el castillo de la mola.
Transcripción
el castillo de la mola.
EL CASTILLO DE LA MOLA. Jaime Palacios Rodríguez Historia y gestión del patrimonio artístico 3º A 1. INTRODUCCIÓN AL CASTILLO DE LA MOLA…………………...……………..pág. 2 2. HISTORIA DE LA MOLA………………………………………………………….págs. 3-5 3. ORÍGEN Y EVOUCIÓN DEL CASTILLO DE LA MOLA……………………...págs. 6-7 4. RESTAURACIONES EN EL CASTILLO DE LA MOLA……………………...págs. 8-10 5. ARQUEOLOGÍA DEL CASTILLO DE LA MOLA…………………..……….págs. 11-12 6. CONCLUSIÓN………………………………………………………………...……….pág.13 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………….…………pág.14 ANEXO………………………………………………………………………………págs.15-25 1 1. INTRODUCCIÓN AL CASTILLO DE LA MOLA. El castillo se encuentra situado a 4 kilómetros al Norte de la ciudad de Novelda y está colocado sobre la meseta de La Mola, la cual, da nombre a la fortaleza, objeto de estudio de este trabajo. Su emplazamiento sirve como estrategia militar ya que, por una de las laderas está protegido por la cortina de la meseta, y por la otra, se encuentra el cauce del río Vinalopó, el cual, ya desde la antigüedad se convirtió en una vía de comunicación, factor que traerá consigo asentamientos a su alrededor desde época prehistórica, ya que el río era un paso obligado si se quería ir desde las comarcas interiores hacia el Mediterráneo o viceversa. Lo que se conseguía también al colocar la fortaleza en una zona elevada, era crear una línea de control que dominaba los castillos de Petrer, Monforte y el Castillo del Río (Aspe). La construcción primitiva que hallamos en el lugar, tiene su origen a mediados del siglo XII, con modificaciones posteriores a lo largo de su historia -las cuales iremos matizando a lo largo del trabajo-, que serán un reflejo artístico de la vida social de distintas civilizaciones y culturas, y es por todo ello, que el Castillo de la Mola se considere una reliquia arquitectónica. El castillo «ha presenciando el paso de generaciones prehistóricas, […] ha sido mansión de romanos y visigodos, de agarenos y moros que se disputaban su dominio; ha tomado parte en las guerras de la Reconquista, siendo testigo y actor en cruentas batallas; ha pertenecido a la Corona de Castilla y a la de Aragón, […] ha formado parte del señorío de reinas y príncipes, y ha sido concedido en galardón a insignes guerreros; ha constituido la Baronía de nobles y de grandes de España, que lo ilustraron con sus limpios blasones; recogió en sus mazmorras los gemidos y las lágrimas de pobres cautivos, […] y, por último, hasta tiene sus leyendas que le envuelven con los cendales del misterio»1. Así mismo, cabe destacar que el castillo fue declarado en 1931 Bien de Interés Cultural, incluyéndose en la categoría de Monumento Histórico-Artístico, por un Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, publicado en la Gaceta de Madrid, número 155, el día 4 de junio.2 1 ABAD NAVARRO, Elías. El Castillo de la Mola de la Ciudad de Novelda. Murcia: Tip. San Francisco, 1928, págs. 10-13. 2 ALDEGUER JOVER, Francisco. De Novelda, hechos y personajes. Novelda: Edicions Locals, 1997, pág. 153. 2 2. HISTORIA DE LA MOLA. La ocupación del Valle del Medio Vinalopó desde época prehistórica es algo que ha sido constatado por hallazgos arqueológicos pertenecientes al período Eneolítico y a la Edad del Bronce, así pues, se han encontrado en la Mola diez esqueletos enterrados con utensilios, tales como hachas de piedra pulida, raspadores o cuchillos. Posteriormente, se tiene prueba de que los romanos también se establecieron en la Mola, debido a un hallazgo realizado en 1603 donde se encontraron dos lápidas de sepulcros, con unas inscripciones romanas. Este hecho, que lleva a pensar en un asentamiento romano en la meseta, plantea la hipótesis de una posible fortificación romana, de la cual no se conserva nada a día de hoy. En el año 711, se produce la llegada de los