Boletín CEBIDOC : : Septiembre 2014

Transcripción

Boletín CEBIDOC : : Septiembre 2014
Boletín CEBIDOC : : Septiembre 2014
LIBROS
Me salvó
una lagrima
Cosas que
nadie sabe
Niños
feroces
Pago chico
REVISTAS
Educación liberal
made in USA
La cultura,
¿ahora más
espectáculo?
Sentir va antes
que saber
Totalitarismo
débil
CINE
Algo para ver en
TV
Recomendaciones
de cine
Clásicos de
biblioteca
CULTURA
¿A donde ir?
El arte del
buen comer
Arte gráfico
Origen y etimología
de algunas palabras
Índice
LIBROS
Me salvó una lágrima
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 843.92 LIE 2013
Autor: Angèle Lieby y Hervé de Chalendar
Imp. / Ed.: Madrid, temas de hoy 2013.
Temas: Cuentos franceses- siglo XXI- síndrome de kerstaff
Testimonio de Angéle Lieby, una mujer alsaciana, casada y con una hija, que en
2009, tras padecer unos raros síntomas, es ingresada de urgencias. Los médicos le
inducen el coma antes de saber el diagnóstico y descubrir que se trata de una
extraña enfermedad del sistema nervioso. Angéle va empeorando de día en día, su
esposo y su hija intentan de todas las formas posibles comunicarse con ella, sin
éxito aparente. Medicamente, le hacen numerosas pruebas, a veces sin anestesia,
pensando que no siente, pero Angéle sufre física y psíquicamente. Dándola por
clínicamente muerta, se plantean desconectarla pero cuando están a punto de
hacerlo su hija observa que una lagrima brota del ojo de su madre, por lo que
comprueban que sigue viva. Comienza entonces una dura etapa de lenta mejoría y
adaptación
hasta
volver
a
una
vida
relativamente
normal.
La protagonista ha contado su historia al periodista Hervé de Chalendar quien
escribe un relato lleno de viveza en el que cuenta una situación dramática sin
ahorrar detalles. Narrado con sencillez y agilidad, el libro que resulta de fácil lectura,
en ocasiones es algo angustioso por las situaciones de sufrimiento que se
describen. Sin embargo, en su conjunto, resalta más la historia de amor, la fuerza
de los lazos familiares así como el esfuerzo y las ganas de vivir de Angéle. Se
desliza una crítica a ciertas imprudencias médicas y la obra constituye una defensa
a
ultranza
de
la
vida
humana.
El libro ha recibido el Premio Hachette y ha sido llevado a la televisión.
Índice
Niños feroces.
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 863.7 SIL 2012.
Autor: Silva, Lorenzo
Imp. / Ed.: Barcelona: Booket 2012.
Temas: Novela española- siglo XXI
La novela, que participa del género ensayístico y hasta del periodístico, ofrece un
argumento ambientado en dos momentos históricos: la actualidad y los años
cuarenta. Lázaro es un joven bloguero que quiere ser escritor y participa en un taller
de escritura; le cuesta escribir una novela porque tiende a ser fragmentario. Su
bloqueo literario termina cuando su profesor le ofrece la historia de Jorge: un joven
madrileño, que participó en la primera expedición de la División Azul en 1941 y vivió
una espeluznante aventura -en la que no falta el amor- que le llevó
inconscientemente a apoyar a Hitler, hasta su rendición, y participar en una
sangrienta guerra, de la que hay alguna cruda descripción bélica que induce a
reflexión. Silva ha escrito la novela de una novela, trama algo compleja, resuelta
con soltura estilística y lenguaje claro y sencillo, recursos con los que logra conjugar
hábilmente todos los elementos narrativos. El autor se ha documentado y ha
buscado historias singulares. Con agilidad y cierto aire entrelaza materiales y relatos
diversos, mezcla tiempos y personajes, incluye comentarios personales o citas
ajenas y fragmentos de películas y desemboca en la actualidad con referencias a
las guerras de Afganistán e Irak, incluyendo incluso un breve análisis del movimiento
del 15-M. El protagonista es un personaje de ficción, pero puede encarnar el
prototipo de muchos españoles. Cierto antibelicismo aletea detrás de todo el
argumento: los jóvenes son la carne de cañón de las guerras, los que sufren hasta
dar la vida, mientras que otros son los que deciden por ellos. Se hace hincapié en
la defensa de la paz y en el idealismo de la juventud.
Índice
Cosas que nadie sabe.
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: 853.92 DAV 2013.
Autor: D´Avenia Alessandro.
Imp. / Ed.: Barcelona: Grijalbo, 2013.
Temas: Novela italiana- siglo XXI
Margherita, una joven de catorce años que no comprende la separación de sus
padres; su compañero de instituto Giulio, de dieciocho años y que siendo residente
en una casa de acogida no ha conocido nunca a sus padres; y un joven profesor de
literatura al que le aterra el compromiso a casarse por miedo al amor, serán los
protagonistas de una historia que se irá entrelazando en la búsqueda personal para
desterrar sus propios fantasmas y descubrir la vida que inexorablemente les sale al
encuentro.
En esta su segunda novela D’Avenia se mueve en similares escenarios a “Blanca
como la nieve, roja como la sangre”. Pensada para un público joven adolescente
intenta plasmar las inquietudes, anhelos, audacias, locuras, deseos de justicia, de
felicidad, primeros encuentros amorosos, etc., que se les revelan en el despertar a
la vida como protagonistas y directores de su propia historia. Siempre con un sentido
positivo ensalza los valores de la amistad, la unidad familiar, el diálogo, la
comprensión, el perdón, y la idea de que nada es definitivo, que siempre se puede
intentar volver a empezar siguiendo el ciclo vital donde la muerte solo puede dar
paso
a
una
nueva
vida.
La novela se adecúa bien al público al que se dirige pudiéndose identificar con unos
personajes que resultan cercanos.
(http://www.troa.es/libro/cosas-que-nadie-sabe_753075)
Índice
Pago Chico.
Disponible en PDF
Autor: Payró, Roberto Jorge.
Imp. / Ed.: Noriega Limusa, México, 1990
Además de novelista, fue periodista y fundó el periódico La Tribuna. Sus obras más
notables son: Un hombre feliz, Antígona, La Australia argentina, El casamiento de
Laucha, Las divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira, y Pago Chico, entre
otras. Esta narración es una crónica humorística de un pueblo argentino, Bahía
Blanca, al que el autor llama Pago Chico. Es éste un fortín de menor importancia
que ha sido convertido en cabeza de partido, en el cual todo se hace de manera
provisional, aun en las épocas de mayor prosperidad. Con extraordinaria habilidad
y de manera maliciosamente graciosa, el autor nos da a entender que todo funciona
muy mal en este pueblo, pero se limita a hacernos reír con la descripción del
panorama político local, que se refiere a las contiendas de los gubernamentales, los
que sustentan en sus manos las riendas del poder, y la oposición, que hace todos
los esfuerzos imaginables por alcanzar el mando, sin ningún resultado positivo, ya
que el difícil problema político de Pago Chico no se resuelve con el triunfo de los
progresistas en el pueblo, sino que es necesario que en Buenos Aires, así como en
el resto del país, también cambie la situación; es decir: cuando los progresistas se
conviertan en partido de gobierno y reemplacen a sus rivales en el aprovechamiento
personal y la manipulación inmoral de la riqueza. Uno de los personajes mejor
logrados de la obra es Silvestre, el farmacéutico, chismoso, enredador, venenoso,
que hasta cierto punto nos da la impresión de ser el representante del autor. Sus
mejores libros son tres novelas que tienen relación entre sí por desarrollarse en el
mismo pueblo, y aparecen algunos personajes de una en las otras. Están escritas
con el humor satírico y realista característico de la picaresca española, con
influencia de Balzac, Dickens y Pérez Galdós.
Índice
REVISTAS
Educación liberal made in USA
José María Torralba
“¿Por qué murió Sócrates?” La pregunta aparecía en los carteles que
empapelaban el campus de la Universidad de Chicago para anunciar una
conferencia dirigida a los alumnos del college. Resultaba llamativo, aunque no
debería serlo: ¿qué tiene de particular ocuparse en la universidad de uno de los
acontecimientos fundacionales de la cultura occidental? Durante el primer año y
medio del college los estudiantes cursan el core curriculum: una serie de
asignaturas obligatorias en las que leen y discuten, en grupos de 15, las grandes
obras de la literatura, la historia y el pensamiento. Es la manera que tienen
algunas universidades norteamericanas de ofrecer una educación liberal.
Tiempo después de aquel anuncio,
asistí a la conferencia “De cómo
América inventó las Humanidades”.
El título me pareció un despropósito,
quizá justificable para llamar la
atención, pero una boutade al fin y al
cabo. Los Estados Unidos de
América han hecho grandes
aportaciones a la humanidad, pero
entre ellas no figura el descubrimiento
ni la creación de las Humanidades.
Sin embargo, el conferenciante iba
muy en serio; peor, llevaba razón.
Lo que comenzó en Bolonia, París, Oxford y Salamanca, y luego se desarrolló en
Berlín, sigue hoy vivo en algunos campus de Estados Unidos, como Columbia o
Chicago. ¿Qué es lo que continúa vivo? La universidad como el templo del saber,
es decir, como una institución que, al decir de Newman, no tiene como misión
propia la “reforma moral” de los estudiantes, ni la “producción mecánica”, sino “la
cultura intelectual” y, con ese fin, “educa el intelecto para que razone
correctamente en todas las materias, para que vaya en busca de la verdad, y la
alcance”. La universidad está interesada en el conocimiento no sólo como algo útil,
sino como un fin en sí mismo, como sabiduría. “Knowledge its own end” es el título
del capítulo central en The Idea of a University, de Newman.
