22 de junio: Wiener Staatsballett - Festival Internacional de Música y

Transcripción

22 de junio: Wiener Staatsballett - Festival Internacional de Música y
Wiener Staatsballett
Manuel Legris director artístico
Tras los pasos de Nureyev
Mozart à 2 (Extractos)
Coreografía: Thierry Malandain
Música: Wolfgang Amadeus Mozart
Vestuario: Jorge Gallardo
Duración: 20 minutos
1. Pas de deux:
2. Pas de deux:
5. Pas de deux:
Ioanna Avraam – Greig Matthews
Alice Firenze – Eno Peci
Ketevan Papava – Mihail Sosnovschi
Donizetti Paso a Dos
Coreografía: Manuel Legris
Música: Gaetano Donizetti
Vestuario: Cécile Christy
Duración: 10 minutos
Kiyoka Hashimoto – Davide Dato
Le Souffle de l’Esprit (Extracto)
Coreografía: Jiří Bubenícek
Música: Johann Pachelbel
Vestuario: Otto Bubenícek
Duración: 7 minutos
Denys Cherevychko, Roman Lazik, Masayu Kimoto
La Bayadera (Extractos)
Coreografía: Rudolf Nureyev sobre Marius Petipa
Música: Ludwig Minkus
Duración: 15 minutos
Liudmila Konovalova
Robert Gabdullin
Tres Sombras: Natascha Mair, Nina Tonoli, Prisca Zeisel
Nikia:
Solor:
DESCANSO
Windspiele
Coreografía: Patrick de Bana
Música: Piotr Ilich Chaikovski
Vestuario: Agnès Letestu
Duración: 15 minutos
Kirill Kourlaev
Ioanna Avraam, Alice Firenze
Marcin Dempc, Richard Szabó, Dumitru Taran, Alexandru
Tcacenco, Géraud Wielick
A Million Kisses to my Skin
Coreografía y escenografía: David Dawson
Música: Johann Sebastian Bach
Vestuario: Yumiko Takeshima
Duración: 25 minutos
Olga Esina, Liudmila Konovalova, Nina Poláková, Maria Yakovleva,
Kiyoka Hashimoto, Eszter Ledán, Denys Cherevychko, Vladimir
Shishov, Masayu Kimoto
Vestuario producido por ART for ART Theaterservice GmbH, Viena
www.wiener-staatsballett.at
Tras los pasos de Nureyev
Las artes florecieron en Viena de forma muy especial desde el siglo
XVII, gracias al impulso que les imprimió Leonor de Gonzaga desde
su matrimonio, en 1622, con el emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico, Fernando II. Se comprenderá su esmerada
cultura si se tiene en cuenta que era hija de los Duques de Mantua,
cuyo ducado fue uno de los grandes focos artísticos durante el
Renacimiento y donde Claudio Monteverdi, por citar un ejemplo,
estrenó su ópera Orfeo en 1607.
Durante el siglo XVIII, trabajaron en la capital del imperio de los
Habsburgo los tres grandes renovadores del arte coreográfico que
dieron inicio al ballet d'action, en el que el movimiento adquiere
protagonismo como expresión de personajes y sentimientos,
desterrando así las pesadas vestimentas y deshumanizadoras
máscaras que sufrían hasta entonces los bailarines. Estos
innovadores coreógrafos fueron el austriaco Franz Hilverding, el
italiano Gasparo Angiolini y el francés Jean-Georges Noverre, asiduos
de la corte de los Habsburgo en aquel momento de
profesionalización del artista de la danza y asentamiento de las
compañías en los teatros de ópera.
Una de las más famosas bailarinas de la primera mitad del siglo XIX,
Fanny Elssler, era vienesa y su éxito tuvo mucho que ver con nuestro
país, ya que fue la española Dolores Serral quien le enseñó, en 1834,
el baile La cachucha, con el que triunfó por el mundo y rivalizó con la
más espiritual Marie Taglioni, la primera en bailar con puntas. Desde
entonces, Viena no ha dejado de ser visita obligada para los
principales bailarines y coreógrafos, desde las estrellas del
Romanticismo Carlota Grissi y el gran maestro danés August
Bournonville, hasta los famosos Ballets Rusos de Diaghilev de la
época de las vanguardias o astros como Rudolf Nureyev, quien
coreografió allí su primera versión de El lago de los cisnes, en los
años sesenta.
Con la llegada a la dirección, en 2010, del que fuera estrella del
Ballet de la Ópera de París, Manuel Legris, Caballero de la Legión de
Honor y Comandante de las Artes y las Letras, entre otras
distinciones, la compañía cambió su nombre al actual y se
incorporaron a su repertorio muchas de las coreografías que había
interpretado en Francia, como las firmadas por Nureyev, Don
Quijote, El cascanueces, El lago..., o Pierre Lacotte -La Sylphide-,
entre otras.
