CONTROL DE CARACOLES (Bulimulus bonariensis bonariensis

Transcripción

CONTROL DE CARACOLES (Bulimulus bonariensis bonariensis
CONTROL DE CARACOLES (Bulimulus bonariensis bonariensis) EN SOJA
J. E. Frana* y F. Massoni
INTA, Estación Experimental Agropecuaria Rafaela; Ruta 34 km 227; C.C. 22; (2300) Rafaela,
Santa Fe. Tel 03492 440121 – *e-mail [email protected]
Palabras claves: soja, caracol, Bulimulus, control.
Introducción
El caracol Bulimulus bonariensis bonariensis (Rafinesque, 1833) (Mollusca: Gastropoda:
Orthalicidae) es la especie dominante en los cultivos de soja de la región centro-norte y sur de
la provincia de Santa Fe. Desde que Frana y Massoni (2007) observaran en enero 2007 una
densidad de dos caracoles por planta en un cultivo de soja sembrado en diciembre 2006 en el
departamento San Cristóbal (Santa Fe) y que no afectaran el rendimiento, diversas
situaciones fueron registradas con presencia de caracoles pero que nunca superaron la
densidad mencionada.
En todos los casos registrados, siempre se constató (Frana, datos no publicados) que los
moluscos no ocasionaban una defoliación que comprometiera el índice de área foliar crítico
para el crecimiento y el rendimiento del cultivo, tal como ocurre con altas densidades de
larvas de lepidópteros. Más aún, y confirmando lo observado por Frana y Massoni (2007), los
caracoles no afectaron los rendimientos bajo las condiciones ambientales imperantes en esa
campaña.
En la campaña 2009/10 se monitoreó un lote en Santa Irene (Santa Fe) que presentaba
100 caracoles/m2 en el barbecho previo al cultivo de soja. Por entonces se decidió la no
intervención dados los conocimientos adquiridos de que los caracoles no causarían daño a la
planta, pero se sugirió la vigilancia periódica para la detección de posibles anormalidades.
Una vez sembrado el lote pudo observarse que los caracoles, que previamente se
encontraban en los manchones de la vegetación espontánea, se movilizaron hacia la base de
las plántulas y allí sufrieron los efectos de una lluvia torrencial de 39 mm (1/12/2009) que
promovió el tapado de los moluscos con partículas de suelo, causándoles la muerte (Frana,
datos no publicados).
Durante la misma campaña y época, se monitoreó otro lote en la localidad de Susana
(Santa Fe), en donde se registró un caracol por planta en V3. Esta situación promovió la
preocupación del productor, pero no se recomendó intervención ante la evidencia del escaso
daño a la planta. Cabe entonces la pregunta si tendría sentido controlar un organismo que no
ocasiona daño. Sin embargo, durante la recolección mecánica de los granos se presentó una
situación indeseable, debido a la obstrucción de rejillas y zarandas en la cosechadora por los
cuerpos gelatinosos de los caracoles, lo que provocó la pérdida de granos, y la percepción de
un olor desagradable característico de las proteínas azufradas. Comentarios del operario
remarcaron el inconveniente que significa limpiar los cóncavos de trilla y las zarandas de
limpieza que se traduce en la pérdida de de dos horas de trabajo diario destinado a tal fin en
plena campaña y reduciendo el tiempo de dedicación al mantenimiento de la unidad.
En diciembre de 2010 se accedió a un lote de soja que promedió cuatro caracoles/planta en
V2 en Colonia Marina (Córdoba). Tanto en San Cristóbal como en Susana se intentó el control
de los caracoles con aplicaciones en cobertura total mediante el molusquicida metaldehído.
En ambas situaciones los caracoles fueron observados inmóviles y adheridos a hojas y tallos,
debido a la elevada temperatura y a la baja humedad relativa ambiente, como consecuencia
de las bajas precipitaciones, lo que indujo la dormancia estival de la especie. Por otra parte, y
hasta donde se tiene conocimiento, el cebo tóxico no es recomendable una vez que los
-1Producción Vegetal: Insectos
caracoles se instalan en la planta, dada la imposibilidad de encuentro con las partículas del
formulado. Fue así que se decidió el ensayo de control de los caracoles en soja mediante la
aspersión en cobertura total con distintos ingredientes activos y dosis.
Materiales y Métodos
El ensayo se realizó en Colonia Marina en un lote de 30 ha de soja cv TJs 2148 RR (GM IV
largo) sembrado el 5/11/2010 en surcos distanciados a 0,52 m en siembra directa. Se utilizó
un diseño de bloques completos al azar con tres repeticiones donde se efectuaron siete
tratamientos en parcelas que comprendían ocho surcos de 10 m de largo. Los tratamientos
incluyen un molusquicida líquido en dos dosis, sales (común y de cobre) que cita la
bibliografía (University of California 2009; Mississippi State University 2005) como alternativas
para el control de caracoles acuáticos y un insecticida cuyo metabolito podría resultar con
acción molusquicida (Cuadro 1). Estos tratamientos fueron comparados con un testigo con
presencia de caracoles y con otro libre de caracoles mediante extracción manual. Un
tratamiento adicional mediante metaldehído en cebo tóxico fue incluido como consecuencia
de la observación del cambio de comportamiento de los caracoles.
