Antologia de Sitges
Transcripción
Antologia de Sitges
7\nfologia S ií ges ^ N . ^ 8 (D >^ ,^ •D INVIERNO 1955 ® c 0) •D BJ X c _o o 0) •D 0) •D BJ X C o •D c X Kste ejemplar de ANTOI^OGIA D B SITGBS terminóse de imprimir el día 23 de diciembre de 1955 en la ciudad de Barcelona, en los Talleres Gráficos Rex, Avenida de José Antonio, 719. Laus Deo ÍI •a ANTOLOGIA DE SITGES 8 •D BJ >^ íl INVIERNO 1955 •D.,, í) li {'Av.k^ c 0) •D BJ X c _o o 0) •D SUMARIO Pág. Emerenciano R o i g y Raventós. — Salvador Paisatges. — Oswald Cardona Petrarca. — Jaume Bofill IJnas Memorias Nuestros amigos turistas. — Salvador U n a nit en el mar. — Ramon Camins esborrats. — Josep ... Marsal 9 18 i Raventós 24 37 41 Planas Roig Forment 22 i Ferro intrascendentes. — Benaprés los Soler ... 45 Bodas de plata de Arturo Carbonell con el teatro 69 A la sombra de las palmeras 72 Libros 75 nuevos. -— R. P., S. M., j R. F 0) •a BJ X c o •a c • x: A N T O L O G I A Bonaire, DE S I T G E S 16 - Telefono 223 - Sitges ^ EL GRAN MARINISTA SITGETÁN E M E R E N C I A N O ROIG Y RAVENTÓS Y< ECORDAMOS a Emerenciano R o i g y Raventós ante el altar de San Telmo, a b o g a d o de las gentes de mar, en nuestra iglesia parroquial, cuando en sus espaciadas visitas dominicales a Sitges, venía a enriquecer s u Voca- bulari de l'art de L· navegado i de la pesca, o a completar su Marina catalana del vuitcents. La pesca a Catalunya y Sitges deis nostres avis, qae, entre platónico! .sus producciones, descuellan especialmente en nuestra dilección. Probablemente fué pensando en Emerenciano o en sus semejantes que una personalidad suburense exclamó, cierto d í a : — ¡ T a n t o amor platónico, tanto amor ¡Que residan aquí, de una vez para siempre! Y o no sé si la personalidad aludida pisaba firme. Tengo m i s dudas. Porque está por ver si dejarán una impronta m á s indeleble los cotidianos tributarios de nuestro erario público que aquellos que n o s habrán legado, de su numen propio, un libro, un lienzo, un mármol o cualquier obra del espíritu, a pesar de radicar físicamente lejos de su pueblo natal. Ante m i duda, h e procurado remozar las producciones de algunos de m i s compatricios m á s descollantes, c o m o Emerenciano R o i g y Ra Ra- ^ ventós, ora organizando en 1 9 5 1 una visita colectiva a la "Col·lecció ció de ^ Marineria" por él formada y qué a Sitges donó su hermano doctor lector •D R o i g y Raventós, ora una conferencia ilustrativa en la "Biblioteca ^ Santiago Rusiñol", a cargo del competente marinista Julián A m i c h y Bert, o bien citando mi musa para que m e dictara unas rimas encomiásticas que mi ilustre a m i g o , el doctor pediatra y novelista, tuvo a bien enmarcar y colgar en nuestro aludido Museo Marítimo : Si encara ens abelleix l'olor fort del quitrà i conservem ardent l'amor a L· marina amb què els braus mariners del poble sitgetà seguien el curs blau de. l'àtica gavina; si enfront de l'horitzó veiem el més enllà solcat per bergantins de vela peregrina, devem el viu anhel al docte Emerencià qui ens regalà un tresor que els nostres ulls domina. PoUacres, paquebots, fragates opulents la rèplica donant a barques de mitjana, que en temps aventurers, contra marors i vents, salvàveu els esculls amb gràcia sobirana: • als vostres gallardets van nostres sentiments, com si tornéssiu, plens, d'Oran o de L'Havana. La mentada "Col·lecció de te carta que, con fecha 17 de llecimiento de Emerenciano, calde de la v i l l a , Salvador guiente: Marineria" fué donada a Sitges medianfebrero de 1935, al dia siguiente del fadirigió su hermano José al entonces alOlivella Carreras, del tenor literal si- "Benvolgut amic. Agrdidíssim del telegrama. El meu germà (a. C. s.) ha deixat una magnífica col·lecció de vaixells, ornieigs, dibuixos, llibres i quaderns de marina. Jo, que m'estimo Sitges i esti¬ mo la memòria del meu germà, estic disposat a fer-ne donació amb unes condicions- similars a les que regulen el llegat del "Cau Ferrat". Si l'Ajuntament, junt amb el Patronat, pogués oferir-me una sala, podria formar-se una bella instal·lació, similar a la que es feu en l'Exposició de Barcelona, on se li adjudicà h Medalla d'Or. Una part de la col·lecció està en dipòsit a l'Institut Nàutic d'ací. Hi ha qui voldria que tot restés a Barcelona. Però sóc sitgetà i primer és Sitges. Una abraçada. Maneu sempre. — Josep Roig i Raventós." 10 ^ -ÍS ÍI •a Nuestro naciente Museo Marítimo fue inaugurado el ¿la 14 ¿e lunio de 1 9 3 6 — c o i n c i d i e n d o c o n el quinto aniversario de la desaparición terrena de Santiago Rusiñol — , integrado por las siguien- tes naves en miniatura: , Corbeta "Pablo Sensat", de Barcelona. Diez velas. Mascaron heráldico en la popa; construido por Ignacio Sosias. — Bergantín re- Bergantín-goleta ¡íMaría Teresa» d o n d e "Soberano". — Bergantín goleta "Soberano Tercero", de Barcelona. D o s palos s i n velas. — Bergantín goleta "María Teresa". Tres palos sin velas. Mascarón en la p o p a ; construido por P í o Riberos. — Bergantín goleta "Clotilde", de Barcelona. D o s palos s i n velas; construido p o r Emerenciano R o i g . — Bergantín redondo "Acancia", d e Masnou. D o s palos sin velas. Mascarón en la roda. — Bergantín goleta "Timoteo 3."", de Barcelona. Tres palos s i n velas. —Corbeta "Habana", de Blanes. Sin v e l a s ; de caoba. — Sandolo 11 0) •a 2 BJ X C o •a veneciano " P e s i l l a " ; construcción italiana. — Góndola veneciana, c o n aplicaciones de madera tallada y accesorios de cámara y mobil i a r i o ; construcción italiana. — Falucho (barca de mitjana) "Isabel", de Barcelona. Con velas p l e g a d a s ; construido por José Giralt. — Falucho "Enrique". — Falucho "Rápido", de iVIalgrat. Sin v e l a s ; l l e v a u n a barquita auxiliar; construido por Emerenciano R o i g . — Falucho "Montserrat"; construido en Blanes por José A m i g u e s . — «Barca de mitjana» alsabeh V a p o r "Río Ter", de Barcelona (de h o j a l a t a ) . — "Quillat" "Carmen", de Tarragona. Sin v e l a s : construido por Emerenciano R o i g . A d e m á s : un yate, un arga, una lancha, un casco, un pailebote, cuatro faluchos, cinco palangreras, cuatro barcas de sardinal, m e d i a corbeta partida por s u eje longitudinal, tres medios-cascos de embarcaciones diversas y doce patrones de cascos, naves y barcas de varias formas. C o m o hizo observar el señor A m i c h y Bert en s u precitada conferencia, los modelos de "velamen" que figuran en la colección representan una modalidad rarísima, y a que el casco n o es m á s que un listón, al que se ha dado la línea debida, mientras que todo el 12 c 0) •a BJ X ÍI 0) •a detalle se h a puesto en el cálculo, forma, línea, tamaño y cosido de las velas, pues así como siempre se construía, por el correspondiente maestro de ribera, un medio casco para que el futuro armador diese su conformidad, no siempre se llevaba a cabo la bellísima obra primeramente mencionada, dado que lo m á s corriente era que s e hiciese un dibujo de tamaño grande sobre papel; añadiendo que estos modelos de aparejo sobre fina lona aceitada, maravillosamente terminados, s o n m u y raros. Especial atención merecieron asimismo del mencionado estudioso los cuadros de viejos veleros junto a los d e primitivos vapores, entre los que destaca la litografía del vapor "Alegría", el primero que tuvo la Compañía Tintoré; así como un óleo del primer "Habana" de la Compañía Trasatlántica. Pero se da el caso que el cedente de la colección, doctor José R o i g y Raventós, hermano del fundador e hijo segundo del ilustre pintor luminista Juan R o i g y Soler, objeto de nuestro estudio publicado en la edición anterior de ANTOLOGÍA DE SITGES, ganado también por las cosas de mar, ha ido engrosando los tesoros de nuestro Museo Marítimo con donativos importantes, cuya relación es la siguiente: Modelo de vapor de carga. — Cuadro con„ las banderas de dife. . r e n t e a . n a c i o n e s . y las del Código Internadonal..^— Magníficas cartas de navegación del siglo XViii. — Cuadro c o n J o s . J i f e r e n t e s tipos de h-imxma modexna acorazada. — QtQgfáfí^ represmlandoleLw^^ "^"îSSIîfiiâ^'- — Modelo de pailebot con velas, tallado en una plancha" de madera. — Cuadro_deLsa[dire_4Úníu£jn^ jyS5ESÍ?aà9-.d.JSl«r.aJ.ÍEsmexaHa!^^ — Caja de marinero, decorada en el interior con pinturas, representando una procesión de ratones. — Tarros de farmacia, azules, catalanes, ostentando un velero del siglo xviir, de gran valor. — Libro diario de navegación, antiguo. — Varios cuadernos de cuentas y facturaciones de una nave mercante, del siglo XIX. — Parrilla giratoria de hierro. — Cepo de hierro. — Llaves góticas de hierro. — Miniatura de barca de pesca, obra de Rafael Ballester. — Portamapas (Sant Feliu de G u í x o l s ) . — D o s cartas de navegar. — C;uadi:û,.j;îLaleQ^._abEa,,dd.._m ja:UDepi:eaerJte — Cuadro, del v a p o f *'AIegría",..con,».elas. — Antiguo c u a d r o c o n t ^ ^ vigía *^?_M9iîtiuiçh., "CursoUëT estuHios elementales de Marina"j por Gabriel Ciscar, tomo 111, I V edición, impreso en Madrid, Imprenta Real, en 1 7 3 3 . — Otra edición del m i s m o libro, la novena, del año 1869. — "Manual de la Navegación del R í o de la Plata", por M. A. 13 ^ ^ ^ ^ Boncarut, traducido y adicionado por el capitán de fragata D. M. L. y el teniente de navio de la misma P. R., impreso en Madrid, imprenta de T o m á s Fontanet, en 1858. — "El Capitán Juan Mirambell Bertrán y la Marinería de su tiempo", conferencia dada en el "Ateneo Barcelonés" por José Ricart Giralt, capitán de marina mercante, el 18/ de marzo de 1 8 9 1 , imprenta Juan Sabadell, Barcelona. — "La /.a instalación dc la aCol-lecció de Marineria^ Marina", revista científica, militar, administrativa, histórica, literaria y de comercio, dirigida por José Marcelino Travieso, III t o m o ; imprenta Fontanet, Madrid, 1856. — "Faros de las islas británicas", en 1." de enero de 1874, publicado por la dirección de Hidrografía, Madrid. — "Almanaque Marítimo y Anuario de Marcas en las costas de España para 1889", por M. Terreiro y de Murga y de Lorenzo; imprenta Fontanet, Madrid. — "Anuario de la Sociedad Española de Salvamento de Náufragos", año IV, imprenta Fontanet, Madrid, 1886. — "Combate de Trafalgar", por Manuel Martini, e x Senador c 0) BJ X c o o •a 14 del Reino, imprenta Matute, 1850. — "Estudios sobre socorros y auxilios a los náufragos", por Cristóbal Parellada P u i g y Agustín Giménez Loisa, Barcelona. Imprenta Sucesores de Ramírez y Cía., 1888. — "Curso de Estudios Elementales de Marina", por Gabriel Ciscar, conteniendo el tratado de pilotaje. T o m o IV, 5." edición. Imprenta Nacional, 1839. — "Ensayo sobre el arte de navegar por Otro aspecto dc la instalación de la nCoüccció dc Marinería) debajo del agua", por Narciso Monturiol, Barcelona. íinprenta Enrich y Cia., 1 8 8 1 . — "Lecciones de navegación o principios necesa rios a la ciencia del piloto", por D i o n i s i o Macarte Díaz, Madrid. Imprenta Sancha, 1 8 0 1 . — Otra edición de las mismas Lecciones, impresa en Mallorca, por Gallardo, en 1 8 1 3 . — "Derrotero de las islas Antillas y de las costas orientales de América, desde el Ama zonas hasta el cabo Hatteras", 1.'' parte, publicado por la Dirección cíe Hidrografía, Madrid, 1 8 6 3 . — T r e s j g m a n c e s antiguos con temas marinos, del siglo x l x . — U n tarro de farmacia, en el que figura 15 0) •a 2 BJ X C o •a pintado un bajel antiguo. — Billete de lotería, enmarcado, a beneficio de la construcción del puerto de Tarragona, celebrada en ISOO; documento rarísimo. — Lámina, impresa sobre pergamino, valoracción de la primera empresa comercial de España; rarísima también. — Plano impreso del proyecto de puerto de mar de R e u s ; h a l l a d o en Madrid y m u y curioso, por las dificultades que hubiese requerido hacer llegar el mar a Reus. — Rueda de timón, de gran tamaño, que dirigió ,durante muchos años, un velero mallorquín. — D o s permisos del Ayuntamiento de Sitges; uno otorgándolo a un "Lahul", nombrado "Luís", certificando que la villa de Sitges está libre de peste el año 1 7 8 8 ; y el otro para viajar por tierra, del Magnífico Ayuntamiento, de Bayle y Regidores de la v i l l a de Sitges: Salud. A favor de María Cassañes, el año 1814. — Mascarón d e proa, talla. — "Cartilla marítima para la instrucción de los guardias marinas", por Miguel Roldan, año 1848. — "Curso de Astronomía náutica y navegación", en dos tomos, por F. Fernández; año 187.5. — Varios documentos de la antigua marina catalana, ilustrados con viñetas de alto valor artístico. — Varias cartas de América, anteriores a la creación del sello de correos. — "Novena de la Virgen del Vinyet", impresa en 1915. — Cuadro del célebre marinista Pineda, imaginando un velero de la época primitiva. — Plato antiguo ostentando un bajel, de manufactura sevillana. — Diecisiete diferentes Gozos de Santos, sobre temas de marina. — Permiso otorgado en 1813 a un barco para emprender viaje a la Habana. — Libro de marina. — Cartas de navegar con un tubo de metal. A s i m i s m o , el doctor José R o i g y Raventós procuró el donativo a la "Col·lecció de Marineria" del modelo de medio bergantín, obra de Salvador Busquets, de Arenys de Mar, cedido por Juan Cornet, y y a la Sala de Pintores de Sitges un cuadro de R o i g y Soler, figurando el primer tren que pasó por nuestra villa, ofrenda de las señoritas Vicenta y Dolores Carreras. También regaló a nuestro Museo Marítimo un cuadro del mismo autor, que reproduce una "barca de mitjana", y otro a la aludida pinacoteca de artistas adscritos a la espiritualidad sitgetana, plasmando un mascarón de proa. La acción- proselitista de Emerenciano R o i g y Raventós que, siendo Licenciado en Farmacia, dedicó todas sus actividades a las cosas del mar, es, pues, evidente: l l e g ó a orientar a su padre, en los as¬ pectos técnicos, cuando éste se disponía a pintar un cuadro de tema niarinero, lo que solía ocurrir a menudo, y comunicó su fervor a su hermano José, médico pediatra y novelista, si bien a fuer de verídicos, no sabríamos a quien otorgar la primacía, pues sabido es que 16 ^ ^ •a el autor de "L'ermità Maurici", "Flama vivent", Montnegre" y otras tantas novelas célebres, ostenta t a m b i é n , en orden a la m a r i n e r í a , títulos suficientes para reconocerle una devoción inmanente, c o m o puede apreciarse además e n los paramentos de su residencia de recreo "La casa de la Creu", de Blanes. P e r o la unicidad marinista corresponde, desde luego, al autor de las obras literarias sobre la historia de la marina catalana, con sus treinta y cinco artículos sobre historia marítima de Sitges (1860-1880) publicados en "El Eco de Sitges ( 1 9 2 3 - 1 9 2 7 ) y otros tres en "L'Amic de les Arts" ( 1 9 2 6 - 1 9 2 8 ) ; coleccionador del léxico y los m o d i s m o s del habla de la gente de m a r ; dibujante de navios y embarcaciones de todas clases, incluso para las ilustraciones de sus propios libros; amén de otros temas marineros, especialmente encaminados a fijar gráficamente detalles y particularidades técnicas o estructurales, y, por encima de todo, fundador de la magnífica colección de veleros en miniatura, integrada principalmente por los realizados a escala y con abundancia de detalle, sin olvidar los utensilios y otros elementos relacionados con las tareas que le obsesionaban. Nacido en Sitges, el día 8 de agosto de IScJl, Emerenciano Roig y Raventós falleció en Barcelona el 16 de febrero de 1 9 3 5 . A los veinte años de su muerte, h e m o s querido contribuir a perpetuar su rcuerdo entre nosotros y estimular a los suburenses y a los visitantes nacionales y extranjeros, en cuyo Baedeker figura el Barrio Blanco de Sitges, para que suban a contemplar y admirar nuestro Museo Marítimo, sito e n lo alto de "Maricel", ínterin se deciden, quienes deben y pueden, a instalarlo en departamentos de la planta baja del m e n c i o n a d o palacio, a fin de hacerlo más accesible. SALVADOR SOLER FORMENT •a a >^ * Grabados del «Museo de Arte Moderno», de Barcelona, excepto el del retrato de E. R. y R. * Bibliojïrafía: Estudio de Xavier Soler. «Butlletí deis M. â'\. de C » . Arcliivo del Dr. J. R. y R. 17 •a PAISATGES V O R A EL R I U Aneu a reposar vora el eorrent on rherba és fina com vellut de seda: boixos i faigs, menuts, tanquen L· cleda i l'alt pollanc s'hi veu profundament. Que sigui un jorn de sol ben resplendent i un núvol blanc coroni l'alta arbreda... I tu, dins l'ombra, com la imatge freda, per quin contrast te'n sentiràs absent? Que l'aigua entre els palets faci sa via, l'aigua constant... Semblava que dormia i amb flocs d'escuma pel teu goig somriu. I amb plàcida i sol·lícita alegria es deturava amb tu i s'entretenia bressant L· teva imatge sobre el riu. (D X El riu t'atrau, i ho fa sense cap crida, ans oferint-te el sanitós repòs: el trobaràs, august, dintre el seu clos cenyit d'una canyeda atapeïda. 18 •a Sobre el camí que el vorejà bon tros faria bo de deturar la vida. ¿Et plau una conversa recollida, humida de l'amor, seca de plors? L'oreig la diu amb ales falagueres quan mou els plomalls verds de les falgueres i els plàtans tendres amb un cant joliu. Però deturaríeu la paraula per escoltar tan sols el pL·nt d'un saule en son constant diàleg amb el riu. Seieu sota les ombres del revolt a l'hora casta, quan ja mor el dia, i pel terrer l'acàcia esbarria fálleles caldes de l'escalf del sol. Hora de pau i el pedrís dóna i creix amh les l'herba olorosa dolça companyia: un macilent consol, ciutats del redol de la melangia. Els bells amants no en sentiran la flaire; ells prou escampen el seu goig en l'aire i el vessen eom un rou, damunt el riu. La van cercant pels últims flocs del llostre, talment llur rostre atura en l'altre rostre l'encís morent d'un cap al tard d'estiu. •a a >^ •a 19 LA F O N T o l'aisua pura i dura d'una font emboscada. CARLES RIBA Jo et vaig cercar, font escondida, i vaig pujar l'esquerp camí com si vingués a descobrir l'íntim secret que et dóna vida. Hi vaig pujar quan cau el sol vencent el dia, i L· muntanya porta records, i us acompanya tant com el cor enyora o vol. No vaig dir res muntant la costa on no trobava companyó; veia els fondais plens de negror amb llum dels cels, roigs de la posta. I en un revolt, sobre l'abís, amb un misteri de fer esa, l'esguard rebia la sorpresa d'un raig de llum esmunyedís, que en un recó, tota emboscada, arran de terra i sense broc, la font rajava a poc a poc un dogotim d'aigua gelada. c I era de la queia queia ben sola dins l'oblit lluny ària i de l'hora: en un clot, quan, al defora, la calma de la nit. Vaig beure un glop de F aigua pura perquè em digués el seu secret. 