Boletín CEBIDOC : : Septiembre 2014
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Boletín CEBIDOC : : Septiembre 2014
Boletín CEBIDOC : : Septiembre 2014 LIBROS Me salvó una lagrima Cosas que nadie sabe Niños feroces Pago chico REVISTAS Educación liberal made in USA La cultura, ¿ahora más espectáculo? Sentir va antes que saber Totalitarismo débil CINE Algo para ver en TV Recomendaciones de cine Clásicos de biblioteca CULTURA ¿A donde ir? El arte del buen comer Arte gráfico Origen y etimología de algunas palabras Índice LIBROS Me salvó una lágrima Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 843.92 LIE 2013 Autor: Angèle Lieby y Hervé de Chalendar Imp. / Ed.: Madrid, temas de hoy 2013. Temas: Cuentos franceses- siglo XXI- síndrome de kerstaff Testimonio de Angéle Lieby, una mujer alsaciana, casada y con una hija, que en 2009, tras padecer unos raros síntomas, es ingresada de urgencias. Los médicos le inducen el coma antes de saber el diagnóstico y descubrir que se trata de una extraña enfermedad del sistema nervioso. Angéle va empeorando de día en día, su esposo y su hija intentan de todas las formas posibles comunicarse con ella, sin éxito aparente. Medicamente, le hacen numerosas pruebas, a veces sin anestesia, pensando que no siente, pero Angéle sufre física y psíquicamente. Dándola por clínicamente muerta, se plantean desconectarla pero cuando están a punto de hacerlo su hija observa que una lagrima brota del ojo de su madre, por lo que comprueban que sigue viva. Comienza entonces una dura etapa de lenta mejoría y adaptación hasta volver a una vida relativamente normal. La protagonista ha contado su historia al periodista Hervé de Chalendar quien escribe un relato lleno de viveza en el que cuenta una situación dramática sin ahorrar detalles. Narrado con sencillez y agilidad, el libro que resulta de fácil lectura, en ocasiones es algo angustioso por las situaciones de sufrimiento que se describen. Sin embargo, en su conjunto, resalta más la historia de amor, la fuerza de los lazos familiares así como el esfuerzo y las ganas de vivir de Angéle. Se desliza una crítica a ciertas imprudencias médicas y la obra constituye una defensa a ultranza de la vida humana. El libro ha recibido el Premio Hachette y ha sido llevado a la televisión. Índice Niños feroces. Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 863.7 SIL 2012. Autor: Silva, Lorenzo Imp. / Ed.: Barcelona: Booket 2012. Temas: Novela española- siglo XXI La novela, que participa del género ensayístico y hasta del periodístico, ofrece un argumento ambientado en dos momentos históricos: la actualidad y los años cuarenta. Lázaro es un joven bloguero que quiere ser escritor y participa en un taller de escritura; le cuesta escribir una novela porque tiende a ser fragmentario. Su bloqueo literario termina cuando su profesor le ofrece la historia de Jorge: un joven madrileño, que participó en la primera expedición de la División Azul en 1941 y vivió una espeluznante aventura -en la que no falta el amor- que le llevó inconscientemente a apoyar a Hitler, hasta su rendición, y participar en una sangrienta guerra, de la que hay alguna cruda descripción bélica que induce a reflexión. Silva ha escrito la novela de una novela, trama algo compleja, resuelta con soltura estilística y lenguaje claro y sencillo, recursos con los que logra conjugar hábilmente todos los elementos narrativos. El autor se ha documentado y ha buscado historias singulares. Con agilidad y cierto aire entrelaza materiales y relatos diversos, mezcla tiempos y personajes, incluye comentarios personales o citas ajenas y fragmentos de películas y desemboca en la actualidad con referencias a las guerras de Afganistán e Irak, incluyendo incluso un breve análisis del movimiento del 15-M. El protagonista es un personaje de ficción, pero puede encarnar el prototipo de muchos españoles. Cierto antibelicismo aletea detrás de todo el argumento: los jóvenes son la carne de cañón de las guerras, los que sufren hasta dar la vida, mientras que otros son los que deciden por ellos. Se hace hincapié en la defensa de la paz y en el idealismo de la juventud. Índice Cosas que nadie sabe. Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 853.92 DAV 2013. Autor: D´Avenia Alessandro. Imp. / Ed.: Barcelona: Grijalbo, 2013. Temas: Novela italiana- siglo XXI Margherita, una joven de catorce años que no comprende la separación de sus padres; su compañero de instituto Giulio, de dieciocho años y que siendo residente en una casa de acogida no ha conocido nunca a sus padres; y un joven profesor de literatura al que le aterra el compromiso a casarse por miedo al amor, serán los protagonistas de una historia que se irá entrelazando en la búsqueda personal para desterrar sus propios fantasmas y descubrir la vida que inexorablemente les sale al encuentro. En esta su segunda novela D’Avenia se mueve en similares escenarios a “Blanca como la nieve, roja como la sangre”. Pensada para un público joven adolescente intenta plasmar las inquietudes, anhelos, audacias, locuras, deseos de justicia, de felicidad, primeros encuentros amorosos, etc., que se les revelan en el despertar a la vida como protagonistas y directores de su propia historia. Siempre con un sentido positivo ensalza los valores de la amistad, la unidad familiar, el diálogo, la comprensión, el perdón, y la idea de que nada es definitivo, que siempre se puede intentar volver a empezar siguiendo el ciclo vital donde la muerte solo puede dar paso a una nueva vida. La novela se adecúa bien al público al que se dirige pudiéndose identificar con unos personajes que resultan cercanos. (http://www.troa.es/libro/cosas-que-nadie-sabe_753075) Índice Pago Chico. Disponible en PDF Autor: Payró, Roberto Jorge. Imp. / Ed.: Noriega Limusa, México, 1990 Además de novelista, fue periodista y fundó el periódico La Tribuna. Sus obras más notables son: Un hombre feliz, Antígona, La Australia argentina, El casamiento de Laucha, Las divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira, y Pago Chico, entre otras. Esta narración es una crónica humorística de un pueblo argentino, Bahía Blanca, al que el autor llama Pago Chico. Es éste un fortín de menor importancia que ha sido convertido en cabeza de partido, en el cual todo se hace de manera provisional, aun en las épocas de mayor prosperidad. Con extraordinaria habilidad y de manera maliciosamente graciosa, el autor nos da a entender que todo funciona muy mal en este pueblo, pero se limita a hacernos reír con la descripción del panorama político local, que se refiere a las contiendas de los gubernamentales, los que sustentan en sus manos las riendas del poder, y la oposición, que hace todos los esfuerzos imaginables por alcanzar el mando, sin ningún resultado positivo, ya que el difícil problema político de Pago Chico no se resuelve con el triunfo de los progresistas en el pueblo, sino que es necesario que en Buenos Aires, así como en el resto del país, también cambie la situación; es decir: cuando los progresistas se conviertan en partido de gobierno y reemplacen a sus rivales en el aprovechamiento personal y la manipulación inmoral de la riqueza. Uno de los personajes mejor logrados de la obra es Silvestre, el farmacéutico, chismoso, enredador, venenoso, que hasta cierto punto nos da la impresión de ser el representante del autor. Sus mejores libros son tres novelas que tienen relación entre sí por desarrollarse en el mismo pueblo, y aparecen algunos personajes de una en las otras. Están escritas con el humor satírico y realista característico de la picaresca española, con influencia de Balzac, Dickens y Pérez Galdós. Índice REVISTAS Educación liberal made in USA José María Torralba “¿Por qué murió Sócrates?” La pregunta aparecía en los carteles que empapelaban el campus de la Universidad de Chicago para anunciar una conferencia dirigida a los alumnos del college. Resultaba llamativo, aunque no debería serlo: ¿qué tiene de particular ocuparse en la universidad de uno de los acontecimientos fundacionales de la cultura occidental? Durante el primer año y medio del college los estudiantes cursan el core curriculum: una serie de asignaturas obligatorias en las que leen y discuten, en grupos de 15, las grandes obras de la literatura, la historia y el pensamiento. Es la manera que tienen algunas universidades norteamericanas de ofrecer una educación liberal. Tiempo después de aquel anuncio, asistí a la conferencia “De cómo América inventó las Humanidades”. El título me pareció un despropósito, quizá justificable para llamar la atención, pero una boutade al fin y al cabo. Los Estados Unidos de América han hecho grandes aportaciones a la humanidad, pero entre ellas no figura el descubrimiento ni la creación de las Humanidades. Sin embargo, el conferenciante iba muy en serio; peor, llevaba razón. Lo que comenzó en Bolonia, París, Oxford y Salamanca, y luego se desarrolló en Berlín, sigue hoy vivo en algunos campus de Estados Unidos, como Columbia o Chicago. ¿Qué es lo que continúa vivo? La universidad como el templo del saber, es decir, como una institución que, al decir de Newman, no tiene como misión propia la “reforma moral” de los estudiantes, ni la “producción mecánica”, sino “la cultura