Marsillach vuelve a las tablas de mano de su viuda

Transcripción

Marsillach vuelve a las tablas de mano de su viuda
Javier Gomá descubre cómo sobrevivieron
a la realidad los grandes genios
Junto a expertos como Mainer, Oleza o Calvo Serraller acaba de
publicar ‘Ganarse la vida en el arte, la literatura y la música’ Pág. 34
CULTURA
La Gaceta. Jueves, 15 de marzo de 2012. Número 7.113
Marsillach vuelve a las tablas de mano de su viuda
Mercedes Lezcano dirige ‘Extraño anuncio’, texto que no pudo estrenar el artista, fallecido en 2002 ● Esta
reflexión sobre la inconsistencia de la realidad se estrena mañana en el Teatro Valle-Inclán de Madrid
Noelia Hermida. Madrid
“Una obra de teatro no
existe hasta que se estrena. Mientras, debe conformarse con pertenecer –si
se publica– a la literatura
dramática. Es lógico y
comprensible que los autores aspiren a ver representados sus textos, aunque
dicha aspiración esté cargada de peligros”. Este
texto escrito por el propio
Adolfo Marsillach en 1992
se convertiría en la mejor
carta de presentación para
una de las piezas que dejó
en el cajón tras su muerte,
en el año 2002.
Veinte años después,
Mercedes Lezcano, la
mujer que estuvo a su lado
hasta el último de sus días,
decidió poner Extraño
anuncio sobre el escenario.
“Es un texto complejo, singular, inquietante, en el
que el suspense se entremezcla con el absurdo y el
humor surge como reacción que lleva a situaciones
desconcertantes”, afirmó
ayer la directora durante la
presentación en el Teatro
Valle-Inclán de Madrid,
donde estarán desde mañana hasta el 29 de abril.
Para esta reflexión sobre
la inconsistencia de la realidad, Lezcano se ha rodeado de amigos y admiradores de Marsillach. Manuel
Galiana, José Carabias,
Ana María Barbany, Mónica Aragón, Óscar Olmeda
y Kiko Sánchez componen
el reparto de este proyecto
del Centro Dramático
Nacional (CDN).
Manuel Galiana y Ana María Barbany protagonizan esta obra, que estará en la capital hasta el 29 de abril.
El fallecido dramaturgo
explicaba esta obra como
“un juego en el límite entre
lo que ha ocurrido, lo que
ocurre y lo que ocurrirá. Es
posible que nunca hayamos existido. Y es probable, por lo tanto, que esta
obra no se haya escrito
nunca. O que se esté escribiendo todos los días”. Lezcano continúa por el
mismo camino. Dejando
un final abierto “para que
el espectador dé su propia
respuesta”, la viuda de Marsillach recrea una pesadilla
inquietante. “Adolfo era un
buen soñador. Todas las
noches, su mente creaba
argumentos. Yo le insistía
para que los escribiera,
pero no lo hizo. Este texto
tiene mucho de sus noches”,
explicó Lezcano.
Aunque la directora aseguró que Marsillach nunca
dejó ninguna indicación
sobre cómo se debía interpretar Extraño anuncio –si
bien asistió a una de las lecturas dramatizadas que se
hicieron de este texto–, el
autor está presente en el
escenario. “Casi físicamente”, apuntó Carabias. “Me
gusta llenar los espacios de
cosas personales. Cuando
creamos esta casa especial
en la que se desarrolla la
obra, decidí poner un reloj
que pertenecía al abuelo de
Adolfo, una foto suya en
una agenda que cogen los
El Faldón
Un líder preocupado por la cultura
Antonio Castillejo
La escritora cubana Katiuska Blanco, biógrafa del ex presidente cubano Fidel Castro,
ha declarado que el líder de la revolución
ocupa una gran parte de su tiempo en la lectura, sobre todo de la obra de Stephen Hawking y Charles Darwin, ya que, al parecer
está muy interesado en el problema del
“desastre ecológico mundial”.
Mantiene Blanco que Castro es un hombre muy culto y preocupado por la cultura.
Una pena que no le preocupen de igual
forma otros muchos temas como la desastrosa situación de la isla, la absoluta carencia de libertades a la que ha sometido a su
pueblo o los 604 presos políticos que actualmente se encuentran en prisión.
personajes durante la representación... Es una responsabilidad mayor hacer una
obra de alguien a quien
amas tanto”, destacó.
Mercedes Lezcano ha
intentado ser fiel al texto.
“Viví 28 años con él y
puedo saber más o menos
cómo le gustaría ver este
texto sobre el escenario”,
afirmó. “Cuando escribía
escenas, siempre me preguntaba si me las podía
leer para saber qué opinaba. Le servía como medida
antes de hacerlas públicas”,
añadió. Por eso, se convirtió en la mejor aprendiz y
heredera natural de la elegancia que siempre caracterizó al que fue el primer
director del CDN.

Documentos relacionados