20 ^ ÍI •a d'ésser i haver ignorat l'oblit i ésser com a perfet, ventura. I vaig comprendre la virtut de l'aigua pura, que es perdia: era el seu do de poesia dins l'emboscada solitud. OswALD CARDONA •a a >^ •a 21 PETRARCA jT A publicació d'una corprenedora traducció catalana dels Rerum vulgarium fragmenta, de Petrarca, ens ha fet adonar tot d'una i i u e les noves generacions n o h a n estimat pas massa aquest poeta. N o és dels autors que veurem esmentats més sovint, i no mancarà qui el trobi una mica passat de moda. N o obstant, entre els que creiem que la gràcia i l'elegància són alguna cosa en poesia, serà un n o m sempre reverenciat, sempre tingut en alta estima. La poesia de Petrarca ve a significar l'instant en que la poesia provençal, que perdurava en el dolce stil nuovo, es troba amb la literatura clàssica llatina, més concretament amb Virgili. Es la pompa llatina alleugerida per la gràcia provençal. Sovint hi descobrim els tòpics virgilians dits amb una cortesia a la manera provençal, amb aquella gentilesa dels poetes de Provença, en els quals gairebé sembla que al final de cada estrofa ens fessin una reverència i un somriure. Les al·lusions a la cortesia són habituals en els poetes provençals i en els italians dels segles xiii i x i v . El Petrarca clou una de les seves cançons dient: Canzone, io t'am.onisco Que tua canzon cortesemente dica... La cortesia, que és c o m dir gentilesa, gràcia, leggiadria, per a emprar una paraula ben d'aleshores, és el n o u matís, la novetat més essencial amb que el m ó n provençal enriqueix i transforma la vella retòrica romana que brostava de bell nou. Les formes clàssiques queden de tal manera renovades i rejovenides que gairebé no les reconeixeríeu. Vénen amb passa tan alada que no en sentiu el trepig; són ara esveltes i àeils c o m unes adolescents. Les circumda una claror 90 ^ >^ •a rosada c o m de punta de dia. Es que aleshores el Renaixement n o m é s albejava, i l'humanisme de Petrarca és un humanisme de començament, tot ell una pura, càndida resplendor matinal. Com d'acord amb aquest fet, la poesia de Petrarca ens evoca visions que només sabríem situar de bell matí, entre les clarors rosades i fredes amb què el dia comença. Potser perquè intuïm una afinitat entre el rubor amb què l'alba colora totes les coses, en el moment en que aquestes semblen tornar a existir, i la jovenívola pudícia d'aquell poeta; o potser perquè trobem una semblança entre aquella fina claror intel·lectual que il·lumina el m ó n del Petrarca, aquella l l u m que aclareix però que no escalfa, amb la resplendor de punta de dia que també aclareix, però que és encara gèlida. Quan, per exemple, e n s parla de la primavera en aquella estrofa tan m e r a v e l l o s a : Zefiro torna e T bel tempo rimena, E- i fiori e l'erbe, sua dolce famiglia, E garrir Progne e pianger Filomena, E primavera candida e vermiglia... és ben bé un matí que veiem : el darrer vers us omple els ulls i l'esperit de l l u m d'aurora. La poesia de Petrarca neix, doncs, de l'encontre de dos m o n s ben diferents i significa un m o m e n t d'equil·libri. i verament deliciós, entre la poesia clàssica llatina, projectada vers el m ó n etern, i la provençal, que guaita ja vers l'interior, que inicia, de fet, el modern subjectivisme. Lentament elaborades en el món interior, les formes poètiques de Petrarca són totes trèmules de tendresa intel·lectualitzada, se'ns apareixen amb la timidesa i l'encongiment d'unes sensacions que han viscut llargament en els replecs més profunds, específics i sensibles de l'esperit, i que, de sobte, ixen a l'exterior. JAUME BOFILL I FERRO •a a >^ •a 23 UNAS MEMORIAS INTRASCENDENTES V MIS T R E S P R I M E R O S A Ñ O S D E CARRERA. SUPERSTICIÓN BIEN ELOGIO D E LA ENTENDIDA NTES de empezar el quinto capítulo de mis Memorias, que siguen siendo tan intrascendentes como cuando nacieron de mi mente a tirones de forceps, a pesar de m i s esfuerzos en pro de su trascendencia, séame permitido, con perdón de los que no están conmigo, decir cuatro palabras sobre el valor de la superstición, culto y necesidad de su empleo, tema preferido por mis gustos e inclinaciones a todo lo que huela a obscurantismo, y que, en cierto m o d o , constituye un aspecto o faceta de mi personalidad. Como todo hombre normal y de inteligencia mediana, confieso que soy un poquitín supersticioso. Otros conozco que lo son infinitamente más que yo y lo ocultan por cobardía, conveniencia, o por ¡o que sea. En unas memorias, la sinceridad es su principal atractivo. En realidad, todo el m u n d o lo es en cierto grado y medida. Llevamos la superstición metida en nuestra sangre. Nada puede la lógica, ni el buen sentido contra e l l a . Es una herencia que el hombre pretérito, aterrado, sin duda, por los cataclismos de que era asiento el terreno que pisaba, e ignorante supino del por qué de todo lo que ocurría en torno suyo, nos ha legado, y que no podemos, ni debemos, cancelar, mientras no se nos demuestre lo contrario, esto es, que la superstición no sirve para nada, y que no es, como suponemos, un medio o instrumento para rasgar, o siquiera perforar (un agujerito basta) el tupido velo que separa el mundo sensible del otro, el de las tinieblas. 24 ^ •a Los superdotados lo son poco, al decir de ellos. Su inteligencia, superior al común de las gentes, les ciega de orgullo y les hace creer en la realidad de engañosos espejismos, que lo saben todo. Los de nivel inferior al nuestro, poco o nada, también. ¡No están todavía debida ni suficientemente preparados para tales intríngulis metafísicos, y sus mayores afanes tienden sólo a lo práctico: lograr un buen jornal, comer bien, dormir en lecho blando, jalear y reproducirse. Sólo nosotros, los de en medio, comprendemos la importancia de la superstición y le rendimos el culto que se merece. "¡Buenos días, buenos días, señor elefantito: fíjate bien y no te distraigas! ¿Qué h a y de nuevo? ¿Qué se dice por el barrio? ¿Me amenaza algún peligro?", le digo todas las mañanas en voz bajita y melosa, para que nadie me oiga y vaya a creerse que n o ando bien de la cabeza, antes de salir de casa para dirigirme a mi trabajo cotidiano. Porque ha de saber el lector que y o poseo una pequeña, pero rica y eficiente colección de fetiches, de los cuales, hasta el presente, no tengo más que palabras de elogio ai hablar de ellos. Este elefantito, el primero en el orden de m i s preferencias, porque hemos convivido juntos durante muchos años — n o hay secretos entre a m b o s — y no m e ha fallado nunca en sus mudos consejos y 6-anas advertencias, m e lo regaló Rusiñol, el grande. Es una monada de elefantito, exquisito bibelot en marfil, que lleva la trompa graciosamente dirigida hacia abajo —parece ser que son las b u e n a s — , casi metida entre las patas delanteras, como husmeando el terreno que pisa y deja atrás, para llegar seguro a su objetivo, pausadaiTiente y sin sorpresas. "¡Fíjate, hombre, y no te distraigas!", repito. Y jurar podría que en más de una ocasión, mis ojos materiales han visto como l a punta de s u trompa se mecía rítmicamente de delante atrás y de atrás a delante, c o m o diciéndome: "Vete tranquilo, Juan Ramón, que aquí estoy yo para guardarte la ropa y las espaldas, si el caso lo requiere". Luego le toca el turno, en ese a modo de ritual laico mañanero, a una estatuíta polícroma, como un santito, encerrado en una campana de vidrio, no mucho mayor que un dedal. Se trata de un pre¬ sente valiosísimo, casi una reliquia, que m e fué ofrecida por mi buena amiga doña Gertrudis, gran terrateniente, en momentos de gran contento por haberle quitado de en medio — e s de suponer que por medidas legales, como hace la justicia, o cargándole de penicilina, como efectuamos nosotros, los m é d i c o s — a un roñoso parcero. 25 ]» •a que jamás le había ajustado debidamente las cuentas del grano. Lo tomo con delicadeza, porque es m u y frágil y cojea un poco, le beso elusivamente, li miro un rato fijo en los ojos, para convencerme de que no me engaño, y termino estrujándole contra mi pecho por tres veces consecutivas. También es un fetiche de toda mi confianza, y que considero y estimo tanto o más que a un miembro de mi familia. Está, además, especializado en lograr que el cliente m e salde en el acto mis honorarios, y aun de incrementarlos, si n o está abonado. Puedo ciegamente confiar en él, y lo tengo puesto frente al elefantito, vera a la vera, en una rinconera de mi despacho que cualquiera puede contemplar a su placer, porque en mi casa nunca se cierra ninguna puerta. El intruso, empero, se guardaría bien de tocarlo, ni de pensamiento, pues caerían sobre su cabeza todos los infortunios y aun los peores males, guardados en caja de Pandora. Queda el público advertido. Y, por fin, cumplidos estos requisitos, que ejecuto m u y serio, sin reírme, silenciosamente, y en actitud unas veces placentera y otras hieràtica, a m o d o , he dicho, de ritual laico, tomo un dadito que sirv e de nexo entre el elefante y la estatuíta, y, comprobado y vuelto a comprobar que está puesto con la cara que lleva impresos los seis puntos negros mirando al techo, salgo tranquilo y confiado a evacuar mis ocupaciones. Este dado tiene también su historia anecdótica. Fué testigo de una escena tremebunda, ocurrida en mi vida de adolescente, cuando tendría a lo sumo catorce años. Sucedió que una noche, ya de madrugada, al ver mi padre que haKl doctor, a los... ¿veinte años? bían dado las dos y media y no ¿cuarenta años? Poco importa, había regresado todavía a casa, sos¡'ara él, los años no cuentan. pechando algo malo, irrumpió de pronto en el salón de la biblioteca del Retiro, lugar donde en aquel entonces se jugaba a los prohibidos, con la complacencia forzosa de los libros allí presentes, que no les cabía otro remedio que aguantar mecha, y m e arreó tal par d e bofetadas, que el carmín impreso en 26 c 0) -a BJ c o a o •a mis mejillas desapareció, es cierto, al cabo sólo de dos semanas, pero el susto que me llevé, la emoción tremenda que sufrí, siguen intactas en m i tálamo óptico, lugar del cerebro donde, según opinión de algunos médicos, se fraguan y archivan las impresiones morales. Nunca más he vuelto a poner los pies en una casa de juego, pero comprendo que necesito de la presencia constante de ese dadito para no olvidar las palabras proféticas que pronunció mi padre aquella noche memorable, calmado ya, una vez que m e tuvo a solas con él: "El juego y la embriaguez, que suele ser su corolario, destruyen con los años la salud del cuerpo y la integridad de la inteligencia", dijo. D e la raoral, ni hablar. Y n o , no quise perder ni una ni otra. ¡ A h ! , se me olvidaba, y si la gravedad de las circunstancias lo exige, como cuando quieren hacerme padrino de una boda, guardo asimismo dos grandes moscardones de alas irisadas, cogidos en noche de San Juan, y metidos en una cajita de hojalata, que contuvo pastillas del doctor Andreu, verdadero amuleto contra la tos, y junto a e l l o s un trébol de cuatro hojas, que ha hecho —precisamente éste, n o ; otro, sacado del m i s m o t a l l o — la felicidad y la fortuna de un pariente m í o . Como el lector puede apreciar, mis supersticiones son de buena índole, inocentonas, bonachonas, sin pizca de malicia, ni con ánimo de servirse de ellas para molestar a nadie. Y o profeso la ortodoxia de la superstición. Nada de mal de ojos, que tratándose de un médico tendría su disculpa. Nada, tampoco, de treces aciagos, ni de torpes vuelcos de salero, ni de sensibles y costosas roturas de espejos. Como, asimismo, nada de martes peligrosos. Precisamente en estos días, mi mujer y yo solemos ir a V i l l a n u e v a para cobrar un piquito, y el caso raro es que lo cobramos religiosamente. Se ha dicho que la superstición era una religión falsa. A s í lo manifiesta el diccionario Espasa en el lugar concerniente a este punto. Es cierto, pero sólo cuando se abandona a una para tomar la otra. A mí me sirve sólo para calmar mi sed ardiente de penetrar en el reino de lo desconocido. A veces, lo confieso ingenuamente, también un poco para enterarme de lo que pasa y se dice en ciertas tertulias y concejillos. Pero esto es una excepción. La finalidad primordial es ilenar con cabalas, a falta de otros recursos, los espacios oscuros, como bocas de simas, que en su avance, y a pesar de su avance prodigioso, deja la ciencia en su camino. ¿ P o r qué, en realidad, n o sabemos nada de nada, ni poseemos ningún medio para saberlo? Por ejemplo: ¿qué es el a m o r ? , ¿qué es la v i d a ? , ¿qué es la fuerza?, •a a >^ •a 27 ¿qué es lo que piensa, de nosotros, el prójimo? Y la misma decencia, ¿qué es? ¿ N o la entiende cada uno a su manera, y ajustada a su conveniencia, o a la tiránica m o d a ? Y aún lo poco que no ignoramos — e n astronomía, por ejemplo, y en el mundo de lo infinitamente pequeño, es donde la mirada del hombre ha penetrado más l e j o s — ¿no es motivo de disgusto y mal humor saber matemáticamente, con la prisa que llevamos los escritores para ser leídos, que hay seres, en el supuesto que sepan leer y escribir, que distan de nosotros m i l l o n e s de años de luz, y como en cuestión de distancias estamos con ellos a la recíproca, tardarán ¡ e s o ! , miles de miles de millones de años antes de que se enteren de lo que hemos escrito? ( 1 ) . N o cabe duda, por otra parte, que el hombre ha realizado maravillas en materia de técnica. Ahora mismo, acaba de construir un cerebro artificial que, desde luego, es mucho mejor que el mío, porque a mí me salen siempre fallidas las cuentas resuhantes del gasto de la casa.^ Pero en cambio, por ignorancia de las causas, es incapaz de construir ni un trozo de piel de naranja. Se nos objetará que bien lo hace el naranjo. Pero éste obedece, en su trabajo, ciegamente a un primario impulso venido del cielo, cabalgando probablemente sobre un rayo cósmico. Y el hombre es incapaz de manufacturarlo, por desconocimiento absoluto de la naturaleza de ese impulso. Porque sj el hombre hallase el secreto para construir naranjas, ¡me río yo del naranjero! ¡Pobre huerta de Valencia, entonces! Pues bien, si desconocemos en absoluto donde está la verdad de las_ cosas, ¿por qué no puede existir, esa verdad, en un objeto cualquiera de uso c o m ú n : un m a n g o de sartén, una herradura, por ejemplo, en este caso, común a las muías y, se entiende, c a b a l l o s ? ¿ P o r ventura nadie podría imaginarse que de un pedazo de metal semejante a cualquier otro, el uranio, golpeándolo un poco con un haz de electrones, brotara de su masa una fuerza capaz de destruir un continente? Pero no todo fetiche es orégano. Mi dilatada experiencia sobre el particular me autoriza para formular algunos consejos, y estable¬ cer pautas, dirigidas particularmente a aquellas de mis lectoras que quieran adiestrarse en el fetichismo. Los hay malos de remate. Cuidado con ellos. Se pasan a veces al enemigo. Huir siempre, por otra parte, del polifetichismo. Muchos, juntos, se interfieren, como la luz y el sonido. Si muchos hablan a (i) A c a b a n ele n o t i f i c a r m e p o r t e l c í o n o C]ue h e g a n a d o un c o n c u r s o d e t o n t e r í a s ggeennii a l e s . 28 cien ^ ^ ÍI pesetas •a la vez no se oye nada. Yo creo, además, que llegan a ponerse enferm o s , a veces. Aguantar entonces sus impertinencias, como aguantam o s las de nuestros semejantes; pero desprenderse de e l l o s , ¡jamás! En cierta ocasión, le regalé a un matrimonio m u y querido m í o , un icono h a l l a d o en el campo de las Navas de Tolosa, lugar donde, sabrá más de un lector, se libró la batalla que lleva este nombre, y en la cual Alfonso V I I I , el verdaderamente sabio, a golpes de maza claveteada, paró en seco la marcha invasora del Islam. Decía, pues: esos amigos han alcanzado prestigio social y fortuna incalculable. Si yo no m e hubiese desprendido de ese icono, ¡quién s a b e . . . ! Pero por encima del fetichismo, lo que más m e atrae de ese mundo fantástico de posibilidades para penetrar en lo ignoto, es la premonición o lectura del porvenir. D i g o esto y lo que antecede, y lo que pude decir, que ha quedado en la tinta de la "estilo", porque una dama de respeto, tocada de sibila, con antecedentes favorables por haber acertado en dos elecciones nmnicípales consecutivas, cuando yo oficiaba de alcalde sin cartera, m e ha prometido que mi vida duraría tanto como duran estas memorias. Es un don, ese de poder leer en lo venidero y . . . acertar, que se da con frecuencia en las mujeres, lo mismo que el arte de escribir novelas, que las producen maravillosas ( ¡ . . . ! ) . Mi madre Corina, la segunda esposa de mi padre, cuando de pequeño llegaba tarde, sudado, con el delantal roto, las rodillas escoriadas, y mi padre trataba de inquirir de dónde venía y lo que había hecho aquella tarde, ponía cruelmente los ojos en blanco y exclamaba, en tono profético: " ¡ A i , T a ñ o ! " (Taño era mi p a d r e ) , "sí que ¡a pujarem dreta la paret!" Y lo grave del caso era que siempre acertaba. Verdaderamente es un fastidio tener una sibila en casa, m á x i m o si ese don recae en la madre o en la mujer. Pues b i e n : si es cierto lo que vaticina esta señora, ruego a mis lectores que tomen asiento, si les es posible, en una cómoda butaca con respaldo alto y orejuelas, porque la procesión de mi vida es larga y el cirio que la alumbra, no peca de corto ni de delgado. •a a >^ Llegó octubre del año 1889. Iba pronto a renovar mis estudios universitarios. Esta vez habían empezado ya las clases cuando emprendí mí viaje a Barcelona. N o recuerdo bien cuál fué el motivo de este retraso. Probablemente la inoportunidad de una ligera indisposición, y 29 •a digo ligera, pues nunca estuve gravemente enfermo durante mi niñez, ni en el transcurso de mi adolescencia. Quizás mejor, el eterno problema del dinero, del cual andaba siempre mi padre un poco apurado. Pero recuerdo, sí, que e l l o , mi demora, me causó una gran contrariedad. ¡Buen síntoma! También, durante aquel verano, porque el fenómeno se había repetido varias veces, aunque esbozadamente, tuve una crisis de vocación. D e pronto, como obedeciendo a un súbito impulso interior, le dije a mi padre que n o quería ser médico. Sería marino. Sorpresa, llanto, consternación. La herencia implacable, indiferente a todo plan preconcebido, y a todo género de ilusiones, me indicaba otro camino. Todos, en mi casa: mi padre, y o y mi hijo, hemos experimentado en un momento dado de nuestra vida ese enérgico mandato de la herencia. En mi familia ha habido cirujanos, médicos, boticarios, curas, labradores y marinos. Lo que no hubo nunca fué un tendero: de ahí el por qué de la medianía económica en que siempre hemos vivido, sin conocer jamás la pobreza, pero tampoco la opulencia. Y el por qué, también, de que nunca se me ocurriera pedirle al autor de mis días que me pusiera una tienda de ultramarinos. U n o de mis antepasados, allá por los años del 1 7 9 0 al 9 2 , durante la revolución francesa, mandando una goleta de guerra, fué echado a pique en combate contra los ingleses, frente a Tolón. Todavía recuerdo que, de grandecito, mi abuela Concha me mostraba unos papeles, amarillentos por la injuria de los años, a los cuales había pegado un sello rojo, atado con una cintila blanca, en los que se hablaba de este episodio, y se concedían derechos reales a reclamar del Estado. ¿ D e cuál? Y cerca de Lisboa, mucho más anteriormente, naufragó otro antepasado m í o . Exactamente lo que le ocurrió en el mismo sitio a Colón, yendo a reunirse con su hermano Bartolomé. Sólo que Colón se salvó, y descubrió más tarde un continente, y mi lejano pariente se a h o g ó . Cuestión de suerte, nada más. P o c a cosa. Las atinadas reflexiones de mi padre y mi buen sentido de las cosas, que jamás m e ha abandonado ni un momento en mi vida, conjuraron la crisis: cesó el llanto de mi abuela, y, como he dicho, el ocho de octubre de 1 8 8 9 tomaba el tren para Barcelona, con dos duros en el bolsillo (una fortuna en aquel t i e m p o ) , seguram.ente para que estuviera contento, y la cabeza llena de ilusiones, instalándome de nuevo en la misma casa de huéspedes, Riereta número 6. La pensión, durante mi ausencia había experimentado alguna mutación en su aspecto y estructura. D o ñ a Tomasa había dejado el tercer piso para ocupar el primero. Evidentemente, el negocio le iba vien30 c „ ÍI •a lo en popa, lo cual se explica, en parte, porque alguna, noches se It olvidaba servirnos la ensalada a que teníamos derecho. F e h u era menos expansivo, pero más limpio. Se daba por seguro (chismes de portería) que se cambiaba los calcetines cada mes. Debía de hacerlo contra sus gustos, porque el colmado de mi tío Rosendo marchaba como sobre rieles, y n o era propio del caso que sus dependientes, anduvieran sucios y apestosos. Luego había contraído una gran amistad con el portero de casa Comillas, un hombre espectacular, como portero y ello le prestaba cierta altanería, lo cual es m u y h u m a n o , creyendo tal vez que había emparentado con el marqués. Se dan multiples casos. "Roset", el juerguista, se había marchado de la casa de huespe- • des sin pagar, no podía suceder de otro modo, y en su lugar vino un tal don Matías, contable en un comercio de frutería. Hombre concentrado de carácter e hirsuto. Las barbas le llegaban a la mitad del pecho En nuestras conversaciones de sobremesa se declaraba agnos-, tico Por aquellos días, Renan estaba en boga. D o n Matías opmaba lo mismo que Van Helmont, en el siglo XVII, que el alma residía en el est ó m a g o . En consecuencia, se hartaba como un energúmeno hasta Ueear al hipo constante. Y eso a la patrona no le gustaba nada, pero caÍlaba y sufría, porque le tenía miedo a ese hombre, no por las barbas, que también las llevaba su difunto marido, y m u y largas, smo por lo de agnóstico, palabra cuyo significado jamás pudo comprender. _ También en mi cuarto hubo su pequeña modificación. Yo me traje un taburete para