De cómo se inventaron las universidades
El concepto de Humanidades, tal y
como se emplea hoy, es decir, como
un “problema”, como algo que
necesita ser defendido, es otro modo
de referirse a la educación liberal. De
hecho, según todos los indicios, el
término “Humanidades”, aunque
tenga su origen en los studia
humanitatis ac litterarum de Cicerón,
comenzó a usarse en los debates
sobre el modelo educativo de las
universidades americanas.
A comienzos del siglo XX, el currículum de los colleges norteamericanos dejó de
organizarse en torno a la Teología y el Latín y se pasó a un sistema más flexible,
basado principalmente en asignaturas optativas. Pronto surgieron voces críticas
con la nueva situación, por sus deficientes resultados educativos. Y así nació la
idea, primero en Columbia (1919) y luego en Chicago (1931), de crear un core
curriculum que asegurara que los estudiantes recibían “una educación” y no un
mero conjunto de conocimientos dispersos. Era la época dorada de la educación
liberal.
¿Se inventaron las Humanidades en los Estados Unidos? Sí y no. Las suyas
fueron las primeras universidades contemporáneas en desarrollar un core
curriculum cuyo elemento esencial eran las Humanidades, pues tenía como
objetivo proporcionar una visión unitaria e integradora de los diversos saberes,
además de plantear las grandes cuestiones acerca de la vida y la sociedad
(incluyendo la ciencia y la tecnología, por supuesto). Sin embargo, ellos no
crearon las Humanidades. Se puede decir que su significado actual es made in
USA, pero ellos no tienen el copyright.
La crisis de las Humanidades y el nacimiento de la multidiversidad
En los años cincuenta hubo un punto de inflexión. Por un lado, desde comienzos
de siglo, las mejores universidades americanas venían incorporando el modelo
alemán, cuyo objetivo principal es formar investigadores (en parte, porque la
formación general la proporcionan en los Gymnasien, con un año más de
escolarización). Se crearon los primeros programas de doctorado y las escuelas
de posgrado, y surgió la vertiente “profesionalizante” de la universidad. Alguien
podría decir, con razón, que desde su origen medieval en las aulas universitarias
se formaban profesionales, por ejemplo en Medicina o Leyes. Sin embargo, no por
ello el cambio resulta menos significativo. Hasta los años cuarenta casi el 80% de
los estudiantes se formaban en facultades de Letras. En la actualidad, la
proporción es aproximadamente la inversa. Estos cambios son el origen de las dos
almas de la universidad americana: educación liberal de los estudiantes de grado
y cualificación para la vida profesional en todos sus niveles.
Por otro lado, el regreso de los soldados al final de la II Guerra Mundial hizo que
se democratizara aquella universidad antes reservada a unos pocos privilegiados
y que apareciera un nuevo sentido de misión, según se explica en el informe
General Education in a Free Society preparado en Harvard. Esta democratización
no supuso un rechazo de los ideales de la educación liberal pero sí una importante
modificación. De las aulas ya no saldrían gentlemen, sino citizens o, mejor,
simplemente people.
Esta transformación se encuentra probablemente en el origen de lo que tanto se
repite ahora: la universidad debe responder a las necesidades de la sociedad.
Pero esto puede llevarnos a pasar por alto la pregunta crucial: ¿Qué necesita la
sociedad? Con mucha frecuencia, por “sociedad” se entiende reductivamente el
mercado, y por “lo que necesita”, simplemente, “capital humano”. Nadie niega que
la educación universitaria deba ser útil, pero es precisamente en el ámbito
universitario –intelectual, en general– donde deben determinarse las prioridades. Y
cada vez es más difícil hacerlo, porque la universidad se ve atrapada por la lógica
de los medios.
Se dice: la universidad debe contribuir al desarrollo económico, para que la
sociedad progrese... Un momento. Progresar, ¿hacia dónde? Sin duda, la pobreza
es un gran mal, pero la acumulación de riquezas no es el principal ni el último fin
de las personas. Hay fines más altos, como el amor, o más básicos, como la
libertad. Lo que no está nada claro es quién lo va a recordar, si la noción de “fin”
desaparece del horizonte social y político.
El presidente de la Universidad de Chicago, R. M. Hutchins, tuvo algo de profeta
cuando en 1953 dijo que el “amor al dinero” –es decir, la avaricia de la que tanto
se habla ahora en Wall Street– era lo que estaba arruinando la universidad. La
causa de la crisis hay que buscarla en la degradación moral de los “agentes
económicos”, que no son “los mercados”, con ese sentido impersonal, sino
personas concretas de carne y hueso e, indirectamente, en la connivencia del
resto de la sociedad, que ha bendecido esa forma de hacer las cosas.
Aunque sea obligado por la dureza de la situación, nunca es demasiado tarde para
reconocer la influencia de la cultura y las teorías, o, lo que es lo mismo, que la
educación es decisiva. Ideas have consequences, dicen en Estados Unidos.
A finales de los años cincuenta surge la conciencia de que las Humanidades han
entrado en crisis. n 1959 el científico británico C. P. Snow alertó sobre las
consecuencias de la creciente oposición entre las “dos culturas”: la científica y la
humanística. Y en 1963 Clark Kerr publica The Uses of the University, donde
describe la universidad contemporánea como un espacio diverso (multiversity),
con funciones incompatibles entre sí: educación de los jóvenes, cualificación
profesional, investigación y beneficio social. Por ello, con bastante ironía, dice que
la universidad es una serie de edificios y departamentos con un sistema común de
calefacción o, también, un grupo de personas unidas por una preocupación: la
escasez de aparcamiento en el campus.
Del relativismo al liderazgo
Un último hito en este recorrido fue el libro The
Closing of the American Mind, de Allan Bloom,
profesor en Chicago. Lo publicó en 1987, se
mantuvo en la lista de los best-sellers durante
más de un año y desató un intenso debate. El
subtítulo resume bien su explosivo contenido: la
educación superior ha fallado a la democracia y
empobrecido las almas de los estudiantes.
Una de las principales denuncias de Bloom se refiere a los cambios en los planes
de estudio a finales de los años sesenta, cuando se trató de abolir cualquier canon
intelectual y, en general, se atacaron los supuestos fundamentos educativos de la
forma de vida bourgeois. Bloom cuenta que un buen día un profesor de Literatura
comparada de Cornell le dijo que el viejo currículum “enseña poco, realmente no
introduce a los estudiantes en las diversas disciplinas y les aburre”. A lo que
Bloom respondió: “Admito que eso es verdad”, pero ese currículum “era un débil
recuerdo de la unidad del conocimiento y ofrecía una leve indicación de que hay
algunas cosas que uno debe saber si es que ha recibido una educación. No se
puede reemplazar algo con nada”.
La visceral reacción que suscitó el libro se debía, quizá, a que Bloom había tocado
el nervio de la nueva mentalidad: “El relativismo es necesario para ‘ser una
persona abierta’ [openness]; y esta es la virtud, la única virtud, que desde hace
más de cincuenta años la educación primaria se ha dedicado a inculcar. (...) [Para
los defensores de la openness,] el peligro real es el verdadero creyente. El estudio
de la Historia (...) enseña que en el pasado el mundo entero estaba loco; los
hombres creían estar en lo correcto, y eso condujo a guerras, persecuciones,
esclavitud, racismo. (...) Lo que hay que hacer no es corregir los errores y estar en
lo correcto de verdad, sino no pensar, en absoluto, que uno está en lo correcto”.
La “openness” posee indudablemente aspectos positivos (el desarrollo de las
libertades y los derechos individuales son, sin duda, algunos de los grandes logros
del pasado siglo); el problema está en identificar el pluralismo y la tolerancia con el
relativismo.
Aunque el debate sigue abierto, los actuales estudiantes parecen poco
interesados. La mayor preocupación de los jóvenes es conseguir puestos de
liderazgo (leadership), entendidos casi siempre en términos de dinero o prestigio y
no de servicio. Hace unos años, David Brooks –actualmente columnista del New
York Times– pasó unos días en Princeton conviviendo con los alumnos. El retrato
que ofrece de lo que vio es poco halagüeño. No por la competitividad o la
obsesión por el éxito, sino por su superficialidad, aunque hablen varios idiomas y
puedan seguir cualquier tema de conversación. Muchos no han conocido el
fracaso (económico, social, académico) ni entienden qué es la maldad, ni conciben
que ellos sean capaces de hacer algo realmente malo alguna vez. Y, del mismo
modo, tampoco encuentran sentido a los ideales de los héroes o de los santos,
pues un cómic y la Biblia son igualmente obras de ficción. Probablemente los
hayan leído, pero muchos no han entendido a don Quijote ni a Hamlet, no ven la
sangre en las manos de Lady Macbeth, ni la impotencia de Anna Karénina o el
horror de Kurtz... porque no pueden.
Parece razonable sugerir que esta deriva está relacionada con la crisis de la
educación liberal, de modo más patente en las mejores instituciones, porque
suelen ser también las más “multiversarizadas”. Así lo sugiere William
Deresiewicz, antiguo profesor de Yale, cuando habla de las “desventajas de una
educación de élite”. Este docente relaciona todo esto precisamente con la
perversión de la idea de liderazgo: los líderes actuales “pueden cumplir objetivos,
pero no saben cómo fijarlos. Piensan en cómo cumplir sus tareas, pero no se
plantean si lo que hacen es valioso o vale la pena. (...) Lo que ahora tenemos son
los mayores tecnócratas que el mundo jamás haya visto”. Aunque Brooks o
Deresiewicz cargan en exceso las tintas, saben de qué están hablando: no en
vano estudiaron en Chicago y Columbia, respectivamente.
