M. Coínta para exponerle la imperiosa necesidad de que las

Transcripción

M. Coínta para exponerle la imperiosa necesidad de que las
ASÍ NOS TRABAJA DIOS
M. Coínta para exponerle la imperiosa necesidad de que las
religiosas cedieran el convento para convertirlo en cuartel
general. La situación era delicada. La M. Coínta oró y consultó el caso con las religiosas. Después de madura reflexión,
determinaron rogar al general que cambiara el destino del
inmueble e hiciera de él un hospital de sangre.
La M. Coínta consideraba que las religiosas no podían
continuar viviendo en casas particulares, sin vida de comunidad, y que, además, ellas mismas resultaban una carga para
las familias que las habían acogido. Si el convento se convertía en hospital, se reservarían un piso para ellas, dejando el
resto para hospital, cuyo gobierno y dirección incumbiría a
ellas, lo mismo que el control de enfermeras voluntarias,
equipo médico y gobierno espiritual y material. La parte técnica tocaría a los médicos, Hermanas de la Caridad y enfermeras militares. La M. Coínta pidió a las religiosas que le indicasen si se hallaban con fuerzas para servir en el hospital, no
como enfermeras, sino como vigilantes o encargadas. Muchas
se brindaron para estos servicios, casi todas.
Fue ésta una ocasión en la que la M. Coínta sintió las ventajas de la unión: hubiera tenido una superiora provincial y
una superiora general en quien confiar antes de tomar decisiones importantes; hubiera podido enviar a las religiosas a otras
Casas de la misma Compañía.
El convento de Talavera de la Reina fue hospital desde el 5
de septiembre de 1936 hasta que, terminada la guerra, el 13
de noviembre de 1939 volvieron las religiosas a ocuparlo
enteramente. El internado se abrió el 16 de octubre de 1940.
Todas las religiosas no tenían cabida en la parte del convento que pudieron reservar para ellas. La M. Coínta tuvo que
desenvolverse, buscar por los caminos que fuera, no sólo
habitación, sino también ocupación para sus religiosas, preferentemente en el campo de la enseñanza, para que cada una
se sintiera llenando una misión, respondiendo a una necesidad de la sociedad.
Así, mientras algunas se pusieron a trabajar en el hospital,
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