los pies, la quinta esencia — en mi concepto del confort, una esterilla y un sextante, como postrer adiós a mis ilusiones de ssr marino. A s i m i s m o me llevé un cajón, conteniendo algunos hues o s : un cráneo, un fémur, una pelvis y una laringe disecada, que era una preciosidad, robados en lóbrega noche de vientos, truenos y lluvia al osario común del cementerio de Sitges, en complicidad y s m propina con el sepulturero, más miedoso de los fantasmos que y o . La noche de mi llegada a la casa de huéspedes, a semejanza de en similar ocasión el año anterior, me llevaron, digo, esta vez m e lleve yo solo, al entonces Edén Concert. Apenas había tomado asiento en una de las mesitas, cerca del es¬ cenario, cuando una de las muchachas que cantaba y bailaba descendió del tablado y vino a sentarse a mi lado. Y o estaba, de vanidoso, que no cabía en la piel. Me cogió la mano, pidió una cerveza, me miro tierñámente en los ojos y . . . fijándose de pronto en mi traje, que era el m i s m o que llevaba cuando por vez primera l l e g u e a Barcelona: ma¬ rrón, con rayas negras de relieve, me preguntó, curiosa, donde me lo habían confeccionado y cuánto le había costado a papá. La caída tue 31 :^ ^ ^ ^ ^ horrible. Aquella mujer se había fijado en mi traje, y no en mi carita de castigador, con bozo y todo. Me levanté bruscamente y fuíme a reunir con mis compañeros, que ocupaban otra mesa cerca de la mía. Cuando, a las tres de la madrugada, entraba en mi cuarto, lacio, desengañado y soñoliento, me juré a mí mismo que nunca más volvería a poner los pies en semejantes sitios. Debía corresponder a la confianza que mi padre había depositado en mí. A las nueve de la mañana del día siguiente me encontraba sentado en una de las gradas del anfiteatro de Anatomía, de la antigua Facultad de Medicina de Barcelona, junto a mis inseparables amigos Palomar de la Torre y FeKpe Cardenal. Constituía el anfiteatro una estancia capaz para doscientos alumnos semicircular, con una mesa de mármol, ovalada, cien veces venerable, en el centro, y una hornacina en el fondo, con el busto de Virgilio, si mal no recuerdo, o de Gimbernat. D o s catedráticos. Batlles Bertran de Lis y Siloniz, turnaban en la cátedra de Anatomía descriptiva. Farreras, me parece recordar, hacía la técnica. Yo tuve de profesor a Batlles, gran señor, aristócrata, excelente anatómico teórico, complaciente con nuestras "burradas", pero se decía que le tenía cierta aversión al cadáver. ¡Verdad que huele m a l ! Lo cierto es que nos enseñaba Anatomía valiéndose de papelitos recortados, en cuyo arte de artesanía alcanzaba grados superlativos de destreza, particularmente cuando describía las aponeurosis del abdomen. Sisquella, el gran pintor, pero además maestro en eso de la conleccion de pajaritos de papel y monigotes recortados, que hablan y se rcueven, le hubiese tenido envidia. _ Con frecuencia veíamos a Siloniz llegar a la Facultad, a pie. A h o , enjuto de carnes, andaluz cien por cien, por el ceceo, m u y viejo ya — todavía no se había implantado la horrible ley de jubilación forzosa — , y era tan leve su pisar, que jamás el barro logró salpicar sus relucientes zapatos de charol. Nuestra simpatía se iba en pos de él. Otro catedrático era asimismo objeto de admiración, respeto y cariño: el doctor Pi y Sunyer, profesor de Tisiología, hombre modesto y de autentica valía. Sus lecciones eran escuchadas con recogimiento e interés, y su laboratorio, conceptuado como un modelo de orden y eficiencia. La Naturaleza tiene sus cosas, sus caprichos, sus predilecciones, como las personas sus debilidades, y ha volcado siempre sobre la dilatada estirpe de los Pi y Sunyer todas las gracias, todas las cualidades. por lo menos una buena parte de las que dispone al hacer el repartoen primer término, el talento, quedándose sin estas prebendas muchos 32 ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^. ' otros infelices. Me preguntaba en clase muy a menudo, y al salir de ella, invariablemente, por la salud de mi padre, ambos enfermos del corazón. El tercer año tuve de maestro a Cajal. Es un honor para todo médico haber sido alumno de ese hombre, gloria de la medicina española. Frisaría entonces en los cuarenta años. Más bien alto que bajo de estatura, desgarbado en el vestir, mirada inquisitiva, de rostro triangular, terminado en una barbita negra, en punta, característico de los hombres de gran talento. Recuérdese el retrato de Shakespeare y el de Cervantes. Los políticos suelen tener la cara ovalada, y los hombres de negocios estrecha en su mitad superior y ancha en la zona mandibular. Cajal daba la clase a las tres de la tarde. El tono de su voz, siempre igual, sin altos ni bajos, la hora de la siesta o de la partida de billar, todo contribuía a que el sueño hiciera presa en nuestra atención. Fijándose bien, se daba uno cuenta, no obstante, de que su peroración era límpida y dicha correctamente. Dibujaba constantemente en la pizarra mientras hablaba, y a menudo borraba distraídamente con la manga lo que había dibujado. Habla y piensa todavía el alumno. Hombre bueno, era mordaz con sus contrarios. Y era suya la frase que afluía a sus labios cuando hablaba de alguien que no le merecía buen concepto: "Tiene la cabeza como esas cajas de cerillas que se expenden ahora: mucho cartón y poco fósforo." A mediados de curso llegaron hasta nosotros las primeras informaciones de los avances logrados y la importancia extraordinaria de sus descubrimientos en la estructura del sistema nervioso. Su idea genial fué abandonar el estudio directo del cerebro humano, demasiado complicado, para escoger el cerebro, más simple, de los vertebrados inferiores. N o obstante, seguíamos dormitando en clase, porque, en la juventud, lo somático pesa más que lo espiritual. Cajal, en el apogeo de su gloria, abandonó Barcelona, el curso siguiente, para trasladarse a la Universidad central. N o volví a verle. Pero seguí atentamente su carrera triunfal. D e otros catedráticos he de hablar reverencialmente en. el decurso de estas memorias, y a cuyas enseñanzas debo lo poco que v a l g o : Giner y Partegás, Martínez Vargas, Robert, Bonet, Morales, Fargas, Rodríguez Méndez... Pero quiero primeramente referir en este capítulo algo de lo que concierne a mi vida y costumbres estudiantiles, de un estudiante libre de toda traba y vigilancia paterna, durante esos tres primeros años de mi carrera. 33 ^ ^ ÍI •a Mi vida se movia dentro de un radio relativamente corto, tomando por centro mi casa de huéspedes: de ésta, a la Facultad; por las noches, antes de cenar, un paseíto por las Ramblas y calle de Fernando, de brazo de mi amigo, modelo de amigos, Antonio Jaumandreu, punto y cita de toda la gomería barcelonesa. Y los domingos, a mediodía, a la salida de misa de doce en San Jaime, un par de vueltas por el Paseo de Gracia, junto con mis amigos Palomar y Cardenal, para piropear a' las muchachas que allá acudían, con sus obesas mamas, para lucir su talle y su tocado y para ver de pescar novio. Alguna noche, en el Dorado o al Liceo. Al cabo de algún tiempo de vivir en Barcelona, había contraído algunas amistades vahosas, entre ellas la de la familia del señor Piquer, compuesta del matrimonio, comandante retirado él, su esposa, doña Adela, y Soledad, su hija única. Bajita, agraciada, tez y color de café con leche, nariz roma y senos abultados. N o creo que entonces llegara a los treinta. Iba por allá algunos jueves por la tarde, y Soledad, creyendo sin duda insuficiente el chocolate con rosquillas con que doña Adela solía obsequiarme invariablemente, se ponía al piano y cantaba, con expresión y sentimiento indecibles, la "Stella confidente" y "Vorrei moriré". N i n g ú n pesar me hubiera causado en aquellos momentos de éxtas i s . . . "moriré". N o está por demás ahora advertir a los padres que se dignen leerme, que vigilen estrictamente a sus hijos en esa edad pehgrosa que y o tenía entonces, para no exponerse a la desagradable sorpresa de verse tatarabuelos a los sesenta años. Cuenten: a los quince, padres; a los treinta, abuelos; a los cuarenta y cinco, bisabuelos; y a los sesenta, tatarabuelos, edad de las más bellas ilusiones. Durante aquellos años, los tres primeros de mi carrera, menudeaban las algaradas estudiantiles. El motivo aparente era nuestra protesta por el embarque de soldados para Cuba. En realidad, el deseo de holganza, encubierto con el de empezar pronto las vacaciones nav i d e ñ a s . . . para descansar de tanta fatiga. A mi padre le ponía irritado esto. Organizábamos esas algaradas, espontáneamente, sin previo acuerdo, al pie de la fuente que creo que todavía existe en el patio del antiguo hospital de la Santa Cruz. El líder era un tal Fuster, pésimo estudiante, pero gran oradon de mitin. Creo que andando el tiempo fué concejal del Ayuntamiento de Barcelona. D u d o que la ciudad se beneficiara de su actuación como edil. En manifestación bulliciosa, solíamos dirigirnos al puerto, custo- c ^ ^ ^ ^ •o diados por los guardias de seguridad. N o creo que jamás hubiésemos impedido el embarque ni de un soldado, ni provocado la caída de ningún Gobierno. La prensa, al día siguiente, hablaba de nosotros, estampando el sobado comentario que elementos extraños nos impulsaban y dirigían. Siempre se ha dado excesiva importancia a esos alborotos estudiantiles, que, en el fondo, no son más que manifestaciones fisiológicas de organismos dotados de energías sobrantes. U n a vez, l l e g a m o s en manifestación hasta el Gobierno civil. La cosa acabó a garrotazo limpio, con la consiguiente dispersión por las calles adyacentes. El primero de m a y o del primer año dedicado al proletariado, fué otra cosa. Fuimos nosotros, los de la Facultad de Medicina, conceptuados como los más revoltosos, quienes nos mezclamos con los alborotadores. Hubo carreras, levantamiento de adoquines, vuelcos de tranvías patas arriba, y tiritos en la plaza de Cataluña. Y o me topé, en la calle de Pelayo, con un guardia que evigentemente, a juzgar por su actitud, se proponía detenerme. "Oiga", le dije, con gran aplomo, "no me toque, que soy hijo del general Lapuerta." U n nombre supuesto, que en aquel momento de peligro se me ocurrió. La idea fué muy celebrada en la casa de huéspedes, y durante mucho tiempo me llamaban, en guasa, el "general Lapuerta". El aplomo, el dominio de sí m i s m o , la respuesta rápida y el puñetazo oportuno, son manifestaciones de una gimnasia muscular y mental que debería enseñarse en el colegio. Puede servir de m u c h o . V a m o s a finalizar este capítulo, que se va alargando más de la cuenta. Como todos mis lectores saben, yo siempre he s i d o un poco mujeriego, esto es, ferviente admirador del sexo contrario. Concurren en mí, para que así sea, factores especiales: genotípicos, fenotípicos, oncológicos y hormonales. Entérese el lector, si le interesa y conviene, saber lo que esto quiere decir, porque no quiere ser responsable de sus devaneos. Y o no concibo cómo dos hombres pueden pasarse más de treinta minutos juntos en un café o en otro sitio cualquiera, echándose el h u m o a la cara. Los hombres apestan. Recuerden ustedes el episodio aquel en que mi padre m e sacó bruscamente de la c a s a , d e mi nodriza, cuando apenas había terminado el cuarto año de mi lactancia, en vista de la actitud francamente celosa del dido. Pues bien, una niñerita que vivía en el piso de encima al nuestro puso sus ojos en mi humilde persona. Me llevaba un palmo de estatura, y era albina y parlanchína. Salíamos a menudo para dar una vuelta por el parque, con la obligada parada, breves momentos, en la gruta, de injusta reputación. Los hombres, al pasar, hacían un chas3.5 •a Î;a >^ •a quido con la lengua, como queriendo decir: "¡Buen b o c a d o ! " Ahora que nunca pude averiguar quién de lo3 dos, la niñera o yo, era el buen bocado. Hay chasquidos cuyo significado es difícil de interpretar. ^A) cabo de algunos días se interpuso arbitrariamente entre nosotros doña Tomasa, alegando poderes sobre mí conferidos por mi padre, y el pseudo idíHo se acabó. Pero y o , ofendido por su intromisión en mis asuntos, me propuse cambiar en el acto de pensión. Para lo cual busqué ávidamente, y de buena fe, en los periódicos uno de esos anuncios que dicen: "Madre e hija desean un caballero, que sea todo un caballero, a todo estar." 1 , efectivamente, a los pocos días el faquín trasladaba a la nueva pensión todo el ajuar de mi cuarto, con la consternación de la patrona. Estaba situada la nueva casa de huéspedes en la calle de Urgel. Sin número todavía, porque era la única que había en dicha calle. Al lado de ella, pegado casi a ella, existía un almacén con maderas, chatarra, carros viejos, etc., donde todas las noches se robaba o m.ataba a alguien. Tan gorda y frecuente fué la cosa, que llegó a zaherirme, porque nunca me robasen o asesinasen a mí. Mis compañeros se burlaban de mi situación un poco embarazosa, diciéndome que tenía facha de pobrete. Pero yo, impertérrito, llegaba a casa todas las noches a las dos de la madrugada, muchas de ellas viniendo del cuarto de guardia de los alumnos internos, con los cuales me reunía a menudo, esperando el ansiado momento. Cinco caballeros vivían en la casa, y una sola hija; aquéllos eran tan caballeros como yo. Más, no. Pero lo que luego sucedió será objeto de otro capítulo, si no m e muero antes. ¿Lo desea alguien? Y el día cinco de junio del año 1892, cargado con mi maleta de cartón-piedra, y con mis notas que pesaban más que mi maleta, llegué a Sitges, en cuya estación me esperaban mi padre y mi novia, ya, pues mi suegra protegía nuestras relaciones y el suegro se hacía el desentendido. Aquellos, fueron amoríos, y esto, amores. BENAPRÉS c • X ÍI •a 36 POR SUS MINUTAS LOS CONOCERÉIS NUESTROS AMIGOS LOS TURISTAS U4ND0 escribimos estas lineas —fines de julio ( 1 ) — los sitgetanos constituímos aún la minoría más numerosa dentro de este conclave de razas que durante los meses estivales practican sus abluciones marinas y ofrendan sus rubicundas epidermis en holocausto a nuestro tan decantado sol mediterráneo, rito que alcanzará su climax cuando, tras la etapa del rojo cangrejo, liará su aparición la primera y codiciada ampolla. Es entonces cuando el cocinero del Sobo londinense, la mecanógrafa suiza, el peluquero francés y el mecánico alemán gozan lo indecible... despellejándose. Pero ¿hasta cuándo disfrutaremos de esa condición de minoría más numerosa? Esa población flotante de diez mil personas que el Pian de Ordenación de Sitges prevé... para el año 2 0 0 0 , ¿no es ya una realidad este 1 9 5 5 ? Ese triiingüismo de que alardeamos en esas hojillas anunciadoras de espectáculos, ¿no será dentro de poco tiempo asignatura obligada, no ya para los camareros, sino para el más modesto ciudadano? Bien venidos sean, pues, nuestros amigos los turistas, si además de dejarnos sus buenas divisas contribuyen a enriquecer nuestros conocimientos lingüísticos. Franceses, ingleses, suizos y algún que otro italiano e irlandés son ya viejos conocidos de nuestras calles, que, en verano, van^ resultando cada vez más estrechas. Pero ya, a partir del pasado año, y más aún en el actual, la O. N. U. de nuestros turistas enarbola una bandera m á s : la roja, amarilla y negra de la Alemania federal. La presencia de esos turistas de allende el Rhin, muchos de los cuales no conocen otro idioma que el propio, plantea a quienes tienen que (i) Este artículo tenía que publicarse en el nonato número de verano del presente año. Pero como, afortunadamente, vamos en camino de constituirnos también en estación de invierno, el tema no lia perdido actualidad. S7 lí ¡i^ ÍI •a relacionarse con e l l o s el difícil problema del diálogo, pues con el inglés y el francés mal que bien n o s v a m o s defendiendo. Pero todo se andará. Por el momento, el lenguaje de los signos desempeña eficazmente su cometido. Con una m o n e d a fuerte y san'eada se establece pronto una convivencia cordial. En un número anterior de ANTOLOGÍA publicamos una entrevista con varios turistas acerca de lo que les gustaba de Sitges y de lo que no les gustaba. Evidentemente, lo primero ha ganado de sobra la partida, pues a la vista está. Pero el fenómeno "turista" presenta m u c h o s aspectos. Los que podríamos llamar "exteriores" — s u atuendo, o, por m e j o r decir, su escasez de atuendo, su m o d o de comportarse, e t c . — no hay necesidad de comentarlos. Nuestras descripciones, por hábiles que fuesen, no lograrían transmitir el volumen de observaciones que a nuestros conciudadanos les es dable atesorar por nuestras calles y playas. Nuestro propósito es más m o d e s t o : querem o s saber lo que comen y lo que beben nuestros huéspedes veranieg o s ; c ó m o reaccionan, p o n g a m o s por caso, en presencia de una "pael l a " V a la vista de nuestros c a l d o s . . . U n o , por desgracia suya en estos tiempos, no es hotelero ni propietario de ningún bar, pero amigos que ejercen esas dignas profesiones nos han informado de lo que pretendíamos saber. Procederemos por grupos étnicos y empezaremos por los franceses, que sin duda por razones de vecindad son los que suministran un m a y o r contingente de turistas. Franceses. — Aunque se ven algunos durante los meses de m a y o y junio, la m a y o r afluencia la registran julio, agosto y septiembre. Casi nunca vienen solos. Suelen llegar en grupos familiares, muchas veces con niños. Según opinión general de los beneficiarios, nuestros vecinos son los que más pronto se adaptan a nuestra idiosincrasia. Más comunicativos y parlanchines que los de otras nacionalidades, se conducen sin reser¬ vas mentales. Si advierten alguna deficiencia o consideran abusivo el precio de algún "extra", se quejan, pero pronto se les pasa, y, desde luego, casi nunca se da el caso de que formulen denuncias a la m á s próxima Delegación del Turismo. Además, por lo general, se las in.38 c ^ ÍI genian — como también los italianos que n o s visitan — para disponer de más dinero del que se les permite sacar de su país, lo que se traduce en consumiciones extraordinarias y repercute favorablemente en bares y tiendas. En l o s establecimientos de bebidas, s i n desdeñar e l , v i n o español, preferentemente tinto (todos hemos podido ver alguna pareja departiendo amigablemente ante una botella de tinlorro], piden, tal vez por momentánea nostalgia, pernod o pastís de Marsella. Peor el pernod, que en Francia no suele pasar de los 4 5 grados, pronto lo abandonan ante los sesenta y tantos de la producción nacional. El francés es sin duda el que mejor sabe comer. De casta le viene al galo. Desde luego, condimentado todo con mantequilla o margarina, o, en su defecto, con aceite m u y refinado, lo que, dicho sea de paso, es apetencia común a casi todos los extranjeros. El francés compone sus minutas a base de verduras, copiosas ensaladas y pescado. E n cuanto a la carne... prefieren los productos de los pastos de Bretaña y Normandía. Ingleses. — Acostumbran a hacer acto de presencia durante la primera mitad del verano, y, no sé por qué razones, abundan los matrimonios ya maduros, rara vez acompañados de hijos. Son serios, casi solemnes, y, por lo general, como la mayoría de e l l o s , sólo habian s u propio idioma, sin hacer el menor esfuerzo por aprender las palabras "cerveza" y "café". Únicamente disponen de las cincuenta libras (ahora creo que son cien) que les permite llevarse su Gobierno, y hacen sus cálculos. S o n m u y correctos, m u y deferentes, pero no toleran el menor desliz en los precios, lo que m e guardaré mucho de censurar. Los primeros días se sientan en un bar y toman un whisky, pero al tener que desembolsar cuarenta o cincuenta pesetas, pronto se abstienen de su bebida predilecta, y entonces piden Malvasia o un licor español, como por ejemplo Calisay. También les gusta el vino español, sin duda porque el precio se acomoda a su presupuesto. Y, claro está, el coñac nacional. Son seguramente los que más beben. También los ingleses saben comer, aunque su minuta es menos variada que la de los franceses. Verduras y ensaladas, huevos y hervídos es lo que más prefieren. Alemanes. — S o n recién conocidos, pero su proverbial concepto de la disciplina — tan apreciada por los hoteleros — , su discreción y sus esfuerzos para hacerse entender les hará ganar muchos puntos en la competición turística. 