intelectual” y, con ese fin, “educa el intelecto para que razone correctamente en todas las materias, para que vaya en busca de la verdad, y la alcance”. La universidad está interesada en el conocimiento no sólo como algo útil, sino como un fin en sí mismo, como sabiduría. “Knowledge its own end” es el título del capítulo central en The Idea of a University, de Newman. De cómo se inventaron las universidades El concepto de Humanidades, tal y como se emplea hoy, es decir, como un “problema”, como algo que necesita ser defendido, es otro modo de referirse a la educación liberal. De hecho, según todos los indicios, el término “Humanidades”, aunque tenga su origen en los studia humanitatis ac litterarum de Cicerón, comenzó a usarse en los debates sobre el modelo educativo de las universidades americanas. A comienzos del siglo XX, el currículum de los colleges norteamericanos dejó de organizarse en torno a la Teología y el Latín y se pasó a un sistema más flexible, basado principalmente en asignaturas optativas. Pronto surgieron voces críticas con la nueva situación, por sus deficientes resultados educativos. Y así nació la idea, primero en Columbia (1919) y luego en Chicago (1931), de crear un core curriculum que asegurara que los estudiantes recibían “una educación” y no un mero conjunto de conocimientos dispersos. Era la época dorada de la educación liberal. ¿Se inventaron las Humanidades en los Estados Unidos? Sí y no. Las suyas fueron las primeras universidades contemporáneas en desarrollar un core curriculum cuyo elemento esencial eran las Humanidades, pues tenía como objetivo proporcionar una visión unitaria e integradora de los diversos saberes, además de plantear las grandes cuestiones acerca de la vida y la sociedad (incluyendo la ciencia y la tecnología, por supuesto). Sin embargo, ellos no crearon las Humanidades. Se puede decir que su significado actual es made in USA, pero ellos no tienen el copyright. La crisis de las Humanidades y el nacimiento de la multidiversidad En los años cincuenta hubo un punto de inflexión. Por un lado, desde comienzos de siglo, las mejores universidades americanas venían incorporando el modelo alemán, cuyo objetivo principal es formar investigadores (en parte, porque la formación general la proporcionan en los Gymnasien, con un año más de escolarización). Se crearon los primeros programas de doctorado y las escuelas de posgrado, y surgió la vertiente “profesionalizante” de la universidad. Alguien podría decir, con razón, que desde su origen medieval en las aulas universitarias se formaban profesionales, por ejemplo en Medicina o Leyes. Sin embargo, no por ello el cambio resulta menos significativo. Hasta los años cuarenta casi el 80% de los estudiantes se formaban en facultades de Letras. En la actualidad, la proporción es aproximadamente la inversa. Estos cambios son el origen de las dos almas de la universidad americana: educación liberal de los estudiantes de grado y cualificación para la vida profesional en todos sus niveles. Por otro lado, el regreso de los soldados al final de la II Guerra Mundial hizo que se democratizara aquella universidad antes reservada a unos pocos privilegiados y que apareciera un nuevo sentido de misión, según se explica en el informe General Education in a Free Society preparado en Harvard. Esta democratización no supuso un rechazo de los ideales de la educación liberal pero sí una importante modificación. De las aulas ya no saldrían gentlemen, sino citizens o, mejor, simplemente people. Esta transformación se encuentra probablemente en el origen de lo que tanto se repite ahora: la universidad debe responder a las necesidades de la sociedad. Pero esto puede llevarnos a pasar por alto la pregunta crucial: ¿Qué necesita la sociedad? Con mucha frecuencia, por “sociedad” se entiende reductivamente el mercado, y por “lo que necesita”, simplemente, “capital humano”. Nadie niega que la educación universitaria deba ser útil, pero es precisamente en el ámbito universitario –intelectual, en general– donde deben determinarse las prioridades. Y cada vez es más difícil hacerlo, porque la universidad se ve atrapada por la lógica de los medios. Se dice: la universidad debe contribuir al desarrollo económico, para que la sociedad progrese... Un momento. Progresar, ¿hacia dónde? Sin duda, la pobreza es un gran mal, pero la acumulación de riquezas no es el principal ni el último fin de las personas. Hay fines más altos, como el amor, o más básicos, como la libertad. Lo que no está nada claro es quién lo va a recordar, si la noción de “fin” desaparece del horizonte social y político. El presidente de la Universidad de Chicago, R. M. Hutchins, tuvo algo de profeta cuando en 1953 dijo que el “amor al dinero” –es decir, la avaricia de la que tanto se habla ahora en Wall Street– era lo que estaba arruinando la universidad. La causa de la crisis hay que buscarla en la degradación moral de los “agentes económicos”, que no son “los mercados”, con ese sentido impersonal, sino personas concretas de carne y hueso e, indirectamente, en la connivencia del resto de la sociedad, que ha bendecido esa forma de hacer las cosas. Aunque sea obligado por la dureza de la situación, nunca es demasiado tarde para reconocer la influencia de la cultura y las teorías, o, lo que es lo mismo, que la educación es decisiva. Ideas have consequences, dicen en Estados Unidos. A finales de los años cincuenta surge la conciencia de que las Humanidades han entrado en crisis. n 1959 el científico británico C. P. Snow alertó sobre las consecuencias de la creciente oposición entre las “dos culturas”: la científica y la humanística. Y en 1963 Clark Kerr publica The Uses of the University, donde describe la universidad contemporánea como un espacio diverso (multiversity), con funciones incompatibles entre sí: educación de los jóvenes, cualificación profesional, investigación y beneficio social. Por ello, con bastante ironía, dice que la universidad es una serie de edificios y departamentos con un sistema común de calefacción o, también, un grupo de personas unidas por una preocupación: la escasez de aparcamiento en el campus. Del relativismo al liderazgo Un último hito en este recorrido fue el libro The Closing of the American Mind, de Allan Bloom, profesor en Chicago. Lo publicó en 1987, se mantuvo en la lista de los best-sellers durante más de un año y desató un intenso debate. El subtítulo resume bien su explosivo contenido: la educación superior ha fallado a la democracia y empobrecido las almas de los estudiantes. Una de las principales denuncias de Bloom se refiere a los cambios en los planes de estudio a finales de los años sesenta, cuando se trató de abolir cualquier canon intelectual y, en general, se atacaron los supuestos fundamentos educativos de la forma de vida bourgeois. Bloom cuenta que un buen día un profesor de Literatura comparada de Cornell le dijo que el viejo currículum “enseña poco, realmente no introduce a los estudiantes en las diversas disciplinas y les aburre”. A lo que Bloom respondió: “Admito que eso es verdad”, pero ese currículum “era un débil recuerdo de la unidad del conocimiento y ofrecía una leve indicación de que hay algunas cosas que uno debe saber si es que ha recibido una educación. No se puede reemplazar algo con nada”. La visceral reacción que suscitó el libro se debía, quizá, a que Bloom había tocado el nervio de la nueva mentalidad: “El relativismo es necesario para ‘ser una persona abierta’ [openness]; y esta es la virtud, la única virtud, que desde hace más de cincuenta años la educación primaria se ha dedicado a inculcar. (...) [Para los defensores de la openness,] el peligro real es el verdadero creyente. El estudio de la Historia (...) enseña que en el pasado el mundo entero estaba loco; los hombres creían estar en lo correcto, y eso condujo a guerras, persecuciones, esclavitud, racismo. (...) Lo que hay que hacer no es corregir los errores y estar en lo correcto de verdad, sino no pensar, en absoluto, que uno está en lo correcto”. La “openness” posee indudablemente aspectos positivos (el desarrollo de las libertades y los derechos individuales son, sin duda, algunos de los grandes logros del pasado siglo); el problema está en identificar el pluralismo y la tolerancia con el relativismo. Aunque el debate sigue abierto, los actuales estudiantes parecen poco interesados. La mayor preocupación de los jóvenes es conseguir puestos de liderazgo (leadership), entendidos casi siempre en términos de dinero o prestigio y no de servicio. Hace unos años, David Brooks –actualmente columnista del New York Times– pasó unos días en Princeton conviviendo con los alumnos. El retrato que ofrece de lo que vio es poco halagüeño. No por la competitividad o la obsesión por el éxito, sino por su superficialidad, aunque hablen varios idiomas y puedan seguir cualquier tema de conversación. Muchos no han conocido el fracaso (económico, social, académico) ni entienden qué es la maldad, ni conciben que ellos sean capaces de hacer algo realmente malo alguna vez. Y, del mismo modo, tampoco encuentran sentido a los ideales de los héroes o de los santos, pues un cómic y la Biblia son igualmente obras de ficción. Probablemente los hayan leído, pero