La educación liberal posible
Del recorrido anterior se puede
concluir que las Humanidades han
quedado identificadas con el proyecto
de educación liberal y que su
decadencia –poco prestigio,
marginalidad en los planes de estudio
y, sobre todo, su propia crisis de
identidad– es perjudicial para la
sociedad.
Exagerando un poco –pero no mucho–, se podría decir que renunciar a las
Humanidades sería tanto como volver a la ley de la selva, donde los intereses de
parte y no la verdad, la racionalidad instrumental –que pretende explicarlo todo en
términos de éxito o fracaso– y la fuerza, en vez de la razón, se convierten en los
principios dominantes.
En general, la batalla por las Humanidades está bastante perdida (también en
Estados Unidos), pero, al igual que en la Galia de Astérix, todavía quedan algunos
reductos que mantienen viva la esperanza. Quizá se puede aprender de ellos. En
España tuvimos nuestra oportunidad, y la perdimos. En los mismos años de los
debates al otro lado del Atlántico, Ortega propuso en Misión de la Universidad la
creación de una “Facultad de Cultura” que sería el meollo de la educación superior
y aseguraría la transmisión del “sistema de las ideas desde las cuales cada tiempo
vive”.
En mi opinión, la solución no pasa por volver al siglo XIX, ni por renegar de la
moderna universidad de investigación, que con su contribución al desarrollo
científico, social y económico hace que vivamos en un mundo mejor. Tampoco
propongo que todos los estudiantes se matriculen en carreras de Humanidades.
Todavía hay esperanza. Según Ortega, la universidad tiene tres “misiones”
fundamentales: la trasmisión de la cultura (que es nuestra “educación liberal”); la
enseñanza de las profesiones; y la investigación científica, junto con la educación
de nuevos hombres de ciencia. En mi opinión, lo ideal sería que la universidad
actual, además de promover la investigación y proporcionar cualificación
profesional, fuera capaz de formar científicos, abogados e ingenieros con
mentalidad humanista. El reto es conseguir eso que Hutchins sintetizó en una
fórmula genial: “Lo que queremos es instituciones especializadas y hombres no
especializados”, es decir, promover un college de educación liberal en el seno de
una research university. Por decirlo con palabras de Ortega: es preciso distinguir
lo que la universidad tiene que ser “primero” y lo que tiene que ser “además”. Hay
esperanza porque son ya unos cuantos quienes en el ámbito hispano han
retomado el discurso de la educación liberal: primero, Alejandro Llano y, más
recientemente, Víctor Pérez-Díaz e Ignacio Sánchez Cámara.
Para terminar, señalaré tres rasgos básicos de la educación liberal: la perspectiva
sapiencial, el ejercicio del Juicio y el interés por la verdad.
Educación sapiencial: Los porqués y la interdisciplinariedad
Una educación liberal se caracteriza,
en primer lugar, por transmitir y
actualizar –hacer real– la tradición
cultural. Una educación es liberal
cuando no se limita al examen y
exposición “científica” de sus objetos
de estudio, sino que sitúa al
estudiante ante las grandes
cuestiones de la existencia y le hace
ver que, aunque no sea fácil
responderlas, tienen respuesta.
La tradición cultural ofrece unas cuantas, para ir empezando. MacIntyre es quien
mejor ha mostrado la “inevitabilidad” de “actualizar” la tradición en la tarea
educativa, así como la falacia del liberalismo político, que pretende ser un “punto
de vista desde ninguna parte”. En realidad, sólo desde la parcialidad propia se
puede ser “imparcial” u “objetivo”. La actitud sapiencial se caracteriza por
preguntar los porqués. La universidad no debe ofrecer respuestas “enlatadas”,
sino sobre todo sembrar inquietudes y despertar intereses. Un jurista o un experto
en marketing, por poner un ejemplo, deben reflexionar sobre qué pueden aportar a
la mejora de la sociedad con sus conocimientos, y para ello deben ser conscientes
de las implicaciones sociales, morales y políticas de una determinada ley o del
modo en que funciona el mercado. Es necesario que los estudiantes se hagan
cargo de eso que los americanos llaman la big picture. Lo cual requiere que la
universidad esté abierta a todos los saberes (incluyendo la Teología, como sucede
en Estados Unidos y Alemania) y que haya espacios para el diálogo académico,
interdisciplinar, especialmente entre los profesores. Sólo así se evitará que los
estudiantes se queden “medio ciegos”, como se decía en el informe de Harvard.
Ejercitar el juicio
En segundo lugar, la educación liberal consiste
más en el desarrollo de ciertas capacidades
intelectuales que en la adquisición de datos o
informaciones. Se trata de desarrollar lo que
Newman llamó “un hábito filosófico”, es decir,
“un hábito del entendimiento (...) que permanece
de por vida y cuyos atributos son la libertad,
equidad, serenidad, moderación y sabiduría”.
Este hábito filosófico –que no tiene que ver estrictamente con la filosofía en
sentido académico– se podría caracterizar como la “capacidad de juzgar”, tener
“buen juicio” o, incluso, “buen gusto”, en un sentido no reductivamente esteticista.
Newman estaba pensando en el modelo de la phrónesis o prudencia aristotélica
(aunque sin su contenido moral), porque este “conocimiento filosófico” es la
“perfección o virtud del intelecto”. El ejercicio de dicha virtud consiste en la
capacidad de “hacerse cargo”, de captar lo universal en lo particular o, en otras
palabras, de arropar un dato particular con la “idea” que le corresponde y da
sentido en el conjunto. Dicho de otro modo, se trata de la madurez intelectual.
Es lo que, al menos desde Kant, se entiende por Urteilskraft (o Juicio), que es una
capacidad que no se puede enseñar ni aprender, sino simplemente ejercitar. El
objetivo de la educación liberal es que los estudiantes capten el principio en el
maestro. Por eso es tan necesaria la convivencia amistosa de profesores y
alumnos. De este modo, aprenden a usar la información adquirida, situándola en
el conjunto y descubriendo su finalidad. Quedan así prevenidos contra la
parcialidad y sus consiguientes dogmatismos.
El interés por la verdad
Por último, la educación liberal cultiva ese “interés por la verdad” del que ha
hablado Millán-Puelles, porque convierte la verdad en la única moneda válida de la
vida intelectual, moral y social. Lo más opuesto a la verdad es la indiferencia. En
este preciso sentido, el error está más cerca de la verdad. Quien, estando
equivocado, considera algo como verdadero puede salir del error, porque tiene
como meta la verdad. En cambio, jamás lo conseguirá quien renuncia a distinguir
lo verdadero de lo falso.
Además, ese “vérselas con la verdad” previene contra las diversas formas de
dogmatismo e ideología, pues se reconoce que la verdad existe, pero que nos
supera a cada uno individualmente. Como apuntó Benedicto XVI, “podemos
buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo”, lo cual se debe
traducir en una actitud de humildad intelectual. La verdad es ante todo búsqueda y
un modo de orientar la propia vida. Por eso dice Alejandro Llano en Caminos de la
filosofía que no cabe hacer un “listado de verdades”, sino que lo propio de quien
persigue la verdad es invitar a otros a embarcarse con él en la búsqueda.
Me atrevería a decir que lo más necesario actualmente es “un corazón atento”,
como el que pidió el rey Salomón para ponerse a la escucha de la verdad.
Estamos necesitados de esa “sensibilidad para la verdad” de la que ha hablado
Benedicto XVI en algunos discursos universitarios, citando precisamente a
Habermas. La coincidencia de los ideales del cristianismo con la misión propia de
universidad no es casual, en primer lugar por su historia, pero sobre todo porque
ambos apuestan por la racionalidad y la verdad (sin duda, la admiración intelectual
de Benedicto XVI por Newman también es relevante aquí). En cualquier caso, lo
que parece cada vez más claro es que las aulas son uno de los pocos ámbitos
donde todavía es posible invitar a esa escucha, a esa búsqueda de la verdad en
que consiste la educación liberal.
Nuestro Tiempo 679
Índice
La cultura, ¿ahora más espectáculo?
Alejandro Ledesma Solórzano
El tema de la evolución cultural a través del tiempo ha sido de interés en diversos
autores literarios, uno de ellos Mario Vargas quien en su último libro "La
civilización del espectáculo" explica lo que considera el derrumbe a escala
universal de la alta cultura que es víctima del espectáculo, ¿qué opinas?
Es cierto que los tiempos son otros y muchas tradiciones culturales sufren ciertos
flagelos por los cambios y desintereses por parte de la sociedad, culpa de ello,
pueden ser las nuevas modas, "evolución" de costumbres y las nuevas
necesidades secundarias que día a día crecen por el consumismo.
El mismo Mario Vargas Llosa consideró que la confusión es causa del desplome
en la alta cultura. Por su parte el filósofo francés Gilles Lipovetsky opinó que "junto
con la alta cultura se han desplomado valores estéticos sobre los que no existen
jerarquías y valores que la vieja cultura había establecido y que eran respetados",
en un coloquio en el Instituto Cervantes de Madrid.