39 ^ Sin duda por desplazarse a través de agencias de viajes, suelen llegar en grupos. Sus estancias son cortas: ocho o quince días. Y, cosa curiosa, aunque todos, sonrosados y ebúrneos, presentan el aspecto de estar bien alimentados, son, entre todos los turistas, los que más comen. Silenciosos, lo engullen todo, sin distingos de ninguna clase. Y beben lo suyo, sobre todo, vino, blanco o tinto. La cerveza la encuentran desangelada. Otras nacionalidades. — Desde el punto de vista gastronómico, c o m o en todos los demás aspectos, los suizos n o presentan un frente compacto. Comen y beben según sean de los cantones franceses, alemanes o itahanos. Coinciden, empero, en su preferencia por las sopas vegetales, los fiambres y el p o l l o . Suelen hacer su aparición en m a y o y junio. Los irlandeses acostumbran a venir por grupos m á s o m e n o s numerosos. Abundan los grupos de señoritas, cuya circulación sanguíparece avivarse bajo el influjo de nuestro sol y al conjuro de nuestro substraturn ibérico. A los irlandeses les gustan los b o c a d i l l o s regados con cerveza, y, si les sobra el dinero, toman c o m o aperitivo una copa de Dubonnet o de Byrrh, lo que, cosa singular, n o beben los franceses. Norteamericanos se ven m u y pocos, por desdicha de los hoteleros. \ eso por dos razones: en primer lugar, c o m o encuentran escaso el desayuno, piden "extras", y, en s e g u n d o término, consecuencia del anterior, comen poco a la hora del almuerzo. Por l o general, todos los extranjeros piden, el primer día, u n plato típico del p a í s : "zarzuela", "paella", "romescu", etc. U n a particularidad de la "paella" es que a los que les gusta — del 8 0 al 9 0 por 1 0 0 — la encuentran sabrosísima, pero a los que no les gusta les repugna en absoluto. En los hoteles y pensiones, los primeros días acuden todos con puntualidad a las hora.s señaladas para las comidas. Luego, poco a poco, v a n adaptándose a la idiosincrasia del país. Algunos beben c o n el m á s completo y absurdo desorden. El dueño de u n bar m e contó que, un día, u n irlandés s e tomó, e n el espacio de media hora, lo siguiente: un cacaolat, un pippermint, una naranjada un pernod y . . . un café con leche. Los irlandeses son capaces de e s o , y de pasarse setenta días sin comer. SALVADOR MARSAL 40 ^ ^ >^ ÍI •a UNA NIT EN EL MAR ^ A D A migdia trobava Quim, i sempre el sorprenia en la mateixa p o s i c i ó : assegut a la muralla, les cames penjant, mirava, sense aíçar-ne la vista, el mar. Els ulls li brillaven, i per la seva cara corria un somriure beat. Es veia que el minyó era feliç, submergit en aquella contemplació, que feia hores que durava. Quim té disset anys, i és fill i nét de mariners. Millor, és fill del mar. Si no sabés on viu, diria que el m i n y ó no té altra casa que la closca de fusta que fendeix l'aigua; ni pares — p e r ò el patró de la barca, aqueix h o m e escàs de paraules, que li diu, només, "Apa", quan és l'hora d'anar en mar, és el seu. Quim no es mira les noies — n o pot, perquè té una altra enamorada. Quim no aprèn en els llibres —perquè sap d'una altra saviesa. Quim no va al cafè, ni juga a cartes — p e r q u è s'asfixiaria en l'atmosfera viciada, ni sabria lluitar amb els altres homes. Quim surt a pescar, i després es queda tot el dia mirant el mar. Quan el posen, a la platja, a apariar les xarxes, n o fa res de profit: bada, mirant les onades. S o n pare remuga: "Ets un gandul". Ell, però, ni el sent. Somriu d'un ruixim d'aigua que li ha arribat als peus. Quim no em decepciona mai. Si m'hi assec al costat, ell e m mira, només, sense obrir la boca, content que un s'ajunti a la seva contemplació. Així ens estaríem hores i hores. Per què dir-nos res? D e tard en tard, ell obre la b o c a : "Ara s'alça el llevant". I m'aclareix, com jo faig semblant de no adonar-me'n: " A l l à al fons, no el v e u ? " . í torna a emmudir. Quim viu d'esquena al m ó n , no sap res de les passions que l'agiten, de les bregues dels homes. Per ell, només exis¬ teix el mar. Quim i jo tenim punts de contacte. Cada dia ens aboquem a mirar el mar, cada matí el trobem nou. J o , però, no hi havia anat mai, endintre. Ell, Quim, és fill del mar, pur de tota màcula. Al seu 41 ]» ÍI •a costat, jo feia figura de fill pròdig. Un dia va dir-me: "Per què no ve, una nit, a sardinals?". V a i g ser temptat de fer-lo enrabiar. Anava a dir-li: "El mar, no et pensis, és com la terra. La terra dóna fruits segons les estacions: els pèsols, les faves, les patates, el raïm, el préssec, la cirera. Igual que una moda. El mar també: la temporada de la sípia, la del calamar, la de la sardina". V a i g contenir-me a temps, perquè Quim hauria pres un gran disgust, i s'hauria separat de mi. V a i g respondre a la seva pregunta: "Avui mateix", i el m i n y ó es posà content, amb la mateixa alegria del missioner que ha convertit un negre. S'alçà, em digué: "A les deu sigui aquí", i desaparegué. E m féu l'efecte que no podia contenir la seva alegria, i que se n'anava, ja, a fer els preparatius de l'expedició. Abans de les deu ja hi era. Quim, però, se m'havia avançat. El vaig trobar feinejant dalt de la barca. En veure'l, em vaig refermar en la meva idea: aquella era la veritable casa del meu amic, i ara l'endreçava amb l'esment de qui es prepara a rebre un hoste. Quim e m demostrava que aquesta mar és nostra i és grega: aquest culte a l'hospitalitat, on l'havia après, doncs, el m i n y ó ? I, per què Ulisses s'atardà deu anys navegant, sinó perquè estava encisat pel mar? Tot seguit, en pujar a la barca, se m'esbandiren aqueixes idees llibresques, perquè Quim, ell sol, és una cultura. Arribà el pare del noi, Quim el Vell, i donà ordres de menar la barca en mar. Tota la tripulació, arromangats els pantalons, donant l'espatlla al fustam, empenyia de valent, al crit acompassat d e : " U p . . . V a ! " . A dalt, nom é s el vell i jo. La barca es mogué, es decantà a un costat, empenyeren amb més força, i lliscà dins l'aigua. Semblava una núvia en enfilar-se al tàlem. Era lliure, en el seu element. Pujaren els mariners, Quim el primer, cames i peus regalimant d'aigua. Espetegà el motor. Aleshores vaig enyorar les veles antigues. Pensava en la mar nostra, que omplien les naus del Rei. Quim no en sabia res d'això: ni de la flota reial, ni de la tela blanca que, abans, havia fet.moure la barca de Quim el V e l l . Quim el Jove havia nascut en l'època del motor. Ignorava la innocència de la vela, a l'albir del vent. Pensant en això, veia allunyar-se la gent que es passejava per la Ribera. Es feien menudes les persones que seien en els cafès, i els llums i les cases, distants. Com més me n'allunyava, més el poble m'anava cabent en un p u n y : el bastió roquer de l'església s'ajuntava 42 c „ !5 •a a la punta de Les Coves. Ens submergíem en la negror; només, al lluny, els llums de Sitges que titil·laven per a mi. La barca s'havia parat. Havíem atès les dues barques petites, que ens esperaven. Els llançaren un cap de corda a cada una. Encengueren els llums: dos ulls potentíssims, a cada barqueta, que inundaren l'aigua de claror. La pesca anava a començar. Quim el V e l l havia encès un caliquenyo, i era a proa, fits els ulls en el mar. D e tant en tant, sense decantar la vista, feia un senyal al timoner per a indicar-li la direcció que havia de prendre. El meu Quim m'ho explicà: buscava els bancs de sardina. Quim el V e l l tenia un lluc infal·lible, com ningú, per a saber on podien trobar-se les ramades de peixos, cada nit. Avançàvem, doncs, lentament, com fent tentines, pels camins del mar. N i n g ú no deia res, tothom mirava l'hom e de la proa, talment un bruixot que preparés els seus encanteris. Jo, mentrestant, m'abocava i deixava les mans al grat del corrent. I x s tenia sota mateix de la superfície de l'aigua, i les mirava i n o em semblaven meves. Eren verdes, fluïdes, semblava que anessin a dissoldre's. M'aplicava a mirar endins, a la claror dels fanals. Pressentia que teníem moltes braces de profunditat. Veuria acomplert el m e u secret desig, en embarcar-me amb Quim? Descobrir el secret del mar, en plena nit. Què era aquesta cosa que es resistia a la mà, però que e m lliscava entre els dits? Com era aquesta mar, aquí ma¬ teix blanca i verda, m é s enllà, voltant-me, negra c o m gola d'infern? Diuen que al fons de tot hi ha roques, i muntanyes també, p e i x o s estranys que hi viuen i que no pugen mai. B a h ! Què m'importava, a i x ò ? Tot el més, una imatge deformada de la terra, com en allò de les collites, que havia pensat dir a Quim. Jo volia conèixer l'essència, el missatge, de la mar. Cansat, vaig incorporar-me. Tothom estava de cap a la feina. Eren al fort de la pesca. E n les caixes plenes de gel, hi anaven posant les sardines. Per damunt del feineig dels homes, vaig mirar al m e u voltant: ens havíem endinsat tant mar endins, que es no es veia cap l l u m de Sitges. N o m é s , tot al voltant, el mar pressentit. V a i g pensar que, al poble, la jovenalla encara devia ballar, en les pistes sota els arbres. Que els tocatardans romancejaven, en les taules de cafè. Que els homes es veien, es sentien solidaris els uns dels altres Aquí, jo sol, voltat de soledat. Perquè els altres — n i Quim el Jove. tan s o l s — no m'eren companyia. Lluitaven, oblidats de mi. Alesho l e s vaig comprendre que la nit del m a r ens dóna la soledat perfecta que enfronta l'home, nu, amb el seu destí. La por m'invadia, en sen tir agitar-se, prou meu, el teló de fons de l'eternitat. 43 T3 BJ >^ ÍI Començava a clarejar, quan emprenguérem la tornada. E m sentia alegre en reveure, al lluny, petita, la silueta del poble. V a i g dir, sense voler-ho, en veu alta: "L'alba dels dits rosadencsl". Quim, que h o sentí, va demanar-me: "Què ha d i t ? " Li h o vaig aclarir: " N o m'ho he empescat j o , que h o deia un home antic, que devia haver corregut molt per aquesta mar. Es deia Homer". Quim féu, aleshores: "Es bonic, aquest nom. M'hauria agradat conèixer l'home que deia aquestes coses". Tornats a la platja, Quim —privilegi de fdl de p a t r ó — s'asseia amb m i a contemplar el mar. N o ens dèiem res. Jo pensava que m'hauria agradat conèixer-los — a ell i al mar. RAMON PLANAS c • (D X •a 44 CAMINS ESBORRATS (DRAMA EN DOS ACTES) p e r J o s K P ROIG I RAVENTÓS A la meva néta Mercè Segalà i Roig, que va obrir els ulls a la llum de la vida i els ya cloure, per sempre, el mateix dia de néixer. ACTE P R I M E R Una sala d'una pensió elegant amh dues portes laterals. Al centre hi haurà una consola amb un mirall. Quadres amb gravats. Una tauleta al mig. Un tresillo i cadires. EM alçar-se el teló no hi ha ningú a l'escena. Es sent trucar el timbre llargament. Unes veus interiors arriben a l'escenari. ROMEU Bon dia. El senyor Serra ? MINYONA Passi un moment a la saleta. Qui he d'anunciar ? ROMEU El director del Banc Ibero. MINYONA Perdoni un momentet. El senyor Serra ha dit ? Com que ahir van arribar dos senyors d'Amèrica, preguntaré on és l'habitació del senyor Serra. Segui un momentet. ROMEU Digui-li que sóc aquell senyor que ell va citar a les nou del matí. El director del Banc Ibero. MINYONA Molt bé diu. Un moment ! (Surt per la porta de l'altre cantó per on han entrat.) ROMEU Molt bé. Tinc una mica de pressa!... (Espera, i mira detingudament els gravats de la saleta, d'esquena al públic. Mira el rellotge amb neguit.) SERRA Bon dia, senyor director ! Perdoni la presentació. M ' h e adormit ! ROMEU Bon dia, senyor Serra. ¡ Potser he estat una mica massa matiner ! SERRA NO, senyor ; és l'hora convinguda. Puntualitat exemplar (mirant-lo amb detenció). E m sembla que el recordo jo a vostè! La seva fisonomia m'és familiar ! ROMEU Jo també a vostè el tinc present! I d'on?... 45 0) T3 BJ X C o T3 R o m e u ? . . . R o m e u ? . . . Sí V o s t è es d i u Ignasi? J u s t ' Ignasi Romeu i Rovira, per servir-lo! E x a c t e ! A través de vint-i-cinc anys d'absència, encara ens reSl.RRA coneixem ! Quina alegria ! Companys de tasca ! A la secció de cupons al Banc Ibero ! Com lian passat els anys ! Justí I^erò el seu nom... No s'anomena Riera ROMEU lí.Kacte! No és just que ens tractem de vostè. (Tanca les dues SERRA portes.) Té raó. . , ROMEU F s clar' TuteRem-nos com en la nostra joventut! Aqm, amic SERRA komeuVsóc el senyor Serra. Es el meu cognom de mare,, perquè ¡i o? el senyor Riera, fos descobert per ia policia, avm a n i n a a dormir a la presó!... Estic molt conten de veure t fet t o t un director d'un Banc tan important com l'Ibero ! A tu et parlaré com si fossis el meu confessor. (Mira attr<: eop les Portes i diu, amb misteri.) Ja saps el que vaig fer amb el Banc... aquell desfalc! Recordes la quantitat? Tres milions de pessetes ! ROMEU Bona memòria! VSERRA Ho recordo tot perfectament. ¿ No veus que vaig haver d anar ROMELî a declarar mil vegades? Estic de sort! ¡ E n trobar-te a tu, m'estalvio de fer una conSERRA feïsió que sem¿re és dolorosa ! Confio en la teva honorabilitat, en la teva amistat, per parlar confidencialment. , E m mereixo el perdó, perquè he complert la penitencia en patir tots aquests anvs ¿el: rehabilitar-me! Però fins avui no he pogut tornar Iionradament. Confio en la teva... ROMEU Imagina't que porto una sotana. Secret de confessió! Mossèn Romeu!... Vaig desaparèixer i ningú no pogué seguir SERRA el meu rastre. Just!... „ , . ROMËU Vai°- ama'-^ar-me a casa de la meva xicota. E n aquell barri SERRA n i n r f ño em coneixia. Vaig estar un mes tancat sense comunicar-me amb ningú. I.a poUcia va deixar de <=etc^ar-me i vaig fu"ir cap a l'Amèrica amb un altre nom. Vaig anar. a raure a unes terres inhospitaiàries, plenes de malalties Vaig saneja, els terrenvs, vaig fer unes plantacions, i aquella contrada inhospitalaria, on ningú no podia anar sense P^rúl de la vida^^ es convertí en un verger sa, bonic i productiu. Alia soc com un d é u ! Fins tinc un bust en una plaça publica ! . P e r o jo amic Romeu, he viscut amb una espina a cor. Sempre amb la por de morir sense abans poder tornar la quantitat del meu desfalc!... Avui vinc per això! Aquest acte és conhortador ! ROMEU Bon punt el Banc tingui els diners restituïts, jo tornaré a ésser SERRA el senvor Riera, rehabilitat davant de la ciutat on he nascut! Vinc a convertir-me en un ciutadà honrat, digne, sense espina clavada al cor! La transferencia ja es feta. H a d arribar d'un moment a l'altre. Potser ara quan entris ^1 « ^ " ¿ ' , 3 ^ 1 ^ trobaràs' Ara, fet el càlcul de les rendes que el desfalc ha pORuï donar .a 'l'interès que el Banc fa els préstecs - jo he ¿aículat el cinc per cent, en vint-i-cmc anys, amb els interessos acumulats, fan... ROMEU (pensatiu) Milions!... SERRA ROMKU 46 c 0) X c o o •a SERRA Sí, m i l i o n s ! . . . N o fa m o l t de t e m p s que aquí va passar un cas i g u a l , però a m b una quantitat m é s petita. ROMEU Ho recordo perfectament! Però aquell no va remoure l'enrenou que va causar el teu desfalc. El teu retrat per tots el 'diaris ; ofertes de grans quantitats si et capturaven ; interrogatoris amb tot el personal del Banc ; registres domiciliaris, declaracions ; una tempestat de discussions, recels, injúries a la policia boja cercant-te pertot arreu!... I veus?... com que ningú no coneixia la teva xicota, no van trobar-te en el teu amagatall! Però avui, amic Riera... vull dir senyor Serra... S Í , Serra, Serra, fins que sigui altre cop al vapor ! Ja tornaré després. Avui estic satisfet de veure un amic desitjant feliabilitar-se i d'ésser jo qui pugui reunir tot el personal del Banc i donarlos la bona notícia. Els accionistes saltaran d'alegfria ! Aquells dies terribles de lluites es rosegaven els punys d'ira, de ràbia i de venjança contra tu. El diner és una cosa sagrada ! Si haguessis sentit tot allò que deien els accionistes de tu ! «El cremarem de viu en viu»!... No vulguis saber!... Un cop pagat el deute, sentiré que una llosa que m'oprimia el pit s'alça per alliberar-me d'una feixuguesa mortal ! Quin turment ! I ara quin goig tan reconfortant!... Llàstima que no visqui el director d'aleshores!.... El senyor Pasqual, aquell sant baró tan simpàtic i estimat de tothom ? Morí del disgust ! Què em dius? Es possible!... Pobre senyor Pasqual... Morí per culpa meva !... Sí, noi, va ésser una tragèdia ! Es va suïcidar ! {consternat) Sóc un criminal ! Sóc un homicida ! Per culpa meva !... Naturalment ! EU era el responsable de tots nosaltres i de la caixa. L'injuriaren dient que ell sabia on eren els diners i com que no podia pagar la quantitat robada... desesperat es tirà un tret al cap ! (emocional) Pobre de mi ! Jo que em creia que aquí trobaria la meva anhelada tranquil-litat ! I sento que una altra espina se'm clava al pit!... Axò és espantós!... Això no ho puc suport a r ! Amic Romeu, em .sento defallir! No sé què t i n c ! . . . No em desemparis... (Té un esvaïment.) Serra, vSerra ! (sacsejant-lo) Auxili!... (Toca el timbre.) H a n trucat vostès ? Portin alguna cosa per retornar aquest senyor!... Un m e t g e ! Un metge corrents!.., (esverada) Aquí al davant n'hi ha u n ! Corro a cercar-lo! Què hai passat ? Un atac. i Vostès no saben si aquest senyor patia alguna afecció de cor ? No el conec de r e s ! . . . Es la primera vegada que ve a la meva pensió. Portin el flascó de les meves sals ! Colònia ! Vinagre ! (entra esverada) Quina sort ! He trobat el metge, al moment que sortia de casa ! SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU SENYORA ROMEU MINYONA SENYORA ROMEU SENYORA MINYONA 47 0) T3 BJ X C o T3 A veure! A veure!... Un instant! ja lio veig, és un atac... un col·lapse!... (Li daim, una Injecció.) Vagin volant a la farmàcia, a cercar una capsa com aquesta!... Una tassa de cafè! Una mica de conyac... Té familia aquest senyor? vSiîNYORA Ningú no el coneix!... Va arriliar anit!... ]\IiîTCiï Com se diu ? SENYORA Senyor S e r r a ! ROMEU S e r r a ! No t'espantis!... METGE Senyor Serra! Respiri profundament!... Obri els ulls!... Mir i ' m ! . . . Respiri!... .'Vixi, aixi... Veu? Ja està millor! El pols el té millor. Quina diferència!... Ja torna en s í ! Senyor Serra! Respiri fort!... Té dolor al pit?... No? Millor! Té dolor al braç? No? Millor!... Ja té coneixement! Potser ha rebut un traumatisme psíquic!... SENYORA JO no sé res de r e s ! . . . Això el senyor! Estaven sols! ROME;U Vol dir una mala impressió ? MEÏGE S Í , senyor! Un xoc moral!... ROMEU S Í , l'ha rebuda! E n saber la mort d'un amic seu, s'ha afectat tant, que tot seguit li ha agafat aquest treball. METGE (amb suficiència i gojàs d'encertar la causa) Així ia causa ha estat psíquica, com jo deia ! SENYORA Si per cas, que se l'emportin!... MET(;E Senyor Serra ! MiîTGiî SERRA Qui em crida ? SENYORA METGE SERRA METGE Gràcies a Déu!... Ja estem millor ? Com es troba ? Molt bé ! Sempre em trobo bé jo ! l'rengui aquesta mica de cafè i veurà com es trobarà bé tot seguit!... No ha estat r e s ! Que potser estava en dejú? SERRA E n dejú i molt cansat ! El viatge en avió m'ha fatigat molt ! Quin neguit he passat per por de caure al mar i no poder arribar aquí! No sé què m ' h a passat ara!... METGE No res. Una mica d'esvaïment ! Una mala impressió ! Una depressió moral ! Total, no r e s ! . . . Animi's!... Prengui aliment i veurà com recuperarà forces i coratge] A veure. Proví de caminar una mica! (s'alça, vacillant). Alci els braços, mogui el cap, estrenyi la m à ! . . . .4.ra amb l'altra mà. Tot ho mou b é ! . . . Magnífic! Respiri fort. Magnífic!... Estigui tranquil, senyor S e r r a ! Vagi a desdejunar-se i jo l'espero aquí. MINYONA Doni'm el braç, senyor Serra!... SENYORA E m toca a mi que sóc la mestressa!... MINYONA Ho deia per si vostè volia anar a cercar una clínica (amb malícia ) . VSENYORA Calla ! Vés, posa el desdejuni ai senyor ! (Er,t SERRA surt del braç de la SENYORA.) ROMEU Doctor, què li sembla ? A mi ja em pot dir ia veritat de tot. Vull saber tota la veritat! Som amics de molts a n y s ! . . . A més aquí no hi ha ningú de la seva família. Ni ningú no sap que ha arribat aquí ! I fins ni sé si hi ha algú dels seus que hi visqui ! Jo, per tant, sóc l'únic responsable de la seva existència mentre estigui aquí 48 c 0) c o o •a MEIGB EOMEU METGE ROMEU ÍMETGE ROMEU METGE R OMEU SENYORA ROMEU SENYORA ROMEU SENYOR.I ROMEU SENYORA ROMEU SENYORA ROMEU VSERRA SENYORA SERRA SENYORA N O crec que de moment passi res ; però no em fa gaire gràcia que una mala impressió tiagi causat un col·lapse ! fis c i a r que una mala notícia pot repercutir- a l'organisme fins a produir la m o r t ! Hi ha casos de mort per esglais! Però... semfire crec que es tracta de malalts, ja tarais per una afecció que no s'ha descobert ! EU es veu jove, coratjós ; el seu aspecte és d'un home fort, pero ve d'un país insà. Vagi a saber si allà ha tingut alguna afecció que li ha malmès el cor. Una pena!... Un neguit!... El seu organisme sembla bo ! Ara, un coilapse per una impressió depriment en un home jove, és una mica alarmant. lís un cas que s'ha d'explorar molt bé ! Jo responc de tot i li prego que no el deixi. Jo aniré al Banc i tornaré. Vostè, doctor, esperí'm. Mentrestant tranquillitzi^i í procurí que no surti de casa aquest matí. Fóra una terrible desgràcia que aquest home es morís. La seva vida ara, per unes hores, és d'una transcendència extraordinària. Visc aquí al davant. Jo he de sortir un moment. He de fer dues visites i torno tot seguit. Són aquí prop. Agafí el meu auto. l'ací les visites i torni. L'espero. Molt agraït! Acepto el seu oferiment. Fins a r a ! . . . Magnífic !... Senyor Romeu, què ha dit el metge ? Està greu ? Pot morir-se aquí a casa ? Tranquil-litzi's ! El doctor ha dit que no passarà res ! Però que cal vigilar ei malalt. Per vigilar-lo el millor és una clínica! ¿No li sembla? S ' h a fixat en la cara que tenia ? Semblava un mort ! Jo des que tinc aquesta pensió, temo la mort dels meus clients como una plaga! Com un terratrèmol!... No el conec, no sé si té família! Senyora, no es preocupi. Tot el que passi jo ho resoldré tan bé com pugui. j o no tinc l'honor de conèixer-lo a vostè. SÓC en Romeu, director del Banc Ibero, per servir-la ! .