muchos no han entendido a don Quijote ni a Hamlet, no ven la sangre en las manos de Lady Macbeth, ni la impotencia de Anna Karénina o el horror de Kurtz... porque no pueden. Parece razonable sugerir que esta deriva está relacionada con la crisis de la educación liberal, de modo más patente en las mejores instituciones, porque suelen ser también las más “multiversarizadas”. Así lo sugiere William Deresiewicz, antiguo profesor de Yale, cuando habla de las “desventajas de una educación de élite”. Este docente relaciona todo esto precisamente con la perversión de la idea de liderazgo: los líderes actuales “pueden cumplir objetivos, pero no saben cómo fijarlos. Piensan en cómo cumplir sus tareas, pero no se plantean si lo que hacen es valioso o vale la pena. (...) Lo que ahora tenemos son los mayores tecnócratas que el mundo jamás haya visto”. Aunque Brooks o Deresiewicz cargan en exceso las tintas, saben de qué están hablando: no en vano estudiaron en Chicago y Columbia, respectivamente. La educación liberal posible Del recorrido anterior se puede concluir que las Humanidades han quedado identificadas con el proyecto de educación liberal y que su decadencia –poco prestigio, marginalidad en los planes de estudio y, sobre todo, su propia crisis de identidad– es perjudicial para la sociedad. Exagerando un poco –pero no mucho–, se podría decir que renunciar a las Humanidades sería tanto como volver a la ley de la selva, donde los intereses de parte y no la verdad, la racionalidad instrumental –que pretende explicarlo todo en términos de éxito o fracaso– y la fuerza, en vez de la razón, se convierten en los principios dominantes. En general, la batalla por las Humanidades está bastante perdida (también en Estados Unidos), pero, al igual que en la Galia de Astérix, todavía quedan algunos reductos que mantienen viva la esperanza. Quizá se puede aprender de ellos. En España tuvimos nuestra oportunidad, y la perdimos. En los mismos años de los debates al otro lado del Atlántico, Ortega propuso en Misión de la Universidad la creación de una “Facultad de Cultura” que sería el meollo de la educación superior y aseguraría la transmisión del “sistema de las ideas desde las cuales cada tiempo vive”. En mi opinión, la solución no pasa por volver al siglo XIX, ni por renegar de la moderna universidad de investigación, que con su contribución al desarrollo científico, social y económico hace que vivamos en un mundo mejor. Tampoco propongo que todos los estudiantes se matriculen en carreras de Humanidades. Todavía hay esperanza. Según Ortega, la universidad tiene tres “misiones” fundamentales: la trasmisión de la cultura (que es nuestra “educación liberal”); la enseñanza de las profesiones; y la investigación científica, junto con la educación de nuevos hombres de ciencia. En mi opinión, lo ideal sería que la universidad actual, además de promover la investigación y proporcionar cualificación profesional, fuera capaz de formar científicos, abogados e ingenieros con mentalidad humanista. El reto es conseguir eso que Hutchins sintetizó en una fórmula genial: “Lo que queremos es instituciones especializadas y hombres no especializados”, es decir, promover un college de educación liberal en el seno de una research university. Por decirlo con palabras de Ortega: es preciso distinguir lo que la universidad tiene que ser “primero” y lo que tiene que ser “además”. Hay esperanza porque son ya unos cuantos quienes en el ámbito hispano han retomado el discurso de la educación liberal: primero, Alejandro Llano y, más recientemente, Víctor Pérez-Díaz e Ignacio Sánchez Cámara. Para terminar, señalaré tres rasgos básicos de la educación liberal: la perspectiva sapiencial, el ejercicio del Juicio y el interés por la verdad. Educación sapiencial: Los porqués y la interdisciplinariedad Una educación liberal se caracteriza, en primer lugar, por transmitir y actualizar –hacer real– la tradición cultural. Una educación es liberal cuando no se limita al examen y exposición “científica” de sus objetos de estudio, sino que sitúa al estudiante ante las grandes cuestiones de la existencia y le hace ver que, aunque no sea fácil responderlas, tienen respuesta. La tradición cultural ofrece unas cuantas, para ir empezando. MacIntyre es quien mejor ha mostrado la “inevitabilidad” de “actualizar” la tradición en la tarea educativa, así como la falacia del liberalismo político, que pretende ser un “punto de vista desde ninguna parte”. En realidad, sólo desde la parcialidad propia se puede ser “imparcial” u “objetivo”. La actitud sapiencial se caracteriza por preguntar los porqués. La universidad no debe ofrecer respuestas “enlatadas”, sino sobre todo sembrar inquietudes y despertar intereses. Un jurista o un experto en marketing, por poner un ejemplo, deben reflexionar sobre qué pueden aportar a la mejora de la sociedad con sus conocimientos, y para ello deben ser conscientes de las implicaciones sociales, morales y políticas de una determinada ley o del modo en que funciona el mercado. Es necesario que los estudiantes se hagan cargo de eso que los americanos llaman la big picture. Lo cual requiere que la universidad esté abierta a todos los saberes (incluyendo la Teología, como sucede en Estados Unidos y Alemania) y que haya espacios para el diálogo académico, interdisciplinar, especialmente entre los profesores. Sólo así se evitará que los estudiantes se queden “medio ciegos”, como se decía en el informe de Harvard. Ejercitar el juicio En segundo lugar, la educación liberal consiste más en el desarrollo de ciertas capacidades intelectuales que en la adquisición de datos o informaciones. Se trata de desarrollar lo que Newman llamó “un hábito filosófico”, es decir, “un hábito del entendimiento (...) que permanece de por vida y cuyos atributos son la libertad, equidad, serenidad, moderación y sabiduría”. Este hábito filosófico –que no tiene que ver estrictamente con la filosofía en sentido académico– se podría caracterizar como la “capacidad de juzgar”, tener “buen juicio” o, incluso, “buen gusto”, en un sentido no reductivamente esteticista. Newman estaba pensando en el modelo de la phrónesis o prudencia aristotélica (aunque sin su contenido moral), porque este “conocimiento filosófico” es la “perfección o virtud del intelecto”. El ejercicio de dicha virtud consiste en la capacidad de “hacerse cargo”, de captar lo universal en lo particular o, en otras palabras, de arropar un dato particular con la “idea” que le corresponde y da sentido en el conjunto. Dicho de otro modo, se trata de la madurez intelectual. Es lo que, al menos desde Kant, se entiende por Urteilskraft (o Juicio), que es una capacidad que no se puede enseñar ni aprender, sino simplemente ejercitar. El objetivo de la educación liberal es que los estudiantes capten el principio en el maestro. Por eso es tan necesaria la convivencia amistosa de profesores y alumnos. De este modo, aprenden a usar la información adquirida, situándola en el conjunto y descubriendo su finalidad. Quedan así prevenidos contra la parcialidad y sus consiguientes dogmatismos. El interés por la verdad Por último, la educación liberal cultiva ese “interés por la verdad” del que ha hablado Millán-Puelles, porque convierte la verdad en la única moneda válida de la vida intelectual, moral y social. Lo más opuesto a la verdad es la indiferencia. En este preciso sentido, el error está más cerca de la verdad. Quien, estando equivocado, considera algo como verdadero puede salir del error, porque tiene como meta la verdad. En cambio, jamás lo conseguirá quien renuncia a distinguir lo verdadero de lo falso. Además, ese “vérselas con la verdad” previene contra las diversas formas de dogmatismo e ideología, pues se reconoce que la verdad existe, pero que nos supera a cada uno individualmente. Como apuntó Benedicto XVI, “podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo”, lo cual se debe traducir en una actitud de humildad intelectual. La verdad es ante todo búsqueda y un modo de orientar la propia vida. Por eso dice Alejandro Llano en Caminos de la filosofía que no cabe hacer un “listado de verdades”, sino que lo propio de quien persigue la verdad es invitar a otros a embarcarse con él en la búsqueda. Me atrevería a decir que lo más necesario actualmente es “un corazón atento”, como el que pidió el rey Salomón para ponerse a la escucha de la verdad. Estamos necesitados de esa “sensibilidad para la verdad” de la que ha hablado Benedicto XVI en algunos discursos universitarios, citando precisamente a Habermas. La coincidencia de los ideales del cristianismo con la misión propia de universidad no es casual, en primer lugar por su historia, pero sobre todo porque ambos apuestan por la racionalidad y la verdad (sin duda, la admiración intelectual de Benedicto XVI por Newman también es relevante aquí). En cualquier caso, lo que parece cada vez más claro es que las aulas son uno de los pocos ámbitos donde todavía es posible invitar a esa escucha, a esa búsqueda de la verdad en que consiste la educación liberal. Nuestro Tiempo 679 Índice La cultura, ¿ahora más espectáculo? Alejandro Ledesma Solórzano El tema de la evolución cultural a través del tiempo ha sido de interés en diversos autores literarios, uno