Los dos programas que presenta Manuel Legris en Granada son un
buen resumen del camino por el que avanza en su dirección, con la
reposición de grandes clásicos, obras neoclásicas y coreografías de
corte moderno, además de nuevas creaciones.
M ozart à 2 fue creado en 1997 por el coreógrafo francés Thierry
Malandain, hoy director del Ballet de Biarritz, para su entonces
compañía, Temps Present. Estrenada entonces con el título Bal
Solitude, al año siguiente se realizó una nueva producción, que es la
que aquí se ofrece. Son diez los bailarines que recrean las notas de
los conciertos para piano de Mozart en diversos pasos a dos, con los
que nos hablan de las relaciones de pareja con la intensidad, alegría
o dramatismo de cada pieza musical.
Manuel Legris también escogió el formato del dúo para presentar, en
2007, Donizetti P aso a Dos , su primera coreografía. Su estreno
mundial fue en Japón y estuvo protagonizado por Mathieu Ganio y
Dorothèe Gilbert, también estrellas del Ballet de la Opera de París
como él, durante la gira que el hoy director de la compañía de Viena
realizaba con el espectáculo Manuel Legris and Friends. Se trata de
un paso a dos elaborado según la estructura clásica instaurada por
Marius Petipa en el XIX, para el que se demanda en su interpretación
una gran precisión técnica y elevado virtuosismo.
Los hermanos gemelos Jiří y Otto Bubenícek han sido primeros
bailarines del Ballet de Hamburgo que dirige el norteamericano John
Neumeier. Su peculiaridad, acompañada por una excelente calidad
técnica y artística, hizo que el prolífico coreógrafo ideara con ellos
personajes desdoblados en algunos de sus ballets, como el del
Caminante de Muerte en Venecia, interpretado por ambos. Le
Souffle de l'Esprit fue creado por Jiří para el Ballet de Zúrich, en
2007, con música de Bach, Hofstette y Pachelbel, además de la
compuesta por su gemelo Otto, quien firma también el vestuario. Es
una coreografía sin argumento en la que se suceden solos, pasos a
dos y variaciones en grupo, inspirada por dibujos de Leonardo da
Vinci, de los que se proyecta una selección como telón de fondo en
el ballet completo. Aquí se ofrece el extracto coreografiado sobre el
Canon en Re mayor de Johann Pachelbel.
Con el extracto que se ofrece de La bayadera , se podrá apreciar
una muestra del estilo que Rudolf Nureyev impregnó en su versión
del clásico compuesto por Ludwig Minkus y coreografiado
originalmente por Marius Petipa. Estrenado en San Petersburgo, en
1877, fue casi un siglo después cuando Nureyev recreó para el Royal
Ballet su famoso acto El reino de las sombras, considerado una obra
maestra y claro precedente de los ballets abstractos que vendrían en
el siglo XX. Su historia suma al exotismo que tanto gustaba en la
época todos los ingredientes del gran melodrama. La bayadera
(bailarina del tempo) Nikiya y el guerrero Solor se juran amor eterno,
pero su relación será imposible porque el Rajah ha preparado la
boda de Solor y su hija Gamzatti.
Para concluir el programa, dos creaciones contemporáneas firmadas
por Patrick de Bana y David Dawson. Del primero se verá
W indspiele , obra sobre música de Chaikovski y realizada en 2013
por encargo de Manuel Legris. El que fuera primer bailarín de la
Compañía Nacional de Danza durante la dirección de Nacho Duato
hace aquí una invitación para explorar los diferentes niveles de
espacio, con una coreografía incesante en la que exprime al máximo
su estilo de movimiento de base clásica y amplitud contemporánea.
Por su parte, el coreógrafo inglés David Dawson realizó A M illion
K isses to m y Skin en el año 2000, como resultado del impulso que
recibió de su entonces director en el Ballet Nacional de Holanda,
Wayne Eagling, para que creara sus propias obras. También de base
clásica, esta pieza es una elegante y lírica traslación del Concierto
núm. 1 en re menor de Johann Sebastian Bach al movimiento fluido
y neoclásico de este aplaudido coreógrafo, quien optó por un título
tan sugerente (un millón de besos en mi piel) «porque es la
sensación que tiene un bailarín cuando todo cobra sentido».
Cristina Marinero
WIENER STAATSBALLETT
Desde septiembre de 2010, la Wiener Staatsballett está encabezada
por Manuel Legris. El ex Étoile de la Ópera de París es una figura
líder en el mundo del ballet y como artista invitado de renombre
internacional ha sido un miembro permanente en la Ópera Estatal de
Viena durante varias décadas. Ahora, como director de la Wiener
Staatsballett Manuel Legris es la cabeza de un conjunto que tiene
una de las tradiciones dancísticas más ricas de la historia.
