclusivamente de matorrales de Las aguas de las costas articas y las zonas de aguas frias de las costas greasewood. Los arbustos distan entre si de 1 liz a 2 liz metros y alcanzan una noroccidental del Pacifico y nororiental del Atlantico abundan en cetaceos, altura que varia entre 0.60 y 1.60 metros. Las suculentas hojas son de Ai&L&.. -.,.....4 ' __ 1"!:<;o" .,.c"----~· ..... ""~~''''==........_ _ i. 42 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINE NTE LAS BASES NATURALES aunq ue su numero ha disminuido muc ho desde que el europeo los acecha con armas modernas. La morsa (Lat rax Lutris), que en otros tiempos fue el animal que atrajo a Alaska a los caza dores rusos de pieles, vivia originalm ente en grandes cantidades en el Mar de Bering y hacia el sur a 10 largo de la costa del Pacifico hasta la bahia de San Francisco. Despues llego a extin guirse casi por completo, debido a la oCaza inmoderada y solo a ultim a hora pudo ser salvado gracias a las dispo siciones de veda que decreta el gobi erno de Estados Unidos. Tambien dism inuyo grandemente el num ero de ballenas y focas. En las aguas frias de la costa noro riental del continente existen las pes querias mas ricas del mundo. En estas regiones el bacalao y el aren que son los peces de mayor importancia econ omica. Tambien la costa de fiordos del Pacifico tiene fama por su abundanc ia en pesca. Aqu i se junt an anualmen te varias especies de salmon, en inme nsos bancos, para desovar en las aguas duIces de los rios, entre elIas el salm on real (King salmon), que lIega a pesar hasta 50 kilos. Ademas se pescan el mero, el bacalao y el arenque. Las prin cipale3 pesquerias del mero (Hippogl ossus •.!ulgaris, en Ingles halibut) , que aIcanza un largo de dos metros, se encuentran en las cercanias de las islas de Reina Carlora. El bacalao se pesc a tambien en el Mar de Bering y en las aguas de la costa de Alaska. Los animales caracteristicos de la tund ra son el buey almizclero, el reno, la zorra azul y la liebre polar. El buey almizclero esta especialmente expu esto a las per"ecuciones de los esquimal es, porque al verse atacado no huye , sino que se enfrenta a sus enemigos. Tod avla qued an grandes manadas de renos silvestres que en otono pasan a Ius bosques para pa,tar, pero tambien en las tierras f: ,",'osa5 estos animales frecu entan de preferencia los terrenos abier ~os de los pantanos, dond e no hay arbo les que obstruyan la vista. £1 animal mas apreciado de los bosq ues del Can ada, del este y centro de Estados Unidos, asi como de las cordilleras, era probablemente el castor (Castor canadel1.5is), del \jue en otros tiempos habia millones en estas regio nes. EI castor se alimenta de rake s y cortezas; construye su choza en aguas de poca profundidad, detras de diqu es que levanta artificiosamente con ma deras y piedras. Toclavia en los tiem pos coloniales estos animales, cuya s cons tmcciones se encontraban en casi toclas las corrrientes fluviales, debe n haber ejercido una fuerte influencia sabr e las condiciones generales del dren aje del continente. Desde que los europeos , y tambien los indios a su servi cio, comenzaron a perseguir al castor por su piel, se Ie extermin6 casi totalmen te en los Estados Unidos del Norte. S610 en los ultimos veinte anos este animal ha vuelto a multiplicarse, en parte simplemente a consecuencia de la veda y en part e gracias a nuevas importaci ones desde el Can ada y el distrito de pro teccion de Yell ow Ston e Nati onal Park. A principios del siglo habi a, por ejemplo, en el estado de Nue,oa York, apenas una docena de casto res, 105 ~ "","~c-~_,._. ",--- __ .. \ , ~ .. I ...... ,,: E:;r"c;" vital de las dos {lltim ", m"na das (T, 1870, Lpac io vital primi tivo del b,Hal o. Espacio vital de los super vivle ntes de la mana da merid ional despu es de las grand es cacerias de 1870-1873. Espac io v1tal de los superviVle ntes del norte despu es de las cacer ias de 18801883. Las cifras nos indic an d nllme ro de ani males el l' de enero de 1889. Las otras cifras, mas peque nas, indican el ana en que se exter min6 eI bUfalo en la locali dad corres pond iente . FIg. 5. Exterrninio Jel bufal o en Amer ica del Norte , segun Hom adav. ultimos surervivientes de una canti clad aproximada de un millon. En 1927 ya otra vez babia siquiera uno~ 25,0 00, y otras estados han logrado resultado s analogos. Ademas del castor, hay en los bosques septentrionales otros anima les de pelaje fino que son de impo rtancia economica, de los que citar e aqui solamente la mar ta cebellina (Mustela canadensis), la rata almi:c1era (Fibe , zibethicus), el zorrillo (Me/Jilins PUto riU5, en Ingles skun k), el tejon (en in gle c ' ",:~".) y de las zorras, la zorra plateada. \ l 43 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTI 44 Un verdadero habitante de los bosques del norte americano es el anta,l del que existen todavia numerosas manadas en los bosques canadie!Jses. Muy extensa era, tanto en los bosques como en las tierras abiertas, el area donde vivia el uapiti, llamado casi siempre alee (elk), el ciervo mas grande del continente. Hoy dia ya no se Ie eneuentra mas que en algunos parques nacionales de las cordilleras, especialmente en el Yellow Stone Park; de las Praderas y Llanos ha desaparecido por completo. El animal caracteristico de las sabanas del interior era antiguamente el bisonte, en cuya existencia se basaba casi exclusivamente la economia y cultura de los indios de estos pai sajes (fig. 5). Es posible que el enorme incremento de las manadas hasta principios de la epoca historica sea debido en parte a la intervencion del hombre. Sin armas de fuego, la escasa poblacion indigena no podia causar serios danos a las manadas; por otro lado, por su costumbre de incendiar la pradera hacian retroceder el bosque, con 10 que ampliaban el area de mejo res condiciones de vida para los animales, proporcionandoles la posibilidad de multiplicarse de una manera casi ilimitada. Sin embargo, con la presencia del hombre blanco quedaron exterminados en poco tiempo los bisontes, jun to con los otros animales grandes de las praderas del interior, como el anti lope de las praderas (vease pp. 245-46). Hoy dia no viven mas que algunos pocos bisontes que fueron expulsados de las praderas interiores, los llamados bisontes selvaticos, en los bosques del norte del Canada. Ademas hay unas pequenas manadas en los parques nacionales. Entre los grandes animales carniceros viven en Norteamerica el oso gris, el pardo y el negro, el puma, ellobo y el coyote. En las regiones aridas hay numerosas viboras de cascabel. 1 El anta no se llama en ingles alee, sino moose deer 0 CAPITULO II LOS HABITANTES DEL CONTINENTE Y SUS FORMAS CULTURALES Los INDIGENAS DE Norteamerica son indios y esquimales. Los esquimales 0 inuit viven desde las regiones articas de la costa oriental de Siberia hasta Groenlandia. En su totalidad suman apenas 40,000 almas, de las que cerca de 20,000 habitan en las extensas costas del norte del Canada y Alaska. Lingiiisticamente forman un solo grupo. Es muy marcado su aspecto mon goloide, pero esta todavia por resolver el problema de su origen. Su area antiguamente se extendia mas hacia el norte y el sureste que en la actualidad. Su cultura esta intimamente adaptada a las condiciones de vida de su medio ambiente. En verano cazan el reno, el buey almizcIero y aves, y en invierno se alimentan principalmente de animales marinos, en primer lugar de focas. No trataron de domesticar el reno de su region, sino que solo en estos lilti mos tiempos una gran parte de los esquimales ha llegado, por la intervencion de los europeos, a dedicarse a la cria de dicho animal. Durante el verano habitan en tiendas y para el invierno construyen cho:as de tierra 0 nieve. Muchisimo mas numerosos que los esquimales eran los indios que ocu paban la mayor parte del continente. Es dificil hacer un calculo sobre el nlimero total de ellos en la epoca del descubrimiento; puede ser que hayan sumado de uno a tres mill ones. Actualmente viven en el Canada y Estados Vnidos t!\as de 475,000 indios (1944). Lingiiisticamente se dividen en mu chos grupos y de la distribucion de las lenguas se desprende que hubo exten sas migraciones precolombinas. Despues, en tiempos historicos, llegaron a realizarse otras traslaciones de pueblos de importancia trascendental. Los in tegrantes de un grupo lingiiistico tienen frecuentemente niveles culturales muy diferentes. Asi, por ejemplo, pertenecen al grupo lingiiistico de los shos hones los yutas, que son recolectores primitivos, la tribu' ecuestre de los ague rridos comanches y los hopis, que practican el cultivo altamente desarrollado. Por consiguiente, la cIasificacion lingiiistica resulta de poca importancia en scntido geografico. No es tam poco posible cIasificarlos a base de su consti tucion fisiea. Ciertos rasgos anatomicos les son (('IDUUnes a todos, como el cabello lacio y negro que eomparten con los mongoles. El color de la piel es, en la mayoria de los easos, desde moreno claro hasta castano oseuro, pero raras veces amarillento. La forma de la nariz varia mucho. La cara es ancha las mas de las veees. Los habitantes de los Llanos y Praderas eran los que tenian la estatura mas alta entre todos los indios. silnplemente moose. -~~-~~.~ 45 46 LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE 47 mente alto, a pesar de que originalmente no poseian utensilios de metal ni de piedra. Entre los indios de California la pesca era de menos importancia que la caza y la recoleccion. La abundante caza y el gran numero de plantas frutales silvestres proporcionaban en este paisaje suficientes medios de subsistencia a una poblacion relativamente numerosa que vivia en un nivel cultural entera< mente primitivo. Sin embargo, es de notarse que los indigenas de California, donde la naturaleza es muy propicia para el cultivo de toda clase de cereales, no hicieron nurlca esfllerzos para introducir el cultivo. Este fencmeno se explica probablemente por el hecho de que nmguna de las plantas de cultivo del Nuevo Mundo tuvo su origen en las pequenas regiones de la costa occi dental del continente, en las que preclomina el clima mediterraneo 0 cle vien tos etesios. Y a ello se clebe que todas las plantas cultivables de origen ame ricano, y con especialidacl el mai:, pueclen cultivarse en California unicamente por medio del riego. Los recolectores mas primitivos cle Norteamerica eran los indios cavaclo res (digger indians) cle la Gran Cuenca y cle los paisajes intermontanos co lindantes. Estos indigenas vivian principal mente cle rakes de plantas silves tres y de la caza de animales pequenos. Notablemente unilateral era la cultura de los indios de los Llanos. Su economia y modo de vivir se basaba totalmente en la caza del bisonte. Este animal proporcionaba a los habitantes de los Llanos todo 10 que necesitaban de alimento, vestimenta y habitaci6n. Sin embargo, la cria de bisontes s610 alcanzo su mas alto nivel cuando Il)S indios cle 1m, Llanos obtuvieron cle 105 europeos ~l caballo y se transformaron en tribus cle jinetes. S610 en la region boscosa del este, al sur de los Grandes Lagos, se ba saba'ia economia de los indios principalmente en los cultivos cle temporal, que inc!uian malz, frijol, calabazas, tabaco y algunas otras plantas. Como no se conocian en Norteamerica los animales domesticos, con excepcion del perro, la caza tenia que proporcionar la carne que necesitaban estos indios cultivadores. La misma falta de animales clomesticos impeclia que se cono ciera el abono de la tierra en mayor escala. Par consiguiente, los campos de labor ternan que ser abandonaclos tan pronto como !a tierra quedaba agotada. Con el tiempo, los sembradios, que casi siempre Se' preraraban en los terre nos fertiles de los valles, quedaban tan distantes de la aldea que esta tam bien tenia que ser cambiada. Gracias a la construccion muy ligera cle las chozas y trojes, y par estar rodeadas cle una palizacla solamente en regiones expuestas a incursiones enemigas, el traslaclo de la aldea a otro sitio no re sultaba muy difki!' Muy perjucliciales para el desarrollo cultural cle estos indios eran las numerosas guerras que existian entre los distintos pueblos. Tribus enteras, como la de los hurones, sucumbieron a estas hostiliclades in Fig, 6. Las principales zonas culturale; indigenas, Descle el punto de vista geogr:l.fieo, 10 mas importante es la divisi6n cul tural cle la poblaci6n indigena del continente. En los bosques canaclienses no es practicable el cultivo del maiz, el unieo cereal autoctono (fig. 6). Aqui viven los atapascanos y algonquinos, que son cazadores, pescacloreo; y recoler tores. Este sistema economico los obliga a llevar una vida cle n6madas. Su medio cle transporte es la canoa de corteza y su habitacion consiste en una tienda. A 10 largo de la costa de fiorclos clel PacifiCO viven tribus pescadoras y recolectoras que se dediean, en primer lugar, a la pesca clel salm6n. A pesar de su modo cle vida muy especializado, lograron desarrollar una cultura ma terial notable, en la que la talla en madera alcanzo un nivel extra odinaria L . 48 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE terminables, en las que ambos bandos procedian casi siempre con la mayor crueldad,. ' En tiempos prehistoricos debe haber existido y sucumbido una cuItura de cierta importancia en la region de los cuItivadores del este. Los res.tos de esta antigua cultura son los monticulos (mounds) que se encuentran en mu chos lugares y que son numerosos en el territorio del Misisipi hacia eI este. Frecuentemente solo se trata de pequefias obras de tierra que imitan la 'forma de seres humanos 0 animales (emblematic mounds ). Pero tambien hay mon ticulos de tierra en forma de piramides, que a veces alcanzan una altura de 25 metros. Raras veces estos mounds se encuentran aislados, sino casi siempre en grupos y rodeados de un terraplen. Por ninguna parte se notan sefiales del comienzo de una arquitectura de piedra. En algunos casos se han en contrado en estas obras de tierra objetos de hierro de origen europeo, un in dicio que demuestra que la cultura de los monticulos no Ileg6 a su fin sino hasta principios del periodo de la colonizaci6n europea. Debe haber sido una poblaci6n densa y sedentaria la que construy6 los monticulos, pero los euro peos encontraron este territorio, por ejemplo, en las mesetas de los Apalach es, totalmente deshabitado, motivo por el cual sigue siendo un misterio la suerte que haya tocado a los portadores de esta antigua cultura. Los indios con un mas alto nivel cultural de Norteamerica se encuent ran en el suroeste de Estados Unidos. Aqui los indigenas viven en una region semiarida, en la que practican el cultivo de azada mediante el riego. Sus plantas de cultivo son las mismas que las de los indios orientales, pero vi yen en casas construidas de piedra 0 adobe y dispuestas como las celdillas de un panal, que forman grandes aldeas, los llamados "pueblos". Tambien esta area cultural tuvo un pasado Ileno de vicisitudes. De los morador es de riscos (cliff-dwellers) prehistoricos y de los cesteros (basket makers) no conocemos mas que sus ruinas y los restos bien conservados de su cultura material. En tiempos prehist6ricos existian relaciones directas entre los in dios Pueblos de la regi6n del Rio Grande del N~rte y las avanzadas d_e las culturas de la altiplanicie mexicana en el suroeste. Mas tarde, este inter cambio cultural qued6 interrumpido y los espanoles encontraron a los indios Pueblos dentro de un area cultural totalmente aislada. Debido a la colonizaci6n del continente por los europeos, los indigena s fueton despojacios de grandes porciones de su espacio vital. Su ntImero ha sido reducido por 10 menos a la mitad. Los que mas sufrieron fueron los indios de los paisajes donde se establecieron agricultores europeos. Tambien en los Llanos se les destruy6 en poco tiempo la base de su economi a, el bisonte. Corrieron una suerte menos adversa aquellas tribus, como los na vaj6s, que lograron transformar su economia, pasando de la recolecc i6n a la ganaderia. En la costa de fiordos del Pacifico, debido a la compete ncia del hombre blanco se les hace dificil a los esquimales e indios pescador es LOS HABlTANTES Y SUS FORMAS COLTURALES 49 seguir buscando su sustento entre los animales de mar 0 tierra. Sin embargo , parece que los esquimales estan logrando su reorientacion economi ca por medio de la cria del reno, con 10 que se les presentan mejores perspect ivas para el porvenir. Los cazadores de los bosques norteamericanos siempre sos tuvieron buenas relaciones con los europeos. Para el hombre blanco eran insustituibles como cazadores de pieles y de parte de estos recibiero n por el comercio con los europeos articulos y utensilios de gran valor para eIlos. LA colonitaciim europea de Norteamerica se !leva a cabo mas tarde que la de la America Latina. Sus portadores eran represe~tantes de casi todos los pueblos europeos, que por motivos economicos, politicos 0 religiosos se sintieron impelidos a abandonar su pais para establecerse en el Nuevo Mun do. No encontraron grandes imperios aut6ctonos como los espafioles en Me xico y PertI, pero fundaron poblaciones, en las que los europeos inmigrad os no se mezcIaban, como en la America latina, con los indigenas, y solamen te 10 hadan en escala muy limitada con los negros importados. Esta poblacie n de origen europeo IIego a formar en su nueva patria una civilizaci 6n uni forme con caracteristicas propias, que hoy dia imprime su sello a todos los paisajes culturales de Norteamerica. AI principio de la europeizacion de Norteamerica no era de preverse cu:\.! de las influencias etnicas triunfaria sobre las otras. Durante el siglo XVI eran en primer lugar espai'ioles los que, partiendo de las AntilIas 0 de Me xico, trataban de establecerse en el territorio que actualmente compren de Estados Unidos, fundando en la costa del Atlantico hasta la bahia de Chesa peake en eI norte, misiones que, sin embargo, no pudieron subsistir mucho tiempo.. .Solo San Agustin (fundada en 1565) pudo sostenerse y, por dos y medio siglos, esta plaza result6 ser un importante baluarte de los espanole s contra los angloamericanos en el norte. Solamente hasta eI siglo XIX La Florida fue sustraida a la influencia espanola. Hacia fines del siglo XVI, los espanoles tambien se habian aduefiado de la region de los indios Pueblos, fundando en eI area de los actuales Estados Unidos del Norte un "Nuevo Mexico". Las formas culturales que Ilegaron a desarrollarse en esta region, eran tipicamente latinoamericanas. Los indios constituian la masa econo micamente productiva de la poblaci6n, mientras que los espanoles formaba n la escasa capa superior. S610 en eI siglo XVII, c,uando eI peligro de las acti vidades de los franceses en eI valle del Misisipi se hizo inminente, ocuparo n los espanoles eI oeste de' la costa del Golfo, llamado Texas, cuyo territorio quedo en su poder por mas de un sigh Simultimeamente se di6 principio a la ocupaci6n espanola de Arizona y Baja California, y en estas empresa s fueron los jesuitas, en primer lugar eI aleman Eusebio Kino (Kuhn), los que senalaroll los derroteros. Esta politica espanola de expansi6n se hi:o nece saria debido al avance de los rusos desde eI noroeste. La penetracion espa 1 __ _ 50 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE nola que se extendio sobre California hasta mas aIla de San Francisc o hacia el norte, no lIego a su fin hasta mediados del siglo XIX. No mucho mas tarde que los espafioles, pero por de pronto con menos exito, los franceses hicieron esfuerzos para colonizar la region de la desem bocadura del rio San Lorenzo. La poblacion que Cartier y Roveral estable cieron en 1541, cerca de Quebec, no duro mas que breve tiempo. En cambio, a principios del siglo XVli, los franceses lograron poner pie firme en Acadia y la depresion del San Lorenzo. Despues de erigir aquf una base solida para nuevas empresas, penetraron tambien en el interior. En 1671 dominab an a tal grado el territorio situado alrededor del lago Superior, que pudo proda mars(' la soberania del rey de Francia sebre esta region. En 1682 La Salle tomo tambien posesion de la cuenca del Misisipi en nombre de Francia y la Ilamo Luisiana. En 1718 se fundo Nueva Orleans en la desembo cadura del rio, y al poco tiempo se extendro el area de influencia francesa al nor te de Nuevo Mexico hasta el pie de las Montafias Rocallosas. Casi simultaneamente can los comienzos de la colonizacion francesa en el San Lorenzo, se establecieron los holandeses en el rio Hudson, donde fundaro n Nueva Holanda con capital en Nuevo Amsterdam. En 1638 tam bien vinieron suecos a colonizar el rio Delaware, pero su colonia, Nueva Suecia; no pudo sostenerse mucho tiempo y, en 1655, se incorporo a Nue va Holanda. Durante el siglo XVI! los rusos habian atravesado Siberia hasta llegar al Oceano Pacifico; despues, en el mismo siglo, extendieron Ia zona de BU in f1uencia hasta las regiones costeras del noroeste de Norteamerica. A princi pios del siglo XVIll, las poblaciones mas meridionales de los rusos, Fort Ross y Bodega, estaban cerca de las colonias espanolas de las cercanfas de la bahfa de San Francisco. Hacia fines del siglo XVI, los ingleses, que podian basar sus pretensio nes en los viajes de descubnmiento de los Cabot, hicieron los primeros esfuerzos para establecerse en la costa atlantica del continente, mas al principio , to dos sus intentos terminaron en fracaso. Pero a comienzos del siglo XVII, se fundaro n en las bahias de Chesapeake y Massachusetts las primeras po blaeiones que tuvieron mejor exito y que estaban predestinadas a consti tuirse en las dIulas de la gran area cultural anglo-americana del Nuevo Mundo. La ventaja de las colonias inglesas consistio desde el principio e,. los fUertes contingentes de inmigrantes que les mandab a la metf!)po li y otros paises europeos. Ya habia comenzado en Inglaterra el movimiento de libera cion de los ~iervos, 10 que contribuyo a relajar d apego de los campesin os a su terrufio, cuando los latifundios segulan extendiendose. Al lIegar a flo recer, en el siglo X\'I, la industria lanera y Ja cria de ovejas resultaba n mas lucrativas que la agricultura, y los terratenientes i:1gJeses e;\puIsar on a sus arrenclatarios, transformaron los campos de laber ef' pastizales y fundaron ----~~-~--- LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 51 prosperas aldeas en lugares deshabitados. De esta manera, campesin os fuer tes y sanos se vieron arrojados de la tierra sobre la que habian vivido desde hacia muchas generaciones. Al quedar privados de su trabajo, se arremoli naban en las ciudades y finalmente no les qued6 mas remedio que la emi graci6n. La falta de trabajo en Inglaterra durante el siglo xvn debe atribuirse, en primer lugar, al proceder egofsta de los latifundistas ingleses. No habia quien intereediera en favor de los sintrabajo, de suerte que la falta de pre vision social los oblig6 a emigrar al Nuevo Mundo, donde crearon para la metropoli un nuevo y poderoso imperio. En aquella epoca, la situacion con trastaba fundamental mente con la actual, en la que Inglaterra impide, por medio de sus organos de prevision social, la emigracion de millones de sus desocupados, a pesar de que sus dominios de ultrama r corren en parte to davia en alto grado un gran peligro debido a 10 exiguo de su poblaeio n. Junto con los que tuvieron que abandonar la patria por razones eeonomi cas, emigraron muchos adeptos de comunidades religiosas prohibidas, como ca tolieos, puritanos, cuaqueros, presbiterianos y bautistas de las Islas Britanica s, luteranos, hermanos moravos, mennonitas, hugonotes y salzburgueses del con tinente. A todos ellos, las colonias inglesas permitfan la entrada sin restrie cion alguna, en contraste con las posesiones espafiolas 0 portugue sas. La inmigraci6n alemana dio principio en la segunda mitad del siglo XVII, diri giendose, por cierto, principalmente a Pensilvania, pero dispersandose tam bien por toclas las otras poblaciones. A pesar de 10 numeroso de esta in migracion, esta nunea se hiro valer en la politiea y muy poco en el desarroll o cultural. Como inmigrantes involuntarios llegaron al pais, al lado de nu merosos hombres blancos secuestrados y vendidos como esclavos temporal es, muchos negros que ya en Ia primera mitad del siglo XVII {ueren introduc idos como esclavos a las regiones de grandes plantaciones en el sur del lado del Atlantico. Mientras que la inmigracion francesa dejo de afluir alredeclo r del ano 1700, cuando s610 vivian en el Canada cerca de 12,000 franceses , la corriente de los otros inmigrantes emopeos hacia las colonias inglesas no dis minuy6, sino que siguio creeiendo mas y rn:ls con los anos. En el ailo de 1644, los ingleses pudieron invadir Nueva Holanda, que estaba situada f'ntre Nueva Inglaterra y el Antiguo Sur y donde solamente habia un numerC, llmy reducido de colonos. Con este golpe, Inglaterra eonsiguio la union cie su zona de influencia que se extendia entonces desde las colonias frances as en el norte hasta las de los espanoles en el sur. En el ano de 1670, la Compan y of Adventu rers of England trading into Hudson' s Bay comenw a estrechar desde el norte la zona de influene ia fran cesa. Despues siguio el ataque a las ricas pesouerias de Terranova. T odas las guerras entre Inglaterra y Francia en la segunda mitad del siglo XVII y Ia primera del siglo XVll! se extendieron tambi~n a ."Jorteamerica, donde dieron l' 53 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES motivo a cam bios territoriales. Asi fue como la Guerra de Sucesi6n de Espana (1701 a 1713) dio por resultado para el Nuevo Mundo, que lnglaterra ob ruviera, en el tratado de paz de Utrecht, Acadia junto con Terranova (fig. 7). T ambien el tratado de paz de Paris (1763), que puso fin a la Guerra de Siete Anos, trajo nuevamente grandes modificaciones de las zonas de influen cia de las potencias europeas en Norteamerica. Francia cedi6 el Canada y la Luisiana situada al este del Misisipi sin Nueva Orleans a lnglaterra. Es lnglaterra no puso obstaculos al desarrollo politico de sus colonias, pero, en cambio, impedia su desarrollo economico de la manera mas mezquina y egoista. A un periodo de comercio libre siguio, en 1651, el Acta de Nave gaci6n (Navigations Act, vease p. 116), que equivalia a un monopolio co mercial de la metropoli. Otras leyes posteriores agravaban todavia mas esta situacion, que ruvo como consecuencia un creciente descontento de la po 52 ~ § Zona de influenda ing!esa. fllI[J ZOlla de influencia espanola. ~ Zona dlsrutada. E3 Zona de influencia francesa~ ~ Dominio colonial ingles. •- Dominio colonial espanol. Fig. 7. Zona de mfltlencia de las potencias europeas hacia 1700. Zona reclamada por Espana. ro;;-l ~ " .. ... [2] ...". • ' Estados Unidos de America. Zona disputada por rnglaterra, Espana, Rusia y Estados Unidas. Zan" de influehcia rusa. Fig. 8. La division polf tica del continente a fines del pafia dio La Florida a lnglaterra y obtuvo de Francia la Luisiana situada al oeste del Misisipi junto con Nueva Orleans. Con este arreglo, Francia, eJ ri val mas pe!igroso de las colonias inglesas, quedo eliminada del continente. Desde entonees en adelante, las colonias ya no necesitaban de la proteccion de la metropoli. Estaba abierto e! camino para un movimiento de indepen dencia. Inmediatamente despues del citado tratado de paz, se inicio una fuerte afluencia de nuevos colonos a los paisajes del otro lado de los Apa laches, que contribuyo en gran escala a extender el territorio de las colonias inglesas. XVlIl. blacion colonial con el gobierno de la metr6poli, e! que primero quedo ma nifiesto en numerosas protestas y que, en 1776, condujo a la declaracion de independencia. Mas una gran parte de la poblacion colonial sigui6 fie! a la causa de lnglaterra. Los motivos de estos realistas eran diversos y no siem pre de caracter meramente economico, como por ejemplo entre los empleados publicos. T ambien una gran parte de los intelectuales y aquellos cuyos pre ceptos religiosos les dictaban el temor de Dios y la lealtad hacia su rev, ,. L 54 LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE guerra con la metropoli salieron las llamadas trece colonias antiguas, como una uni6n de estaclos soberanos. S610 el Canada sigui6 en poder de Ingla terra. Espana expuls6 a los ingleses de la regi6n del Misisipi inferior, adue nandose nuevamente de La Florida (fig. 8). En el ano de 1800, Napole6n consigui6 que Espana Ie cediera Luisiana, pero poco despUt!s vendio sus derechos a los Estados Unidos del Norte (Loui siana Purchase, en 1803). Al derrumbarse el imperio espanol bajo la presion de Napole6n, Estados Unidos se atrevio a anexarse tambien, en 1810, La Flo rida. Ademas, la situacion en la costa del Pacifico necesitaba una definicion de los problemas pendientes; tanto Espana como Rusia, Inglaterra y Estados Unidos pretendian hacer valer sus derechos sobre estos territorios. En 1819, los espanoles fueron los primeros en limitarse a la region costera al sur de los 42 0 de latitud N. En 1825, Rusia e Inglaterra convinieron en reconocer como frontera en la costa, primero los 50°40' y, final mente, los 55° de la titud N. Qued6 pendiente el Problema de Oregon (Oregan Question) entre Inglaterra y Estados Unidos, y este quedo arreglado, en 1846, en el sentido de que ambos estados aceptaron el 49° de latitud Norte como frontera (fi gura 9). En el ano 1836, el territorio de Texas, donde habia muchos colonos norteamericanos, habia dec!arado su independencia de Mexico, y Estados Unidos se 10 habia anexado en 1845. En la guerra con Mexico, que se produjo a causa de este hecho, Estados Unidos se posesion6 tambien del ac tual estado de Nuevo Mexico, parte de Colorado, asi como de Utah, Nevada, Arizona y California. Despues se cambi6 la frontera por medio de la CCr'1 pra de Gadsden (Gadsden Purchase), desde el rio Gila hacia el sur hasta fa iinea actual. Despues de la Guerra Civil (1867), Rusia vendio sus pose siones americanas a los Estados Unidos. Dentro del termino de sesenta an os, las trece colonias antiguas se habian transformado en un poderoso imperio que con 9.7 millones de kilometros cuadrados ocupa hoy dia mas de la mi tad del continente. Sin duda el Canada, con sus 9.2 millones de milometros cuadrados (incluyendo Terranova y Labrador) resulta casi igual en cuanto a extension, pero en el numero de sus habitantes (E. U. A., en 1940 = 131.7 millones; el Canada, 1941 = 11.5 millones), se reveL d valor muy desigual de ambos territorios para la vida humana. EI desarrolLo de la poblacion desde 1800. Eran espanoles, franceses, ru 50S, ingleses y alemanes quienes proporcionaron colonos en el periodo prerre volucionario, desalojando a los indigenas de las zonas mas valiosas del conti nente. Numerosos negros habian sido puestos al servicio de la obra de colonizacion como esclavos para los trabajos mas rudos. A mediados del siglo pasado, la frontera entre Estados Unidos y el Canada habia quedado fijada en su forma actual. Con este hecho, la influencia cultural inglesa h entre elIos muchos alemanes de Pensilvania, se adhirieron al grupo conser que comprendia aproximadamente la tercera y no la peor parte de la poblaci6n colonial. Ya antes 'de la declaraci6n de independencia, se perse guia a los