Cómo atender y apoyar Discapacidad intelectual y del desarrollo
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Cómo atender y apoyar Discapacidad intelectual y del desarrollo
y del desarrollo Pistas que pueden ayudarnos a identificar una discapacidad intelectual: FEAPS Madrid dispone de un Servicio de Información y Orientación y de programas específicos para la atención de las personas con discapacidad intelectual. Cómo atender y apoyar a personas con discapacidad intelectual FEAPS Madrid Avda. Ciudad de Barcelona, 108 Esc. 2– Bajo D Tlf.: 91 501 83 35 www.feapsmadrid.org www.facebook.com/feapsmadrid @FEAPSMadrid Si sospechas que estás ante una persona con discapacidad intelectual: Localiza a una persona de su confianza para que le acompañe en el procedimiento. Deja constancia de esa sospecha, o su confirmación si la hubiera, en tu informe. La población con discapacidad intelectual en la Comunidad de Madrid supera las 27.000 personas y, como el resto de la población, en muchos casos requieren de la atención y el apoyo de la Policía. Discapacidad intelectual La discapacidad intelectual es una discapacidad que se caracteriza porque la persona tiene limitaciones en su capacidad intelectual. Las personas con discapacidad intelectual son ciudadanos como los demás, con sus derechos y obligaciones. Lo único que diferencia a estos ciudadanos respecto a los demás es que tienen dificultades para actuar en situaciones cotidianas: manejarse con el dinero, desplazarse en transporte público, comprender mensajes complejos o los juegos de palabras, realizar dos tareas al mismo tiempo… Estas dificultades pueden ser todavía mayores cuando el entorno no está adaptado para que la persona pueda realizar su vida cotidiana. Con los apoyos necesarios, pueden solventar esas dificultades. A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más aprender, comprender y comunicarse. Este es uno de los motivos por los que es importante saber cuándo una persona tiene discapacidad intelectual, para que podamos adaptarnos a su estilo comunicativo. En la mayoría de los casos, la discapacidad intelectual no se identifica por la apariencia física. Tampoco tiene que confundirse con la enfermedad mental. Por ello es necesario contar con el apoyo de profesionales para que puedan realizar la valoración oportuna. No obstante, existen algunas claves que pueden servir de apoyo u orientación a los agentes de seguridad y a otro tipo de colectivos que, en el desempeño de su trabajo cotidiano, pudieran hallarse ante una persona con discapacidad intelectual. La persona con discapacidad intelectual Claves para establecer una buena comunicación Una buena comunicación empieza por tener en cuenta las necesidades del otro y ponerse en su lugar. Buscar la presencia de una tercera persona que pueda apoyar a la persona con discapacidad intelectual (familiar, abogado, profesional especializado, persona de apoyo,…). Habrá que tomarse más tiempo para conocer a la persona y generar un clima seguro y confortable para ella. Utilizar frases sencillas, concretas y cortas. Expresar una única idea en cada frase. Hablar despacio. Si es un adulto, debe ser tratado como tal. No utilizar conceptos abstractos o técnicos. Escuchar lo que la persona tiene que decir. Dar el tiempo suficiente para que se exprese. No interrumpir ni terminar las frases que dice para evitar dirigir su discurso. Tener en cuenta que los periodos de atención de la persona serán más cortos y que necesitará descansos de forma regular. MEJOR NO Se debe pedir a la persona que repita con sus propias palabras lo que se le ha dicho/explicado para asegurarse que nos ha entendido. Intentar que la persona no tenga que repetir las cosas muchas veces. Dar a la persona la posibilidad de decir “no lo entiendo…”, diciendo, por ejemplo: “Necesito saber si me he explicado bien”, “Puedo volver a explicártelo de otra forma…”. Utilizar imágenes, pictogramas, fotografía, dibujos,…que apoyen la comunicación. Reforzar importantes. los ¿Cuál es tu domicilio? como víctima Múltiples estudios indican que las personas con discapacidad intelectual, sufren más abusos que las personas sin discapacidad. Son más vulnerables tanto en el entorno social como en el familiar. MEJOR ASÍ ¿Dónde vives? Es conveniente: Describe lo ocurrido ¿Te han obligado a denunciar? Cuéntame lo que te pasó ¿Vienes porque tú quieres? mensajes Comprobar que la persona no responde aquello que el entrevistador espera oír. Una buena manera es hacer la misma pregunta de formas distintas. No utilizar lenguaje irónico o sarcástico. Suelen quedarse con el sentido literal de lo que se les dice. Utilizar expresiones sencillas que eviten la confusión de términos. ¿Alguien te ha inducido a cometer ... ¿Cuales fueron los motivos de la agresión? ¿Alguien te ha dicho que robes ese bolso? ¿Por qué te pego...? ¿Por qué le pegaste? Identificar si la víctima tiene algún vínculo afectivo con el agresor. Dedicar tiempo y escuchar. Si la persona denuncia es que algo ha pasado. Presentarse como una persona preocupada, dispuesta a ayudar y brindar apoyo. Animar a hablar pero sin presionar. Es bueno utilizar preguntas facilitadoras, que la ayuden a pensar, escuchar con atención, intentar comprender no sólo lo que dice sino también lo que siente. Apoyar sin emitir juicios y sin poner en duda su interpretación de los hechos. Dar el tiempo que necesite y aceptar su ritmo. Si la persona es víctima de violencia de género son especialmente vulnerables. En estos casos además habrá de tenerse en cuenta que: Puede que no sea consciente de que la situación vivida se trate de un abuso y no es objeto de denuncia. Frecuentemente tienen miedo a no ser creídas. Suelen tener poca información sobre la violencia de género. En ocasiones se creen culpables. En muchos casos los agresores son las personas más cercanas: parejas, amigos, familiares, educadores, cuidadores. Se sentirán más seguras si son atendidas por una mujer. La persona con discapacidad intelectual como presunta agresora Algunas personas con discapacidad intelectual son especialmente vulnerables y susceptibles de ser manipuladas e inducidas al delito. A menudo no entienden la trascendencia de sus acciones. Por eso existe un mayor riesgo de delinquir. Es muy importante que ante la sospecha de una discapacidad intelectual, se ponga en conocimiento de los agentes sociales para conocer cuál es la situación de la persona. Cuando el agresor es una persona con discapacidad intelectual es conveniente: Dedicar tiempo a saber si la persona tiene discapacidad. Muchas veces la persona prefiere que no se descubra. Asegurarse de que la persona entiende lo que ha pasado. Puede que no entienda el alcance de sus actos a pesar de decir que sí lo entiende. Comprobar que comprende cuáles son sus derechos. Tener en cuenta que puede sentirse abrumada en presencia de la policía y esto condicione su comportamiento. Indagar sobre la culpabilidad. Puede mostrar confusión acerca de quién es el responsable del delito cometido. A veces puede confesarse culpable aun habiendo indicios de su inocencia. Una vez detenidas y frente a cualquier intervención policial las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona, establecidos en los artículos 118 y 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en el artículo 12 de la Convención de la ONU de Derechos de las Personas con Discapacidad.