Tráfico de fauna: Un negocio casi tan lucrativo como el narco.
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Tráfico de fauna: Un negocio casi tan lucrativo como el narco.
Tráfico de fauna: Un negocio casi tan lucrativo como el narco. Cris Anaya Cada día desaparecen 100 especies en promedio, una cada 15 minutos, a diferencia de la extinción natural, la que está pasando ahora es masiva, provocada por el hombre y mil veces mayor, según datos de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Una cacatúa, una tarántula o una boa, sin duda llaman la atención. Tener alguno de estos “animalitos” en casa de mascota, quizá se convierta en un atractivo para los miembros de la familia y demás personas; pero ¿qué hay realmente detrás de todo esto? Extinción a la vista Que las especies se extingan realmente es parte de un proceso evolutivo, sin embargo, actualmente estas pérdidas van al por mayor, amenazando fuertemente a varias especies. Según datos de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cada día desaparecen 100 especies en promedio, una cada 15 minutos. A diferencia de la extinción natural, la que hoy sucede es masiva, provocada por el hombre y mil veces mayor. En muchas ocasiones se debe a las personas que se empeñan en tener uno de estos animales exóticos, quizás porque les parecen raros o bonitos y quieren una mascota fuera de lo común, muy lejos de lo que llega a ser un animal de compañía, ayudando en gran medida a la caza y amenaza de varias especies. “Es el movimiento ilícito para la venta de animales, principalmente extraídos del medio silvestre y utilizado para el aprovechamiento de su carne o piel”, explicó Rafael Sermeño, encargado de Vida Silvestre en SEMARNAT. “Se da en todas partes y a nivel mundial es una de las actividades ilícitas que más ganancias genera, después del narcotráfico; es una actividad que se lleva a cabo en muchos países y en donde México, al considerarse mega diverso, no podía dejarse a un lado”, agregó. En la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), vigilan constantemente las rutas de tráfico de fauna exótica, “las principales rutas de tráfico ilegal de vida silvestre van de los estados del sur y sureste hacia el centro, utilizando las vías terrestres de Veracruz principalmente; así la movilización de los ejemplares, productos y subproductos llegan principalmente a 3 destinos: Fronterizo del Noreste (hasta Tijuana y Mexicali), Noreste (Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Monterrey) y Centro (Puebla, Guadalajara y D.F.). Fauna Original Los animales que se consideran exóticos son un gran atractivo para las personas, aunque eso es lo que trae consecuencias negativas para éstos. “Los animales exóticos son los extranjeros, no nacionales. Se considera exótica una guacamaya azul dorada, porque no hay en Jalisco, la traen del sureste y de Centroamérica; los loros tamaulipecos o cabeza amarilla, borrego cimarrón, tigres, leones, jirafas, etc”, dijo Rafael Sermeño. Según los datos que tienen en SEMARNAT y el Zoológico Guadalajara, entre los animales más traficados en México se encuentran: Psitácidos (loros, guacamayas), diferentes especies de tarántulas, monos, tortuga marina, venado cola blanca y reptiles como cocodrilos, víboras y lagartijas; además de los felinos como el jaguar. El tráfico con la fauna ha contribuido considerablemente a que la lista de animales en peligro de extinción crezca, en especial con los loros y monos. La mayoría de las ocasiones, el tráfico de las especies es ilegal, por lo que realmente no se tienen cifras exactas, sin embargo, se sabe que sigue pasando en varios estados, sobre todo, en las costas, donde la población de fauna es más variada. A nivel nacional se puede ver cuáles son las especies que se encuentran amenazadas, la norma se llama 059 SEMARNAT 2001; se puede ubicar fácilmente por Internet y ahí se encuentran enlistados por tipo los animales en peligro de extinción. Necias intenciones Las razones por las cuales se trafican los animales pueden ser varias, principalmente el lucro, como en el tráfico de drogas, donde también se puede ganar mucho dinero. Aunque primordialmente el problema es gracias a la necedad e ignorancia de las personas, ya que para que el tráfico de fauna exista, es porque hay personas que lo piden. “También hay demanda de ciertos productos de la fauna silvestre y la gente no quiere hacer las cosas de acuerdo a la normatividad, entonces se van por otro camino; la misma gente provoca el tráfico ilegal: si quieren una guacamaya van al baratillo o a algún tianguis donde no tienen ninguna documentación, son extraídos del medio silvestre, pero a fuerzas quieren su guacamaya; entonces hace falta mucha educación ambiental, concientización de la gente, el nivel cultural es muy bajo en el país y eso implica que exista este tráfico ilegal”, explicó Sermeño. Lo que mucha gente no sabe, es que para que ese animalito que compró llegue a sus manos, ya sea sobre pedido o en el lugar de venta, normalmente se mata a la madre o a otros miembros de la familia que lo protegen. “Por cada loro que llega