Cómo escoger el calzado adecuado

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Cómo escoger el calzado adecuado
Cómo escoger el calzado adecuado
El refrán dice que la moda no incomoda, pero eso no se aplica al calzado. Los pies y tobillos siguen
implorando zapatos anchos y flexibles, como lo recomiendan especialistas de MEDS.
Escoger el calzado adecuado y caminar sin problemas no es tarea simple. La anatomía de los pies es
compleja. Por ello, protegerlos con un calzado firme y cómodo es clave.
El refrán dice que la moda no incomoda, pero eso no se aplica al calzado. Aún cuando las tendencias
imponen tacos altos y terraplanes, los pies y tobillos siguen implorando zapatos anchos y flexibles. Así
también lo recomiendan los médicos, quienes sugieren moderar las altas temperaturas y las puntas
demasiado agudas.
El doctor Julio Botello Correa, traumatólogo especialista en rodilla, tobillo y pie de MEDS hace notar que un
calzado adecuado tiene que ser absolutamente cómodo y firme. "No debe producir ninguna rozadura, poseer
un tamaño razonable y una horma que le quede bien al usuario".
El médico también hace notar que es justamente el calzado femenino el que lejos genera más problemas ya
que la moda muchas veces está hecha para una anatomía que no es la normal.
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"Son zapatos de taco alto que no benefician en nada a los pies. Son estrechos en la punta, lo cual hace que
se aglomeren los dedos en la parte delantera y además favorecen la aparición de juanetes". Explica también
que el taco alto hace que el centro de gravedad se desplace hacia adelante y, por lo tanto, "el peso se
distribuye en una forma anormal, se provoca un exceso de carga en la parte anterior, callosidades,
inflamaciones en los tejidos blandos y articulaciones. También se afecta la parte cartilaginosa", señala.
El doctor Botello llama a evitar los tacones, porque el talón queda muy inestable y ello puede provocar
torceduras y esguinces, "incluso, hay pacientes que por meter accidentalmente el taco en un hoyo en la calle
se han facturado el tobillo".
Zapatos ideales
El especialista aconseja que antes de escoger zapatos, las personas deben tener en cuenta el tamaño de
sus pies:"Buscar el calzado para el pie y no al revés. No tratar de calzar el modelo que le gustó por un tema
meramente estético".
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El especialista en pie de Clínica MEDS entrega otras sugerencias: "Los pies son diferentes entre sí, por lo
que se deben probar en ambos y caminar. No solo probarlos sentado, porque al pararse el pie cambia de
posición. No debe quedar ni muy suelto, ni muy ajustado, ya que el calzado sede con el uso. Todo lo
contrario, desde un principio debe quedar absolutamente cómodo", sugiere el doctor Botello, quien también
aconseja comprarse zapatos al final del día, "porque en la mañana los pies están más deshinchados y a
medida que van pasando las horas toman una medida más real".
Para escoger el calzado deportivo, el traumatólogo aconseja hacerlo según el deporte que practica y la
superficie a la cual va a quedar expuesto. "Idealmente, las zapatillas deben ser estables y de lona, que están
diseñadas para caminar. El impacto tiende a ser mayor en la práctica de actividad física, por lo tanto, el
cuerpo necesita un calzado más firme".
Respecto de la materialidad de los zapatos, el doctor Botello aconseja que para hacer deporte en verano, el
calzado debe tener una porosidad adecuada que permita la transpiración del pie. "Por su parte, las sandalias
se deben usar en el diario vivir y no para el deporte o para largas caminatas. Mucha gente hace recorridos
turísticos en hawaianas y luego llegan con problemas de sobrecarga o tendinitis".
Equilibrio y Movimiento
Los pies no solo proveen la propulsión, elasticidad y flexibilidad necesarias para caminar, salta y correr, sino
que también ayudan a mantener el equilibrio sobre superficies desiguales.
Todas estas funciones las realizan 26 huesos (28 si se incluye los dos huesos sesamoideos), que están
divididos en tres secciones: pie delantero, pie medio, pie trasero.
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El pie delantero está compuesto por cinco metatarsos y 14 falanges. Los metatarsos forman un puente entre
el pie medio y los dedos y se extienden cuando el pie soporta peso. Cada uno de los huesos tiene una parte
redondeada llamada cabeza metatarsal, que forman la planta del pie y soporta el peso del cuerpo. El pie
medio está compuesto por cinco de los siete tarsos. Los tarsos del pie medio son el cuboides, el escafoides
y tres cuñas cuneifores. El pie trasero está compuesto por los otros dos tarsos: el calcáneo y el astrágalo.
El astrálago o hueso del tobillo está conectado con los dos huesos largos de la pierna inferior, formando la
articulación que permite el pie moverse hacia arriba y hacia abajo.
Soporte y posición
Una red de músculos, tendones y ligamentos mueven, soportan y mantienen en posición los huesos del pie.
Por su parte, los músculos tienen varias funciones importantes: mueven los pies, levantan los dedos,
estabilizan los dedos en el suelo, controlan los movimientos del tobillo y soportan el arco.
Los tendones conectan los músculos con los huesos y las articulaciones. El más grande es el tendón de
Aquiles, que se extiende desde el músculo de la pantorilla hasta el talón y permite correr, saltar, subir
escaleras y ponerse de puntillas.
Los ligamentos mantienen los tendones en su lugar y estabilizan las articulaciones. El ligamento más largo
del pie es la fascia plantar, que forma el arco entre el talón y los dedos y permite mantener el equilibrio y
caminar.
Alejandra Gajardo, La Tercera
Fuente para redacción de artículo: Dr. Julio Botello, traumatólogo Clínica MEDS

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