-\h, així, si hi ha diners per entremig, ja no m'espanto tant ! Mentre el metge ens tranquil-litzi i no eiïs alarmi, seguirem el temporal fins a arribar a port ! Qui és aquest m e t g e ? Sembla llest!... M'ha a.gradat m o l t ! Se'l veu jove i entès ! Se'l veu intel-ligent ! E S un cas de tenacitat i d'una aplicació i una abnegació admirables ! Es fill de la portera de la casa del davant !' (admirat). Fill d'una portera i metge? Magnífic! (Entra en SERRA, sol.) Hola, noi, com et trobes? Bé. Una mica feble, decaí.gut, però bé, i avergonyit d'iiaver tingut una i:)asea como una senyoreta histèrica ! Estàvem parlant del metge que l'ha visitat. E S simpatiquíssim ! Es jove i Encantador ! I honest. Li deia al seu amic que és un cas extraordinari d'he¬ roïsme ! Fill d'una portera vídua i amb carrera ! Amb el permís de vostès els deixo si han de parlar de les seves coses ! Celebro el millorament ! Quan vegi el metge faci-li explicar la seva vida! Es un cas admiraljle de tenacitat!... (.Surt.) 49 0) •a (D X C o •a vSliRRA METGE SERRA ROMEU SERRA ROMEU METGE SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA METGE SERRA METGE SERRA METGE SERRA (confidencialment). Amic'iReíneu, signes franc. Que he tingut alguna cosa greu ? He sentit a dir a la minyona d'anar a una clínica. Què ' tinc ? Estic alarmat!... E m sento aprensiu! Jo que era l'home més valent del món ! (Entra el metge amb aire triomfal.) Ja sóc aquí ! Com es troba ? Ja té millor color ! Tot plegat això ha estat una ganitis\... No res. Debilitat. Precisament ahir vaig ésser cridat per visitar una noieta que estava a l'església i tot d'un plegat va caure sense sentits. Quin esglai tingueren els seus pares ! Total no res ! Un cop va haver desdejunat, li passà tot ! No fa gaires dies vaig visitar un home alt com un Sant Pau, que va caure en rodó a terra. Tothom va, córrer. Era taverner. Total, que va treure tot el que havia menjat, mongetes poc cuites, i va eixorivir-se sobtadament. Una mongetitis ! Un vertigen d'estòmac, parlant científicament ! (admirat, després d'escoltar-lo fascinat). Vostè, doctor, té una qualitat esplèndida per a ésser metge, eh, Romeu ? Es humà i optimista ! Conec un metge al qual per res del món no el tindria ! E s trist ! Vesteix trist ! Parla trist ! E s un home bo ner anar als enterraments ! Un home decoratiu per uns funerals!... Pesimista!... Sempre parla de les complicacions! Vostè anima ! Es recorda que el malalt té una ànima ! Molt ben dit, como tot el que tu dius ! Jo els deixo!... Ja tornaré abans de dinar. Vostè, doctor, esp e r i ' m ! Si vol els enviaré l'auto per donar un tomb per la ciutat. Perdoni ! Gràcies de l'auto. Com em miraven els clients ! Jo em semblava que era el rei dels metges ! Ja ho serà. Tinc bon ull ! Filo les persones a la primera llambregada i no m'equivoco mai. Vostè farà carrera ! No volen el cotxe ? Vull estar aquí. Tinc ganes de reposar ! T'espero amb ànsia per saber si ja ha arribat la transferència ! Estigues tranquil. Tot s'arreglarà segons els teus desigs ! Déu ho faci! Adéu!... Segui, doctor, i faci'm companyia. Vetlli la meva aprensió de malalt sorprès del que m'ha passat ! Expliqui's. Quants anys fa que és metge ? Sóc un cadell. Total fa tres anys ! Deuria acabar la carrera el dia que va fer la primera Comunió ! No t a n t ! . . . Vaig acabar als vint-i-nn anys. E r a el més jove del curs. Com que anava sempre amb un company molt més gran que jo, ens deien la dida i la criatura ! La meva mare estava contenta que fos amic d'aquell noi més gran i bo perquè em feia d'ccayo» voluntàriament. I és que vivia a la mateixa escala ' i com que la meva mare era tan pobra, que no podia comprar-me els llibres de text, estudiava amb els llibres del veí i els apunts que sempre prenia a les classes ! Admirable! Voldria que els meus fills ho sentissin això!,.. I les matrícules qui les pagava ? E m sap greu dir-li-ho. No s'ho prengui com a vanitat!.,. Gairebé totes me les guanyava amb matrícules d'honor! Esplèndid!... .^dmirable !... 50 c 0) (D c o a o •a METGE SERRA METGE SERRA METGE SERRA METGE SERRA METGE SERRA METGE SERRA METGE Estudiava de nits mentre l'araie, la dida, dormia. Eren uns llibres que feien dos torns de feina com les fàbriques que tenen molts encàrrecs ! Així vostè no té cap llibre ? Pocs. Ara s í ! Pocs! Però lii ha biblioteques púl3lique¿ !... Ja en parlarem d'això, ja en parlarem! I com és que essent la seva mare una portera, una trista portera, ha pogut donar-li carrera ? Es molt llarg d'explicar. Molt llarg i molt trist! Jo sóc un home que he nascut per patir. H e tingut molta salut, l'únic patrimoni meu ! Però no he tingut infantesa ! Des del primer plor que vaig fer en néixer, els meus ulls no s'han eixugat de les llàgrimes que m'he sentit brollar dins de les meves parpelles i que jo no he deixat que es vessessin per no acalcar de fer mes des.graciada la meva santa m a r e ! . . . Si algun cop plorava, plorava de nits i d'amagat perquè les tenebres eixuguessin les llàgrimes que traïdorament s'escapaven dels meus ulls ! Que està ben dit tot això! Si els meus fills ho sentien!... ha meva mare plorava per ella i per m i l . . . Jo amb les seves llagrnnes plorava per dins. Plorava les meves penes infantívoles! Ella plorava de nits i jo la sentia rera la porta esgarrifat !. Era com dos n u s de llàgrimes que s'ajunten i tots dos segueixen la davallada dels dolors!... (admirat.) Esplèndida idea! Vostè és un poeta de la vida!... Poeta de! dolor i de la tristesa! A vegades, penso que potser els sofriments m'han estat útils per fer-me fort de voluntat com les inclemències dels temps fan forts els mariners ! (entusiasmat.) Admirable! Interessantíssim ! h'escoito amb fruïció. Segueixi ! De petit, em vaig donar compte que la meva mare era una mare diferent de les altres mares, h a meva mare no reia mai. Les llàgrimes li apagaven els somriures incipients i quan la veia plorar jo m'entristia molt. He passat una infantesa tràgica, sense il·lusions, sense joguines! Pels reis només tenia alguna joguina que un veí em deixava al plat. La meva mare perquè no podia mantenir encesa la il·lusió dels Reis d'Orient, va revelar-me el secret prematurament. Quina tragèdia fou per mi saber que tot era una deliciosa mentida, una ficció adorable 1 que mentre jo tenia al cor arrapat el desengany terrible, els altres nois de l'escala posaven el plat enlluernats d'il·lusions. La mare em deia «Tu ja ets un home .gran í ja pots saber aquestes coses» i jo em media l'alçària a la paret amb els nois de Ja meva edat i veia que érem i¿uals. Però elis amb il·lusions emonagadores i jo, desgraciat, amb la crueltat del desengany torturador al p i t ! Sap el que representa això per a l'ànima d un infant, veure's desemparat de la idea més afalagadora per un esperit mfantívol ? Esperar les joguines que has demanat en una carta escrita entre tremolors d'esperança ? Aquesta es la primera amargor que he sentit en ia meva vida! I encara avui la sento a dins com una estalactita implacable de desenganys que no ha deixat de degotar fel dins de la meva ànima ! Té tota la raó. Segueixi. Això és emocionant ! Després de les primeres lletres en un col·legi de nens polires, vaig entrar en un hotel fent de f j o o m per servir l'ascensor. 51 S0) T3 BJ X C o T3 SERR.A METCE SKRR,\ 3,IEIGE SERR.A •NíETGi- SKKR,\ METGE El primer vestit estrenat per mi, fet a mida, fou 1 uniforme i amb els botons dauiats, va semblar-me d'un general. Seinpre he anat vestit amb la roba vella dels veïns. De moment, 1 uniforme va semblar-me molt bonic, fins que un dia vaig intentar jugar amb uns nens rics i en veure'm vestit de groom, van allunyar-se de mi. Quina humiliació ! Aquell dia sí que vaig plorar ben amagat de la meva mare ! Aquell dia vaig comprendre que el Drimer vestit nou i fet a mida, era una ignomínia, una deshonra! Sentia una vergonya terrible de sortir al carrer amb aquell vestit nou dels botons daurats. Però en arribar a casa i veure amb l'alegria que la meva mare prenia els diners que li duia, tots els meus Desars s'esvaïen. Des d'aquell dia, ja no havíem de menjar les sobres dels veïns. Jo ja em guanyava la vida! E r a un home prematur, sense cap il·lusió dels reis i amb un jornal ben guanyat! D'haver-se de Uevar de bon matí per treballar i fer d'home seriós, van allunyar-me dels ]0cs d'infant. El cavall de cartró del veí, es féu vell en un reco, com jo m'havia fet vell prematurament, dins d'un ascensor! Això és emocionant, amic meu ! Si s'emociona no diré res més ! E S una emoció diferent, que no em d e p r i m e i x ; ben al contrari, jo voldria que els meus fills ho sentissin! No els fa falta res i sempre rondinen. L'escolto com si fos el seu pare. Segueixi. No sé per què ni per on, vaig sentir la vocació d'ésser metge. Era impossible que la meva mare pogués atendre les despeses d'una carrera, però jo no em resignava a ésser un groom d'hotel, ni ésser un noi pobre tota la vida, ni un trist obrer! Ni a haver de passar la vida sempre mirant els aparadors plens de dolços, que mai no havia pogut tastar, ni veure vestits que mai no havia pogut estrenar, ni veure gent que reia mentre jo no podia riure ! Vol creure que fent de groom vaig seguir els estudis de batxillerat? Colossal ! Vostè és un tità de la voluntat ! El dia que vaig acabar el batxillerat, era el sant de la meva mare. Tenia a la butxaca un duro, que un senyor anglès va donar-me de proniua i vaig comprar una ampolla de xampaiiy que aleshores valia un duro ; vaig arribar a la porteria i vaig dir : «Mareta...» — sempre li havia dit mareta ; en diminutiu, per mi, té més tendresa i la meva mare tan desgraciada, en necessita tanta de tendresa!-— Com li deia, vaig dir-h «Mareta, aquí tens el teu fill amb el títol de batxiller». Fou la primera alegria que vaig tenir. L'alegria que sempre ens havia tingut oldidats, va rajar dins del meu cor com una cascada de goig. La meva mareta va riure i }o, llavors, plorava d'alegria. Tots els veïns van baixar a felicitar-me i molts em feren presents. Aquell dia, la meva mare, que amb els diners dels diaris vells i dels ossos que recollia de totes les galledes de les escombraries i dels rosegons de pa sec que es venia als drapaires, va comprar un tortell. Quin tortell! F'ra com menjar un tros de cel ! A mi va ,seniblar-me una corona de rei. I després el xampany. Quin x a m p a n y ! Va semblar-me que bevia or amb l'escuma de la felicitat! (cntnsiasmat.) Vostè és un poeta de la vida! I serà un gran home. vSe.ííueixi, segueixi! Kl seu cas és extraordinari. Seguei¬ Vostè" serà un ".2:ran "gran home ! xi ! Vostè Déu acolleixi el seu vaticini ! c ^ ^ ^ SERRA METGE SERRA JNÍETGE Es ambiciós ? Gens ! No gens ! Només tinc un ideal. Fer feliç la meva mare ! Poder, amb el meu treball honrat, tornar-la al lloc que li correspon. La meva mare és com una reina que h a perdut el seu tron i jo vull que torni a seure al tron perdut. Si tot va com fins avui i guanyo unes oposicions, l'any vinent podré posar pis. Ara tinc una cambra rehogada a un veí -^la dida— per visitar i llavors la meva mare no farà més de portera. No haurà de fregar l'escala. Vostè no sap la llàstima que em fan les dones que freguen les escales ! No les puc mirar ! Quina humiliació fregar a terra ! X la carera, còm la va fer ? De primer fent de mosso d'una farmàcia, després fent de practicant. Això m ' h a seryit de molt. Pels remeis conèixer les fórmules dels metges eminents, aprendre el tracte social, cosa essencial per ésser un metge h u m à i, per damunt de tot, rela¬ cionar-me amb gent de la bona societat. La farmàcia era d'un apotecari ^ molt senyor i de molt bona família. Després vaig entrar d'intern en una gran clínica. Allà m ' h e fet metge de debò, al costat de les graus eminències de la ciutat i veient malalts de tota mena. Quan vaig acabar la carrera, sabia moltes coses i ben apreses i aquí em té disposat a lluitar per la meva mare mentre Déu me la conservi. Vull fer-la feliç! Vull veure-la riure ! Si jo sóc un home sense infantesa, cosa senziUament tràgica, eUa ha estat una dona sense joventut. Tots dos hem estat uns dissortats, però encara som a temps a viure una mica, a respirar el goig de viure sense estretors, a escoltar les hores reposant i sentir la manyaga de la felicitat que, penedida, abans de morir-nos ens vol fer tastar un món inconegut per nosaltres. SERRA No sóc un home de lletres, sinó de negocis, però he llegit alguna cosa i en escoltar-lo m'imagino que escolto aquells marrecs miserables que l'un anava descalç per tal d'estalviar les espardenyes, i arribà a ésser Sant Pare i un altre arribà a la ciutat, miserable, i després fou el pintor immortal, Marià Fortuny ! Veig el seu esdevenidor radiant. Vostè té una simpatia fascinadora ! Voldria ésser el seu padrí per protegir-lo generosament, sense ofendre'l. Vostè es mereix trobar totes les facilitats per poder fer una obra magna dins la professió, com aqueUs cèlebres metges que han estat benefactors de la h u m a n i t a t ! S'ho m e r e i x ! E n bona fe que s'ho m e r e i x ! Vostè és un home d'una vida heroica perquè ha triomfat amb sacrificis!... METGE SERRA I misèria, sempre amb misèria ! Vostè serà un exemple de tenacitat i amor filial edificant! Còm li vingué la vocació d'ésser metge ? Sempre he sentit aquí dins del pit una força impetuosa que m ' h a inspirat a fer bé a tothom!... Com he patit tant i sé com és^la terrible mossegada del dolor de penúria, voldria fer del món un paradís de felicitats i com la malaltia és una enemiga de la ventura, voldria que tothom tingués salut!... Que tothom fos feliç! Misteris de la vocació!... I el seu pare de què va morir ? Senyor Serra, ara vostè ha posat el dit a l'úlcera sensible... Això^és per a mi una tragèdia!... Val més que no en parlem! A més, per què molestar-lo amb una conversa desagradable, METGE SERRA METGE 53 0) T3 BJ X C o T3 SERRA METCE SERRA METGE SERRA METGE SERRA METGE SEI'.RA METGE SERRA poc higiènica per a vostè, que li convé repos d esperit ? H e de confessar-li que vostè amh les seves afalagadores frases, gairebé paternals, em predisposa a les confidències més íntimes!... Sí... vostè sent per mi una simpatia com ia que sento jo per vostè, com si una amistat sobtada hagués brollat entre nosaltres... però... no goso... Si vostè no gosa, jo li ho suplico. No li dic que ho exigeixo, perquè no tinc amb vostè cap lligam familiar, però si, per exemple, fo,5 un nebot meu, li lio exigiria! (dubtant.) Si vostè és una ànima generosa i té el do magnànim de saber escoltar, cosa molt rara, li abocaré el que porto a dins i que em corseca!... Jo sóc un home roí, mesquí, menyspreable... (sorprès.) Quin disbarat! Deixi'm dir. Sí, roí! No s'esgarrifi!,.. E m sento dolent per dins... perquè tinc a dins clavat un enigma de la .meva vida!.,. Hi ha dins del meu naixement un misteri per a mi aclaparador ! La meva mare diu que és vídua, però jo no lio sé del cert. Ho dubto. Jo, això no li he dit mai i em moriré sense revelar-li aquest secret que em mata ! Comprenc el seu turment ! Segueixi que m'interessa molt això que em diu ! Quins indicis té.? No pot ésser una mania o una fòbia ? Una tarda, un noi company meu del col·legi de nens pobres, on jo anava, va dir-me «bord». Jo no sabia què volia dir bord i després, en aclarir la significació d'aquesta paraula, vaig veure'm perdut... perdut per sempre m é s ! . . . Vostè no pot imaginar-se el mal que em va fer suposar que jo era fill natural... b e moment vaig sentir una força impetuosa que m'atiava a rebel·lar-me contra la meva mare... Vaig proposar-me explicarli el fet i no vaig tenir valor... I si no era veritat? Per què el corcó meu havia de sembrar-lo a la meva mare ? Després, en comptes d'odiar-la la yaig compadèixer !... Per què? No ho sé ! Es a dir, sí que ho sé : perquè havia passat misèria^ com jo. No m ' h a estat possible esbrinar si és vídua o no, però des d'aquell dia la meva ànima s'ha armat d'una constant observació de tots els actes de la vida, per arribar a ia veritat. Tís molt natural. Per què a casa no hi ha cap retrat del meu pare ? Per què no hi ha el retrat del dia del casament com vei^ a totes les cases dels meus amics? Per què la mare, dona piadosa, em fa. dir un Parenostre per ais avis í mai no em fa dir cap oració per al meu pare? Per què no me l'anomena mai, com si mai no hagués existit ? Per què a casa no hi ha ni un sol objecte del pare, com un trofeu de la seva vida conjugal ? Ni un bastó, ni una agulla, ni una pipa, cap record d'aquells que es troben sempre a les cases on la mort ha arrabassat la vida d'un pare ! Tan sols un objecte que fos guardat com una relíquia ! No r e s ! . . . No és nn misteri això? Es veritat, té raó ! Aquest enigma és per a mi un m a r t i r i ' i una preocupació, perquè per a mi és una baixesa i un afront tan abominable abandonar una "dona i un fill, que pateixo l'obsessió de cercar el meu pare. No el molesta la meva història ? .'