de ellos Mario Vargas quien en su último libro "La civilización del espectáculo" explica lo que considera el derrumbe a escala universal de la alta cultura que es víctima del espectáculo, ¿qué opinas? Es cierto que los tiempos son otros y muchas tradiciones culturales sufren ciertos flagelos por los cambios y desintereses por parte de la sociedad, culpa de ello, pueden ser las nuevas modas, "evolución" de costumbres y las nuevas necesidades secundarias que día a día crecen por el consumismo. El mismo Mario Vargas Llosa consideró que la confusión es causa del desplome en la alta cultura. Por su parte el filósofo francés Gilles Lipovetsky opinó que "junto con la alta cultura se han desplomado valores estéticos sobre los que no existen jerarquías y valores que la vieja cultura había establecido y que eran respetados", en un coloquio en el Instituto Cervantes de Madrid. Para el escritor peruano, si la cultura es puramente entretenimiento no importa nada, "si se trata de divertirse un embaucador puede divertirme más que una persona profundamente auténtica, pero si la cultura significa mucho más, entonces sí es preocupante. Y yo sí creo que la cultura significa mucho más". Agregó que no sólo por el placer que produce leer una gran obra literaria o ver una gran ópera o escuchar una hermosa sinfonía o ver un espectáculo exquisito de ballet, "sino porque creo que la sensibilidad, imaginación y deseos que la alta cultura produce en un individuo, lo arma y equipa para vivir mucho mejor". Sin duda es un tema muy polémico, por ejemplo la lucha libre mexicana es considerada cultura por el hecho de ser deporte, pero algunos detractores dicen que sólo es un burdo espectáculo, argumentan que las luces, sonidos, y shows que se presentan están por encima de una "verdadera" técnica deportiva. Otra opinión al respecto es la del catedrático René Avilés Favila, quien menciona en Cronica.com que "los políticos sin duda han contribuido a este fenómeno al privilegiar al show banal de masas, sobre diferentes manifestaciones culturales más depuradas, es del gusto popular y ello atrae votos". "Hasta hoy, por ejemplo, ninguno de los candidatos presidenciales ha reparado en el tema cultural, ni por accidente, parte del éxito del partido en el poder capitalino se debe a que ha convertido al Zócalo y plazas públicas en salas de espectáculos populares, con frecuencia de bajo nivel. ¿Para qué presentar a una cantante de ópera en esos sitios? Nadie iría, es el razonamiento, en consecuencia, no importa", agregó. "La civilización del espectáculo" ya circula en México; desatará, como todo lo de Vargas Llosa, una saludable polémica que no detendrá el curso de la globalización del espectáculo, pero al mismo tiempo se podría atender a la alta cultura que nos ha permitido llegar a los altos niveles en que nos movemos. Yo influyo Índice Sentir va antes que saber Alumnos mejor preparados para solucionar problemas En nuestra sociedad, la menor presencia de los padres en el hogar no favorece el desarrollo afectivo de los hijos, lo cual provoca problemas de hiperactividad, inseguridad y falta de concentración, que, unido a la alta exigencia académica, hace que muchos niños se colapsen. Para cambiar esta tendencia, la directora del equipo de Aprendizaje Social y Emocional de la Fundación Eduardo Punset, Carmen Lueiro, ve necesario introducir en la escuela la educación emocional. Las experiencias llevadas a cabo en algunos centros educativos de Madrid y el País Vasco están siendo muy positivas (El Mundo, 10-01-2012). Atender a la inteligencia emocional –el reconocimiento de los sentimientos, la resolución de conflictos, el control de la ira y de la incertidumbre, el trabajo en equipo, la superación de la frustración, etc.– no hace que los alumnos sean más inteligentes, pero sí que saquen mejores notas, porque están mejor preparados para solucionar problemas y tienen mayor madurez personal La neurología corrobora estos métodos porque antes de que se ponga en marcha la maquinaria cognitiva de nuestro cerebro, se activa la parte emocional. Si no se gestiona bien esa carga emocional, puede resultar un lastre para nuestra salud mental, o, por el contrario, si se sabe manejar, una fuente de éxito y felicidad. Sabemos –lo dice Daniel Goleman– que los buenos resultados académicos de un adolescente dependen de su cociente intelectual en no más del 10%; el 90% restante tiene que ver con otras variables, como el cociente emocional, si sabe o no administrar sus emociones y sus sentimientos, sus habilidades sociales, sus hábitos de estudio, el entorno familiar, etc. Sean bienvenidos, pues, todos esos programas de educación emocional que vienen a poner orden en el desbarajuste provocado por una sociedad que prima el sentimentalismo espontáneo y condena cualquier control de las emociones, como si eso fuera una imposición que merma la libertad. Hemos dejado a los sentimientos y a las emociones campar a sus anchas y nos hemos encontrado dominados por ellos, encarcelados en un laberinto sentimental del cual nos resulta casi imposible salir. Hemos puesto demasiado corazón sin cabeza y ahora la cabeza no encuentra su sitio. Pero los que más sufren este maraña emocional son los niños y los adolescentes. En el proceso madurativo resulta esencial la formación del carácter, nombre clásico que dábamos a la educación emocional cuando las cosas no estaban tan complicadas, cuando la escuela no tenía que acudir a cubrir las fallas de la familia y la sociedad. De un tiempo a esta parte hemos despreciado esa formación del carácter, por la equivocada idea de que a riendas sueltas se corre más, y ahora estamos recogiendo analfabetismo sentimental y confusión emocional. Estos nuevos programas de educación emocional no son otra cosa que una renovación de la formación del carácter, lo que podríamos llamar Formación del carácter 2.0. Hoy por hoy, resulta imprescindible que la escuela se ocupe de la educación emocional de los alumnos; tan decisiva es para la vida que no deberíamos dejarla sólo en manos de la escuela. El carácter se forma, ante todo, en la familia. Aceprensa Índice Totalitarismo débil Ignacio Sánchez Cámara «La verdad no depende del sufragio universal. Un buen Gobierno no se opone a que el conocimiento aumente, pero jamás puede legítimamente determinar lo que es verdadero o bueno. Si el poder público impone como verdad sus opiniones, destruye la libertad» La democracia, por sí sola, no vacuna contra el totalitarismo. Democracia se opone a autocracia o dictadura, pero no a totalitarismo. Talmon escribió un ensayo titulado Rousseau y los orígenes de la democracia totalitaria. Democracia y totalitarismo no son, pues, incompatibles. Al final de La democracia en América, acaso el mejor libro que se haya escrito sobre la democracia, escribe Alexis de Tocqueville: «Las naciones de nuestro tiempo no pueden evitar la igualdad de condiciones en su seno, pero de ellas depende que esta igualdad las conduzca a la servidumbre o a la libertad, a la civilización o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria». Y Macaulay afirmó que «las instituciones democráticas puras conducirán, tarde o temprano, a la destrucción de la libertad, de la civilización, o de ambas». No la democracia, sino la democracia pura o radical. La democracia no garantiza la libertad, la civilización ni la prosperidad. Por supuesto, tampoco las impide. De ella nacen dos caminos, y depende de cada nación cuál de los dos toma: el de la libertad, la civilización y la prosperidad, o el de la servidumbre, la barbarie y la miseria. Tal vez no sea impertinente preguntarnos cuál de estas dos vías está transitando hoy la democracia española. Tocqueville advirtió de que en los tiempos democráticos la ciencia del despotismo, antaño mucho más compleja, se había simplificado. Bastaba al déspota con amar la igualdad o, al menos, aparentar que la ama. Los ciudadanos rechazarán cualquier atentado contra la igualdad, pero aceptarán sumisos la entrega de su libertad al poder democrático. Condorcet escribió: «Los mismos que quisieron liberar a los hombres del yugo de la religión se arriesgan a convertirse en servidores de un culto no menos opresivo. A partir del momento en que es el poder el que dice al pueblo lo que hay que creer, nos encontramos con una especie de religión política, apenas preferible a la anterior». El poder temporal aspira así a imponer las creencias que le convienen. El poder podrá de este modo vigilarlo y controlarlo todo, hasta las conciencias. Es un camino, lento y seguro, hacia el despotismo. Se equivoca quien piense que los ciudadanos no necesitamos defender la libertad frente a nuestros representantes. La tradición liberal ha rechazado la pretensión de los Estados de determinar el contenido de la educación. Por lo demás, un Estado educador es casi una contradicción en los términos. Una cosa es el poder y otra la verdad. John Stuart Mill afirmó que el Gobierno debe promover y exigir una buena educación para los niños, pero jamás proporcionársela por él mismo. La función del Estado en la educación es garantizar el ejercicio del derecho a ella, pero nunca determinar su contenido. A menos que uno opte por el totalitarismo. La verdad no depende del sufragio universal. Un