La demarcación del ensayo fue realizada el 10/12/2010 cuando la soja estaba en el estado
fenológico V4 y seguidamente se realizó el recuento, previo a la aplicación, de los caracoles
(sobre 5 m lineales en los surcos 2 y 7) y la extracción de los moluscos en la totalidad de los
surcos de las parcelas correspondiente al testigo libre de caracoles.
Cuadro 1. Tratamientos ensayados para el control de caracoles (B. bonariensis) en Colonia Marina,
Córdoba.
TRATAMIENTOS
Testigo con caracoles
Testigo libre de caracoles
Metaldehído
Metaldehído
Cloruro de Sodio
Thiodicarb
Sulfato de Cobre
Metaldehído cebo
NOMBRE
COMERCIAL
--Baborón (20%)
Baborón (20%)
Celusal Entrefina
Larvín 80 WG (30)
Pentahidratado (98%)
Clartex (5%)
Ingrediente activo (g / ha)
--300
600
2000
2000
1000
285
Los tratamientos fueron realizados el 20/12/2010 18:00 hs con mochila de CO2 a presión
constante con barra de 2 m de ancho de trabajo y pastillas cono hueco con un volumen de
105 l/ha. Adicionalmente se incluyó un tratamiento (cebo peletizado) no previsto en el diseño
original. El mismo fue aplicado dos días después sobre una superficie de 4,4 ha al este del
ensayo, mediante equipo eléctrico con distribuidor rotativo provisto por el fabricante y
amarrado a la caja de carga de un vehículo Ford Ranger que cubría un ancho de 20 surcos.
Para este tratamiento se tomaron parcelas equivalentes en tamaño y dispuestas en forma
aleatoria siguiendo la proyección de las repeticiones al ensayo previamente establecido.
Los tratamientos fueron decididos en función del comportamiento de los caracoles
observado después de la lluvia de 36 mm ocurrida el 19/12/2010. Veinte cuatro horas
posteriores al meteoro, la provisión de humedad al suelo y el ambiente fue suficiente para
interrumpir la dormancia estival y para estimular la movilidad de los mismos por el suelo y en
toda dirección, fenómeno que está estrechamente ligado al desove de los adultos
hermafroditas.
-2Producción Vegetal: Insectos
El recuento postratamiento se realizó el 28/12/2010 nuevamente en los surcos 2 y 7 pero
limitado a 1 m lineal por razones de disponibilidad de personal. En ambos recuentos pre y
postratamiento se contabilizaron las plantas comprendidas en dicho largo.
La cosecha manual de las plantas en 5 m de los dos surcos centrales se realizó el
30/03/2011 y luego fueron trilladas mediante trilladora experimental. De esta manera se
obtuvo el número de plantas a cosecha, el rendimiento de los granos y el porcentaje de
humedad de los mismos para luego corregir el peso al 13,5%.
El análisis estadístico de los datos se efectuó mediante ANAVA de InfoStat (2009) y las
comparaciones de medias entre tratamientos fue realizada mediante test Tukey 5%, donde la
variable número de caracoles fue previamente transformada mediante la raíz cuadrada del
valor.
Resultados y Discusión
El recuento previo al tratamiento realizado el 10/12/2010 permitió determinar que había un
promedio general para el ensayo de 21,3 plantas de soja y 54,2 caracoles / m lineal de surco
que se traduce en 2,5 caracoles/planta. No hubo diferencias entre tratamientos ni para la
variable plantas / m lineal (CV = 4,06%) ni para caracoles / m lineal (Cuadro 2). Como es de
esperar el número de caracoles por planta presentó variabilidad, que representado por los
valores mínimo y máximo (Mín = 1,6 - Máx = 4,9 caracoles/planta, respectivamente) da una
aproximación de la abundancia.
El recuento postratamiento (28/12/2010) evidenció que no hubo diferencias entre
tratamientos en relación al número de plantas/m lineal que en promedio fue de 22, similar al
obtenido en el recuento previo, pero con un CV = 7,81%, y levemente superior al obtenido
previamente debido al menor tamaño de la muestra.
Cuadro 2. Número de caracoles por metro lineal y rendimiento de los granos de soja en Colonia Marina,
Córdoba.