realistas con extremo rigor y frecuentemente se les alquitranaba y emplumaba. Miles y miles de ellos abandonaron las colonias, emigrando al Canada. En 1784, su numero llegaba, unicamente en Terranova, a mas de 28,000. Otros 10,000 se establecieron en el interior del Canada, especial mente en la peninsula de Ontario. Hasta 1776, el Canada habia tenido una poblaci6n francesa en su mayoda. Los realistas constituian el primer grupo importante de colonos anglo-canadienses, y gracias a ellos se form6 en el Dominion of Canada el primer nueleo de su poblacion anglosajona. De Ia vad~r ! ~~I f r UfJ IWO- -~ '';I~I i I -. U()O ~ Dominio ingles. [IJI]]] Mexico. ~@ 1 __ If(I U ilo .... r:::::l ---0 0 o 0 000 ~ Zona rusa de influencia. L~ 55 Estados Unidos. Oregon, disputado entre Estados Unidos y Gran Bretana. Fig. 9. Divisi6n politic a del continente despues de las guerras de independencia de las colonias espanolas (1826). n . L 56 AMERlCA DEL NORTE: EL CONTINENTE bia quedado en una posicion predominante en casi todo el continen te. Los rusos se retiraron despues de la venta de Alaska, y solamente algunos nom bres de lugares recuerdan sus empresas colonizadoras. Los franco-canadiens es fueron los que se aferraron mas a su particularidad cultural. Los 65,000 franceses que estaban establecidos en el Canada, cuando el pais paso, en 1763, al poder de Inglaterra, se han multiplicado y pasan de 3.5 millones (1941) los que conservan tenazmente su idioma. Tambien quedan restos de la colonizaeion espanola y, en primer lugar, una fuerte minoria de habla espanola en Nuevo Mexico. Los alemanes han side anglizados en su gran mayoria. Es dificil precisar en que grado se han conservado costumb res y tradiciones alemanas en los antiguos centros de estos colonos en Pensilva nia, porque fue justamente este islote cultural el que sufrio mas en la epoca de la guerra y postguerra. De todos modos, los antiguos inmigrantes alemane s del tiempo prerrevolueionario se mostraron, en cuanto a su cultura, mucho mas resistentes que los posteriores. Los inmigrantes de los siglos XIX y xx, que en su mayoria se reclutaban de las capas sociales mas bajas, se american izaron en mucho menos tiempo, las mas de las veces ya en la segunda generaci on. El numero de los negros habia creeido hasta 1940 a casi 13 millones . Es cierto que todos ellos hablan el idioma naeional, pero una rigurosa color line (linea de color) los separa de la poblacion blanca, formando, por 'consi guiente, una minoria inasimilable. En los estados del Sur, se les priva de todos sus derechos politicos, aunque segun la constitucion federal "no debe suprimirse ni restringirse el derecho de votar de los ciudadanos de los Es tados Unidos bajo el pretexto de la raza, ni del color, ni de la antigua es c1avitud". Sin embargo, el problema de los negros no ofrece dificulta des justamente en regiones con numerosa poblacion negra y una escasa capa superior de blancos. En donde prevalecen tales condiciones, siguen exis tiendo las antiguas relaciones patriarcalas de la epoca de esclavitud. Solo hay conflictos y medidas violentas de los blancos en contra de los hombres de color, donde el negro trabaja al lado del poor white (blanco pobre). La enorme envidia que el inepto "blanco pobre" siente hacia el negro que ha logrado prosperar, constituye la causa de todas las manifestaciones de odio hacia la minorla negra. En la segunda mitad del siglo XIX, la inmigracion europea a Estados Unidos alcanzo proporeiones hasta entonces desconoeidas. El hambre en IrIanda, la revolucion de Alemania del ano de 1848, en union con la fuerza de atraccion economica del continente, puso en marcha a las masas. Sin embargo, la gran mayoria de estos inmigrantes vino todavia de los paises del norte de Europa, es decir, era de relativamente faeil asimilacion. Pero pronto subio enormemente el porcentaje de eslavos y latinos, mientras que las cifras absolutas de inmigrantes seguian creciendo. EI contingente de estos pueblos en el total de la inmigracion, en el decenio de 1860 a 1870, llego r LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 57 solamente al 1.6 %, pero aumento de 1900 a 1910 a 76.7 %. En el mismo decenio subio el numero anual de inmigrantes, desde 1907 a 1.285,00 0. Tambien al Canada se dirigio, desde principios del siglo xx, una creciente corriente inmigratoria, de la que hasta la guerra mundial, la tercera parte venia de las islas britanicas, y dos terceras partes de los otros paises europeos y de Estados Unidos. En 1897, el numero de inmigrantes solo llego a 21,700, pero desde entonces siguio creciendo constantemente, alcanzando alrededo r de 1913 un total de 402,000. De igual manera que el Canada inferior habia llegado a ser un area cultural francesa, as! los realistas dieron al Canada superior un caracter ingles; en cambio, en las praderas canadienses se esta blecio una mezcla de pueblos europeos muy semejante a la que es tipica en el Medio Oeste de Estados Unidos. Para la evolucion etnica del norteamericano resulto decisivo no sola mente el descenso de la inmigracion noreuropea y el aumento de la del sur y este de Europa. Como es sabido, esta proporcion fue corregida en gran escala mediante la legislaeion de la postguerra. Pero el desarrollo natural del aumento de la poblacion se sustrae al alcance de las leyes, y es justa mente este problema del incremento natural que resulta particula rmente importante en vista de 10 heterogeneo del pueblo americano. El control de nacimientos se encarga hoy d!a de que el antiguo sector de poblaci6n anglo sajona no siga aumentando, y de hecho esta en descenso, mientras que la natalidad es alta entre los inmigrantes de otros paises. Al continua r este desarrollo, el elemento anglosaj6n antiguo no constituira en un futuro no muy lejano mas que una parte insignificante de la poblaci6n. La limitaeion de la inmigracion europea despues de la guerra tuvo ade mas ~mo consecuencia otros desplazamientos imprevistos de la poblacio n. Ya no pudo satisfacerse debidamente la demanda de trabajadores tempore ros en muchas regiones agricolas, como en el cotton belt (faja algodon era), as! como la de braceros en las regiones industriales del noreste. Este estado de cosas trajo consigo un movimiento migratorio de la poblacion negra. Desde la declaracion de guerra de 1917, los altos salarios de trabajadores indus triales indujeron a mucho mas de un mill6n de obreros del sur rural a tras ladarse a las ciudades industriales del norte. Solo en Nueva York, por ejemplo, aument6 la poblaci6n negra de 134,000 en 1910 a 198,000 en 1920, a 413,000 en 1930 y a 458,000 en 1940. Estos inmigrantes se concentr aron casi exclusivamente en las grandes ciudades, donde Ilegaron a formarse ba rrios enteros de negros, como Harlem en Nueva York. EI problem a negro que hasta entonces estaba limitado al sur, ahora tambien preocupa al norte de Estados Unidos. Ademas de la migracion de la poblacion negra dentro del territorio de Estados Unidos, se inieio tambien, como substituto para la suspend ida in migraci6n europea, una fuerte corriente de indios y mestizos mexican os, por 58 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE no haberse fijado' cuotas especiales para los pueblos americanos. Primer.o habia mexicanos como braceros temporeros en los algodonales del sur y las plantaciones de arboles 'frutales de California, luego en los campos de re molacha del Medio Oeste, y ahora se les ve tambien en las regiones indus triales. En 1930, su' numero habia aumentado a 1.423,000 y ya pasa de mill6n y medio. T odos los norteamericanos que no tienen un interes eco nomico especial en esta inmigracion, consideran a estos mexicanos como un substituto poco deseable de la inmigracion europea. Bajo las condiciones de vida mas higienicas de los Estados Unidos del Norte, la alta natalidad de los mexicanos se evidencia en mayor escala que en su propia tierra natal. To mando en cuenta que el numero de los negros era, en 1810, menor que hoy dia e1 de los mexicanos, se abren perspectivas poco halagiiefias para e1 norte americano anglosajon en el futuro. Representantes de las razas mas heterogeneas, de las que aqui solo se mencionaron las mas importantes, se han metido en este gran crisol, del que ni siquiera en su aspecto exterior ha salido un pueblo homogeneo, como 10 ensefia un recorrido p~r cualquier gran ciudad con sus distintos barrios de extranjeros. Una gran parte de los ciudadanos de origen aleman ha angli zado su apellido aleman. El angloamericano puritano se considera todavia como americano de sangre pura. EI luterano, eI catoIico 0 el judio no son, en estricto sentido nacional, del todo inobjetables tan solo por su filiaci6n religiosa. Ocupa una posicion social muy baja eI dag(}, nombre coJectivo que se da a todos los meridionales, desde el italiano hasta el griego y el croata, por cuyo origen etnico espedfico, el anglo america no que presume de alto linaje, no siente eI mas ligero in teres. A pesar de que el dago recien inmigrado es blanco, hasta el negro americano Ie mira aIgunas veces con desprecio. Segt'In el modo de pensar del americano rancio de los Estados del sur, sin embargo, el negro s610 merece eI caIificativo de hombre en sen tido fisiol6gico. Social y etnicamente ocupa una posicion fuera de la socie dad humana y Ie es vedado todo mejoramiento. S610 desde que durante la primera guerra mundial empez6 a entrar Ia gran corriente de inmigrantes procedentes de Mexico, se considera tambien al mexicano como gente de color y el trato que recibe es muy parecido aJ que se da al negro. Bajo ta les condiciones no se puede pensar por de pronto en la fOrma(:lJn de un pueblo americano homogeneo. La evoluci6n prosigue su marcha y parece justificada la duda de que la capa social dirigente de hoy dia, pueda con servar su posici6n actual por mucho tiempo. Para la geografia resulta de interes la relacion que esta poblacion hete rogenea en vias de formacion, y estos elementos desarraigados de todas las naciones del globo, hayan llegado a guardar con la tierra del continente. Deben considerarse hoy dia como realmente sedentarios y arraigados en el suelo, como 10 son los campesinos europeos y en gran parte tambien los ver- LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 59 Fig. 10. Procedencia de los habitantes de Ohio no nacidos en eI estado. En 1920 ViVian en Ohio gentes nacides en todos los estados de la Uni6n. Seglm Guy-Harold Smith. Fig. 11. Numero de los habitanreo !lncidos en Ohio establecidos en 1920 en otros estados estados de Ia limon, segllll Guv-Harold Smith_ 60 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE daderos vecinos de las ciudades europeas, solamente a muy pequefio s sec tores de los pueblos americano y canadiense. Lo que mas llama la atencion , es la gran movilidad de la poblacion rural. Fuera de los autoctonos indios Pueblos en el sur, fueron en primer lugar los franco-canadienses y los alemanes de Pensilvania quienes llegaron a ser verdaderos campesinos arraigados a la tierra. El autentico campesino anglo americano (farmer) esta siempre dispuesto a vender su tierra y a cambiars e a otra parte, si puede hacerlo con alguna ventaja economica. Para el, la agri cultura es un negocio como cualquier otro que no tiene nada que ver con sentimentalismos. Naturalmente, el descubrimiento de nuevas tierras de cul tivo y el establecimiento de nuevos mercados en los distritos industria les que se han ido formando, tambien Ie dieron impulso, debido a esta faciIidad para establecerse en otra parte. Todavia mas marcada es la movilidad de los jor naleros. No solamente en la agricultura, que depende, particularmente en su forma especializada, de braceros temporeros, sino tambien en todas las indus trias, la inestabiIidad de los trabajadores es sorprendentemente grande, y to davia ha ido en aumento en estos ultimos decenios a causa de la vulgariza cion del automovii. Noticias de jornales altos 0 buenas oportunidades de trabajo en cualquier estado bastan para producir inmediatamente gran afluenci a de obreros que solicitan trabajo y cuyas familias vienen con eIIos en un automo viI. Se ha desarrollado el tipo de jornalero que hace vida nomada en automo viI y que recorre todos los estados de la Union. En la crisis actual, todavia el hombre sin trabajo acostumbra a trasladarse en automovil al lugar donde es pera encontrar, ya que no trabajo, por 10 menos subsidios mas altos. Como ejemplo de esta situacion tomo la de Ohio, un estado normal del Medio Oeste (figs. 10 y 11), que demuestra el movimiento migratorio general de la poblacion. El numero de los que inmigraron a Ohio es mas 0 menos igual al de los emigrados. La penetracion econ6mica de Norteamerica comenzo con la explotacion de las pesquerias de Terranova. AI principio se aprovechaban los puertos europeos como puntos de salida. El cQmercio de pieles tampoco necesitab a mas que de unas cuantas bases en el continente. Entonces se dejaba Ia caza en manos de los indigenas, de cuyos metodos el europeo supo valerse para sus fines economicos. Estaba en el interes de los traficantes en pieles, que no se redujeran los cazaderos de los indios por el estabIecimiento de colonos. Por tal motivo, las poderosas compafiias que manejaban el comercio de pieles eran siempre enemigas de la colonizacion, de cuya actitud solo desis tieron en parte hasta epocas muy recientes y solamente cediendo bajo una presion muy energica. La agricuitura Ilego a ser, finalmente, la base de Ia colonizacion y poblamiento, que dio principio en el siglo XVII. Tambien la agricuHura colonial comenzo aprovechandose de los metodos indigena s, pero no tard6 en desarrollarse independientemente. LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 61 Los indios norteamericanos que practicaban el cultivo de azada, solian quemar la vegetacion y "fajar" (descortezar) los arboles, a fin de ganar espacio para sus pequefios sembradios. Por cierto que de esta manera modi ficaban la capa vegetal, produciendo en algunos lugares sucesiones artificial es, por ejemplo, al convertir las regiones marginales de los bosques en praderas . Pero tuvo que venir el europeo, no solo para transformar la vegetacio n, sino para destruirla en gran escala y crear en su lugar, por medio del cultivo de arado, vastas extensiones continuas de tierras de labor. De esta manera, enormes bosques fueron destruidos en poco tiempo, desapareciendo el cesped de gramineas, salvo unos insignificantes restos, que cubria, como en las Pra deras, inmensas areas sin interrupcion alguna. Esta intervencion intensa d~l hombre en la naturaleza de su medio ambiente, solo se realizo en ef Viejo Mundo de una manera muy ·lenta. En Europa, los deSmo~t~s comenza ron en el periodo neolitico, pero solo a' principios de la Edad Media se produjo cierta aceleracion e!:'. este proceso. En cambio, en Norteamerica, todo el pe ciodo de tala en gran escala s610 se verifico en la segunda mitad del siglo pasado. Millones de inmigrantes europeos, provistos' de la herramie nta que les proporcionaba nuestra era industrial, produjeron en pocos decenios trans formaciones en el aspecto del paisaje que se habian llevado' a cabo en el Vieja Mundo durante miles de arios. EI caracter brusco de'la interven cion cultural tuvo que perturbar la armonia de la naturaleza, ocasionando como consecuencia fenomenos muy IIamativos que, en el Viejo Mundo, se sustra jeron a la observacion, .debido a la lentitud del proceso. No se llego a pres tar especial atencion a la intensa erosion del suelo arable, que era de la mayor importancia economica, sino hasta que se Ie habfa privado a este de su capa"vegetal protectora Y, se-,Ie habia alterado 'en su estructura normal debido al trabajo' del arado y al pastoreo. Hoy dia se considera esta intensa denudacion que el hombre ha provocado como el problema mas grave de la agricultura norteamericana. Para poder formarse una idea exacta de este fenomeno en general, el Departamento de Agricultura del gobierno federal instalo en los afios 1929 y 1930 siete estaciones de observacion en distintas regiones climaticas de la Unio!:'.. Hoy dia se calcula que alrededor de siete millones de hectareas, que se cultivaban anteriormente, han sufrido, por hencleduras producidas par el agua de lIuvia y por la erosion horizont al, clanos de tal magnitud que es imposible cultivarIas. Segun datos de Ia Es tarion Experimental Agricola de Oklahoma, fueton cultivadas can el arado en este estado, que fue el ultimo en ser colonizado POt el hombre blanco (vease p. 233), solo 63 mil!one~ de hectareas. De esta superficie hay ya 5.28 millones de hectareas gravemente deterioradas por Ia erosion producid a pOl' el cultivo de arado. Quedo comprobado que en 2.28 millones de hec tareas se veian hondas hendeduras que en superficies de 150,000 hectarea s mostraban tal profundidad que las maquinas agrfcolas no podian pasar por 63 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES encima de ellas. En el estado de Oklahoma tuvieron que ser abandonadas en total, en los ultimos alios, 544,000 hecrareas de tierras anteriormente cultivadas, debido a la fuerte erosi6n que se habia llevado la capa fertil del suelo laborable. Debido al pastoreo excesivo, la vegetaci6n natural de las regiones semi aridas del suroeste y oeste sufri6, en los ultimos 50 6 60 alios, de tal ma nera, que la disposici6n natural de las aguas qued6 gravemente alterada. Es ahora mas rapido el desagiie superficial del agua de lluvia y, por consi· guiente, es mas intense el acarreo de la tierra laborable en las laderas, y el mayor volumen de agua en los arroyos y rios se traduce tambien en un aumento de Ia erosi6n vertical. EI valor de las tierras de pastoreo ha dis minuido notablemente y, par otro lado, grandes cantidades de materiales me nudos lIenan las represas y canales de riego. La presa del rio Colorado, cerca de Austin, Tex., par ejemplo, cuya construcci6n se termin6 en 1913, en 1926 estaba rellenada hasta el 95 % de su capacidad. La propiedad rural y sus fonnas. La ocupacion de los terrenos se llev6 a cabo, en parte, par sociedades que solian revender sus derechos a cada uno de los colonos y a grupos de eIlos y, en parte, tambit':n por los colones directamente. El parcelamiento de las tierras se hizo en Ia epoca colonial entre los pioneros europeos bajo las mas variadas form as. En el rio San Lo renzo se introdujo el metodo frances. Debido a que todo el trafico estaba limitado al rio, en cuyas aguas circulaban pequefias embarcaciones, cada lote necesiraba un trtcho de la ribera. En constcuencia, se parcelaron los te rrenos de mas valor a ambos lados del rio en fajas angostas normales aI cau ce y con una gran e),tensi6n longItudinal hacia tierra adentro. De esta ma nera nacio, semejante a la costllmbre alemana de disponer de terr'Onos bos cosos, el sistema de parcelamiento frances (fig. 37), que lIego a aplicarse aldea dondequiera que los plOneros eran franco-canadienses. Tambien la , francesa, de orden disperso y casas en hileras, que fue la 16gica consecueneia ere e;; parce1amiento, se asemeja en su disposicion a las aide as colqnia les de los alemanes en terrenos bcscosos 0 matorrales. Todavia hoy dla, esta forma de los campos recuerda, aun en regiones muy apartadas como en aI, gunas partes de Wisconsin, la nacionalidad de los primeros colonos. Muy distinto era el sistema de parcelamiento de Nneva Inglaterra. AlIi, la comunidad se hacfa cargo de su tOIA'nship (mul11l.1pio), midiendolo y repartiendo los terrenos entre los vecinos. De la situaci6n mixta de estos campos result6 la aldea como tipo predominante de poblamiento rural. En cambio, en el SUi del Atlimtico se dej6 mas margen a la iniciativa individual de los pioneros, predominando el principio de Ia indiscriminate location, 0 sea la fJjacion arbitraria de limites. Cada colono escogia su te rreno, de suerte que por 10 regular Ia ocupacion precedia a Ia medici6n. EI resultado fue un parcelamiento enteramente irregular de Ia propiec1q c1 rural. Debido a la circunstancia de que los campos del colono formaban un todo, lleg6 a predominar la forma de fincas aisladas, tan pronto como termin6 el periodo de las luchas contra los indios. Los espalioles y mexicanos que se establecieron en el suroeste y oeste del actual territorio de los Estados Unidos del Norte, eran ganaderos. Su niimero era muy reducido y acostumbraban adjudicar 1a tierra en forma de grandes ranchos con contomos irregulares. En virtud de que todos los ti tulos de propiedad fueron reconocidos tanto por Estados Unidos, a medida que se iba extendiendo, como por los ingleses en el Canada, los vestigios del antiguo parcelamiento han quedado visibles en el aspecto de los paisajes. En California, por ejemplo, el parcelamiento de las tierras, hasta clonde ha bian lIegado a ser de propiedad particular en la epoca hispano-mexicana, se basa todavia en la existencia de los antiguos lindes. No fue sino hasta el alio de 1785 cuando el gobierno federal de Estados Unidos introdujo por medio de un decreto el sistema geodesico cuadricular, estableciendo al mismo tiempo el principio de: "primero medicion, despues ocupaci6n". Los limites de las propiedades que fueron medidas par Ia Ge neral Land Survey (Oficina General de Agrimensura), corren de oeste a este y de norte a sur. De esta manera, las tierras quedan parceladas en townships (jurisdicciones) de 36 millas cuadradas cada una, y esta nueva mente en 36 sections (secciones) de una milla cuadrada cad a una. Las sec dones en quarters (cuarteles), de los que cad a uno contiene 4 fundos de 40 acres cada uno, llamados quarter-quarters (cuartos de cuartel). Este sistema de medici6n se llev6 a la practica, no solamente en los estados al norte del rio Ohio y al oeste del Misisipi con excepci6n de Texas y partes de Cali fornia, sino tambien en los estados de Alabama, Misisipi } ~;Iorida. Des pues se emple6 el mismo sistema de agrimensura durante Ia colonizacion de las praderas del Canada. Los !imites esquematicos, tanto de la propiedad particular como de los distritos y estados, que siguen la direceion de los me ridianos y paralelo~, indican que la medici6n precedi6 a la ocupacion. La poblaci6n fural comprendia en Ia cpoca colonial e1 50% de la po bIacion total de las colonias inglesas de Norteamerica. Aun los comerciantes, pescadores y marineros frecuentemente dedicaban una parte de BU tiempo a trabajos agricolas. El primer producto agricola ,'e exportaci6n era el ta baec, una planta de cuItivo indigena del Antiguo Sur. Para este producto, ]a demand a en todos los mercados era excelente a principios de Ia coloni zacion inglesa. En 1620, la Camara de Comunes inglesa hizo constar por unanimidad de votos "que la importacion de tabaco espanc)j es una de las causas de la escasez de dinero en el reino" )!, en 1621, casi se hizo imposible la importaci6n de tabacos extranjeros por medio de derechos proteccionisras de entrada. Inmediatamentse comenz6 en el sur eJ culti\"o exhaustivo de mbaco, que se introdujo finalmente, a traves de los Apalacb .., ta:-d,ien en 62 y --'---. 64 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE las mesetas de Kentucky y Tennessee, donde todavia hoy dia es importante, aunque ya no en forma exhaustiva. De Ia misma edad que el cultivo del tabaco es el cultivo de algod6n en los estados meridionales. Sin embargo, este ultimo era insignificante en Ia epoca colonial, y el producto casi no se exportaba. S610 despues de la guerra Fig. 12. Las zonas de cultivo de Norteamerica, segun D. E. Baker. de independencia, las plantaciones de algodon comenzaron a extenderse gra cias al desarrollo de Ia industria textil mecanica, introduciendose tambien, en el siglo XIX, en la cuenca del Misisipi al otro lado de los Apalaches. As! llego a formarse el gran cotton beLt (faja de algodon), que hoy dia llega en el oeste hasta los limites de la region arid a (fig. 12). Las colonias del cen tro, Nueva Inglaterra, la depresion del San Lorenzo y la peninsula de On tario que se coloniz~ mas tarde, no conocieron nunca los monocultivos del sur. Estos territorios practicaban la agricultura y la ganaderia al estilo euro LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 65 peo. Los metodos de trabajo de esta agricultura nororiental eran muy pri mitivos, motivo por el cual no podia resistir la competencia de las tierras fertiles del Medio Oeste, donde el arado comenm a abrir surcos en la se gunda mitad del siglo pasado. En el este del Canada, la agricultura lagro reorientarse para dedicarse a Ia produccion de arnculos de transformacion, especialmente a Ia industria lechera y conserva de frutas. En cambio, Ia agricultura de Nueva Inglaterra, cuyos suelos ya estaban muy agotados, tuvo que sucumbir frente a la competencia. S6Io en estos ultimos tiempos ha vuelto a desarrollarse, bajo la influencia de las grandes ciudades cercanas, un cultivo intensivo de Iegumbres en terrenos de poca extensi6n, que se practica en la costa del Atlantico, desde la bahia de Chesapeake hasta Nue va Inglaterra. En la segunda mitad del siglo pasado Ilego a formarse la gran regi6n agricola del Medio Oeste, cuyo desarrollo rapido solo se hizo posible por Ia creciente industrializacion de Europa y de Estados Unidos. Despues de mu chos experimentos con distintas plantas de cuitivo, se constituy6 el gran com beLt (faja de maiz), donde el maiz llego a ser la planta de cultivo mas importante. Un exceso de producci6n y precios bajos obligaron a los agri cultores a desarrollar la ganadeda, para poder aprovechar sus productos en la region misma. En los liltimos decenios del siglo XIX, la agricultura habia avanzado hacia el oeste hasta los limites de la zona arida. La region arida de los Llanos y de los paisajes intermontanos de las cordilleras, en la que sin riego solo puede practicarse Ia ganaderia extensiva, no fue aprovechada por los colonos norteamericanos a mediados del siglo pasado, pOl;Q:ue los primeros agricultores del oeste del Pacifico se estable cieron en Oregon. Despues, el descubrimiento del oro en California pradujo repentinamente una ola de inmigrantes que se dirigieron a este paisaje. AI pedodo de la ganaderia hispano-mexicana sigui6 el periodo de la agricultura, de Ia que pronto se desarrollo la horticultura en su forma actual. El desarrollo industrial se remonta en sus comienzos a los primeros tiem pos de la epoca colonial: eran sobre todo los barcos de madera coloniales del noroeste del Atlantica los que gozaban de mucha {ama. Tambien las in dustrias textil y del hierro tuvieron sus comienzos en Ia epoca colonial. Pero, solo despues de la guerra de independencia, fue cuando Estados Unidos pudo independizarse de la importacion de productos industriales. Primero, ere cieron aquellas indus trias que transformaban productos agricolas; despues, siguieron las indus trias textiles y metaIur~icas. Con esto se dio principio al desarrollo de la gran region industrial compacta, para Ia que Sten de Geer creo el nombre de industrial belt. Pero entonces se inici6 la industriali:mcion de Nueva Inglaterra. Durante los comienzos de este movimiento era im portante el hecho de que no predominaba en el paisaje la £inca aisiada, sino eI pueblo. En estos centros compactos de poblamiento, al sobrevenir el de - 66 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTI caimiento de la agricultura, existia todo el material humane que la industria necesitaba y que ya no encontraba trabajo en los cultivos. Los elementos que se unieron para hacer posible los nipidos progresos de la industria textil neo-inglesa, fueron trabajadores aptos en numero suficiente, clima apropiado, fuerza hidniulica y espiritu emprendedor de las clases acomodadas. Con los afios, tambien otras indus trias llegaron a establecerse en la region. Hoy dia, la totalidad de la industria neo-inglesa 0010 se comprende desde un punto de vista historico, porque trabaja sin excepcion con materias primas importadas. En cambio, la industria metalurgica dependia entonces enteramente de las materias primas locales. En los siglos XVII y XVIII, cuando se usaba gene ralmente carbon vegetal, el combustible no desempefiaba ningun papel con respecto al lugar donde se estableda la industria metalurgica, porque por todas partes todavia habia en el este extensos bosques. Al iniciarse en el si glo XIX el uso de la antracita, la proximidad de los yacimientos carboniferos o minerales ferrosos resulto decisiva para la instalacion de los altos homos norteamericanos (fig. 13). La industria que hasta entonces estaba dispersa, comenzo a concentrarse en el oeste de Pensilvania. En aquella epoca, la cuenca hullera de antracita de Scranton llego a tener la mas alta importan cia economica. En la actualidad, la distribucion geografica de la industria siderurgica en el continente esta regida por su situacion en relacion a la exis tencia de carb6n de coque y de yacimientos de minerales ferrosos. Las prin cipales abastecedoras de carbon de la industria de hierro y acero son las re giones mineras de las Mesetas Alleghany, que suministran cerca de las cinco sextas partes de todo el carbon norteamericano. Adema<, solo las regiones carboniferas del interior tienen cierta importancia; la oriental esta situada en Illinois, Indiana y el oeste de Kentucky; la occidental en Iowa, Missouri, Kansas, Oklahoma y Arkansas; la suroccidental en Texas y la septentrional, muy pequefia por cierto, en Michigan. Las mayores cantidades de mineral de hierro vienen de los yacimientos dellago Superior (fig. 13). Al principio, los altos homos estaban situados en las cercanias de las minas, con Pittsburgh como centro; ahora se han movido en su mayor parte a los puertos de tran sito en los Grandes Lagos, donde se juntan carbon y hierro. En vista de que los yacimientos de mineral del lago Superior ~,uedarim agotados dentro de pocos decenios, la industria metalurgica de Sparrows Point en la bahia de Chesapeake merece una atencion muy especial, porque trabaja con carbon que viene de las mesetas de los Apalaches y con minerales de ultramar. Gracias a estas circunstancias, se Ie ofrecen perspectivas que no pueden ser influenciadas por el agotamiento inminente de los yacimientos del lago Su perior. La Mineria. Un rasgo muy llamativo en el aspecto del paisaje y muy importante para la economia del continente es tambien J t jl1du&,ria del pe LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 67 ~ C B .I ."E'" e'"v c ·S ~ c 2 3 !, " o J. () ~ 84 V :ti i. '" [; j / :; ~ a ~a g c u ~ " 0 ~ ~ ~ e+* o ... "o ... ~ a: OJ 0 u o c ~~ y:!~ . -~~--------~-- ----~ ---. 