musulmanes a la zona de Novelda, lo cual, no supuso un problema para los cristianos que allí vivían, puesto que se sabe que en el año 713, Teodomiro de Orihuela y Abdelazi ben Muza, firmaron un pacto en el cual los musulmanes les permitían seguir ocupando el lugar a cambio de un tributo anual de productos agrarios –miel, aceite, trigo- y dinero. En el año 780, el Califa de Córdoba Abderramán I, derogará el pacto del año 713 y serán desterradas las familias cristianas, aumentando la población musulmana. Será a partir del siglo XI con la caída del Califato de Córdoba cuando los grupos islámicos empezarán a ocupar la meseta y no será hasta el siglo XII con la llegada desde el norte de África de los Almohades cuando se construya el Castillo de la Mola, que contaría con un albacar, el recinto fortificado y la torre cuadrada (fig.1). A mediados del siglo XIII, el territorio será conquistado por el rey Alfonso X el Sabio, obligando a la población islámica que se encontraba asentada en el recinto de la Mola a abandonar la fortaleza y trasladarse a Novelda, que por aquel entonces era una alquería3. Tras esto, el castillo quedará totalmente deshabitado y se decidirá donarlo al obispo de Cuenca, Gonzalo Ibáñez Palmoque, que se lo venderá posteriormente a su hermano García Ibáñez, siendo finalmente recuperado por Alfonso X, que se lo entregará a su hermano el infante Don Manuel, adelantado del reino de Murcia, convirtiéndose en el primer señor de la Mola y de Novelda. Tras la muerte de Don Manuel, la fortaleza pasará a manos de su hija Doña Violante Manuel.4 3 Algo que debemos destacar es que será en época de Alfonso X el Sabio y concretamente en el año 1252, cuando se nombre por primera vez en un documento el Castillo de la Mola. 4 Doña Violante era hermana del infante D. Juan Manuel, príncipe y literato con obras como el Conde Lucanor. 3 Tras el Pacto de Elche en 13055, Novelda se sumará a la Corona de Aragón bajo el reino de Jaime II, por lo tanto, el castillo pasará a vincularse al Patrimonio Real. El rey, decidirá dar el señorío de la Mola y Novelda a su esposa Dª Blanca d’Anjou y convertir a Pedro de Montagut en alcaide de la fortaleza. A partir de fuentes escritas, sabemos que fue en este momento, cuando la reina Dª Blanca, da órdenes al baile de Elda para que este ceda sus rentas en las reparaciones del castillo de la Mola y en la construcción de una segunda torre, la torre triangular, que se sumaría a la cuadrada de época almohade: «ordena la reina al baile de Elda y de Novelda que se inviertan en el Castillo de Elda y en el Castillo de la Mola de Novelda que estaban necesitados de gran reparación dos mil sueldos reales de Valencia, de los réditos y otros derechos de dichos lugares según pareciese al alcaide Pedro de Montagut […] para la mejora y utilidad del mismo castillo, mandando a su tesorero Ramón de Galceran la cuenta justificativa de las obras, que les admitiesen y recibiesen dicha cantidad.»6 Siguiendo en la historia de la Mola, cabe mencionar que en el siglo XIV, el castillo tendrá un papel fundamental, ya que, en este momento, debido a inestabilidades políticas y económicas entre castellanos y aragoneses, estalla la guerra de los Dos Pedros7, usándose el castillo para poder controlar el territorio. Gracias a restos arqueológicos como flechas, o proyectiles de piedra, intuimos que el papel de la fortaleza en esta guerra fue muy activo, tanto, que estuvo a punto de desaparecer debido a un incendio. Sabiendo todo esto, no sería descabellado pensar que el castillo se consideraba el principal del Valle del Medio Vinalopó. De este momento, tenemos además una carta que revela un episodio que debió ocurrir en la fortaleza: «… por esta razón, señor, certificamos a vuestra real majestad que aquellos fueron presos por hombres vasallos del rey don Pedro de Castilla queriendo entrar en el Castillo