buen Gobierno no se opone a que el conocimiento aumente, pero jamás puede legítimamente determinar lo que es verdadero o bueno. Si el poder público impone como verdad sus opiniones, destruye la libertad. Creo que lo ha sentenciado recientemente Tzvetan Todorov, en El espíritu de la Ilustración: «No corresponde al pueblo pronunciarse sobre lo que es verdad o mentira, ni al parlamento deliberar sobre el significado de los hechos históricos del pasado, ni al gobierno decidir lo que debe enseñarse en la escuela. La voluntad colectiva o soberana del pueblo topa aquí con un límite, el de la verdad, sobre el cual no tiene influencia. Esta independencia de la verdad protege al mismo tiempo la autonomía del individuo, que puede apelar a la verdad ante el poder. La verdad está por encima de las leyes. Por su parte, las leyes del país no son fruto de una verdad establecida, sino expresión de la voluntad pública, siempre sujeta a variación. La búsqueda de la verdad no depende de la deliberación pública, ni esta de aquella». A veces, se diría que algunos atacan a la religión (cristiana) o a la Iglesia Católica para ocupar su lugar como poder espiritual. Pero si el poder espiritual y el temporal llegaran a reunirse en las mismas manos, la libertad sucumbiría irremediablemente. Por lo demás, la lógica del Estado del bienestar conduce en la práctica a invalidar el criterio de Mill para delimitar cuándo la sociedad puede interferir legítimamente en la libertad de una persona. Todo lo que hago o dejo de hacer puede, en alguna medida, afectar a otros. Por lo tanto, todo puede ser regulado o prohibido. Parece que en esas estamos. Lo mismo cabe decir de la intromisión en las costumbres. Como el Estado aspira a regularlo todo, no puede dejar fuera nada, ni siquiera lo que el buen sentido encomienda al civismo o a la buena educación. Hay cosas que no se pueden imponer mediante el Derecho, o que, si se intenta, resulta contraproducente. Cedo la palabra a Amartya Sen, quien no es, creo, un ultraliberal: «La importancia ética de la libertad de un tartamudo a no ser menospreciado o ridiculizado en público puede ser muy importante y merecer protección, pero no es probable que sea un buen tema para que la legislación punitiva (con multas o encarcelamientos para los desaprensivos) suprima la violación de la libertad de expresión de la persona afectada. La protección de ese derecho humano tendría que procurarse de otra manera, por ejemplo a través de la influencia de la educación y la discusión pública sobre la civilidad y la conducta social». Dejemos de lado el detalle de que si se trata de un derecho humano, entonces deberá intervenir el Derecho. Salvo en esto, Sen tiene razón. La libertad, la civilización y la prosperidad se encuentran amenazadas entre nosotros, aunque la mayoría, algo miope, solo repare en la tercera. Nadie sensato comparará nuestra situación con la que impusieron los totalitarismos del siglo pasado. Pero existe un totalitarismo, acaso más débil y benigno, pero no menos totalitario, que oprime directamente las conciencias sin necesidad de violentar los cuerpos. En este sentido, no es que la libertad nos esté siendo arrebatada; más bien la perdemos por desuso, por falta de afecto y apego a ella. Por eso, me parece mucho más urgente reivindicar hoy la libertad que la igualdad, pues está mucho más amenazada. En cualquier caso, no estamos ante un destino inexorable. De nosotros depende que la democracia nos lleve hacia la libertad, la civilización y la prosperidad, y no hacia la servidumbre, la barbarie y la miseria. Ignacio Sánchez Cámara es Catedrático de Filosofía del Derecho ABC Índice CINE Algo para ver en TV México culinario. Tradición y vanguardia Viernes: 21:00 h. / Sábado: 01:30 h. Casa Club: Sky: 224 | Megacable: 124 | Axtel TV: 226 | Totalplay: 274 | Telecable: 336 | MassTV: 420 El chef mexicano Alfredo Oropeza realiza un viaje gastronómico por distintos Estados de México mostrando sus restaurantes, bares, lugares turísticos, sus modas y costumbres. Muestra a México combinando lo tradicional y lo vanguardista de cada lugar. Un programa dinámico con mucha información pensado en darle consejos a quien quiera recorrer este país. Oropeza entrevista a los protagonistas de la movida gastronómica y a los productores del mundo gourmet de cada lugar. En algunos capítulos se recorrerán las Haciendas más conocidas de México. Además, en cada capítulo, el chef realiza una receta con los productos encontrados durante su recorrido. Cocina de hacienda Lunes: 14:00 h. / Martes: 07:30 h.; 20:30 h. / Miércoles: 13:00 h.; 22:00 h./ Jueves: 16:00 h. / Viernes: 11:00 h.; 17:00 h. / Sábado: 06:00 h.; 23:00 h. El Gourmet: Star Network: 221 | Megacable: 123 | Axtel TV: 223 | Totalplay: 268 | Telecable: 313 | Cablemás: 246 | Sky: 223 Una típica hacienda mexicana es el escenario para el encuentro de dos amigos apasionados por la cocina. Mikel y Poncho deleitarán al público no sólo con sus platillos sino también con sus anécdotas y experiencias vividas dentro del mundo culinario. Dolphin Tale Domingo 7: 12:30 h. / Jueves 11: 21:00 h. Cinemax (W): Maxcom: 558 | MassTV: 642 | Sky: 417 | Megacable: 439 | Axtel TV: 603 | Totalplay: 481 | Cablecom: 502 | Star Network: 407 | Telecable: 710 | Cablemás: 718 Un delfín encontrado en la costa norteamericana atrapado en una trampa para capturar cangrejos pierde su cola, elemento de vital importancia para nadar y sobrevivir en el mar. Un grupo de especialistas lo traslada a un acuario con la intención de implantarle una prótesis que le permita volver a vivir en su hábitat natural. Mientras tanto, entre el delfín y un niño se establece un estrecho vínculo de amistad. NCIS: Los Angeles Lunes: 05:00 h. ; 10:00 h.; 14:00 h.; 15:00 h.; 19:00 h. Martes: 00:00 h.; 10:00 h.; 19:00 h; 22:00 h. Miércoles: 00:00 h.; 03:00 h.; 10:00 h.; 14:00 h.; 19:00 h. Jueves: 00:00 h.; 10:00 h.; 19:00 h. Viernes: 00:00 h.; 10:00 h.; 19:00 h. Sábado: 00:00 h. Domingo: 16:00 h.; 17:00 h. A&E: Maxcom: 208 | Sky: 212 | Megacable: 115 | Axtel TV: 214 | Totalplay: 259 | Cablecom: 410 | Star Network: 256 | Dish: 214 | Telecable: 264 A esta dinámica división policial ya la has visto atrapar a los más peligrosos criminales, valiéndose astutamente de sorprendentes innovaciones tecnológicas, increíbles transformaciones físicas y arriesgadas usurpaciones de identidad. Ahora, irrumpen en la ciudad del glamour, la moda y el cine para desbaratar el reinado del crimen organizado. Law and Order: U.K.n Lunes: 13:00 h. / Martes: 23:00 h. / Miércoles: 15:00 h. / Domingo: 15:00 h. A&E: Maxcom: 208 | Sky: 212 | Cable Plus: 44 | Megacable: 115 | Axtel TV: 214 | Totalplay: 259 | Cablecom: 410 | Star Network: 256 | Dish: 214 | Telecable: 264 | MassTV: 209 Derivada de la serie norteamericana original -con 19 exitosas temporadas y ganadora del premio Emmy- llega del Reino Unido el drama policial más comentado del año, que revela los intríngulis de la criminalidad británica y los puntos de encuentro, a veces a favor, a veces en contra, entre el cuerpo de uniformados y los representantes del poder judicial. Índice Recomendaciones de Cine Begin again Director: John Carney Clasificación: Jóvenes Año: 2014 Intérpretes: Mark Ruffalo, Keira Knightley, Hailee Steinfeld, Catherine Keener, Adam Levine, James Corden, Mos Def, Rob Morrow. El productor discográfico Dan no atraviesa su mejor momento. Está separado de su mujer Miriam, y desconectado de su hija adolescente, Violet. Además, su forma de entender la industria musical no encaja con los nuevos tiempos. Su entrada en un garito nocturno y unas copas de más, no impiden que quede subyugado por la voz de la joven Greta, casi obligada por un amigo a cantar en el escenario. Sobre la marcha le propone grabar un disco, aunque ella, en medio de una crisis amorosa, se muestra escéptica. Siete años después de la maravillosa Once, John Carney entrega una película que discurre en la misma dirección, por su capacidad de conmover gracias a unos personajes entrañables, bien descritos, a los conflictos a los que se enfrentan, y a una inspirada partitura musical con temas de Gregg Alexander que proporcionan el necesario mood. Alguno podría pensar que desaparece el encanto de película pequeñita con caras no familiares al espectador –la selección de actores como Keira Knightley y Hailee Steinfeld es atinadísima–, pero lo cierto es que Carney se las arregla para conservar cierto aire indie, y sobre todo, mantenerse fiel a las claves de Once. O sea, una historia sólida –la estructura del film, con el arranque en un doble flash-back, es ingeniosa–, con valores humanos y derroteros no trillados. Y de esa manera trata cuestiones como las crisis familiares, la obsolescencia en la profesión y los rígidos mecanismos ajenos al arte y al respeto al público que a veces imperan en la difusión cultural. Asuntos que van imbricados en la trama con gran naturalidad, sin vender moralina barata. (Extraído de: http://www.aceprensa.com/articles/begin-again/) Índice Clásicos de biblioteca El juicio de Nuremberg (Judgment at Nuremberg) Encuéntralo en Biblioteca con la clave: PEL 940.547 JUI 2012 Imp. / Ed.: México: Zima Entertaiment, 2012. Descripción: 1 videodisco (186 min.): son., byn; 4 3/4 plg. Detalles de