Mirando en los anales de ballet de Viena, uno puede ver, una y otra
vez, períodos en los que el conjunto ha mantenido una posición de
liderazgo entre las compañías de ballet de todo el mundo. Además,
hubo tiempos en que fue innovador y abrió nuevos caminos en el
género del ballet.
El comienzo de esta evolución estuvo marcada por la emperatriz
Eleonore Gonzaga, quien llegó a Viena desde la residencia imperial
de Mantua, una residencia que fue predominante para las artes en el
cambio desde el XVI hasta el siglo XVII, trayendo consigo su
extraordinario conocimiento del teatro musical de la época. En el año
1622 - hace 392 años - la emperatriz creó por primara vez en Viena
una compañía de ballet. Después de este evento, este nuevo género,
que en ese momento sólo era practicado por los aristócratas, fue
floreciendo. Este conjunto «noble» fue gradualmente incluyendo a
bailarines profesionales, y siempre liderado por el respectivo
emperador. No fue sino hasta el comienzo del siglo XVIII, cuando se
formaron verdaderamente compañías de danza profesionales.
Entre los coreógrafos y bailarines que han trabajado en Viena hay
varios nombres que son todavía legendarios a día de hoy. Sus
diversos orígenes destacan la internacionalidad del género. Santo y
Domenico Ventura, Gasparo Angiolini, Gaetano Vestris, Salvatore
Viganò, Jean Coralli, Filippo, Marie y Paul Taglioni, Carlotta Grisi y
Fanny Cerrito vinieron de Italia; Jean Georges Noverre, Louis Duport,
Jean Aumer y Jules Perrot de Francia; August Bournonville y Lucile
Grahn vinieron de Dinamarca; y Heinrich Kröller de Alemania. Entre
los austriacos que han hecho historia en el ballet se encuentran
Franz Hilverding, Fanny Elssler, Josef Hassreiter, Grete Wiesenthal y
Erika Hanka.
Con Josef Hassreiter, creador del famoso ballet The Fairy Doll, se
institucionalizó la escuela de ballet en la segunda mitad del siglo XIX,
yendo de la mano con la fundación de un ballet nacional. Desde
entonces, el género del ballet en Viena estuvo dominado por artistas
austriacos, a pesar de que de vez en cuando personalidades
individuales del extranjero añadieron algunos aspectos destacados,
señalando entre ellos a Rudolf Nureyev. A finales del siglo XX, un
cambio en la política de conjunto permitió participar también artistas
del extranjero como miembros permanentes de la compañía.
Los directores de ballet que han dado forma a este género desde la
reapertura de la Ópera Estatal de Viena en 1955 han sido, junto con
Erika Hanka, Aurel von Milloss y Gerhard Brunner.
Entre 1995 y 2005, el italiano Renato Zanella, director y coreógrafo
residente, definió el estilo del ballet del Wiener Staatsoper. Bajo la
dirección del húngaro Gyula Harangozó, sucesor de Zanella como
director de ballet, se fusionaron las compañías de ballet de la Ópera
Estatal de Viena y la Volksoper Wien, proporcionando a la nueva
compañía de ballet un mayor número de actuaciones en los dos
casas de ópera de Viena. Con el nombramiento de Manuel Legris en
2010 como director del ballet de la Wiener Staatsballett – nombre de
la nueva compañía - se establecieron nuevas perspectivas artísticas
para una compañía tan rica en tradición. Lo más destacado de la
temporada 2014/2015 son El Lago de los Cisnes (R. Nureyev),
Verklungene Feste | Josephs Legende (J. Neumeier); van Manen |
Ekman | Kylián; Mozart à 2 | Don Juan (T. Malandain); La Giselle
Roja (B. Eifman) y la Gala Nureyev 2015.
Desde que Manuel Legris es director del Wiener Staatsballett, la
compañía ha estado de gira en Versalles, Monte-Carlo, Belgrado,
París (tres semanas en el Théatre du Châtelet), Japón y Omán. En
septiembre de 2013, la Escuela de Ballet de la Ópera Estatal de
Viena, fundada en 1711, se ha convertido en la Academia de Ballet
de la Ópera Estatal de Viena y se también se fundó la Compañía
Junior de la Academia de Ballet.
MANUEL LEGRIS
Manuel Legris nació en Paris y se formó en la escuela de danza de
la Ópera de Paris. Entró a formar parte del Ballet de la Ópera de
Paris en 1980. En 1986 fue nombrado Etoile por el entonces
Director del Ballet de la Opera de Paris, Rudolf Nureyev. Legrís
representó los grandes roles del repertorio clásico y moderno y bailó
en numerosos estrenos mundiales. Fue artista invitado con
reconocidas compañías de ballet de todo el mundo y también
apareció con su propio conjunto, «Manuel Legris y sus Etoiles». En
mayo de 2009, ofreció su actuación de despedida como Etoile de la
Ópera de París y desde entonces ha actuado como artista invitado,
tanto en la Ópera de París como en otros teatros de Europa, Asia y
América.