de la Mola, en la guerra que tenía con vos el dicho rey de Castilla teniendo aquel D. Jaime de Lliminiana por el señor infante don Fernando vuestro hermano a quien Dios perdone les fueron cortadas las manos por oficiales de dicho rey…»8 Tras la victoria de Pedro IV de Aragón y una vez conseguida la paz, el Castillo de la Mola es cedido al caballero británico Bertrand du Guesclin y posteriormente también pasará por 5 Fue un acuerdo entre los reyes Fernando VI de Castilla y Jaime II de Aragón en la ciudad de Elche, en el cual se repartían el reino de Murcia entre las coronas de Aragón y Castilla. 6 ABAD NAVARRO, Elías, 1928 (nota 1), pág. 87. 7 Guerra castellano-aragonesa de 1356-1359 en la que se enfrentaron Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, obteniendo la victoria el segundo. 8 ABAD NAVARRO, Elías, 1928 (nota 1), pág. 115. 4 manos de Mateo de Gournay y Hugo de Calviley. Finalmente, en el año 1378, la Mola volverá al Patrimonio Real al ser comprada por Dª Sibila de Forciá, esposa de Pedro IV. Nueve años después, con la muerte del rey, el infante D. Juan obligó a Dª Sibila a renunciar al valle y al castillo, pasando estos a la esposa de D. Juan, Dª Violante de Bar, que venderá el Castillo de la Mola y el valle de Novelda a Don Pedro Maza de Lizana en 1392 por la cantidad de 12.000 florines, concediéndole un dominio pleno para él y sus descendientes. De esta forma, se constituirá en el año 1449 la Baronía de Novelda por el rey Alfonso V el Magnánimo. En estos momentos, Don Pedro Maza, convierte la fortaleza en un auténtico castillo feudal, formado por el Alcaide y cristianos viejos. Mientras, los campesinos vivían en el interior de la muralla del antiguo albacar islámico y se encargaban de cultivar la tierra, además de llevar a cabo actividades pecuarias, sin olvidar también a los que trabajaban como artesanos: ebanistas, sastres, etc. (fig.2). Por otro lado, la población del valle de Novelda estaba compuesta por mudéjares con su mezquita, su lengua y costumbres, que se dedicaban a trabajar las tierras del señor. En época de los Reyes Católicos, debido al ataque de los Berberiscos por las costas, se creará un Ejército Nacional, perdiendo los castillos fronterizos parte de su función al centrar la política defensiva en las costas. Por este motivo se producirá el gradual abandono del castillo de la Mola a partir de la segunda mitad del siglo XVI, todo y que la familia Maza de Lizana mantendrá la Baronía de Novelda hasta el año 1701, cuando esta pasará a vincularse por resistencia pública a Don José Caro, primer Marqués de la Romana, hasta la abolición final del señoríos decretado por las Cortes de Cádiz en el siglo XIX. 5 3. ORÍGEN Y EVOUCIÓN DEL CASTILLO DE LA MOLA. Como hemos mencionado en el apartado anterior, el primitivo Castillo de la Mola tiene su origen en el siglo XII con la llegada de los Almohades. A su vez, también hemos indicado que será a partir del siglo XI con la caída del Califato de Córdoba cuando la población islámica de la zona de Novelda, empezará a ocupar la parte de la meseta. Estamos hablando de un siglo de diferencia entre la caída y la construcción primitiva, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿por qué eligen los grupos islámicos esta meseta como lugar de asentamiento si no existía aún el castillo? Pues bien, esto se respondería a partir de la hipótesis –ya mencionada anteriormentede una posible fortificación de época romana, la cual aún estaría en pie por esta época. A su vez, esta hipótesis, se hace más certera al conocer la decisión de los grupos islámicos de ocupar el lugar, siendo con la llegada de los Almohades, los que pondrán fin a esta fortificación. Así pues, estos últimos se encargarán en el siglo XII de edificar un nuevo recinto que será poligonal (fig.3) y macizo, de gran altura y solidez, con ocho cubos cuadrangulares