vivo a una casa, en todo el proceso han muerto entre cinco y diez loros más, debido a los terribles métodos de captura, las inhumanas condiciones de transporte y almacenamiento, la alimentación inadecuada y el gran stress al que son sometidos”, reportan en la SEMARNAT. Tampoco se toma en cuenta las condiciones en las que estará el animal, las necesidades que tiene de alimento, esparcimiento y demás; por lo que no es raro que mueran a temprana edad. En caso contrario, los animales también pueden pasar enfermedades a las personas. Algunos grupos de personas realmente quieren sólo una parte del animal, pero lógicamente se tiene que matar al espécimen para “quitarle” esa parte. “Ha contribuido en gran medida a la demanda popular de flora y fauna silvestre o sus productos la existencia de falsas creencias y mitos acerca de las propiedades mágicas y medicinales de algunas plantas y animales silvestres, creando así una mayor presión en sus poblaciones”, aclaró Sermeño. Tiendas de Mascotas Recientemente se pueden ver animales exóticos en una cadena famosa de tiendas de mascotas, incluso convivir con algunos de ellos por cierta cantidad; en éstas y otras tiendas se debe conseguir primeramente el permiso para vender ciertas especies (sobre todo si están amenazadas) y tener todos los papeles en orden, por ejemplo, si una persona compra una guacamaya azul-dorada, deben darle los papeles con el permiso, garantía y el ave trae consigo un chip con el número de especie y demás datos. “Aquí en el estado de Jalisco tenemos registradas alrededor de 35 comercializadoras; se les exige que entreguen un reporte de las ventas: qué animal fue, copia de la factura o nota en caso de ser exportación: el permiso aduanal) y el nombre de la UMA donde lo mandaron comprar”. En este tipo de tiendas es valido vender especies amenazadas, siempre y cuando sean producto de una reproducción en cautiverio para su venta; si no es de esta manera, no se permite venderlas, como en el caso de cualquier especie de monos, que tardará un tiempo en que se permita venderlos de nuevo. UMAs Las Unidades de manejo para la conservación y aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, son predios y criaderos donde se lleva a cabo el manejo de conservación de la fauna silvestre (también hay de flora). Existen dos tipos o modalidades: Manejo intensivo. Es promovida la reproducción en cautiverio de las especies, manejado por expertos zootécnicos; tienen como objetivos el investigar, conservar, exhibir y comercializar; todo bajo estricta vigilancia. Manejo extensivo en vida libre. Las especies se desarrollan en un medio natural, se encuentran libres en el predio y viven muy similarmente a lo que sería estar en total libertad; sólo en ciertas ocasiones como en invierno, se les proporciona cierta ayuda, como la comida. En contra del tráfico La PROFEPA es la encargada de los operativos para detener este comercio ilegal: en el año 2006 realizó 1, 556 inspecciones, 498 acciones de vigilancia y ocho operativos especiales, asegurando 15, 783 especimenes de vida silvestre; además de la vigilancia de 41 áreas naturales protegidas con ecosistemas costeros y marinos, así como 144 campamentos tortugueros y granjas camaronícolas. Lamentablemente no se ha podido erradicar en su totalidad, es muy difícil terminar con las personas que viven del tráfico de fauna; “por ejemplo, en San Luis Potosí, en la carretera a Matehuala, es muy famosa esa zona porque se da el tráfico ilegal de águilas reales, felinos, aves y demás y a medio kilómetro está una base militar del ejercito; eso es muy conocido, tiene años y no los han podido quitar, son ya problemas muy serios y como la gente sigue comprando, ellos no se quitan”, dijo Sermeño. En cuanto al castigo que se aplica a los traficantes “Viene en la Ley General de Vida Silvestre, son desde 5,000 hasta 50,000 pesos, resarcir el daño, hacer labores de conservación y demás, hasta lo del código penal (por transportar fauna), pueden ser multas fuertes, algunos ya no alcanzan multa y se van a prisión”. La ignorancia mata Si algo debe entender la gente es que, si siguen pidiendo y comprando fauna exótica (igual que drogas, piratería y demás), se seguirá vendiendo; en este tema, se seguirán cazando, matando y afectando a las diferentes especies, lo cual hará que en un cierto tiempo, el medio ambiente se vea afectado también. Como comentó Pablo Martínez Negrete, director técnico del Zoológico Guadalajara, “Aquí lo importante es entender que no se puede proteger una especie aisladamente, si no que hay que proteger todo el ecosistema para garantizar la supervivencia de las especies, ya que cada especie, sea de flora o fauna, es muy importante sin importar tamaño o belleza. Lo complicado es encontrar los mecanismos adecuados para que exista desarrollo y lograr que cohabiten el hombre y la naturaleza”. Se necesita cultivar una cultura de conservación, desde los niños, que se sensibilicen ante todo lo que está sucediendo, que sepan que la terquedad de algunas personas, les está costando a todas las demás, sólo por tener una mascota diferente en casa.