sistema: DVD Región 1 y 4. Sinopsis: La película, originalmente escrita para televisión, se centra en los históricos juicios de Núremberg, realizada con la perspectiva que confieren 15 años transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Desarrolla en tal crucial momento la posición de determinadas personas, en especial jueces que aplicaban la ley nazi durante el Tercer Reich de Alemania, subyaciendo el dilema histórico de la posible responsabilidad del pueblo alemán con respecto al Holocausto. El juicio que desarrolla la película está basado en el verídico «caso Katzenberger» en el cual un hombre judío fue acusado de «relación impropia» con una mujer aria y sentenciado a muerte en 1942.Dan Haywood, magistrado estadounidense jubilado, llega en 1948 a la ciudad de Núremberg para encargarse de la difícil labor de juzgar, una vez procesados los jerarcas nazis, a cuatro jueces por su complicidad en la aplicación de las políticas de esterilización y pena de muerte del III Reich. Ante el tribunal, defensa y acusación confrontarán sus posiciones sobre si los jueces nazis eran conocedores o no del exterminio que estaba realizando el gobierno alemán apoyándose en testigos que sufrieron esta injusta política. Mientras se juzga las inconveniencias del bando vencido, va surgiendo la Guerra Fría entre los vencedores (bando aliado), y la Alemania ocupada deberá reconstruir su país (dividido en 4) y olvidar los vestigios de la guerra y el régimen anterior. La película examina las cuestiones de la complicidad individual de los ciudadanos en los crímenes cometidos por el Estado, además de un amplio recorrido moral y ético sobre el valor de los derechos humanos. El guion no tuvo carácter propagandístico, ya que aborda directamente hasta las cuestiones más complicadas. Por ejemplo, el abogado de la defensa Hans Rolfe (Maximilian Schell) plantea argumentos tan espinosos como el apoyo de la Corte Suprema de Estados Unidos a las prácticas de la eutanasia o las palabras de elogio de Winston Churchill hacia Hitler. Una escena notable es el testimonio de Rudolph Petersen (Clift), un panadero alemán que, con facultades mentales deficientes, fue esterilizado por mandato de los nazis, de acuerdo a las leyes sociales del III Reich. Mansfield park Encuéntralo en Biblioteca con la clave: PEL 942.082 MAN 2000 Imp. / Ed.: Burbank, CA: Miramax Home Entertainment, 2000. Descripción: 1 videodisco (ca. 112 min.): son., col.; 4 3/4 plg. Detalles de sistema: DVD Región 1. Sinopsis: A los diez años, Fanny se va a vivir a Mansfield Park con sus tíos ricos aunque nunca es tratada como una más de la familia. La historia narra el retrato de una heroína de fuerte carácter que se enfrenta a las estrictas normas de su época para no comprometer sus ideales o sus propios sentimientos. Una extraordinaria comedia romántica basada en la novela de Jane Austin. ¿Quién es el Papa Francisco? Vida, carisma, mensajes, anécdotas. Encuéntralo en Biblioteca con la clave: DOC 282.092 QUI 2013 Imp. / Ed.: México: Titanio Home Entertaiment, S.A. y bajo licencia de Goya Producciones, Madrid, 2013. Descripción: 1 disco óptico de computadora (45 min.) : son., digital, stereo ; 4 3/4 plg Detalles de sistema: DVD Multiregión. Sinopsis: ¿Quién es el Papa Francisco? ¿Cómo ha sido su vida? ¿Qué pistas nos da para el futuro? Este video cuenta, con imágenes entrañables, toda su vida hasta el inicio de su pontificado. Vemos aquí al entonces Cardenal Bergoglio haciendo frente a las mafias del trabajo esclavo, arengando a los jóvenes, lavando los pies a los pobres, circulando en metro por Buenos Aires... Estas y otrs anécdotas trasmiten el excepcional carisma del Papa que está rompiendo todos los esquemas. Contenido extra: Entrevista del Cardenal Bergoglio con la cadena EWTN. Índice CULTURA ¿A donde ir? Ciclo de Jazz Carlos de la Torre 01 de Septiembre a 29 de Septiembre Lunes 20:00 hrs Lugar del evento: Casa de la Cultura Jalisciense (Agustín Yañez Constituyentes 21, Centro, Guadalajara ) Descripción: Jazz Lab, Nu Jazz Funk, Cajetes Power Trío, Willy Zavala y Nathalie Braux Project. El arte de la serigrafía 20 de Agosto a 05 de Octubre Martes a viernes de 10:00 a 18:00,sábados y domingos de 10:00 a 16:00 hrs Lugar del evento: Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Av. Alcalde 225) Precio: $20 pesos Descripción: El arte de la serigrafía lleva por título la exposición con la que la Galería Ajolote Arte Contemporáneo celebra un cuarto de siglo del proyecto Ediciones Axólotl. La muestra incluye serigrafías de 20 artistas: Cesar Aréchiga, Javier Arévalo, Carmen Bordes, Alex Dicer, Penélope Downes, Ernesto Flores, José Fors, Miguel Ángel López, Jose Luis López Galván, Natalia Ludevid, Juan Carlos Macías, Gabriel Mariscal, Eduardo Mejorada, Enrique Oroz, José Parra, josé Carlos Pelayo, Joao Rodriguez, Patricia Sánchez Saiffe, Luis Valsoto y Benito Zamora. East West Jazz 29 de Septiembre 20:00 hrs Lugar del evento: Casa de la Cultura Jalisciense (Agustín Yañez Constituyentes 21, Centro, Guadalajara ) Descripción: El Nathalie Braux Jazz Project es el proyecto de jazz de la clarinetista, saxofonista y compositora francesa Nathalie Braux. El NBJP presenta una propuesta de composiciones originales de Nathalie Braux que reflejan su trayectoria musical como jazzista e improvisadora, interprete de música de Europa del Este (especialista en la música klezmer) y como compositora para el teatro y espectáculos multidisciplinarios. Paleoalgoritmo, Realidad Aumentada 02 de Junio a 21 de Diciembre De 10:00 a 15:00 hrs Lugar del evento: Museo de Paleontología (Av. Dr. R. Michel No. 520) Precio: Ingreso al museo Descripción: Con el propósito de que los visitantes puedan apreciar fotografías del rescate del gonfoterio en el año 2000, así como información sobre esta especie. Índice El arte del buen comer Los mariscos Moluscos Los moluscos forman uno de los grandes filos del reino animal. Los moluscos son animales invertebrados marinos que se clasifican en función de sus características morfológicas. Son invertebrados de cuerpo blando, desnudo o protegido por una concha. Los moluscos son los invertebrados más numerosos después de los artrópodos, e incluyen formas tan conocidas como las almejas, ostras, calamares, pulpos, babosas y una gran diversidad de caracoles, tanto marinos como terrestres. Son animales de cuerpo blando divididos en cabeza, masa visceral y pie. Bivalvos: Llamados moluscos bivalvos por las dos valvas o medias conchas que tiene y protegen su cuerpo, estos pequeños animales filtrantes viven en aéreas intermareales de todo el mundo (mejillón, vieira, ostra...). - Almeja fina y chirla (Ruditapes decussata o Venerupis decussata y Venus gallina o Chamelea gallina) La almeja habita sobre todo en el litoral atlántico y en el canal de La Mancha. Aunque en menos cantidad, también se encuentra en el Mediterráneo. Posee una concha delgada de unos 3-5 centímetros de longitud, convexa en el centro y de color entre gris claro y oscuro, con manchas pardas y estrías muy finas que forman un dibujo que se aprecia a simple vista. En nuestro país la almeja más fina y cara es la popular “almeja gallega”, que posee una concha de color gris claro y que se localiza en las costas del noroeste. Otra especie, la almeja francesa, procedente de Normandía, Bretaña y La Vendée, de color más oscuro y sabor más pronunciado. La chirla o almeja del Mediterráneo (Venus gallina o Chamelea gallina) es pequeña y muy sabrosa. Otras especies que se pueden adquirir en nuestro país son la almeja japonesa (Ruditapes philippinarum o Venerupis philippinarum), la dorada (Tapes aureus o Venerupis aureus) y la rubia o listada (Tapes rhomboideus o Venerupis rhomboideus). - Berberecho (Cerastoderma edulis) Se trata de un molusco de pequeño tamaño, con 3-4 centímetros de longitud, que se localiza en fondos arenosos. Posee dos conchas iguales con veintiséis surcos muy marcados, que encierran una bolita de carne y un coral casi imperceptible. No se pueden comercializar berberechos de menos de 3 centímetrtos de longitud. Se los captura en mareas bajas y pueden adquirirse vivos o en conserva al natural. Además de la especie común, se comercializan otras como el azul o verde (Cardium glaucum o Cerastoderma glaucum), procedente del Atlántico y del mar Mediterráneo, de menor tamaño que el común, el marolo o concha (Cardium aculeatum o Acanthocardia aculeata), de carne dura y color pardo o rojizo, localizado desde la zona sur de Noruega hasta las costas norteafricanas, así como en el Mediterráneo, el corruco o langostillo o berberecho verrugoso (Cardium tuberculatum o Acanthocardia tuberculata), procedente de la costa atlántica de Europa y del Mediterráneo, de mayor tamaño que el resto, y el carneiro (Cardium echinatum o Ancanthocardia echinatta), muy apreciado en Francia, procedente de la zona litoral del Atlántico y del Mediterráneo. - Coquina o tellina (Donax trunculus) Existe una gran variedad de especies de coquinas, todas ellas pertenecientes al género Donax. Se trata de moluscos bivalvos que presentan una concha muy frágil y quebradiza. Su forma es triangular y alargada. Las valvas son lisas y de color blanco, amarillento o tirando a pardo, uniformes o con vetas concéntricas y radios de