\1 contrari. Segueixi ! Si jo li puc servir per a esbravar les 54 c 0) (D c o a o •a îilETGIÎ SERRA MET(;E SERRA MRTCE SI;RRA METGE SERRA METGE SERRA METGE ROMIÎU :\rETGic ROMETJ SERRA MET(;E SERRA METGE SERRA seves penes, desfogui's ! Si vostè m'iia salvat d'un atropell, jo estic en deute amb vostè, i cregui que si pogués salvar-lo de les seves sofrences, ho faria de tot cor ! Gràcies ! Imagini's el turment implacable de sentir odi per un home que no ^he vist mai i potser veig cada dia ! Sofrir l'obsessio mortal, sí, mortal, d'imaginar-me que el meu pare és un home benestant que m'ha fet passar misèria ! Quin neeuit sento aquí dins del pit en veure que un fantasma", nit i dia, em martiritza i que no puc trobar-lo m a i ! . . . I si un dia el descobrís, què li faria ? Matar-lo !... Un jove culte com vostè... No es posi manies ah cap ! No sóii m a n i e s ! Us la força terrible de l'enigma! Es la set de rehabilitar la meva mare ! Es una ferida que porto a dins i que mai no ha estat pellada per una resignscio, ni per una alenada de consol ! Quan vaig pel carrer i m'imagino que el qui va al meu davant o seu al meu costat al tramvia o el qui 1 i r e n cafè prop meu, pot ésser el meu pare, em desespero!... No poder venjar la infàmia d'haver abandonat una dona i un fill a les inclemències de la misèria i la vergonya!... I més essent la meva mare una dona bonica i bona i una mare abnegada fins a l'heroisme! Be cop i volta, sento un interrogant torturador! Per què la meva mare, si és vídua, no s'ha tornat a casar, essent una dona tan formosa, tan intel·ligent, tan j o v e ' Que h sembla de tot aquest d r a m a ? E s tot un d r a m a ! I al noi que li va dir «bord», no l'ha vist mai més ! No. Mai més ! Va desaparèixer del col·legi. Van dir-me que el seu pare era un home que tenia un càrrec i que van destinar-lo lluny i no deixaren cap rastre ! Un enigma cruel, senyor Serra ! Vostè, bé porta un cognom ! Valentí... No, senyor ; aquí al barri em diuen el nom de pila perquè em coneixen de menut, però jo em dic Valentí Riera! (sorprès.) I la seva mare, còm se diu? (Truquen.) Ueu ésser el senyor Romeu. La meva mare (tot anant a obrir la porta) es diu Eulàlia Floriach. (En .Serra, sorprès, s'esvera i tremola. Fa un esforç suprem per dissimular la impressió.) Fins ara, heu estat petant la xerrada ? H a estat un monòleg ! El xerraire he estat jo, senyor Romeu ! Còm te trobes? (Fent un esforç.) Bé. Molt bé. Tinc un metge candidat a eminència, a celebritat!... Jo els deixo perquè vostès han de narlar de les seves coses ! Fins a la tarda, si Déu vol!... ~ S l o \ t agraït. Ja em dirà quins són els seus honoraris ! Què sé jo ! El que no sé fer encara, és cobrar ! E s una assignatura que no existeix a la Facultat de Medicina!... Fins a la tarda ! Torni ! Vull anar a Montserrat. H i tinc un parent frare i vostè doctor, m'acompanyarà. No m'atreveixo d'anar-hi sol!... M'he tornat aprensiu, jo" que era l'home més valent del món!... 0) •D (D X C 2 0) o & •D MKÏCE KOMEU SFRRA RoMEL' .SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU Vostè m a n a ! Fins després! { S u r t . ) Què e t pas::,a? Ouè tens? l í r i t à s altre cop pàl·lid!... (s'abraça amb en Romeu.) Només et tinc a tu. No em deixis! Tístic desesperat!... ,'Vquest metge és fili m e u ! . . . Vés, liome, vés ; no diguis ximpleries ! (aclaparat.) No en tenia prou amb el feix de les responsabilitats de la mort del senyor Pasqual, que ara em veig com un criminal, com l'iiome més repu.gnant del món, que lia fet desgraciada uua dona i un home!... No tinc perdó de Déu!... A.juda'm ! Ajuda'm... que sóc un nàufrag! Sóc un mort per dins, sóc un cuc repugnant!... No sé què he sentit escoltant aquest xicot ! Una mena d'atracció irresistible per mirarlo^, per escoltar-lo, per ajudar-lo... com si de la meva s a n g . s o r t í s un impuls per fer-li una abraçada! Per què? Serà un i n s t i n t . d e pare? No lia estat el meu pecat sols el desfalc pecuniari !. Això no ha estat res ai costat deis desfalcs espirituals irremeiables que he troliat aquí on cercava la pau benefactora per als darrers anvs de la meva vida! Estic desesperat!... Romeu, estic perdut!... Romeu, a j u d a ' m ! T'ajudaré tant com pugui ! Tingues serenitat ! Vols dir que no sofreixes una equivocació? Eiil teu?... N ' e s t i c se.gur ! per Déu!... Oh, poljre de m i ! No puc encomanar-me a D é u ! ,Sóc un miscraijle pecador!.... Romeu, fes-me una mercè. Compta el que costa una carrera i él que lia pogut costar la vida d'una dona i d'un fill durant vint-i-tres anys. jo estic disposat a donar-los ia quantitat que tu em diguis que els pugui redimir de la misèria que lian passat. Si fins ara he viscut amb el neguit de tornar els diners del desfalc, ara he de viure encadenat pels penediments terribles! No hi ha remei per a mi ! El meu mal és irreparable. He d'acabar la vida com un damnât a cadena perpètua. H e fet desgraciat al fill més perfecte que he tingut, ei que mereix més afecte, més protecció! l/'únic fill que'lionora el meu n o m ! E m sento tan defallit, que taiiL se me'n dóna viure com morir! Assossega't, liome ! Tingues serenitat! .Ja has aconseguit el aue volies. La transferència' ja ha arribat. El teu deute està ext'meit, el teu nom és rehabilitat. .Seràs, altre cop, el senyor Riera ! (exaltat.) N o ! Ni m a i ! Sóc el criminal que va matar el senyor Pasqual ! NÍ) puc descobrir el meu nom fins que sigui a Amèrica, per tal d'evitar un parricidi que em mereixo i ésser la causa de la lícrdició del meu fill predilecte que m'odia! Vols una tra.gèdia més terrible ? Ajuda'm, Romeu ! .Jo marxo a Montserrat a passar uns dies dé repòs... De repòs? De tortura! Però cercaré el perdó de Déu. Tu m'escrius el que he de donar al fil! i a la mare. Fes números, com t'he dit, i jo des d'allà, faré una donació!... No em desemparis! Tingues pietat de m i ! Calla. Üna idea. Hi ha una societat benèfica que cada any dóna premis als qui han tingut constància i fidelitat als amos, als qui lian fet sacrificis mantenint la família, etc. Hi ha un premi ai .jove que s'ha guanyat el pa estudiant i ajudant algun familiar. El premi és de mil pessetes, però tu et toodries ampliar fins la quantitat que vui.guis. .Avui és el darrer, dia de presentar les sol·licituds. Jo aniré a veure ei metge, li diré que signi una sol·licitud perquè, ami) el que m ' h a n explicat, és un candidat ai premi, i com que jo sóc de la junta, ell obtindrà el premi. 56 c 0) (D c o a o •a SKRKA ROMEU SERRA ROMEU SERRA R O í l E U SI;RRA R OMEU ShERA ROMEU VSERRA i ja tens solucionada una donació anònima per començar a redimir els teus perjudicats ! Tot això, si és veritat que aquest noi és fill teu, que no sigui una al·lucinació ! No és cap al·lucinació, n o ! Es un fill m e u ! N'estic segur! Mans a l'obra per a premiarlo! Es casual, però tot ve d'un dia ! Avui hi som a temps ! E t torno a repetir, si tot això no és una fantasia ! Escolta, R.omeu. (Amb misteri.) No te'n recordes de la Eàlia, que li dèiem ? Aquella noieta que a tots ens agradava ? La recordo com si la veiés ! Un disbarat de joventut. Ua vaig deixar esperant un fill i no m'he preocupat més d'ella! Com si s'hagués mort!... Jo m'esgarrifo del mal que... No en píirlem m é s ! . . . Tot s'arreglarà! Ves a Montserrat. I per què vols que hi vagi el metge ? Tinc por d'anar sol ! Tinc por de morir-me pel camí abans de fer la donació ! No hi puc fer més ! Vull passar aquests dies al seu costat, els línies dies de la meva vida que podré fruir de la seva companyia. Aquest noi m'ha corprès, i en ';omparar-lo amb els fills que tinc a Amèrica, sento per ell una admiració i una llàstima 1 una veneració fins al punt que no puc passar sense ell ! Es una visió confortable de la vida d'un heroi. Un heroi fill meu ! Però em fa una por terrible ! Tinc por que aquí descobreixi qui sóc. Allà a Montserrat, amb els llibres que li'compraré, estudiarà per preparar-se per a unes oposicions, mentre jo ofereixo la meva consciència al frare perquè em salvi, si és possible ! Fins ara, he passat per mort... pel meu fill... i la veritat, jo ara, en passar per mort, no sóc una ficció, perquè per dins, sóc ben mort ! Ja sé, amic Romeu, que la meva vida serà un turment, fins a la meva mort ! Viuré sempre afligit per una pena corsecadora ! Ara, el meu cor només és un remordiment que batega Ijer fer-me viure esperant, com únic consol, l'angoixa de la mort ! No exageris, home ! Tingues coratge ! EUs, per culpa meva, han passat una mala joventut i jo, per càstig, he de passar una mala vellesa, aixafat pels remordim e n t s ! (Aclaparat.) El pecat, Déu pot perdonar-lo, però les terribles conseqüències del pecat, aquestes no perdonen mai ! Són terribles, inexorables ! No siguis tan pessimista, h o m e ! Coratge, valori... He vingut a la meva terra adalerat a cercar els camins de la pau i trobo tots els camins esborrats!... I el més trist és que totes aquestes penes no les puc confiar a ningú. M'ho he d'empassar tot com una metgia amarga. He de 'mastegar la meva pena com si fos un damnat. Mastegar una corona d'espines, callar un dolor, plorar una pena sol. ben sol, sense un mot de conhort ni un plany benefactor ! Tot sol, tot sol, com un gos foll llençat en un reco de la vida (Plora convulsivament.) 0) •a (D X C TELO o •a ACTE La mateixa S E G O N sala de la pensió ROMEU Si'.XYOR.^ K.()MEU (una mica neguitós mirant el rellotge). Triguen molt!... Hauran tingut alguna rebentada. Els he enviat el cotxe a les set del matí ! Montserrat és a pocs quilòmetres i ja podrien ésser aquí de sobres!... (Truca el telèfon.) Si em permet, senyora! SENYORA Faci, senyor Romeu. Vostè està a casa seva ! (Surt neguitosa i entra tot seguit.) ROMEU Diu que són a la clínica a fer un anàlisi de sang del senyor Serra i del metge ! SENYORA Potser tornen malalts ! Si és així, aquí no vull malalts. Una clínica! Ja sap el doctor Valentí que ha estat premiat? ROMEU S Í , senyora ; jo mateix després de signar el veredicte, vaig telefonar a Montserrat. Estava boig d'alegria! SENYORA I la seva mare, ja ho sap ? ROMEU Potser pel diari. Jo no he fet cap pas per fer-li-ho saber. Més m'estimo que sigui el mateix fill qui li doni l'alegria ! SENYORA Qui ha donat el p r e m i ? ROMEU E S un donant anònim. Sols se sap que és una senyora marquesa milionària, que no dóna el seu nom. Fes caritat amb la mà dreta sense que ho sàpiga la mà esquerra. SENYORA Ja s'ho mereix, j a ! Són tan pobres i tan desgraciats! M.TNYONA Ja són aquí! (Entren en Serra i el metge, triomfants. La minyona deixa una maleta.) MEÏC.E Bon dia tothom ! SERRA (S'abraça amb en Romeu.) No sé com pagar-te tot el que has fet per mi. ROMEU Tot està llest!... Tot com volies! Pots estar tranquil!... (Al metge.) Benvingut, sigui, doctor llorejat! El jurat està convençitt que mai no s'ha donat un premi amb més justícia que el de vostè!... Que no està content? METGE Emocionadíssim !... Contentíssim !... E m friso per dir-ho a la meva mare ! SENYORA Crec que el premi és una bona quantitat!... ROMEU Déu n'hi d o ! Ara no hauran de patir més, ni rebre els malalts en una cambra rellogada, ni la seva mare haurà de fer de portera... Una rifeta ! Però una rifeta ben merescuda! METGE E m friso per veure la mare. .Amb el permís de vostès ! Bon dia, senyors ! TOTS ( A cor.l Bon dia ! Felicitats ! Enhorabona!... (Surt la senyora per acompanyar el metge. Queden sols en Serra i en Romeu.) ROMEU Còm ha anat l'estada a jMontserrat ? SERRA Molt bé ! ROMEU Estàs més tranquil ? c 0) X c o o •a SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU VSERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA ROMEU SERRA Si ; però no del tot. Voldria parlar amb la mare del metge seiíse que ell ho sabés. E s difícü això! No sé pas còm fer-ho! Molt fàcil. Jo cridaré el metge a casa meva perquè visiti un de nosaltres, amb l'excusa que té mal de cap o un mal nnaginari, i l'entretindré fins que" tu telefonis dient que vmgui a acomiadar-se de tu. Bts l'home dels recursos! a fer una visita als meus, hi aniré i llestos ! Encara els trobaré amb- la borratxera del premi. Diré que vull que em prengui la tensió perquè tu m'has encomanat l.'aprensio de malalt i ell en veure que l'envia a cercar el director d'un Banc, saltara d alegria com aquell mati que li vaig deixar el cotxe per a fer visites. Molt bé ! Comprené ben bé que hagis arribat a ésser director d'un Banc ! Un consell. Ara vés amb compte amb la seva mare. De moment, procura que no et conegui, fins (lue estiguis convençut que és la teva antiga promesa. Dissimula ia teva fisonomia. Imagina't, si és una dona honrada, el cataclisme que s'armara! Ets un home formidable! Jo et faria dhector de cinc Bancs! Amb un en tinc prou i de sobres! No et moguis. Ja donaré ordres a la minvona de la pensió. Tu, mentrestant, repassa aquests papers. IVIira si hi ha alguna equivocació. Tmc la sensació de la buidor que sento quan m'obi.ido alguna cosa. No hi caic!... Ah, s í ; temo que l'Eulàlia em conegui! E t dono el mateix consell que m'has donat. Dissimula. Magnífic! E n t è s ! A h ! escolta. Els càlculs els he fet a base dels vint-í-tres anys de despeses i comptant el cmc per cent dels interessos compostos. Tot plegat fa una xifra respectable! I molt agraït de la confiança d'haver signat en blanc la donació. A més hi ha el premi de la societat benèfica. El que sigui. S'ho mereix tot aquest noi, t o t ! Aquests dies a Montserrat s'ha portat amb mi com un fill! Semblava que algú li inspirava a fer per mi tot el que pot fer un fili conscient del seu deure amb un pare ! Però porta dms 1 espina clavada. Una espina verinosa, terrible, ardent de ràbia, de rancúnia, de venjança ; i si sap que sóc ei seu pare, estic segur que em mataria ' Jo prou he procurat esmussar la punta de la llanca amb que ehi travessaria el cor, però és debades. Ell porta thns de les entranyes una fúria de gos foll í Déu ens guard que sabes qui sóc jo ! T'he de confessar que trobo que té raó. Jo al seu lloc, en pensar que he passat tante,s humiliacions i tanta misèria, potser faria un disbarat, si trobava el culpable de la meva desventura i de la desgràcia de la meva m a r e ! Qums dies de neguit i de penes, amic Romeu! Jo que venia confiat en trobar la pau després de restituir el meu desfalc, i trobo tot un mon de conflictes terribles ! Estic desolat ! El suïcidi del director per culpa meva i ara el confhcte del fill natural!... Tens creences ? Sí, ara sí. A Montserrat he fet un profund examen de consciència i avui, amb l'ajut del frare parent, tot ho he resolt com Déu mana. 59 0) •D (D X C 20) o •D EoMEu MINYONA SERRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA SERRA EuEÀLIA SERRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA Així, Déu t'ajudarà! Me'n vaig, no fos cas que el teu metge hagi sortit de la porteria. Adéu... Ja em telefonaràs quan vulguis que el teu fill torni. (Romeu surt i en Serra roman sol. Assaja de dissimular la seva personalitat. Es posa un mocador a la cara, després cerca una bufanda de la maleta que ha deixat la minyona i es tapa part del rostre com si tingués un cadarn. Truquen.) Senyor Serra : hi ha la portera de la casa del davant, que demana per vostè. Que passi. (No es mou de la cadira ran de la taula del centre de la sala, amb la cara mig tapada.) E S pot entrar ? Entri, entri ! Segui. Amb el seu permís. Quan m'han dit que vostè em demanava he estat molt contenta ! Jo ja tenia intenció de_ venir a saludar-lo abans de que marxés, per donar-li un milió de gràcies per tot el que ha fet pel meu fill. Aquests dies de repòs i de pau a Montserrat, m ' h a dit que havia pogut estudiar molt per fer les oposicions a una plaça vacant que si la guanya tindrà un sou fix i podrem canviar de vida. Tenir un piset ! Ara, amb el que vostè li ha donat... S ' h o ha guanyat, senyora! Són ben seus i ben guanyats! Ell m'ha salvat la vida. Jo li he suplicat que no em deixés sol ! Estic alarmat... tinc por de morir-me! EU m'anima t a n t ! . . . Quan m'ha donat aquell munt de bitllets de banc, plorava d'alegria i m'ha dit : «Mare, compra't tot allò que tothom té i que nosaltres mai no hem tingut ! Tot allò que els que ho tenen no en fan cap cas i que nosaltres sempre hem desitjat tenir : llençols sense pedaços ; estris de cuina que no siguin foradats ; mocadors de butxaca. Comora't un i-«»c+it nou ; unes sabates a mida ; fes-te fer la permanent i faràs goig de debò ! Jo amb un abric per si em criden de nits, en tinc prou. Anirem a un restaurant a dinar per menjar el que tota la vida hem vist als aparadors i no sabem quin gust té. Mare, avui ressuscitarem de la vida de miserables!...» Ho deia emocionat. Es tan bon fill i m'estima tant ! I li faig tanta llàstima, que només somnia en guanyar-se la vida per viure junts sense que jo faci més de portera. .A.mb el premi que li han donat ens sembla que hem tret la grossa de Nadal ! No sé com donar-li les gràcies, senyor Serra! El premi el deuen al senyor Romeu. Jo no estava assabentat de res. EU s'ho ha manifassejat tot perquè és un home excepcional ! A més el premi és merescut. El seu fill se l'ha guanyat amb tota justícia ! Ara, jo, senyora, l'he enviada a cercar per que... (Es deixa caure la bufanda. Eulàlia en conèixer-lo fa un xiscle i s'alça esverada de la cadira. En Serra l'agafa per la mà.) T U ets en Valentí... D e i x a ' m ! No em toquis!... Calla! No cridis!... A tu i a mi ens convé, per bé del nostre fill, parlar secretament!... Per Déu, assossega't, tranquil·litzat! Escolta. Seu ! Només tinc per vosaltres bones intencions 1 (excitadíssima.) Miserable! Malvat! Cínic! Ara tens bones intencions, després d'haver-nos abocat a la misèria i a la desesperació ?... I al deshonor?... Mai de la teva vida podràs comprendre la magnitud del teu crim ! Llençar una dona que t'esfiO c 0) X c o o •a SERRA EULÀLIA ROMEU. EULÀLIA SERRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA timava, a les urpes de la misèria i de la perdició! Abandonar un fill a les mossegades de la fam i del fred i de la malaltia!... Tota la meva joventut perduda per tu i tota la infantesa del teu fill ofegada per la humiliació més espantosa!... Ja en pots tenir de bones intencions, que el mal que ens has fet 'és irreparable ! E n s has mort ! Amb l'heroisme del meu fili hem avançat tambalejant per la vida com dos nàufrags que han arribat a la platja vençuts pel temporal de la vida aspra i desventurada ! Parles com el teu fill... Com el nostre fill!... Miserable! Encara sembla que no ets capaç de reconèixer la teva paternitat! Butxí!... Que potser dubtes de la meva fidelitat ? Malvat ! Aturat ! No cridis ! No sóc a casa meva ! Un fill le.gítim al braç d'una mare, és una condecoració, i un fill natural és una ignomínia ! Però amb les dents i amb les ungles, l'he defensat de la seva desgraciada condició! Amb les mateixes dents i les mateixes ungles que et mereixeries que t'arrenqués els ulls!... Quan va néixer, a la casa de Maternitat, van dir-me les companyes de desgràcia : «Deixa el fill, que et deshonra», i jo vaig mirar aquell infant que em somreia i m'amanyagava mentre li donava el pit, i, en imaginar-me que aquella mirada s'havia de perdre en l'aire glaçat d'una borderia i que aquell somriure es perdria entre les cares de la ,gent indiferent de la Santa Casa de Maternitat, vaig cridar : «Tot aquest tresor és per a mi i el vull per a mi». Sentia que dins del cor brollava una força irresistible d'estimar com mai no havia sentit per ningú de la meva família ! Jo era mare d'un fill desgraciat, abandonat pel seu p a r e ! Canalla!... Eulàlia, et prego que no m'insultis fins a última hora de la nostra entrevista. Estic malalt i lie de parlar amb tu. Tens raó de tot el que em dius. Parlem del nostre fill, perquè des que el conec sento per ell un afecte i una admiració i una tendresa i una llàstima tan immensa, que no he sentit, tampoc, per ningú de la meva família!... Sento el cor abrusat de remordiments ! Ara tens remordiments, després de vint-i-cinc anys d'oblit ? Infidel ! E n tot el que puguis dir-me tens raó, però et prego, per segona vegada, que tinguis pietat d'un poltre malalt de cos í d'ànima ! N O m'interrompis. Pensa que fa vint-i-cinc anys que callo tot el que et diré ! Pensa que no ha passat ní un sol dia que jo no hagi pensat en tu, que no hagi esperat una carta teva, que no hagi mirat el nostre fill amb ulls de llàstima, d'una llàstima aclaparant i que no hagi tingut l'esperança d'un demà que mai no arribava, de poder veure que el fili tenia pare com es mereixia i jo un espòs, com també em mereixia ! I aquest demà corsecador, cada dia em duia un desengany. He estat màrtir de l'esperança, del desig de saber de tu', de' confiar en ia teva estimació, que m'imaginava igual que la meva per a tu ! H e estat víctima de la soledat ; Quina cosa tan desoladora és la solitud com la que he viscut ; sempre allunyada de les meves antigues amistats i de la meva família ! Sola, sempre sola, sempre amagada dels ulls coneguts, renunciant totes les meves coneixences i a fer de mestressa per amagar ei fill de les mi61 0) •a (D X C o •a rades interrogants ROMBU EULÀLIA SlîKRA i de les preguntes comprometedores! Has estat una dona exemplar!... (enèrgica). No -^^r^'^S^l <„,nerfi- iflZf^^^'tí^-'^^^^^ sofrences dels altres, en fuig com de la lepra! Donaria la meva vida per no sentir les teves queixes! EULÀLIA mmsmmsm SlvRRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA cala la trepitjaven! Això és terrible! Escolta, Eulàlia, i si jo bagues t o r n a t ? una bona mare del meu fill! • íiq r t o t l Estic defallit, Eulàlia ! Sóc un reu d'homicidi i d infidelitat ! c SERRA El'LÀLIA calia!. Encara fas goig. Eulàlia ! 