Para el escritor peruano, si la cultura es puramente entretenimiento no importa
nada, "si se trata de divertirse un embaucador puede divertirme más que una
persona profundamente auténtica, pero si la cultura significa mucho más, entonces
sí es preocupante. Y yo sí creo que la cultura significa mucho más".
Agregó que no sólo por el placer que produce leer una gran obra literaria o ver una
gran ópera o escuchar una hermosa sinfonía o ver un espectáculo exquisito de
ballet, "sino porque creo que la sensibilidad, imaginación y deseos que la alta
cultura produce en un individuo, lo arma y equipa para vivir mucho mejor".
Sin duda es un tema muy polémico, por ejemplo la lucha libre mexicana es
considerada cultura por el hecho de ser deporte, pero algunos detractores dicen
que sólo es un burdo espectáculo, argumentan que las luces, sonidos, y shows
que se presentan están por encima de una "verdadera" técnica deportiva.
Otra opinión al respecto es la del catedrático René Avilés Favila, quien menciona
en Cronica.com que "los políticos sin duda han contribuido a este fenómeno al
privilegiar al show banal de masas, sobre diferentes manifestaciones culturales
más depuradas, es del gusto popular y ello atrae votos".
"Hasta hoy, por ejemplo, ninguno de los candidatos presidenciales ha reparado en
el tema cultural, ni por accidente, parte del éxito del partido en el poder capitalino
se debe a que ha convertido al Zócalo y plazas públicas en salas de espectáculos
populares, con frecuencia de bajo nivel. ¿Para qué presentar a una cantante de
ópera en esos sitios? Nadie iría, es el razonamiento, en consecuencia, no
importa", agregó.
"La civilización del espectáculo" ya circula en México; desatará, como todo lo de
Vargas Llosa, una saludable polémica que no detendrá el curso de la globalización
del espectáculo, pero al mismo tiempo se podría atender a la alta cultura que nos
ha permitido llegar a los altos niveles en que nos movemos.
Yo influyo
Índice
Sentir va antes que saber
Alumnos mejor preparados para solucionar problemas
En nuestra sociedad, la menor presencia de los padres en el hogar no favorece el
desarrollo afectivo de los hijos, lo cual provoca problemas de hiperactividad,
inseguridad y falta de concentración, que, unido a la alta exigencia académica,
hace que muchos niños se colapsen. Para cambiar esta tendencia, la directora del
equipo de Aprendizaje Social y Emocional de la Fundación Eduardo Punset,
Carmen Lueiro, ve necesario introducir en la escuela la educación emocional.
Las experiencias llevadas a cabo en algunos centros educativos de Madrid y el
País Vasco están siendo muy positivas (El Mundo, 10-01-2012). Atender a la
inteligencia emocional –el reconocimiento de los sentimientos, la resolución de
conflictos, el control de la ira y de la incertidumbre, el trabajo en equipo, la
superación de la frustración, etc.– no hace que los alumnos sean más inteligentes,
pero sí que saquen mejores notas, porque están mejor preparados para solucionar
problemas y tienen mayor madurez personal
La neurología corrobora estos métodos porque antes de que se ponga en marcha
la maquinaria cognitiva de nuestro cerebro, se activa la parte emocional. Si no se
gestiona bien esa carga emocional, puede resultar un lastre para nuestra salud
mental, o, por el contrario, si se sabe manejar, una fuente de éxito y felicidad.
Sabemos –lo dice Daniel Goleman– que los buenos resultados académicos de un
adolescente dependen de su cociente intelectual en no más del 10%; el 90%
restante tiene que ver con otras variables, como el cociente emocional, si sabe o
no administrar sus emociones y sus sentimientos, sus habilidades sociales, sus
hábitos de estudio, el entorno familiar, etc.
Sean bienvenidos, pues, todos esos programas de educación emocional que
vienen a poner orden en el desbarajuste provocado por una sociedad que prima el
sentimentalismo espontáneo y condena cualquier control de las emociones, como
si eso fuera una imposición que merma la libertad. Hemos dejado a los
sentimientos y a las emociones campar a sus anchas y nos hemos encontrado
dominados por ellos, encarcelados en un laberinto sentimental del cual nos resulta
casi imposible salir. Hemos puesto demasiado corazón sin cabeza y ahora la
cabeza no encuentra su sitio.
Pero los que más sufren este maraña emocional son los niños y los adolescentes.
En el proceso madurativo resulta esencial la formación del carácter, nombre
clásico que dábamos a la educación emocional cuando las cosas no estaban tan
complicadas, cuando la escuela no tenía que acudir a cubrir las fallas de la familia
y la sociedad. De un tiempo a esta parte hemos despreciado esa formación del
carácter, por la equivocada idea de que a riendas sueltas se corre más, y ahora
estamos recogiendo analfabetismo sentimental y confusión emocional.
Estos nuevos programas de educación emocional no son otra cosa que una
renovación de la formación del carácter, lo que podríamos llamar Formación del
carácter 2.0. Hoy por hoy, resulta imprescindible que la escuela se ocupe de la
educación emocional de los alumnos; tan decisiva es para la vida que no
deberíamos dejarla sólo en manos de la escuela. El carácter se forma, ante todo,
en la familia.
Aceprensa
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Totalitarismo débil
Ignacio Sánchez Cámara
«La verdad no depende del sufragio universal. Un buen Gobierno no se opone a
que el conocimiento aumente, pero jamás puede legítimamente determinar lo que
es verdadero o bueno. Si el poder público impone como verdad sus opiniones,
destruye la libertad»
La democracia, por sí sola, no vacuna contra el totalitarismo. Democracia se
opone a autocracia o dictadura, pero no a totalitarismo. Talmon escribió un ensayo
titulado Rousseau y los orígenes de la democracia totalitaria. Democracia y
totalitarismo no son, pues, incompatibles.
Al final de La democracia en América, acaso el mejor libro que se haya escrito
sobre la democracia, escribe Alexis de Tocqueville: «Las naciones de nuestro
tiempo no pueden evitar la igualdad de condiciones en su seno, pero de ellas
depende que esta igualdad las conduzca a la servidumbre o a la libertad, a la
civilización o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria».
Y Macaulay afirmó que «las instituciones democráticas puras conducirán, tarde o
temprano, a la destrucción de la libertad, de la civilización, o de ambas». No la
democracia, sino la democracia pura o radical. La democracia no garantiza la
libertad, la civilización ni la prosperidad. Por supuesto, tampoco las impide. De ella
nacen dos caminos, y depende de cada nación cuál de los dos toma: el de la
libertad, la civilización y la prosperidad, o el de la servidumbre, la barbarie y la
miseria. Tal vez no sea impertinente preguntarnos cuál de estas dos vías está
transitando hoy la democracia española.
Tocqueville advirtió de que en los tiempos democráticos la ciencia del despotismo,
antaño mucho más compleja, se había simplificado. Bastaba al déspota con amar
la igualdad o, al menos, aparentar que la ama. Los ciudadanos rechazarán
cualquier atentado contra la igualdad, pero aceptarán sumisos la entrega de su
libertad al poder democrático.
Condorcet escribió: «Los mismos que quisieron liberar a los hombres del yugo de
la religión se arriesgan a convertirse en servidores de un culto no menos opresivo.
A partir del momento en que es el poder el que dice al pueblo lo que hay que
creer, nos encontramos con una especie de religión política, apenas preferible a la
anterior». El poder temporal aspira así a imponer las creencias que le convienen.
El poder podrá de este modo vigilarlo y controlarlo todo, hasta las conciencias. Es
un camino, lento y seguro, hacia el despotismo. Se equivoca quien piense que los
ciudadanos no necesitamos defender la libertad frente a nuestros representantes.
La tradición liberal ha rechazado la pretensión de los Estados de determinar el
contenido de la educación.
Por lo demás, un Estado educador es casi una contradicción en los términos. Una
cosa es el poder y otra la verdad. John Stuart Mill afirmó que el Gobierno debe
promover y exigir una buena educación para los niños, pero jamás
proporcionársela por él mismo. La función del Estado en la educación es
garantizar el ejercicio del derecho a ella, pero nunca determinar su contenido. A
menos que uno opte por el totalitarismo.
La verdad no depende del sufragio universal. Un buen Gobierno no se opone a
que el conocimiento aumente, pero jamás puede legítimamente determinar lo que
es verdadero o bueno. Si el poder público impone como verdad sus opiniones,
destruye la libertad.
Creo que lo ha sentenciado recientemente Tzvetan Todorov, en El espíritu de la
Ilustración: «No corresponde al pueblo pronunciarse sobre lo que es verdad o
mentira, ni al parlamento deliberar sobre el significado de los hechos históricos del
pasado, ni al gobierno decidir lo que debe enseñarse en la escuela. La voluntad
colectiva o soberana del pueblo topa aquí con un límite, el de la verdad, sobre el
cual no tiene influencia. Esta independencia de la verdad protege al mismo tiempo
la autonomía del individuo, que puede apelar a la verdad ante el poder. La verdad
está por encima de las leyes. Por su parte, las leyes del país no son fruto de una
verdad establecida, sino expresión de la voluntad pública, siempre sujeta a
variación. La búsqueda de la verdad no depende de la deliberación pública, ni esta
de aquella».
A veces, se diría que algunos atacan a la religión (cristiana) o a la Iglesia Católica
para ocupar su lugar como poder espiritual. Pero si el poder espiritual y el
temporal llegaran a reunirse en las mismas manos, la libertad sucumbiría
irremediablemente.