a modo de salientes con la función de reforzar la estructura. Los muros del recinto se cree que serían de diez metros de alto al conservarse el paso de ronda a unos nueve metros; por otro lado, estos miden más de dos metros de amplitud, y se realizaron mediante la técnica del tapial sobre una base de mampostería. En el interior del recinto, en la parte norte, se coloca la entrada principal del Castillo (fig.4) y junto a esta, los Almohades deciden edificar en el mismo siglo una torre cuadrangular exenta de 12 metros de lado, con una altura igual a la de los lados, con muros de 3’5 metros de ancho, realizados en tapial sobre un base de mampostería, al igual que la muralla9, y estaría decorada con un dibujo con motivo de sillería, dejando a la vista los mechinales. Esta torre estaría formada por tres plantas10 –conservando solo dos-, iluminada por el uso de aspilleras, con una función de torre vigía y a su vez de refugio para la población en un momento de peligro, cosa que ha quedado demostrada al descubrir un aljibe en la primera planta (fig. 5). El arco de la entrada, se modificó posteriormente y está realizado con sillería, formando un arco de medio punto (fig.6). En el interior, hay un pasillo que conduce hasta una sala apuntada11, donde también encontramos una escalera cubierta por arcos de medio punto, que conduce a la planta superior, decorada con una bóveda escalonada, cuya construcción es posterior a la torre. La segunda torre, situada en el oeste, fue construida, como ya hemos mencionado antes, durante el señorío de Dª Blanca d’Anjou, en época cristiana, en el siglo XIV. Esta torre, es única 9 Esto se debe a que la técnica del tapial era un sistema constructivo típico almohade. La torre se encuentra actualmente desmochada y sabemos que tendría una planta más por que las escaleras no terminan en la segunda planta, sino que continúan subiendo. 11 La cual se sabe que tendría una función de aljibe. 10 6 en Europa por su curiosa forma de triángulo equilátero de 15 metros de lado y 17 de alto, adosada al muro, con dos vértices que dan al exterior de la muralla y otro que da hacia el interior (fig.7). Es una torre de la cual desconocemos el nombre de su constructor, a pesar de que se baraja la hipótesis de que fue Arnaldo de Vilanova. Está realizada en una técnica diferente a la cuadrangular, ya que nos encontramos con una torre de mampostería con sillares en las esquinas a modo de refuerzo, sillares en los que podemos apreciar marcas dejadas por los canteros (fig.8). En su interior, encontramos una sala con una aspillera, cubierta con bóveda de cañón apuntada (fig.9), y una escalera cubierta con bóveda de cañón (fig.10) que lleva hasta la segunda sala que se superpone a la de abajo, que también cuenta con una aspillera y una bóveda esférica (fig. 11). Algo curioso y que se merece destacar es la ausencia de decoración de la torre, pues solo encontramos en la unión del primer tramo con el segundo de la escalera una incisión formando cinco figuras romboidales (fig.12), quedando el resto exento de cualquier tipo de decoración, todo y que no se descarta la existencia de un posible balcón amacatanado de madera. Esta torre se considera la del homenaje, en la que encontraríamos las dependencias del señor feudal. Además de esto, la torre también servía como una torre defensiva en situaciones de peligro, puesto su lugar de emplazamiento estaba elegido de forma estratégica, al ser la zona oeste el flanco más débil. La torre triangular aventaja a las redondas o cuadradas en la eficacia del flanqueo y no hay una construcción igual en toda España. En este mismo periodo, se modifican también algunas zonas de la muralla, así por ejemplo, se reforma la puerta principal situada al norte, y se modifica una pequeña puerta de época islámica situada al este, en la cual se unirán los dos cubos, creando un lienzo