0) •D BJ X c _o o SERRA ^r^rt^n^n-his^tsrdi^^rtadan^^ siguin escorçons que entrin dms del meu pit, per 62 mossegar & 0) •D el meu cor i deixar-hi el verí implacable dels remordiments!... N O em costava res acceptar els que m'han volgut, fos en la forma que fos, ho sents? Però he sentit la dignitat de mare i no he volgut embrutar el nom del fill i no he volgut renunciar 1 esperança' que un dia, un demà que no ha arribat, pogués ésser rehabilitada per t u ! SERRA Això és terrible, això és espantós! I més si et digués que anib la meva dona d'allà i amb els meus fills he estat un desgraciat ha dona es una vanitosa i els fills uns ganduls, i jo només sóc considerat i estimat pels diners que guanyo. Tots estimen el meu or, però no estimen el meu cor ! EULÀLIA E s un càstig ben j u s t ! Com no vas comprendre que en mi deixaves una dona de cor, una dona enamorada... SERRA Un tresor que no he pogut... EULÀLIA (indignada). Que no has volgut;!.... (Recalca.nt ¡a pamula.) Vol Dig per la meva ignorânc.... , „ de donar-te el cor, et comportessis com un canalla .'· SERRA Bogeries de joventut!... FuiÀLM E S clar! Què és una dona? No r e s ! . . . N'hi ha tantes i van tan barates, que no cal preocupar-se, i si una ha caigut, ja s'alcarà' I no penseu que una dona té un cor que estima i una ànima que sofreix i unes il.lusions adorables i unes esperances enlluernadores!... Que una dona caiguda, si no 1 alceu, restarà a terra per sempre més i serà trepitjada pels altres EULÀLIA SERRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA vençuda per la culpa! Ets per a mi com un llimac repugnant, caigut al llot de la riquesa ! _]a t'ho he d i t : Ijog^eries de la joventut! Pecats de joventut!... Que són uns pecats per... No acabis de dir la paraula. Vols dir perdonables ? I goses dirho tu, cínic!... Bogeries de joventut! E s molt bonic que la joventut sigui com una embranzida de fera que faci rodolar una dona i un cop al fons de l'abisme, deixar que s'escoli de tristesa, desengany i de despit, mentre es festeja una altra dona! Bogeries de joventut! Crims de joventut!... Tens tota la raó ! Crims de joventut ! recordar-se d'els fihs que han' posat al món, em ve una ràbia que m'ofega. E s veritat ! Un doll d'una llàstima aclaparant m'atueix, però tot seguit, en pensar que ei nieu fiü s'ha alliberat de ia ignomínia de l'espectacle, de l'afront monstruós de ia corrua d'infants oblidats, em sento valenta i heroica ! Jo, que un dia en ima,ginar-me que el meu fili podria fer el matei.s: que has fet tu, vaig sentir desig de matar-lo, però tot seguit un somriure seu que arribà 0) •a (D X C o •a 63 SlvRKA IÍULÀLIA SERRA EUEÀL·IA SERRA RULÀLIA VSERRA EUEÀIJA SERRA TÍUEÀLIA SERRA IÍCLÀEIA SERRA RX-LÀEIA SERRA s'han refredat sense un alè de consol i han caigut a . terra sense trobar un mocador perfumat de pietat que les hagi copsades !... Per Déu, Kulàlia, no m'ataquinis més ! I/a teva eloqüència em mata ! Pecats de joventut ? Crims airosos de joventut ! Quina plaga tan funesta! Potser t'imaginaves que el meu fill no era teu? Si has tingut aquesta idea, creies que t'eximia de seguir el camí de la noblesa, de la rectitud i del capteniment d'un cavaller digne ? No em respondràs, no ! La meva sospita se't clava com un dard al bell mig del cor ! Però, veus ? Tot té el seu càstig ! iVI'ha dit ei nostre fill que ets un desgraciat amb la família que has format d'esquena a la moral que t'obligaya a casar-te amb m i ! . . . T'està b é ! F o r t ! . . . Nomé.s has de desitjar que Déu t'enviï moltes penes i moltes desgràcies per expiació de les teves culpes ! I ara, per què m'iias enviat a cercar ? No serà pel gust de veure'm ! Et suplico que no parlis amb ironies ni sarcasmes ! T'he enviat a cercar . per saber si el teu fill sap que jo sóc viu o mort. Aquests dies, a Montserrat, ha tingut moltes sorpreses. E n veure que jo tinc una pi.ga al pit ienal que eh, que tinc les dents separades com ell i que, com ell, de l'ull dret no hi veig tant com de l'altre. A cada coincidència feia una exclamació. Ell t'ha sentit a dir sempre que ets vídua ? Es clar ! Per no declarar la meva caiguda i ia teva canallada^. Pensa que he cercat un lloc ben lluny d'on vivia perquè ningú no em cone.gués i viure ignorada i oblidada de tota la ciutat de la meva joventut. i\mb tot i això, ell no s'ho acaba de creure. (sorpresa.) E s possible? Sí, Eulàlia, és possible ! Jo em tornaré boja! (Plora.) No ploris, dona! No et desesneris ! (Li posa la mà al muscle.) (indignada.) No em toquis ! Jo no puc ésser mai més teva! No volia pas ofendre't ! Perdona ! (desolada.) 1 per què m ' h a servit amagar-me? Jo em tornaré Í)OJa ! (Plora desesperadament.) Tu no saps què és plorar com jo he plorat ! El meu cor ha estat constantment regat amb llàgrimes d'una mateixa tristesa! Plorar sola d'amagat, com si íes llàgrimes descolorissin la meva deshonra ! E r e n unes llàgrimes que portaven un secret, una vergonya, un recel i una por d'ésser avorrida pel fill. No eren aquelles llàgrimes d'una mort de família que són dignes, honrades, i tothom vol eixugar a m b paraules de consol ! Les meves llà.grimes només podien ésser estroncades per t u ! . . . i s'han perdut com les .gotes de pluja que cauen al m a r ! No ploris més ! No t'espantis ! Ja trobarem una solució ! Si vegessis com tinc el cor d'encongit, sense coratge, sense ànim, vençut i aclaparat ! No ploris més ! Estic perduda ! Si el meu fill sap la veritat m'avorrirà ! I què faré jo sense el seu afecte ? I com t'ho ha dit a tu ? No m'explico que el nostre fill des del primer dia que va visitar-me em fes aquesta confidència ! Sembla un inisteri !_ Jo diria que ell lia sentit dins la seva ànima una clarividència inex64 c 0) c o o •a EuÙLiA S E R R A EUEÀUA SERRA EcEÀLiA SERRA EuEÀLiA SERRA EüEÀEiA SERRA EUEÀEIA SERRA EULÀLIA SERRA EULÀLIA plicable i ui'ha parlat com si sabés que jo sóc el seu p a r e ! (aclaparada). Ja serà això, ja!... Com una telepatia! N O s'explica que, de cop i volta, fes una confessió de la seva passió vindicadora, a mi que no m'havia vist mai ! I a Montserrat heu seguit la conversa ? Pensa que en aquests dies d'ésser a Montserrat m ' h e interessat vivament per esbrinar si ell sospitava alguna cosa i, realment, la sospita ! Tot ve des que un dia un noi del col-legi li va dir «bord». (horrorüzada). Jesiís del cel! Quina tragèdia! El fill bord Bord, n o ! Bord de pare, sí, pero de mare n o ! . . . ¡ com no ho sé jo tot això ? Ell no t'ho ha dit mai perquè és un esperit generós í elevat i no vol donar-te el disgust que sàpigues que ell sospita de la teva... Ja. m'entens... Sí, parla clar. De la meva honradesa de dona ! En una paraula, que no vol que jo sàpiga que ell sospita que sóc una dona des-' honrada ! El nostre fill és un home torturat. Sofreix de no poder saber la veritat. Vol conèixer el seu pare per matar-lo. (escruixida). Vol matar-te? Això és monstruós! Tan monstruós com vulguis, però és un problema que sols tu i jo podem resoldre. Per això t'he cridat, per veure si podem fer feliç aquest xicot tan sensible i noble. Arrencar-li l'espina que el tortura dia i nit. Encara que et sembli mentida i no ho creguis, perquè jo davant teu estic completament desacreditat i desautorizat, estic enamorat d'aquest fill nostre que és una joia. Vull salvar-lo, costi el que costi, d'aquest terrible drama íntim que el corseca i l'obsessiona terriblement ! (aclaparada). Això és espantós! Estic desolada!... No sé pas com podrem sortir-ne d'aquest destret! Quina tribulació!... Veus, Eulàlia, com avui ens uneix una pena ? Com encara hem de fer les paus per salvar el nostre fill ? Com després de tants anys ens hem trobat per anar junts per salvar el fill? (indignada). Goses parlar de fer les paus? Ja sé que tot el que em diguis és veritat, que tens tota la raó ! Ja veus que jo no protesto dels teus insults... de no res i Callo com un reu confés i convicte ! Donaria la meva vida per poder esborrar el mal que us he fet, però et suplico la caritat d'una guspira de cordialitat, una espurna de concòrdia, no per mi. sino per vosaltres. Però jo sol no puc fer res del que cal, sense l'ajuda d'una bona mare com tu ! Ell s'ho mereix tot perquè t'estima com un fill exemplar. Què pagaria jo per veure'm estiiuat pels altres fills, com a tu t'estima el nostre fill!... Per la meva culpa, veig amb horror que he perdut la teva estimació, la teva fidelitat i l'afecte d'un fill encantador!... Ara, tu digues com ho farem perquè es convenci que jo sóc mort i així salvar la teva honorabilitat. Perquè sempre més visqui convençut que tu ets vídua ; perquè visqui convençut que no és fill natural i no cerqui més el seu pare per matar-lo ! No ho dic per mi, Eulàlia, perquè jo només puc recollir allò que he sembrat. Els fruits de la culpa : blasmes, malediccions, rancúnies, odis i venjances!... Hi ha una solució, Eulàlia. A veure què et sembla? Digues i 65 0) •a (D X C o •a SFRRA ' • BUL'UIA .SiiRRA Eui,«.iA SlíRRA Eui \UA VSERRA EULÀEIA VSERRA l'iniíir que sóc mort. Morir-me per la seva consciència. Morir¬ me dins de la seva ànima. Un cop a .Amèrica enviar documents que acreditin la meva defunció amb dates d'anys enrera, i u els guardes en un lloc que ell u n dia o altre els trobi a ma. i u , amb l'excusa que li dones a guardar els documents de la teva vida passada, els hi lliures sense donar cap importancia, anib la naturalitat d'un fet normal i consumat. Què et sembla, Bulal i a ' Voldria troljar una solució que fos del teu gust, prescindint de mi. Jo ja sóc un m o r t ! h a meva vida és un desori sense conhort ! (molt abatuda). Estic esborronada! Mai no m'hauria imaginat que el meu fill, després de tants sacrificis com he fet, pogués esljrinar la veritat de la meva vida passada ! Per desgràcia, és aixi ! Pensa, Valentí, que quan la meva madrastra va saber el nieu estat, sense autorització del meu pare, va treure'm de casa. E m vaig trobar al mig del carrer, desesperada! E m va venir una idea terril>le. Fer-me perdre el fill! Tirar-me sota del t r e n ! Vaig entrar en una església i vaig plorar copiosament. M a i de ia meva vida no lie plorat com aquell dia ! Semblava que el cor se'm fonia de tant de plorar! Era vespre. No portava n i un clau al damunt. Una dona vella va apiadar-se de mi i em recollí i aanella nit la vaig passar a casa de la vella. E r a una portera Ella després va fer-me entrar a la Casa de Maternitat, la casa dels bords. Allà vaig estar entre minyones de servei i pageses enganyades, fins que el fil! va néixer, com un miserab e ! {desolat). Això és terrible! Un cop nascut, sempre amb la confiança absoluta que tu et recordaries de mi i del teu fiU, no vaig voler deixar-lo, com t h e dit, abandonat a la borderia, avorrh, sense poder fruir de les excel·lències de l'amor maternal ! Què havia de fer del doll d estimació que sentia brollar dins del pit eixordant totes les meves entranyes? Estroncar-lo? Negar al fiU el calor dels meus braços, l'alè de la meva ànima i els efluvis dels meus petons? Ouè havia de fer de les meves entranyes buides, sense el fill ? Vaig dissimular, com t'he dit, la meva condició de dona deshonrada fent-me passar per vídua i allunyada de les meves coneixences i convençuda de la meva victòria i ara, com un llamp, cau ai meu damunt la sospita del nostre fill!... Qum desori!... Potser una companya d'adversitat de la borderia m ' h a descobert ! Mai de la vida no m'hauria imaginat que iiagués de passar la pena tan immensa com la que passo!... Estic desolada!... E m veig perduda! No sé què fer! Senyor, misericòrdia ! Senyor, tingueu pietat de m i ! Fill, no em maleeixis!... Eulàlia, oh, com em reconforta veure'ns units per una mateixa preocupació! Semilla que ei nostre dolor doni una mic_a de pau a la nostra consciència ! Mira, Eulàlia, si jo tenia .salut, jo mateix li diria la veritat. _ Aquesta veritat és tan dura per a ell i tan vergonyosa per a mi ! Tens raó ! S'ha de salvar el fill de les seves angoixes í, a la mare, de la seva desgràcia!... Estic vençut!... E n Romeu, que és un amic de debò, i que està assabentat de tot, i que té un talent extraordinari, ho resoldrà! Ara, en aquest moment, el nostre fill és a casa seva a visitar-lo, millor dit, ha estat cridat per a tenirlo entretín.gut mentre tu i jo parlàvem. Vaig a dir que el telefonin ! 66 1^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ li EuÙMA SERRA (en veure'l traspostat). Què tens? Bm sento un defalliment estrany!... Tinc prohibit pel nostre fill rebre impressions!... (Prem el timbre.) MINYONA Mani, senyor Serra. SERRA Telefoni al senyor Romeu que vingui tot seguit amb el doctor, que no em trobo gaire bé. MINYONA Serà servit!... SERRA Eulàlia, no em deixis. Mira, abans no arribi el nostre fill vull dir-te una cosa important. H e deixat al Banc un passament perquè no tinguis cap més estretor econòmica ! Tot el que hauries despesat al meu costat si jo hagués estat un bon marit com tu mereixies. Ho rebràs mensualment. EDE.ÍEIA (ofesa i iracunda.). Això no, "Valentí ; no he vingut a fer de captaire ! SERRA Per Déu, no cridis ! Tingues pietat d'un malalt indefens ! EuE.^tiA Que et creus que perquè ets ric, pots, amb diners, esborrar el crim de la teva infidelitat ? Quina vilesa ! SERRA EiíWEiA SERRA EuEÀEiA SERRA EULÀLIA METGE EULÀLIA METGE EULÀLIA METGE EULÀLIA Per Déu, no cridis ! Jo no vull cap diner teu, miserable ! Traïdor ! Els diners que m'enviïn te'ls tiraré a la cara ! No hi ha cap fortuna al món per poder esborrar les penes que hem passat. Una dona honrada que estima, no és pagada amb or ni amb diamants ! El meu amor per tu dins del desvari de la caiguda, encara és viu dins de mi ! Encara sento, entre les boires de la rancúnia, que una flama petita com la xinxeta d'un gran temple de tenebres, Uuu humil i fidel. Fidel ! Fidel, per un malvat com tu ! Diners ! Els maleïts diners ! Això per una barjaula, podria apaivagar les sofrences, però a mi no, Valentí, a mi no, mai ! Ja està tot fet. Tot està signat ! Si no vols el que jo crec que he de fer per vosaltres, ho dones als pobres ! Jo he de seguir el que la meva consciència m'aconsella. I goses parlar de consciència, tu ? Tens valor de posar-te aquesta paraula als llavis? No sé qui m'aguanta per... (.S'alça, enfuriada.) (trèmol, aterroritzat). E m sento venir altre cop aquell defallim e n t ! ! . . . Crida el nostre fill!!... M ' o f e g o ! ! ! . . . (alarmada). Valentí!... Què et sents? Truquen. Es el noi!... (sorprès). Mare, què fas aquí? He vingut per donar gràcies al senyor ! Al senyor? Al meu p a r e ! !... Acabo de saber per telèfon que els anàlisis de sang demostren la seva paternitat ! Jo no m'explicava la simpatia i l'impuls d'e.stima vers aquest home i, ara, m'explico la seva recíproca estimació!... Ho sé t o t ! Ho sé tot! Les meves sospites s'han demostrat! A la fi l'enigma s'ha fos... No el matis ! ¡ Està malalt per culpa m e v a ! ¡ Salva'l ! ¡ Salva'l !... (solemnement). Es el meu malalt predilecte! Primer he de fer de metge i després faré de j u t g e ! (L'ausculta i li pren el pols.) Senyor Serra, torna a tenir ofec?... Tan bo com l'he deixat! Porteu cafè, conyac ! Mare, crida que vagin a la farmàcia a cercar (escriu) això. Volant! Respiri fort... (Li dóna una injecció.) (crida). Assistència !... (Entren, alarmades, la MINYONA i la SENYORA i després en ROMEU.) 67 0) T3 BJ X C o T3 Sembla que la vida se me'n vagi a raig per una ferida del cor ! Doctor, sento una llosa al pit ! SENYORA Torna a tenir l'atac? Portin-lo a una clínica! Senyor Romen, aquí no hi ¿ía les coses necessàries. MINYONA Aquí hi ha les injeccions. Si em descuido un auto m'atropella!. Quin esglai!... Tota tremolo! Què ha passat ? Tan bo com l'hem deixat fa una hora I ROMEU ^consternada). Es culpa meva!... FiU meu, no et vengis! Salva'l! EULÀLIA Salva'l ! Aquest cop l'atac és més g r e u ! . . . METGE Fes tot el que puguis, fill m e u ! (Consternada.) T'estima amb EULÀLIA bogeria!... .Salva'l! To també a ell! Però no reacciona com l'altra vegada! Senyor METGE "Serra!... Digues-li pare. Potser aquesta paraula el revifarà més que les EULÀLIA injeccions ! Quina escena tan patètica!... ROMEU Pare meu, pare meu, respiri fort! METGE FiU del meu cor! Quin bé m ' h a s fet anomenant-me p a r e ! . . . E'm SERRA sento morir ! ! Begui un glop... ME'TGE Eulàlia, dona'm la m à ! . . . J u r a ' m que aceptarás el que he deixat SERRA per tu !... Sí, no pateixis ! EULÀLIA FiU meu!... Eulàlia m e v a ! (Agafa les mans dels dos.) SERRA SENYORA S'està acabant ! MINYONA Això no ho puc veure ! Tan bé com estava!... ROMEU (desesperada). Valentí! Valentí! Valentí del meu cor!... MiE;ULÀLIA r a ' m ! Sóc la teva Eulàha... mira'm... Que la teva darrera mirada sigui per mi ! Que el teu darrer sospir sigui pel nostre fill ! Que la llàgrima que ara neix dels teus ulls, sigui de penediment d"'e totes les penes que ens has fet passar!... FiU meu, el teu pare és mort !... Sí, mare, és mort!... METGE (Fa un petó al front del mort i crida exaltada.) FUI meu, ara EULÀLIA que saps la veritat, no m'avorreixis, no em maleeixis, no et donis yergonva d'ésser fiU de la teva m a r e ! . . . E n tota la meva vida, el pecat més gran, és haver estimat bojament a aquest home ! Fill meu, fill meu, estima'm com s e m p r e ! (S'abracen plorant.) SERRA c T E D O 0) Barcelona, març 1955 c o o •a 68 BODAS DE PLATA D E ARTURO CARRÓÑELE CON EL TEATRO ^ ITGES, que siempre estuvo en la vanguardia de las novedades escé¬ nicas ambientando los estrenos de La intrusa, de Maeterlink, en el año 1 8 9 3 , La Fada de l'Estany, de Massó Torrents y el maestro Morera, e n 1 8 9 7 ; las primicias de Rusiñol, Guimerà e Iglesias durante el resurgimiento finisecular y los primeros lustros del siglo XX, representaciones dadas todas e l l a s en el teatro "Prado Suburense", registró desde el m i s m o coliseo la iniciación del brillante ciclo dirig i d o por el preclaro artista suburense Arturo Carbonell c o n la puesta e n escena de Orfeu, de Jean Cocteau, traducción de María Carratalá, en 1 9 3 0 ; Caps de recanvi, de Jean Victor Pellerin, en 1 9 3 1 ; Egmont, de Goethe, en 1 9 3 2 ; L'Indigent, de Charles Vildrac,. en 1 9 3 3 ; Sopar d'adéu, de Arthur Schitzer, y Com ell va enganyar el marit d'ella, en 1 9 3 3 : El Cuento del lobo, de Molnar, e n 1 9 3 9 ; Las aceitunas, d e Lope de Rueda, y El Gran Teatro del Mundo, de Pedro Calderón de la Barca, en 1 9 4 0 ; Sin querer, de Jacinto Benavente, en 1 9 4 1 : Modas, de Benavente, en 1 9 4 5 ; La nit de l'amor, de Santiago Rusiñol y el maestro Morera; Un drama en el anfiteatro, de Anstey y Catalina Far, de Baring, en 1 9 4 6 ; Doña Rosita o el lenguaje de las flores, de GarcíaLorca, en 1 9 4 7 ; Antonieta, d e Tristan Bernard, en 1 9 4 8 ; una reprise del Gran Teatro del Mundo, en 1949 ; y dentro del m i s m o año Petición de mano, de Tchekov; Peribáñez, de Lope de V e g a , en 1 9 5 1 , y Medea, de Eurípides, en 1 9 5 2 . A dicha considerable labor teatral de Arturo Carbonell, cabe añadir las d o s representaciones celebradas en el recinto de las Iglesias Visigóticas, de Tarrasa, de Asesinato en la Catedral, de Thomas Stearns Eliot; La Cena del Rey Baltasar frente a la iglesia románica de R u b í ; la de Hamlet, de Shakespeare, en el Castillo Cartnja de Vallparadís, en Tarrasa; la de Mirra, de Manuel de Cabanyes, en V i l l a n u e v a ; otras en Mataró y Reus, así c o m o en varios teatros de Barcelona. 69 ÍI Subrayemos también las sesiones del "Teatro de Arte de Marta Grau y Arturo Carbonell": La discreta enamorada, de Lope de V e g a ; La comedia de la felicidad, de Evreínoff; Nuestra Diosa, de Massimo Bontempelli; Las medallas de Sara Dowey, de J. M. Barría; Las aceitunas, de Lope de Rueda; El Gran Teatro del Mundo, de Calderón de la Barca; Eco y Narciso, de Calderón (en esta obra Se revelaron Auro- Aurora Baui..,.