68 AMERICA DEL NORTE; EL CONTINENTE troleo, que, de igual manera que la explotacion de carbon y Ia industria metillurgica, esta limitada principalmente a"" Estados Unidos (fig. 13). Un rasgo caracteristico de la industria petrolera es su gran movilidad, como con secuencia de su facil explotacion y del descubrimiento de numerosos yaci mientos nuevos en los ultimos decenios. Ademas, en Estados Unidos han llegado a formarse extrafios metodos de explotacion precipitada. Mientra s que la produccion de carbon de Estados Unidos importa mas 0 menos el 44 % del total de la produccion Il1undial, la extraccion de petroleo llego en los ultimos decenios, por termino medio, al 60 % 0 70 % de la producc ion mundiaI. Dentro de la Union se destacan varias zonas de produccion, pero la importancia de los campos esta sujeta a rapidos cambios. Los Eastern Fields (campos del este) corresponden mas 0 menos a los campos carboni feros de las Mesetas Apalachianas. ta exploracion comenzo en 1859, des pues de haberse abierto por casualidad un pozo de petroleo cerca de Titus ville, Pa. Hasta 1875, la produccion de petroleo quedo limitada a Pensilva nia. Despues llegaron a inventarse nuevos sistemas de transporte, como los oleo ductos (pipe liJll.es), para conducir el petroleo de los pozos a las refineria s de Pittsburgh, Cleveland y Buffalo. Hoy dia, los pozos de las Mesetas Apa lachianas no producen mas que alrededor del 5 % de toda la producc ion de Estados Unidos. A principios del siglo xx, dio principio la explotac ion muy intensa de los Mid-Continent Fields (campos centrales del continen te) y de la region petrolifera de la costa del Golfo, cuya produccion lIego pronto a superar mas de diez veces a la del este. T ambien en el sistema montafio so de las cordilleras, en Wyoming, Montana, Colorado y Nuevo Mexico, se aescubrieron yacimientos petroliferos, pero sobre todo los campos de Cali fornia resultaron extraordinariamente ricos. En eI oeste, cerca del Pacifico, tambien se desarrollo por primera vez el town lot dl"illing (perfora cion de pozos en lotes urbanos), un sistema que !leva a cabo la explotacion de una manera particularmente antieconomica (fig. 25). T ambien la mineria de cobre tiene una histotia agitada en los EstaElos Unidos. Alrededor de 1880, comenzo la explotacion de los ricos yacimien tos cupriferos en Ia orilla del lago Superior, con cuyo hecho los Estados Uni dos del Norte se pusieron a la cabeza de todos los paises del mundo que producen cobre. Pero, a fines del siglo XIX, el centro de gravedad de este ramo de la mineria se movi,6 hacia la region central de las Montanas Roca llosas, mientras que hoy dia, mas 0 menos la mitad del cobre norteam ericano proviene de Arizona. T ambien en Alaska, la extraccion de cobre !lego a adquirir mucha importancia. En vista de que la mineria de eobre depende cada vez mas de la explotacion de grandes yaeimientos de minerales de baja ley (el promedio de ley de cobre en los minerales norteamericanos es de 1.5 %), estos se benefician generalmente en las inmediaciones de las minas. Los mayores yacimientos niqueliferos del continente estim situados en LOS HABITANTES Y SUS FORMAS cmTURALES 69 el distrito de Sudbury, en el Canada; de eUos procede la mayor parte de la producci6n mundial de este metal. Los metales preciosos tambien desempefian un papel destacado en la mineria de Estados Unidos, habiendo influido en gran escala en el curso del desarrollo cultural de algunos paisajes. Sin yacimientos a!!!i!.~_Y"§J'~l1, ;:"1 tiferos, California, Colorado, Nevada, U'Eih yArizol )a "~"hubieran pedido_ a1CafiZafe!aesarrorrciq1J~-cre' hecho log-raron. Sin embargo, esta influencia era soiame;t~' d~radera, donde la mineria t~nia como consecuencia el des arrollo de la agricuItura, como en California. Donde este no era el caso, frecuentemente seguia a un breve periodo de florecimiento economi co, una decadencia no menos rapida. La Gran Cuenca hoy dia tiene mas ruinas de ciudades que otros muchos paisajes con una larga historia. Los campos auri feros de mas favorables perspectivas y mayor extension estan situados en el area del escudo canadiense, y entre los distintos distritos, el de Porcupin e, en Ontario, es el mas rico. Las minas mas importantes de plata se encuen tran en las Montanas Rocallosas. La extraecion total de plata en los Estados Unidos casi llega a la tercera parte de la producci6n mundial. El Canada ocupa, despues de Mexico y Estados Unidos, el tercer Jugar entre todos los paises del globo que producen plata. La fundaci6n de poblaciones urbanas se remonta a la epoca en que las actividades economicas de los europeos en Norteamerica todavia se limita ban casi exclusivamente a la agricultura. Pero, solo la industria y la mineria fueron los factores que dieron impulso al desarrollo de ciudades moderna s. En el ano 1930, el 56.2 % de la poblaci6n de los Estados Unidos vivia en ciudades de mas de 2,500 habitantes. Las ciudades mas antiguas , San Agustin, lila. (1565) y Santa Fe, N. M. (1605), fueron fundadas por los espafioles. Tambien Los Angeles y San Francisco en la costa del Pacifico deben sus comienzos a modestos establecimientos espafioles. ,tas ciudades de mayor importancia de origen frances son Quebec (fundad a en 1642, con el nombre de Ville Marie) y Nueva Orleans (fundad a en 1718). En 1780, Estados Unidos solamente tenia cinco ciudades con mas de 8,000 habitant es, a saber: Filadelfia, Nueva York, Boston, Charleston y Baltimore, en las que vivia el 2.7 % de la poblaeion. Unicamente Filadelfia tenia entonees mas de 20,000 habitantes. En 1940, 38 millones de personas vivian en~las 92 ciudades con mas de 100,000 habitantes. A esto hay que agregar otras acho ciudades del Canada con mas de 100,000 habitantes y una poblacio n de 2.7 millones (1941). Las primeras cilldades angloamericanas dependian en gran parte de sus buenas comunicaciones con la metropoli y, par eso, todas ellas estan situadas en la regiDn costera del Atlantico. Tambien el primer periodo de industria lizacion result6 entonces favorable para el desarrollo urbano en la costa de Nueva Inglaterra, dLlnde numerosos pueblos compactos (towns) formaro n 70 --- LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTI nucleos adecuados. Mientras la colonizacion inglesa no llegaba todavia a ex tenderse a traves de los Apalaches hacia el oeste, parecia dudoso emil de "las ciudades del este llevaria la delantera sobre las otras. Pero, desde que la ola de inmigrantes europeos traspaso la montana, penetrando en el inte rior del continente, la situacion ventajosa de Nueva York en la entrada a la unica depresion diagonal transapalachiana tuvo que producir sus efectos. La colonizacion del interior tambien beneficio en alto grado a las ciudades de la costa, porque en elIas siempre se establecia una buena parte de los in migrantes recien llegados. Pero, tambien en el interior dio principio, en la segunda mitad del siglo pasado, el desarrollo de grandes ciudades. Pittsburgh, Cincinnati y San Luis fueron las primeras en aumentar el numero de sus habitantes. Despues, siguio el desarrollo de ciudades en la region de los Grandes Lagos, donde Chicago se puso a la vanguardia. En la mayoria de los casos, factores economicos y comunicaciones ventajosas resultaron deci sivos para el crecimiento de una ciudad; en otras ocasiones, como en De troit, un solo ramo de una industria nueva, como la fabricacion de auter moviles, fue bastante para iniciar el desarrollo de una gran ciudad, y la eleccion del lugar quedo en manos de un solo hombre (Henry Ford). El Lejano Oeste, finalmente, puede jactarse de haber hecho de Los Angeles una ciudad con millones de habitantes en un lugar donde pareda que fal taban todas las condiciones economicas indispensables para el crecimiento de una gran urbe. La brevisima historia de la mayoria de las ciudades norteamericanas ex plica su notable estandarizacion. Desde la pequena ciudad hasta la ciudad con millones de habitantes, casi todas son el producto de una epoca en que la civilizacion de la tecnica dominaba el desarrollo cuimral. No son las igle sias y edificios publicos los que prevalecen en la fisonomia de las ciudades, sino los edificios comerciales. Siempre se repite de nuevo la aglomeracion de los rascacielos en un barrio comercial que se yergue por encima de los barrios residenciales que 10 rodean y cuya extension extraordinaria solo es po sible en la epoca del automovil. Por 10 regular, falta el antiguo nueleo de las ciudades del Viejo Mundo, 0 es, si 10 hay, de muy poca extension. AI gunas ciudades viejas, como Santa Fe, N. M. y Charleston, S. c., que cre cieron poco en los tiempos modernos, se destacan ventajosamente. La gran mayoria de los europeos sentiran con Siudair Lewis: "Nueve decimas del total de las ciudades norteamericanas se parecen tanto entre si, que resulta sumamente aburrido ir de una ciudad a la otra; aun en su atan de distin guirse en su arquitectura, se revela la misma monotonia". Sin embargo, hay muchas ciudades nortemericanas que han sufrido profundas metamorfosis. He aqui un tema que ofrece oportunidades seductoras para estudios sobre geografia urbana desde un punto de vista historico-evolutivo. Las comunicaciones entre los diversos centros de poblamiento de los 71 europeos al principio se realizo casi exelusivamente por agua. Para la fun dacion de las primeras poblaciones, fue siempre un factor decisivo la exis tencia de un puerto bien situado. Posteriormente, la ampliacion del primer asiento se llevo a cabo siguiendo el curso de los rIos. Ademas, en vastas regiones del continente, los indigenas ya habian perfeccionado los medios mas adecuados de comunicaci6n, aprovechandose de las condiciones natu rales del terreno, de suerte que podian recorrer grandes distancias sin ma yores dificultades. De esta manera, los franceses del rio San Lorenzo pu dieron aprender de los algonquinos a valerse de las ligeras canoas de corteza de abedul, una embarcacion que era particularmente adecuada para el tn\. fico en el area del escudo canacliense, donde numerosos rapidos impetuosos y lineas divisorias de las aguas de poca altura entre los numerosos sistemas fluviales, obligaban frecuentemente a transportar la embarcacion por largos trechos de tierra que solian lIamarse partajes. No solamente durante los grandes viajes de exploracion hasta el Oceano Pacifico (A. Mackenzie) 0 en en el Misisipi (La Salle), los indios y sus canoas de corteza prestaron valio sos servicios, sino que tambien hoy dia, el bote ligero sigue siendo todavia el medio de transporte mas importante en el norte del Canada. Ademas, en las colonias inglesas del Atlantico, el bote de un solo tronco ahuecado (du gout) desempeno un papel de much a importancia. Pero las cadenas de montanas de los Apalaches limitaron a poca dis tan cia de la costa el trMico con estas embarcaciones. El haber podido extenderse la influencia francesa a tan largas distancias en eI interior del continente, como de hecho fue eI caso durante los siglos XVII y XVIII, se debio en primer lugar a la circunstancia de que los franceses ocupaban can el rio San Lcrenzo tambien la entrada a la amplisima red fluvial lauren tina, a los GraneL, Lagos y a la cuenca del Misisipi, que con ellos colaboraban los algonquinos y hurones, ensenandole, la manera de aprovecharse de estas rutas que les brindaba la naturaleza. Los ingleses fueron los primeros en introducir los botes de fan do plano y los de quilla, para el trans porte del tabaco y ma& tarde del algodon, en los rIOS de sus colonias. T ambien en el Ohio se practico el trMico fluvial con botes de fondo plano, los cuales se usa ban, sin embargo, solo para los viajes rio abajo. Hacia fines del siglo XVIII aparecieron los primeros botes pIanos en el Misisipi, pero aqui tambien solo los botes de quilla de los norteamerica nos pod ian usarse para los viajes rio arriba. Desde 1800, comenzo a desarrollarse un wifico muy intenso, tanto en este rio como en sus afluentes, especial mente en el Ohio. El uso de va pores dio principio en 1812, y siguio aumen tando hasta 1880. EI rio Misuri solamente tuvo por algun tiempo importan cia como via fluvial. En 1831, la American Fur Company (Compania Peletera Americana), establecio un servicio de barcos en este rio, para asegurar la comunicacion con sus agencias compradoras de pieles en la parte meJia de las Montanas Rocallosas. Poco tiempo despues de que se descubrieran ya Y ~ 72 AMERICA DEL NORTE: EL COl\,'TINENTE cimientos audferos en Montana, circulaban 71 vapores de pasajeros en eI rio, pero en 1886, de todos elIos, no quedaban mas que siete. En 1825, se inicio la extension del sistema de comunicaciones fluviales por medio de canales. El exito extraordinario del canal del Erie, que comu nica el rio Hudson con los Grandes Lagos, fue la senal para establece r nue vas empresas de esta indole. En 1832, se dio fin a las obras de los canales del Ohio y del Miami, que conducen del rio Ohio al lago Erie. El floreci miento de esta navegacion fluvial du~o hasta 1856; desde entonces comenzo a disminuir el movimiento de mercancias en las vias fluviales y canales, por que este sistema de transporte tuvo que sucumbir ante la competencia de los ferrocarriles. Esta derrota no fue debida de ninguna manera a una falta de eficiencia tecnica de la navegacion fluvial, sino a que esta fue mas bien arruinada par los ferrocarriles, par medios en parte muy reprobables. As!, par ejemplo, los ferrocarriles, en la epoca de mayor movimiento fluvial, so lian fijar sus tarifas por debajo de las cotizaciones de los barcos y por debajo de su propio costa; pero, tan pronto como el estiaje, las inundaciones 0 el deshielo hacia imposible todo transporte fluvial, sublan las tarifas de tal manera que todas las perdidas anteriores quedaban compensadas en poco tiempo. Las vias ferreas se construian de preferencia sobre rutas que no em palmaban con los canales. En esta lucha de competencia, tuvo que sucum bir finalmente la mal organizada navegacion fluvial. Los esfuerzos de los tiempos de la postguerra para reanimar Ia navegacion fluvial, no han tenido hasta ahora mucho exita. Grandes obras de canales costosos, como el New York State Barge Canal, terminaron con un fracaso. Tambien es muy signi ficativo el escaso trMic:J que exisre en el enorme sistema fluvial del rio Misi sipI; solo el trecho Ohio-Misisipi es de cierta importancia para el trans porte del carbOn apalachiano. De una manera muy distinta se desarrollo el trMico en los Grandes La gos, que forman hoy dia el mayor y mas importante sistema de navegaci on en aguas continentales del mundo, porque, a base de un tratado anglo norteamericano (1787), pudo establecerse un servicio internacional de- va pores. La diferencia de nivel entre los lagos Erie y Ontario pudo salvarse por medio de un canal con 26 esclusas. En~los rios Detroit y Saint Clair, que comunican el lago Erie con el lago Huron, se emprendieron obras para hacerlos navegables. La comunicaci6n entre los lagos Hur6n y Michiga n es navegable por naturaleza, y alrededor del Sault Sainte Marie (salto de Santa Maria), que interrumpe la comunicacion entre los lagos Huron y Superior , se han construido canales, tanto del lado del Canada como del de Estados Unidos. En 1819, el primer vapor pudo hacer Ia travesia de Buffalo a De troit. Desde entonces, la flota de los Grandes Lagos siguio creciend o enor memente. En los primeros tiempos, su funcion consistia en lIevar inmigran tes de Nueva York a las ciudades del Media Oeste, y traer de alia rroducto s r ,\ LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 73 agdcolas. Con los anos, el transporte de cereales lIego a a!canzar grandes proporciones, pero la navegacion lacustre adquirio una importancia realmen te extraordinaria por el hecho de que los Grandes Lagos constituy en una via natural de comunicacion entre los mas ricos yacimientos de mineral fe rroso norteamericanos en el lago Superior y los campos carboniferos de los Apalaches. En las margenes de los Grandes lagos existen hoy dia mas de 300 grandes puertos para el trMico lacustre que no muestra sintomas de deca dencia, como los que caracterizan la navegacion en los rios y canales de los Estados Unidos. Los primeros caminos seguian el derrotero de los caminos de herradur a o indigenas. En su mayorla, comunicaban los distintos sistemas fIuviales 0 servian para rodear los saltos de agua. En el Antiguo Sur, con sus nume rosas vias fluviales navegables durante todo el ano, la construccion de ca minos tardo mucho en iniciarse, mientras que en Nueva Inglaterra se comen zaron relativamente temprano estas obras. En 1654, se construyo un camino de Boston a Providence, desde donde el Shore Road (camino de la costa) completaba la comunicacion con las poblaciones de Connecticut y con Nue va York. T odos estos caminos estaban en malisimo estado, 10 que queda evidenciado por eI hecho de que la construccion de puentes no lIego a ini ciarse sino hasta despues de la revolucion. En la epoca colonial solo habia un numero muy reducido de carras para el transporte de mercancias por estos caminos. En Connecticut no existieron carras hasta 1750, y la primera di ligencia entre Nueva York y Filadelfia no corrio sino hasta 1756. El trMico terrestre se realizaba de preferencia en invierno por medio de trine as. Solo cuando los colonos penetraron en el oeste, atravesando los Apala ches, los..caminos lIegaron a tener mayor importancia, porque, salvo en las cuencas del Hudson y Mohawk, no atravesaba ninguna ruta fluvial el sis tema montanoso de los Apalaches. Muy frecuentado era el WiLderness Road (camino de la selva), que comunicaba la Cumberland Gap (brecha de Cum berland) can las colonias de Kentucky. Es cierto que al principio este ca mino no era mas que una vereda, que solo despues de 1795 fue ensanch ada para eI trMico de carros. Los franceses del Canada terminaron, en 1734, la construccion de un camino real de Quebec a Montreal, y en los arras de 1790 a 1820 se inici6 tambien en Estados Unidos la construccion de carre teras macadamizadas. Los constructores eran en su mayorla particula res que cobraban impuestos de rodaje par el uso del camino. Todavia hoy dia se conocen tales toll roads. De una manera parecida, tambien comenza ron a construirse, debida a la iniciativa de particulares, toll bridges (puentes con impuestos de pontazgo). Sin embargo, el transporte terrestre siguio siendo extraordinariamente costoso. En Nueva Inglaterra, el promedio del impuesto de rodaje por carro y kilometro importaba 4114· centavos de delar. Desde 1811, tambien el Gobierno Federal tome parte en la construccion de carre . \., 74 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE teras macadamizadas, inaugurando en 1838 la Cumberland Road (carretera de Cumberland) que comunic6 Baltimore con el Misisipi, atravesando los estados de Ohio, Indiana e Illinois. No tard6 en desarrollarse un intenso movimiento comercial en esta primera carretera de gran importancia. Se instal6 a 10 largo de ella un servicio regular de diligencias y numerosos cami~ nos al interior arran caban de la via principal. EI segundo problema de gran importancia para las comunicaciones fue el paso a traves de las cordilleras del oeste. EI primer viaje a traves del continente que realizo A. Mackenzie, en 1793, di6 por resultado el descubri~ miento de una ruta que podia servir para travesia en canoa. En 1803, siguie~ ron Lewis y Clark, que inauguraron, al servicio del Gobierno Federal, el pri~ mer camino trascontinental en el area septentrional de Estados Unidos. En 1826, se descubri6 en el sur de Wyoming un paso a traves de las Montanas Rocallosas que tambien podia ser aprovechado para el trafico de carros y que, por eso, lIego a ser la primera ruta postal hacia el oeste. Otro segundo camino natural (trail) iba de Santa Fe al rio Gila y de alii seguia hasta la costa del Pacifico. Al iniciarse el gran movimiento de buscadores de oro hacia California, todos estos caminos transcontinentales resultaron insufi~ cientes. Una gran parte de los viajeros dieron preferencia al viaje alrededor del cabo de Homos 0 a traves de Panama sobre la penosa y peligrosa tra~ vesia transcontinental. S610 los ferrocarriles lograron, finalmente, tanto en el Canada como en Estados Unidos, establecer sobre bases seguras eI trafico del este can los paisajes del Pacifico. Apenas habia comenzado a desarrollarse plenamente la navegaci6n flu vial y la construccion de carreteras no salla todavia de sus primeras fases, cuando se dio principio a la construccion de ferrocarriles. Era tan grande la superioridad de este nuevo medio de comunJcaci6n, que la navegacion fluvial tuvo que sucumbir en gran parte bajo la competencia, y el desarrollo de la red de carreteras sufrio por mucho tiempo graves retrasos. En 1830, se inicio la construcci6n de vias ferreas en el este, pero tuvieron que trans currir veinte a50s mas para que los primeros rieles atravesaran los Apala ches. Sin embargo, a principios de la guerra civil ya habia ocho grandes linens que facihtaban el trafico de la costa del Ath\ntico al vasto paisaje escalonado del interior. Numerosas !ineas seguian la costa desde Maine hasta Georgia. En 1856, tamblen se hfl'lia establecido la comunicacion entre el Canada Superior y el Inferior por medio de una via ferrea de Montreal a Toronto. AI este del Misisipi, los ferrocarriles tenian que ajustarse a .las pobla clones ya existentes. EI nuevo medio de transporte pronto comenz6 a hacer la competencia a los toll roads (carreteras con impuesto de rodaje). Aun en la carretera de Cumberland disminuyo grandemente el trafico y las ga nancias de las compa5ias constructoras de carreteras bajaron en gran escala. LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES 75 La consecuencia fue la ruina general de la red de caminos que persisti6 hasta fines del siglo XIX. Finalmente, solo hubo buenos caminos en las in~ mediaciones de las pablaciones de alguna importancia. Al oeste del Misisipi, la construcci6n de ferrocarriles se anticip6 por 10 regular a la poblacion, abriendo vastas regiones a la colonizaci6n. EI mas grande in teres en estas nuevas !ineas 10 tenian las compafiias constructoras mismas, porque el gobierno las subvencionaba cediendoles terrenos que en su totalidad cubrian una superficie mas extensa que la de todo el impe rio aleman. Pero, sabre todo, los ferrocarriles tenian la mision de resolver el problema del trafico transcontinental. Poco tiempo despues del descu brimiento de oro en California, el Congreso de la Union voto creditos a fin de investigar las posibilidades para establecer lineas ferreas transcontinen tales. Con subvenciones fiscales se termino, en 1869, la construccion de la li nea Union-Pacific. En 1883 tambien pudo inaugurarse la ruta del Northern Pacific, que se construy6 con ayuda de capital aleman y bajo la direccion del ingeniero aleman Henry Villard. En el ano siguiente lIegaba tambien a la costa el ferrocarril Atchison, Topeka and Santa Fe, que bordeaba el antiguo camino de Santa Fe. T ambien en la segunda mitad del siglo pa sado quedaron unidos por medio de ferrocarriles transcontinentales los gran~ des paisajes del Canada, que hasta entonces se puede decir que no te~ nian otro medio de comunicacion que las vias fIuviales. En 1885 se acabO de construir la linea del Caoodian Pacific, y en 1904 se dio principio a la ampliacion de los ferrocarriles Grand T rHnk Pacific y National T Tl1inscon tine7ltal para establecer una segunda comunicacion a traves del continente. Finalmente, se construyo eI Canadian Northern Railway como tercera linea transcoDtinental en territorio canadiense. Fue en los ultimos cuatro decenios cuando volvi6 a reanudarse la construcci6n de carre teras, sin que se haya procedido con arreglo a un plan general. Cada county (distrito) seguia su propio plan, construyendo sus coun ty roads sin tomar en cuenra a sus vecinos. S610 en el primer decenio del siglo xx, al terminar la fabricacion de automoviles su fase experimental, para dedicarse a la produccion en masa, comenz6 tambien eI trazado sistematico de las carreteras. Los estados mismos tomaron a su cargo la construccion, y de esta manera construyeron c:::-eteras estatales (State Highways) de primer orden, que se hacian al princlpio de macacian, despues de asfalto y final mente, en los ultimos anos, de concreto. Sin embargo, no se penso todavia en una cooperacion entre los distintos est ados. Al contrario, los estados construian de preferencia, como anteriormente los distritos, sus caminos de tal manera que no empalmaban con las carreteras del estado vecino. Ade~ mas, los grandes estados del oeste, can una poblacion muy escasa, no dis ponian de los medios economicos para completar su red de carre teras en la misma forma que los estados densamente ""!"18 rl l)s y mas pequenos pod ian ~ ------------------------------------------~~-~- 76 AMERICA DEL NORTE: EL CONTINENTE hacerlo. Desde 1906, el gobiemo federal se encargO de las carreteras, logran do la cooperacion entre los diversos estados y proporcionando subsidios para construcciones. Pero esta ayuda de la Federaci6n solamente se daba para las carreteras que empalmaban con caminos ya existentes 0 aun en proyecto , para poder desarronar una red de Federal Highways (carreteras federale s). S610 desde entonces en adelante se hizo posible la construccion de las gran des carreteras que desde el Canada se extienden hasta la frontera sur de los Estados Unidos y que atraviesan el continente de este a oeste. As! hoy dfa se comunica, por ejemplo, Nueva York con San Francisco por medio de la Lincoln Highway, que tiene una extension de 5,422 kilometros. En el mismo tramo que antiguamente usaban la Overlan d Stage Coach (diligenc ia transcontinental) y el Pony Express (expres de cabriole), se contaron ya en el ano de 1923, es decir, antes de que se terminara la carretera por com pleto, 25,000 automoviles que transportaron 100,000 almas. Sin embargo , en los meses de invierno, las masas de nieve que caen en la Sierra Nevada, hacen intransitable la carretera, de suerte que entonces el trMico transcon tinental de automoviles tiene que desviarse por los caminos del sur. La extension de la red de carreteras y la generalizacion de los vehfculo s de motor han dado un gran impulso al trMico norteamericano. En 1928 ha bia, solamente en Estados Unidos, mas de 23 millones de automov iles y en 1942 ascendian a 33 millones. En consecuencia, la poblad6n ha llegado a ser extraordinariamente movil. Hoy dia el automovil es, para el norte americano, 10 que el caballo para el cowboy 0 el gaucho. La gran extensio n de las ciudades no serfa posible sin el automovil, y el europeo se asombra de las calles en que las aceras son muy angostas en proporcion al ancho de la via de automoviles. Tambien el intercambio de mercancias se ha faci!itad o en gran escala con las carreteras y la introduccion del camion de carga. En muchos sentidos, la carretera ya tiene mayor importancia para el trMico que los ferrocarriles, que hoy dia estan en todas partes a Ia defensiva." II LOS PAISAJES CAPITULO III LOS PAISA]ES DE LA COSTA DEL ATIAN TICO Aspecto general. Desde Terranova en el norte hasta Georgia en el sur, el sistema montanoso de los Apalaches constituye la columna vertebra l de los paisajes del Atlantico. Al norte de cabo Cod, la cordillera se acerca a la costa, pero mas al sur se extienden delante de ella el peniplano del Piede monte y la Coastal Plam (planicie costera). Tambien el propio sistema mon tanoso de los Apalaches esta dividido en varias secciones; es en primer lugar la estructura de la zona septentrional que se diferencia de la del sur. Ade mas, las dos zonas estim separadas, solo en sentido morfologico, por la de presi6n Hudson-Champlain y el valle de Mohawk. Finalmente, la cordiller a situada al norte de Nueva York estuvo cubierta, durante el diluvio, por una masa compacta de hielo que produjo una morfologia desconocida en los Apa laches meridionales. De esta manera resulta, tan solo del estudio de las condiciones geomorfologicas, una divisi6n del este norteamericano en varios paisajes naturales con caracteristicas distintas: 1. los Apalach es Meridion ales; 2. el Piedemonte, que se extiende delante de elIos; 3. la Planicie costera (Coastal Plain); 4. las Depresiones de Htuison -Champ lain y de Mohawk; 5. los Apalaches Septentrionales de Nueva Inglaterra y Acadia; 6. Terrano va, que, coo respecto a su estructura, forma parte de los Apalaches Septentr io nales, pero que como isla esta separada de tierra flrme por el estrecho de Cabot, el golfo de San Lorenzo y el cstrecho de Belle Isle; 7. los Adirond ack Mountains, que no deben considerarse, por su estructura, como parte de los Apalaches, pero que, por 10 demas, se acercan intimamente a ellos. Basta por consiguiente el estudio del aspecto morfologico para subdi vidir el este del Atlantico en varias secciones. Con esta subdivision morfo logica coincide tambien una diferenciacion del clima y de la vegetaci 6n, de la que resulta que deben considerarse las secciones que acabamos de dis tin guir sobre la base de un criterio morfologico, como paisajes naturale s con individualidad propia. Sin embargo, durante el proceso de formacion de los paisajes culturales, los paisajes naturales no siempre retuvieron su caracter como factor dominante. De un paisaje natural individual, como el Piede monte, no se constituyo de ninguna manera un paisaje cultural homogen eo; muy al contrario, hoy dia se notan en muchos casos !ineas divisoria s cultu rales que atraviesan paisajes natUrales de una manera aparentemente arbi 'f. En los ultimas anos ha tenido un enorme desarrollo Ia producci6n de aeroplanos y, despues de Ia Segunda Guerra MundiaI, es posibIe esperar un increment o de Ia avi.cion semejante aI del .utomovil ismo. 77 -~~ Provincias Fisiograficas de Norteamerica. A Escudo canadiense de origen glacial. B L1anura coster. del Atlantico y del Golfo de Mexico. C Montafias Apalaches. D L1anuras centrales. E Montafias Ozark y Ouachita. F Montafias Rocallosas. G Mesetas intermontanas. H Sierras I 1 y lIanuras costeras. SEGUNDA PARTE AMERICA CENTRAL las Grandes Zonas del Paisaje de America del Norte. I -~ I AMERICA CENTRAL EN CONJUNTO CAPITULO X DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION DE LOS VlAJES de los normandos a Norteamerica ya no se tenia recuerdo en el siglo xv. Los viajes de Colon 0 de sus sucesores, que condujeron al des cubrimiento de la America Central por los europeos, no tienen relacion aI guna con ellos. El primer viaje de Colon se llevo a cabo con premisas ente ramente distintas de las de los viajes normandos, que ya databan de siglo y medio atras. En la construccion naval se habian logrado adelantos y, sobre todo, desde el siglo XN, la brujula facilitaba mucho la orientacion durante los viajes maririmos de larga duracion. De suma importancia era tambien el cambio que se habia operado en el concepto que del mundo tenian los eu ropeos. Nuevamente habia logrado imponerse la teoria de la esfericidad de la tierra y a base de ella se vislumbraba la posibilidad de llegar a los paises de las especias tambien por la via de occidente. Sin embargo, en su carta a Colon (1474), Toscanelli tuvo que subrayar todavia expresamente: "Y no se asombre.:' ~'o llamo occidente ellugar de donde vienen las especias." Fue tambien T oscanelli quien por primera vez dibujo un mapa que mostraba en el Occidente ellado oriental de Asia y en Oriente ellado occidental de Euro pa. Asi, este sabio fue el primero en sen tar las bases cientificas para la idea del viaje occidental a Asia; la circunstancia de que el calculara mucho mas corta la distancia desde la costa occidental de Europa hasta la costa oriental de Asia, solo podia favorecer los deseos de arriesgar la travesia. Ademas, apremiantes acontecimientos historicos, como el avance de los sarracenos que ~,'1ian trabas al comercio con el Oriente, obligaban a realizar cuanto antes la teoria. Pero la navegacion hacia el Occidente significaba el descubrimiento del Nuevo Mundo, de cuya existencia ningun europeo tenia la menor idea. Aun sin el proposito deliberado de navegar hacia el Occidente, tal