continúo, abriendo en el centro de este una nueva puerta, la conocida puerta cristiana (fig.13). Por último, sabemos que en el siglo XV, en época del señorío de Lizana, la población estaba asentada en el albacar islámico –del que a día de hoy no queda ningún resto de su muralla en pie-, y es aquí donde se alza, cerca de la puerta norte, una capilla dedicada a Santa María Magdalena, la cual será derribada en el año 1960, debido a que, tras la construcción del actual Santuario de María Magdalena en el año 1946 en esta zona del antiguo albacar (fig.14), la capilla perdió su funcionalidad, cayendo en desuso. 7 4. RESTAURACIONES EN EL CASTILLO DE LA MOLA. Con el paso del tiempo, aparece entre los ciudadanos de Novelda un «sentimiento de identificación con su pasado histórico a través de la recuperación del Castillo de la Mola»12. Debido a esto, a partir de los años 80, el Ayuntamiento empieza a plantearse la recuperación y restauración de la construcción. Fue en el año de 1984 cuando se consigue que la Dirección General de Bellas Artes -dependiente del Ministerio de Cultura-, a petición del Ayuntamiento de Novelda, asumiese el proyecto y la realización de la restauración, llevando a cabo antes una primera fase de limpieza en el mismo año. El proyecto de restauración estuvo bajo la dirección del arquitecto Ramón Valls Navascues, con el patrocinio de la Conselleria de Cultura. El edificio de la Mola se encontraba en un estado de ruina por lo que respecta a las murallas (fig.15) y a la torre cuadrada (fig.16) y el objetivo de esta restauración era consolidar lo ya existente y rehacer lo perdido sin inventar ni alterar el aspecto original o el color. Es por ello, por lo que se decide en el proyecto usar materiales y técnicas similares a los de la obra original, en este caso el tapial. Por otro lado, en aquellas zonas en las que no se tenía claro el aspecto original de la muralla por no quedar ningún rastro de esta, como ocurre en la esquina sur-este, se decide no llevar a cabo ningún tipo de actuación. Lo mismo ocurre en la parte Oeste, donde no se tenía del todo claro la hipótesis de una posible puerta, por lo que se decide colocar en este lugar unos grandes escalones de hormigón que conducirían hasta el paseo de ronda. Pero principalmente, este proyecto de restauración se centraba en la torre cuadrada -dejando a un lado la torre triangular que se encontraba en buen estado-, incrementando en una planta la torre, rejuntando sus suelos y sustituyendo la puerta de entrada, con el objetivo de habilitar la torre almohade y crear en sus salas y en las de la torre triangular un museo que contaría con un total de 100 m2. El presupuesto de dicho proyecto alcanzaba las 32.787.514 pesetas, quedando suspendido debido a «la transferencia de las competencias en esta materia a la Comunidad Autónoma Valenciana, a pesar de las gestiones llevadas a cabo ante la Conselleria de Cultura y el propio Ministerio, solicitando a la Conselleria urgir en el tema […] para que tramite el expediente de contratación del proyecto»13. En el año 1987 se procede a realizar otro proyecto nuevo, contando esta vez con la participación del arquitecto Josep Ivars Pérez y con el patrocinio de la Conselleria de Cultura. En cuanto a los criterios de restauración, en este nuevo plan se especifica la necesidad de restaurar los cubos y los muros, que habían perdido su capa de cal protectora y estaban 12 NAVARRO POVEDA, Concepción. Excavaciones y restauración del Castillo de la Mola (Novelda). Alicante: Diputación Provincial de Alicante, 1992, pág.11. 13 1984, Junio12. Novelda. Proyecto de restauración del Castillo de la Mola. Novelda. 