La DRa. PaTRICIa KOnGShavn

Transcripción

La DRa. PaTRICIa KOnGShavn
La Dra. Patricia Kongshavn:
La mujer detrás del
®
descubrimiento de Immunocal
De vez en cuando se realiza un descubrimiento importante que
cambia para siempre nuestro conocimiento del cuerpo humano
y sus requisitos para garantizarnos un funcionamiento eficaz y
una salud óptima. El descubrimiento revolucionario relativo
al rol que juega la proteína de suero en el incremento de los
niveles de glutatión, es uno de estos descubrimientos.
Un nombre que se asocia mucho con la solidez científica
de Immunotec y con su producto emblemático, es el del Dr.
Gustavo Bounous. Su programa de investigación condujo
al desarrollo del suplemento alimenticio de gran calidad
patentado en 1997 bajo el nombre de Immunocal.
Otro nombre que también se asocia mucho con el Immunocal es el de la Dra. Patricia Kongshavn, la principal colaboradora del Dr.
Bounous. Este equipo de científicos fue pionero en el aislamiento y la preparación del concentrado de leche no desnaturalizada que
ayuda a optimizar el sistema inmunológico para mejorar la salud y la vitalidad.
Una alianza esencial
Los Dres. Bounous y Kongshavn se conocieron por primera vez en 1975. En aquel entonces, la Dra. Kongshavn trabajaba como
investigadora independiente y profesora de fisiología e inmunología en la renombrada Universidad McGill en Montreal.
El Dr. Bounous, quien había sido nombrado Investigador Profesional del Consejo de Investigación Médica en 1968, visitó el laboratorio
de la Dra. Kongshavn en el Departamento de Medicina de McGill durante el año sabático que se había tomado para concentrarse más
a fondo en su investigación. Su objetivo era encontrar una forma de mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico mediante
cambios realizados en el componente proteico de la dieta.
El Dr. Bounous, cirujano e investigador quirúrgico cuyo interés se centraba en la nutrición y la Dra. Kongshavn quien realizaba
investigaciones en el área de la inmunología, formaban el equipo de trabajo ideal. Gracias a un trabajo en conjunto realizado a lo largo
de más de 14 años, sus áreas de especialidad complementarias resultaron realmente fructíferas.
Tal como lo sabemos hoy, este equipo pionero fue el primero en descubrir una forma natural de elevar el nivel de glutatión del cuerpo.
Juntos diseñaron sus experimentos y escribieron y publicaron artículos vinculados a su trabajo.
El trabajo
Incontables horas; numerosos experimentos; un sinfín de preguntas que se convirtieron en descubrimientos que gradual y
progresivamente llevaron al desarrollo del Immunocal.
© 2011 Immunotec Inc. Todos los Derechos Reservados.
En los inicios, los Dres. Kongshavn y Bounous pudieron demostrar que al alimentar a un ratón con proteína a base de suero, los
animales desarrollaban una respuesta inmunológica mucho mayor que la que se observaba en ratones que eran alimentados con
cualquier otra proteína comestible. Más importante aún, la proteína a base de suero protegía a los ratones del cáncer y prolongaba
sus vidas en un 40%, cifra que resultaba impactante.
A pesar de la emoción que les generó este descubrimiento, ambos científicos sintieron le necesidad de buscar más respuestas. ¿Cómo
podía suceder esto? En aquel entonces, el suero no era más que un subproducto de la fabricación del queso y se consideraba una
fuente insignificante de proteína comparada con otras fuentes.
Más horas; más experimentos. Cada nuevo paso, generaba una nueva serie de preguntas. ¿Cómo podía ser que esta fuente de
proteína, considerada de baja calidad, fuera capaz de generar una bioactividad tan elevada? Ellos conocían el “qué sucede cuándo”.
Lo que buscaban era el “por qué sucede”.
Finalmente llegó el “momento eureka” cuando pudieron probar que los efectos positivos de la proteína de suero sobre el sistema
inmunológico de los ratones de laboratorio se debían al alto contenido de un aminoácido, la cisteína. La cisteína permitía a los
ratones producir glutatión a nivel celular. Y el glutatión, tal como lo sabemos hoy, es esencial para el mantenimiento de un sistema
inmunológico sólido.
Este descubrimiento único e importante cambió para siempre nuestra comprensión acerca del rol que juega la nutrición en la
optimización de la respuesta inmunológica.
Los científicos son una especie apasionada. Su búsqueda de respuestas genera un impacto sobre la vida que conocemos. Y sus
descubrimientos – especialmente cuando tienen relación con el cuerpo humano- nos benefician enormemente al mejorar nuestra
salud, lo que finalmente mejora nuestra calidad de vida.
Esposa, madre y mujer
Dada su dedicación absoluta dentro del laboratorio, tal vez olvidemos que los científicos
son personas que tienen vidas fuera del laboratorio. Además de su doble rol de científica
y profesora, la Dra. Kongshavn también fue una esposa y madre dedicada. De muchas
maneras, se adelantó a su tiempo, viviendo una realidad colmada de desafíos.
En aquel momento su marido era ingeniero. Sin embargo, por causa de una enfermedad
estaba imposibilitado de trabajar. Esto obligó a la Dra. Kongshavn a ser la única proveedora
para su familia y en muchos sentidos, una madre soltera para sus tres hijos pequeños.
A pesar de que los diferentes aspectos de su vida profesional implicaban un gran
compromiso, la Dra. Kongshavn tenía estándares muy estrictos en cuanto a sus
prioridades, entre ellos el simple hecho de compartir una cena sentada en la mesa junto
a su familia. Esto dejaba mucho por hacer durante las noches luego de acostar sus hijos
o durante los fines de semana. Mientras otros tenían la libertad de disfrutar de horarios
menos exigentes, la Dra. Kongshavn dedicaba cualquier momento libre a prepararse para
conferencias, a escribir artículos periodísticos y ayudar a sus alumnos de grado con sus
tesis.
Al igual que otras mujeres que trabajan, la Dra. Kongshavn se convirtió en experta en
aprovechar cada momento y garantizar que sus hijos pudiesen recordar por siempre
aventuras felices como las de esquiar en el invierno o acampar o escalar montañas
durante los meses de verano.
La Dra. Kongshavn hoy
La Dra. Kongshavn se jubiló de McGill y en 1990 se mudó al oeste de Canadá en donde
lleva una vida muy apacible junto a su segundo esposo, Peter Wood. Ellos
dividen su tiempo entre la isla de Vancouver y una pequeña y encantadora ciudad
ubicada a los pies de las montañas Sierra en California. Las actividades al aire libre,
tales como el ciclismo, escalar montañas o esquiar aún integran una parte importante
de su vida.
La Dra. Kongshavn y Peter Wood en la pista
de baile durante la Celebración por el 15°
Aniversario de Immunotec
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