como Colon fue el primero en conceptuar y ejecutar en 1492, no se hubiera tardado mucho en tener noticia del nuevo continente. Desde que, en 1498, Vasco de Gama doblo el Cabo de la Buena Esperanza encontrando la ruta maritima a las Indias Orientales, los barcos portugueses que iban a las Indias aprove 503 505 AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION chaban durante su navegacion los vientos alisios del NE, desviandose algu nas veces tanto hacia el Occidente que uno de elIos, el de Cabral, diviso, en el ana de 1500, la costa del Brasil. Sin embargo, para la evoluci6n cultural result6 de importancia ~ecisiva que el capitan italiano CristOforo Colombo no hallase apoyo en Portugal para realizar sus proyectos y emprendiera su viaje al servicio de la corona de Castilla. De esta manera las regiones alrededor del Mar Mediterraneo ameri cano, que se descubrieron en primer lugar, cayeron bajo la influencia cultu ral espanola. En su primer viaje Colon toc6 primero, el dia 12 de octubre de 1492, en la isla de Guanahani, de las Bahamas, y luego en Cuba y Haiti. Su empeno era acomOOar sus nuevos descubrimientos dentro del viejo concepto del mun do que tenian los europeos, de suerte que tomaba Cuba por una parte de la tierra firme de Asia. En su segundo viaje tom6 las pequenas islas situadas al sur de Cuba, por las que Marco Polo habia descrito como de la costa oriental de Asia. En su tercer viaje (1498) Co16n descubrio la tierra firme de la America del Sur y en su cuarto viaje (1502-04) tambien la costa orien tal de la America Central. Pero hasta su muerte (1506) se aferraba en su creencia, de igual manera que sus contemporaneos, de haber descubierto la costa oriental de Asia. Sin embargo, varias veces calific6 los paises que eI habia descubierto como un nuevo u otro mundo, a pesar de no haberse dado cuenta de que se trataba de un nuevo continente. El problema de 1a soberania sobre este mundo que acababa de descu brirse qued6 ya resuelto en el ano 1493 mediante la linea divisoria que el Papa Alejandro IV fij6 entre las posesiones espanolas y portuguesas. Debia formarse esta linea can el meridiana que corre a cien millas al poniente de las Islas de Cabo Verde 0 de las Azores. T oda la tierra al occidente de esta linea debia pertenecer a los espanoles y toda la situada al oriente de ella a los portugueses. En el Tratado de Tordesillas (junio de 1494) esta linea de demarcaci6n fue trasladada a 370 millas al occidente de las Islas de Cabo Verde, es decir, mas 0 menos hasta el meridiano 46. Con esta linea pareda imposible que ninguna de las tierras que Col6n habia descubierto quedase adjudicada a los portugueses y, de hecho, el Tratado de Tordesillas coloc6 par de pronto a tOOos los paises alrededor del Mar Mediterraneo americana bajo la influencia cultural espanola. Los viajes de Col6n no habian dado a conocer mas que las Antillas, una parte de la America Central y otra de la costa septentrional de la America del Sur. Muy poco a poco siguieron descubriendose nuevas tierras. El ano de 1508 Sebastian de Ocampo di6 la vuelta alrededor de Cuba, llegando asi a saber que se trataba de una isla. En 1513, Vasco Nunez de Balboa Hego, en la regi6n del Golfo de San Miguel, al Oceano Pacifico, llamandolo Mar del Sur, por haberlo encontrado al sur de Panama. Se tard6 ffiLiCho en ex- plorar las costas del Golfo de Mexico. En 1518, una expedici6n al mando de Juan de Grijalva fue costeando el norte de Yucatan y el Golfo de Campeche, llamando Nueva Espana a las tierras descubiertas; en el ano de 1519, Alonso Alvarez Pineda se dedic6 a buscar un pasaje occidental entre Florida y Yu catan, fijando, durante su viaje, el curso de la linea costera del Golfo de Mexico en tOOa su extensi6n. Asi, las costas orientales de Mexico y la Ame rica Central llegaron a ser conocidas a grandes rasgos. La exploraci6n de la costa del Padfico se emprendi6, por de pronto, desde Panama, fundado en 1519. Por tierra y por mar, los espanoles siguieron avanzando hacia el Oc cidente; en el mismo ano de la fundaci6n de Panama lograron llegar al Golfo de Nicoya; en 1522, Gil Gonzalez Davila conquist6 las tierras situadas alre dedor del lago Nicaragua, mientras que Andres Nino naveg6 a 10 largo de la costa hasta el Golfo de Fonseca. En la regi6n de los actuales estados de Guatemala, El Salvador y Honduras, los conquistadores que ~enian de Panama, ya se habian encontrado con otros que Cortes habia despachado desde Mexico hacia el sur. En 1529, una expedici6n sigui6 eI curso del Rio San Juan, desde el lago Nicaragua hasta su desembocadura en el mar Caribe. Mas al norte, Hernan Cortes pis6 tierra firme en el mismo ano de la fun daci6n de Panama, estableciendo como pun to de apoyo de su empresa la poblaci6n de Veracruz, en la costa del Golfo de Mexico: tenia a su disposi ci6n mas 0 menos 600 hombres y 16 caballos. En una atrevida marcha en son de conquista, en cuyo transcurso supo aprovechar habilmente los conflictos entre los indigenas, logr6 llegar, pasando por Tlaxcala y Cholula, hasta la capital del Imperio azteca. Despues de algunos reveses, Mexico-Tenochtitlan, la ciudad indigena mas grande del Nuevo Mundo, qued6 definitivamente en su poder... Durante el decenio siguiente Cortes despach6 desde alli expedicio narios en todas direcciones, principalmente hacia el Occidente, eI Oriente y el Sur. Orozco, Alvarado, Olid, Sandoval, Chico, Avalos, Montejo y otros, eran los jefes de estas expediciones, en las que siempre tomaban parte mul titud de aliados indigenas. En la costa del Pacifico se estableci6 1a primera base, en el ano de 1522, en Zacatula, del actual estado de Guerrero. Pedro de Alvarado se encamino en el ana 1523, con 40J esparlOles y 20,000 aliados indigenas, hacia el sureste, sometiendo a los quiches y cakchi.queles, y extendiendo sus conquistas hasta El Salvador. En 1524, Cortes emprendi6 su famosa expedici6n al Golfo Dulce, a traves de las selvas tropicales de Veracruz, Tabasco y Chiapas. En 1527, Francisco de Montejo di6 principio a la conquista de Yucatan, que no termin6 hasta el ano de 1541. En Guate mala, el fraile dominico Las Casas lagr6 atraerse, desde 1536, con medios pacificos, toda una provincia que desde entonces Heva el nombre de Verapaz. En el ano de 1530, NUDa de Guzman avanzo en direccion al noroeste hasta el actual estado de Sinaloa, fundando como puesto franterizo el pueblo de Culiac:'m. Aqui se present6, en 1536, Alvar Nunez Cabeza de Vaca con tres 504 506 \;# l AMERICA CENTRAL: EN CON}UNTO compafieros. Eran los ultimos supervivientes de la expedicion de Panfilo de Narvaez, que habiendo salido de Florida en el afio de 1528, acab6 por nau fragar sobre la costa de Texas. En el afio de 1527 se construyeron tres barcos en Zacatula, por orden de Cortes. Sin embargo, la primera expedicion no saM hasta el afio de 1532, dirigiendose al norte y costeando el litoral del Pacifico; la capitaneaba Hurta do de Mendoza y lIeg6 hasta el Rio Fuerte en el norte de Sinaloa. En el ano siguiente se descubri6 la Baja California y se crey6 que era una isla. Mas tarde, en 1539, Francisco de Ulloa logro IIegar hasta el extremo norte del Golfo de California y pudo comprobar que la Baja California era una peninsula, porque naveg6 hacia el norte a 10 largo de la costa exterior. Sin embargo, en los afios siguientes se 0lvid6 esta comprobaci6n y Juan de Iturbe, que recorri6 el Golfo de California en 1615 hasta EU extremo norte, volvi6 a considerarla como isla, con cuyo caracter aparece en mapas europeos del si glo XVII (fig. 117). S610 en el mapa del padre Kino (1705), la Baja California esd dibujada de nuevo como peninsula (fig. 118). En el siglo XVI, Culiacan, cere a de la costa del Pacifico, fue punto de partida para una serie de expediciones, por tierra, al norte de Mexico y aun mas aIIa, hasta regiones de los actuales Estados Unidos de Norteamerica. '\ En 1539, el fraile franciscano Marcos se puso en march a para buscar las le ..... g~ndarias "Siete Ciudades de Cib~la", de las' que Cabez~ '-d~~Va~~-'habia tenido noticias. Fray Marcos lIeg6 solamente hasta los limites de los pueblos indios zuni, pe;o sus relatos exagerados acerca de ciudades mas grandes y mas hermosas que el mismo Mexico dieron impulso a nuevas expediciones. En 1540, Francisco Vazquez de Coronado partio de Culiacan con una fuerza esplendidamem" armada; el territorio que iba a explorar en primer lugar estaba situado mas aIIa de la actual Frontera de Mexico. Desde el afio de 1548 la mineria indujo a numerosos espafioles a diri girse a Zacatecas y, en la segunda mitad del siglo XVI, tambien a Durango y Chihuahua. En 1579, Luis de Carbajal, gobernador de Nuevo Leon, .re corri6 durante sus cacedas de esclavos el territorio al norte del rio Panuco. De csta manera los espafioles Ilegaron a conocer tambien la altiplanicie del Mexico septentrional. ;-'n el tercer decenio despues del primer viaje de Colon se acabo de averiguar la configuraci6n de las costas de Norteamerica, a 10 largo de Me xico y de la America Central hasta la America del Sur. La visi6n del mun do de los europeos tuvo que acomodarse a estos nuevos conocimientos, impo niendose entonces el concepto de un nuevo continente, para el que Martin Waldseemuller habia propuesto el nombre de America ya en el afio de 1507. Hacia fines del siglo XVI se habia divulgado el conocimiento no s610 de las costas, sino tambien del interior de Mexico y de la America Central, aunque solamente de u r rn~"""ra muy superficial. DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION 507 De los primeros tiempos de la Colonia, se han conservado no solo re latos de los espafioles, sino, tambien codices de los indios de la altiplanicie 0 jerogHficos de los mayas. La gran mayoda de eIIos fueron destruidos por el fanatismo del primer obispo de Mexico, Juan de Zumarraga, y en Yucatan por el obispo de Merida, Diego de Landa (1524-1579), por parecerIes peli grosos a causa de su contenido pagano. Mas tarde Landa pudo subsanar en algo el dafio que habia causado, al dedicarse al estudio de la cultura maya. Le debemos el unico informe sobre el tiempo de la conquista, la RelaciOn de las Casas de Yucatan, que se imprimio por primera vez en traduccion francesa en Paris, 1864. Posteriormente su obra fue completada con La His taria de la. Conquista de el Itza, de Juan Villagutierre Sotomayor, Ma drid, 1700. Despues de la conquista, escritores indigenas han anotado en varias oca siones las tradiciones de los indios en su propia lengua 0 en latin. T ambien espafioles como el franciscano fray Bernardino de SahagUn, que dominaban la lengua mexicana, anotaron fielmente los informes de indios conocedores. T ambien proporcionO impresionantes relatos un simple soldado, Bernal Diaz del Castillo, uno de los acompafiantes de Cortes. Muchos descubridores 0 conquistadores nos legaron informes sobre sus viajes, entre los que hay que mencionar en primer lugar las cartas de Col6n y los relatos de Cortes. El dominico Francisco Ximenez publico en el afio de 1721 el Papol Yuh, un texto en lengua quiche, con el titulo de Histarias del Origen de las Indios de esta Provincia de Guatemala. EI primer histo riador de Indias, Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdes (1478 a 1557), que IIeg6 a la America Central en 1514, nos lego una obra voluminosa sobre el descuhrlmiento y la conquista hasta el cuarto decenio del siglo XVI, en su importante Historia General de las Indias. Muchos relatos de la epoca de la conquista han sido publicados, desde 1864, en los 55 tomos de la Colec ciOn de documentos inooitos relativos al descubrimiento, conquista y coloni za.cian de las pose~iones espartOlas en America. Una impresionante descrip cion del exterminio de los indios por los europeos hizo el obispo de Chiapas, Bartolome de las Casas (1474 a 1566) en su Brevisima Relacioo de la. Des trucciOn de las Indias (1541 a 1542), y en su obra principal, la Historia de las 1ndias. T ambien el fraile franciscano Toribio de Benavente, por otro nombre Motolinia (t 1569), quien recorri6 como misionero Mexico, Guate mala y Nicaragua, nos lego una obra importante, intitulada: Historia de los Indios de Nueva Es,pana. A otro franciscano, Juan de Torquemada (t 1624), quien de nifio aprendi6 la lengua mexican a, debemos la valiosa obra in titulada Monarquia I,ndiOina. De los siglos XVII y XVIII tenemos muchas obras de religiosos, que muestran el creciente intert!s por las antiguedades indias. El primer extranjero que dej6 un extenso diario de viaje fue el dominico irIandes Thomas Gage (t 1655). Su libro se publico en 1693 tambien en 508 AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO lengua alemana con el titulo de Neue merkwumige Reiselbeschreibung rulch Neu--Spanien (Nueva curiosa relociOn de un viaje a Nueva Espana). En 1684 el historiador de Indias, Antonio de Soto, dio a luz su Historia de la Conquista de Mexico, un libro que tuvo mucha aceptacion en su epoca, aunque carece de exactitud historica. En cambio, gran importancia historico geogr<iJica tiene la obra intitulada Teatro Americana, del cosmografo de Nueva Espana Jose Antonio Villasenor y Sanchez, que se publico en Mexico de 1746 a 1748; contiene numerosas descripciones exactas de los obispados de Mexico y Puebla. El italiano Lorenzo Boturini Benaduci (1702-1749) fue el primero en coleccionar codices durante sus extensos viajes. Los resultados de sus trabajos llegaron a publicarse, solamente en forma incompleta, en una Historia General de la America Septentrional, Madrid, 1749. La mayoria de sus colecciones se perdieron. Una de las mas importante obras historicas, in titulada Storia antica del Messico (1780-81), se debe a la pluma del jesuita Francisco Javier Clavigero (1731 a 1787), nacido en Nueva Espana. Sobre las Antillas se publicaron, al lado de los informes espanoles, tam bien otros de autores ingleses, franceses y holandeses. Respecto a los viajes a las Indias Occidentales, que Sir Francis Drake emprendi6 de 1570 a 1572, nos informan los tomos IV y XVII de las publicaciones de la Hakluyt Society, de Londres. Jean Baptiste T etre describi6 de 1667 a 1671 las posesiones fran cesas en una obra en cuatro tomos, intitulada Histoire Generale des Antilles habitees par les fmn~ois, mientras que sobre las colonias britanicas, Oldomixon dio amplios informes en la obra que lleva el titulo The British Empire, Londres, 1708. La fuente principal sobre los bucaneros es el libro de Ale xander Olivier Exquemeling, intitulado De Americaensche Zee-Roovers, Ams terdam, 1678. La moderna exploracion cientifica dio principio con Alejandro de Hum boldt, que de 1800 a 1801 permanecio varios meses en Cuba, publicando en el ano de 1826, en Paris, su Essai po1itique sur l'is1e de Cuba. Viniendo de la America del Sur, desembarco el dia 23 de marzo de 1803 en Acapulco-y regreso en 1804 de Mexico, desde Veracruz a Europa. Su chlsico Essai politi que sur 1e royaume de 1£1, Nouvelle Espagne (Paris, 1811), se ha convertido en la descripcion basica de Mexico. Debido'a la extraordinaria descentralizacion politica de la America Cen tral y las Antillas, los estudios geogr<iJicos modernos han adelantado de una manera muy dispareja. La mayor parte de ellos ha quedado a cargo de la iniciativa particular. Importantes trabajos estan vinculados a los nombres de Joseph Burkhart (1825 a 1834), Milhlenpfordt (1827) y, desde 1897, espe cialmente de Edward y Cecile SeIer. La moderna exploracion geogr<iJica de la America Central ha sido iniciada por K. Sapper, cuyos viajes abarcan los afios de 1888 a 1900. Acerca de Trinidad, el geologo J. G. Sawkins, y sobre Jamaica R. T. Hill, han realizado trabajos fundamentales. CAPITULO XI LAS BASES NATURALES LA ESTRUcrURA y Geomorfologia de las Antillas, America Central y Me xico muestran relaciones con Norte y Sudamerica. Sin embargo, nuestros conocimientos de la estructura de las regiones situadas entre Norteamerica en el sentido estricto de la palabra (e. d. sin Mexico) y Sudamerica son todavia tan incompletos que no se puede dar a estos estudios una interpretacion definitiva. Seglin todas las apariencias, la mayor parte de Mexico esta inti mamente ligada, en sentido geologico, a los Estados Unidos de Norteamerica. Hay que interpretar la Sierra de San Pedro Martir de la Baja California como un equivalente de la Sierra Nevada de California. La estructura del tipo basin range" de Arizona se extiende hacia el sur mucho mas alla de la frontera mexicana, de modo que las montafias de Arizona encuentran su continuacion no solo en Sonora, sino tambien en las montafias interiores de Mexico septentrional (fig. 1). La posicion de la Sierra Madre oriental no esta clara todavia. En sentido meramente orogr<iJico, es la continuacion de las montanas de Trans Pecos. En cambio, conforme a 10 poco que sabemos de su estructura, parece que esta es semejante a la de las sierras rocallosas meri dionales. Enteramente problematico es 10 que se refiere a la estructura al sur del 20° de latitud, en el Mexico meridional, aun poco explorado. Podria decirse que el desconocimiento de la tectonica de las serranias de Oaxaca, Guerrero y Michoacan ha contribuido a que se considere frecuentemente al istmo de T ehuantepec como el limite geologico entre Norte y Centro Ame rica. No solo en la,region del Istmo, en el hinterland de Puerto Mexico, se han encontrado arenas y margas miocenas plegadas con rumbo WNW, sino que tambien se ha observado un rumbo "centroamericano" de las lineas es tructurales en la zona de la Sierra Madre Oriental (W. Staub). Ademas, puedeIi seguirse las huellas del plegamiento laramide de Norteamerica a 10 largo del limite entre el cretaceo y terciario, a traves del este de Mexico hasta America Central. Se puede estudiar con mas claridad la region situ ada al este del istmo de Tehuantepec, gracias principalmente a los trabajos de Karl Sapper. En ellos se reconocen dos sistemas de cordilleras, uno septentrional y otro meri dional. Ambos estaban separados, en la era terciaria, por un brazo de mar ~ Cuenca y montanas. 509 . - 510 LAS BASES NATURALES AMERICA CENTRAL: EN CONJUNTO 0' ~ : ~ ...; ~ ~ a u :::! iii 1J i! :: ;;:: l!I o oil -' or ,e ~~~ ~ l... u .. "l! tl 1~ i:'-: ~~ ~ 8 ~~ ~ §~ '" 3 ~ :~~ ~~," ; ~ . § o u :!f "" ~ ill ""~ ill ~ oj t: ""'"os" .~ E~ ~ .~ ·c ~ ."E .S'" <>: ij v"> ;1 I ~ ~ " i!l " ~ -' r) ~~ ""E g c. '" u 1:)"" '" oj l:l c. '" os u.l E ~o 00 _ • os .~] "" ::> ~ ~ '"c. l!IQ "'" ~~ 8 ~li! ~~ ~ :t ; u '" ~ ~ 55 Oil Ii l'h ~ I tv'" ~ u "" 0; ~ '" ~- ."os G 511 que separaba la zona septentrional de la flora y fauna del Nuevo Mundo de la zona meridional. El ramal septentrional del sistema de cordilleras septen trionales continua en Honduras, pasa por las Islas Caiman a la Sierra Maestra en el sureste de Cuba y por la peninsula meridional de Haiti a Puerto Rico y las Islas Virgenes. EI ramal meridional empieza en el occidente de Chiapas y se extiende a traves de Guat~mala y Honduras hasta Jamaica y Haiti, don de se junta con el ramal septentrional. El sistema de cordilleras meridional tiene su arranque en el suroeste del gran lago de Nicaragua, extendiendose . hasta Panama, donde, segUn los estudios de C. Troll, pasa a formar parte de las cordilleras colombianas. A base del actual estado de nuestros conocimientos estratigrMicos, los estratos inferiores del ne6geno centroamericano no pueden compararse toda via de una manera irrecusable con los estratos correspondientes europeos. Sin embargo, principalmente en las Antillas Mayores, pero tambien en Hon duras y el suroeste de Mexico, ya pueden distinguirse dos fases principales de la formaci6n orogrMica. Los plegamientos y movimientos de fractura mas antiguos, que Blackwelder denomin6 "Antillean Orogeny", se hicieron exten sivos al eoceno, oligoceno y, aparentemente tambien, al mioceno inferior. Simuitaneamente con estos movimientos tectonicos, la actividad volcanica que ya habia empezado en el cretaceo y que subsiste hasta el presente, lleg6 a su punto culminante. S610 capas pliocenas yacen en forma discord ante so bre las rocas plegadas a la antillana. No antes que hacia fines del terciario, estas rocas fueron perturbadas nueva mente por flexiones, plegamientos y ele vaciones. Tampoco Yucatan emergio del oceano hasta el peioceno superior, incorporandose entonces al continente. Esta peninsula y algunas zonas de Cuba han ·j.Qo afectadas solo debilmente por los movimientos orogenicos mas recientes, de suerte que tambien hacen juego como llanuras recientes, poco alteradas, con la peninsula norteamericana de la Florida. Las relaciones de las montafias antillanas con las cordilleras sudameri canas son todavia muy discutidas. Por mucho tiempo se ha querido ver, con Edward Suess, en las Islas de Barlovento, el punto de enlace entre las cordi lleras centro y sud american as; pero de ninguna manera ha podido compro barse la caracteristica curvatura de flexion de estas islas, que son formaciones casi exclusivamente volcanicas, y ni siquiera se levantan sobre una cresta con tinua, de suerte que facilmente podrian estar sujetas a una grieta volcanica transversal. Pero aunque no se tenga en cuenta el enlace estructural con Sudamerica por medio de las Islas de Barlovento, las Islas de Sotavento per tenecen, a causa de su constituci6n, a las montafias de Venezuela. De 10 ya expuesto se desprende que la delimitacion acostumbrada de Norteamerica a traves del Istmo de T ehuantepec no puede sostenerse ni si quiera en sentido geol6gico. T ampoco puede justificarse una division entre las Antill~o \fenores y la America Central y Suramerica, sobre bases geol6 AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO LAS BASES NAnJRALES gicas. Por consiguiente, si se qui ere seguir usando el concepto de America Central, en una geografia regional con tendencias geografico-culturales, hay que incorporar Mexico a la America Central •. Es cierto que la frontera de este pais con Estados Unidos esta trazada sin influencia de ninguna marca diviso ria fisiografica, pero, sin embargo, constituye la frontera cultural' mas impor~ tante del Nuevo Mundo. Los mares que circundan la America Central son, sin excepcion, mas!lS de aiia caIida. S6lo en la costa occidental de la Baja Calif9mi!t15e_PleS~!ltan en verano ramales de agtJ~~ centros~-;i1Cu~~tra al nor~~ la Bahia de San Francisco. Toda el lado oriental de la Am~entral esta bajo la infIuenCIaOeagITas calie~ eCJ.!!l!9Jia.l~ las masas de a~a~o riales del Oceano Atlantica; que corren hacia el Occidente, tropiezan con las Islas de Barlovento; aqui sufren parcialmente una ligera desviacion hacia el norte, moviendose, con el nombre de' Corriente Antillana, a 10 largo de la costa septentrional de Puerto Rico, Haiti y al este de las Islas Bahamas; otra parte corre a traves de los pasajes bajos y estrechos, situ ados entre las Islas de Barlovento y la cuenca del Mar Caribe, que tiene una profundidad de mas de 5,000 metros. Tambien en la region central del Mar Caribe se pro duce una fuerte dislocadon continua de las aguas de este a oeste. Son pro bablemente los vientos alisios de noreste los que constituyen la fuerza motrh mas importante de este movimiento. En la zona del Mar Caribe el agua de la superficie tiene por tOOas partes y en tOOas las estaciones del ano una tem peratura tropical con un promedio de mas de 25° centigrados. Presionadas estas masas de agua caliente pasan por el estrecho de Yucatan para entrar en el Golfo de Mexico. En este la temperatura media anual es de 27° cend· grados en la superficie, conservandose en invierno a mas de 25° cendgrados. Despues, estas aguas tuercen hacia el noreste, ya como Corriente del Golfo, y entran, a traves del estrecho de Florida, en el Oceano Atlantico, juntandose con la Corriente AntiIlana. Las aguas calientes de la Corriente del Golfo. son masas inmensas que, segUn los caIculos que se han hecho, representan vein· tidbs veces el volumen de tOOas las corrientes fluviales de los continentes. Estas aguas entran en mar abierto bajo presion y contra los vientos predomi. nantes del norte, con velocidades muy considerables (maximo: 250 centime· tros por segundo). En la mayor parte del Golfo de Mexico no hay corrientes diagonales y las temperaturas de la superficie ya no son enteramente tropicales, bajando en invierno cerca de Texas a 15" centigrados y ocasionalmente aun a 10° centigrados. \Las masas colindantes de agua caliente ejercen una influencia decisiva sobre el clima de la America Central. En primer lugar -y esto es importante- los vientos alisios Se saturan de humedad sobre las aguas de la Corrierite Antillana y del Mar Mediterraneo americano, de suerte que son portadores de lluvia para las Antillas y el este de la America Central, asi como para Mexico. Las aguas tibias del Golfo de Mexico brindan amplia proteccion contra la irrupcion de masas de aire frio desde el interior de Nor· teamerica. Desde que se establecio la comunicacibn del Mar Caribe con el Oceano Pacifico por medio del Canal de Panama, este se ha convertido en L_u ... :uo:::... ___ .J 512 513 J ~;;;a ro" I 'O'! ~ L¥ 60' ~--q3""-:,"''"1 ..~..,.. JULIO Fig. 89. una de las grandes arterias de transito y su imPQ1'tancia para el tr~ico::mup..· dial ha ido en aumento. '. - -:.:.:",.< . - , El clima tiene grandes diferencias, debido ~)a ~nfiguracion ~nt~'h~ii-" .. zontal como vertical de los paisajes situados alre-declor Gel Mar Medit~~neo_ americano, que influyen de una manera tan.. 'p<,qC!fO$a. sobre descripcion no puede reducirse a u'na formula {IDica:;i;S91o ~ii la:,lll;nl'~lI:~q.~: --",,\, 5H AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO de Mexico y en sus serranfas marginales, la Sierra Madre Oriental y la Occi dental, encontram06 ramales de los climas norteamericanos con una estacion fria y seca (Cw y BS). En El Paso (frontera con Estados Unidos) la oscila cion anual de la temperatura alcanza a 201° centigrados (media del mes mas d.lido: 26.9° centfgrados; del mes mas frio: 6.7° centfgrad(6), mientras que ( en la capital de Mexico la oscilacion anual de la temperatura ya no es mas que de 6.4° centigrados y en Veracruz de 5.3° centigrados. Las masas de agua del Golfo de Mexico y de la corriente de Aorida protegen el sur de Mexico, la America Central y las Antillas contra irrupciones de tempera turas bajas desde el norte. Por 10 general, las oscilaciones anuales de la tempera tura son en todas partes insignificantes, d~ conformidad con su caracter tropical (Oaxaca: 5.9°; Habana, 6.4°; Puerto Rico, 2.8°; Trinidad, 1.7° cen tfgrad(6). Lo mismo puede decirse de Centro America (Guatemala, 3.70; San Jose de Costa Rica, 1.7°; Colon, 0.5° centigrados).1Las tempera turas cambian considerablemente segUn la situacion y altitud geograficas, de suerte que se distingue, dentro de la zona tropical-isoterma, entre tierra caliente con temperaturas medias anuales de 25° a 30° centigrados; tierra templada , en alturas de 1,000 a 2,000 metros aproximadamente, con medias anuales de 20° a 25° centfgrados y, final mente, tierra Ina,' a mayores alturas sobre el nivel del mar, con menos de 20°. I Tambien la altura de la precipitacion atm06ferica anual y su distribu cion durante las estaciones del ano es muy desiguaI. Desde el norte, la zona arida de Estados Unidos Ilega a la Baja California y hasta la altiplani cie de Mexico. Mientras que en el norte de la Baja California hay lIuvias inverna les y ciclonicas, la precipitad6n atmosferica tiene lugar en la aItiplani cie du rante el paso del sol por el ('enit. Estas lIuvias de los paises tropicale s exte riores se presentan como tempestades ocasionadas por la alta tempera tura en todas las regiones situadas alr~edor del Mar Meditemineo american o. Te6ricarnente, elIas por sf solas debian producir en las zonas septentr ionales una temporada simple de IIuvias, y en las meridionales dos temporadas; sin embargo, estas estaciones lIuvi06as no se manifiestan de una manera tan "hien marcada como podria suponerse, porque sus terminos quedan algo imprecis os a causa de cuantiosas precipitaciones atmosfericas que suden presenti rse en los parajes donde el declive del territorio obliga a los vientos a moverse en sentido ascendeute. La modalidad mas importante del movimiento de los vientos es produ cida bajo la influencia del centro de alta presion, que durante todo el ano se extiende sobre las latitudes subtropicales del Oceano Atlantico. Las Anti lIas quedan a una distancia relativamente corta de ese maximo y, especial mente las islas orientales, tienen todavfa una presion atmosferica media relativamente alta. A causa de esta distribucion senciIla de la presion atmos Urica se producen los vient06 predominantes que se escurren como viento ali- ~. LAS BASES NATURALES I 515 sio del norte del Atlantico en direccion del Ecl].ador y que entonees sufren una desviadon, transformandose en vient06 del noreste, este 0 sureste. En cada caso, la direcciOn del viento depende de la posiciOn de un lugar deter minado en relacion con el centro de los anticiclones atlanticos y del cambio de lugar de estos. Debido a que 106 vientos alisios ascendentes descarga n sus lIuvias, el periodo de sequfa invernal presumible en la mayor parte de las regiones situadas alrededor del Mar Mediterraneo americano desapare ce fre cuentemente por completo. Por tal motivo, la temporada de sequia se pre senta en su forma tipica solamente en las regiones situadas en el lado no accesible a los vientos alisios (en la sombra de los vientos alisios), como son las regiones de los declives que miran al Pacifico.LEn cambio, en Cuba, la mitad oriental de la costa septentrional esta expuesta, durante los meses de inviemo, al viento alisio del noreste; pqr consiguiente, esta parte de la isla tiene su maximo de precipitacion atmosferica en la estacion fria, mientras que el resto permanece sin lIuvias (en la sombra eolica). A principios de mayo el viento cambia de este a sureste, trayendo entonces, en verano, las lIuvias mas copiosas al lado sur deJa isla, quedando a su vez la costa nororiental en la sambra de las Iluvias. }!!n primer lugar la altitud, el rumbo y el declive de las serranias determinan el grado de la descarga de Iluvias de los vientos alisioo. En consecuencia, la altura de la lIuvia es distinta de un lugar a otro. En Jamaica los valores extremos ascienden a 960 mm y 2,820 mm, respecti~ vamente, y aun en una isla tan pequefia como Guadalupe, los valores oscilan entre 1,640 mm (Point a Pitre) y 3,770 mm (CAmp Jacob). Las Islas de So tavento pertenecen a la extrafia region arida de la costa septentrional de Sudamerica, de cuyo origen no han podido ser explicadas las causas todavfa. En la aLtiplanicie de Mexico, Ciudad Juarez, en el norte (1,130 metros), tiene sOlo 240 mm y San Luis Pot06i sOlo 280 rom. Para la capital de Mexico Ia precipitaci6n anual alcanza un pramedio de 590 rom, mientras que COrdoba , a una altura de 900 metros sobre el nive! del mar y en el declive oriental del macizo del Orizaba, obtiene 2,870 rom. La altura mayor de lIuvia fue medida en Greytown, Nicaragua, con 6,590 mm; pero aun en el interior y en el declive del Pacifico de la America Central Iii- precipitacion atrnosferica per~ manece generalmente arriba de 1,000 mm, yraun IIega en muchos lugares a mas de 2,000 mm. La senciIla distribucion de la presion atmosferica y el siStema de los vientos que de ella resulta sufren con frecuencia, especialmente en las postri· merias del verano, perturbaciones muy grandes, porque en Ia citada epoca del ano se forman los temidos ciclones 0 huracanes antillanos. Estos ciclones tropicales tienen una serie de rasgos caracteristicos. Su nucleo consiste siem· pre en una pequefia depresion barometrica con gradiente muy marcado , que se desarrolla en poco tiempo. El interior de la zona de depresion baromet rica forma el vortice de la tem!'estad, dentro del cual reina la calma. Alreded or ~ I ..