Por lo demás, la lógica del Estado del bienestar conduce en la práctica a invalidar
el criterio de Mill para delimitar cuándo la sociedad puede interferir legítimamente
en la libertad de una persona. Todo lo que hago o dejo de hacer puede, en alguna
medida, afectar a otros. Por lo tanto, todo puede ser regulado o prohibido. Parece
que en esas estamos. Lo mismo cabe decir de la intromisión en las costumbres.
Como el Estado aspira a regularlo todo, no puede dejar fuera nada, ni siquiera lo
que el buen sentido encomienda al civismo o a la buena educación.
Hay cosas que no se pueden imponer mediante el Derecho, o que, si se intenta,
resulta contraproducente. Cedo la palabra a Amartya Sen, quien no es, creo, un
ultraliberal: «La importancia ética de la libertad de un tartamudo a no ser
menospreciado o ridiculizado en público puede ser muy importante y merecer
protección, pero no es probable que sea un buen tema para que la legislación
punitiva (con multas o encarcelamientos para los desaprensivos) suprima la
violación de la libertad de expresión de la persona afectada. La protección de ese
derecho humano tendría que procurarse de otra manera, por ejemplo a través de
la influencia de la educación y la discusión pública sobre la civilidad y la conducta
social». Dejemos de lado el detalle de que si se trata de un derecho humano,
entonces deberá intervenir el Derecho. Salvo en esto, Sen tiene razón.
La libertad, la civilización y la prosperidad se encuentran amenazadas entre
nosotros, aunque la mayoría, algo miope, solo repare en la tercera. Nadie sensato
comparará nuestra situación con la que impusieron los totalitarismos del siglo
pasado. Pero existe un totalitarismo, acaso más débil y benigno, pero no menos
totalitario, que oprime directamente las conciencias sin necesidad de violentar los
cuerpos.
En este sentido, no es que la libertad nos esté siendo arrebatada; más bien la
perdemos por desuso, por falta de afecto y apego a ella. Por eso, me parece
mucho más urgente reivindicar hoy la libertad que la igualdad, pues está mucho
más amenazada. En cualquier caso, no estamos ante un destino inexorable. De
nosotros depende que la democracia nos lleve hacia la libertad, la civilización y la
prosperidad, y no hacia la servidumbre, la barbarie y la miseria.
Ignacio Sánchez Cámara es Catedrático de Filosofía del Derecho
ABC
Índice
CINE
Algo para ver en TV
México culinario. Tradición y vanguardia
Viernes: 21:00 h. / Sábado: 01:30 h.
Casa Club: Sky: 224 | Megacable: 124 | Axtel TV: 226 | Totalplay: 274 |
Telecable:
336
|
MassTV:
420
El chef mexicano Alfredo Oropeza realiza un viaje gastronómico por distintos
Estados de México mostrando sus restaurantes, bares, lugares turísticos, sus
modas y costumbres. Muestra a México combinando lo tradicional y lo vanguardista
de cada lugar. Un programa dinámico con mucha información pensado en darle
consejos a quien quiera recorrer este país. Oropeza entrevista a los protagonistas
de la movida gastronómica y a los productores del mundo gourmet de cada lugar.
En algunos capítulos se recorrerán las Haciendas más conocidas de México.
Además, en cada capítulo, el chef realiza una receta con los productos encontrados
durante su recorrido.
Cocina de hacienda
Lunes: 14:00 h. / Martes: 07:30 h.; 20:30 h. / Miércoles: 13:00 h.; 22:00 h./
Jueves: 16:00 h. / Viernes: 11:00 h.; 17:00 h. / Sábado: 06:00 h.; 23:00 h.
El Gourmet: Star Network: 221 | Megacable: 123 | Axtel TV: 223 | Totalplay:
268 | Telecable: 313 | Cablemás: 246 | Sky: 223
Una típica hacienda mexicana es el escenario para el encuentro de dos amigos
apasionados por la cocina. Mikel y Poncho deleitarán al público no sólo con sus
platillos sino también con sus anécdotas y experiencias vividas dentro del mundo
culinario.
Dolphin Tale
Domingo 7: 12:30 h. / Jueves 11: 21:00 h.
Cinemax (W): Maxcom: 558 | MassTV: 642 | Sky: 417 | Megacable: 439 | Axtel
TV: 603 | Totalplay: 481 | Cablecom: 502 | Star Network: 407 | Telecable: 710 |
Cablemás: 718
Un delfín encontrado en la costa norteamericana atrapado en una trampa para
capturar cangrejos pierde su cola, elemento de vital importancia para nadar y
sobrevivir en el mar. Un grupo de especialistas lo traslada a un acuario con la
intención de implantarle una prótesis que le permita volver a vivir en su hábitat
natural. Mientras tanto, entre el delfín y un niño se establece un estrecho vínculo de
amistad.
NCIS: Los Angeles
Lunes: 05:00 h. ; 10:00 h.; 14:00 h.; 15:00 h.; 19:00 h.
Martes: 00:00 h.; 10:00 h.; 19:00 h; 22:00 h.
Miércoles: 00:00 h.; 03:00 h.; 10:00 h.; 14:00 h.; 19:00 h.
Jueves: 00:00 h.; 10:00 h.; 19:00 h.
Viernes: 00:00 h.; 10:00 h.; 19:00 h.
Sábado: 00:00 h.
Domingo: 16:00 h.; 17:00 h.
A&E: Maxcom: 208 | Sky: 212 | Megacable: 115 | Axtel TV: 214 | Totalplay: 259
| Cablecom: 410 | Star Network: 256 | Dish: 214 | Telecable: 264
A esta dinámica división policial ya la has visto atrapar a los más peligrosos
criminales, valiéndose astutamente de sorprendentes innovaciones tecnológicas,
increíbles transformaciones físicas y arriesgadas usurpaciones de identidad. Ahora,
irrumpen en la ciudad del glamour, la moda y el cine para desbaratar el reinado del
crimen organizado.
Law and Order: U.K.n
Lunes: 13:00 h. / Martes: 23:00 h. / Miércoles: 15:00 h. / Domingo: 15:00 h.
A&E: Maxcom: 208 | Sky: 212 | Cable Plus: 44 | Megacable: 115 | Axtel TV:
214 | Totalplay: 259 | Cablecom: 410 | Star Network: 256 | Dish: 214 |
Telecable: 264 | MassTV: 209
Derivada de la serie norteamericana original -con 19 exitosas temporadas y
ganadora del premio Emmy- llega del Reino Unido el drama policial más comentado
del año, que revela los intríngulis de la criminalidad británica y los puntos de
encuentro, a veces a favor, a veces en contra, entre el cuerpo de uniformados y los
representantes del poder judicial.
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Recomendaciones de Cine
Begin again
Director: John Carney
Clasificación: Jóvenes
Año: 2014
Intérpretes: Mark Ruffalo, Keira Knightley, Hailee Steinfeld, Catherine Keener,
Adam Levine, James Corden, Mos Def, Rob Morrow.
El productor discográfico Dan no atraviesa su mejor momento. Está separado de su
mujer Miriam, y desconectado de su hija adolescente, Violet. Además, su forma de
entender la industria musical no encaja con los nuevos tiempos. Su entrada en un
garito nocturno y unas copas de más, no impiden que quede subyugado por la voz
de la joven Greta, casi obligada por un amigo a cantar en el escenario. Sobre la
marcha le propone grabar un disco, aunque ella, en medio de una crisis amorosa,
se muestra escéptica.
Siete años después de la maravillosa Once, John Carney entrega una película que
discurre en la misma dirección, por su capacidad de conmover gracias a unos
personajes entrañables, bien descritos, a los conflictos a los que se enfrentan, y a
una inspirada partitura musical con temas de Gregg Alexander que proporcionan el
necesario mood.
Alguno podría pensar que desaparece el encanto de película pequeñita con caras
no familiares al espectador –la selección de actores como Keira Knightley y Hailee
Steinfeld es atinadísima–, pero lo cierto es que Carney se las arregla para conservar
cierto aire indie, y sobre todo, mantenerse fiel a las claves de Once. O sea, una
historia sólida –la estructura del film, con el arranque en un doble flash-back, es
ingeniosa–, con valores humanos y derroteros no trillados. Y de esa manera trata
cuestiones como las crisis familiares, la obsolescencia en la profesión y los rígidos
mecanismos ajenos al arte y al respeto al público que a veces imperan en la difusión
cultural. Asuntos que van imbricados en la trama con gran naturalidad, sin vender
moralina barata.
(Extraído de: http://www.aceprensa.com/articles/begin-again/)
Índice
Clásicos de biblioteca
El juicio de Nuremberg (Judgment at Nuremberg)
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: PEL 940.547 JUI 2012
Imp. / Ed.: México: Zima Entertaiment, 2012.
Descripción: 1 videodisco (186 min.): son., byn; 4 3/4 plg.
Detalles de sistema: DVD Región 1 y 4.
