De las aguas cristalinas a las aguas poluídas…

De las aguas cristalinas a las aguas poluídas…

¿De Rio+20 a Rio-20?
De las aguas cristalinas a las aguas poluídas…
Fernando López sj ([email protected])
Arizete Miranda cns ([email protected])
De las aguas cristalinas…
Cabeceras y nacientes del rio Upatí, Amazonia Brasileña. (Fotos: F. López, Equipo Itinerante)
Apenas una semana antes de iniciarse la Conferencia Rio+20, regresamos de una
itinerancia de búsqueda de vestigios de indígenas aislados en una remota región de la
Amazonia brasileña. En la expedición fuimos junto con los compañeros del CIMI y
algunos indígenas Sateré-Mawé y ribereños que conocían la región. Subimos ríos y
arroyos hasta las nacientes, entramos en selva profunda, regiones bellísimas de
cascadas de aguas cristalinas y de selva virgen con árboles enormes que hasta 8
hombres de brazos abiertos conseguían rodear. Todo estaba lleno de vida, de belleza,
de sacralidad, de los espíritus de la selva y de las aguas… Comíamos de las frutas,
animales y pescados, que la naturaleza diariamente nos ofrecía… Solamente llevamos
un saco de fariña de mandioca (“el pan amazónico de cada día”)… Entramos en arroyos
que nunca antes habían sido navegados por “blancos”; no tenían ni un solo tronco o
rama cortada con moto-sierra, hacha o machete… Sin embargo, encontramos un “yvyrá
kyhá” (puente de árbol) y una trilla angosta pero limpia y bien marcada, con ramas
cortadas a mano… Signos claros de que por allí vive “otra gente”, con otra relación con
la Madre Tierra…
A las aguas poluídas…
Barrio Arthur Bernardes, en el centro de Manaus. Arroyo Cachoeira Grande totalmente contaminado… (Fotos: Equipo Itinerante)
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Terminada esta itinerancia regresamos a nuestros palafitos en el barrio Arthur
Bernardes, centro de Manaus (2 millones de habitantes). El barco nos dejó en el
puerto y un vecino nos recogió de la baranda del barco hasta la baranda de nuestras
casas (literalmente hablando, pues el rio está lleno y hay 4 metros de profundidad
debajo de nuestras palafitas). La itinerancia nos había hecho olvidar el pastoso olor a
podrido de los arroyos de Manaus donde son vertidas todas las cloacas y basura… El
arroyo Cachoeira Grande (Cascada Grande) es el que pasa por nuestro barrio. Los
moradores antiguos que viven aquí dicen que 20 años atrás (“Rio 92”) ellos mismos
pescaban, lavaban ropa y tomaban baño… Ahora, con 20 años más de desarrollo
capitalista, es terrible vivir aquí. Hoy, el arroyo está totalmente contaminado, una
nata de basura flotando y fermentando, los baños y cloacas de toda esta área urbana
(superpoblada) van directamente al agua, y nubes de mosquitos… Cuando tarda dos o
tres días en llover el agua queda empozada y negra, desprendiendo burbujas de
metano de la materia orgánica descompuesta que desprende un hedor pastoso
insoportable… Pero en medio de tanto “desarrollo de muerte” la vida resiste y 1.500
personas luchan con dignidad por la sobrevivencia, por condiciones de vida más justas.
La novedad viene de la “selva” y de los “salvajes”…
Indios Kayapó protestando en la Rio+20 contra la construcción de la Hidroeléctrica de Belo Monte
que transformará radicalmente su territorio y su vida. Líder Raoní (segunda foto). Fotos de la internet.
El Gobierno Brasileño no es que se importe mucho por todo esto… Solo con la presión
social se mueve e hace algo… Para el modelo actual de desarrollo económico de Brasil
(PAC-Programa de Aceleración del Crecimiento), de obras y mega proyectos a
cualquier costo socio-ambiental, los pueblos tradicionales de la Amazonia sobran… Son
considerados un impedimento para el desarrollo. Un impedimento para que Brasil pase
de ser la sexta potencia económica para la tercera y quién sabe un día, la primera… No
importa se depreda a sus pequeños países vecinos: Paraguay, Bolivia, Perú, etc. El
problema es que a nivel mundial esa lógica no es más viable: la “carrera economicista”
donde todos explotamos más y más los recursos naturales para conquistar los
primeros puestos en la economía mundial la Mamá Tierra ya no soporta.
En la conferencia Rio+20 los gobiernos más poderosos y las grandes corporaciones
económicas han intentado vender para la humanidad la “Economía Verde”, los Créditos
de Carbono (REDD), etc. Mantener el sistema donde unos continúan depredando y
acumulando con este “capitalismo verde” mientras otros quedan estancados… La lógica
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depredadora del sistema se mantiene y hasta retrocede en relación a las posiciones de
Rio 92… Como muchos grupos sociales de la Cumbre de los Pueblos han señalado, la
conferencia sería mejor llamarla Rio-20 por el enorme retroceso y propuestas
(suicidas e insustentables) que las grandes potencias quieren imponer a la humanidad y
el planeta…
Todas las grandes revoluciones y novedades en la historia de la humanidad vinieron
desde abajo y no de arriba, de fuera y no de dentro, de las periferias y no del centro,
de lo “salvaje” y no de lo “domesticado”, de los pueblos indígenas y tradicionales que
mantienen relaciones de reciprocidad con la Mamá Tierra… Así también, la nota de
esperanza en Rio+20 ha llegado, no de la Cúpula y Conferencia Oficial, sino de la
Cumbre de los Pueblos, con sus propuestas alternativas y de cambio de sistema
global…
En ese parto histórico todos los pueblos, todos los hombres y mujeres del mundo
tenemos que hacer primero esa revolución interna coherente con un planeta de
recursos limitados, una revolución personal, familiar, comunitaria, social contra el
consumismo y a favor de una “austeridad universalizable”. Todos tenemos que
conscientemente embarazarnos y empujar, luchar y presionar, para parir un nuevo
proyecto histórico de vida, para todos y para mañana, para la humanidad y para toda la
vida del Planeta.
Si no nos embarazamos y empujamos todos en este parto histórico, ¿quedarán en
Rio+40, en la amazonia y en el planeta, aguas cristalinas? ¿O la mayor parte de las
aguas y del aire estarán contaminados? ¡Depende de nosotros, del compromiso de cada
uno y cada una, del compromiso de todos los pueblos del mundo unidos en la gran
sinfonía a favor de la vida! No podemos quedarnos esperando que los gobiernos
resuelvan; ni esperar que las grandes corporaciones nos traigan la solución… Ellos solo
buscan competir (no cooperar) y depredar lo que haga falta para llegar a ser la
primera potencia y economía del mundo… La solución está en el corazón y decisión de
cada uno, en el “corazonar” de todos a favor de la vida.
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