^, ^ v ^ , . los directores del Teatro de Arte, saludando al público al término de la representación de «.Medea-n, de Eurípides. ra Bautista y Asunción B a l a g u e r ) ; Navidades de L· Casa Bayard, de Thorton Wilder; Medea, de Eurípides (consagración de Aurora Baut i s t a ) ; El tienipo es un sueño, de H. Lenormand; O'Flaherty V. C, de Bernard S h a w ; La Hidalga del valle, de Calderón; La Abadesa dei Cielo, de Vélez de Guevara; Seis personajes en busca de autor, d e Luigi P i r a n d e l l o . Y aun recordemos la labor de Arturo Carbonell, Subdirector del "Instituto del Teatro", en la realización escénica de una de las obras más admiradas. El Gran Teatro del Mundo, representado por elemen- c 0) -a BJ c o a o •a tos de aquella institución ante la fachada de la Catedral de Barcelona, y posteriormente en el Salón de San Jorge del Palacio Provincial, e n ocasión del Congreso Eucarístico Internacional y con la destacada asistencia al acto del Legado Pontificio Monseñor Tedeschini; n o debiendo tampoco omitir la Loa al Nacimiento de Nuestro Redentor Jesucristo, de Felipe Sánchez Carrarero, en el Salón de Fiestas del Palacio Güell-Comillas. Es, pues, m á s que justificado el homenaje que, estos días, se tributa a nuestro ilustre artista, en el que no faltará, desde luego, uria representación teatral selectísima: la obra china El círculo de tiza, de Li Hsing-Tao; agasajos a los que se asocia cordialmente ANTOLOGÍA DE SITGES. BJ >^ ÍI 7! A LA SOMBRA DE LAS PALMERAS L o s médicos de Sitges tienen en la literatura su violin de Ingres. ^ Admiradas por millares de lectores son las novelas de Roig y Raventós. En este número de ANTOLOGÍA publicamos la quinta entrega de hs Memorias de Benaprés, gustadas con delicia por nuestros lectores, tanto así que constituyen el pinyol de nuestra revista, pues las Memorias benapresianas son algo único en el género. En un número anterior publicamos unos versos de ocasión debidos a Martínez Sardá, y sabemos que nuestro odontólogo guarda algo más serio y extenso en sus carpetas. Y Rafael Almirall en su poesía aCorpus)), de este año, nos ha revehdo su madurez poética. V.Amigos de los Jardines de Sitgesï) están desarrollando eficaz tarea en pro de (do verde)). Infinidad de textos literarios podrían aducirse, pero ruida nos parece tan bello como el texto que vamos a reproducir. De Antoine de Saint-Exupéry, el escritor-piloto, desaparecido en julio de 1944, en acción de guerra, después de haber salido del campo de Borgo, cerca de Bastia, se han publicado postumamente unas ((.Lettres a sa mère)), de las que extraemos el siguiente párrafo, correspondiente a una carta escrita en 1921, desde Casa¬ blanca: ((Ma petite maman, asseyez-vous sous un pommier en fleurs, puisqu'on nous dit qu'ils fleurissent en France. Et regardez bien pour moi autour de vous. Ça doit être vert et charmant et il y a de l'herbe... Le vert me manque, le vert est une nourriture morale, le vert entretient la douceur des manières et L· quiétude de l'âme. Supprimez cette couleur de la vie, vous deviendrez vite sec et mauvais. Les fauves doivent uniquement leur caractère ombrageux à ce qu'ils 72 ^ ^ il •a ne vivent pas à plat ventre dans de la luzerne. Moi, quand je rencontre un arbuste, j'arrache quelques feuilles et les enfouis dans ma poche. Puis, dans ma chambrée, je les regarde avec amour et je les retourne tout doucement. Je voudrais revoir votre pays ou tout est vert.)) M. Roger Brugger es un ciudadano ginebrino que todos los años viene a Sitges a pasar sus vacaciones. Últimamente nos obsequió con En visita a la XVI Exposición de claveles, coincidieron el doctor Toesch, presidente de la Comuna de Berna y el del «Institut d'Estudis Catalans)), señor Puig y Cadafalch. Nuestra fotografía reproduce las dos personalidades, a quienes acompaña el periodista señor Tuhau. la proyección de un film en colores que M. Brugger tomó de la, villa y de las fiestas de claveles y Corpus. Una mañana nos encontramos con él cuando salía de darse una vuelta por el mercado. M. Brugger, entusiasmado por las gracias de Subur, nos dijo: aCe qui me plait le plus, à Sitges, c'est la joie du peuple)). Otra frase a añadir, completamente inédita, creemos, a la colección de piropos que nos han sido dirigidos. 73 • 0) •a 2 BJ X C o •a - La muerte del vizconde de Güell dejará huérfanas nuestras noches estivales de su impasible figura, a la vera de una mesa de café, con su eterno cigarro y la copa de champaña. Con él desaparece también el último defensor de la compostura en el vestir. Ahora, sin miedo a ruborizarnos, todos seremos descamisados. c X ÍI •a LIBROS NUEVOS Ji^DITORIAL ALPHA, siguiendo su colección de "Clàssics de tots els temps", ha lanzado una edición de Petrarca que comprende^ sus sonetos, canciones y madrigales. A pie de página de las traducciones poéticas van los originales en italiano, así el lector puede gustar directamente h poesía petrarquesa y darse cuenta de la perfecta labor que ha llevado a cabo Osvald Cardona. Sobre la personalidad del Petrarca habla en este mismo número, con su indiscutible autoridad, Jaume Bofill i Ferro. Desde que al poeta le dio un vuelco el corazón al encontrarse con Laura en la iglesia de Santa Clara de Aviñón, el Viernes Santo de 1327, la lírica universal sufrió profundamente / a influencia del "Canzionere". A partir de ahora, en nuestro país, todos los gustadores de poesía, los amantes de la belleza, no dejarán, de mano el recio tomo que nos ocupa. Con decir que el ro^ paje catalán con que Osvald Cardona ha vestido los versos del de Arezzo no desmerecen en nada del original, y que su trabajo se mantiene en la línea de las grandes aportaciones al catalán debidas a Carner, Riba, Sagarra, Manent, etc., creemos haber hecho su cumplido elogio. Por otra parte, el lector de ANTOLOGIA podrá apreciar, también en este mismo número, la calidad original del estro poético de Osvald Cardona. En L· hora de su tercera edición, releemos el ^^Viaje a la Alca{''Ediciones Destino'', Barcelona, 1954), de Camilo José Cela. A nuestro entender. Cela es el mejor estilista en lengua castellana. En este libro, la calidad del idioma que emplea llega a un nivel impresionante. Ello nos hace olvidar, a menudo, que en el análisis de Zaí gentes y el tiempo a su alrededor no llega a la profundidad de visión de Pla. 75 |^ •a La misma editora ("Destino", 1955) publica el último libro de Miguel Delibes, "Diario de un cazador". Se trata, evidentemente, de una obra menor dentro de L· producción del gran novelista vallisoletano. Sin embargo, en "Diario de un cazador" apreciamos el tono socarrón, envuelto en una gran piedad hacia sus personajes, que caracteriza al autor de "El camino". No habría motivo para traer a estas páginas el "Egypt's Destiny", por Mohammed Neguib (Víctor Gollanz, Ltd. London, 1955), a no ser que el redactor de este libro, Leigh White, lo compuso en Sitges, donde vino a retirarse para escribir sobre el país de las Pirámides. A partir de L· guerra con Palestina, Neguib-White va siguiendo las etapas que condujeron, a través del golpe de estado y la revolución, a la actual república presidida por Abd el Nasser. A través de L·s, paginas de "Egypt's Destiny", Neguib se nos aparece como el general prestigioso que dió su nombre como porta-estandarte a los jóvenes oficiales que, en realidad, llevaron adelante la revolución. Opuesto a Faruk, Neguib, por su formación, estaba más] cerca del rey que del equipo presidido por Nasser. En su último diálogo con el que partía para el exilio, el rey dice a su sucesor: "Habéis hecho lo que yo siempre había intentado hacer", palabras que llegan al corazón del revolucionario. Faruk insiste: "Vuesta tarea será difícil. No es nada fácil gobernar Egipto." Emocionados, se dan las manos. Ne-\ guib siente piedad por el rey, al despedirse. Se comprende que Nasser y Salera se deshicieran de él, en cuanto tuvieron, consolidado el nuevo régimen. Se libraron también de los ingleses, y así Egipto, por primera vez desde que los persas conquistaron su país en 525 antes de la era cristiana, volvió a ser libre. Pero nos tememos que el- pueblo del Nilo no recobre jamás la grandeza soñada, pues sobre ellos continúa gravitando la maldición de Moisés: "Enmudecerán como una piedra." Oriol Puig i Almirall, continuando su noble esfuerzo en pro de la poesía dramática, ha editado su drama en tres actos "L'argenter de Girona" (Millas. Barcelona, 1955), que vio estrenado, con buen éxito, en el teatro Bosque, de Vilanova i La Geltrú, el día 15 de junio del año pasado. En "L'argenter", Oriol Puig hace gala de sus innegables dotes de poeta, así como de su habilidad en la mecánica teatral. Esperamos oírle y leerle en nuevas empresas. El editor Albertí, en su popular "Nova Col·lecció Lletres", ha publicado dos nuevos tomos. En el primero, Rafael Tasis con "La Bí76 c 11 ^ ÍI •a L·Iia valenciana", hace el primer ensayo de novela policíaca en la literatura catalana. Tasis, con su reconocida maestría, se sale airoso del cometido, e implanta sobre base firme un género que puede ser, como en otros climas, muy fructífero. Miquel Arimany con "Eduard" hace su primera salida en el campo de la novela. Buen poeta original, traductor de T. S. Eliot, Arimany nos demuestra que no hay terreno vedado para un escritor nato. Esperemos nuevas muestras de su talento en el arte de novelar. Finalmente, y aun requiriendo su importancia, un extenso estudio, que escapa a esta sección, destinada sólo a dar cuenta de las novedades interesantes, hemos de señahr la aparición del primer tomo de las "Memòries", de Josep Maria de Sagarra (Editorial AEDOS. Barcelona), obra de primer plano en la extensa producción de Sagarray en la literatura catalana toda. Tanto la historia de su familia como los perfiles que traza de la gente que ha conocido, son de mano maestra. Este es un libro, a pesar de su extensión, de los destinados d la relectura. R. P. " A Q U E S T A P E T I T A COSA", D E R A M O N FOLCH I C A M A R A S A Dins la col·lecció "Ossa Menor" ha aparegut la comèdia en tres actes "Aquesta petita cosa", de Ramon Folch i Camarasa, guanyadora del Premi de Teatre "Ciutat de Barcelona" 1954, i estrenada al Teatre Romea, en representació única, el mes de març d'enguany. La lectura d'aquesta obra planteja, una vegada més, Vinextricable misteri que existeix a priori en tota representació teatral respecte dels valors expressius dels personatges sorgits de la ploma de Vescriptor. Sense voler dir que "Aquesta petita cosa" no captés l'atenció dels espectadors, el cert és que els tres personatges de l'obra assoleixen en la lectura una profunditat i una dimensió que en bona part —- al nostre entendre, per una interpretació desenfocada — no es traslluïren dalt de les taules. El Jurat que atorgà el premi a aquesta comèdia no s'equivocà, doncs, quant al seu valor potencial, per bé que aquest s'esvais una mica a la llum de les bateries. Per cloure aquest breu comentari, creiem que, per damunt de tot, l'edició de l'obra ha estat un gran encert, car així queda constància d'un propòsit, d'uns sentiments, on ens sembla sentir l'aleteig revisco- ^ lador d'unes reaceions que el barroquisme imperant que havien estat ja soterrades en la densa obscuritat conformisme. ens feia témer del més estèril S. M. "EL G A N D U L " , de J. M." E S P I N A S Amb una admirable simplicitat de mitjans i una seguretat absoluta en l'adopció dels recursos de la novel·lística moderna, Josep M." Espinas es consagra, amb la seva nova obra, «El Ganduh), entre els capdavanters de l'actual literatura catalana. La novel·la és, en la seva línia argumentai, una anècdota i no res més; una anècdota, però, que permet a l'autor oferir als nostres ulls, amb una realitat i una ironia de primer ordre, l'escenari de la ciutat dels nostres dies, on es mouen els personatges quotidians amb una vida autèntica i pròpia. Espinas, conscient de la seva independència, defuig en aquesta obra els corrents tremendistes, i centra la seva novel·la en un dels barris més anodins de la ciutat, en una porteria qualsevol de qualsevol de les cases de pisos del carrer de Casanova, on el protagonista —el gandul del títol— viu i mor i es converteix en un prototipus destinat a figurar en la no massa nodrida galeria de tipus que la literatura catalana ha donat fins ara. Si en <(Com ganivets o flamesyi —la novel·la que li valgué el Freni Joanot Martorell 1953— es revelà com un magnífic estilista, i en uDotze bumerangs)) es confirmà la seva habilitat en la tècnica de la novel·la, en aEl Ganduh, l'autor, utilizant sàviament la ironia i la tendresa, aconsegueix superar les seves obres anteriors, i, per tant, ens permet esperar d'ell i de la seva fecunda ploma, futures obres que el situaran definitivament en el lloc preeminent que li pertoca. R. F. c • (D X <^ •a 78 c - ^ ^ ^ e c/is- ^ ^ ^ e à '^^ífL·^c/e Salón óe cpiaya Qentro lirióge Òe reunión selecta reservaóa óe la más SOcieóaó. yjiscina (Bolera §olfito Shuffleboaró CPista óe baile Qranóes fiestas Quotas especiales óe noche óe transeúntes y para Restaurante 'terrazas únicas (Saciña española S^specialióaSes Salones resióentes en hoteles resiòencias QDiscina sobre la - francesa misma - playa Jtaliana marineras para fiestas y banquetes ^ V I A J E S INTERNACIONAL EXPRESO TRAVEL O F F I C E - A G E N C E DE VOYAGES - REISEBÜRO E X C U R S I O N E S Montserrat Toros Tarragona y Poblet Barcelona-Night Tickets f o r Planes - Trains - Bull-Fight Forfaits M a l l o r c a - Costa Brava M u n t a d a s Airport - Sitges - Service C a p d e la Vilo, 9 Tel. 3 3 2 J3a ósireíía Qalzaóos Sonfiieña ~ Colmado Qfiarcuteña Sdaiéniico ^an de J E S Ú S , T E L . Mayor, 42 2 4 3 6 Sitges 2 T e l é f o n o 59 0) T3 Papelería y jQí^rería emprenia BJ Qonfdería X a s s o Qolmado o Óémicio a domicilio \J/^ óan 'zFra n c i s c o , J LÂ'LC^ Teléfono English S p o o k e n c _o 60 O n parle français & 0) T3 Golfito Club de Mai '^abellón Deportes Bonaire Entrada por la Piscina Tiro al arco . Badminton Abierto de ò tarde a 2 noche Futbolines Grandes concursos NOVA COL·LECCIÓ LLETRES LA N O V E L A C A T A L A N A , AL DÍA T Í T U L O S PUBLICADOS: 0 1 . ANTONI RIBERA: Llibre deis set somnis (agotado). 0 2 . ADOLF NANOT: Anna. 0 3 . RAMON FONTANILLES: La ploma groga. 0 4 . RAFAEL TASIS: Sol Ponent. 0 5 . ROSER GRAU: Els temps ens han fet així. 1. JOAN DUCH: Auli, fill de Pilat. 2. MANUEL DB PEDROLO: ES vessa una sang fàcil. 3 . RAMON PLANAS: Confessió en el tren. EN 4. N . M . RUBIÓ I TUDURÍ: Cacera en el no-res. 5. FÉLIX CUCURULL: L'últim combat6 - 7 . J. M . ESPINAS: D o t z e Bumerangs (vol. doble) 8. J. M. POBLET: Un còmic de Barcelona9- MAURICI SERRAHIMA: Estimat senyor fiscal. 10. MANUEL DE PEDROLO: Mr. Chase, p o d e u sortir. PREPARACIÓN: J. AMAT PINIELLA: K . L . Reich. RAFAEL TASIS: La Bíblia valencianaRAMON PLANAS: Per l'anell de Sofia. MIQUEL ARIMANY: Eduard: AURORA BERTRANA: Camins de somni. ANTONI RIBERA: IJibre dels retorns. RAMON FONTANILLES: La cort maia de Txiquinamit, etc. Precio: 15 pesetas Suscripción: 10 » Vol. d o b l e : 22'50 pesetas Vol. doble: 15 » Publicación m e n s u a l Sin pagar por adelantado. Cada volumen se abona contra entrega. Puede adquirirse la colección a plazos, sin recargo, desde las 2 0 pesetas mensuales. Suscríbase o infórmese sin compromiso en: ALBERTI, E D I T O R Cí Trafalgar, 76 - Teléf. 31-10-85 = = BARCELONA D e l e g a c i ó n e n SITGES: A n t o n i o Ibáñez - E s p a ñ a B •i COMERCIOS RECOMENDADOS Artículos d e v i a j e Rosa Butí. Mayor, 36. Artículos c o c i n a Gara¡es Selfa, nida Garaje Garaje Taxis-Garaje y reparaciones. AveJosé Antonio, 6, Tel. 80, California, C, E·spafia, 6, Tel. 278, y talleres Balcells, Tel. 291. Loza, cristaL Nueva, 9. i m p r e n t a s y Papelerías Artículos p a r a r e g a l o s El Eco d e Sitges. Bonaire, 6, Imprenta y Papelería Puig, S. Feo. 9, Cerámicas Tormos. Mayor, 13. Bazar y souvenirs Merche. San Pablo, 8. Bordados a m a n o C. Pellicer. P a r e l l a d a s , 13. Calzados Calzados L a Gacela. .Tesús, 24. Calzados Elvira P e r r e r . Bonaire ,41. Calzados Selectos .T. Luis. .Jesús, 13. E S P E C I A L I D A D E N LA M E D I D A Calzado® Pañella. Plaza General M O I . T , 7. Calzados F . Castro. S a n Francisco, 17. Calzados de lu,io Monse. P a r e l l a d a s , 7. L a b o r a t o r i o fotográfico R, Gassó. Cap de la Vila, 2, entlo-, 1,= R, Guinart. Mayor, 9, Peluquería d e Señoras Peluquería Ella, Playa d e S, Sebastián, «Dama», salón de belleza. .Tesús, 44. Peluquería de primer orden. Tel. 441. Perfumerías Perfumería Costa. Mayor, 39. Perfumería Milá. S. Francisco 2. T. 246Peluquería F é m i n a . S a n Francisco, 9. Periódicos y r e v i s t a s extranjeros Centro de suscripciones. San Pablo. Cerámicas Azulejos artísticos. Mayor, 13. Confiterías La Estrella. Mayor, 42. Confitería, Colmado y P a n de Viena. Massó, Confitería Colmado. Cap de la Vila. Confecciones p a r a cabalfero y niños El Siglo. C a p de la Vila, 2. Confecciones p a r a señora y niñas Maragda, novedades. Parelladas, 4. Vda. Rodríguez. Cap d e la Vila, 7. Tecla- S a n Pablo, 6. Fantasías señora y niños Chiquita. Mayor, 23. Formadas F. Pont Soler. Mayor, 40. Tel. 25. Ferreteries Vda. di: V. Sales. Mayor, 15. Tel. .332, Relojerías Relojería A. F e r r e t . Cap de la Vlla. Restauración artística Arturo Ramón. Isla de Cuba, 5. Tabacos Estanco Ciará. .Tesús, 17. Estanco Dolores Raventós. S. Peo., 3. T e j i d o s y géneros d e p u n t o Casa Carbonell. J e s ú s , 27. Tintorería y l a v a d o d e p r e n d a s T i n t o r e r í a del Río. S. Francisco, 13. V i n o s y licores ^ js Casa Candelaria. Vinos y licores, hielo, botillería. Bodega.s - Tavier, calle Tacó. l, ^ ^ es B i c i c l e t a s y Artículos d e p o r t e s Instalaciones amplificadoras. — Relojerl elo.i'iei'la, Radios m a r c a s Invicta e Iberi >ria, Ciclos Pérez. P a r e l l a d a s , 46. ^^ ^ A g e n d a s d e Viaje Viajes B a i x a s , S. A. iVIayor, 17. Viajes Internacional Expreso. Cap de la Vila, 9. Viajes Taber. Cap de la Vila, 2. A l q u i l e r e s y v e n t a d e fincas y pisos a m u e b l a d o s J . Abella. Cap de la Vila, 9. Cristóbal Butí. Agua, 10. Pascart. San Bartolomé, (5. Cines Bonaire y Retiro. Locales de grandes estrenos. P r a d o y Rialto. Pequeños estrenos, grandes programas. Bailes y Atracciones Salón B a r Oliva. Salón Hotel La Cala. Toros Grandes corridas Barcelona. E n t r a d a s V I E . Cap de la Vila, 9. Bancos Banco Hispano Americano. Jesús, 21. Banco de Vizcaya. Paseo de la Ribera, .5-1. Hoteles Hotel Hotel Hotel Hotel Hotel T e r r a m a r Palace. Playa Golf Tenis. M i r a m a r . P l a y a S a n Sebastián. L a Cala. Mayor, 29. Subur. Paseo del Mar, 1. Sitges. San Gaudenclo, 5. Residencias Villa Natalia. Paseo Marítimo. Alhambra. Galle Bruch. Mediterránea. C. San Bartolomé. Residencia Aiguadolç. Tel. 444. Carretera de Barcelona kms. 35/36. «ViUa María». Residencia Continental. Paseo Villanueva. Residencia Victoria. .Tesús, 03. Pensiones Pensión B a h í a . Ribera, 2. Pensión Bar Juli<án. Paseo Villanueva. Pensión Cau P e r r a t . F t e . a l a estación. Pensión San Francisco. S- Francisco, 7. B a r e s y Cafés B a r Americano Bnardo. Fernández, 13. B a r Café California. Salón de T é y b a r r a americana. J e s ú s , 2. Bar Café Cau F e r r a t . F t e . estación. Bar Café Ohatet. San Francisco, 1. B a r Bodega E l Cable. A. Vidal, 14. Bar Español. Avda. Gral. Sanjurjo, 1. Bar L a Cala. Mayor, 29. Bar La Gavina. Paseo de la Ribera. B a r «Chiringuito». F r e n t e al m a r . B a r Café Odón. F r e n t e estación. Bar Oliva. P a r c h a d a s , 26. B a r Oriente. P a r e l l a d a s , 9. B a r El Patio. San Gaudeucio, 9. Bar Piscina María Teresa. Horchatería Valenciana. F r e n t e al m a r . Restaurantes Restaurante Miramar. R e s t a u r a n t e Piscina sobre el m a r . R e s t a u r a n t e B a h í a . Ribera, 2, fte. m a r . R e s t a u r a n t e Cau F e r r a t . F r e n t e estación. R e s t a u r a n t e L a Cala. Mayor, 29. R e s t a u r a n t e Paixó. Carreta, 32, fte. mar. R e s t a u r a n t e típico marinero. Mare-Nostrum. B . Fernández, 13. Restaurante Jfaricel. F r e n t e al m a r . R e s t a u r a n t e Chiripero. A. Sofía. SERVICI OS Recaderos a Barcelona Cosialls. San Francisco, 4. S a n a h u j a . Jesús, 8. Joaquín Bielsa. Espalter y Cap de ^a X Vila, 9. Taxis Selfa. Servicio permanente taxis. T. Servicio permanente de taxis. B a r O d ^ , por los t a x i s t a s Caballé, Fausto, Llíj^ só, Montané y Ruperto. 0) •D BJ x: 2 _o -!3 DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE BARCELONA BIBLIOTECAS POPULARES . A«toApJ..v¿íSíg. ----¬ : 4fe -S.í-W^-eS Autor : Titulo Registro : : Número-, . del lector: .8-í(-0.A - ' Fecha ^ A' Fecha de salida^ . de devolución ' i Prórroga .'^ • : • • •:: : • • • - f - - - - El 40260 C a í a P. C q r i d o d . LMP.-E»c»JELA;. DIPUTACIÓN PROYlNci^ DE BARCELONA ^ j BIBLIOTECA DE POPUI^ SITQES T3 Reg S..8.0„A...'^. Sig. S.3..â,.,.ô..i| 0) •D BJ X c _o o 0) •D