~ . 1 .~~ "'~ 516 \ AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO LAS BASES NATURALES de la depresion el aire se mueve con velocidades extremas que alcanzan su maximo a poca distancia del centro, que qUeda perfectamente encerrado sin espacio intermedio. La extension del campo que ocupa el ciclon propiamente dicho varia mucho. El ciclon tiene al principio una circunferencia muy redu cida, desarrolhindose rapidamente hasta abarcar una zona que oscila entre 100 y cerca de 2,000 kilometros de diametro. El diametro normal de un cicIon en pleno desarrollo mide aproximadamente de 300 a 500 kilometros. T odo el fenomeno se mueve hacia el Occidente. AI principio la velocidad es casi siempre insignificante, pero aumenta poco a poco, alcanzando frecuentemente de 30 a 35 kilometros por hora. En el punto donde dobla hacia el noreste, la "elocidad se reduce a pocos kilometros por hora, para volver a crecer despuCs de nuevo. Por consiguiente, la duracion de Ia calma central cambia no sola mente con la extension de la zona tempestuosa, sino tambien con su veloci dad de avance y la situacion del lugar con relacion al centro. Algunas veces no dura mas que unos cuantos minutos y, en otros casos, puede prolongarse hasta cuatro horas. De media hora a hora y media son los valores normales. Los ciclones antillanos se presentan con mas frecuencia, cuando la faja de calmas ecuatoriales acaba de pasar por su posicion mas septentrional, especial mente en los meses de agosto, septiembre y octubre. Durante su desarrollo, todo el fenomeno ciclonico se mueve por 10 regular dentro de una trayectoria determinada. La verdadera region de origen esta situada casi siempre en la zona sur del Mar Mediterraneo americano, que esta separada del Ocea no Atlantico por UD hemiciclo de islas. Desde alii comienzan los ciclones a moverse en forma de una parabola abierta hacia el Occideflte. En un hura can de curse- normal el centro avanza primero hacia el noroeste, para desviar se despues hacia el noreste. Ademas de estos ciclones se forman tambien otros al norte de las Antillas y estos avanzan entonces hacia el noroeste, to cando las Islas Bahamas y cambiando su direccion al este de Florida. En su curso, muchos cicIones muestran cierta acomodacion a la corriente del golfo. Mas importantes, sin embargo, parecen set la P0Sicion y el desarrollo de la zona de alta presion del Atlantico, porgue los ciclones siempre caminan en torno de ella. La meca.nica del origen y de las distintas fases de los ciclones antillanos plantea todavia muchos problemas no solucionados. Las diversas teorias divergen considerablemente. Cuando un ciclon en pleno desarrollQ azota una de las islas, siempre causa estragos cuya importancia depende en 10 esencial del desarrollo cultural de la region afectada. La capa vegetal de la America Central SUfrlo.¥a en-~~colomQh nas UIla transformadon intensa bajo la influenda del hombre, ,Q.all.Qo lugar, en mucbas partes, a las tierras de cultivo~ Fueron principalmente los antiguos' pueblos de alta cultura del continente los que, mucho antes de la Ilegada de los europeos, destruyeron grandes bosques por medio del desmonte, mientras, en cambio, extensas regiones de tierras antes cultivadas se cubrian nueva- 517 mente de vegetacion natural. Los campos que en tiempos remotos habian proporcionado el sustento a gran numero de habitantes de las grandes ciu dades del antiguo Imperio maya, estaban ya, como los sitios mismos donde se asentaron aquellas ciudades, repoblados de selvas tropicales. Casi todas las importantes asociaciones vegetales que hoy dia componen la vegetacion de la America Central han side influenciadas en alguna forma por el hombre, tanto en cuanto a su desarrollo como a su propagacion. Cua! era el aspecto de la capa vegetal original en las antiguas zonas densamente pobladas, no podemos saberIo. En el amplio valle de Mexico, por ejemplo, el hombre no solo destruyo la capa vegetal original, sino que tambien intervino tan intensamente en la natural economia. de las aguas subterraneas que se produ jo un cambio total de las condiciones vitales de las plantas, motivo por el eual solo es posible juzgar en forma muy limitada, por los actuales restos de la vegetacion, como seria la vegetacion original. La fig. 90 solo ofrece un aspecto hipotetico del estado definitivo de una cap a vegetal, tal como se for maria bajo las actuales condiciones naturales, sin la influencia del hombre, de modo que dicho mapa representa un fenomeno geogn\'fico que, en esta forma, nunca ha existido. En la America Central, igual que en la America del Sur, las selvas tro picales son las que mejor se han conservado. Lo mas importante es que han podido formarse de nuevo en gran escala en las regiones donde las destruyo el hombre, reconquistando de esta manera una gran parte de la zona de pro pagacion que ya habian perdido en tiempos amiguos. El mas extenso terri torio ininterrumpido de selvas tropicales se encuentra en el lado atlantico de la America Central, donde son abundantes las lluvias. Esta gran region sel vatica tiene su continuacion en las selvas tropicales de Suramerica, cubriendo tambien una gran parte del sur y este de la peninsula de Yucatan y exten diendose en la Ilanura mexicana de la costa del Golfo hasta dentro del Estado de Veracruz. A estas enormes selvas del Atlantico solo corresponde en el lado del Pacifico del continente, la pequena region boscosa que se extiende a 10 largo de los declives suroccidentaIes, muy lluviosos, de las tie rras altas de Guatemala y de la Sierra Madre de Chiapas. En las Islas Anti lIanas el solo hecho de 10 desgarrado del territorio impide la formacion de una gran region de los bosques continuos. Unicam~nte donde los vientos alisios acarrean abundante precipitacion atrnosferica han podido desarrolIarse bosques tropicales, de suerte que, haciendo caso omiso del sur de Cuba, siem pre se trata de zonas boscosas de poca extension situadas a barlovento de las islas 0 de cada una de las serranias. Los bosques lIuviosos de las tierras bajas se transforman, donde haya elevaciones del terreno en su ambito, en bosques serranos que comienzan desde una altura de 800 metros. Estos bosques lIu viosos de las serranias son ricos en plantas epifitas y lianas tupidas, aunque ya no alcanzan la exuberancia de los bosques lluviosos de las tierras bajas. ,J .~ .~. '" ~: I I -----'~~~ I ~ r----+-~ ·:Q_----\ ~ '\, ~_'I · . ~~i---"'" -.l -~~ 10{, R ~ ..- ~ I ~ ." LAS BASES NATURAlES .: I ----r-- ~~---\ >' :i j ","0 Vh· I~ff ~... ~~~ - "'V " OJ) "> ~, '"Co L.-J I !,...~.;;... -:;~~Jtt' fI.,_.- l"t ,,;;.1 .. I~ J. ~ 0 0 ·. 'O- ~-,~ .... 0:: Id 1\:J JBI I ~ • ~ ~ • ~ ~ •••• _.~ •••• ••• _L ~ } 0; W a __ , _ ~ ....uJ V) w J, oJ ~ 0: 0 .~-<-~. ..J J ,..! . _~ I ~ -< / w ::> 0:: :r 0 0 :; ~ ~ oJ '"... • 11 0 0 :! «V) I- jj 1· ~ 0:: 0:: ~ 0:: III ... Z 0 0 0 0 w w ., ... '"o. If) & g « Z dl« '" V) -d "'If) 0< z < E.J < "" (..J OW z~ ;!::>i z~ I~ 519 Extensas zonas de la altiplanicie del continente y otras mas pequefias de las serranias de las Antillas Mayores estan cubiertas de bosques altos, mixtos o de pinares que tienen cierta semejanza con los de las latitudes medias de Norteamerica. En los bosques mixtos predomina en primer lugar la encina. Los bosques de coniferas, facilmente inflamables, que en su mayoria consis ten en pinares, ha~ sufrido mucho bajo la influencia del hombre, habiendo se conservado solamente como bosques compactos lejos de las regiones habitada s y en suelos menos fertiles. Todos los bosques de las serranias mediana mente humedas no son otra cosa que restos de una capa forestal antiguamente mu cho mas extensa. Donde estos bosques fueron destruidos sin que se cultiva ra el suelo, su lugar ha side ocupado frecuentemente por montes de arbustos bajos. Sin embargo, tambien sobre antiguas tierras de cultivo 0 en zonas devastadas por actividades humanas se encuentran bosques que nuevam ente han alcanzado la exuberancia arborea original. En cuanto a su extension, las asociaciones vegetales abiertas superan a las superficies cubiertas de bosques. Generalmente, las mencionadas en pri mer lugar son caracteristicas de aquellas regiones que estan sujetas a una temporada de sequia prolongada, predominando principalmente en el norte de Mexico, donde los bosques buscan refugio en los declives de las serranias mas favorecidos por las lluvias. En las tierras bajas de la costa del Pacifico de la America Central y en las zonas centrales de Cuba, se extienden sabanas de pastos 0 de poca vegetacion arb6rea. En Cuba, como tambien en las otras Islas antiIlanas, las sabanas con arboles se convierten frecuentemente en mon tes secanos. En cambio, la capa vegetal de grandes zonas del norte de Mexico esta formada por estepas 't:o anas, las que no solo son caracteri sticas de las mesetas del norte, sino tambien de la llanura mexicana de la costa sep tentrional del Golfo. Tambien en los paisajes que colindan con el Golfo de California predomina la estepa que, en las regiones de mayor aridez, toma va' un aspecto desertico en forma de estepa poblada de raquiticos arbustQS enanos. La fauna autoctona esta compuesta de representantes de la zona neo artica, asi como de la zona neotropical. T odavia en la era terciaria faltaba la conexion terrestre erhre las Americas del Norte y del Sur. Ei intercam bio de especies, por consiguiente, ha sido interrumpido por largo tiempo y aun h0Y se nota su deficiencia, especialmente en las Islas antillanas, donde a cau sa de las dificultades de la inmigraci6n escasean los mamiferos. Ninguno de los mamiferos norteamericanos ha podido llegar a Cuba. En el sur, unica mente en la Isla de la Trinidad, que esta situada cerca del continen te sur americano, hay relativa abundancia de mamiferos terrestres. Por ejemplo : viven todavia, en los bosques, dos especies de simios y el oso hormiguero que ya faltan en Tobago. El mamifer(' ~e mayor tamafio que ha penetrad o en ifCl I . , 520 AMERICA CENTRAL: EN CONJUNTO las Antillas mas hacia el norte es el aguti suramericano (Dasyprocta aguti); en cambio, las serpientes venenosas faltan por completo. T ampoco en el continente, la fauna, a pesar de su mayor riqueza, tiene en ninguna parte la importancia que en ciertas zonas de Norte 0 Suramerica. El espacio vital de los grandes animales gregarios de las praderas y llanuras norteamericanas, especialmente del bisonte, nunca se ha extendido hacia el sur mucho mas alla del rio Grande del Norte, y el animal de piel mas pre ciosa, el castor, vive al sur de la frontera mexicana solamente en el delta del rio Colorado. En consecuencia, la caza nunca llego a tener la importancia que en Norteamerica, donde la moderna explotacion economica se baso fre cuentemente en las actividades de los cazadores de pieles. Animales monte ses, osos norteam~ricanos, habitan solamente en los bosques de la Sierra Madre Occidental hasta la region central de Mexico. Mucho mas limitadas son las relaciones con la fauna sudamericana. Ciertos habitantes de las selvas lluviosas de Sudamerica, como el tapir y los simios, viven en la compacta zona selvatica de los declives athinticos de la America Central hasta el rio Fanuco en el norte. EI armadillo sudamericano (Tatusia 7W~Jemcincta) es comlin en los paises abiertos, hacia el norte, hasta mas alIa del rio Grande del Norte. Faltan por completo los grandes mamiferos como los guanacos, alpacas y vi cunas, tan caractensticas de Sudamerica. La region del condor sudamericano no IIega tampoco por el norte mas alIa de la Sierra Nevada de Mexico. De 1a fauna indigena, los habitantes del Nuevo Mundo habian domesticado el pavo y una variedad de anades. CAPITULO XII LOS HABITANTES Y SUS FORMAS CULTURALES LA POBLACION indigena de las AntiIlas se componia, en la epoca de la con quista, principalmente de arawakos. T ambien vivian en Cuba todavia restos de una poblacion primitiva mas antigua. Como inmigrantes muy recientes los caribes se habian establecido en las AntiIlas Menores, avasallando y la poblaci6n arawaka y extendiendo sus merodeos hasta Puerto Rico, Haiti y aun Cuba. Respecto a los lIamados guanahatabeyes pre-arawakos, no nos quedan mas que unas tradiciones muy vagas. Si nos atenemos a un relato de Las Casas, quien los llama ciboneyes, deben haber vivido en cuevas, descono ciendo los cultivos y 'buscando sus sustento como recolectores de vegetales, cazadores y principalmente pescadores. Los restos de su cultura que se han conservado en varias regiones de Cuba son los depOsitos de conchas. Los pocos artefactos que se encontraron en ellos demuestran que este pueblo pri mitivo no conocia ni la cen'tmica ni las calabazas. Acostumbraban a hacer sus vasijas de grandes conchas y, por 10 demas, solo ten ian litiles muy primitivos. EI nombre de los arawakos era hu;ayos en las Islas Bahamas y ta~nos en las Antillas Mayores. Su region de origen era el continente suramericano, donde ya habian desarrollado sus principales formas culturales y economicas antes de emprender las migraciones prehistoricas a las AntiIlas. AI estable cerse el contacto con los espafioles, sus tradiciones de una inmigracion por mar aun eran recordadas por eIlos. Probablemente pasaron de la isla de Tri nidad a las Antillas Menores, IIevando consigo los bienes culturales mas im portantes de su pueblo, 10 que era posible en virtud de que las condiciones naturales de las Antillas correspondian perfectamente a su acostumbrado modo de vivir continental. Aunque practicaban tambien la pesea, su princi pal sustento se basaba en el cultivo de vegetales, especialmente de la yuca, que se da muy bien en las Antillas. Con metodos muy semejantes a los de las tribus sudamericanas, quitaban por medio de ralladoras y prensas el jugo venenoso de acido cianhidrico de la raiz -tuberculo de la yuca- antes de ha eer pan con su harina. En comparaciOn con el cultivo de la yuca, los cul tivos de maiz, batata, mani (Arachis hypogaea) y frijoles eran de poca impor tancia. Conocian el cultivo del tabaco, que solian fumar en forma de puro. Tambien habia plantios de algodon del que se tejian hamacas y prendas de 521 •• - 7'--~,-r,~~ 522 AMERICA CENTRAL: EN CONjUNTO vestir, mientras que la fibra del sisal servia para hacer cuerdas. Varias clases de arboles frutales, como la guayaba (Psidium guayava) y la anona, se culti vaban en huertas. Sus principales utiles para labrar la tierra eran hachas de piedra para rozar el monte, y para cavar, palos can la punta endurecida al fuego. La ceramica estaba poco desarrollada, si hemos de juzgar por los insignificantes restos que se han conservado. EI comercio directo de los ara wakos islenos con el continente sudamericano no fue interrumpido hasta que los caribes se aduefiaron de las AntiIlas Menores, pero todavia en la epoca de la conquista las canoas de los arawakos realizaban viajes entre las Antillas Mayores y aun llegaban hasta Yucatan. Estas embarcaciones estaban hechas de un solo tronco, no tenian quilla ni se usaba en elIas la vela; con sus tri pulaciones de hasta 80 remeros alcanzaban velocidades mayores que las de los botes espafioles. Los arawakos antiIlanos vivian en pueblos algunas veces muy extensos. En Haiti, Col6n vi6 una poblaci6n de cerca de 1,000 casas que se agrupaban alrededor de una gran plaza. La mayoria de los arawalws islefios vivia, sin embargo, en pequefios grupos de casas. S610 el cacique vivia con su familia en una gran casa propia. Los aldeanos habitaban casas plurifamiliares, en las que se alojaban de 10 a 15 hombres con sus mujeres y nin~s. Antes de la lIegada de los espafioles la forma tipica de la casa era una construccion redonda rematada en forma de cupula. Un gran numero de postes de ma dera acondicionada para resistir la corrosi6n se clavaban en drculo en el sue 10, encorvandolos hacia dentro y amarr:'ll1d,.los a un poste central; las paredes se hadan de zarzos de juncia. A causa de la inmigracion de los arawakos, las formas culturales de las regiones tropicales de Sudamerica lIegaron a gene ralizarse en todas las Antillas, siel'~J esta una fase de la historia evolutiva de las islas que debe haber tenido lugar en tiempos relativamente remotos, porque se consumo en una epoca en la que la cultura de los indios de las regiones tropicales de Sudamerica no lIegaba todavia al climax de su evolu cion. Par consiguiente, los arawakos islefios caredan de muchos de los elemen tos culturales de sus parientes del continente. Entre los artefactos arawakos de las diversas islas ya se hacen notar algunas formas de estilo caracteris tico que indican un desarrollo cultural independiente durante un prolonga do periodo. A pesar de. ... "Ie existian relaciones comerciales con la tierra firme centro americana, no eran de mucha importancia las influencias culturales que se hicieron sentir de aqueIlas regiones. De la misma manera que los arawakos, los caribes habian lIegado a las Antillas. Esta migracion mas reciente de indigenas no habia terminado toda via en la epoca de la conquista, en toda la region. Al aparecer los espanoles en escena, los caribes acababan de establecerse en las AntiIlas Menores solo hasta la isla de Vieques, pero sus incursiones ya se extendian hasta las An tillas Mayores, y durante su primer rl-~etnharco en Guanahani (1492), Col6n HABITANTES Y FORMAS CULTURALES m pudo darse cuenta de que aun los habitantes de las Islas Bahamas vIVIan sobresaltados por temor a los caribes. Los conquistadores caribes no solo eran superiores a los arawakos por su espiritu guerrero, sino que estos los temian tambien por ser canibales. En primer lugar aventajaban a los otros por disponer, ademas de las canoas comunes y corrientes, de otras embarca ciones mejores, las piraguas, es decir, de canoas talladas en arboles a cuyas paredes se anadia un tablon. Con estas embarcaciones guerreras emprendian desde sus bases en Guadalupe, Dominica y Martinica, extensas correrias; desalojand.: a los arawakos paulatinamente del mar. Ademas, sus mazas muy pesadas y especIalmente sus grandes arcos con los que disparaban flechas preparadas con un veneoo mortal, eran armas ofensivas superiores, frente a las cuales los arawakos solo disponian de un arma defensiva muy debil, como eran sus escudos redondos. T ambien sus armas ofensivas, dardos y lan zaderas, eran menos eficaces. Por 10 demas, la cultura material de los caribes islenos era, en terminos generales, muy pal'ecida a la de los arawakos. T am bien ellos vivian, en grupos de cien 0 mas individuos, en grandes casas que consistian en armazones de madera cubiertos de paja 0 ramas, y sus metodos para cultivar la tierra eran muy semejantes a los de los arawakos, con los que ya empezaban a formar una raza mestiza. Los hahitames de tierra firme se diferenciaban mucho de los antillanos en cuanto a su origen y su cultura. Mientras que los arawakos y especial mente los caribes habian inmigrado a las Islas antillanas en tiempos relati vamente recientes, viniendo a Sudamerica, de donde trajeron Ia gran mayoria de sus formas culturales, los indigenas de tierra firme disponian ya de una evoluci6n cultural aut6ctona -'Ie muchos siglos. Es cierto que hasta ahora no se con~en mas que las fases principales de este desarrollo prehist6rico. No se han encontrado todavia las pruebas de que existiese una antigua pobla ci6n primitiva de recolectores de vegetales no cultivados. En cambio, desde Mexico hasta Sudamerica se hallan por todas partes vestigios de una capa cultural llamada arcaica, que yace en eI Valle de Mexico debajo de capas culturales mas recientes. Los depositarios de esta cultura ya conodan el cul tivo de la tierra y el arte de tejer y fabricaban vasijas de barro que adornaban con procedimientos especiales. Se cubrian las figuras con cera 0 chapopote y despues se pil,"~oa toda la vasija, de suerte que finalmente quedaba el decorado en los colores naturales del barro. Muy frecuentes eran tambien figurillas de barro de tipo arcaico, toscamente model ad as. T allaban la piedra no solamente para hacer utiles, sino tambien para formar figuras humanas, cuyos contornos se ajustaban siempre a las lineas naturales del material. De esta cultura arcaica derivaron todavia en epocas remotas otras cul turas superiores, de las que muchas volvieron a sucumbir, como por ejemplo la cultura maya, de la que, probablemente, habia pasado ya el momento culminante de florecimiento .iiT~d""i, 'r del afio 600 d. c. EI gran Imperio tol ~ 524 AMERICA CENTRAL: EN CON]UN TO teca floredo entre 900 y 1100 de nuestra era, mientras que la historia de los aztecas, como una gran nadon, no empieza hasta el siglo XIV. Cuando llegaron los espafioles, las lenguas de los indigenas de tierra fir me ya estaban profundamente diferenciadas. La mas divulgada entre elias, el mexicano 0 nahua, pertenece a la gran familia de lenguas yuto-aztecas, que tiene para el Nuevo Mundo mas 0 menos importancia semejante que el indo europeo para Eurasia. Esta familia induye pueblos de niveles culturale s muy variados, cada uno de los cuales habla su propia lengua. Los aztecas propia mente dichos no son mas que una tribu entre otras muchas, pertenec iente a la misma familia. Su lengua, el mexicano, en el sentido estricto de la pala bra, era el nalvuatl, "la (lengua) que suena bien". El mexicano, en su senti do mas amplio, 0 na.hua.t, se hablaba no solamente en las tierras altas del Mexico central, sino tambien en el sur de Guatemala, El Salvador, Nicaragu a y Costa Rica. Aun en otras zonas lingii.isticas encontramos toponim icos me xicanos; por ejemplo, predominan en la region de los zapotecas. El desmem bramiento y la extension de los pueblos de habla nahuat se realizaroi: J. ya en epocas prehistoricas. Hay muchos datos que indican que sus migracio nes se llevaron a cabo en direccion de norte a sur. La segunda gran familia lingii.istica de tierra firme se integra con las lenguas mayas, que se subdividen en mas de veinte idiomas diferente s. El idioma maya propiamente dicho 10 hablan los indigenas de Yucatan . Con este territorio lingii.istico, maya en el sentido estricto de la palabra, colindan otras regiones de pueblos afines, a los que pertenecen los quiches, cakchiqu e les, tzeltales, etc. Los huaxtecas, en el norte del estado de Veracruz , consti tuyen una region aislada de habla maya. Dentro del territorio de estas grandes familias lingii.isticas existen otras unidades lingii.isticas menores que se consideran como grupos aislados 0 cu yas afinidades can otras lenguas no han podido averiguarse todavia. A ellos pertenecen entre otros los tarascos, los totonacos, los zapotecas y los mijes del sur de Mexico. En el sur de 1a America Central existen tambien tribus que tienen afinidades lingii.isticas con Sudamerica. La evolucion de la economia y cultura de los grupos indigenas se ha rea lizado en una forma totalmente independiente de sus parentescos lingiiistic os. Los indios de 1a Baja California y del norte de las tierras altas de Mexico no conocian los cultivos, sino que vivian de la recolecci6n de vegetales y de la caza y pesca; sin embargo, para la gran mayoria de la poblacion indigena el cultivo de vegetales constituia la base de su vida. En algunas regiones, sus metodos de cultivo habian alcanzado tan alto nive! que causo la admirac ion de los conquistadores europeos. Eran muchas las plantas cultivadas por los indios y su cultivo debe datar de epocas muy remotas, porque parece que ya no exis ten en estado silvestre las form as primitivas de algunas de elias. Contras tan do con las Antillas y las regiones tropicales de la America del Sur, donde la HABITANTES Y FORMAS CULTURALES 52S yuca formaba la base de la alimentacion, en tierra firme era el maiz la prin cipal planta cultivada, de la que ya se conocian infinidad de variedad es. El tamafio de las mazorcas oscilaba entre 3 y 35 centimetros, y el tamafio y el color de los granos variaba extraordinariamente. En la altiplanicie del sur de Mexico se conocian mayor numero de variedades. Las teorias sobre el origen de maiz divergen considerablemente. Tal vez sea el teocintle (Enchlae na mexicana), una mala hierba mexicana, que es desconocida en Sudame rica, la forma primitiva. Un gran numero de variedades de cuatro especies dife ~CULTIVO DEL MAIZ COMO BASE DE "A ECONOMIA @CUL~ IVOS,OCASIONALES DE RECOLECTORfS M,HV, Fig. 91. Extension del cultivo del maiz entre'los indios de Mexico y en las regiones vecinas, segun R. L. Beals. rentes del frijol (Phaesolus vulgaris, multifloTUs, lwnatus 'j acutifoli us) se cultivaban casi en todas partes, de igual mooo que los tomates, las calabazas , los pimientos y e! algod6n. En la tierra caliente se daban el cacao, el achiote (Bixa orellana), la pifia (Ananas sativus), el aguacat~ (Petrsea drymifol ia y P. americana) y el arbol frutal mas comun de las regiones tropicales de Ame rica, la papaya (Ccvrica papaya L.). El genero de las anonas se cultivaba en diez variedades, de las que la Anona cherimolia era la mas conocida . Igual mente apreciados eran los frutos dulces de los zapotes (famila de las Sapota 526 AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO ceas}. En las regiones calidas del sur de Mexico y en Guatemala se cultivaba el nispero 0 chico zapote (Achras sapota), asi como el mamey zapote (Lucu- rna mammosa), que tambien se da en tierra caliente. Otros arboles frutales rouy comunes eran el guayabo (Psidium Guayava L.) y el iocote (Spondia s mombin ), una anacardiacea. Hasta alturas de mas de 3,000 metros sabre el nivel del mar se cultivaban las granadillas, que es el nombre de varios re presentantes de las Passifloriaceas. Ademas, los indigenas recolectaban tam bien los frutos de numerosos arboles silvestres. Las opuntias, a las que se les da el nombre de tunas, y las cereoides que se Haman pitahayas, son' antiguas plantas mexicanas cultivadas de igual modo que las agaves. En la tierra fria, del Agave atrovirens 0 maguey se extraia el zumo, que se transform aba, por medio de la fermentacion, en el pulque. De otras agaves, especialmente de Agave tequila, se preparaban tambien bebidas fuertemente embriagantes. En las regiones calidas de Yucatan se cultivaba la agave sisal, para aprovech ar su fibra. En cambio, antes de la Hegada de los europeos, la papa era desco nocida tanto en Mexico como en la America Central. El metodo de cultivo de la tierra variaba mucho en las distintas regiones. Por 10 regular, se desmontaba un terreno para la siembra y se Ie abandon aba tan pronto como el suelo quedaba agotado. Los utiles mas importantes eran pequefias hachas de piedra, palos para cavar y azadas de hoja triangula r, cuyo nombre era eoaueatl 0 eoa (fig. 108). Despues de la roza se quemaba el terre no y se sembraba sin limpiarlo ni antes ni despues, de suerte que se trataba de un cultivo sin otra herramienta que el palo de cavar. En algunas regiones los indios se contentaban con quemar simplemente la maleza durante la tem porada de sequia, sin talarla siquiera; despues sembraban el maiz entre la broza quemada, aprovechando 1 0 primeras lluvias, y asi la mata del mail creela con mayor rapidez que lOb renuevos de arbustos que brotaban de las ralces de los destruidos. Despues de algunas cosechas, el campo se abando naba, dejando que volviera a extenderse el monte. A fin de cuentas, la re petida quema de la vegetacion agotaba el suelo de tal manera que la sucesion normal de asociaciones vegetales resultaba imposible, y p~r largo tiempo solo crecfa maleza en vez de monte alto. En tales casos el suelo ya no servia tampoco para el cultivo. Por consiguiente, estos metodos, si seguian emplean dose, podian provocar, no solo la ruina de los cultivadores, sino tambien , por largos pedodos, el ern,., ;oramiento del pleno desarrollo natural de la vegeta cion. Evidentemente, la evolucion cultural ha recorrido en grandes zonas del Nuevo Mundo fases muy distintas que las que tuvo, por ejemplo, en el sur de Alemania. Mientras que en este ultimo territorio, segun las investiga ciones de Gradmann, se cultivaban primeramente plantas de origen estepario , en regiones sin vegetacion arborea, el cultivo parece haber nacido en el Nue vo Mundo principalmente en regiones boscosas. Lo mas acertado es buscar la razon de este fenomeno en la circunstancia de que las plantas de mas impor 0 HABITANTES Y FORMAS CULTURALES 527 tancia cultivadas en e1 Nuevo Mundo eran de origen boscoso. Cuando el suelo llegaba a tal grado de agotamiento. que los cultivos ya no prospera ban, 1a cultura que se basaba en ellos tenia que sucumbir. Sobre el antiguo sue10 cultivado solo se desarrollaba una vegetacion raquitica, matorrales 0 simple mente herbaza1es. Pero para e1 1abriego que trabaja unicamente con la azada la siembra en los matorra1es 0 herbazales resulta sumamente dificil; usando la azada como arado es preferible romper la capa de cesped en terrenos de pra deras. Los indios no podian arar por carecer de animales de tiro, ni podian aprovechar las praderas como tierras de pastoreo por no tener ganado de nin guna clase. Por consiguiente, las tierras desmontadas no eran el punto de partida de una evolucion cultural sino que, al contrario, frecuentemente eran la ultima etapa de una cultura decadente. Bajo condiciones de vida que permiten el aumento de la densidad de poblacion, en ciertos territorios, el cultivo exhaustivo del suelo tiene que aca bar par producir hambres, obligando a la migracion. Donde la densidad de poblacion es muy baja y se dispone de tierras en abundancia, los campos de cultivo acaban por estar muy distantes de las poblaciones. Para aprove -char suelos ricos hay que hacer los desmontes frecuentemente en lugares que distan muchos kilometros de los pueblos. El transporte de la cosecha repre senta entonees una parte importante de las labores y el campesino se ve obli gada por fin a trasladar su morada cerca de los cultivos. Es posible que mu chas de las migraciones prehistoricas puedan explicarse por este sistema primitivo de los cultivos exhaustivos. Se encuentran con frecuencia restes de antiguos cultivos y hasta plantas de cultivo degeneradas en bosques deshabi tados y aun en selvas lluviosas tropicales que se talan para sembrar platano. Es posihle que no haya n, A"1 Mexico ni en la America Central bosques de alguna extension que representen los resultados de un desarrollo natural ininterrumpidoj al contrario, es de suponer que el hombre ha interven ido, en el transcurso de los tiempos, por todas partes, en el desarrollo natural y que el \ genuino estado unal de 1a capa vegetal constituye una rarISlma excepeio n. El hecho es que con frecuencia puede comprobarse que regiones esteparia s se extienden muy adentro de zonas potencialmente boscosas. En muchos ca~J sos la existencia de praderas de herrazales 0 matorrales, as! como de bosques secanos, se del:- _ a las intromisiones ininterrumpidas por parte del hombre. Al lado de la forma seminomada de cultivo con el palo de cavar, se ha bia desarrollado