Desde septiembre de 2010 Manuel Legris es director del Wiener
Staatsballett y Director Artístico de la Academia de Ballet de la Ópera
Estatal de Viena.
El repertorio que Manuel Legris ha bailado en el Ballet de la Ópera
de París incluye los papeles principales en obras de Frederick Ashton,
George Balanchine, Patrice Bart, Maurice Béjart, Trisha Brown,
August Bournonville, Vladimir Burmeister, John Cranko, Nacho
Duato, Mats Ek, Mijaíl Fokin, William Forsythe, Jiři Kylian, Pierre
Lacotte, Harald Lander, Serge Lifar, Kenneth MacMillan, John
Neumeier, Rudolf Nureyev, Roland Petit, Angelin Preljocaj, Jerome
Robbins, Twyla Tharp, Antony Tudor, y Rudi van Dantzig.
En el curso de su carrera como bailarín, Manuel Legris trabajó a
menudo en Viena. Debutó en la Ópera Estatal de Viena el 27 de
enero de 1985 como Beranger en Raymonda, de Rudolf Nureyev; en
1989 se le vio como Jean de Brienne en Raymonda y como Príncipe
Florimund en La Bella Durmiente de Nureyev . En 1999 regresó a la
Ópera Estatal de Viena para bailar en la Gala Saisonschluss. Otras
apariciones en la Ópera Estatal de Viena fueron como Des Grieux en
Manon, de Kenneth MacMillan, en 1999, la Gala Saisonschluss en
2001, y la Gala Nureyev en 2003. El solo Angel creado por Renato
Zanella para Manuel Legris fue estrenado en la Ópera Estatal de
Viena en 1999. También actuó en Manon con el Ballde de la Ópera
Estatal de Viena durante una aparición especial en Madrid en 2000.
Manuel Legris también ha bailado como artista invitado con
compañías extranjeras en la Ópera Estatal de Viena: en 1989 con el
Ballet de Tokio, y en 2000 con el Ballet de la Ópera de París durante
la ImPulsTanz. Durante sus apariciones como estrella invitada con el
Ballet de la Ópera de París en otros teatros vieneses, ha bailado en
TANZ '86 en el Theater an der Wien en 1986, y en el Burgtheater,
como parte de ImPulsTanz en 2005. En 2008 actuó de nuevo en el
Burgtheater en la gala de ballet ImPulsTanz y denuevo en 2012,
donde presentó la gala Manuel Legris e invitados. En el Concierto de
Año Nuevo de la Filarmónica de Viena de 2001, bailó un solo
coreografiado por Renato Zanella.
Entre sus actuaciones recientes se incluyen El Murciélago (Pekín,
Ballet Nacional de China), Paso a dos de Onegin (Gala de Ballet de
Tokio, 50 Aniversario) y una aparición en el Gran Teatro de
Shanghai.
En su primera temporada como director de la Wiener Staatsballett,
Manuel Legris presentó ocho estrenos: cinco en la Ópera Estatal de
Viena y tres en la Volksoper Wien. Manuel Legris fue el responsable
de la puesta en escena del exitoso estreno de Don Quijote, versión
de Rudolf Nureyev. En su segunda temporada, junto a Elisabeth
Platted, puso en escena La Sylphide de Pierre Lacotte, en la
temporada 2012/2013 presentó El Cascanueces de Rudolf Nureyev y
en la temporada 2013/2014 El Lago de los Cisnes. En la Junge
Talente des Wiener Staatsballetts en la Volksoper Wien fue
presentada su coreografía Donizetti Pas de deux.
Como bailarín ha aparecido en la Ópera Estatal de Viena en la
ceremonia de apertura del Ballet de la Opera de Viena 2011. Durante
una gira por Japón con la Wiener Staatsballett en 2012, bailó en
Ludwig II – El Rey Cisne, de Patrick de Bana, al igual que en El
Murciélago, de Roland Petit, y en las Gala Nureyev 2011, 2012, 2013
y 2014 en la Ópera Estatal de Viena.
Premios y Distinciones: 1er premio en el concurso de ballet en Osaka
(1984), Premio Nijinsky (1988), Premio Benois de la Danse (1998)
Premio Nijinski (Mejor Bailarín en el Mundial del 2000), Premio
Positano (2001); Caballero de las Artes y las Letras (1993), Oficial de
las Artes y las Letras (1998), Caballero de la Órden Nacional del
Mérito (2002), Caballero de la Legión de Honor (2006), Comandante
des Artes y las Letras (2009).

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