militar y después de un plazo más o menos largo pasan a la
Transcripción
militar y después de un plazo más o menos largo pasan a la
militar y después de un plazo más o menos largo pasan a la industria civil. (Entendiendo por civil de utilidad social). Si bien mientras en el pian militar no hay ningún motivo válido para detener la busca de nuevas armas —el terror a que el enemigo nos supere impone una constante escalada— en la industria civil la constante aceleración de las innovaciones técnicas produce un acortamiento del periodo de renovación del capital fijo. Con ello los ritmos cíclicos de expansión se acortan y la crisis no se produce cada 7 6 10 años sino que tenemos recesiones cada 4 ó 5 años. Por la mutación que ha sufrido la sociedad americana —máximo exponente de este proceso— intuimos los caminos —desde luego ya iniciados— por los que andarán las sociedades europeas capitalistas. En los Estados Unidos la gran mutación científica y técnica está en vías de convertir la inteligencia organizada (científicos, ingenieros, técnicos, mandos medios) en la fuerza productiva principal. E! tipo de mano de obra exigido por el sistema ha cambiado de estructura. Las necesidades de la nueva estructura, a la vez que aumentan el número de los técnicos y científicos directamente relacionados con el proceso productivo, aumenta —incluso crea— en número proporcionalmente superior los cargos administrativos. La demanda de administradores, coordinadores, planificadores, directores y de técnicos especialistas en la programación, en el funcionamiento de las computadoras, está en constante aumento mientras ía demanda de personal no calificado, hombres sólo aptos para el trabajo ffsico, permanece estacionaria en la tasa do crecimiento relativo, e incluso disminuye lentamente en aquellos sectores en que la máquina lo reemplaza sin dificultad. Por ejemplo: —la sociedad Corming Glas produce el 9 0 % de las bombillas eléctricas vendidas en los EE.UU. con un efectivo de catorce operarios. —la American Sylvania fabrica, con una veintena de operarios, 25.000 tubos de televisión al mes. —una empresa de Chicago posee una cadena, controtada por un solo operario, que mata, despluma, vacía y embala 12.000 pollos por hora. —en ía General Electric Company, una calculadora establece las nóminas de 10.000 personas, asi como los inventarios diarios, la contabilidad de los pedidos y el cálculo de los precios de coste. —el Bank of América ensaya actualmente un cerebro electrónico que efectúa todas las operaciones necesarias para la gestión de 32.000 cuentas corrientes. Dentro de unos años cuentan efectuar todas las operaciones con apenas la quinta parte de la plantilla actual. —una fábrica de Leningrado (URSS) fabrica 3.500 pistones por día con sólo diez operarios. —la gigantesca central hidroeléctrica de Dniéper (URSS), que ocupaba a 300 personas en el momento de su inauguración en 1941, necesita sólo seis personas actualmente para su funcionamiento. —las mayores centrales térmicas soviéticas ocupan actualmente sólo unas treinta personas, contra 350 ó 400 anteriormente. Todas las nuevas aplicaciones prácticas de los descubrimientos científico-técnicos, en especial los derivados de la cibernética, como la automatización, han creado una creciente propensión a adoptar juicios negativos sobre su función social. En Italia una comunidad investigada, se hallaba convencida, en un 71 % de los encuestados, que el progreso tecnológico aumentarla el paro. Han surgido una especie de nuevos moralistas, incfuso entre profesionales de la técnica, que creen ver resucitar en términos mucho más crudos el antiguo antagonismo entre el hombre y la máquina, mientras que la realidad nos muestra que el número de puestos de trabajo creados es particularmente numeroso para el personal calificado técnico. En los Estados Unidos a pesar del aumento de la población —unos 8 millones por año— el número de empleados para personal calificado parece que debe aumentar hasta 1975. En un futuro inmediato la automatización y el desarrollo tecnológico tienen como consecuencia el desplazar el trabajo más que suprimirlo. En Norteamérica de 1951 a 1964 la fuerza de trabajo subió alrededor de 10 millones de trabajadores, de 60,0 millones a 70,6 y es significativo que casi la totalidad de los trabajos nuevamente creados sea de los que denominaríamos de persona! administrativo, de estudio o de técnico medio o superior. De 1947, fin de la segunda Guerra Mundial, a 1965 el número de especialistas técnicos, cuadros (mandos intermedios), empleados de oficina, vendedores, ha aumentado en casi 10 millones, mientras, y en el mismo período de tiempo, el número de los obreros manuales ha disminuido en cuatro millones. En 1965 el número de los que llamamos 76