un tono violáceo. El interior es de tono blanco, violeta o anaranjado y su longitud es de 2,5 a 5 centímetros como máximo. Se la localiza en fondos arenosos y se alimenta de materia orgánica en suspensión. Procede sobre todo del Atlántico y del mar Mediterráneo. Entre las variedades más destacables se encuentran la xarleta (Donax vitattus), que se localiza en el Atlántico, Mediterráneo y bahías alemanas, el chipi-chipi (Donax striatus) habita en las zonas del Caribe, la chirla del Caribe (Donax denticulatus) procede de la costa de América del Sur y es de pequeño tamaño, y la coquina mariposa (Donax variabilis) es la de menor tamaño y se localiza en costas americanas. - Mejillón (Mytilus edulis) Es un pequeño marisco de concha alargada y estriada, de un tono azulado más o menos oscuro. Se conoce también con el nombre de mojojón, mocejón, ligerón o macillón. Se captura en su hábitat natural (mejillón de roca), o se obtiene de la mitilicultura o cría, bien en bateas o llanos. La cría en bateas consiste en colocar filas alineadas de estacas de madera. Este sistema es común en el Mediterráneo y las Rías Bajas gallegas y da lugar a mejillones de pequeño tamaño pero muy carnosos. España es un gran productor gracias a esta forma de cultivo. La cría en llano se practica en el mar del Norte. Se comercializa además el mejillón de labio verde procedente de Nueva Zelanda y el mejillón denominado dátil de mar, más alargado y muy sabroso, de Portugal. Otras especies destacables son el mejillón californiano (Mytilus californiensi), de las costas del Pacífico hasta el sur de Alaska; el mejillón rubio o mediterráneo (Mytilus galloprovincialis), del Mediterráneo y el Atlántico, que puede medir hasta 8 centímetros de largo; el mejillón barbudo (Modiolus barbatus), que presenta una barba oscura que puede llegar a medir 6 centímetros y que se localiza en el Mediterráneo y en el Atlántico; y el mejillón bastardo o gran mejillón (Modiolus modiolus), co?n un gran tamaño pero de calidad inferior al resto. - Navaja común (Ensis ensis) Con el nombre de navaja o muergo se identifican diferentes especies pertenecientes a los géneros Ensis y Solen. La navaja común es la más popular por su gran calidad gastronómica. Su concha es alargada y muy frágil. Las valvas son estiradas, con forma similar a la de una espada o navaja, y en su superficie presentan una serie de estrías verticales y horizontales muy finas. Su aspecto es rectangular y su color externo va del blanco al marrón claro, con bandas marrones o rojizas. Su longitud es de entre 7 y 10 centímetros, con una talla máxima de 20 centímetros. Las navajas se localizan en fondos arenosos de poca profundidad, enterradas bajo la arena. Se las captura en el Mediterráneo y en el Atlántico, desde Marruecos hasta las costas de Noruega. Entre las variedades existentes destacan el longueirón o mango de cuchillo de California (Solen marginatus), que a pesar del nombre se encuentra en el Mediterráneo, el Atlántico y el mar Negro; la navaja o longueirón europeo o navaja atlántica (Ensis silicua), de gran tamaño y localizada en el Atlántico; la navaja rosa (Solen rosaceus), procedente del Pacífico; la navaja americana (Ensis directus), similar a la europea; la navaja mediana (Ensis arcuatu), de talla de hasta 17 centímetros, de las costas de Noruega y Portugal; y la navaja de mar o navajuela o macha de Chile (Ensis macha) de hasta 20 centímetros de largo y 4 de grosor, de las costas de Chile hasta la costa Atlántica de Argentina. - Ostra común (Ostrea edulis) En la denominación de ostra se incluyen más de cien especies de los géneros Ostrea y Crassostrea, diferenciadas por la forma, el color y el tamaño. Las que pertenecen al género Ostrea son las de mayor valor gastronómico y se las conoce como ostras planas, mientras que las ostras cóncavas se vinculan al género Crassostrea. - Ostras planas: Ostra común o plana o europea (Ostrea edulis), ostra del Mediterráneo o morruncho (Ostrea plicata) y la ostra Olimpia (Ostrea lurida, similar a la común). - Ostras cóncavas: Ostra portuguesa u ostión (Crasso-trea angulatta), ostra americana o del este (Crassotrea virginica) y ostra japonesa o del Pacífico (Crassotrea gigas), la especie más extendida del mundo. A pesar del gran número de especies que existen, su consumo es privilegio de unos pocos porque se trata de un artículo de lujo y gran calidad. En la actualidad, la mayor parte de las ostras proceden de la ostricultura o cría controlada. Las ostras presentan una forma variable, que tiende a ser redondeada. Sus valvas son muy desiguales entre sí y de superficie rugosa, con estrías concéntricas producidas a lo largo de su crecimiento y desarrollo. Su color externo es muy variable: gris, verde o pardo, teñido de marrón o violeta. Aunque su longitud varía en función de la especie, por lo general mide entre 6 y 10 centímetros. Vive en fondos arenosos y rocosos, en zonas cercanas a costas y se alimenta mediante filtración de partículas en suspensión, sobre todo de algas microscópicas. Se las compra siempre vivas y se consumen por lo general en crudo, con o sin limón. - Vieira (Pecten máximus) La vieira es un gran marisco bivalvo que se localiza en los fondos costeros arenosos. Es plana por un lado y convexa por el otro, con estrías en la superficie externa y ranuras en el abanico. Puede medir de 10 a 15 centímetros. La vieira gallega es la que goza de mayor aprecio. Se captura en las costas del noroeste español. Se la puede recolectar en los meses de invierno y sólo los ejemplares de talla superior a 11 centímetros. En su interior contiene un cilindro de carne blanca y firme y un órgano reproductor con forma de media luna llamado coral, de color rosa pálido a rojo. Se puede adquirir fresca de octubre a mayo, o bien congelada todo el año. En algunos países se obliga a que se mencione en la etiqueta el nombre científico para no confundirlas con las zamburiñas (Chlamys varia o Pecten varius). La vieira de Francia y de Gran Bretaña es parecida a la gallega, que se distingue de ambas por su color más intenso y porque la valva superior es totalmente plana. Otras especies conocidas son: concha del peregrino (Pecten jacobeus), concha atlántica de fondo (Placopecten magellanicus), la zamburiña o volondeira (Chlamys varia o Pecten varius) y el ostrón del norte (Argopecten purpuratus) y volandeira (Chlamys opercularis). Moluscos univalvos o Gasterópodos: Los gasterópodos o univalvos constituyen la clase más extensa del filo de los Moluscos. Se conocen como caracoles e incluyen un amplio número de especies comestibles. Presentan área de la cabeza, un pie musculoso ventral y una concha dorsal que puede reducirse o hasta perderse en los gasterópodos más evolucionados; además, cuando son larvas, sufren el fenómeno de torsión, que es el giro de la masa visceral sobre el pie y la cabeza. Esto les permite esconder antes la cabeza en la concha, dándoles una clara ventaja evolutiva. Los gasterópodos incluyen especies tan populares como caracoles y babosas marinas y terrestres, las lapas, las orejas y liebres de mar, etc. Se pueden encontrar en casi todo tipo de ambientes inclusive desiertos, pero mayoritariamente en aguas saladas o dulces, aunque unos pocos han logrado colonizar el medio terrestre, siendo el único grupo de moluscos con representantes en tierra firme. Con el nombre de “orejas de mar” se conocen los caracoles marinos comestibles, del género Haliotis, muy apreciados. Asimismo son cada vez más conocidos los gasterópodos marinos del género Littorina, denominados bígaros. - Género Patella, o Lapa o Cuco (Patella vulgata) Se trata de un molusco marino que mide de 3 a 5 centímetros de diámetro. Posee una gruesa concha cónica de color gris pálido en la parte exterior y amarillo anaranjado en el interior. Abunda en las rocas del litoral atlántico y en el Mediterráneo y se alimentan de algas. La lapa de la costa mediterránea presenta el interior de la concha irisado. Estos moluscos se comercializan muy poco. Se recogen en las rocas durante la marea baja y se consumen en crudo, con limón, o bien guisadas en formas diversas. - Género Littorina, o Bígaro o bigarro (Littorina littorea) Pequeño molusco conocido también como “caracolillo” o caracol de mar, que mide 2-3 centímetros. Se recolecta en las costas atlánticas. Su concha es parda o negra, con espiral regular y finamente estriada. Es el más conocido y popular de los caracoles marinos. Se consume como aperitivo habitual en cualquier región española. Una especie similar al bígaro es el burgaíllo. Este último tiene el caparazón interior anacarado, es claro y el exterior termina en punta, a diferencia del bígaro, con un interior negruzco? anacarado y que, además, no es puntiagudo. - Género Murex, o Cañailla o Cañadilla (Murex brandaris) Es un caracol de mar de concha casi esférica con espinas dispuestas en hileras alrededor de la concha. Es marrón claro o amarillento y mide cerca de 8 centímetros. Se localiza por todo el Mediterráneo y se comercializa fresco o cocido, en especial en Cataluña y Andalucía. - Busano o corneta (Phyllonotus trunculus) Se conoce también como caracola o corneta. Su caparazón es muy duro y verdoso. En general se consume cocido en agua con sal y es algo más basto que