Sinopsis: La película, originalmente escrita para televisión, se centra en los
históricos juicios de Núremberg, realizada con la perspectiva que confieren 15 años
transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Desarrolla en tal crucial
momento la posición de determinadas personas, en especial jueces que aplicaban
la ley nazi durante el Tercer Reich de Alemania, subyaciendo el dilema histórico de
la posible responsabilidad del pueblo alemán con respecto al Holocausto. El juicio
que desarrolla la película está basado en el verídico «caso Katzenberger» en el cual
un hombre judío fue acusado de «relación impropia» con una mujer aria y
sentenciado a muerte en 1942.Dan Haywood, magistrado estadounidense jubilado,
llega en 1948 a la ciudad de Núremberg para encargarse de la difícil labor de juzgar,
una vez procesados los jerarcas nazis, a cuatro jueces por su complicidad en la
aplicación de las políticas de esterilización y pena de muerte del III Reich. Ante el
tribunal, defensa y acusación confrontarán sus posiciones sobre si los jueces nazis
eran conocedores o no del exterminio que estaba realizando el gobierno alemán
apoyándose en testigos que sufrieron esta injusta política. Mientras se juzga las
inconveniencias del bando vencido, va surgiendo la Guerra Fría entre los
vencedores (bando aliado), y la Alemania ocupada deberá reconstruir su país
(dividido en 4) y olvidar los vestigios de la guerra y el régimen anterior. La película
examina las cuestiones de la complicidad individual de los ciudadanos en los
crímenes cometidos por el Estado, además de un amplio recorrido moral y ético
sobre el valor de los derechos humanos. El guion no tuvo carácter propagandístico,
ya que aborda directamente hasta las cuestiones más complicadas. Por ejemplo, el
abogado de la defensa Hans Rolfe (Maximilian Schell) plantea argumentos tan
espinosos como el apoyo de la Corte Suprema de Estados Unidos a las prácticas
de la eutanasia o las palabras de elogio de Winston Churchill hacia Hitler. Una
escena notable es el testimonio de Rudolph Petersen (Clift), un panadero alemán
que, con facultades mentales deficientes, fue esterilizado por mandato de los nazis,
de acuerdo a las leyes sociales del III Reich.
Mansfield park
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: PEL 942.082 MAN 2000
Imp. / Ed.: Burbank, CA: Miramax Home Entertainment, 2000.
Descripción: 1 videodisco (ca. 112 min.): son., col.; 4 3/4 plg.
Detalles de sistema: DVD Región 1.
Sinopsis: A los diez años, Fanny se va a vivir a Mansfield Park con sus tíos ricos
aunque nunca es tratada como una más de la familia.
La historia narra el retrato de una heroína de fuerte carácter que se enfrenta a las
estrictas normas de su época para no comprometer sus ideales o sus propios
sentimientos.
Una extraordinaria comedia romántica basada en la novela de Jane Austin.
¿Quién es el Papa Francisco? Vida, carisma, mensajes, anécdotas.
Encuéntralo en Biblioteca con la clave: DOC 282.092 QUI 2013
Imp. / Ed.: México: Titanio Home Entertaiment, S.A. y bajo licencia
de Goya Producciones, Madrid, 2013.
Descripción: 1 disco óptico de computadora (45 min.) : son.,
digital, stereo ; 4 3/4 plg
Detalles de sistema: DVD Multiregión.
Sinopsis: ¿Quién es el Papa Francisco? ¿Cómo ha sido su vida? ¿Qué pistas nos
da para el futuro? Este video cuenta, con imágenes entrañables, toda su vida hasta
el inicio de su pontificado. Vemos aquí al entonces Cardenal Bergoglio haciendo
frente a las mafias del trabajo esclavo, arengando a los jóvenes, lavando los pies a
los pobres, circulando en metro por Buenos Aires... Estas y otrs anécdotas trasmiten
el excepcional carisma del Papa que está rompiendo todos los esquemas.
Contenido extra: Entrevista del Cardenal Bergoglio con la cadena EWTN.
Índice
CULTURA
¿A donde ir?
Ciclo de Jazz Carlos de la Torre
01 de Septiembre a 29 de Septiembre
Lunes 20:00 hrs
Lugar del evento:
Casa de la Cultura Jalisciense (Agustín Yañez
Constituyentes 21, Centro, Guadalajara )
Descripción:
Jazz Lab, Nu Jazz Funk, Cajetes Power Trío,
Willy Zavala y Nathalie Braux Project.
El arte de la serigrafía
20 de Agosto a 05 de Octubre
Martes a viernes de 10:00 a 18:00,sábados y
domingos de 10:00 a 16:00 hrs
Lugar del evento:
Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Av.
Alcalde 225)
Precio:
$20 pesos
Descripción:
El arte de la serigrafía lleva por título la
exposición con la que la Galería Ajolote Arte
Contemporáneo celebra un cuarto de siglo del
proyecto
Ediciones
Axólotl.
La muestra incluye serigrafías de 20 artistas:
Cesar Aréchiga, Javier Arévalo, Carmen
Bordes, Alex Dicer, Penélope Downes, Ernesto
Flores, José Fors, Miguel Ángel López, Jose
Luis López Galván, Natalia Ludevid, Juan
Carlos Macías, Gabriel Mariscal, Eduardo
Mejorada, Enrique Oroz, José Parra, josé
Carlos Pelayo, Joao Rodriguez, Patricia
Sánchez Saiffe, Luis Valsoto y Benito Zamora.
East West Jazz
29 de Septiembre
20:00 hrs
Lugar del evento:
Casa de la Cultura Jalisciense (Agustín Yañez
Constituyentes 21, Centro, Guadalajara )
Descripción:
El Nathalie Braux Jazz Project es el proyecto de
jazz de la clarinetista, saxofonista y
compositora francesa Nathalie Braux. El NBJP
presenta una propuesta de composiciones
originales de Nathalie Braux que reflejan su
trayectoria
musical
como
jazzista
e
improvisadora, interprete de música de Europa
del Este (especialista en la música klezmer) y
como compositora para el teatro y espectáculos
multidisciplinarios.
Paleoalgoritmo, Realidad Aumentada
02 de Junio a 21 de Diciembre
De 10:00 a 15:00 hrs
Lugar del evento:
Museo de Paleontología (Av. Dr. R. Michel No.
520)
Precio:
Ingreso al museo
Descripción:
Con el propósito de que los visitantes puedan
apreciar fotografías del rescate del gonfoterio
en el año 2000, así como información sobre
esta especie.
Índice
El arte del buen comer
Los mariscos
Moluscos
Los moluscos forman uno de los grandes filos del reino animal. Los moluscos son
animales invertebrados marinos que se clasifican en función de sus características
morfológicas. Son invertebrados de cuerpo blando, desnudo o protegido por una
concha. Los moluscos son los invertebrados más numerosos después de los
artrópodos, e incluyen formas tan conocidas como las almejas, ostras, calamares,
pulpos, babosas y una gran diversidad de caracoles, tanto marinos como terrestres.
Son animales de cuerpo blando divididos en cabeza, masa visceral y pie.
Bivalvos: Llamados moluscos bivalvos por las dos valvas o medias conchas que
tiene y protegen su cuerpo, estos pequeños animales filtrantes viven en aéreas
intermareales de todo el mundo (mejillón, vieira, ostra...).
- Almeja fina y chirla (Ruditapes decussata o Venerupis decussata y Venus gallina
o Chamelea gallina)
La almeja habita sobre todo en el litoral atlántico y en el canal de La Mancha.
Aunque en menos cantidad, también se encuentra en el Mediterráneo. Posee una
concha delgada de unos 3-5 centímetros de longitud, convexa en el centro y de
color entre gris claro y oscuro, con manchas pardas y estrías muy finas que forman
un dibujo que se aprecia a simple vista. En nuestro país la almeja más fina y cara
es la popular “almeja gallega”, que posee una concha de color gris claro y que se
localiza en las costas del noroeste. Otra especie, la almeja francesa, procedente de
Normandía, Bretaña y La Vendée, de color más oscuro y sabor más pronunciado.
La chirla o almeja del Mediterráneo (Venus gallina o Chamelea gallina) es pequeña
y muy sabrosa. Otras especies que se pueden adquirir en nuestro país son la almeja
japonesa (Ruditapes philippinarum o Venerupis philippinarum), la dorada (Tapes
aureus o Venerupis aureus) y la rubia o listada (Tapes rhomboideus o Venerupis
rhomboideus).
- Berberecho (Cerastoderma edulis)
Se trata de un molusco de pequeño tamaño, con 3-4 centímetros de longitud, que
se localiza en fondos arenosos. Posee dos conchas iguales con veintiséis surcos
muy marcados, que encierran una bolita de carne y un coral casi imperceptible. No
se pueden comercializar berberechos de menos de 3 centímetrtos de longitud. Se
los captura en mareas bajas y pueden adquirirse vivos o en conserva al natural.
Además de la especie común, se comercializan otras como el azul o verde (Cardium
glaucum o Cerastoderma glaucum), procedente del Atlántico y del mar
Mediterráneo, de menor tamaño que el común, el marolo o concha (Cardium
aculeatum o Acanthocardia aculeata), de carne dura y color pardo o rojizo,
localizado desde la zona sur de Noruega hasta las costas norteafricanas, así como
en el Mediterráneo, el corruco o langostillo o berberecho verrugoso (Cardium
tuberculatum o Acanthocardia tuberculata), procedente de la costa atlántica de
Europa y del Mediterráneo, de mayor tamaño que el resto, y el carneiro (Cardium
echinatum o Ancanthocardia echinatta), muy apreciado en Francia, procedente de
la zona litoral del Atlántico y del Mediterráneo.
