Turnos de tres horas.

Transcripción

Turnos de tres horas.
Turnos de
tres horas.
Propuesta de debate.
Noviembre de 2016
A la Comunidad Académica,
Invito a la comunidad a analizar la posibilidad de reducir en una hora los
turnos actuales para llevarlos de 4 a 3 horas. La reducción horaria permitiría
reformular los turnos de acuerdo al esquema que sigue:
Mañana 9 a 12 horas
Intermedio 12.30 a 15.30 horas (turno adicional a definir)
Tarde 16 a 19 horas
Noche 19.30 a 22.30 horas
El texto adjunto presenta algunos argumentos a favor de la iniciativa. Lo
primero y principal es asegurar que la iniciativa parte de la base que NO se
afectarán los salarios docentes, vale decir que la propuesta de reducción
atañe solamente a la duración del turno. Deseo con esto llevar tranquilidad a
la comunidad académica para discutir la cuestión en sus términos específicos y poder analizar colectivamente sus virtudes y limitaciones.
Una medida de estas características debe contar con un amplio consenso
de la comunidad académica. El acuerdo debe extenderse entre estudiantes,
docentes, profesores y nodocentes por igual. Me permito introducir el tema
con anticipación para habilitar una discusión seria y objetiva a lo largo del
primer semestre de 2017, la que podrá canalizarse a través de reuniones,
debates, encuestas y demás instancias pertinentes antes de que pueda llevarse al Consejo Directivo de la FADU, para permitir allí su tratamiento político
y su eventual aprobación en un marco de consenso superador de la mayoría
con la que contamos como espacio de gobierno.
En ese entendimiento, invito a todos a profundizar la discusión en torno a la
iniciativa.
Arq. Luis Bruno
Decano UBA,FADU
UBA, FADU
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10 Puntos a favor de los turnos de 3 horas
1. UN MEJOR TURNO TARDE PARA AMPLIAR LAS POSIBILIDADES
LABORALES
La mayoría de nuestros estudiantes trabaja. A modo de ejemplo, datos oficiales de la carrera de arquitectura revelan que el 70% de sus estudiantes
trabajan, un 15% adicional se encuentra buscando trabajo y sólo un 15%
decide no trabajar mientras estudia. Desde esta perspectiva, el actual turno
tarde de 14 a 18 horas es pésimo y dificulta cualquier posibilidad de trabajar
dado que restringe la disponibilidad previa de horario al efecto. No en vano, el
edificio se encuentra virtualmente vacío en esa franja horaria. Un turno tarde
que se curse a partir de las 16 horas mejoraría sensiblemente la convivencia
con la actividad laboral. Entre las 9 de la mañana y las 15 horas, una jornada
laboral se extiende por espacio de 6 horas, mientras que con el turno actual,
sólo llega a 4 horas. En diseño y arquitectura en muchos ámbitos públicos
y privados la jornada laboral comienza a las 9 pero también es habitual que
comience a las 9.30 o a las 10 lo que inhibe a los estudiantes de acceder
a esos empleos parciales, razón por la cual deben cursar por la mañana y,
preferentemente, por la noche, atestando aulas y talleres en esos turnos en
virtud que las cátedras se concentran también en esos turnos.
2. UNA PRÁCTICA GENERALIZADA
La realidad indica que en su amplia mayoría, los turnos actuales de 4 horas
no se cumplen. Por distintas razones, la mañana comienza a las 9 horas y la
noche a las 19.30 horas, lo cual supone un recorte de media hora en el comienzo de la clase. También por distintas razones, los talleres se comienzan
a vaciar a partir de las 12 (hay que ir a trabajar) y de las 22.30, particularmente en invierno cuando las noches se vuelven rigurosas. La longitud del
turno también impone las visitas intermedias a los bares en busca de una
necesaria distensión dado que no hay concentración que pueda sostenerse
ininterrumpida durante 4 horas. En cierto modo entonces, el turno se vuelve
un espacio de tiempo dentro del cual ocurre la clase.