tambien en regiones fertiles, a las que principalmente per tenecen las recientes capas volcanicas de la tierra templada, otra forma de cultivo que hacia posible sembrar los mismos campos durante siglos. Estos suelos se labraban y cultivaban cuidadosamente. Aunque se desconoc ia el abono, se practicaba la rotacion de frijoles que acumulan nitr6geno , y de maiz (los dos productos base de la alimentacion) y de esta suerte el cultivo continuo resultaba posible l'''r largos perfodos. Cuando a pesar de este me 528 AMERICA CENTRAL: EN CON}UNTO todo disminuia Ia fertilidad del suelo, se Ie dejaba descansar por breves pe dodos, sin permitir una regeneracion tan completa de la vegetaci on que fuera necesario desmontarla 0 quemarla. En las laderas de los cerros se construi an terrazas para estos campos en los que, sin descanso, se alternaban los cultivos. En muchas regiones de la America Central y Mexico se hallan tales terrazas, que solian sostenerse por medio de muros de piedra, aunque no tan bien construidas como en el Imperio incaico, donde los cultivos en terrazas habian alcanzado un alto grado de perfeccion. Para esta clase de cultivos intensivo s era naturalmente indispensable el conocimiento del riego, especialm ente en la altiplanicie de Mexico. Para cultivar los campos se procedia de varias maneras. En ciertos casos, cada una de las familias preparaba un pedazo de terreno para su provecho exclusivo, ampliandolo despues por medio de nuevas rozas segun sus necesi dades, y en otros casos varias familias desmontaban un terreno boscoso man comunadamente, repartiendose despues las nuevas tierras de labor; de esta manera se formaban muchos pequenos campos con diferentes duenos, sistema que tiene cierta semejanza con la distribucion de los campos segun su calidad, dentro de un distrito determinado, como 10 hadan los antiguos germano s. El trazado de los poblados dependia enteramente del sistema agrario. A los campos indivisos que eran explotados por una sola familia correspo ndian los ranchos aislados. Segun este sistema, los quekchi, mijes, una parte de los zapotecas y otros pueblos vivian asi por familias, dispersos en todo su territo rio. Los aztecas, en cambio, acostumbraban a vivir en aldeas 0 aglomera ciones irregulares de casas. Parece que habia cierta relacion entre la formacio n de aldeas 0 aglomeraciones de casas y Ia situacion dispersa de los campos. En al gunas regiones Ia subdivision de los terrenos habia lIegado a un grado tal que era preferible para el aldeano vivir en el pueblo, puesto que no habra otro lugar mas cercano de sus terrenos dispersos. Solamente en algunos casos en que los aldeanos sin tierras propias lograban desmontar un nuevo terreno indiviso lejos de su aldea, se llevaba a cabo ocasionalmente la formacio n de una colonia, que consistia en una serie de ranchos aislados que se entregab an a las familias emigradas. Sin embargo, era 10 mas corriente que grupos de campesinos procedieran a fundar nuevos pueblos. En tales casos se formaba, lejos de otro ya establecido, un nuevo poblado con casas aglomeradas, alre dedor del cual estaban los nuevos campos fraccionados en fajas angostas . En las inmediaciones de los pueblos que, por su situacion, se encontraban ex puestos a los asaltos de tribus enemigas, habia frecuentemente sitios apro piados con fortificaciones, donde los aldeanos podian refugiarse en caso de peligro. Muchas veces los pueblos credan a tal punto que llegaba a produ cirse una diferenciacion social entre sus habitantes. A pesar de que la gran masa de la poblacion seguia logrando su sustento por medio de los cultivos, ya habia muchos hombres que profesaban las artes mecanicas de una manera --- --- ----)- ---- HABITANTES Y FORMAS CULTURALES 529 muy especializada. Algunos pueblos llegaron a especializarse en ciertas peque nas industrias con las que abastedan regiones situadas mucho mas alIa de los confines de su tribu; de suerte que habia pueblos de tejedores 0 alfareros , mientras que en otroS se produda n utiles de piedra, esteras, mantas de plu rna, etc. De esta manera ya se iniciaba la evolucion hacia la formacio n de ciudades. Esta tendencia de las multitudes a la agrupacion en grandes ciu dades fue frecuentemente causa de graves reveses en tiempos precolom binos. A la lIegada de los espanoles, numerosas ciudades mayas ya habian desapa recido bajo la espesura de las selvas tropicales, y el espIendoroso centro cul tural de Teotihuacan, en el Valle de Mexico, estaba en ruinas. Pero tam bien en la epoca de la conquista fIorecieron grandes ciudades, como, por ejemplo, Tenochtithln, el Mexico actual, que con una poblacion de 300,000 almas aproximadatnente muy bien podia resistir la comparaeion con las gran des ciudades europeas de la epoca. En estas ciudades tambien las artes ha bian aIcanzado, al lado de las actividades de los artesanos, un alto grado de perfeccion. No solo se tallaban piedras semipreciosas como la turquesa 0 el jade, sino que se fundian y templaban metales como el cobre y el oro. Sin I embargo, la aleacion del bronce, que ya se conoda en el Imperio incaico, era desconocida aun de los indios de la America Centra!' En todas partes se r usaban todavia utiles y armas de piedra, y especialmente las herramie ntas de \ obsidiana estaban tan bien trabajadas que no resultaban muy inferiore s a Ills) de metal. Ya las ciencias habian comenzado a desaaoUarse sobre bases' fir meso Tanto los mayas y aztecas, como otros pueblos, tenian su lenguaje culto, i se dedieaban a estudios astronomicol> y poseian su propia cronok," ·,. La: y el arte ornamental de muchos pueblos mexicanos no tenian rivales en ninguna parte del Nuevo Mundo. J La influencia europea sabre el paisaje indig0M. Aunque la cultura de: los indios habia aJcanzado altos niveles de perfeccionamiento, sus armas eran muy inferiores a ius de los europeos. Sus armas defensivas faHaban frente a las armas de fuego, espadas de acero 0 lanzas, y los caballos de batalla y lOB perras de presa daban a los europeos una superioridad irresistible. Contra la armadura de los espanoles las armas ofensivas de los indi·.': resultaba n inefi caees. Lo unieo que podia infundir miedo a los conquistadores eran las fIe chas envenenadas de los caribes y por eso se abstuvicron de aduefiarse de las Amillas Menores, donde ademas sabian que el botin habria de ser escaso. Por otro lado, en tierra firme muchos de los pueblos estaban enemista dos en tre si, circunstancia que brindaba a los espanoles ia oportunidad de ganarse numerosos aliados. De esta manera los tlaxcaltecas, enemigos jurados de los aztecas, llegaron a hacerse valiosos amigos de los espano]es, y los cakchiau eles de Guatemala pidieron ayuda a los espafioles contra sus enemigos y pariemes , los quiches. En tales circunstancias la resistencia de aquellas tribus que se I arquite~tura I 530 AMERICA CENTRAL: EN CON]UNTO distinguian por su excelente espiritu guerrero y su abnegacion, tenia que derrumbarse en poco tiempo. Como primera consecuencia de la conquista por los europeos, se produjo un enorme descenso de la poblacion indigena, cuyas causas eran debidas a varias circunstancias imprevistas. Enfermedades contagiosas que los espano les introdujeron, especialmente la viruela, escarlatina y sarampion, causaron enormes estragos entre los indios. T ambil!n enfermedades del pais mismo, como el paludismo, fueron propagadas por los espanoles mucho mas alla de sus focos originales de infeccion. A esto se agregaba la intromL'on de los es pafioles en el sistema economico de los aborigenes, al repartir inmediatamen te despues de la conquista las mejores regiones del pais y los indios que vi vian en elias, entre los viejos soldados, bajo el titulo de "encomiendas" 0 "repartimientos". Por todos los lugares donde los encomenderos obligaban a sus indios a trabajar en plantios 0 minas, es decir, a ocuparse en faenas a que no estaban acostumbrados, estos morian por millares, contribuyendo mucho el trato innecesariamente cruel que se les daba y que los llevaba a la des esperacion. Aunque los informes que Bartolome de las Casas presento en el ano de 1542 en su Brevisima relacian de la destruccion de las Indias al emperador Carlos V hayan sido exagerados, la situacion era en realidad desastrosa. En Cuba y Haiti la presion inaudita de los blancos llevaba final mente a los indigenas a suicidarse en masa. En aldeas enteras la gente marti. ri:o.da has(8 10 ultimo se reun!a para celebrar una fiesta de despedida y ahorcarse 0 e:wenenarse despues. La situacion fue peor en las Antillas, don de los esclavos negros tuvieron que reemplazar muy pronto a la yo. extinguida poblacion indigena. Las condicionc< de vida eran un poco mejores en el con tinente, especialmente en las regio!les donde no se obligaba a los indios a c:lmbiar su modo de vivir acostumbrado 0 donde no se les exigia mas que trabajos forzados de pocas horas. De esta manera una parte de la antigua poblacion pudo sostenerse, y esta es la que todavia hoy constituye la gran mayoda. Algunos de los grandes pueblos han logrado conservar su raza pura y tambien las lenguas siguen hablimdose en gran escala, especialmente entre la poblacion rural. S610 el maya 10 hablan todavia mas de 300,000 indios. Esto no obsta para que la influencia cultural europea haya penetrado en las tribus que han log-~ 10 conservar su raza y su idioma. Su indumentaria ha cambiado considcrablcmente, sustituyendo el calz6n y la camisa al tapa rrabos de los hombres, y agregandose la falda europea 0.1 huipil sin mangas de las mujeres. Pur todas partes se han introducido los animales domesticos europeos y la ganaderia se ha asociado a la agricultura. Pero, en cambio, has ta hoy los indios no han aprendido todavia a utilizar el estiercol en sus ago tados campos. EI abono, que en Europa es desde tiempo inmemorial una de las conquistas esenciales de la agricultura, es casi desconocido entre los indios de la America Central. Nuevas r' _,.::L ,'~ cultivo han sido importadas y los HABITANTES Y FORMAS CULTURALES 531 metodos agricolas se han perfeccionado. Por todas partes se yen ahora ha chas de acero en vez de las pequefias hachas de piedra, con 10 cual se ha contribuido a aumentar la destruccion de los bosques. El cultivo con el palo de cavar no ha desaparecido por completo, pero, donde las condiciones del terreno 10 permiten, el arado 10 ha reemplazado totalmente. En todas las zonas, donde los espafioles dejaron a los indios en posesion de sus tierras, el antiguo aspecto de los campos se ha conservado, inclusive los nombres de los lugares indigenas. Un nuevo reparto de las parcelas, que parece indispensable en la region, no se hallevado a cajo todavia. Los pue blos de formacion compacta de los indios se han conservado en gran parte, a traves de los tiempos de 10. colonia, hasta eI presente, pero dondequiera que los indios vivian en predios aislados, las autoridades coloniales procedie ron a juntarlos a principios del siglo XVI en las llamadas "reducciones". Para facilitar la conversion de los indios y poder imponerles mayores contribucio nes, se obligaba en aquel entonces a las tribus que vivian dispersas a trasla darse a unos cuantos pueblos grandes. No tuvo exito en todas partes esta medida, y much as tribus volvieron a dispersarse tan pronto como la presion oficial disminuyo con el tiempo. Tenochtitlan, la ciudad mas grande, fue arrasada con todos sus edificios publicos, sus templos y piramides, para levan tar sobre sus ruinas Mexico, la nueva capital. (fig. 101). La colonizacion europea. Mientras que, por un lado, 10. llegada de los espafioles se tradujo en un enorme cle.ccenso de la pobbcion indigena, por el otro, la inmigraci6n europea no ofrecio mas que una comrensacion muy insu ficiente. A fines del sigJo XVI, no vivian en Mexico y la America Central mas que alrededor de 25,0(11' J..,lancos y otros tantos negros, frente a las cuaIes habia, conforme a un calculo de Karl Sapper, de 17 a 19.000,000 de indios. Aunque este calculo parezca excesivo, la gran mayoria estaba constituida, de todos modos, por la poblaci6n indigena de tierra firme, situacion que en parte ha seguido prevaleciendo hasta eI presente. Sin embargo, allado de los indios, los mestizos ganarori- poco a poco en importancia. Solo en Costa Rica -el estado centroamericano con menor numero de habitantes- la masa de la po blacion se compone de blancos. En las regiones de la costa del Atlantico, negrOS y mulat('o IOn numero considerable se han establecido entre los indios y blancos. PrincIpal mente en la primera mitad del siglo XIX, estas costas brin~ daban un refugio seguro a los esclavos negros que lograban evadirse de las Antillas. Despues, en el siglo XX, siguieron inmigrando muchos negros para bus car trabajo en las pJantaciones de pL~tano. En las Anrillas, los negros forman el elemento predominante de la pobJacion, y en las posesiones fran cesas e inglesas, el pequeno estrato superior de blancos pierde de dia en dia importancia. Solo en Cuba y Puerto Rico, los elementos blancos predominan, segtm la.o estadisticas que, s' __'n::·''5o, no son muy seguras. Estas dos islas, HABITANTES.Y FORMAS CULTURALES 532 533 AMERICA CENTRAL: EN CONJUNTO que permanecieron en poder de Espana hasta el ano de 1898, son todavia hoy dia la meta de muchos inmigrantes de la madre patria. Al igual de todas las otras potencias coloniales de aquella epoca, Espana administraba sus posesiones de ultramar conforme a principios mercantilistas. La metr6poli tenia en sus manos el monopolio del comercio con las colonias que se explotaban despiadadamente. En el ano de 1503, se dio a Sevilla el privilegio de fungir como unico puerto de salida 0 entrada; pero debido a la perdida de la "Armada" (1588), resultaba cada dia mas dificil evitar que se acercasen los piratas y principalmente los contrabandistas a las colonias espanolas. Ademas, los espanoles nunca habian tenido completamente en su poder las AntiIlas Menores, que carecian de metales preciosos y donde vivian los caribes, peligrosos por su espiritu guerrero. Lo mismo puede decirse de las selvas lluviosas de las costas atlanticas de tierra firme, cuyo clima no era pro picio para la colonizacion. En dlchas regiones comenzaron entonces, a prin cipios del siglo XVII, a establecerse franceses, holandeses, daneses, ingleses, asi como tambien suecos y brandeburgueses. A mediados del siglo XVII, los fran ceses tenian ya colonias en las islas de San Cristobal, Montserrat, Haiti, T or tuga, Guadalupe, San Martin, San Bartolome, Santa Cruz, Los Santos, Maria Galante, Santa Lucia y Granada. AlH cazaban ganado mostrenco y estable dan grandes plantaciones de tabaco y cana de azucar. Simultaneamente con ellos se establecieron los ingleses, primero, antes de la l1egada de los france ses, en San Cristobal (1623) y al ano siguiente en BarbCldus, asi como hasta 1672 en Nevis, Anguilla, Barbuda, T ortola y Antigua. De;de 1629 hasta 1641 existio en Providence una colonia puritana, que fue destrufda por los espa noles. En 1655, los ingleses conquistaron Jamaica y la Isla Caiman; en 1666 fundaron New Providence en las Islas Bahamas. En los uitimos anos del siglo XVII, la Darien Company, de nacionalidad escosesa, trato de establecer una colonia en ellado atUmtico del istmo de Panama, desde donde una nueva carretera interoceanica debia facilitar el trMico entre Europa y Asia. Los in gleses se establecieron sobre la costa del territorio que hoy dia ileva el nombre de Honduras Britanica, y en la Costa de Mosquitos. En sus colonias an tillanas, los inglese,s se dedicaban, de igual manera que los franceses, a la explotacion de plantaciones donde trabajaban esclavos negT-JS. Pero, al mismo tiempo, estas colonias servian tambien como puntos de apoyo para contra bandistas y piratas. De una manera muy parecida, los holandeses se estable cieran en Saba, San Eustaquio, San Martin y Cur8J;:ao. Los daneses se pose sionaron de una parte de las Islas Virgenes, donde, en 1682, tambien los brandeburgueses fundaron una factoria en Santo Tomas. Lns posesiones anti Hanas de Espana ya habian quedado reducidas, en Ja segunda mitad del siglo XVll, a Cuba, Puerto Rico, el este de Haiti y Trinidad. Finalmente, los ingleses ocuparon tambien, hacia fines del siglo XVEl, 13 isla mencionada en ultimo lugar, la cual les fue adjudicada definitivamente en el Tratado de Paz de Amiens (1802). Como se observa, fueron muy diversas las influen das culturales que se hicieron sentir, en el curso de los siglos, en cada una de las islas antillanas, 10 que se manifiesta hoy dia par el hecho de que los negros antillanos hablan en parte espanol, en parte frances a ingles. En tierra firme, la influencia cultural espafiola siguio preva!eciendo, especialmente en las regiones mas valiosas y de mayor densidad de poblacion. La region norte ) hasta el istmo de Tehuantepec en el sur, formaba, can Yucatan, el virreinato de Nueva Espana; la mayor parte de Centroamerica y la provincia de Chia pas, juntos, se llamaba Capitania General de Guatemala, mientras que la ( actual Republica de Panam:'! pertenecb al virreinato suramericano de Nueva! \ Granada. En el siglo XIX se liberto del dominio europeo una gran parte de las re giones situadas alrededor del mar mediterraneo americano. Ya durante la revoluci6n francesa, les negros de Haiti consiguieron su independencia y for maron una republica. Despues, en el ano de 1810, dio principio, con el "Grito de Dolores", la guerra de independencia. Muy pronto, la insurreccion se hizo extensiva a las provincias septentrionales de Nueva Espana, donde los insur gentes recibian toda clase de ayuda de parte de los den;.ocratas de Estados Unidos, aunque no solaFnente por motivos de puro idealismo. Verdad que el presidente norteamericano Madison favorecio la revoluci6n en Baton Rouge, pero tan pronto com,' Ljut,J6 constituida la republica, mando ocupar la Flo rida Occidental. Una "liberacion" muy semejante tuvo que sufrir la Florida Oriental, porque este territorio no tardo en verse ocupado por Estados Uni dos. Tambien Texas fue "libertado" por una fuerza militar enviada por EstadQs Unidos, pero esta provincia fue reconquistada por los espanoles. Hasta 1821 no lograron los insurgentes deponer al virrey de Nueva Espana. Mientras que Mexico no pudo obtener su independencia sino despues de encarnizadas luchas y mediante la perdida de partes de su territorio, ~ ~a logrQ separarse pncificamente de la metropoli en el ano de~ ~or breve tiempo al imperio mexicano que acababa de fundarse. Pero ya en el ano de~s provincias unidas de Centroamerica formaron una republica, aunque sin Chiapas que se incorporo a Mexico. Panama si guio perteneciendo a Nueva Granada despues de las guerras de independen cia. Como se ve, igual que en Suramerica, as! tambien aqui, las subdivisiones administrativas de la epoca colonial sirvieron de base a la reorganizaci6n po litica de tierra firme en el siglo XIX, y mas tarde, la ~ ,;:?erica se ~ otra vez, en el afio d~ en los cinco Estados indepen dlentes de Guatemala, EI Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, cuyas fronteras correspondian con las de las provincias de la Capitania General en tiempos de la Colonia. AMERI(,.A CEN1RAl: EN CON]UNTO 534 Aunque Ia antigua Nueva Espana habia surgido de las guerras de inde pendencia con el territorio mas extenso bajo el nombre de Mexico, tuvo que enfrentarse con el vecino 'mas peligroso, los Estados Unidos. Adem as, su capacidad de defensa contra ataques exteriores, se vic grandemente deb ili tada por luchas internas que, en parte, tenian por causas la forma de gobierno y la organizaci6n social, pero que, ademas, se entablaron a causa de las am biciones personales de una multitud de lideres, de los que, unos 50 gober naron el pals en los primeros 30 anos de su independencia. De esta manera, no era posible evitar Ia perdida de partes del territorio. En el ano de 1836 se independizo Texas que fue anexado por Estados Unidos en 1845. En la guerra que estallo a raiz de este acontecimiento, tropas de Estados Unidos desembar caron en Veracruz y ocuparon la capital de Mexico en el ano de 1847. En el Tratado de Paz de Guadalupe Hidalgo (1848), Mexico tuvo que ceder el te rritorio de los actuales estados norteamericanos de Nuevo Mexico, Utah, Nevada, Arizona, California y parte de Colorado. En 1853, las fronteras de A;'izona y Nuevo Mexico fueron transpuestas, en virtud de la Gadsden Pur chase (Compra de Gadsden), del rio Gila a la linea actual. De esta manera, la frontera politica entre Estados Unidos y Mexico, que corresponde a una muy bien definida linea divisoria geografico-cultural, quedo fijada hasta el presente. De nuevo se hicieron intentos para someter a Mexico al dominio europeo. cuando el archiduque austriaco Maximiliano constituyo, con la ayuda de Napoleon III y los conservadores-clericales mexicanos, el segundo imperio mexicano en el ano de 1863. pero tan pronto como el ejercito frances que Ie apoyaba, abandono el pais L __ el ano de 1867 bajo la presion de Estados Uni dos, el efimero imperio se desmoronc. Juarez, un indio zapoteca de raza pura, asumi6 el gobierno de la restaurada republica. En el ano de 1876, Porfirio Diaz llego a la presidencia bajo el lema de: "No reelecci6n", pero despues se hizo reelegir siete veces consecutivas, de suerte que tuvo en sus manos las riendas del gobierno hasta el ano de 1910. Bajo su regimen, el pais qued& pacificado, en el se establecieron numerosos extranjeros y se invirtieron gran des capitales, se construyeron ferrocarriles y se dieron nuevos impulsos a la minerfa. Simul,':,}eamenre, Ins latifundios siguieron extendiendose, de modo que las masas de la poblacion mestiza e indigena carecian cada vez mas de tierras laborables. Finalmente, Porfirio Diaz tuvo que retirarse debido a un movimiento social y revolucionario que condujo a un periodo de numerosas guerras civiles de mayor 0 menor envergadura. Mucho mas tiempo que en tierra firme, se sostuvo el dominio de Espana en Cuba y Puerto Rico. Pero, en estos ultimos restos del gran imperio colo nial hispano-americano, 100 o~tadounidenses lograron posesionarse en gran IrJ'ycll/'!,N~Ci.(j /.a?l'/f.,5 _l> ;(1://0"'/,16.) eNT f)v 11/[ I'Q)ri( t//-1~1 A tA P177;V~.)ljfto/ CA()..MIA51«J CiI\/'7I!.t!{, TlC~,A: y 0, <i ~ ~ --g ;:., U d cO .·c., " .~ ~p. :~ :~ o ~ £ II) w Z o iii w U] oQ. ~,.. « ::> w t:::: ----;:; !Sj "! " >;, = HABITANTES Y FORMAS CULTURALES AMERICA CENTRAL: EN CONJUNTO 536 escala de plantaciones de azucar y tabaco. En virtud de que Estados Unidos es eI principal comprador del azucar cubanve rue faCTI provocar una crISIS ecoriomlca en I~§_,~ mediac.te la el~~e. los derecbQUi~ impor___ , ;3.c10n: ESias-djficuitades favorecieron la guerra de independencia. En e1. ario de 1898, una explosion eIT'el buque de guerra Maine de la flota esta dounidense, cuyas causas nunca se han puesto en claro, condujo a una guerra que termino con la derrota de los espanoles. Cuba y Puerto Rico quedaron en pOOer de Estados Unidos, aunque en eI ano de 1902, Cuba quedo nueva mente libre, organizimdose entonces como republica. Sin embargo, la isla ha seguido bajo la depend en cia financiera y politica de Estados Unidos que hasta haee poco retuvieron el derecho de intervenirla militarmente en cualquier momento. Desde entonces, el imperialismo estadounidense se hizo notar tambien en otras direcciones, en las Antillas y Centroamerica. Cuando Lesseps, a base de una concesion del gobierno de Colombia, dio principio a la construccion del canal de Panama, el gobierno estadounidense publico una nota advirtiendo que no se permitiria que hubiera un canal bajo control europeo. En seguida, los Estados Unidos compraron los derechos franceses, pero Colombia se nego, en eI ano de 1903, a cederIes una faja de tierra de seis millas de ancho. La consecuencia fue una revolucion en Panama, provincia colombiana, siendo evidente el interes de Estados Unidos en este movimiento separatista, porque cruceros estadounidenses impidieron eI desembarco de las tropas colombianas que iban a restablecer eI nrden. Se constituyo la Republica de Panama, que obtuvo inmediatamente el reconocimiento de Estados Unidos, cediendo, en cambio, una zona de diez millas de ancho para la construcci6n del canal, cuya construccion fue terminada por los estadounidenses en 19H. Con estas adquisiciones territoriales, el imperialismo estadounidense no se dio, sin embargo, por satisfecho. En el ano de 1907, los Estados Unidos se encargaron de la administracion de los ingresos de aduana y de los empn:s titos de la Republica Dominicana. En 1911, Nicaragua tuvo que admitir un control de cad.cter semejante, que en varias ocasiones hizo necesaria la inter vencion militar. No es de suponer que en tOOos estos casos fueron unica mente impulsos de humanitarismo exaltado los que Obligaron a Estados Uni dos a preocuparse por el restablecimiento de la normalidad. De mucha mayor importancia es el hecho de que Nicaragua cediera a los Estados Unidos de Norteamerica, en el ano de 1914, los derechos exclusivos para la construe cion de un canal interoceanico y para el establecimiento de bases navales." En 1915, Estados Unidos tome a su cargo la administraci6n de la Republica de Haiti, que tuvo que concederles el derecho de in;;:rvenci6n en sus asuntos • Desde abril a noviembre de 1914 desembarcaron tr~ estadounidenses en Veracruz, Mexico, y desde marzo de 1916 a febrero de 1917 invadi6 territorios del norte de Mexico la Hamada "expedici6n punitiva" del General John J. Pershing. vv fA..:) IJIA$:'> pRtYoHlrJ10 j>c > 537 gubernamentales. En 1917, Dinamarca vendi6 sus derechos sobre las Islas Virgenes a los Estados Unidos de Norteamerica. El resto de las Antillas Me nores ha quedado en manos de los ingleses, franceses u holandeses. Pero estas posesiones ya no significan ningun peligro para e1 predominio de los Estados Unidos en el Mar Mediterraneo americano." • EI autor de la presente obra alude en los parrafos anteriores a toda una serie de hechos que caracterizaron la politica exterior de Estados Unidos en la woa del Caribe hasta Ia iostauraci6n de Ia Hamada politica de buena vecindad que preconiz6 y llevo a la practica e! Presldonte de Estados Unldos Franklin D, Roosevelt. Los Estados Unidos, desde entonces, renunciaron a la intervenClon fIscal en NIcaragua, evacuaron sus fuerzas de infanteria de n1arina de Haiti, modificaron los convenios unilate~ rales que se habian impuesto a Cuba y Panama, y han deiado de eJereer la intervenci6n directa que en los asuntos internos de nuestros paises llevaban a cabo a traves de sus agentes diplomaticos. f{)~d0 ~ ~)<.Tb/V TO'.D5 694 AMERICA CENTRAL: LOS PAISAjES siempre una gran reserva de bosques. EI cafeto crece mejor en las laderas que tengan abundantes lluvias, pero que, al mismo tiempo, no conserven demasiada humedad. Tambien es importante la orientacion de las laderas, siendo mas propicios los valles que se abren hacia el oeste, porque son los que quedan mas al abrigo de los vientos del norte. Finalmente, hay que to mar en cuenta que el cafe se da mejor a alturas de 300 a 1,500 metros sobre el nivel del mar. Hasta principios del siglo xx, las fin cas cafeteras no comenzaron a ad quirir el caracter de grandes empresas, evolucion que se debio, en gran parte, a la iniciativa de plantadores alemanes que en la actualidad poseen una bue na parte de los cafetales de Guatemala. Desde la costa del Pacifico, el cul tivo del cafe se extendio tambien a las regiones interiores del paisaje, donde el cafeto prospera mejor, a alturas de 1,200 a 1,500 metros sobre el nive} del mar. Las diferentes clases de cafe centroamericano son de mejor calidad que las del Brasil. Hoy dia", el cultivo del cafe desempefia un papel extraor dinariamente importante en la economia de los Estados centroamericanos; en Guatemala, por ejemplo, la superficie de los cafetales abarca aproxima damente la sexta parte de la que suele sembrarse de maiz. i~ .., ....,., ~ f> r '9.0 ~ k! "" I:i '" 0 ~ ~ l? '" Lill ~wzwa: Q U)o~ u~ 00 z ;; ...fil ..: ~ w >-6 '0 ;,: a:~ 1('" ~ "") 75·~ 70~~5·-======-6(). :4 TL ANTICO Fig. 126. Los grandes paisajes de America Central. .-----.