8 expuestos a las inclemencias meteorológicas, filtrándose la lluvia y la nieve, provocando su empeoramiento, todo ello sin eliminar restos de épocas anteriores, interviniendo solo en los elementos de los que se conociese al completo su traza, evitando una restauración fantasiosa. Por otro lado, se especifica que la torre cuadrada, a pesar de encontrarse desmochada y faltarle la tercera planta que tenía en sus orígenes, estaba en buen estado y simplemente era necesario proteger los muros, los cuales también estaban sufriendo por las humedades, debido al abandono y al mínimo cuidado que se le estaba dando al lugar, además de restaurar los peldaños, limpiar las bóvedas y parchear el interior. Por lo que respecta a la torre triangular, se encontraba en un perfecto estado estructural, todo y que precisaba de una limpieza, la eliminación de pavimentación, el parcheado de las paredes y el pintado del suelo de la terraza con resinas acrílicas para evitar humedades. En este momento, a pesar de la falta de fuentes escritas, se descubre que con anterioridad, sobre los años 60, ya se había realizado algún tipo de restauración, pues por ejemplo existía un remate en la torre triangular hecho de sillares que no aparecía en fotos de principios del siglo XX (figs. 17 y 18). Así mismo, se descubrió en la muralla y en los cubos unas restauraciones en las que se habían usado materiales ajenos a la construcción: mampostería enlucida con mortero y pintada con tierra roja. Lo que se decide para este proyecto es usar el mismo material que el de la obra original, el tapial, intentando imitar el color y los acabados, además también se opta por usar cemento, hormigón armado y piedra. El proyecto será aprobado por el Director General de Patrimonio Artístico, Tomás Llorens i Serra, dando comienzo las obras en el mes de julio de 1990, contratando una empresa –de la que desconozco el nombre pues no aparece en el Archivo Municipal- para llevar a cabo el proceso, que no acabará nunca debido a la quiebra de esta, dejando parte de la muralla oeste a medio hacer. A raíz de este suceso, el Ayuntamiento se vuelve a plantear retomar el tema del castillo y es por ello que en 1992, se le encarga a Josep Ivars Pérez y a Santiago Varela Botella - inspector de Patrimonio de Conselleria-, la redacción de un nuevo proyecto, partiendo del que ya había escrito Josep Ivars en el año 1987 y basándose en lo poco que se había hecho antes de que quebrara la empresa que se encargaba de la restauración anterior. La intención era similar a la del proyecto anterior, restaurando la muralla y sus cubos, la puerta principal, la puerta secundaria y algunos cambios puntuales en la torre cuadrada y en la triangular. Este proyecto no se llevará a cabo hasta el año 2000, aprovechando una subvención de la Conselleria y la Diputación sobre arquitectura militar, la cual se decide solicitarla, obteniendo como resultado la aprobación. El importe total de la restauración, que ascendía a 79.515.60 pesetas, era una cantidad desmesurada, por lo que los arquitectos propusieron a la Dirección General de 9 Patrimonio Artístico y al Ayuntamiento de Novelda, realizar la restauración por fases, empezando a actuar por las murallas: la del oeste a medio hacer, la del norte y la del sur; dejando claro que el material a usar sería el mismo que el de la obra original. Esto permitía reducir el coste del proyecto a 36.000.000 de pesetas. De esta forma, la empresa ILIDEXSA14 lleva a cabo la restauración de las murallas y de la puerta norte, finalizando el proceso en el año 2002, convirtiéndose esta en la última restauración hasta la fecha (fig.19). En varias ocasiones, basándose en el anterior proyecto se han solicitado subvenciones para completar el resto de fases propuestas, denegándose siempre y realizando cada dos años por parte del Ayuntamiento de Novelda convocatorias para volver a solicitarla, pidiendo al Ministerio de Fomento la subvención del 1%. 