PRESBITERIO

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PRESBITERIO
PRESBITERIO1
Hablando de personas, se llama «presbiterio» o «colegio presbiteral» al conjunto de los
presbíteros que han sido ordenados como colaboradores del obispo en la pastoral de la diócesis,
y que están unidos unos con otros por particulares vínculos de caridad apostólica, de ministerio y
de fraternidad (cf. LG 28, PO 8).
Como presbítero significa en griego «anciano», se trata de un «consejo de ancianos», personas
expertas y sensatas que asesoran. Ya en el AT Moisés, para gobernar al numeroso pueblo, se
hizo ayudar en su ministerio de setenta «ancianos» (Ex 18, 21). Los presbíteros expresan
explícitamente su carácter colegial -unión entre ellos y con el obispo para el bien de la diócesis- en
la Misa Crismal, en vísperas de la Pascua, o en otras concelebraciones presididas por el obispo,
sobre todo para las ordenaciones o la dedicación de una iglesia. En estas ocasiones es donde
más manifiesta aparece la imagen teológica y vivencial de la comunidad eclesial, bajo la
presidencia del obispo, rodeado de sus presbíteros (cf. SC 41).
Hablando de lugares, también se llama «presbiterio» al área en torno al altar, un poco elevada y
distinta de la «nave» en la que se sitúa la comunidad para la celebración. Es un espacio
particularmente digno y significativo, y por eso el Misal pide que «el presbiterio quede bien
diferenciado respecto a la nave de la iglesia, sea por su diversa elevación, sea por una estructura
y ornato peculiar», y pide que «sea de tal capacidad que puedan cómodamente desarrollarse en él
los ritos sagrados» (IGMR 258).
En el presbiterio tienen un puesto particularmente importante el altar, como mesa en la que Cristo
nos invita a su comida eucarística, el ambón, desde el que se nos proclama la Palabra de Dios, y
la sede, desde donde en la primera parte de la misa preside a la comunidad celebrante el que
hace las veces de Cristo.
1
José Aldazábal, Vocabulario Básico de Liturgia, biblioteca litúrgica 3, Barcelona 2002, pág. 319-320.