Varios colegas cumplen estrictamente con el turno en su duración completa
y desde su perspectiva es entendible que una quita horaria pueda resentir la
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propuesta académica específica. Al respecto entiendo que un turno de 180
minutos admite un diseño específico para cumplir con los contenidos que
actualmente se dan en 4 horas. Las nuevas tecnologías, por caso, ofrecen
elementos interesantes para obtener un mejor aprovechamiento del tiempo.
3. POSIBLE REDUCCIÓN DE TRASLADOS A LA SEDE
Vale subrayar la dificultad que supone con el actual esquema horario el
cursado sucesivo de dos turnos para quien quiera hacerlo, dado que ello requiere estar 9 horas completas en la sede lo que hace prácticamente inviable
aplicar el criterio a más días. Se trata de elementos críticos a tener en cuenta
en la programación anual del cursado por parte de los estudiantes. Por su
ubicación relativa, la ida a nuestra sede insume tiempos largos de traslado
que se suman a la larga duración de los turnos, y gastos importantes asociados a los viajes a los que se añaden habitualmente otros costos propios de
estadías largas en la sede. Un mejor horario vespertino y un eventual turno
intermedio permitirían el cursado de dos asignaturas por día para concentrar
en menos días de concurrencia a la sede el cursado de las asignaturas con
la consiguiente reducción de tiempos y costos de traslados.
4. VALORAR NUESTRO TIEMPO
La puntualidad es un elemento esencial que hace a la convivencia responsable entre muchas personas. En este sentido, considero que las cuatro horas
constituyen una invitación a la impuntualidad, rasgo que luego se traslada a la
actividad profesional. Si convenimos que la formación atañe a los específico
y a muchos aspectos y valores que adquirimos en la convivencia en nuestras aulas, talleres y pasillos, este es un rasgo negativo. Perdemos tiempo
valioso en las esperas a que las aulas se llenen al menos parcialmente para
dar comienzo a las clases y los puntuales pagan por los impuntuales con la
pérdida de su tiempo. En la actualidad es sabido que arquitectos y diseñadores tenemos dificultades para hacer valer nuestro tiempo a la manera que
lo hacen otras actividades y/ o profesiones. La reducción debería alentar la
mejor utilización del tiempo por parte de docentes y estudiantes y este hábito
debería trasladarse de manera virtuosa al ejercicio de nuestras profesiones.
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5. ALENTAR LA INTERACCIÓN ENTRE PARES
Una lectura posible del turno es que es el tiempo que lleva la corrección de
un grupo numeroso de trabajos en el taller. Pero según esta mirada, particularmente en las cercanías de las entregas, si lo que prevalece es la corrección
individual, no hay turno que resista. La administración del tiempo supone un
equilibrio entre la corrección individual y la colectiva. Las tres horas deben
servir para inducir a docentes y estudiantes a maximizar las posibilidades
de ver en la corrección del otro aquello que puede resultar de utilidad para el
desarrollo del propio trabajo, y a los estudiantes para aprovechar el contacto
entre ellos para analizar similitudes y diferencias en sus trabajos. En otras palabras, en un marco de relación abierta como el que caracteriza la actividad
en nuestras aulas y talleres, la concentración en tres horas puede alentar una
mayor interacción entre estudiantes en favor del desarrollo del espíritu crítico
de cada uno de ellos.
6. ESPACIO PARA LAS REUNIONES DE CÁTEDRA
El turno de tres horas de clase contribuiría a una mejor articulación de los
equipos docentes en la medida que dentro de la ida a la sede el mayor tiempo disponible podría destinarse a reuniones de cátedra previas o posteriores
según el turno. Es sabido que el turno mañana finaliza en estampida hacia
los destinos laborales, realidad que dificulta la realización de reuniones de
articulación, las que suelen llevarse a otros días y horarios. Por la noche,
la llegada con antelación para reuniones previas se vuelve dificultosa tanto
por las complicaciones de tránsito como por razones laborales y se vuelve
inviable a continuación del turno dado que la sede se cierra.