- Coquina o tellina (Donax trunculus)
Existe una gran variedad de especies de coquinas, todas ellas pertenecientes al
género Donax. Se trata de moluscos bivalvos que presentan una concha muy frágil
y quebradiza. Su forma es triangular y alargada. Las valvas son lisas y de color
blanco, amarillento o tirando a pardo, uniformes o con vetas concéntricas y radios
de un tono violáceo. El interior es de tono blanco, violeta o anaranjado y su longitud
es de 2,5 a 5 centímetros como máximo. Se la localiza en fondos arenosos y se
alimenta de materia orgánica en suspensión. Procede sobre todo del Atlántico y del
mar Mediterráneo. Entre las variedades más destacables se encuentran la xarleta
(Donax vitattus), que se localiza en el Atlántico, Mediterráneo y bahías alemanas, el
chipi-chipi (Donax striatus) habita en las zonas del Caribe, la chirla del Caribe
(Donax denticulatus) procede de la costa de América del Sur y es de pequeño
tamaño, y la coquina mariposa (Donax variabilis) es la de menor tamaño y se
localiza en costas americanas.
- Mejillón (Mytilus edulis)
Es un pequeño marisco de concha alargada y estriada, de un tono azulado más o
menos oscuro. Se conoce también con el nombre de mojojón, mocejón, ligerón o
macillón. Se captura en su hábitat natural (mejillón de roca), o se obtiene de la
mitilicultura o cría, bien en bateas o llanos. La cría en bateas consiste en colocar
filas alineadas de estacas de madera. Este sistema es común en el Mediterráneo y
las Rías Bajas gallegas y da lugar a mejillones de pequeño tamaño pero muy
carnosos. España es un gran productor gracias a esta forma de cultivo. La cría en
llano se practica en el mar del Norte.
Se comercializa además el mejillón de labio verde procedente de Nueva Zelanda y
el mejillón denominado dátil de mar, más alargado y muy sabroso, de Portugal.
Otras especies destacables son el mejillón californiano (Mytilus californiensi), de las
costas del Pacífico hasta el sur de Alaska; el mejillón rubio o mediterráneo (Mytilus
galloprovincialis), del Mediterráneo y el Atlántico, que puede medir hasta 8
centímetros de largo; el mejillón barbudo (Modiolus barbatus), que presenta una
barba oscura que puede llegar a medir 6 centímetros y que se localiza en el
Mediterráneo y en el Atlántico; y el mejillón bastardo o gran mejillón (Modiolus
modiolus), co?n un gran tamaño pero de calidad inferior al resto.
- Navaja común (Ensis ensis)
Con el nombre de navaja o muergo se identifican diferentes especies pertenecientes
a los géneros Ensis y Solen. La navaja común es la más popular por su gran calidad
gastronómica. Su concha es alargada y muy frágil. Las valvas son estiradas, con
forma similar a la de una espada o navaja, y en su superficie presentan una serie
de estrías verticales y horizontales muy finas. Su aspecto es rectangular y su color
externo va del blanco al marrón claro, con bandas marrones o rojizas. Su longitud
es de entre 7 y 10 centímetros, con una talla máxima de 20 centímetros. Las navajas
se localizan en fondos arenosos de poca profundidad, enterradas bajo la arena. Se
las captura en el Mediterráneo y en el Atlántico, desde Marruecos hasta las costas
de Noruega. Entre las variedades existentes destacan el longueirón o mango de
cuchillo de California (Solen marginatus), que a pesar del nombre se encuentra en
el Mediterráneo, el Atlántico y el mar Negro; la navaja o longueirón europeo o navaja
atlántica (Ensis silicua), de gran tamaño y localizada en el Atlántico; la navaja rosa
(Solen rosaceus), procedente del Pacífico; la navaja americana (Ensis directus),
similar a la europea; la navaja mediana (Ensis arcuatu), de talla de hasta 17
centímetros, de las costas de Noruega y Portugal; y la navaja de mar o navajuela o
macha de Chile (Ensis macha) de hasta 20 centímetros de largo y 4 de grosor, de
las costas de Chile hasta la costa Atlántica de Argentina.
- Ostra común (Ostrea edulis)
En la denominación de ostra se incluyen más de cien especies de los géneros
Ostrea y Crassostrea, diferenciadas por la forma, el color y el tamaño. Las que
pertenecen al género Ostrea son las de mayor valor gastronómico y se las conoce
como ostras planas, mientras que las ostras cóncavas se vinculan al género
Crassostrea.
- Ostras planas: Ostra común o plana o europea (Ostrea edulis), ostra del
Mediterráneo o morruncho (Ostrea plicata) y la ostra Olimpia (Ostrea lurida, similar
a la común).
- Ostras cóncavas: Ostra portuguesa u ostión (Crasso-trea angulatta), ostra
americana o del este (Crassotrea virginica) y ostra japonesa o del Pacífico
(Crassotrea gigas), la especie más extendida del mundo.
A pesar del gran número de especies que existen, su consumo es privilegio de unos
pocos porque se trata de un artículo de lujo y gran calidad. En la actualidad, la mayor
parte de las ostras proceden de la ostricultura o cría controlada. Las ostras
presentan una forma variable, que tiende a ser redondeada. Sus valvas son muy
desiguales entre sí y de superficie rugosa, con estrías concéntricas producidas a lo
largo de su crecimiento y desarrollo. Su color externo es muy variable: gris, verde o
pardo, teñido de marrón o violeta. Aunque su longitud varía en función de la especie,
por lo general mide entre 6 y 10 centímetros. Vive en fondos arenosos y rocosos,
en zonas cercanas a costas y se alimenta mediante filtración de partículas en
suspensión, sobre todo de algas microscópicas. Se las compra siempre vivas y se
consumen por lo general en crudo, con o sin limón.
- Vieira (Pecten máximus)
La vieira es un gran marisco bivalvo que se localiza en los fondos costeros
arenosos. Es plana por un lado y convexa por el otro, con estrías en la superficie
externa y ranuras en el abanico. Puede medir de 10 a 15 centímetros. La vieira
gallega es la que goza de mayor aprecio. Se captura en las costas del noroeste
español. Se la puede recolectar en los meses de invierno y sólo los ejemplares de
talla superior a 11 centímetros. En su interior contiene un cilindro de carne blanca y
firme y un órgano reproductor con forma de media luna llamado coral, de color rosa
pálido a rojo. Se puede adquirir fresca de octubre a mayo, o bien congelada todo el
año. En algunos países se obliga a que se mencione en la etiqueta el nombre
científico para no confundirlas con las zamburiñas (Chlamys varia o Pecten varius).
La vieira de Francia y de Gran Bretaña es parecida a la gallega, que se distingue de
ambas por su color más intenso y porque la valva superior es totalmente plana.
Otras especies conocidas son: concha del peregrino (Pecten jacobeus), concha
atlántica de fondo (Placopecten magellanicus), la zamburiña o volondeira (Chlamys
varia o Pecten varius) y el ostrón del norte (Argopecten purpuratus) y volandeira
(Chlamys opercularis).
Moluscos univalvos o Gasterópodos: Los gasterópodos o univalvos constituyen
la clase más extensa del filo de los Moluscos. Se conocen como caracoles e
incluyen un amplio número de especies comestibles. Presentan área de la cabeza,
un pie musculoso ventral y una concha dorsal que puede reducirse o hasta perderse
en los gasterópodos más evolucionados; además, cuando son larvas, sufren el
fenómeno de torsión, que es el giro de la masa visceral sobre el pie y la cabeza.
Esto les permite esconder antes la cabeza en la concha, dándoles una clara ventaja
evolutiva. Los gasterópodos incluyen especies tan populares como caracoles y
babosas marinas y terrestres, las lapas, las orejas y liebres de mar, etc. Se pueden
encontrar en casi todo tipo de ambientes inclusive desiertos, pero mayoritariamente
en aguas saladas o dulces, aunque unos pocos han logrado colonizar el medio
terrestre, siendo el único grupo de moluscos con representantes en tierra firme. Con
el nombre de “orejas de mar” se conocen los caracoles marinos comestibles, del
género Haliotis, muy apreciados. Asimismo son cada vez más conocidos los
gasterópodos marinos del género Littorina, denominados bígaros.
- Género Patella, o Lapa o Cuco (Patella vulgata)
Se trata de un molusco marino que mide de 3 a 5 centímetros de diámetro. Posee
una gruesa concha cónica de color gris pálido en la parte exterior y amarillo
anaranjado en el interior. Abunda en las rocas del litoral atlántico y en el
Mediterráneo y se alimentan de algas. La lapa de la costa mediterránea presenta el
interior de la concha irisado. Estos moluscos se comercializan muy poco. Se
recogen en las rocas durante la marea baja y se consumen en crudo, con limón, o
bien guisadas en formas diversas.
- Género Littorina, o Bígaro o bigarro (Littorina littorea)
Pequeño molusco conocido también como “caracolillo” o caracol de mar, que mide
2-3 centímetros. Se recolecta en las costas atlánticas. Su concha es parda o negra,
con espiral regular y finamente estriada. Es el más conocido y popular de los
caracoles marinos. Se consume como aperitivo habitual en cualquier región
española. Una especie similar al bígaro es el burgaíllo. Este último tiene el
caparazón interior anacarado, es claro y el exterior termina en punta, a diferencia
del bígaro, con un interior negruzco? anacarado y que, además, no es puntiagudo.
- Género Murex, o Cañailla o Cañadilla (Murex brandaris)
Es un caracol de mar de concha casi esférica con espinas dispuestas en hileras
alrededor de la concha. Es marrón claro o amarillento y mide cerca de 8 centímetros.
Se localiza por todo el Mediterráneo y se comercializa fresco o cocido, en especial
en Cataluña y Andalucía.
- Busano o corneta (Phyllonotus trunculus)
Se conoce también como caracola o corneta. Su caparazón es muy duro y verdoso.
En general se consume cocido en agua con sal y es algo más basto que la cañailla.
