1.- FASES DE LA FUNCIÓN DE RELACIÓN Obtención de la

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1.- FASES DE LA FUNCIÓN DE RELACIÓN Obtención de la
La función de relación de un ser vivo consiste en captar la información del entorno
que le rodea y utilizarla para su propia supervivencia.
1.- FASES DE LA FUNCIÓN DE RELACIÓN

Obtención de la información
El organismo capta los estímulos.
Un estímulo es cada una de las informaciones que puede captar un organismo
sobre las condiciones del medio ambiente o del propio cuerpo.
 Análisis
El ser vivo interpreta la información de los estímulos y decide una respuesta.
 Respuesta
El organismo efectúa la acción que decidió en la fase anterior.
Principalmente, los seres vivos utilizamos la información que nos aportan los
estímulos para:



Conseguir alimento.
Conocer la actividad del resto de los organismos.
Evaluar el estado del propio cuerpo.
2.- LA RELACIÓN DE LOS VEGETALES
Los vegetales, a diferencia de los animales, carecen de sistemas especializados en
análisis de la información, por lo que la función de relación queda reducida a dos fases:
la obtención de la información y la respuesta.
2.1. Obtención de la información
Los seres vivos son sensibles a los estímulos porque poseen unas células
especializadas en detectar determinadas características del entorno o del propio
organismo. Estas células se denominan receptores sensoriales.
Los vegetales son sensibles a estímulos de tipo químico, mecánico y lumínico
simultáneamente.
 Sensibilidad química
Es la capacidad que tienen las plantas de detectar la presencia de diversas
sustancias químicas importantes para su nutrición, como el agua y las sales
minerales.
 Sensibilidad mecánica
Es la capacidad de percibir estímulos causados por fuerzas externas al
organismo, como son la fuerza de la gravedad y el contacto o la presión con
objetos de su alrededor.
 Sensibilidad lumínica
Es la capacidad de captar estímulos luminosos; es decir, la luz.
2.2. La respuesta.
Una vez que se ha obtenido la información a través de diferentes estímulos, los
vegetales presentan varios tipos de respuestas, como son los cambios en la actividad
vital, el crecimiento y el movimiento.
 Los cambios en la actividad vital
Cuando las condiciones ambientales se modifican, la mayoría de las plantas son
capaces de cambiar sus pautas de actividad.
De esta forma, disminuyen su actividad frente a condiciones ambientales
adversas para mantenerse con vida. Es el caso de los árboles caducifolios, que
pierden sus hojas para evitar que el frío afecte a su función o se congelen.
 El crecimiento
Las plantas crecen en una determinada dirección en función de ciertos
estímulos. Esta respuesta direccional frente a un estímulo se denomina
tropismo y puede ser positivo o negativo.
De esta manera, las plantas responden al estímulo de la gravedad
(geotropismo), al estímulo de la luz (fototropismo) y al estímulo del agua
(higrotropismo).
 El movimiento
Muchos vegetales unicelulares se pueden desplazar por el medio, de forma
relativamente rápida, en busca de luz o nutrientes, gracias a la presencia de
cilios o flagelos.
En cambio, los vegetales más complejos presentan unos movimientos lentos
denominados nastias, gracias a cambio de volumen de ciertas células. Es el
caso del movimiento de las flores del girasol hacia la luz o de las plantas que
abren sus flores de día y las cierra de noche.
3.- LA RELACIÓN EN LOS ANIMALES
Los animales poseen órganos y sistemas específicos para la función de relación,
que están formados por células muy especializadas.
Los órganos sensoriales es una agrupación de receptores sensoriales preparados
para captar estímulos como la luz, el tacto, el sonido, la acción de fuerzas como la
gravedad o la presencia de diversas sustancias químicas.
El sistema nervioso está formado por estas células sensoriales y también presenta
células especializadas en analizar la información de los estímulos.
La respuesta es ejecutada por los músculos, constituidos por células capaces de
producir movimientos, y por las glándulas, formadas por células desarrolladas para la
secreción de determinadas sustancias.
Veamos las tres fases de la función de relación en los animales.
3.1. La obtención de la información
Los receptores sensoriales capan los estímulos y los transmiten por el sistema
nervioso en forma de impulsos nerviosos.
Los animales son sensibles a distintos tipos de estímulos. Los más habituales son
los estímulos químicos, los mecánicos y los luminosos.
 La sensibilidad química
Los animales presentan dos sentidos capaces de detectar estímulos químicos:
 El olfato, que se percibe a través de unas células receptoras de
sustancias en suspensión en el entorno. El órgano de este sentido son
las fosas nasales de los mamíferos o los receptores olfatorios que tienen
los insectos en las antenas.