la cañailla. Cefalópodos: Nombre común de ciertos moluscos marinos, por lo general depredadores activos, la palabra cefalópodos significa “ pies en la cabeza “ y estos animales reciben tal nombre porque sus tentáculos rodean la boca (pulpo, calamar, sepia...). En los moluscos cefalópodos la concha se incluye en el interior del tejido, el manto, y puede ser interna, como en el calamar, o faltar por completo, como es el caso del pulpo. Los cefalópodos o moluscos blandos como pulpos, calamares o sepias se presentan en el mercado por lo general frescos. Es importante conocer una serie de características que ayudarán a identificar el grado de frescura de estos alimentos durante la compra. Están frescos si su color varía entre el blanco nacarado y el blanco rosado pálido y presentan un brillo característico. La carne tendrá una consistencia firme y al tacto ha de estar húmeda y suave. - Calamar o chipirón (Loligo vulgaris) El calamar, también llamado jibión, es un molusco marino con cabeza provista de tentáculos y que presenta una bolsa de tinta comestible de uso culinario. Los ejemplares de pequeño tamaño, es decir, los más jóvenes, reciben el nombre de chipirón. En su interior presentan una concha llamada pluma, de naturaleza córnea, que proporciona al animal consistencia y que interviene en su movimiento. Cuando está vivo, su cuerpo es casi transparente y puede presentar distintas tonalidades, con frecuencia rosáceas, con un moteado pardusco en el dorso, y con la zona ventral y los laterales lisos. Su longitud media es de 15 a 25 centímetros, si bien puede medir hasta 30-40 centímetros. Esta especie se localiza por lo general en aguas poco profundas, aunque también los hay que habitan a grandes profundidades. Realiza migraciones de acercamiento a las costas. El calamar común se distribuye por el Atlántico, desde las costas noruegas hasta las islas Canarias, y en la costa occidental del Mediterráneo. Las capturas se llevan a cabo durante todo el año. Además del calamar, se pueden adquirir en los mercados otras especies como el calamar patagónico (Loligo patagonica), procedente del sur de América y de menor tamaño y calidad gastronómica que el común; el calamar gigante o veteado (Loligo forbesi), de mayor tamaño que el común, con un peso de hasta 2 kilos, abundante en el mar del Norte y en el golfo de Vizcaya; el calamar americano (Loligo pealei), la especie más común de América del Norte; y el rabón (Loligo marmórea o Allotheuthis subulata), conocido como pito, camarín o camarín picudo, localizado en el Atlántico. - Pota (Todarodes sagittatus) A las potas también se las llama calamares voladores o luras. Son unos cefalópodos similares en apariencia al calamar, pero de menor calidad gastronómica. Su cuerpo es alargado, presenta una concha interna o pluma y una bolsa de tinta de color pardusco. Su coloración externa es clara, salpicada con pequeñas manchas de color violáceo que se oscurecen cuando se saca al animal fuera del agua. Por lo general, los ejemplares del Mediterráneo son de menor tamaño, de entre 20 y 25 centímetros de largo, que los del Atlántico, que pueden llegar a medir 75 centímetros. Otras especies conocidas de su misma familia son el volador (Illex coindetti), de menor tamaño que la pota común), y la pota argentina (Illex argentinus), de muy buena calidad. - Pulpo (Octopus vulgaris) Es un molusco que carece por completo de concha y que puede llegar medir hasta 80 centímetros de largo. Tiene en la cabeza? un pico córneo y 8 tentáculos del mismo tamaño, provistos de 2 filas de ventosas. Se pesca en las proximidades de la costa del Atlántico y del Mediterráneo. El pulpo común (Octopus vulgaris) es la especie más abundante y la que goza de mayor aprecio. Tiene el cuerpo en forma de saco y su coloración varía mucho; predominan los tonos grisáceos, amarillentos y marrones rojizos. Al lado del hígado tiene una bolsa que contiene tinta para despistar a sus enemigos en caso de peligro. Además del pulpo común, hay varias especies comestibles que pertenecen a los géneros Octopus y Eledone: el pulpo blanco o cabezudo (Eledone cirrosa) tiene una sola fila de ventosas y una cabeza de gran tamaño y se comercializa en conserva; el pulpo almizclado (Eledone moschata), muy similar al blanco, pero de olor azufrado y algo desagradable; y el pulpo de pies largos (Octopus macropus), de largos tentáculos en relación con el cuerpo, localizado en el Mediterráneo. Por lo general, el pulpo se comercializa fresco congelado y en conserva. Su carne se ablanda al golpearla o al congelarla. - Sepia o choco (Sepia officinalis) La sepia común es un cefalópodo de unos 20 centímetros de largo que habita en fondos costeros con presencia abundante de algas. Su cuerpo es oval, gris-beige, con reflejos malvas. Es ligeramente aplanado y la cabeza está provista de 10 tentáculos irregulares, de los que 2 se distinguen por su largura. El cuerpo, casi rodeado por completo de aletas, presenta en su interior una parte dura o concha de naturaleza calcárea y en forma de quilla. Al igual que otros cefalópodos, cuenta con una bolsa de tinta. Se localiza en el Atlántico y Mediterráneo, en especial cerca de las islas Canarias. Otras especies comestibles que se pueden adquirir son: choquito picudo o chopito o choquito (Sepia orbignyana), de menor tamaño que la común; castaño (Sepia elegans), de coloración parda o castaña; rosia (Rossia macrossoma), llamada también chopo o chopito o globito, de coloración sonrosada con el dorso azulado; ?globito o sepiola (Sepiola rondeleti, procedente del Mediterráneo) y sepiola de hondura (Sepiola atlántica), procedente del Atlántico, sobre todo del canal de La Mancha. Aplicación culinaria de los moluscos: La mayoría de los mariscos se pueden cocinar de variadas formas: cocidos (hervidos), fritos, a la plancha, guisados, etc. solos o con otros alimentos y se pueden comer fríos o calientes. No obstante, la experiencia y las costumbres han creado una "cultura del marisco" según la cual hay preparaciones especificas para cada tipo de marisco y se considera una atrocidad prepararlos o comerlos de otra manera. Por ejemplo, los percebes deben comerse hervidos y calientes. Aunque esto depende en gran medida de las zonas geográficas. Índice Arte gráfico Índice Articulo Cultural Origen y etimología de algunas palabras AGNOSTICISMO. Thomas Henry Huxley, en el año 1869, al ingresar en la "Sociedad Metafísica de Londres", fue preguntado si era ateo, creyente, idealista, materialista, librepensador... Él no vio que encajase en ninguna de las definiciones que le proponían y al poco tiempo creó el término "agnóstico" en contraposición a la "gnosis" (conocimiento revelado acerca de la existencia) de los primeros momentos del cristianismo. Como él no tenía ese conocimiento, esa gnósis, optó por definirse agnóstico. AMERICA. El nombre de este continente proviene del navegante italiano Americo Vespucio, que acompañó a Cristóbal Colón. ANDES. Los Andes es un nombre aymara castellanizado que quiere decir "montaña que se ilumina". Deriva de los términos Qhantir Qullu Qullu utilizados por el pueblo Qulläna para expresar lo que sucede en las altas montañas que, a la salida del sol, son las primeras en iluminarse, y a la puesta del astro rey, las últimas en recibir sus rayos. El español, no pudiendo pronunciar "Qhantir", apenas había anotado "Anti" y luego, como se trataba de varias montañas pluralizó el término a "Antis". Más tarde lo llevó a la fonética castellana Ande y su plural Andes, término torcido y retorcido del Qhanti que hoy pervive sin tener ningún significado en el idioma español. (BB) BOICOT. Suspensión de relaciones económicas con la idea de inducir un cambio de conducta. Charles Cunningham Boycott, administrador del conde de Erne, era tan odiado por sus convecinos que llegaron a negarse a trabajar para él, comprarle o venderle nada. (1de3) BOLCHEVIQUE. Fue el nombre adoptado por una parte de los socialdemócratas rusos ya que significa "mayoritario". (1de3) BOTAFUMEIRO. En la catedral de Santiago de Compostela se puede contemplar el botafumeiro. La traducción castellana de esta palabra gallega sería la de "echahumos", y su origen se encuentra en la necesidad de purificar el ambiente del santuario producido por el hacinamiento de peregrinos. Estos, después de varios meses de caminata, llegaban sucios y malolientes a Santiago. DIAS DE LA SEMANA. Se veían en el firmamento siete luceros que cambiaban de constelación y que fueron bautizados como planetas por los griegos. Eran la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol. Por ellos, y en ese orden, se nombran los días de la semana. (1de3) FASCISMO. Movimiento político italiano fundado por Benito Mussolini. Lo adoptaron del "fascio" o haz de varas, que conformaba la insignia de algunos magistrados romanos. (1de3) MASONERÍA. Proviene de "maçones" (albañiles en francés), que durante la Edad Media tenían fama por el celo con que custodiaban los secretos de su profesión. MECENAS. Mecenas fue patricio de la antigua Roma, enormemente rico, famoso por proteger a artistas pobres que apuntaban un buen talento. De ahí proviene el referirse a un "mecenas" como a un patrocinador. OJALÁ. Proviene del árabe: Inshallá, que significa "Dios lo quiera".