Cefalópodos: Nombre común de ciertos moluscos marinos, por lo general
depredadores activos, la palabra cefalópodos significa “ pies en la cabeza “ y estos
animales reciben tal nombre porque sus tentáculos rodean la boca (pulpo, calamar,
sepia...). En los moluscos cefalópodos la concha se incluye en el interior del tejido,
el manto, y puede ser interna, como en el calamar, o faltar por completo, como es
el caso del pulpo. Los cefalópodos o moluscos blandos como pulpos, calamares o
sepias se presentan en el mercado por lo general frescos. Es importante conocer
una serie de características que ayudarán a identificar el grado de frescura de estos
alimentos durante la compra. Están frescos si su color varía entre el blanco
nacarado y el blanco rosado pálido y presentan un brillo característico. La carne
tendrá una consistencia firme y al tacto ha de estar húmeda y suave.
- Calamar o chipirón (Loligo vulgaris)
El calamar, también llamado jibión, es un molusco marino con cabeza provista de
tentáculos y que presenta una bolsa de tinta comestible de uso culinario. Los
ejemplares de pequeño tamaño, es decir, los más jóvenes, reciben el nombre de
chipirón. En su interior presentan una concha llamada pluma, de naturaleza córnea,
que proporciona al animal consistencia y que interviene en su movimiento. Cuando
está vivo, su cuerpo es casi transparente y puede presentar distintas tonalidades,
con frecuencia rosáceas, con un moteado pardusco en el dorso, y con la zona
ventral y los laterales lisos. Su longitud media es de 15 a 25 centímetros, si bien
puede medir hasta 30-40 centímetros. Esta especie se localiza por lo general en
aguas poco profundas, aunque también los hay que habitan a grandes
profundidades. Realiza migraciones de acercamiento a las costas. El calamar
común se distribuye por el Atlántico, desde las costas noruegas hasta las islas
Canarias, y en la costa occidental del Mediterráneo. Las capturas se llevan a cabo
durante todo el año. Además del calamar, se pueden adquirir en los mercados otras
especies como el calamar patagónico (Loligo patagonica), procedente del sur de
América y de menor tamaño y calidad gastronómica que el común; el calamar
gigante o veteado (Loligo forbesi), de mayor tamaño que el común, con un peso de
hasta 2 kilos, abundante en el mar del Norte y en el golfo de Vizcaya; el calamar
americano (Loligo pealei), la especie más común de América del Norte; y el rabón
(Loligo marmórea o Allotheuthis subulata), conocido como pito, camarín o camarín
picudo, localizado en el Atlántico.
- Pota (Todarodes sagittatus)
A las potas también se las llama calamares voladores o luras. Son unos cefalópodos
similares en apariencia al calamar, pero de menor calidad gastronómica. Su cuerpo
es alargado, presenta una concha interna o pluma y una bolsa de tinta de color
pardusco. Su coloración externa es clara, salpicada con pequeñas manchas de
color violáceo que se oscurecen cuando se saca al animal fuera del agua. Por lo
general, los ejemplares del Mediterráneo son de menor tamaño, de entre 20 y 25
centímetros de largo, que los del Atlántico, que pueden llegar a medir 75
centímetros. Otras especies conocidas de su misma familia son el volador (Illex
coindetti), de menor tamaño que la pota común), y la pota argentina (Illex
argentinus), de muy buena calidad.
- Pulpo (Octopus vulgaris)
Es un molusco que carece por completo de concha y que puede llegar medir hasta
80 centímetros de largo. Tiene en la cabeza? un pico córneo y 8 tentáculos del
mismo tamaño, provistos de 2 filas de ventosas. Se pesca en las proximidades de
la costa del Atlántico y del Mediterráneo. El pulpo común (Octopus vulgaris) es la
especie más abundante y la que goza de mayor aprecio. Tiene el cuerpo en forma
de saco y su coloración varía mucho; predominan los tonos grisáceos, amarillentos
y marrones rojizos. Al lado del hígado tiene una bolsa que contiene tinta para
despistar a sus enemigos en caso de peligro. Además del pulpo común, hay varias
especies comestibles que pertenecen a los géneros Octopus y Eledone: el pulpo
blanco o cabezudo (Eledone cirrosa) tiene una sola fila de ventosas y una cabeza
de gran tamaño y se comercializa en conserva; el pulpo almizclado (Eledone
moschata), muy similar al blanco, pero de olor azufrado y algo desagradable; y el
pulpo de pies largos (Octopus macropus), de largos tentáculos en relación con el
cuerpo, localizado en el Mediterráneo. Por lo general, el pulpo se comercializa
fresco congelado y en conserva. Su carne se ablanda al golpearla o al congelarla.
- Sepia o choco (Sepia officinalis)
La sepia común es un cefalópodo de unos 20 centímetros de largo que habita en
fondos costeros con presencia abundante de algas. Su cuerpo es oval, gris-beige,
con reflejos malvas. Es ligeramente aplanado y la cabeza está provista de 10
tentáculos irregulares, de los que 2 se distinguen por su largura. El cuerpo, casi
rodeado por completo de aletas, presenta en su interior una parte dura o concha de
naturaleza calcárea y en forma de quilla. Al igual que otros cefalópodos, cuenta con
una bolsa de tinta. Se localiza en el Atlántico y Mediterráneo, en especial cerca de
las islas Canarias. Otras especies comestibles que se pueden adquirir son: choquito
picudo o chopito o choquito (Sepia orbignyana), de menor tamaño que la común;
castaño (Sepia elegans), de coloración parda o castaña; rosia (Rossia
macrossoma), llamada también chopo o chopito o globito, de coloración sonrosada
con el dorso azulado; ?globito o sepiola (Sepiola rondeleti, procedente del
Mediterráneo) y sepiola de hondura (Sepiola atlántica), procedente del Atlántico,
sobre todo del canal de La Mancha.
Aplicación culinaria de los moluscos:
La mayoría de los mariscos se pueden cocinar de variadas formas: cocidos
(hervidos), fritos, a la plancha, guisados, etc. solos o con otros alimentos y se
pueden comer fríos o calientes. No obstante, la experiencia y las costumbres han
creado una "cultura del marisco" según la cual hay preparaciones especificas para
cada tipo de marisco y se considera una atrocidad prepararlos o comerlos de otra
manera. Por ejemplo, los percebes deben comerse hervidos y calientes. Aunque
esto depende en gran medida de las zonas geográficas.
Índice
Arte gráfico
Índice
Articulo Cultural
Origen y etimología de algunas palabras
AGNOSTICISMO. Thomas Henry Huxley, en el año 1869, al ingresar en la
"Sociedad Metafísica de Londres", fue preguntado si era ateo, creyente, idealista,
materialista, librepensador... Él no vio que encajase en ninguna de las definiciones
que le proponían y al poco tiempo creó el término "agnóstico" en contraposición a
la "gnosis" (conocimiento revelado acerca de la existencia) de los primeros
momentos del cristianismo. Como él no tenía ese conocimiento, esa gnósis, optó
por definirse agnóstico.
AMERICA. El nombre de este continente proviene del navegante italiano Americo
Vespucio, que acompañó a Cristóbal Colón.
ANDES. Los Andes es un nombre aymara castellanizado que quiere decir
"montaña que se ilumina". Deriva de los términos Qhantir Qullu Qullu utilizados por
el pueblo Qulläna para expresar lo que sucede en las altas montañas que, a la
salida del sol, son las primeras en iluminarse, y a la puesta del astro rey, las
últimas en recibir sus rayos. El español, no pudiendo pronunciar "Qhantir", apenas
había anotado "Anti" y luego, como se trataba de varias montañas pluralizó el
término a "Antis". Más tarde lo llevó a la fonética castellana Ande y su plural
Andes, término torcido y retorcido del Qhanti que hoy pervive sin tener ningún
significado en el idioma español. (BB)
BOICOT. Suspensión de relaciones económicas con la idea de inducir un cambio
de conducta. Charles Cunningham Boycott, administrador del conde de Erne, era
tan odiado por sus convecinos que llegaron a negarse a trabajar para él,
comprarle o venderle nada. (1de3)
BOLCHEVIQUE. Fue el nombre adoptado por una parte de los socialdemócratas
rusos ya que significa "mayoritario". (1de3)
BOTAFUMEIRO. En la catedral de Santiago de Compostela se puede contemplar
el botafumeiro. La traducción castellana de esta palabra gallega sería la de
"echahumos", y su origen se encuentra en la necesidad de purificar el ambiente
del santuario producido por el hacinamiento de peregrinos. Estos, después de
varios meses de caminata, llegaban sucios y malolientes a Santiago.
DIAS DE LA SEMANA. Se veían en el firmamento siete luceros que cambiaban de
constelación y que fueron bautizados como planetas por los griegos. Eran la Luna,
Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol. Por ellos, y en ese orden, se
nombran los días de la semana. (1de3)
FASCISMO. Movimiento político italiano fundado por Benito Mussolini. Lo
adoptaron del "fascio" o haz de varas, que conformaba la insignia de algunos
magistrados romanos. (1de3)
MASONERÍA. Proviene de "maçones" (albañiles en francés), que durante la Edad
Media tenían fama por el celo con que custodiaban los secretos de su profesión.
MECENAS. Mecenas fue patricio de la antigua Roma, enormemente rico, famoso
por proteger a artistas pobres que apuntaban un buen talento. De ahí proviene el
referirse a un "mecenas" como a un patrocinador.
OJALÁ. Proviene del árabe: Inshallá, que significa "Dios lo quiera".

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