7. ANTICIPO DE LA SALIDA NOCTURNA
Un turno noche que se desarrolle entre las 19.30 y las 22.30, permite adelantar media hora la salida de regreso. Estos es particularmente deseable
para todos los que vienen a la sede en transporte público desde destinos
distantes, especialmente para los que deben hacer combinaciones. También
es altamente deseable durante el período invernal cuando las calles de la
ciudad se vacían prematuramente en virtud del rigor del clima, haciendo los
tránsitos de regreso más desolados. Posiblemente, el turno favorecería una
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mayor inscripción de alumnos iniciales en el turno a las distintas asignaturas
de las carreras.
8. REDUCCIÓN DEL TIEMPO DE OCUPACIÓN DE LA SEDE
La medida supone una reducción de una hora del tiempo de ocupación de
la sede. Si bien ello no supone, en principio, una reducción del tiempo de
apertura de la misma, favorece la relación con las tareas de mantenimiento
que se realizan antes y después de horario y, en la medida que a esa hora de
reducción se añada que los movimientos de docentes y estudiantes se concentrarán en 9 en lugar de 12 horas diarias, se optimiza también el uso de la
energía eléctrica en aulas, talleres y ascensores. En este punto es importante
señalar que la medida no persigue bajo ningún aspecto fines de recorte de
gastos. Aun así, es dable convenir que todo aporte al ahorro energético contribuye a la sustentabilidad general de la operatividad edilicia.
9. SOBRE LA CARGA HORARIA TOTAL
Los actuales planes indican, por ejemplo, cargas horarias de 4 horas semanales para las clases correspondientes a las asignaturas Sociedad y Estado
e Introducción al Pensamiento Científico del CBC cuando en la práctica, los
turnos de cursado para dos días son de una hora u hora y media, lo cual lleva
el total semanal a 2 o 3 horas.
Dado que, en líneas generales, lo que se propone es la validación de la
práctica real para permitir una mejor planificación tanto a nivel general de
la facultad como a nivel personal de estudiantes y docentes, puede decirse
que el impacto real sobre la carga horaria total prevista para cada carrera es
virtualmente nulo. De todos modos, en cada caso sería a definir el modo de
tramitación de la iniciativa a los efectos de cumplimentar las reglamentaciones educativas vigentes y para que en modo alguno, esta iniciativa resulte un
recorte a la calidad académica de nuestras carreras. En línea con esta idea
central, la menor carga horaria real total y la mejor distribución horaria de los
turnos permitirían a las distintas carreras analizar la posibilidad de introducir
asignaturas nuevas y/o cuatrimestres adicionales de algunas asignaturas en
turnos de 2 o 3 horas según se analice en cada caso y atendiendo las lógicas
de asistencia a la sede de los alumnos.
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10. ESTUDIAR DISEÑO O ARQUITECTURA EN RELACIÓN A OTRAS
CARRERAS
Entre quienes estudian las carreras de Diseño o Arquitectura está instalado
que cursar un año regular completo supone asistir 4 horas diarias seis días
de la semana para cumplir con las asignaturas previstas al cabo del año. En
síntesis, asumimos una cursada con una dedicación de 24 horas semanales
sólo dedicadas a la estadía en clase. Las Ingenierías y las Ciencias Médicas
parten de presupuestos horarios semanales similares. Pero los estudiantes
de Ciencias Económicas dedican sólo seis o siete turnos de 2 horas, vale
decir que cursan entre 12 y 14 horas semanales y quienes estudian Derecho,
seis turnos de una hora y media, lo que suma un total semanal de 9 horas.
No es que debamos adoptar un modelo similar, pero esta realidad debería
servirnos para reflexionar sobre la relación entre la demanda de tiempo de
cursado, la valoración del propio tiempo y el desarrollo de capacidades determinadas para insertarnos profesionalmente en una misma sociedad.
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