14 ILICITANA DE DEMOLICIONES Y EXCAVACIONES, S.A. 10 5. ARQUEOLOGÍA DEL CASTILLO DE LA MOLA. Las excavaciones en el Castillo de la Mola tienen inicio en 1982 y se prolongarán hasta los años 90. La primera campaña estuvo dirigida por Rafael Azuar, conservador del Museo Arqueológico Provincial, y las seis restantes, estuvieron encabezadas por el propio Ayuntamiento de Novelda, contando con un equipo de profesionales, arqueólogos y estudiantes de la Universidad de Alicante, con proyectos apoyados por la Conselleria de Cultura, la INEM y la Diputación Provincial. En la excavación de 1982, se vació la puerta este, encontrando los dos cubos que quedaron ocultos al superponer la puerta cristiana a la islámica original. Además de esto, en la zona de la torre triangular, se encontró una sala que se ha interpretado como un gran salón en el que se celebrarían las fiestas del señor. A partir de esta excavación, se fueron hallando nuevos edificios pertenecientes a cronología cristiana bajo medieval, los cuales otorgaron una nueva visión del interior del castillo, así pues, se sacaron a la luz dependencias como la cocina y lacenas, con salas que funcionaban a modo de despensa. Las excavaciones en esta zona se prolongaron hasta los 90, surgiendo otras dependencias como dormitorios, hornos de pan, cobertizos para el ganado y la forja del herrero (fig.20). En 1893 se empezaron nuevas excavaciones en la zona norte del recinto amurallado, encontrando cerca de la torre cuadrada un aljibe (fig.21), además de gran cantidad de piezas cerámicas y de cocina, además de utensilios agrarios y armas, lo que nos permite hacernos una idea del desarrollo de la vida cotidiana de la comunidad asentada en el castillo. En términos generales, a partir de las excavaciones, se ha descubierto por un lado que el recinto construido sufrió una modificación una vez ya finalizado en el siglo XII, decidiendo estrecharlo a modo de estrategia militar, puesto que el recinto era demasiado grande y la defensa tenía muchos puntos débiles. También se descubrirá tras excavaciones realizas por ILIDEXA, que el último tramo este de la muralla continuaba más allá de su unión con el último tramo de la muralla norte (fig.22), lo que llevó a excavar los alrededores de la meseta, encontrado algunos restos de muros y demostrando así la existencia del antiguo albacar del que no quedaba nada en pie, pudiendo localizar algunos de sus restos rodeando la meseta. Por otro lado, también se tiene constancia de la existencia de una garita en la parte exterior del muro, ya que se encontraron los cimientos de esta, que se mantuvieron en pie hasta los años 60, momento en el que se destruyeron con motivo de la edificación del convento. También fuera del recinto, se ha conjeturado sobre una posible barbacana en el lado este, pero la construcción de la carretera ha impedido comprobarlo. 11 Para finalizar, mencionar que a lo largo de estas excavaciones se han encontrado espadas, proyectiles de piedra y demás elementos de ataque, que confirman el uso de armas como lanzas y ballestas entre otras. 12 6. CONCLUSIÓN. A pesar de la recuperación del Castillo de la Mola y de la identificación de los ciudadanos con este –donde yo me incluyo-, me resulta vergonzoso el trato que se le está dando. Con el proyecto de restauración del año 1984, tal y como se ha especificado en un apartado anterior, hay constancia de que se pretendía dar un nuevo uso al conjunto, creando entre las dos torres un Museo Arqueológico con objetos de la zona. Debido a la suspensión del proyecto, esta idea se verá frustrada y seguirá a día de hoy, y es que, ni si quiera después de las restauraciones posteriores se ha puesto en práctica la idea. El único uso que se le ha dado al Castillo de la Mola, tuvo lugar hasta los años 80 y consistía en la celebración de la Embajada Humorística, un acto en tono satírico y reivindicativo que a día de hoy se sigue celebrando el 24 de julio de cada año, pero ya no en este lugar, sino en la Plaza