El plato estrella

Transcripción

El plato estrella
El plato estrella
Hay personas que nacen con estrella, de pie, traen un pan bajo el brazo y, además, nunca
se levantan con la extremidad izquierda. Si a todo esto se le suma el talento, el trabajo,
la constancia, el esfuerzo, la disciplina y unas ganas de comerse el mundo culinario,
para que el mundo no te coma a ti, el resultado salta a la vista y se llama estrella
Michelín.
Pero también hay cocineras de bares de pueblo, de bares de carretera, de bares
anónimos que hacen brillar los paladares y las pupilas de los comensales pese a no salir
en las guías ni en los periódicos ni ser demasiado conocidas ni reconocidas.
Un día, la cocinera del bar en el que como a diario, se acercó a mi mesa para
enseñarme su bebé, recién nacido. El caso es que yo notaba la comida diferente en los
últimos días o quizá semanas, claro la hacían otras manos ante su baja maternal…
Una vez cumplidos con los tópicos ¿qué tal duerme?, ¿come bien?, ¿a quién se
parece?, ¿cómo va a llamarse?, y algo más, le pregunté: “¿Vuelves pronto?”. Echo de
menos tu plato estrella: patatas a lo pobre. Y el lomo con champiñones. Y la merluza
con gulas. Y…
-No, no has dado ni una, Juan. ¿Mi plato estrella? Mi plato estrella es este.
Y se retiró a una esquina para darle pecho a su hijo de dos meses.