Caracoles
/m lineal
Cloruro de sodio
Baborón (1,5 l/ha)
Larvín
Testigo sin caracoles
Testigo con caracoles
Sulfato de cobre
Baborón (3,0 l/ha)
CV (%)
Previo
62,1
49,7
57,7
56,8
45,5
53,9
53,4
7,15
Post
70,7
52,7
47,3
45,2
40,3
35,5
33,8
19,3
Rendimiento
(kg / ha)
3811,0
3811,4
4094,9
3749,9
3776,4
4193,4
3861,5
8,26
Clartex (cebo peletizado)
--
4,0
4299,3
Tratamientos
No se detectaron diferencias significativas entre tratamientos en relación al número de
caracoles / m lineal por efecto del plaguicida (Cuadro 2). Los restantes molusquicidas o
sustancias no difirieron entre si ni con el testigo con caracoles. Metaldehído en la forma de
cebo peletizado, no incluido en el análisis estadístico, fue efectivo para el control de B.
bonariensis. El promedio de 4 caracoles / m lineal ( = ±2,5) es sensiblemente inferior a los
valores encontrados para los tratamientos del ensayo, que distribuidos en 21,2 plantas / m
lineal ( = ±1,5) hacen diluir el problema a cosecha. Como dato anexo es pertinente destacar
-3Producción Vegetal: Insectos
que en las parcelas de este tratamiento fue posible encontrar más de un individuo muerto
alrededor de cada pelet, lo que indicaría el poder atrayente del formulado y el efecto letal
inmediato del tóxico.
Una especial mención debe efectuarse en relación al testigo libre de caracoles. La inclusión
de dicho tratamiento se realizó asumiendo escaso desplazamiento, y con el objeto de librar a
la planta de algún efecto del caracol. Por el contrario, dicho supuesto no ocurrió y la movilidad
observada con posterioridad a la lluvia y en días sucesivos tuvo su correlato en el muestreo
postratamiento donde después de 18 días de realizada la extracción de los caracoles, en las
parcelas se detectó una recomposición de los valores promedios debido a migración. Especial
cuidado se deberá prestar a este comportamiento posterior a las lluvias donde para aislar
parcelas se deberán usar chapas de cobre u otras formas de exclusión.
No hubo diferencias estadísticas significativas entre tratamientos en cuanto al rendimiento
de los granos (Cuadro 2). Las diferencias detectadas son debidas al azar, donde en términos
comparativos, también se tuvo acceso a los datos de rendimiento del lote y en forma
coincidente, el sector sin Clartex (30 ha) rindió 36,7 qq/ha y con Clartex (4,4 ha) rindió 41,4
qq/ha.
De los resultados de este ensayo y en función de conocimientos adquiridos durante las
observaciones es posible esbozar una estrategia de control de los caracoles B. bonariensis
en soja. Dicha estrategia estaría basada en el uso de cebo Clartex toda vez que el cultivo de
soja estuviera emergido y después de lluvias que sucedan a un período seco de más de 10
días, los cuales pueden presentarse desde mediados de diciembre en adelante durante el
verano, cuando los caracoles descienden de las plantas para desovar.
No deberían efectuarse controles con densidades inferiores a un (1) caracol / planta, valor
surgido de los registros obtenidos en lote de localidad de Susana. Densidades superiores a la
indicada no afectarían los rendimientos pero podrían ocasionar severos inconvenientes en el
proceso de recolección de los granos, o ser pasibles de castigo durante la comercialización,
aunque futuras investigaciones deberían redefinir dicho valor.
Una sola especie predadora de caracoles, Brachygnathus festivus (Coleoptera:
Carabidae), fue detectada en el lote, cuando dicha abundancia debería mantener una
considerable biodiversidad de otros carábidos, más los “bichos de luz” (Coleoptera:
Lampyridae); o las moscas parasitoides (Diptera: Sarcophagidae y Sciomycidae) y un gran
número de vertebrados. Tal vez la inusual alta densidad de caracoles podría ser debido a la
reducción de la biodiversidad por las prácticas agronómicas actuales.
Agradecimientos
Al productor agropecuario que posibiltó la realización del ensayo. A Pedro Miñaur y Víctor
Ortíz, alumnos de la UNL, Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza, por la invalorable
colaboración durante el recuento previo y en la titánica extracción de los caracoles en 240 m
de surco. Proyecto solventado con fondos INTA-PNCER 022441 (Cartera Proyectos 2009).
Bibliografía
FRANA J.E. y F. MASSONI. 2007. Presencia de caracoles en un cultivo de soja. pp 162-166. En: Publicación
Miscelánea 108. Información Técnica de Cultivos de Verano, Campaña 2007. INTA, E.E.A. Rafaela.
MISSISSIPPI STATE UNIVERSITY. 2005. Use of Elevated Levels of Copper Sulfate to Eliminate Snails. Acceso
online http://tcnwac.msstate.edu/Vol08No1Apr2005.pdf (10/12/2010).
UNIVERSITY OF CALIFORNIA, DAVIS. 2009. Snails and slugs. How to manage pests. Acceso online
http://www.ipm.ucdavis.edu/PMG/PESTNOTES/pn7427.html (10/12/2010).
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