~--------- I EL CONTINENTE CAPITULO XIII DESCU BRIMlE NTO Y EXPLO RACIO N DEL CONTI NENTE te de DURANTE SU tercer VlaJe (1498), Cristobal Colon divis6 el continen oeste el hacia costa su siguio y Orinoco del delta del region la Sudamerica en que el; hasta Cumana. Sin embargo, existe la posibilidad de que, ya antes Cousin barcos franceses hubiesen llegado a tierra en la costa oriental (Jean todos De . talmente documen o registrad hayan se 1488?), sin que estos viajes motivo dio que 10 Colon por te continen del miento descubri el modos, fue miento, para que se organizaran en poco tiempo numerosos viajes de descubri En el activa. muy parte tomb Cosa en los que el piloto vasco Juan de la rasgos los de mapas on levantar se y conocer a llego curso de pocos anos se esenciales de su costa septentrional. Segun las fuentes historicas, la exploracion de la costa oriental da prin ido cipio con el viaje del portugues Pedralvarez Cabral. Habiendo emprend de y e occident el hacia do demasia desvio se flota su un viaje a la India, de Ba este modo se descubrio por mera casualidad la costa del actual Estado rta hia, en el afio de 1500. Cabral se dio cuenta de que la tierra descubie por y, fijada amente imprecis cion demarca de linea quedaba al este de una Portugal. consiguiente, tome posesion de ella en nombre de la Corona de miento, descubri del ano Con este hecho, se habia iniciado, ya en el segundo si anos los En s. culturale zonas la division del continente en dos grandes costa, la de largo 10 a paso a paso n avanzaro dores guientes, otros descubri r el hasta que, finalmente, Fernando de Magallanes (1520) llego a atravesa estrecho que desde entonces lleva su nombre. . Si Durante t:Jo este tiempo, la costa occidental era tierra incOgnita hasta Colon, de viaje primer del despues anos 25 rir hubieron de transcur Azteca, que se descubriera la costa del Golfo de Mexico, puerta del Imperio Sudame de miento descubri no menos de 32 anos se necesitaron despues del hacia escala mayor en avance primer el erse rica, para que pudiera emprend la expe el sur, a 10 largo de la costa occidentaL Hasta los anos de 1526-27, Pana dici6n de Francisco Pizarro no se atrevi6 a avanzar hacia el sur desde 1532) y 1531 de anos los en on, ma, y fue necesaria una segunda expedici 699 700 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE IJO 70 6"0 '0 Fig. 127. Desarrollo del descubrimiento de Amen.:a c!"i Sur. para conquistar finalmente el Imperio de los incas. En 1535, Almagro, uno de los acompanantes de Pizarro, avanzo hasta el centro de Chile. Des PUE'S, Valdivia descubrio el sur de Chile, y Alonso de Camargo coloco el DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION 701 ultimo eslabon, costeando, en el ano de 1540, la tierra de La Patagonia Occidental y conectando de esta manera los descubrimientos de Magalla nes con los de Valdivia. La exploracion del extremo sur, la Tierra del Fuego, las Islas Malvinas y las de Staten Island, ya no fue obra de los espanoles, sino de navegantes ingleses y holandeses. T ambien el interior del continente se conocio pronto por las expedicio nes de descubridores intrepidos. En el ano de 1539, Sebastian Benalcazar, que venia de El Ecuador, se encontro en la altiplanicie de Bogota con Gon zalo de Quesada y Nicolaus Federmann. Quesada habia subido el rio Mag dalena, siguiendo la rum comercial por la que los indios solian lIevar sal de las altas tierras aridas a las selvas lluviosas tropicales, mientras que Feder mann venia de [a colonia de los Welser en Coro. En el mismo ano, Fran cisco de Orellana, saliendo de Quito, descendi6 en un barco por [os rios Napo y Amazonas hasta el Oceano Atlantico. Su viaje de des.cubrimiento se completo con la expedicion de Pedro de Ursua, que bajo el rio Huallaga hasta el Amazonas. Los supervivientes de esta empresa aparecieron en 1561 en la costa de Venezuela. Su ruta no se puede reconstruir con exactitud; es probable que hayan subido el rio Negro, para IIegar al Orinoco a traves del rio Casiquiari. En la cuenca del rio de la Plata, los descubrimientos se reali zaron en sentido inverso, es decir, desde la desembocadura rio arriba. Des pues de que Juan Diaz de Solis descubriera la desembocadura del gran sis tema fluvial, los espafioles se establecieron, en el ano de 1537, en AsunCIon, a orillas del rio Paraguay. / A la conquista siguio la expLotadon ecan6mica. Muy pronto, las regio nes costeras del norte, las primeras que fueron descubiertas, adquirieron im portancia l20rque en ellas merodeaban los cazadores de esclavos, que busca ban trabajadores para las ya despobladas Antillas. Casi no habia nadie que pensara en una colonizaci6n en forma; solo se trataba, en primer lugar, de explotar las regiones econ6micas descubiertas y a sus habitantes. En los paises que anteriormente formaban el imperio incaico y que desde luego sufrieron el mas desenfrenado saqueo, se constrino a la numerosa poblacion a traba jar en las minas.! Como en los tiempos prehispanicos, los Andeslcentrales siguieron siendo la region economic a mas importante de todo el continente, de la que Espana extrajo enormes tributos./Los portugueses, en camblO, des cuidaron al principio totalmente sus posesiones brasilenas, abandonando por completo su explotacion a mercaderes franceses. Hasta que la situacion del mercado del aZllCar en el Viejo Mundo lIego a ser tan favorable que era productivo estab!ecer plantaciones de cana de azucar en el Brasil, no se ini cia, en el ano de 1534, la colonizacion portuguesa en Sudamerica., Los pocos paisajes del interior, con una poblacion algo mas densa, que se dedicaban a los cultivos, como Paraguay, los llanos de Mojos y el antiguo Maynas, en la cuenca superior del Amazonas, fueron abandonados por loe ,f 702 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTI espafioles a la custodia de varias ordenes momisticas, especialmente a la de los jesuitas. En ninguna parte hicieron los espafioles esfuerzo alguno para desarrollar, por iniciativa 0 trabajo propios, la economia de ninglin paisaje sudamericano. Por ejemplo, una region tan fertil como la Pampa no fue apro vechada para fines economicos; solo servia de tierra de tr:'msito, porque la poblaci6n n6mada no se dejo someter a los trabajos agricolas. Mientras tanto, el conocimiento cientifico de la naturaleza del conti· nente seguia progresando constantemente. Aun entre los soldados rasos de los conquistadores se encontraba ocasionalmente alguna que otra personali. dad que, bajo la impresion de novedad del medio ambiente, lleg6 a dedi. carse a observaciones cientificas por iniciativa propia, como por ejemplo, Pedro de Cieza de Leon, que llegado al Peru en su ninez, entre los afios de 1532 y 1534, nos dej6 en sus cronicas las observaciones que habia hecho en sus viajes durante mas de veinte alios. Hoy dia, sus trabajos representan una fuente valiosfsima para la geografia historica del Peru. De entre el gran numero de inteligentes investigadores que habia entre los misioneros jesuitas, solo menciono aqui al padre Eder que describio el paisaje de Moxitania; al padre Fritz que dibujo el primer mapa correcto del Amazonas y sus afluentes, y al padre Dobritzhofer, que nos describio, a base de sus ficas experiencias personales, la cultura de un pueblo pastor que vivia en los Hmites entre la Pampa y el Chaco. TambhSn los cronistas de la Corona de Espana, con Oviedo y Valde~, el primer Cronista de las InJias, a la cabeza, aportaron mucho valioso material. El primer investigador espafiol moderno, cuyas obras superan con mucho la mayo ria de las de sus conterraneos, en cuanto a su importancia para la geografia historica, es Felix de Azara que, en el afio de 1781, !lego a La Plata, para cooperar 'On la fijacion de limites entre las po sesiones espafiolas y portuguesas. Su larga estancia en los paises de La Plata -no regreso a Espafia hasta 1802- se debio en parte a su propia voluntad. Ya en tiempos anteriores a e1, otros investigadores europeos habian dado prin. cipio a la exploracion cientifica del continente. La primera expedicion, diri. gida por Charles Marie de la Condamine fue a EI Ecuador para m~dir un grado del meridiano (1736 a 1742); pero es Alejandro de Humboldt quien inicia la tarea de una moderna exploracion cientifica de la America del Sur. Desde entonces, otras investigaciones nos.. han dado a conocer las carac teristicas basicas de la natll~:,leza y de la vida humana de Sudamerica. En muchos lugares se han comenzado trabajos intensivos y tambien los mapas se estan perfeccionando constantemente, aunque no alcanzan todavia la misma exactitud en todas partes. 70) DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION m ~~ / , CAPASD£ LAJf4 DEL BRASIL MERIDIONAL SitlS£fJlM<NTOS 8 LAS Eni.s . TERCIARIA "'WATl:"klllA , (ill' PIIOBABt.ESESCALONESDELOSESTIIA'f' f?7?) PAlSI.JE ESCALONADO 8 PATAGONIA. RQCAS IJ£ ~ LMeRAS MeSOZOlCA Y TERCfARlA _ I / Rc$/OND£L PLEGAMI£NTO ANDINO I " . COROIl..LERAS I P~/NC(PALESD£LO~ANOES _MACIZOCONLAPlJNA La Naturaleza del Contvnente. Fig. 128. La estructura del continente. Al observador que se conforma con una vista de conjunto, podra pare eerIe muy sencilla la morfologia, porque salta a los ojos la division de las formas terrestres en cuatro regiones principales: 1) la Cordillera de los An. des en el occidente; 2) las Tierras Mnntanosas del Brasil y Ia Guayana en el 705 AMERICA DEL SUR: EL CONTINEN1E DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION oriente; 3) entre ambas, las tierras bajas, de las cuales, en el sur, emergen las serranias escaLona.das de la Patagonia oriental. Pero, observando las cosas mas de cerca, se nota que estas regiones no representan, de ninguna manera, ni en cuanto a su origen ni en cuanto a su forma, tipos uniformes. El cono~ cimiento exacto de la morfologia de Sudamerica no ha pasado todavia de sus comienzos, y aun una representacion grafica que muestre unieamente a gran~ des rasgos las formas terrestres conforme a nuestros conocimientos actuales podra muy pronto quedar sujeta a correcciones ulteriores. Los sistemas orografieos mas antiguos se nos presentan en las regicmes mcmtaiiosas del Brasil y de la Guayana, cuyas estribaciones se extienden hasta Uruguay y Argentina. Aqui, el elemento basieo esta constituido p~r el macizo brasilefio, consistente en rocas arcaicas entremezcladas con granitos; las rocas arcaicas han sido plegadas y metamorfizadas en forma tan intensa que ya no puede reconocerse si su origen fue plutonieo 0 sedimentario. La superficie de esta antigua masa de rocas ha sido aplanada totalmente durante un largo periodo de denudacion que se inicio con los plegamientos arcaicos, de suerte que dicha superficie presenta ahora el aspecto de un ~ucleo llano. Ya en el algonquino, esta superficie de aplanamiento quedo cubierta de transgresi~ nes, de cuyos sedimentos se han conservado restos en Minas Geraes, Bahia y Matto Grosso. En la era pale0zoica inferior parece haberse formado la depresion si~ tuada entre las'regiones montafiosas de la Guayana y del Brasil, de suerte que el mar silurico pudo ya penetrar en este gran valle. En las postrimerias del silurico y devonico, el paleozoico y el algonquino fueron afectados, en parte de una manera muy violenta, por el plegamiento caledoniano que se orienta del NE al SO; pero entonces solo se produjeron principalmente frac~ turas y el acarreo de grandes bloques. Despues de un nuevo aplanamiento, tuvo lugar la transgresion del mar devonico, aunque los mantos paleozoieos y mesozoicos, que quedaron depositados en los periodos siguientes, no sufrie ron, en cuanto a su posicion, muy grandes perturbaciones, de modo que 'sus restos dan todavia hoy, a grandes partes de las tierras montafiosas del Brasil y la Guayana, el carkter de mesetas, y esta particularidad no llego a safrir alteraciones por las enormes corrientes tri1sicas q.e lava que cubrieron gran des zonas del sur del Brasil y cuyas ramificaciones penetraron hasta las regi~ nes colindantes de Argentina y Paraguay. Es evidente que estas capas super puestas forman en el Brasil y la Guayana varios altiplanos que, entre si, est:'m separados por profundas barrancas. Hasta que grado se trata en este' caso de escalones de fractura 0 de denudacion, es un problema que de ninguna ma nera esta bien aclarado todavia. Recientes observaciones han demostrado que "estas capas no han quedado tan intactas, como frecuentemente se suponia. las dislocacione, mas violentas fueron las que sufrieron las capas de la Pata gonia oriental, que descansan, de una manera muy semejante a las del Brasil, sobre una base paleocristalina. ' Constituye todavia un problema el determinar hasta donde se extendia originalmente el antiguo macizo brasilefio y, especialmente, si las cordilleras patagonica y caribe deben considerarse como partes del macizo brasilefio. Por 10 pronto, el caracter paleocristalino de la cordillera de la costa del Pacifico, a la que es mejor darle el nombre de "macizo de la costa del Pacifico", segun Steinmann, permite llegar a la conclusion de que el antiguo macizo brasi lefio constituye tambien la base del geosinclinal andino. Al iniciarse el plegamiento oeste-este de los sedimentos depositados en el geosinelinal andino, este movimiento orogenico afecto tambien al macizo brasilefio, produciendo fracturas, plegamientos y superposiciones en las regio nes marginales occidentales que estaban expuestas al empuje de los movi mientos andinos. Las cadenas de montafias que aSI llegaron a formarse, se incorporaron parcial mente al sistema andino, como, p~r ejemplo, las serra nias del este de Bolivia y la Sierra Famatina. Pero tam bien se formaron sierras de fracturamiento, que se intercalan actualmente como elevaciones aisladas, entre la cordillera de los Andes en el oeste y las serranias brasilefias en el este; de modo que en estas sierras pampeanas, vuelven a asomar a la superficie partes del antiguo macizo brasilefio en forma de picachos y blo ques cuneiformes que consisten, en las tierras bajas circundantes, de sedi mentos continentales recientes. En las alturas de las sierras pampeanas se encuentran, a distintos niveles, llanos de aplanamiento. Las opiniones divergen todavia considerablemente sobre si se trata, en este caso, de partes de la superficie del nueleo paleozoico, redescubiertas y denudadas en el terciario, 0 si son de reciente formacion y estan ligadas, en cuanto a su origen, con la historia orogenica andina. Frente a las antiguas serranias y mesetas del nueleo del Brasil y de la Guayana en el este, y a la cordillera costera paleocristalina en el oeste, tene mos la reciente sierra plegada de la Cordillera de los Andes, con un acervo de formas enteramente distintas, aunque de por sl, los Andes no represen tan de ninguna manera un sistema orogra.fico uniforme, sino que osten tan, en sus diversas partes, una diferenciacion estructural y morfologica muy mar cada. Es en primer lugar la cordillera patagonica, que principalmente se compone de gneis, esquistos micaceos, filitas y granitos, la que muestra una gran semejanza con la cordillera paleocristalina de la costa de Chile, motivo por el cual Darwin la interpreto ya como la continuacion inmediata de ella. Esta opinion ha encontrado sus partidarios (Suess, Steinmann y otros), pero hasta la fecha, no se ha podido comprobar de manera alguna. O. Nordens kii.ild considera los enormes macizos de granito, muy frecuentes en la cordi llera patagonica, tambien como recientes, debido a su semejanza con las masas de granodiorita de los Andes, que no se introdujeron sino hasta des 704 j , d I 1: 1 _l = AMERICA DEL SUR: EL CONTINENfE DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACION pues del plegamiento andino; de suerte que por de pronto queda por com pleto como problematico si t~nemos que interpretar la cordillera patag6nica orogenicamente como una parte de la reciente y plegada sierra andina, 0 como una parte del antiguo macizo brasilefio. La reciente sierra plegada que asoma detras del geosindinal andino, no empieza a mostrar sus formas ple namente desarrolladas sino hasta al norte de los 42 grados de latitud sur. Los Andes en el sentido estricto de la palabra, los Andes Mayores de Stein mann, se distinguen de las sierras plegadas de tipo alpino en aspectos esen ciales. Su estructura es mucho mas sencilIa, la intensidad del plegamiento es menor y Ia techumbre de vastas dimensiones falta por completo. Cierto q4e esporadicamente se yen superposiciones, pero estas son de dimensiones rouy inferiores. Segun el estado actual de nuestros conocimientos, los Andes Mayores parecen ser una sierra plegada normal que naci6 debido a un empuje orientado desde el oeste. Este plegamiento estuvo acompafiado de intrusiones y efusiones magmaticas, a las que se les atribuye, desde las inves tigaciones de Steinmann, un papel activo en la orogenia andina. En la actualidad, los volcanes activos quedan confinados, en su mayoria, a la cor dillera occidental. Sin embargo, en ciertas regiones, por ejemplo en EI Ecua dor, la zona volcanic a se ensancha considerablemente, hasta abarcar tambien fa cordillera oriental. Mucho mas extensa era esta zona volcanica en el plio ceno y pleistoceno, pues, en Bolivia, la anchura de esta zona volcanic a mas antigua comprende mas de 200 kil6metros. Los At1des Septentrionales (los Calombiandes de Steinmann), aparecen como una parte especial del sistema montafioso andino. AI norte de la bahia de Guayaquil, la sierra tuerce hacia el este; simultaneamente pierde su rna cicez, abriendose como los dedos de la mano, de suerte que se introducen, entFe, las cadenas individuales, grandes depresiones que se abren hacia el norte:"Este cambio de la formaci6n general de la superficie indica ya pro fundos contrastes estructurales entre los Andes septentrionales y los centrales. Ademas, la zona limitrofe entre ambos, parece coincidir tambien con una importante bifurcaci6n del sistema montafioso andino. Steinmann ya ha lia mado la atenci6n sobre el hecho de que la parte occidental de la cordillera peruana tuerce en toda su extension hacia el oeste y oestesuroeste cerca de la frontera del Ecuador, perdiendose hacia <,1 mar en la costa de la peninsula de Amotape. Esta cordillera (los Andes Chimus, de Steinmann), debe ha berse hundido con motivo del afallamiento terciario 0 post-terciario de la costa occidental, sin que hasta la fecha haya sido posible averiguar d6nde este ra mal tiene Sli continuaci6n. EI levantamiento de los Andes Mayores di6 prin cipio ya a fin~s del mesozoico, y se !lev6 a cabo en varias fases. Probable mente durante y, especialmente despues del primer periodo de plegamiento, la denudaci6n se hizo tan intensa que lIegaron a formarse vastas Ilanuras de aplanamiento cuyos restos se encuentran hoy dia por todas partes en los Andes Mayores, algunas veces a grandes alturas. La mas extensa de tales Ilanuras de aplanamiento es la Puna holiviana. T odavia hoy se levantan partes de los Andes por encima del limite in ferior de las nieves perpetuas. Las formas mas elevadas de los Andes pata g6nicos muestran los glaciares donde las lluvias son copiosas; alIi se encuen tran no solamente glaciares en los valles, que lIegan hasta el nivel del mar, sino tambien extensas masas de hielo en el interior del pais. En la epoca glacial hubo tambien en Sudamerica una depresi6n general del limite de las nieves perpetuas, que tuvo como consecuencia que, en el extrema meri dional de Patagonia, avanzaran los glaciares, a ambos lados del estrecho de Magallanes, hasta la costa del Oceano Atlimtico. Era menor esta depresion de las nieves perpetuas (400 a 600 m.) en las regiones aridas, como por ejemplo, en el noroeste de Argentina. Acerca de la periodicidad de la gla ciaci6n, las opiniones discrepan todavia mucho; sin embargo, parece que han po dido comprobarse, par 10 menos, dos pe riodos de glaciaci6n. Cierto que por el cambio ritmico de sedimentos e61icos y fluviales en la formaci6n pampeana, se ha creido que era presumible la existen cia de cuatro periodos pluviales, a los que corresponden tambien cuatro periodos glaciales en los Andes, pero hasta la fe cha no se ha logrado todavia comprobar Ia interdependencia entre el loess de la planicie ¥ los sedimentos glaciales de los Andes. T ampoco la distrihucion de los dimas puede anotarse, como no sea a grandes rasgos, en un mapa de escala muy re Fig. 129. ducida. Para extensas regiones nos fal tan las observaciones meteorologicas de muchos afios, y si qUlsleramos juz gar al dima por la vegetacion, correriamos el riesgo de lIegar a condusio nes erroneas, por no saber basta que orado la eapa vegetal ha sido influida par la mana del hombre. La importante es que el continente tiene su mayor anchura dentro de los confines de los dimas tropicales (A) y que disminuye grandemente en latitudes mayores, de modo que la region de los dimas tem plados (C) resulta considerable mente mas pequefia. EI extremo sur del continente no se extiende hasta la region de los climas boreales (D). La cadena de montanas de los Andes divide el continente en dos prin cipales zonas dimato16gicas, muy desiguales en cuanto a extensi6n y caracter, siendo en muchos lugares muy llnmativo e1 contraste de los dimas al '.':oste y 706 t I I I l 1 707 708 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE al este de dichas montafias. Frente al desierto (BW) de la costa del Pacifico del Peru tenemos las cadenas de serranias con copiosas lluvias de la MOIl; uma del este; en cambio, en Patagonia es el oeste el que recibe altas precipi; tadones atmosfericas (Cf), mientias la Patagonia Oriental muestra un dima marcadamente seco (BS hasta BW). Hacia el noroeste, el clima seco estepa; rio de Patagonia sube hasta las alturas de los Andes centrales, y mas alla conecta directamente con las regiones aridas de las costas del norte de Chile y del Peru. De igual manera que los dimas aridos de los lados del Atlantico y Pacifi; co estan colocados a diferentes grados de latitud, asi tambien las otras zonas climaticas se modifican redprocamente, esto es, del lado occidental hacia el Ecuador, y del lado oriental hacia el Polo, de suerte que el clima tropical lluvioso (Af) baja en la costa atlantica hacia el sur hasta el tropico de Ca; pricornio, mientras el mismo tipo de dima solo imp era en la costa del Paci; fico al norte del Ecuador. No son ya las condiciones naturales las que rigen exdusivamente la dis; tribudon y caracter de las farmas de la vegetacibn de Sudamerica. La selva tropical lluviosa es la que mejor ha podido resistir la influencia del hombre. Donde ya habia perdido terreno en tiempos prehispanicos, como en la region de Cuzco, ha logrado reconquistarlo rapidamente tan pronto como se detuvo la costumbre de los indios de rozar eI monte a partir de los primeros arios de la colonia. Tambien la selva lluviosa del oeste de Patagonia ha quedado casi intacta, mientras que los montes ralos, las sabanas arboreas y arbustivas, asi como las sabanas herbaceas de los dimas Aw, Cw y Cs, cuya vida entera se ha acomodado a una estacion seca, han opuesto una resistencia muy debit a las actividades destructivas del hombre. Aun para el hombre primitivo, eI fuego era u'n anna ofensiva con la que podia causar en una sola temp orad a de seguia una destruccion tan grande que la vegetacion no lograba reponerse en muchos ciclos de su vida. Hasta ahora no se ha realizado casi ningun intento para reconstruir teoricamente el cadcter original de la vegetacion de vastas regiones de Sudamerica. Se han aportado muy buenas razones segun las cuales es dudoso que el manto vegetal de gramineas de la Pampa repre, sente una vegetacion optima primaria; pero la cuestion de si las sabanas herbaceas de los Llanos del Orinoco y del Mamore solo se deben a condicio; nes naturales, ni siquiera se ha planteado, a pesar de que hay muchas cir, cunstancias que abonan a favor de la idea de que aun la Pampa del Plata, que esta situada en el dima Cf, ha perdido su vegetacion arborea bajo la influencia del h0mbre. CAPITIJLO XIX LA POBLACION DEL CONTINENTE ORIGINALMENTE, la poblacion indigena de Sudamerica estuvo dividida en numerosos grupos linguisticos. Pero s610 algunos dieron muestras de mayor poder expansivo, desarrolIandose y extendiendose a expensas de otras tribus. ~ Los arawakos avanzaron del noroeste hasta los Llanos del Mamore, expulsando o asimilando a otros pueblos. Los tupi-guaranis tenian sus paraderos en el curso superior del Paraguay, transmigrando desde alla hacia el noroeste hasta la cordillera, a 10 largo de la costa del Atlantico hasta el rio Amazonas, y rio arriba, hasta las sierras marginales de los Andes.1 Sus migraciones siguieron efectuandose hasta en la epoca colonial. En los paisajes montafiosos andinos, los qu.echuas conquistaron una pe sicion predominante en el ultimo siglo anterior a la conquista. 1 La difu si6n de la lengua de este pueblo dominador desde el Ecuador hasta el desierto costero del norte de Chile y los paisajes montafiosos en el noroeste de Argen tina, fue fomentada p~r los espafioles.lNumerosas lenguas indigenas andinas, que se hablaban todavia en los tiempos de la conquista, desaparecieron du rante la epoca colonial. S6lo eI aimara ha podido sostenerse, como la {mica gran isla lingilistica, rodeada de indios de habla quechua. En Chile central y meridional los araucanos constituyen todavia un numeroso y compacto grupo linguistico./En todas las otras zonas de Sudamerica era grande la multiplici, dad de lenguas, muy especialmente en las tierras bajas. fLos espafioles encontraron la cultura y economia de los indigooas en un estado muy desigual de evoluci6n; no era en los paisajes mas favorecidos por la naturaleza donde la civilizaci6n habia alcanzado eI mayor grado de desarro lIo. Las mas altas culturas prehispanicas habian nacido en los oasis del desier to costero del Pacifico, donde todas las posibilidades para una agricultura in tensiva fueron aprovechadas por una poblaci6n que supo valerse de las pocas corrientes fluviales existentes, para regar los campos cuidadosamente abona dos.1 La poblaci6n vivia en ciudades 0 pueblos en los que el arte y las indus trias habian alcanzado un alto grado de perfeccionamiento. A 1a IIegada de los espafio1es estas culturas ya no estaban en el apogeo de su f1orecimiento; los habitantes de los oasis habian sucumbido al empuje de los indios de las tierras altas y por todas partes se notaban sefiales de una decadencia cultural y economica. T ambien en los otros paisajes andinos, desde los altiplanos de Bogota en el norte hasta la Puna en eI sur, los indigenas practicaban cultivos in ten 709 i .. . .~ 710 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE LA POBLACION 711 sivos. Si no en su totalidad, por 10 menos en muchas comarcas, la naturaleza habia sido aprovechada hasta los limites de 10 posible. Los restos de sistemas de riego y grandiosas obras de movimiento de tierras para las cuales estas te; nian que ser acarreadas desde muy lejos, dan todavia hoy testimonio de los grandes esfuerzos que se hicieron para ensanchar la superficie de tierras la; borables. Entre los indigenas de los Andes centrales se aunaba con la agricuI; tura la cria de la llama, tinico animal domestico que se puede considerar como ganado mayor en Sudamerica. En las regiones aridas de la Puna boli; viana, que ofrece muy limitadas facilidades para la agricultura, la cria de la llama constituia la base de la economia indigena. T ambien en los Llanos de Marome vivian indigenas que practicaban cultivos intensivos. Por medio de grandiosos movimientos de tierras se habia ampliado el area de las laborables, y se encuentran muchos indicios que ha; cen suponer que hubo una epoca en tiempos prehispanicos en la que en el paisaje se produjo una sobrepoblacion. Con esta breve enumeracion termina la lista de los paisajes de Sudame rica, en los que el hombre de los tiempos prehispanicos desplego actividades intensivas y que fueron culturalmente transformados. Cierto que tambien los tupi-guaranis, arawakos, caribes y otras tribus eran cultivadores, pero nin guna de elIas conodan los cultivos intensivos, porque solo explotaban las sel vas de una manera irregular. Una de las t'Onquistas mas destacadas de estos pueblos fue el desarrollo de un procedimiento para eliminar el veneno de la yuca (Manihot utilissima). Cuando despues de unas cuantas cosechas se empobreda el suelo de sus sembradios de maiz y yuca, hadan nuevos des montes, y en las selvas tropieales lluviosas los eultivos lIegaron a tener un caracter sen;).inomadico. En extensas regioncs, especialmente en el centro del Brasil, los cultivos no tenian ninguna importancia, porque los habitantes se alimentaban prin cipalmente de la caza y de vegetales. Lo que mas llama la atenci6n es el hecho que los habitantes de la Pampa a orillas del rio de La Plata no hayan conocido ninguna clase de cultivos, viviendo exclusivamente de la pesca y de la caza de guanacos y venados, a pesar de que su territorio era especialmente apropiado para la agricultura. Mientras que sus vecinos, los guaranis del Paraguay, tenian que rozar dificultosamente la selva con sus pequefias hachas de piedra, para hacer lugar a sus semb",dios, los indios de la Pampa vivian en praderas de gran fertilidad, que solo aguardaban la semilla para dar fruto y, sin embargo, estos indigenas no llegaron a desarrollar ni el mas primitivo cultivo en forma alguna, , Con el descubrimiento y conquista por los europeos, se inici6 una trans formacion radical de la poblacion; principalmente comenzo a formarse en el marco del paisaje una poblacion mestiza, que en el curso de los afios fue haciendose cada vez mas numerosa, aunque no llego a constituir, en modo Fig. 130. La economia de los indigenas en 1a <'poc. N"hISU;'1ica, ..- ~------------------------ 712 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE alguno, un tipo uniforme. Ya de por sl la poblacion indigena' se diferenciaba grandemente, no solo en sentido fisico y lingiilstico, sino tambien principal mente en cuanto a su can'tcter. Con los indios quechuas, pacificos, indus tnosos y bien disciplinados, que sucumbieron por cientos de miles al trata miento brutal de los espanoles, contrastaban los araucanos guerreros, con un vehemente amor a la independencia y un gran espiritu combativo. Los gua ranis del Paraguay aceptaron gustosos to das las innovaciones que les trajeron los espanoles, mientras que los indios del an tiguo imperio incaico son todavla hoy tan conservadores que rechazan todo 10 que no concuerda con sus arraigadas costum bres.ICon esta poblacion autoctona tan heterogenea se mezclaron, en la epoca colonial, los conquistadores, que por su lado tam poco representaban un tipo un i forme. Entre los espanoles, los castella nos y andaluces se sentian tan extranos a los vascos que en el Peru llegaron a en frentarse ambos bandos en lucha a mane SEGUNWlSSJ.