del Ayuntamiento de Novelda. Desde entonces hasta la actualidad, no se le ha vuelto a dar ningún uso al castillo, ni si quiera un día al año como hemos visto en el caso anterior. El Castillo de la Mola abierto de martes a domingos no cuenta con ningún tipo de seguridad que vigile la zona, por lo que la gente puede acceder sin control al lugar, deteriorándolo por el uso indebido y vandálico que realizan sobre muros y demás. Este hecho, propició que no se dejara entrar a la torre cuadrada, cerrándola por miedo a un posible accidente, y es que, al estar desmochada y conservar los escalones que llevaban a la inexistente tercera planta, la gente subía y se exponía a trece metros de caída, por lo que el ayuntamiento, en lugar de contratar algún tipo de vigilancia, decidió actuar por la vía fácil, colocando una puerta de madera totalmente anacrónica en dicha torre, impidiendo a la gente que realmente tiene interés por visitarla, su acceso. Además, la sala inferior de la torre triangular está prácticamente funcionando a modo de almacén, con vigas de madera apoyadas en la pared, y montones de piedras sobre el suelo. Otro aspecto que me gustaría destacar es que ni siquiera recibe visitas guiadas y es que no se fomenta de ninguna de las maneras su visita, existiendo por otro lado, una gran carencia publicitaria del sitio. Pienso que es un lugar al que no se le está explotando todo su potencial, puesto que este castillo tuvo su importancia histórica y además, cuenta con una torre triangular única en Europa, por lo tanto, no se merece este estado tan descuidado en el que se encuentra. Con todo mi respeto, considero que el lugar se encuentra totalmente abandonado, sucio y bastante muerto. Además, no hay ningún tipo de protección por lo que respecta a las excavaciones, que se llenan de hierbajos y basura, y que se deterioran aún más al estar expuestas a la lluvia y a las nevadas. 13 BIBLIOGRAFÍA. ABAD NAVARRO, Elías. El Castillo de la Mola de la Ciudad de Novelda. Murcia: Tip. San Francisco, 1928. ALDEGUER JOVER, Francisco. De Novelda, hechos y personajes. Novelda: Edicions Locals, 1997. BELTRÁ JOVER, Augusto (Dir.). Betània 1994. Novelda: Excmo. Ayuntamiento de Novelda, 1994. NAVARRO POVEDA, Concepción. Excavaciones y restauración del Castillo de la Mola (Novelda). Alicante: Diputación Provincial de Alicante, 1992. NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.; ORTEGA PÉREZ, J.R. Guía del Castillo de la Mola y del Santuario de Sta. Mª Magdalena. Novelda: Excmo. Ayuntamiento de Novelda, 1989. SANTO VIDAL, Jaime (Dir.). La Santa 1995. Novelda: Patronato de Santa María Magdalena, 1995. 1984, Junio12. Novelda. Proyecto de restauración del Castillo de la Mola. Novelda. 1987, Mayo 29. Valencia. Restauración Castillo de la Mola en Novelda. 1992, Abril 4. Valencia. Proyecto de Restauración del Castillo de la Mola. Novelda. 14 ANEXO FOTOGRÁFICO. Fig. 1. El Castillo de la Mola en el siglo XII. Fig. 2. El Castillo de la Mola en época de Pedro Maza. 15 Fig. 3. Plano del recinto de la fortaleza. Fig. 4. Entrada principal del Castillo. 16 Fig. 5. Torre cuadrada. Fig. 6. Puerta de la torre cuadrada. 17 Fig. 7. Torre de tres picos. Fig. 8. Marca de cantero. 18 Fig. 9. Bóveda de la primera planta de la torre triangular. Fig. 10. Bóveda de la escalera de la torre triangular. 19 Fig. 11. Cubierta de la segunda planta de la torre triangular. Fig. 12. Único detalle de la torre triangular. 20 Fig. 13. Puerta cristiana. Fig. 14. Santuario de Sta. María Magdalena. 21 Fig. 15. Restos del muro a principios del siglo XX. Fig. 16. Restos de la torre cuadrada en el siglo XX. 22 Fig. 17. Torre triangular sin remate a principios del siglo XX. Fig. 18. Torre triangular con remate. 23 Fig. 19. Muralla restaurada. Fig. 20. Excavaciones arqueológicas. 24 Fig. 21. Aljibe. Fig. 22. Muro que estaría unido a la muralla perdida. 25