El gusto, que se percibe cuando las células receptoras entran en
contacto con las sustancias que contiene una disolución. Los órganos del
gusto se encuentran normalmente en la lengua.
 La sensibilidad mecánica
Principalmente existen tres sentidos basados en la percepción de estímulos
mecánicos:
 El sentido del tacto, que se basa en la percepción de la presión realizada
sobre la superficie del cuerpo. Las células receptoras de este estímulo se
encuentran distribuidas en la parte interna de la piel de los animales.
Junto con los receptores del tacto, también encontramos en muchas
ocasiones otras células sensoriales encargadas de la percepción de la
temperatura o el dolor.
 El oído, que es el sentido que permite percibir las ondas sonoras o
sonidos. Las células receptoras, capaces de captar las ondas sonoras,
se encuentran en el interior del cuerpo del animal. Muchas veces están
separadas del exterior por una membrana que las protege y les transmite
las vibraciones: el tímpano.
 El equilibrio, que facilita la información sobre la posición del cuerpo del
organismo. Los receptores sensibles al movimiento y la posición del
animal suelen encontrarse en el interior del cuerpo y en muchos casos
relacionados con el oído.
 La sensibilidad lumínica
En los animales, la capacidad de captarlos estímulos lumínicos se denomina
visión. Dentro de los animales, encontramos distintos tipos de órganos para la
visión:
 Los más sencillos son los ocelos, compuestos por células agrupadas en
un punto de la superficie del organismo. Con este órgano, los animales
pueden distinguir las zonas más iluminadas.
 El ojo compuesto, habitual en los artrópodos, está constituido por
numerosas unidades visuales dispuestas en forma de mosaico. Los
animales presentan una visión muy amplia y capaz de distinguir
movimientos muy rápidos, pero proporciona una imagen poco nítida.
 El ojo de los vertebrados es uno de los órganos de visión más complejos.
En el interior se encuentra la retina, una capa provista de células
sensibles a la intensidad de la luz y, en algunos casos, de células
sensibles a los distintos colores. En muchos casos, la disposición de los
ojos compartiendo parte del campo visual permite a los organismos tener
una visión en tres dimensiones.
3.2. Análisis de la información
Una vez que la información es captada por las células receptoras, los animales
procesan estos estímulos para decidir qué reacción deben tener.
Las neuronas son las células animales especializadas en analizar la información.
Se trata de células con aspecto irregular que presentan diferentes prolongaciones. Las
más numerosas y cortas se denominan dendritas, mientras que la prolongación más
larga se llama axón.
La neurona es capaz de conducir el impulso nervioso, una débil corriente eléctrica,
desde la dendrita hasta el extremo del axón. Al llegar al final del axón, el impulso
nervioso pasa a las dendritas de la siguiente neurona. La zona de relación entre axón
de una neurona y las dendritas de otra se denomina sinapsis.
Las neuronas están conectadas entre sí mediante numerosas sinapsis,
constituyendo complejas redes por las que circula la información a través de impulsos
nerviosos.
El sistema nervioso es el conjunto de circuitos neuronales por los que circulan los
impulsos nerviosos. Están constituidos por:


Nervios: Son largas fibras formadas por los axones de multitud de neuronas. Su
función es la de conducir la información a lo largo del cuerpo.
Centros nerviosos: Son órganos de mayor tamaño formados por complejos
circuitos neuronales con multitud de sinapsis. Su función es analizar la
información y decidir la respuesta.
En el caso de los vertebrados, los centros nerviosos son el cerebro, el cerebelo y el
tronco encefálico, que forman el encéfalo. Del encéfalo parte la médula espinal, un eje
principal a partir del cual se ramifican los distintos nervios.
En ocasiones tiene lugar un acto reflejo, que es un tipo de respuesta involuntaria
realizado a través de un circuito nervioso en el que no interviene el encéfalo.
3.3. La respuesta
Los animales presentan diferentes tipos de respuestas a los estímulos recibidos:
 Cambios en la actividad vital
Ante un cambio en las condiciones ambientales, muchos animales son capaces
de modificar sus pautas de actividad.
Cuando se trata de un cambio ambiental de larga duración, muchos animales
pueden hibernar o estivar, dependiendo si pasa en letargo la temporada fría o
la seca y calurosa. Otro comportamiento es la migración, en la que los animales
se desplazan de un lugar a otro buscando condiciones climáticas y nutricionales
adecuadas.
Cuando los cambios ambientales son más cortos en el tiempo, puede bastar
posarse sobre las rocas a tomar el sol cuando el cuerpo se enfría.
 El movimiento
Al moverse, los organismos pueden orientarse o desplazarse en dirección a su
alimento, huir de posibles depredadores y relacionarse con otros individuos de
su especie.
Esto es posible gracias a que poseen células especializadas en realizar
movimientos, las células musculares. Las células musculares se agrupan de
forma paralela y muy ordenada constituyendo los músculos. Cuando el músculo
recibe un impulso nervioso, el músculo entero se contrae.
Las células musculares también son responsables de los movimientos
involuntarios de los órganos internos, como el intestino o el corazón.
 La secreción
La secreción es la producción y la expulsión de sustancias por parte de un
órgano o una célula, denominadas glándulas. Las secreciones u hormonas
pueden expulsarse al medio interno del organismo (como la hormona del
crecimiento) o al exterior (como las hormonas sexuales que se segregan en
época de reproducción), y provocan cambios en la actividad de otros órganos o
células.

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