£R" armada. Era tan especialmente numero sa la emigracion d~ las provincias vascas, FIg. 131. que en los primeros anos de la colonia produjo un exceso de poblacion. T odavia hoy los descendientes de los in migrantes vascos son pertectamente conscientes de su origen. Al lado de los portugueses, hubo franceses, principalmente normandos y,Picardos, que con tribuyeron tambien a formar las nuevas razas mestizas. IPero de Ja mayor importancia, particularmente para ciertoB paisajes, como la costa oriental del Brasil y la tierra caliente de los Andes septentrionales, fue la introducci6n de esclavos negros. Era, en primer lugar, en aquellos paisajes cuya poblaci6n indigena habia sido exterminada y en los que se introducia el sistef!!a de grandes plalltaciones, donde se necesitaba del trabajo de los negros. Tambier> era muy numerosa la poblacion negra en las grandes ciudades coloniales, que podian permititse el lujo de contar con muchos esclavos. ; Si de esta manera eran entetamente diferentes entre si los elementos originarios a costa de los cuales se des~rrollo en la epoca colonial la nueva poblaci6n mestiza, no 10 era menos la proporcion cuantitativa de esta mezcla. En las regiones que desde tiempos remotes tenian una poblacion densa, como en el imperio incaico, el elemento indigena sigui6 siendo tan numeroso que pudo absorber a los europeos inmigrados y sostenerse en una posicion pre dominantej aun la muy exigua capa social de los europeos ha tenido que acomodarse, en cuanto a su caracter, al temperamento peculiar de los indi- LA POBLACION 713 genas. Pero tambien en aquellos palSajeS, en los que el elemento indigena quedo numericamente en minoria, este elemento ejercio una influencia deci siva sobre la moderna poblacion mestiza y aun sobre los habitantes de origen europeo puro. Durante los tres siglos de la epoca colonial los blancos com partieron la Pampa con los indios. En este periodo se !levo a cabo, a pesar de las continuas guerras entre colonos europeos e indios libres, un perfecto acomodamiento racial y econ6mico entre los dos grupos. El tipo del gaucho, que fue el producto de esta mezcla, no se distinguia en nada del tipo de indio libre. Hoy dia la m0derna inmigraci6n europea en gran escala prevalece des de hace mucho en la Pampa sobre la antigua raza mestiza colonialj pero por sus cualidades valiosas, su resistencia, valentia y sentimentalismo, el gaucho ha sido elevado, en la conciencia del pueblo, a la categoria de un ideal na cional, y aun el argentino moderno, de linaje europeo puro, gusta oir que se diga de el encomiasticamente que es "muy gaucho". I De esta manera la mezcla de la poblaci6n autoctona con inmigrantes ha tenido por resultado el nacimiento de muy distintas razas mestizas, y la in troduccion del espanol 0 portugues como lenguas dominantes en la mayor parte del continente produce la apariencia de que existe una distribuci6n de la poblacion en dos grandes grupOSj pero, en realidad, esta poblacion es ex traordinariamente heterogenea, tanto etnica como culturalmente. t Hasta cl siglo pasado no se inicio la rnmigracion europea en masa hacia ciertos paisajes. Los primeros que llegaron fueron portugueses insulares y alemanes, despues siguieron italianos, espanoles y polacos. Este movimiento migratorio acab6 POt alcanzar tan vastas proporciones que la poblacion de algunos paisajes adquirio un caracter preponderantemente europeOj de esta manera ~l Brasil meridional y la Pampa se encontraron, en menos de un siglo, con una numerosa poblacion que, en su gran mayoria, desciende de europeos. El interior del continente y los paisajes que ya en la epoca colonial habian tenido una poblaci6n densa, s610 atrajeron un numero reducido de inmigran tes, con la unica excepcion de la region de Mendoza, a donde el cultivo de la vid y sus grandes perspectivas atrajo a muchos italianos. T ambien la Patago nia oriental, cuya poblacion aut6ctona siempre habia sido muy escasa, fue colonizada en los ultimos setenta anos mayormente por europeos. La inmigracion europea en masa tambien influyo de una manera muy especial en el desarrollo de las gran des poblaciones, en las que el elemento europeo lleg.', a alcanzar una preponderancia decisiva. Mientras mas rapida mente cteda una ciudad, tanto mas pronto perdia su caracter indigena-colo nial y mas se europeizaba. Sin embargo, solamente una minoria de las ciudades experimento las consecuencias de esre proceso de modernizacionj la mayoria sigui6 conservand0 su aspecto colonial. S610 unas cuantas ciudades se europeizaron totalmentej hoy dia Buenos Aires, Rosario, Rio de Janeiro, ~ 715 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE LA POBLACION Montevideo, Sao Paulo son grandes ciudades cosmopolitas, en las que el elemento indigena ha sido relegado por completo a segundo termino. '" /Bajo la influencia de los europeos tambien se transformo la economia de los indigenas, aunque el ritlmo del desarrollo ecorulmico ha variado mu cho en los distintos paisajes. Durante la epoca colonial, ni los espanoles ni los portugueses lograron en ninguna parte transformar los metodos economi cos de los indigenas de una manera radical. Dondequiera que se pretendio introducir entre los indigenas un nuevo sistema econOmico, el experimento fracaso. Los indios nomadas de la Pampa prefirieron luchar hasta el ultimo hombre antes que transformarse en cultivadores al servicio de los espanoles. Esta mentalidad del indigena de la Pampa IIego a contagiar a los europeos que se establecieron en el paisaje, pues a fines de la epoca colonial el trabajo del agricultor era una ocupacion despreciable, no solamente en el concepto de los indios, sino tambien en el de los mestizos y blancos que vivian en la Pampa. I Fue menester que IIegara la moderna inmigracion europea en gran escala para que se formara una poblacion cuyo modo de pensar respecto de la agricultura era diferente, que estuviera dispuesta a extraer con el arado la ri queza que hasta entonces habia quedado escondida y desaprovechada en el suelo, y a transformar la Pampa, en unos cuantos decenios, en el paisaje mas valioso de todo el continente. T ambien los tuf>is de la costa -brasilefia y los arawakos de la costa de la Guayana, que vivian como cultivadores, pescadores y cazadores libres, prefi rieron sucumbir en In iucha ante que dejarse constrefiir a trabajar como es clavos en las plamaciones de los portugueses u holandeses. Solo despues de haber exterminado a los indigenas de estos paisajes pudo pensarse en el cam bio del sistema economico por medio de escla'l()< negros importados y de trabajadores asiaticos. En cambio, los indigenas que, aunque sometidos, po dian seguir vivien do en 10 esencial conforme a su antiguo sistema economica, Iograron sobrevivir al periodo de transicion cultural y,. despues de haber dis minuido su numero rapidamente a principios de la epoca colonial, volvieron a aumentar poco a poco. Especialmente en la region del antiguo imperio incaico, la extremadamente conservadora poblacion indigena pudo retener las viejas formas economicas en sus rasgos esenciales., Cierto que un gran nu mere de indios siempre estuvo obliga rl " a trabajar en las minas, pero la masa de la poblacion vive hoy, como en 1o, tiempos prehispanicos, principalmen te de la agricultura1Bajo los incas, como bajo los espafioles, much as generacio nes vivian en las mismas aldeas y laboraban los mismos campos que solo se dejaban de cultivar cuando el suelo estaba agotado. Hoy, como en tiempos prehistoricos, esta poblacion autoctona esta intimamente vinculada al suelo de sus antepasados y tod:wia arraigada en el, mucho mas profundameme que los habitantes de otros paisajes sudamericanos. Los conquistadores se concretaron casi exclusivamente a arran car tributos de esta poblacion de cam- pesinos. Cierto que los metodos brutales y crueles de que se servian para estos fines no han dejado de impresionar hondamente a los indios, y es nece sario hacer memoria de esta dura presion, que por siglos ha pesado sobre ellos, si se quiere lIegar a comprender el caracter de los habitantes actuales. Desde los afios de la conquista, los metodos para labrar la tierra han experimentado muchos cambios. Los indios del altiplano de los Andes apren dieron' a valerse del buey como animal de tiro y por todas partes adoptaron la forma primitiva del cultivo con arado. En cambio, entre los indios de la Guayana, en la cuenca del Amazonas y en el centro del Brasil, se ha conser vado el cultivo de azada en su forma primitiva, y en las regiones selvaticas del Brasi! aun 10 siguen empleando los colonos europeos. La agricultura de muchos paisajes ha sido enriquecida notablemente con la introduccion de los animales domesticos y plantas de cultivo del Viejo Mundo, sin que el maiz y la yuca hayan perdido su importancia para el sustento de la poblacion. En algunos casos la introduccion del caballo ha sido la influencia decisiva para el modo de vivir de los indiosj en muy poco tiempo los indigenas de la Pampa y de la Patagonia oriental se transformaron en pueblos pastores. En los tiempos modern os algunos de los paisajes sudamerica nos han ad quirido kesperadamente gran importancia para el mercado mundial. En la epoca colonial eran principalmente las minas de plata de los Andes centrales y las plantaciones de can a de azucar de la costa brasilefia las que exportaban productos de alto valor. En los tiempos modernos eI auge de la cria de ga nado y de la agricultura han dado a la Pampa una importancia que segura mente no constituye un fenomeno pasajero, sino que es una fase duradera y decisiva en eI desarrollo cultural de este paisaje. I En cambio, eJ destacado papel qus la cuenca del Amazonas habia CIlmemado a desempefiar como productora de caucho termino en una crisis. De la misma manera el nuevo impulso cue se ha dado a 1a mineria boliviana solo Se debe a las exigencias pasajeras del mercado mundial del estano, y eI salitre chileno, cuya extr~c cion dio r.10tivo a que se poblara repentinamente la costa del norte de Chile en la segl1nda mitad del siglo pasado, tiene que enfrentarse ya a su poderoso rival el nitrato sintetico. Si la baja de los precios del salitre chileno en el mercado mundial no se encarga de poner fin a este auge que la mineria prociujo en eI norte de Chile, 10 ~ondra el agotamiemo de los yacimientos, que tarde 0 temprano tendra que bobrevenir. T ambien la posicion economica privilegiacia de Sao Paulo como principal proveedor cafetero de Europa y de Estados Unidos corre ya el peligro de verse superada por sus campetidores. La e:onomia de Sudamerica todavia se basa hoy dia en la agricultura, que ciew::mente produce en primer lugar para el consumo local de la pobla cion. En el mere ado mundial, solamente los productores agricolas de la Pampa y de Sao Paulo son de importancia para la exportacionj en cambio, la mineria trabaja casi exclusivamente para la exportacionj porque en ningu 714 716 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE na parte ha podido llevarse a cabo una industrializacion intensa, y solo bajo la proteccion de altos derechos aduanales algunas industrias son capaces de hacer frente al consumo del mercado local. I La importancia preponderante de la agricultura tiene como consecuencia que la formacion de los paisajes culturales se amolde generalmente, de una manera muy estricta, a los limites de los paisajes naturales. Es evidente que la diferenciacion natural del continente proporciona la base de las princi pales !ineas del desarrollo economico moderno. Los Estados. En un sentido politico, el continente sudamericano fue fe partido entre Espana y Portugal antes de su completo descubrimiento. La linea de demarcacion, tal como habla sido fijada, aunque con alguna vague dad, por el tratado de TordesiIlas (1494), adjudico a Portugal la parte del _continente que quedaba al este de los 49° de longitud. Por consiguiente, la corona portuguesa reclamo para si la tierra nueva que Cabral habia descu bierto en el ano de 1500. Con este hecho la linea de demarcacion dejo de tener validez, porque la verdadera frontera entre las colonias espanolas y portuguesas se formo en cada caso sin tomada en cuenta, y en 1750 quedo definitivamente anulada mediante un tratado entre Espana y Portugal. En realidad, ya en aquella epoca Portugal habia extendido sus posesiones mucho mas alIa de la citada linea de demarcacion y las fronteras definitivas que se fijaron en 1761 y, finalmente, en 1777 mediante el Tratado de San Ildefonso, ".; quedaron mucho mas allit de los 49° de longitud. Los intentos de otras naciones para establecerse tambien en el continen te no tuvieron mucho exito. En el siglo XVI los alemanes, bajo la direccion de los Welser, no aprovecharon debidamente la oportunidad que tuvieron para colonizar Venezuela. Los intentos de los franceses para fundar, en el mismo siglo, una France antarctique en la costa del Brasil con Rio de Janeiro como centro, y mas tarde, una France equinaxiale, fracasaron debido a la resistencia de los portugueses. Mas afortunados fueron los holandeses, en el siglo XVII, en la costa del Brasil, pues lograron, por 10 menos temporalmente, establecerse en el Brasil y, por fin, junto con ingleses y franceses, en la Gua yana de una manera definitiva. Un ataque de los ingleses a Buenos Aires (1806 a 1807), que se emprendio con el fin de conquistar el paisaje de La Plata, fracas6 completamente. De esta manera Espana y Portugal lograron durante tres siglos defender su dominio en Sudamerica con todo exite. Si finalmente se perdieron las colenias, esto no se debi6 a agresiones exteriores, sino a movimientos revolu cionarios que fueron el resultado de metodos de colonizacion rigidos y ca ducos. Durante toda la epoca colonial, tanto Espana como Portugal solo hablan considerado a sus posesiones de ultramar como objeto de explotacion. Las metropolis tenian estrictamente monopolizado el comercio con las colo nias, con grave perjuicio para estas. Deliberadamente se suprimia todo inten- LA POBLACION 717 to para aprovechar materias primas en el pais mismo 0 para establecer indus trias, con el fin de asegurar el consumo de productos espanoles 0 portugueses en el mercado sudamericano.4AI lado del monopolio comerciallas metropolis pretendian tambien el establecimiento de un monopolio para toda clase de fabricas; todavia en el ano de 1785, por ejemplo, se prohibi6 en el Brasil el uso de telares. Con este sistema Portugal y Espana aplicaban los mismos metooos coloniales que los ingleses hablan introducido en sus posesiones nor teamericanas, llegando a obstaculizar aim la transmision de la cultura espi ritual de Europa. Para retener las riendas del gobierno en manos espanolas, los descendientes de europeos nacidos en el pais, los lIamados erial/os, no ten ian acceso a los empleos administrativos, como tam poco los indios ni los mestizos. AI correr de los anos estos metooos de colonizacion dieron motivo a un des contento cada vez mas profundo entre los criollos, a los que la separacion de Estados Unidos de la metropoli servia de ejemplo. A principios del si glo XIX se hicieron numerosos intentos para alcanzar la independencia, y en la batalla de Ayacucho, del ano 1824, el dominio de los espanoles en Sur america se derrumbO definitivamente. Simultimeamente se lleva a cabo la separacion de las colonias portugue sas de la metropoli, aunque sin conmociones de mayor alcance. En 1807 la familia real portuguesa huyo de Portugal ante el ejercito frances de ocupa cion para establecerse en Rio de Janeiro. La Casa de Braganza habia perdido su pais, Portugal. Debido a esta circunstancia, quedaron anuladas tooas las medidas gubernamentales que habian hecho del Brasil de la epoca colonial un objeto de explotacion por parte de Portugal. En 180'13 todos los puertos del BrasilSe abrieron a los barcos de todas las naciones para las importaciones y exportaciones, y se abrogaron todas las leyes que habian impedido el co mercio de brasilenos con extranjeros. En el mismo ano tam bien se declararon nulas las Jeyes que impedian las actividades industriales de los brasilefios. De esta manera se derrumb6 el monopolio portugues de la epoca colonial y el Brasil quedo libre economicamente. Esta situacion se consolid6 en 10 sucesivo por Ia circunstancia de que, al tomar nuevamente posesion de Portu galla Casa de Braganza, en el mismo ano (capitulaci6n de Cintra: agosto 30, de 1808), el rey Juan VI se decidi6 a permanecer en Rio de Janeiro y a nombrar en Lisboa un representante. En 1815 el Brasil fue declarado rei no, uniendole, con iguales derechos, a Portugal y Algarve. Rio de Janeiro era desde entonces capital y residencia del gobierno, desde donde el nuevo Reino del Brasil fue organizado y administrado sobre una ba~e centralista. De esta manc:ra las colonias portuguesas obtuvieron la ventaja de contar con un cen tro comun que les habia faltado a las posesiones espanolas al conseguir su independencia. Sin embargo, el contraste entre los brasilenos nativos y los portugueses que vivian en el Brasil no pudo ser eliminado. En 1821 el rey ~ 718 LA POBLACION AMERICA DEL SUR: EL coNTINE NTI Juan regreso a Portugal, nombrando al principe heredero, Don Pedro, principe regente y gobernador general del Reino del Brasil, con poderes casi reales. Al poco tiempo empezaron a hacerse en Portugal intentos para restablec er la antigua dependencia de la metropoli. Por de pronto (1821) se les exigio a las provincias brasilenas que se comunicaran directamente con el gobierno de Lisboa, evitando el gobierno central de Rio de Janeiro; con este decreto se abrigaba la esperanza de poder minar nuevamente la union del Brasil, fomen tando movimientos regionales. Despues, las Cortes portuguesas realizaro n nuevos intentos que obedecian al mismo plan, pero que encontraron resis tencia y dieron motivo, finalmente, a que en 1822 se declarase la indepen dencia del Brasil proclamando a Don Pedro emperador. EI Brasil siguio como imperio independiente hasta que se proclamo la republica en el ano de 1889. Estos acontecimientos historicos explican el hecho de que las colonias portuguesas, en contraste con las espanolas, quedaran unidas en una sola entidad politica y, con esto, en el estado mas extenso de todo e1 continen te, en el que existen hoy dia paisajes que difieren grandemente en recursoS na turales, importancia economica, poblacion y. desarrollo historico. La division colonial en capitanias generales se ajustaba a esta desemejanza natural y cultural, pero al mismo tiempo fomentaba el regionalismo, al que se opusie ron desde 1808 los acontecimientos historicos. En los tiempos moderno s la union ha recibido nuevos impulsos gracias a una red de comunicaciones cada vez mas extensa Y a los progresos de la colonizaciOn que ha logrado acercar los paisajes entre S1. Sin embargo, los vaivenes del desarrollo economi co mo demo que han otorgado, sucesivamente, a un paisaje y despues a otro, una importancia sobresaliente, son la causa de que el gobierno central haya en contrado dificultades para salvar la union El actual valor politico del estado brasileno no debe juzgarse unicame nte a base de su extension y del numero de sus habitantes (1940: 41.3 millenes ). Es indudable que todos los paisajes de este gran territorio encierran grandes recursOS naturales que esperan su desarrollo; sin embargo, el actual estado de la colonizacion todavia deja vastas regiones fuera del alcance de la autorida d del estado. EI valor de los diferentes elementos etnicos es extraord inaria mente desigual. Al lado de los habitantes muy mezclados con sangre negra de la costa nororiental, se ve Uf'" poblacion rural de origen europeo en el sur del Brasil y una poblacion mayormente indigena en Matto Grosso. Sera ta rea del futuro la de refundir todos estos elementos heterogeneos en una sola nadon. La separacion de las colonias espanolas de la metropoli no se !levo a cabo de una manera tan pacifica y lenta como la de las posesiones portugue sas. Cierto que el ultimo vestigio dd poder espano] se derrumbo definitiv a mente en la batalla de Ayacucho, pero las colonias libertadas carecian por completo de una administradon central tr~rlicional, de suerte que era muy 719 natural que cada uno de los departamentos de la administracion colonial se segregara de los demas como estado independiente y que aun estos departa mentos se dividieran en entidades politicas mas pequenas. Esta division de las antiguas colonias se lIevo a cabo mediante sangrientas luchas entre los nuevos estados que, en algunos casos, ni hasta hoy dia han podido ponerse de acuerdo sobre sus fronteras. Sin embargo, en estos uitimos tiempos varias de estas disputas han podido ser arregladas de una manera pacifica, como por ejemplo en 1902, cuando se fijo la frontera argentino-chilena en Patago nia mediante el arbitraje de la Corona britanica, 0 se termino la controve rsia entre Chile y el Peru por las provincias de Tacna y Arica en virtud de la mediacion de Estados Unidos: en el ano de 1929, el Peru recobro T aena, mientras que Chile se quedo con Arica. Despues de la solucion de estas dis putas sobre limites, quedan por resolver en todo el continente solamen te dos problemas, de importancia, porque son todavia muy divergentes las opinione s de los estados interesados sobre la determinacion de la frontera entre Para guay y Bolivia en el Gran Chaco,'" por un lado, y de la frontera entre el Ecuador y el Peru, en la planicie al este de los Andes, por el otro.t EI valor politico de cada uno de los estados de la zona lingiiistica espanola es muy desiguaI. A la cabeza marcha, indudablemente, Argentin a, el estado mas europeo del continente. Segun el primer censo del ano de 1896, la republica tenia 1.7 millones de habitantes. Segtm el tercer censo, esta po blacion habia crecido a 7.9 millones y hoy dia Argentina supera a todos los otros estados hispano-americanos en cuanto a su importancia economi ca y el nivel de vida de sus habitantes, que suman (1941) 13.5 millones. Su situa cion fuera de los tropicos, en el sur del continente y lejos de la prepond eran cia contin~ntal de los Estados Unidos del ''Torte, ha sido de una influenc ia decisiva para BU desarrollo economico, cultural y politico. Cierto que la repu blica tiene que pagar bien cara su destacada posicion como gran exportad or de productos agricolas en el mercado mundial, dejando las mejores tierras en manos de un reducido grupo de grandes terratenientes y careciendo, por con. siguiente, de una capa social de pequenos agricultores de arraigo; ademas, debido a la numerosa inmigracion de los ultimos decenios, son muy hetero geneos los elementos que compenen eI pueblo argentino, de suerte que la naci6n est:'! todavia en pleno l'r()ceso de integracion. En comparaci6n con Argentina, es bien exigua Ia importancia politica de los dos estados que colindan con ella en las I1anuras: Uruguay (con un numero estimativo de 2.1 millones de habitantes en 1938) y Paraguay (1941: '1 ~ • Esta controversia trajo como consecuencia la guerra entre ambos paises (1932-1935), que termino con los buenos oficios de varias nadones americanac ::, mediante el armisticio de junio 12 de 1935. t Tambien surgi6 un conflkto belieo entre estos dos paises (1941-1942), que termin6 en virtud del Tratado de 29 de el1ero de 1942, ~ 720 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE 1.000,000 de habitantes, estimativamente). Solo una muy pequena parte de la moderna inmigraeion en masa de Europa se dirigio hacia estos dos estados. Ademas, a pesar de que todo su territorio esta situado en las ricas tierras de la Pampa, Uruguay esta economicamente atrasado, por dedicarse exclusiva mente a la ganaderia. Paraguay, con su poblaeion predominante de indios guaranis era, todavia en el siglo XIX, politicamente tan fuerte como sus veci nos, como 10 prueba el que solo por medio de una guerra de siete anos (de 1864 a 1872) las fuerzas unidas del Brasil, Uruguay y Argentina lograron su derrota. Pero no debe buscarse la causa de los exiguos adelantos econo micos y culturales de Paraguay, en los tiempos modernos, en el agotamiento general de su poblacion por la prolongada guerra contra los paises limitrofes. Sin esta guerra de siete anos Paraguay no hubiera podido tam poco progresar de la misma manera que sus veeinos, porque por un lado, su situacion des ventajosa en el interior del continente, y por el otro la existencia de una numerosa poblaeion indigena, representan dificultades muy dificiles de ven eer. En la epoca colonial los guaranis, por ser cultivadores, representaban la riqueza de Paraguay, porque su trabajo daba al territorio un valor mucho mas alto que el que correspondia, por ejemplo, a la Pampa, cuyas riquezas potenciales no se habian puesto en juego todavia. Fue la gran corriente de inmigrantes europeos la que hizo que se invirtiera la escala de valores. En Paraguay, cuyo suelo estaba ya ocupado por indigenas, quedaba poco lugar para los europeos, mientras que la Pampa y el sur del Brasil estaban todavia desiertos, de suerte que pudieron ser poblados rapidamente con una pobIa cion de alto valor economico, que ha incrementado de una manera notable el valor politico del Brasil, Argentina, asi como de Uruguay. Tambien en las otras partes de Ia zona de cultura espanola ha habido fuertes fluctuaciones en cuanto al valor politico de los diferentes estados. En tiempos de la colonia, el virreinato del Peru ocupo una posicion muy destacada, pero en las luchas que siguieron a las guerras de independencia, Chile supo sacar provecho de las cualidades guerreras de su poblacion. La raza mestiza que se habia formado de conquistadores espanoles y de arau- canos proporciona todavia hoy los mejores soldados de Sudamerica. A la superioridad militar de su poblacion autoctona debio Chile su victoria sobre Bolivia y el Peru en la guerra de 1879 a 1884, asi como la adquisicion de las regiones salitrosas de tan alto valor economico. A pesar de que Chile casi no fue tocado por la corriente moderna de inmigrantes europeos, esta repu blica ha sabido colocarse a la altura de la Argentina y el Brasil (numero de habitantes de Chile en 1940; 5.000,000). Asi que Ia poblacion del pais que esta muy mezclada con sangre india no Ie resulto gravosa a Chile, muy en contraste con 10 que ocurre en Paraguay. Para Bolivia, el Peru y el Ecuador -los tres herederos del antiguo im perio incaico--, la muy numerosa poblacion indigena que se resiste a toda LA POBLACION 721 innovaClOn significa una remora insuperable. El mismo material humano que, durante la epoca colonial, contribuyo esencialmente a la importancia economica del Peru, porque era £aeil constrenirlo a trabajos forzados, es hoy un obstaculo, por hacer casi imposible la inmigracion de elementos extranos. De igual manera que Paraguay, tambien Bolivia (segun un calculo del ano de 1938: 3.4 millones de habitantes), el Peru (en 1940: segun el censo, 7 mi. Hones de habitantes) y el Ecuador (segun el censo de 1942, 3.2 millones de habitantes), son preponderantemente estados indigenas cuyo valor politico no puede competir con el del Brasil, Argentina 0 Chile. Venezuela (1941: segun el censo 3.8 millones de habitantes) y Colom. bia (en 1942, 9.5 millones de habitantes), cuyo nombre era originalmente Nueva Granada cuando ambas constituyeron en el ano de 1830, junto con Ecuador, a raiz del desmembramiento del antiguo virreinato de Santa Fe, la republica de la Gran Colombia, tam poco pudieron atraer hacia sus playas Ia corriente de inmigraeion europea, y su desarrollo se ve obstaculizado por su pobIacion, que es mayormente indigena en las mesetas, y, en las llanuras, africana. Estos Estados han logrado modernizarse en eiertos sectores de su economia debido en gran parte a influencias extranjeras estadounidenses, en primer lugar. La debilidad poHtica de Colombia qued6 manifiesta de una manera evidente al no poder oponerse a la segregacion de Panama. Mientras que el desarrollo politico de la zona cultural portuguesa ma nifiesta, ya desde hace mas de cien anos, la tendencia hacia la integra cion de un Estado unitario con vinculos nacionales, ia disociacion en la zona cul tural espanola al estar dividida en diferentes entidades politicas ha hecho ya grandes progresos. La poblacian de las repllblicas de habla espanola no esta mas difereneiada que la del Brasil, y sin embargo, se ha agrupado, en nueve republicas que son otras tantas naeiones independientes; y, a pesar de que estas hablan la misma lengua, han desarrollado, en el curso de su breve historia, una individualidad nacional tan marcada que entre elIas se han venido formando, en algunos casos, contrastes mas profundos que los que pueden encontrarse en el Viejo Mundo. Si la politica internaeional de las republicas hispano-americanas ha caminado, hasta ahora, por send eros relativamente padficos, esto se debe en primer Jugar al hecho de que cada una de las jovenes republicas encuentra todav!a amp lias posibilidades de des arrollo dentro de su propio territorio. As! pues, Ia mayor parte del continente esta oCllpada por Estad06 inde pendientes, y solamente una pequefia parte de la Guayana (1944: 570,000 habitantes), que estuvo bajo el dominio de ingleses, holandeses 0 franceses, no fue afectada al extenderse el movimiento libertador a principios del si glo XIX sobre Sudamerica. Las tres colonias extranjeras de Ia Gllayana sigllen siendo administradas desde Europa, y Sll importancia economica es muy exi gua; soJamente la Guayana Inglesa arroja un pequeno superavit, mientras 722 AMERICA DEL SUR: EL CONTINENTE que la colonia holadensa y, especialmente la francesa dependen, para sus gastos de administracion, de subsidios que les destinan sus respectiv as me tropolis. n LOS PAISA]ES. CAPITULO XX LA ZONA CULTU RAL ESPA1QOLA Los Andes Septentrionales, Su COSTA SEPTENTRIONAL fue la primera parte de Sudamerica que se presen to ante la mirada de los europeos. Ya en el ana de 1498, Col6n diviso por primera vez el continente cerca de la peninsula de Paria, sin seguir, sin em bargo, la costa, por haber torcido su ruta hacia el norte. Pero ya en el ana siguiente, Alonso de Ojeda, en compania del pilato Juan de la Cosa y de Americo Vespucci, explor6 toda la costa de la actual Venezuela hasta el Cabo de Vela. Un ano mas tarde (1500), Rodrigo de Bastidas, nuevam ente acompanado por de la Cosa, que acababa de regresar de su viaje con Ojeda, continu6 la exploraci6n de la costa hacia el oeste hasta el Golfo de UraM. La exploraci6n del interior, sin embargo, tard6 mucho en emprend erse, y cuando al fin Jimenez de Quesada lleg6, en el ano de 1536, desde Santa Marta al altiplano de Bogota, se encontr6 alli can otra expedicion que ha bia avanzado hasta los Andes Septentrionales desd" pi imperio incaico, con quistad~ hacia poco. La naturaleza de los Andes Septentrionales presenta muchos rasgos ca racteristicos que la distinguen de los Andes Centrales con los que linda en el sur. AI norte del Nudo de Pasto bajo el ler grado de latitud norte, comien za a desintegrarse'la cordillera andina, dividiendose en varias cadenas que en parte cambian tambien su rumbo por completo, 0 sea de una manera que ha dado motivo para compararla con la desintegraci6n de los Alpes Orien tales. Aqui como alia, Una parte del sist~'Tla orografico se hunde a 10 largo de lineas de fractura, mientras que las cordilleras que subsisten, rienen su continuaci6n, despues de un cambio muy marcado de su rumbo, en las sie rras de Panama, la Sierra de Perija, la Sierra de Merida y finalmente en las cordilleras costeras venezolanas, en una forma muy parecida a la de los Al pes Orientales que continuan en los Carpatos y las cadenas dinarica s. La particularidad de los Andes Septentrionales consiste en la bifurcacion de las cadenas andinas y en la encajadura de profundas depresiones y fracturas en 723 r. 960 AMERICA DEL SUR: LOS PAISAlES es e donde se extendieron al poco tiempo las plantaciones de los holandes al principio dio se que parece donde y os, kilometr de cientos por ingleses tierras fertiles las como desarrollo de un paisaje cultural. Pero tan pronto in las ando abandon as, cultivarl a entes de la costa indujeron a los terrateni cu mediatas a los rios, la selva pudo posesionarse nuevamente del interior, hu trabajo del huella toda borrando y casas y campos ente nipidam briendo islas mano. Hoy dia solo alglin viejo arbol del pan que, originario de las primeros los desde tropical Sur del Molucas, fUe cultivado en la America vivio tiempos, 0 alguna mata de bambu importado, recuerdan que una vez el hombre en estas selvas y que la cultura habia triunfado sobre la natura de "las leza. Todas las demas huellas estan borradas, porque la mayoria n en pereciero frutales, arboles 0 azucar de plantas de cultivo, como la cana el en costa la de tierras las s6lo ente, Actualm tropical. la selva humeda por cultural, paisaje sentido estricto de la palabra pueden considerarse como 10 menos en parte, es decir, en los lugares donde los pantanos han sido dese zona cados por medio de sistemas de diques. Desde hace mucho la angosta de detras , cemento de diques con o reforzad sido ha couridas de del bosque nes plantacio las negros, los 'que se levantan, bien protegidas, las aldeas de los la sede su tiene donde , ciudades s pequefia de los holandeses e ingleses y las cia de administracion de las colonias. Georgetown, la ciudad de mas importan la Guayana, es una pequefia ciudad-jardin tropical (1938: 66,000 habitan de pantanos los de zona la en tes), con amplias avenidas, que esta situada te bajo del nivel del mar durante la fase de la pleamar. E1 agua sale sol:)men ce quedan esclusas las alta, marea la de hora la en bajamar; durante la que de hecho el hoy rradas. El aspecto del paisaje cultural recuerda todavia los y drenajes de sistema el eron fueron los holandeses los que introduj ion. que escogieron justamente esta parte de la Guayana para la colonizac en diques de rodeadas s marisma de regiones la.s de europeos colonos SOlo resecar costas del mar del Norte pudieron concebir en el siglo XVI! la idea de la acruaies, tiempos los en Aun . Guayana la de los pantanos de la costa . modema ciudaduna para josa desventa muy resulta own Georget de situacion ser podido ha no La canalizacion resulta tan dificil que hasta la fecha potable agua r consegui posible es no construida, y en el suelo de puro fango dei amente exclusiv n depende es habitant Los iones. por medio de perforac las agua de lluvia, que recogen en los techos de sus casas, mientras que emer de tiempos para iglesias y edificios publicos almacenan una reserva las gencia. A Georgetown Ie sigue en importancia Paramaribo (1938: 52,000 habi de tantes), capital de Surinam, y Cayrna (1938: 14,000 habitantes), capital la Guayana Francesa. L_ --~~J A. / ltD ~--' ,-- JAy/ '-(j ......... 140 Fig. 1.I32 Mesetas interiores. "' Provincias Fisiognifica, gegun Jones. A,. Altiplanicie brasilena; A,. Llanuras sudameric~nas; Mesetas y montanas orientales; B. Altiplanicie de Ia Guayana; C. C.ribe. D. Los Andes; E. Llanuras y sierras costeras del Pacifico y del " :~ " 0.